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Sexualidad sin tapujos

Por: Norma Elizabeth Pinzón

Todos hablan de sexo, ¿pero hay claridad en el tema? Los jóvenes tenemos algunas ideas, pero tener más información sin tapujos nos puede ayudar a tomar mejores decisiones y entender por qué es algo sagrado para Dios.

A medida que crecemos, empezamos a tener más curiosidad sobre un tema con mucho tabú: el sexo. Imaginamos cómo es, buscamos información en internet, entre amigos discutimos sobre el tema y la cultura, los medios y la sociedad nos lo muestran como algo divertido que debemos explorar. Sin embargo, un estudio de la Universidad de los Andes encontró que los jóvenes que ven con mayor frecuencia géneros televisivos con alto contenido sexual expresan actitudes más sexistas y favorecen la actividad sexual en la adolescencia. Entonces, ¿a quién acudimos? ¿Cómo aprendemos sobre sexo? Para sorpresa de algunos, la Biblia tiene todas las respuestas.

(DES) INFORMACIÓN SEXUAL

Empecemos por saber cuál es la información que consumen los jóvenes para aprender sobre sexo. Según el informe “(Des) información sexual: pornografía y adolescencia”, publicado por Save the Children, 30% de los adolescentes ve la pornografía como la única fuente de información sobre sexualidad. 68,2% de los encuestados la consumen de forma frecuente y cuentan que a los 12 años comenzaron a consumirla. Adicionalmente, 12% de hombres y 6% de mujeres adolescentes tuvieron su primera relación sexual antes de los 14 años en Colombia.

La mayoría de los encuestados dicen conocer algún método de anticoncepción y haber recibido talleres de educación sexual, sin embargo, aseguran que quedaron muchas dudas y tapujos en el tema. “Hablar de sexo puede llevar solamente unos minutos, pero la educación sexual es una tarea de toda la vida, que comienza desde que ellos nacen”, comentó la psicóloga Piedad Garizábal, quien explica que el error más frecuente de los padres es creer que la sexualidad se limita solo a la reproducción y la genitalidad, pues temen a que sus hijos se embaracen en una temprana edad o que se contagien de alguna enfermedad de transmisión sexual.

No podemos ignorar que para muchos adultos es incómodo y difícil hablar de la sexualidad con los adolescentes, por eso muchos recurren a películas y series como Sex Education para aprender sobre el tema, no obstante, allí se aborda el sexo como algo pasajero y llanamente carnal. En el libro “Amar es para valientes” del predicador español Itiel Arroyo, se lee: “En una sociedad donde el sexo se proyecta en las pantallas, se vende por Internet y se practica sin compromiso, es fácil olvidar que el sexo es espiritual. Nos han hecho creer que es solo carne. Nos han convencido de que solo es instinto. Pero Dios dice que el sexo es espiritual, de hecho, pocas cosas son tan espirituales como el sexo”.

El ser humano es más que carne, pues fuimos creados con tres elementos esenciales: espíritu (pneuma), alma (psyche) y cuerpo (soma). Por eso, una relación sexual va mucho más allá de lo carnal, como dice el pastor Darío Silva-Silva en su libro “Sexo en la Biblia”: Por ser esencialmente “un espíritu rodeado de capas psicosomáticas”, como bien lo expresa Víktor Frankl, el ser humano ha desarrollado su capacidad erótica mucho más allá de un simple y mecánico ayuntamiento animal. Recordemos también que nuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19) y lo que hagamos con él va a afectar directamente nuestro espíritu y alma.

SEXUALIDAD E IDENTIDAD

Cuando se habla de sexualidad no solo se habla de biología, también tiene que ver con la identidad. Juan Varela, director del Instituto de Formación Familiar, discute sobre el sexo desde tres dimensiones: sexo biológico, que es el heredado por naturaleza; sexo cultural, el infl uenciado por el medio y la cultura; y sexo psicológico, aquel que es decidido por la persona y que afecta la identidad de la persona.

“La sexualidad está íntimamente ligada a la identidad”, explica Varela. “Cuando Adán y Eva desobedecen a Dios y son expulsados del jardín de Edén, hay una pérdida de identidad y propósito. La identidad de una persona viene determinada por el género con el que nace, pero cuando conocemos nuestro propósito sabemos cuál es el canal de expresión de esa sexualidad.” Debemos tener clara nuestra identidad en Cristo para hablar y ver el sexo como es: una expresión de amor creado por Dios que dignifi ca y honra al otro.

