Revista Palimpsesto I

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Palimpsesto

N°1 / Año 2015


Índice

Editorial .......................................................................................

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Poesía Alexander Correa ....................................................................... Claudia Maliqueo ....................................................................... Diego Alegría .............................................................................. Sofía Rojas Huenante ................................................................ Vicente Barriga ........................................................................... Kevin Castro (Perú) ...................................................................

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Ensayo Patricio Contreras ...................................................................... Roberto Valdivia (Perú) ............................................................

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Edición: Andrés Gómez Catalina Ríos Christopher Vargas Diagramación Christopher Vargas Diseño de Portada: Nicolás Mellado Revista Palimpesto, Santiago de Chile Diciembre de 2015.


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Palimpsesto: entonces algo se desacomoda y cruje. Llevamos horas sin dormir frente a un computador. Creemos que estamos solos delante de algún paisaje abismal que, irremediablemente, debe ser completado por nosotros: el Microsoft Word en blanco. Entonces los caracteres –limitados- empiezan a llenar de a poco una pantalla que, de algún modo, nos remite a alguna especie de infinito. Lo cierto es que no somos los únicos, pero de algún modo lo ignoramos, como ignoramos la mayoría de las cosas. Pesan sobre nosotros siglos de escrituras palpables, lugares comunes y verbos que completaron hojas amontonadas en centenares de libros. Sentimos un afán de originalidad que no sopesa el pasado que creemos distante, enfrascados en la burbuja de los 2.000 y la velocidad de las nuevas tecnologías. Entonces algo se desacomoda y cruje. Borroneamos los contornos de la primera hoja que encontramos al abrir un libro de Vallejo o Ginsberg o la Mistral. Tachamos palabras como si se tratara de algún ejercicio surrealista o simplemente de catarsis. Cambiamos sustantivos y reemplazamos nombres propios a nuestro antojo. Mezclamos idiomas que nos son ajenos, pero que en el tipeo se pegan a nuestras yemas como los chicles debajo de los asientos de las micros. Nos apropiamos de verbos en des-uso y los ponemos en un orden imaginario sobre la mesa, tratando de renovarles la red argumental, de cambiarles el sujeto o – mejor - de volverlos intransitivos. Lo cierto es que la hoja/pantalla en blanco nunca estuvo realmente en blanco. El Word fue resultado de una encadenación de scripts que creímos invisibles, pero que ahí estaban, sosteniendo millones de archivos tirados a la papelera de reciclaje y que luego, al ser borrados definitivamente, quedaron en la interfaz como cadáveres in-oloros, pero cadáveres al fin y al cabo. 3


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El palimpsesto es la hoja que carga con escrituras que nuestro ojo no reconoce a simple vista, una pantalla táctil sobre la que borroneamos y luego rellenamos en un tipeo entre inconsciente y lúcido, entre la sensación de ser poeta joven y de jugar a ser escribiente; la pantalla que soporta escrituras que, querámoslo o no, están ahí actualizándose en la intersección de nuevos caracteres. Si buscamos en palimpsesto, si hurgueteamos un poco, encontraremos caracteres en una disposición distinta, quizás hasta diciendo las mismas cosas de un modo diferente, intentando dejar una huella tal como nosotros mismos tratamos. El tiempo avanza rápido en el tipeo constante y el número de carillas va en aumento. Comienza a entrar una luz tenue por la ventana y nos damos cuenta de que amanece. La pantalla nos sigue remitiendo a una especie de infinito, después de todo ¿cuántas escrituras soporta un palimpsesto?

Catalina Ríos Santiago, 2015

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PANAL OGIC À

“He ahí una consecuencia bastante admirable de la imperfecta comprensión” Paul Valery Caen aguijones, ensartes en mi ojo labrador espero la intoxicación por contagio colectivo la manada mama-da se ha contra dicho; comulgar con mis hedores cadáveres. huesos con retazos de tù. mi ámbar derroído. una lanceta ano-expuesta atraviesa los pedrájes que por la tardes recibo. mal decir, mal de ojo mi pestañear por la nuca o la cuarta posición de mi pliè te espero con el ante brazo y mis tendones heridos un collar amuleto de muñecas viejas te dejo en este entre ver por la espalda tengo ojos cucarachos lagrimosos dependientes panales penden cuajos miles mieles sobre mi tajo, y por debajo de la roncha gargajos o mi sangrado en grafito cambié el polen por la cerilla de mis orejas panales o ronroneares abejorros de corazón añejo abro la boca y mi lengua trampa sobre mi lengua hay terrones almibares tesoros cráteres porosos cristal de roca ópalos, piedras granizos turmalinas todas de azúcar vengan por mi rapto el dijo: señuelo de esta mi lengua lanceta cementerio elegido por mandato de la reina. 5


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“La nueva forma de pensar es que hay mucha más permeabilidad y fluidez… nuestro cuerpo es literalmente producto del ambiente.” Steven Cole Si aún no has pensado en la distancia, Te digo; dosmilcruatrocientas flores este día he recorrido. y hay minutos en que las flores tal cual como un telón que de años expuesto al sol, como una retina vieja se descorre. Y doy gracias por que ante todo fuimos humildes, y no cuestionamos la interdependencia básica que manteníamos con las flores, es un tesoro o quizá un don que una abeja como yo pueda comprender de otra forma los colores. pienso que algo de relación debe tener esta vibración que tengo, esa musicalidad particular que a cada flor entrego, A modo de perfección, nos esmeramos en separar los colores del blanco y el negro. como si un sentido se abriera, o a costa de mucho trabajo dos se juntasen, fuimos felices y lloramos cuando en un panal danzamos el recorrido que nos llevó a componer esta sinfonía y que no importó lo que dejaste, en los viajes en que te regocijaste otorgándole un zumbido, un quehacer al que reaccionó tu cuerpo cuando te viste sola y matando el tiempo. Que mas me iba a tomar si ante mi una salvajería que con los años fue siendo mas generosa lenguado en mi la imposibilidad arrítmica de no tener un numero preciso que contenga la infinitud. No sería capaz de afectarte, ni mucho menos de enseñarte lo importante del conocimiento de aquellas tonalidades., de alguna forma sofisticamos lo que para ustedes es básico, Lo que para nosotras fue una pieza maestra, para ustedes solo fue sentarse y considerar aburrida la contemplación de un campo, que en su precaria evolución humana, lo comúnmente primero, fue definir como regla en que todos los campos han de ser verdes. Vengo de un girasol que se olvido de abrir por la mañana, no es culpa mía, sino del tiempo natural en que demora cualquier cosa, nada tiene que ver a la importancia que ustedes daban al reloj, Sino de perseguir las sombras que para nosotras fueron importantes e influyentes era la forma que teníamos de mantenernos vivas en el avispodromo; la energía se goza mientras el próximo lo viva y tu puedas dar cuenta que construiste a partir de, afianzar que fuiste participe de esa catarsis, de ese calambre, que te entregaste y dijiste sí a ese popper matutino. Pero voy atrasado, y esta historia la imagino mientras las notas zumbaban 6


