Revista Guka Primavera N° 24

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Revista de Arte y Literatura Año 2018 Edición n° 24 - Primavera Editorial - Alicia Digón

Imperdible editorial del alma mater de Revista Guka

Finalistas GUKA 2018

Listado de escritores y obras finalistas del concurso internacional de microrrelatos

Fernando Denis

Las palabras son criaturas luminosas

Doble Central Flavia Pantanelli Nota a la talentosa escritora argentina ganadora del concurso Cuentos a la Calle de la Fundación Una Brecha

Hospital Francés

La última novela de Daniel Gigena Reseña de Alicia Digón

Betina González Una charla amena con una de las escritoras argentinas más prestigiosas

Julieta Lopérgolo

Para que esxista esa isla

osas de Damarys Sánchez Sandobal - Acrílico en tela, 80 x 60 cm.

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Literatura en breve

Nota de Corina Vanda Materazzi

Luis Sagasti

En primera persona

Mi clásico favotito Claudia Cortalezzi Pablo Martínez Burkett


REVISTA GUKA

Contenido

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QUIÉNES SOMOS

CARTOGRAFÍA LITERARIA

CARTOGRAFÍA LITERARIA

PUERTO MADRYN

MIRAMAR

BEATRÍZ ELOÍSA MUGLIA

ESTER MONKE

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CARTOGRAFÍA LITERARIA

CARTOGRAFÍA LITERARIA

CLAUDIA BALDONI

LA PLATA

MUNRO

SILENCIO REDONDITO

GABRIEL VÉLEZ SÁNCHEZ

AMELIA BEATRÍZ BARTOZZI

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VLADIMIR JANTUS CASTELLI

LIBROS DE PELÍCULA

ARTISTA DE TAPA

LIBROS DE PELÍCULA

DAMARYS GONZÁLEZ

SUBERSIVO

LOS PÁJAROS

SANDOVAL

ORIGINARIO


REVISTA GUKA

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LIBROS DE ESTRENO

BIBLIOTECA GUKA

EL SEÑALADOR LAURA FOLCH

LIBROS RECOMENDADOS

FUE UN SEGUNDO

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LEEMOS

LITERATURA EN BREVE

TALLERES LITERARIOS

GISELA GALIMI

OLGA RT

MARÍA INÉS VINCI

PUNTO DE INFLEXIÓN

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MARÍA EMILIA GUTIERREZ

BEBI ALEMÁN

FLOREANA ALONSO

INVENTARIO DE AUSENCIA

CORREA

DESIERTO


Quiénes somos Dirección: Alicia Digón Dirección editorial: Corina Vanda Materazzi - Claudia Baldoni Asistente de dirección: Lorenzo Luque Materazzi Asitente de producción: Mariela Olivares Corresponsales: Pcia. Buenos Aires - Mirarmar - Ester Monke Pcia. Buenos Aires - Munro - Amelia Bestríz Bartozzi Pcia. Buenos Aires - Boulogne - Miguel Ángel Silva Pcia. Buenos Aires - La Plata - Gabriel Jesús Vélez Sánchez Pcia. Buenos Aires - Cañuelas - Claudia Cortalezzi Pcia. Chaco - María F. Sánchez Barros Pcia. San Luís - Juanci Laborda Claverie Pcia. Chubut - Puerto Madryn - Beatríz Eloísa Muglia Rca. de El Salvador - Arnoldo Sagastizado

Stafff Revista Guka


DiseĂąo de cubierta e interiores Corina Vanda Materazzi Lorenzo Luque Materazzi


Fotografía de álbun personal Alicia Digón

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EDITOR IAL Por Alicia Digón

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a primavera suele ser un ícono de flores y de pájaros. Del amor. Alguna vez del desamor. Se brinda todo hacia el exterior. La gente está feliz porque es una promesa de vacaciones. También la música cambia de estatuto y se escuchan valses se ve cómo florecen algunos árboles y se lee menos. GuKa recibe el cambio de estación con un trabajo arduo de sus directoras. Novedades. Llegó desde Bahía Blanca Luis Sagasti a presentar su última obra Cybertlön y al día siguiente la revista tuvo el gusto de recibirlo en una entrevista privada en el taller de la escritora Bea Lunazzi quien tuvo la amabilidad de invitar a sus alumnos y a GuKa y escuchar sobre mecanismos de escritura de la suspensión. Autor de varios títulos entre ellos “Una ofrenda musical” “Bellas Artes” entre otros. Contó cómo y de qué modo pensaba su escritura y su andar como un verdadero flaneur hilvanado contrarios en su obra. Fue generoso en explicar cómo y de qué manera arma sus argumentos. Al estilo Derrida construye y de construye su escritura e incluso tiene en preparación una obra con “notas al pie” cuyo armado es curioso y cierto. Excelente. Una charla excelente. Proyectos realmente novedosos que podríamos encuadrar dentro de una literatura que va y viene en un continuo devenir entre contrarios. Quizá sería bueno leerlo y caminar a la par y ver. No deja de ser exquisita su literatura. Quisimos reseñar una nota de DANIEL GIGENA sobre Mario Bellatín en su último libro “Perros Héroes” pero una nube impertinente no nos permitió llegar a esa última obra del mexicano impecable que no está lejos tampoco de la suspensión. Recibimos el inicio de HOSPITAL FRANCÉS, novela de DANIEL GIGENA, lo poco que leímos fue un canto al amor.

En nota específica ampliamos. Claudia Baldoni estuvo en República Dominicana presentando su último libro “Silencio redondito” y el film que lo acompaña dio charlas en diversos conversatorios. El tema central versó sobre otro decir. Un modo de concebir la literatura desde un ángulo particularísimo. En alguna charla con todos ella nos contará la bienvenida que tuvo tanto en Colombia como en República Dominicana. En las redes circula su andar por tierras y librerías centrales de ambos países. El editorial de la revista abre un camino. Ese camino está en marcha y hay un jurado trabajando. Un jurado de lujo María Rosa Lojo, Claudia Cortalezzi, y Mónica Cazón. Cuatro mil trescientos cincuenta y un trabajos llegados. Y no sólo de Argentina. Muy buenos microrrelatos. Material que requiere tiempo para que se llegue a decidir premios y menciones. La fecha que se puso es el 23 de noviembre a las 17 horas como todos los años en el Museo del Libro y de la Lengua dependiente de la Biblioteca Nacional. Como todos los años haremos la fiesta de entrega de premios y en este caso convocamos a el periodista y escritor invitado a entregarlos será DANIEL GIGENA, quien en estos últimos tres números acompañó cada publicación de GuKa con entusiasmo y excelente material. También la notable escritora y editora FLAVIA PANTANELLI nos honrará con su presencia para colaborar en la entrega de premios. Como todos los años, tendremos el gusto de esperarlos con la Guka y nuevos nombres rondándola. Muchas gracias a todos los que nos acompañaron y esperemos que se cierre el año con palabras nuevas rondando y una línea de futuro para el año venidero. Feliz Guka amigo y suerte a todos.

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CONCURSO GUK A 2018 M ICR ORRELATO

El viernes 23 de noviembre se entregarán los PREMIOS GUKA 2018.

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l pasado 31 de agosto cerró la convocatoria uno de los 4351 autores que han participado. A para participar del Concurso Internacional todos, queremos felicitarlos y alentarlos a que de Microrrelatos GUKA 2018. sigan escribiendo como diría Clarice Lispector : “Escribo como si fuese a salvar la vida de alguien. El nivel de convocatoria superó por lejos nuestras Probablemente mi propia vida". expectativas. Se recibieron 4351 trabajos de autores de 23 nacionalidades . Al jurado de lujo, decirles gracias por el tiempo, la seriedad y el profesionalismo con el cual se Este año el jurado está conformado por tres han desempeñado. excelsas escritoras: Maria Rosa Lojo, Mónica Cazón y Claudia Cortalezzi. Ansiamos como cada uno de los finalistas la llegada del viernes 23 de noviembre. Para Tenemos al momento del cierre de la edición nosotros también será una fiesta, un motivo Primavera de nuestra revista la lista de los genuino de alegría, un pretexto también para finalistas que el viernes 23 de noviembre podrán encontrarnos, abrazarnos y desearnos lo mejor conocer su orden de mérito. para el año que viene. La entrega de PREMIOS GUKA 2018 se realizará en el Museo del Libro y de la Lengua, cito en Av. Las Heras 2555 en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, a las 17 hs. Podrán concurrir tanto los finalistas como todo aquel que haya participado y quiera acompañanarnos, ya que aprovecharemos la ocasión para despedir el año. Quienes integramos Guka estamos honrados por cada uno de los textos enviados, por la confianza depositada, el esmero y la dedicación de cada

La Dirección

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CONCURSO GUK A 2018 M ICR ORRELATO Finalistas

El disposición de los finalistas en el listado no acredita ningún orden de mérito. El mismo será conocido el día de la entrega de premios

Gervasio Ana

La noche en que mi padre se convirtió en pájaro

Montezanti Guillermo N. Dinero Vásquez Juan Carlos

El obsequio

Negretti Mirtha A. Tijera Giménez Natale Macarena Perdida Cajilima Márquez Edisson Andrés

El frío del infierno

Bazerque Virginia Beatriz La mar Torralba Agu Facundo El oliver Fernández Walter Amaro Ellas Hart Sylvia Elena El gaucho y el puma Ardizzone María Ana

Los barradotes de La Boca

Zayas Aguilera Daniel Las moscas Continúa en páginas siguientes.

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CONCURSO

MI CR O R R

Finali Gorostiaga Teresa

Suerte

Daniel Salica Juan

Mora Daniel Omar Perfección Guzmán Lucila Adela PNL

Cañas Nélida

Arcilla Juan Soñador Lufriú Beade Jorge Luis Gaut vel Hartman Sergio

Calderón Valenzuela Miguel Qairy Folch Laura

Ingenuidad Revancha

Antonio Martín García López Franco José Roberto

Kalton Bruhl Colateral

Rosental Cesar Hugo

Herrera Ernesto Castro Aún

Hume Irene

López Diego Antonio Mamá se durmió

Damián Henríquez

Fornes Joaquín 1 de mayo del 47

Favot Bruno

Nickleson Juan Pablo Ojos cerrados Ruocco Luis Antonio Vega Luis Alfaro

Desalojo

Rubio Camila Valeria Verón Cristian

Sociedad: escenario de circo

Giacoia María Victoria

Moyano Maggi Hugo Daniel Desencuentro

Montiel Edith

Paris sanchez Andres Felipe Despierto

Falcón Lorena

Massaro Fabio Desborde

Rodríguez Nerina Lucía

Samanta Gamarra

Una reunión

Belmar Monares Arturo Onécimo Ahora, somos seis Alonso Dolores Irene El ángel De La Rosa Muruato Gustavo

Rosas Erika Díaz Ariel Alberto

Hirviente espina

Martínez Apolinario Amelia Medicine Baldoni Marta Beatriz

Muñoz González Leidy Nataly

Demark Carla Sayago Martin Eduardo

Fallido

Ávila González Gabriel

Respall Rojas Ray 1944

Katz MarioNecesidad

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GUK A 2018

R E L ATO

istas Necesidad Inocencia Cuarto para un hombre solo

D´Alessandro Raúl Oscar Renovación fallida Vicenzi Paola María

Monstruo

Anze Terán Sisinia Ironía

Fin

Viale Juan Carlos

Autoestima

Galliano Marcelo Últimas palabras

La decisión de ella Desembarco Vacío La regla de oro Intercambio de fluidos Ecos El cuerpo Se cierran, se cierran Juego de sombras Excepto las fotos Brisas del mar Retracción

Zabala Héctor Ricardo El cuento no contado Perroni Marcelo

La noche

Materazzi

Prieto Modesto Jorge Ayer fui al cielo Koberg Javier Francisco Imposible Clavero Blázquez Raúl Partir de cero Villegas Oromí Alfredo María El caballo Ledesma Gutiérrez Cintia Mariana Plan B Arango Mauricio

Los mil y un palos

Sánchez Ledesma Araceli Rocío Asesinato Perdía Amor Entrega de boletín Igolnikov Nicolás Elías Daniel La batuta Adelaide M. Cesar La más bella

Monotonía Lucha encarnizada

Su última vida

Lao David El caracol del abuelo Lanfranchi Maribel Retrospectiva interior Basualdo Leandro

El recuerdo

Tres pasos

Ruidiaz Lucía Marianela Sembrar flores

Asesinato

Fierens Julián Alejandro Tiempo perdido

Eso no se hace

Coni Molina María Mercedes

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Magia


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C AR TOGR AFÍA LITER ARIA Beatriz Eloísa Muglia - Puerto Madryn Pcia. Chubut

Alados miércoles imaginarios

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os miércoles son el día del medio de la semana. En el Centro de Día de Salud Mental del Hospital Ísola de Puerto Madryn, son el día Alado. ¿Alado? ¿Por? Porque nos juntamos los amantes de las letras a volar con cuentos, poesías. Maravillarnos con lo que han escrito los grandes, y escribir lo que nos pasa a todos.

— ¡Hace tanto que no agarro un lápiz— Dice Ester. Y es cierto. Desde la primaria, hace cerca de sesenta años. Ahí, donde le dijeron que no siguiera estudiando, para qué, si ella apenas podía.

Y escribe una maravilla, una historia en dos renglones sobre su infancia de campo, en plena ¿Quiénes somos, los “Alados Miércoles meseta central de Chubut, de frío, nevadas, Imaginarios”? Personas que alguna vez travesuras y necesidades. necesitamos asistir al Servicio de Salud Mental, que hemos estado internados, que nuestra Lo lee titubeante, lo muestra a los compañeros. condición de salud nos ha marcado en conseguir Su pulso dubitativo que dejó las marcas de una trabajo, en nuestro desarrollo familiar y personal. vida en esa hoja en blanco. Y que hemos encontrado en la escritura una Pequeños héroes de la Patagonia, los Alados del expresión de libertad y liberadora. Miércoles que Imaginan. Todos los miércoles, viene la “profe” Beatriz Muglia y nos lee algo, nos muestra ilustraciones, y nos ¡hace escribir! A nosotros que muchas veces pensamos que no podemos, que nada bueno va a salir de nuestras temblorosas manos.

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https://www.facebook.com/centrode.dia.33


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Fotografía álbum personal Beatríz Muglia

BEATRÍZ ELOÍSA MUGLIA Nació en La Plata en 1976. Es abogada. Actualmente vive en Puerto Madryn, casada y con cuatro hijos. Escribe desde hace un tiempo, con más dedicación en los últimos años. Publicó un libro de cuentos en 2012, “De Panzas y Cebollas”, en la editorial Vela al Viento de Comodoro Rivadavia. Participó en varias ocasiones del concurso de la Revista Guka, obteniendo menciones especiales en dos ocasiones y primer premio en microrrelato en el año 2015, por su texto “Íntimo”. Actualmente coordina un taller literario del Centro de Día de Salud Mental del Hospital de Puerto Madryn.