HABLAR DE SEXO SIN PREJUICIOS

La tarea más difícil suele ser quitar los estigmas sobre el tema y dejar a un lado esas viejas creencias que hemos adquirido por medios seculares. Nelly Nelcy Aguilar, psicóloga y mujer integral de Casa sobre la Roca, comparte con Hechos&Crónicas que “el sexo se debería hablar fácilmente dentro de cualquier rango de edad, porque es una de las maneras de quitar estigmas sobre el tema. Se debería abordar como cualquier otro tema, con responsabilidad, bien informados y acompañados por personas que puedan mejorar la información que ya tienen”.

Aguilar también comparte que “los tapujos son un engaño que le dan morbo a un tema tan hermoso. Los jóvenes deberían sanar el corazón y prepararse en conocer cómo funciona su cuerpo, partiendo desde lo que Dios quiere para su sexualidad”. Con Jesús cae todo prejuicio y estigma, pues Él limpia nuestro corazón y nos libra del pecado, restaurando nuestra sexualidad y convirtiéndolo en algo puro y sagrado.

La juventud está rodeada de sexo, pero no entiende el límite pureza sexual e inmoralidad sexual. El sexo lo creó Dios, pero Satanás lo utiliza para que nos alejemos de Dios y pequemos. Sin embargo, Jesús murió en la cruz para perdonar nuestros pecados y ser ese puente que nos reconcilia con Dios. Daniela Espíndola, socióloga y líder del grupo de jóvenes de Casa sobre la Roca, comenta que “estamos en unos tiempos donde el mundo llama a lo bueno malo y a lo malo bueno. Tenemos que entender que Satanás quiere robarnos, traernos vergüenza, acusación y distorsión de nuestra identidad. Adán y Eva cuando pecaron se taparon los genitales que son un símbolo que refl ejan intimidad y lo que Satanás viene a robar desde el principio es nuestra intimidad con Dios”.

¿LA IGLESIA HABLA ABIERTAMENTE SOBRE SEXUALIDAD?

Poco a poco, los ministerios juveniles de las iglesias han reconocido que vivimos en un mundo que tergiversa la sexualidad y que se debe brindar una perspectiva clara que vaya acorde con las necesidades de las nuevas generaciones. Un ejemplo de esto es el movimiento “Tabú”, grupo latinoamericano que tiene como fi n sacar a la luz temáticas no abordadas que hoy dañan a la iglesia para promover una sexualidad sana. Gabriel Bustos, uno de los organizadores, analiza tres razones por las que no se habla de sexualidad en las iglesias: “Por desconocimiento e ignorancia, hay mucha gente que no sabe que esto es un tema que invoca a la Iglesia; Por vergüenza, el hecho de que es una problemática que genera incomodidad y no saben cómo abordarlo. Y fi nalmente, porque hay muchas personas y habló del liderazgo que están involucrados, no lo abordan justamente porque se sienten de alguna manera hipócritas tratando todo esto”.

Si las familias y la iglesia no Hablan de sexo, el mundo va a hablarle a la juventud sobre la sexualidad a su manera.

Si las familias y la iglesia no hablan de sexo, el mundo va a hablarle a la juventud sobre la sexualidad a su manera. Javier García, líder del grupo de jóvenes tMt de Casa Sobre la Roca, acompañó y guío a muchos jóvenes y líderes para hablar de temas como el sexo. “El líder debe estar preparado para escuchar conversaciones complejas, debe recordar que vivimos en un mundo caído y que mientras vivamos va a haber pecado. No podemos esconder a los jóvenes del mundo, cuando lo hacemos, ellos salen corriendo y se estrellan contra el mundo”, aseguró.

LIDERAR A UNA JUVENTUD QUE QUIERE SEXO

Hablar de sexo es natural y no debería avergonzarnos. Si se tiene una visión bíblica, entenderemos cómo Dios protege y encamina nuestra sexualidad. H&C conversó con varios líderes de tMt Legado para preguntarles cómo los jóvenes pueden hablar de sexo sin tapujos.

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