Revista de Estudiantes de Historia - Universidad de Antioquia
1 Junio - Noviembre 2012 MedellĂn, Colombia
Pensar Historia Número 1 de 2012
Revista de estudiantes de Historia de la Universidad de Antioquia Directora de número: Mariana Meneses Muñoz. Comité editorial: Yirla Marisol Acosta, Andrés Alzate, Carlos Mario Atehortúa, Paola Andrea Berrío, Any Carolina Cuervo Ramírez, Johana Osorio, Juan Óscar Pérez, Isabel Restrepo, Lina Julieth Vargas, (Estudiantes departamento de Historia Universidad de Antioquia). Comité Científico: Óscar Iván Calvo Isaza (Universidad de Antioquia), Luis Miguel Córdoba (Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín), Juan Sebastián Gómez González (Universidad de Antioquia), Mauricio Gómez Gómez (Pontificia Universidad Católica de Chile), César Lenis Ballesteros (Universidad de Antioquia), Giovanni Restrepo Orrego (Universidad de Antioquia), Gregorio Saldarriaga Escobar (Universidad de Antioquia), Juan Carlos Vélez (Universidad de Antioquia). Corrección de textos: Juan Sebastián Gómez González. Diagramación y diseño: Any Carolina Cuervo Ramírez. Impresión: Litografía Dinámica. Número de páginas: Formato: 17 X24 cm. Número de ejemplares: 100. Periodicidad: semestral. Contacto: Correo-e: revistahistoriaudea@gmail.com Redes sociales: www.facebook.com/groups/303942836335379/ Dirección: Calle 67 No. 53- 108 bloque 9 oficina 229, Medellín - Colombia Teléfono: (57) (4) 219 57 60 Apoyan:
G
IHS
Grupo de Investigación en Historia Social
UNIVERSIDAD DE ANTIOQUIA Facultad de Ciencias Sociales y Humanas Departamento de Historia
ISSN: *Las ideas aquí expuestas son responsabilidad exclusiva de los autores. *El material de esta revista puede ser reproducido sin autorización para uso personal o educativo, siempre y cuando se dé crédito y se mencione como fuente el artículo, su autor y la Revista Pensar Historia de estudiantes del Departamento de Historia de la Universidad de Antioquia. Para reproducciones con cualquier otro fin es necesario solicitar primero autorización del Comité editorial de la revista.
Contenido Presentación
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Artículos Amazonia. Construcción y
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representación de un discurso cultural por los conquistadores españoles del siglo XVI Juan José Velásquez Arango
Persecución y asimilación: Las prácticas religiosas durante el siglo XVII en São Salvador da Bahía de todos os Santos
21-32
Rafael Andrés Mejía Echeverri
Moral cristiana y sexualidad:
33-42
la formación del desorden en las
Bahía, 1591- 1592 Mariana Meneses Muñoz
confesiones de
La violencia revolucionaria en las
43-55
urbes colombianas de los sesenta
Carlos Fernando López de la Torre
Opinión Sobre fuente e investigación histórica:
57-65
una reflexión de primer orden en la formación de historiadores
César Augusto Lenis Ballesteros
Obituario En memoria de Beatriz Amalia Patiño Millán (Cali 1952 – Cali 2012)
67-68
Mauricio Alejandro Gómez Gómez
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Documentos Averiguaciones sobre el
69-95
comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la
Clarisas de Tunja, 1602 Paola Andrea Berrío (Presentación y transcripción)
Reseñas Gregorio Saldarriaga, Alimentación e
97-98
identidades en el Nuevo Reino de Granada, siglos XVI y XVII, Bogotá, Editorial Universidad del Rosario, 2011, 333pp.
Yirla Marisol Acosta Franco
Laura Castellanos, México armado. 1943-1981, México, Ediciones Era, 2007, 383 pp.
99-100
Carlos Fernando López de la Torre
Recomendados Historia Narrativa histórica
4
101 102
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Presentación El crecimiento de la participación estudiantil en la construcción de la academia en torno a las ciencias sociales y humanas debe ser cada vez más significativo. Es importante que quienes apenas nos estamos adentrando en el maravilloso mundo de la Historia, en la escuela de la investigación, de la rigurosidad y disciplina que implica el aprendizaje de este bello oficio tengamos espacios para mostrar e intercambiar los conocimientos que se adquieren gradualmente en la universidad. La iniciativa de crear y publicar una revista estudiantil se vio impulsada por el interés de diferentes estudiantes de nuestro programa de Historia de la Universidad de Antioquia para no dejar en el olvido los trabajos derivados de una pregunta, de la curiosidad por profundizar en un universo cultural y del ejercicio analítico e investigativo. También, se ha pensado como objeto que incentive el juicioso hábito de la investigación durante el pregrado. El desarrollo de esta idea ha tenido sus altibajos —sobre todo en el aspecto económico—, y como en todo nuevo proceso se ha ido buscando, experimentando y aprendiendo cómo hacer una revista. En este caso, el constante acompañamiento de nuestros más entusiastas asesores y patrocinadores ha sido fundamental: Gregorio Saldarriaga, Óscar Calvo y Sebastián Gómez (profesores del departamento de Historia de la Universidad de Antioquia), y el apoyo que nos otorgó el Grupo de Investigación en Historia Social —GIHS— de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanas, quienes creen en este proyecto y por eso nos han guiado y proporcionado algo de su experiencia. No podemos olvidar a los docentes y alumnos de la Universidad de Antioquia y de otras universidades del país que con su buena disposición para servir como pares evaluadores también contribuyen a la construcción de Pensar Historia. Por su trabajo continuo en la revista, a todos ellos gracias. Este primer número contiene artículos de diversas temáticas. Aunque es evidente la abundancia de los estudios en historia colonial, la revista contempla diversas temáticas: El Brasil de los siglos XVI y XVII, los imaginarios europeos en la Amazonia del siglo XVI, los movimientos revolucionarios en Colombia en la beligerante década de 1960 y la cultura popular vista a través de la sexualidad y las prácticas religiosas. También está el reflexivo balance sobre el estudio documental e investigativo de la Historia, aportado por el profesor César Lenis Ballesteros. Además este número cuenta con la juiciosa transcripción y presentación de la estudiante Paola Andrea Berrío sobre un documento de época que registra el “escandaloso” comportamiento de unos padres franciscanos en el convento de las hermanas Clarisas en Tunja. Publicamos también dos reseñas y una sección bibliográfica de recomendados que pueden ser de utilidad para el conocimiento de nuevos productos de investigación. Por último, un pequeño obituario realizado por Mauricio Gómez Gómez, historiador y magister en Historia de la Universidad de Antioquia, exalumno de la querida y recientemente desaparecida historiadora Beatriz Patiño Millán. Este primer número de Pensar Historia se publica con la intención de presentar elementos que sean de interés y utilidad para quien lo lea. Esperamos que sea provechoso tanto para estudiantes como para profesores o simplemente para curiosos de la historia. Esperamos además que sea el primero de varios números de una revista que es hecha por estudiantes y enfocada especialmente para estudiantes de historia. Se busca entonces que cada vez haya una mayor integración y participación de estos en el desarrollo y crecimiento del proyecto, porque sin ellos la revista no tendría sentido. Mariana Meneses Muñoz Comité Editorial Pensar Historia Estudiante de Historia- Universidad de Antioquia
Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Amazonia. Construcción y representación de un discurso cultural por los conquistadores españoles del siglo XVI Juan José Velásquez Arango*
Resumen Se busca indagar por qué en la región amazónica, más que en cualquier otro lugar del Nuevo Mundo, los conquistadores ubicaron tantos mitos y leyendas como el de las amazonas, El Dorado, o el Paraíso Terrenal. Para ello, se han utilizado los textos que aquellos hombres debieron haber leído durante la época y que pudieron haber servido de inspiración para la formulación de estas fantásticas historias y su ubicación geográfica en la selva amazónica. Se realiza también un estudio acerca de las cualidades físicas de la región que posiblemente influyeron en aquellos pensamientos. Palabras clave: Amazonia, siglo XVI, mito, paraíso terrenal, El Dorado. “El espíritu lleva en sí mismo su propia morada y puede llegar en sí mismo a hacer un cielo del infierno o un infierno del cielo.” John Milton, El Paraíso Perdido
Introducción ¿Qué motivos impulsaron a los conquistadores españoles para adentrarse en una región tan inhóspita, exótica, salvaje y peligrosa como lo es la selva amazónica? ¿Qué les hacía creer que en aquella tierra encontrarían riquezas sin fin en lugares míticos tales como El Dorado, el Reino de las Amazonas o el mismísimo Jardín del Edén? Son estas dudas la base para la formulación del presente trabajo, pues es sorprendente que a pesar de que una gran variedad de mitos hayan estado presentes en la conquista de los diferentes territorios del Nuevo Mundo, una cantidad tan amplia de estos se haya ubicado en esta región. Es nuestro interés ahondar en las mentes de los exploradores españoles del siglo XVI que se atrevieron a surcar las aguas amazónicas para intentar comprender por qué estas estaban tan obsesionadas por encontrar lugares y seres fantásticos en aquel territorio más que en ningún otro. ¿Qué características poseía esta tierra para atraer ciegamente a cientos de hombres? Para resolver este interrogante habrá que entender cómo era la mentalidad del conquistador español del siglo XVI y así comprender el significado que esta tierra pudo tener para él y lo que esperaba encontrar en ella. No trataré de ubicar geográficamente estos mitos, si no que, cómo lo ha mencionado Demetrio Ramos, buscaré ahondar en las ideas de los españoles, para saber por qué se crearon, o mejor dicho, se recrearon aquellas historias,1 y en nuestro caso, lograr entender por qué fueron representadas en esta región específicamente. Es así como podríamos pensar la región amazónica como una construcción discursiva, tal como lo ha expuesto la profesora Ana Pizarro para quien este territorio no es solo un lugar geofísico o ecológico, si no también cultural. Una tierra que, gracias a toda su * Estudiante de Historia - Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín. 1 “El mito, según las conclusiones a las que llegamos, más que estar en un lugar concreto, vive latente, hasta que brota de la mente de los que le adivinan, como resultado de una suma de distintos elementos.” Demetrio Ramos. El mito del Dorado. (Madrid: Ediciones Istmo, 1988) 1 –2. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Amazonia. Construcción y representación de un discurso cultural por los conquistadores españoles del siglo XVI
riqueza y diversidad puede ser acreedora a “una unidad y un espesor cultural propios.”2 Para esta investigación he utilizado todo tipo de material que pueda ayudar al desciframiento del pensamiento de los conquistadores, pero, especialmente, me he valido de tres tipos de fuentes: mapas y cartas de navegación que van desde el siglo XIII hasta finales del XVII, algunos de los textos de los conquistadores y cronistas de Indias, y los libros que sirvieron de inspiración para la configuración de la mentalidad de la época; las novelas de caballería, los autores clásicos y las referencias provenientes algunos pasajes de la Biblia. Cabe mencionar además, que han sido de gran ayuda para el desarrollo de esta investigación los excelentes trabajos de Irving A. Leonard, Demetrio Ramos, Ana Pizarro, Juan Gil y Jaime H. Borja, principalmente. Intentaré entonces adentrarme en este extraño y maravilloso mundo construido por la imaginación de los europeos. Una tierra donde el Infierno podía encontrarse en el mismo lugar que el Paraíso. Un lugar, pero también una herencia cultural, que ha dejado su legado y que ha impregnado las mentes de todo tipo de personas, desde los teratólogos renacentistas, hasta los escritores modernos.
La mentalidad del conquistador español Para entender cómo percibían culturalmente los españoles del siglo XVI la selva amazónica, se debe ahondar primero en los pensamientos e ideas que rondaban sus cabezas a la hora de enlistarse en una de estas expediciones.
Los principios del soldado español El español siempre ha sido identificado como un hombre valiente, audaz, codicioso y extremadamente religioso. Las mismas circunstancias del medio en donde habitaban hacían que estos hombres se curtieran como los más bravos guerreros de toda Europa. En relación al comportamiento de este pueblo, Irving A. Leonard ha logrado identificar brillantemente tres grandes principios bajo los cuales actuaba el soldado español desde los tiempos de la Reconquista: Oro, Gloria y Evangelio.3
Oro: La economía española no era una de las más fuertes del Viejo Mundo, por lo que se veía en una seria desventaja en comparación con otros países europeos, además de que España era una región bastante estéril e impedía que se pudiese consolidar un modelo económico estable basado en determinados productos. Es por esto que los soldados que posteriormente se convertirían en conquistadores se preocupaban tanto por conseguir oro y plata en sus expediciones, pues además de beneficiarse ellos mismos de aquella riqueza, ayudaban a la economía de su tierra natal. Adicionalmente, otro de los factores que influyó en la desesperada búsqueda de estos metales fue que en el comercio de la época la plata y el oro servían como “moneda internacional”. Podía comerciarse con ellos en cualquier lugar del mundo conocido, lo que facilitaba el progreso de las expansiones comerciales que se estaban llevando a cabo hacia todos los confines de la Tierra. Gloria: Tras varios siglos de combatir permanentemente contra los moros en las guerras de reconquista, es normal que el pueblo hispánico tuviera como uno de sus pilares la ambición por la gloria personal, la cual se veía representada en los éxitos militares adquiridos. El guerrero se convertía así en el modelo a seguir para cualquier español que aspirara a consagrar su nombre en la historia; además de ser también el brazo más efectivo para la expansión del evangelio y la fe católica. Ser el primero en realizar una determinada hazaña conllevaba a que pudiera inmortalizar su nombre, y ¿qué mejor proeza que atravesar la selva amazónica, uno de los lugares más peligrosos del mundo, en busca de riquezas infinitas? Con base en esto es posible entender por qué Orellana pudo 2 Ana Pizarro. “Imaginario y discurso: la Amazonia”, Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, 61 (2005) 59 – 74. 3 Irving A. Leonard. Los libros del conquistador. (México: F.C.E, 1953) 18 –20.
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haber decidido abandonar a Gonzalo Pizarro en su expedición para así aventurarse por su propia cuenta a través del río Amazonas y conseguir mucho más mérito que el que hubiera obtenido siendo tan sólo un subordinado. La aspiración por la gloria personal, herencia directa de los arquetipos de caballeros medievales como Amadís de Gaula o Tirante el Blanco impulsaba a estos hombres a atreverse a recorrer cualquier terreno sin importar los peligros que allí pudieran encontrar. Evangelio: El permanente combate contra los musulmanes de la península hizo que los españoles se convirtieran en un pueblo absolutamente fanático de su religión, el cual llegó a considerarse el “brazo derecho de Dios”. Su fe era uno de sus principales sustentos, y su expansión era la consumación de las enseñanzas de Cristo. La permanente presión que ejercía la presencia de una guerra santa en el territorio español, además de ser una tierra de peregrinaje para el pueblo católico, contribuyó a que en esta región, más que en ninguna otra de Europa, la herencia del medioevo se encontrara como un producto vivo y latente. Se trata entonces de un soldado lleno de coraje, valentía y una fe inquebrantable. Un hombre totalmente dispuesto a dar su vida por el beneficio de su tierra, de su honor y de su religión. Un fragmento de la obra de Pedro de Cieza de León acerca de la expedición de Gonzalo Pizarro en la que buscaba descubrir el País de la Canela ayuda a recrear la idea que los españoles tenían de sí mismos, de sus expediciones y sus conquistas: É digo que no hallo gente que por tan áspera tierra, grandes montañas, desiertos é ríos caudalosos, pudiesen andar como los españoles sin tener ayuda de sus mayores, ni más de la virtud de sus personas y el ser de su antigüedad, ellos, en tiempo de setenta años, han superado y descubierto otro mundo mayor que el que teníamos noticia, sin llevar carros de vituallas, ni gran recuaje de bagaje, ni tiendas para se recostar, ni más que una espada é una rodela, é una pequeña talega que llevaban debajo, en que era llevada por ellos su comida, é así se metían á descubrir lo que no sabían ni habían visto. Y esto es lo que yo pondero de los españoles, y lo mucho que lo estimo, pues hasta agora, gente ni nación que con tanta perseverancia pasasen por tan grandes trabajos, hambres tan largas, caminos tan prolijos como ellos, no los hallo; y esta jornada que hizo Gonzalo Pizarro, ciertamente se pasó en ella muy gran trabajo.4
Nos encontramos ante un pueblo que conserva todavía sus aires medievales en muchos de los aspectos de su vida cotidiana, influyendo así en las aspiraciones personales de cada hombre. Se debe ser bastante precavido y no olvidar toda esta herencia medieval, pues fue un factor decisivo para determinar las conductas de los conquistadores del Nuevo Mundo. Se debe entender esta herencia como un producto todavía vivo y latente en la vida de los españoles al momento de zarpar hacia América, no como una tradición ya muerta de la que sólo se encontraban unos pocos reflejos del pasado.5 Todo este conjunto de aspiraciones, entre las que se entremezclan la sed por riquezas infinitas y gloria inimaginable, conllevaría a la reformulación y aparición de los más variados mitos que inundarían la geografía del Nuevo Mundo. La fuerte creencia en los fantásticos relatos de la Antigüedad Clásica y la Edad Media rondaría por la mente de los conquistadores en cada momento durante todas sus jornadas a través de la selva amazónica. Veamos de dónde sacaron los españoles la idea de que en la inexpugnable Amazonia podrían encontrar El Dorado, el reino de las amazonas o el Paraíso Terrenal. 4 Pedro Cieza de León. Guerras Civiles del Perú. Tomo II. Guerra de Chupas (Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2005) 63–64. 5 Esta herencia puede encontrarse en muchas tradiciones y conocimientos que fueron desarrollados en el Nuevo Mundo. A manera de ejemplo, se puede traer a colación la creencia en una fuerte relación entre el clima y el temperamento, de donde se desprende la preocupación de los españoles con respecto al piso térmico en donde se ubicaban los pueblos de los nativos, pues esto determinaba radicalmente su carácter, y a su vez, las acciones que los conquistadores deberían llevar a cabo para civilizarlos o aniquilarlos. Para un examen más profundo acerca de la influencia de la Edad Media en la Conquista, ver: Luis Weckmann. “The Middle Ages in the Conquest of America”. Speculum, 26.1 (1951) 130–141. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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La influencia de lo escrito y la geográfica fantástica del momento Lo escrito es la verdad Antes del siglo XVI, las grandiosas historias de los caballeros medievales y las maravillas de las que tanto hablaban los autores griegos y romanos eran transmitidas oralmente entre el pueblo. Pocos eran los privilegiados que sabían leer y escribir, y más pocos aun los que podían tener acceso a los textos. Sin embargo, esta dificultad no impedía que por medio de la oralidad los españoles creyeran y fantasearan con estas leyendas, especialmente con las relacionadas con lugares de infinita riqueza. Pero con la llegada y la popularización de la imprenta en España, los libros se volvieron mucho más accesibles para cualquier tipo de público. Los nuevos lectores devoraban ferozmente los textos ante la fascinación de poder consultar material que había permanecido oculto a sus ojos y que ahora podían tener en sus manos y en su propio idioma. Imaginémonos por un momento cómo habría sido la reacción de uno de estos hombres al sentir que todo un nuevo campo de conocimientos le estaba siendo entregado. Conocimientos, que además de instruirlos en nuevas ideas, ayudaban a reafirmar las historias que venían escuchando desde que eran pequeños. La primera impresión frente a lo escrito sería el sentimiento de haber encontrado la verdad, pues al tener acceso a la información que antes estaba confiada sólo a unos cuantos nobles y a los miembros de la Iglesia (ante los cuales no podía caber duda alguna de que lo que decían o predicaban era la verdad, pues ellos lo habían leído y los otros no), el español del común sentía que había dado con la verdad de la que tanto había escuchado hablar a los sacerdotes e intelectuales. Si anteriormente estos hombres tenían una fuerte creencia en las historias que hablaban de antiguos caballeros que derrotaban a ejércitos de cientos de miles de hombres sin ayuda alguna, de terribles mujeres que habitaban en un apartado y rico país sin ningún tipo de compañía masculina, o de aquellas que hablaban sobre el Paraíso Terrenal y de su ubicación en alguna extraña y alejada tierra en el oriente, en aquel entonces esa creencia se había convertido en un hecho irrefutable. Así se ve cómo además de la gran tradición medieval que poseía España, se sumaba a esta la nueva fascinación por lo escrito, que logró aumentar en grandes proporciones la creencia en aquellos míticos lugares y seres. Y si esto fuera poco, el conocimiento de que existía un nuevo mundo al otro lado del mar avivó todo tipo de creencias, y con estas, las ansias de conquistar y dominar los maravillosos lugares de los que tanto habían oído. ¿Quién podría entonces negar la existencia de hermosos lugares y de extraños monstruos cuando hasta los mismos doctores de la Iglesia, como San Isidoro o San Agustín, hablaban de ellos en sus obras? De esta forma se puede entender por qué la sangre de todo español comenzaba a hervir ante la esperanza de ser el primero en, más que descubrir, reencontrar o confirmar la existencia de estas fantasías. Los autores clásicos, las novelas de caballería y la geografía de lo fantástico Ya se ha visto cómo una amplia gama de conocimiento fue abierta a un público con una fuerte tendencia a creer en lo fantástico, ahora ahondaré un poco en los autores y los contenidos de los textos que leían para saber de dónde sacaron sus influencias hacia estos particulares mitos. En primer lugar, sería un error imperdonable no incluir en la lista el libro más importante y de mayor influencia en toda la cristiandad, la Biblia. De ella se pueden extraer interesantes pasajes que pudieron haber servido de inspiración para la formulación y creencia en varias historias fantásticas, especialmente aquella que habla de la existencia y riqueza del Jardín del Edén. En el Antiguo Testamento es posible encontrar algunas líneas que tratan sobre la ubicación de este maravilloso lugar. El Paraíso (también
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identificado con el nombre de Ofir) se encontraba rodeado de cuatro enormes ríos,6 y dentro de él había todo tipo de riquezas en cantidades inimaginables, de donde se decía que el afamado rey Salomón extraía oro, aromas y piedras preciosas que hacían la delicia de su reino. Este utópico lugar era ubicado en una lejana tierra en el oriente, cerca de donde habitaba la reina Saba (¿tal vez un indicio de situar a las mujeres cerca del Edén tal cómo hicieron con las amazonas?), quien al oír de la reputación de Salomón, quiso visitarlo y galardonarlo con las más variadas y exquisitas riquezas de su tierra.7 Ahora bien, entre los autores griegos y romanos que ayudaron a fomentar la creencia en lugares extraordinarios colmados de riquezas y extrañas criaturas, se pueden mencionar principalmente a tres de ellos: Ctesias de Cnido, Heródoto y Plinio el Viejo. En su libro Índica (Historia de la India), Ctesias, un médico de la ciudad de Cnido, ubicada en Asia Menor, realiza una descripción de la geografía, poblaciones y costumbres de la India. En ella, hace mención de algunos extraños y monstruosos seres como los cinocéfalos (hombres con cabeza de perro), acéfalos (hombres sin cabeza y con el rostro en medio del pecho), grifos y pigmeos, entre otros, que seguirían existiendo en el imaginario de aventureros y científicos renacentistas, como por ejemplo el italiano Ulisse Aldrovandi. En su obra, también describe algunos territorios en donde las riquezas afloran de la tierra en grandiosas cantidades. Este texto fue utilizado por todo tipo de autores para explicar el mundo conocido y también para tratar de describir ese otro plano de lo desconocido, lo monstruoso, pero a la vez lo exótico y rico. En cuanto a Los nueve libros de la historia de Heródoto, un autor sumamente respetado por la calidad de su obra y por ser considerado el primer historiador del mundo, se puede encontrar en esta serie de textos varios párrafos en los que se afirma que en los lugares más lejanos del mundo es donde se encuentran las mayores riquezas. La Amazonia, pese a no ser geográficamente más apartada que otros lugares como el Perú, sí lo era mentalmente para los españoles por una extraña noción de frontera en la mentalidad del conquistador, la cual analizaré más adelante. Por el momento, cabe resaltar que para ellos el lugar más apartado no era el más lejano, sino el más extraño. De los textos de Heródoto, se han seleccionado unos cuantos pasajes que nos permitirán tener una idea general del origen de las formulaciones que relacionaban la lejanía con la cantidad de riquezas: Libro III, 106: “Advierto que a los puntos extremos de la tierra habitada les han cabido en suerte las cosas más bellas y preciosas […] Por la parte de Levante, la primera de las tierras habitadas es la India […] vemos en la India infinita copia de oro, ya sacado de sus minas, ya revuelto por los ríos entre las arenas, ya robado, como dije, a las hormigas. Lo tercero, encuéntranse allí ciertos árboles agrestes que en vez de fruta llevan una especie de lana, que no sólo en belleza sino también en bondad aventaja a la de las ovejas, y sirve a los indios para tejer sus vestidos.” Libro III, 107: “Por la parte de Mediodía, la última de las tierras pobladas en la Arabia, única región del orbe que naturalmente produce el incienso, la mirra, la casia, el cinamomo y ládano, especies todas que no recogen fácilmente los Árabes, si se exceptúa la mirra[…]”. Libro III, 114: “Por la parte de Poniente al retirarnos del Mediodía sigue la Etiopía, última tierra habitada por aquel lado, que tiene asimismo la ventaja de producir mucho oro, de 6 Génesis, Cap 2, 10 – 14: “De Edén salía un río que regaba el jardín, y desde allí se repartía en cuatro brazos. El uno se llama Pisón: es el que rodea todo el país de Javilá, donde hay oro. El oro de aquel país es fino. Allí se encuentra el bedelio [goma aromática] y el ónice. El segundo río se llama Guijón: es el que rodea el país de Kuš. El tercer río se llama Tigris: es el que corre al oriente de Asur. Y el cuarto río es el Éufrates.” 7 I Reyes, Cap 10, 10 - 11 “Dio al rey ciento veinte talentos de oro, gran cantidad de aromas y piedras preciosas. Nunca llegaron aromas en tanta abundancia como los que la reina de Saba dio al rey Salomón. La flota de Jiram, la que transportó el oro de Ofir, trajo también madera de almugguim en gran cantidad, y piedras preciosas.” Ver también: I Reyes, Cap 9, 27 – 28 y I Reyes, Cap 10, 1 – 2. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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criar elefantes de enormes dientes, de llevar en sus bosques todo género de árboles y el ébano mismo, y de formar hombres muy altos, muy bellos y vividores.” Libro III, 116: “Por el lado del Norte parece que se halla en Europa copiosísima abundancia de oro, pero tampoco sabré decir dónde se halla, ni de dónde se extrae. Cuéntase que lo roban a los Grifos los Monóculos Arimaspos […] En suma, paréceme acerca de las partes extremas del continente, que son una especie de terreno muy diferente de los otros, y como encierran unos géneros que son tenidos acá por los mejores, se nos figura también que allí son todo preciosidades.”
Nuestro recorrido bibliográfico continúa con Plinio el Viejo y su conocida obra Naturalis Historia (Historia Natural). Éste texto fue tal vez uno de los más leídos por los españoles durante la época de la conquista y la colonia, tanto para explicar condiciones de la tierra, el clima, los alimentos y los animales, como para describir e identificar a una multitud de monstruosos y exóticos pueblos (como lo hicieron el padre José de Arriaga y José de Acosta). Plinio dedica un amplio capítulo a las extrañas gentes que habitan el mundo, realizando un detallado estudio acerca de su morfología y sus costumbres; no es sorprendente que entre estos seres se hallen algunos ya mencionados en otras obras como la de Ctesias: cinocéfalos, acéfalos y pigmeos, entre otros, que hacían parte de la imaginación de los autores clásicos. Imaginación que sería retomada por los conquistadores y que los llevaría a tratar de encontrar estas extrañas comunidades. Un detalle que vale la pena resaltar es el de una edición del libro impresa en Madrid en 1624 (ver ilustración 1): en las primeras páginas se encuentran algunos dibujos referentes a los pasajes más importantes del texto, así como algunos concernientes al capítulo mencionado. Es importante tener esto en cuenta pues ya entrado el siglo XVII se observa que aún existe un interés especial por conocer a estas criaturas. ILUSTRACIÓN 1
Detalle de una de las primeras páginas de Historia Natural de Plinio el Viejo. Madrid, 1624.