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C AR TOGR AFÍA LITER ARIA Nota de Ester Monke - Miramar Pcia. Buenos Aires

El grito de Mónica Aramendi

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l niño sordo no pudo escuchar la explosión. El niño mudo no podría haber preguntado. Su mirada soltaba espuma. La espuma del mar que era su espejo. Al caer la tarde giró su cabeza. Vio la destrucción. No supo cuándo había sucedido. Vio a nadie. Sólo una centena de caracoles se alejaban del lugar. Atónito, los siguió. Sus pies descalzos pisaban la baba como camino de toda la incógnita. Siguió la estela de los últimos habitantes: asqueado, valiente y lleno de turbación. No existía paisaje posible, solamente un adelante de saliva. Horas y horas y horas de días caminando. Bucólico, los siguió hasta la línea posible del mundo. En el mismo límite del universo, en lo alto de la barranca galáctica, se detuvo. Los caracoles decidieron seguir el destino desesperanzador de los hombres arrojándose al vacío. Sintió el fin de los tiempos y al tiempo sin detenerse. Comprendió la desesperación de los hombres por desaparecer antes que sufrir, antes que luchar. Los vio flotando entre galaxias, perdidos. Giró su cabeza y vio el estallido destructor de lo que fuera su hogar. Con la mirada replegada asistió AL EXTERMINIO DE LA ESPERANZA. Gritó. Su alarido inaudible retumbó en el caos de un universo que tiene la forma de la nada, el fondo del todo. Su grito mudo recorrió las 14

estaciones y estribó los espacios desconocidos. Huérfano, sin remedio para los que se habían ido, regresó sobre sus pasos lentos, sobre la sombra de la baba hasta llegar, con los años, al lugar de su casa ancestral. Ya hombre, se sentó frente a la costa, igual que antes. Más sordo y más mudo que nunca. La saliva le supo a sal y sus ojos se hicieron de mar. No existían otros intersticios en el panorama de sus pensamientos. Un bermejo sol se acostaba en el horizonte. Se despedía lento. Acosado por la criticada desesperanza hurgó en sus adentros mendigando alguna respuesta para quebrantarla. Así, sin más, se lanzó al mar. Nadó. Nadó por años apurado por un sol que se atrevía a desaparecer. Con el gris del cansancio pudo arribar, en el instante justo, al umbral. Un límite que comenzaba. Una brazada más y se incrustó en el fuego. Todo el ardor se le grabó en la mirada. Junto al astro, se hundió en el horizonte. Se hizo la noche total, la noche que no alcanzó a ver porque era uno junto a la luz que no muere.


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Cuando lo leí me vino la imagen del cuadro de Edward Munch: El grito ¿Creés que hay una condición visceral en el ser humano que nos lleva a la desesperanza? No sé si es una condición visceral, sinceramente creo que la esperanza es algo que habita en cada uno, pero como dije antes, los avatares de lo cotidiano se hacen tan fuertes que obnubilan la experiencia de la vida. Muchas veces el trajín vital nos lleva a ocupar todo nuestro ser con preocupaciones o desahucios y la fuerza de lo positivo queda oculta y hasta postergada. Es una lucha cotidiana y trabajosa, pero es posible Fotografía álbum personal Mónica Aramendi recuperarla en los principios fundamentales y los momentos de silencio. No lo he logrado Tu cuento tiene un marcado vuelo poético pero sé que toda esperanza está en cada uno ¿cuánto tiene de Mónica Aramendi ese de nosotros y se hace presente, aunque no lo sepamos, en cada rebeldía frente a lo negativo niño? que nos sucede. Me es difícil desprenderme de la poesía. Cuando escribo narrativa siempre asoma ese vuelo ¿Cuál es el título, género y temática de tu que pareciera innato. Debo reconocer que al próximo libro? momento de corregir un texto narrativo dejo las Mi próximo libro: Troya está afuera y el sol está imágenes poéticas funcionales al tema y pulo adentro es narrativa (cuentos y relatos del o elimino aquellas que surgen casi como una género fantástico-simbólico) se presentará el necesidad, pero no tiene relación con lo narrado. 29 de septiembre en la biblioteca municipal El niño de El grito, como todo lo que escribo, sale de mi interior y mi yo está presente en cada texto. Es niño es, quizás, la niña que vive las desesperanzas de cada día, las propias y las ajenas y desea en lo más íntimo recuperarlas, luchar contra lo que nos aflige, decepciona, nos hace sufrir y vela la luz que habita en nosotros.

General San Martín de Miramar. Lo recaudado de la venta de los ejemplares será donado al taller protegido: Dando se recibe de Miramar y a la ONG: Gracia que tiene un amplio campo de acción filantrópica. Lo organizan: Unión Hispanomundial de escritores filial Miramar y Editorial MB (editora Mariana Boh)

MÓNICA ARAMENDI Fue declarada Embajadora Cultural de General Alvarado y desde 2017 Embajadora Argentina de la Uniersum Academi Switzarland. En 2018, nombrada por la UHE (Unión Hispanomundial de Escritores) Presidente de la Unión Hispanomundial de Escritores Filial Argentina en Miramar. El grito formó parte del libro Contradicciones que obtuvo el primer y único premio en el XV Concurso Internacional Hespérides de Cuento y Poesía (edición 2017) Género Cuento. El premio fue la edición gratuita del libro. Los jurados: Sagrario Gaité (España), Guillermo Borja Fambano (Colombia) y Guillermo Piglia (Argentina)

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C AR TOGR AFÍA LITER ARIA Gabriel Vélez Sánchez - La Plata Pcia. Buenos Aires

PH Gabriel Vélez Sánchez

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a Biblioteca Pública Municipal Francisco López Merino, de La Plata funciona en la calle 49 Nº 835, entre 12 y diag. 74. Es un antiguo edificio de características románticas, con una gran influencia Art Nouveau en lo ornamental. El proyecto pertenece al Arq. Francisco Villar. Fue inaugurado en 1911 y declarado patrimoniohistórico de La Plata en 1985. El Complejo cuenta con una gran actividad cultural. Hoy se desarrollan conferencias, presentaciones de libros, exposiciones de todas las expresiones artísticas, espectáculos musicales, promoción de la lectura, narraciones, etc. Las mismas están a cargo de la Dirección y coordinación de la Sec. Gral de la Sociedad de Escritores de la Pcia. la escritora Claudia Baldoni.

funcionamiento dentro del Complejo de SEP DIGITAL la radio on line de la Sociedad de Escritores . El evento más convocante hace mas de tres años es el CAFÉ LITERARIO coordinado por la escritora Claudia Baldoni . El mismo congrega a artistas de las más variadas expresiones: un abanico de lo literario a lo musical, provenientes de todas las latitudes de nuestro país y del exterior. Más alla de los 60.000 mil ejemplares que acuña el Complejo, la Sep hace hincapié en la formación de un espacio para los escritores independientes. Ámbito no solo de muestra, sino de promoción.

A finales del mes de agosto tuvo lugar el 7mo aniversario del grupo literario “Encuentros de Se dictan cursos de idiomas tales como: chino, papel” quienes llevaron adelante un homenaje quechua, alemán, inglés, frances, italiano a Jorge Luis Borges y eligieron el Palacio para el y portugués. Ademas talleres de: grafología, mismo. exploración poetica, escritura narrativa,literatura para adultos mayores, canto y repertorio. Así El CAFÉ LITERARIO nos sorprende en Septiembre mismo hay disponibles dos seminarios: de reuniendo a tres filiales de la Sep. como los son Cardales, Mar del Plata y CABA, junto videopoesía y folclore. espectáculos musicales, micrófono abierto y Entre las actividades más relevantes de lo sobre todo el Encuentro de Letras que los autores que va de este año sin dudas es la puesta en esperan ansiosos. GABRIEL VÉLEZ SÁNCHEZ Comunicador de la Ciudad de la Plata, oriundo de Otamendi, provincia de Buenos Aires. Se dedica a construir canales por donde la literura pueda transcurrir y así visibilizar a diferentes autores de la literatura argentina. Con sus 36 años, su objetivo es recomendandar y fomentar la literatura, desde lo local hacia todo el país. Hace 18 años que se dedica a su profesión, con reconocimientos a nivel nacional, como también así Difusor Literario de Cultura y Educación de la Municipalidad de La Plata. Se lo puede encontrar en eventos de difusión de la literatura y en radios.

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C AR TOGR AFÍA LITER ARIA Amelia Beatríz Bartozzi - Munro Pcia. Buenos Aires

Fotografía álbum personal Amelia Bartozzi

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oy en día, existen infinitas formas de ocio que nos distraen de la lectura, como ser series, películas, videos de Youtube. Es verdad que el mundo del siglo pasado no es el mismo que el de ahora. Parecería que los jóvenes de antes leían más que los de ahora. Antiguamente (hace dos, tres o cuatro décadas), los medios de entretenimiento principales eran la música, la actividad física, los deportes, pasar tiempo con amigos, la lectura. En la actualidad pasan gran parte del día frente al celular, la compu, la tablet, y cosas como la lectura han

quedado desplazadas a un segundo plano. Tengamos en cuenta que a la lectura se llega por gusto y decisión propia ¿Pero por qué cada vez menos? Las razones son muy variadas, adicción al celular, les cuesta concentrarse durante un lapso más prolongado, falta de motivación e interés o factores externos, como tener actividades extracurriculares, responsabilidades en sus hogares después del horario escolar tales como tener que cuidar a sus hermanos más pequeños, tener que cocinar porque sus padres están trabajando fuera del hogar o porque no

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cuentan en sus casas con un lugar tranquilo para leer. Vivimos en una sociedad apurada todo el tiempo, padres que corren todo el día de un lugar a otro y no tienen tiempo de inculcarles el amor a la lectura con el ejemplo.

También conocen los clásicos, aunque no los hayan leído. Saben perfectamente quien fue Shakespeare y qué escribió; conocen las novelas de Jane Austin y se han emocionado con párrafos de Wuthering Hights (Cumbres Borrascosas) de Emily Bronte y de War and Peace (La Guerra y la Sin embargo, cuando por fin llegan a un texto, ya Paz) de Tolstoy. no podemos pretender que lean lo que nosotros queremos o consideramos esencial; ahora son ¿Quién dijo que los jóvenes de hoy no leen o no ellos quienes deciden qué leer. Nosotros sólo les interesa la lectura? podemos guiarlos, darles a elegir entre varios autores que nos parezcan importantes para su formación. Textos tales como El Quijote, ya no encajan en el mundo adolescente de hoy; pero sí se sienten identificados con El Perro Siberiano, por ejemplo. He podido observar que cuando se les provee de un texto, ya sea un cuento, relato, historia o novela, suelen prestarle atención durante unos minutos y dejarlo rápidamente de lado si ese texto no logró captar su atención. Muchos podrían pensar que los jóvenes no leen o no conocen a Borges o a Cortázar, ni a sus obras. Nunca más equivocados. Con asombro y satisfacción pude observar cómo devoraban Casa Tomada, de Cortázar o La Casa de Asterión, de Borges. Suelen ser sus cuentos preferidos. Pero también El Encuentro y Ruinas Circulares, de Borges. Les gusta involucrarse y hasta teatralizar algunas escenas. Conocen todos los dichos y pensamientos de Borges.

AMELIA BEATRIZ BARTOZZI Es traductora y profesora de Inglés. Creció en la localidad de Villa Adelina en el Gran Buenos Aires y en la actualidad reside en Munro. Con anterioridad a la docencia se desempeñó como secretaria administrativa, y luego fue traductora. Desde hace 24 años su pasión está puesta en la docencia. Según sus propias palabras, desde la primera vez que tuvo a su cargo a un grupo de niños, supo que ya no podría dejarlos.

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C ALUDIA BALDONI SILENCIO REDONDITO

Fotografía álbum personal Claudia Baldoni

SER NADIE PARA CONSTRUIRSE

Cuando mas nada soy más me construyo ¿en La realidad es que todo lo que nos construya nos qué? _en poesía_. El escritor, el poeta es el imposibilita a la creación. De ahí partimos a lo administrador del vacío. Ser nadie para volver a anti académico, partimos a morir con el corazón construir o construirse. en la lengua. La integridad del autor frente a Ser nadie es ser la duda la obra significa morir con ese corazón en la Ser la duda frente a la hoja, escribir siempre lengua, a veces en las manos. Lo importante es la pregunta, a la vez es la salvación. Nada ni es la obra cerca del lugar preciso, donde nadie nadie está dispuesto a perder la realidad pero la retorna a buscarla, como el corazón, nunca realidad es insalvable y un todo es convocante retorna cuando salió del medio, el medio, ese a nada. Solo la duda salva. Aun nos debemos medio que es tremendo. Comenzar a escribir es seguir preguntando. estar en el medio, estar en ese "medio" es casi como agonizar, es estar entre la entrada y la salida, no visualizar nada. Escribir en la oscuridad es necesario. LA ESPERA (tactearse) El pasaje hacia el otro lado. Todo comienza hacer el remedio de algo crónico pero vital, comienza la pérdida del otro para quedarse.

Caludia Baldoni

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E L S I L E N C IO QU E VIA JA EL SILENCIO SE ADUEÑÓ D E LA T I E R R A D E G AB O Y D E R E P UB LIC A D OM I NI C ANA

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in dudas hablar de Silencio nos remita a la falta de sonido, pero si de literatura hablamos y sobre todo argentina, nos es imposible no remitirnos a la obra de la escritora Claudia Baldoni. Silencio Redondito que conjuntamente con el filme irrumpieron a principios del 2017 llevándose consigo no solo las formas de escrituras tradicionales sino como lo dice en el prólogo el cineasta Adam “nos encontramos en el texto con palabras que exceden cualquier tipo de análisis que sea hecho desde el Corpus literario…” ese SILENCIO REDONDITO, ese mismo fue el que de la mano de Baldoni se adueñó por mas de un mes de la Colombia de García Márquez.

autora, llevándola a esta, a comprometerse, a viajar con sus obras hacia otras latitudes del globo. La capital de República Dominicana recibio las presentaciones de las obras y los filmes como así también Conversatorios de Baldoni. Los lugares fueron Casa de Italia el 29-8, Centro Cultural de España el 31-8 y Centro Cultural y Galeria de Arte CASA QUIEN el 1-9, como asi también medios de comunicación.

