OHIO #1 - Self

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OHIO Es un proyecto de Ana Guisado, creado en Salamanca en Abril de 2010.

IMAGEN DE LA PORTADA Nadia Pizzulin

COLABORAN EN ESTE NÚMERO Adriana Bañares · Alma Monje Cruz · André Morbeck · Anna Lardin · Chio Romero · Clara Bernal · David Yáñez · Estela Insua · Fco. Javier Pérez · Indiana Caba · Iván Sánchez · Nadia Pizzulin · Ramón Egea · Sara Morán · Violeta ―Mala Estrella‖

AGRADECIMIENTOS Este número no habría sido posible sin todos aquellos que se atrevieron a enviar sus trabajos a pesar de la incertidumbre. Además, merecen una mención especial: Ramón Egea, el mejor poeta de su bloque, que estuvo ahí en todo momento para lo que hiciera falta; Chio Romero, que ofreció su talento sin condiciones; Pablo F. Amigo y Delia Jiménez, que sufrieron todo el proceso de edición, y Eduardo Azofra, que hizo gala una vez más de su inagotable paciencia, y que me metió mano mientras maquetaba.

CONTACTO revistaohio@gmail.com http://revistaohio.wordpress.com

Publicación gratuita. Ohio no se responsabiliza de las opiniones de sus colaboradores. Se permite la reproducción de los contenidos con permiso por escrito de los autores.


#1 SELF Tienes delante el primer número de Ohio, un espacio sin muchas pretensiones que surge de la necesidad de apoyar a los que viven y se expresan a través de la fotografía, el video, la ilustración, el diseño o la literatura. Es difícil precisar cuántos años hace que internet es una parte importante de nuestro día a día, pero está claro que durante ese tiempo ha habido cambios. Todos hemos vivido cómo gestionar un blog o una web pasaban de ser algo exclusivo, casi marginal, a ser algo corriente. Y no es que sea algo malo que hoy en día todo el mundo tenga su espacio en internet; lo que pasa es que, paradójicamente, en los últimos tiempos cuesta más trabajo encontrar autores nuevos a los que merezca la pena seguir. De esa sensación surge la idea de crear esta revista. Crear un proyecto en el que participa mucha gente no es tan fácil como parece. Han sido semanas de escribir mails, crear perfiles, responder, seleccionar obras, editar, maquetar… pero ha merecido la pena. A la vista está el resultado. Varios de los autores que aparecen en este y los siguientes números se conocen en persona (algunos, incluso han besado a las mismas chicas), otros han tenido contacto a través de internet, y los demás, se verán las caras por primera vez en las páginas que siguen. Y lo mejor es que todavía queda mucha gente interesante por descubrir, así que presta atención. Empezamos.

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ANDRÉ MORBECK André Morbeck es un artista brasileño que trabaja en Australia. Su obra abarca varias formas de expresión visual, desde trabajos hechos a mano como dibujos, pinturas, esculturas, graffiti y tatuaje; hasta proyectos gráficos, animación y diseño gráfico. Más información sobre su trabajo en: www.andremorbeck.net

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ESTELA INSUA Traductora, recepcionista de hotel, azafata, coordinadora de agencias inmobiliarias, camarera, intérprete, y ante todo fotógrafa. No contemplo la fotografía como un trabajo, más bien como una manera de existir y de conocerme. Me acompaña en la gran mayoría de mis procesos personales. Busco la manera más fácil de expresarme, con los idiomas, la educación y la fotografía. Blog: www.elangulosinestesico.blogspot.com Flickr: www.flickr.com/photos/estel-ota

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ALMA MONJE CRUZ Nací en el 81 y escribo como respiro. Es mi condición. Mi blog es www.unbuendiatelevantasy.blogspot.com. Llevo desde el 2004 coeditando y dinamizando El Elefante Rosa Fanzine, cuyas presentaciones y acciones poéticas incluyen desde la performance hasta el terrorismo poético (Hakim Bey). Me han publicado en: Poe +, Corona del Sur, Ciudad Poetica, Alex Lootz, Oniria, Las Afinidades Electivas… He formado parte del Tarot de Poesía Visual de La Fira Mágica de Santa Susana, comisionado por Agustin Calvo Galán. Formo parte del colectivo Arañados Signos (www.aragnadossignos.blogspot.com).

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POÉTICO Y BREVE TRATADO SOBRE EL SER HUMANO: Biología, Poesía y Condición. la música para leer este texto es ésta. en homenaje a lhasa de sela que recién murió de cáncer de mama con 37 años cumplidos -en esta vida-. los seres humanos son máquinas perfectas que sin enchufes -ni cables de descarga- presentan la capacidad de generar por sí mismos: calor o aliento, sentimientos, sueños nocturnos y horizontes retinales (entre otros fenómenos, en mayor o menor medida poéticos). conectándose, asombrosamente pueden establecer relaciones a través de vínculos amorosos o telepáticos. asimismo, resultan sobrecogedoras las sinergias que pueden llegar a establecerse entre ellos si se reúnen en el mismo espacio físico después de mucho tiempo y vivencias. también es destacable su posibilidad de reseteo emocional tras largos procesos de duelo o inviernos -con o sin nieve-.

especialmente relevantes en la trayectoria biológica humana son los siguientes acontecimientos energéticos: a) abrazos. combustiones espontáneas. b) pisar con los pies desnudos sobre la tierra. poner a uno de sus especímenes en una cajita y dejarlo bajo una capa de ella. los consiguientes fuegos fatuos. c) echar de menos. los seres humanos son bípedos y bípedas her-vidas en lluvia y líquido amniótico, y se trata de una de las especies con menor probabilidad de supervivencia

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autosuficiente al salir de la barriga de sus respectivas mamás. en gran porcentaje están compuestos de agua, elemento del que pueden ser privados en menor medida que de los nutrientes alimenticios. el llanto, supone uno de los ejes simbólicos en la mayor parte de los grupos étnicos de la raza humana. a pesar de estas evidencias científicas y antropológicas de la fuerte vinculación de los seres humanos con el h2O, los occidentales y occidentalizados siguen obstinándose en denostar los partos en dicho líquido, calificando a las hembras que los defienden como hippies desfasadas o inconscientes.