En lo referente a las afamadas novelas de caballería se sabe por medio de algunos estudios recientes, pero también gracias a textos de la época como El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha (en el que Cervantes realiza una exquisita burla a los escritores y lectores de estas novelas), que la gente creía en estas historias como si en verdad hubieran acontecido en épocas de antaño. Es en estos textos donde es posible encontrar una fusión de los aspectos que otorgaban el carácter de verdadero a alguna obra. En primer lugar, los autores utilizaban una amplia gama de historias de la antigüedad grecolatina, como la de las amazonas, y las incorporaban a sus relatos de manera que hicieran creer que estas fantasías en realidad existían o que al menos habían existido. Segundo, los hombres que se dedicaban a escribir este tipo de novelas siempre aseguraban en los prólogos de estas que ellos no habían inventado la historia del caballero al cual se referían, sino que la habían hallado en un antiguo manuscrito que fue encontrado por casualidad. Este recurso retórico acrecentaba la fe que los españoles tenían en las novelas de caballería, al
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pensar que en realidad alguien había documentado las historias en los momentos en los que estas sucedieron.8 Sin embargo, aunque sería interesante hacerlo, no nos es posible mencionar aquí todos los autores que pudieron haber servido de inspiración para fomentar la creencia en estos mitos y fantasías. Las obras de personajes como San Agustín, San Isidoro, Estrabón, Juan Duns Scoto, San Beda o San Ambrosio contenían abundante material con respecto a nuestro tema de interés. Pero a pesar de esto, un estudio y análisis de esta magnitud requeriría un buen tiempo de investigación y la posibilidad de realizar un trabajo de una mayor extensión. Es por esto que me he limitado a nombrar tan sólo a los autores y obras que considero fueron de mayor influencia durante la época de la conquista del Nuevo Mundo. Siguiendo la línea que marcaron los textos mencionados, hay que observar ahora cómo influyeron estos en las concepciones geográficas medievales y renacentistas. Para este análisis, se deben emplear principalmente fuentes visuales que abarcan un espacio de tiempo de tres siglos aproximadamente, además, es importante mencionar que los puntos cardinales eran interpretados de una manera muy diferente a la nuestra por los geógrafos de estas épocas. En especial entender la extraña relación que había entre el Norte y el Este, pues algunos territorios no eran representados donde geográficamente deberían estar. Sobre este punto Demetrio Ramos ha dado una excelente explicación refiriéndose a un pasaje de la obra de fray Pedro de Aguado en donde este ubica el Oriente en la parte superior de su descripción geográfica: La fidelidad clásica de fray P. de Aguado se marca claramente en este párrafo en el que se sigue el antiguo sistema de orientación propagado y fortalecido por los escritores cristianos. San Isidoro de Sevilla, en sus Etimologías inició una cristianización, efectivamente, de la cartografía, colocando en la parte superior de su mapa-mundi no el Norte, como es hoy habitual, sino el E., el Oriente, es decir «orientando» la carta, para situar en la parte preferente el Paraíso Terrenal que tradicionalmente se fijaba en el Oriente. Así el de Saint Sever (1072), el del Manuscrito del S. XIII de la Biblioteca de Turín, el de Ranulfus, del manuscrito de Policrónicum (1360) del Museo Británico, e incluso el planisferio del S. XIV de la Biblioteca Imperial de Viena. Por esta costumbre arcaizante, cuando habla de las costas orientales dice Aguado «la costa arriba», y cuando se refiere a las occidentales «la costa abaxo».9
El Norte era una posición especial para ubicar los lugares más anhelados, un lugar de preferencia, lo que nos permite interpretar que el Norte, implementándolo en un sentido metafórico, es el lugar al que se espera llegar; una meta. Desde los tiempos de los griegos y el imperio de Alejandro Magno, el mundo occidental siempre había soñado con conquistar las exóticas y ricas tierras del oriente, lo que hacía que el Este se convirtiera en el Norte a seguir por los exploradores y conquistadores. Además hay que mencionar que en el Génesis también se señala que el Paraíso estaba ubicado en un lejano lugar de Oriente; sin embargo, hay que especificar que no todo lo oriental era anhelado, sino concretamente los territorios aledaños a la India, pues era en esta tierra o en sus alrededores donde se esperaba que estuviera ubicado el Edén. A pesar de esto surge una duda: si se decía que el Paraíso estaba al Oriente, ¿por qué los conquistadores, comenzando por Colón, sabiendo que el Nuevo Mundo se ubicaba al Occidente de Europa, pensaron que el Edén podría estar allí? Con respecto a este 8 Con respecto a este punto, Cervantes también realiza una sátira en su obra al decir que la historia de Don Quijote había sido documentada por un historiador árabe, y que él tan sólo recolectó y tradujo los manuscritos. También se burla de ellos al interrumpir en algunas ocasiones su relato y diciendo que después de mucho buscar, encontró la continuación del mismo en otros manuscritos diferentes, lo que haría incrementar la posición de que la obra es verdadera al comentar que ésta había sido documentada por varios hombres, y que por tanto, era difícil que la misma fuera una invención. 9 Fray Pedro de Aguado. Recopilación historial de Venezuela. Tomo I (Caracas: Ed. Biblioteca de la Academia Nacional de Historia, 1963) 57 – 58, nota al pie número 11. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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interrogante existen varias respuestas.; una de ellas (que en realidad solo aplica para el caso de Colón) es que los primeros exploradores pensaban que habían llegado a la India, no imaginaban que habían descubierto un nuevo continente por lo que los intentos de búsqueda del Paraíso, pensando que estaban en Asia, fueron una importante parte de las anotaciones del Almirante. Posteriormente, cuando los españoles se dieron cuenta de que efectivamente se trataba de un nuevo territorio, comenzaron a hacer infinidades de extrañas interpretaciones para tratar de ubicar la región amazónica (por encontrarse ésta debajo de la línea equinoccial como lo habían dicho los grandes sabios con respecto a la ubicación del Edén) en dirección al Oriente, sin importar que se modificaran varias concepciones geográficas básicas. A este punto el padre Bartolomé de las Casas da una sensata explicación: Cerca de este punto es de notar, que en cualquiera sitio que el Paraíso esté, se puede entender estar al Oriente; la razón es porque cualquiera punto en la tierra se puede entender estar al Oriente, por respecto y en comparación del cielo o por respecto de diversos sitios de la tierra, sino es por respecto de los dos polos, por ser inmobles o no movibles. Y así, por decir estar al Oriente, no por eso se determina cierto y preciso lugar de la tierra en que tenga su sitio el Paraíso.10
Por estas razones es que pueden encontrarse, como se verá a continuación, en los mapas medievales y renacentistas, los elementos que en los textos estaban ubicados en el Este eran ocasionalmente pintados en el Norte. Se nota entonces que la India se representa en el Norte (por su proximidad al Paraíso), y al mismo tiempo Arabia es ubicada en el Este, cuando en realidad, según nuestra concepción, ambas deberían estar ubicadas en dirección al Oriente. Además, con respecto a la búsqueda del Paraíso en las Indias, se puede entender claramente porque esta utópica tierra fue también ubicada en un lugar tan distante de los territorios en los que usualmente se representaba. Existen dos interesantes mapas trazados en el medioevo: el mapamundi del Salterio de la abadía de Westminster (1265) y el Mapamundi de Ebstorf (1284). En ellos se encuentran varios elementos en común que pueden ayudar a descifrar cómo se concebía el mundo en aquel entonces: en la parte superior se encuentra una clara representación del Jardín de Edén en donde se hallan encerradas en un pequeño espacio las figuras de Adán y Eva y el árbol del fruto prohibido; en el centro del mundo está ubicada la ciudad santa, Jerusalén, desde donde se cree que Cristo ha de gobernar después de su segunda venida; a la derecha se aprecia que han sido dibujados una serie de monstruos y seres fantásticos como acéfalos y gigantes; por último, se percibe que en los bordes del mundo siempre se ubican (aunque no tanto como en el Este) algunas extrañas criaturas como grifos y hombres muy diferentes a los normales como aquellos que poseen orejas gigantes. Así pues, se ve cómo desde un centro poblado y civilizado, el foco del poder de Dios en la Tierra, se van creando espacios cada vez más exóticos y fantásticos a medida que se van alejando de Jerusalén11 (ver ilustración 2). Es así como nace la aspiración de no solo expandir la palabra de Dios por el mundo, sino de conquistar las riquezas que esas apartadas regiones les deparan a los más valientes y osados aventureros.12 Era un mundo en donde la imaginación de la sociedad se veía representada en los mapas, tanto sus anhelos como sus miedos más profundos. Esta tradición siguió vigente aún a finales del siglo XVI y comienzos del XVII, por lo que se encuentran, entre una gran cantidad de mapas, la reconocida Carta Marina de Olaus Magnus y los mapas americanos realizados por Jodocus Hondius y Levinus Hulsius. En la primera no es difícil notar la 10 Bartolomé de Las Casas. Historia de las Indias. Vol. I (Caracas: Biblioteca de Ayacucho, 1986) 570. 11 Idea que puede verse claramente en la Divina Comedia de Dante al ubicar a Jerusalén en el centro de este mundo y como un punto intermedio en donde comienzan el Infierno y el camino hacia el Reino de Dios. 12 Otros mapas en los que podemos encontrar grandes parecidos con los mencionados son los del códice de Beato de Liébana y del Beato de Santo Domingo de Silos, entre otros muchos mapas medievales.
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Levinus Hulsius (1546 – 1606). Representación nueva y precisa de la parte meridional de América, que incluye Brasil, el Caribe, el Nuevo Reino de Guayana, Castilla del Oro, Nicaragua, las Antillas, y Perú; y por debajo del trópico de Capricornio: Chile, el Río de la Plata, la Patagonia y el Estrecho de Magallanes. 1602. Library of Congress Rare Book and Special Collections Division Washington D.C, U.S.A. Detalle en donde se pueden identificar la ciudad de Manoa (El Dorado), la laguna Parime, acéfalos y amazonas ubicados en la región amazónica. Autor desconocido. Mapamundi del Salterio de la abadía de Westminster. 1265. British Library, Londres, Inglaterra.
presencia de un sin número de monstruos que habitan el océano, dispuestos a atacar a cualquier embarcación que osara penetrar en las aguas por ellos defendidas. En los mapas de Hondius y Hulsius, para ya por fin adentrarnos al Nuevo Mundo, hay una gran cantidad de representaciones curiosas, como animales que para ellos resultaban extraños, por ejemplo, el armadillo. Sin embargo, lo interesante de estos mapas es observar qué tipo de seres y lugares son ubicados en la región amazónica: acéfalos, amazonas, pigmeos, caníbales, Manoa (el Dorado) y la laguna Parime son algunos de los elementos que pueden apreciarse en estos mapas y que se encuentran fácilmente en cualquier representación geográfica del continente americano durante esta época. Viendo así todo el peso de la tradición que venía en la mentalidad de los españoles, debe entenderse, como lo mencionó Luis Weckmann, que Colón y muchos de los conquistadores eran, más que los primeros exploradores modernos, los últimos viajeros medievales.13
La idea de frontera Uno de los elementos aportados por las narraciones medievales de viaje fue la percepción del allá y del otro. Lo que estaba allá era juzgado según los preceptos del aquí, es decir, desde el mundo “civilizado”. Por tanto, es normal que en principio existiera un desprecio por lo lejano, como lo señala Jaime H. Borja: El mundo medieval ignoraba el allá, no formaba parte del paisaje, porque lo que le daba sentido al espacio era el aquí, que representaba el centro sagrado, una realidad absoluta que se simbolizaba en la concepción del templo como imago mundi, cuyo contenido remitía a los actos fundacionales del cristianismo, sobre los cuales reposaba el orden del mundo.14 13 Weckmann, 130. 14 Jaime Humberto Borja, Los indios medievales de fray Pedro Aguado (Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2002) 28. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Sin embargo, poco a poco esta concepción va cambiando, y el allá se convierte en un lugar anhelado en donde se pueden llevar a cabo grandes proezas. Aun así, el proceso de exploración de lo extraño y desconocido poseía la particularidad de que a medida que se iban descubriendo nuevas cosas estas eran juzgadas según un acervo de conocimientos e ideas del mundo heredadas de los autores grecolatinos y la tradición cristiana. Así, por ejemplo, es comprensible que los españoles identifiquen algunos animales con nombres que, a pesar de que no les corresponden, son lo más parecidos a lo que ellos conocen (como fue el caso de nombrar como perdices a unos pequeños pajarillos que tenían cierta similitud, más no lo eran). Es bastante raro encontrar casos en los que los cronistas de Indias no nombren a un animal o una planta porque desconocen su nombre (como lo hace Cieza de León en algunas ocasiones). Lo común era que se relacionara con ideas conocidas. Es así como comienza la catalogación de lo otro como maravilloso. Para una buena comprensión del significado que esta palabra tenía para los exploradores españoles, es necesario precisar su significado: [Lo maravilloso] significaba lo asombroso y se extendía a lo insólito, lo extraño o lo contrario a la naturaleza, de la cual dependía una larga lista de aspectos: esta categoría recogía la belleza y el horror, lo exótico y lo fantástico, lo moral, lo social y hasta lo perverso. Las narraciones de viajeros contribuyeron a proporcionarle a este concepto un contenido simbólico insospechado, más del que ya tenía dentro de la tradición medieval.15
Sin embargo, estas maravillas no eran consideradas como paganas y antinaturales, sino como una extraña creación de Dios que contribuía a mostrar cuan diversa y exótica era la creación del Hacedor. Así, el trato que se le dio a lo desconocido como obra de Dios, y no como algo herético o pagano, facilitó el desarrollo del reconocimiento de la diferencia, de lo contrario, se hubiera tardado mucho más para lograr comprender mínimamente un mundo nuevo y totalmente diferente al conocido.16 Con base en esta teoría, se comprende por qué una cantidad tan grande de mitos y fantasías fueron ubicados en la selva amazónica. Sus características naturales la convertían en una zona donde comenzaba el mundo del allá y del otro y permitían que la imaginación del conquistador español ubicara en ella todo tipo de anhelos y temores, desde el Jardín del Edén hasta los peligrosos pueblos de amazonas y caníbales. Además, con base en las ideas expuestas, se entiende que, como ya se había insinuado anteriormente, la lejanía de un lugar se relaciona, más que con su ubicación, con sus características. Así, el Perú era un mundo ya conocido y doméstico, por lo que no era una región tan distante, mientras que la Amazonia, tierra mágica y desconocida, se consideraba mucho más lejana, lo que contribuía a fortalecer el pensamiento de Heródoto acerca de que en las regiones más apartadas se hallarían las más grandes riquezas. Tan sólo se necesita observar la geografía de la Amazonia para comprender que el terreno se halla ante una clara frontera natural. Una tierra oscura, peligrosa, pero exótica y rica en todo tipo de flora y fauna, lo que conlleva a una construcción discursiva por parte de los conquistadores, catalogándola de un lugar mítico y utópico. Sin embargo, pese a que esta es una de las principales causas para entender nuestro problema de investigación, existen otros factores que también pudieron haber contribuido al momento de ubicar tantas fantasías en una sola región. Factores geográficos y físicos de la Amazonia A continuación, me centraré en las características físicas y geográficas que tiene la selva amazónica y que pudieron haber servido para que los conquistadores españoles las 15 Borja, 34 – 35. 16 Este planteamiento ha sido desarrollado espléndidamente desarrollado por Tzvetan Todorov, en su libro La conquista de América. El problema del otro (México: Siglo XXI, 1987).
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identificaran con los relatos que traían en sus mentes. En primer lugar, el libro del Génesis relata que el Jardín del Edén está bañado por cuatro ríos principales: el Pisón, Guijón, Tigris y Éufrates. Sin embargo, en las concepciones medievales y posteriores, se creía que además de estos cuatro afluentes, había muchos más que también pasaban por aquella tierra, como el Ganges de la India. En los mapas utilizados anteriormente, puede comprobarse esta afirmación, al observar una gran cantidad de ríos ubicados cerca al cuadro que representa el Paraíso Terrenal. Ahora bien, si se observa un mapa hidrográfico de la selva amazónica, se nota que es uno de los lugares del mundo que mayor cantidad de ríos posee (sino el que más). En cualquier lugar dentro de este territorio se pueden encontrar cientos de miles de pequeños y gigantescos ríos. Así, no es difícil imaginar la relación que pudieron haber realizado los exploradores al encontrar un territorio que correspondía con las descripciones bíblicas acerca de los afluentes de agua que rodeaban al Edén. Otro aspecto a tener en cuenta es la ubicación espacial de la selva, la cual se sitúa, en su mayoría, sobre la línea equinoccial y un poco más abajo de esta. Característica que también era atribuida al Paraíso. Tanto era así, que en su tercer viaje, Colón aseguró que el Jardín del Edén se encuentraba debajo de la línea equinoccial; y esto no quiere decir que el Almirante poseía una extraña y singular imaginación, sino que cargaba con la misma herencia que llevaban todos los europeos, y especialmente los españoles de su época. Y por si este argumento no bastara, en su mismo diario se encuentran anotaciones de Colón basadas en las obras de reconocidos sabios como san Isidoro y Estrabón, entre muchos otros.17 Basta con mirar los dibujos, pinturas o grabados de los artistas del siglo XVI en adelante (como la Schöpfung (La Creación), de Johann Elias Ridinger, o The Garden of Eden (El Jardín del Edén), de Thomas Cole) para darnos cuenta de que el Paraíso era visto como una selva virgen, muy parecido a la Amazonia. No es posible ver que el Edén sea representado como un tranquilo bosque europeo (como sí lo hacían artistas de siglos anteriores), sino como una impenetrable, peligrosa, exótica y fascinante selva americana (ver ilustración 4.). Las construcciones discursivas sobre el aspecto del Paraíso y la región amazónica inundaron y aún hoy inundan el imaginario de la sociedad. ILUSTRACIÓN 4
Thomas Cole (1801–1848). The Garden of Eden. 1828. Amon Carter Museum, Fort Worth, Texas, U.S.A. 17 Cristóbal Colón. Diario de a bordo (Bogotá: Rei Andes, 1992), 269 – 272. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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El Dorado y las amazonas Aunque este trabajo se ha desarrollado en torno al mito del Paraíso Terrenal, recordemos que no era este la única utopía ubicada en aquella tierra. A continuación trataré sobre otras dos fantasías bastante importantes de la región. Comenzaré con la historia de El Dorado. Rastrear la evolución y desarrollo de este mito es bastante complicado. Uno de sus orígenes son los relatos que los indígenas les contaban a los españoles acerca de un gran cacique que habitaba en lo que posteriormente se denominaría Nuevo Reino de Granada (actual altiplano cundiboyacense), quien todos los días impregnaba completamente su cuerpo con oro en polvo y posteriormente se sumergía en una laguna (específicamente la laguna de Guatavita) en donde se bañaba y en la cual sus súbditos arrojaban enormes riquezas. Sin embargo, tras la conquista de este territorio por las huestes de Gonzalo Jiménez de Quesada, los conquistadores se dieron cuenta de que si bien había algo de oro en aquel lugar, no se comparaba con nada a lo que habían escuchado. Empezó entonces una desesperada búsqueda por este sector, el cual sufrió varias transformaciones en cuanto a su ubicación y nombre, hasta convertirse en una enorme ciudad de oro llamada Manoa, construida en medio de la selva amazónica, al lado de una gigantesca laguna conocida como Parime.18 Este espacio fue un elemento permanente en los mapas de los geógrafos de los siglos XVI hasta el XVIII. Sin embargo, en el caso del Dorado amazónico hay que tener en cuenta dos fuertes influencias para la ubicación del mito: la primera es la transformación de la historia ya mencionada; la segunda tiene que ver directamente con el mito del Paraíso Terrenal, pues ¿qué es el Edén sino un lugar de riquezas infinitas? ¿Qué es sino un Dorado? En cuanto al mito de las indómitas amazonas, esta historia nos parece especialmente peculiar. La leyenda original proviene de la mitología griega, en donde se las describe como una comunidad de mujeres sumamente guerreras y belicosas que viven en ausencia de hombres. Eran tan salvajes que se cercenaban el seno derecho para poder disparar el arco con mayor facilidad. Este pueblo, utilizado además por los autores de las novelas de caballería, fue ubicado en diferentes puntos de las Indias, como el norte de México, hasta que finalmente se asentó en la selva amazónica (razón por la cual se desprende el nombre de la región). Se creía que las amazonas podían vivir en dos tipos de lugares, una isla (no necesariamente en el océano, sino formada por ríos) o cerca de un gran lago (o en algunos casos, el mar). Se ve aquí nuevamente una similitud entre la historia y la geografía, pues al haber tantos ríos en la selva, es muy normal que se formen cantidades de islas, por lo que, citando a Juan Gil: “[…] no todo era caprichoso disparate en el relato de Orellana y de sus hombres: también las amazonas clásicas viven a orillas del río Termodonte o en una isla, bien en la laguna del Tritón de Libia, bien en la India […]”.19 También, se consideraba que la región que habitaban poseía, además de muchísimas riquezas, una inmensa cantidad de especies, que como se sabe hoy, pueden encontrarse en abundancia en la Amazonia. Así pues, se halla una relación bastante singular entre ríos, riquezas, Edén y amazonas. Las amazonas por lo general siempre fueron ubicadas en las mismas regiones en las que se identificaba el Paraíso Terrenal (no sólo en América, sino también en Asia), encontrando así una similitud entre las historias en tanto que ambas hablan de grandes ríos o de innumerables riquezas, lo que conlleva a pensar que tal vez estas mujeres eran una especie de defensoras del lugar más hermoso y rico del mundo.20 18 Un brillante estudio acerca de este mito fue realizado por Demetrio Ramos en su voluminoso libro El mito del Dorado, citado en la introducción de este trabajo. 19 Juan Gil, Mitos y utopías del Descubrimiento. 3. El Dorado (Madrid: Alianza Editorial, 1989) 200–201. 20 Cabe volver a traer a colación un pequeño comentario realizado en páginas anteriores en el que se insinuaba una relación entre las mujeres y el Paraíso. Desde donde se mire, las historias del Edén están fuertemente relacionadas con la presencia de una mujer, bien sea Eva, o, más importante para nuestro caso, la reina Saba, gobernante de los territorios aledaños a esta tierra.
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Conclusión Al ahondar en la pregunta ¿Por qué en la selva amazónica, más que en ningún otro lugar del Nuevo Mundo, fueron ubicados tan gran cantidad de mitos y fantasías desde el siglo XVI en adelante? He hallado que la principal causa de esto es la gran semejanza existente entre las descripciones de lugares utópicos y extrañas gentes del imaginario europeo, y las características geográficas y físicas de la Amazonia. Fue esta una particular coincidencia que generó la creación de un discurso cultural con respecto a esta región por parte de los conquistadores españoles, en el cual recrearon y representaron sus mayores anhelos, aspiraciones y miedos en un territorio específico para por fin dar caza a las historias de las que por siglos habían oído hablar. Sin embargo, cabe resaltar que en este estudio solo se han tomado en cuenta las tradiciones provenientes de la cultura europea judeocristiana, omitiendo, más no olvidando por completo, la creación de fantasías que pudieron haberse generado a partir de historias de los pueblos nativos, o de un mestizaje cultural con estos mismos. Esto se debe a que nuestro campo temporal se centraba en el siglo XVI, en donde estos mestizajes e influencias no eran aún tan fuertes, y en los cuales predominaba fuertemente la herencia cultural del mundo Occidental sobre la del posterior mundo indiano. Aun así, se necesitaría una detallada investigación acerca de este tipo de utopías, como la del Paitití, que tuviera en cuenta los vínculos creados entre europeos y americanos para así complementar el estudio de los imaginarios utópicos (parte fundamental para la historia cultural y de las mentalidades) de estas sociedades.
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REFERENCIAS Documentos Acosta, José de. Historia natural y moral de las Indias. Libro IV, caps. I – V, Madrid: Atlas, 1954. Aguado, Fray Pedro de. Recopilación historial de Venezuela. Tomo I (Estudio preliminar de Guillermo Morón), Caracas: Biblioteca de la Academia Nacional de Historia, 1963. Cieza de León, Pedro. Guerras Civiles del Perú. Tomo II. Guerra de Chupas, Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, 2005. http://www.cervantesvirtual.com/obra/guerrasciviles-del-peru-tomo-segundo-guerra-de-chupas--0/ (01/05/2012) Colón, Cristóbal. Diario de a bordo, Bogotá: Ed. Rei Andes, 1992. Fernández de Oviedo, Gonzalo. Historia general y natural de las Indias, islas y tierra-firme del mar océano, Madrid: Imprenta de la Real Academia de la Historia, 1852. Carvajal, Gaspar de; Almesto, Pedrarias de y Rojas, Alonso de. La aventura del Amazonas. Edición de Rafael Díaz, Madrd: Historia 16, 1986. Las Casas, Bartolomé de. Historia de las Indias, Vol. I, Caracas: Biblioteca de Ayacucho, 1986.
Bibibliografía Borja, Jaime Humberto. Los indios medievales de fray Pedro Aguado, Bogotá: Pontificia Universidad Javeriana, 2002. Cervantes, Miguel de. Don Quijote de la Mancha, San Pablo: Santillana, 2004. Gil, Juan. Mitos y utopías del Descubrimiento, 3, El Dorado, Madrid: Alianza Editorial, 1989. Hipona, Agustín de. La ciudad de Dios, México: Porrúa, 1985. Leonard, Irving A. Los libros del conquistador, México: F.C.E, 1953. Pizarro, Ana. “Imaginario y discurso: la Amazonia”. Revista de Crítica Literaria Latinoamericana, Año 31, No. 61 (2005): 59 – 74. Ramos, Demetrio. El mito del Dorado, Madrid: Ediciones Istmo, 1988. Sevilla, Isidoro de. Etimologías. Tomo I. Libro IX, 2. Sobre los nombres de los pueblos, Madrid: Biblioteca de Autores Cristianos, 1982. Tzvetan, Todorov. La conquista de América. El problema del otro, México: Siglo XXI, 1987. Weckmann, Luis. “The Middle Ages in the Conquest of America”, Speculum, Vol. 26, N°. 1, Enero, 1951: 130 – 141.
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Persecución y asimilación: Las prácticas religiosas durante el siglo XVII en São Salvador da Bahía de todos os Santos Rafael Andrés Mejía Echeverri*
Resumen Como en otras ciudades modernas, en São Salvador da Bahía el elemento religioso jugó un papel primordial para el imperio en la vinculación del otro –indios y africanos– a un modo de vida urbanizado. Durante el siglo XVII esta ciudad albergaba gran variedad de prácticas devotas, cuyas relaciones se movieron entre la persecución por parte de la corona y la iglesia católica a través de la inquisición, la captura de nativos con argumentos religiosos y la asimilación a través de las fiestas, catequesis, rituales y pluralidad de razas. La identidad y la alteridad constituyeron el motor constante de las praxis religiosas que permitieron a grupos e individuos resistir al orden social y espiritual impuesto por el imperio hispánico Palabras clave: Persecución religiosa, asimilación religiosa, prácticas devotas, ciudad de frontera, identidades religiosas.