Podemos asegurar que más que provechosa ha sido la cosecha de la joven escritora siempre ávida de mostrarnos nuevas formas no solo de escribir sino de leer, de mostrarnos que la palabra tiene la ductilidad de reconvertirse y que Medellín, Cali, Bogotá han sido las ciudades es posible formar y transformar todo teniendo que recibieron en esta primer aventura a la como canal el arte. escritora platense y no satisfechos con la sola presentación de la obra y proyección del filme han sabido exprimir a Baldoni por medio de conversatorios, disertaciones, y talleres que excediendo los limites de la obra misma. Hurgaron con detenimiento las letras y esta Gabriel Vélez Sánchez nueva forma de escritura que nos presenta la 21


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LAS PA L ABR A S S O N C R I AT U R A S LU M I NO S A S Fernando Denis

Viene un ciervo de piedra a beber en la fuente, huele su piel a azufre, a aire marino, a yedra. Se yergue suntuoso como un rosal, es ciego, y suenan sus pezuñas de plata en cada loza. Mil veces lo han herido de muerte por los bosques y otras tantas lo han visto desde las celosías inclinar en la fuente su cabeza sonámbula. Antonio Colinas

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a poesía es el sueño verbal de la especie, el sueño de la arcilla en las manos del tiempo, es el río de Heráclito donde arrojo mis barcos de papel hace siglos, es el sueño de una palabra escondida debajo de la piedra, debajo de la piel, debajo de la vida. Las palabras son criaturas luminosas, duendes, chaneques, nahuales, son las monedas de oro en boca de los dioses de la tribu, es la forma de la luz subiendo por el papel hacia el Gólgota, ardiendo en las orillas hasta lograr el verdadero incendio del mundo, es la mente sonrojada, atónita, encendida de los astros, mientras los caballos de piedra se beben el Éufrates en una línea de San Juan de la Cruz. En la palabra siguiente anochece. Yo sigo merodeando por los bosques de piedra en una dramática búsqueda de la metáfora infinita. Con rasquetas, pinceles, escobillas, con lupa, cuadernos, lápices, rodilleras, como un arqueólogo, yo escruto en la piedra, en la intensidad de su granito que un día se hará polvo, busco su palabra, la fosforescente civilización de

un lenguaje en sus venas. Sé que la poesía está escondida, minuciosamente resguardada con sus signos, con sus temores, con sus brillos, y también sé que si le toco saldrá a recibirme. Las palabras tienen un poder irrefutable, reclaman a su lado cualquier cosa, y de manera espontánea oscurecen o hacen fosforecer el universo. Son palabras las que han inventado todo, los sueños, las ciudades, los imperios. Gracias a estas palabras he venido hasta aquí, he podido crear una educación sentimental con las emociones, con los sueños, con el peregrino instinto de escribir el gran poema, con el tiempo implacable que m habita, con el asombro, con el mito, con la liebre de marzo. La poesía es el reino que todos los días se conquista, es la verdadera morada del hombre, es su alma escriturada en el verbo, es la esencia, el resplandor de los elementos midiendo el poderío de la luz, su mágica iluminación. La poesía me acecha, siempre está a punto de decirme de toda la belleza del mundo. La poesía es una imagen para el recuerdo, para que la carcoman siglos y palabras, para que resuenen sus cascos de bronce en los templos, en la casa de Dios. Yo desciendo a la piedra, esculpo en el mármol de los días su verbo, calco melodías en mi mano temblorosa con sus sonoras latitudes, busco la primera imagen de la lluvia, le hablo a sus témpanos, conjuro las miríadas de pájaros que vuelan en sus pupilas bajo el cielo de la Ilíada. Estoy hechizado por la metáfora de la

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piedra, con su incandescencia esculpiendo el sueño más transparente, la morada de una escultura primigenia con el rostro de todos. Leo las inscripciones a la entrada del pórtico, a la entrada del libro que no se ha escrito: Por aquí se va al bosque de los molinos de la mente, por aquí al sueño de Ofelia, por aquí las hogueras, las lámparas de aceite, las linternas, por este sendero a la primera metáfora y a la última, en el desvío llegas al libro encontrado en un sueño de don Alonso Quijano, por esta orilla entre verdeantes pinos y crepúsculos de William Turner, se entra a un mágico texto sobre la paz, a aquel poema que nunca olvidaremos de Nazim Hikmet, CARTA A VALA NUREDDIN Hermano mío, envíame libros con finales felices, que el avión pueda aterrizar sin novedad, el médico salga sonriente del quirófano, se abran los ojos del niño ciego, se salve el muchacho al que van a fusilar, vuelvan las criaturas a encontrarse las unas con las otras, y se den fiestas, se celebren bodas. ¡Que la sed encuentre al agua, el pan a la libertad! Hermano mío,

Toda soledad tiene un nombre. Por eso mismo pienso en el sueño de cada una de las sílabas, en la danza de sus noches, en el viaje hacia la respiración femenina, siento sus relámpagos, calco de nuevo sus emociones en mi piel. Recojo sonoridades, ecos en mi mano, el resonar de sus herrajes en la loza, en el mosaico de los imperios. Abro el cuaderno de los inviernos, abro la verja, entro al país anónimo de los sentidos, escribo la luz poderosa de un lenguaje que me visita —aunque sea yo el huésped—, y me dejo impresionar por la simetría de un amor que viene cargado de maravillas. Aunque a veces llueve, o cae la nieve, muchas cosas se oscurecen, y el amor, el sexo, la comunión entre los seres que se aman se convierte en algo terrible. A eso llaman desamor, y el desamor no es más que una ironía del destino. Un juego atroz. Por eso merodeo en los mercados de aves buscando sílabas, verbos, tesoros. Pregunto en los bazares, encargo asombros antiguos para las noches de insomnio, las más largas… Mientras vigilo la luna roja de los acantilados de mármol, mientras vigilo desde las murallas la noche inmensa del animal amarillo, el poema corrige mi soledad, la paz de sus estrofas me libera, y sus latinas memorias, sus griegas maneras de acercarse a mi oído intimida el caos de mi mente, me salva de las angustias, de las pesadillas, de mis defectos, incluso me salva del amor. Soy viejo y soy arcilla, estoy moldeado para permanecer en esta página. Soy hijo del equilibrio de esta prosa que me baña, que es fuego y es árbol, minuciosamente soy el idioma que me embriaga. Y en la palabra siguiente, amanece.

envíame libros con finales felices, esos han de ser escritos un día al fin y al cabo.

FERNANDO DENIS Nació en Ciénaga, Colombia. Es una de las voces poéticas más singulares de la actualidad. Creador y director de la colección de libros de literatura hispanoamericana Zenócrate. Ha escrito La criatura invisible en los crepúsculos de William Turner (1.997), considerado uno de los mejores libros publicados en Colombia durante el siglo XX, Ven a estas arenas amarillas (2004) y El vino rojo de las sílabas (2007), La geometría del agua (2009), presentado en la Feria del Libro de Buenos Aires, y en Maguncia, Museo de papel, grabado y estampa de Argentina. También ha publicado Diálogos con la escultura secreta (2012), La mujer que sueña en las murallas (2013), Los mosaicos de Babilonia, Antología personal. (2016). Está traducido al inglés, al francés, al alemán, al ruso y al bengalí.

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VLADIMIR JANTUS C ASTELLI SUBERSIVO

Fotografía álbum personal Vladimir Jantus Castelli

S

ubversivo, se proclama Vladimir. Y a partir de esa bandera necesariamente roja que esgrime en el inicio del libro, pone su cuerpo en cada verso y la despliega —universal y única a la vez— con ese espíritu profundamente revolucionario que implica la poesía que será “subversiva, o no será nada”.

afortunadamente también cierta poesía asume el lenguaje como un lugar de cuestionamiento del poder, y une contenido y forma para ponerlo en cuestión, desenmascararlo. Subvertirlo.

Vladimir traza una poética que da cuenta del diverso entramado de nuestra realidad y que asume un lugar incómodo dentro del De alguna manera, la matriz profunda de este universo cultural contemporáneo. Nada de libro nos lleva a las voces que allá por los inicios miradas edulcoradas, nada de cantos o tópicos del siglo XX se agruparon en los movimientos fáciles. Escribir poesía social hoy tal vez sea tan vanguardistas para decirle un rotundo no a necesariamente desesperado como riesgoso: a las instituciones que hacían de todo arte un mano están todos los lugares comunes, a mano objeto de lujo, de elite y de ornamentación de está el panfleto. Jantus Castelli esquiva como las clases dominantes. Hoy, en América Latina, un boxeador cada amenaza y, de esta manera

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también, parece discutir el rol de la palabra poética en estos tiempos, en este mundo.

lo es. Un libro-bomba, un libro-metralla, un libropiedra. “La poesía es una bomba para la policía”, cuando policía es el símbolo que resume la bota que aplasta cualquier rebelión, en México, en Argentina, en Palestina o en cualquier lugar del planeta en que se amenace el statu quo y en que la palabra sea gatillo y no animal manso.

Así el grito inaugural del libro atraviesa cada frontera, repica como las bombas sobre las ciudades que el imperio castiga, se mezcla con todos los nombres hasta ser lo que queda, ese resto que por ser “lo único que queda”, es lo fundacional. “Romper”, dice Vladimir, el Estado, la poesía. Romper. Nuevamente la reminiscencia de aquella poética que exigía que la palabra — que el arte todo— fuera un ariete contra los muros de lo antiguo. Todo nacimiento exige esa ruptura primordial, y hacia esa ruptura nos lleva el libro página a página.

Este Vladimir universal y tan nuestro, va y viene por la historia y por la geografía, recupera a Dalton, a Maiakovski, a Urondo para hacerlos presentes en esta reunión de resurrectos y de insurrectos. Para que nada quede quieto, para que la marea roja no se detenga.

El poeta, decía la escuela de los formalistas rusos, debe (o debería) llevar al sujeto a ese estado de extrañamiento casi inicial o iniciático en el que la percepción se desautomatiza y cada objeto (o cada suceso) adquiere una nueva luz. “El niño que hurga en la basura”, junto a otros “nadies” que vemos cada día en cada esquina, y que “digerimos” sin más, es puesto bajo el índice para que advirtamos que aquello que se establece de tanto ser, es en realidad la aberración vuelta norma por un sistema que no sólo pretende naturalizar el horror, sino que también pretende que ese horror no sea parte del lenguaje artístico, sino que quede al margen de cualquier lenguaje que no sea el punitivo.

Claro que puede suceder la derrota, no es éste un libro de bobas utopías, sino un libro que asume la lucha como única salida de este aquelarre de papel pintado y maquillajes. Un día, dice Vladimir, un día no podrán detenernos. Ojalá ese día tengamos en la mochila este libro. Y ojalá haya más libros como éste para colgarnos de la esperanza. Subvertere, volver hacia abajo lo que debe estar arriba. Somos negros subversivos de mierda, pero nuestro será el futuro.

Subversivo constituye un manifiesto en sí mismo, pero seguramente es “DETESTO” la declaración de principios del autor en la que se construye por contraposición cuál es la poesía y quiénes los poetas que para Vladimir tienen casi el deber de tomar la palabra como quien toma un arma; ni más ni menos que porque la palabra

Gabriela Yocco Prólogo Subversivo, o la poesía cargada de futuro

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ORIGIN

VLAD IMI R J AN

Tengo sangre guaraní

tengo sangre Ucra

mis ancestros cazaban cerca de la Gran Catarata

mi tatarabuelo cru

nadaban en lo profundo del Río que brama

a nado

se alimentaban del Gran Jabalí

comió barro y beb

dormían a cobijo de la Gran manzana blanca

llegó en un barco a

era perseguidos por el Yaguareté Aba

sus pies se cubriero soy originario de esta tierra salvaje

de dolor

de este gran territorio

de hambre y de se

plagado de trueno y tormenta

tengo sangre Italia de paisajes infinitos

mi bisabuela luego

que invitan al llanto

atravesó el Oceano

a ese llanto que nos invade

sobrevivio a un lar

cuando somos testigos de lo imposible

de 6 meses

al sur el hielo y la Montaña

sus cinco hermano

el águila y todo lo inmenso

ella fue la única flo

al Norte la Poderosa Cascada

viva

el gran Monte que canta

soy esa noche azul

los brazos se mezc 26


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NAR IO

N T U S C A S T E LL I

aniana

fueron luz y pendiente

uzó el Cáucaso

risa lunar fuego blanco

bió orín

a punto de hundirse

ron de sangre

ed

soy todo lo que ellos odian la libertad de todas las razas los congregados de la tierra la savia de los desesperados soy esa pizca de trigo que se llenó de lluvia

ana

un sin bandera

o de escalar los Apeninos

tengo en mi lo que todos tenemos

o y llego a la selva

la savia y el hambre de amor

rgo viaje

la música que compone en viento

os murieron

el minúsculo grano de Arena en la playa insondable

or que llegó La furia ancestral a la que tanto teme

l donde

claron 27


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LIB R O S DE PELÍCULA Miguel Ángel Silva - Los pájaros

cuando las ideas del autor empiezan a mutar en la mente del director. En la mayoría de los casos, el film pierde en comparación con el libro, y eso es natural. La riqueza de cientos y cientos de páginas en que el escritor estuvo aislado para, con paciencia de orfebre, crear un mundo ficcional, hace que el director pueda tomar solo una parte, la de más riqueza visual, para reconstruir las palabras en imágenes. Pero no siempre una obra literaria pierde en comparación a su reflejo cinematográfico. Hay casos en que la película supera ampliamente a la novela y entonces sí se convierte en el trampolín para que el director nos brinde un universo totalmente ajeno —no en la esencia, pero sí en su mirada— a lo que uno percibe al leer el libro. En el traslado de un relato de un soporte a otro, amén de cualquier esfuerzo denodado de lealtad a la conservación del espíritu de la historia primigenia propuesta, se produce una serie de transformaciones inevitables ya sea en el aspecto enunciativo, ya sea en el argumento, ya sea en las características de estilo, ya sea en otro orden de cosas, dice Osvaldo Beker en su libro “Los contrastes en Alfred Hitchcock”. Y esto es cierto, pero también es cierto que muchas veces, como dijimos antes, un relato plano cobra relieve de la mano del director.

Tapa original de la novela

C

uando hablamos de cine y literatura, siempre nos preguntamos hasta dónde una película es fiel al libro y hasta dónde el director impone su propia cosmovisión y utiliza la idea como un mero disparador para sus propias ideas. Cabe aclarar que tanto el lenguaje literario como el lenguaje cinematográfico, son completamente distintos y es muy difícil trasladar un libro al cine sin pasarlo a un guión previo. Aquí es Uno de los grandes artífices de este fenómeno

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caso en que la película es superior al libro, y no porque la escritora no fuese una gran narradora que ha cosechado grandes logros como el National Book Award por Rebeca, también llevada al cine por Hitchcock, sino porque en este caso, el director supera ampliamente la trama planteada en la novela corta “Los pájaros” de Du Maurier. En la nouvelle, todo es narrado sin matices, a los personajes no se los retrata con relación a su personalidad, son más bien figuras sencillas, fáciles de imaginar, que solo actúan y no hay desarrollo psicológico que determine el destino de la historia que plantea, de por sí, inquietante. Esto hizo que el director pudiera llevarlo a su propio terreno. Hitchcock la hace personal, le da profundidad psicológica y emocional. Cambia el contexto y los escenarios. Le proporciona misterio e intriga. Le da un toque de humor quitándole toda solemnidad al libro. En definitiva, Los pájaros de Du Marier, hubiese quedado en el olvido si la maestría de Hitchcock no la hubiese elevado a una verdadera obra de arte.