blindados. el nivel macro, la escuela de la vida recibe el nombre de historia (con mayúscula la hache).

una de las pautas diferenciales de las personas es su patrón de aprendizaje: deben elegir matricularse en la escuela de su existencia con los ojos bien abiertos, a menos que quieran que los acontecimientos que presencian y/o protagonizan durante la misma les pasen por delante sin brindarles crecimiento alguno. las personas que optan por no matricularse o caminan por la vereda de su vida mirando al suelo, son comúnmente conocidas a nivel micro como corazones

en cuanto a las pautas de residencia como grupo de mamíferos, superando las consabidas reflexiones sobre avunlocalidad o matrilocalidad, llamaremos la atención sobre la imposibilidad señalada por el principito de saint exúpery de echar raíces en sentido figurado, lo que a menudo somatizan con virulencia y purpurina. una de las manifestaciones de este hecho es la colocación de raíces reales en segmentos delimitados de tierra en recipientes de diámetro y apariencia

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de forma aislada toman conciencia de la calidad de vida que les otorga el control sobre su actitud, priorizando generalmente tomar las riendas sobre sus reclamos más instintivos como medio para alcanzar la felicidad. sólo en los estadios superiores de conocimiento (una vez memorizada la lista de los reyes godos), acceden a determinar que quieren ser felices en esta vida y actuar en consecuencia. es decir: siéndolo.


variables. ejemplos: comunidad andaluza y geranios en tiestos encalados volantes, capitalistas y situación de bosques de adelfas en rotondas.

b) silencio interior (íntimamente relacionado con la expulsión e ingesta de aire hasta/desde el vientre, pues no sólo el pulmón juega en la respiración).

la condición humana pivota básicamente sobre tres ejes conceptualmente mal definidos pero infinitamente bien interiorizados por toda los miembros de la especie, ya sea por comisión u omisión. véase:

c) modelación del pensamiento según el lenguaje. importancia decisiva de la lengua materna. disociación disruptiva entre las acciones evocadas por los verbos pensar y sentir en castellano. consecuente desviación disfuncional polarizante que deriva en una percepción dual de: el espacio, la realidad, perspectiva sistémica de mara selvini et. cols, el tiempo, las estufas de gas, las peinillas quitapiojos y el olor del semen de gato adulto.

a) casualidad o concatenación de situaciones determinantes a lo largo de la trayectoria vital del ser humano, aparentemente regidas por criterios de azar.

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NADIA PIZZULIN Hola, me llamo Nadia Pizzulin, tengo 25 años y estudié fotografía en la escuela IDEP en Barcelona. Me dedico a proyectos personales experimentales a parte de trabajar como fotógrafa freelance en eventos, books para particulares y colaboraciones con artistas. Estoy en activo desde el año 2006 en el ámbito de la fotografía, en 2008 hice el calendario 2009 para la Universidad Autónoma de Barcelona en su asociación de discapacitados del campus. He ido exponiendo series fotográficas de desnudo y fotografía experimental en IDEP y en locales barceloneses. Trabajo en formato digital aunque exploro mucho el mundo analógico y el laboratorio tradicional. Me dedico básicamente a hacer retratos pero toco varios ámbitos (desde paisaje hasta moda). Galería: http://www.flickr.com/photos/nadiapizzulinphotography E-mail personal: nadiapizzulin@gmail.com Próxima Exposición: 24 de junio Exposición ―Selfportraits from the other side‖ en el local Berheads (C/ Ferrer de Blanes nº3
08012 Barcelona)

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ADRIANA BAÑARES Adriana Bañares Camacho (Logroño, 1988). Actualmente está cursando la licenciatura en Filosofía en la Universidad de Valladolid. Desde 2007 forma parte del colectivo literario COLMO y edita, junto a Patricia Maestro, la publicación independiente La Fanzine. Ha publicado poemas y relatos en diversas revistas, tanto impresas (Gárgola Vacas, Valladolid; Fábula, Logroño; Fedra, México…) como digitales (Hebe Magazine, Poe+, Groenlandia…), en fanzines (Degeneración Espontánea, Bazar Trémulo, Elefante Rosa…), en el diario digital chileno El Rancahuaso y en la antología de microrrelatos Microrrelatos/09 Bardeblás (Burgos, 2009). Tiene una novela publicada: La Soledad del Café (Ediciones Emilianenses, 2005). Blog personal: http://awixumayita.blogspot.com Blog de La Fanzine: http://lafanzine.blogspot.com Tiene su rinconcito en Las Afinidades Narrativas.

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HORQUILLAS. (Fake Plastic Self) HER GREEN PLASTIC WATERING CAN FOR HER FAKE CHINESE RUBBER PLANT IN THE FAKE PLASTIC EARTH THAT SHE BOUGHT FROM A RUBBER MAN IN A TOWN FULL OF RUBBER PLANS TO GET RID OF ITSELF

Fake plastic trees. Radiohead

I. Leo y Nilda. A Leo le fallan las piernas de vez en cuando. Se le duermen con facilidad y cae rotunda al suelo sin quejido alguno. En silencio, desde el salón, escucha el vapor de la plancha por encima incluso del cantante francés que parece ahogarse dentro de la vieja radio que tienen en la cocina. Sin dejar de planchar, Nilda eleva la voz sobre el moi non plus y pregunta con una sonrisa de fotocall si quiere tomar algo. Leo echa un vistazo rápido al salón antes de contestar. El sofá donde está sentada es beige de no sabe muy bien qué tipo de piel, pero la de su muslo izquierdo, desnuda por la minusculinidad de su falda, ha quedado pegada a él. Frente a ella, una enorme televisión de plasma rodeada de aparatos que intuye son: un descodificador de no se sabe si el Astra o el Hispasat, quizá tengan de ambos. Reproductores de beta, vhs, dvd y blue ray. Mandos de todo tipo, bafles de todos los tamaños y muchas cosas que desconoce, no entiende o no recuerda el nombre. A la derecha del home cinema, entre el piano de pared y un maniquí que se parece a Woody Allen, un viejo toca discos y una decena, calcula, de vinilos fuera de sus fundas desperdigados, como si alguien acabara de escuchar