Introducción El imperio construido por la corona española durante los siglos XVI, XVII y XVIII logró expandirse a diferentes espacios del globo, algunos tan lejanos de la metrópoli que incluso su existencia había sido ignorada por la gran mayoría de europeos. Los exploradores y conquistadores españoles que recorrieron el mundo en nombre del rey, buscando, fundando y construyendo la avanzada del Imperio, hallaron diferentes territorios con sorprendentes riquezas, no solo minerales sino también culturales; los espacios ocupados por la invasión ibérica contaban con una autónoma organización en la cual los pobladores practicaban sus propias dinámicas sociales y religiosas. En contraste, el caso de Brasil es diferente, pues aunque no fue conquistado ni fundado por españoles, la Corona de Castilla consiguió, bajo la misma lógica imperial que Felipe II fuera reconocido rey de Portugal en 1581 con el compromiso de respetar fueros y costumbres propias. En sí se trataba de una unión en su política y asuntos exteriores. Desde 1534 Portugal decidió organizar sus territorios bajo el sistema de capitanías hereditarias, una de ellas conocida como Capitanía da Bahía de Todos os Santos, en un asentamiento fundado desde 1510, por el portugués Diogo Alvares Corrêa y sus acompañantes1 en el territorio brasilero que abarcaba el espacio comprendido entre las desembocaduras de los ríos Jaguarizá y San Francisco. La Corona portuguesa donó dicha capitanía a Francisco Pereira Coutinho quien llegó a empoderarse de su título con la ayuda de quienes habitaban allí, construyó una villa con amplios cultivos y organizó haciendas e ingenios, esta comunidad europea fue atacada constantemente por los Tupinambas,2 causando en ocasiones el abandono de la villa. Más tarde llegaron algunos oficiales portugueses con la orden del rey para fundar una ciudad que al mismo tiempo fuera fortaleza defensiva, la cual debía recibir el nombre de * Estudiante de Historia - Universidad de Antioquia. 1 Darcy Ribeiro (Dir.), La fundación de Brasil: Testimonios 1500 – 1700 (Caracas: Ediguías C.A., 1992). 2 Como se conocen algunos nativos del territorio que resistían a la conquista española. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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“São Salvador da Bahía de Todos os Santos”. Además, debía ser la primera capital colonial de Brasil, con Tomé de Sousa nombrado como gobernador general, quien reunificó el gobierno que para 1572 había sido divido en dos centros de poder, uno al norte en Bahía y otro al sur en Rio de Janeiro, finalmente Portugal y sus colonias son anexadas al Imperio español en 1580, con una breve interrupción de cuatro años (1608 – 1612). Los africanos, desde tan temprano como los europeos, se convirtieron en pobladores de las nuevas colonias, en especial de Bahía y los demás puertos, ya que la Corona Portuguesa desde mediados del siglo XV venía cazando y explotando la población del Congo y a partir de 1518 comenzó el envió de esclavos negros hacia las Indias. Se encontraron entonces múltiples etnias; europea, indígena y africana, bajo un mismo prisma imperial que imponía unos ideales de unificación religiosa y lingüística, así como también diversos aspectos del comportamiento que en su percepción distinguían el carácter urbano de la sociedad; en este sentido las instituciones coloniales, incluido el Santo Oficio, fueron determinantes aglutinadores y modeladores de la vida ciudadana de cualquier proveniencia étnica. El establecimiento del orden europeo significó la llegada de su dios y sus demonios, cuyas figuras fueron utilizadas para cumplir con tareas claras de gobierno y control imperial. Bajo su visión religiosa, las instituciones españolas (a través del proceso de colonización) juzgaron los ritos y creencias, las nativas y las provenientes de África, como aspectos demoníacos3 que la sociedad debía perseguir. La extirpación de la idolatría fue una de las mayores prioridades en el proceso de colonización desde el siglo XVI hasta el siglo XVII;4 en medio de este afán se desenvolvió la vida colonial, pero dicho control también logró ser evadido por individuos o grupos de origen diverso que continuaron practicando sus propias creencias bajo otras formas que expresaban un alto grado de asimilación del otro y su identidad. Como en otras ciudades modernas el elemento religioso jugó un papel primordial para el imperio y la vinculación del otro a un modo de vida urbanizado, sin embargo “… la ciudad albergaba una mayor variedad y una posibilidad más grande de optar entre diversas prácticas devotas. Esto se debía en buena medida a la mayor densidad y al grado más grande de especialización que se daba en las poblaciones urbanas”, esta característica señalada por James Amelang5 se puede observar fácilmente en Salvador da Bahía, pues en esta se presentan múltiples hábitos religiosos y creencias de distinta índole durante el siglo XVII.6 Este texto aborda la religión no desde la unidad, sino aceptando y aprovechando la diversidad de las etnias, sus movimientos religiosos y mesiánicos (nativos: de carácter naturalista;7 africanos: asemejados con magia y hechicería; europeos: judíos y sus ramificaciones, protestantismo y catolicismo, el “dominador” y más peligroso para los habitantes de Bahía). Como forma de observar, describir y dilucidar las relaciones que se establecieron entre los diferentes credos y praxis religiosas, para ello las divido principalmente en dos tipos de relación: persecución y asimilación, reconociendo dichas interacciones como motor y referente identitario de la vida colonial. A pesar del carácter principalmente agresivo y del objetivo estatal de eliminar los demás credos, las relaciones establecidas entre la iglesia católica y las demás prácticas 3 Ronaldo Vainfas, “A Problemática das Mentalidades e a Inquisição no Brasil Colonial”, Revista Estudos históricos, 1.1 (1988) 169. 4 Ronaldo Vainfas, “Idolatrias e milenarismos: a resistência indígena nas Américas”, Revista Estudos Históricos, 5.9 (1992). 5 James Amelang, “Algunas tareas y temas en la historia de la cultura urbana moderna”, Ciudad y Mundo Urbano en la época moderna, (Luis Ribot García y Luigi de Rosa) dir. (Madrid: Actas, 1997) 213–217. 6 Entre ellos se encuentran el cristianismo, el candomblé, el judaísmo, protestantismo y otros movimientos naturalistas practicados por los nativos. Decir de dónde viene cada uno 7 Ribeiro, La fundación de Brasil.
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religiosas no se movieron solo en el plano de la violencia, aunque todas compartían el mismo principio y finalidad. Los lazos se movían desde lo holgado de las fiestas para atraer y asimilar a los grupos populares dentro del cristianismo,8 hasta el uso de la represión, persecución y castigo físico realizado por la inquisición en su labor de erradicación de las prácticas “diabólicas” y sus seguidores.9 La asimilación fue de doble vía, pues de igual manera el cristianismo fue asimilado y reinterpretado tanto por los nativos como por los africanos, quienes buscaron la forma de mantener vivas sus creencias bajo el hábito y los nombres cristianos. Los aportes de las fuentes primarias son base y columna de este artículo, pues a través de estas es posible acercarse historiográficamente a la ciudad de Bahía en el siglo XVII. Su aspecto físico, las amenazas inminentes que representaban los ataques por mar, el ambiente carnavalesco de las calles, las prácticas de diversos ritos religiosos, las disposiciones y el desempeño de las órdenes clericales, entre otros. Así mismo es posible abarcar el tema desde la visión hispánica, por lo cual la presencia de descripciones de los rituales africanos y nativos es limitada en las fuentes. La Biblioteca Nacional Digital de Brasil contiene algunos mapas y planos de São Salvador da Bahía, su puerto, los puestos de vigilancia, baterías de defensa y otras características. Todos estos fueron construidos entre los años de 1624 y 1642, dos de ellos de origen holandés.10 El interés de los holandeses en la ciudad iba mucho más allá de la cartografía o geografía. Durante este siglo los holandeses se tomaron el fuerte al menos en tres ocasiones,11 tras las que siempre, luego de los combates, debieron abandonarlo. Entre las fuentes usadas se encuentra la Direcçao- Geral de Arquivos (Torre do Tombo online)12 en la que se pueden encontrar algunos de los diferentes procesos seguidos por el Tribunal del Santo Oficio y observar las referencias y descripciones de las diligencias en general. La fundación de Brasil: testimonios 1500 – 1700, selección de textos realizada por Darcy Ribeiro y Carlos de Araujo Moreira Neto es, sin duda, uno de los acervos documentales que más nutren este artículo. En dicha publicación se hallan fragmentos de algunos casos seguidos por la inquisición, descripciones de rituales, políticas y otros aspectos sociales de la ciudad. El Centro de Memória Digital13 ofrece en buena cantidad cartas del consejo de cámara, del gobernador, peticiones y rendimientos de cuentas, estos documentos dan razón del comportamiento y las necesidades, tanto de los ciudadanos en general como de algunas instituciones y órdenes religiosas.
Ciudad frontera: São Salvador da Bahia de todos os Santos en el siglo XVII Bahía, capital (durante dos siglos) y principal puerto del Brasil se desarrolló como una ciudad morena, habitada principalmente por mulatos, negros y mestizos. Un territorio donde los blancos eran minoría y así se mantenían, en parte debido a la continua llegada de africanos quienes al desembarcar tocaban tierra con sus creencias, dialectos y ritos religiosos intactos, pero amenazados por las transformaciones que el imperio prometía emprender en ellos desde el bautismo. La población indígena nativa del lugar, escaseaba desde mediados del siglo XVI a causa de la explotación e implacable cacería a la que 8 Vera Irene Jurkevics, “Fiestas religiosas: A materialidade da fé”, Historia Questões y Debates, 43, 73 – 86. 9 Ronaldo Vainfas, “Idolatrias e milenarismos: a resistência indígena nas Américas”, Revista Estudos Históricos 5.9 (1992) 29. 10 Dibujados por Hessel Gerritsz, considerado por algunos “unquestionably the chief Dutch cartographer of the 17th century”, ver: http://bndigital.bn.br/ 11 [s.a.], [s.n.]. Toledo, Archivo Histórico Nacional, Colección Documentos de Indias, DIVERSOS-COLECCIONES No 26, 40, 43, 76, 80 y 83. 12 [en línea] http://ttonline.dgarq.gov.pt/ 13 [en línea] http://www.cmd.unb.br/resgate_busca.php Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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habían sido sometidos por los europeos,14 dicha escasez se evidenciaba principalmente en los ingenios y haciendas, donde se encontraban gran cantidad de esclavos negros.15 Aunque no de la magnitud de otras ciudades americanas, Bahía poseía un importante centro urbano con iglesias suntuosas y casas de jardín. Una de las descripciones cuyas palabras dibujan mejor la imagen de la ciudad fue realizada por el francés François Pyrard de Lavalen en 1611: La ciudad de San Salvador es un sitio muy alto, en la cima de una alta montaña de difícil acceso y que al lado del mar es tallada a pique. Todo cuanto allí se lleva o de allí sale, sube o baja solamente por medio de un cierto ingenio maravilloso […] en la falda de la montaña, en extensión de más de un cuarto de legua, hay casas bien fabricadas de una y otra parte, formando una bella y grande calle, bien poblada de toda suerte de negocios de menesteres y artífices. Es allí que están situadas todas las tercenas y almacenes de carga y descarga de las mercaderías, así del rey como de particulares […] Es esta ciudad cercada de muros y bien edificada.16
San Salvador da Bahía de Todos os Santos presenta en su arquitectura amurallada y defensiva un claro aspecto del carácter fronterizo de la ciudad. Sumando estos aspectos a su variedad poblacional y cultural, la ciudad de Bahía fue un núcleo fronterizo permanente durante los siglos en que hizo parte del impero hispánico. Desde el momento de la llegada de los portugueses al territorio se experimentaron la mezcla, la convivencia y la agresión a los nativos. Además de ser bastante propensa a ataques extranjeros, sobre todo de holandeses, la constante entrada de esclavos provenientes de África mantenía aun más la diversidad de la población, nutría los levantamientos y fortalecía el carácter fronterizo de la ciudad. ILUSTRACIÓN 1
[s.n.], “Warhafftige abbildung von einnehmung der stadt S. Salvador in der Baya de Todos les Santos” (29.4 x 44.8 cm) Holanda, 1624. Biblioteca Nacional de Brasil, Río de Janeiro http://objdigital.bn.br/acervo_digital/div_cartografia/cart374060.jpg. 14 Esta situación se puede catalogar como una de las consecuencias de la evangelización y del propósito colonizador, los cuales como veremos más adelante poseían un predominante carácter religioso. 15 Ribeiro, La fundación de Brasil 29. 16 “Discours du voyage des François aux indes Orientales”, La fundación de Brasil: Testimonios 1500 – 1700, Darcy Ribeiro (Dir.) (Caracas: Ediguías C.A., 1992) 54.
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Así, la ciudad se convirtió en un lugar transitado y repleto de diversidad, rica en sonidos, lenguas, prendas de vestir y prácticas populares, una descripción de sus calles hecha por un blanco europeo dirá: No parece ser mucho acierto en política, el tolerar que por las calles terrenos de la ciudad [de salvador] hagan multitudes de negros de uno y otro sexo, sus batuques barbaros a toques de muchos y horrorosos atabaques, danzando deshonestamente y cantando canciones gentilicias, hablando lenguas diversas y esto con alaridos tan horrendos y disonantes que causan miedo y extrañezas, aun a los más impulsivos.17
Esta observación con sus respectivas opiniones personales nos da también una idea de la visión que compartía la minoría europea de la ciudad sobre la población negra, además la caracterización del otro como salvaje, que es notable en el uso de los adjetivos como “horrendos”, “gentilicias” o “bárbaros” concuerda con uno de los elementos que resalta Frederick Jackson Turner en su definición de frontera “… la frontera es la cresta, la hoja aguda de la ola, el punto de encuentro entre barbarie y civilización”.18 Todavía a finales del siglo XVII algunos grupos nativos, pese a su baja población y a la distancia tan grande en la que se hallaban de la ciudad, continuaban atacándola como lo muestran algunas cartas entre las cuales sobresale la escrita por la reina D. Luiza de Gusmão el 9 de enero de 1662, en la que exhorta a la guerra contra los nativos cuyo fin es su extinción, para evitar un conflicto similar al de los araucanos en la región meridional de América del sur.19 En esta misma dirección, aunque más tarde, apunta la carta dirigida al gobernador, fechada a 2 de diciembre de 1698, en ella se expone la necesidad de apaciguar a los indios acaroazes, mocoazes, rodeleiros y los demás que se encuentren cerca a las poblaciones, justificándose en motivos de tintes religiosos y comerciales, ambos documentos dan muestra de que todavía a finales del siglo Bahía era una ciudad frontera propensa a ataques de diferentes pueblos. Podemos hablar de una triple dimensión fronteriza en dicha ciudad: primero la cultural, que se enmarcaba dentro de las murallas contraponiendo lenguas, alimentos, vestidos y religiones, segundo la frontera geográfica y física, pues se encontraba entre mar abierto y la selva espesa, y tercero la militar, pues como se anotó, a pesar de los esfuerzos por eliminar totalmente a los grupos nativos estos no renunciaron a resistirse y atacar aquel sistema colonizador.
Las prácticas religiosas y sus relaciones: persecución y asimilación En la historia de esta ciudad todo parece tener un sentido religioso comenzando por su nombre São Salvador da Bahía de Todos os Santos, hasta sus hechizos, demonios, guerras, esclavos, fiestas, sexo, armas, tambores, políticas, lenguajes, colores, naturalezas y libertades, está todo bañado de un, a veces turbio, a veces claro, significado espiritual que convierten al lugar en un hirviente caldo de credos y rituales, entre los que se destacan los mencionados anteriormente. La amplitud de los recursos y tácticas usadas por la iglesia católica y el aparato colonial para erradicar los cultos religiosos indígenas y negros se movió entre el rigor de las acciones violentas llevadas a cabo por la inquisición y la pedagogía disciplinada que las órdenes religiosas impartían.20 La fuerza y crueldad que los europeos desde su llegada desplegaron sobre los nativos 17 Ribeiro, La fundación de Brasil 56. 18 Frederick Turner, “El significado de la frontera en la historia americana”, Estudios (nuevos y viejos) sobre la frontera, (Salvador Bernabéu & Francisco de Solano) coord. (Madrid: CSIC, 1991). 19 Ribeiro, La fundación de Brasil. 20 Vainfas, “Idolatrias e milenarismos”. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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obligó a los indígenas a huir cada vez más a lo profundo del continente. Las fuentes permiten observar como el asunto fue tratado con especial prioridad por las instituciones coloniales, las cuales se basaban en la premisa de que se trataba de la supervivencia del cristianismo; sin embargo la matanza y persecución religiosa comenzó de forma abierta con el objetivo real de hacerse a siervos y esclavos para trabajar en los ingenios y los cultivos. El relato escrito por el padre jesuita Antonio Vieira en 165521 cuenta como en unas 500 o 600 leguas alrededor de la ciudad no se encontraban indios por la manera en que la Compañía de Jesús los explotaba, enviándolos a trabajar a otros lugares donde no conocían a nadie, finalmente estos morían ya fuera de soledad o por la manera bestial en que se les obligaba a trabajar. Por esta razón era frecuente ver a los encargados de evangelizar internarse a la selva para traer lo que parecían filas interminables de indios. En el documento titulado Sobre el modo como han de hacerse las entradas al interior cuyo primer numeral menciona brevemente cómo dichas expediciones, a lo profundo del continente, han sido llevadas por particulares con algunos malos resultados para las capitanías portuguesas; el segundo punto proporciona herramientas suficientes para observar cómo se adapta el discurso religioso a las prácticas de explotación colonial: La primera y principal causa de las entradas al interior ha de ser la extensión de la Fe católica y el celo de no dejar perecer tanta inmensidad de almas en aquel dilatado interior del gran rio de las amazonas… la necesidad de ellas ha de ser la salvación de tantas miles de almas que están yendo continuamente al infierno por la falta de bautizo.22
Pero no solo es la adaptación de este, sino que se le usa como base y justificación de los asesinatos y cacerías de personas que los cristianos realizaban. En cierta manera, por las palabras que usan, pareciera que se tratara de la promulgación de un deber que todo buen católico en su alma “caritativa” y “solidaria” hubiera realizado por la salvación de las almas perdidas. Este deber y normativa religiosa dio a muchos codiciosos la excusa para esclavizar. En 1649 el señor Domingo Jorge Velho do Outeiro do Barriga, quién al parecer fue acusado ante la corona de cautivar nativos tupinambas, se acoge cual fiel cristiano a los preceptos anteriormente mencionados y en carta del 15 de Julio dirigida al rey narra cómo el mismo y otros señores con agregados y siervos de armas viajan al interior, de manera “altruista” pues afirma que esta gente “no está obligada por sueldo, ni por pan de munición” aunque se trata de sus ciervos y agregados, en palabras de Outeiro do Barriga: Vamos al interior de ese continente no a cautivar, como algunos pretenden hacer creer a su majestad, si no a adquirir al Tapuia gentío bravo y comedor de carne humana para reducirlo al conocimiento de la urbana humanidad y humana sociedad, para por este medio llegar a tener aquella luz de Dios y de los misterios de la fe católica que les basta para su salvación, porque en vano trabaja quien los quiere hacer ángeles antes de hacerlos hombres.23
Se pueden deducir de su escrito algunos aspectos significativos como el desconocimiento del carácter humano de los nativos y su vida en sociedad, pues afirma la intención de formarlos como humanos urbanos y sociales; además no es descabellado decir que se trata de un hacendado que buscaba por medio de estas cacerías la obtención de esclavos y trabajadores,24 pero el argumento que sostiene frente al rey para salir bien librado de su acusación es infalible por tratarse de las mismas políticas religiosas proclamadas por la corona y sus funcionarios. Se debe resaltar entonces la manera en que 21 Ribeiro, La fundación de Brasil 27. 22 Ribeiro, La fundación de Brasil 325. 23 Ribeiro, La fundación de Brasil 42. 24 En la misma carta más adelante menciona que al llevárselos a cultivar lo hace para darles el alimento de ellos y sus hijos, asi como el propio de Jorge Velho y su famila. Ribeiro, La fundación de Brasil 42.
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la religión era usada como fin y justificación de cuantos atropellos pudieran acomodarse dentro del discurso y objetivo evangelizador. Sin embargo, la misma fuente más adelante señala cómo los portugueses que entraban en las aldeas de las afueras no raptaban solo a los infieles, sino también a los cristianos.25 Pero al parecer su evangelización no era el único modo en que un nativo podía cumplir la voluntad de Dios, la eliminación y expulsión de los tupinambas se consideró como un servicio de carácter divino y gubernamental,26 aunque la religión está presente en dichas dinámicas, estas son movidas más por referentes cristianos que por el peligro que las creencias tupi pudieran generar en la comunidad de la ciudad, lo contrario al de las prácticas religiosas provenientes de África, que permearon de tal modo a la comunidad que sus rituales comenzaron a ser utilizados directa o indirectamente no solo por los negros, sino también por la población en general. Otra relación religiosa de un marcado sentido persecutor fue la “guerra santa”27 entre protestantes y católicos, cuyo sentido en realidad era el dominio del puerto y la ciudad de Bahía. Este enfrentamiento se libró en varias ocasiones durante el siglo, y algunas veces los holandeses lograron ocupar la ciudad, como en 1625, cuando cerca de mil setecientos marineros atacaron y conquistaron la capitanía, aunque solo duraron allí un año pues la armada española con sus navíos no paso penas para expulsarlos y una segunda vez, en 1635, cuando los holandeses lograron entrar y dominar el territorio, tanto así que llegaron a tomar decisiones sobre los esclavos y su destino, tal y como lo muestra la carta fechada el 13 de junio, que se encuentra entre los documentos publicados por el Centro de Memória Digital; también están allí las cartas escritas por el gobernador, en las que da cuenta de la baja en esclavos luego de la ocupación holandesa y de la falta de plata, pues se invirtió en la infantería y en la defensa. El papel de la comunidad durante los enfrentamientos fue variado. Los portugueses y españoles junto a sus esclavos salieron a repeler a los protestantes, mientras algunos indígenas potiguaras se adhirieron a los invasores holandeses. En su testimonio, uno de ellos afirmó: No crea que somos ciegos y que no podemos conocer las ventajas que gozamos con los holandeses (entre los que fui educado). Jamás se oyó decir que hayan esclavizado a algún indio o lo hayan mantenido como tal, o que hayan asesinado en cualquier tiempo o maltratado a alguno de nosotros… es evidente que el plan de los fascinerosos portugueses no es otro sino el de apoderarse de este país y entonces asesinar y esclavizar tanto a usted como a todos nosotros.28
Los textos Victoria de las armas católicas en el sitio de Brasil29 y Victoria de las armas católicas
25 Ribeiro, La fundación de Brasil 440. 26 “Me han informado que los indios que habitan la región a lo largo de la costa de la capitanía de Jorge de Figuerredo de la Villa de Sao Jorge hasta dicha Bahía de todos los santos son del linaje de los topinanbais y se sublevaron ya varias veces contra los cristianos y les causaron muchos daños y que aun están en rebeldía y les hacen la guerra y será un gran servicio a Dios y a mí que esos indios sean expulsados de esa tierra” Ribeiro, La fundación de Brasil 139. 27 La llamo de esta manera debido a la mirada tan religiosa que se le dio al choque de armas, al menos desde la fuente española. En PARES se encuentran relaciones como la de Bartolomé Rodríguez de Burgos, Escribano mayor de la Armada, llamada “Relación de la jornada del Brasil escrita a Juan de Castro” en Salvador de Bahía durante1625, otra narración de este suceso escrita el mismo año, iba dirigida a su majestad por parte de Fadrique de Toledo, titulada “Relación del suceso de la armada y del ejército en Brasil”, otro escrito posterior a 1638 se titula “Victoria de la Bahía de Todos los Santos contra los Holandeses”. PARES. Archivo Histórico Nacional. Colección Documentos de Indias. Signatura: Diversos Colecciones, 26. 28 Salta a la vista la influencia de su educación protestante. Carta de Pedro Poti a Antonio Philippe Camarao, 31 de octubre de 1645. Ribeiro, La fundación de Brasil 440. 29 [s.a.], [s.n.]. Toledo, Archivo Histórico Nacional, Colección Documentos de Indias, DIVERSOS-COLECCIONES Doc. 26, No. 80. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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contra holandeses en Brasil,30 narran los pormenores del enfrentamiento, así como también nos muestran el choque de católicos y protestantes como una forma de confrontación de credos religiosos. De acuerdo con lo propuesto por Ronaldo Vainfas,31 la religión puede ser una manera de conservar el apego a las tradiciones pasadas, manteniéndose como un referente de identidad y una manera de resistir a la voluntad colonial y a su proyecto; en este sentido es comprensible la fuerza que la “hechicería” (forma en que se concebía la religión negra) tomó en Bahía, pues la gran cantidad de africanos que allí habitaban más la continua llegada de población esclava, hacia de los negros y mulatos una mayoría de este modo mantenía vivas sus raíces. Las formas de practicar los ritos de origen africano fueron diversas. En la última década del siglo XVI y a lo largo del siglo XVII se presentaron algunas demandas por dicho motivo, una de ellas dirigida contra María Gonçalves, quien por encargo y a favor de una vecina suya, todas las noches a la media noche abría las puertas de su casa hacia el mar y con su torso desnudo y su cabello suelto, se sentaba en el patio y hablaba con los diablos mientras enterraba y desenterraba vasijas;32 para este entonces la Inquisición ya había comenzado sus labores en Bahía. El santo oficio atendía todo tipo de persecuciones, incluso aquellas que no parecían representar ninguna amenaza, como es el caso de Catarina Lopes33 una anciana de 70 años, procedente de Portugal la cual fue juzgada en 1656 por judaísmo, esto es muestra de la diversidad religiosa del lugar y del celo inquisitorial para perseguir inclusive a los europeos, como le sucedió al portugués que habitaba en Bahía, Joao Pires Ruiz, quien decía desempeñarse como escribiente para el santo oficio, lo cual era falso, y bajo el cargo de fingirse familiar de la inquisición fue procesado en 1657.34 De los procesos atendidos por el Tribunal del Santo Oficio el juicio en contra del ex jesuita Manoel de Moraes, es uno de los que más llama la atención. Este “negro alto y feo” (como se le describe en el proceso) es muestra de lo “globalizado” que ya se encontraba el mundo en el siglo XVII y de la sagacidad de los individuos para escoger y desempeñarse, inclusive en alguna orden religiosa, en el medio en que vivían. Este padre decidió adherirse en Bahía a los holandeses y partió con ellos a Ámsterdam, donde luego de contraer matrimonio y casarse con una viuda pobre de la ciudad, se decía calvinista y andaba en dicha ciudad vestido como un secular,35 luego, y para su infortunio, decidió regresar a Bahía donde fue capturado y deportado a Lisboa.36 La herejía y los desvíos religiosos fueron perseguidos con vehemencia. Este cargo se aplicó a todos aquellos que renegaran de los principios y dogmas católicos, así como a aquellos que profesaban afinidades con luteranos y judíos. Muestra de la importancia que le daban las instituciones coloniales a estos desvíos son los sermones públicos que daba el padre Luis de Grana,37 en los que advertía al pueblo del cuidado que debían tener de los extranjeros –refiriéndose a los calvinistas– y de los libros que estos traían consigo. Según 30 [s.a.], [s.n.]. Toledo, Archivo Histórico Nacional, Colección Documentos de Indias, DIVERSOS-COLECCIONES 26,No.83. 31 Vainfas. “Idolatrias e milenarismos...”. 32 Ribeiro, La fundación de Brasil 338. 33 [en línea] http://ttonline.dgarq.gov.pt/dserve.exe?dsqServer=calm6&dsqIni=Dserve. ini&dsqApp=Archive&dsqCmd=show.tcl&dsqDb=Catalog&dsqPos=8&dsqSearch=(((text)=’bAHIA’) AND(RefNo=’TSO’)) 34 Luego sería procesado de nuevo por desobedecer al Santo Oficio. [en línea] http://ttonline.dgarq.gov.pt/dserve.exe ?dsqServer=calm6&dsqIni=Dserve.ini&dsqApp=Archive&dsqCmd=show.tcl&dsqDb=Catalog&dsqPos=14&dsqSearch= (((text)=’bAHIA’)AN 35 Darcy Ribeiro (Dir.), La fundación de Brasil: Testimonios 1500 – 1700, Caracas. Ediguías, C.A. 1992. P.34 36 Este caso es una muestra clara de la circularidad de la cultura propuesta por Bajtin, como viajan y se acoplan elementos de diferentes culturas. Mijail Bajtin. La cultura popular en la edad media y el renacimiento: el contexto de François Rabelais (Madrid: Alianza editorial, 1995). 37 Ribeiro, La fundación de Brasil 375.
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la fuente, poco caso hizo de este la sociedad, como lo deja ver el caso de Manoel Moraes. Aunque en ocasiones parece desdibujarse la línea que separa la persecución de la asimilación religiosa, ambas relaciones guardan grandes diferencias en el método que usan para cumplir su objetivo: mientras el primero se procuraba por medio de la fuerza, la violencia y el miedo, el segundo esperaba hacer lo mismo desde la educación, el trabajo y la disciplina católica. Si bien fue menos violenta la catequesis no fue menos destructiva, pues en su afán etnocida buscaba exterminar el espíritu y el alma de los pueblos al ridiculizar sus conocimientos y creencias. Entre las órdenes religiosas que oficiaron en Bahía, los jesuitas desempeñaron un importante papel, cuyo propósito, según el jesuita Antonio Vieira, era crear un nuevo mundo pio y próspero.38 Las fuentes dan luces sobre los intereses de estos en Bahía, se refieren principalmente a labores económicas, aunque de éstas pueden desprenderse más cosas, por ejemplo, existe un documento expedido en 1641 en Bahía que trata de unos certificados de crédito donde se da cuenta de las labores que desarrollaban los jesuitas en Pernambuco y Bahía: onde ensinavam a ler, escrever, latim, filosofia e teologia, dando rações de carne e farinha a muita gente, assistindo a todos e instruindo os índios que trabalhavam para êles nos engenhos e lavouras.39 Existe también una carta del gobernador de Brasil, Antonio Teles da Silva, en la que se queja sobre la falta de esclavos y monedas de plata y cómo dicha escasez afectó el negocio de madera que los jesuitas querían emprender en el Rio de la Plata.40 Así mismo existen otras cartas que hacen referencia al negocio maderero de los jesuitas.41 En una carta producida por los oficiales de la cámara, estos piden que los grados en los estudios sean igualados a los de los ciudadanos de Évora, ciudad peninsular, pues con los jesuitas y su educación se había mostrado el talento de la gente de Bahía.42 No es raro entonces el encontrar documentos que plasman el deseo de los pardos, como los llaman, de estudiar en colegios jesuitas.43 Así como se resalta la calidad de su educación también es prudente hablar de su habilidad en cuestiones económicas, tanto que en 1662 otro grupo religioso pedía para sí mismo el trato que recibían los jesuitas, los cuales estaban exentos de pagar derechos de aduana,44 Mientras en Lisboa se discute sobre la pública evasión de impuestos y los constantes cobros de diezmos en los que se ve inmiscuida la comunidad. No todos los problemas de los jesuitas y sus prioridades tenían que ver con el dinero o al menos no directamente; el 25 de Octubre de 1644 el Conselho Ultramarino fue consultado sobre la prisión y suspensión a la que fue sometido el oidor general Manuel Pereira 38 Ribeiro, La fundación de Brasil. 39 Matias de Albuquerque, conde de Banholo e Pedro Cadena de Vilhasanti, “Certidões abonando o procedimento dos jesuítas em Pernambuco e Bahia” Bahia 1641. AHU, Brasília. AHU-ACL-N-Bahía. Nº Catálogo: 927. http://www.cmd. unb.br/biblioteca.html 40 Antonio Teles da Silva, “Carta do governador do Brasil Antônio Teles da Silva, para S. Magde, sobre a falta de escravos de Angola e de dinheiro de prata, pedido que fêz para se levantar o preço das patacas e bater moeda de prata dos moradores, negócio do pau brasil dos jesuítas, comércio que procura com os castelhanos do Rio da Prata, etc.” Bahia 1643. AHU, Brasília. AHU-ACL-N-Bahía. Nº Catálogo:1002. http://www.cmd.unb.br/biblioteca.html. Antonio Teles da Silva, “sôbre a falta de escravos provocada pela ocupação de Angola pelos holandeses, e mortos de doenças, e consequências danosas nos engenhos e fazendas; pede que vão para ali escravos de Cacheu e mais conquistas.” Bahia 1642. AHU, Brasília. AHU-ACL-N-Bahia Nº Catálogo: 975 41 Al parecer los Jesuitas lograron ser tan prósperos (y aventajadamente ricos) que Portugal y España dieron fin al proyecto jesuita a mediados del siglo XVIII por su incompatibilidad con el proyecto colonial. 42 Oficiais da Câmara da Bahia, “Carta dos oficiais da Câmara da Bahia para S. Magde, pedindo que os graus dos estudos sejam igualados aos dos cidadãos de Evora, visto os moradores da Bahia terem mostrado seus talentos nos estudos dos jesuítas.” Bahia 1662. AHU, Brasília. AHU-ACL-N-Bahía. Nº Catálogo: 1856 http://www.cmd.unb.br/biblioteca.html 43 Desconocido, “Anexo: Requerimento dos moços pardos que desejam estudar nos colégios dos jesuítas.” Bahia 1689. AHU, Brasília. AHU-ACL-N-Bahía. Nº Catálogo: 3519 http://www.cmd.unb.br/biblioteca.html 44 Conselho Ultramarino, “Consulta do Conselho Ultramarino sôbre os religiosos de São Bento da província do Brasil que pede provisão semelhante à que se passou aos jesuítas, para não pagarem direitos nas alfândegas, das fazendas que mandarem e lhes forem enviadas.” Lisboa 1662. AHU, Brasília. AHU-ACL-N-Bahía. Nº Catálogo: 1896 http://www. cmd.unb.br/biblioteca.html Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Franco, acusándolo de proceder sin justicia en el caso de Filipe de Moura, quien asesinó a su esposa, la cual era rica y de origen hebreo.45 Este fue defendido en juicio por un jesuita, dicho proceso se puede seguir en otro documento.46 En Salvador da Bahía se organizaron cofradías, grupos religiosos y colegios de varias órdenes: jesuitas, capuchinos, entre otros, específicamente para recibir a indígenas y negros. Esta es una muestra clara de lo amplias que eran las iniciativas de la iglesia para restar fuerza a los movimientos religiosos paganos, como lo señala Ronaldo Vainfas, dichas disposiciones se reflejan en lo atrayente que resultó para algunos sectores populares de la sociedad la formación académica ofrecida por la iglesia católica47 para negros e indígenas por medio de la catequesis. Sin embargo había jesuitas como Antonio de Gouveia quien utilizó la fe para engañar a los colonos y esclavizar a los indios. El papel de las cofradías en la organización de algunas fiestas religiosas era activo. Estas organizaban y reunían gran número de personas. Las fiestas rompían con la cotidianidad, se prestaban como espacios para la sociabilidad, la instrucción espiritual y la convivencia en actividades institucionales como las misas, danzas y cantos de la población, cuya minoría practicante era generalmente blanca.48 Las fiestas religiosas representan un espacio en el que se reconoce la asimilación del otro y su identidad. En Bahía, aunque el ambiente normal de sus calles era carnavalesco, los festejos significaban la ruptura de la cotidianidad por la cantidad de personas que llegaban desde diferentes lugares a participar de procesiones, canciones conjuntas y demás, esos espacios revelan creencias y vivencias que hacen parte de una identidad colectiva. En las fiestas las prácticas católicas eran marcadas por grandiosas manifestaciones como las procesiones, los juegos, la música, las danzas y las comidas. Estos forman parte de la interacción social por medio de la cual se da la circularidad de la cultura, al tiempo que los grupos populares participaban de la ridiculización de ese momento “sagrado” a través del ambiente carnavalesco, aunque éste, de naturaleza distinta al descrito por François Rabelais presentaba el mismo sistema de conjugación de elementos representativos de la imagen como el baile “deshonesto”, las canciones, el modo de vestir y los gritos en diversas lenguas que debieron ser impresionantes para los blancos, al menos para los recién llegados de Europa.49 El ambiente carnavalesco que se vivía en las calles de São Salvador da Bahía, en el que se lucía la riqueza cultural de aquella ciudad, sus batuques, colores y gentes, era continuo durante todo el año, en especial los domingos y días de santos, aunque en el mes de diciembre en el que se celebraban las fiestas a San Antonio (santo de origen Portugués), San Sebastián, Santiago (mártires defensores de la fe) y San Felipe, podemos inferir que la magnitud de personas, de sonidos y de imágenes representativas era mayor. Muestra de esto son las cartas que se encuentran en el Centro de Memória Digital en las que los oficiales de la cámara de bahía piden provisión para las fiestas y hablan sobre el saldo que dejan los gastos cada año50. En los momentos de ebullición que significaban las fiestas, los practicantes de ritos 45 Conselho Ultramarino, “Consulta do Conselho Ultramarino sobre a prisão e suspensão que o governador do Brasil Antônio Teles da Silva, fez no ouvidor geral Manuel Pereira Franco. O governador acusava o ouvidor de proceder sem justiça num caso com os jesuítas e na morte que Filipe de Moura deu a sua mulher, rica e de nação hebrea.” Lisboa 1644. AHU, Brasília. AHU-ACL-N-Bahía. Nº Catálogo: 1079 http://www.cmd.unb.br/biblioteca.html 46 Aunque no hay espacio, suficiente para abordar el juicio, podemos observar cómo se falla a favor del asesino cuyo defensor fue un jesuita, lo que no podemos saber es hasta qué punto el origen judío de la esposa influyó en el fallo. 47 Vainfas, “Idolatrias e milenarismos” 30. 48 Jurkevics, “Fiestas religiosas” 75 - 76 49 Bajtin, La cultura popular en la edad media y el renacimiento. 50 AHU-ACL-N-Bahía. Nº Catálogo: 1798 http://www.cmd.unb.br/biblioteca.html. Esta rendición de cuentas no solo habla de los gastos de alimentación y adornos, sino del desorden que se produce en ellas y la multitud de gente que se espera.
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paganos podían expresar su fe a través de determinado santo, imagen o figura católica.51 Durante los ritos de candomblé siempre están presentes las danzas y cantos, similar a lo que acontecía durante las celebraciones religiosas católicas. Aunque con estas fuentes no es posible determinar cuál divinidad o espíritu era el que se invocaba en cada fiesta de santos, se puede conocer la participación de la población negra y nativa de Bahía la cual en su mayoría practicaba sus propias creencias que, aunque no estaban intactas, conservaban la esencia y eran un elemento identitario. Las fiestas eran además un momento de desorden en el que podemos ver claramente la unión entre lo sagrado y lo profano, pues en medio del pleno acto religioso era que el pueblo se reunía a divertirse y distraerse.
Conclusión Los discursos religiosos pueden ser utilizados en doble vía: como elemento de resistencia de los más débiles y como instrumento de dominación de los más fuertes. En São Salvador, durante el siglo XVIII, es posible ver cómo la asimilación del otro y su cultura, en este caso religiosa, permite a los grupos étnicos resistir al orden social y espiritual impuesto por el imperio manteniendo su identidad colectiva52 en medio de una sociedad perseguidora, asi mismo es usado por los europeos para atraer a su credo y a su servicio al nativo y al africano. La religión católica aliada con el poder gubernamental fue en Bahía el motor y pretexto de las persecuciones y cacerías que se realizaron a todo movimiento religioso, celebración o ritual que no fuera católico y que por ende expresara una discordancia y distinción con la política de este imperio “fervoroso”.
51 Por desgracia las fuentes que hallé sobre las fiestas no daban información sobre la programación o los actos de las mismas, solo las abarca desde el punto de vista administrativo. 52 Vera Irene Jurkevics, “Fiestas religiosas: A materialidade da fé”. Historia Questões y Debates, Curitiva, Nº. 43, p. 74 Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Bibliografía Amelang, James. “Algunas tareas y temas en la historia de la cultura urbana moderna”, Ciudad y Mundo Urbano en la época moderna, Luis Ribot Garcia y Luigi De Rosa (Dir.), Madrid: Actas, 1997. Bajtin, Mijail. La cultura popular en la edad media y el renacimiento: el contexto de François Rabelais, Madrid: Alianza editorial, 1995. Jurkevics, Vera Irene. “Fiestas religiosas: A materialidade da fé”, Historia Questões y Debates Nº 43. Curitiva (2005). Ribeiro, Darcy (Dir.). La fundación de Brasil: Testimonios 1500 – 1700, Caracas: Ediguías C.A., 1992. Turner, Frederick. “El significado de la frontera en la historia americana”, Estudios (nuevos y viejos) sobre la frontera, Salvador Bernabéu (Coord.), Madrid. 1991 Vainfas, Ronaldo. “Idolatrias e milenarismos: a resistência indígena nas Américas” Revista Estudos Históricos Vol: 5 Nº 9 (1992). __________________. “A Problemática das Mentalidades e a Inquisição no Brasil Colonial”, Revista Estudos históricos, Vol: 1 Nº 1 (1988)
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Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
Moral cristiana y sexualidad: la formación del desorden en las confesiones de Bahía, 1591- 1592* Mariana Meneses Muñoz**
Resumen Este texto busca estudiar cómo los comportamientos privados —en este caso sexuales—, se prestaban para desvanecer el límite entre los modelos de vida y de moral cristiana y las transgresiones ocurridas en la ciudad de Bahía, con base en los testimonios de la visitação de Heitor Furtado de Mendonça entre 1591 y 1592, enviado por el Tribunal de la Inquisición de Lisboa. Palabras Clave: Sexualidad, Tribunal del Santo Oficio, Brasil siglo XVI, Salvador Bahía. En el año de 1549 arribó a las costas brasileras Tomé de Sousa con seis embarcaciones a petición de D. Joao III rey de Portugal, para fundar la ciudad de San Salvador. Fundación que se convertiría en la puerta de entrada hacia el desconocido Brasil y el interior del continente. Con Sousa, venía el jesuita portugués Manuel da Nóbrega, el cual tenía como misión la conversión de las almas de los grupos nativos del nuevo territorio al catolicismo, ya que según la visión de los recién llegados, estos vivían en “pecado” debido a sus costumbres y desconocimiento de la vida “civilizada”. La dominación de los indios y el establecimiento del orden moral y social eran los objetivos principales de los recién llegados. Para la década de 1590 la ciudad de San Salvador de Bahía de Todos los Santos era el centro del poder gubernamental y eclesiástico del la América portuguesa. Como sede del obispado del Estado de Brasil, la ciudad suponía un orden, vida en policía, el establecimiento de la república —es decir el imperio de la ley— y el punto de contacto principal con Lisboa su lejana metrópoli. Herederos de san Agustín, los portugueses consideraban que la ciudad era el único sitio donde se podía vivir como cristiano de manera perfecta, pues el entramado urbano era garante de orden y moral.1 A pesar de esto, y mediado por la distancia, Bahía se prestaba para la formación del desorden social debido al proceso de aculturación que habían sufrido tanto los nativos como los europeos; desde el momento de su fundación, el choque de los “universos culturales” procedentes de Europa, África y América (holandeses, franceses, portugueses, españoles, africanos y amerindios) y su convivencia dieron como resultado el surgimiento de una cultura popular propia e inédita. Dicho pensamiento popular surgió desde el proceso de aculturación y de contacto de los grupos eruditos y los grupos subalternos.2 Esta mezcla que conformaba nuevas actitudes y percepciones se encontraba dentro de una sociedad ya bastante mestiza. No debe olvidarse que Brasil era un lugar de destierro a donde se * Este texto es producto del proyecto de investigación presentado en el seminario Ciudades de Frontera en el Imperio Hispánico, siglos XVI-XVII, a cargo del profesor Gregorio Saldarriaga. Departamento de Historia, Universidad de Antioquia. Parte de él fue presentado en el X Encuentro de Estudiantes de Historia de la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín el 8 de septiembre de 2011. ** Estudiante de Historia - Universidad de Antioquia. 1 Anthony Pagden, Señores de todo el mundo. Ideologías del Imperio en España, Inglaterra y Francia (en los siglos XVI, XVII y XVIII) (Barcelona: Península, 1997) 31- 32. 2 Ronaldo Vainfas, “A Problemática das Mentalidades e a Inquisição no Brasil Colonial”, Estudos Históricos, 1 (1988): 167-173. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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enviaban los expulsados e indeseados portugueses quienes, perseguidos y juzgados por los tribunales de Inquisición debido a crímenes y delitos –en su mayoría de índole sexual o faltas consideradas como herejías–, encontraron en éste lugar un espacio de refugio relativamente flexible para el ejercicio de las prácticas ilícitas que solían condenarse en los reinos metropolitanos. Además, la posibilidad de los portugueses y mamelucos (mestizos) de huir a la selva o al sertão para escapar de los controles en donde se adaptaban a las costumbres indígenas, proporcionó a dichos sujetos un doble carácter cultural y de conducta con el cual podían convivir en sociedades ajenas. Tal experiencia aseguró el intercambio de rasgos, signos y símbolos de su propia cultura con la cultura receptora. Esto supuso una confusión para las autoridades coloniales que pretendían mantener el orden social o estado natural de los hombres. Este texto busca estudiar cómo los comportamientos privados —en este caso sexuales—, se prestaban para desvanecer el límite entre los modelos de vida y de moral cristiana y las transgresiones ocurridas en la ciudad de Bahía, con base en los testimonios de la visitação de Heitor Furtado de Mendonça entre 1591 y 1592, enviado por el Tribunal de la Inquisición de Lisboa. A pesar de las constantes quejas de sus miembros por las dificultades que presentó en ocasiones la fallida empresa evangelizadora, la Compañía de Jesús —que ofició en el territorio Luso-brasilero desde la primera fundación—, continuaba civilizando y buscaba conservar el equilibrio de las comunidades según la enseñanza e institución de la religión católica y de los sacramentos que garantizaban la difusión universal de la moral cristiana y del Imperio, que a su vez legitimaba y sostenía su poder con base en el cristianismo. A este fin sirvió la antigua teoría helénica de la “ley natural” que se quiso esgrimir como instrumento de normalización cultural, pues tal ley postula que la genuina manera de ser del hombre es universal, inmutable y única. La jerarquía de la Iglesia Católica (= Universal) hizo suya esta doctrina y se erigió como el auténtico intérprete de la “ley natural”. Así es que al afán proselitista apoyado en la orden de Jesucristo se añadió el afán normalizador de todas las culturas. Evangelizar y occidentalizar aparecen entonces como dos empresas inseparables.3
Como ya se ha dicho, el intento por sostener el orden social en las comunidades brasileras, y especialmente en la ciudad de Bahía, administrada por una alianza eclesiástica y estatal, no resultó ser tan efectiva. Los habitantes de la Capitanía de Bahía y de su homónima ciudad capital, transgredieron constantemente las leyes que establecían la armonía y civilidad pretendidas por los controles religiosos y judiciales. Así, había: Amerindios lujuriosos, colonos insaciables, negros lascivos, mulatas desinquietas, señores desterrados, señoras celosas, el pecado estaba en todas las gentes y lugares. A todos, sin excepción, cabía intimidar, amenazar, castigar fue lo que pensaron los seguidores de Trento en el ultramar portugués. Atendiendo a tantos lamentos y reclamos, ya en el primer siglo, nuestros obispos enviarían visitadores a rastrear los pecados de todos y a castigarlos con el rigor de la ley eclesiástica: la Santa Inquisición.4
La llegada de visitador del Tribunal de la Inquisición de Lisboa, Heitor Furtado de Mendonça, representó la preocupación de conservar los intereses y dominios planteados por la Iglesia y la Corona —para el primero, la defensa de la fe Católica y para el segundo, el sostenimiento del poder retribuido en términos económicos—. Además de esto, la presencia del Tribunal, representada en Furtado de Mendonça, en el Estado de Brasil buscaba la defensa de los puntos planteados en el Concilio de Trento (una sola religión, un solo poder). “La misión inquisitorial era buscar a los herejes, aquellos que amenazaban 3 Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) ed., El placer de pecar y el afán de normar: seminario de Historia de las Mentalidades (México D.F.: Joaquín Mortiz, 1988) 13. 4 Maria de Fátima A. di Gregorio, “Mulheres corpos dos pecados: uma discussão sobre a questão da condição feminina no Brasil Colônia”, Histórica – Revista Eletrônica do Arquivo Público do Estado de São Paulo 10.45 (2010).
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la buena marcha de la Fe Católica y la pureza religiosa. Se unían así, las ansias del visitador con las del pueblo”.5 Era del interés de Furtado no sólo perseguir a judíos y protestantes que habitaran la ciudad, sino también dentro de su fuero se encontraban la condena a los comportamientos individuales considerados como herejía: blasfemia, bigamia, sodomía y bestialidad.6 Para incentivar a los habitantes a que se acercaran a confesar a la mesa del visitador sin ser llamados, el padre Furtado dio un tiempo de gracia de treinta días a partir del 28 de julio para la ciudad y una legua alrededor de ella.7 El 29 de este mes, se presentó la primera confesión por parte del Vicario de Matoim, de la Capitanía de Bahía, Frutuoso Alvares, quien dijo haber tenido “tocamientos deshonestos” y encuentros con diferentes muchachos de su parroquia, pero que nunca había practicado el “nefando pecado” de la Sodomía: Y durmiendo con algunos algunas veces en la cama, y teniendo cometimientos [tentativas] algunos por el vaso trasero con algunos de ellos, siendo él el agente, y consintiendo que ellos se lo hiciesen a él por su vaso trasero, siendo él el paciente, lanzándose de barriga para abajo y poniendo encima de sí a los muchachos y tirándose también los muchachos con la barriga para abajo, poniéndose el confesante sobre ellos, cometiendo con su miembro los vasos traseros de ellos y haciendo su parte, puesto que nunca efectuó el pecado de Sodomía penetrando. Y, en especial, recuerda que hizo esto de esta manera algunas veces en esta ciudad donde es ahora el vicario con un muchacho que llaman Gerónimo, que entonces podría ser de edad de doce o trece años, y esto podrá haber sido hace dos o tres años [...] Y así también le pasó esto con otros muchachos e mancebos de los que no sabe sus nombres, ni donde están, ni las confrontaciones que acaso tuvo con ellos.8
Frutuoso dio cuenta de tocamientos y molicies, pero no propiamente de sodomía, ya que para que esta se configurara era necesario que hubiera penetración anal y derramamiento de semen adentro de dicha cavidad —hechos que juríciamente configuraban la sodomía, la penetración de vasos indevidos y, especialmente, la posterior polución de semen agravaban emormemente los encuentros ilícitos en lãs sociedades del Antiguo régimen, el uno por alterar el orden natural y el otro, por desperdiciar la semilla de la vida dada al hombre—. El testimonio de Frutuoso Alvares muestra que desde el mismísimo púlpito el deseo y el pecado de la carne estaban presentes. Alvares seducía a los muchachos de su comunidad, y a puerta cerrada, realizaba los actos anteriormente consignados. Vale la pena mencionar que dicho párroco había sido desterrado de la ciudad de Braga en Portugal, debido a las denuncias de sus habitantes por haber “corrompido” a algunos jóvenes de esta ciudad, fue sentenciado a servir en las galeras, pero sin cumplir su condena viajó a las islas de Cabo Verde, en donde también fue acusado de haber tenido tocamientos torpes con dos muchachos, razón por la cual fue enviado preso a Lisboa y condenado a vivir en Brasil para siempre; en este dominio portugués no sólo mantuvo su status original como un cura respetado de la ciudad, sino que gracias a esto pudo continuar con sus encuentros homoeróticos. A pesar de haber sido denunciado de haber sido paciente en 5 Angelo Adriano Faria de Assis, “O Licenciado Heitor Furtado de Mendonça, inquisidor da primeira visitação do Tribunal do Santo Ofício ao Brasil” http://ricafonte.com /historia/textos/Historia_Brasil/Colonia/Inquisi%C3%A7%C3%A3o%20 no%20Brasil.pdf 6 El caso de la sodomía era especial, ya que para el Tribunal de Lisboa era delito de fe o herejía, mientras que para el tribunal de Castilla ésta práctica se consideraba Crimen de Lesa Majestad, y era juzgada por la ley ordinaria. 7 Este periodo de gracia o edicto de gracia era una práctica tomada de la Inquisición medieval, el visitador del Tribunal invitaba a los miembros de las comunidades visitadas a la reconciliación con Dios y la Iglesia mediante la confesión voluntaria y la denuncia de comportamientos que atentaran en contra de la moral pública. 8 Ronaldo Vainfas, Confissões da Bahia: Santo Oficio da inquisição de Lisboa (São Paulo: Companhia das letras, 1997) 18-19. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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el acto consumado de la sodomía,9 el castigo que le impuso el visitador Furtado a este religioso fue el de alejarse de tales compañías que, según el visitador, le hacían tanto mal, y que mantuviera el secreto de la Inquisición. En los casos que incluían a religiosos, lo más importante para el visitador no era la falta en sí, sino evitar a toda costa los chismes y escándalos públicos, ya que si los hombres que representaban a Cristo y a la autoridad imperial desde la religión no eran de fiar, el poder (que de por sí, no era muy tangible para los pobladores, salvo por la presencia de la Iglesia y de los gobernantes) desaparecería. Entonces, un castigo ejemplar como el destierro, los azotes o hasta la hoguera no eran una opción en este caso, sólo el silencio y las penitencias espirituales darían remedio al lujurioso Frutuoso Alvares.10 Las confesiones se presentaron por diversas causas. En el caso anterior, la sospecha de poder ser delatado por alguno de sus compañeros en sus encuentros, o el ser denunciado por cualquier ciudadano, fue posiblemente lo que impulsó al vicario Alvares a presentarse ante la mesa del visitador Furtado. La idea de vida privada y la pública en el Brasil colonial era difusa, ya que la población permanecía atenta a los movimientos de sus vecinos y los pocos espacios de sociabilidad en la ciudad se prestaban para rumores y conversaciones de los comportamientos de los vecinos, además, la configuración física de las moradas de Bahía — grandes patios, casas de una sola habitación y la práctica ausencia de divisiones internas que facilitaban la circulación de sonidos delatores—, propiciaba espacios para fisgones y chismosos.11 Al comparar los casos que se presentaron en las confesiones, se puede advertir que en los tocantes a encuentros sexuales, los sujetos están estrechamente relacionados. Vecinos y familiares cometían “torpezas” con las mismas personas y en los mismos espacios pensando que su intimidad estaba a salvo, e ignorando que sus compañeros de habitación los veían u oían; tal fue el caso de los hermanos Bastião y Antônio d’Aguiar, que cuando tenían doce y trece años de edad respectivamente, practicaron la sodomía con el mameluco Marcos, un joven criado de su casa que solía trasladarse en las noches a la habitación de los hermanos d´Aguiar para dormir con ellos. La primera confesión es la de Bastião quien se presenta ante Heitor Furtado dentro del tiempo de gracia otorgado para Salvador de Bahía: Y habiendo preguntado el señor visitador, al confesante, él dice que le parece que, cuando él con el dicho Marcos estaban en los dichos juntamientos torpes, que el dicho su hermano Antônio d’Aguiar, que en la misma cama estaba, los sentía. E dice más, también el confesante, estando en la cama con los dichos su hermano y Marcos, sintió una vez a los dichos su Hermano y Marcos estaban haciendo el dicho ajuntamiento torpe y nefando uno por detrás con el otro, sin embargo el confesante no sabe si se penetraban uno al otro o no. E también otra vez, estando él en la misma sala donde estaba su cama, sintió bolir o catle [mover el catre] de la cama donde estaba el dicho su Hermano, de manera que le pareció que el dicho Marcos que en la dicha misma cama acostumbraba dormir, estaría en dicha cama con el dicho su hermano teniendo el dicho ajuntamiento nefando.12
Al leer la confesión hecha en 1591, del otro hermano, Antônio, quien vivía en Matoim,
9 Ver la confesión de Jerônimo Parada. Cf. Vainfas, Confissões da Bahia 33. 10 Según Santo Tomás de Aquino en su Suma Teológica, base de varios tratados legislativos y morales: “es propio del legislador prudente tolerar ciertas desviaciones con objeto de prevenir mayores males o para no impedir mayores bienes.” Mortiz, El placer de pecar y el afán de normar 33. 11 RonaldoVainfas, “Moralidades brasílicas Deleites sexuais e linguagem erótica na sociedade escravista”, História da Vida Privada no Brasil, vol.1, ed. Laura de Melo e Souza (São Paulo: Companhia das Letras, 1997). 12 Vainfas, Confissões da Bahia 60.
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que estuvo en la mesa del visitador en el tiempo de gracia para el Recôncavo.13 Antônio también sostuvo relaciones sexuales con el mameluco Marcos cuando tenía trece o catorce años en presencia de su hermano a quien suponían dormido: y que dos veces percibieron ellos que el dicho su hermano Bastião d’Aguiar que con ellos estaba en la cama, los sintió y se dio cuenta de lo que ellos hacían, por lo que el dicho Marcos se puso también sobre el dicho su hermano en la acción sodomítica y esas dos veces sintió el confesante, al dicho su hermano Bastião d’Aguiar y al dicho Marcos, juntándose ambos amigablemente en las mismas posturas de sodomía, más no sabe si ambos consumaron dicho pecado, y de las dichas culpas dice que pide perdón . Y siendo preguntado, dice que le parece que solamente las dichas dos veces fue sentido su hermano, y que ningún otro los vio, y que sabía que era pecado más no que era tan grave”.14
Deben rescatarse varios elementos de las confesiones de Bastião y Antônio, ya que ambos practicaron la sodomía con la misma persona (previamente la habían realizado entre ellos). En el caso de Antonio, este sabía que la sodomía era considerada pecado, mas no tenía conocimiento de cuán grave era a los ojos del tribunal y de la comunidad15, mucho menos estaba al tanto de que dicho acto se pensaba como herejía y ofensa directa a Dios y al rey. Es recurrente en los testimonios de la Inquisición referentes a los comportamientos sexuales que los confesantes aludieran a su ignorancia con respecto a la ofensa cometida o a la magnitud de ésta. Para la Iglesia, la recurrencia en las prácticas de estos actos se interpretaba como desafío y desobediencia de la ortodoxia, lo que hacía sospechar de la cristiandad del confesante; en el caso de los hermanos d’Aguiar, el visitador Furtado no les impuso más castigo que el de las penitencias espirituales: la confesión en el monasterio de San Francisco y el silencio sobre estos actos para así no alterar el orden social con murmuraciones, se debe mencionar, que según las leyes ordinarias y eclesiales era un atenuante al castigo si se era menor de 14 años de edad al momento de haber cometido el delito, crimen o pecado16; pero al mameluco Marcos Tavares se le siguió un proceso inquisitorial por las denuncias hechas: salió a la calle amarrado en acto público, con vela en mano y descalzo, luego fue azotado y desterrado por diez años de la Capitanía. Como atenuante de sus culpas, se aludía al hecho de su condición de mameluco —ya que a los grupos de mestizos o castas eran considerados como ignorantes de las normas hispánicas o lusitanas— y de haber sido menor de edad cuando cometió dichas faltas17. La gravedad de los actos y las magnitudes de los castigos dependían del estado de las personas implicadas en ellas. Para los mestizos, negros e indios, ciertos “errores” eran propios de sus grupos, por ello se pasaban por alto o se efectuaba un castigo diferente, mientras que para los blancos los castigos (dependiendo de la gravedad y del conocimiento público de sus culpas), pasaban al ámbito privado o se omitían para evitar escándalos y desordenes entre la comunidad. Con los autos de fe públicos se procuraba además de aleccionar por medio del ejemplo a la comunidad, demostrar que la alteración del orden social no estaba permitida y que su transgresión era absolutamente condenable.
13 Palabra que denota la periferia o alrededores, y que en éste caso se usa para las poblaciones aledañas a la ciudad de San Salvador de Bahía. 14 Vainfas, Confissões da Bahia 60. 15 Para la Iglesia Católica la sodomía era un acto que iba en contra de las leyes naturales, ya que las relaciones sexuales estaban enfocada exclusivamente para la procreación del hombre y bajo el sacramento del matrimonio. 16 Ver: Las siete partidas de Alfonso el sabio y Fernanda Molina, “Sodomitas virreinales: entre sujetos jurídicos y especie”, Anuario de Estudios Americanos, 67.1 (2010). 17 Vainfas, Confissões da Bahia 60. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Homoerotismo femenino: el caso en torno a Paula Siquiera En las confesiones se presentaron casos que no sólo eran contrarios a la costumbre y a la buena moral, sino que además iban en contra del orden natural establecido por Dios para los hombres. Para el siglo XVI hay pocos estatutos que tratan de controlar estas prácticas: uno fue el estipulado por Carlos V para las leyes castellanas en 1532, éste puede proporcionar información sobre cómo fueron asimilados los comportamientos sexuales no tradicionales para la época: “Si alguien comete impurezas con una bestia, o un hombre con un hombre, o una mujer con una mujer, perderán sus vidas y deberán ser sentenciados a morir en la hoguera, como es costumbre”18, pero como se verá, la pena de muerte no fue un método muy utilizado en las visitas de los tribunales a Brasil. La sodomía femenina y el bestialismo fueron casos que confundieron a las autoridades eclesiásticas por la falta de claridad con respecto a las formas y los usos de estos actos. La sodomía femenina trató de ser igualada al homoerotismo masculino, puesto que era un encuentro sexual entre personas de ambos sexos, pero presentó un problema al momento de analizar el modo en que se practicaba, ya que faltaba un objeto penetrante. Este punto contradecía la denominación tradicional de sodomía relacionada con la penetración y el contacto anal.19 Esta clase de encuentros no estaban destinados a la procreación, asunto que le otorgaba el tinte de acto contra natura, además de la sospecha de la alteración del orden natural por parte de las mujeres. Se pensaba que ellas al realizar este tipo de prácticas trataban de emular a los hombres y de ascender a un estado más perfecto.20 Según Jadira Sodré Miranda, el homoerotismo femenino trataba de romper con la relación de poder hombre/mujer y con la imagen tradicional de sumisión de esta, basada en la Virgen María, en la que estaba inmersa la sociedad quinientista brasilera.21 Tal es el caso de Paula de Siqueira, quien declaró ante Heitor Furtado el 20 de agosto de 1591. En su testimonio mencionó al clérigo una serie de encuentros, enredos y chismes dentro del círculo femenil de Salvador de Bahía. Paula le cuenta al visitador que hace más de tres años comenzó a recibir cartas y regalos de Felipa de Souza, quien insinuaba su interés hacia ella: Y tenía entendido por cierto que la intención de la dicha Felipa de Souza era llegar a tener con ella juntamiento carnal, la llevó consigo para adentro de su habitación y la cerró por dentro, y le dice con palabras claras que hiciesen lo que ella pretendía. Entonces, ambas tuvieron juntamiento carnal una con la otra por delante y, juntando sus vasos naturales uno con el otro, teniendo delectación y consumando con efecto la culminación natural de las dos partes como si fueran propiamente hombre con mujer [...] Y dice que cuando cometió estas culpas tan torpes ella no sabía que era pecado tan grave y contra natura, como después supo en su confesión. Y que en dicho día en la tarde, Felipa de Souza, después de tener hecho lo sobredicho, antes de irse para su casa, le contó que ella tenía pecado del mismo modo con Paula Antunes, mujer de Antônio Cardoso, pedrero, habitante en la ciudad vecina de São Francisco, y con Maria de Peralta, Cristiana nueva, mujer de Tomás Bibentão, inglés, habitante ahora de Pernambuco, y así le dice más, que ella tenía como usual el dicho pecado con otras muchas
18 Cf. Judith Brown, Afectos vergonzosos, Sor Benedetta: entre santa y lesbiana (Barcelona: Crítica, 1989) 24. 19 El bestialismo y la sodomía femenina salieron del fuero inquisitorial a partir del siglo XVII. Cf. Ronaldo Vainfas, Confissões da Bahia 41. 20 Brown, Afectos vergonzosos 21-22. 21 Jadira Sodré Miranda, “A Inquisição chega ao Brasil: homoerotismo feminino nas confissões de 1591 ao Santo Oficio”, Fragmentos de Cultura, 12.6 (2002).
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muchachas altas y bajas, y también dentro de un monasterio donde ella estuviera, hiciese el dicho pecado.22
Después de la reveladora confesión de Paula de Siqueira, se descubrieron las relaciones que Felipa sostenía con varias mujeres de la Capitanía de Bahía y también que sus encuentros y prácticas “privadas” eran objeto de murmuraciones y chismes en la ciudad, lo cual nos abre la ventana para comprender la manera en que funcionaban procesos de autorregulación social y micropoderes que censuraban las conductas inapropiadas.23 Y dice que, antes que le aconteciese dicho juntamiento torpe, ella oyó decir a una de sus comadres, habitante de Matoim, por nombre Isabel Fonseca, mujer de Simão Pires, carpintero de ingenio, que decían que la dicha Felipa de Souza enamoraba mujeres y tenía demás, y que perseguía mucho a una muchacha casada con un herrero jorobado, que vivía junto de São Bento [...] Y dice que sabe que en esta ciudad hubo mucha murmuración de la dicha “conversación ilícita” y amistad que la dicha Felipa de Souza tenía con la dicha Paula Antunes.24
Con el anterior testimonio, le siguieron procesos inquisitoriales a dos de las implicadas en estos encuentros. Paula Siqueira aparte de confesar su encuentro con Felipa, también confesó haber realizado hechicería amorosa y leído La Diana de Jorge de Montemayor, libro prohibido por el tribunal de la Inquisición; fue condenada a salir en acto público con vela en mano, a cumplir penitencias espirituales y a pagar una multa de 50 cruzados al Tribunal del Santo Oficio,25 mientras que a Felipa de Souza, quien aparece también en la confesión de Maria Lourenço26 obtuvo una condena más severa: fue azotada en público y desterrada permanentemente de la capitanía de Bahía, debido a que no se presentó voluntariamente ante el visitador, además ella era quien seducía a sus vecinas con insinuaciones y palabras licenciosas, había incurrido en la práctica de sodomía varias veces, generado escándalos, y por ende, representaba un peligro para la estabilidad de la vida en vecindad y orden. En otras palabras, la pretendida armonía de la vida en policía. Entre los habitantes de la ciudad de Bahía se presentaba una doble moral o moral laxa. Los ciudadanos, en su mayoría mamelucos, extranjeros y descendientes de los primeros portugueses en el territorio brasilero, quienes estaban cobijados por el manto imperial, sucumbían ante el placer. En estas personas se puede constatar cómo tenían identidades contextuales, condicionadas por las leyes eclesiásticas y civiles, y regulamientos sociales del momento que estuvieran viviendo.27 Como ilustran los casos anteriores, en comunidad, estas personas se presentaban como seguidores de preceptos religiosos y civiles que enmarcaban a la sociedad colonial; cuando se sentían a salvo de miradas indiscretas, realizaban prácticas ilícitas que iban en contra de las normas y el poder imperial. Además de esto, algunos autores como Ronaldo Vainfas y Maria de Fatima di Gregorio afirman que este tipo de relaciones y prácticas ilícitas por lo menos en el caso de la sexualidad, se presentaban debido a la ignorancia y al desconocimiento de lo que era considerado pecado o estaba prohibido, y a falta de una difusión que diera a conocer las normas estipuladas por los tratados jurídicos y de moral concebidos por los teóricos del Derecho desde la Edad Media. Piénsese por ejemplo que la sodomía era 22 Cuando Felipa de Souza menciona a las “muchachas altas y bajas”, se refiere a la condición social de las mujeres. Ver: Vainfas, Confissões da Bahia 41-42. 23 Gregorio Saldarriaga, “Sujeitos sem história, prática calada e marcas apagadas: a sodomia imperfeita ante o Santo Oficio do México”, Topoi: Revista de História, 5.9 (2004). 24 Vainfas, Confissões da Bahia 41-42. 25 Ronaldo Vainfas dice que a Paula Siqueira se le impusieron estas penas especialmente por haber realizado lecturas prohibidas; el Tribunal del Santo Oficio afirmaba que La Diana de Jorge de Montemayor contenía errores teológicos, lo que no impidió que tuviera una difusión considerable, pues aparece varias veces en las confesiones de la visita de 1591- 1592. 26 Ver: Ronaldo Vainfas, Confissões da Bahia 62. 27 Peter Burke, “Performing History: the importance of occasions”, Rethinking History, 9.1 (2005). Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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el pecado nefando, aquel que no se mencionaba por ser repugnante y ensuciar los labios que lo pronuncian y los oídos que lo escuchan,28 que por lo tanto se trataba siempre de manera velada y con términos imprecisos. O en términos generales, cómo los elementos sexuales se solían tratar por parte de la Iglesia con eufemismos y vocablos complicados que alejaban al pastor de su grey, pues esta no comprendía aquel lenguaje. Tras la llegada de Heitor Furtado, y después de las confesiones y penitencias hechas por este en Bahía y sus poblaciones aledañas, mostraron que el modelo de control y dominación en Brasil no había sido tan efectivo como las autoridades metropolitanas supusieron, ya que los comportamientos autónomos que convertían al bahiano en individuo y que supuestamente lo alejaban de su comunidad, no lograban ser controlados. En las postrimerías del siglo XVI, este dominio portugués ya había sufrido el choque generado por el proceso de conquista a manos de los portugueses y de otros europeos. A pesar de esto, la sociedad brasilera, según los misioneros encargados de su conversión, conservaba algunos rasgos culturales o “vicios” que tenían los indígenas de la primera mitad del siglo XVI. Esto hace suponer que, en cuanto al control de los individuos, en esta frontera occidental de Portugal, hubo una relajación en las costumbres y en los correctivos que permitieron aflorar ciertas prácticas toleradas por una cultura popular. De otro lado, la ciudad se convirtió en el espacio donde se encontraban los diversos conocimientos proporcionados por los extranjeros a los habitantes de Bahía y viceversa. Fue entonces una mezcla de los saberes populares propiamente bahianos y los conocimientos tradiciones del Viejo Continente lo que dio pie al surgimiento de una cultura mestiza derivada de los constantes procesos de aculturación, directos o espontáneos, gracias al contacto de colonizadores, grupos nativos y extranjeros. Dicha cultura se reflejó en las actitudes individuales, en la religión, en la asimilación de las leyes y en la vida privada. Por último, la presencia del Tribunal del Santo Oficio de la Inquisición fue la entidad reguladora de la religiosidad en Brasil, que fungió como un elemento fundamental del Estado moderno para normatizar y regular la vida y las conductas de los habitantes de Bahía. Además de eso, reveló al conocimiento público las faltas e intimidades de sus vecinos, produjo un desarreglo en las relaciones sociales de la ciudad de San Salvador de Bahía —debido al escándalo señalamiento que causaban los autos de fe públicos—, con lo cual muy seguramente, se crearon rechazos, desavenencias y enemistades entre los habitantes de esta ciudad.
28 Saldarriaga, “Sujeitos sem história”.
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Mariana Meneses Muñoz
REFERENCIAS Documentos Abreu de, Capistrano (trans). Cartas, informações, fragmentos históricos y sermões do padre José de Anchieta 1554-1594 (Rio de Janeiro: Civilização Brasileira S.A., 1933). Vainfas, Ronaldo (trans.). Confissões da Bahia: Santo Oficio da inquisição de Lisboa (São Paulo: Companhia das letras, 1997).
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La violencia revolucionaria en las urbes colombianas de los sesenta Carlos Fernando López de la Torre *
Resumen El presente trabajo pretende abordar los primeros acercamientos que los movimientos armados tuvieron con el espacio urbano colombiano en la década de los sesenta y las problemáticas que se les presentaron al incursionar en este entorno cuando estos grupos surgieron en el campo a partir de la teoría del foco guerrillero. Se presenta el contexto en el cual surgió la violencia revolucionaria y el papel que las ciudades tuvieron en la lucha armada, centrándose el estudio en las acciones realizadas por grupos procastristas o de influencia cubana como el ELN y en los de pensamiento maoísta como el EPL. Palabras clave: Colombia, sesentas, violencia revolucionaria, ciudades, guerrillas.
Contexto histórico: los sesenta y la violencia revolucionaria en Colombia y Latinoamérica La década de los sesenta marcó un punto de inflexión cultural a nivel mundial. La generación de estos años, hija de la modernización y de los convencionalismos surgidos tras la Segunda Guerra Mundial (SGM), le cuestiona a sus padres los valores asentados. Estas interrogantes llevan a una frustración respecto al orden existente, dando como resultado la génesis de una serie de subjetividades que marcaron el espacio político y cultural de la década. Este fenómeno permitió el surgimiento de una “nueva izquierda” en Latinoamérica, crítica de la “vieja izquierda”, representada por los partidos comunistas, que no llevó a la práctica la revolución.1 El triunfo de la Revolución Cubana en 1959 marcó fuertemente, en el sentido de época, la creencia de que una revolución transformaría inevitablemente el sistema político imperante en los países latinoamericanos.2 Esta revolución, para que fuese realizada rápida y radicalmente, debía basarse en la violencia, la cual adquirió un significado redentor. Dentro de esta lógica comenzaron a operar * Estudiante de Licenciatura en Estudios Latinoamericanos - CELA-FFyL-UNAM. 1 La definición del concepto de izquierda es, probablemente, una de las labores más complicadas para los estudiosos del tema, debido a los cambios históricos y a los abordajes que pueden realizarse sobre su categorización desde los estudios políticos y filosóficos. Lo cierto es que, tanto la derecha como la izquierda, son posiciones dentro de espectros políticos bastante amplios y plurales, por lo que es necesario tener en consideración que no hay una sola izquierda como tampoco hay una sola derecha. En este trabajo, se utilizan las nociones de “nueva” y de “vieja” izquierda acorde al plano ideológico que el sentido de época les otorgó durante el espacio temporal estudiado, es decir, la “nueva izquierda” aparece como la respuesta de sectores marxistas y nacionalistas que se opusieron a la burocratización, al reformismo y a la falta de acción para realizar un cambio estructural del sistema por parte de los “viejos” representantes de la izquierda, simbolizados en los partidos socialistas y comunistas. 2 Para el espacio temporal estudiado, la revolución debe entenderse como el anhelo de ciertos sectores de transformar la política de forma radical, de realizar cambios estructurales de fondo al sistema considerado oligarca, represor, colonialista y representativo del imperialismo. Dos de las principales características del concepto de revolución manejado en los sesenta y setenta, dadas al calor de los debates de los intelectuales de izquierda que se comprometieron con alguna militancia política, fueron su carácter mesiánico y profético, construyéndose de tal forma la idea de que los cambios radicales que se estaban desarrollando en el mundo, particularmente en el denominado Tercer Mundo, eran inevitables, creencia que incluso fue adoptada por los defensores del orden existente como el senador Robert Kennedy, quien en 1966 declaró abiertamente que “Se aproxima una revolución en América Latina […] Se trata de una revolución que vendrá querámoslo o no. Podemos afectar su carácter pero no podemos alterar su condición de inevitable”. [Citado en Claudia Gilman, Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América Latina. Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2003, 43.] Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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en Latinoamérica diversos grupos que bajo la lucha armada esperaron transformar las estructuras políticas y socioeconómicas mediante una violencia revolucionaria, entendida como aquellas acciones armadas que poseen un tinte político, de ahí su diferencia respecto otros tipos de violencia, que van dirigidas contra un régimen y sus actores, adquiriendo su papel revolucionario en el sentido que se le dio en la época: el ataque al poder de un gobierno visto como opresor desde una postura que buscó un cambio radical. Para comprender el fenómeno de la lucha armada en Colombia y el resto de la región es necesario trasladarse a la década de los treinta, cuando se experimentó, a grandes rasgos, un crecimiento y desarrollo económico que trajo consigo las contradicciones propias de la industrialización y la modernización aceleradas, proceso resultante cuando las sociedades van experimentando cambios socioeconómicos que el sistema político es incapaz de captar dentro de sí, situación que deviene inevitablemente en tensiones sociales que radicalizaron a los grupos excluidos del sistema.3 Para los años sesenta, salvo contadas excepciones como México y Brasil, los países latinoamericanos vivieron un proceso de estancamiento económico que exacerbó dichas contradicciones. Los sectores que adoptaron un discurso revolucionario (estudiantes universitarios, intelectuales de izquierda, miembros de estrato medio del clero) vivieron dentro de estos procesos de cambio acelerado y modernización, creadores de nuevas condiciones de desigualdad y marginación. Atendiendo el caso colombiano en concreto, buena parte de la modernización del país inició en la década de los veinte con las exportaciones del café, del cual la economía del país se volvió sumamente dependiente hasta los años setenta. Dicha dependencia trajo problemas a partir de 1940, cuando el cierre del mercado europeo por la SGM estancó las exportaciones, limitando un crecimiento económico que había acelerado el fenómeno modernizador, visible en la industrialización y el desarrollo de redes comunicacionales en el país. Por su parte, el modelo proteccionista de sustitución de importaciones, aplicado al finalizar la guerra y que promovió la industria y el crecimiento de las urbes, mostró una serie de problemas y deficiencias para las décadas de los sesenta y setenta, entre ellas la dependencia de los ingresos cafeteros, un plan industrial poco definido, dependencia de tecnología y materias primas importadas y la falta de especialización en las distintas ramas industriales.4 Como resultado, Colombia vivió un estancamiento económico que agudizó las contradicciones de la modernización, situación que impactó en ciudades como Medellín, que después de tener un apogeo industrial entre 1940 y 1956, su vida económica desaceleró, trayendo consigo fenómenos como desempleo y marginalidad, agudizados con la migración del campo a la ciudad.5 La cerrazón del sistema político terminó por radicalizar a los grupos afectados y excluidos por la modernización. En 1957 se constituyó el Frente Nacional, pacto bipartidista entre los partidos Liberal y Conservador creado como reacción a las pretensiones del general Gustavo Rojas Pinilla de extender su mandato (1953-1957) por un periodo más. El pacto planteó la alternación de estos dos partidos en el poder a partir de 1958 y hasta 1974, si bien su desmonte fue gradual y se prolongó hasta 1990. Al permitir únicamente la participación política de los partidos tradicionales de Colombia, el Frente Nacional excluyó del juego político a la oposición. Toda exclusión política genera radicalización, visible en los diversos movimientos sociales que surgieron como protesta contra el Frente Nacional, entre los que destacaron las movilizaciones estudiantiles y las guerrillas revolucionarias. Fue medida común de los gobiernos del Frente reprimir con mano dura toda organización social que no fuera funcional al pacto 3 Samuel Huntington, “Revolución y orden político” El orden político en las sociedades de cambio (Barcelona: Paidós, 2001) 237. 4 Marco Palacios, “País de ciudades” Colombia. País fragmentado, sociedad dividida. Su historia (Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2002) 575. 5 Marco Palacios, “País de ciudades” 556.
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bipartidista, acusándola de ser producto de la “infiltración” comunista en el país.6 Este accionar permite observar cómo la represión que ejerció el Frente Nacional se encuentra como elemento implícito dentro del pacto bipartidista, que al excluir a la oposición de la participación política justificó la opción armada para los sectores más radicalizados, convencidos de que los cambios deseados no se lograrían por medio de vías políticas tradicionales. Como se mencionó en párrafos anteriores, la Revolución Cubana se convirtió en el modelo de la lucha armada en Latinoamérica, propagándose la teoría del foco insurreccional guerrillero como la táctica capaz de derrotar a los sistemas oligárquicos tradicionales. La teoría del foco postula la aparición de un pequeño núcleo armado en alguna zona rural, el cual buscaría actuar como catalizador del descontento popular y con ello esparcir el germen revolucionario hasta lograr el derrocamiento del régimen. El desarrollo práctico de la teoría del foco, inspirada en los escritos de Ernesto “Che” Guevara y de Régis Debray, dio como resultado la aparición de las principales fuerzas revolucionarias beligerantes de la época, si bien la mayoría desapareció al poco tiempo por la incomprensión de las condiciones locales que impidieron la propagación del proyecto insurgente.7 Los defensores del foquismo concibieron al campo como el lugar central para realizar la revolución. En contraste, la ciudad adquirió un papel menor en este proceso, siempre subordinada a las acciones que la guerrilla realizara en el campo. Las ciudades eran vistas como lugares de rebelión importantes, sin embargo, la presencia en ellas de los poderes políticos a derrocar dificultaba su expansión y facilitaba su debilitamiento e incluso cooptación por parte de los gobiernos. Por tanto, se consideró impensable la creación y operación de una guerrilla en las ciudades, sobre todo porque muchos actos de violencia gestados en éstas, como los atentados con bombas molotov, tuvieron un carácter aislado y esporádico que no beneficiaba a la revolución, por el contrario, la perjudicaba. Debray fue muy enfático en esta cuestión al considerar “que el terrorismo de ciudad no puede desempeñar ningún papel decisivo y que entraña a la vez algunos peligros de orden político”, salvo que éste se encuentre vinculado a la lucha en el campo.8 Anulado el valor político de las acciones violentas en la ciudad, las actividades debían enfocarse en el trabajo político de masas que difundiera la existencia y los propósitos de la guerrilla rural, así como la obtención de recursos que permitieran a la gente en el campo continuar con la lucha. Como puede verse, el papel que se le otorgó a la ciudad dentro de la violencia revolucionaria fue secundario, más logístico que operativo. Sin embargo, las contradicciones propias del teoricismo de quienes defendieron el foco guerrillero con la realidad marcaron la necesidad de los grupos armados de incursionar en las ciudades. En primer lugar, no se midió el impacto que las labores contrainsurgentes y la misma violencia revolucionaria causaron en la población, provocando a mediano plazo un entorno de terror que aisló a la guerrilla de su base social, lo cual la condenaba irremediablemente al fracaso, situación que el propio Debray entendió mal al criticar las autodefensas campesinas que dieron origen a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de 6 Mauricio Archila Neira, Idas y venidas, vueltas y revueltas. Protestas sociales en Colombia, 1958-1990, (Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Centro de Investigación y Educación Popular, 2008) 92. 7 En primer lugar se encontraba el origen social de quienes formaron los focos, jóvenes estudiantes y miembros de las clases medias de las urbes, quienes no tenían un conocimiento profundo del campo y del terreno al cual se adentraron. Esta dificultad les impidió formar los cuadros políticos necesarios para irse insertando en el ámbito nacional. De igual modo, el mito de la continentalización de América Latina bajo unos mismos principios ocultó la diversidad política y socioeconómica de los países, por lo que los lineamientos desarrollados en Cuba quedaban invalidados en la práctica. Por último, el aislamiento producido por la incapacidad política del foquismo de crear un contacto firme con las masas, junto con los golpes asestados por la contrainsurgencia, ayudaron a desmantelar rápidamente la mayoría de los focos. 8 Régis Debray, “¿Revolución en la revolución?” Ensayos sobre América Latina. (Distrito Federal: Ediciones ERA, 1981) 215. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Colombia (FARC).9 En segundo lugar, no se entendió correctamente el papel de los campesinos como sujetos revolucionarios y la serie de transformaciones que atravesó el campo durante los sesenta. Samuel Huntington visualizó que el campo poseía un papel variable, ya que tanto podía generar una situación revolucionaria como mantener la estabilidad del sistema.10 Esta cuestión es importante porque, históricamente, las revoluciones y resistencias desarrolladas en el campo son contrarias al cambio, más cuando éste es acelerado. Son movimientos que buscan el retorno a una situación anterior, concepción totalmente opuesta al sentido de época de los sesenta, en donde la violencia revolucionaria se concibió como un instrumento para construir un nuevo mundo. La diferencia de percepciones entre el campesinado y los nuevos actores revolucionarios creó un choque de intereses que fue difícil sortear. Para desgracia de las guerrillas foquistas, el campo latinoamericano sufrió una serie de cambios en los sesenta que lo llevaron a no ser el escenario revolucionario que se creyó en ese entonces. El fenómeno modernizador aumentó las contradicciones dentro de este espacio, recrudecidas por el aumento demográfico de su población, generando un empeoramiento en las condiciones de trabajo y de bienestar, agravado en la mayoría de los países latinoamericanos que no lograron realizar una reforma agraria contra las oligarquías terratenientes y los latifundios. La situación llegó al punto crítico en el que los campesinos comenzaron a migrar a las ciudades, lo que redujo las tensiones en el campo y estabilizó a este sector social al ver satisfechas sus aspiraciones (servicios, educación, trabajo).11 La migración tuvo dos consecuencias claras. La primera es que mostró los límites del espíritu de rebeldía de la época, ya que el traslado masivo de gente del campo se expresó en votos para los sectores progresistas y reformistas que no desearon cambiar radicalmente un sistema que les trajo una serie de beneficios contemplados en sus aspiraciones. En pocas palabras, los campesinos se conservadurizaron al trasladarse a la ciudad. La segunda representó la paradoja de las guerrillas inspiradas en el foco, puesto que éstas empezaron a operar en el campo en un momento donde el actor político estaba reduciéndose al migrar a la ciudad, entorno que empezó a ser percibido como un escenario de lucha más directa que la que se había desarrollado hasta entonces. Este es el contexto histórico en el cual las guerrillas colombianas y latinoamericanas de los sesenta e inspiradas en el foco decidieron involucrarse más activamente en las principales ciudades del país. El cambio de escenario no significó el abandono de la lucha en el campo, que para muchos continuó siendo el epicentro de la revolución. El arribo de la violencia revolucionaria a las ciudades debe entenderse como el resultado de los cambios que se dieron dentro del espectro social, producto de un proceso modernizador excluyente que provocó una amplia gama de movilizaciones sociales, de las cuales las más 9 Debray consideró que la guerrilla revolucionaria tenía que ser clandestina e independiente de la población civil, permitiéndole ello la destrucción progresiva del enemigo. Para contrarrestar el accionar contrainsurgente, la guerrilla debía de poseer movilidad en una extensión territorial amplia, de tal forma que fuera difícil acabar con ella, lo que aseguraba a su vez la protección de los guerrilleros y de los civiles. La principal molestia que Debray tuvo con las autodefensas campesinas fue su carácter defensivo, ya que una guerrilla debe ser ofensiva y desprenderse de la protección civil, al menos la que involucra el asentamiento de los guerrilleros en un lugar determinado, ya que ello impide la proyección territorial necesaria para extender la revolución al resto del país, además de facilitar su localización por la contrainsurgencia. En consecuencia, la autodefensa priva a la guerrilla de su carácter revolucionario y la táctica militar que debe seguir en el campo, que para Debray es una guerra prolongada y de desgaste desatada por el foco. El error central en la interpretación del sociólogo francés fue criticar a las FARC en la base de su fortaleza histórica, en la defensa de su base social que le permitió resistir y seguir un rumbo diferente al del resto de los movimientos armados no sólo colombianos, sino también latinoamericanos. 10 Samuel Huntington, “Revolución y orden político” 260. 11 Esto sucedió con la primera generación de campesinos que arribó a las ciudades, puesto que esta percepción cambió a partir de la segunda generación, cuyo crecimiento y desarrollo se desenvolvió ya en las ciudades y las otrora aspiraciones de sus padres fueron vistas como algo natural, por lo que buscaron ampliarlas, convirtiéndose en actores sociales que cuestionaron al sistema.
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radicalizadas optaron por la lucha armada, que buscó en las urbes ampliar su espectro político. Este proceso complicó la situación de las guerrillas, que a largo plazo las obligó a restructurarse internamente, en algunos casos con resultados funestos.
Las guerrillas colombianas y la violencia revolucionaria en las ciudades Pese a la inviabilidad práctica de usar las enseñanzas cubanas en el resto del continente, en varios países proliferaron focos insurreccionales, algunos de los cuales lograron establecerse con el tiempo al optar por otras tácticas militares. En el caso colombiano, nacieron con raigambre foquista el Movimiento Obrero Estudiantil Campesino 7 de Enero (MOEC), el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y el Ejército Popular de Liberación (EPL). Junto a la insurgencia foquista procubana, donde el ELN fue el caso más ejemplificador de todo el continente, apareció el maoísmo y la defensa de la guerra popular prolongada, táctica que consistió en la creación de un ejército conformado por el pueblo, campesino en su mayoría, y dirigido por una vanguardia partidista que va consolidando lentamente su poder a través de la ocupación de territorios en donde va instaurando un gobierno de transición al socialismo que terminaría derrocando al régimen opresor. Los primeros rastreos del maoísmo en Colombia se pueden hallar en el MOEC. Otras agrupaciones armadas que lo adoptaron fueron el Frente Unido de Acción Revolucionaria (FUAR) y el Partido Comunista Marxista Leninista (PC-ML), resultado de las escisiones del Partido Comunista Colombiano (PCC) al calor de la ruptura chino-soviética y cuyo brazo armado fue el EPL. Debe rescatarse el hecho que, pese a seguir unos postulados ideológicos provenientes del mundo asiático, en la práctica al final adoptaron el foquismo como táctica militar, mostrando la enorme impronta que significó la experiencia cubana para los revolucionarios latinoamericanos. Las acciones revolucionarias en las ciudades colombianas pueden clasificarse en tres grandes grupos: acciones violentas sin vínculos con algún movimiento armado, el trabajo político de masas y la violencia revolucionaria con nexos con las guerrillas del campo. El primer grupo se configuró a través de protestas violentas, entre ellas la colocación de explosivos de baja intensidad en edificios política y económicamente importantes como embajadas, clubes de comercio y recintos de justicia, las cuales si bien tenían un tinte político no lograron pasar de ser actos que denotaron inconformidad social respecto al orden sistémico. Realizados en su mayoría por universitarios, estos sucesos son difíciles de encontrarles algún móvil concreto debido a la falta de información amplia respecto a ellos. El activismo político de masas se puede catalogar como revolucionario por su discurso radical respecto a la necesidad de cambiar la realidad y el sistema existente. Entre las acciones más comunes que realizó fue la difusión del pensamiento cubano y chino por medio de “publicaciones de incitación subversiva”, las cuales, según la postura del gobierno colombiano, “no tienen propósitos educativos, ni recreativos, […] sino únicamente proselitismo e instrucción de tipo revolucionario subversivo (como guerra de guerrillas), instigación al odio sin reticencias ni medida y en síntesis el planteamiento de que solo la lucha armada podrá mejorar las condiciones de vida popular”.12 Por lo general, el activismo político no estaba en contra de la violencia revolucionaria, si bien muchos de sus integrantes no tomaron las armas o simplemente no hicieron referencia alguna al uso de ésta como método transformador de la sociedad. Al final, ante la crisis y fracaso de la lucha armada, el activismo político demostró ser más eficaz y productivo que la violencia. A lo largo de la década de los sesenta, diversos focos insurreccionales terminaron 12 “Las publicaciones de incitación subversiva”, sin lugar, sin fecha. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folio 104. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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por asentarse en el territorio colombiano, dando origen a las guerrillas de influencia cubana y de ideología maoísta con uso de tácticas cubanas, como fue el caso del EPL. Estos grupos ejercieron sus principales actividades armadas en el campo, empero, las ciudades se presentaron, por los motivos ya expuestos, como puntos importantes para agilizar el triunfo de la revolución. En consecuencia, es posible observar un incipiente activismo de éstas dentro de las urbes, consistente básicamente en propaganda política y en la obtención de recursos, acciones realizadas en ocasiones con violencia. Para los gobiernos del Frente Nacional, la violencia revolucionaria en las ciudades poseyó un nivel de peligrosidad elevado cuando se encontró vinculada a una organización política y/o social que tuviese alguna relación con las guerrillas. Por ello procedieron a catalogar todo movimiento o protesta como subversivo y terrorista, categorizaciones que justificaron la represión estatal. El anticomunismo se presentó como el lineamiento que los gobiernos y la contrainsurgencia siguieron en la persecución de los movimientos sociales de la época, olvidando en ocasiones las causas concretas que originaron las protestas. Las Fuerzas Armadas sintetizaron los cambios de la violencia guerrillera y su incursión a las ciudades en las siguientes líneas: Ante el fracaso de algunos movimientos armados en las zonas rurales por presión de las Fuerzas Armadas regulares, los simpatizantes y seguidores castristas, vienen siguiendo instrucciones de la Habana, para iniciar una nueva ola de violencia en los sectores urbanos del territorio nacional, como un acto de justificación a las erogaciones Cubanas. De ahí que en los centros urbanos se viene desarrollando una labor intensa en la formación de jóvenes e integración de redes clandestinas en todos los frentes del sector público, tendiente a que en un futuro cercano se de comienzo a incursiones terroristas contra las autoridades, industrias y sus dirigentes, representaciones extranjeras, especialmente las delegaciones norteamericanas. A esta labor se dedican sectores universitarios de la extinta ‘FUN’, adeptos del ELN, MOEC y PCC-ML, quienes organizan a sus gentes en Comandos Urbanos.13
Los estudiantes aparecieron como el principal sector que nutrió la violencia en las ciudades, ahora mejor organizados y con fines políticos más claros. Su radicalidad aumentó bajo el gobierno de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970), quien actuó con mano dura contra este sector social, suprimiendo la Federación Universitaria Nacional (FUN), el principal organismo de expresión de los estudiantes. Además, dictó varios decretos que minaron la autonomía universitaria y aumentaron las labores de espionaje dentro de las universidades en búsqueda de grupos que sirvieran de intermediarios entre las guerrillas y quienes los apoyaban en las ciudades.14 Organizaciones procastristas como el ELN y el maoísta EPL fueron los grupos insurgentes que más se arraigaron en las ciudades durante los sesenta. En lo referente a las primeras, las demandas de las guerrillas procastristas colombianas se centraron en la caída de las oligarquías que conformaron el Frente Nacional, cuya cerrazón política fue vista como un acto de corrupción contra el pueblo, al que se le impedía el justo derecho de tomar las riendas de su propio destino, la expulsión de todo rastro del imperialismo estadounidense en el país, considerado la principal afronta para lograr la verdadera 13 Junta de Inteligencia Nacional, “Boletín de la Junta de Inteligencia Nacional correspondiente a la reunión llevada a cabo el día 19 de noviembre de 1968”, Bogotá-Colombia, 19 de noviembre de 1968. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 97, Carpeta 732, Folio 20. 14 Citando un caso, el Ejército colombiano investigó la existencia de “organizaciones de fachada” que hacían labores de proselitismo político y de apoyo a las guerrillas dentro de la Universidad Nacional. Estos fueron los casos de grupos como “Bandera Roja”, considerado cercano al EPL, o “El Comunero”, de raigambre camilista y elenista, quienes publicaron artículos y revistas de corte “agitacional”, entre las que se encontraron afinidades por la lucha armada. [Ejército Nacional, “Organizaciones de fachada del Partido Comunista en la Universidad Nacional”, Bogotá-Colombia, sin fecha. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folio 13.]
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independencia, y la defensa de la soberanía nacional contra toda injerencia extranjera que tuviera tintes colonialistas, demanda que se observó, por ejemplo, en el ELN y la defensa de los recursos naturales, tema que si bien desarrolló ampliamente hasta los ochenta, con campañas como Despierta Colombia… nos están robando el petróleo, tiene sus orígenes en los sesenta a partir de la interrelación entre los anhelos de lucha por la soberanía nacional y la autodeterminación de los pueblos.15 Al representar Cuba el modelo a seguir para los foquistas, se buscó el apoyo del gobierno de Castro para la implantación de focos insurreccionales a lo largo de Latinoamérica. Uno de aquellos grupos que buscaron la ayuda cubana fue la “Brigada pro-liberación José Antonio Galán”, constituida en 1962 y que dio origen al ELN. Los apoyos recibidos crearon la idea de que Castro siempre apoyaría toda acción armada y les brindaría ayuda en cualquier momento que la necesitasen,16 si bien ello no significó que el líder cubano comandara estos grupos como lo llegaron a creer en su momento las Fuerzas Armadas y el gobierno colombiano. Este apoyo quedó demostrado en un caso que sonó internacionalmente: el secuestro de dos aviones de Avianca el 22 de septiembre de 1968. Considerados como el mayo acto de “piratería aérea” en la historia de la aviación comercial hasta ese momento,17 los hechos sucedieron cuando un Boeing 727 y un DC-4 fueron secuestrados tras despegar de Barranquilla. El Boeing fue desviado hacia el aeropuerto cubano de Camagüey, mientras el DC-4, después de recorrer la costa caribeña hasta Maicao, fue conducido a la ciudad de Santiago de Cuba. El mismo día del secuestro, el Boeing retornó a Barranquilla, mientras el DC-4 espero un poco más en búsqueda de condiciones climáticas óptimas para el vuelo. Los autores, quienes se quedaron en Cuba, secuestraron en total a 139 pasajeros más la tripulación de las aeronaves. El mismo día de los secuestro se descubrió que sus autores eran simpatizantes del gobierno de Fidel Castro. El secuestrador del Boeing 727 fue identificado como Ramón García Mallorca, cuyos hermanos Fernando y Joaquín habían secuestrado, el 9 de septiembre del año anterior, otro avión comercial que también fue desviado a Cuba. Según la información dada a conocer al público, los hermanos García Mallorca habían formado un comité procastrista en la comunidad de Guamal, donde “por espacio de dos años estuvieron adoctrinando a muchos de sus coterráneos”.18 El sastre Carlos Londoño fue el autor del secuestro del DC-4, acusado de pertenecer al movimiento castrista de la Costa Norte de Colombia. A su vez, Londoño era miembro de un grupo intermediario entre el gobierno cubano y los focos guerrilleros procastristas, a los cuales abastecían de armas y otros recursos.19 Si bien los móviles de estos sucesos no son del todo claros, es de suponer que buscaron llamar la atención con un golpe mediático de gran trascendencia que acelerara el triunfo revolucionario, un accionar característico de las futuras guerrillas urbanas. Su lógica se halla en los constantes fracasos de las guerrillas rurales en tomar el poder, tal como sucedió en este caso donde los grupos a los que pertenecieron los secuestradores no lograron formar focos insurgentes en la costa del Caribe. En consecuencia, como una medida radical de violencia revolucionaria gestada en el entorno urbano, estos individuos 15 Pedraza Vargas, Oscar Humberto. “El ejercicio de la liberación nacional: ética y recursos naturales en el ELN” Una historia inconclusa. Izquierdas políticas y sociales en Colombia (Bogotá: Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), 2009) 232-233. 16 A lo largo de los sesenta, el régimen cubano apoyó todo foco insurgente latinoamericano posible, justificando su actuar en la lucha por la liberación del continente. Sin embargo, México fue la excepción a la regla. Mientras los países de la región le daban la espalda al gobierno socialista cubano, el gobierno mexicano decidió mantener relaciones diplomáticas con la isla y fue el único país que voto contra la expulsión de Cuba de la Organización de Estados Americanos (OEA), decisión que fue encabezada por el gobierno colombiano de Alberto Lleras Camargo (1958-1962). Como respuesta a estas acciones solidarias, Castro no intervino en la política interna de México ni apoyó la formación de focos guerrilleros en él. 17 “Secuestrados dos aviones de Avianca”. El Tiempo, Bogotá, lunes 23 de septiembre de 1968, p. 1A. 18 “Ramón García, Secuestrador del Jet 1401”. El Tiempo, Bogotá, lunes 23 de septiembre de 1968, p. 7A. 19 “Carlos Londoño, Autor del Secuestro del DC-4”. El Tiempo, Bogotá, lunes 23 de septiembre de 1968, p. 7A. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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procedieron al secuestro de aviones, una práctica que comenzó a ser temida en todo el mundo. De los grupos armados que adoptaron el foco guerrillero, fue el ELN quien mejor se desenvolvió en estos años. Liderado por Fabio Vázquez Castaño, el primer foco del ELN se ubicó en San Vicente de Chucurí, Departamento de Santander, a mediados de 1964, naciendo formalmente el grupo guerrillero el 4 de julio, si bien fue conocido públicamente hasta la toma de Simacota el 7 de enero de 1965. Desde su nacimiento, el trabajo urbano fue de vital importancia para el ELN, quizás más que para alguna de las otras guerrillas del momento. Ello se debió a que su principal componente social, además de los campesinos que llegaron a unirse, provino de sectores juveniles y universitarios, de donde salieron figuras destacadas como Jaime Arenas, Ricardo Lara Parada y el cura Camilo Torres. La violencia revolucionaria en las ciudades le causó problemas al ELN, algunos de ellos aún incluso antes de que se diera a conocer públicamente. Esto ocurrió en septiembre de 1964, cuando Víctor Medina Morón, uno de los integrantes de la Brigada, fue descubierto por las autoridades tras una serie de atentados realizados en Bucaramanga y Bogotá contra los Institutos Colomboamericanos, huyendo del entorno urbano y obligado a adentrarse a las montañas con la guerrilla, cuya presencia generó dos contradicciones internas que maduraron con el tiempo y que trajeron funestas consecuencias para la organización: la división entre lo urbano y lo rural, por un lado, y entre lo político y lo militar por el otro.20 El ELN constituyó núcleos urbanos cuya violencia desatada tuvo como propósito reducir el hostigamiento militar al que era sometida la guerrilla en el campo, además de servir como elemento cohesionador dentro de la premisa ideológica de “liberación o muerte”, para lo cual se procedió a la creación de redes urbanas de ajusticiamiento contra aquellos individuos considerados traidores a la causa, principalmente los desertores, tal como sucedió con Samuel Martínez, ex dirigente sindical petrolero que desertó de la guerrilla después de la toma de Simacota y que fue ejecutado por la red urbana del ELN en Barrancabermeja.21 El sacerdote Noel Olaya destacó entre los individuos que formaron parte del accionar urbano del ELN. Olaya fue considerado por los militares como uno de los principales elementos del aparato logístico del ELN en la ciudad de Bogotá, cuya área de influencia abarcó varios barrios de la capital, con la posibilidad de extenderse a otras ciudades del país. El grupo que trabajó para Olaya estaba compuesto por obreros, estudiantes y “elementos femeninos”, algunos de ellos mandados a Cuba para ser entrenados y recibir instrucción en operaciones clandestinas dentro de las ciudades.22 Pese a los casos donde se presentaron actos de violencia, para el ELN resultó más fructífero el trabajo político de masas que desarrolló en las ciudades. Para ello fue fundamental la figura de Camilo Torres, sacerdote y sociólogo que tras un proceso de radicalización política se integró al ELN. Antes de adentrarse a las montañas, Torres sirvió a la guerrilla como militante “en comisión en la ciudad”,23 es decir, tuvo como propósito conseguir gente afín a la guerrilla para que se integrara a sus cuadros de apoyo, además de la labor de crear conciencia en la sociedad sobre lo necesario que era tomar las armas para transformar al país. Su muerte, ocurrida en Patio Cemento el 15 de febrero de 1966, fue utilizada hábilmente por el ELN, quien la monopolizó como parte de su mitificación 20 Carlos Medina Gallego, “FARC-EP y ELN. Una historia política comparada (1958-2006)” Tesis Doctorado en Historia, Universidad Nacional de Colombia, 2010, 198-199. Disponible en: <http://www.bdigital.unal.edu.co/3556/1/469029.2010. pdf> (22 de noviembre de 2011). 21 Carlos Medina Gallego, “FARC-EP y ELN. Una historia política comparada (1958-2006)” 205. 22 Fuerzas Militares de Colombia, “Boletín de la Junta de Inteligencia Militar correspondiente a la semana correspondida entre el 29 de octubre y el 5 de noviembre de 1969”, Bogotá-Colombia, 5 de noviembre de 1969. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folio 80. 23 Walter J. Broderick, Camilo Torres Restrepo. (Bogotá: Planeta, 1996) 330.
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revolucionaria. La apropiación de la muerte de Camilo Torres le trajo a la guerrilla resultados positivos en las ciudades, puesto que varios sacerdotes y jóvenes universitarios, que veían en la figura del cura un modelo de vida, decidieron convertirse en militantes. Dentro del ambiente universitario se formaron los llamados Comités Camilistas, encargados de realizar trabajo político en universidades y barrios, muchos de ellos pertenecientes a los “cinturones de miseria”, intentando canalizar simpatías por el ELN. Estos ejemplos muestran cómo para esta guerrilla fue más eficaz el trabajo político que los actos de violencia en las ciudades, si bien esto no la salvó de sus contradicciones internas y de la acción contrainsurgente que casi la aniquiló en la Operación Anorí en 1973. De los grupos de tendencia maoísta, el EPL fue quien mayor raigambre tuvo en las ciudades. La crisis interna que sufrió el PCC a inicios de los sesenta terminó por generarle varias escisiones, siendo la más importante de ellas la “restructuración” del partido, que ahora se llamaría Partido Comunista de Colombia- Marxista Leninista (PCC-ML o simplemente PC-ML), que nació en Medellín en 1964 y que abogó por la lucha armada siguiendo la táctica maoísta de guerra popular prolongada, si bien en la práctica adoptó el foquismo y una férrea postura ortodoxa que, con el tiempo, le fue perjudicial. El PC-ML consideró negativo para el triunfo revolucionario que la lucha armada se desarrollara en las ciudades. El máximo dirigente del EPL en sus inicios, Pedro Vázquez Rendón, cuestionó la orientación “fundamentalmente urbana de la lucha armada” que tenían algunos miembros del partido.24 Como resultado, se buscó implantar focos insurgentes en varias zonas del país, estableciéndose finalmente en el Alto Sinú, Departamento de Antioquia, y en San Jorge, Departamento de Córdoba, el cual era conocido dentro de la organización como “El Noro”. Fue en estos puntos de arraigo donde, en diciembre de 1967, se constituyó formalmente el EPL. El EPL se caracterizó por una ortodoxia radical, considerando traidor a todo aquel que no estuviese de acuerdo con la lucha armada, lo que significó la expulsión de varios de sus integrantes en los años siguientes. Junto a la adopción del foquismo, el PC-ML decidió pasar a la clandestinidad, hecho que lo aisló tanto a él como a su brazo armado de su base social, provocando la primera crisis interna del EPL tras caer en combate Vázquez Rendón a finales de la década, quien operaba en las afueras de Medellín y cuya muerte fue dada a conocer al público por el Partido con el ánimo de exhortar a los militantes a luchar contra las “oligarquías Ospino-Lleristas” y vengarlo en nombre del proletariado, los campesinos, los estudiantes y los “verdaderos patriotas”.25 El PC-ML y el EPL consideraron que el campo era el centro de la lucha revolucionaria, el lugar donde se necesitaba que brillaran los “fusiles del pueblo”, mientras que la labor en las ciudades debía agilizar el triunfo en el campo. Debido a su percepción negativa de la lucha armada en las ciudades, el accionar del EPL en éstas consistió principalmente en un activismo político radical que no generó actos de violencia notables. Este proselitismo se basó en la difusión de las actividades del grupo guerrillero mediante boletines y folletos, en su mayoría elaborados en Medellín por Guillermo Puyana Mutis, quien fue vigilado por los militares por sus constantes llamamientos a la violencia contra el gobierno, “para que en cada barrio, fábrica, vereda, escuela, caserío, etc., se constituyan comités de defensa popular y cabildos abiertos para organizar y dirigir al pueblo en la lucha”.26 24 Citado en Álvaro Villarraga S y Nelson R. Plazas N. Para reconstruir los sueños. Una historia del EPL. (Bogotá: Fondo Editorial para la Paz, Fundación PROGRESAR, Fundación CULTURA DEMOCRÁTICA, 1995) 40. 25 Policía Nacional, “Boletín para la Junta de Inteligencia Nacional No. 013.”, Bogotá-Colombia, 15 de abril de 1969. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folio 108. 26 Fuerzas Militares de Colombia, “Boletín de la Junta de Inteligencia correspondiente a la reunión llevada a cabo el día 28 de enero de 1969”, Bogotá-Colombia, 31 de enero de 1969. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 117, Carpeta 881, Folio 276. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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En contraste a su trabajo político, las acciones violentas del EPL en las ciudades no fueron frecuentes y su impacto mediático fue mínimo. El gobierno colombiano las consideró simples actos desesperados de terrorismo ante el fracaso armado de los focos rurales, pues a su consideración “la nueva ola de atentados terroristas que se vienen registrando en el país en los últimos días, indican que las fuerzas extremistas que controla el PCC-ML, ante su fracaso en zonas rurales, trata de organizar gente que se dedique al terrorismo y a actividades urbanas tratando de conseguir un apoyo a sus grupos en armas.”27
A modo de conclusión La experiencia colombiana de los grupos armados que desarrollaron la violencia revolucionaria en las ciudades durante los sesenta permite observar que sus acciones fueron poco frecuentes, pues el campo era el centro de la lucha, atendiendo la necesidad de penetrar en el espacio urbano cuando los focos rurales empezaron a ser derrotados. Para desgracia de las guerrillas, la actividad armada en las ciudades les generó más problemas que beneficios, situación visible en el ELN, donde la violencia urbana que desataron sus cuadros puso en peligro la ubicación de la guerrilla al ponerse sus militantes en evidencia. Sus escasos resultados fueron claros frente al proselitismo político que consiguió mayor adhesión en los cuadros urbanos y frente a la actitud del gobierno y las fuerzas del orden que las consideraron medidas desesperadas ante el fracaso de los focos rurales. La percepción gubernamental tiene su razón de ser en la crisis interna que vivieron las guerrillas a finales de los sesenta e inicios de los setenta. En el caso del ELN, a partir de 1967 se agudizaron una serie de conflictos internos que culminaron en complots, traiciones y asesinatos entre los integrantes de la organización. Las contradicciones internas fueron resueltas por la vía militar que, mediante fusilamientos y la “vigilancia revolucionaria” de sus militantes, logró que el ELN obtuviera un relativo auge a costa del abandono del trabajo político de masas, lo que condujo a un “cierre de seguridad” que lo aisló de la sociedad y lo dejó sin vínculos con los sectores urbanos que antes lo nutrieron. Este aislamiento fue fatídico cuando se realizó la Operación contrainsurgente de Anorí entre agosto y octubre de 1973, en donde la guerrilla tuvo 27 bajas junto a un gran número de capturas y deserciones,28 perdiendo cerca de un tercio del total de sus fuerzas. El EPL fue víctima de la férrea ortodoxia de sus líderes y de la inexperiencia militar de sus miembros. Se obligó a la dirección del PC-ML a acompañar a la guerrilla al campo, lo que no agradó a muchos, por lo que se procedió a la expulsión de varios de sus integrantes que, junto con la clandestinidad a la que se sometió al partido, aisló a la guerrilla de sus necesarios contactos en las ciudades. La inexperiencia militar provocó que en el cerco que el Ejército realizó contra “El Noro” en 1968, el EPL perdiera a Vázquez Rendón y que, para finales de los sesenta, su Comité Central quedara reducido a seis personas, erigiéndose Pedro León Arboleda como el nuevo líder de la organización hasta su muerte en 1975. La situación de las guerrillas colombianas a finales de los sesenta formó parte de lo que considero la primera crisis de la lucha armada en América Latina, producto de los fracasos insurgentes y del reconocimiento de la ineficacia de la experiencia cubana para el resto del continente. Los movimientos insurreccionales se dieron cuenta tardíamente que las condiciones para implantar un foco en el continente no eran favorables como lo fue en Cuba, ni que el voluntarismo era suficiente para derrotar a los ejércitos nacionales, los cuales, en su lucha contrainsurgente, se fortalecieron y sofisticaron. Estos fracasos 27 Junta de Inteligencia Nacional, “Boletín de la Junta de Inteligencia Nacional correspondiente a la reunión llevada a cabo el día 22 de octubre de 1968”, Bogotá-Colombia, 22 de octubre de 1968. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 97, Carpeta 732, Folio 72. 28 Carlos Medina Gallego, “FARC-EP y ELN. Una historia política comparada (1958-2006)” 355.
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llevaron a un serio replanteamiento respecto a las tácticas que debía seguir la lucha armada en el continente. Una de ellas fue la concesión de un papel primordial a la violencia revolucionaria en las ciudades, que devino en la formación de las guerrillas urbanas de los setenta, algunas de las cuales poseyeron un discurso menos ortodoxo y dogmático en comparación a las guerrillas rurales del decenio anterior, lo que se tradujo en un mayor interés y apoyo social hacia éstas. Este fue el caso del Movimiento 19 de Abril (M-19). En conclusión, la violencia revolucionaria que vivieron las ciudades de Colombia y de Latinoamérica durante los sesentas ocupó un papel secundario dentro del espectro de la lucha armada que tuvo al campesino y a la guerrilla rural como su vanguardia. Sus acciones buscaron ser una función distractora del verdadero escenario de lucha que era el campo. Será necesaria la crisis del foquismo guerrillero para darle a la ciudad un papel más importante dentro de la violencia armada. El resultado fue el desplazamiento de la insurgencia del campo a la ciudad, que no significó la desaparición de las operaciones en el primero, sino sólo la restructuración de principios y estrategias que permitieron a la violencia revolucionaria vivir en el imaginario de las izquierdas por dos décadas más, hasta que en los años ochenta empezó a gestarse un desencanto respecto a esta forma de lucha.
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REFERENCIAS Documentos “Carlos Londoño, Autor del Secuestro del DC-4”. El Tiempo, Bogotá, lunes 23 de septiembre de 1968, 7A pp. Ejército Nacional. “Organizaciones de fachada del Partido Comunista en la Universidad Nacional”, Bogotá-Colombia, sin fecha. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folio 13. Fuerzas Militares de Colombia. “Boletín de la Junta de Inteligencia correspondiente a la reunión llevada a cabo el día 28 de enero de 1969”, Bogotá-Colombia, 31 de enero de 1969. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 117, Carpeta 881, Folios 275-280. _____________________, “Boletín de la Junta de Inteligencia Militar correspondiente a la semana correspondida entre el 29 de octubre y el 5 de noviembre de 1969”, BogotáColombia, 5 de noviembre de 1969. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folios 79-82. Junta de Inteligencia Nacional, “Boletín de la Junta de Inteligencia Nacional correspondiente a la reunión llevada a cabo el día 19 de noviembre de 1968”, BogotáColombia, 19 de noviembre de 1968. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 97, Carpeta 732, Folios 19-25. ____________________, “Boletín de la Junta de Inteligencia Nacional correspondiente a la reunión llevada a cabo el día 22 de octubre de 1968”, Bogotá-Colombia, 22 de octubre de 1968. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 97, Carpeta 732, Folios 71-77. “Las publicaciones de incitación subversiva”, sin lugar, sin fecha. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folios 102-106. Policía Nacional, “Boletín para la Junta de Inteligencia Nacional No. 013.”, BogotáColombia, 15 de abril de 1969. Archivo General de la Nación, Bogotá, Fondo Ministerio del Interior (antes de Gobierno), Sección Despacho del Ministro, Caja 120, Carpeta 894, Folios 107-113. “Ramón García, Secuestrador del Jet 1401”. El Tiempo, Bogotá, lunes 23 de septiembre de 1968, 1A y 7A pp. “Secuestrados dos aviones de Avianca”. El Tiempo, Bogotá, lunes 23 de septiembre de 1968, 1A y 8A pp.
Bibliografía Archila Neira, Mauricio. Idas y venidas, vueltas y revueltas. Protestas sociales en Colombia, 19581990, Bogotá: Instituto Colombiano de Antropología e Historia, Centro de Investigación y Educación Popular, 2008, 508.
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Broderick, Walter J. Camilo Torres Restrepo, Bogotá: Planeta, 1996, 458. Debray, Régis. “¿Revolución en la revolución?” Ensayos sobre América Latina, Distrito Federal: Ediciones ERA, 1981, 163-260. Gilman, Claudia. Entre la pluma y el fusil. Debates y dilemas del escritor revolucionario en América Latina, Buenos Aires: Siglo XXI Editores Argentina, 2003, 403. Huntington, Samuel. “Revolución y orden político” en El orden político en las sociedades de cambio, Barcelona: Paidós, 2001, 236-302 . Medina Gallego, Carlos. “FARC-EP y ELN. Una historia política comparada (19582006)” (Tesis Doctorado en Historia, Universidad Nacional de Colombia, 2010), 1057 pp. Disponible en: <http://www.bdigital.unal.edu.co/3556/1/469029.2010.pdf> (22 de noviembre de 2011). Palacios, Marco. “País de ciudades” Colombia. País fragmentado, sociedad dividida. Su historia, Bogotá: Grupo Editorial Norma, 2002, 547-580. Pedraza Vargas, Oscar Humberto. “El ejercicio de la liberación nacional: ética y recursos naturales en el ELN” Una historia inconclusa. Izquierdas políticas y sociales en Colombia, Bogotá: Centro de Investigación y Educación Popular (CINEP), 2009, 215-248. Villarraga S., Álvaro y Nelson R. Plazas N. Para reconstruir los sueños. Una historia del EPL. Bogotá: Fondo Editorial para la Paz, Fundación PROGRESAR, Fundación CULTURA DEMOCRÁTICA, 1995, 470.
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Sobre fuente e investigación histórica: una reflexión de primer orden en la formación de historiadores César Augusto Lenis Ballesteros *
Obertura Este texto es fruto de una experiencia docente en varias universidades en las que he dictado cursos orientados a la formación de historiadores y de maestros de Historia. En todas mis clases el uso, la crítica y el análisis de fuentes para la investigación sobre problemas sociales en las variables tiempo, espacio y cambio, son un componente básico, insistente e importante. No haré profundas reflexiones epistemológicas sobre el oficio de historiar; lo que pretendo es consignar una serie de comentarios, a propósito de las fuentes y la investigación en un contexto como el nuestro, el colombiano, siempre pensando en la funcionalidad que puedan tener para un estudiante que ha comenzado su proceso de formación por los senderos de Clío. En el fondo, es una reflexión sobre algo que seguramente la mayoría de historiadores sabemos: la concepción de la historiografía contemporánea que plantea que el Historiador no solamente trabaja con fuentes escritas, como se pensaba hasta hace solo pocas décadas.1 Es algo ya conocido. Sin embargo, son pocos los textos en los cuales se plantea de manera directa. Si bien puede ser algo obvio para la mayoría de colegas, considero que ejercicios como éste son útiles y, sobre todo, necesarios para nuestros estudiantes. Durante los cursos de Teorías y Métodos de la Historia, Paleografía y Diplomática, Demografía Histórica, Historia de Colombia, e Historia de Antioquia, he tenido la posibilidad de recorrer parte de nuestro territorio, consultando archivos, analizando problemas sociales, vinculándolos con la observación del espacio geográfico, e identificando posibles fuentes para la investigación histórica sobre las regiones visitadas. Todo aquello ha servido para orientar el trabajo de los asistentes a los cursos dictados por el autor quienes, con seguridad, han aprovechado esa posibilidad de iniciar un profundo conocimiento de las fuentes para estudiar diferentes momentos y procesos del pasado colombiano. El aprendizaje, el debate y los ejercicios con fuentes capacitan a los estudiantes para ejercer como historiadores en nuestro país, o fuera de él. En España consulté manuscritos que reposan en el archivo General de Indias, en Sevilla; mas hoy en día un estudiante o un investigador puede acceder a aquella valiosa documentación si usa las herramientas de la web. En la actual “era de la información”, se ha facilitado enormemente el trabajo de los historiadores, hasta el punto de que ya no es necesario realizar prolongadas estancias en ciudades y países distantes. Sin lugar a dudas, todo esto ha servido para ampliar las posibilidades de indagación y consulta, a propósito de las eventuales fuentes para la investigación en Historia. A mis estudiantes les ha sido de utilidad; lógicamente, a mí también, y por eso este pequeño escrito, que no * Profesor del Departamento de Historia de la Universidad de Antioquia. Historiador egresado y Magíster en Historia de la Universidad Nacional de Colombia, sede de Medellín; Licenciado en Geografía e Historia, de la Universidad de Antioquia; Máster en Historia de América, de la Universidad Pablo de Olavide; y Candidato a Doctor en Historia de América, de la misma Universidad. 1 Julio Aróstegui, la investigación histórica: teoría y método (Barcelona: Editorial Crítica, 2001) 378. Aróstegui sigue esa línea de “apertura” en relación con la concepción sobre las fuentes para la investigación histórica. Plantea que “fuente” puede ser cualquier tipo de “documento existente, cualquier realidad que pueda aportar testimonio, huella reliquia, cualquiera que sea su lenguaje.” Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Sobre fuente e investigación histórica: una reflexión de primer orden en la formación de historiadores
es más que un acercamiento a esos posibles testigos que un historiador puede utilizar a la hora de tratar los problemas que se plantea.
Fuentes documentales: entre la tradición y la novedad Hasta hace poco tiempo, entre nosotros las fuentes con las cuales se “hacía Historia” estaban condicionadas por su carácter “escrito”; es decir, sólo se podía investigar la Historia a partir de registros documentales y, por tal motivo, sólo eran consideradas como fuentes las que contaban con un soporte en papel, ya fuera manuscrito, mecanoscrito o impreso. Esta idea ha ido desapareciendo progresivamente. En la actualidad, la llamada “interdisciplinariedad” en las Ciencias Humanas ha ampliado el abanico de posibilidades en la utilización de fuentes que provienen de distintos campos del saber y eso se refleja en el surgimiento de multitud de posibilidades de estudio – lógicamente, a partir de nuevas y sugerentes fuentes -, y de problemas de investigación novedosos.2 Proyectos historiográficos recientes han enriquecido mucho más ese panorama. La utilización de “fuentes poco convencionales” para la investigación histórica está directamente ligada a este fenómeno. Hoy en día se acepta que todo vestigio del pasado, independientemente de su soporte, siempre y cuando pueda ser interrogado, y sometido a la crítica, puede ser fuente para la investigación histórica.3 En las últimas décadas se ha tomado conciencia sobre el valor de los archivos para la investigación histórica en Colombia. El solo hecho de que hoy en día contemos con una legislación que protege los acervos documentales de su total extinción (al menos en teoría), es una clara muestra de los avances que al respecto se han desarrollado en Colombia.4 La elaboración de tablas de retención documental, la Ley General de Archivos, la conformación de comités en municipios y departamentos, y la vigilante acción de entidades como el Archivo General de la Nación, han servido para tomar conciencia sobre la necesidad de preservar, organizar y poner al servicio depósitos documentales que son fuentes vitales para los investigadores sociales. Un tipo de fuentes documentales de muy fácil acceso e importantes para estudiar el periodo colonial o el republicano, son las fuentes impresas; con este nombre podemos identificar documentos de época que, por su valor, han sido sometidos a procesos de edición que hacen de su difusión generalizada una de sus principales características. En este grupo, entonces, se pueden contar las “publicaciones”, llamadas así porque salían del ámbito personal y privado, para ser destinadas al público mediante el recurso de la imprenta. Son libros, hojas sueltas, publicaciones periódicas y folletos de tiempos antiguos que podemos leer hoy en día en ediciones que reposan en bibliotecas diversas; hasta podemos adquirirlas y tenerlas en nuestras casas; aunque sean textos antiguos, son de fácil consulta.5 2 Cf. Germán Colmenares, “Sobre Fuentes, temporalidad y escritura de la Historia”, Ensayos sobre historiografía (Bogotá: TM Editores, 1997). 3 Giuseppe Galasso, Nada más que Historia. Teoría y metodología (Barcelona: Ariel 2001) 249-299. 4 Cf. Archivos e investigación. Memorias del primer encuentro. Medellín. Octubre 13 – 15 de 1993, Medellín, Archivo General de la Nación / Sistema Nacional de Archivos / Red Departamental de Archivos de Antioquia, 1994. 5 Existen muy buenas bases de datos que contienen materiales como éstos, propiedad de algunas de las más importantes bibliotecas del país, y que pueden ser consultados con relativa facilidad. Ver: Biblioteca Luis Ángel Arango (http:// ticuna.banrep.gov.co:8080/opac/inicio.htm), Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia (http://opac.udea.edu.co), Biblioteca Luis Echavarría Villegas, de la Universidad EAFIT (http://200.12.186.177:8080/sinbad), o Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina (http://www.bibliotecapiloto.gov.co/index.php?option=com_wrapper&view=wra pper&Itemid=16). Un ejemplo de fuentes impresas son las Crónicas y Relaciones del siglo XVI; textos de época y que han sido publicadas, lo que facilita enormemente su consulta. Ver: Lucas Fernández de Piedrahita, Noticia historial de las conquistas del Nuevo Reino de Granada, (Bogotá, Ediciones de la Revista Xímenez de Quezada, 1973. Dos tomos); Fray Pedro de Aguado,
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El siglo XIX fue por excelencia el siglo de la prensa en Colombia. Aunque ya desde finales del siglo XVIII se comenzaron a publicar algunos periódicos de importancia en el Nuevo Reino de Granada, fue en el siglo siguiente cuando la práctica de publicar periódicos se generalizó y alcanzó niveles antes insospechados. Periódicos literarios, científicos, industriales, religiosos, o con fuertes tintes políticos, se convirtieron en los órganos de difusión oficial de los más diversos sectores de la sociedad colombiana de la época. Pretendían “fijar opinión” y difusión de temas de interés general. La Biblioteca Luis Ángel Arango, o la Sala de Prensa de la Universidad de Antioquia, son tal vez los más importantes depósitos de publicaciones periódicas en Colombia; colecciones que sirven para indagar sobre múltiples problemas de la historia nacional. Cuentan con índices, algunos muy bien elaborados, y herramientas de consulta que facilitan la labor de los investigadores. Lectores de microfilm e imágenes digitales, conviven con el papel y muestran el desarrollo de programas de conservación que con seguridad les permitirán a futuras generaciones tener acceso a tan valiosos materiales.6 Bajo este grupo de fuentes (las impresas) debe incluirse un tipo que recientemente ha ingresado con mucha contundencia al contexto historiográfico en Colombia y el resto de América Latina: eso que el historiador sueco Magnus Mörner nombró “Literatura de viajeros”.7 Tal literatura comenzó a escribirse desde finales del siglo XVIII; sin embargo, fue después de las guerras de Independencia, cuando los nuevos gobiernos en la América hispana recibieron con entusiasmo a soldados, mercaderes, empresarios, científicos, exploradores, diplomáticos y aventureros no ibéricos. Estos relatos fueron abundantes: algunos viajeros tomaban apuntes de sus viajes y experiencias en sus libretas, y escribieron sus textos como Impresiones, Relaciones, Viajes, Crónicas o Exploraciones, que ahora son sugerentes fuentes para los investigadores del pasado. Los historiadores del país debemos conocer esa literatura, saber de sus autores, identificar sus procedencias, intereses, profesiones y demás; y lo más importante, identificar los eventuales problemas de investigación que a partir de su consulta pueden ser explorados. 8 Además de fuentes documentales impresas, los historiadores tenemos un amplio horizonte de fuentes de Archivo en Colombia. Precisamente, nuestro país ocupa, después de México, el segundo lugar de América Latina en cuanto al volumen de información documental antigua se refiere. A pesar de la desidia de los gobernantes de turno, muchos de nuestros archivos no han desaparecido. En los últimos años, algunos de los más importantes han mejorado ostensiblemente sus condiciones de conservación, y hoy en Recopilación historial, Bogotá, Imprenta Nacional de Publicaciones, 1956; Fray Pedro Simón, Noticias historiales de las Conquistas de tierra firme en las Indias Occidentales, (Bogotá, Banco Popular, 1981. Seis Tomos), y Hermes Tovar Pinzón, Relaciones y visitas a los Andes, siglo XVI, (Bogotá, Colcultura / Instituto de Cultura Hispánica, 1993. Cuatro tomos). Recientemente, la Universidad de los Andes publicó el tomo V de esta valiosa colección de manuscritos. Otro ejemplo son los documentos que hace ya algunas décadas publico el historiador Juan Friede. Ver: Juan Friede, Documentos inéditos para la historia de Colombia, (Bogotá, Academia Colombiana de Historia, diez tomos). Del mismo autor, Fuentes documentales para la historia del Nuevo Reino de Granada. Desde la instalación de la Real Audiencia en Santa Fe, (Bogotá, Biblioteca Banco Popular, 1975, Ocho tomos). 6 Cf. María Teresa Uribe de Hincapié y Jesús María Álvarez, Cien años de prensa en Colombia. 1840 – 1940: catálogo indizado de la prensa existente en la sala de periódicos de la Biblioteca Central de la Universidad de Antioquia (Medellín: Universidad de Antioquia, 2002). 7 Un muy interesante análisis sobre estas fuentes y su utilidad para la investigación histórica, se encuentra en: Magnus Mörner, “Los relatos de viajeros europeos como fuentes de la historia latinoamericana desde el siglo XVIII hasta 1870”, Ensayos sobre historia latinoamericana. Enfoques, conceptos y métodos (Quito: Universidad Andina Simón Bolívar, 1992) 191 – 240. 8 La Colección “Biblioteca V Centenario Colcultura. Viajeros por Colombia” que el Banco de la República sacó a la luz pública a comienzos de la década de 1990, permitió la difusión de algunos de los relatos de viaje más importantes sobre el territorio de la actual Colombia, desde finales del siglo XVIII hasta las primeras décadas del siglo XX. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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día son utilizados por investigadores nacionales y extranjeros que se dedican al estudio del pasado colombiano. Esos archivos sectoriales, son diversos en el país. Para establecer una somera clasificación de aquellos que a los historiadores nos pueden ofrecer testigos de gran valor, valdría la pena comenzar a referenciar los “archivos parroquiales y eclesiásticos” que, como su nombre lo indica, pertenecen al clero. Importantes para hacer demografía histórica o para estudiar problemas demográficos complejos. Tienen la característica de sus acertados niveles de conservación, su restringido acceso, y una organización que en la mayoría de las ocasiones permiten ubicar información de forma oportuna. Los “archivos empresariales” también merecen mención. Empresas que por su antigüedad, importancia económica y dimensiones, alcanzan a recopilar documentación abundante, en ocasiones antigua, y que es vital para los historiadores que se interesen en la historia económica o en la historia institucional, campo de acción muy atractivo hoy en día. Los “archivos notariales” son otra categoría importante. Los protocolos de escribanos coloniales, o lo notariales modernos, que en ellos se conservan, son útiles para hacer historia económica y social, de la cultura material, la propiedad de la tierra o las relaciones políticas en diferentes momentos del pasado colombiano. Los negocios que se asentaban ante los escribanos eran de muy variada naturaleza: “compraventas de tierras, fianzas, fundación de capellanías o de patrimonios, cartas de poder, de libertad, o dote, ventas de esclavos, donaciones, reconocimientos de deudas, daciones en pago, traspasos de deudas, testamentos y procesos de mortuorias,” se encuentran entre los más comunes del periodo colonial.9 También tenemos “archivos oficiales”, de más amplia consulta y reconocimiento a nivel nacional. Algunos de los más importantes del país son el Archivo General de la Nación, en Bogotá; el Archivo Central del Cauca, en Popayán; y el Archivo Histórico de Antioquia, en Medellín. Estos archivos ilustran el desarrollo del “poder público” de lo que hoy en día es Colombia, desde tiempos coloniales. Así, poseen documentación que data del siglo XVI y llega hasta nuestros días. Habría que agregar archivos históricos departamentales, como el Archivo Histórico de Bolívar, en Cartagena; o el del Atlántico, en la ciudad de Barranquilla. Y lógicamente, archivos históricos municipales que, si reposan en municipios antiguos, pues seguramente su documentación también lo será. En Antioquia, por ejemplo, tenemos archivos históricos municipales de importancia en Rionegro, Marinilla, Santafé de Antioquia, Santa Rosa de Osos y, por supuesto, el Archivo Histórico del Cabildo de Medellín. Hoy en día poseen herramientas de consulta sofisticadas, que facilitan la labor de los investigadores; en algunos de ellos se ha iniciado un importante proceso de digitalización que ha permitido que las imágenes se monten en modernas bases de datos que incluso pueden ser consultadas desde cualquier lugar del mundo, vía internet. Estos archivos se han venido insertando en prácticas en las que, al menos en el contexto hispano, ha sido pionero el Archivo General de Indias, en Sevilla. Este archivo, y la plataforma del Portal de Archivos Españoles (PARES), proyecto liderado por el Ministerio de Cultura de España, y que ha permitido la digitalización y la puesta en red de los más importantes archivos de esa nación ibérica, nos posibilita acceder a documentación hispanoamericana que antes solo podía ser consultada en papel, al otro lado del Atlántico. Los “Archivos Judiciales” merecen un comentario aparte. Estos archivos son de gran valor para la historia social. En ellos encontramos las “voces” de testigos que difícilmente aparecen en otro tipo de archivos. En nuestra ciudad tenemos un archivo de esta 9 Roberto Luis Jaramillo y Luis Javier Villegas, “Índice analítico y cronológico del Archivo de escribanos de Santafé de Antioquia: 1700 – 1750”, Archivos e Investigación. Memorias del primer encuentro 223.
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naturaleza, el Archivo Histórico Judicial de Medellín, custodiado en comodato por la Universidad Nacional de Colombia, y que tiene documentos que datan de finales del siglo XVII. Pleitos por tierras, pendencias, asesinatos, robos, violaciones, estupros, homicidios, fraudes, etc., permiten abrir una interesante ventana al pasado de nuestra región. Los “archivos personales” también se destacan en este balance de los archivos sectoriales. Personas que por sus actividades políticas o económicas, recopilaron documentación numerosa en vida. Documentos que por alguna razón se han conservado y que han sido sometidos a procesos de organización. Eventualmente pueden ser privados, y poseen información de utilidad, bien sea para rastrear las acciones de la persona que los recopiló, o para estudiar fenómenos más amplios de la política, la economía o la sociedad colombiana. Un ejemplo representativo de este tipo de archivos es el del envigadeño José Manuel Restrepo, revolucionario de la Independencia, y autor de la primera historia patria en Colombia. Su archivo es custodiado por sus descendientes en Bogotá, y es de utilidad para todo aquel que se interese, por ejemplo, por la historia de la Independencia colombiana. Recientemente algunas universidades y bibliotecas del país han adquirido los rollos de microfilm de este archivo, con lo que se puede acceder a los documentos desde diferentes regiones de Colombia. Los “archivos médicos” también merecen una mención. Hospitales o instituciones médicas que, por su antigüedad, conservan volúmenes de información considerables. Algunos de esos documentos ya no se consultan en estas instituciones y, en algunas ocasiones, son cedidos a entidades que les pueden dar un uso diferente. Tal es el ejemplo del Archivo del Hospital Mental de Antioquia, que hace poco tiempo ha llegado en comodato a la Universidad Nacional de Colombia, sede Medellín, y del que seguramente saldrán múltiples trabajos de pregrado y postgrado en próximos semestres.
El espacio Histórica”
geográfico…
A
propósito de la
Cartografía
y la
“Geografía
Vincular recorridos por el espacio geográfico que estudiamos desde una perspectiva histórica, trae consigo una mejor comprensión de los problemas sociales que exploramos los historiadores.10 Salidas de campo a los lugares en los que se manifiestan tales problemas, permiten entender las múltiples dinámicas que de ellos hacen parte; actividades económicas, pautas de poblamiento, modificaciones al entorno, recursos naturales, vías de comunicación, climas y vegetaciones, y sobre todo “cambios y continuidades” en los procesos sociales, entre otros múltiples aspectos, pueden ser apreciados de primera mano, con sólo tomar un vehículo, recorrer la geografía de un país como el nuestro, realizar previas lecturas, y plantear todas las preguntas posibles relacionadas con nuestros intereses investigativos. Y es que apuntarle a la comprensión de procesos sociales, más que a la simple acumulación de información, es una destreza que debemos adquirir a lo largo de nuestra formación profesional. Las salidas de campo contribuyen a la comprensión de esos procesos. Ellas permiten entender múltiples fenómenos sociales en el tiempo, desarrollados en esos “escenarios naturales” visitados. El trabajo en dichos lugares debe ser intenso; no se trata de turismo universitario, como eventualmente algunos colegas piensan a las “Salidas de campo”. Problemas, preguntas, lecturas previas, paradas en lugares estratégicos, guías de trabajo y un constante interés por explicar problemas sociales de los cuales aún hay evidencias en el entorno natural, hacen de estos ejercicios algo totalmente productivo. Se hace del espacio 10 Una muy valiosa reflexión sobre la necesidad de emplear las herramientas de la Geografía en la investigación histórica, la encontramos en el clásico de trabajo de Carl O. Sauer, “Introducción a la geografía histórica”. Geografía histórica. (Claude Cortez) Comp. (México: Instituto Mora / Universidad Autónoma de Metropolitana, 1991) 35-52. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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geográfico, entonces, una fuente para la investigación social. Y si se utiliza cartografía, tanto moderna como antigua, el panorama se torna aún más interesante. Sin lugar a dudas la inclusión de croquis, planos y mapas es algo a lo que se le ha prestado poca atención dentro de la investigación en Historia. A lo sumo, cuando son utilizados, no pasan de ser un mero adorno, una escueta “representación” de la zona por estudiar, o el simple respaldo de un texto de literatura histórica, desconociendo, de esta manera, las potencialidades que estas fuentes ofrecen. Más aún, es prácticamente inexistente la utilización de cartografía de época en las investigaciones; un común denominador, entonces, es la incompleta o mejor la débil mirada de los historiadores contemporáneos sobre la útil herramienta de la cartografía antigua. En las etapas de producción de una historia, es fundamental reflexionar sobre el espacio y una de las más útiles fuentes es la cartografía. Ella permite percibir la manera en que el territorio, a través de los tiempos, ha sido reducido y representado sobre el papel por funcionarios, dibujantes, geógrafos, viajeros, ingenieros, topógrafos y demás gentes involucradas en la elaboración croquis, planos y mapas. Además, permiten entender problemas de la historia política, las divisiones territoriales, el poblamiento y la colonización, los conflictos de fronteras y la construcción de nuevas sociedades, para citar tan solo algunos ejemplos. En ese sentido, vale la pena aclarar que la Cartografía existe, más no la Cartografía Histórica. Es decir, un mapa antiguo se torna en objeto histórico cuando el Historiador lo considera, lo busca, lo estudia, lo interroga, lo critica, lo involucra en su relato y, sobre todo, lo valora como fuente. Es por eso que los mapas antiguos no deben tomarse como “bellos” o como simples “curiosidades” propias de coleccionistas. Ellos pueden convertirse en valiosas fuentes de investigación histórica si se les sabe interrogar y criticar, realizando comparaciones, estudiando las técnicas mediante las cuales fueron levantados, analizando el territorio que expresan en los trazos y, ante todo, valorando la información que puedan contener. Es sólo a través de esa valoración de los mapas antiguos como surge la Cartografía Histórica. 11 Y es que el valor de los mapas antiguos radica en las preguntas que puedan generar, en la manera crítica de interpretarlos, y en las formas en las que se puedan utilizar como fuente en las investigaciones. Sólo mediante preguntas a los mapas antiguos podrá hacerse uso de la Cartografía Histórica en la investigación social.12 Es paradójico, entonces, que la relación entre la cartografía y la historia forme parte de esos desafortunados divorcios sin sentido que suelen ocurrir en los repartos de las Ciencias Sociales. La elaboración de mapas o de cualquier representación gráfica últimamente ha estado alejada de ciertas tendencias historiográficas y se ha tendido a calificar de positivista o en el peor de los casos, “escuelera”, cualquier propuesta pedagógica o investigativa a través de su utilización. Por fortuna esas posiciones hoy se insinúan tan débiles que, por el contrario, llaman cada vez más a la interdisciplinaridad del trabajo de la Historia con otras Ciencias Sociales o, incluso, exactas. Una de estas reconciliaciones es la que acerca a la Historia y a la Geografía y que es, en el fondo, reconocer el carácter inseparable de los hombres y sus procesos, con el espacio que ocupan.
Estadísticas y demografía histórica Un tipo de fuentes, de gran valor en la investigación histórica, es aquella que nos permite el acercamiento directo a las condiciones demográficas de sociedades pasadas. 11 Roberto Luis Jaramillo. Tres siglos sobre el papel. Cartografía histórica de Antioquia (Medellín: Banco de la República / CINDEC – Universidad Nacional de Colombia, 1997) 1. 12 César Augusto Lenis y José Guillermo Londoño, “Caminos y Cartografía: de los informes orales al diseño digital”, Caminos, rutas y técnicas: huellas espaciales y estructuras sociales en Antioquia, (Orián Jiménez, Edgardo Pérez y Felipe Gutiérrez) Ed. (Medellín: Universidad Nacional de Colombia, 2005) 125-139.