Publicidad de la película

es el maestro del suspense, Alfred Hitchcock quien tomó un relato de la escritora británica Daphne du Maurier para recrear un mundo personal en donde lo psicológico tiene una impronta que el libro de la escritora británica no tiene. Este es un

MIGUEL ÁNGEL SILVA Se graduó como Redactor Especializado en Textos Literarios por el Instituto Superior de Letras “Eduardo Mallea”. Realizó los Seminarios de Narratología y de Novela gráfica en la Facultad de Filosofía y Letras de la UBA y de Crítica Literaria en el Centro Cultural Ricardo Rojas, como así también los cursos “Encuentro entre cine y literatura” y “Una Mirada a la Crónica” en la Biblioteca Nacional “Mariano Moreno”. Asistió al Taller “Fotografía y Lenguaje” a cargo de Patricia Terán. Es columnista en la Revista Qu y editor de la Sección Poesía. Escribe reseñas sobre cine y literatura en el portal de periodismo cultural Leedor.com, en el periódico español Irreverentes y en la revista digital Kundra. Participó como cuentista en diferentes antologías como Poetas Reptantes (Textos Intrusos, 2016), Obras Colectivas Le Croupier Volumen Dos (2015) y Volumen Ocho (2016) publicado por Ediciones Croupier y como expositor en diferentes muestras de fotografía. Administra el blog enunatierradecoloresclaros@blogspot.com

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ATI STA D

DAMA RYS GON ZÁ

“Si se me preguntara a qué vine al mundo, quizá todo aquello que me impresiona y se me acum convertido en imágenes visuales e imágenes esc

¿Cómo fue tu aproximación a la pintura? A los siete u ocho años descubrí que me resultaba fácil dibujar, también modelé minuciosamente pequeñas orquídeas de plastilina que pretendían copiar a las que florecían bajo el cuidado de mi papá, aprendiz de jardinero enamorado de estas flores. A los nueve años hice mi primer mural, dos perritos en una nube que me miraron desde una pared de mi habitación hasta que, a los quince años, decidí cambiarlos por imágenes y textos poéticos cortos que invadieron todas las paredes de la habitación que compartía con mi hermana Carolina.

¿Qué fue lo que determinó que estudiaras Artes Plásticas? Pinté mi primer óleo en 1996, sin ninguna formación académica en relación con las artes. Mi primera pintura fue el busto de una mujer; la imagen reunía un rostro que vi en una revista, el cabello de una mujer de otra página, mi torso y mi mano izquierda, que, pintada en lugar de la suya, sujetaba la seda verde que le cubría el pecho. Después de un par de conversaciones con un pintor aprendí a pintar el cielo, a difuminar el contorno de los objetos y a identificar en qué momento era necesario agregar al óleo algunas gotas de aceite de linaza. A partir de ese cuadro, que recuerdo como un acercamiento a la pintura formal, al lienzo, nació una serie de cuadros que parecían perseguirse, porque antes de ter-

minar uno (hacer cada cuadro me tomaba aproximadamente un mes) ya había germinado la idea del siguiente, y todos coincidían en que pretendían narrar, mostrar un mensaje. Eran semejantes a las obras surrealistas, movimiento que me impresionó desde el primer acercamiento y al que siempre le busqué significados (aún especulo cuando veo obras de Dalí en las que me parece que no es

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D E TA PA

Á LE Z SANDOVAL

á diría que vine a decir, a nombrar, a desahogar mula dentro, hasta que felizmente me desborda, critas ”. Nota de Corina Vanda Materazzi

Nació en Caracas 1973. Poeta y artista plástica. Egresó del Instituto Universitario de Estudios Superiores de Artes Plásticas Armando Reverón (IUESAPAR) en el año 2004. Ha ejercido la docencia en algunas escuelas de arte. Ha participado en varias exposiciones individuales y colectivas. Ha sido merecedora del Segundo lugar en la Primera Edición de la Bienal de Poesía Juan José Breca, por su poemario: ‘‘Silueta de una meditación’’ (2011) y del Primer lugar en la Segunda Edición de la misma Bienal con su poemario ‘‘El velo de tinta se ha desdibujado en el agua’’ (2013). Recibió Mención Honorífica en el IV Concurso ‘‘Por una Venezuela literaria” con su poemario ‘‘Inasible como el dibujo secreto del vuelo de los pájaros’’ (2014). Recibió Mención Honorífica en el Premio Municipal de Literatura ‘‘Rafael Ángel Insausti’’ con su poemario ‘‘Retratos’’. Recibió el Primer Premio en el VI Concurso ‘‘Por Una Venezuela Literaria’’ con su poemario ‘‘Figura traslúcida’’ (2017). Ha publicado en diversas revistas literarias. Su poesía figura en varias antologías colectivas nacionales e internacionales. Tiene en su haber los poemarios: Mariposas en el suelo (2014), El velo de tinta se ha desdibujado en el agua (2014), Inasible como el dibujo secreto del vuelo de los pájaros (2014; 2017), Retratos (2015; 2016), Selección para niños, poesía visual para colorear (2017), Figura traslúcida (2018), y Entre el limo y el reflejo, cuerpos de agua (2018).

Fotografía álbum personal Damarys Sánchez Sandobal

fortuita la selección de los elementos plasmados, porque estoy convencida de que cada obra era también su manera de “decir”). En marzo de 1998 tuve mi primera exposición de pintura; poco tiempo después empecé a estudiar artes plásticas en la universidad, era el oficio que me apasionaba y el único que en ese momento deseaba estudiar. Continúa en páginas siguientes

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En abril de 2004, en pleno desarrollo de mi divorcio, elaboraba la obra de arte que debía exponer, junto a una investigación escrita, para optar al título de Licenciada en Artes Plásticas. Frágil y de medidas variables, resultaba difícil trasladar la obra desde mi casa hasta la universidad, por lo que la profesora de la especialidad, que era también mi tutora, solo la conocía por las descripciones que yo hacía de la misma: un ensamblaje formado por la huella de mi pie, agrandada y cortada en dos mitades, rodeada de algunos objetos que formaron parte de mi relación matrimonial, también cortados por la mitad, dentro de un conjunto que estaba cercado por una rígida cinta métrica y que pretendía sugerir la idea de una repartición de bienes, es decir, ese momento del divorcio en el que los miembros de una pareja pueden dividir higiénicamente todo lo físico de una experiencia, pero que lamentablemente no permite —y en eso se enfocaba mi obra— entregarle al cónyuge la mitad de la huella, la mitad de todo lo intangible que forma parte de la experiencia y la memoria. En ese ensamblaje estaban las dos mitades de mi anillo de matrimonio, dos frasquitos de sudor y dos de lágrimas, entre otros objetos reunidos y encajados alrededor de la huella; la obra estaba pintada de blanco, como si se tratara de un conjunto congelado, embalsamado, o de los velados muebles de una casa abandonada. La respuesta de la profesora al escuchar mi descripción de la obra fue “tiene una gran carga poética, tienes que investigar poesía”. Mi pregunta mental inmediata, “¿cómo se investiga poesía?”, fue respondida con la oferta de un seminario de poesía dentro de la universidad, a cargo de la poeta venezolana Cecilia Ortiz. Inscrita en el seminario, mi divorcio encontró el saludable cauce de la catarsis, desembocó en una serie de poemas oscuros, pero cargados de metáforas que aún disfruto, y yo descubrí una manera ilimitada y libre de

Al pie del árbol lunar

Pesadilla n° 7

pintar con la palabra, encontré el don que me llevaría al estado de flujo. Disfruté tanto los frutos de ese seminario, la capacidad de la poesía de traducir y transformar la experiencia, que agradecí el divorcio, agradecí el dolor que me condujo a ese encuentro con la belleza, con la poesía, tan importante y tan necesaria en mi vida. Desde entonces, llevo paralelamente las dos obras, la plástica y la poética, y las dos me parecen muy semejantes: pintar con el color o con la palabra.

¿Qué artistas plásticos admiras y por qué? 32


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una es la experiencia, la memoria, ese almacén de situaciones enmudecidas que con cierta regularidad se expresan a través de imágenes inquietantes, elaboradas casi siempre con colores oscuros, y semejantes — por sus formas, aunque no por sus significados— a las obras surrealistas. La otra fuente es el paisaje del pueblo donde vivo, Carayaca (Estado Vargas, Venezuela); de él, de sus mínimas partes, y de la intuición —que con tanta habilidad es capaz de asociar distintos elementos— nace otro conjunto de obras, casi siempre elaboradas con colores vivos, y vibrantes, que no tienen otra intención que plasmar aquello que acaba de registrar la percepción y que la ha impresionado; es lo que la mirada capta y la expresión recrea.

Pesadilla n° 8

¿En qué estás trabajando actualmente?

Naranjas

Admiro a Salvador Dalí, por la capacidad de presentar una realidad imaginada, libre, en la que todo es posible; a Van Gogh, por la habilidad de lograr una buena composición en cada cuadro de su vasta obra; y a Monet, por el don de plasmar la belleza.

¿Podrías afirmar que en tu catálogo hay un tema conceptual que lo atraviesa todo? ¿Lo mismo ocurre con tu paleta? Mi pintura se surte, simultáneamente, de dos fuentes:

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Ejercí la docencia en las áreas de dibujo y pintura durante 17 años, hasta que recibí una jubilación especial por problemas de salud. Actualmente dibujo, escribo y pinto por placer, y porque son actividades que me apasionan, me ayudan a expresarme. Intento desahogarme a través de las obras, que son tan variadas como las situaciones que he atravesado. Si se me preguntara a qué vine al mundo, quizá diría que vine a decir, a nombrar, a desahogar todo aquello que me impresiona y se me acumula dentro, hasta que felizmente me desborda, convertido en imágenes visuales e imágenes escritas. Pintar y escribir son, para mí, dones, necesidades sanadoras y herramientas para transformar la experiencia.


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DOB L E C

FLAVIA PA

“Me gusta mucho pero mucho que los cuentos explo punto final. Que exploten en la boca del lector, en l piquen en el fondo de la garganta, cuando ya no es Tiene 51 años. Es fonoaudióloga y cuentista. Vive en Buenos Aires. Realizó la Formación Intensiva en Escritura Narrativa de Casa de Letras y frecuentó varios talleres literarios de creación, lectura y clínica de obra. Publica sus trabajos desde 2014 en revistas literarias y antologías de Argentina, Brasil, España, México y Estados Unidos. Sus cuentos han recibido distinciones en concursos como Mujica Láinez, Consejo Federal de inversiones, Colegio de escribanos de Provincia de Buenos Aires, Colegio de Abogados de Mercedes, Concurso Blaquier de la Fundación Victoria Ocampo, Concurso Federal de relatos, Cuentos para el Andén, Concurso Manuel Altamirano de la Universidad Autónoma del Estado de México, entre otros. Participa de los proyectos colectivos, traduce del italiano y es editora desde 2016. En 2015 publicó los siguientes libros de cuentos: HACEME LO QUE QUIERAS (Ed. Outsider, Buenos Aires, 2015 y ed. Modesto Rimba 2016) y CARNE ROTA (Modesto Rimba, Buenos Aires, 2015, Segundo premio del Concurso de la Fundación Victoria Ocampo). Su libro EL EXTRAÑO LENGUAJE DE LAS CASAS (editado por la Ed. Universidad Autónoma del Estado de México, México2017) fue distinguido en el Concurso Manuel Altamirano, Toluca, 2017. En 2018 su cuento Carne rota, recibió el primer premio del concurso Cuentos a la Calle, organizado por Fundación Una Brecha. En este momento se encuentra estudiando la Maestría en Escritura Creativa de la Universidad de Tres de Febrero. 34

E

stuvimos conversando con Flavia Pantanelli, quien se mueve con la misma intensidad y entusiasmo que cuando lee, escribe o edita.

En Julio de este año se convirtió en la ganadora del concurso Cuentos a la Calle, organizado por la fundación Una Brecha con el cuento Carne rota. Quienes la hemos leído, sabíamos que Flavia no


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CENTRAL

A N TA NELLI

oten diez minutos después, dos metros más tarde del los ojos. En su corazón. Que tengan retrogusto, que posible ninguna defensa ”. Nota de Corina Vanda Materazzi

¿Cómo y cuándo fue tu primer acercamiento con un libro?

Fotografía álbum personal Flavia Pantanelli

tardaría en llegar a este tipo de reconocimientos, por su narrativa precisa, afilada, contundente y honesta. Nos encontramos con una Artista, sí con máyusculas, de esas que en un encuentro, tienen la humildad y generosidad de brindarse así de amplia como lo es su sonrisa. 35

Tengo un recuerdo de muy chica, tendría unos cinco años, pienso. No iba a la escuela todavía. Mi padre me había traído un libro de historietas, en tapa dura, de Disney: L´inferno di Topolino. Era la Divina Comedia, al estilo Disney, donde Mickey era Dante. Muy genial ese libro. Tenías que operarme para sacármelo de las manos. Tengo el recuerdo de haberlo leído en cada rincón de la casa. Tengo el recuerdo (falso, tal vez), de que mi nonna, mi nonno, mi madre, leyeron conmigo ese libro, aunque lo más probable es que sea un recuerdo falso, como suele pasar. Qué hermoso libro. Las ilustraciones, magníficas. Lo perdí en la mudanza un tiempo después. Y a los siete años, casi ocho, pienso, una noche encontré en mi mesa de luz un ejemplar de Cuentos para Verónica, de Poldy Bird. Como siempre, mi padre: yo era una nena insonme. Insomne de pasar una noche en vela completamente. Y mi padre me trajo ese libro para que leyera antes de dormir (y que no jorobara, también es cierto). Seguí sin dormir, of course, pero Cuentos para Verónica fue el primer libro de cientos que leí con hambre y con dolor y que me protegieron de la inimaginable soledad de los niños insomnes. Le siguió Mi planta de naranja lima.Y muchos más. Muchos. Cuore. Mujercitas. La vaca voladora. Todo mezclado. Uno atrás de otro.

¿Cómo lectora que es lo que te causa Continúa en páginas siguientes.


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mayor placer? El mayor placer que tengo al leer es el de emocionarme. La escritura es un vehículo muy sagaz. Es insidioso, como el agua. Yo pongo siempre una protección muy racional delante de mí, como parapeto. Una pared de aire comprimido. Pero la letra siempre encuentra la rajadura por donde colarse. Eso que llamamos el punctum. Ese pinchazo que hace que no podamos seguir leyendo por unos segundos. Que tengamos que sacar los ojos del texto y solamente sentir. Lo que sea. Amor, odio, ternura. Y también, por qué no, envidia por el autor.

¿El hecho de escribir ha modificado en el tiempo tu punto de vista como lectora? Sí. Por completo. Lamentablemente hay una ingenuidad de lector que se pierde al escribir. Pienso que sucede en todos los oficios. Al escribir, al conocer las bambalinas de los oficios, uno tiene el ojo entrenado para ver los hilos, las tramoyas, los andamios de lo que lee. Se vuelven más evidentes y entonces cuesta más, atenta mucho contra el pacto de lectura. Si hay algo que extraño, es aquella lectura hambrienta de la niñez.

dan de libros siempre. Es muy raro que lea un libro de cuentos en el orden que propone el autor. Voy salticando de acá para allá, un cuento me trae una reminiscencia de otro autor, voy, lo busco, sigo por ahí, después vuelvo. Leo poca novela últimamente. Para textos largos, prefiero los textos sin género porque esos libros ya contienen en sí, la forma de leer mía, algo de narrativa, intercalada una poesía, después una descripción. Adoro estos nuevos textos intergénero que están apareciendo. Me encantan. También tengo bastantes libros sin terminar. No termino un libro si no me convoca. No es mi momento, me digo. O no es mi sensibilidad. O no es para mí. En otro orden, también escribo en stereo. Cuando estoy en época de vacas gordas de escritura (gloriosa época si la hay) tengo cinco, seis cuentos abiertos al mismo tiempo: “en compota”.

