JOSÉ ROSAs RIBEYRO. La resurrección de Sixto................................................................................................ [págs. 60-65] eloy jáuregui. Sin pelos en la lengua...................................................................................................................... [págs. 46-47] NN FOTÓGRAFOS. Fotorreportaje Ballet Amarte ............................................................................................. [págs. 39-43]
revista
05 año 2013
INFORME: WALTER ALVA, EL PATRÓN DE LA ARQUEOLOGÍA
Precio: S/. 10.00
ENTREVISTA: MINISTRO DE CULTURA LUIS PEIRANO
La cultura no es un chiste “Mantener el Gran Teatro Nacional cuesta 8 millones de soles al año... ”
Sumario
06 14 18 24 30 48 52 56 66 70
editorial
Fotografía: Entrevista a Herman Schwarz Música: Entrevista al grupo Uchpa Rodolfo Ybarra: Un ángel de Pasolini en Tacora. Cine: Haneke y el amor en el acoso de la vida. Alexis Iparraguirre: La literatura de Yuri Herrera.
EN PORTADA, eL CINeASTA JORGe VIGNATI, UNA vIDA De PeLÍCULA.
Walter Alva, el Patrón de la arqueología. Pintura: Entrevista a Carla Chávez Keller. Literatura: Kjell Askildsen “El lado oscuro de la vida”. Literatura: Martín Kohan “El escritor de los bares”
El último semestre del 2013 ha sido lamentable para el patrimonio cultural, pues casos como la destrucción de la Hacienda San Agustín Puruchuco muestran una inexplicable indolencia de parte del Ejecutivo, más aún si tomamos en cuenta los efectos que, sobre los bienes culturales del Perú, producirá el último DS-054 PCM. Felizmente la sociedad civil, consciente del valor y significado del legado histórico ha sabido sostener la batalla a través de diversas asociaciones, colectivos e instituciones como ICOMOS Perú, ente otras. Paradójicamente el Ministerio de Cultura hace unos días emitió el nuevo ROF (Reglamento de Organización y Funciones) volviendo así al modelo del antiguo INC. Actualmente solo conocemos algunos casos de atentado contra el patrimonio cultural, pero ¿Cuántos casos más existirán que no se denuncian en el Perú?
Moda: Entrevista al diseñador Cristhyan Jaramillo.
El Director
Encuéntranos como Revista Lima Gris
Director Edwin A. Cavello Limas. Consejo Editorial Hugo Salazar Chuquimango. Luis Chávez A. Gabriel Rimachi Sialer. Edwin A. Cavello Limas. Helen Hesse. Diseño y Diagramación Jorge Senisse Sáenz. Jorge Fernandez. Retoque fotográfico Jorge Fernandez. 4> Lima Gris
Foto de portada Carla Santillán. Redactores Omar Críspin. Rodolfo Ybarra. José Rosas Ribeyro. Abel Salazar. Elizabet Chapilliquen Luis Humberto Moreno. Rufus T. Firefly. Diego Alonso García. Alexis Iparraguirre. Eloy Jáuregui. Orlando Mazeyra G. John Martínez Gonzales.
¿Quieres publicar un libro?
Guillermo Toro –Lira. César Alberto Sánchez. Miguel Vidal. Fotógrafos Jork Anderson Zavala. Alfredo Benalcazar. Hugo Enrique Alejos. Luis Pizarro. Carla Santillán. Pamela Soria. Roberto Garcés. Dante Escalante. Nadia Cruz. Erick Cuichap. Jorge Verástegui.
Susana del Castillo. Corrector de estilo Luis Chávez. Humorista e ilustrador José Jhoel Mamani. Diseño Web Marco Alegría. Diseño Gráfico Web Marco Angulo Portocarrero. Suscripción suscripcion@limagris. com
lanzallamas@limagris.com Tel.: 999 772 686 RPC: 997 928 015
Publicidad prensa@limagris.com Teléfono 997928015 Depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nro. 2011-0848 Impreso en los talleres Gráficos de Lima Gris. Grupo Editorial Lima Gris S.A.C. Res. Torre de Barranco, Av. Lima 270, Of. 106 - 4B
Grupo Editorial Lima Gris S.A.C.
fotografía
HERMAN SCHWARZ
“El arte conceptual en gran medida es una metida de dedo fantástica” ENTREVISTA Y FOTOS CÉsar ALBerto SÁncHeZ
Herman Schwarz estudió en Bellas Artes, pero su vida la dedicó a la fotografía. Por su lente ha desfilado la cultura nacional e internacional del siglo pasado. Conoció a Borges en una aventura periodística en Argentina y fue amigo del gran pintor Victor Humareda. En esta entrevista no se calla nada, nos habla sobre la fotografía y el arte actual.
H
erman me ha citado, en su casa al mediodía. Llego con unos minutos de retraso. Al llegar me recibe y atravesamos un pequeño jardín mientras pregunta por la revista. Ingreso a la sala y un aura vibrante y cálida me conmueve. Imagino, como si los recordara, a todos los personajes que estrecharon la amistad en su interior. Una escalera alta y empinada me lleva al segundo nivel de la casa. Hay cuadros, fotografías y adornos por doquier. Herman me guía a su oficina que es una especie de gran biblioteca, de museo. Reconozco algunos libros, algunas imágenes. Nos sentamos frente a frente en una pequeña mesa redonda vestida con un mantel rojo. Parece que nos fuéramos a leer las manos y sí, de eso se trata: de revelar aquello que está oculto en las certezas. Herman, he visto tu fotografía de luchas sociales y políticas, por lo tanto me interesaría ingresar a esta entrevista desde esa otra violencia cotidiana, como la perpetrada contra el fotoperiodista Luis Choy. Le tocó a un miembro de la familia del periodismo, un chico joven, a él no lo conocí. Conocí su trabajo, sus fotografías en El Comercio. Es uno de
6> Lima Gris
los que cubre con mucha valentía el desalojo en la parada. Tengo entendido que él estaba comprometido con varios ensayos a profundidad. Él ha sido miembro de una generación de fotógrafos jóvenes que han tomado la fotografía como un lenguaje propio. Yo creo que de alguna manera al buscar la consciencia a través de la imagen, la conciencia de una realidad violenta, cruda, de alguna manera se trata de hacer reflexionar a la realidad de aquello. La muerte de este joven ha conmovido a todos, sobre todo quienes hemos estado metidos y a quienes están metidos en fotoperiodismo porque es una muerte absurda y además inexplicable, porque ha sido objeto aparentemente de un reglaje y de un ajuste de cuentas. Todo apunta a que es un asesinato a pedido, no le robaron el carro, el equipo, que es lo que primero que yo pensé, que lo habían seguido por el equipo y por arrebatárselo lo habían matado. Es una pena que un chico con una voz tan clara, tan bien dirigida haya sido callado de esa manera. ¿Crees que es una alerta para todos los fotoperiodistas que tienen que denunciar cosas tan complicadas a riesgo de su propia vida? El fotoperiodista sabe que tiene que andar con julio>7
fotografía
c SCHWARZ eN SU eSTUDIO, eNTRe LIBROS Y SU ARCHIvO FOTOGRÁFICO.
8> Lima Gris
cuidado. Tiene encima varios miles de dólares que los arriesga en cada comisión. Muchas veces estos equipos si se estropean la mayoría de empresas periodísticas no te los reponen. Yo he hecho fotoperiodismo a fines de los 70 y en esa época tenías que andar con cuidado. Hoy con mayor razón y motivo tienes que andar con cuidado. En los 70 había cierto respeto del lumpen con el fotógrafo. El fotógrafo de planta era de clase media, clase media baja. Mucha gente de condición humilde entraba a hacer fotoperiodismo y estaba trabajando en la calle. Los choros sabían que era de prensa y no se metían con ellos. Eso se acabó. Uno tiene que andar ahora con mucho cuidado. ¿Cómo pasas de la fotografía analógica a la digital? A mí me costó mucho entrar a la fotografía. Si bien la imagen es la imagen y realmente no importa mucho el formato con que la hacen, yo sí le tengo un especial cariño al trabajo de laboratorio. Por un lado se pierde algo que me gusta mucho que es el borde del marco del negativo de la foto. Tal vez es una deformación porque yo he hecho artes plásticas y he hecho grabado. El grabado contempla que
tú imprimes todo, no lo que más te gusta; tú no editas tu grabado. Mis fotos siempre tienen todo el marco. Inclusive ves el final del negativo; lo que tú ves y tomas, es lo que va a salir. Prefiero analógico y prefiero blanco y negro. Me parece trampa pasar las imágenes digitales de color a blanco y negro. O las tomas en color, o las tomas en blanco y negro. De repente porque eres artista, provienes de Bellas Artes, donde hay una especie de purismo… Sí, hay algo de eso; una cojudez mía que me impide salir con las mismas ganas afuera. ¿Crees que la realidad actual necesita de la velocidad de la imagen digital? No. Yo creo que lo digital ayuda mucho en esta rapidez, en este proceso de velocidad; en la parte de pre-prensa es mucho más rápido el proceso; sin embargo, la imagen va por otro lado: la imagen va por la conciencia del fotógrafo. La imagen siempre va a depender del ojo que mira. Camino a tu casa he visto un auto lleno de maderas que se cayeron en plena Panamericana, y un señor lanzando cartones de un quinto piso. ¿Crees que Lima provee muchas más
imágenes comparada con otras ciudades? El tema digamos, claro. Antes uno veía a un borrachito sentado en una esquina; era otro tipo de realidad. Hoy día estamos llegando a la inseguridad, la ausencia policial. Ya no es novedad que los taxis y microbuses se pasen la luz roja. Si te puedes salir con la tuya, lo vas a hacer. Hay un irrespeto que se está generalizando y es peligroso. En la inauguración del MAC (Museo de Arte Contemporáneo) he visto algunas fotografías de gente común y corriente de zonas populares de Lima y del Perú realizando sus actividades cotidianas. Escenas comunes, digamos. Sí. ¿Por qué crees que se representa solo de clases “populares”? Hace como diez años una fotógrafa hizo una exposición que a mí me pareció vergonzosa. La propuesta era traer una familia de Huancayo por ejemplo, hacerla vestir con sus trajes típicos y llevarlas al Teatro Municipal del Lima. O sea, ese contraste de estos personajes de una zona vestidos de una forma que no tiene que ver nada con el oropel de este teatro republicano. A mí me hubiera interesado más ver a la familia Aliaga, o a la familia Álvarez Calderón, o a los Miró Quesada vestidos de frac en una feria huancaína. Eso hubiera sido más interesante. Lo otro es una manipulación grotesca e inescrupulosa que da como resultado una visión racista del Perú. En la fotografía artística que está entrando en las galerías, que no es para nada mi campo, hay mucho racismo. Fotografiar a las clases populares y trabajar las imágenes en Photoshop, desaturarlas y ponerle colores pasteles, me parece un maquillaje que la hace comercial. Estas son producciones y eso es lo que a mí menos me interesa de la fotografía: fabricar la imagen antes de tomarla. Para mí no tiene ningún interés. No me conmueve. Le quieren poner a la prepo la categoría de arte solo porque la cuelgan en una galería. ¿Cuál es la cultura visual del Perú? Si vamos últimos en saber leer y escribir, ¿podremos interpretar imágenes? Antes de aprender a leer ya estamos viendo imágenes y hoy por hoy las imágenes están en las calles, los paraderos, los micros, la televisión, los periódicos. Consumimos muchas imágenes. De un tiempo a esta parte el lenguaje que usa la publicidad ha tomado mucho de la fotografía documental para hacerse creíble. Por ejemplo las foto-
grafías que Benetton toma para hacer publicidad: SIDA, crímenes, guerra. ¿Existe un empobrecimiento de la imagen fotoperiodística a partir de ese tipo de producciones? El fotoperiodista no puede manipular la imagen, debe intervenir lo menos posible. El fotógrafo actual pasa por un entrenamiento y tiene una educación que le ha costado varios miles de dólares: universidad, equipos, experimentos, etcétera, y siempre está pensando en el book. Ese es uno de los primeros problemas que yo tuve con esta generación de chicos que salían de las universidades e institutos; todos estaban buscando la foto espectacular. Me borraban todo lo que a mí me interesaba: la marcha, el grito, etcétera, y se interesaban más en la candelita, el chongo, la patada, la tombería y yo tenía menos opciones de poner algo que no le pareciera al fotógrafo que pudiera lucirse. Yo les decía que no estaban trabajando para su book del Centro de la Imagen. Tú estás haciendo fotoperiodismo, estás dando información. Ese protagonismo que hoy se debe un poco al crédito, a la juventud, y a esta pretensión de volverte artista de la noche a la mañana o de tener fotografías espectaculares todos los días no se da. No es así. El periodismo es otra cosa. El periodismo es básicamente información, y una buena foto es la que te da información que no te la puede dar el redactor. He conocido el proyecto de NNfotógrafos y lo que más me ha sorprendido de Miguel Mejía y Martín Pauca es que siempre pregonan la ética de la imagen documental. ¿Es el fotoperiodismo la clase de fotografía que más se preocupa por la ética? Siempre hay pioneros. Por ejemplo Richard Avedon, que fue un fotógrafo de modas, como lo fue Man Ray, Brassaï, entre muchos otros fotógrafos que son conocidos como artistas, podía tener una sesión comercial para hacer un retrato pero te tomaba 500 fotos y te cansaba, y una vez que bajabas la guardia, esa foto es la que quedaba para él. En la foto de Marilyn Monroe de Richard Avedon, ves a una mujer triste, apagada, que no te explica pero entiendes el suicidio a través de esa imagen. Eso pasó con las fotos que yo le he hecho a Humareda, que son el hombre posando. Humareda era un hombre acostumbrado a que sus modelos posen. Alguien frente al bastidor, posa. Cuando está pensando en pintar a un arlequín lo hace posar, es un personaje posando. Muchas veces
“Una buena foto te da información que no te puede dar el redactor. ”
julio>9
fotografía él se miraba al espejo y son esas las poses que su personaje adopta. Cuando yo le pongo la cámara adelante lo que él hace es posar; hace sus giros, encrispa las manos, pero también baja la guardia, entonces yo empiezo a fotografiarlo de tal manera y tan seguido que ya no me hace caso, es él nomás. Lo que pasa con Humareda es que yo lo empiezo a fotografiar en el año 82, y en el 83 le detectan cáncer y me pide que lo acompañe a sus consultas, entonces la cámara empieza a quedar de lado. Parte del año 84, con su deterioro físico, ya no lo fotografío más. Del 85 al 86 no tengo imágenes de él. ¿Por qué no lo fotografiabas? Porque le ponen una cánula que se ensuciaba con sangre, baba; había que limpiarlo cotidianamente, empieza a adelgazar, y el personaje que yo quería perpetuar, pues lo admiraba y respetaba mucho (estudié en Bellas Artes, sabía quién era Humareda antes de pensar en ser fotógrafo) era al hombre y al artista. ¿Quién pone los límites? ¿Uno mismo como fotógrafo? Uno mismo. Hay que meterse en el tema, pero a veces uno se involucra demasiado. Eso me pasó con Humareda. Ese respeto lo llevé al límite. Dejé la cámara. Dije: ya lo tengo a Humareda como quería y no me interesa graficar su deterioro. ¿Humareda es el artista con quien más te has involucrado? Tengo muchos amigos artistas. He hecho un trabajo similar con David Herskowitz, a Kike Polanco lo veo seguido y también lo fotografío. A Quintanilla también lo veo cuando viene a Lima. Somos muy amigos. Me interesa mucho el hombre que se enfrenta al papel en blanco, a la tela en blanco; el creador. Y el proceso es interesante; me interesa cómo empiezan un cuadro, cómo lo van desarrollando, y me parece un privilegio presenciarlo. ¿Cómo fue el encuentro con Borges? Fue un viaje que hicimos con un amigo muy querido, Edgar O’Hara, a Chile y Argentina para realizar una serie de entrevistas. Nosotros trabajábamos en la revista Marka, que en diciembre del año 82 se separa de lo que es el diario Marka, puesto que el proyecto de la revista es mucho más antiguo que el diario. Llaman a César Hildebrandt para que la dirija. Con el chato hubo una demora, y con Edgar dijimos: ‘Mira, esta revista no sale
hasta marzo’, y nos fuimos a fines de diciembre, creo, comienzos de enero, por un mes a hacer este periplo: a Santiago y a Buenos Aires. Cuando llegamos a Buenos Aires (a Edgar lo conoce medio mundo, yo tengo las anécdotas más extrañas de gente que lo reconoce en plena calle), estábamos caminando por Corrientes y un pata que venía (a Edgar le dicen El ‘Huevo’O’Hara) le grita a una cuadra de distancia: ‘¡Huevo!’. Nos encontramos y era un pata de la Católica de Edgar y dijo: ‘Oye, ¿qué haces acá en Buenos Aires?’, ‘Acá estamos buscando entrevistas’, ‘Mira tú, estoy trabajando mi tesis con Borges y está con unas ganas de hablar locas; está dejándose entrevistar por medio mundo’, ‘Danos sus datos’. Al día siguiente nos fuimos a un bar en una esquina que se llama el Bar Callao, a desayunar. De ahí agarramos un teléfono público y llamamos a Borges. Edgar le dice que llamaba de parte de Mario Vargas Llosa, al cual conocía Edgar, pero fue solo para lograr hablar con él. ‘¿Qué desea?’, una señora nos contesta, ‘Queremos entrevistar al señor Borges’, ‘Ahorita está siendo entrevistado por una periodista danesa, vénganse en unos 45 minutos’. Nos recibió muy amable, estuvimos como una hora conversando con él. Creo que le hice un par de rollos en aquella ocasión. En ese viaje entrevistamos a Fontanarrosa, a Nicanor Parra, a Menotti, Óscar Hahn, Enrique Lynch. Sábato no quiso entrevistas, con él hubo una sesión de fotos y conversamos. Logramos algunas cosas interesantes en un viaje que salió a la diabla; nos fuimos para allá y a tocar puertas. No haces retratos en estudio, según he visto. No, allí en su sitio, donde estén. Tampoco utilizas iluminación artificial. No, no me gusta el flash. Lo he usado, pero trato de evitarlo. ¿Cómo hacías para elegir a quién fotografiar? Este proyecto era conjunto con Edgar. Habíamos hecho una serie de entrevistas acá: Westphalen, Blanca Varela, Toño Cisneros, a Belli, Sologuren; la Generación del 50, y a unos del 60. Queríamos hacerlo más grande, el proyecto era más ambicioso. Chile y Argentina completaban este panorama de la poesía latinoamericana. Hicimos una lista larga. Entrevistamos a una gran cantidad de gente pero solo salieron unas cuantas. ¿Sigues con ese ritmo de buscar personajes
“Lo que pasa con Humareda es que yo lo empiezo a fotografiar en el año 82 y en el 83 le detectan el cáncer y me pide que lo acompañe a sus consultas.” 10> Lima Gris
actuales? No. Con estos personajes que yo fotografiaba – puede sonar medio pretensioso–, quería hacer retratos memorables. No importaba cuántos rollos necesitara, quería tener una imagen que marque época. Yo vengo de la escuela de ver las fotos de Baldomero Pestana a los intelectuales peruanos; ver algunas fotos del Chino Domínguez, de Alicia Benavides, claro, sin hablar de Cartier Bresson, Man Ray; esta tradición de un retrato que te diga algo del personaje. De un tiempo a esta parte he encontrado que hay muchas de estas imágenes que están ahí, pero están olvidadas; se han perdido en el tiempo, a nadie le importa, entonces me he interesado por la recuperación de archivos. He trabajado el archivo Chambi en su etapa de fotoperiodista. He trabajado el ojo fotoperiodístico, noticioso, reporteril, del estudio Courret: el Combate de 2 de mayo, las Islas Guaneras, la Guerra con Chile; la historia en imágenes. Y por cuestiones del destino he terminado enseñando Historia de la Fotografía en el Centro de la Imagen. Estoy trabajando con una empresa editora de libros de historia: de la electricidad, del petróleo; de algunas instituciones: la Alianza Francesa, el
ICPNA, buscándole su historia en imágenes, documentos. Eso me emociona mucho, como antes me emocionaba fotografiar un personaje. Cosa que también hago pero en menor cantidad. ¿Hay aún personajes interesantes por fotografiar en el Perú? Sí, por supuesto. Los personajes están ahí, pero la gente se acuerda de ellos cuando se mueren, hay que recordarlos cuando están vivos, hay que respetarlos cuando están vivos, hay que buscarlos cuando están vivos, no me jodan. Hay cientos de personajes que vale la pena registrar. Yo creo que esa necesidad de rescatar archivos responde a la misma necesidad de rescatar a estos personajes que yo sentía que no eran bien recordados, o que no eran tratados con respeto, con dignidad. Por ejemplo, las fotos que yo conocía de Humareda, salvo las del Chino Domínguez que fueron las que más me impactaron, eran muy malas. Humareda era un personaje nocturno. Los reporteros que hacían las notas, las hacían en su hotel y de noche. El fotógrafo llegaba, tomaba la foto y se iba. A la generación que me antecedía no le interesaba la cultura. El tema cultural estaba aban-
c ARCHIvO De SCHWARZ: HUMAReDA BAILANDO AL COSTADO DeL PUeNTe De LOS SUSPIROS, eN BARRANCO.
