VALORES DEL ARTE VITRAL Mujer que le encantan los retos, las estructuras, las luces... Blanca Capecchi, caraqueña, Diseñador gráfico y artista Plástico, trabaja desde hace 20 años en un espacio " mágico" como ella lo define, rodeada de vegetación natural y gente que entra y sale constantemente de su casa-taller... Blanquita, como se le conoce de cariño, es la fundadora de la escuela en la licenciatura de Diseño gráfico en la UNIMAR - Universidad de Margaritaactiva en la docencia, disfruta de ese otro "espacio especial" en pleno valle del Espíritu Santo. Blanca cursó la especialidad en ilustración, diseño de materiales e impresión en la Universidad del estado de Indiana USA, a su vez entró en la escuela Raimbow Studios, donde estudió vitrales. Al regresar a Venezuela se especializó en aerografía con el maestro Arturo Carrión y estudió Vitrofusión en el taller barro y Fuego del maestro Cándido Millán. Se radica en Nueva Esparta, según nos relata para los lectores de la revista Matices, contraste cultural contemporáneo, en su decimocuarta edición. Matices: Bueno, cómo definir con precisión, a una persona que llena de armonía, paz y sosiego todo el espacio de su taller-vivienda, donde desarrolla su actividad... ¿Cuál será el término apropiado? Será… ¿maestra, pintora, artista plástica, Blanca, Blanquita o Vitralera? Blanquita: Puede ser de músico, poeta o loca, (risas), en verdad yo soy de todo un poquito, espíritu libre que desarrollamos por necesidad de expresión, de música, de plástica, de materiales, y así he llevado la vida poco a poco estudie diseño hace años en importantes instituciones de prestigio. Matices: Para nuestros lectores, nos gustaría saber... ¿Dónde naces, algo de tus padres y cómo decides radicarte en la isla? Blanquita: Soy, caraqueña, mi padre Luis Enrique Capecche Benedetti, uno de los fundadores de la cátedra de obstetricia y ginecología de la Universidad Central, un médico bello, con un espíritu verdaderamente especial y, mi mama también, Blanca Capecchi, caraqueña tranquila, de su casa. Bien, para tus lectores, con respecto a mi venida a la isla, aún no me había graduado en la escuela de diseño, cuando ya trabajaba aquí en Margarita, estaba empezando el puerto libre, y unos amigos me fueron a buscar para que le diseñara una tienda, ellos eran el dueño de Rattan y el dueño de Tropical Music. Así empecé a trabajar con ellos y después seguí haciendo tiendas, diseñando logotipos y cuando me di cuenta estaba haciéndole la primera campaña turística a FONDENE y así pasaron muchos años, seguí trabajando en la isla y en una de esas cuestiones, a mi esposo le salió trabajo aquí y yo aproveché la ocasión para de mudar todo el contingente para Margarita, y me traje mi Taller FUSIÖN, el cual sigue tan actual como antes funcionando en la otra banda, en el propio corazón de Margarita: La Asunción, ciudad capital del Estado Nueva Esparta...