emocionado una canción de cada uno. A la izquierda de la televisión, una pared cubierta de baldas cubiertas de cedés. Leo eleva el muslo derecho. Sobre el izquierdo un ronchón rojizo que derivará en variz. Tiempo al tiempo. Cuando logra despegar su piel del sofá e intenta erguir con dignidad su pequeño cuerpo sobre el terreno que sin duda cuesta más que el salario de toda su vida y de su vida en general, le falla el tobillo, la rodilla, el cuerpo y en definitiva la propia dignidad hasta ver como ésta y todo su cuerpo sin reparo alguno, caen hasta quedar a la altura de todos esos, tratados como vanos, vinilos. Nilda pone en posición vertical la plancha un momento. Del bolsillo de su delantal de diseño, cuadros blancos y negros, saca una horquilla, se la introduce en la boca, mira de reojo a la puerta y como un gato gira la cabeza con rapidez hacia el foco del ruido, mientras se recoge el pelo con la mano izquierda. Sin mover los dientes, para evitar que caiga la horquilla, pregunta: - ¿Pasa algo, querida?

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Y del salón llega la negación de Leo. Escupe la horquilla, se suelta el pelo, coge algo de encima de la alacena – insultantemente rosa como insultante es el azul pastel de la pared – y se dirige haciendo hacia el salón. La sonrisa de Nilda es un insulto en sí misma. Las mejillas en tensión brillan lisísimas como plástico y sus labios son sólo dos finas líneas bordeando una hilera de dientes impecables. - ¿Pero qué coño haces? - Sus delicadas manos. Su manicura perfecta con esmalte rosa. Sus dedos largos y finos. Sus nudillos blancos por la tensión que supone agarrar con la fuerza y la seguridad necesarias un arma. La experiencia debida. La tranquilidad absoluta. - ¿Qué coño haces tú? Nilda suspira, tira la pistola, se lleva las manos a la cabeza, sonríe, saca un puñado de horquillas del bolsillo y se agacha junto a Leo. - ¿Tú te crees que esas son formas de hablarle a tu madre? Leo le escupe en la cara y ella se lame los labios, atrapando con la lengua algo de saliva de su hija. - Levántate y haz el favor de ponerte bien la falda, Alejandro está a punto de llegar. – Le acerca el puñado de horquillas. – Recógete el pelo. Nilda y Leo mantienen sus sonrisas, se miran fijamente, intentan infiltrarse en la mente de la otra, pero el timbre las desconecta de un golpe y Nilda se pone nerviosa. - Oh, Dios, ya está aquí. ¡Corre! La falda, el pelo, ¡venga, venga!

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II. Ratas. Me agarra. Tiene mucho cuidado para que ni me escape ni me rompa. Se engancha como un parásito a mis costados, me retuerce de cosquillas, me desangra y se desvive por mantenerme con vida. Me rodea con sus brazos peludos y mugrientos, repite religiosamente en mi oído, susurros que desequilibran mi vello y mi vergüenza. Corrompe con sumo cariño mi dignidad y no soporta que me niegue. Se preocupa por mí si no obedezco, me mira fijamente y no lo entiende. Le sabe mal la verdad, sólo se alimenta de mentiras, y con su lengua corrupta intenta afianzar una conexión que sólo existe en su entelequia. Por debajo del sofá, entre los discos, en los armarios de la cocina, en la olla donde hierve la pasta que prepara Nilda, cucarachas. Cucarachas enormes que se alimentan de toda la repugnancia que nos mantiene con vida a los tres. Media hora, una hora, dos, o toda una noche. Si se pasa de la raya con el alcohol es un alivio, y me quedo mirando, desde la cama, a través de los barrotes de la ventana, cómo intentan entrar las ratas, cómo se agolpan desesperadas, impacientes y hambrientas. Como ellas, yo también espero, y calculo cuánto tiempo podrían tardar en conseguirlo y comernos antes de que termine con nosotros alguna infección o la vergüenza abrumadora que supondría para Nilda y Alejandro que algún vecino descubriera este panorama. Sin embargo, y a pesar de todo lo que estoy soportando, debo estar agradecida. Estaba mal de pasta, es evidente, y mamá me dio trabajo. Cuando todo termina me quito las horquillas y me lavo el pelo. Nilda me espera en el salón. Sobre la mesa siempre hay un plato preparado para Alejandro. Le devuelvo las horquillas, me entrega un sobre rosa con dinero en efectivo y sin dejar de sonreír se le escapan lágrimas de envidia. Admiro su entereza a pesar de


todo. Debe ser duro tener que pagar para satisfacer a su marido. Eso debe ser amor. A pesar de todo.

III. Cucarachas. Por amor. Por amor a sí misma y por miedo. Ese miedo típico de las que nacen flower power y se convierten en mujer florero. Ese miedo de la dependiente, ese miedo típico a la soledad que las convierte en patéticas esclavas de la superficie, del mainstream, del bótox, del miedo a reencontrarse consigo mismas en el espejo. A Nilda no le gustan sus ojos sin maquillar. Sus ojos sin maquillaje: los ojos, iguales a los de su padre. Idénticos, los mismos, sin cambiar ni un ápice, los mismos ojos con los que nació. Esa mirada, esa retina, que no ha podido cambiar la cirugía, ni la inflamación de los párpados ni la oquedad bajo sus ojos rematadas con corrector de ojeras cada mañana desde hace veinte años. Nada ha podido extirpar de su rostro los ojos de su padre ni todas las cosas que han pasado ante ellos. Nada ha podido

borrar todas sus miserias, todos sus anhelos, la soledad detrás del plástico, las ratas, la cochambre, los insectos, la bajeza de tener que recurrir al reflejo de su juventud perdida para mantenerse a salvo, aunque sea viviendo un falso ideal de compañía. Una a una se va recolocando las horquillas. Sesenta horquillas como sesenta promesas dichas al aire. Religiosamente las va colocando sobre su cabeza sin dejar de mirarse fijamente a los ojos en el espejo. Diez avemarías. No me dejes sola. Diez avemarías y un viacrucis por su cabellera. Por debajo de la puerta, por los grifos, por las rejillas, por el inodoro, la bañera, van entrando cucarachas. Nilda mira fijamente su reflejo y espera. En la otra habitación Alejandro ronca y a Leo se le han dormido las piernas. Tirada en el suelo observa a las cucarachas de cerca. Están al mismo nivel. Las ve venir, Y espera.