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sobre mis alas se entregan a la coordenadas de un pentagrama que no permite abusar del silencio, pero si de la ternura, que para tu entendimiento será trascendental, a la hora de enfrentarte a la cartografía geodésica que recorrió una abeja para definir una rutina particular, que no me haga perder el tiempo mientras me vuelo. Los avispones no han podido perdurar en mi vida; imagínate nuestro panal situado en un glaciar en donde escaseen los insectos; imagínate en que mataríamos el tiempo dando vueltas en espiral moviendo las alas codificando un mensaje oloroso que denote hambre para que las recolectoras vuelvan al nido. Cualquier día nos comemos las unas a las otras, imagínate lo que seria explicar un dilema que yace entre lo karmático y lo moral para las que sobreviven. O pero peor aún; El caldo de genes que por culpa del placer y del talento transmitiremos para el próximo invierno. cien guaguas de avispones negros, avispas con cola de chancho. sabemos esto y nos entregamos aunque solo una de las hermanas reinas volará al exterior para ser fecundada. El solo de hecho de integrar a su devenir e que todas íbamos a ser reinas le concederá la inteligencia de ser mas la mas avispá entre las avispas Es por eso que anidará en el lugar mas bonito e hibernará en un lugar protegido. entenderá que el amor va mas allá de la propiedad privada, es ahí cuando la vida cobrará sentido y dejará morir a sus hermanas. 7


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Todas íbamos a jugar con fuego y cera cuando prendíamos una vela, Pensar que de ese tipo de azucares solo yo me regocijo, Yo te cuento esto, y tu envidia recurre a un discurso sabido, apelas a una común inteligencia, Y disculpa la pregunta tu que haces con ella? Acá no sirve cuantas veces me nombras y me reduces a que ante todo tu tienes mas estatus que yo en lo hexagonalmente igualitario, pero a la vez separatista que puede ser compartir una misma colmena. Ahora has el ejercicio, tan difícil y singular, merito al primero que se atreva a dominar la técnica de agarrar firme una lanceta y cure las cataratas heredadas que descurrió este ojo, Y fue ahí cuando tu ego echo rabias, escupiste al cielo y de tus babas te resbalaste, Ojala te abstraigas y puedas ver desde fuera, que no me importó que te cayeras solito del trono, sino de lo conformista que fuiste al darte cuenta de que estabas cayendo, con tantos humos en la cabeza, que te diste muerto y recién estaba comenzando el guerrilleo , y aunque te dije todo esto, tu no hiciste nada. Viste que no me costó nada? De una reina aprendí a palabreos que a cualquiera podemos hacer sentir, reducirlo como el zángano mas negro , Fue ahí cuando me desencanté, cuando mi ojo lagrimeo un salvavidas, y tu no hacías mas que marchitar en mi tus propias hierbas. A bailar A bailar Que un panal negro exageró y nos vio como un fuego Se asustó y lloró como cuando entendiste el por que les decían bombas “lacrimógenas” , para nosotras fueron armas, una protesta que no fue mas que el resultado de la inmolación colectiva, una humareda que no fue mas que la ceniza alzada en donde lo dimos todo a pesar de nuestros pequeños cuerpos. Viste como algunas fueron consecuentes, revolucionarias, un morbo que la reina esperaba como un espectáculo, y no fue mas que escribir de ellas, y lo importante de hacerlas presentes, en esta tiranía oligárquica, que ha de ser este panal.

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Alexander Correa

(Santiago, 1991)

Tiene estudios en Lengua y Literatura Hispánica. Ha participado en talleres de poesía a cargo de Paula Ilabaca, Héctor Hernández, Gladys González y de narrativa con Juan Pablo Sutherland. Aparece antalogado en “Versos/diversos” (El perro y la rana, 2010), “Ó” (Erizo editorial, 2011) y “HALO” 19 poetas chilenos nacidos en los 90 (Jc. Sáez Editor 2014). Obtuvo mención honrosa en el premio Roberto Bolaño a la creación literaria Joven (2009) y mención honrosa en los juegos literarios Gabriela Mistral (2012). Publicó “Lud mía”, en co-autoría con Angélica Panes (Autoedición, 2011) y “Ariel (o los ecos en mi garganta)” (Proyecto editorial Itinerante, Buenos Aires 2012). Actualmente trabaja en su poema/colmena “PANALÓGICA” alexander.correag@gmail.com Bienvenidaoscurarealidad.blogspot.com

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Recé por la lluvia

12:18 Pasado el mediodía en Santiago de Chile todas las calles están grises. El clima: Nublado en estos momentos. La máxima será de 11°. Lluvia esta noche, con una mínima de 4°. No escribiré cosas personales. Hoy todos desapareceremos Nos romperemos a pedazos Por encima del universo Hasta quedar muy pequeños Tristemente pequeños Hasta que no seamos nada Me he roto tantas veces Con los ruidos de mi cabeza Con los crujidos del corazón Recé por la lluvia Para que se lleve todo Para que limpie todo Por la tristeza Por los pisos de madera Por su sonido 13:01 Está lloviendo Golpea en las ventanas Hay truenos y viento Ojalá el dolor se corra por las venas Como la lluvia trata de limpiar todo por las calles 10


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Universo

Mi papá lustraba sus zapatos escuchando música que nunca nadie escuchó Estoy pensando en que no me gusta el olor Estoy pensando en cualquier cosa menos en los zapatos perfectamente arreglados y que papá lustra con tanta fuerza y con música a las 1 am cuando nadie más sabe qué hacer en una casa en donde todos duermen. Pienso en como acomodar mi cuerpo a otro cuerpo en la perfección de que se quieran que posean calor y que se entrelacen Estoy pensando en la ceguera de no querer más nada La piel que se cubre de otra piel, de dedos que se tocan en plena oscuridad, de secretos que nunca se supieron hasta esa noche. No creceré más entre tanto escombro, me derrumbaré quieta y desnuda en algún secreto que quiera contar. Estoy sintiendo truenos desde mi garganta. Truenos que eran para él Te dejo ir, Con puñaladas de mis manos Con incrustaciones en el corazón.

