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El lazo rojo
En la constante búsqueda de una respuesta al VIH
Cada 1 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha contra el VIH/Sida, y hablar al respecto sigue más vigente como nunca. Paraguay no está exento de la epidemia, por eso existen instituciones y organizaciones que trabajan de manera integral y coordinada en búsqueda de una respuesta multisectorial que tenga en cuenta los avances tanto médicos como de índole social.
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Por Nadia Gómez
En Paraguay, fue en 1985 cuando empezó la epidemia de una patología que estaría presente a nivel mundial: la del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH). Con el paso del tiempo, el VIH, gracias a los avances médicos, pasó de ser una enfermedad mortal a convertirse en una crónica, como la diabetes. Actualmente, una persona que vive con VIH (PVV) puede acceder al tratamiento antirretroviral que le permitiría llevar adelante una vida normal y saludable.
En el país existen instancias del Estado y organizaciones de la sociedad civil dedicadas a ofrecer a la población en general la información necesaria, los mecanismos de detección y los medicamentos para el tratamiento, además de asesoramiento, consejería y albergue.
Sin embargo, esta epidemia no puede ser controlable solo desde un punto de vista médico, pues hay muchos ejes transversales que se deben trabajar de manera articulada y coordinada a fin de que la epidemia se reduzca y, eventualmente, llegue a su fin. La organización SomosGay se refiere a esta como una enfermedad social, debido al estigma y a la discriminación que experimentan las PVV.
En todo el mundo, existen 36,9 millones de personas que viven con VIH, según las estimaciones de ONUSIDA. De este número, en la actualidad, 13.586 personas son de Paraguay, según datos del Programa Nacional de Control de VIH/Sida/ITS (Pronasida). De 1985 a 2017, el número total de pacientes con este diagnóstico es 18.247, y a la fecha han fallecido 4661 de ellas. De las 13.586 personas vivas, solo 7647 de estas continúan en tratamiento antirretroviral. Del total, 4914 poseen una carga viral no detectable.
¿Qué significa esto? Cuando una persona que vive con VIH tiene una carga viral, la carga de VIH en la sangre, cercana a cero, es tan baja que no puede medirse. Esto también significa una salud óptima, el no desarrollo del sida y que las probabilidades de transmisión del virus son cercanas a cero.
Si bien los servicios estatales atravesaron un proceso de descentralización y, gracias a esto, mejoró la accesibilidad para ellos, contar con un programa de educación integral de la sexualidad es de importancia vital en la búsqueda de una respuesta real y permanente para el VIH/Sida. “El 98 % de los casos detectados de VIH son por transmisión sexual”, comenta Martín Negrete, de la Fundación Vencer.
Un día para no olvidar
Desde 1988, cada 1 de diciembre se conmemora el Día Internacional de la Lucha Contra el Sida, un día dedicado a compartir y difundir los avances en respuesta a la epidemia y las problemáticas latentes para las PVV. Esta jornada está también dedicada a la prevención y a la educación de la población en general.
En Paraguay, el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social propone actividades ese mismo día, al igual que la red de organizaciones de la sociedad civil que se dedican a ofrecer un aporte, apuntando a la concientización y a la reducción de la epidemia del VIH.
La Fundación Vencer y la Clínica Kuimba’e forman parte de esta red.
Clínica Kuimba’e
La clínica, que forma parte de la organización SomosGay, existe desde 2013. Atiende a una necesidad de hablar de cuidados de salud sexual dirigidos al varón, ya que gran parte la estructura de salud del Paraguay tiene un enfoque materno-infantil. “Nace de una necesidad de poder hablar de cuidados entre los varones”, comenta Mirtha Estigarribia, psicóloga comunitaria y encargada del área de salud mental.
Desde la clínica ofrecen varios servicios, dirigidos y enfocados a la salud de los hombres, pero abiertos para todo público, como las pruebas rápidas de VIH, sífilis y más recientemente, de Hepatitis B. Sostienen que, a través de la tecnología de las pruebas rápidas, podrán vincular a la persona al sistema de salud sin perder mucho tiempo. Entre 2013 y 2018 consultaron 9468 personas y se realizaron 17.646 pruebas rápidas.
La Clínica Kuimba’e es una adaptación del Programa “Men's Wellness Center” (MWC), parte de un esfuerzo continuo para normalizar la detección y tratamiento temprano del VIH y de las ITS. Hacerse las pruebas regulares es una parte importante del cuidado. Con esto se garantiza identificar a las personas que necesitan ser integradas a los sistemas de atención de la salud, lo que reducirá las tasas locales de VIH y de infección por ITS.
A la fecha, cuenta con dos médicos y una psicóloga, con atención de lunes a sábado en Asunción. Tienen otra sede en Ciudad del Este, que también funciona como centro de testeo, y otra en Villeta, que esperan tener en funcionamiento total este fin de año. El enfoque que aplican parte del empoderamiento, al hablar abiertamente sobre cualquier tipo de infección de transmisión sexual (ITS), refiriéndose a que aún existe un gran estigma al recurrir a los servicios de salud.