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INDIANA CABA 23 años, Indiana Caba (nombre real - no un apodo, aunque algunos lo duden-). Nací en Zaragoza pero desde hace 5 años tengo establecido mi rancho en Madrid al tiempo que termino la licenciatura de Comunicación Audiovisual en la Universidad Complutense. Divido mi tiempo entre documentar todo lo que me parece que merezca la pena documentar (valgalaredundancia), dibujar mamarrachadas y conquistar el mundo como buena forajida. Casi siempre analógico, pero de vez en cuando digital. He expuesto en diversos lugares (entre Zaragoza y Madrid), me han publicado en revistas tales como ELLE Girl (Corea), Zing Magazine, Vulture o Carpaccio magazine y en numerosos ezines de todo el mundo (El ángel caído, Impracabeza, 10x15, The Ones we Love, F-stop, LaEX magazine...). Página web: http://www.ohmagpie.com Blog: http://ohmagpie.wordpress.com Correo electrónico: mrs.pinkeyes@gmail.com

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RAMÓN EGEA Ramón Egea. 1983. Sus dos libros de poemas "El alambre" y "El marqués de la espuma" son tan underground que arden abrazados a las piedras del Núcleo terrestre. Piensa mucho tiempo en el sexo, en la palabra permanencia, en la palabra huida y en la palabra pérdida. Todo se lo dedica a la pérdida. A través de sus blogs: http://poesiainvisible.blogspot.com y www.antipoesia.com ha conocido a mucha gente a la que quiere.

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THE OFFSPRING – Self Esteem.mp3 Tampoco te pido mucho, cielo, follemos como para una de esas grabaciones que se envían al espacio, con fe humana, con la esperanza humana de seducir civilizaciones extraterrestres, déjame firmar la cinta con la marca de agua nuestra: -nuestra, tuya y mía, quiero decir -

los indeseables.

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IVÁN SÁNCHEZ Es una de esas personas que diría que no es capaz de rellenar 200 palabras sobre sí mismo si se lo pidieran y que seguramente no las contaría al terminar porque fuesen las que fuesen le parecerían suficientes. Rellenaría los espacios diciendo que estudió fotografía artística en la Escuela de Arte de la ciudad en la que nació, que de pequeño se quedaba ausente observando los colores y las formas de las cosas durante horas, que lo sigue haciendo todavía... y poco más. Flickr: http://www.flickr.com/enelsurdecanada

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DAVID YÁÑEZ David Yáñez Barroso, Cáceres 1982. Cineasta y escritor, odia por igual a los productores audiovisuales y a los editores literarios. Ha publicado ―Resistir al presente‖ (Ed. Litera Libros, 2007), participó en la antología ―El sol desmantelado‖ -W. H. Auden revisitado- (Alb@tros press, 2007) y ha publicado textos en revistas literarias como ―El Perro‖ o fanzines como ―Bar Sobia‖ o ―Los Avengers‖. Blog: http://clubsolitarios.blogspot.com

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LÍNEA CIRCULAR, OCTUBRE. Empecé a creer en algo.

y hacerme añicos,

No era Dios,

y destrozar la habitación entera después

pero era lo suficientemente parecido

y pasado un rato

como para sentirse culpable a veces

sentirme como un completo estúpido,

[y feliz el resto del tiempo.

un hombre de alardes y sombras chinescas,

Dios. Buena cosa.

un poeta.

Me hubiera gustado haber seguido creyendo

Y tal vez ese es el problema,

pasados los doce años,

no hay nada de mi talla aquí.

o sentir añoranza de mi pueblo algunos días

Todos los poetas que estudié en el instituto

o no sé, tener algo propio.

eran maricones.

Algo que realmente me importase lo suficiente

Y tampoco aprendí nunca a jugar al fútbol.

para poder lanzarlo ahora contra la pared

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LÍNEA RECTA Es simple: cuando se hace de día te levantas de la cama, coges aliento, y haces otras muchas cosas mientras esperas que llegue la hora en que te puedas meter en la cama [de nuevo.

No hay héroe en esta autobiografía.

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EL MAGNETISMO DE LOS PRECIPICIOS Cuanto más acerco mi rostro al espejo más extranjero me siento como si la proximidad del destino me hiciera imposible valorar la distancia recorrida, como si la ausencia de un incendio fuese perturbadoramente extraña, como si al girar cada esquina esperase encontrar hermosas mujeres calcinadas.

II Esperar a que algo trágico y silencioso ocurra, tropezarse en un funeral, caer de bruces frente al féretro, un mal presagio de cualquier tipo, de cualquier clase, un hilo de sangre brotando imperceptible de la nariz [de tu mujer mientras te sonríe.