julio>11
fotografía
donado. No les interesaba el personaje; no lo leían, menos iban a exposiciones. La foto que tú ves de Humareda sentado en su cuarto, tomada con flash, casi no encuentras al personaje porque es tal el desorden que hay y está todo iluminado con la misma intensidad; es una foto totalmente plana y sucia, pues está llena de elementos que te distraen. Ese cuidado que sí lo tenían con los personajes políticos o las vedettes (porque ahí sí se esmeraban mis compadres), pero no lo hacían con los personajes de la cultura porque no los entendían o les eran totalmente ajenos. Y las imágenes que ahora más se valoran son de los personajes de la cultura. En tu muestra ‘Al ras del suelo’ las más relevantes y vistas fueron las fotografías de la cultura: es12> Lima Gris
critores, pintores, músicos, etcétera, y que en esos tiempos fueron los menos fotografiados y de los fotografiados los menos interesantes. Exacto. La cultura no le interesaba a nadie, menos a los fotógrafos. Ahora sí, los chicos leen, estudian; el nivel cultural del reportero gráfico es cien veces mayor. ¿Cómo ves la cultura actual comparándola con la del siglo XX en cuestión de industrias, el trabajo artístico, la cantidad de artistas, de exposiciones, el espacio, el mercado? A mí me tiene medio perdido. A mí me gusta la pintura, el dibujo, la escultura, cosas muy concretas, digamos. En la pintura me interesa el color, el dibujo, en la fotografía la realidad; termino siendo muy conservador. Me gustan algunas instalaciones, no todas las que veo. El arte conceptual en gran medida es una metida de dedo fantástica. Trata de privilegiar la inteligencia (la inteligencia con audacia), pero muchas veces son resultados muy mediocres. Me interesa mucho el trabajo de Runcie Tanaka, de Ricardo Ponce. El trabajo de Polanco me fascina. Pero estas cosas que son una mezcla que no sabes si es pintura o es fotografía, o las instalaciones que pretenden decir mucho pero que en realidad no dicen nada. La verdad es que voy a una galería de arte y no sé qué estoy viendo. Estos géneros que antes existían ya no existen; las barreras se han terminado y mucha de las cosas que veo en las galerías no me interesan. ¿Cuál es el destino de la fotografía a través de la pintura actual? Como te decía: la fotografía documental ha sido tomada por la publicidad. Ahora es todo una mescolanza. La misma fotografía comercial pasa a la galería de arte automáticamente. ¿A qué personaje no llegaste a fotografiar y te hubiera gustado? Ufff. Me hubiera gustado fotografiar a Basadre. Él estaba vivo cuando empecé a hacer periodismo, incluso buscaba que lo entrevisten pero por alguna razón no sucedió. Me hubiera gustado también fotografiar a Chabuca Granda. Llegué tarde a Velasco. Cuando regresé al Perú ya había muerto. ¿Qué opinas de la cultura visual limeña? Siempre se habla de esta Lima mestiza, de esta Lima achichada. Creo que eso está de moda. He visto el otro día la muestra de este joven que hacía los afiches chicha: Elliot Túpac. Simpáticas las cosas que vi. Es parte de nuestra educación visual cotidiana desde hace 30 años. Siempre me llamaron la atención esos carteles que de alguna manera los quieren asimilar las galerías. Siempre alguien quiere beneficiarse de estas cosas, como Cherman con los personajes populares peruanos que los trabaja un
poco a lo afiche y que tiene un éxito tremendo. Me interesa que involucren en las artes plásticas elementos de la ciudad. Están haciendo lo que hacía Warhol hace 50 años. La fotografía también está en ese plan. Es como un ejercicio: todos los fotógrafos en verano se van a Aguadulce, el Día de los Muertos a San Juan de Lurigancho, a los cementerios clandestinos; en fin, son temas que terminan manoseando mucho y cada día los fotógrafos son más y van a ser más quienes se involucren en estos temas. Recién estamos haciendo pop en el Perú ¿hay creatividad? Es un tipo de arte con el cual uno se identifica, es más claro el mensaje, lo entiendes rápidamente. No es un arte muy sofisticado, no es muy erudito, lo captas al toque. Me parece que va a ser de una existencia efímera. El tiempo lo decanta todo. Y va a ser más efímero sobre todo porque está ligado a la cuestión comercial. El mercado en algún momento dirá: ‘Estamos cansados de estos temas, vamos a ver qué más hay’. Ah, sin duda, eso pasa con la moda. Decía Avedon: ‘Lo único que pasa de moda es la moda’. Los artistas en general lo pasan muy mal, se entienden una generación después. Estos que se entienden ahí mismo y tienen éxito comercial lo van a pasar muy bien, sí, pero si su trabajo va a perdurar o no, se verá después. Se dice que estos trabajos están sostenidos por la sociología y la antropología actual; es más, algunos postulan que este trabajo se hace solo para legitimar discursos sociales. ¿Eso también se hace con la fotografía? Sí, también, claro. Es paradójico ver en una casa, en eisha, a una mamacha en una sala bien bacán, bien jet set, cuando no les permiten entrar a las playas. Y sí, lo que siempre cuenta Alberto Quintanilla: cuando él llegó a París, en el año 60, París estaba lleno de peruanos que se creían parientes de los incas y todos eran blancos. Este discurso del peruano con éxito económico, que son cosas pasajeras, pero que uno cree que van a ser para siempre, perpetuas, hace que la gente tenga cierta conciencia del país; el simple hecho de hacerte tu casa ya no en Miami sino en las costas del Perú es significativo. Este mirar un poco atrás, hacia adentro, no solamente tus paisajes, tus comidas, tus ruinas arqueológicas, sino a la gente, es fashion, está de moda. Entonces, tener tu Miguel Grau de Cherman se ve bien bacán en tu sala, con tu Szyszlo, o claro, tu Bendayán: tus cholas amazónicas bañándose en un río, qué se yo. No obstante no se ha descentralizado la cultura ni el comercio del arte en el Perú. Si bien hay quienes
como Bendayán vienen de la Selva, Lima sigue siendo el mercado para todos. Ah, sin duda. Es que el comercio del arte siempre va a ser elitista. Muchos provincianos pueden ser un boom pero van a vender aquí en Lima. Si hay galerías de arte en Cusco, van a vender acuarelistas de Machu Picchu. Pero pasa en otros países, al lado nada más. La descentralización Argentina con Mendoza, Medellín en Colombia. En el Perú aún parece que esta descentralización sigue centralizada en Lima. Claro, pero siempre en provincia son menos los que coleccionan arte. Aquí están apareciendo muchos jóvenes empresarios que están coleccionando y están comprando bastante. ¿Cuáles son las imágenes actuales que te evoca Lima? La Lima cuadrada, el centro de Lima. Sus callecitas, los balcones coloniales de madera, las columnas de mármol de las construcciones republicanas; esa mescolanza me sigue llamando mucho la atención. Lo que yo siento en Lima es la gente que ha caminado por aquí. Me imagino los personajes que pasaron por el estudio de Courret, por ejemplo, con estos desagües a media calle. ¿Y la Lima moderna? El caos vehicular. La agresión. La cantidad desmedida de taxis que hay. La agresividad de los micros, la falta de respeto a todo: a las reglas de tránsito, a las personas, a las personas mayores que cruzan las pistas, a la gente que usa los servicios públicos de transporte, esta gente que grita dentro de los micros. Hay mucha violencia visual, mucha agresión gratuita. ¿Qué mensaje les darías a los fotoperiodistas actuales? Que dejen el Photoshop para la pre-prensa y que no manipulen la realidad. Lo que yo siempre les digo a los chicos es que sean honestos con lo que hacen y testigos de lo que está pasando; que no sean protagonistas. Es el problema hoy en día, todo el mundo quiere ser la estrella. Ese perfil bajo que debe mantener el reportero gráfico ya se perdió. Todo el mundo quiere ser Musuk Nolte o Mario Testino; quieren salir en Cosas, en Circo Beat. (Risas). Muchas gracias, Herman, ha sido una entrevista de vida, una clase particular. Gracias a ti. PD: Herman Schwarz actualmente trabaja en la investigación y recuperación de piezas que sirvieron como sellos para los grabados que retrataban los tipos y costumbres peruanos en el siglo XIX.
.
julio>13
música
UCHPA
FREDY ORTIZ
“Me hice policía en plena época del terrorismo” FOTOGRAFÍA ALFREDO BENALCAZAR
C
on más de veinte años de trayectoria musical y una sencilla pero contundente melodía, los Uchpa tienen unas mezclas de lo más inverosímiles. “Considero al folklor del Perú profundo el más rico para fusionar, el huayno tiene una variedad de sub géneros, Uchpa ha fusionado blues
14> Lima Gris
con qarawi, huaylillas con rock psicodélico a lo Heindrix, y el turil con un rock tipo DeepPurple”. Nos comenta Fredy Ortiz, líder de la banda, un ex policía Ocobambino que un buen día dejo el uniforme y sus largas caminatas en la puna para dedicarse a su verdadera pasión: La música. Le sigue Marcos Maizel, primera guitarra y el encargado de
la parte rockera de la banda. En esta entrevista los Uchpa hablan fuerte y claro. ¿Cómo surge la idea de hacer esa fusión de rock tan alucinante? Fredy Ortiz: Me hice policía en plena época de terrorismo, y el primer día que me gradué me mandaron a la zona de emergencia donde estuve por seis años. Y nunca me voy a olvidar que ese primer día de trabajo éramos como mil policías, mataron a ocho de mi promoción, y así diariamente. Yo me decía en cualquier momento me tocará. Así que te imaginarás que no fue fácil, pero la música siempre fue mi fiel compañera, y te puedo asegurar que he sido el único policía que andaba por las punas con mi maleta llena de casetes, con un minicomponente al hombro y mi fusil escuchando a Bob Dylan, Cat Stevens,Cross Stitch y Jimmy Hendrix. Todos mis compañeros me decían “qué haces escuchando huevadas”. ¿Pero eran tus breves momentos de felicidad, no? Fredy Ortiz: Mis momentos de felicidad se daban cada vez que me mandaban a trabajar a un lugar donde hubiera luz eléctrica. Para mí era lo máximo porque me juntaba con los que sabían de música del lugar. En los andes siempre hay rockeritos que les gusta la música de los 70s y el blues. Nos juntábamos dos o tres y le poníamos guitarra, entonces como nadie sabía inglés le pusimos quechua, y en quechua quedaba bonito y quedó. Y así nació Uchpa, qué significa… Fredy Ortiz: Uchpa significa Ceniza, y es que en los tiempos de terrorismo había violencia, no voy a especificar de quién contra quién, pero al final de este enfrentamiento solo quedaban cenizas. ¿Creo que para todos nos quedó claro que fueron los terroristas, no? Fredy Ortiz: Como serrano y quechua hablante, el 70% de los afectados por el terrorismo en el Perú fueron los quechua hablantes y, más aún de mi zona. Por ejemplo, cuando yo trabajaba como policía mis colegas eran de diferentes sitios, había huachanos, limeños, chinchanos, de 1.85 o de 1.90 cm, en cambio el campesino mide 1.60 para abajo, entonces una patada de esta gente en el cuello dolía. Abuso de autoridad… Fredy Ortiz: Eso estaba claro, entonces como quechua hablante yo piteaba, un día me pusieron la chapa de “terruco” porque como yo he crecido en esa sociedad, me dolía. Es como si a la amiga de tu barrio le metieran un patadón en la cara, entonces tú vas a pitear porque somos un país multicultural
y justo a mi cultura le tocó ese abuso. Pero como policía también fuiste afectado… Fredy Ortiz: Yo he sido afectado por todos lados, ya no digo si por atrás o por adelante (risas). ¿Qué recuerdos te vienen a la mente de Ocobamba, tu lugar natal? Fredy Ortiz: Mis carneros, mi perro, mis cuyes, pastear los carneros con mi cuaderno, estudiando y pasteando, cuidando de que los carneros no vayan a entrar a otra chacra, y el regreso a casa llevando pasto para los cuyes, los regadíos de nuestras chacras en las noches. También recuerdo “los negritos” que son danzas muy coloridas, recuerdo las fiestas que duraban como tres días, pero un día mis padres me enviaron a Andahuaylas a estudiar la secundaria, sentía que me alejaba demasiado de mi sitio, no me gustó. En el colegio te hicieron leer a José María Arguedas, me imagino… Fredy Ortiz: Me gusta Arguedas, ¿quién te ha dicho?, he cantado 11 canciones de José María Arguedas en blues a lo Ray Charles, las grabé hace tres años y las tengo como inéditas, pero con Marcos vamos a sacar un par de canciones blues como un merecido homenaje al autor de “Todas las sangres”. ¿Pero en Uchpa están todas las sangres, o no? Fredy Ortiz: Pero por supuesto, acá puedes ver a un Maizel junto con nuestro danzante de tijeras que se apellida Inca, y al costado está un Gonzales Salaverry, o sea somos todas las sangres. Pero eso es ahora, ¿siempre fueron grupo o cómo era antes? Fredy Ortiz: Uchpa ha ido cambiando de integrantes, al principio éramos un dúo con un paisano mío, Igor Montoya, en el año 90 cuando Fujimori estaba de moda, de ahí han pasado varios, estuvieron Bram Willems, Ivo Flores, pero en la actualidad somos Marcos Maizel y yo, después están Javier Honorio (Batería), Carlos “Kachete” Sevillano (bajo), César Gonzáles Salaverry (2da. guitarra y coros), los Ayacuchanos, don Augusto Gamboa e hijo Cristian Gamboa (Waqrapukus) y Fidencio Huamaní Inca (el danzante de tijera). Y la acogida, ¿cuándo llegó? Marcos Maizel: La acogida llegó en el año 2000, hubo una pequeña movida de rock en esa época, como fue el programa de Cucho Peñaloza, Insomnio con Galliani, y en la radio había apoyo al rock nacional, hubo una pequeña ola y justo apareció Uchpa con su disco nuevo, pero lo fuerte es que Cucho Peñaloza fue nuestro padrino porque daba apoyo a las bandas rockeras nuevas. El impacto fue del campo a la ciudad. Ten en cuenta que en el año 2000 canal 7 se veía mucho en provincia. Ahorita
entrevista Helen Hesse
julio>15
música
c UCHPA eN UNO De SUS eNSAYOS.
16> Lima Gris
esperamos que venga de nuevo la ola del rock nacional. Pero en estos momentos la difusión de música nacional en radios es casi nula, ¿a quién le atribuimos la culpa, al consumidor que solo escucha Justin Bieber o Arjona, o al Estado? Marcos Maizel: La culpa la tiene el gobierno. En todo lo referente a cultura y a la música es cero. El gobierno no te apoya en nada. Uchpa viene trabajando veinte años en esto y el gobierno nunca nos ha llamado ni nos ha agradecido por difundir el quechua. La Municipalidad te apoya cada vez que necesita votos o elección, pero al menos una vez cada cinco años te apoya porque necesita votos para la juventud, y la radio es simplemente “págame y pongo tu música”, eso es algo duro que la gente no sabe, pero es algo por lo que pasa un músico. Pero tampoco se trata que todo Lima se vuelva rockera, ¿no? Marcos Maizel: No es que yo quiera volver rockero al Perú para que compren mi música, tampoco es el punto, tú no puedes invadir a alguien en sus gustos. Acá el problema es a quien le gusta escuchar a Justin Bieber pueda apreciar también
otros estilos. Tenga la capacidad de elegir. Hasta ahorita tú prendes la radio y escuchas “Hombres G” no jodas, han pasado treinta años y siguen poniendo lo mismo como si la gente fuera mongolita, es un rock enlatado. Con tanto obstáculo ¿qué es lo que les motiva a seguir tocando? Marcos Maizel: A nosotros lo que nos motiva es que un marciano como Fredy haya tenido la idea de fusionar el quechua con el rock. Nuestra música es única en el mundo. Nuestras mezclas son originales, fusionamos el rock setentero como Deep Purple, Zepelling, y blues antiguos con música del ande, del Perú profundo de ahí sale Uchpa. Y eso nos hace sentirnos recontra orgullosos. ¿Cuántos discos han sacado a la fecha? Fredy Ortiz: Hasta el momento tres producciones. En el año 1993 sacamos el primer disco como dúo, se llamó Wayrapin Qaparichkan “Gritando en el viento”, luego, en el año 1995, salió Qauka Kausay, algo así como “viviendo tranquilo” y en el año 1999, Qukman Muskiy, algo así como “respiro diferente”. Y ahora por el mes de julio sacaremos nuestro último disco, pero no podemos decir el título aún. Hace poco hemos sacado un
videoclip “Por las puras” (Cerveza), que está incluida en nuestra nueva producción. Sus letras son fuertes… Las letras de nuestras canciones están en el contexto de nuestra realidad en los andes, de nuestra agricultura, de los niños huérfanos después de la guerra interna (terrorismo), de mis amigos y colegas muertos, a los animales del campo como el blues del Zorrino, (Añas Blues) y hasta un poco de nuestros pensamientos sobre de los que nos gobiernan, como el Ananau, canción que también lo tocan mis amigos de Alborada, y que justamente por la difusión de ellos en el occidente lo tocan en todo el mundo. El vestuario que utilizan es bastante colorido… Fredy: Yo uso siempre en los conciertos la gorra de un danzante de tijera, porque considero que es la danza más loca del Perú, y por sus toques en su música, a lo Frank Zappa, mis pañolones a colores a lo Janis Joplin, collares, polo psicodélico y botines blusero a lo Jimi Hendrix, mi pantalón roto, por lo pobre y por lo rockero, y también el danzante de tijera porque especialmente en la canción Ananau tiene tocadas de un Huaylas, género que está de la mano con la danza de tijera, los Warapukus instrumento musical que está confeccionado de cuernos de toro y vaca, hembra y macho, por tener diferente sonido, y el dúo de estos instrumentos son muy místicos, preciso para un solo de Qarawi muy parecido al blues. ¿Crees que existe alguna similitud entre un músico que cante un huayno y un rockero metalero desenfrenado? Sí, Alice Cooper se come un pollito arrancándole el pescuezo, también, un danzante se come un sapo, y si hay un Qarawi muy triste para cantar a un guerrero muerto en batalla, igual hay un blues triste que canta su mala suerte de trabajar a cambio de nada. La música es igual en todos lados. Yo por ejemplo encuentro una similitud en una “chacra huayno” y una tonada en rock a lo
Depp Purple. Una llamada telefónica interrumpió la entrevista, la mirada de Fredy anuncia que algo ha sucedido, pero esa ya es otra historia. En ese momento, solo recordé la noche en el Festival, la multitud de esos habitantes desbordantes, apiñados como danzantes nocturnos bailando con esa melodía que te embriaga, que te habita y esa voz de Fredy Ortiz diciendo: ¡Kausachun Lima!
CONTÁCTATe CON UCHPA, MANAGeMeNT: 997097953 997582748
.
julio>17
reportaje TACORA MOTOR SHOW:
Un ángel de Pasolini en Tacora
d ÁNGeL IZQUIeRDO DUCLÓS, eN eL CORAZÓN De TACORA.
