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Participación Política de las Mujeres

En esta ocasión, Revista LEX INFORMA se complació en darle espacio a la Maestra Karla Verónica Félix Neira, Magistrada en el Tribunal Electoral del Estado de Coahuila, para llevar a cabo una interesante y fructífera charla acerca de La Participación Política de las Mujeres.

La Maestra Karla Verónica Félix Neira obtuvo su licenciatura en Derecho en la Universidad Autónoma de Coahuila; posteriormente, completó la maestría en Justicia y Derecho por la Universidad Autónoma del Noreste; se especializó en Derecho Electoral en la Escuela Judicial Electoral y obtuvo un máster en Derechos Fundamentales por la Universidad Carlos III de Madrid. Se ha dedicado a dar cursos y seminarios sobre Igualdad de Género enfocados en Representación Política. Actualmente, como ya se dijo, se desempeña como Magistrada en el Tribunal Electoral de Coahuila.

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Antes de entrar de lleno a su exposición, la maestra justificó su participación bajo la acertada premisa de que “todas las personas deben tener acceso a los espacios donde se toman las decisiones” y, puesto que, en la realidad no siempre se cumple tal garantía de derechos, a pesar de que existen diversos convenios y tratados internacionales para salvaguardar estos efectos, es, pues, menester poner el tema sobre la mesa y continuar con la divulgación y, consecuentemente, la concientización de la gente para con este respecto; tanto más porque “estas metodologías son importantes para reducir brechas de desigualdad actuales”. Históricamente, la participación política de las mujeres se ha mantenido por debajo del 50%; si bien en los últimos años se ha notado cierto avance a nivel nacional, el problema queda todavía muy lejos de ser erradicado: basta ponderar la situación que se vive en los gobiernos municipales o locales para comprobar la vigencia de esta brecha. Uno de los motivos más importantes en la agenda 20-30 para el desarrollo sostenible de la ONU es la igualdad de género. Se trata de rutas establecidas por múltiples países encaminadas a disminuir la injusticia que se vive en el ámbito, esto impulsando la participación de las mujeres en la política. Pero, se pregunta la maestra, ¿por qué es esto necesario, si tales derechos están ya reconocidos en los tratados internacionales, incluso ratificados por Latinoamérica con legislaciones establecidas? La respuesta es que alrededor del mundo y de la historia han existido diferentes concepciones sobre la democracia: la manera de concebirla actualmente dista mucho de la antigua, y hemos de recalcar que el cambio ha sido paulatino y, como está tan arraigado a la cultura, se entiende por qué es imposible superarlo limitándonos a aplicar reformas a la ley. A partir de este momento, la maestra se dedicó a hacer un recorrido por la historia de la lucha feminista en busca de voz política, abarcando desde el demos griego (que solo contemplaba a los varones terratenientes, excluyendo a esclavos, extranjeros y, claro, mujeres); pasando por la primera ola del feminismo que tuvo lugar durante la Ilustración, desarticulando por primera vez prejuicios políticos y 10 @revistaLEXINFORMA

Magistrada en el Tribunal Electoral del Estado de Coahuila

sociales de su tiempo; la segunda, en que comienzan los actos políticos de las mujeres organizadas y acciones colectivas organizadas exigiendo el derecho a votar y ser votadas; así hasta llegar a la Declaración de Sentimientos de Seneca Falls, acción colectiva de hombres y mujeres en Nueva York. A partir de entonces, muchos países legislan sobre el derecho a votar y ser votadas, comenzando por Europa (en Latinoamérica, cabe mencionar, Ecuador fue el primero).

Es hasta 1953 cuando se reconocen en México los derechos del voto a la mujer, a pesar de varios intentos previos.

En general, concluye la maestra, la lucha ha sido una carrera de obstáculos. Como no siempre se han cumplido en la práctica los derechos otorgados en teoría, han surgido muchas convenciones enfocadas exclusivamente a tratar sobre los derechos políticos de las mujeres.

En México se combatió al problema primero con las llamadas “cuotas”: medidas temporales para efecto de equilibrar el panorama para que hombres y mujeres lleguen a cargos públicos. Comenzando a partir de 1996, primero se impuso una diferencia de porcentajes del 30 ante el 70 por ciento de presencia política; más tarde, de 40 ante 60 y, finalmente, en 2012, se llega por fin al concepto de paridad.

Pero en 2014 surge un nuevo paradigma: no hay ya más cuotas sino un principio de paridad propiamente dicho que imponía la obligación de garantizar igualdad sustantiva, además de la obligación política de postular candidatos mujeres. En 2019 se aplica una reforma de paridad absoluta: no sólo a cargos de elección popular sino en cualquier los cargos de todos los niveles de gobierno en ejercicio de poder público.

Es claro que el aumento en participación de mujeres traería un consecuente aumento en la visibilización de los casos de violencia política porque, en realidad, México, como todos los demás países seguramente, tiene, en voz de la maestra, “resistencias”.

En otras palabras, aunque estas acciones legislativas han tenido efectividad, no significa que las condiciones de competencia hayan llegado a ser parejas o iguales; mucho menos que las dinámicas internas de los órganos de representación se modifiquen inmediatamente por la llegada de las mujeres al poder. Hay aún múltiples sesgos de género.

La meta es que no sólo lleguen mujeres, sino que lleguen con las mismas posibilidades a ejercer el poder. La Maestra Karla Verónica Félix Neira explica que la educación a largo plazo debe ser la base para que el contexto sociocultural del país cambie. En cuanto a las acciones inmediatas que deben ser tomadas en cuenta, propone la concientización pública a través de difusión y programas.

La importancia de todo esto radica en que, cuando hay diversificación en la toma de decisiones, es más probable que los intereses que llegan a los órganos del poder, que luego son traducidos en políticas públicas, representen a más personas y no sólo a un grupo en demérito de los otros.

Entre otras cosas, quedó claro en la conferencia la idea de que los grupos agraviados tienen mayor interés en que se enmienden las problemáticas que los afectan directamente; de modo que, en otras palabras, las mujeres podrían impulsar políticas que los hombres no han considerado por el bien de la población en general.

Otro argumento que presentó la maestra es que las brechas que afectan a las mujeres suponen una pérdida del 14% del producto interno bruto en América Latino, según cifras. Es decir, de existir mayor equidad, podría usarse mejor el capital humano y aumentar así las posibilidades de desarrollo de la sociedad en general.

Para concluir, volvió a hacer énfasis en que la democracia paritaria contribuye a un mayor desarrollo integral de la sociedad. Garantizar espacios equitativos no resta poder a nadie, sino que empodera a todos como sociedad.

Es así como concluyó una entrega más en nuestro medio informativo. La Maestra Karla Verónica Félix Neira agradeció a nuestro Director y Fundador, el Lic. René Castelán Olguín, por el espacio brindado. Si deseas ver la charla completa, puedes consultarla en nuestra página de Facebook.

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