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CLARA BERNAL Clara Bernal finalizó sus estudios en la Universidad de Sevilla en 2007, licenciándose en Historia del arte, itinerario Arte contemporáneo y Museología. Durante el año 2005-2006 realizó un año en la Università Degli Studi di Padova, cursando además de su carrera, Italiano en la Escuela de Idiomas de Padua (Italia). Tras finalizar la licenciatura, se trasladó a Florencia para trabajar durante seis meses en el Museo dei Ragazzi, ubicado en el Palazzo, en el área de guía turística y workshops artísticos y teatrales con niños. Durante 2008 y 2009 residió en Barcelona, donde cursó en la Escola Superior de Disseny Elisava, Diseño y Dirección de nuevos formatos expositivos, título emitido por la Universidad Pompeu Fabbra. Completó su formación con prácticas en el estudio de arquitectura XNF Arquitectos, realizando la parte gráfica del estudio, así como el diseño espacial de exposiciones, como la acontecida en el DHUB en los meses de enero y febrero de 2010, bajo el título ―Helvética. Una nova tipografía‖. En la actualidad reside en su ciudad de origen, Sevilla, donde intenta llevar a cabo un proyecto titulado Paperplane, consistente en la renovación del souvenir en la misma ciudad, bajo la tutorización de Proyecto Lunar (organismo dependiente de la Junta de Andalucía encargado de orientar, desarrollar y consolidar proyectos empresariales de relevancia creativo-cultural e innovadores).

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Fco. JAVIER PÉREZ Fco. Javier Pérez (Barcelona, 1979), escritor y guionista. Autor de los libros de relatos Dionisia Pop! (Editorial Grupo AJEC) y Antifuente (Ed. Viaje a Bizancio), de la novela Hierático (AJEC), del cuento ilustrado para adultos Entre las Grietas (Ed. Slovento), del poemario Napalm Satori® (Ediciones Efímeras), de la novela gráfica La Memoria Invisible (Viaje a Bizancio) y de las series de cómics Tierra Hueca (Ed. La Parada) y Buddy & Spike (Ed. Gato Negro). Ha colaborado con medio centenar de relatos y ensayos en diversas revistas y sitios literarios on-line, tales como NGC 3660, Revista NM, Brigada 21, Prospectiva, Chtulhu o CaldodeCultivo, así como en las antología colectivas 5+10 y Paura 4. Más info: http://fjavierp.wordpress.com

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LAS HORAS DEL CORTOCIRCUITO* Escritura digital nº35: Me molestan ciertas cosas que no entran en mi línea. Y ciertos medios utilizados actualmente que no son los míos. Es normal que crea que los que se equivocan son los otros y no yo. (Soliloquio a cámara. 2 min. 44 seg. 1860 reproducciones.) Las Horas del Cortocircuito (introducción — buffering 85%... pulse play)

Clic (pulsar es correr la cortina, hacer búsquedas, apercibirse de una fracción de la mentira, o de lo real como suspensión de la credulidad). Sabes de Jerónimo Nan por Internet. Sólo por Internet. Haciendo clics de hipervínculo en hipervínculo como plataformas multicolor sobre fondo negro y en base a música electrónica repetitiva. Hipnosis por exposición. Te ves obligado a sentir cierta devoción por el estado ectópico de las cosas al que te transportan sus trabajos. Buscas algo más de información, para encontrar sólo a este personaje, que no persona, nacido en una ciudad satélite barcelonesa y que desde hace unos años tiene su base de operaciones en la capital catalana. Sólo eso. Igual que Baltasar Maraise, Jerónimo Nan es un artista producto de e inherente a la red, aunque, al contrario que el francés, su discurso no parte del tremendo narcisismo egotista (Maraise es un voyeur de sí mismo, cirujano de la propia privacidad; fractura la intimidad para convertirla en objeto de consumo onanista, a poco que se rasque la superficie de su supuesta honestidad terapéutica). Sí es común a ambos, sin embargo, la fascinación por el subconsciente como soporte donde plasmar sus obsesiones.

Con todo el sigilo del mundo, Nan cuelga sus cortometrajes en el blog Las Horas del Cortocircuito. Es allí donde su capacidad como artista de lo metarreferencial especializado en ciertas formas subgenéricas de la cultura popular (sub-populares, por llamarlas de algún modo: subliman lo trash en el sentido en que los elementos que articulan sus creaciones, cuya aspiración es ni más ni menos que la de convertirse en obras de arte de pleno derecho, son expoliados desde formas de literatura y cinematografía menores, de serie Z, para ser pegados en el enorme collage intencional de ésta), ha encontrado la matriz para desarrollarse en paz y ver la luz a nivel mundial. En la blogosfera, Nan esparce sus videos en un vasto rizoma de blogs y otros bloggers y cada día más visitantes, infectados de segundas, irradiados, penetran en el Espacio Interior del cineasta. Podría decirse que lo que hace Nan no es más que el simple y llano marketing viral que se lleva poniendo en práctica desde que la red es lo que es. Que por eso no es más que el enésimo producto de Internet. Podría decirse también que Nan (más bien su obra), enlaza a la perfección con

Artículo extraído del blog de Hail Iskassabna Enzian (HIE.wordpress.com). Entrada original fechada en 30/03/2013. Editada a 05/04/2013. Optimizada según técnica de Clic&Cut sobre un texto de Alfonso García-Villalba (periferiauberalles.blogspot.com) *

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la sobreabundancia de formas alternativas al tradicional erotismo chic (porque, sí, la obra de Jerónimo Nan es esencialmente erótica) que copan una creciente parte de los dominios más populares en la red, donde el individuo se desestructura y difumina y desaparece en

el miasma de imágenes e información visual que expanden páginas como klatterfield.tk o dyxnamo.net, especializadas ambas en la investigación y proyección de formas socioculturales lúdicas del transhumanismo. Podría decirse…

Escaneo y muestra (Jerónimo Nan, el teaser trailer)

REGÍSTRATE Y EVOLUCIONA Se requiere un nombre de usuario y contraseña para acceder a la sección de video Si no eres miembro, sigue leyendo el free tour:

Cuerpos que no se entregan al observador porque parecen desvanecerse en espejos. Distancia borrosa de fotograma demasiado reutilizado, quizá por la ausencia de rostros (ausencia de identidad: el cuerpo intercambiable de los personajes, sustituibles, fragmentados). Avatares que se despojan de sus mascaras antigás para reflejarse en los escaparates manchados de huellas dactilares grasientas de una ciudad postapocalíptica y, detrás de éstos, asoma una criatura viscosa y preciosa en su evolución, porque lo feo del mañana sólo es feo en los ojos del que mira desde el hoy (diferentes niveles de profundidad engañosa). Atardece en las barriadas. La ciudad es un espacio intangible de velocidad. Flores de tripas de pescado flotan y son mecidas por las olas de una playa desierta. Edificios apiñados como escabeches dentro de la película que es una lata abierta sólo por un lado a la realidad, donde se rompe la perspectiva por saturación de chapa y vidrio. Rascacielos en una sola dimensión, planos. Una vieja vestida de lagarterana salta al mar y se escapa de la ciudad a través de la playa y sale movida en la imagen gastada, foto fija, fundido a negro, corte a: unos zapatos rojos de tacón de aguja. Toros de peluche con banderillas de lo más españolas clavadas en el lomo, las banderillas son agujas de ganchillo oxidadas. El culturista que lleva en brazos a la lagarterana

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deambula por una habitación minúscula que huele a orines recientes, en blanco y negro, con el culo al aire. (no hay rostro). Fragmentos de cuerpos tras la disección en lo que parece un almacén forense de maniquíes del canon estético impuesto la temporada pasada. (no hay cabezas, no hay rostros). Cuerpos intercambiables. Sin sexo. Identidades que se eliminan donde sólo queda el material de un cuerpo sin cabeza. Ahora piel y carne. Glamour doméstico, de vuelta a la roñosa habitación de alquiler en la posada donde los culturistas proporcionan su servicio de arrullo. Dejadez en las formas, del todo pretendido. Entra la criatura viscosa, carreteando una carretilla desde el cuarto de baño, donde se amontonan, en la bañera a rebosar de hielo, cabezas flotando en tarros de formol. La fragilidad ensimismada de una pompa de jabón ocupando el centro de la carretilla, por lo demás vacía. Objetos fugaces. Personas fugaces. Que van hacia el futuro. Que van hacia la criatura viscosa que sólo entrevemos. Personajes en una trama de loops y desconexiones, hipando en irregularidad: moldes de pene de escayola, miniaturas de fantasmas que brillan en la oscuridad, bailarinas de flamenco con botas militares, una paella de plástico a escala cocinada en una cocinilla a escala regentada por una niña con visibles y explícitos rasgos de Síndrome de Down… Equiparación fácil de cuerpos con objetos. Ritual egonarcisista: complacencia en un nosotros aislado


dentro de una habitación. Consoladores buscando agujeros y siempre a punto de encontrarlos justo antes del centésimo fundido a: mujeres desnudas en postura de Buda Amida, porno bondage en el televisor hacia el que se encaran sus meditaciones. Exposición a un vocabulario erótico al límite de perder su condición inanimada. Un rostro subliminal. Ríe. Fuego. Una pila de Polaroids lanzadas desde fuera de plano (la vieja lagarterana, el culturista, la niña con Síndrome de

Down, los cientos de objetos y Crash Test Dummies, las strippers budistas…). Un chorro de gasolina. Una cerilla. Una pira de Polaroids. Y detrás (delante, en la pantalla) de todo eso hay un espectador que observa: avidez digital que es el público que no toca ni huele (sólo observa), que explora y explota una incierta sexualidad que pueda o no hallarse dentro de sí mismo.

Inter-… Coincidencias y diferencias con otros realizadores contemporáneos que cartovideografían el subconsciente humano. Sin el carácter performativo de los slideshots erotómanos de Jorge Broca o la teatralización del ya mencionado Baltasar Maraise, el low fi de los videohappenings de Joan Lis o los sets esterilizados de Richard Kermiov, Jerónimo Nan juega con lo rijoso dentro de un universo cinematográfico anárquico a nivel formal pero que admite componentes estandarizados, clásicos aunque mellados por la metarreferencia.

(A veces —sólo a veces— puede resultar un tanto ―fashion‖ su puesta en escena pero, en realidad, la propuesta de Nan es el reverso de esa nueva concepción ―arty‖ del spot comercial occidental, tanto como del videoarte solipsista enclaustrado en los museos contemporáneos; una subversión del lenguaje televisivo que alimenta los intermedios, al tiempo que una perversión de la vanguardia por la vaguardia; algo propio pero transferible, vagamente doméstico,

confortable por redundancia, aunque distinto.) Esas sombras de lo ya conocido están (o penetran) en el espíritu del observador, germinan en el creador, salen de él y se trasladan a los elementos casi enumerados en la película. Podría decirse que en los cortos de Nan hay un carácter eminentemente costumbrista (para nada performance). No hay teatro, el posado de sus personajes es el del consciente de ser filmado pero igual que si retratásemos para un álbum familiar subido de tono, drogado y onírico (y, volviendo a nombrar a Joan Lis, sin el rollo a medias punki, a medias garrulo, que puede tener el director mallorquín). Podría decirse que Nan es algo así como si el autor hubiese dado con la forma de conservar en película un diario de sueños común de sus padres, hermanos, tíos y vecinos más cercanos, y tuviese mucha prisa por rellenar el máximo de horas de filmación posible antes de que éstos despierten. Podría decirse…

Inter-… (II). Las literaturas de Jerónimo Nan.

Otras aplicaciones creativas: Jerónimo Nan es autor de la antología de microrrelatos Discordia Now!: un caos narrativo y fragmentario a

base de pinceladas sobre temas como la sexualidad y las relaciones a través de personajes que dibujan su propio cuerpo con tizas de colores en la calzada de carreteras

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abandonadas, mujeres de mediana edad que se masturban (sin explicitársenos en ningún momento que lo están haciendo) mientras leen a Pessoa, adolescentes con uniforme de colegialas que son perseguidas por osos de peluche de tamaño humano en medio del bosque, individuos que desaparecen en el disfraz (oculto el cuerpo, el rostro, toda huella para la identificación) como si fueran dibujos animados que simulan actos sexuales sobre una cama, igual que si estuvieran poniendo en práctica una tabla de ejercicios de gimnasia o ilustraran las posiciones del Kamasutra en un espacio de teletienda bizarro y absurdo. Es el creador también de Peluca de Cicatrices: fotomontaje secuencial y fragmentario on-line que nos acerca a una modelo que aparece segmentada en la

imagen; fraccionada y atrapada por medias de rejilla que envuelven y capturan todo su cuerpo (incluyendo rostro, torso, etc.); una suerte de videodanza hipnótica en blanco y negro donde el cuerpo femenino contorsiona (se mueve nerviosamente al pasar el cursor del ratón sobre ella), aprisionada en la imagen (.jpg y .mpg sin orden ni concierto). Aquí dejamos de ser

nosotros y la transmisión de nuestra identidad se canaliza a través de la digitalización de nuestra persona como contempladores del encarcelamiento fetichista. Desaparecemos del mundo y nos instalamos en la reproducción en bucle de las fotografías, verdadero valor de intercambio (adjuntable, intercambiable, reproducible hasta el Apocalipsis de la tecnología), donde la comunicación es a golpe de clic y visionado posterior.

Per(mas)turbación. Retrato del cuerpo cuasipornográfico. (Outro — buffering 72%... vuelva a pulsar play.) Especializado en el futuro: En la producción de secuencias que recorren la superficie de los cuerpos que podríamos llegar a tener, como especie, para trazar una cartografía de la intencionalidad prospectiva inherente a todo ser con la capacidad de soñar. Una reproducción de la comunión y el erotismo en protagonistas principalmente femeninos que, en realidad, nos transmiten una especie de profundidad en el discurso que solía ser potestad de las poéticas articuladas desde la soledad, yendo más allá de binomio piel/plástico, del gesto de abandono, del placer y de la ausencia, de otras formas de erotismo autocomplaciente coetáneas. Jerónimo Nan filma la profundidad de las superficies (de la superficie), los cuerpos que se pierden en liturgias personales puestas en quórum donde el objeto retratado es indistinguible, en su relatividad de interpretación de lo vivido a varios

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niveles durante el visionado, de uno mismo (el observador se proyecta en la película: proyecta su deseo casi tanto como su atención; nosotros —siempre nosotros, nunca un yo desapegado— mismos somos los que estamos en la película; la película somos nosotros y nuestras obsesiones y la caligrafía de nuestro deseo). En cierto modo, Nan es un demagogo del ensimismamiento contemporáneo (el aspecto voyeur de la sexualidad, multiplicado por la saturación porno que en los últimos años sufre la Singularidad Occidental). Solipsismo que retrata a través de continuidades descascarilladas y puestas en escena cercanas al objeto por el objeto, donde los objetos (y, anexados, las personas-personajes-objeto que son sus protagonistas y secundarios), a veces, parecen salir de la bruma en disposiciones delicadísimas y que, en ocasiones,


recuerdan a las formas en los bodegones de la pintora Alejandra Yoshima, tan cercana ésta a un Gustav Klimt moderno que palidece por la belleza casi preadolescente, asexuada y angelical de sus escenas.

espacios estancos, habitaciones en penumbra por el desgaste de fotograma, o camas desechas donde hermafroditas de nuevo cuño buscan el placer a través de un autosexo que se transmite de forma sutil en la actitud (en la pose, en los gestos dramáticamente ralentizados) aunque explícita en relación con la superficie desnuda (expuesta) del cuerpo transformado a base de dinero y voluntad, en esa acrobacia puramente Nan de mostrar a ese objeto que es la carne como sustancia sin mácula. Tal vez la única sustancia a la que el individuo puede agarrarse en una época en que el cuerpo o el rostro parecen definir la identidad a través de múltiples grados de modificación, sea estrictamente física, quirúrgica o química, sea virtual, de redes sociales y descripciones falsarias de la epidermis, que sirven para que el individuo pueda participar dentro de la gran superficie de intercambio que es Internet.

Y aun así, en Nan se contienen altas dosis de sexualidad, una sexualidad quebrada y oscura que flota en el espacio cerrado y limitado físicamente del fotograma, pero cuya seducción puede hacer brotar en el observador algún tipo de vibración emocional o erótica a través de la soledad de las personas (personasobjeto-personajes) filmadas. Esa soledad de los cuerpos tiene su traducción también en los espacios y paisajes que retrata donde, con frecuencia, observamos edificios que se confunden en masa de hormigón, figuras origami con forma de cisne que flotan de forma ausente sobre la superficie de un lago salpicado de espuma en mitad de una macrourbe recién bombardeada, o personajes anónimos que rezan junto a la entrada de un templo flanqueado por tiendas de electrónica avanzada o que participan en algún tipo de procesión folclórica vestidos de látex y con sus mejoras mórficas de cirugía biológico-estética remachadas por piercings de titanio sin pulir. La presencia de transhumanos de la primera ola (pilotos de pruebas del futuro, con sus añadidos animales, sus extremidades extra, sus primeros pinitos con lo cyborg…) que se encuentran en el interior de un jardín abrigado bajo árboles rescatados del paleozoico clonación mediante, en blanco y negro, transmiten al espectador que se acerca, en zoom casi escatológicamente lento, una suerte de ritual de introspección en el que el ánimo de la película parece penetrarnos, colarse en nuestro interior, donde lo único que importa parece ser uno mismo (donde lo único que importa es ser voyeur y mirar con calma).

En definitiva, la cinematografía de Jerónimo Nan es documentación de la soledad (en cuartos desordenados tanto como en calles arrasadas, en habitaciones inertes en el interior de edificios indiferentes) donde el aparato sexual, el corpus fragmentado, se convierte en icono de devoción postpornográfica. Podría decirse, como ya se ha dicho, que los cortos del cineasta español retratan el ensimismamiento de personajesobjeto deambulando solos por ciudades que no son tan suyas como les pretenden hacer creer los poderes fácticos de toda índole, sean éstos la publicidad, la política o la filosofía de la evolución transhumana. Habitantes del futuro-ahora dentro del anonimato. Sin profundidad psicológica. Un rostro-objeto pasivo. Sólo boceto del un cuerpo emocional que habita en una burbuja sin colorear. Cartografía del deseo con herramientas soñadas. Impresión, no tanto retrato. (mismamente como estas palabras que acabas de leer). Podría decirse…

Ese mismo blanco y negro es el que nos transporta a

Stop.

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CHIO ROMERO Dormir abrazada a la almohada/ esperar que el café se enfríe lo suficiente como para bebérmelo de una trago/ correr de lado/ oler la comida un buen rato antes de comer/ bailar saltando o saltar bailando/ la sensación en el estomago después de reírme mucho/ hacer regalos un día cualquiera del año/ dibujar líneas sin fin en un papel cualquiera en un momento cualquiera/ escuchar el francés/ sacar la cabeza por la ventanilla del coche/ que me salgan bolas perfectamente enrolladas en el tenedor cuando como spaguettis/ hacer cosas con paquetes de tabacos vacios y/o servilletas en los bares de noche/ morderme el labio inferior hasta hacerme sangre/ hacer fotos a flores/ sentir la carne cruda en las manos al hacer albóndigas/ dormir junto a alguien/ sentir el aire de las 7 de la mañana/ beber cocacola sin gas/ llevar el carrito del supermercado/ mirarme la muñeca sin reloj cuando me preguntan dónde está alguien/ llevar gafas de sol en vez de paraguas cuando llueve/ ir en bici con marea baja por la playa/ echar 3 cucharadas de azúcar en el café, mover y echarme la última con el azúcar que se quede pegado a la cucharilla mojada. Web: http://www.chioromero.com Correo electrónico: xhioromero@gmail.com

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ANNA LARDIN Mi nombre es Anna Lardín, tengo 26 años, soy de Barcelona y soy Diseñadora de moda y Coolhunter, aunque actualmente no me dedico a ello (¡No porque no quiera!). He trabajado en una empresa de diseño y confección de ropa, esporádicamente en showrooms y en talleres de plástica para niños, entre otras cosas. Hice un curso de fotografia, y actualmente hago uno de diseño gráfico. Soy una apasionada del cine y asidua al Festival de Cine Fantástico de Sitges. También dibujo y me gusta escribir. y me encanta la cultura MOD. Flickr: http://www.flickr.com/photos/miss_spuistraat/

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VIOLETA “MALA ESTRELLA” Violeta, alias Mala Estrella, estudia matemáticas en Granada, le encanta la literatura y, sobre todo, el cine. Escribe pequeños textos en su tiempo libre mientras escucha música para ambientarlos. Si tuviera que elegir un director sería Stanley Kubrick, y escogería a Led Zepelin o The Doors como grupo favorito. Una de sus frases preferidas es: "Ernest Hemingway dijo una vez: "El mundo es un buen lugar por el que merece la pena luchar". Sólo estoy de acuerdo con la segunda parte.", de la película Seven. Blog: http://mala-estrella.blogspot.com/

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VÉRTIGO Quería descubrir una fuente de vértigo infinito. La

límites de incompetencia social. Plasmar el reflejo

juventud por delante y las ganas de fumarme todo el

ficticio de la realidad bajo el disfraz de paperback

tiempo del mundo. Consumidora ocasional de alcohol

writer de buena calidad. Una historia de artistas

destilado y tabaco de dudosa calidad, de marihuana y

desequilibrados en un suburbio de París en banlieu y

hachís, de arte moderno y clasicismo intelectual. De

la filosofía de Descartes como maître de una frágil

películas en blanco y negro y en technicolor, de sexo

trama de argumento poco original. Me duelen la

superficial con gente casual, de relaciones frívolas de

cabeza y las piernas. Diría que tengo ganas de

fugacidad estelar. Lengua de serpiente y bolígrafo azul

acostarme con

de tinta cargada de humor negro. Metáforas

cosas que quiero hacer antes de morir; salir a la calle y

arriesgadas y desinterés por lo convencional. Palabras

tomarme un helado o una cerveza; ver una película del

que suenan bien y se enredan aprovechando en la

oeste en la que aparezca el rostro impenetrable de

diástole la contracción de la aorta. Un hasta

John Wayne; escribir algo que merezca la pena; tirar

luego/pronto a los enamoramientos locos que te dejan

cosas viejas que se acumulan en los armarios de mi

sin respiración y no precisamente en la cama, a las

habitación; releer cartas antiguas y rescatar recuerdos

indirectas ocultas en canciones, a los mensajes

de los que nunca me olvido mientras escucho a los

subliminales (y no tanto) en actualizaciones aleatorias

Dire Straits; fumarme un cigarro inexistente o

en un blog, a los roces casuales que empañan la piel

echarme a dormir y esperar a que se me recupere la

con los restos de las cosas que se desean y nunca

cabeza. O tumbarme en la cama y clavar la mirada en

llegaron a suceder. Ya no me vendo ni a mí ni a mi

el techo, blanco; imaginarme que la habitación da

mundo. La resaca, los libros, el cine, el sexo, la

vueltas y dejar escapar mi concepción particular del

comida, los amigos, las amigas, el amor, el tabaco, los

tiempo y espacio. Resignarme al abandono de la

números, las letras, el caos y las ondas. La lucha por la

subconsciencia. Deslizar un suspiro feliz, sonreír sin

supervivencia de la cordura y por mantener a raya los

motivo.

. Podría hacer una lista de las cien

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SARA MORÁN Sara Morán, de origen sevillano, comienza sus estudios de arte en la facultad más academicista de toda España, la de Sevilla. Allí aprende a dibujar y a pintar perfectamente para darse cuenta de que lo que de verdad le interesa es lo que puede esconderse detrás de todo eso y centrarse en la escritura y más aun en la fotografía. Se muda a Barcelona donde continúa sus estudios artísticos a la espera de un último año en Holanda que le dé el título de licenciada. Flickr: http://www.flickr.com/photos/sara_moran/ Blog: http://rosadonihilismo.blogspot.com/

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OHIO #1 ACABA AQUÍ. Mientras esperas al siguiente número puedes visitar el BLOG y comentar qué te ha parecido.

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¿Quieres participar en el siguiente número de OHIO? Envía tu colaboración sobre el tema:

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