Matices: Cuando hablamos de tiempo… ¿a qué año te refieres? Blanquita: hablamos del años 1994, más o menos, unos veinte años, y de aquí no me saca nadie; ya tenía aquí mis fuentes de trabajo, mi colecciones con las galerías, siempre trabajé con la galería Poseidon y con imágenes Galerí, que estaban por allá abajo en otro hotel y entonces me ofrecieron en el Iutirla, fundábamos la carrera de diseño a nivel nacional, pero en el Iutirla de Porlamar y después me llaman de la Universidad de Margarita. Con ese proyecto y me enfoque por ahí. Matices: Para nuestros lectores, ¿cómo crees que se puede avanzar ante criterios mal concebidos por algunos sectores, que no conciben, que personas como usted –peyorativa les identifican como navegadas- diserten sobre las raíces de la idiosincrasia del hombre insular? Blanquita: Mira, yo no sé, será porque a lo mejor he tenido un contacto totalmente diferente a los demás caraqueños, o a los demás “navegados”. Mi suegro era del Tirano y la gente con la que he tenido contacto aquí en la isla, bueno mi papá era carupanero, es gente arraigada, gente que ama, todos los músicos margariteños, todo, todo; considero que ese patrimonio es envidiable, que es uno de los más bellos y cuando uno ya se entierra aquí no hay manera de echar pá tras, hay que defender esa idiosincrasia. Lo que si hay que defender es esa gentileza y esa cortesía que vivieron el margariteño cuando yo empecé a trabajar en la isla, donde las puertas estaban abiertas y la gente te atendía con una sonrisa y te brindaban desde un poco de sopa en una casa que tu ni conocías. Se ha perdido todo eso. El margariteño se olvidó, se le perdió la sonrisa, parece que estuviera amargado por tener ese gentío que tomó la isla. Y con razón… pero hay que buscar un punto de equilibrio. Matices: ¿De qué manera y cuándo se inicia en el mundo del vitral como especialidad del arte? Blanquita: Bueno, en realidad eso es fortuito, como todas las cosas bonitas de la vida, realicé unos postgrados en los Estados Unidos., en la Universidad de Indiana y dentro de las cosas que hice estudié vitral porque era un sitio importante donde daban vitral y me lo traje conmigo, pero después me enfermé y empecé a estudiar- paré la parte de diseño grafico- vidrio fundido y eso fue la panacea, cuando entré en la fusión del vidrio que es una alquimia, es una transformación, el vidrio se transforma como se transforma uno, la pureza del vidrio se va como descubriendo y en ese particular, igual que uno va descubriendo su mundo interior, sus colores, sus expresiones, y bueno nada, seguí trabajando en vitral, en vidrio, por mucho tiempo y al final dejé el diseño gráfico como profesión, y me dediqué a esto. Matices: Hay una expresión que pudiera servir muy bien como titular de esta entrevista, que usted bien lo expresa en su definición: Mujer que le encantan los retos, las estructuras, las luces… Blanquita: Sí, básicamente me gusta, eso, para mí la vida es un reto, por la misma salud, por esa misma conciencia acerca de que uno tiene que estar
como piensa, se debería estar bien todo el tiempo y la estructura y las alturas, los pesos del vidrio, cómo hace uno para diseñar una estructura que lo lleve a treinta metros de altura sin correr el peligro de que se le caiga el instalador, las luces, las transparencias del vidrio me han fascinado desde que era una niñita, y los cortes… yo me meto con los cortes curvos que son sumamente difíciles de lograr, es un reto, cada vez que yo trato de lograr una curva o un enlace de varias curvas, porque eso no lo hace todo el mundo. Matices: Para finalizar la entrevista, agradecidos estamos de nuestra anfitriona Blanquita -ya es parte de la familia Matices-, por el tiempo y hospitalidad, que nos brindó, en la bienvenida que nos dispensó en su taller vivienda. ¿Cuál sería tu mensaje a esa juventud ávida de crecer en el tiempo?. ¿Cómo lograr contactarte? Blanquita: Miren, uno muy especial, que es atípico, hay que tratar de buscar el espíritu, hay que tratar de ser feliz, hay que tratar no tanto de ser perfecto, sino encontrar la alegría que uno debe negociar por la responsabilidad en los años mas importantes en la vida, entonces busquen expresar el ser interior en lo que quieren hacer, desde hacer un plato, sembrar una mata, o tener una actividad creativa pura, porque eso permite estar en paz con el espíritu, sino el ser humano hace implosión y termina gritándole a la gente en una calle, o entrándose a golpes o metiéndose porquería como está pasando con tantos muchachos ahorita. Y para los lectores/as de esta prestigiosa revista que tengan a bien contactarme disponen de Fusión, mi taller escuela, que está conmigo desde Caracas, funciona sin pausa desde hace 25 años, allí imparto cursos de vitrofusión los sábados de 9 am a 2pm con los participantes interesados, y pueden ubicarme en: Rubro: VITRAL Y VITROFUSIÓN Teléfono:(+58) 0414-0931082 Dirección: Calle Táchira, Quinta Cotoperí, la Otra Banda, La Asunción. estado Nueva Esparta, Isla de Margarita. E-mail: blancapecchi@hotmail.com // capecchister@gmail.com Página Web: - See more at: http://www.catalogoartesanal.com/blancacapecchi#sthash.hPzctmq2.dpuf