Degradación a degradación humana se alimenta de dolor y odio. Vuelve a la naturaleza, a la violencia innata, a esa relación de fuerte versus débil que corroe la esencia del sentido de Ser Humano. Tú no vas a cambiar, buscas el placer del sadismo, disfrutas como esa naturaleza hostil se hace hombre, se hace igual; justificas el sufrimiento, relativizas el dolor, alimentas tus entrañas con la satisfacción del deber cumplido. La hiena seguirá siendo hiena, aunque la víctima sea resguardada “en la medida de lo posible”. Las ratas utilizan el silencio de la noche para urdir traiciones, los buitres devoran los cadáveres descompuestos de la sabana, el tiempo se encarga de esconder los huesos blancos y roídos que saciaron el hambre espuria de carroña. Satisface flotar en una nube de 30 millones, alejados de la pestilencia de los herbívoros que pastan tranquilos en prados ajenos. Entras a tu madriguera a buen resguardo, conversas de la bondad y la buena comprensión de quienes comparten tus pasiones flotantes, te alimentas y duermes esperando un nuevo viaje por la dimensión paralela, ruta rápida a donde sea que quieras ir. El perro muerde la mano de quien osa a quitar su plato de comida. Las hienas se violentan cuando su pasiva degustación se ve amenazada. Los buitres gritan buscando ahuyentar al intrépido que intente quitar un bocado de ese mal oliente
trozo de cadáver. Las ratas se esconden, planean, desconfían. La degradación humana se alimenta de la satisfacción de sus necesidades propias y excluyentes, desconfía de quien escarba en su basura, de quien barre sus calles, de quien luce distinto. Quienes buscan romper ese círculo nefasto son quienes merecen la trascendencia. Quienes defienden sus ideales con la vida, quienes vivieron en el infierno terrenal por ser quienes eran, quienes están con nosotros aunque sus cuerpos no se encuentren. Quienes durante años sufrieron el calvario de la traición son nuestro sustento moral. Quienes ofrendaron sus vidas por el sueño de dejar de obedecer el yugo de la naturaleza jamás serán olvidados, jamás morirán. La degradación humana se detiene con ellos y se mantiene en quienes los niegan. Hermes Cadalso.
impunes
HasbĂşn
Edwards
CardemĂl
Labbé
Novoa
Larroulet
LAVIN
y muchos mas...
sorry! pero en el 73 era de la CIA con BIN LADEN
¡sorry! pero Nixon me dijo que la DC tomaría el poder...