fotos susana del castillo
18> Lima Gris
1
Víctor Humareda dijo, alguna vez, en una de sus cartas desesperadas (incluso más que las de Vincent Van Gogh a su hermano Theo) que la “Tacora
es mejor que París… quedarme aquí significaría la muerte”. Y cuando se observa todo ese paisaje postnuclear de La Parada de Lima, entre la avenida Aviación y 28 de julio, a las 12 meridiano de cualquier día canicular, uno tiene sus dudas, qui-
zás, podría ser, de repente, etc., que la razón cuadre con la realidad; además, si algo puede ser el antónimo o la antítesis hegeliana de “la ciudad luz” es la Tacora, un espacio-tiempo-histórico donde la felicidad imitando a la (in)justicia y al derecho romano se ha vendado los ojos y donde hasta los perros hambrientos (los de Alegría y los de Forsyth) muerden la rabia de ser perros. Pero la Tacora tiene también su poesía y su luz, luz de palito de fósforo, luz radioactiva. Entre pedazos de jarrones Ming, hojalatas, ropa vieja, pernos, claraboyas, avezados facinerosos y desperdicios de todas las especies, todas las tallas, formas y colores, encontramos a una librería de viejo, casi como una ilusión óptica o una agnosia visual; ahí mismo en el centro del Duty Free, Tacora Motors Show, sótano-recodo de la vida que vale lo que cuesta el terokal en bolsa o un tabacazo de PBC, y donde lo último que puede pensar un desavisado transeúnte con primaria completa es en leer, hojear un libro o siquiera darle un vistazo a las carátulas envejecidas, empolvadas, apolilladas que nos lanzan una mirada de angustia, de horror vacui, de help me. Aquí la vida apremia, suda, se jala los cabellos y sabe perfectamente que un movimiento en falso, como en el alpinismo (o al-abismo, escalando hacia abajo), podría ser el último: Síndrome de muerte inminente. Síndrome de extinción. Pare, cruce, tren. Estamos avisados. 2 Quizá por esa falta de oxígeno, y casi aferrado a los libros como si de una tabla salvavidas se tratara, encontramos al librero y poeta (o viceversa, siempre en viceversa) Ángel Izquierdo Duclós, haciendo honor a su nombre y sobrevolando como un querubín ese infierno de Dante o lo que quedó de la escenografía de Las Guerras de las Galaxias o Mad Max. Lleva años en el negocio (esa palabra no le gusta); pasa y repasa a toda hora los triciclos y los cachivaches que el bazarsuelo y los recurseros y/o “buceros” ofrecen. Para beneficio de la humanidad, ha rescatado un sinfín de títulos que hubieran acabado en la basura si no fuera por su ojo zahorí, su dedicación constante y, aunque suene cursi, su amor a los libros lo empujan a seguir en la brega, no salirse del cuadrilátero, pegar fuerte y en la quijada, ganar por K.O. o por puntos; soles de más o soles de menos, aunque tiemblen las rodillas. De esta forma, la primera edición de Trilce con dedicatoria de puño y letra de César Vallejo fue subido a bordo de su nave nodriza, al igual que 5 metros de poemas de Carlos Oquendo de Amat, Simbólicas de Eguren, La Casa de Cartón de Martín Adán y libros de Argue-
das con trazos y apuntes del autor, aparte de otros títulos incunables, ediciones príncipe o rarísimos ejemplares forrados en piel de oso o pellejo humano, prófugos de catálogos europeos, wanted, dead or alive. Lo último en ser rescatado fue un manuscrito de Enrique Verástegui, El Saber de las Rosas, ensayos sobre el alma en la sociedad tecnológica, por el que pagó veinte soles junto a otros títulos que podrían enrojecer a cultores fashionistas o coleccionistas del bidet. El texto fue entregado a Jarry en una ceremonia solemne, discreta, solo para los conocidos y conocedores. Ángel cumplió y se fue con las manos en los bolsillos, solo hizo lo que tenía que hacer, así de simple, sin cámaras ni flashes, ni las preguntas de rigor, “para qué, si solo se trata de poesía, amigo. Darle al César lo que es del César”. Pero ahí no acaba el oficio/beneficio (nuestro) de Ángel. Él mismo, prestándose de aquí y de allá (los bancos lo tienen acorralado: o paga o deja de ser poeta), ha impulsado la editorial Trápero y una revista al que ha puesto el nombre siempre presente en la lírica de Baudelaire: El Albatros, una especie de pelícano un poco más triste que el nuestro y con más aires de humano que de ave y quizás por eso, esa metáfora de lo imposible, esta ave-editorial ha publicado a otros poetas marginales tan alejados del mercado como la Tierra de la luna y ha logrado sacar 15 mil libros prácticamente hechos a mano; las manos callosas y sufridas de un poeta en La Parada que trabaja el apero de la literatura donde uno mismo lo tiene que hacer todo aparte de pagar las boletas y estar al tanto de los cronogramas de pago al banco: agente, representante, seguridad, Incluso organizador de los recitales y presentaciones. Y Ángel recuerda esa lectura ante el gigantesco monumento de basura, que se hizo en los años noventa perifoneando poemas, gritándoles a los postes, a los rateros y humildísimos transeúntes que no tienen ni para el pasaje: “Ya no tengo a quien contarle/ que he visto llorar a miles de niños por un pedacito de pan”. “Ahora están rodeados por la poesía”, es una frase espontánea, como si fuera la policía (así en rima), como si fuera un pastor evangélico hablándoles a las ovejas o a los lobos, mientras Agustín Lara muestra su chuzo en la face y se desgañita en una cantina y Chacalón regurgita su “soy muchacho provinciano/ me levanto muy temprano/ para ir con mis hermanos/ ayayay a trabajar…”, y la verdadera policía cobra su impuesto de guerra y los woyzecks, los locos, los de verdad, los que andan calatos, no dejan de dibujar arabescos en el aire en esta mise en scéne: “El charco por ser charco tiene
escribe Rodolfo Ybarra
julio>19
reportaje en su superficie un espejo, el cual refleja, para su regocijo, todas las inmundicias de este mundo, y también, las cosas hermosas que lo rodean”. Ángel se pone a buscar entre sus cosas y saca un casete, lo enrolla con los dedos y lo atrapa en el cabezal de una grabadora destartalada. Es Cachuca, me dice, acaba de ponerle música a una canción mía, y empieza a tararear: “El poeta, el poeta, entre 28 y Aviación…cartel luminoso en la oscuridad de un día cualquiera/ ¡Ulises cubierto de harapos tarareando canciones de amor en tu corazón!, etc., etc.”. El vate se emociona, quiere brindar, tengo aquí una botella de vino, dice, saca dos vasos de plástico, los llena hasta rebalsar y me dice salud, poeta, salud aunque mal pague. Saca unos pinceles con témperas, pintura corrosiva magenta, cian y amarillo, y me los regala, son tuyos, dáselos a tu
musa. Le digo que, por favor, me muestre los últimos libros de poesía que le han llegado y me muestra títulos con trazos de quien los regaló o dedicó: algún amigo, amante, conocido, etc., etc., incluso con teléfonos y direcciones, que cayeron por uno u otro motivo, comprados a destajo a quienes no han sabido preservar tesoros. No dejo de sorprenderme ante los títulos recién presentados en sociedad, incluso algunos ejemplares ni siquiera están en librerías. El conducto natural es del dueño a las manos del cachinero y de ahí a la Tacora; en otros casos, los buceros y/o recicladores, que se encargan de pergeñar-revolver las bolsas de basura, son los que encuentran los textos y lo devuelven a su cauce natural bajo la regencia de algún lector. Salimos a caminar por las callecitas aledañas, el hedor a cien mil cojinovas podridas inunda el ambiente; por arriba, el tren eléctrico atraviesa el cielo 20> Lima Gris
raso como si fuera Zeus en su carroza romana, los áurigas hoy no tendrán salvación; por abajo, la ley de la selva es más que una ley, una religión, una ordenanza divina, un viejo mandamiento siempre escrito entre líneas. Quizás el sétimo precepto escrito de la tabla de Moisés sea aquí el más ultrajado de todos: no robarás, ama súa, no stealing. Vamos conversando de la antigua ANEA, una sociedad de escritores y poetas redivivos escribiendo en ácido lisérgico-alcohol isopropílico-chicha de jora de paz y amor en plena guerra interna con explosiones, gente despedazada y sangre que brota a borbotones y que, de una u otra forma, se filtraba en los versos, era inevitable. Hoy los tiempos han cambiado, me dice, pero el pueblo sigue igual de jodido, por eso un poeta tiene prohibido amar. ¿Cómo es eso?, le digo. Y me cuenta su historia de amor con una joven a la que le escribía poemas y le regalaba flores, pero un hombre pobre no se puede permitir tener una pareja, me dice con nostalgia mientras le brillan los ojos y tartamudea para decir su nombre, pero la batahola lo impide, el murmullo de torre de babel se traga la palabra (¿Daniela?) aquí el universo conspira contra cualquier historia de amor, Tristán e Isolda son parte de la leyenda de la Tacora. Cornualles también es la Tacora. Roma, Berlín, Ámsterdam, Praga, Moscú también son Tacora. Star-crossed lovers. Pienso en eso justo en el momento en que unos cogoteros-hienas-pirañas se acercan sigilosos, nos marcan bien, miden energías (un contador Geiger volaría en mil pedazos), intentan pero no pueden, Ángel los queda mirando detrás de sus lentes láser, y se alejan como si una entidad superior los hubiera reprendido. Virgilio sigue con nosotros. La poesía tiene que continuar su camino. 3 Mientras repasamos sobre el nuclear disaster de la Tacora y todo ese resto de cosas o de partes, piezas de algo, rompecabezas regados por doquier, recuerdo la primera vez que vi declamar a Ángel Izquierdo Duclós. Fue en un evento en la Universidad Nacional de Ingeniería. Recién iniciaba la década de los noventa y ahí estaba el poeta levantando la voz contra esa espada de Damocles que fue y es la realpolitk en nuestro país. El vate gruñendo su poesía a los hombres de verde que apuntaban con sus panoplias (ellos eran parte del público obligado en la galería de arte El Túnel-UNI) porque recitar versos que contengan palabras sobre realidad nacional o sobre la miseria humana era conspiración, un atentando contra el estado de facto, un improperio contra el manual de urbanidad y buenas costumbres. Y los humildes siempre tienen
que decir-vomitar la realidad de los humildes. No hay ni habrá medias tintas. La poesía sigue siendo un arma que dispara directamente a la conciencia, al occipucio del real world. Muchos todavía no pueden soportarlo. Y, por supuesto, el poeta lo repite: “la Tacora es un poema de la realidad y por eso nadie quiere hojearlo ni leerlo y le dan la espalda”. Lo reconozco, la poesía en mi país es inédita. Ángel me presenta a sus amigos, uno no tiene muelas, a otro le falta un brazo, el tercero es tuerto y el último simplemente es mudo, pero su silencio no es cómplice. El tuerto mira más que otros, sabe que no todos somos iguales ante la ley; el manco abraza a sus amigos, recolecta ropa usada para gente desprotegida y el desmuelado sonríe a moco tendido, es el más feliz de todos porque ha podido matricular a su hijo en un colegio. Un demiurgo que escarba en la basura nos saluda, Ángel me lo presenta, le doy la mano, no sé qué decirle, pienso en Diógenes de Cínope, en los beduinos, los ascetas, los israelitas del Nuevo Pacto, etc. También pasan por aquí el “Bagre”, un exconvicto muy hacendoso que se recursea en lo que sea; la “Loca María”, una mujer desnuda que le reclama a quien esté en su delante para que le pase la manutención. “Muer-
te” es un zambo fornido entrado en años que saca un fierro y empieza a cortar el aire en pedazos, es como un tic nervioso y todos se apartan para evitar que el fierro vaya a parar en sus cabezas. Lo contrario ocurre con “Enanito” que es un acondroplásico que empuja una ca- “Ángel Izquierdo Durreta; en verano vende chupetes y en clós ha encontrado invierno troca por chocolates, la gente se le aglomera, muchos quieren la primera edición burlarse de alguno de sus productos, de Trilce con dedicapero “Enanito” saca provecho de su toria de puño y letra estatura y controla a todos, embolsi- de César Vallejo, al cándose las monedas en su pequeño igual que 5 metros canguro adherido a su pecho. de poemas de Carlos La Tacora es la meca de los exiliados, distintas razas, distintos credos, Oquendo de Amat.” vidas inimaginables se cruzan de un lado para otro como pequeños insectos. Imposible abrazarlos a todos. Utópico intentar escribir de cada uno o hacer un focus group. La verdad es irreversible. Hay que pasar saliva e intentar lo imposible (la rima tiene que continuar). Ángel lo está haciendo, quizás él no se dé cuenta, pero ya son muchos los artistas, escritores, gente interesada que están tras sus pasos, lo visitan de vez en julio>21
reportaje cuando, algunos son canibalizados por los rateros o salen mal parados, pero insisten en visitar el Sonora de Lima como si fueran los invencibles seres, porque algo de superhéroe tiene todo aquel que pasa por aquí. Y porque la resistencia más que económica o de sobrevivencia es cultural, y en estos tiempos de depredación galopante, no hay cultura sin libro, y no hay libro sino hay gente generosa que dé batalla por hacer que los libros lleguen a los lectores. Desde cualquier trinchera, incluso desde el anti Shangri-La de La Tacora. 4 De vuelta al cubil, Ángel acomoda los libros, forma filas como si de soldados se tratara y los arenga: “mira este ejemplar, qué belleza; mira este otro, ¿no te parece que esto es el paraíso? Y aquel, ese sí es un rey”. Sacude las bolsas plásticas, las dobla en cuatro, saca un cuadro, me lo enseña, “acabo de pintarlo”, me dice. ¿Qué te parece? Hay talento, pero no hay compradores y menos gente interesada en valorarlos. Algún día alguien resarcirá su verdadero mérito, mientras tanto hay que aguardar y persistir: honeste vivere, naeminem laedere et jus sum cuique tribuere. Le doy una palmada en el hombro, ¿qué más puedo hacer? Un gato apa-
22> Lima Gris
rece de la nada y se posa sobre los libros de poesía. Es un león domando a las letras, le digo, Ángel se ríe a carcajadas, risa asmática, risa que sale como una necesidad de endorfinas ante el dolor humano, pero risa al fin y al cabo, y se acuerda de su perro “Campeón” intacto en la memoria con sus pulgas y garrapatas y su insondable nobleza. “Vivo en Villa María del Triunfo y hace cerca de 30 años que hago este viaje, querido amigo. Vine un primero de abril y me quedé para siempre”. Y siempre es una palabra que incluye pretérito y futuro pluscuamperfecto. El viaje es como una peregrinación, un ajuste de cuentas con el destino, con la poesía que es los zapatos rotos, la camisa remangada, el sombrero de explorador, la barba de los argonautas, el subir y bajar de los micros. Llegar todas las mañanas a las 8 en punto y abrir el puesto; desenmadejar los capullos y trastos que protegen sus libros, prender un incienso, encolar los ejemplares heridos, lijar los bordes de los libros para que conserven su lozanía y es como una cirugía estética, un tarrajeo pero más complicado, trabajo de filigrana, a veces tiene que sacar las polillas blancas y gordas que han hecho sus nidos entre los versos; y, luego, ya cansado se pone a escribir sus propios
poemas, ahí nacieron sus mejores textos, los que sin ambages cuenta lo cotidiano de ser un habitante de este submundo, el erebo o limbo cuyo parnaso solo lo tiene a él para redimir a los infieles. Cada cierto tiempo le gusta llevar poesía a los pueblos de provincias, ahí aparece con su cargamento al hombro en las pequeñas ferias de libros. Incluso, una vez, recorrió Latinoamérica con otros amigos; experiencias mil, caminando a pie con las plaquetas, leyéndole poemas a los transeúntes, buscando esas casas de la cultura que siempre es como buscar una aguja en un pajar. Allá o acá es lo mismo. La vida es una sola y también hay que exiliarse en el mundo. No perder la ilusión y conservar la perspectiva. Eso, la perspectiva como en los cuadros renacentistas, el detalle para nunca dejar de ser poeta. La pregunta cae por su propio peso: ¿Qué crees que es lo mejor de tener una librería en medio de la Tacora? Ángel mira de un lado a otro, se rasca la barbilla, antes de responderme sabe que hemos hablado de esto hace unos días o hace un millón de años, que es una pregunta incómoda y por incómoda, necesaria. “No tengo competencia, estoy solo en la cancha”. Digamos entonces que manejas un monopolio. La risa vuelve a brotar como una dalia en la camisa. La Tacora es una maravilla, dice y el silencio se vuelve una cortina de hierro, blindaje cinco presidencial. La contrapregunta natural sería una respuesta: pero si aquí nadie lee; y la respuesta natural sería: por eso mismo, para enseñarle a los niños y a sus padres que es posible empezar desde cero o desde más abajo porque toda resta es también una suma, solo tenemos que observar cómo los libros logran pintar un paisaje en blanco y negro y volverlo al technicolor. Todo es posible si la gente se atreve a leer, dice Ángel, y yo vuelvo a callar. Aprovecho la ocasión para comprar unos libros, nunca habrá una oferta mejor, la coyuntura se presenta favorable para llevarme un saco de poemarios, revistas y catálogos de pintura. “Llévate este,
este y este. Llévate todo lo que quieras, amigo”. Ángel me ayuda a cargar el pesado bulto y me acompaña por la esquina de 28 de julio. No te preocupes, yo te hago la taba, me dice, coge de un lado del bodoque y lo arrastramos como si fuera un borracho al que sacan de la cantina. Doblamos hacia Sodoma y Gamarra. Atrás van quedando los gutureos de los hambrientos de pan, el sonido de las motosierras que han decidido ponerle un esfínter a los desagües de La Parada, el rebuzno de las combis atascadas por el tránsito imposible. Intento subir, casi resbalo. Vuelvo a intentarlo. Subo a uno de esos vehículos cochambrosos, karma de los peatones y pasajeros. Es hora de borrarse del mapa, desaparecer por donde se vino. Abrazo de rigor, nos volveremos a ver pronto, ¿nos volveremos a ver pronto? Todos sabemos que es mentira, pero queremos creerlo aunque sea solo un momento. El sol ya se fue a otro lado. La luna acecha como mujer pérfida. El mundo es el vómito sanguinolento de un mendigo. Carteles fosforescentes alumbran desde las paredes, dizque es cultura chicha, para mí no es más que puro neorrealismo. Lo estoy viendo. No dejaré de verlo. El televisor sigue prendido. Me llevo un costal de libros de poesía pero la verdadera poesía se queda en Tacora.
“Lo mejor de tener una librería en Tacora es que no tengo competencia, estoy solo en la cancha.”
.
julio>23
cine
Haneke y el amor en el ocaso de la vida
Ganadora en el Festival de Cannes, en los premios Bafta, en el Globo de Oro, en el Premio del Cine Europeo, y en el propio Oscar como mejor película extranjera, entre otras reconocidas distinciones. Amor (2012) es una desgarradora historia que gira en torno de dos ancianos que luchan para mantener sus grandes afectos frente a las adversidades de la edad avanzada.
E
escribe miguel vidal
n este caso, en un día inesperado, mientras desayunaban, Anne (Emmanuelle Riva —célebre por Hiroshima Mon Amour de Alain Resnais), sufre un estado catatónico y se queda mirando hacia el vacío sin poder responder a la preocupación de su esposo Georges (Jean-Louis Trintignant —Y dios creó a la mujer de Roger Vadim). Al cabo de un interminable momento ella vuelve en sí, sin sospechar lo que le había pasado. Georges le sugiere ir al hospital y ella se niega. No obstante ella será luego sometida a una cirugía pero ocurre una complicación que le provoca una aguda parálisis de la mitad de su cuerpo. Ella le hace prometer que nunca más la llevaría a un hospital. En adelante, es cuando George se ve de pronto confrontado a lidiar con esta dramática situación en la que buscará a toda costa atender al cuidado de Anne con admirable fortaleza y un gran cariño, algo que lo convertirá inevitablemente en el testigo principal del resquebrajamiento de la salud de su amada esposa, una mujer que se resiste a la idea de generar compasión ante los demás, y que siempre preferirá enfrentar ella misma su suerte con hidalguía y gran entereza, así su
24> Lima Gris
propia enfermedad la sobrepase. A su vez, su hija Eva (Isabelle Huppert —protagonista de La Pianista, basada en la novela de Elfriede Jelinek), quien no podía visitarla con mucha frecuencia, desea que su madre sea trasladada a un lugar donde la puedan cuidar con mayor profesionalismo, lo que ocasiona algunos desentendidos con su padre, quien se ha propuesto cumplir con la promesa que le hizo a su esposa. Después de todo, es él, y no su hija, quien le dará todo su tiempo y energía para estar con ella. Con esta película Haneke nos hace ver que la vejez, la muerte o el sufrimiento no es aquello que le sucede a los demás, a los otros, o aquello que preferimos no ver u ocultar, o aquellas cosas que tratamos de una manera muy distante, como aquel titular del periódico que habla de un asesinato o un suicidio en alguna parte de nuestra ciudad, del país o del mundo, y cuya implicancia no la sentimos íntima, ni la consideramos importante, de tal manera que no logra conmovernos, algo que incluso pareciera ser tan abstracto. Amor se presenta de una manera real y tan concreta, que nos vuelve partícipes de aquella dura realidad. Nos hace convivir en todo momento con el drama de sus protagonistas. Nos deleitamos con julio>25
cine gociar nuestro interés bajo los juegos de la intriga o las reglas del suspense —Haneke está muy alejado de esa tradición— sino para sugerirnos con escenas trabajadas con exquisita sutileza, hasta qué punto puede llegar la convicción, la consecuencia, el atrevimiento y la valentía de sus personajes para afrontar la vida, o asimismo regalarnos elementos simbólicos que nos sirvan para resignificarla —como el de la escena de la paloma. Algunas nos conducen al camino de la imaginación o de nuestros sueños, otras al umbral de nuestros anhelos y deseos, la esperanza de tal como quisiésemos que las cosas ocurran. Haneke tiene en cuenta en todo momento al espectador, hay una relación muy activa con él, en ocasiones para provocarlo y en otras para despabilarlo, pero sin caer en el juego del espectáculo, más bien pone en discusión el mismo, y muy por el contrario de cualquier cinismo, lo que uno puede encontrar en esta relación es que el director pareciera encarnar genuinamente el rol protagónico del mito de la caverna de Platón, tratando de mostrarnos aquello que no vemos, o mejor aún, aquello que no queremos ver, o en su defecto, aquello que no nos dejan ver, ya sea porque esta sociedad nos hace perder aquellas facultades con o sin nuestro consentimiento. En Amor Haneke, a pesar de que puede llegar a perturbarlo, respeta al espectador en el sentido que busca que este mismo se cuestione sobre aspectos cruciales de la vida, sin recurrir a ninguna moraleja y apartado de cualquier moralismo. Pero una relación fundamental es la que establece con sus personajes. Haneke los ama, y producto de ese amor es que les entrega total libertad para desenvolverse y emanciparse de su autor, con el objetivo de cumplir a cabalidad con todo lo que las circunstancias les exigen. Y es quizá esa modestia respecto a sus criaturas la clave de su maestría —además, sabe muy bien con que actores trabajar. Los retrata tal y cual son, con sus virtudes y defectos, humanos a fin de cuentas. Los quiere y los respeta a todos por igual. Nunca los juzga. No existe una denuncia sobre ninguno de ellos. Evita el maniqueísmo. Ninguno es más bueno o más malo que el otro. Todos poseen gran intensidad. Hay una repartición equitativa y justa de la inteligencia. Uno puede estar de acuerdo con uno o con otro, pero todos tienen una razón, desde su posición en el mundo responden con propiedad, y ninguno deja de ser interesante. Importan más por lo que hacen que por lo que piensan.
“Amor, nos dice que una vida digna merece también una muerte digna.”
lo que ellos se deleitan, celebramos todas sus palabras y gestos galantes, pero a medida que avanza la cinta, sufrimos incluso lo que ellos sufren, y eso muy bien podría herir algunas susceptibilidades, e incluso hasta no ser soportado. Pero a pesar de ello, nos intriga saber hasta dónde puede llegar el amor de esta pareja de octogenarios que empieza a vivir su última etapa, tratando de resistir a esa tragedia sin que ello afecte a sus costumbres, a su pasión por el arte, la cultura y la vida en general; a su forma tan loable de encarar la muerte sin dejar que nadie les entorpezca el camino que les queda por recorrer. De George sentimos su impotencia de querer hacer más para ayudar, pero a la vez alentamos su perseverancia para enfrentar el sufrimiento de la persona que ama. De Anne admiramos su valor y 26> Lima Gris
el coraje ante la cruel enfermedad que padece y que va impidiéndole de manera progresiva el disfrute de la vida. Prefiere no prolongar una vida de discapacidades, no desea verse convertida en una carga para nadie y lamenta que su fiel esposo tenga que estar pasando por una serie de situaciones tan penosas por atenderla. A pesar de todo ello, pareciera que ambos se resisten a perder el buen humor, y esto hace que, pese a la gravedad de los hechos, nos regalen pasajes de lo más conmovedores y tiernos sin llegar a ningún tipo de excesos. El filme de Haneke, por fortuna, no es nada sentimental —como pudiese confundirnos el título—y evita en todo momento caer en el melodrama. Es más bien un tanto cruel pero producto de su gran honestidad. Nos intriga y nos conecta porque nos abre una serie de preguntas que nosotros mismos
nos hacemos ¿Hasta dónde podríamos llegar en una situación como la de ellos? ¿Cómo lidiar con el sufrimiento de una persona a la que amas? ¿Cuál es el límite para considerar que una vida todavía es digna de vivirse? ¿Somos realmente libres en esta sociedad como para decidir sobre nuestra propia muerte?. Temas como el suicidio o la eutanasia se desprenden de toda esta descarnada reflexión y sobre el desenlace de la película misma. Todo ello nos hace querer saber y sentir hasta el último minuto. Pero uno tiene que estar demasiado atento porque Haneke no está dispuesto a conceder demasiadas pistas o señales alrededor de la historia, no quiere decir que no las haya, algunas cosas se van develando hacia el final, y es que en la mente del director existe todo un sistema detrás, aunque no para explicarnos la película, ni tampoco para ne-
julio>27
cine En un principio el estilo de Michael Haneke en Amor nos recuerda en algunos aspectos a Robert Bresson. Sobre todo por el manejo de la cámara, por la plasticidad, el naturalismo, la frialdad y sobriedad en sus escenas, una atmósfera muy similar al documental. Pareciera que Haneke también quisiera ser Bresson. Pero no le hace falta ser Bresson. Ha logrado conseguir un estilo personal —entre el realismo y la vanguardia— y seguir su propio camino. Los filmes de Haneke trabajan de manera impecable aquello que Bresson desdeñaría militantemente: La actuación. “…nada de actores, nada de papeles, nada de puesta en escena. Sino el empleo de modelos, tomados de la vida. SER (modelos) en lugar de PARECER (actores)…”, “…Dos clases de películas: las que emplean los recursos del teatro (actores, puesta en escena, etcétera) y se valen de la cámara para reproducir; las que emplean los medios cinematográficos y se valen de la cámara para crear…” nos diría Robert Bresson en su libro Notas sobre el cinematógrafo, porque cree que estos se esconden tras su técnica, tras su arte en una pantomima que nombraría peyorativamente como teatro filmado. Y es precisamente en la dirección de actores que lo separa rotundamente de Bresson. Haneke cree tanto en sus actores —como en sus personajes—, y por el contrario de lo que desconfía Bresson, logra a través de ellos, como con en un espejo, internarnos en lo más profundo del alma humana de una manera auténtica y con una credibilidad emocional impresionante, sin dar cabida al melodrama, suprimiendo la trampa o el artificio. Sumándose así al legendario parnaso que va desde Bergman, el propio Bresson, Rohmer, a ser heredero de Antonioni, cercano a Tarkovski y de la mano con Kiarostami. De aquellos que se dirigen a lo fundamental y que nos trasmiten demasiado con pocos —es un decir—recursos de producción en virtud de su arte. De aquellos que rechazan las convenciones sobre el tiempo, el suspense o la continuidad, sin ningún temor al aburrimiento. No obstante en Amor, Haneke emplea un guión de estructura clásica para entregarnos una obra maestra. Su película nos dice que una vida digna merece también una muerte digna. Y aquello se expresa muy bien hacia el final. Es cierto, la senectud es una tragedia que nos llegará a todos, y cada quién tendrá su forma de afrontarla ¿Pero cuánto se debe
“Los filmes de Haneke trabajan de manera impecable aquello que Bresson desdeñaría militantemente: La actuación.”
28> Lima Gris
soportar una situación como la de ellos? Uno puede estar de acuerdo y hasta celebrar el sacrificio de cada uno, pero no estamos en la piel de ellos, ni estamos para cuestionarles nada, y es quizá toda esa hipocresía de la reprobación contra la muerte por compasión, por un lado, y del festejo del calvario y del martirio como acto heroico, por el otro, lo que Haneke nos viene a cuestionar. George quería creer que Anne podía mejorar, con una triste esperanza y de manera espartana dio todo cuánto pudo para que esto sucediese, pero todo se fue volviendo poco a poco inútil e insostenible. Anne no iba a mejorar, y hasta ella misma le anunció que prefería morirse. Desde aquel momento todo giraba en torno de que George aceptase o no la pronta muerte de su esposa. Puesto que, era imposible mantener viva a una persona que ya había decidido morir y que había dejado de querer luchar por su vida —¿cuál vida?—peor aún en el momento en que todo se encuentra perdido, en que la lucha ya no tiene sentido y todo ha llegado a su fin, y en que la frustración de ambos comienza a molestarlos y a separarlos emocionalmente, mientras ella se va volviendo poco a poco incontinente, perdiendo incluso sus facultades psíquicas, la capacidad de hablar con claridad y la conciencia, haciendo imposible llevar una vida digna, convirtiendo ésta en una tortura para ambos. Anne inconscientemente buscará su muerte, en ese estado decadente, producto de una enfermedad que cada vez va degenerando. Ya no puede soportar la vida de esa manera. Decide no probar más alimentos. Y de alguna manera esto la condenaba a su final. Todo esto irrita a Georges que intentará obligarla a vivir y darle de comer a la fuerza, ella se rehúsa, y el instinto de él le hace reprenderla con una bofetada. El film alcanza así el momento más crítico y más descarnado. ¿Hasta dónde ha llegado tal situación? Al punto en que aparece toda aquella agresividad contenida de George producto de su impotencia para revertir las cosas. Esto de una u otra forma le revela que seguir significará a cada momento el deterioro del amor. Ella, como último acto de voluntad empieza a pedir y repetir ayuda, una ayuda que pareciese connotar un doble significado. Haneke permite que George se muestre en su lado más tierno y más violento, en su lado más monstruoso, pero sobre todo, a pesar de él, en su lado más bueno, como siempre se lo recordaría su esposa Anne a lo largo de toda la cinta. Cada cosa que él hace por contentarla es de lo más maravillosa. Es así que se le ocurre contarle una anécdota de su infancia para tratar de calmarla, de tranquilizarla y de prepararla —y prepararnos— para ese momento
en que él tomará valor y un tanto de sangre fría para llegar hasta las últimas consecuencias y acabar con la vida tan innoble que tiene que padecer ese ser tan querido a quien ama, ahogándola brutalmente con su almohada, como para que termine rápido y con el menor dolor. Esta escena sin duda nos deja a todos turbados. Haneke transforma de esta manera tan aterradora el asesinato en un acto de auténtico amor. No importa la forma tan escalofriante como se llevó a cabo, sino el sentimiento y la humanidad que hay detrás de la más importante y crucial decisión en la vida de amor entregado de esta entrañable pareja, de un amor que nunca muere, de aquellos en que –según sugiere Ortega y Gasset-- un ser queda adscrito de una vez y para siempre y del todo para otro ser. En adelante Haneke nos regalará en el desenlace una secuencia de poesía, simbolismo y ensoñación, a manera de compensar toda la atmósfera asfixiante que hemos vivido como espectador en aquella habitación que se había convertido progresivamente en un agobiante encierro para todos. La escena de la paloma vendría a ser quizá un acto mágico de purificación, aquella despedida que no pudo realizar, y a la par, lo que él quería conseguir con su esposa, y lo que finalmente hizo, es decir, liberarla. La carta nos dejaría implícito el suicidio de George, y la aparición de Anne nuevamente en la cocina como si todo estuviese bien y nada hubiera ocurrido vendría a ser como ese soñado encuentro con los seres amados después de la muerte, aquella partida juntos hacia un más allá que bien pudiese ser un más acá. Aquello que debiera quedar intacto de tanto quererse, la vida compartida. Juntos se visten
y salen imaginariamente del departamento hacia un rumbo desconocido, ambos amables y atentos, amándose como siempre fue natural en ellos, jugando con nuestras ilusiones, como si hubiese sido un final feliz. Y es que Amor es a fin de cuentas una historia de sufrimiento pero también de redención. Pero ante todo, es un gran elogio a la vida.
Siendo ya uno de los mejores directores de cine europeo de la actualidad, Michael Haneke está en la ruta de convertirse en un clásico y un maestro del séptimo arte.
d HANeKe CONveRSANDO CON LOS ACTOReS.
c ESCeNA De LA PeLÍCULA AMOR.
.
julio>29
LITERATURA
Escribir la frontera:
Una aproximación a la narrativa de Yuri Herrera
Cuando se concluye la lectura de las tres novelas que hasta la fecha ha compuesto el mexicano Yuri Herrera (Actopan, 1970) se puede postular que su obra trajina las distintas etapas en que el español artístico se aclimata en la Unión Americana a la vez presenta para el lector culto el denso territorio simbólico y humano denominado por todos como la “migra”.
30> Lima Gris
Q
ue Herrera se concentre en modular los registros del español de frontera no debe eludir el hecho de que con él no migra una literatura popularista sino una de rancia estirpe y depurada vertiente teórica. Herrera formuló su primera novela, Trabajos del reino, bajo el influjo de los talleres de escritura creativa de la maestría de la Universidad de Texas en El Paso, un centro académico dedicado a explorar y promover las manifestaciones culturales producto del activo contacto limítrofe entre México y Estados Unidos al punto de funcionar como una escuela de literatura completamente bilingüe. El Paso no solo ofreció a Herrera un ambiente que realzaba las posibilidades creativas del territorio de frontera, en muchos de los sentidos que esta palabra adquiere (por sobre todo, el de hibridación cultural), sino que favoreció el examen crítico de las propuestas artísticas de la literatura de Latinoamérica en el contexto de las perspectivas de conjunto que la academia norteamericana había elaborado durante los últimos cuarenta años. Como resultado de este proceso, Herrera trabajó en una narrativa que reunía una serie de requisitos que se distinguían como claves de ostensible renovación en esa misma escritura y que la crítica norteamericana había promovido como señas distintivas de su propia vanguardia desde los años ochentas y que, aunque eventualmente se agruparon bajo el membrete de posmodernidad, se habían mantenido como fuentes constantes de experimentación: intensidad en lugar de extensión, fragmentación en lugar de causalidad, indeterminación en lugar del registro archivístico, apelación al acervo de formatos artísticos antes que a la explicación histórica o sociológica; en suma, la superioridad del concepto (la literatura como arte generado y regenerado por la potencia de formular nuevos objetos de arte a partir de recombinar sus formas) sobre el relato (la ilusión cronológica que se toma prestada de la realidad para plantear inicios y finales y que repite el manido esquema aristotélico de conflictos planteados y resueltos). En esta apuesta estética, los patrones que Herrera asume, no solo como guía, sino como crítica al
canon literario en español inmediatamente anterior, se ejercitan con virtuosismo en su debut novelesco, la aclamada Trabajos del reino. Aunque Herrera reconoce, ciertamente, que la nueva ficción requiere de concitar tensión dramática mediante un simulacro de argumento que apele a las prácticas lectoras más convencionales de un público afecto al conflicto, la novela, sin duda, es, por donde se le mire, la ejecución de un formato estético que consigue por igual cuotas de goce y conmoción auténtica inscritas en la entrevista y ansiada novedad que preveía la reflexión de cuño académico. En Trabajos, su asunto justifica la elección del procedimiento específico y este, a su vez, implica la instalación del asunto en todo el libro. En este, un cantor de corridos de narco sin techo se une a la corte de un capo de cártel de la droga. Por ello, el relato se construye sobre la base de los motivos estéticos del narcocorrido. Se trata de una forma de canción popular de frontera, cuyo esquema de base es el corrido mexicano, una composición con funciones narrativas, que en este caso se dedica a referir las hazañas y las desgracias de los jefes mafiosos. La novela adquiere así las fobias y las filias del narcocorrido, sus ingenuidades y su sabiduría de pueblo, su carácter episódico y su propensión a la épica e incluso a la tragedia; en suma, Herrera lo instala como dispositivo de producción de ficciones afines con sus características más destacadas. A este se añade, como segunda pista en falso para que el lector menos osado avance por la novela, un pretendido enigma del policial. Así, si la tópica del corrido conduce a escenificar la traición del capo, en la línea del misterio, el lector que sabe de novelas policiales la explora y sigue para averiguar quién es el traidor y cómo se efectúa la traición. No obstante, Trabajos del reino, paulatinamente convierte, mediante su estilo preciso, las anécdotas del corrido en escuetos símbolos de una fábula de ascenso, apogeo y caída. Debido a sus resonancias alegóricas, puede dejar sin resolución sus misterios, empantanados en el ámbito de las muchas sugerencias que permite la capacidad connotativa del formato de la novela. En este punto, el estremecimiento y los propósitos del cantor, aterido por la ininteligibilidad, o la insoportable irrelevancia, de los hechos, alcanza un clímax último, que se reclama tanto o más inescrutable que los enigmas, quizás tan indecidibles como toda la historia. En Señales que precederán al fin del mundo, su
escribe ALEXIS iPARRAGUIRRE
julio>31
LITERATURA segunda novela, Herrera ya no requiere, en cambio, el emparejamiento entre un modelo de narrar novedoso y otro estéticamente convencional para asegurar su legibilidad. Sabiéndose hábil para inventar formar propias y autónomas de novelar, asume una empresa de su yo ambiciosa: desplegar un ciclo mítico precolombino como formato que alegorice con justicia y conmoción la migración mexicana a Estados Unidos. Por la formación de Herrera en El Paso y su propia circunstancia migratoria—por esos años, académico extranjero en el programa de doctorado de la Universidad de California en Berkeley—, resulta un empresa consustancial a su identidad intelectual y artística: la frontera es el fenómeno que centró su reflexión formativa, y la migración, más allá de tenerlo por sujeto, es el acontecimiento cultural que ha definido la naturaleza de la vida de millones de personas entorno del Río Grande. En Señales, las nueve etapas del desplazamiento de los difuntos por el inframundo náhuatl, hasta que alcanzan su nivel más profundo, dan nombre a sendos capítulos, en los que se narra el viaje de la joven telefonista Makina a los Estados Unidos, vecina de un pueblo del desierto norteño, que busca a su hermano, quien la precedió en la “migra” años antes, atraído por la vaga promesa de una herencia de tierras, tras lo cual no se supo más de él. Si en Trabajos del Reino el dispositivo estético fue el narcocorrido como principio de organización —un género musical híbrido, nacido del corrido mexicano, el narco y la patrulla de frontera—, ahora la hibridación misma es el concepto para ejecutar. De principio, ello ocurre en el ámbito más general de la reescritura de las peripecias de la “migra” en términos del viaje al inframundo (desde el cruce de Rio Grande hasta la plena incorporación al orden social yanqui), pero también en el más especifico de la frase, cuya constitución mestiza devuelve al español los vocablos y órdenes nacidos en la hibridación de lenguas y culturas del territorio limítrofe, y cuya expresividad también es resultado de las resistencias y de las voluntarias obliteraciones de los migrantes. No obstante, conviene precisar que el viaje de Makina y el desplazamiento ritual de los difuntos no se yuxtaponen con exactitud; sus desajustes se constatan cuando los ritos del mito suplen la ausencia de soluciones veristas para algunos predicamentos en los que cae la viajera y que 32> Lima Gris
temporalmente impiden que siga su camino, o se recurre a la legalidad norteamericana como análoga a los ineluctables ciclos de la cosmovisión náhuatl para que la protagonista consiga transitar alegóricamente de un ámbito a otro del inframundo. Es decir, entre formato mítico y peripecia contemporánea existe un desajuste que posibilita la complementariedad entre ambas dimensiones y, por ello, el mismo acto de novelar en Señales es el meollo de la hibridación. Aquí el mestizaje es un concepto proliferante que fundamenta un objeto artístico, el que lo ejecuta radicalmente y lo ejemplifica. No obstante lo exitoso de la propuesta de Herrera, en La transmigración de los cuerpos, su última novela hasta la fecha, la alianza entre concepto e hibridación sufre un desplazamiento inesperado. El tránsito de Trabajos a Señales indicó que la escritura de Herrera enfilaba hacia una figuración cada vez más precisa y parejamente original de la novedad hibrida, y ello hacía prever una siguiente novela que, de modo coherente con una práctica que crecía exponencialmente de libro a libro, la destilase en su quintaesencia o constituyese un logro cualitativamente superior en esa dirección. La transmigración, sin embargo, oblitera el procedimiento innovador y se escribe sin mayores complicaciones dentro del tradicional género negro. En consecuencia, asistimos a la aparición de los más habituales convidados a tal despliegue narrativo: personajes autónomos y enfrentados, cuyas psicologías tortuosas se ven favorecidas por la lógica causal de un género altamente codificado. La novela vuelve, entonces, por sus fueros habituales: el del relato de conflictos, en una operación que yuxtapone la estética consolidada de Herrera con las convenciones y los automatismos que antaño rechazó en Trabajos porque consideró que pertenecían a un canon caduco. En esta nueva ficción, sus logros anteriores persisten, pero no para instalar la novedad absoluta, sino como las marcas de autor, que quiere dar fe de los rasgos mejor conocido de su poética. Antes que nada, lo identifica el carácter ritual del tiempo en que ocurren los hechos. Si en Trabajos del Reino es el tiempo de la épica crepuscular del narco, y en Señales es el del tránsito al inframundo, en La transmigración se trata de la cuarentena por una epidemia en una ciudad innominada. Es, como en los otros libros, la modulación de las voces de la frontera en el marco de una atmósfera apocalíptica, de fin de los tiempos. Justo son las voces de los migrantes el único ámbito en que ha obrado la vocación por radicalizar procedimientos en Herrera: como en ninguna de las novelas anteriores, su frase es colorida y fluida, dúctil y sensible, capaz de impostar con suficiencia la oralidad espontánea. En ella, en la proliferación de sus puntos de vistas mestizos, en su
registro sutilmente eufónico y, sobre todo, en su comentario idiosincrásico pervive y se acrecienta la vocación de originalidad sin atenuantes que el mexicano postulara en su obra previa. Al mismo tiempo, el argumento de La transmigración da fe que su incursión en el ejercicio del género es plenamente consciente. El relato lo protagoniza el crucial antihéroe; en este caso, el Alfaqueque, un burócrata canijo, el que malvive en una pensión con la dueña de esta y otros dos inquilinos: un estudiante universitario idiota y una muchacha a la que llama la Tres Veces Rubia, quien sirve de femme fatale. Mientras crecen las posibilidades de fornicar con ella debido al encierro de la cuarentena, el Alfaqueque recibe la llamada del Delfín, un abogado lumpen y su antiguo jefe, a quien le corresponde la posición del “cliente” en el policial de Herrera, pues contrata al burócrata para que averigüe el paradero desconocido de su hijo. Aquí, no contento con servirse del género, el mexicano lo amplia al formular una nueva modalidad de “hombre de ley”, distinta del ex policía duro y sus diversas encarnaciones civiles, más o menos violentas. En La transmigración, el Alfaqueque es, por contraste con los hombres de acción del policial, el averiguador que esclarece por ser “hombre de palabra”. No es detective y carece de la resolución que da vivir de los puños, pero se las ingenia con su habilidad para hablar y favorecer entendimientos, para establecer consensos y apaciguar a los frecuentemente coléricos, una habilidad de alta especialización en los barrios que el hampa controla y donde por cualquier lio mezquino conduce como una fatalidad a los pistoletazos. La resolución del caso, que alcanza su clímax en un intercambio de cadáveres entre familias enemigas —los cuerpos que “transmigran”—, se permite un último y supremo guiño al policial clásico y su viejo aforismo, ese que reza que “un crimen nuevo siempre tiene su origen en un crimen antiguo” (o quizás, como en Trabajos, también a la tragedia clásica: “los hijos cargan las culpas de sus padres”). Luego de tres novelas, la narrativa de Herrera ha hecho un recorrido que replica de algún modo el de la escritura culta en español del siglo XXI en los Estados Unidos. Se originó, como fue en el caso de muchos otros escritores hispanohablantes de la misma generación, en la radical conciencia crítica que ofrecían los programas de escritura creativa y otros programas de estudio científico de la literatura en Norteamérica y, acorde con una invocación general al relevo de las estéticas latinoamericanas mejor caracterizadas, prefirió una literatura definida por la invención de formatos, aunque no descuidó con ello la generación de conmoción propia del gran arte. En sus dos primeras novelas, Los trabajos del reino y Señales que precederán al fin del mundo, cinceló esta propuesta,
que convirtió a la frontera misma en un concepto para formular una novelística (la que prescindió de muchas convenciones asumidas por el relato cuando estas contravenían la lógica propia de su concepto). Pero en La transmigración de los cuerpos levantó la cuarentena que estableció para los modelos del viejo canon, aún con una amplísima capacidad de interpelación en la lectoría de ficción, y los incorporó a su propuesta estética, y también los modificó en cuanto ello implicaba impregnarlos con su singular capacidad de innovación. En este último estadio, la prosa de Herrera, sin abandonar la precisión y la figuración de la oralidad, ganó en extensión, amplitud y capacidad de narrar, como si abandonar el depurado conjunto de variables que admite un concepto significara una suerte de liberación, y se prodigó en los conflictos, personajes y psicologías que admite el género policial. Es lógico preguntarse a qué responde esta incursión de Herrera en un ámbito tan conocido. Naturalmente, está el desafío que implica colonizar y renovar un territorio que luce casi petrificado en sus convenciones, al que siempre se elude justo por el prurito de la originalidad. Con La transmigración, qué duda cabe, la objeción de que el desaire hacia el género nacía de la inseguridad o de la impericia artística, se conjura exitosamente. Queda clarísimo que Herrera sabe narrar policiales y los hace con tramas y personajes memorables. La transmigración, sin más, porta una galería de tipos humanos de primer orden, en función de su verosímil genérico, entre los que el Ñandertal, un matón melancólico, y la enfermera Vicky, suerte de forense al servicio del Alfaqueque, merecen sesudos análisis por derecho propio. En esta circunstancias, cabe interrogarse, ¿cuál será el siguiente movimiento literario de Herrera? ¿Ampliará sus límites inventivos adentrándose, bajo sus reglas, en el mar del canon tradicional, quizás el más tentador y próximo de la novela latinoamericana del siglo XX? ¿O, una vez más, se concentrará en la elucubración de novedosos conceptos, tras haber probado la experiencia, inusual en su ficción, de narrar en el marco de cronologías, conflictos y causalidades? La respuesta quizás sea un término medio, que, en el caso de Herrera, dista visiblemente de implicar moderación. Si el género e incluso los altos modelos canónicos pueden sucumbir a su potencia de hibridación, resulta creíble que intentará imbuirlos en ese lenguaje sabio y nuevo de la “migra”, cuyo designio fundamental parece permear con su precisión cualquier formato, y que Herrera concibió para innovar radicalmente la escritura de autor migrante, de frontera, en la Unión Americana.
“La narrativa de Herrera ha hecho un recorrido que replica de algún modo el de la escritura culta en español del siglo XXI en los Estados Unidos.”
.
julio>33
ENTREVISTA
LUIS PEIRANO
“Nosotros no estamos condicionados a intereses particulares del mercado” FOTOS CARLA SANTILLÁN
Es una de sus actuaciones más difíciles, ser ministro de Cultura. Luis Peirano se alejó de las tablas y de la docencia universitaria para asumir un sillón que dejó algo tibio Susana Baca. Porque entre Ossio y Baca, el país sigue esperando un Ministro que se faje por la cultura.
34> Lima Gris
julio>35
ENTREVISTA
escribe Luis chávez alpaca
En esta entrevista el ministro Luis Peirano reconoce que la ley de la oferta y la demanda predominan a las decisiones políticas, y no duda en responderle a los sectores que critican su gestión por abandonar la defensa del patrimonio. Existe la percepción de que la cartera de cultura es la menos importante dentro del gabinete ministerial ¿cuál es su opinión? Bueno, no sé quién pensará una cosa así. Yo presumo que porque los recursos efectivamente que se dedican al tema de la cultura podrían llevar a alguna gente a pensar en eso; pero yo pienso que es la más importante. (Risas) ¿Ha tenido la oportunidad de reunirse con el presidente Humala y con el ministro Castilla? ¿apuestan ellos por la cultura? Permanentemente. Yo me reúno con el presidente Humala, y con el ministro Castilla todas las semanas, y no solamente en el consejo de ministros, sino que además vemos temas puntuales que tienen que ver con el manejo de las diferentes dependencias del ministerio de cultura. Pero, ¿ellos tienen la disposición para aumentar el presupuesto al sector cultural? La han aumentado. Si usted se fija, la diferencia entre el presupuesto del año pasado, y la de este año, hay una diferencia que es sustantiva en términos de porcentajes es superior al 70%, aunque todavía no es todo lo que el país necesita en términos de financiamiento de la cultura, tenemos todavía mucho trabajo por hacer, pero estamos mejorando, y lo hemos hecho en el presupuesto. Dentro de los lineamientos de Política Cultural del MINCUL para el 2013-2016, entre las acciones para defender el patrimonio material; enfatizan su conservación y puesta en valor, y justamente mencionan el caso de Puruchuco y el Palais Concert, pero los entendidos opinan que el ministerio no los defiende, ni los conserva como debe. Más aún con el controvertido DS-054-PCM. Bueno, yo respeto todas las opiniones. Lo que nosotros estamos haciendo, es guardar una acción de defensa del patrimonio pero que suponga una consideración de las necesidades de desarrollo del país y de las necesidades de la población, que tiene relación directa con el uso del patrimonio; entonces éste es un trabajo difícil porque no nos podemos dejar condicionar por aquellos que no respetan el patrimonio y por aquellos que quieren desarrollar, o buscar proyectos sin considerar el necesario cuidado que debe haber de la herencia
“Yo me reuno con el presidente Humala y el ministro Castilla todas las semanas.“
36> Lima Gris
maravillosa que tiene el país; y al mismo tiempo hay algunas personas que efectivamente piensan que nada se puede tocar, que todo tiene que quedar tal cual, y bueno, nosotros que creemos que parte de poner en uso y a disposición de la comunidad, este patrimonio, consiste en permitir algún tipo de licencia en el sentido de posibilitar éste uso. El caso por ejemplo del Palais Concert que usted señala, algunos critican que el dueño de este local sea ahora una empresa extranjera de comercialización de una tienda por departamentos. Pero bueno, el ministerio no tiene nada que ver en eso, pues, éste es un país donde hay oferta y demanda y donde se compran bienes que si bien son patrimoniales, también pueden tener un propietario privado, de hecho esa ha sido siempre una propiedad privada, pero lo que nosotros si tenemos que evitar es que el propietario altere éste bien patrimonial a su libre albedrío, y de hecho la reforma y restructuración de éste bien, se ha hecho considerando todas las técnicas de protección y conservación del patrimonio de este importante monumento nacional. Igual sucede con Puruchuco, cuando nosotros llegamos allí, la municipalidad tenía permiso para hacer el pase de la carretera a tajo abierto por el cerro, pero nosotros impedimos eso, y por impedir eso nos calificaron de obstruccionistas, de que impedíamos el desarrollo, etc. Pero nos opusimos frontalmente, aún cuando ya había permisos en ese sentido, y logramos un apoyo justamente del presidente Humala y del ministerio de Transportes y Comunicaciones, para buscar una solución alternativa. Esta solución ha sido estudiada técnicamente, no solamente por especialistas en construcción de vías, sino por arqueólogos, y por arquitectos que han validado la construcción de unos túneles que son una solución porque no afectan para nada al patrimonio. ¿No afectan? ¿acaso es viable eso? De hecho, son 5 millones de dólares más al proyecto original, pero se ha viabilizado una solución alternativa, y bueno, hay alguna gente que no le gusta tampoco esa solución. Ahora, lo que no aceptamos es que nosotros seamos condicionados a los intereses particulares de una tienda de mercados, dicen por allí que nosotros estamos condicionados de intereses económicos, y eso no es cierto. Nosotros estamos condicionados a un solo interés que es el interés del Perú, y el interés de mantener el patrimonio, y de ponerlo en uso, y no ceder ante presiones que no tienen un fundamento y una racionalidad. Usted como gestor cultural y director de teatro, ¿qué piensa con respecto al teatro local limeño? que hasta cierto punto continúa siendo
elitista y excluyente, casi para los segmentos más favorecidos, y a precios elevados. Bueno, en las salas de teatros efectivamente hay esos precios, pero es la ley de la oferta y la demanda, aún cuando hay muchos espectáculos, y muy buenos, que tienen precios muy baratos. Para empezar, nosotros mismos. Las salas de teatro, de alguna manera dependen del Estado o de los poderes locales, o regionales, hay un acceso mucho más fácil, pero al mismo tiempo se celebró el día mundial del teatro, y hay una serie de proyectos que son en lugares públicos, donde hay cada vez una mayor accesibilidad al teatro. El teatro goza de muy buena salud, el mismo que se supone estaba destinado a desaparecer frente al cine, a la televisión, y a los medios; sigue vigente y nosotros tenemos aquí una convocatoria masiva no solamente de actores, directores y productores; sino del público cada vez más fuerte e interesado en el teatro. Y en cuanto al nuevo Gran Teatro Nacional que es administrado por el MINCUL, gran obra ambiciosa y postmoderna, de tremenda infraestructura, ¿por qué las entradas a sus espectáculos son tan caras? Precisamente, porque es un teatro caro pues, porque mantenerlo cuesta 8 millones de soles al año, y construirlo costó más de 280 millones. Me imagino, pero ¿no puede haber una política más inclusiva? Pero mire. Hay tres cosas, primero: que el que quiera venir al Gran Teatro Nacional, tiene entradas de muy fácil acceso, tenemos sobre todo, en las funciones de los elencos nacionales de la Orquesta Sinfónica Nacional, del coro nacional, del ballet, hay entradas muy accesibles. En segundo lugar: que nosotros traemos a gente que no tendría la posibilidad de venir, la traemos incluso en el tren eléctrico, gente de Villa El Salvador o del centro de Lima, e invitamos permanentemente al sindicato, organizaciones populares, incluso de maestros, que han venido al Teatro Nacional para ver los grandes espectáculos. Mario Vargas Llosa en su “Civilización del espectáculo” manifiesta su oposición a las expresiones culturales
actuales ¿Qué opinión le merece el desarrollo de la cultura post-moderna por llamarlo de alguna forma? Mira pues, las cosas son como son, entonces uno puede obviamente opinar en un sentido o en otro. Mario Vargas Llosa es una persona de una inteligencia excepcional, y tiene obviamente un punto de vista sobre la cultura que es muy respetable, yo creo entonces que lo que Mario Vargas Llosa hace es un poco
julio>37
ENTREVISTA
Fotorreportaje propiciar una reflexión sobre el tema de la cultura a fin de que de alguna manera tengamos nosotros también la nuestra, y tengamos una suerte de lucidez con respecto a lo que significa el entendimiento de la cultura. En una actitud meramente social de su parte ¿Se animaría a montar nuevamente “El gran teatro del mundo” (lo hizo tres veces) pero esta vez para un público más modesto, de menor poder adquisitivo? Digamos gratis, o a precios simbólicos. Las tres veces que yo he hecho El gran teatro del mundo, y la única vez que hice “La vida es sueño” en el atrio de la iglesia de San Francisco, las he hecho para un público modesto, siempre hemos tenido entrada masiva de público modesto, siempre. Esos montajes lo propició la PUCP siempre con motivo de la celebración de algún aniversario. La única vez que se hizo con motivo de la Asamblea del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en el año 2004, se hicieron también funciones de acceso masivo y popular, y también durante mucho tiempo, nosotros permitimos el acceso del público de la plaza mayor, el público que estaba pasando por allí a los ensayos, e incluso durante las funciones. Pero si el acceso era cerrado, recuerdo. No. Pero permitíamos el acceso, y también de organizaciones sociales, muchos escolares, muchas organizaciones religiosas y culturales pudieron tener acceso con precios muy modestos y en ocasiones gratuitamente. Siente que al aceptar la cartera de cultura se ha metido en “camisa de once varas”? Cualquier cargo de responsabilidad política en el manejo de la cosa pública digamos; supone pues esto de meterse en camisa de once varas, supone un nivel de dificultad. Es más fácil quedarse en su casa con la esfera privada. El ministerio de cultura tiene una serie de ámbitos como el archivo general de la nación, la biblioteca nacional, el vice ministerio de la interculturalidad, la academia mayor de la lengua quechua, además del patrimonio cultural y las industrias culturales y las artes. Claro que tiene una serie de ámbitos. La cultura para empezar, tiene un quehacer intersectorial, entonces hay muchas dimensiones de la cultura y todas ellas pues tienen en grado un nivel de responsabilidad de parte del ministerio, de modo que yo les pido su colaboración como medios informativos, porque de otra manera es imposible llegar a tener un trabajo en cada una de ellas. Tony Puig, arquitecto Catalán dice: “el problema no es dinero, el problema es de voluntad ciuda-
“El dinero es muy importante pero no resuelve todo.”
38> Lima Gris
Ballet amarte FOTORREPORTAJE MIGUEL MEJÍA CASTRO
L
dana y política con visión de futuro compartido” ¿qué hay de cierto en ello? Lo conocí, él estuvo de visita aquí, y estoy totalmente de acuerdo con ello, mira el dinero es muy importante pero no resuelve todo. La inversión en cultura tiene resultados incluso económicos muy importantes, pero para eso se requiere la voluntad, el compromiso, la inteligencia, y una suerte de formación especializada, por eso es que los gestores culturales cada vez tienen una suerte de especialización mayor. Luego del cierre de esta edición, se aprobó el D.S. N° 005-2013-MC que crea el nuevo reglamento de Organización y Funciones del Ministerio de Cultura (ROF) y paradójicamente éste busca fortalecer el sector patrimonial, ya que ahora el Mincul luego de solo tener la dirección de patrimonio, y ladirección de Fiscalización y Control, contará con cuatro direcciones patrimoniales (Patrimonio Cultural, Patrimonio Arqueológico Inmueble, Defensa de Patrimonio Cultural, y Museos). Y en lo que respecta al cine, se eliminó también la comisión consultiva nacional de Cinematógrafica, además del DIC (Dirección de Industrias Culturales) para reeemplazarlas por las DAFNM (Dirección del Audiovisual, la fonografía y los Nuevos Medios). ¿Van a mejorar los morosos pagos de los premios de los concursos del año 2012?, y los más importante, ¿se llegarán a realizar los concursos correspondientes al 2013?, ya que estamos en el segundo semestre y no se sabe nada.
.
En esta sección se rinde tributo al fotorreportaje y al documentalismo fotográfico. NNFotógrafos y Lima Gris, realizan una alianza para abrir un espacio donde se mostrarán los trabajos más destacados del género en el país. Es una realidad que la fotografía se ha convertido en un lenguaje cotidiano entre los seres humanos, sin embargo pocas son las manifestaciones en los medios impresos de esta realidad. Aquí abrimos una ventana para mostrar personajes, tradiciones culturales, vida cotidiana y problemas contemporáneos. NNFotógrafos se ha esmerado en compartir su técnica narrativa a través de su taller “Historias para ver y contar” y su portal web, como un aporte a la cultura visual del país y estas páginas consolidan ese ideal.
web: nnfotografos.com
os ojos de ambos están en perpetua búsqueda del otro. Cuando sus labios, manos y cuerpos, se entrelazan, forman un solo elemento. Grace Cobian (29) y Damián Villa (23), son la joven pareja que protagonizan de un amor de teatro, un amor de ballet, un amor fulgurante en la realidad. Aunque en la obra Carmen, que ambos protagonizaron en el Teatro municipal de Lima, él termina matándola, en la vida real ellos han empezado una vida juntos. Se conocieron hace tres años cuando Damián, llegó desde Cuba como invitado al Ballet Nacional del Perú. A los 9 días se enamoraron y luego de seis meses juntos ya planeaban su matrimonio. El año pasado se casaron, luego de una intensa temporada en Carmen, una puesta en escena que los marcó en su carrera de bailarines profesionales. Cobián, una consagrada integrante de la compañía del Ballet Nacional, dio vida la gitana infiel que termina por romper el corazón de Don José, cuando lo cambia por un torero. “Carmen nos marcó, disfrutamos cada uno de nuestros actos”, dicen como si fueran uno. El resurgimiento actual del Ballet Nacional va de la mano, cuerpo y corazón, de dos jóvenes que derrochan talento y sentimiento en el escenario. Ambos se entregaron desde niños a esta danza, a los 17 años una joven Grace protagonizaba su primera obra como profesional y a la misma edad Damián, alcanzaba el codiciado rango de bailarín en la exigente Cuba. Sus vidas son ahora una sola gracias al ballet.
.
julio>39
fotorreportaje
1.- Luego del ensayo general por la mañana, Grace y Damián, aún permanecen practicando en el salón.
[1] 40> Lima Gris
julio>41
fotorreportaje
[2] 2.- Un paseo cotidiano lejos del teatro en el malecón de San Miguel.
[4] 42> Lima Gris
[3] 3.- Antes de empezar la función Damián ayuda a Grace a vestirse.
[5]
4.- Grace espía a su actual esposo sin cruzar la puerta del camerino que comparte con un compañero.
5.- El remozado Teatro Municipal de Lima es el escenario de este amor de ballet.
6.- En la obra Carmen, Damián es Don José, quien se enamora perdidamente de esta gitana.
[6] julio>43
fotorreportaje
[8]
[7]
[9] [11] 7.- Grace derrocha sensualidad y talento como Carmen. 8.- Carmen intentando reconquistar a Don José. Los jóvenes bailarines se consagran con una actuación y baile sin precedentes. 9.- Don José asesina a Carmen en el acto final y llora su muerte. 10.- Ambos jóvenes se casan en la Municipalidad de San Borja. 11.- Una alumna los visita en casa para entrenarse y elevar su nivel en el ballet. 12.- Ficción o realidad, tanto en el escenario como en la vida real, ambos se aman.
[10] 44> Lima Gris
[12] julio>45
CRÓNICA
SIN PELOS EN LA LENGUA
c FOTOGRAFÍA De DANIeL LOUZAO.
46> Lima Gris
S
oy creyente nativo y desde muy niño me dijeron que la piel es pura e higiénica salvo por las mechas y manchas mentales. Suena terrible, por ello las prefiero rapadas. Eso, libertad de expresión y libertad de ignorancia. Más agnóstico, de un tiempo a esta parte, evito los vellos como compulsivamente solo admito las bellas. Desde que era aspirante a pornógrafo por culpa de mis lecturas semanales y precoces de Corín Tellado, los comic de Susy, y
luego mis tips de Alessandra Rampolla, cada vez me gustan menos los pelos en el área. Una dama 2.0 debe estar rapada. No por facha, por olor. Que es el quid del asunto. Así, papa y papada, lucirán tal cual la Venus del Milo o acaso, las mujeres de la Opera de Pekín, con correcciones, naturales y no contranatura, acaso como las ninfas del Islán, con velo virtual y en carnes de carnaval. Lejos de la cabeza, está comprobado que la valía irresistible del vello púbico es que participa en
la custodia del aroma de las feromonas. El perfume de la locura. El tufo sexual, sea núbil o matrera, enloquece literalmente al macho derrumbado casi muerto por las fosas nasales. Amotinado su erecta libido sexual, el registro balsámico nos remonta al plano de la infancia. La madre, cierto. Contra esa legislación no hay tutelas y menos tutías. La fragancia tiene memoria y vaho también. Yendo a mí asunto. Se dice que fue Cleopatra en el Antiguo Egipto quien se depilaba el monte de Venus para enloquecer a los romanos locos por dominarla. A su tierra y a ella que era indomable La doña usaba en toda la zona del pubis un chupín de cera de abejas y azúcar morena. Luego era trabajada por sus sacerdotisas con dulces navajas enhiestas en un gel de pata de camello gozoso. Cleo fue única. Los que se pelaban en ese entonces eran varones, casi varonas. Cabeceo. Tratar la cabeza de una dama es pericia harto difícil, por ello los estudiosos prefieren su escalpelo del cuello para abajo. Mi escalpelo es de la cintura y más allá, que es más trabajoso. Al asistir a una sociedad hipersexualizada, el pelo resulta una suerte de fetiche. Así, la cabeza femenina es el cuerpo del delito. No obstante, el cine nos remite a la paradoja. El pelarse la cabeza no es la pesadilla mayor en una mujer por ubicarnos frente a un supuesto look aterrador. Al contrario, la función deviene en la nueva erotización. Las actrices descubren su second life con solo raparse la testa y quedar inimaginablemente pelonas. El registro es variopinto. Rubias y morenas inventan otra tipo de arrechura. Las menciono por elección de mi erección. Sigourney Weaver en la tercera entrega de Alien se ve altiva. Demi Moore como la teniente O’Neil nos mete en el calabozo. Cameron Díaz en la cinta My Sister’s Keeper nos hace mirar para adentro. Halle Berry en la comedia romántica Nappily Ever After es blanco de nuestra lascivia. Natalie Portman y la versión del comic V de Vendetta nos pone tiesos. Samantha Morton en la futurista Minority Report recrea nuestras fantasías y hasta Felicity Huffman quien también lució la cabeza sin pelo como enferma de cáncer, nos deja casi muertos. No que eran del “Club almejas rapadas” o como dicen en Chincha, las chicas del clan “Los fideos negros”. No. Acepten que le tengo fobia a los vellos púbicos y sin velo ni duelo. Sé que muchas damas, en las zonas más deprimidas del planeta, no cuentan con acceso al agua potable y ni eso. Para ellas es perentorio afeitarse el vello púbico. Es la higiene cultural. Aquello evita los caldos del cuerpo, los flujos menstruales que siempre se acumula
en el vello. Navajas en ristre entonces y depilación sobre todo del pubis y mantener la vulva limpia y alistada. No todas, sé de algunas mujeres que prefieren estar sin vello para los trámites del sexo oral como el del sexo escrito. Entonces el goce es más placentero. Lenguas con lenguas y lengüetas en pleno roce sin intermediarios hace que ellas tengan orgasmos de gatitas al sentir en su pellejo la áspera incidencia de aquel apéndice enhiesto directamente sobre su sensible piel. Es cierto que en las bellas letras no existe explicación profusa de la comezón del llamado pthirus pubis. La literatura tampoco recoge el calor de las ladillas. ¿Ladillas? Qué asco, damas y caballeros, existen en Eisha como en Los Olivos. Mejor las llamaré las mariposas del amor. Está bien. Sospecho que en la novela de David Herbert Lawrence, El amante de Lady Chatterley, cuando el recontra lascivo guardabosque –aquel hombrón velludo, rudo y viril, a decir del andrógino autor-- hace que la aparentemente delicada y considerada Constanza pierda el pudor y se meta uno tras otros, polvos fragosos y apareamientos soberbios, en el piso, en medio de la paja, que aunque Lawrence no lo escribe, todos sabemos que era en medio de un hervidero de piojos carnales encarnados en el fragor de ese encuentro genital pelo contra pelo y ladillas descomunales. En otros textos he leído de estos bichos. No seguiré con el tema. Diré que fue en un viaje a un país socialista donde me pasó la mar y morena. Ella era una trabajadora social con experiencia en cañaverales y bohíos. Nos encontramos mientras llovía a cantaros en las viejas calles de la capital. Fue un tifón más que un huracán nuestro amor a primera vista en esa isla. Un ron y luego otros, y seguía lloviendo. Ella dijo que a su casa, y yo no me opuse. Vivía bien, con la riqueza del humilde. Su ideología. Estuvimos atrapados unos a otros hasta la mañana siguiente. Amanecía así. Ella dormía y observé de pronto de soslayo que en su vello axilar brillaban unos luceros. Agudicé el ojo con detenimiento. Puse foco a esos pelitos enroscados caprichosamente y ahí estaban. Ladillas, cientos, no, miles. No vi más, me toqué lo mío. Era tarde, aquella jornada de amor me había convertido en un jornalero de la picazón del sétimo año. Salí casi huyendo. Me picaban hasta los dientes. Por ello ahora me gustan las rapadas. Esas pieles lizas con brillo y sin matambre. Los labios superiores rosáceos y carnosos. Los inferiores, como una col jugosa encarnada, sin fragancia, solo con el hedor de la inocencia.
escribe ELOY JáUREGUI
.
julio>47
arqueología
Walter Alva, el patrón de la arqueología ¿Qué está sucediendo con el patrimonio arqueológico en Lambayeque? Hace unas semanas publicamos en la web de Lima Gris, una nota de investigación publicada en el diario El Ciclón de la ciudad de Chiclayo, la denuncia realizada por el periodista Jorge Moncada se tituló “Alva excava sin control”, con fecha 22 de mayo del 2013, la misma que está basada en el Informe N° 047-2012-OCI/MC. Para nosotros en dicho informe se señala hechos tan graves que no pueden pasarse por alto. ESCRIBE EDWIN CAVELLO LIMAS
c FOTOGRAFÍA DeL ARQUeÓLOGO WALTeR ALvA ALvA.
48> Lima Gris
C
ómo puede ser posible que el arqueólogo Walter Alva haya realizado excavaciones ilegales (huaqueo) en el sitio arqueológico de El Choro del distrito de Pomalca sin autorización del Ministerio de Cultura, ya que para realizar este tipo de excavaciones se requiere cumplir con lo dispuesto por el artículo N° 11 del Reglamento de Investigaciones
Arqueológicas aprobado mediante Resolución Suprema N° 004-2000-ED, de no cumplir con esto, este hecho es considerado un delito de acuerdo al artículo 226° del Código Penal y es penado hasta con seis años de pena privativa de libertad. Otra de las “perlas” que arroja este informe y que debe de ser de interés es el manejo del presupuesto destinado a la Unidad Ejecutora Naylamp N° 5, dinero que sale del bolsillo de todos los peruanos. Dentro del informe se menciona el hecho de haber realizado incrementos de honorarios de hasta por 1’829,308.00 Nuevos Soles sin el sustento correspondiente ni proceso de selección de acuerdo a la normativa. Además, de una deficiente gestión administrativa, y de recursos humanos (personal sin contratos, descontrol de ingresos y salidas por reloj inoperativo), es increíble que los museos de la unidad ejecutora no cuenten con acceso directo al Sistema Nacional de Registro de Bienes del Ministerio de Cultura, eso quiere decir que no existe ningún control respecto a las piezas arqueológicas que se van encontrando. Lo más irónico de este informe es que el Museo Tumbas Reales del Señor de Sipán también funciona como cementerio, puesto que ahí se encuentra enterrada quien en vida fuera la señora Susana Meneses de Alva, ex esposa de Walter Alva. Si bien es cierto, existe la RD N° 307-2012/INC, ésta no cuenta con el sustento legal correspondiente, tal como figura en el informe. Tras la publicación del primer informe, el ar-
queólogo Walter Alva se comunicó con Lima Gris, vía telefónica instándonos a emitir una rectificación con carácter de urgencia por supuestamente estar dañando su imagen a nivel internacional, dada la rapidez con la que esta noticia se vio replicada a través de las redes sociales (noticia que fue replicada del diario Ciclón de Chiclayo), enviándonos posteriormente una carta notarial con fecha 01 de junio del 2013, la misma que fue respondida por nuestra área legal el 14 de junio del 2013. Preocupados por conocer más sobre la problemática del patrimonio arqueológico de Lambayeque, Lima Gris, se comunicó el 11 de junio del 2013, con el área de prensa del Ministerio de Cultura, a fin de concretar una entrevista con el Ministro Luis Peirano y el Jefe de Control Institucional. Al no tener una respuesta, nos apersonamos el 19 de junio al Ministerio de Cultura, donde nos dijeron que enviáramos un correo solicitando nuevamente la entrevista con los temas a tratar. Hasta el cierre de esta edición solo recibimos silencio. Ante la indiferencia del Ministerio de Cultura, Lima Gris se comunicó con tres personas claves, para conocer más sobre el arqueólogo Walter Alva y el patrimonio arqueológico. Las respuestas fueron sorprendes: Heinz Plenge, prestigioso fotógrafo que registró el hallazgo arqueológico realizado por Ernil Bernal en 1987, quien cuenta con un archivo fotográfico en su poder. Jorge Moncada, periodista del diario El Ciclón, coincidentemente agredido tras la publicación de la nota periodística. Jorge Centurión, ex director de la Unidad Ejecutora Naylamp N° 5, quién fue retirado de su cargo, según su versión, por decisión política. Ellos, respondieron a nuestras preguntas:
de Sipán, y otra colección de fotos de objetos que me fueron mostrados por Ernil Bernal, el huaquero que encontró la primera tumba sobre este contexto. No sé si ustedes tienen conocimiento, a Ernil Bernal lo mataron en pleno operativo policial, allí hubo algo medio oscuro. No habían llevado un fiscal, como habían intervenido otras veces la casa de la familia Bernal, esta vez fue sin ningún fiscal y donde le metieron un disparo a Ernil y lo mataron. ¿Para usted fue prácticamente un asesinato? Un asesinato, porque a él le disparan en su casa y él estaba desarmado. Eso fue materia de un juicio y al final le echaron la culpa a un policía que ya se iba de baja como suele suceder. Ese policía se llama Jorge Andonaire, él todavía está vivo y trabaja acá en Chiclayo. ¿ Todos los objetos que usted fotografió se encuentran en el Museo de Sipán? De las cosas que a mí me enseñó Ernil Bernal, no todas están en el Museo. Ahora, quién las tiene y en qué momento se pierden, eso es un enigma. ¿Usted sospecha de alguien? Es un poco aventurado decir quién las tiene; lo que sabemos es que Walter Alva con la policía intervienen en dos o tres operativos, y la familia Bernal manifiesta que en el primer operativo se llevaron aproximadamente cinco saquetas llenas de cosas de oro. El asunto es que si uno visita el museo donde exhiben las cosas que les quitaron a los huaqueros, eso no llega pues ni
c FOTÓGRAFO HeINZ PLeNGe.
d MeMORANDO DeL vICeMINISTRO RAFAeL VARÓN DIRIGIDO A WALTeR ALvA.
Heinz Plenge ¿Usted tiene un registro de fotografías de lo que se descubrió en la tumba del señor de Sipán? Yo tengo una colección de fotos que tomé durante las excavaciones del señor julio>49
arqueología
c FOTOGRAFÍA NOCTURNA DeL MUSeO TUMBAS ReALeS De SIPÁN.
50> Lima Gris
a media saqueta. Y eso digamos era una especulación de porqué lo mataron a Ernil Bernal, porque él había dicho que si lo llevaban al juez, él iba decir todo lo que le habían quitado. Entonces la especulación es que a él lo silenciaron para que no diga todo lo que le habían quitado. Lo que recuerdo es que de esas cabezas de oro laminado, en esa época en la tumba de la excavación clandestina salieron cerca de 60 de esas cabezas (cabezas redondas que tienen los dientes como felino) y esa otra famosa de Sipán con los ojos azules que tiene una orejita. En esa época la gente hablaba de que en el mercado negro, cada una de esas estaba valorizada en 40 mil dólares. Y en el Museo de las Tumbas Reales hay solo tres de esas cabezas. ¿No hubo una investigación teniendo como prueba el registro fotográfico que usted tenía? No. A mí nunca nadie me pidió esas fotos, ni el INC ni el juez, ni nadie. ¿Cuál es la relación que usted tiene con Walter Alva? Muy álgida, obviamente él me considera una piedra en el zapato, porque él sabe desde un principio que conozco muchos detalles de ese famoso descubrimiento que él dice descubrió; nosotros decimos que las cosas se descubren solo una vez. O sea, ese es un descubrimiento de un mausoleo Mochica, donde los primeros que llegaron fueron los huaqueros, o sea, un descubrimiento ilegal o lo que quieran, pero el descubrimiento no lo hizo Walter Alva. Y él siempre se ha vendido como el descubridor, y las primeras leyendas que ponían en el museo de sitio que hacían en Sipán, y en las publicaciones que hicieron en National Geographic,
él decía que los huaqueros se le adelantaron, lo hacía parecer que él estaba investigando eso y que los huaqueros se le adelantaron, cosa que no es del todo cierto. Realmente cuando la policía fue quien lo llamó para decirle que había ese hallazgo, él al comienzo ni siquiera creía. Pero Alva no reaccionaba hasta que la policía le dijo: ven a ver lo que hemos quitado; recién allí él se da cuenta de la magnitud del hallazgo, recién allí se anima en ir a Sipán, antes creo que ni conocía Sipán. Él era el director del Museo Brunnig en ese momento, empleado público, obviamente parte de su responsabilidad, era velar por el patrimonio arqueológico de la zona, y él lo que hizo es actuar como un funcionario público, y cuando recién se ha dado cuenta del hallazgo él vio una oportunidad allí para destacar como académico, como científico. De manera que él a mí no me tiene ni un grado de simpatía. Hay gente que no quiere hablar del tema… Sí, él siempre se ha vanagloriado de tener parientes en la política que lo han respaldado, en la época de Belaunde su contacto decía que era Alva Orlandini, en la época del APRA decía que era Alva Castro, así por el estilo, obviamente que él ha tenido un buen manejo mediático, y los medios lo han ensalsado hasta el punto de que nadie quiere poner la mano, empezando por las autoridades de Lima. Sorprende el informe N° 209-2012-OCI/MC que se ha presentado con fecha del 28 de agosto del 2012 y que tiene conocimiento tanto el Ministro de Cultura Luis Peirano, como el viceministro Rafael Varón… Lo único que han hecho es llamarle la atención severamente. Ahora, qué pasa cuando a un campesino lo encuentran huaqueando, lo meten a la cárcel. Entonces, el hecho de haber ido a hacer excavaciones sin autorización, eso tiene una palabra: se llama huaqueo, y ellos mismos lo dicen en el propio informe de la contraloría del Ministerio de Cultura, eso es un delito; pero el viceministro solo le hace una llamada de atención severa y allí quedó.
¿Usted de quién sospecha de la golpiza y amenazas que recibió? ¿Cuál fue la conclusión a la que llegó la policía? Ah no, han sembrado que esta masacre que yo he recibido, todo fue un lío de faldas. El coronel Jorge Linares ha salido a sembrar toda esta versión. Al final la policía descartó que el ataque fue obra del ‘viejo Paco’ Claro, ellos han descartado porque tienen la sartén por el mango. ¿Sigue sospechando de Walter Alva? Sí, ¿por qué no?, yo le traje abajo su pretensión de ser Ministro de Cultura. ¿Siguen investigando el tema de Walter Alva? Sí, y no hay ningún temor de responder las cartas notariales, porque toda la información sobre los hechos ilegales de Walter Alva yo los tengo, yo se los puedo remitir. ¿Para usted, Walter Alva tiene un gran poder? Él viene desde el primer gobierno de Alan. En la época de Alan yo estuve allí, yo trabajaba en una revista. Él y Alan llegaron en un helicóptero a Huaca Rajada; lo mismo hizo con Fujimori, en un helicóptero y estuvieron cerca de dos horas, cuando estaba en excavaciones, qué sacaron, no sé, qué se llevaron, no lo sé. Walter Alva con el periodista Alejandro Guerrero armaron todo esto con complicidad de la policía para tratar de recrear la excavación de cómo había sido, de este huaquero Ernil Bernal, que es el verdadero descubridor, y terminó muerto. Eso que contamos jamás lo refutó Alva, jamás ha refutado los escritos en el diario. Aquí lamentablemente en Chiclayo, los colegas lo ven como alguien intocable; nadie lo toca a Walter Alva; ha estado primero con Alan, luego Fujimori, volvió con Alan nuevamente, y también con Toledo.
¿Usted le tiene miedo a Walter Alva? Por qué voy a tenerle miedo, a la única que le tengo miedo es a mi mujer. JORGE CENTURIÓN ¿A qué crees que se deba su salida? Para mí, es una decisión política. Usted denunció que tenía amenazas por parte de los nacionalistas. Claro, eso ha salido en El Comercio, en La Re- c PeRIODISTA JORGe MONCADA, FOTOGRAFÍA De SU AGReSIÓN, pública y en diferentes medios. TOMADA POR PeRLA POLO. ¿Usted cree que Walter Alva es una de las personas que quería su salida de la dirección del proyecto Naylamp? Yo no tengo la manera de cómo probar eso, pero él hizo una denuncia pública porque no se le pagaba su CAFAE; y públicamente me llamó incompetente, y otros adjetivos más. Pero no sé si eso habrá sido la causa de mi salida, o realmente no lo sé. Ya se conoce públicamente el informe sobre Walter Alva, pero ¿sabe cuál ha sido la resc JORGe CeNTURIÓN, eX puesta por parte del Ministerio de Cultura? DIReCTOR De LA UNIDAD A mí me llama la atención que ante un informe ejeCUTORA NAYLAMP N°5. de la OCI que establece ciertas cosas, el viceminis- FOTO: LA RePÚBLICA. tro con un memorándum le llama la atención a Alva. Lo que le corresponde allí al ministerio es que debería haber un proceso administrativo sancionador, y también debería haber una denuncia penal. Regresando al tema de su salida de la Dirección de la Unidad Ejecutora de Naylamp ¿Usted se reunió con el ministro Luis Peirano? No, yo no lo he visto al ministro desde la última vez que estuve en Lima, que fue en abril. Pero me imagino que tenía conocimiento de c ERNIL BeRNAL SAMAMÉ, las denuncias y la presión por parte de los FALLeCIDO eN 1987. nacionalistas. Sí, yo me imagino que él tenía conocimiento de todo esto, además de una serie de cosas que ha habido acá. d ESTA eS LA ReSPUeSTA DeL MeMORANDO DeL
.
vICeMINISTRO RAFAeL VARÓN AL CONOCeR eL INFORMe De CONTRALORÍA DeL MINISTeRIO De CULTURA CONTRA WALTeR ALvA.
PERIODISTA JORGE MONCADA ¿Queríamos saber cómo se encuentra? Bueno, recuperándome en mi casa. julio>51
PINTURA
CARLA CHÁVEZ KELLER
EL PODER DE LA SENSUALIDAD ENTREVISTA RUFUS T. FIREFLY FOTOS HUGO ALEJOS
Desde la antigüedad hasta la actualidad el desnudo sigue despertando nuestros sentidos, trabajos como el canon de Policleto o el Hombre de Vitruvio de Leonardo, han plasmado la preocupación por el cuerpo humano como sinónimo de proporción, perfección o de belleza. A esto, Carla Chávez Keller le suma la exploración de la sensualidad.
“No hay que confundir la sensualidad con la sexualidad, porque la sensualidad es un despertar de los sentidos y también de la espiritualidad.”
52> Lima Gris
E
lla utiliza el lienzo como un espejo para capturar entre trazos y colores, aquella energía mágica que despierta lo sensual. Son pocas las mujeres que trabajan el erotismo en el arte, mayormente son los hombres ¿cómo comienzas con los desnudos? Todo empezó prácticamente como un juego a raíz de un problema personal, luego del divorcio comencé a tener nuevas sensaciones y nuevas inquietudes, todo empezó como un juego, comencé a pintar desnudos una vez a las quinientas, porque yo más me consideraba una pintora paisajista. Al final, me di cuenta que tenía varios desnudos y decidí presentar una individual titulada sensualidad y tuvo bastante acogida. Entonces, ahí recién me decidí a seguir por ese camino y me divertí mucho pintando estos cuadros. Se dice que la mujer después de los 40 años es mucho más sensual… Yo creo que sí, porque una mujer después de los cuarenta ya es más madura, conoce mejor su cuerpo y sabe lo que quiere. Yo tendría que decir después de los 50 (risas). Trabajar la sensualidad es todo un proceso y descubrimiento, pero es importante saber que colores utilizar. Se dice que el rojo es el color de la pasión, porque representa al primer chacra, ya que nosotros tene-
mos siete centros energéticos en el cuerpo, y el primer cuerpo energético que más pegado está a la tierra es el color rojo. Por eso, el rojo está presente en todo lo referente a la sensualidad. Ahora, no hay que confundir la sensualidad con la sexualidad, porque la sensualidad es un despertar de los sentidos y también de la espiritualidad. En tus pinturas de desnudos está presente siempre el personaje femenino ¿qué pasa con los hombres, te faltan modelos? No me faltan modelos, sino que era explotar mi propia sensualidad, yo no uso modelos, todos los cuadros que yo pinto soy yo misma. Es algo que deseo explotar, porque en algún momento cualquier mujer se siente gorda, o se siente voluptuosa, como dicen todo depende de gustos y colores. Hay hombres que les gustan las gorditas, y hay muchos hombres que no les gusta las flacas. Lo que yo quiero realmente es que mi pintura hable por sí sola, y que la persona que la mire le despierte sensualidad. De alguna manera tu obra también refleja tu personalidad ¿alguna vez has recibido algún comentario atrevido por tus cuadros? Claro que sí. Muchas personas ven mis cuadros y creen que soy demasiado atrevida o suelta. Soy atrevida pero pintando, pero no soy atrevida en mi vida personal. ¿En tu vida personal no usas látigos ni cadenas? No para nada. Si me considero una persona senjulio>53
PINTURA sual, a toda mujer le gusta la belleza y verse bien, pero yo creo que la sensualidad es algo que se aprende, uno va creciendo y va aprendiendo a ser sensual. Y en el caso masculino ¿Cómo es un hombre sensual para ti? Para mí el hombre sensual, es un hombre que sea gentil, caballeroso, elegante y viril.
c LA ARTISTA POSANDO jUNTO A SU OBRA TU eSPALDA Me ReCUeRDA A. c OBRA TITULADA ESPeRANDO POR TI. ÓLeO SOBRe LIeNZO.
54> Lima Gris
¿Crees que se ha perdido eso en Lima? Yo creo que sí, bastante, sobre todo la caballerosidad. O sea, te puede despertar la sensualidad una pequeña mirada, un pequeño gesto, una pequeña actitud, por ejemplo, que venga un chico y te jale la silla para sentarte, o que esperen en el ascensor a que tu salgas primero. Ahora no pasa eso, se abre el ascensor y todo el mundo sale primero porque esta apurado y salen corriendo. Pero son esos detalles como el de: usted pase primero señorita, lo que hace que tú te fijes en
un hombre, porque dices: qué caballero, que sensual. No todo en tu pintura es desnudo, también el año pasado trabajaste reivindicando nuestra cultura andina. Así es, el año pasado trabajé un tema de los danzantes de la mamacha Carmen, que bailan el 16 de julio en Paucartambo en homenaje a la virgen del Carmen, yo estudié en el colegio Carmelitas y tengo una conexión especial con la virgen. Entonces, estuve desarrollando las mascaras de las comparsas, realicé una exposición en México acerca de estos danzantes, y lo llevé a un festival del Caribe Maya. ¿Por qué crees que muchos artistas se olvidan de nuestra cultura? Yo creo que muchos artistas se han olvidado de todas las cosas culturales que pasan fuera de Lima. Antes era como que lo serrano no es chic, ahora último con las fotos de Mario Testino ha cambiado, también hay una señora que está explotando el tema de lo andino, entonces, ahora se ha hecho más conocido. ¿Crees que la pintura actualmente está pasando por una crisis? Yo creo que sí, y una crisis fuerte. ¿Esta crisis se debe a las escuelas de arte, o a qué? Mira, no tanto por las escuelas, sino que acá hay muy poco apoyo para las artes, tanto a nivel distrital, regional, departamental y presidencial. Hay muy poco apoyo, no solo en la pintura, sino en todas las artes, yo creo que el apoyo que hay no es suficiente. Sé que aparte de pintar, tienes una conexión bien fuerte con la poesía, especialmente con Vallejo… Sí, me encanta César Vallejo, siempre me gustó desde la niñez, es más, el año pasado en el Festival Mundial de Poesía, que se realizó en Islas mujeres, yo participé como poeta, se hizo poesía bajo el agua, en un sitio que se llama La Musa, que queda entre Cancún y playa del Carmen, y bajamos como a seis metros bajo el agua, allí participé leyendo un poema de Vallejo. Y este año el Festival Mundial de Poesía se realizará en Perú y Bolivia, se leerá poemas en las Islas Ballestas, también en Machu Picchu, y para finalizar será leerá en Bolivia. EXPOSICIONES Y GALERÍAS ¿Cómo ves el tema de las galerías, cuál es tu relación con ellas? Creo que es un poco difícil entrar en las galerías. Primero con todo este tema controversial de los cobros que hacen las galerías, pero a mi particularmente me gusta más trabajar en festivales, porque me gusta que mi arte no solamente llegue a un sector, sino que sea más popular. En los festivales tienes acceso a una
mayor cantidad de gente y no solamente a una elite. ¿Entonces, las galerías mantienen todavía una elite? Sí. O un círculo un poco más cerrado digamos. Hay algo curioso, tú expones más fuera del Perú. Sí, dicen que nadie es profeta en su propia tierra, me ha ido muy bien en México, me parece que hay un poco más de apoyo, y realizan muchas actividades. Hace poco inauguré mi individual titulada Pintura y pasión, en playa del Carmen. Digamos que en esa exposición maduré un poco más mi muestra de sensualidad, y me fue muy bien, tuvo tanta acogida que se quedó, y se ha vuelto una muestra itinerante por diversos espacios en México. LA FAMILIA ¿Cómo manejas el hecho de ser artista y ser madre? Yo primero tendría que agradecer a mi hija, por la paciencia que ha tenido de todas las horas que le he tenido que dejar sola para poder realizar mis obras, pero ella me apoya muchísimo, Franca es una chica extraordinaria, también está involucrada en el mundo del arte, ella baila ballet desde los dos años, y le gusta mucho. Ha viajado conmigo a México, me gustaría poder involucrarla más en el mundo del arte, cuando yo haga mis exposiciones fuera, me encantaría que ella baile, es un poco chica, pero más adelante realmente me gustaría poder participar en estos eventos con ella. (El brillo de sus ojos muestra la emoción al hablar de su hija). Hay muchos padres que se molestan cuando se enteran que sus hijos desean ser artistas… Para nada, yo estoy orgullosísima, para mí sería el mayor logro que ella pueda triunfar en la danza. Yo siempre le inculco que ella tiene que estudiar, que antes que todo tiene que estudiar, así sea que se gradué de flautista, y si quiere estudiar danza, que estudie danza, porque no hay nada mejor que hacer lo que a ti te gusta. ¿Y tu hija critica tu pintura, te sugiere cosas? Sí, es bastante criticona, es más, yo le pregunto a ella ¿Franca te gusta? ¿Te gustan los colores? Yo siempre le consulto a ella, porque realmente ella tiene una sensibilidad para la belleza bastante elevada, y como niña, tú sabes que los niños siempre dicen la verdad. ¿Qué pintores te gustan? Me gustan Van Gogh por los colores, y de Perú me gusta Miguel Ángel Velit, por lo atrevido en sus colores y también me gusta Polanco. Cuéntame sobre la muestra de las Malcriadas del Trome Sí. La primera malcriada que inauguré fue en Lima
City en abril, las vengo pintando poco a poco, porque esas si son un poquito más malcriadas, no son tan sensuales sino más tirada a lo malcriado (risas) un poquito más subido de tono. Como te digo no quiero hacer algo muy explicito, pero si cada vez quiero ir subiendo el tono de la sensualidad.
Me imagino que estás trabajando algún proyecto ¿Cuándo será tu próxima exposición? Mi próxima exposición será en el Cusco, es una muestra titulada El medio ambiente, que se va inaugurar el 2 de agosto, también es en homenaje al maestro Alberto Quintanilla y Ríos Rocha, que es mexicano. ¿Dónde podemos encontrar y comprar tus pinturas? Bueno, tengo mi página web que es www.carlachavezkeller.com también en el facebook me pueden encontrar como artista plástica Carla Chávez Keller, o también a mi correo que es chavezk@ yahoo.es
.
c OBRA TITULADA BÚSCAMe. ÓLeO SOBRe LIeNZO.
PÁGINA WeB De LA ARTISTA: WWW.CARLACHAveZKeLLeR.COM
julio>55
literatura
Kjell Askildsen
el lado oscuro de la vida Kjell Askildsen (Noruega, 1929) penetra en nuestra mente, estruja nuestro corazón, nos conduce al naufragio emocional. Su obra –considerada por muchos como maestra- es una cucharada de desesperanza que invita a la reflexión; que angustia y que al mismo tiempo maravilla.
U
FOTOGRAFÍA De SIGURD FANDANGO
56> Lima Gris
na pequeña cabaña cerca al bosque, el fiordo y sus cascadas como fondo de un hermoso paraje en el cuál una pareja vive lo que parecen ser las últimas horas de una larga relación. No precisamos hurgar en su pasado, no es necesario buscar el punto en el cual todo empezó a desmoronarse. Sabemos –al leer los breves y tensos diálogos- que nada podrá salvarlos, que todo está perdido para ellos: hace mucho que han dejado de amarse, pero aún no tienen las agallas para aceptarlo. “Las formulaciones precisas deben reservarse para personas reflexivas, si no, pueden surgir complicaciones.”, dice Thomas F en una de sus últimas notas. Kjell Askildsen usa la voz de este solitario personaje para revelarnos lo que espera de todo aquel que vaya a intentar leerlo: debemos de estar atentos, como quien camina a paso lento en una habitación oscura mientras nuestra vista va acostumbrándose a reconocer los objetos bajo las tinieblas, de lo contrario podemos perdernos, tropezar, caer, lastimarnos e, incluso, ser incapaces de seguir adelante, amedrentados por la confusión y el miedo. Sus historias son breves y concisas, cargadas de sarcasmo, acidez e ironía; sus escenarios son casas de campo, salas, habitaciones, calles, jardines, espacios que se hacen limitados e incómodos. Askildsen no necesita decirnos el día ni la hora, sus personajes siempre están lejos del trabajo, en casa, de vacaciones, o son jubilados que han pasado al retiro y al olvido. No necesita ponerles nombre: sabe que el lector encontrará un nombre adecuado para cada uno de ellos. Una vez creado el escenario, Askildsen mueve
los hilos y sus personajes empiezan a desfilar en nuestra mente con su andar cansado, su decrepitud y su desesperanza. Hay un odio contenido en ellos, un amargor en sus corazones, inconformidad, tiznes incestuosos (como en el gran relato “Los perros de Tesalónica”) y mucho hastío. Puede tratarse de una pareja de esposos en la sala de estar, cumpliendo con desgano un papel invariable a través de los años, hartos de seguir fingiendo que aún puede llamársele amor a esa tensión que flota entre ellos; dos hermanos en una habitación, amargados por la ancianidad que los ha derruido, intentando dialogar sin que el odio brote como veneno entre sus dientes; un joven que no puede más con la presión de su madre y que la aborrece, pero es incapaz de alejarse de ella. Askildsen usa unas cuantas líneas para narrarnos con destreza la crisis perpetua de la existencia humana. El conflicto de una sociedad que se regocija banalmente de su progreso y bienestar. Desnuda nuestra conciencia, hurga en nuestros recuerdos, se vale de sutilezas semánticas y figuras icónicas –un búho tallado en “Thomas”, un largavista en “Final de verano” o una bandera en “Un lugar maravilloso”- para mostrarnos los sentimientos de las personas, la agobiante rutina que parece asfixiarlos, el desaliento de su día a día. Los individuos creados por Askildsen son solitarios, o apenas si pueden conectar con su entorno. Se relacionan con áspera diplomacia con sus familiares o parejas, y parecen estar siempre al borde de la implosión por tener que cumplir con el insoportable protocolo falaz, producto del miedo que tienen de decir su verdad y ser juzgados. Askildsen crea esa atmósfera implacable con una
escribe Luis humberto Moreno
julio>57
Literatura técnica que hace de la sencillez su principal virtud. Diálogos inteligentes, palabras precisas en cada frase, gestos cotidianos y triviales que sin embargo resultan significantes, pero sobre todo el silencio. Un silencio que copa para rincón de su prosa; que tiene incluso más significado que cualquier palabra. La brevedad de Askildsen es efectiva porque sabe cuándo callar. El lector se convierte entonces en el testigo privilegiado de toda la tragedia que ronda en la historia; goza del poder para atisbar las falencias de los personajes y le es imposible rehusarse a completar esos silencios que Askildsen –hábilmente- ha sembrado. Es esa develación la que conmueve al lector y lo afecta. Es imposible cerrar el libro con una sonrisa; cerrar el libro y tratar de continuar con la vida como si nada hubiera pasado. Cuando el relato culmina y la historia circula en nuestras venas podemos ver la maestría de Kjell Askildsen. Caemos en cuenta que los personajes no necesitaban nombre, aspecto o edad, porque los conocíamos de antemano: eran nuestro mejor amigo, nuestra prima, nuestro hermano, nuestro compañero de trabajo, nuestros abuelos; éramos nosotros mismos. “Tenemos que estar contentos con lo bien que vivimos, dice la gente. La mayoría vive peor. Y luego toman pastillas contra el insomnio, o contra la depresión, o contra la vida misma”, dice Thomas F en sus últimas notas, y es imposible no mirar alrededor, si estás en el parque o metido en un bus, sin sentir el golpe certero del desasosiego. Askildsen observa al ser humano con detenimiento, sabe que cada gesto nos desnuda, no hay forma de esconderse de su agudo escrutinio. “Es el lado oscuro de la vida lo que me interesa”, le dijo el escritor noruego a la casa editora Gyldendal a raíz de su primer libro “Desde ahora te acompañaré a casa”, publicado en 1953. “Escribo pequeños acontecimientos, insignificantes, que pueden resultar muy perjudiciales para nuestra vida. Es más, creo que la relación entre el hombre y la mujer –la relación sexual- ante todo deja huella en el carácter”. Conoce la severidad del pecado. Su niñez estuvo marcada por una rígida crianza religiosa. Su familia, luterana, vivía respetando fervorosamente los preceptos de su fe. Kjell Askildsen tuvo una temprana iniciación en la lectura, de la cual nunca más pudo apartarse. Dejó la universidad de Oslo para dedicarse al periodismo y poder cumplir su sueño de escritor. Además, trabajó como estibador, como ayudante en un club nocturno, como empleado en una fábrica; fue reclutado para ser policía militar
“Si la literatura no transmite tensión, inquietud, no es literatura, sino otra cosa. ”
58> Lima Gris
en Alemania; se casó y tuvo dos hijos. Fue jefe de turismo en Mandal (al sur de Noruega), su ciudad natal; y por las noches, en una pensión-café, él y su mujer sirvieron filetes fritos y cerveza sin alcohol a muchos clientes. Cada momento de su vida –incluso los días de infancia en las que fungió de mensajero durante la II guerra mundial- le hizo tomar conciencia de la naturaleza humana, la fragilidad de las personas, la resignación de la clase obrera; como si todos estuviéramos sumergidos en un mundo cuyas bondades no hacen más que anestesiarnos. “Somos flechas disparadas del vientre de nuestra madre, y aterrizamos en un cementerio”, escribe Askildsen en “La noche de Mardon” y expone al hombre como una saeta veloz e incontrolable que alcanza el punto más alto dependiendo de la fuerza con la cual lo hayan lanzado. No hay segundas oportunidades; todo lo que queda es resignarse y esperar el fin. “Vivo en un sótano; lo cual es, se vea como se vea, resultado de que todo me ha ido cuesta abajo”. Askildsen dispara palabras certeras. Apunta al alma. La casa editora Gyldendal accede a publicar su primer libro, a pesar de notarlo muy delgado y a pesar de que Askilden recusó el pedido de añadir más palabras. Luego de dos días, Askildsen le envía el libro a su padre, para pedirle su apreciación. Su padre lo visita el mismo día y le dice que ha quemado el libro. La familia no pudo tolerar la carga de erotismo que había en la obra de su hijo. Lo quemaron –como lo hacía la Alemania Nazi- para dejarle en claro que no estaban dispuestos a tolerar nada de eso. La opinión pública declara al libro como pornográfico, perjudicial y tóxico; la gente pide que lo retiren de las librerías; en la biblioteca, el consejo pide que el libro no sea prestado ni consultado. Pero esa restricción, lejos de abatirlo, lo blinda. Desde entonces su obra empieza a ser más cruda y magistral. “Si la literatura no transmite tensión, inquietud, no es literatura, sino otra cosa. Ni mejor ni peor, sino otra cosa”, dice en una de sus pocas entrevistas. Askildsen, con los años, se vuelve un tipo solitario, distante. No gusta de dar entrevistas a la prensa y las pocas veces que lo hace suele ser breve y preciso como sus propias historias. La prensa, deseosa de abordarlo, lo glorifica, lo mitifica, lo encasilla. Muchos catalogan su obra como minimalista y eso, lejos de halagarlo, le irrita. “Yo no soy para nada minimalista. Si lo dicen, protesto. Nunca escribo menos de lo que tengo que escribir”, dice, mortificado. Es consciente de la calidad de su obra, sabe que sus cuentos son buenos, no necesita que na-
die se lo diga. Por eso fue firme con la edición de su primera obra. No peca de ufano, sino que sabe que sus obras son el resultado de un esmerado proceso creativo. Cuando ha escrito lo ha hecho de noche, empuñando un lapicero sobre una libreta, pensando detenidamente cada palabra. Se considera un arquitecto, un artista. Compara la pintura con su proceso de creación. “El pintor sólo pone lo necesario y nada más. Yo hago lo mismo cuando escribo”. Piensa en el ritmo, en el peso de las palabras. “Me gusta crear esa sensación de desasosiego en el lector. Esa sensación de querer que yo hubiera terminado la historia”. Declara que Henmingway es su único ídolo; que Faulkner es un genio y que comparte un poco la melancolía de Chéjov. Su dominio del idioma inglés le ha permitido sobrevivir durante los tiempos adversos, traduciendo las obras de sus luminarias, además de diversas piezas teatrales. También ha escrito ensayos sobre la literatura alemana, rusa y la del este de Europa, y una revisión aguda sobre los escritores disidentes de la fenecida Unión Soviética. En 1984, Askildsen firmó por la editorial Oktober, de Geir Berdahl, una editorial que vigorizó la difusión de su obra y lo hizo conocido en el resto de Europa. Su obra “Últimas notas de Thomas F para la humanidad” fue nombrada la mejor publicación noruega de los últimos 25 años. Y su libro “Los Perros de Tesalónica” ha sido considerado una obra maestra.
Hace más de 15 años que Askildsen no escribe. Su vista ya no se lo permite, y dice que no puede dictar sus cuentos porque no es ése su procedimiento. Considera que los talleres y escuelas literarias son un disparate y que, a pesar de no poder escribir, está sobreviviendo. Son estos años de sequía productiva los que, sin embargo, le están gratificando con un reconocimiento que debe resultarle reconfortante. Sus obras, lejos de caer en la obsolescencia, parecen fortalecerse con el paso del tiempo, porque siguen cumpliendo el propósito de desnudar la naturaleza de ser humano, de exponerlo cargado de falencias. Los relatos de Kjell Askildsen siguen acechando y maravillando, mostrando al ser humano como una criatura anegada en un pozo de insatisfacción que alimenta día a día, mientras cree perseguir esa felicidad que siempre le resulta esquiva, y que lo convierte en víctima de una exasperante monotonía. “El bosque es casi más bonito cuando el sol no brilla. Cuando llueve es aún más bonito. (…) El sol tiene la capacidad de engañar”, escribe Kjell Askildsen, en una metáfora que pellizca nuestras pieles y logra despertarnos de ese letargo rutinario. Bien lo dice su editor Geir Berdahl en un esmerado ensayo sobre este talentoso escritor noruego: “Son sólo unas pocas líneas, pero pueden contener toda una vida”. Ya está en cada quien tomar algo de valor y atreverse a leerlo. No hay marcha atrás después de hacerlo. La voz de Askildsen está cargada de eternidad..
.
julio>59
ENSAYO
La resurrección de Sixto
Q
ue a menudo la realidad sobrepasa a la ficción. Que nadie es profeta en su tierra. Que nadie sabe para quién trabaja. No antes estos tres dichos populares fueron tan ciertos. Nunca antes de descubrir a Sixto Rodriguez, hijo -el sexto- de emigrantes
60> Lima Gris
mexicanos proletarios, nacido en los alrededores de Detroit, en 1942. Siendo él mismo obrero, Sixto siempre se preocupó por cuatro cosas: la música, su educación, vestirse bien y el compromiso social. De la fábrica regresaba a su casa para estudiar música en solitario o iba a la biblioteca a sacar libros que
ampliaran su visión del mundo, libros que leía con el mismo fervor con el que asistía a exposiciones y visitaba museos. En cuanto el mandil proletario quedaba colgado en su armario, Sixto se vestía con gusto, con elegancia, y con ese aspecto de dandy de rostro mexicano y larga cabellera negra, participaba en reuniones asociativas
donde se analizaban los problemas del barrio, de la ciudad, de la condición obrera. Poco a poco, conforme fue adquiriendo las llaves mágicas de la música, se puso a componer canciones y así añadió a sus múltiples y diversas actividades de hombre comprometido, la de trovador que, en cafés y bares populares de su ciudad natal, comunica con un público restringido pero respetuoso. Un día un famoso productor discográfico descubrió sus canciones. Sixto tenía entonces 27 años y solo había grabado un disco sencillo, I’ll Slip Away, el cual, como anunciando su mala suerte, había sido editado con un error en su nombre. Así, sucesivamente, en 1970 y 1972, se editaron dos álbumes de Rodriguez: Cold Fact y Coming From Reality. Eran esos los años en que Bob Dylan empezaba también a existir en el mundo de la música, y el productor de Sixto consideraba que su protegido tenía más talento y futuro que el propio Robert Allen Zimmerman, quien solo le llevaba -le lleva aún- un año. Las cosas no sucedieron, sin embargo, como deberían haber ocurrido si todo en la vida tuviera lógica. Los dos álbumes de Rodriguez se vendieron mal, la leyenda dice que solo seis ejemplares, pero eso debe ser exageración. Lo que sí es verdad comprobada es que en ese momento el mismo productor estaba promoviendo a otro cantante y que éste logró imponer uno de sus temas a través de la radio, dejando a Sixto en un segundo plano y pronto lo condenó al olvido. Además, hay que decir que el cantautor Rodriguez se mostraba extremadamente tímido cuando se trataba de defender su música en público y que esa timidez lo llevaba a veces incluso a cantar dándole la espalda a la sala. O sea que al interpretar sus canciones era muy diferente de lo que era en la vida diaria: muy amigo de sus amigos proletarios y una persona sumamente activa en lo que concernía a su compromiso social y político. Pese a su mala suerte inicial en Estados Unidos -nadie es profeta en su tierra-, los dos álbumes de Sixto Rodriguez se editaron en Sudáfrica, Australia y Nueva Zelanda, y lograron allí mayor aceptación que en su país natal, lo cual lo llevó a interrumpir por breves momentos su actividad asalariada de obrero de construcción civil para ir a cantar allí donde de hecho había oídos más dispuestos a escuchar sus composiciones. Sin embargo, ya de regreso en Detroit,
escribe José Rosas Ribeyro
“Se dice que Rodriguez en Sudáfrica era más famoso que los Rolling Stones, y más que Dylan, sin duda. “
julio>61
ENSAYO Rodriguez se retiró por completo del mundo de la música, retomó su trabajo proletario, prosiguió su propia educación, se dedicó a la política y a ocuparse con esmero de sus hijas. Y así puso punto final a una carrera artística que recién estaba empezando con enormes dificultades. Pasaron los años y sin que él se diera cuenta, sus canciones se habían convertido en verdaderos himnos de quienes en Sudáfrica, siendo blancos, se oponían radicalmente al apartheid. Todo el mundo conocía allá los temas de Rodriguez, la gente los tarareaba y cantaban como llamados a la libertad en un país marcado por la opresión escandalosa de la población negra. Sus discos se habían vendido por cientos de miles, las cuales a su vez habían sido reproducidas en millares de casetes. Se dice que Rodriguez en Sudáfrica era más famoso que los Rolling Stones, y más que Dylan, sin duda. Pero lo increíble de todo esto es que el propio Sixto no tenía ni idea de su celebridad sudafricana, celebridad que, por cierto, al no saberse ya más nada del cantautor, se convirtió en leyenda o, más bien, en mito trágico. Para los sudafricanos Sixto Rodriguez había muerto y, de manera violenta: se decía que durante un concierto sacó un revólver de su chaqueta y se metió un tiro en la sien o en la boca, cada uno tenía su versión. En otras leyendas se hablaba de alcoholismo, de desesperación y, por supuesto, siempre de suicidio. Nada menos. Versiones todas que no tenían nada que ver con la realidad ya que, mientras tanto, Sixto Rodriguez vivía en Detroit cerca de sus hijas, seguía siendo proletario, había hecho estudios superiores de filosofía, seguía leyendo buena literatura y llevaba a su progenitura a visitar exposiciones de grandes artistas. Y en sus momentos de soledad tocaba la guitarra y escribía versos que a veces se transformaban en canciones que sólo él conocía. Esta historia parece increíble pero es así: la realidad supera a la ficción. Y ahora me vuelvo hacia mí mismo para decir por qué escribo sobre Sixto Rodriguez: cómo lo descubrí. Resulta que hace unos meses leí un artículo en el diario parisino Libération sobre un documental que acababa de estrenarse. El personaje del filme me intrigó desde ya y de inmediato fui a ver la película, la cual me cautivó. Resulta que ayer mismo (escribo esto el lunes 25 de febrero) le dieron a Searching for Sugar Man el Oscar al mejor documental, lo cual, al ser una
“Cuando el público, que llenó los estadios, lo escuchó cantar los temas archiconocidos en Sudáfrica de sus únicos álbumes editados, se rindió a la evidencia: Sixto Rodríguez había resucitado.”
62> Lima Gris
excepción confirma una regla: los premios Oscar, por lo general, poco o nada tienen que ver con el arte cinematográfico: son premios de la industria, con criterios industriales y objetivos industriales. No obstante, este no es el caso del excelente documental del realizador sueco Malik Bendjelloul, premiado con anterioridad en el festival Sundance y tanto por el jurado como por el público. Resulta que este cineasta, hasta ese momento desconocido, hizo un viaje a Sudáfrica hace cinco años y conoció allá a Steve Segerman, gran admirador de Rodriguez. Este le contó lo famoso que era el cantautor de origen mexicano y lo extraño de su desaparición, de su supuesto suicidio en público. ¿Estará realmente muerto o es pura leyenda lo que se cuenta?, se preguntó entonces Bendjelloul, y decidió investigar sobre el asunto al alimón con Segeman. Pero… ¿por dónde empezar?, se dijo, y de inmediato se respondió: lo mejor es seguir la huella del dinero, ya que alguien habrá recuperado los derechos por los cientos de miles de discos vendidos. Tanto en Sudáfrica como en Estados Unidos fueron, pues, a interrogar a quienes produjeron en esos dos lugares los álbumes antes mencionados. Al cabo de meses de trabajo de hormiguitas el resultado fue nulo. Nadie sabía nada o nadie quería decir nada sobre lo que sabía. Y quienes se habían llenado los bolsillos con las excelentes ventas de los discos de Rodriguez en Sudáfrica (y también en Australia y Nueva Zelanda, pero eso el documental no lo dice) podían seguir durmiendo tranquilos. Luego (todavía no, pero después), se va a saber que el propio cantautor, que ignoraba todo sobre su éxito sudafricano, tampoco había recibido un dólar por sus canciones. Ya lo decía antes: nadie sabe para quién trabaja. Ya Bendjelloul y Segeman estaban a punto de abandonar la investigación, vencidos por la interesada omerta de los productores discográficos, cuando al cineasta se le ocurrió leer con detenimiento las letras de las canciones de Rodriguez. De repente, en una de ellas descubrieron un nombre propio que les intrigó. Un nombre que yo, en este momento, no recuerdo. ¿Y eso qué es?, ¿a qué hace referencia? Se pusieron, pues, a consultar diccionarios, enciclopedias, obras de geografía. Y descubrieron entonces que ese nombre que ahora no recuerdo es el de una zona urbana de los alrededores de Detroit. De Detroit, sí, la ciudad natal de Rodriguez: habían encontrado un indicio. A partir de allí podrían tirar un hilo que los condujera al cantautor para saber si en verdad había muerto, como lo quería el mito,
o si estaba vivo en algún lugar del mundo. Buscando pues a Rodriguez, Bendjelloul y Segeman recurrieron a internet, esa pequeña maravilla de los tiempos modernos, y a través de un mensaje que lanzaron al mundo virtual dieron con un Rodriguez real, o más bien con una Rodriguez, pues quien se puso en contacto con ellos era su hija, y el cantante vivía cerca de su casa. Finalmente habían dado con el paradero del misterioso desaparecido. Estaba vivo, y seguía siendo obrero de construcción civil. Habían encontrado a Sixto Rodriguez y derribado así el mito trágico del artista suicida. A través de las hijas, Bendjelloul y Segeman quisieron acercarse al cantautor-obrero. La ta-
rea no fue fácil porque Sixto no quería saber nada de lo que era para él un pasado ya completamente enterrado. Las hijas lo persuadieron, terminando por convencerlo y, finalmente, el cineasta y el admirador lo pudieron encontrar en Detroit. Hablaron con él, aunque Rodriguez se mostró siempre parco, sin demasiados deseos de que la luz destruyera definitivamente la oscuridad en la que había elegido vivir. Meses después, Bendjelloul y Segeman convencieron a un productor para que organizara una gira de Sixto por Sudáfrica, abarrotando estadios y agotando las entradas. El estusiasmo de la gira del músico resucitado era tan grande como la incredulidad: algunas personas pensaban que se trataba de julio>63
ENSAYO una superchería, que se les estaba dando gato por liebre, que ese señor setentón de largos cabellos negros, piel cobriza y rostro mestizo no era ni más que un usurpador, una mentira. Cuando el público lo escuchó cantar los temas archiconocidos en Sudáfrica de sus únicos álbumes edi-
c SIXTO RODRIGUeZ GRABANDO SU PRIMeR DISCO eN STUDIO. c SIXTO RODRIGUeZ, eL POeTA PeRDIDO, Y AFORTUNADAMeNTe eNCONTRADO.
64> Lima Gris
tados, se rindió a la evidencia: Sixto Rodriguez estaba vivo. Sin embargo, de regreso a Detroit, cuando le contó a sus amigos y compañeros de trabajo su multitudinaria gira por Sudáfrica, nadie le creyó. Felizmente una de las hijas había grabado videos de los conciertos y, al verlos, los amigos y colegas de Rodriguez comenzaron a creerle: su sencillo compañero de todos los días, el esforzado obrero de construcción civil, era en
un lugar lejano del mundo una estrella comparable a Elvis Presley. Desde entonces la vida de Sixto Rodriguez ha cambiado un poco. Cuando no está de gira por Sudáfrica, Europa o Estados Unidos, vuelve a Detroit y a su trabajo humilde. El dinero ganado, que no parece interesarle mucho, lo entrega a sus hijas para que mejoren su vida cotidiana. Lo extraño es que la vida de los otros personajes ligados a la resurrección de Sixto se ha transformado más que la del propio resucitado. Segeman, quien tenía unajoyería, la abandonó para poner una tienda de discos y lanzarse a la producción musical. Bendjelloul, un cineasta sin obra conocida, es ahora un documentalista famoso que tiene un Oscar en su haber y varios premios más. Irónicamente, una de las hijas de Sixto se casó con un sudafricano y ahora vive entre su país de origen y el de su marido, con el hijo que han tenido juntos. El cantautor, mientras tanto, piensa que quizás podrá elaborar un tercer álbum con los versos y las notas que ha ido acumulando durante las tres décadas en que dejó de ser quien había sido efímeramente. En donde se estrena Searching for Sugar Man seduce al público como me sedujo a mí en París y a mi amigo el escritor y periodista Luis Aceituno en Guatemala. En París, precisamente, empezó a proyectarse hace ya varias semanas en un humilde circuito de dos pequeñas salas y muy pronto batió el récord de público, de tal forma que hoy puede vérsele en cinco cines. Por el resto de Francia se vienen distribuyendo cincuenta copias y por todas partes el público queda cautivado tanto por el documental (muy bien realizado) como por el propio Sixto Rodriguez. Hace unos días cenaba solo en un popular restaurantito oriental cuando llegó a mis oídos la conversación de mis vecinos de mesa. Era una pareja que estaba absolutamente cautivada por la historia de la película y durante todo el tiempo que estuve allí comiendo especulaban y elaboraban teorías para explicar por qué Sixto Rodriguez con sus dos excelentes álbumes fracasó rotundamente en Estados Unidos en los años setenta. Los estadounidenses no podían aceptar a un trovador con cara de mexicano y con ese apellido, Rodriguez, decía ella. ¿Y Joan Baez?, replicaba él, ¿no tiene también un apellido hispánico y es de origen mexicano? E igual se hizo famosa. Lo cual daba lugar a nuevas interrogantes y más especulaciones. Mientras tanto, ya están anun-
ciados dos nuevos grandes conciertos de Sixto Rodriguez en París y otros en provincia, y como para los de París las entradas están desde ya agotadas, se ha programado un tercero en otro gran auditorio. Las reediciones de sus dos álbumes de los setenta se han vendido como pan caliente, como también el cedé con la banda musical de Searching for Sugar Man, en la cual se incluyen uno o dos temas inéditos. Y ahora para terminar, veamos un poco qué dice Sixto Rodríguez sobre el documental que ha hecho su súbita fama, su filosofía de la vida, su visión del mundo de hoy y otras cosas por el estilo. Estos son algunos fragmentos de una entrevista realizada por el semanario francés L’Express en diciembre de 2012. “Malik ha hecho un trabajo muy bueno. Fue varias veces a Sudáfrica y vino cuatro veces a Detroit, una vez en febrero. En Un día de la vida de Ivan Denisovitch, Alexandre Soljenitsyne explica que el frío es como Dios: no se puede ver pero se siente su presencia. El frío de Detroit es tan intenso como el que describe Soljenitsyne. Es un frío amargo y si alguien logra soportarlo termina haciéndose más fuerte.” “De los años setenta a ahora las cosas no han cambiado mucho. Seguimos teniendo las mismas dificultades. En Sudáfrica, en el mes de agosto, la policía masacró a mineros huelguista. Este otoño en Irlanda, una mujer murió porque los médicos no quisieron realizarle un aborto, intervención que sigue estando prohibida por la ley. Por todas partes siguen habiendo problemas. En los años setenta el tema de la píldora anticonceptiva y del aborto ya estaba en el centro de los debates. Y hoy el Papa sigue oponiéndose a los anticonceptivos.” “Sé que pertenezco al siglo pasado, sin embargo me gusta considerarme contemporáneo. Muchos problemas no han sido solucionados. Yo soy un trabajador, un obrero, y en ese medio cuando algo se rompe se analiza qué ha pasado y se trata de reparar. Desgraciadamente la mentalidad de nuestra sociedad no puede repararse. Es un problema de los hombres, que dominan el mundo de la política. Creo que si más mujeres tuvieran acceso al poder se podrían por fin cambiar de verdad las cosas. Siempre digo que las mujeres son las depositarias de la cultura, creo que las mujeres son la cultura. Nos hablan todo el tiempo de las amenazas islámicas, pero quién habla de las que se encuentran al interior mismo de
la república: los ricos no pagan sus impuestos, las empresas ponen a sus órdenes a miembros del Congreso. El escándalo de Enron es una demostración más de la corrupción. Esas organizaciones saben cómo hacer para que se aprueben leyes que las favorecen. Por ejemplo, en Michigan una capa freática ha sido manipulada para que pueda aprovecharse de ella una multinacional, la cual ahora les vende agua a los habitantes del lugar. Ahora algunos quieren incluso que los hospitales sean fuentes de beneficios. Yo lo que quiero es desmitificar la política. Soy un músico político.” “Obtener mi maestría de filosofía me costó
diez años pues trabajaba y solo después del trabajo podía ir a cursos en la universidad. Cuando se trabaja es difícil educarse. ¿Y qué es lo que aprendí? Siempre las grandes preguntas: ¿existe Dios?, ¿hay varios dioses?, ¿Dios va a volver? Y si volviera, ¿cuál de ellos sería? Según yo, no es posible encontrar respuestas definitivas a estas preguntas. Hay más bien que encontrar una respuesta que corresponda con uno mismo. Kierkegaard habla de una relación personal con Dios. ¿Y yo, creo verdaderamente en Dios? No sé. Pero sí sé que me gusta mucho Hemingway y que él en uno de sus libros le hace decir a uno de los personajes: no creo que haya una verdad sino varias verdades. Cada uno puede encontrar las cosas que lo ayuden a vivir.”
c PRIMeR VINILO De SIXTO RODRIGUeZ COLD FACT, 1970.
.
julio>65
literatura
MARTÍN KOHAN
EL ESCRITOR DE LOS BARES
Con Ciencias Morales ganó el Premio Herralde de Novela el año 2007. Luego de conversar con él, le propuse una entrevista que gentilmente se animó a responder. Este es el resultado.
M
ENTREVISTA ORLANDO MAZEYRA GUILLÉN
artín Kohan (Buenos Aires, 1967) se licenció como profesor de enseñanza secundaria normal por la Universidad de Buenos Aires (UBA), después obtuvo la licenciatura y el doctorado en Letras en la misma Universidad, en cuya Facultad de Filosofía y Letras, es profesor de Teoría Literaria. Martín, dices que escribes en bares. ¿Te acomoda mejor el bullicio de lo cotidiano que el silencio cuando creas ficciones? ¿Cuál es (o sería) el ambiente ideal para entregarte a las ficciones? En rigor no es que solamente escribo en bares. Paso todo mi tiempo en bares. También leo, veo fútbol por televisión, me junto a conversar, como, preparo clases, leo el diario, en los bares. Es un lugar donde me gusta estar. Y en cambio, deploro estar en casas, no me gusta, me canso rápido, me siento encerrado, al poco tiempo me quiero ir de una casa, quiero salir. No soy un escritor de bares, soy una persona que está siempre en bares y que a veces, entre otras cosas, escribe. Creo que fue Rilke quien dijo que la verdadera patria del hombre es la infancia. Julio Ramón Ribeyro decía que quizá escribir era prolongar los juegos de la infancia. ¿Qué vasos comunicantes encuentras en tu acto creativo con el mundo de la infancia? El gusto por estar solo. No siento la escritura como un juego. Pero sí, en cambio, como un gesto de repliegue, la actitud del retraído. Y eso sí me
66> Lima Gris
remite a mi infancia, porque fue en la infancia cuando descubrí que era ése mi temperamento. Como hincha de Boca, ¿te tienta la idea de escribir un libro sobre el club más popular de la Argentina? Creo que no tengo pasiones que no admitan ser explicadas, que no puedan respaldarse con argumentos, que no puedan ser puestas en palabras racionales. Tal vez Boca sea la única excepción. Por eso es que creo que preferiría no escribir un libro sobre Boca, o que no podría hacerlo. ¿Alguna vez has sentido que Cristo te miraba? No creo en Cristo. Ya sabes, ¿a partir de qué edad se puede empezar a torturar a un niño? Quizá quiero saber si, en la maldad, la realidad siempre supera a la ficción… La realidad impone siempre la crudeza de su condición de tal. Que se pueda imaginar una pregunta así, ya es terrible; pero es tanto más terrible saber que la pregunta de veras existió, que alguien estaba de veras dispuesto a proceder según esos términos. En todo caso, lo que me importa no es lo que separa y distingue realidad y ficción, sino lo que las comunica. Porque esa pregunta, por ejemplo, es real y es inimaginable a la vez. Si pudieras elegir a un mentor (vivo o muerto) para que te guíe o te dé un taller de escritura creativa, ¿a quién elegirías y por qué? Presiento que los escritores que admiro (entre los argentinos: Borges, Saer, Piglia, Aira) estarían poco dispuestos a dictar un taller de escritura creativa. Me dirían que haga lo que hago: aprender de ellos, leyéndolos. Esta pregunta viene de la mano de la anterior:
julio>67
literatura
ENTREVISTA oRLANDO MAZEYRA GUILLÉN
a CIeNCIAS MORALeS, NOveLA PUBLICADA POR ANAGRAMA. PÁGINAS 218.
68> Lima Gris
¿crees en los talleres de escritura creativa? También mi respuesta viene de la respuesta anterior; personalmente, no me han interesado nunca. Sé que a muchos otros les resultan provechosos. Pero en mí suscita más que nada distancia la idea de escritura con consignas, o tan direccionada, pautada, tentada por la convención; tampoco la inmediatez de la presencia grupal me atrae, más bien me disuade. ¿Qué le mandarías a leer a un joven que se te acerca y te dice que quiere ser escritor? Le sugeriría leer a Borges. Pero también me daría curiosidad saber por qué motivos alguien podría querer ser escritor. ¿En qué lugar, fuera de Argentina, te has sentido como en casa? Me siento como en casa en Buenos Aires, y en ninguna otra parte que conozca. Puedo sentirme cómodo, bien recibido, incluso a gusto en otros lugares; pero solamente en la ciudad en la que viví toda mi vida, la que conozco de punta a punta, accedo al don de la pertenencia. ¿Qué es lo que más amas y detestas de Mario Novoa, tu personaje de Bahía Blanca? Amo y detesto lo mismo: su sentido de la fijación, su obcecación, la obsesividad de su pasión. Si te sentaras en un bar a tomar un café con Mario Novoa, ¿qué pregunta le harías? ¿Y qué crees que te preguntaría él? ¿Yo a él? Qué pasó con Belén, finalmente. Él a mí: ¿cómo puedo suponer que se fijó siquiera en Belén? Novoa es un enamorado cabal: una sola mujer, y basta. ¿Qué autor o autores te entusiasmaron en alguna etapa de tu vida y hoy, a la distancia, los sientes tan ajenos que hasta podrías decirles adiós y para siempre? Mario Benedetti. Ernesto Sábato. Eduardo Galeano. Etcétera.
¿Compartes el planteamiento de Sábato cuando afirma que la condición más preciosa del creador es el fanatismo? Él señala que el escritor «tiene que tener una obsesión fanática, nada debe anteponerse a su creación, debe sacrificar cualquier cosa a ella. Sin ese fanatismo no se puede hacer nada importante»… Estoy de acuerdo, aunque lo diría sin tanto desgarramiento existencial. Por lo pronto, hablaría de escribir, más que de «creación», que es más pomposo; también creo que uno antepone la pasión de la escritura porque le resulta placentera, no porque deba suponer que está haciendo algo «importante». Si te apuro en una antología de seis cuentos, ¿cuáles me nombrarías y por qué? «Emma Zunz» de Borges, «Hombre de la esquina rosada» de Borges, «El sur» de Borges, «El Aleph» de Borges, «La intrusa» de Borges, «La muerte y la brújula» de Borges. ¿Por qué? Porque son perfectos. ¿Qué tan importante es la música en tu escritura? Cuando escribo, presto mucha atención al ritmo, a la sonoridad de las palabras, a la métrica. La música me gusta mucho (a veces pienso que más incluso que la literatura), espero que eso incida en lo que escribo y lo beneficie. ¿Los premios literarios sirven de algo? ¿Fueron determinantes en tu devenir como escritor de ficciones? Un premio, como cualquier reconocimiento, puede contribuir a destacar un libro o a un autor, cosa que no viene nada mal, dado que es tanto lo que se publica y es tanto lo que circula. El Premio Herralde ayudó mucho a mis libros en este sentido. Pero a mí como escritor no me determinó en nada, ¿por qué habría de hacerlo? ¿Como qué personaje de la ficción te gustaría morir y por qué? Ninguno. No pienso en mi muerte. Una palabra o frase que resuma lo que piensas de los siguientes autores: -Borges: «la literatura entera, en un solo autor».
-Cervantes: «¿cómo pudo alguien escribir tan pronto todo eso que vendría después?» -García Márquez: «aprecio a un autor que fue capaz de crear un mundo». -Onetti: «admiro su talento para narrar sentimientos, sin ser nunca sentimentalmente cursi». -Sábato: «a veces lo subvaloro, a veces lo sobrevaloro. Ni tan bueno ni tan malo». -Rulfo: «me fascinan los renunciamientos, el suyo en especial». -Mario Vargas Llosa: «me parece muy correcto lo que escribe, sin haberlo leído todo». -Coetzee: «lo leí en abundancia y me entu-
siasmó, pero no retuve mucho de esas lecturas». -Neruda: «aprendí mucho sobre literatura cuando entendí por qué Residencia en la tierra era mejor que los Veinte poemas de amor». -Philip Roth: «disfruté mucho la mirada que tiene sobre el mundo judío, logró que ese mundo me interese especialmente». -Camus: «leí solamente El extranjero, pero me impactó». Por último, ¿cuál sería tu once ideal de escritores? Borges al arco (un ciego al arco, sí), y diez más que vos quieras.
c MARTÍN KOHAN, RODeADO De SU PASIÓN, LOS LIBROS. FOTOGRAFÍA DIFUSIÓN.
.
“Un premio, como cualquier reconocimiento, puede contribuir a destacar un libro o a un autor, cosa que no viene nada mal. “ julio>69
moda
Cristhyan Jaramillo
“El diseño independiente te da moda a un buen costo” Cristhyan con 26 años es un joven que estudió administración, pero se dedicó a trabajar como visitador médico, y ahora, es uno de los diseñadores jóvenes independientes con más éxito con su marca de ropa Dream Come True y actualmente es director de la ADIP.
C
FOTOS JORCK ANDERSON ZAVALA
a CRISTHYAN jARAMILLO vISTIeNDO UNO De SUS DISeÑOS.
70> Lima Gris
arismático, con los ojos llenos de energía y con una personalidad única, Cristhyan un joven limeño apasionado por la moda, Nos recibe en el séptimo piso de su departamento en Surco con un ambiente jovial y fresco, una mesa llena de revistas de moda y vestido con la nueva colección de su marca, tan atento y con una sencillez y humildad que lo caracterizan. ¿De qué forma entraste al mundo de la moda? La moda me gusto desde muy niño, te soy bien sincero, parte de mi familia confeccionaba chompas y leía mucho lo que era Vanidades en esa época desde muy niño leía Vanidades, seguía lo que era las grandes marcas, apartir de los 13, 14 años inicié yendo a comprar telas acompañaba a mi mamá a la costurera, yo compraba mis telas y mandaba a confeccionar mis pantalones, cosas medio locas y mi mamá me decía estás loco porqué haces tanta taradés y media, pero a mí me gustaba y lo mandaba a diseñar y así comencé con el mundo de la moda. ¿Cómo empezaste con el diseño de modas? Bueno yo he estudiado hace 2 años diseño de modas, empecé a realizar pequeños trabajos para amigos los cuales ellos mismos me motiva-
ron, a mí me decían haces muy buenos diseños, porqué no haces algo más grande. Por eso lancé mi colección llamada Dream Come True porque era un sueño hecho realidad. ¿Quién fue tu mayor influencia en la moda? Creo que uno nace con un ángel. He pasado por varios trabajos, he pasado desde visitador médico, he sido de todo, siempre me gustaba el glamour, el glam era como llegaba a un trabajo: me encanta como te vistes, me encanta tu estilo. Era algo que las mismas personas alrededor me decían: te ves bien. Porque era algo que a mí me gustaba y poco a poco nació el arte, y mi mismo entorno me hizo llegar donde estoy ahora. ¿Diseñador al que admiras? Me gusta mucho Dolce & Gabanna porque es muy atrevido. Mi línea es parecida, como te darás cuenta me gusta sobresalir bastante, no me gusta lo mismo, sigo mucho a Etro, sus marcas influenciaron mucho en mí. Actualmente diseñas colección para hombres ¿Cómo se llama tu colección? Mi marca se llama Dream Come True, sueños hecho realidad en español, es una marca en la cual me siento reflejado y habla mucho de mí, a mi necesidad de vestir, a mi sueño ya cumplido, ya que mi marca era un sueño mis colecciones siempre reflejan mi personalidad y como yo mimo he luchado para llegar a donde estoy ahora. ¿Cómo es el estilo de hombre al cual va dirigida tu marca? Eso depende, porque yo manejo varios prototipos, tengo mi línea como alta costura un tipo más atrevido, bohemio, cosas más novedosas y también tengo una línea sport que es más comercial que son polos y camisas a cuadros que son la parte comercial de la marca. ¿Cuál es el estilo de el hombre y la mujer Peruana en la moda? Todavía en el Perú no se suele hablar mucho de estilo porque la gente, como que el ritmo de vida no maneja mucho lo que es la moda. No te puedo decir que estilo tan marcados tienen los peruanos, la clásica es los 5 jeans en el closet, 4 camisas a cuadros, 100 polos y 20 zapatillas blancas u otro color, lo que se quiere ahora si como diseñadores es que los peruanos manejen moda, la moda no es especialmente pagar caro, el diseño independiente te da moda a muy buen costo y te vistes a la moda y tienes un estilo bien marcado, esa es la idea, también lo que viene posteriormente de ADIP. ¿Cómo haz visto en estos años el proceso de
los peruanos con la moda? Mira yo te soy bien sincero, en el aspecto de los hombres ha evolucionado no te imaginas, la evolución ha sido muy drástica porque te estoy hablando de hace cuatro años el hombre seguía usando polos blancos, ahora vez en la calle a hombres usando polos de pique rosado, turquesa, fucsia, no es necesario que sea de otra opción sexual, sino que es gente heterosexual que se atreve a usar pitillos, los jeanes bien rasgados, de polo rosado y los pitillos de colores. El hombre ya está evolucionando en la moda, en cambio la mujer, ya hace años que evoluciona en la moda, y es un poco más atrevida, más glam. ¿Cómo promueves tu trabajo, tus diseños? Promocionamos la marca vía internet que es lo que más vende en dos tiendas, una en Conquistadores y la otra en Lince, y también a través de ADIP. ¿Qué es ADIP? ADIP es la asociación de diseñadores independientes peruanos, es la primera asociación peruana que ha juntado diferentes marcas de diseños independientes para difundir más la moda independiente y promover también las pequeñas marcas. ¿Cómo nació la idea de formar la asociación? La idea nació por el deseo de un grupo de diseñadores de querer realizar un desfile de moda, la idea era presentar una colección de verano en un desfile de moda. Gracias a la señora Any, dueña de la tienda Ego Urbano, ella nos propuso hacer el desfile en su tienda de Miraflores, por medio de ella nos conocimos y pensamos cómo lanzar este grupo, este desfile, y nos dimos cuenta que éramos una asociación. Fue una lucha buscar el nombre porque no sabíamos que nombre darle, así que nos decidimos por ADIP. ¿Crees que ahora hay más apoyo para los diseñadores independientes? ADIP empezó en octubre del 2012, hasta el día de hoy ADIP ha abierto las puertas a muchos diseñadores, nosotros antes como diseñadores en las ferias pagábamos 1800 ó 2000 soles para pagar un stand, si vendía, o no vendías era problema de cada diseñador, pero ahora como asociación nos dio la oportunidad de ayudarnos con los stand, por solo ser ADIP para participar en sus ferias y nos daban los stand totalmente gratis, hay personas que nos apoyan con sus tiendas y casas; como el último evento en San Bartolo, nos apoyaron gratis, nos dieron la casa, igual la agencia de modelos, fotógrafos, la prensa está pendiente de lo que vamos a realizar, artistas,
entrevista Elizabet Chapilliquen
julio>71
moda bloggers, gente del medio de la moda, hasta la fecha de hoy ADIP ha crecido, tanto que yo me sorprendo, porque me invitan a un evento de moda llego y me dicen Hola! ¿Tú eres de Adip no? Entonces yo me sorprendo y digo sí , es como que oye me están reconociendo y no es por mi marca si no por la asociación, la idea es que ADIP sea el protagonista antes que las marcas. ¿Dentro de la asociación de ADIP hay diseñadores de diferentes edades? Tenemos diseñadores entre 17 años hasta los 52 años, no hay límite de edad, somos casi 45 marcas que están trabajando con ADIP. ¿Cómo te defines tú como diseñador? Muy soñador y me gusta trabajar puntual, me gusta mucho la puntualidad, soy muy renegón con mi trabajo, yo reniego conmigo mismo, siempre suelo evolucionar mucho. ¿Para ti que es la moda? Mi vida, la moda para mí es… si fuera la moda comida, me la comería (risas). ¿Qué es lo que más te inspira para hacer tus colecciones?
Mi necesidad como hombre y necesidad también de ver a veces muchas cosas bonitas de alta costura, y pucha decir: wow no tengo los 600 o 700 soles para comprarme una camisa de Dolce & Gabanna quizás, porque ya lo he hecho hermana, he pagado 600 dólares por un jean, pero quizás no lo puedo hacer siempre, a veces digo wow cosas tan lindas, estando en Perú que tenemos todo a la mano, el mejor algodón del mundo, tenemos tantas cosas por hacer; mi necesidad me hace crear cosas, mi necesidad me hace no copiar sino tener de guía las grandes marcas y desarrollar algo así. ¿Solo te dedicas a la moda, o tienes otro trabajo? A partir del año pasado cerré todo lo que es trabajo de administración, y ahora solamente me dedico 100% a la moda. ¿Carrera que terminaste? Administración. ¿Qué proyectos inmediatos tienes? Bueno, se viene lo que es mi viaje a Panamá para representar al Perú en moda como en el Míster Turismo Internacional, al cual estoy viajando con Andrés Sosa que es Míster Perú, estamos también manejando la semana de la moda haciendo un documental del LIFE WEEK, porque gracias a Crea Conexiones lo estamos lanzando en vivo, estamos por realizar la semana de la moda independiente que ya estamos trabajando en ese proyecto, hay personas interesadas apoyando en el evento y ya por lanzar mi colección de invierno. ¿Proyectos futuros? Estamos pensando en lanzar un programa de moda por vía online, quizás trabajar ADIP por catálogo que es lo que está por proyección, que la gente pueda comprar moda independiente por catálogos, realizar más eventos de modas, más expo ventas, y llevar ADIP a provincia. ¿Qué consejo les darías a los nuevos diseñadores independientes? Que apuesten, la idea es arriesgarse, yo te soy bien sincero, yo armé mi colección de la nada, era por acá, por allá, quizás al principio era difícil llegar a la gente, porque no se vendía, como que no apostaban en ti, pero con el esfuerzo y el trabajo, gracias también a ADIP, gracias a los compañeros que apostaron también en ADIP, que somos cinco personas que te ayudaban moralmente en este grupo. Al principio nos dábamos fuerza porque decíamos no se vende nada, no se vende,pero como equipo nos juntamos y seguimos.
.
72> Lima Gris
45 medallas de oro y plata y 2 certificaciones internacionales certifican a nuestro pisco, como el mejor pisco.
500 ml 500 ml 500 ml 500 ml
42° GL
42° GL
500 ml
42° GL
42° GL
500 ml
42° GL
PISCO MOSCATEL
PISCO ALBILLA PURO AROMÁTICO
Denominación de Origen CERTIFICADO N° 00000057 Resolución Nº 0007495-2011/DSD
PISCO ITALIA PURO AROMÁTICO
Denominación de Origen CERTIFICADO N° 00000057 Resolución Nº 0007495-2011/DSD
San Borja Norte 1741 - San Borja Jr. Lampa 236 Int. 114 - Lima N: (98) 136*9070 RPC: 993385088 Pin BBM: 29E121D1
42° GL
500 ml
42° GL
PISCO MOSTO VERDE QUEBRANTA
Denominación de Origen CERTIFICADO N° 00000824 Resolución Nº 010060-2012/DSD
PISCO QUEBRANTA PURO
Denominación de Origen CERTIFICADO N° 00000823 Resolución Nº 010059-2012/DSD
PISCO ACHOLADO 5 CEPAS
PISCO TORONTEL PURO AROMÁTICO
PURO AROMÁTICO
Denominación de Origen CERTIFICADO N° 00000057 Resolución Nº 0007495-2011/DSD
Denominación de Origen CERTIFICADO N° 00000057 Resolución Nº 0007495-2011/DSD
Denominación de Origen CERTIFICADO N° 00000825 Resolución Nº 010061-2012/DSD
piscosotelo@hotmail.com marketing@sotelo.com.pe www.sotelo.pe /PiscoSotelo /PiscoSotelo