5 minute read

No queremos ser una "Generación cansada"

¿Alguna vez te han dicho que deberías ser más activo por tu corta edad? O ¿qué estás muy joven para sentirte cansado? Aunque demos nuestro mejor esfuerzo, los jóvenes estamos corriendo contra el viento, poniendo nuestras energías en cosas que no nos hacen felices y dejando poco combustible para lo que sí nos gusta. ¿Por qué no cambiar nuestra forma de vivir? Estamos cansados de ser la “generación cansada”.

Si estás entre los 22 y 38 años de edad, eres parte de la denominada generación cansada. Los millenials, caracterizados por ser digitales, hiperconectados y con altas expectativas sociales y éticas, están más estresados y agotados. Esto indicó un reciente estudio del Colorado Departament of Instuctions, que señaló que “el cansancio, un estado de agotamiento que caracteriza a la generación de jóvenes adultos de hoy, tiene que ver con dos actitudes muy comunes en la actualidad: la postergación y el estrés”.

El estudio explica que el estrés, las presiones laborales y sociales, las demandas externas e internas, la hiperconectividad, las propias exigencias, son algunos factores que hacen a la juventud de hoy una generación cansada, con falta de ilusiones y esperanza. Pero, ¿cómo cambiar esto sí el mundo actual exige que los jóvenes vivamos así?

Estamos cansados porque…

Somos adictos a la tecnología

“Ocho de cada 10 millennials dicen que duermen con un teléfono celular encendido junto a la cama, listos para enviar mensajes de texto, llamadas telefónicas, correos electrónicos, canciones, noticias, videos, etc.”, informó un estudio de Pew Research. Este uso constante de la tecnología inunda a los jóvenes de información y los agota.

Trabajamos duro sin ver resultados

La cultura del ajetreo invita a los jóvenes a trabajar duro para avanzar en un mundo donde hay poca estabilidad laboral. Un sondeo realizado por la Universidad de La Salle, reveló que los jóvenes consideran que tener una profesión no les asegura una fácil vinculación laboral, dada la baja demanda laboral, la competencia alta y los salarios no son lo esperado. Por lo tanto, el intentar demostrar que sí son capaces y esforzarse al máximo cansa.

Sufrimos de ansiedad e insomnio

Un estudio de la American Psychological Association reveló que las personas entre 18 y 33 años sufren de ansiedad, además, más de la mitad señaló que se desvela todas las noches debido a sus preocupaciones. Hoy en día con la pandemia, las cifras de ansiedad han aumentado y en Colombia, uno de cada seis colombianos está presentando trastornos emocionales y de sueño, agregando desórdenes alimenticios, sedentarismo y mala alimentación.

Vivimos cumpliendo expectativas que agotan

Johana García, directora de J+25 Bogotá, grupo juvenil de Casa Sobre la Roca, explicó a H&C que “somos una generación más cansada porque somos más exigentes con nosotros mismos. Incluso,

a esta generación se le exige más. Las generaciones mayores ponen una carga adicional a las que vienen. Las expectativas laborales, sociales y económicas eran diferentes en ese momento. Antes, si tenías experiencia y conocimiento eras valioso. Hoy en día, si no tienes una especialización como mínimo, es muy difícil abrir tu camino profesional. El mercado es mucho más competitivo que años atrás. Eso hace mucho más retador para los milleanials llegar más lejos”.

Si bien las prioridades que tienen los jóvenes hoy en día son diferentes. Quieren estudiar, prepararse, viajar, apoyar a sus familias. Aun así, muchos siguen queriendo llenar las expectativas del mundo para poder lograr sus sueños. No obstante, los millenials son una generación cansada porque, como dice Juan 12:43, preferían recibir honores de los hombres más que de parte de Dios.

“El joven se sobrecarga de tareas, no hay tiempo para la relación con Dios. Tenemos falencias en las prioridades y sufrimos de una constante falta de concentración. Existe una angustia por el mañana, por formarse como profesional, con frustración por no formar una familia, tener hijos, comprar vivienda propia, y en general cumplir con los estándares sociales de la época, esto genera un terrible agotamiento físico y mental. Vivimos en una carrera constante contra el tiempo”, comparte Daniel Marín, líder de J+25, con Hechos&Crónicas. “En mi experiencia, esto a veces afecta mi relación con Dios porque al dedicarle tiempo al crecimiento personal, dejo a un lado lo espiritual. Esto me deja extenuado y crea en mí una sensación de insuficiencia y falta de tiempo”.

¿Qué busco con esto: ganarme la aprobación humana o la de Dios? ¿Piensan que procuro agradar a los demás? Si yo buscara agradar a otros, no sería siervo de Cristo. Gálatas 1:10.

Las cargas en manos de Dios para que llegue el descanso

“Somos una generación cansada porque siempre queremos hacer todo en nuestras fuerzas y no permitimos que Dios tome nuestras cargas. Nos cuesta morir a nuestra voluntad y dejar que Él obre”, reflexiona Johana García.

Aunque muchas veces nos consideramos más fuertes de lo que somos e intentamos entregar un 200%, debemos confiar en que Dios puede llevar nuestras cargas y suplir nuestras necesidades. Así mismo, nosotros también debemos saber en qué estamos invirtiendo nuestro tiempo y esfuerzo para así tener claro lo que queremos, a dónde vamos, qué debemos hacer para lograr nuestros sueños y entender cuáles sonnuestras capacidades. Pero, lo más importante, entender que estamos para cumplir el propósito de Dios en nuestra vida y no el propósito del mundo.

This article is from: