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POSTALES NAVIDEÑAS

Aunque seguramente cuando lean estas líneas ya habrán enviado y recibido a través de sus teléfonos móviles varias decenas de felicitaciones navideñas de consumo inmediato, sepan que la tradición de felicitar la Navidad se remonta varios siglos atrás. Su aparición fue casi una casualidad que después se adoptaría en todo el mundo occidental y, en España, su llegada estuvo más relacionada con la publicidad y la estrategia comercial que con los buenos deseos altruistas y navideños.

Desde una simple fotografía personalizada, hasta un video donde elfos con nuestras caras nos cantan un villancico, internet nos permite hoy en día felicitar las Navidades, el año nuevo y la llegada de sus Majestades de Oriente, a golpe de clic, a través de Whatsapp, o cualquier aplicación de mensajería instantánea, redes sociales, correo electrónico, etc. Pero no siempre fue ni tan fácil, ni tan rápido.

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La mayoría de las fuentes coinciden en señalar el origen de las tarjetas de felicitación navideñas o christmas, si usamos su nombre inglés, precisamente en Reino Unido, cuando el ocupadísimo diseñador Sir Henry Cole, en las Navidades de 1843, se dio cuenta que tenía acumuladas varias cartas de familiares y amigos a los que tenía que responder deseándoles la consabida prosperidad para el año nuevo. Así, para ahorrar trabajo y al más puro estilo del copy/paste actual, le pidió a su amigo pintor John Calcott Horsley que le dibujara una escena navideña que mandaría a reproducir en una imprenta, para después enviarlas con unas breves líneas llenas de buenos deseos.

La tarjeta, una litografía coloreada a mano, representaba como escena principal, una familia feliz brindando por la salud de sus amigos y disfrutando de las festividades navideñas, y en los laterales, el dibujo de buenas acciones como es dar vestido o alimentos a la gente más necesitada. Y, por supuesto, en el centro un mensaje que no ha cambiado mucho entonces: “Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo”.

La tarjeta gustó tanto que Horsley decidió imprimir 1.000 copias y las que no ne-“La primera tarjeta navideña de 1843”

cesitó Henry Cole las vendió a un chelín cada una, lo que convirtió este “christmas” en la primera tarjeta navideña comercial de la historia. Ese mismo año, en diciembre, Charles Dickens publicó su famoso “Cuento de Navidad” lo que avivó también el espíritu navideño y las ganas de compartir buenos deseos con la familia. Sin embargo, no todo el mundo lo aprobó. Los puritanos se opusieron a la imagen que mostraba a personas levantando una copa por Navidad, pero no consiguieron acabar con una costumbre que rápido prendió por todo Europa, sobre todo con la llegada de Santa Claus.

Aunque se cree que la primera tarjeta de Navidad probablemente se hizo en Alemania siglos antes, la tarjeta diseñada en John Calcott Horsley e ideada por Henry Cole es la que realmente marcó el nacimiento de la tarjeta de Navidad comercial. Esos primeros christmas ingleses raramente mostraban imágenes invernales con nieve o temas religiosos, más bien estaban llenas de flores, hadas y diseños que evocaban la llegada de la primavera. Tras el primer precedente de Henry Cole, las tarjetas de Navidad empezaron a imprimirse en serie a partir de 1860 de la mano de Thomas Nast, creador de la imagen moderna de Santa Claus y el responsable de organizar la primera venta masiva de tarjetas con la frase impresa: “Merry Christmas”.

Las tarjetas navideñas oficiales

Fue en 1893, cuando la reina Victoria de Inglaterra le dio el empuje definitivo a la tradición de enviar tarjetas navideñas dándoles un uso oficial. Ese año, encargó 1.000 tarjetas a una imprenta británica para enviarlas a lo más copado de la sociedad inglesa, diplomáticos, embajadas y mandatarios extranjeros. La circulación de estas felicitaciones navideñas tenía además una poderosa intención de fondo: incentivar los envíos para incrementar la actividad del Correo Postal, y de paso mostrar los acontecimientos personales significativos de la Casa Real ese año.

En Estados Unidos, estos christmas oficiales no llegaron hasta 1953, cuando el presidente Eisenhower publicó la primera tarjeta oficial de la Casa Blanca. En este caso, las tarjetas representan generalmente escenas de la Casa Blanca interpretadas por prominentes artistas norteamericanos, y el número de receptores ha crecido a lo largo de las décadas, a partir de apenas 2.000 en 1961 a 1,4 millones en 2005.

Las tarjetas continuaron desarrollándose a través del siglo XX con cambios de gusto y técnicas de impresión, las imágenes chistosas y sentimentales de niños y de animales fueron popularizando al tiempo que las formas, las decoraciones y los materiales eran cada vez más elaborados. Y, las dos guerras mundiales trajeron tarjetas con temas patrióticos, sobre todo en Estados Unidos.

Christmas y aguinaldos

En España, según explica Francisco José Gómez Fernández en su libro “Breve Historia de la Navidad”, las primeras felicitaciones navideñas datan del siglo XVI cuando la gente no se enviaba postales, pero sí se felicitaba las fiestas por escrito: “Dé Dios a vuecencia estas Pascuas la salud y el contento que lo deseo”, le escribía, por ejemplo, Francisco de Quevedo al duque de Medinaceli. En esas fechas también eran ya habituales “los aguinaldos.

Según fuente de la Biblioteca Nacional, en nuestro país, la primera postal de felicitación de Navidad tiene detrás a una empresa, Diario de Barcelona que, en 1831, inició la costumbre de que los repartidores del periódico entregaban la felicitación y esperaban llevarse a cambio algún tipo de aguinaldo. Esta costumbre se extendió por los oficios que efectuaban un servicio de cara al público, como serenos, barrenderos o carteros, a partir de 1860.

Actualmente, apenas un 10% de los españoles felicita las Fiestas enviando una postal navideña, pero por supuesto sigue existiendo esa demanda, por lo que ilustradores y diseñadores trabajan cada año en diseños para las siguientes Navidades. Pero nada reemplaza el inmediato whatasapp de felicitación que se envía y reenvía por los diferentes grupos y que de forma inmediata nos trae los ya consabidos buenos deseos navideños de felicidad y prosperidad para el año que empieza.

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