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Para borrarlo de mi corazón (Él) En miles de burbujas en miles de recuerdos Sus huellas en mi piel su piel misma su cuerpo junto al mío sus huesos congelados su boca y su lengua Que no quería decir nada que no pedía nada que nunca supo nada Y yo ahí misma abultada en un sueño, abultada en una cama Esperando que los pájaros cantaran, esperando a que me quisiera, esperando a que nos devoráramos, esperando que me matara Pero enloquecí

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Nosotros Vete con los perros aullando vete por la calle vete por la noche que es infinita al igual que esta enfermedad Vete y sale por cualquier puerta sale por la calle escucha los autos, las sirenas, mi corazón Escúchame y vete por un puente lejano que es mi boca Muere hoy mismo en todo lo que sea Muere a través de mí a través de un cristal a través de mi lengua Pero no mueras a través de mis palabras Ojalá el océano sea el lugar de naufragio y que no existan barcos y que no existas tú Hoy he visto las plumas que se sienten al escribir he decidido apartarme y dejarme moriré hoy yo también quiero morir a través de ti

Claudia Maliqueo Lagos

(Santiago, 1994)

Ha realizado talleres de poesía en Balmaceda Arte Joven: “Texturas” con Paula Ilabaca y “Escrituras del desastre” con Héctor Hernández. Ha participado en el Seminario de Nueva poesía chilena (2014) y en Zoundtrack: Reescrituras de canciones (Maximiliano Andrade). Ha sido antologada en Halo: 19 poetas chilenos nacidos en los 90 (Jc. Sáez Editor 2014).

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PRELUDIO1 A lo largo del río se acogen los sauces y se tañen las cuerdas suavemente. La música entreteje el sonido del aire. Con hojas oscuras en su cabello con flores pálidas en su manto

MUJER LEYENDO UNA CARTA JUNTO A LA VENTANA ABIERTA Detalle Mientras se tiñen de rojo tus mejillas las manzanas del Paraíso desbordan su dulzura sobre las olas del mantel.

el amor vaga a lo largo del río y se pierde sobre un instrumento.

1 - Re-escritura del poema “I” de James Joyce del libro Chamber Music (Música de cámara).

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El poema no debe dibujar el océano sino abarcar su distancia

Sin tronco ni monte ni cielo el árbol

Diego Alegría Corona

(Santiago, 1994)

Estudiante de Licenciatura en Lengua y Literatura Inglesas, de la Universidad de Chile. Su trabajo poético ha sido reconocido en diversos concursos literarios nacionales e internacionales, como Premio Municipal Juegos Florales Gabriela Mistral (2012), con su poemario Raíz abierta, y finalista del Premio José María Valverde (2014) en España. Ha publicado poemas, cuentos, ensayos y traducciones en compilaciones y revistas electrónicas chilenas. Publicó Raíz abierta (Pez Espiral, 2015). Sus poemas han sido traducidos al inglés. diego.alegria.10@gmail.com 15


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Lamien La boca céntrica lanza como dardo la palabra hecha ley. LES DISPARAN. La seguridad civil va primero. Ellos cantan al cielo celeste del infinito, al árbol porque es árbol, al río porque es río, a la tierra ancestral. Mis hermanos desconocidos recorren descalzos ante la “Santa Urbe” caminan sobre mantos de piel sedimentada, cruzando la vida bajo los cerros de cristales LUCHAN. Abro los pliegues desconocidos de la historia, encuentro la raíz solidaria de mi sangre, mis ojos se llenan de un mar desolador al ver cómo mi lengua se arrastra soportando los cortes. Encontré mi hogar. ¡Mamita, encontré mi hogar! Dejo la casa-nación que me inculcaste. No te culpo, mamita por el olvido del lenguaje, no te culpo por no soportar el afafán. Los tiempos han cambiado, mamita, ser india ya no es tan malo. 16


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Le canto al cielo celeste del infinito, al árbol porque es árbol, al río porque es río, ENTONCES TAMBIÉN ME DISPARAN Pero verticalizo… entre dardos, gas pimienta y agua del Mapocho, arraigando el corazón en la palabra, esa misma con la que se escribe el dardo. Verticalizo, porque la primera palabra que aprendí del mapudungún fue un ¡MARICHIWEUW! y desde que mis pies se aferraron a la Ñuke mapu, desde que mis venas se entrelazaron con las raíces desparramando en todas direcciones el vino tinto que las colora, no dejaré de luchar. Lamien, de nuestras bocas sale el canto firme, de nuestros cuerpos la danza viva podrán invadir la tierra, pero no nuestros óvulos florecientes, porque nadie podrá evitar que desde nuestros úteros nazcan hijos con gritos de guerra.

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Reescritura de Aullido - Ginsberg.

Quienes viajaron a Denver Quienes murieron en Denver Quienes volvieron a Denver y esperaron en vano

(Fragmento.) Vi a un grupito de niños que sin entender nada y mojando los pantalones, entraban por primera vez como pollitos a una escuela. Vi a pequeñas mujercitas llorando mares y rasguñando las puertas del jardín infantil para alcanzar a sus madres. Vi a padres desbordados de locura, comprando boletos y apostando sobre las cabezas de sus hijos. Vi salas saturadas llenas de mocosos con olor a púber saliendo de las ventanas. Me vi reconociendo, te vi reconociendo, la misma sala de murallas sucias pintadas de blanco con una franja ploma rupturista. Estuvimos doce años frente a una pizarra llena de números y letras donde se creía que ahí estaría nuestro futuro. Vi a mis profesores saliendo de las salas pensando que las generaciones se le caían Vi a las mejores mentes pudrirse en cuatro paredes sin conocer el mundo. Vi a fantásticos artistas terminando en un traje de luto, amarrándose los cordones de la vida estando ocho horas frente a un computador Vi a los más ingeniosos ser discriminados y bofeteados por una tal P.S.U. Vi como nuestra vida depende de un resumen de selección universitaria Vi como mis compañeros soñaron con ojos brillantes las universidades de prestigio y que al llegar se les callera la cara al retrete de tanto vomitar el Crédito con Aval del Estado Vi llantos por burocracia, prostitución para pagar el saber. Oí a mis amigos repitiendo las palabras que le hacen repetir sus padres. 18


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Te vi repitiendo como un títere que el arte no sirve. Te vi preocupado por los hijos que aún no tienes. Te vi calculando cuánto dinero ganarás por un trabajo que no has comenzado. Vi cómo se rompe la vela de mis sueños, cómo me pisotean las ideas que guardaba en el velador. Si en Aullido se viaja a Denver, acá se viaja a Argentina y regresan de Argentina soñando en vano y mueren en Chile por exceso de histeria colectiva. Vi a un capucha rayar la constitución – La democracia fue griega – me dijo – fue griega. ¿Qué ocurre cuando los físicos comienzan a preguntarse sobre la velocidad de la vida? Quizás en Chile ya no queden poetas malditos, pero sí una generación maldita de jóvenes que nunca aprendieron a leer. Vi a mi generación leyendo poemas en las esquinas, poemas que nadie escuchaba, poemas que nadie entendía, porque nadie en Chile sabe lo que es poesía.

Sofía Rojas Huenante (1993)

Estudiante de pedagogía en Castellano en el ex-Pedagógico (UMCE). Actualmente integrante del Proyecto de autoformación estudiantil La urdimbre.

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A Dón José Manso de Velasco, fundador de San José de Logroño La gota blanca de la eyaculación fallida, el dolor de vientre a media noche. La muela infectada, volátil e invisible. Que aprieta y hunde lo poco que me queda de sudor. lo poco que me queda de placer. de hormona tibia, en una cama o en un cuarto de baño y un espejo manchado. Es un suelo que marca los pies, y los lanza con hilos de cortina, restos de frazada, y polvo de cojín. Es la calma de un lugar en que solo viven animales; ni gatos, ni pájaros que vuelen o se arrastren. Es un viento con olor basura, de las rejas metálicas que las protegen. Es una pierna partida a la mitad por la madera que las protege. Es un canal que sobrevive en lo alto de una colina, 20


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sin altura, con las caminatas sin esfuerzo y los pies gastados. Es una siesta en medio de una plaza de armas, con gitanas y acordeones, vestidas con una falda hasta el cuello , en cuclillas. Mirando por el vidrio de un carro viejo, y sin fierros. Es una calle sin veredas, ni manchas en los perros, como un cerro sin espinos, con letras blancas y ovaladas. Es una noche, sin pasos ni carabineros. Solamente un faro que suena cada cierto tiempo, mientras las monedas de una pileta, son tragadas por un hombre mudo Es una catedral, sin santos, con pilares rojos. Es un cuervo jugando billar, en medio de la oscuridad, y una lĂĄmpara en la esquina. Es una lĂ­nea, un punto en el margen de la ciudad. Un disparo o un rayo al amanecer. 21


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Es un pecho afligido en la sala de espera, al final de un suelo grisáceo y café. Es un hacha que corta frutillas y conejos. Una llave con sarro y la tetera pálida. Es un peaje en la autopista, un punto en el paisaje. Una rama de un espino. Un terreno baldío en medio de la carretera.

*Poniendo una botella de cloro en la rueda de la bicicleta. Sonaba tan fuerte, y la calle recientemente pavimentada, el olor a alquitrán en la manga de mi ropa. Éramos alquitrán y motocicleta. 22


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Fantástico, soñador, precavido. Un pie descalzo, dos pies descalzos tres pies descalzos Mucha leche de vaca que se tomaba dentro de una cocina, nadando en la piscina plástica y los ojitos rojos ojos rojitos ojitos rojitos por el cloro en la botella verde de doscientos ml (abriendo la boca para tragar avispas, los brazos calcinados, el musgo en la pared)

Le sorprendía bastante la mirada atónita del observador :Mira que soy muy débil :Mira que soy muy rudo soberano Y el ruido del caudal a la orilla del río de un lugar lleno de bolsas y botellas envasadas. Miseria remota de un lugar sin olor a cloro de un submarino ciego. La esencia de la tierra húmeda y las uñas sin cortar.

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Cemento Aprendí a alimentarme con el sarro de la llave. Con mis riñones oscuros y frágiles, salté tan alto que pude oler esas frutas en conserva. Éter, ese sabroso olor a éter, fue distinto al cemento pegado a mis pies. Las uñas me ardían, mi cabello fue rojo, puntas en cloroformadas. Me pusieron bajo vidrio, parecía plástico. El sedimento acumulado en mi piel, me hizo volver a sentir lo clásico. Música punk al final de la habitación, molestó a mis vecinos, que morían. Y que desde su tumba , no soportaban mi muerte. Relámpagos, sonidos electro, me despertaron envuelto en celofán metálico. María me llamó 3 veces, pero solo contesté 2. El celofán interfería la llamada. No logré verla, ni escucharla. Y miré por los pliegues. 24


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Estaban las luces de Santiago o Dubai. Según María era Pomaire. Y con mi dolorosa orina, escribí mi nombre en árabe sobre el pavimento. El amoniaco hizo que me desmayara, y olvidé que estaba en la metrópolis. Las mujeres con sus velos, me saludaban, y comenzaron a bajar sus escotes. ¡Rebeldes!, las llamé rebeldes. Me lanzaron piedras, y por la espalda vimos a su padre. Se quitaron el velo, sin túnica, los cuerpos morenos volaron por los aires. Y volvieron a las faenas, donde yo estaba, desde mi abrigo de celofán, observando con placer. Hablo con María, me avisó que es mi turno. Se prenden las turbinas, cajas registradoras. Pero yo escuché aviones. Que me dejaron sordo, fui perdiendo los sentidos. Poco a poco. Gradualmente. Gra-dual-men-te. 25


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Sin oído, sin visión, sin tacto, sin olfato. El sarro con que me alimenté. se acumuló en mi uretra. Mis hijos nunca existieron. Perdí el gusto.

Vicente Barriga (Melipilla, 1997)

18 años. Poeta y performista. Es estudiante secundario y artista por acción y vocación. Su obra es una crítica y una exposición de las tensiones sociales y políticas que el desarrollo económico ha generado en su natal Pomaire, en donde la urbanidad genera cruces estéticos con lo rural/tradicional. Asistió al curso “Literatura Contemporánea” de la escuela de Verano de la Universidad de Chile (2014). Su cuento “La botellita”, fue seleccionado en “Santiago en 100 palabras: Los mejores 100 cuentos VIII”(2014). En 2015 fue reconocido con el premio Roberto Bolaño .

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El manifiesto de Ronald McDonald (Dis faquin shet) Ayer Ronald McDonald estaba parado encima de una silla con un papel en la mano decía cosas ininteligibles de rato en rato tomaba un poco de agua de un tomatodo (aunque probablemente fuera ron blanco o pisco o vodka) A mí me daba curiosidad y me acerqué y le dije ‘oye, Ronald, nadie entiende lo que dices’ Ronald me respondió ‘ai don andersten yo misterish languash, boi’ entonces una muchachita estudiante de traducción de IDAT se acercó a él y le dijo algo al oído Ronald asintió con la cabeza y continuó hablando la chica empezó a decodificar el extraño lenguaje de Ronald McDonald dijo que Ronald decía que él pensaba que todas las combis de Lima deberían ser de color amarillo fosforescente y manejar en círculos muchos lo aplaudimos y muchos lo pifiaron así que las personas del bar nos dividimos en dos grupos los que queríamos combis amarillas fosforescentes y que manejen en círculos y los reaccionarios La chica siguió decodificando el extrañísimo lenguaje de Ronald McDonald dijo que Ronald decía que 27


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no había lugar en el mundo que ame tanto como Bolivia en donde había quebrado esa odiosa cadena que se había robado su nombre y que ni siquiera era suya y que hacían hamburguesas que sabían a mierda Yo aplaudí y vitoreé aquella afirmación tan acertada y de paso le miré las tetas a la chica esa que debía sentir una gran responsabilidad Ella siguió decodificando nos reveló que en realidad Ronald no era norteamericano sino que había nacido en el hospital Rebagliati de Jesús María y que de niño antes de ser famoso era cómico ambulante y vendía caramelos de menta Luego la chica dijo que Ronald decía que ahora, felizmente, él era payaso, poeta y gasfitero, en ese orden y a mucha honra pero que nadie sabía eso porque en Lima todos hablaban un lenguaje demasiado extraño que él había olvidado hace mucho, antes de ir al país de las maravillas y las oportunidades La chica rió un poco al decir esto y los que queríamos combis amarillas también reímos pero los del otro grupo pusieron sus caras como muñecas inflables sin expresión luego Ronald McDonald estornudó y los de mi grupo dijimos ‘salud’ la chica esperó que Ronald McDonald se sonara los mocos y siguió decodificando su extraño y mágico lenguaje Ahora nos dijo que 28


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Ronald decía que él pensaba que a esta mierda le faltaba un poco de rock n’ roll luego aclaró y dijo que cuando Ronald decía ‘esta mierda’ (dis faquin shet) se refería a muchas cosas y los que estábamos a favor de las combis amarillas fosforescentes lo aclamamos y los reaccionarios comenzaron a pifiar y alguno de ellos nos lanzó una colilla de cigarrillo lo cual fue ridículo La chica de IDAT dijo que Ronald decía que que había que dejar de vivir en los años veinte o cuarenta o cincuenta o sesenta o setenta que por qué la gente tendía la ropa en los tendederos si podía mejor meterla al horno microondas, lo cual era más divertido que la poesía estaba en el rock n’ roll y en las calles y en las pantallas de laptop mas no en el ridículo neourbanismo llorón que no era lo mismo que la poesía saliera del culo a que saliera de los intestinos que era increíble que en pleno siglo XXI ningún científico haya encontrado la manera de crear hombres-planta que se alimenten de caca de murciélago que era estúpido que un poeta se creyera un iluminado o más inteligente o especial que por ejemplo un contador o un gasfitero o un vendedor de verduras y que sobrevalorar el oficio de poeta sólo acabaría convirtiéndonos en moscas con un solo testículo u ovario, dependiendo el caso que había una puta cosa llamada Internet 3G o 4G 29


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y la próxima revolución mundial se gestaría vía mensajes secretos en 9gag.com & cuantocabron.com que había otra puta cosa llamada música electrónica y que si nunca fuiste a un rave deberías ir a uno o dos o quinientos que en el futuro comer ceviche sería la clave de la salvación de la raza humana ante una invasión de hormigas gigantes que se preguntaba dónde había quedado la extravagancia qué se preguntaba qué mierda había pasado con la magia y la libertad que se preguntaba por qué este aburguesamiento que el otro día había visto un grafitti rock n’ roll que decía: ‘los nuevos perfiles de facebook son comerle los intestinos a un gatito’ En este momento los del otro grupo se molestaron muchísimo y no pudieron soportar más porque amaban a los gatitos y se quisieron lanzar contra Ronald McDonald pero nosotros los amenazamos y dijimos que si se metían con ese payaso tan buena gente se meterían también con nosotros ellos se lo pensaron dos o tres veces Luego la chica dijo que Ronald decía que era posible que este tipo de cosas causen diferencias alguien del otro bando dijo que no tenía por que escuchar las estupideces ignorantes de un payaso de segunda la chica traductora de IDAT se acercó al oído de Ronald McDonald y le tradujo lo que había dicho la muñeca inflable con corbata 30


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y Ronald McDonald asintió con la cabeza y dijo algo en su misterioso y críptico lenguaje que la chica tradujo diciendo que Ronald decía que si no quería escucharlo pues que estaba bien, que ya había dicho suficiente, que pasaba a retirarse no sin antes alentar a nuestro grupo a que formemos un comité de lucha para la instauración de combis amarillas fosforescentes que manejen en círculos Ronald nos hizo un saludo con la mano, la dirigió a su pecho y algo como una lágrima rodó por su cara (y por las nuestras) la chica de IDAT entrelazó sus dedos con los de Ronald se sonrieron, dieron media vuelta y echaron a andar y mientras caminaban sonaba una canción de Narcosis y yo pensaba que en ese bar nunca más habría una Cajita Feliz Los del bando reaccionario dijeron que por fin se había callado y largado ese payaso ignorante y que qué tal si se pasaban esa noche bohemísima escribiendo una sixtina o un soneto sobre aquella tontería Los de mi bando nos quedamos en silencio pensando en aquél payaso tan buena gente en esa noche tan magnífica en el bar en la vida en hormigas gigantes en combis fosforescentres Luego Ronald, a un paso de la puerta de salida, se detuvo dio media vuelta regresó 31


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y mirando al grupo de imbéciles de nuestro costado respirando profundamente con la resolución y el coraje de trescientos mil payasos dijo algo en su extraño lenguaje los del grupo aquél le dijeron a la chica que qué carajo había dicho Ronald McDonald la chica de IDAT se rió se les acercó los miró respirando profundamente con la resolución y el coraje de trescientas mil traductoras de IDAT y les dijo que Ronald decía que era posible que algunos intelectualitos sin vida sexual dijeran que aquello del rock n’ roll era una huevada o una mala copia de Parra o una mala copia de Bukowski o una mala copia postpunk-surrealista-neohorazeriana-preparacontr ainfrasupramegahiperarchimierdosa pero que en realidad les dijo era una copia exacta de su puta madre

Kevin Castro

(Lima, 1993)

Escribió Los tiempos jurásicos (C.A.C.A. Editores, Lima, 2013; 89plus y LUMA Foundation, Zurich, 2014) y Norcorea (inétido). Es editor de la revista Mutantres y de C.A.C.A. Editores 32


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Nuevas visitas a la tumba de reposo: Apuntes sobre la obra de Ximena Rivera Patricio Contreras Navarrete I. Nunca conocí a Ximena Rivera. Me hablaron mucho de ella durante sus últimos años de vida, pero falleció y nunca logré conocerla. El primer libro de la autora que llegó a mis manos fue Puente de madera (Balmaceda Arte Joven Ediciones, 2010), regalado por Flavio Dalmazzo, a quien le guardo mucho cariño y quien también me habló mucho de ella. Ximena Rivera era una especie de secreto a voces en Valparaíso. Quienes estén interesados en la cultura porteña, viviendo el horror al oír nombrar a Roberto Ampuero o Leopoldo (Dj) Méndez como protagonistas de dicha cultura, como si de verdad sus nombres significaran algo más que nada, seguramente hablaron o escucharon hablar también de Ximena Rivera. Porque ella sí significaba algo. Algo esencial. II. La primera vez que leí realmente a Ximena Rivera fue al revisar completa su Obra reunida (Ediciones Inubicalistas, 2014), que me llegó de Gladys González, una de las pocas autoras que se

refirió a su obra. En una presentación del 2010 al libro Puente de madera, dijo: “La poeta como vidente se hace patente desde la experiencia, desde el yo y sus circunstancias, desde la autobiografía, en donde Ximena se vuelve su propio personaje y también oráculo, donde la máxima ‹‹conócete a ti mismo›› es como decir ‹‹resucítate a ti mismo o vuélvete tu propia víctima››” Al parecer, ese era el modus operandi en la escritura de la autora, ya que su poesía es un acercamiento al abismo, una constante muerte/resurrección guiada por delirios rimbaudianos, con una mezcla de profecía y una honda mirada al presente, siempre alucinada y trascendental. En uno de los poemas incluidos en su libro Delirios o el gesto de responder (Gobierno Regional de Valparaíso, 1999), señala: “Sólo sabemos que vivimos y morimos / un poco cada día / con la certeza que cada cual / tiene el nombre secreto que merece” (38) . Entonces, ¿cuál podría ser el nombre secreto de Ximena? ¿Qué significa? 33


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III. Ximena Rivera nació en 1959, en Viña del Mar, y murió en 2013, en Valparaíso, en su humilde morada de Plaza Echaurren, sector popular del puerto. Ahí vivió mientras sus libros se iban publicando; ahí siguió viviendo mientras la llamada “capital cultural de Chile” la dejaba irremediablemente fuera de su concepto de cultura y patrimonio. Para la visión oficial, son mejores estandartes culturales los anteriormente citados Ampuero y Dj Méndez. O Fernando Ubiergo. Incluso Alvarito Salas. Mucho más políticamente correctos. Mucho más “populares”. En el primer apartado del libro Puente de madera, llamado justamente “Panfleto contra la cultura”, la autora ironiza: “Ahora / por el arte de la representación / y la eficacia de la arbitrariedad / aquí tú y yo somos vigilantes y somos sombras / entonces grabemos nuestros nombres” (102) . Pero ella nunca lo grabó en los mármoles levantados por el municipio. Nunca pidió un espacio en los reconocimientos de la intendencia. Porque, al principio del mismo poema citado, Ximena advierte: “No desees este ícono / que te usurpa la posi34

bilidad de ser / un hijo natural para transformarte en otra cosa” (97) . Y ella prefería, obviamente, ser una hija natural. IV. En una de las últimas –y únicas– entrevistas que dio Ximena , se refiere al acto de escribir como algo “sagrado”, y a la prensa y al internet como “basurales”. En ese sentido, podemos interpretar que no sólo desechó las falsas luminarias del éxito y la fama, sino también los falsos medios de comunicación, creyendo en la poesía como mensaje puro –o depurado–, como el medio ideal para descifrar y compartir el mundo. V. El último libro de Ximena Rivera se iba a llamar Casa de reposo y estaba escrito en prosa. Ediciones Inubicalistas preparaba una versión en verso, a manos de Gladys González, pero al final se publicó póstumamente, en Obra reunida, la primera versión en prosa, transcrita y editada por Carlos Henrickson. Henrickson, en su presentación del 2014 al libro Obra reunida, dice de la autora: “[…] la relación entre arte y vida es en Ximena de una


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intensidad absoluta, y no extraña que haya encontrado en Rimbaud o Hölderlin inspiradores, mucho más allá de una simple influencia literaria” . El libro Casa de reposo estaba basado en las últimas experiencias de Ximena, en una especie de asilo donde ingresó voluntariamente, según sus propias palabras. Allí, lejos de reposar, su mundo interior se intensificó, volcándose hacia afuera de manera violenta. De hecho, a diferencia de los anteriores, sus textos de este último periodo son aterradoramente directos. “No pretendo que este escrito te guste”, nos dice, “pero en esta casa, te guste o no, se anuda Chile y nuestro destino -con su dios feo, ese dios de tantos chilenos-, que me grita en este instante: ‹‹entra, te quedarás››” (130) . VI. Ximena, en sus últimos poemas, hace gala del olvido en el cual ha sido sumida. Pero no es reconocimiento lo que ansía, sino comprensión: “[…] me pregunto: ¿qué ven cuando me ven? ¿Ven acaso el desequilibrio, este aplanamiento, estas ausencias, este hundimiento en la realidad? Me pregunto: ¿qué ven cuando me ven? (134)” . Sus poemas fueron testimonios de su

mundo interior, volcados hacia afuera en esa materialidad que es la palabra. Fueron su propia forma de descifrarse, pero también de descifrar a los otros, aunque el lenguaje poético terminó desconcertándola. En Casa de reposo, en el mismo poema antes señalado, presa de un delirio y un desequilibrio cada vez más explícitos, nos interpela: “Por supuesto, ustedes se conocen a sí mismos, claro. Pero yo veo lo que hacen. Es más, todos acá vemos muy bien lo que hacen. Les pregunto, entonces: ¿es que así se acaba la poesía, el lenguaje, los diálogos? (133)” . Y no, Ximena, para bien o para mal, es posible que eso nunca se acabe. VII. Propongo las siguientes respuestas a modo de conclusión. ¿Cuál podría ser el nombre secreto de Ximena? Sombra. ¿Y qué significa? Que aún vivimos peor que en el mito platónico de la caverna, siendo la poesía una especia de hoguera, en todos sus sentidos habidos y por haber.