¿Tenés preferencias en el formato a leer: Ebook o papel? Yo prefiero el papel por la sencilla razón de que no leo libros, los digiero: los marco, los subrayo, les doblo las páginas. Soy un asco como leo. Sin embargo cada vez más leo en digital. Todo lo que no sea ficción lo leo en digital hace mucho tiempo, es una enorme practicidad buscar una palabra, una frase y encontrarla al instante, o poder movilizarse con miles de textos encima y que no se te rompa la espalda. Y mucha narrativa también la leo en digital, más que nada por la inmediata accesibilidad a los textos.

¿Tus inicios con la escritura estuvieron signados por algún hecho particular?

¿Lees en stereo, es decir varios libros a la vez o hasta que no terminas uno, no co- Yo empecé a escribir cerca de los cuarenta y cinco años. Mi madre había muerto y yo estaba en menzás el siguiente?

un estado de duelo prolongado. Había estado mucho tiempo dedicada a ella y ahora me en-

Leo en stereo desde siempre. Mis mesas desbor36


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contraba mano sobre mano sin saber cómo volver a subirme a la calesita del mundo. Entonces me acerqué al taller que Bea Lunazzi tenía cerca de mi casa, más que nada para leer. Fue maravilloso para mí empezar a escribir. Febril. Catártico. Liberador. Nunca hice ni creo que haga autobiografía. No hablo de mí en mis textos. Pero uso lo más oscuro que tengo para darles cuerpo, la decepción, la melancolía. La maldad en estado puro. Y una inmensa furia.

¿Cómo encontraste en tu recorrido por la escritura a tu voz narrativa? Yo no la busqué. No la construí. Viene a mí. Habla en mi silencio. Yo escribo en el teclado solo después de mucho tiempo que el cuento se me viene escribiendo en latencia en la mente. En general empieza con una línea de diálogo, con una palabra. Alguien dice algo. Otro le contesta. O no le contesta pero hace algo. Así, ya cada cuento viene precedido por un hablar dentro de mí. Me toma. De verdad me toma la cabeza. Cuando tengo un cuento en la cabeza, vivo como en dos mundos paralelos. Me olvido de todo, choco con el auto, esas cosas. Creo que la voz narrativa también se compone de los idiomas que hablamos. Hay cosas que solo pueden decirse en el idioma de la niñez, y en mi caso algunas cosas piden ser escritas con una gramática un poco desfasada. Y se componen de las cadencias, de los imaginarios y de las musicalidades de los autores que nos gustan. Pero también de las voces que nos hablaron a nosotros en los dos significados del término. Yo vengo de una familia de gente que contaba. Mi madre hacía de cualquier anécdota un cuento de dos horas, mi padre daba clases magistrales de historia, de filosofía, noche a noche, sobre la sopa que se enfriaba. Mi tío, dos wiskys, y arengaba a una platea inexistente cada tarde de domingo. En mi casa no había diálogo, pero oratoria no faltaba. En fin, todas esas cosas, estoy segura, hacen a mi voz narrativa.

Me gusta mucho el monólogo interior, porque me permite casi una técnica de actuación. Es maravilloso sentirse en los pies de un personaje y desde allí explorar su pedazo de mundo. Lo otro que utilizo mucho es la construcción de líneas análogicas o paralelas. Hablar de una cosa (cotidiana, muy pequeña) para hablar de otra, sin que jamás se toquen, si es posible y si salió bien el experimento. Relaciones causales no lógicas, uso mucho. Porque es la base del fantástico y porque el fantástico es la mejor manera de escribir lo peor que tengo. Uso muchísimas imágenes sensoriales, todas las que puedo, porque son las que dan carne a los personajes, a las situaciones. Son las que vuelven a los personajes tridimensionales y a las situaciones les dan hondura y peso. De este modo hay que poner el propio cuerpo en la escena, de manera imaginaria. Llevarlo a la escena para que sea antena y lente de un sensorio que el cuento necesita para respirar. Me gusta mucho pero mucho que los cuentos exploten diez minutos después, dos metros más tarde del punto final. Que exploten en la boca del lector, en los ojos. En su corazón. Que tengan retrogusto, que piquen en el fondo de la garganta, cuando ya no es posible ninguna defensa.

¿Cómo tejés una trama?

Tramar es poner en relación dos cosas que en apariencia no tienen nada que ver. Es un desafío maravilloso, porque cuanto menos decimos que algo no tiene nada que ver con nosotros, más tiene que ver, más en la sombra está. Me gusta lo que llamamos palabra cargada, una palabra que une dos líneas de pensamiento diversas, son palabras ambiguas o multívocas que dan lugar al entrecruzamiento. Pero a veces no tramar es una forma ideal de poner en trama. Construir dos escenarios independientes que no se toquen nunca, que hagan de espejo o de complemento uno de otro. Trabajar solo algunas analogías o similitudes muy lejanas, casi una resonancia, una intuición. Decir en una lo que en otra no puede ¿Entre estas estrategias narrativas a cuál decirse. Hay muchas formas de trabajar en esrecurrís con mayor frecuencia? cenario partido. Puede partirse el escenario en Continúa en páginas siguientes.

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realidades geográficas distintas, en tiempos dis- llegaron para quedarse. Formas nuevas no solo tintos, en acciones (uno habla, otro actúa) etc. en la estructura, sino también en el trabajo con el lenguaje y en los puntos de vista.

¿Como editora de Modesto Rimba con qué autores has tenido oportunidad de trabajar y en qué pusiste foco en sus textos?

El primer libro que edité, fue el libro de un cuentista que me interesa mucho, Pablo Colacrai, y tenemos la alegría de que su libro Nadie es tan fuerte, está finalista del certamen Gabriel García Marquez, en Colombia entre miles de libros producidos en 2017. Tuve el gusto de trabajar con Graciela Ballestero, una poeta, y narradora muy potente, muy premiada, de Rosario. Con Graciela trabajamos un texto largo, cruza de novela, poesía, autobiografía. Una maravilla sin un solo punto y aparte. Un texto maravilloso: El anzuelo en la boca. Edité la novela de iniciación Un tiempo, de Santiago Rouaux. Dos regalos de la vida editorial: editar Los árboles, la magistral novela de Hugo Correa Luna, un trabajo intensísimo desde lo formal, pura delectación, y Sangra en mí, el texto intergénero de Liria Evangelista. Ambos trabajos totalmente fuera de serie, por completo novedosos. Y ambos, tanto Liria como Hugo, dos personas increíbles. También tuve el gusto de editar a Horacio Fernández, su libro de cuentos Equilibrio inestable, Horacio fue el ganador del Concurso Federal de Relatos, en 2015. Edité la novela de Ismael Cuasnicú, El mismo río, un ejemplo magnífico de realismo delirante, una road movie pampeana que va entrando en su periplo en los imaginarios narrativos de los grandes escritores del siglo xx. Edité la novela de Patricia Odriozola, Felisberto. Una joyita en la triple frontera del fantástico y del onírico y del realismo más brutal. Resta por presentar en unos meses Lengua materna, de Fernando Garriga. Otro texto intergénero que va a ser una gran sorpresa. ¿En qué pongo el foco? Básicamente en el punctum. Primero y principal, me tiene que golpear en algún momento un texto que leo como editora. Tiene que sacudirme por algo. Pero además de eso me interesan mucho las formas nuevas, bien logradas, me parece que

¿Cómo describirías la relación que se establece entre el editor, el texto y su autor? Es muy lindo ser editor. Muy, muy, lindo si el autor, que es el dueño de la pelota, te deja jugar un poquito. Hay algo de acompañar un caminar, de poder llegar más lejos. Es una enorme alegría encontrar un texto que uno considera que debe hacerse púbico (te viene como una urgencia en el cuerpo cuando encontrás algo así) y arbitrar los medios para verlo hecho realidad. Hay algo, no sé, de haberle ganado a la molicie, a la desesperanza, al todo es lo mismo. Todos los escritores deseamos un editor que haga esto por nuestra escritura. Que la libre de ripio. Que la ponga en valor. Que la dé a luz y la publique. Editar es, para mí, hacer por otros lo que yo quisiera que hagan por mi propia escritura. Yo tuve la enorme suerte de que Modesto Rimba me dio siempre la mayor de las libertades para elegir los textos a editar, los tiempos, las formas, todo. No tuve nunca ni

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un condicionamiento ni un planteo. En ese sentido la gente de Modesto (y en otros sentidos también) son de una generosidad de agradecer. Y tuve otra enorme suerte: siempre edité con autores entusiastas, laburantes, que se entregaban al trabajo de edición y que le ponían para adelante, si había que reescribir o acortar o repensar, siempre con alegría. La alegría también es algo que caracteriza el trabajo en Modesto. Hay una alegría por el hacer, sin prejuicio y sin corsé.

que accede a la literatura de forma gratuita. Su proyecto Audiocuentos recibe miles y miles de visitas a la página cada día. Para mí, más allá de todo, del premio, de todo, lo que me dio Una Brecha, es una nueva confirmación de que vale la pena que siga escribiendo.

Para terminar, ¿cuál es el Norte literario de Flavia Pantanelli? Quiero seguirme formando como escritora, que es lo que quiero ser. En este momento estoy empezando la Maestría de escritura creativa en Untref. Lo que más quiero es poder seguir escribiendo, proteger mi ojo poético, que no se mancille, que no se prostituya, ni se acomode a lo que garpa. Me gustaría mucho seguir escribiendo lo propio, lo que tengo para decir, con la misma independencia del principio, con el mismo poder lúdico y sanador que tiene para mí escribir, tal vez intentar con otros formatos, no abandonar el cuento porque es mi modo natural de narrar, pero sí entrar en la poesía que es el arte mayor. Y tal vez desde la poesía volver a un texto más largo, doloroso, al que le estoy haciendo la gambeta hace rato.

¿Qué significó ganar el concurso Cuentos a la Calle de Una Brecha? Mirá. Mi maestra Bea Lunazzi siempre me dijo, los concursos son el camino, Flavia. Y es cierto. Yo empecé a escribir de grande. Era una señora grande que escribía, sin conocidos ni contactos en el medio de la escritura, ni conocimientos literarios, ni nada. Entonces todo fue concursar. Todo mi caminito lo fui haciendo de concurso en concurso. Cada uno me va diciendo, es por acá. Cuentos a la Calle de Una Brecha, fue el primer Primer Premio que me adjudican. Yo les estoy tremendamente agradecida. No tenía grandes esperanzas porque tengo muy pocos cuentos cortos y Carne rota era el único que podía participar por cantidad de palabras. Si bien Carne rota me dio muchas satisfacciones (pertenece al libro homónimo que recibió el segundo premio del Victoria Ocampo), el hecho de no haber podido elegir entre tres o cuatro cuentos, me ponía insegura. Yo hace mucho tiempo que aprendí a mandar al concurso y luego olvidarme. Para mantener la alegría. Para seguir escribiendo. La noticia del primer premio me la dio un conocido por whatsapp. Yo estaba en la calle y me puse a llorar sin vergüenza. Como cada vez. La gente me miraba llorar, como cada vez. Es muy raro decir, no se preocupen, este llanto es de alegría. Siento una enorme alegría por el hecho de que mi cuento haya sido premiado entre tantos otros cuentos. Siento también una enorme esperanza de que haya gente maravillosa como Una Brecha que gestiona proyectos culturales, para posterior disfrute de muchísima gente

Tengo otro sueño, también que es poder publicar en Argentina el libro que me premió y publicó en México la Universidad Autónoma del Estado de México en 2017, El extraño lenguaje de las casas. Y tengo también el sueño de seguir editando, y de seguir scouteando por las mías, de modo silencioso, las voces que me parece que deben ponerse en valor.

Muchas gracias Flavia

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L IBR O S D E

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uebrar la sintaxis, restablecer el pensamiento analógico primitivo. La ciencia elimina la ambigüedad, la poesía trabaja con ella. Cuanto más se expande el símbolo poético más abandona la claridad conceptual de los enunciados, y más se ahonda en lo profundo de la unidad originaria. Esta es la vivencia que nos invade al leer “Fuga De Buey”.

uaderno de bitácora de Kike Ferrari. Un mundo negro, reúne escritos personales y artículos publicados en diferentes medios, y traza un recorrido que permite acceder a la amplia gama de intereses de uno de los referentes contemporáneos del género negro nacional.

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E E S T RE NO

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ai siempre tenía sobre el escritorio una pila de hojas de resma A4, allí, en completo desorden, anotaba desde ejercicios de escritura hasta turnos con el médico o con el veterinario de sus animales, citas y reuniones, recordatorios de llamados telefónicos que debía hacer y, por supuesto, fragmentos o ideas para futuros cuentos. Así comenzó la escritura del Manual sadomasoporno: una noche llegamos al taller y nos dijo que iba a leernos un decálogo sadomasoquista que se le había ocurrido esa tarde.

omo he confesado en más de una ocasión, la escritura de Eleisegui nos devuelve a los clásicos, que necesesariamente no poseen tales o cuales méritos, más bien como un suave imperativo, las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, lo leerán con fervor y una misteriosa lealtad. La misteriosa fe que se le profesa a las grandes narraciones.

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BIB L I OTE C

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adres, hijos, hijas, hermanos, animales, atletas, profesionales: todos atravesados por una dolorosa necesidad de nombrar como si no se hubiera hecho antes, como si fuera la primera vez. ¿ Cómo se nombra lo dado, cómo se dice, una vez más?

on un lenguaje directo y despojado, Cadáver exquisito incursiona en los mecanismos siniestros de una sociedad distópica y caníbal. Las imágenes, tanto repulsivas como fascinantes, se suceden una tras otra y recuerdan por momentos a los cuadros violentos de Francis Bacon y de Carlos Alonso. La novela rodea al lector con una sensación de amenaza al volver visibles algunas prácticas oscuras y normalizadas de la vida actual.

Camila Fabri,con un pie en el teatro y otro en la narrativa, ve mucho y dice lindo; como una niña vieja, sabe muchas cosas al escribir, y nos la otorga.

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CA GUKA

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on una prosa clara y efectiva Gabriela Larralde trae en estos cuentos los pequeños infiernos de la vida familiar. La mirada de la hija de..., la hermana de..., la mujer de ..., van construyendo un personaje que mientras se deshace frente a los demás se hace literatura frente al lector.

utilílisima mezcla de historia y fábula, relato delicado sobre el amor, de un erotismo contenido, Seda es un tejido de silencios, de gestos simbólicos, que recubren, angélicamente, una pasión volcánica. Traducida a diecisiete idiomas y con más de 700.000 ejemplares vendidos, esta novela significó la consagración internacional de Alessandro Baricco.

No dude lector en comprar y leer este libro, no dude lector en festejar a esta narradora que se suma a la gran tradición argentina de hacer de la narración de un cuento un arte exquisito.

Fragmento de contratapa de libro

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DA NIEL GIG ENA HO SPITAL FR ANC ÉS Reseña por Alicia Digón

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esa arquitectura perfecta que acompaña la tristeza del hospital que sí fue majestuoso en su sencillez. En su austeridad. Aún un ícono en su decadencia.

El concierto del amor.

