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ALFONSO DÍAZ

ALFONSO DÍAZ

AQUELLAS NAVIDADES DEL 27

DE PARED Típica escena recolectando caracoles de pared en el muro de los campos de San Lorenzo. ¨

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Por Ángel Luis Gómez

La época navideña es algo especial para todos, para los que les gusta mucho,s para los que no les gusta nada e incluso para aquellos que dicen que les resulta indiferente.

Cuando me planteé escribir estas líneas pensaba en contaros algún consejo gastronómico, alguna anécdota o alguna recomendación para que nuestras cenas y comidas durante estos días tan señalados resultasen más exitosas y divertidas; pero ocurrió algo que me hizo cambiar de opinión…..

Recibo un correo electrónico de mi hermana contándome un hecho acaecido en Laredo hace ahora 93 años con unos archivos recuperados de donde ella lo sabrá, que de alguna manera tocan ese punto que en ocasiones nos hace temblar de emoción o como poco decir a los demás “espera un poco y te lo cuento”.

Y eso es lo que estoy haciendo, intentando trasladaros al mes de Diciembre de 1927 en Laredo, en una villa en la que casi todos sus habitantes eran pescadores y vivían en su gran mayoría en las casas de las seis calles que actualmente forman la denominada Puebla Vieja laredana. Soportando un invierno duro – como eran todos en aquella época-, con temporales y galernas en el mar, y el frío y la lluvia constante en tierra; las mujeres en las cocinas, desgranando maíz si lo había y sobre todo cuidando de ese fuego protector de humedades y bajas temperaturas. Los hombres en las tabernas de la Puebla, compartiendo un porrón de tinto de Aragón , limpiando un arenque con su papel de estraza correspondiente; y por supuesto, pensando en cómo decirle al tabernero que se lo apuntase en la cuenta, que ya llegará la primavera; asomándose a la puerta cada cinco minutos y si paraba de llover, bajar al Cantu o al Túnel a coger cuatro lapas y unos cancaricotes con los que hacer un poco de cena junto a la torta de maíz.

Pero llegaba la Navidad y seguían sin poder salir a la mar, y el dinero hacía tiempo que dejó de existir en los hogares pejinos de aquellos “felices años 20”………

No existía Cáritas ni tampoco la Cruz Roja, pero sí una Cofradía de Pescadores San Martín preocupada por la calamitosa situación económica en la que se encontraban la gran mayoría de familias laredanas . Algo había que hacer, y tras una reunión de su Junta

Foto: Jesús Ruiz

Directiva deciden dar “un socorro” de 10 pesetas a cada familia pejina. Asunto solucionado, al menos durante la Navidad podrían comprar algún alimento que llevarse a la boca.

Esta corta y emotiva historia, que parece rescatada de alguno de los cuentos de Charles Dikens, quizás nos haga refl exionar que aunque nos pensemos que estas navidades van a ser las peores de todas las vividas, siempre debemos de tener presente que nuestros abuelos o bisabuelos vivieron otras en las que tampoco lo pasaron muy bien.

Para terminar, no puedo dejar de contaros queridos gastrolectores que, aunque la historia en sí es emotiva, yo he tenido doble emoción por descubrir que entre los fi rmantes de esa Junta Directiva estaban mis dos abuelos: Luis Gómez y Evaristo Calle. ¡Cosas de la vida!

Y una caracolada, en la fi esta de Santa Cecilia. Seguro que en Navidad también la harían. Mi bisabuela Mónica “La Carrasca” y Jesusa “La Galana” que era la suegra de Petruca “La Tora” amigas las dos y parece que con ganas de fi esta. Ojalá tuviéramos esa receta de caracoles. RECETA DE CARACOLES* Ingredientes: 1,5 kg. de caracoles ya limpios 100 ml. de aceite de oliva 600 gr. de cebolla 3 pimientos choriceros 3 rebanadas de pan de barra 200 gr. de panceta natural curada 150 gr. de chorizo de cocido 150 gr. de nueces peladas 1 litro de caldo de carne o pollo 2 hojas de laurel 1 ó 2 guindillas sal

Elaboración: Una vez limpios los caracoles, se hierven en agua 5 ó 6 veces cambiando el agua cada vez. Se tienen tres minutos desde que comienzan a hervir cada vez. Se reservan escurridos. Sumergir los pimientos choriceros en agua muy caliente y dejarlos hasta que se hayan hidratado. Se les quita la piel y se reserva la pulpa. Poner el aceite en una cazuela o sartén grande, cortar y pochar la cebolla. Cuando ya esté blanda, echar las tres rebanadas de pan cortadas en trozos y la pulpa de los pimientos choriceros. A fuego alto, remover bien la mezcla para que se integre el aceite, la cebolla, el pan y el pimiento. A continuación verter el caldo y añadir las dos hojas de laurel y dejarlo hervir a fuego bajo, 45 min. aproximadamente, hasta que reduzca. A continuación se retiran las hojas de laurel y se tritura hasta dejar una salsa fi na. Poner los caracoles en la salsa, lo más escurridos posible, y añadir la panceta y el chorizo cortados en trozos pequeños y las nueces en trozos no muy pequeños. Echar una o dos guindillas, al gusto, y dejar hervir unos 15 min. a fuego suave. Mejor si se cocinan de un día para otro.

*La idea es que en cada nuevo número de Laredu Lin seamos capaces de aportar una receta local con historias paralelas; yo comienzo con la mía, mejor dicho, con la de mi hermana Presen, plato habitual en nuestra cena de NocheVieja desde hace ya muchos años y que ella ha titulado “Receta de Caracoles”:

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