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Bertran Salvador-Mata
pseudociencia, y por qué es tan peligrosa. Consta de un estudio epistemológico y de un repaso por los distintos estudios científicos que permiten rechazar sin ambages las expresiones pseudocientíficas, y se ofrecen algunas hipótesis que pueden ayudar a explicar el auge de la pseudociencia hoy en día. Así mismo, se ofrece un armazón conceptual y científico para poder adentrarse en la investigación en pseudociencias.
En el segundo capítulo, firmado por Sergi Cortiñas-Rovira y Bertran Salvador-Mata, se recogen los resultados de la investigación realizadas por diversos autores asociados al grupo de investigación GRECC en los últimos años en lo que respecta a pseudociencia y sociedad en España. Nuestro enfoque a la problemática de las pseudociencias ha consistido en entender cómo se comunican las pseudociencias (o cómo se in-comunican, en el sentido de que no es una comunicación verídica sino una comunicación fundamentada en falsedades y creencias). Adicionalmente, hemos analizado la sociedad española para entender qué posturas tienen los distintos estamentos profesionales frente a la pseudociencia para probar nuestra hipótesis: la pseudociencia está íntimamente imbricada en el tejido español, y cabe emprender acciones directas para combatir esta problemática.
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En el tercer capítulo, a cargo de Sergi Cortiñas-Rovira y Bertran Salvador-Mata, se presentan los últimos resultados de investigación del grupo que permiten empezar a comprender la relación existente entre las pseudociencias y las ciencias biomédicas, que pasa por comprender y analizar los posicionamientos y actitudes de colectivos científicos como los y las profesionales sanitarios. Finalmente, Sergi Cortiñas-Rovira firma unas conclusiones que abren la puerta a investigaciones futuras y concentran los principales hallazgos del grupo GRECC en los últimos años.
Este libro pretende, por lo tanto, desenmascarar a todos aquellos discursos que se visten de científicos, o que pretenden tener aplicación en ámbitos científicos, sin contar con ninguna metodología científica, sin ninguna seguridad demostrada, y que ponen en riesgo a la población.
La verdad científica es de aplicación práctica y debe estructurarse como fundamento de una sociedad del conocimiento y de la información para aquellos aspectos donde resulta operante. Esto no viene reñido, sin embargo, con la posibilidad de creencias, metafísicas o espirituales, que ayuden a construir una imagen del ser-humano en el mundo. De hecho, muy probablemente una sociedad que, en lo pragmático se fundamente en la ciencia, incluso pueda llegar a demandar relatos complementarios para la ubicación humana en el mundo. Aun así, es importantísimo que se sepa diferenciar la vertiente humana de la creencia con la vertiente humana de la ciencia para evitar los engaños y los riesgos que inherentemente generan las pseudociencias.
Este trabajo debe, forzosamente, combatir con ahínco aquellas situaciones en las cuales expresiones no científicas –las pseudociencias o falsas ciencias- pretenden irrumpir falazmente en el ámbito de gobierno de las ciencias –desde la medicina hasta los medios de comunicación, que deben operar con el afán de perseguir una verdad objetiva 2 -. Cabe leer el presente trabajo, por lo tanto, como un intento sistemático y voluntarioso de definir, clasificar y ofrecer herramientas para combatir todas esas expresiones no científicas que alteran el funcionamiento operante de la ciencia en los campos donde esta debe ostentar una verdad objetiva y metodológica.
2 Perseguir una verdad objetiva no es equivalente a encontrarla. De hecho, la ciencia no halla la verdad, sino que se acerca a ella mediante enunciados o teorías verificables, que pueden estar sujetas a superación. Aun así, la ciencia debe buscar esa verdad, desde una metodología que reconozca su propia verificabilidad y, por ende, su posible negación o refutación en el tiempo. Alcanzar la verdad quizás no sea posible, pero caminar hacia ella es el deber de unas ciencias que pretendan aprehender una realidad fenoménica de amplia complejidad y múltiple interpretación. Las pseudociencias, en cambio, son incapaces de perseguir la verdad, afincados en el dogmatismo y en la creencia, en la respuesta emocional. La verdad no es una dirección a la que ir, sino una consecución: podría decirse que la verdad es devenir y que el estaticismo dogmático es, por tanto, la incapacidad de reconocerse verdadero.