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MI VIDA YA NO ES LA DE ANTES: APUNTES SOBRE POESÍA PERUANA DE LOS 10s Roberto Valdivia I. Qué se ha hecho(?). Poco. Pero es normal. Escribo estos apuntes pensando en la poesía peruana más joven, la que aún no ha sido estudiada/ catalogada y de la cual no se llama de otra forma que no sea como “novísimos”. Hablo de los poetas que publicaron por primera vez en los años 2010s, en la década que va transcurriendo. 5 años son muy poco para definir cosas, de hecho es muy arriesgado e incompleto. Quiero decir las cosas que veo pero también sé que solo son esbozos de una lectura más completa que se hará dentro de diez o quince años. La poesía peruana de esta generación aún no ha dado sus mejores libros. Los autores más interesantes van forjando su voz. Lo único que hay son promesas. Unas se cumplirán y otras no. II. La poesía chilena tuvo un momento esplendoroso en los 80s con Zurita y el CADA. Los noventas en Argentina fueron igual de hermosos con el neobarroso y poetas como Washington Cucurto. Si se quiere rastrear las 36

épocas de gloria de la poesía peruana tenemos que ir hasta 1980 y 1981 con la Carmen Ollé de Noches de Adrenalina o el Mazzoti de Poemas no recogidos en libro.(Más o menos cuando dejamos de clasificar a los mundiales de fútbol) Luego hay estrellas solitarias, Santivañez, por ejemplo Que fueron luego, los noventas(?) Experimentación vacua, alocada. Querer decir, “soy otro, soy el futuro, adelante” sin seriedad. No se releyó una tradición, se releyeron autores. Los 2000s en cambio, significaron una mejoría. Se rechazó la experimentación fallida para hacer hermosos poemarios releyendo la tradición poética peruana. Desde Vallejo hasta Pimentel, pasando por Hinostroza, Verástegui entre muchos otros. Las estrellas fueron contadas nuevamente, pero fueron más que en los 90s. Hoy es posible asegurar que Los 2000s fueron mucho mejor que los 90s. Que mirar atrás fue mejor que lanzarse a la guerra sin pistola en mano. Manuel Fernandez, Romy Sordomez, Denis-


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se Vega Farfán, Mario Morquencho, Diego Lazarte, Fernando Pomareda y Martín Zuñiga son prueba de eso. No solo eso, tres voces insulares que podríamos llamar experimentales, cogiendo a la tradición por su cuello de cisne, abandonando el conversacionalismo total o parcialmente; fueron exitosas. Jerónimo Pimentel, Giancarlo Huapaya y Paul Guillén son esos tres. III. Y entonces llegamos a los 2010s. A diferencia de las tres generaciones precedentes, en los tiempos en que una percepción del Perú por el propio peruano era del fracaso (recuérdese el 4-0 de Chile sobre Perú rumbo a Francia 98), esta ha sido reemplazada por una visión de un Perú con futuro, de ir adelante, de nuevo rico y la seguridad que el trabajo logrará posicionar al Perú en el primer mundo. Con más marketing que hechos esta óptica se ha ido instaurando por cucharadas en el imaginario popular y podemos decir que la presente generación vive con esa visión y/o observándola con indiferencia/ descontento. El internet, en las grandes ciudades, se ha masificado al punto que una generación entera arma su vida en Facebook,

Twiter, Instagram y demás redes sociales. Por primera vez, en mucho tiempo, podemos decir que existe una generación de jóvenes con impulso de crítica y con, al menos parcialmente, interés político. Prueba de eso fueron las multitudinarias manifestaciones en Diciembre pasado en contra de la ley “Pulpín” que significaba un recorte de beneficios a los trabajadores de 18- 30 años (Precisamente la edad de los poetas de los que vengo a hablar!) Sin duda el internet, la proliferación de medios, el nuevo espíritu del sentir peruano y la culminación del modelo neoliberalista empezado a instaurarse en los 90s, son el caldo de cultivo y factores que vienen a moldear las cosas que están sucediendo ahora. IV. Un eje de poetas de esta generación viene a ser el que, influido por la interacción en las redes sociales, desarrolla una poética minimalista que habla a través del “yo-yo” para decir cosas mayores. A si mismo algunos de los poetas que podríamos inscribir aquí, se inscriben conscientemente en lo que en Estados Unidos fue el movimiento Alt Lit y expresamente se mueven en las redes sociales bajo esa etiqueta. Sea esto determinante 37


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o no, es una característica. Además, los autores que se desarrollan Internet han encontrado un nuevo lugar para la autodifusión: El internet es el nuevo underground. Las revistas son blogs. Hay un ambiente contracultural y una escena que está totalmente alejada de los editores respetados de libros en papel. Gran parte de estos autores se mueven dentro de la movida latinoamericana de poetas en internet, el grupo de facebook “Los Perros Románticos” abierto por la española Luna miguel. Los poetas abren un Tumblr y nacen sin necesidad de acabar un libro. Claro, esto no es un signo de grandeza, solo un signo. Mencionaré algunas voces. La primera voz que es identificable de esta generación es la de Ana Carolina Quiñonez Salpietro (1988) Con la publicación en 2010 de “Cuentos tristes que esperan las chicas antes de salir a bailar” y es la primera que podemos inscribir aquí. Un libro de poemas breves y frescos cargados de belleza pop. Su segundo libro “Vacaciones de Invierno” fue igual de satisfactorio y relevante dentro de la poesía peruana. Ambos libros fueron vistos como propuestas insulares en su momento. 38

Kevin Castro (1993), quien fue el motivo del texto que estoy escribiendo y acabó siendo una lista de apuntes sobre poesía peruana joven, apareció en 2013 con su poemario Los Tiempos Jurásicos, un libro a medias que tuvo poca repercusión dentro de los círculos “oficiales” de la literatura peruana, pero amplia difusión en los jóvenes. Si bien hay unos 4 poemas que pueden prometer algo, todas estas promesas son asesinadas por poemas facilones, banales que vienen a ser el lado negro de la movida en internet. Ni cuidado ni rigurosidad. Su segundo libro, cuyos extractos están en diferentes webs y blogs, prometen algo mucho mejor. Guía de Viajes, uno de los poemas de su próximo libro Norcorea, es una hermosa odisea, de las cosas más vivas que se han escrito en los últimos años. J Estiven Medina Ortiz (1995) con un único libro publicado en PDF, difundido en redes sociales “Hablemos de mi mientras las hormigas devoran el sol” puede ser considerado relevante. Un buen primer libro y muchos poemas dispersos en su Tumblr personal o en la web nos hacen pensar en una voz atendible y que dará más que ha-


