Letras Plásticas
International Plastic Handbook: The Resource for Plastics Engineers Por Catalina Restrepo
ecomendamos International Plastic Handbook: The Resource for Plastics Engenieers porque es, sin duda, un libro que cualquier persona relacionada con los plásticos debe tener en su biblioteca. Es una guía a seguir en caso de querer implementar una tecnología, usar un nuevo material en nuestras compañías o reprocesar un material para volverlo a ingresar al ciclo productivo. Es la versión en inglés del libro en alemán Saechtling Kunststoff Taschenbuch, que ya va por su edición 31, pero ambos tienen ligeras diferencias. Por ejemplo, el libro en alemán tiene un capítulo dedicado al diseño que no se encuentra incluido en el de inglés. Este libro lanzó su quinta edición en diciembre de 2018. A diferencia de sus anteriores ediciones, este es a todo color y sus figuras han sido mejoradas y actualizadas para un mejor empleo de estas.
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Mayo • Junio 2020
El libro inicial con la lista de las abreviaturas más comunes de la industria del plástico, incluyendo las de los materiales, procesos, máquinas y sistemas de control de calidad, contiene una tabla sobre las unidades de medida más usadas, además de las unidades en sistema inglés (pies, pulgadas, libras, slug). Con esta interesante introducción se continúa en el Capítulo 2 con la importancia económica de los plásticos. Recordemos que la visión europea de los plásticos es generar productos de larga duración y en aplicaciones correctas que no tengan un impacto marcado y negativo en el ambiente. También dentro de este capítulo se hace una clasificación de los polímeros por familias (siendo las más básicas termoplásticos, termofijos y elastómeros) y se continúa con una interesante explicación de la composición química de los polímeros, los efectos de las condiciones de procesamiento en las propiedades (generación de esfuerzos residuales, orientación molecular y cristalización) y cómo las propiedades pueden ser modificadas químicamente con otros polímeros o materiales. El Capítulo 3 se concentra en las propiedades de los polímeros y la forma de medirlas. Se inicia con los valores característicos de éstas y luego se profundiza en las propiedades reológicas (comportamiento del flujo, uno de los grandes paradigmas en la industria), seguido por las propiedades mecánicas a corto y largo plazo, incluyendo comportamiento del impacto y densidad. Contiene además descripciones de propiedades térmicas (importantes en el procesamiento), propiedades eléctricas, ópticas, efectos medioambientales y resistencia a la fricción y al
desgaste, comportamientos que son importantes al momento de selección de un material para una aplicación específica. Al final del capítulo se presentan los diferentes tipos de ensayos, llamados también técnicas de caracterización, para medir las propiedades anteriormente mencionadas. Cada uno explica para sus variables más importantes y cómo debe ser interpretada la información obtenida. El Capítulo 4 habla de las diferentes técnicas de procesamiento. Están organizadas desde los procesos primarios que incluyen la formación de compuestos (del inglés, compounding) y la extrusión hasta los procesos secundarios más específicos como soldadura, recubrimiento y maquinado, pasando, eso si, por los procesamientos más populares como el moldeo por inyección y compresión. Cada proceso está separado por principios generales, herramientas (moldes), subprocesos asociados y variables de procesamiento críticas. Esta aproximación al procesamiento ayuda a una adecuada selección de un nuevo proceso en una compañía, para determinar si este es económicamente factible y analizar la inversión inicial que puede ser necesaria. El Capítulo 5 vuelve de nuevo a los materiales, pero profundizando en cada uno de sus tipos, propiedades, aplicaciones y procesamiento. Este capítulo puede considerarse como un diccionario muy efectivo de búsqueda de nuevos materiales ya que no solamente habla de los famosos commodities sino que también menciona polímeros de alta ingeniería que se han comenzado a usar en los últimos años. No solo se queda en termoplásticos