Retos de la seguridad privada

México es un referente para América Latina en materia de seguridad privada, principalmente por el tamaño del sector y en varios casos, por la segmentación de sus ramas¸ se dice que este sector está integrado por más de 8 mil empresas; sin embargo, al interior de esta industria existe un crisol de retos contra los que luchan los empresarios.

El 2023 significa atender retos esenciales en el sector como fortalecer la capacitación y la profesionalización de las empresas y el personal, mejorar las prestaciones laborales de los trabajadores, establecer una sinergia con los poderes Legislativo y Ejecutivo para disminuir la corrupción y la competencia desleal; pero sobre todo, lograr un gremio más unido y visible que siga contribuyendo con los tres niveles de gobierno.

En la industria la expectativa económica para 2023 es positiva, con un crecimiento de entre el 10 y 20%, dependiendo del rubro al que estén enfocadas las compañías, que va desde el servicio de guardias intramuros, protección ejecutiva, blindaje de autos, rastreo vehicular, ciberseguridad, traslado de bienes y servicios, entre otros. Organizaciones como ASUME, AMEXSI, UNESPA, AMBA y AMESP, coinciden en que este sector trabaja con números negros debido a que “no bajó la cortina” durante la contingencia sanitaria mundial por el Covid-19, fue una actividad esencial, y tras la incertidumbre, las empresas, negocios y personas están invirtiendo más en su protección, situación que los lleva a atender las vulnerabilidades por la inseguridad que vive el país.

La industria espera una nueva Ley General de Seguridad Privada. Coinciden en que para cumplir el pronóstico de crecimiento económico y de generación de empleos para este año, será necesario tener certidumbre sobre la aprobación, que tendrá beneficios como: un permiso único nacional, una sola legislación, un instituto de capacitación y un solo registro del personal en México, que estará coordinado con todos los estados y la federación.

Dicha Ley General permitirá unificar los trámites a nivel nacional, pues hoy el sector tiene que cumplir con 32 leyes estatales que se contraponen entre sí, pues opera bajo una ley federal obsoleta; además se enfrenta a varios reglamentos municipales que son difíciles de cumplir y causan competencia desleal y corrupción, afirma el presidente de Agrupaciones de Seguridad Unidas por un México Estable (ASUME).

Respecto a la sobre regulación, los empresarios aseguran que a nivel estatal y federal están registradas casi 3 mil compañías que generan entre 900 mil y un millón de empleos, lo que representa el 2% del Producto Interno Bruto (PIB). El sector está sobre regulado, pues tiene que dar de alta los equipos y a su personal ante la federación, los estados y hasta en los municipios, lo que se traduce en una triple tributación por el mismo trámite.

En contraste, existen estimaciones que, por cada empresa constituida con el permiso federal, estatal o municipal, hay cinco “compañías patito o pirata”, que prestan servicios de seguridad privada, esa cifra implica una competencia desleal, ya que no cumplen con el Registro de Prestadoras de Servicios Especializados u Obras Especializadas (REPSE), no reportan ingresos, no pagan impuestos y tienen empleos precarios, por lo que ofrecen servicios más baratos.