“El cuarto era fresco pero no tenía ventanas” una alusión que es una metáfora y que al estilo de Lucrecia Martel congela una imagen y nos introduce en ella a través de la lengua. Cuestión no fácil.

l odio me daba ganas de vivir” dice DG en Hospital Francés. Esa maravilla la inaugura en el primer capítulo. Con un lenguaje a veces onírico y que justamente por ello, no deja de ser brutal. El camino que desliza miserias y desamor de los unos con los otros y él, él, quien acompaña en este camino desde el primer párrafo muestra la desesperación de la espera. La solitariedad del que mira irse a otro que ama. Esa compostura y descompostura, ese vaivén que opera la espera del suspiro final. Ese ser que se forma en la atención del amor. De quien ama. El narrador, atento al que ama, al que ve irse, desde un espacio incierto mira con desconcierto la luz que se le apaga a él mismo y lo desarrolla en palabras con una maestría poco común.

En ese interjuego feroz DG muestra el dolor tal como la mirada del compañero que funda un otoño en pleno verano. Él, quien acompaña, se muestra nítido en la reposera prestada contando relojes y tiempo. Contando esa maravilla triste que atrapa y muerde el alma y no se puede soltar desde la primera línea. Hospital Francés, una novela de un lirismo y una realidad tan cruenta como la perfección de su desarrollo. Un canto. Narración impecable circular y perfecta como la vida.

Esa palabra justa que opera como un sable de dolor que siempre es el comienzo de una despedida y quiere y no quiere atrapar esa mano, ese salir corriendo a buscar horas antiguas. Horas gozosas. Planes. Ilusiones vertidas en el espacio que da el amor a otro.

Gracias DG.

Palmeras y magnolias. Flores de la alcurnia de Daniel Gigena “Hospital Francés” una Buenos Aires de principio de siglo describen Ed. Caleta Olivia.

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B E TIN A G ONZÁLEZ ESCRITOR A Nota Alicia Digón "Los verdaderos maestros son los libros. Y cada época en la vida de una escritora está marcada por ese libro que le toca leer, que necesita leer para seguir escribiendo". muerto— ganó el Premio Clarín y se convirtió en uno de los superventas argentinos de ese año. Rosa Montero definió la novela como “fascinante, de gran calidad literaria, un juego de magia". Eduardo Belgrano Rawson, otro de los miembros del jurado junto con Montero y José Saramago, la caracterizó como una historia detectivesca escrita con humor e inteligencia sobre una hija decidida a resolver el misterio de su padre. José Saramago consideró que la autora había demostrado, a través de su sentido de la proporción y el equilibrio, un dominio real de un género tan complejo como la novela. "De esta novela se puede decir que sólo su título es arte menor. Lo que viene después del título es arte mayor", señaló el premio Nobel portugués.​

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Ese año, después de terminar sus estudios en El Paso, Betina se mudó a Pittsburgh, Pensilvania, donde hizo un doctorado de seis en literatura latinoamericana. Regresó a Argentina en febrero de 2012.

Fotografía álbum personal Betina González

acida en Villa Ballester, en el Gran Buenos Aires, estudió Comunicación Social en la universidad de la capital argentina, donde más tarde trabajará como profesora e investigadora.​Con su primera recopilación de cuentos (4 relatos y una novela breve), Juegos de playa, ganaría en 2006 el segundo premio del Fondo Nacional de las Artes y sería publicado dos años más tarde. En 2003, se trasladó a Texas para obtener una maestría en escritura creativa, en la Universidad de El Paso. Su primera novela, Arte menor, salió en 2006,— la historia detectivesca de una hija en busca de la memoria de la figura esquiva de su padre

El reconocimiento internacional le llegó el mismo año de su retorno al ganar el Premio Tusquets con Las poseídas, “Novela de iniciación” escrito en Pittsburgh sobre la “pérdida de la inocencia”, cuando un grupo de chicas “descubren con horror lo que había ocurrido en el país”, los crímenes de la Junta Militar. Con posterioridad publicó América alucinada y El amor es una catástrofe natural, su segunda colección de cuentos Betina González enseña en la Universidad de Buenos Aires.

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¿Cuándo nace y a raíz de qué esto de El psicoanálisis es literatura, como decía Borges. Creo que ya desde Freud el cruce ya está hecho. voy a escribir?

(Por cierto, nunca me psiconalicé). A los ochos años, cuando leí un poema y me di cuenta de que las palabras, además de ¿ Cómo podrías hablar de tu inspiración? significar, tenían música. Hay una imagen muy linda que usa Ursula ¿ Qué te llevó a tu primer libro, qué LeGuin. Ella habla de "la ola en la mente". Creo género era y cómo fue el proceso de que es una imagen muy acertada para describir esos momentos en los que siento que algo me escritura? eleva por encima de mí misma y la escritura Surgió de una anécdota que alguien me contó. fluye sola, a pesar de mí. Durante mucho tiempo solo tuve la primera escena, la de una chica que, en la casa de una ¿ Tenés épocas "planas" es decir épocas extraña, descubre una estatua que su papá en las que no se te ocurren temas o que artista les regalaba a todas sus amantes. Llegué hay una resistencia inconciente a la a la maestría de escritura de UTEP con esa escritura? escena pero también tenía otros proyectos, por No. Siempre tengo ideas. De hecho, mi suerte, mi querido maestro, Luis Arturo Ramos, problema es el contrario. Me cuesta tomar me animó a dedicarme de lleno a esa historia. decisiones —dedicarme a una sola historia o Escribirla fue un proceso de iniciación en lo a un solo hilo dentro de una historia —. Mis difícil—y por eso alucinante— que es tramar épocas de parálisis tienen que ver con el exceso una novela (hasta entonces yo solo había más que con la escasez. escrito cosas más breves). Podés escribir muy bien pero si no tenés una estructura sólida, la ¿ Quiénes considerás que fueron tus que tu historia necesita, no tenés una novela. maestros? Esa lección, que tiene que ver la intriga y con la inteligencia narrativa, es como un bautismo de Los verdaderos maestros son los libros. Y cada fuego que se aprende en la primera novela. Así época en la vida de una escritora está marcada fue para mí, al menos. Se llama "Arte menor". En por ese libro que le toca leer, que necesita leer para seguir escribiendo. En mi adolescencia, 2006 ganó el Clarín. Pizarnik, Cortázar, Philip Dick. En mis 20s esos ¿Pensas en alguien o en algunos que libros fueron los de Capote, Carson McCullers, pueda decirse van a ser los escritores del Flannery O'Connor, Joseph Conrad, Manuel siglo? Puig, Onetti, Pessoa. Más adelante sé que fue crucial leer a Fleur Jaeggy en el momento en ¿Del siglo XXI? ¿No es un poco pronto para que lo hice, al igual que a Margaret Atwood. vaticinios? ¡Apenas pasaron 18 años! No, no Pero seguramente hay más autores que podría pienso en esas cosas. mencionar. Es difícil elegir solo algunos.

¿Qué pensas del cruce entre psicoanálisis y literatura? 47


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EL SEÑALADOR Laura Folch Una escritora a la que no le tiembla el pulso

Fotografía álbum personal Laura Folch

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ació en Capital Federal. Es abogada especialista en Derecho Penal. Vive en Boedo junto a su amada hija adolescente. Se desempeña como Secretaria de una Defensoría Pública Oficial en lo Criminal

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de Instrucción. Alumna del Laboratorio del Poeta (UBA), concurre a los talleres literarios de Bea Lunazzi. Encontró refugio en la escritura luego del suicidio de su hermana Marcela, víctima de violencia doméstica.


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- F U E U N SEGUNDO -

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stá sentado sobre el portland gris y sucio, tiene las manos esposadas en la espalda. El frío se adueña de su pantalón mojado y mugriento. No hay ventanas, sólo una puerta de hierro con una pequeña abertura, que se abre desde afuera. No tiene fuerzas para ponerse de pie, ni para alejarse del agua que lo salpica desde un lavatorio de acero inoxidable cuya canilla está rota. Recorre las paredes con sus ojos. No alcanza a ver bien qué es lo que hay escrito en ellas, tampoco distingue el color. El ojo derecho ha perdido la visión. Intenta dormir un poco para no sentir dolor. Su mente busca, busca, busca. No hay recuerdos. No sabe qué está haciendo ahí. El estómago le cruje, las muñecas rígidas, y esas gotas que caen con un ritmo preciso le pegan como martillos en sus oídos. Pese a toda la incomodidad durmió un rato. Lo sabe porque emerge del sueño como si hubiera estado debajo del agua, intentando salir a la superficie; boqueando como un pez sobre la cubierta de un barco. Es esa voz festiva la que lo despierta. Aunque tal vez es el ruido de los bastonazos previos pegan contra la chapa los penitenciarios. Ve asomar un plato amarillo con ribetes verdes, cachado de tantos golpes, como él mismo, piensa. El contenido y el plato caen al piso. Sus manos se tensan contra las esposas en un intento por amortiguar la caída. La abertura se cierra, él entiende que nadie lo ve y se arrastra serpenteando hacia la comida. Parece un perro salvaje pero sin patas delanteras, intentando erguirse sobre sus rodillas, atajando su hombro

derecho contra el piso, resbalando y cayendo sobre la polenta casi líquida. Tarda unos pocos segundos en darse vuelta; para ese entonces ya está ahogado. Quiere respirar y su nariz no se lo permite. Otra vez el ahogo. Su cuerpo recuerda que puede respirar por la boca y lentamente recupera el aliento. — Arriba— grita el agente desde la puerta de la celda mientras lo empuja hacia el pasillo y escucha que, de seguro, se viene una rueda de reconocimiento. Llegan a un cuartucho colmado de detenidos. Está sucio, mojado, aturdido, con un ojo en compota, mientras sus compañeros ocasionales se ríen entre dientes de la desgracia ajena. Él exhibe su cara magullada mientras sostiene temblorosamente una hoja de papel rayado con el número 2 dibujado en el frente. Vuelta a la celda, esposado. — Arriba, declaración indagatoria —dice un morocho fiero que lo saca de la celda junto a otros dos uniformados. Él se deja arrastrar. Sus piernas parecen de otra persona. Lo suben a un furgón maloliente con rejas que separan a quienes comparten el viaje. Escucha risas, rumores, llantos ahogados de sus vecinos. El motor se enciende y siente que se bambolea contra las rejas que lo rodean. Cree haber llegado al límite del dolor cuando, en la primera frenada, en seco golpea sus labios contra el metal. La sangre corre dulce por su boca y se desparrama en la remera como si fuera un batik. Sus manos siguen esposadas detrás de la espalda, casi encarnadas. Continúa en páginas siguientes.

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Pide auxilio mentalmente a Dios, a su madre muerta. Su cuerpo ha dejado de molestarle. Su padre, en alpargatas, corta la leña para el asado del domingo, se acomoda la boina negra mientras sus labios aprietan un escarbadientes. Él es todo ojos, el diario pasa de mano en mano mientras se reservaba la sección de deportes para leer a la siesta, el resto se hace bollitos y va a parar a la incipiente fogata. El humo y el resabio de eucaliptus, el Vermut a medio tomar del asador, unos daditos de queso y rodajas de salame, las manos de su madre acariciándole el flequillo mientras el sol del otoño los abriga como poncho salteño.

Juniors. Las luces de una lámpara que simula tener velas. El mismo hombre, cómodamente sentado en un sillón de cuero, con un crucifijo colgado sobre la pared del fondo, lo mira despectivamente y luego dirige su vista hacia el guardia. — ¿Le saco las esposas?— pregunta solícito el agente. — Ni te gastes, este así no declara ni a palos, mejor llevalo a la enfermería y traémelo a la tarde bañado y con ropa limpia. Yo le aviso al defensor oficial que seguro va a pedir la nulidad del reconocimiento en rueda.

— Arriba, vamos los reos, todos al tribunal— Camino de vuelta. Lo único diferente son las grita el guardia. risas de los guardias cuando repiten con sorna Los detenidos van desocupando el camión, las palabras del juez: bañado y con ropa limpia. algunos caminan tranquilamente como si estuvieran por dar un paseo. Cuando abren la reja se arrincona contra el fondo pero de nada sirve, lo agarran de los pelos y lo sacan a la fuerza. El sol de la mañana le pega una piña. Un frío intenso lo invade cuando lo manguerean para sacarle la sangre de la cara y el olor a excrementos. Lo esposan con las manos al frente. Cabeza gacha, boca seca, temblor visceral, mosaicos grises con piedritas blancas y negras. Puerta, reja, ascensor. Piso de mosaicos color arena con piedras más grandes, puerta de madera con marco de hierro pintado en azul, borceguíes del penitenciario que va abriendo paso. Recuerda las películas que veía en el cine Achaval, esas de romanos, cuando los gladiadores salían a la arena a matar o morir y eran vitoreados. Alguien toma su hombro izquierdo, le indica que no avance. — Levantá la cabeza ante su señoría— ruge el custodio. Un hombre con traje, corbata, camisa con gemelos, escondido detrás de un escritorio con vitrea, fotos familiares, un lapicero de Boca

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Lo dejan en el sector de las duchas que tiene un caño del que sale agua helada, detrás de la reja alguien le tira una camiseta de mangas largas y retira su ropa sucia. Mira el musgo de las esquinas de los azulejos, sólo escucha el ruido rítmico del agua golpeando contra el piso. Fue un segundo. Se agarra de la canilla para tomar impulso, rodea el caño con la camiseta haciendo un nudo y la ajusta a su cuello. Se deja llevar mansamente como cuando era niño e iba al río, su madre ya sumergida lo espera sonriente con los brazos abiertos.


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JU L IE TA LOPÉR GOLO PA R A Q U E EXI STA ESA I SL A

Todavía tenemos el agua. Un suero prodigioso corre todavía, invisible, por nuestras venas jóvenes. La corriente remonta las partes altas adonde van a deshacerse los ahogados, los peces débiles, las ramas desprendidas, la lentitud del frío mientras sube matando el aire. La piel espera limpieza y perdón y sobre todo sed. Pero todo lo que sobrevive desemboca en el impulso de otra agua irremontable.

JULIETA LOPÉRGOLO Nació en Rosario en 1973. Es Licenciada en Letras y en Psicología. Para que exista esa isla es su primer libro., editado por Postales Japonesas, este año. Desde 2017 vive en Montevideo.

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LEEMOS - GISELA GALIMI -

Fotografía album personal Gisela Galimi

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ació en Lobos, Pcia. Buenos Aires. Estudió Periodismo (USAL). Maestría en Escritura Creativa UNTREF. Es autora del libro de poemas Claroscuro y Colorado (Tierra Firme, 2005), algunos de cuyos poemas fueron traducidos al persa y al ruso, Para que nada cambie (Alción Editora, 2012) Memoria de la Piedra (Textos Intrusos, 2015) y Flamenquitos y otros poemas (Textos Intrusos, 2017) . Es coautora de Documentos de Comunicación

Institucional (EDUCA 2007). En 2010 ganó el subsidio del Fondo Metropolitano de las Artes para su libro "Protagonistas De La Cultura De Buenos Aires y Espectáculos 1810-2010" (Corregidor, 2013). Participó de la Antología Infancias, Antología poética III Festival de Poesía en la Escuela (Añosluz, 2012) y ganó el premio Givre a la Poesía Joven. Dicta talleres de escritura y es docente de la UCA. Sus dos hijos son poetas.