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blar pronto. Y otras voces(?) Aparte de estos tres, los logros de los otros son contados. La Arequipeña Urpi Orihuela está totalmente inscrita en este eje, con poemas alocados y joviales. No tiene un poemario consistente, solo poemas. Una camada de inéditos, debido a la facilidad de poder publicar en internet, se amontona detrás de estos. Todos los poetas que he mencionado, a excepción de Estiven Medina Ortiz han aparecido en dos antologías emparentadas con la alt lit: El tumblr de Luna Miguel Tenianveinteyestabanlocos y la argentina 1000 Millones. Solo para cerrar. Por un lado, podemos considerar al tratamiento del lenguaje de estos autores como una actualización del conversacionalismo a Internet. Por otro lado, el aire de libertad de esta escena se ha transformado en una falta de crítica/ autocrítica total. Podemos verlo en toneladas de entradas en blogs con poemas superficiales y fofos. Hablar de WhatsApp en un poema nunca será, por ese solo hecho, la vanguardia. V. Se quiere abandonar el conversacionalismo(?) Es necesario(?) Que

libros experimentales son relevantes(?) Parte de la nueva movida de poesía joven latinoamericana ( la que se mueve en torno al poeta chileno Hector Hernandez Montecinos o el mexicano Yax Kin Melchy) plantea una poesía que busca la pérdida del género literario. La identidad es el método de adiestramiento de un sistema que nos ordena en categorías y nos asignan características de las cuales no podemos liberarnos. Eso dicen. Eso es el capitalismo ahora. Decir soy yo es decir soy solo Yo. (Es obvio que estos poetas choquen y critiquen de manera dura a los poetas del yo-yo e internet). Esta lucha contra la identidad ha dado poemarios geniales en México y Chile, poemarios que son al mismo tiempo novelas o ensayos. El Mexicano David Meza es tal vez el más relevante y difundido. Debemos añadir que esta propuesta bebe de dos autores peruanos de los años setentas. Enrique Verástegui, y su desmesurado Splendor; y Juan Ramirez Ruiz, el de la obra posterior a Un Par de Vueltas por la Realidad. Dos libros que hibridan y pierden el género son muy relevantes en39


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tre los nuevos. El primero es La Trama Invisible de Christian Briceño (1985) quien ha escrito dos poemarios aparte del mencionado que adolecen de ser excesivamente cultistas y aburridos. (Breve Historia de la Lírica Inglesa y La Comedia Inmóvil, Premio Copé de Plata en 2013) La Trama invisible es un conjunto de textos escritos en prosa en su mayoría, con un concepto muy ambicioso, decirlo todo a través de retratar dónde nada aparece, el vacío, el aburrimiento. Si bien mencionamos a Verástegui como la entrada a la hibridación, el libro de Briceño va a lo mismo que lo harían los autores mexicanos y chilenos que he mencionado pero desde fuentes radicalmente distintas y cultas. En la Trama Invisible los textos tienen formas de cuentos, entradas de blogs e inclusive de estados de Facebook. La Trama Invisible, a pesar de tener poemas de más, debe ser el mejor poemario de lo que va de esta generación. Una mejor edición pudo habernos dado un libro impecable y redondo. El Poema Un Galeote…, es genial, por dar un ejemplo. El otro libro, que tiene todo el fuego y pasión que tendría un Verástegui es Tikray de Jorge Vargas Prado (1987). Mitad novela, mitad poemario, es un 40

llamado a invertir los valores de la sociedad neoliberal, dar una mayor relevancia a la vida y a las personas sobre el dinero o el valor mercantilistico. Puede sonar muy cliché un concepto así pero Vargas Prado logra moverse sin caer en el lugar común. Con láminas que vienen a dar una visualidad al libro- objeto, bilingüe, alternando el quechua y el español; también puede ser rastreada la influencia de Gamaniel Churata en este libro. Con sus imperfecciones también, es un libro muy interesante. Y luego, solo hay buenas intenciones. O promesas tan pequeñas que solo tintinean, algunas se encenderán y otras desaparecerán en ceniza. Estos autores en su mayoría no han publicado un libro y han encontrado un lugar en las revistas de poesía o en Internet. Santiago Vera (1988) y El Libro de las opiniones que entre el ensayo filosófico y la poesía del lenguaje logra un libro interesante con numerosos puntos bajos. Jorge Rengifo (1995), con excesiva pirotecnia ahorcando una propuesta interesante. Josué Ramos Hipolo (1995), sin la debida rigurosidad al


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corregir. Crhistian Bafomec (1993), con algunos poemas atendibles pero con un libro irremediablemente fallido Transmundación (2015). Jorge Castillo (1980) quien no ha publicado un libro de poesía sino uno de crónicas, pero ha publicado poemas en revistas, adolece de las mismas fallas. En algunos textos se salva, como en sus reescrituras a poemas de Vallejo. Muchos poetas publicados en la Revista Mutantres del cual Castillo es editor podrían conformar este eje. Finalmente Yhan Koronel (1990) y Lady Paredes (1995) con aciertos y errores pueden considerarse como promesas. VI. Otros poetas han decidido seguir los 2000s y releer la tradición. El colectivo TAJO uno de los más importantes ha releído con demasiada exactitud la poética del primer tramo de Hora Zero y ha acabado convirtiendo la fuerza subversiva en un discurso riscible digno del grupo de rock Los Mojarras en el peor de los casos. Miguel Urbizagástegui (1988) en algunos tramos, se salva. El Julio Barco (1987) de Me da Pena que la gente crezca (2011), también. Entre otras propuestas, el libro más

destacado de los poetas jóvenes que releen la tradición debe ser El Génesis Artificial de Álvaro Casalino (1987), un libro muy Radiohead, que aborda el tema de la derrota del hombre frente a la deshumanización de la sociedad. Bastante redondo y logrado. Teniendo una voz original, Myra Jara (1987) tiene poemas muy prometedores con una voz concisa y dura. Aún no ha publicado un libro, igual que Carlos Rojas Camacho (1992) y Valeria Román (1999) otras voces prometedoras. Poetas como Willni Dávalos, John Martinez y Laura Rosales también han hecho las cosas bien. VII. Los colectivos y revistas perduran. Mutantres, Dragostea en Cuzco, Letrasértica y el movimiento Kaput en Tacna. Deberíamos tener una esperanza mayor(?) Siento que hay condiciones que no se dieron en mucho tiempo y estas pueden ser el empujón para propuestas diferentes y frescas. Durante un tiempo me entusiasmó el abandono del conversacionalismo y me alegra que hayan algunos pocos poetas jóvenes que 41


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se animen a hacerlo y lo hagan bien. Pero aún hay poco, muy poco, las promesas son muchísimas. Los eventos, las reseñas, los tumblrs llueven; y sin embargo un solo poemario bien escrito, vale más que todas las escenas. A esperar que vengan.

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