Cuando se refieren al VIH como una enfermedad social, enfatizan que gran parte del estigma se debe a la desinformación y a las nociones erróneas que manejan las personas. También se debe a la influencia de los medios de comunicación, que con el uso de un lenguaje inadecuado refuerzan el estigma y, por ende, la discriminación a las que están expuestas las PVV.
Para aportar, ayudar o enterarse más sobre los servicios de la Clínica Kuimba’e, se puede contactar vía WhatsApp al (0986) 173-200, o al (021) 495-802.
Fundación Vencer
La fundación se originó en la década del 90, durante una época bastante complicada en cuanto a VIH se refiere, cuando un grupo de personas que vivía con VIH decidió unirse. Así nació el primer núcleo de la Fundación Vencer.
En la actualidad, es una organización con fuerte enfoque en la salud y la sexualidad. Cuentan con tres grupos de ayuda mutua en Asunción, uno en Ciudad del Este y otro en Encarnación. Tienen un servicio de ayuda telefónica SOS, que funciona de lunes a viernes, de 9:00 a 16:00, con operadores capacitados y de acceso gratuito desde Tigo (*3434). Puede llamar cualquier persona con dudas relacionadas al VIH y a situaciones de discriminación o violencia.
Una de sus áreas de trabajo es el de la incidencia política; a través de esto, la fundación se posicionó como un referente político que apunta a incidir, precisamente, en políticas públicas, ocupando espacios de decisión en los cuales trabajan y visibilizan temas relacionados a derechos humanos de las personas que viven con VIH. Sostienen que como organización de la sociedad civil no pueden, ni deberían suplir el rol del Estado, y que no es solo la fundación la que realiza este trabajo, es todo un grupo de organizaciones que forman parte de una red.
La estrategia de trabajo de la fundación está también muy relacionada con acciones de lucha contra desigualdades de todo tipo. “La epidemia tiene un campo fértil en las sociedades con más desigualdad”, sentencia Martín Negrete, psicólogo y coordinador del área de voluntariado y del área de investigación. Prevenir el VIH no pasa solamente por la decisión personal de usar preservativos o no, está relacionado con muchos aspectos: género, cuestiones socioeconómicas, violencia, discriminación y educación. Es por esto que también abogan por una educación sexual integral en todo el sistema educativo.
Se puede contactar con la Fundación Vencer para aportar, enterarse de los servicios que ofrecen o leer sus investigaciones, al (021) 331 139, o al e-mail info@fundacionvencer.org.py.
Pronasida
Esta instancia del Estado es un programa normativo, es decir, es la institución encargada de todo lo que se refiere al protocolo de asistencia, atención, devolución y cuidado de las personas con VIH. Este programa está por cumplir 30 años, y empezó trabajando la problemática del VIH para luego expandirse a las ITS.
El Pronasida cuenta con un plan estratégico nacional de la respuesta al VIH, en el cual trabaja en conjunto con organizaciones civiles y otras instituciones del Estado, como el Ministerio de Educación y Ciencias y el Ministerio de Justicia. Cuentan con 13 servicios de atención integral, distribuidos por todo el país, en lugares que el programa considera prioridad, como las áreas fronterizas. Desde 2007 ofrecen el servicio del testeo rápido de VIH, así como el tratamiento médico que pudiese necesitar una persona que vive con el virus, al que se puede acceder de forma gratuita.
Su labor se basa en la Ley 3940 de VIH/ Sida, que enfatiza el cuidado de las personas que viven con VIH, respecto a la discriminación en todos los aspectos, tanto sociales como médicos.
Lo ideal es que una persona que vive con VIH tenga un 95 % de adherencia a su tratamiento, pero en el programa cuentan con 70 a 80 % de adherencia. Ese es el área que buscan reforzar, según la Dra. Tania Samudio, directora del Pronasida.
En todo el mundo se trabaja a partir de estrategias de prevención combinadas. El programa nacional tiene objetivos a mediano y largo plazo, y el objetivo final, globalmente, es no tener nuevos diagnósticos, contar cero niños con VIH y erradicar las muertes por esta enfermedad.
Para contactar con el organismo estatal se puede llamar al (021) 204-604. Sus oficinas se ubican sobre la avenida Venezuela casi Tte. Francisco Escurra, al lado del Instituto de Medicina Tropical (ex Lacimet). Allí, se pueden encontrar servicios de diagnóstico, tratamiento y prevención en infectología y parasitología.
La realidad urge la elaboración de políticas públicas educativas integrales de la sexualidad, que apunten a la prevención de la enfermedad y al autocuidado. Desde High Class, enfatizamos la necesidad de erradicar los prejuicios que acompañan esta enfermedad y eliminemos este estigma de una vez por todas.