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A N TI MANIF IESTO PERSONAL SOBRE LA ESCRITUR A SIEMPRE EN E JE D IFUSO

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os manifiestos se manifiestan pensando cómo va a ser la caja en donde muevan su andar hacia delante, su camino a la muerte. Son una cárcel los manifiestos. Cárceles de manos que escriben, festivas tal vez, manifiestas, pero se encierran. Por eso yo no quiero escribir un manifiesto sobre la escritura. Quiero escribir un cóndor, un camino desco nocido, un trópico de capricornio, una cintura. Yo no quiero escribir una caja, una estética, una ética o una esperanza. Yo solo quiero la libertad de la página que me permite el juego la total, la explosión sin causa. En la mitad de mi vida los hay que me tienen harta. He cumplido con dios y con la patria. Boto todos los rezos y solo me hinco de rodillas cuando y como quiero frente a la belleza y el miedo. No soy perfecta, no quiero serlo. Los manifiestos quieren gente perfecta, peinada o despeinada, según propongan. Los demás han dejado de importarme. No escribo para ellos. Nunca lo he hecho y ahora menos. No se puede escribir como una niña buena, como una madre abnegada, como una profe-

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sora de universidad privada, como alumna de nivel super superior, ni como una mujer sola. Mucho menos se puede escribir como una escritora, ni de elite ni del pueblo. Quisiera escribir como una gitana desnuda de la que solo los huesos quedan, pero aún no logro hacerlo. Mientras tanto escribo buscando el conjuro, deseando que fuerza de estar atenta se me revele el abrapalabra. Como no escribo para los demás no necesito que los demás escriban para mí. Cada uno con la letra que le quepa. Disfrutar la voz del otro, dejarla andar sin meterle púa, aprender del desconcierto, hacer del desencuentro un banquete de lo distinto. No escribo este no manifiesto para convencer a nadie. Los manifiestos se manifiestan pensando cómo va a ser la caja en donde muevan su andar hacia delante, su camino a la muerte. Yo me manifiesto cuando escribo, torpemente viva, hasta que sea una gitana desnuda de la que solo los huesos queden.


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LITER ATUR A EN BRE VE Corina Vanda Materazzi

PH. Pablo Vázquez

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n general quien aborda la narrativa desconoce la ardua tarea de escribir microrrelatos. Quien recién se inicia piensa que la novela es la cúspide de la trayectoria de un escritor de prosa.

uno de ellos arruinaría por completo la melodía. Si además el espectáculo consistiera en un solo de violín y ese día el músico en custión viniera a la función con dolor de muelas, no hay quien nos pudiera salvarnos del papelón.

Si para escribir un cuento nos involucramos en un camino peligroso y de delicado equilibrio del lenguaje, el género microrrelato exige un manejo del texto, la idea, de la estructura mucho mayor. Cuanto más extenso sea el texto, este puede soportar deslices y menor daño en el resultado final. Si fuera un director de orquesta y tendría a doscientos músicos para interpretar una obra podría despreocuparme si alguno de los músicos errara en una nota. Si por el contrario el número de músicos se redujera a menos de un diez por ciento, la erronea ejecución de solo

La pericia necesesaria se vuelve excluyente. La síntesis de la idea, el ritmo ajustado, el golpe certero de asombro o desconcierto que debe dejar en remate hacen del microrrelato un género díficil que requiere de gran rigurosidad.

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Un microrrelato puede ser una oración, un párrafo, dos o tres. Hay grandes maestros en este género y hay muchos por visibilizar.


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PUNTO DE INFLEXIÓN (*) OLGA R T

filas y me apuntan sin piedad. Fuego, gritan. Fumo y Sufro. Aquel que habita en la latitud 0º 11’ 25’’N- longitud 0º 75’29’’ E me manda un mensaje cifrado que traducido confirma la existencia de un lugar llamado basurero que me recomienda visitar. ¡Qué romántico!, me digo. No esperaba menos. Persisto en mi desorden. Escucho música y fumo, pero ya, sin saber por qué, me parece que no sufro.

No sé si escribo desde la rabia, desde la furia, desde el desconcierto, desde la gran mierda o desde el lado más oscuro y malo que anida en mí. Sufro. Y da igual lo que haya pasado hoy, o ayer, o lo que pueda pasar mañana. Estoy en medio de la nada mirando al suelo y viendo como poco a poco los folios escritos se mueven a su antojo, riéndose, haciendo la ola, el trenecito y bailando la conga. Suspiro resignada; ya ni eso puedo controlar. Observo un ejército de sublevadas palabras que han formado frases-

*Dícese del punto impreciso espacio-tiempo donde los problemas existen pero nos dejan de importar.

OLGA RT Nace en Madrid en el año 1976. Es Arquitecto Técnico e Ingeniero de la Edificación pero lo que ama por encima de todo son las palabras. Lleva escribiendo historias desde los 14 años. Su literatura es una literatura de contrastes: tierna, intimista y a la vez llena de humor y ciencia. Se siente cómoda en el relato corto aunque también escribe con gusto cuentos infantiles, microrelatos de terror, etc. Ha ganado varios premios: Finalista con el Cuento “Comunicado de Prensa” del 1er Certamen Internacional InVentia de cuento. Ganador con la Carta de Amor “Quiero ser Tu medio Melón” del 2º Certamen Internacional InVentia de relato corto. Finalista Capítulo XII de la Novela Voces para un Blues negro de Roca Editorial. Ha colaborado con revistas y medios de comunicación de Madrid y Toledo casi siempre con fines solidarios. Proyecto actual: https://principiocero.es/

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Fotografía Album personal Luís Sagasti

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LUÍS SAGASTI EN PRIMER A PERSONA

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uedo advertir hoy que en el primer libro que publiqué, El canon de Leipzig, ya aparece de manera incipiente aunque tenue, un tejido de historias paralelas y por momentos yuxtapuestas. En este caso se trata de pura ficción. Lo que es claro, más allá de mi interés por narrar, es el trabajo, no necesariamente feliz, por los aspectos musicales del lenguaje.

Cheever, Tolstoi, Vila-Matas… muchos en verdad Y no quisiera nombrar, a riesgo de olvidarme, a contemporáneos argentinos que sigo con interés. Desde Mario Ortiz a Fabián Casas, pasando por S Schweblin o Juan Forn, la lista es, por suerte, muy extensa. Ellos saben de mi admiración.

Soy de investigar un poco cuando estoy ya Creo que en cierta forma no he dejado embarcado en mis textos. Pero lo primero que abandonado a ese chico curioso e inquieto me viene es una música. Diría que se presenta el que fui. En verdad soy muy curioso, tengo una tono, el ritmo que ordena un balbuceo de ideas agradecida predisposición a que todo me llame que de a poco se van acomodando. Entonces, la atención. E involuntariamente relaciono y cuando ya debo pulirlas, entrar en el detalle de vinculo unas cosas con otras. A veces, claro, ese la historia que la pone de manifiesto, investigo lazo es banal, obvio o impertinente pero me un poco. Siempre, claro, siguiendo un principio invade una gran alegría cuando no. inclaudicable de verosimilitud. Escritores preferidos: Vonnegut, Borges, H.Miller,

LUÍS SAGASTI Nació en Bahía Blanca en 1963, es profesor de historia, crítico de arte y escritor. Su primera novela fue El canon de Leipzig (1999), publicó Los mares de la Luna (2006) y además, cuentos y ensayos en diversas revistas culturales. En otras facetas, es recordado por hacer junto a Mario Ortiz y Miguel Martos el programa humorístico radial, Maldición llegó el verano, que se emitía por una FM local, y actuó en la película de Winograd, Vino para robar. En el año 2010, obtuvo una beca de la Fundación Apexart Residency Program para una estadía en Nueva York que le permitió finalizar su último libro, Bellas Artes, publicado por Eterna cadencia, en el que se entrecruzan biografías de personajes reales -Joseph Beuys, Kurt Vonnegut, Antoine De Saint Exupery, Jürgen Habermas, Matsuo Basho, Ludwig Wittgenstein, Barón Biza, Amelia Earhart, Sun Ra, Yuri Gagarin, Glenn Miller-, con ciertos sucesos que combinan realidad y ficción; de tal forma que es difícil catalogarla en un género.

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M I C L Á S I CO FAV O R I TO C L AU D I A CO R TA L E Z Z I ES C RI TO R A

Según Italo Calvino, los clásicos son esos libros de los cuales se suele decir “Estoy releyendo” y nunca “Estoy leyendo”.

No contaré nada de la historia —aunque no la hayan leído, muchos ya la conocen de alguna de las tantas versiones fílmicas—, porque creo que un clásico no se cuenta: se recomienda.

Son libros que son una riqueza para quien los ha leído y amado, y que constituyen una riqueza no menor para quien se reserva la suerte de leerlos por primera vez.

Y yo lo recomiendo y auguro que el lector vaya descubriendo, de la misma manera que yo lo hice, cómo se entrelazan los destinos de Fantine y Jean Valjean, la historia de Cosette y de Marius, entre otros.

Los clásicos admiten vastas lecturas, y en cada una se descubre algo nuevo.

Quiero recalcar que leer esta historia es una experiencia única, aunque ya se haya visto la película.

Mi clásico favorito no es sólo mi clásico favorito: es el libro más bello que leí en mi vida. Estoy hablando de LOS MISERABLES, de Victor Hugo. Desde todo punto de vista, un libro superior. 58


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M I C L Á S I CO FAV O R I TO PA B LO MA R T Í N E Z B U R K E T T ES C R I TOR

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oy un lector angurriento. Mayormente de clásicos que leo con voracidad troglodita. Podría entonces elegir muchos, pero en tren de optar, quien me conozca un poco quizás podrá anticipar que me voy a decantar por algo de Jorge Luis Borges. Tampoco estaría del todo errado quien hubiera votado por Lovecraft o Poe. No descarto que las lecturas tempranas de estos dos amigos tan queridos moldearan un asombro del universo que estaba listo para que Borges me causara un feliz estrago que no cesa. Pero (parafraseando la canción de Los Chunguitos): si me dan a elegir, me quedo con FICCIONES.

Digo estrago y me quedo pensando en la imagen que elegí. El propio Borges para abordar la descripción del Aleph famoso dice que "Los místicos, en análogo trance, prodigan los emblemas". Y advierto que en lugar de nominarlo como estrago podría haber intentado con viaje alucinógeno, ritual vudú, arresto extático, fervor místico y tantos emblemas semejantes y en todos los casos me habría quedado corto. Y es así: uno, que se gana los garbanzos con las palabras, empieza a trastabillar al enhebrar el rosario de perplejidades que me provocó la primera lectura de FICCIONES cuando habré tenido unos 18 años o por ahí. Este libro fue Continúa en páginas siguientes.

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publicado en 1944 y tiene dos partes: El jardín de senderos que se bifurcan y Artificios, que se agregó a la primera parte, publicada en 1941 y que en su conjunto se renombró en la forma que hoy conocemos. Por eso tiene dos prólogos por demás de jugosos y una sucesión de cuentos que te quitan el aire. Veamos:

los volúmenes de crítica literaria y semiótica que se han escrito sobre este cuento. Yo también le metí baza y escribí varios ensayos cervantinos a partir de Menard. Aún hoy es lava ardiente en mis neuronas. Y la montaña rusa de las emociones sigue firme porque dando vuelta la página viene “Las ruinas circulares”, un juego de espejos enfrentados entre los sueños de Borges, que sueña a Hebert Quain, que sueña un cuento que inspira (según el prólogo del propio Borges…) el cuento que comentamos (jugueteo que, por otra parte, ya nuestro Bardo Ciego le imputa a Cervantes en «Magias parciales del Quijote») donde hay una regresión al infinito que nos enferma y llena de piedad: no somos sino el sueño de una divinidad dormida. Casi como un mantra suelo recitar la frase final del cuento: "Con alivio, con humillación, con terror, comprendió que él también era una apariencia, que otro estaba soñándolo".

La obra empieza nada menos que con “Tlön, Uqbar, Orbis Tertius”, aquel relato que lleva hasta el extremo el idealismo de mi amado Obispo Berkeley. Borges y sus amigotes descubren que una sociedad secreta se conjuró para escribir la enciclopedia de un planeta donde el materialismo es la más abominable de las herejías (pues acepta que algo pueda existir mientras que no es percibido). Mi cerebrito juvenil entró en combustión espontánea: los mundos abominables y extremos que había disfrutado en Poe y Lovecraft también podían suceder en Buenos Aires. Y aquel "ser es percibido" que tanto me hostigaba a partir de mis primeras clases de filosofía de 4° año de colegio, encontraba su correlato en el mundo real. Yo, que, como Herbert Ashe, también "adolecía de irrealidad" de repente me encontré nadando en el vértigo y la locura.

Y Borges, lejos de tranquilizarse, nos asesta “La lotería de Babilonia”, una metáfora sobre la soledad y el gusto que tenemos por conferirle la regencia de nuestro destino al arbitrio de una divinidad incognoscible pero cuya existencia es preferible a tener que admitir que, de otro modo, estamos solos y que, el horror y la dicha; la injusticia y la gloria, son el errático fruto de causas y efectos sin ton ni son. Después te abaraja con el ya citado “Examen de la obra de Herbert Quain”, escrutinio de la obra apócrifa de un autor no menos apócrifo donde Borges ejerce una teoría de la crítica literaria. Y ahí nomás te infiere el monumental “La biblioteca de Babel”

Y si ese es el estrago del primer cuento ¿qué puede venir después? Borges, el humorista, te asesta “Pierre Menard, autor del Quijote”, una suerte de baciyelmo entre cuento y ensayo donde lleva hasta la última consecuencia la teoría de la recepción… ¡unos diez años antes de que fuera formulada! La lectura, pero también la escritura no serán las mismas después de este cuento. Se puede armar una biblioteca con todos 60


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postulación del universo infinito, las infinitas permutaciones con las que nos atareamos para comprenderlo y el fracaso, necesariamente, infinito que merece propósito tan torpe.

clásico donde el detective descubre al criminal: aquí la fechoría se completa justamente a la inversa. En “El milagro secreto” Borges se vale de un fusilamiento nazi para teorizar otra vez en torno a la percepción del tiempo. Después viene “Tres versiones de Judas”, un cuento apologético sobre el verdadero rol del apóstol traidor. Y aquí quisiera enfatizar sin ahorro de énfasis alguno que nuevamente Borges incurre en la profecía tal como surgiría luego del texto conocido hoy como "El Evangelio de Judas", códice gnóstico hallado recién en 1970. Con “La secta del Fénix” aparece el Borges chiquilín que logra desembarazarse de su pacatería y se despacha con una humorada sobre cierta costumbre vergonzante que la humanidad tiene en sus manos. Y el cierre de tan fabuloso volumen no podía ser mejor: "El sur", un cuento que es simplemente perfecto. Perfecto. La narración se desdobla en dos mitades bien distinguibles para que Juan Dahlmann, el protagonista alter ego de Borges, transite por un proceso vital que arriba a un final abierto (sobre el que todavía nos estamos peleando).

