EL COMERCIO ILÍCITO Y SUS EFECTOS EN LA INDUSTRIA MANUFACTURERA

from Hans Ritz, un estratega en operaciones y soluciones empresariales

MITOS NUTRICIONALES QUE ATENTAN CONTRA LA SALUD

El sector industrial desempeña un papel fundamental en el desarrollo económico de los países al generar empleo, impulsar la innovación y contribuir al crecimiento de la economía. Sin embargo, también enfrenta desafíos significativos, como el comercio ilícito, que amenaza su integridad y viabilidad a nivel mundial. En la industria manufacturera abarca una amplia gama de actividades ilegales y nocivas: falsificación de productos, piratería, contrabando y el robo de propiedad intelectual.

La falsificación de productos es una forma común de comercio ilícito en la industria manufacturera. Los productos falsificados no solo causan pérdidas financieras significativas a las empresas legítimas, sino que también representan un riesgo para la seguridad y la salud de los consumidores. Por ejemplo, en cuanto a los repuestos para maquinaria industrial, al adquirir producto de mala calidad o sin las garantías necesarias para su funcionamiento, se corre el riesgo de arruinar el equipo; de producir poco por la necesidad de dar mantenimiento o entrar en procesos de reparación en menos tiempo de lo que un buen producto puede dar; y se promueve la producción, venta y distribución de productos que no cumplen con un estándar clave para el sector.

También el contrabando es una práctica ilegal frecuente en la industria manufacturera. Los productos fabricados ilegalmente o importados sin el pago de los aranceles correspondientes ingresan de manera clandestina a los mercados, compitiendo de forma desleal con los productos legítimos. Esto afecta directamente a las empresas que operan dentro de los límites de la ley, ya que deben enfrentar una competencia desleal y una disminución de sus ventas.

Además de las consecuencias económicas, el comercio ilícito también afecta la competitividad de las empresas legítimas en la industria manufacturera. Las empresas que operan de forma ilegal pueden ofrecer productos a precios considerablemente más bajos, debido a la evasión de impuestos y la ausencia de costos asociados a la protección de los derechos de propiedad intelectual. Esto dificulta que las empresas legítimas compitan en igualdad de condiciones, lo que puede poner en peligro su supervivencia a largo plazo.

Asimismo, el comercio ilícito tiene un impacto económico significativo en la industria manufacturera. Según estimaciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el comercio de productos falsificados y pirateados representa alrededor del 3,3% del comercio mundial, lo que equivale a billones de dólares en pérdidas para la economía global, lo que se traduce en empleos perdidos, menores ingresos fiscales y en una disminución en la inversión en innovación y desarrollo tecnológico.

Los productos falsificados y pirateados proceden de muchas economías, y China se destaca como el mayor mercado productor de ellos, los cuales es común encontrarlos en cualquier punto de venta: desde los mercados más finos, hasta los comunales. Fácilmente se encuentran objetos de lujo, así como máquinas, repuestos o bienes de consumo que influyen en la salud y la seguridad de las personas.