Ya mencionamos en los párrafos precedentes el carácter anticipatorio (por no decir profético) de Borges. Si alguna duda pudiera suscitar semejante afirmación baste decir que en “El jardín de senderos que se bifurcan” nuestro autor postula la posibilidad de los universos múltiples como luego enunciará la física cuántica. Un cuento policial que le sirve para celebrar la imagen laberíntica del universo y las infinitas realidades que se multiplican con una progresión que se abisma en la nada. Sí, todo eso, producido por la misma mente. Pero hay más. Mucho más. Todavía falta la segunda parte.

En “Funes, el memorioso”, esa versión criolla del superhombre nietzscheano pero empobrecido, Borges repasa el catálogo de sus obsesiones en torno al lenguaje, el tiempo, la percepción de la realidad y dale que va. Lo mismo con “La forma de la espada” y “Tema del traidor y el héroe” donde da rienda suelta al retrato de valores familiares como honor, tradición y coraje y la Ya lo decían los romanos: "clásico es lo bueno tacha de una contumaz cobardía que siempre que perdura". No creo exagerar si digo que la literatura universal se reconfiguró a partir de se atribuye. FICCIONES. Unos años después, para que no Haría falta un nuevo capítulo para hablar de “La quedaran dudas, publicó “El Aleph” y el estrago muerte y la brújula” pero en forma resumida inicial entonces se hizo definitivo y crónico. Pero digamos que es un relato que sirve tanto para eso ya es otra historia. declarar el epítome del cuento policial como para vincular a Borges con la Kabbalah, la numerología, el simbolismo y una clara vocación para romper los esquemas, al desbaratar las reglas del policial

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TALLERE S L ITE R A RIOS MARÍA IR ENE VINCI “Yo había creído que la palabra no era otra cosa que un medio de comunicación, un instrumento más; por su hacer fervorosa y pausada voz me fue revelado que podía ser también una magia, una música y una pasión”. Jorge Luis Borges

Fotografía álbum personal María Irene Vinci

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stablecer una matriz provisoria (e inacabada) de los rasgos que distinguen los Talleres de escritura en Mendoza es armar un rompecabezas sorteando dilemas y encrucijadas teóricas y conceptuales.

condición y expresión de lo social orgánico de la literatura como lugar identificatorio, relacional e histórico”. Y representan juegos de asociaciones en los sujetos que los viven, ya sean los escritores o los lectores según los papeles que tengan en un momento determinado.

¿Qué son estas prácticas en la ciudad Babel? ¿Qué dicen estas prácticas contemporáneas? ¿son expresiones de anhelos o de impotencia? ¿son disparadores o son disruptores? ¿ayudan a desarrollar la creatividad y la escritura en la “marginalidad” de ciertos contextos estéticosliterarios hegemónicos?

En el imaginario popular coexisten dos creencias antagónicas con respecto a la escritura y los escritores, muchas veces reafirmadas por los mismos protagonistas. Una, que es algo innato, ya sea por imposición interna: es el caso del genio o por imposición externa de un ente superior: los dioses inspiran a los elegidos para Es importante hacer notar que configuran comunicarse con los demás seres humanos prácticas concebidas como expresión de (Platón, Rilke, Coleridge, etc.). la identidad de un grupo. La identidad de un grupo, en este caso: los escritores, no la La otra, en cambio, la define como una actitud, expresa la práctica “sino la imagen que de esa algo que está fuera del hombre y que éste práctica tienen sus integrantes, imagen que debe buscar, es la que ve a la inspiración como si es compartida por el colectivo es a la vez un trabajo metódico (Leonardo da Vinci, Edgar 62


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Allan Poe, Valéry, Picasso, etc.). En una encuesta, realizada por talleristas en el sur mendocino, a la pregunta: “¿consideras que un escritor puede aprender el oficio de escribir?” dicen que el ochenta por ciento de los que respondieron creen que el oficio de escribir se aprende/se enseña.

reflexión sobre la diferencia entre unos y otros. Los Talleres de escritura creativa, dice, tienen en común “la expresión por la palabra creativa” y significados que van más allá de los fines pragmáticos. “Significados que tienen un valor existencial, una búsqueda del sí mismo dentro del laberinto del lenguaje”.

Jovita Kemelmajer (2003), con una postura más integradora, dice: “…la expresión surge de la dialéctica equilibrada entre la creatividad y la técnica, entre la espontaneidad y la regla establecida” y es importante “tomar conciencia de las propias posibilidades, conocer e ir dominando los códigos y apreciar los logros de los que ya han trabajado y obtenido productos relevantes”.

En tanto el taller literario tiene como meta “hacer literatura”, quienes los integran ya son escritores, aunque sea por vocación y presentan exigencias teórico-literarias por parte del coordinador que hacen que los talleristas con el tiempo obtengan logros en publicaciones y concursos.

La mente y la mirada van organizando un nuevo espacio marcado por las mediaciones en un clima inmerso en contradicciones, algo no tan visible por el escenario nómade donde se desarrolla y pone en crisis la relación utilitaria de la estrategia que proponen. La palabra Taller abarca actividades que tienen en cuenta procesos instituidos e instituyentes, diacrónica, desde la consideración de las necesidades que los participantes invocan en sus propuestas-expectativas socialmente construidas, las posibilidades reales institucionales y la viabilidad que da la apertura a un diálogo autodeterminante, participativo y democrático en su metodología. Son coordinados generalmente por profesores de carreras de Letras o afines y/o por escritores.

En nuestra provincia existen talleres como parte de carreras de Educación y de Comunicación Social en la Universidad de Cuyo y en varias carreras de Letras, pero no son muchos, aún, los de escritura creativa con el enfoque que aquí proponemos. Hace años en la Licenciatura en Creatividad Educativa de la Facultad de Educación Elemental y Especial de la Universidad de Cuyo se dictaba el Seminario: Creatividad y expresión literaria, como parte del currículo.

Encontramos algunos talleres en las áreas de Cultura de las municipalidades, en clubes, en bibliotecas populares (por ejemplo, en la Biblioteca General San Martín, en la Biblioteca Manuel Belgrano y la Biblioteca de Chacras de Coria), en la UTN de San Rafael (actualmente con el grupo del Taller de escritura creativa Letras Tomadas), Centros de jubilados, Centros de estudiantes, en Asociaciones de escritores; para todas las edades, con diversos formatos y nombres, y por supuesto, los que se realizan por En el amplio espectro del espacio que estamos correo electrónico e Internet. tratando se nos presentan fuertes tensiones, pero es pertinente trazar un límite entre el taller Todos estos talleres es probable que tengan de escritura creativa y el taller literario, aún a elementos comunes y otros que le dan una riesgo de caminar por una cornisa hacia abismos identidad, un estilo especial que tiene que ver con los objetivos, los proyectos que desarrollan, no siempre contemplados. las propuestas, ciertas tradiciones, los distintos María Susana Capitanelli (2005), nos acerca recursos y las personas que los integran. un punto de partida para hacer una profunda Continúa en páginas siguientes.

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Algunos talleres literarios, en los ámbitos no formales, con el nombre de talleres de escritura creativa sólo tienen, en realidad, finalidades pragmáticas. Destacaremos como coordinadores a los escritores Juan Manuel Montes, Elina Drajer, Mercedes Fernández, al periodista Emilio Vera da Souza, a la escritora Liliana Bodoc (recientemente fallecida) y en la LIJ a la Magister Silvina Juri y al escritor Fabián Sevilla.

Nuestra cultura es muy provinciana, narcisista en el mal sentido. Hay que sacudirla un poco”, dice y me reflejo en esta reflexión. Tenemos tan naturalizado el proceso de la cotidianeidad nuestra y la oculta, que leer la vida cotidiana no es fácil y se convierte en un lugar de opacidad de la práctica que se nos invisibiliza rápidamente (Uranga, 2012), especialmente en un espacio de la cultura que presenta puntos de grandes quiebres y fisuras, provocados por los nuevos territorios de subjetivación, llenos de conflictos Josefina Ludmer nos habla de que las nuevas y de políticas contrapuestas con disímiles cuotas literaturas fabrican presente saliendo de la de poder que atraviesan el espacio literario literatura y entrando en la realidad de lo cotidiano, provincial. donde existen otros marcos como Internet, los blogs, la televisión, el e-mail y, agregaría, en la emergencia de las nuevas narrativas transmedia. “Siempre me pareció importante poner en circulación ideas, materiales diferentes.

MARÍA IRENE VINCI Es Licenciada en Creatividad Educativa, Especialista en Gestión Social y Magister en Planificación y Política Social. Actualmente es jubilada docente. Ha publicado en REI, Revista de Investigación y Docencia III, de la Universidad de Jaen de España en el año 2010 y ha sido ponente por sus investigaciones en Congresos de Creatividad, de Patrimonio Cultural y de Violencia escolar. Ha participado con poemas de su autoría de la exposición “Mujer palabra” del Festival Cultural de Zacatecas 2011; en la Exposición “I Vaginal” en el año 2012 y la Exposición multidisciplinaria “I Trinitá” en el año 2013, realizadas en la Casa de Engracia en Zacatecas, México. Recibió el 1º premio en el Concurso ;”Dulce sueño” de “Chocolates y Maderas” chocolatería de la provincia de Mendoza, con un poema que formó parte del packaging del producto “Dulces secretos” (2011). Ha publicado en el Club de las Poetisas en Internet y en el blog Poetisas eróticas. Han sido seleccionados sus poemas y un cuento corto para la Antología “Poesía y prosa argentina 2011” de la Editorial Raíz Alternativa de Buenos Aires y seleccionada con dos poemas en el XLV Certamen Literario de Poesía y Narrativa Breve “Latinoamérica Escribe” para su Antología del año 2012. Han publicados sus poemas en las revistas digitales argentinas-españolas, Artesomos. Es jurado del Concurso Literatura y Artes Visuales de la Secretaría de la Mujer del CEC desde el año 2012 y fue coordinadora del Taller del CEC Re-creando Memoria en el año 2013 en la provincia de Mendoza. Fue ganadora en los Concursos de la Editorial Diversidad Literaria de España. En el Concurso de la revista Guka de Argentina ha obtenido varias menciones. Es Embajadora del idioma español de su país en el mundo, nominación otorgada por la Fundación César Edigio Serrano y el Museo de la Palabra de Madrid, España en el año 2018. Este año, también, ha obtenido el 3º Premio en el Concurso Crónicas de Infancia de la Agencia de Noticias Pelota de Trapo. Forma parte del Grupo de tejido solidario Dora Tejes de la ciudad de Mendoza, Argentina.

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MARÍ A E M IL IA GUTIÉ RRE Z -

INVENTARI O D E AUSENCI A

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manecerá, como siempre, por el Este. La luz del sol, a su paso, irá despojando a las cosas de su penumbra. Lenta, pero imparable, la claridad irá dibujando sus bordes. No hay secretos en el sol que amanece. Es siempre el mismo. Pero hoy, hoy no será como todas las mañanas después. Hoy el sol iluminará, aunque mis ojos no quieran, diez carozos de cereza y una a medio comer porque estaba muy madura; dos vasos con charquitos de agua, dos copas con sobras de vino, una taza con el resto todavía tibio de un café con leche; un círculo hecho con las migas de una tostada; un pedazo de manteca que quedó fuera de la heladera que ya empezó a derretirse; una tostadora que se está enfriando y un mantel a cuadros rojos y blancos que quedó en un extremo de la mesa. El sol va a iluminar, aunque mis ojos permanezcan cerrados, dos servilletas de papel arrugadas y algo sucias; el envoltorio abollado de un chocolate; dos platos con restos de pizza y la caja en

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la que venía, con una porción que nadie tocó; un cenicero lleno de colillas de dos marcas distintas; una botella de vino, cabernet, vacía, y otra, de malbec, por la mitad. Sonará, por quinta o décima vez, Sgt. Peppers, de los Beatles, y el sol iluminará dos corchos, uno en pedacitos irreconocibles y el otro entero; un puñado de nueces y sus cáscaras; un papelito lleno de dibujos hechos con tinta roja; una birome sin tapa y mordida en un extremo; un sillón corrido de su lugar habitual y tres almohadones desparramados por el suelo; un libro, el de los abrazos, un billete arrugado de cinco pesos y tres monedas de cincuenta centavos, todo sobre una mesita al pie del sillón; una silla con un abrigo negro colgando de su respaldo. Y un manojo de llaves, que quedó en la cerradura de la puerta que da a la calle. En un segundo dejarán de moverse.

MARÍA EMILIA GUTIÉRREZ Nació en San Luis en marzo de 1990, donde actualmente vive. Se recibió de Contadora Pública en el año 2014 y desde 2017 estudia Licenciatura en Periodismo en la Universidad Nacional de San Luis. Hace unos años participa en el taller literario Silenciosos Incurables, coordinado por Viviana Bonfiglioli.

Fotografía álbum personal María Emilia Gutiérrez

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BEBI A L E MÁ N - CORREA Los listados, los dictados, las nubes. Los silencios, los gestos, la carta. Las naranjas, después la noche y una parte de mí que camina las diagonales de la plaza. No tengo perro, sin embargo sostengo una correa y no sé qué amarra.

BEBI ALEMÁN (Bella vista- Feb1989) Periodista (Eter) - Estudiante del Profesorado en Univ. de Educación Superior en Lengua y Literatura (UNGS) Parte del equipo de la revista Siete Borreguitos y de Proyecto Psiatica (poesía a partir de titulares de diarios y portales web) Blog: http://comamosfrutillas.blogspot.com TALLER VALERIA PASISO Bók og Kaffi Muñiz Pcia. Bs. As. Fotografía álbum personal Bebi Alemán

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F LO REA NA A LONSO - DESIER TO -

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n dios que cae de un séptimo piso. Un dios que se resbala con codos, petisos codos. Un dios que se quiebra con todo aquello que se cruza y este dios no sabe cómo dejar de caer. Sus manos idílicas agrietan el asfalto mojado por la lluvia, hay oro cayendo de sus mejillas y se pregunta cuándo. Cuándo dejarán de tropezar flores del cielo. Cuándo explotará todo aquello que construye con sus ojos, perdidos en la inmensidad de cien espacios vagabundos. Cuándo dejará de pesar tanto esta inmensidad de vacío extendiendose por cada

poro, cada pestaña, cada símbolo derribado por el viento que surge de sus brazadas. Ayuda, pide, ayuda, exige, ayuda, ahuya. Pero nadie asiste al dios que no conoce más que ausencia, al dios que perdona pero no olvida y que se ahoga en el néctar de crueldad que alguien confunde con su sangre. Nadie ayuda a la tragedia, nadie ayuda a las malandras, nadie ayuda al dios que no sabe cómo dejar de caer.

FLOREANA ALONSO Desde que nació en el año 2000, las palabras formaron parte de su vida. Su curiosidad por el mundo y todo lo que la rodeaba sólo pudo satisfacerse en la forma de leer y escribir muchísimo. Fue seleccionada para presentar sus cuentos en el Festival Clave 2017, ganadora de la mención especial del Concurso de Cuentos de la Universidad de Belgrano y cuarto puesto en el Concurso de Cuentos Navideños de el ciclo De amor locura y muerte, en el mismo año. Además, ganó reiteradas veces el premio Saint Andrews en la categoría de cuentos cortos. Sus cuentos han sido publicados en numerosos medios. Fotografía álbum personal Floreana Alonso

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