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Nacimientos, matrimonios, defunciones, movilidad social, o la simple contabilización de personas, son las razones de ser de algunos de esos documentos. Para el caso colombiano, esas fuentes son diversas, y va-rían dependiendo de la época en la que concentremos nuestra atención. Para el estudio de los tiempos coloniales vale la pena destacar la utilidad de algunas de esas fuentes. Las visitas de la tierra, se encuentran entre las más valiosas. Documentos elaborados en los siglos XVI y XVII, y que son una verdadera ventana a la demografía de ese momento de choques y reacomodamientos sociales en el Nuevo Reino de Granada. Las Crónicas, las relaciones y los informes del siglo XVI y las primeras décadas del XVII han sido una de las fuentes básicas para el estudio de la población en el Nuevo Reino de Granada. Aunque son fuentes muy importantes, deben tomarse con mucha precaución. Es claro que la crítica de fuentes es una herramienta ineludible a la hora de acceder a cualquier vestigio del pasado, para interrogarlo, y con crónicas, relaciones e informes el cuidado y la crítica deben ser mayores. Los cronistas ofrecen una serie de datos valiosos que permiten, con la ayuda de otras fuentes, completar cuadros aproximados de población y constituyen un valioso punto de referencia que, en muchas ocasiones, son la única imagen de la población que podemos reconstituir. Aspectos como el carácter de la crónica, las intenciones de su autor, la época de elaboración, y su aceptación o su censura, entre otras variables, deben ser tenidas en cuenta a la hora de utilizar estos testimonios en análisis demográficos sobre los siglos XVI y XVII. Ya en el siglo XVIII, el deseo político por construir un nuevo “imperio”, integrado por una población sujeta al orden, el progreso y la civilización, llevó a la monarquía española a elaborar Padrones y Censos; su objetivo era conocer el número exacto de vasallos (algo que no se sabía con certeza), el color de piel, la ocupación, el sexo, la capacidad tributaria y las propiedades, entre otros aspectos. Documentos como éstos muestran ese cambio de percepción de las colonias, implantado desde a metrópoli en el siglo XVIII. Ahora, interesaba “modernizar” al Estado, y eso implicó la modificación de múltiples practicas de control y dominio, con el ánimo de hacerlas más efectivas. En ese contexto, la población fue pensada como un recurso; un recurso que no se conocía con detalle; que era necesario contabilizar, ordenar y, por esa vía, controlar de manera efectiva. Esto es algo que ya se insinuaba desde el primer Borbón que llegó a la monarquía ibérica, Felipe V. Al iniciar el siglo XVIII, la monarquía hizo un inventario del Imperio que recibió; buscaba modernizar su economía, su sociedad y sus instituciones. Se plantearon algunos “planes de desarrollo”, como el de Josep del Campillo y Cossío, que comenzaron a orientar las políticas de gobierno a lo largo de ese siglo. En el Nuevo Reino de Granada los padrones empezaron a elaborarse a partir de 1777; contabilizar a los vasallos del virreinato era un acto que tenía inmersa la idea de pensar en esa población como un recurso valioso. En los padrones de ciudades y villas del Nuevo Reino se incluyeron datos de individuos de procedencia muy desigual y con un lugar muy diferente en la escala social; sin embargo esta condición fue superada por la manera y el método de contabilizar a los vasallos, pues recogió las diferencias entre personas y categorías reflejando, en parte, la organización social y a la vez legitimando ante el conjunto de la sociedad la posición que en ella se ocupaba. No dejan de ser valiosos los archivos parroquiales para hacer demografía histórica. Son fuentes de gran utilidad para análisis de tipo estadístico y demográfico. Si contamos con los permisos requeridos, y consultamos la información que en ellos reposa con previas preguntas, tendremos la posibilidad de contar con visiones muy certeras de los cambios demográficos en periodos de tiempo prolongados de la zona que pretendamos estudiar. Libros de matrimonios, defunciones y bautismos, además de informes y visitas
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eclesiásticas, eventualmente pueden reposar en estos archivos.13
Un abanico totalmente abierto Fuentes aún más sugerentes y novedosas han ingresado a nuestro contexto historiográfico en los últimos años. Ya han rendido frutos, representados en tesis, libros y artículos realizados por investigadores que literalmente han abierto frentes de trabajo con la utilización de estos materiales. Las fuentes visuales han servido para tratar asuntos tan complejos como las formas de existencia cotidiana, las maneras de vestir, la alimentación, el transporte o las diversiones populares, para citar tan solo algunos ejemplos. Sucede algo con ellas y es que, hasta hace tan solo algunos años, eran utilizadas como adornos en la investigación, algo similar a lo ocurrido con la cartografía antigua. Sin embargo, si esas fuentes visuales se interrogan, se critican, se valoran, y se utilizan en la investigación, se transforman en valiosos testigos del pasado, que el historiador aprovecha de manera significativa. Algunos artistas, por ejemplo del siglo XIX, nos dejaron un importante legado de fuentes visuales. “Acuarelas” como las de Ramón Torres Méndez, o Josep Brawm, de la primera mitad del siglo, son tan solo un ejemplo de estas fuentes.14 Ya en la segunda mitad del siglo XIX comenzó a generalizarse la elaboración de grabados; algunos ilustraron relatos de viaje y muestran el asombro de los extranjeros al recorrer esta particular geografía, observar la composición étnica de las gentes y notar las prácticas culturales de la Colombia del momento.15 Desde mediados del siglo XIX también comenzó a notarse, cada vez con mayor fuerza, el ingreso de la fotografía a nuestro país. En ciudades como Bogotá, Cartagena, Medellín o Cali, algunos gabinetes fotográficos comenzaron a figurar, algo que estuvo vinculado con el desarrollo de la química, la minería o la producción de cerveza, por ejemplo.16 En Antioquia, establecimientos como el de los hermanos Pastor y Vicente Restrepo, Melitón Rodríguez, Rafael Mesa, Benjamín de la Calle, Francisco Mejía o Jorge Obando, dejaron un legado de gran valor para todo aquel que se interese por el estudio de procesos sociales desarrollados en la región desde la década de 1850.17 Precisamente, en Medellín reposa la que es considerada la colección de fotografías más importante de América Latina, y sin dudas uno de los archivos fotográficos más grandes del mundo: el de la Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina. En esta institución también se está adelantando un proceso de digitalización de su archivo fotográfico, y de montaje en bases de datos que pueden ser consultadas en internet. De esta manera un número cada vez mayor de las imágenes que en su archivo visual reposan, pueden ser consultadas relativamente fácil desde cualquier lugar del mundo. La fuente oral es otra de las que nos permiten acceder al pasado. Datos suministrados por testigos directos de los procesos que estudiamos, y con los que también debemos aplicar 13 Hermes Tovar Pinzón. “Estado actual de los estudios de demografía histórica en Colombia”, Anuario Colombiano de Historia Social y de la Cultura 5 (1970) 65-139. 14 Cf. Efraín Sánchez, Ramón Torres Méndez: pintor de la Nueva Granada, 1809-1885 (Bogotá: Fondo Cultural Cafetero, 1987); Efraín Sánchez, Aida Martínez y Malcom Deas, Tipos y costumbres de la Nueva Granada: la colección de pinturas formada en Colombia por Joseph Brown entre 1825 y 1841 y el diario de su excursión a Girón. 1834 (Bogotá: Fondo Cultural Cafetero, 1989). 15 Cf. América Pintoresca. Descripción de viajes al Nuevo continente por los más modernos exploradores. Carlos Wiener, Doctor Chevaux, D. Chanay, etc., etc. Edición ilustrada con profusión de grabados (Barcelona: Montaner y Simón Editores, 1884). 16 Cf. Eduardo Serrano, Historia de la fotografía en Colombia (Bogotá: Museo de Arte Moderno de Bogotá, 1983). 17 Cf. Melitón Rodríguez, Fotografías, (Bogotá, El Áncora Editores, 1985), Benjamín de la Calle. Fotógrafo, (Bogotá, Banco de la República / Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales / Biblioteca Pública Piloto, 1993); Rafael Mesa, El espejo de papel, (Bogotá, Banco de la República / Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales, 1988); Francisco Mejía, SC., Banco de la República / Fundación Antioqueña para los Estudios Sociales, SF).
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el mayor rigor a la hora de utilizar la crítica de fuentes.18 Muchos trabajos en nuestro país se han nutrido con este tipo de testigos, muy humanos, si se quiere reales, y con los que se pueden abrir frentes de investigación sobre la historia moderna y contemporánea. La arquitectura también puede ser una fuente para la investigación histórica; visualizar estilos constructivos, materiales, fachadas, estructuras y demás, formular preguntas y cruzarlas con otras fuentes, seguramente hará de los recorridos por ciudades coloniales, republicanas o barrios modernos, algo totalmente útil para la investigación. Esas fachadas y estilos arquitectónicos literalmente nos hablarán, y nos mostrarán vestigios de procesos sociales complejos.19 Ya más recientemente, los diálogos establecidos entre campos del saber como la Historia, la Antropología y la Etnografía, han permitido que los historiadores utilicemos fuentes propias de la llamada cultura material; vestigios materiales, herramientas, artefactos, etc., de épocas pasadas, y que nos dan cuenta de actividades humanas que perfectamente pueden ser estudiadas con estas fuentes.20 De igual manera la cultura inmaterial ha ingresado como fuente para la investigación histórica. Memorias orales, tradiciones, cantos, músicas, etc., que siempre y cuando se interroguen de manera adecuada, pueden ofrecerle a los historiadores testimonios de suma utilidad para la investigación. El abanico de posibilidades de utilización de fuentes en Historia, entonces, es exageradamente amplio. Con seguridad hay muchas más que no aparecen en este breve escrito. Y seguramente, a futuro, ingresarán otras, para enriquecer esos panoramas historiográficos actuales en un país como el nuestro. El reto para nosotros, los historiadores en formación, es enorme, en la medida en que debemos caracterizarnos por un manejo y conocimiento detallados de esas fuentes. Desde los iniciales cursos del pregrado, es algo en lo que se debe insistir sin vacilaciones.
18 Philippe Joutard, Esas voces que nos llegan del pasado, (México, Fondo de Cultura Económica, 1999), 272-308. 19 Fundación Ferrocarril de Antioquia. 20 años restaurando el patrimonio (Medellín: Fundación Ferrocarril de Antioquia, 2007) 9-16. 20 Arnold J. Bauer, Somos lo que compramos. Historia de la cultura material en América Latina (México: Taurus, 2002); La vida social de las cosas. Pers-pectiva cultural de las mercancías, (Arjun Appadurai) Ed. (México: Grijalbo, 1991). Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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En memoria de Beatriz Amalia Patiño Millán (Cali 1952 – Cali 2012) Conocer a Beatriz Patiño personalmente era un acontecimiento para todo nuevo estudiante de historia. Su presencia física venía precedida por el mito: los comentarios que de ella traían quienes ya eran sus estudiantes, eran siempre ponderativos y grandilocuentes, con lo que ayudaban a construir una imagen de la profesora que tocaba casi lo sobrehumano. Cuando por fin se tenía la experiencia de estar en su clase, esta se constituía en un verdadero viaje a la Nueva Granada del siglo XVIII, tan genial como divertido. Pero las clases de la profesora Patiño no cautivaban solo por ser un despliegue de erudición y sabiduría, en ellas se aprendía lo que de veras significaba ser un historiador y que la historia se hacía investigando los archivos e imprimiendo en cada obra el toque personal. Beatriz Amalia vivió la mayor parte de su vida en Medellín, allí llegó siendo una jovencita recién egresada de la Universidad del Valle1. La trascendental decisión de irse a trabajar a la Universidad de Antioquia la tomó en cinco minutos durante un ofrecimiento laboral vía telefónica. Su tutor Germán Colmenares, quien acreditaba sus capacidades, la había recomendado para ocupar el cargo de profesora de historia de nuestra universidad. Sobra decir que hasta aquel momento la investigación colonial no existía y era poco lo que se conocía del periodo colonial antioqueño, esa oscura noche de siglos entre la Conquista y la Independencia. Así que otro de los méritos de la profesora Patiño fue que ella descubrió y creó el siglo XVIII antioqueño. En interminables horas dedicadas a leer y transcribir intrincadas cuentas y caligrafías dieciochescas rescató del anonimato a personajes que no habían sido tenidos en cuenta por la historia tradicional. Francisco González, Mateo Molina, Gabriel Muñoz y Bernardo Martínez, se cuentan entre aquellos amigos y enemigos suyos ganados en aquel siglo, de cuya influencia en los negocios y en la economía antioqueña del siglo XVIII Beatriz llegó a saber más de lo que ellos mismos fueron conscientes mientras vivieron. A la profesora Patiño también le debemos la catalogación de los fondos coloniales en varios archivos del Departamento de Antioquia. Esta trascendental labor de darle vida al acervo documental, fomentando en los estudiosos del período colonial la investigación en archivos que hasta entonces estaban inexplorados, es otro ejemplo más de la categoría de la conciencia histórica que tenía Beatriz, quien valoraba la importancia de los archivos como receptores de la memoria mundial, en donde debían estar los historiadores dando impulso al conocimiento de la identidad nacional de los ciudadanos con respecto a su pasado y la historia como medio para explicar el mundo actual. Beatriz resumió su gran legado para sus discípulos en algo tan sencillo como difícil de logar: “hacer las cosas bien”. Esto lo podemos comprobar en cada una de las obras que nos dejó. Rastreando sus comerciantes “amigos y enemigos” se dedicó varios años a construir cuentas, series y procesos con el exhaustivo estudio de fuentes fiscales, labor que demandaba la paciencia y las perfección aprendidas de sus tías bordadoras y de su mente genial como digna discípula de Colmenares, hijo de la Escuela de Annales. Su pragmatismo y visión de seguro fueron sus cualidades más acertadas a la hora de asumir cargos administrativos como ser Jefa del Departamento de Historia, Vicedecana y Decana de la Facultad de Ciencias Sociales Humanas. Su capacidad de liderazgo, nunca ejercido arbitrariamente sino con razones contundentes, la llevó a ser vocera gremial cuando ocupó la presidencia del Capítulo Antioquia de la Asociación Colombiana de 1 Beatriz Patiño obtuvo su título de Licenciada en Historia de la Universidad del Valle presentando, en agosto de 1974, la tesis titulada “El Estanco de Tabaco en la Gobernación de Popayán, 1765-1820”. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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En memoria de Beatriz Amalia Patiño Millán (Cali 1952.08.14 – Cali 2012.03.29)
Historiadores, período que se destacó por el dinamismo y colegaje entre historiadores. Su carácter minucioso y preciso lo dejó plasmado en sus obras que seguirán siendo fuente de consulta para futuros historiadores que querrán acercase a las enseñanzas de esta maestra, quien siempre estuvo pendiente por investigar temas nuevos y por presentarlos de forma innovadora. Su personalidad fue consecuente con la obra que nos dejó como herencia: su vida fue ejemplar, su voluntad férrea y su trato directo y concreto pero siempre amable y abierto a valorar los aportes de otras personas. Quienes por fortuna fuimos sus asesorados, podemos asegurar que el arduo trabajo de archivo y la minuciosidad en la escritura que nos exigía fue un buen entrenamiento para empezar a ser historiadores como habíamos soñado en aquellas primeras clases. Hace apenas unos meses la profesora Beatriz fue jurado de mi tesis de Maestría en Historia, cada anotación hecha constituye una cátedra magistral, hecha para enriquecer el contenido, como muestra de su humildad llegó a afirmar que había aprendido algo nuevo. Era difícil creerlo pues Beatriz todo lo sabía, por ello era una experiencia grata charlar con esa excelente conversadora de temas tan disímiles como cine, política, actualidad, música, fútbol, costura, culinaria, salud, comercio y un largo etcétera, oyéndola acuñar categóricas frases, llenas de verdad y de pensamiento práctico, expuestas solo por ella y por el doctor House. Esta gran historiadora sobre cuya voluntad, fuerza e inteligencia se cimentó la carrera de Historia de la Universidad de Antioquia, dejó un punto imposible de alcanzar para todos los que vamos detrás, pero ese ideal para seguir es el que nos debe guiar cada día para hacer bien nuestra labor. Mauricio Alejandro Gómez Gómez Estudiante de Doctorado en Historia Pontificia Universidad Católica de Chile Santiago de Chile
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 16021 Paola Andrea Berrío * (Presentación y transcripción)
Presentación El documento que a continuación se transcribe fue producido en 1602 a fin de tomar declaraciones a las monjas del convento de Santa Clara de la ciudad de Tunja por ciertos comportamientos en que incurrieron algunos frailes franciscanos de la ciudad. Estas conductas y el problema político subyacente fueron estudiados por Luis Miguel Córdoba en su articulo “La toma de los conventos de la sabana por los franciscanos en 1600. Seducción, exhibición cortesana y violencia”. La fuente que se presenta no formó parte del cuerpo documental citado por Córdoba Ochoa en su artículo, por esta razón opté por darla a conocer mediante su transcripción, dado que permite complementar y profundizar en algunos aspectos de ese valioso artículo. Como menciona Córdoba Ochoa, “Felipe II determinó que los actos inmorales que los clérigos cometían se informaran de forma verbal sin que quedara huella escrita.”2 ¿Cómo dejar documentados los excesos de aquellos que eran el símbolo del buen andamiento de la moral y la fe? Dejarlo por escrito significaba dar cuenta de los malogros que se presentaban en el orden instaurado por la Corona a través de los discursos religiosos; además de mostrar la estrecha vinculación de la Iglesia y el Imperio, pues no se puede olvidar que en el ámbito político de la monarquía hispánica las ofensas contra Dios son ofensas contra el Rey, por tal motivo, este tipo de actos fueron considerados como grandes agravios que debían quedar en secreto para no estropear la figura de los dos pilares de la vida en comunidad. Este documento es interesante porque en él se da cuenta de aspectos relativos a la vida sexual del clero en la que fuera una de las ciudades más importantes del Nuevo Reino de Granada. En los ámbitos académico e investigativo este proceso de temprana fecha proporciona valiosa información para el desarrollo de temas que traten sobre la figura y el papel desempeñado por la Corona y el clero en la conformación de una sociedad bajo el orden imperial. Así, se demuestra la manera cómo se regulaban los actos relativos a la vida privada de personas que desempeñaban un papel fundamental en la vida pública de la comunidad según su función de emanar, representar e incorporar la autoridad de las dos majestades: Dios y la Corona. Además, el documento presenta una muestra de las concepciones que se tenían sobre la sexualidad y su práctica en las comunidades religiosas. Es por esto que cabe resaltar su valor como fuente documental dado que ofrece la posibilidad de conocer e interpretar diversos aspectos de la cotidianidad que coexistían detrás de las herméticas paredes del mundo conventual en una pequeña villa de la América española. 1 AGI, Santa Fe, 827A, en la ciudad de Santa Fe del Nuevo Reino de Granada, pieza 5a, F:19r a 40r, 23 de enero de 1602. El título fue atribuido. * Estudiante de Historia. Universidad de Antioquia. 2 Luis Miguel Córdoba Ochoa. “La toma de los conventos de la sabana por los franciscanos en 1600. Seducción, exhibición cortesana y violencia”, Yobenj Aucardo Chicangana Bayona, ed., Caminos Cruzados: Cultura, imágenes e historia (Medellín: Universidad Nacional de Colombia, Sede Medellín, 2010) Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones convento de la
sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el
Clarisas e Tunja, 1602
[19r]En la ciudad de Santa Ffee Del Nuebo RReyno de Granada de las Yndias en veynte y tres dias del mes de henero de mill y seisçientos y dos años su sa del sr. Doctor Don Bartolome Loboguerrero arçobispo de este Nuebo Rreyno del consejo de su magd .dixo que a su notiçia es venido por rrelaçion que a tenido de personas de mucha fee y credito asi eclesiasticos como seculares que los rreligiosos de la orden de san Franco deviendo de dar buen exenplo conforme a su rreligion e ynstituto a las monjas del convento de Santa Clara de la çiudad de Tunja cuya juridiçion se quito a su sa. violentamente y contra dro no lo an ho ni hazen antes an vsado e vsan con las dhas monjas de muchas desonestidades y desafueros delitos y excessos en que conviene poner rremedio y para dar notiçia de todo a su magd. y por lo que toca a la obligaçion de su sa. Como pastor y prelado que es de las dhas monjas mando hazer acerca de todo averiguaçion y la cometia y cometio a Grabiel de la Parra clerigo prebito vzo de la dicha çiudad por ser sacerdote de quien su sa. tiene la satisfaçion que para semejante caso se rrequiere al qual mandaba y mando so pena de exon mayor late sentençia trina canonica monitione premisa açete La comisión y guarde secreto y ha la dha ynformacion originalmte haciendo ante todas cosas sacar della dos traslados autorizados y conprovados siendo posible serrados y sellados Los enviara ante su sa. con persona de rrecaudo que para todo ello y lo a ello anexo y dependiente la dava Poder y comision en forma y para conpeler a los tos conçensuras a que declaren y asi mismo nombraba y nombro por notario de esta causa ante quien pasen las dhas ynformaçiones cautos a Martin Gaitan clerigo presbito notario apostolico a quien mandava e mando sola dha pena de excomunion la açepte y guarde ansimismo el secreto a que para ello se despache comisión en forma e ansi lo proveyo mando e firmo. B. archeps novi Rgni por mandado de su sa. Alonso Cortes. [Al margen: comisson] Sods El doctor Don Bare Loboguerrero Por la graçia de dios y de la santa sede apostolica arçobispo de la çiudad de Santa Ffee y Nuebo Rreyno de Granada del consejo de su magd etta a vos Grabiel de la Parra clerigo presvitero vzo de la çiudad de Tunja sabed que a nos se nos a dado notiçia y Ho rrelación por personas de mucha ffee y credito asi eclesiasticos como seculares que viven y rresiden en esa çiudad como los rreligiosos de la orden de san Franco que en ella an vivido y viven deviendo de dar buen exenplo con su vida y costunbres no lo an ho ni hazen antes yendo contra su rregla e ynstituto que tan obligados estavan aguardallo andado mucha nota y escandalo en el convento de Santa Clara la rreal de esa çiudad cuya jurisdition se quito a su sa. violentamente y contra dro hablando y tratando a las monjas del muchas desonestidades y desafueros cometiendo muchos delitos y excesos en que conviene poner [19v] Rremedio para dar notiçia De todo ello a su santidad y magd rreal del rrey don Phelippe nro señor y porque a nos como tal arçobispo y prelado que soy de las dhas monjas y convento yncunbe hazer la dha averiguaçion y de los dhos excesos y confiando en vos al dho Grabiel de la Parra clerigo presvitero que soys tal persona qual conviene para semejante negoçio se averigue y haga mandamos dar y dimos el presente por el qual y su tenor bos cometemos y mandamos que luego que esta nra comisión os sea entregada con el secreto posible por ante Martin Gaitan clerigo presvitero notario apostolico hareis pareçer ante vos a los tos queos pareçiere que saben o pueden saver de los dhos delitos y excessos ora sean rreligiosos o rreligiosas o seculares a los quales no queriendo declarar les conpelereis con penas y censuras a que declaren lo que acerca dello susodho supieren o vieren visto o entendido rreçiviendo dellos y de cada vno dellos juramento en forma de vida de derecho de que diran verdad de lo que supieren y les fuere preguntado a los quales yreis exsaminando por el tenor desta nra comisson y alto que dixere que save alguna o algunas cosas de las susodhas diga como y de que manera lo sabe y al que lo oyo a quien y quien estaba presente de manera que cada uno dellos de rrazon sufiçiente a sus
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dhos haziendoles las preguntas erre preguntas que pasa la bua y verdadera averiguaçion convengan y assi ha la dha ynformaçion hareis e mandareis a el dho Martin Gaitan que luego saque dos traslados della autorizados y en publica forma y manera que haga fee conprobados de escribanos pudiendo hazer con secreto juntamente con el original nos los enbiareis con persa de rrecaudo para que con ellos y con los demás papeles tocantes al dho convento demos quenta a su santidad y su magd. Rreal para que provean y manden aquello que mas convenga al servicio de dios nro señor y descargo de sus conçiençias y nra que para poderlo hazer y proveer acerca dello todos y aqualesquier autos y çensuras vos damos poder cunplido en forma y para que mas merescais vos mandamos en virtud de santa ovidiencia y so pena de exon mayor Late sentençie trina canonica monitione premisa asi a vos del dho Grabiel de la Parra como al dho Martin Gaitan notario la aseteis y hagais con todo el secreto y rrecato posible porque ansi conviene al serviçio de dios nro sr ho en Santa Ffee a veinte y quatro dias de el mes de henero de mill y seiscientos y dos anos. B. Archeps novi Rgni por mandado de su sa Alo Cortes. [Al margen: nozon] la çiudad de Tunja a tres dias de el mes de hebro de mill y seisçientos y dos años yo Martin gaitan notario apostolico lei y notifique esta comisión de arriba a el Pe Grabiel de la Parra presbito en su persona qual dixo que la aceptava como mandamiento de superlado en quanto al cumplimiento guardaria y cunpliria todo lo en el dho mandamiento y comisson contenido y lo firmo de su nombre fecho o supra Grabiel de la Parra ante mi Martin Gaitan [20r][al margen: T] La ciudad De Tunja del Nuebo Rreino de Granada entre días del mes de febrero de mil y seisçientos y dos años en cunplimiento de la comisson arriba contenida por ante mi Martin Gaitan presvito estando en el convento de monjas de Santa Clara la rreal de esta dha çiudad en la yglesia del dho convento en el coro bajo della el padre grabiel de la parra juoz comimisso hizo parecer ante si [Tachado: a Herma] De la Conçepon monja profesa del dho convento hija ligitima del governador Anto de Berrio y de doña Maria de Oruna su ligitima mujer de la qual fue tomado y rreçibido juramento en forma de dro so cargo rreal qual prometio de dezir la verdad dello que supiere y le fuere preguntado// preguntada por el tenor de la dha comisson [Tachado: dixo] que lo que della sabe es que podra aver seis meses poco mas o menos tienpo que siendo este to enfermera y estando yndispuesta Catalina de Jesus abadesa del dho convento ya quel dia sangrada entraron en el dho convento y clausura del so color de dar la extrema unçion a una donada que estaba mui yndispuesta el guardian de san Franco llamado fray Alo de Frezneda y fray Hieronimo de Ocaña vicario del dho convento de monjas y fray Baltazar y fray Bernales corista todos quatro juntos y olearon a la dha donada y despues el dho guardian y vicario dixeron que pues estaban ya dentro de clausura que querian yr a ver a la enfermería a la abbadesa y les dixeron que a uno estaba en la enfermería por estar rrezien sangrada e ansi se subieron el dho guardian fray Alo de Frezneda y el dho vicario fray Hieronimo de Ocaña al dormitorio y dejaron abajo los otros dos frayles y la vicaria de el dho convento mando a una monja de las mas antiguas mirase por los frailes que quedaban abajo no se fuesen a otro cabo y la dha vicaria se fue con el dho guardian y vicario al dho dormitorio y entrando todos juntos avisitar a la abadesa el dho el dh guardian fray Alo de Freznada conoçio en el dho dormitorio una cama de lienzo de la palma con sus cortinas que el dho guardian aviadado a una monja su devota llamada Lucia de la Conçepçion y se fue para la dha cama dejando al vicario fray Hieronimo de Ocaña asentado en una silla a la cavesera de la cama de la dha abadesa para entretener a la dha abadesa y luego como el dho guardian llego a la dha cama que avia dada se echo en ella y corrio la cortina y estando asi echado salio detras de la dha cama la dha Luçia de la Concepon su devota y juntamente con el dho guardian se echo en la dha cama y la madre abadesa viendo que el dho guardian se avia ydo a la dha cama llamo a vna monja llamada Franca de san Miguel y le mando con pena de ovidiençia fuese luego a la dha cama y viese lo que hazia el dho Guardian y que no se Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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quitase de allí fue le ansimismo preguntado si este testigo vio lo que el dho Guardian fray Alo de Frezneda hazia en la dha cama dixo que ella [20v] los vio echados entranbos a dos juntos pero que no vio lo que hazian por estar echadas las cortinas mas de que después le dixo la dha Franca de sant Miguel que es la monja que la dha abadesa envio aver lo que hazian que los avia visto besarse y abrasarse y le avia tomado las piernas el dho guardian y esto con mucho escandalo de las mas monjas el dho convento y que asimismo la dha Fanca de san Miguel le avia dho hablaban y dezian muchas desonestidades todo lo qual la dha franca de san miguel dixo averlo visto y como lo vio lo conto a la dha madre abbadesa y la dha abadesa se quiso lebantar y el dho vicario fray hieromino de Ocaña no lo consintio y la dha abadesa rriño mucho con los dhos guardian y vicario diziendoles que avia de dar noticia a el pe proviçial fray Martin de Sande e con el dho enojo de la dha abadesa se lebanto el dho guardian y la aplaco y el y el dho vicario se fueron abajo donde hallaron los otros dos frailes y se fueron a su convento y luego la dha abadesa dixo a esta testigo y mando que lo que avia visto lo tuviese en la memoria para su tienpo y lugar y dar noticia a el pe provinçial y asi quando vino a este rreyno el pe comisario general fray Joan venido y su secretario fray Miguel Agia a la dha abadesa dio dello notiçia al dho comisso general y dello se hizieron por mano del pe por fray Miguel Agia su secretario ynformaçiones en que esta to declaro lo que acerca de esto que declarado tiene yo tras muchas cosas // fuele preguntado que eran las otras cosas dixo que avia visto por vista de ojos otra vez estando en el coro alto del dho convento como el padre fray Alo de Fresneda guardian por las pasqua de navidad y un dia dela dha pascua que fue el año pasado de mill y seisçientos años entro en la yglesia del dho convento de monjas y oyo esta to como cerro las puertas dela dha yglesia y el postigo dellas con llave que la llave del dho postigo çierra y abre por de afuera y por de dentro por ser de loba3 y aviendola cerrado se fue para el altar mayor a una rreja que alli ay aver un naçimiento que las monjas del dho convento tenian hecho en honrra dela dha pasqua y despues el dho guardian se bajo a la capilla mayor dentro dela rreja donde estaba una mujer casada vza de esta ciudad que por ser casada no dixo su nombre y el dho guardian se asento con ella en bajo y esta to vio por sus ojos como el dho guardian besaba y abrasaba a la dha mujer casada y se davan de comer el uno al otro con sus bocas sin rrespeto delantisimo sacramento que estaba en el dho altar mayor y vio otras muchas desonestidades y que [21r] estando asi juntos el dho guardian oyo en la puerta de la dha yglesia rruido y luego fue el dho guardian aver quien hazia el dho rruido y vio que el que lo hazia hera don Hieronimo deRrrojas vzo de esta dha çiudad al qual devio dever por unas hendeduras de la dha puerta y el dho guardian dio muchas bozes diziendo que lo aviade salir a matar por que dezia que lo avia venido a espiar y esto con muchos juramentos y la dha muger oyendo las bozes y colera del dho guardian se vino para el y se le hinco de rodillas y le rrogo muy encarecidamente no saliese ni hiriese mas alboroto de lo hecho que mirase que hera mujer de un honbre prinçipal y si lo savia la mataria y que mirase por su honrra las quales dhas vozes y alboroto oyo esta to y otras monjas que estaban en el dho coro y tanvien a oydo dezir a muchas de las monjas de dho convento como el dho Guardian se avisto otras dos o tres vezes con esta dha mujer en la dha yglesia y capilla mayor por el orden que declarado tiene de que se a dado mucho escandalo y mal exenplo a las dhas monjas// fuele preguntado si sabe ha visto a el dho padre guardian o a otros frayles entrar en la dha clausura del dho convento dixo que otra vez avisto entrar a los dhos padres fray Alo de Frezneda guardian y fray Geronimo de Ocaña vicario en el dho convento y clausura del con ocaçion de sacramentar a otra sirvienta en forma y aviendola visto y sacramentado el dho guardian y vicario por ser como son yntimos amigos se fueron aver la guerta del dho convento y luego salio a el la dha Luçia de la Conçepçion su devota y en presençia de muchas monjas que estaban 3 Cerradura de loba: laque tiene los dientes de las guardas semejantes a los dientes del Lobo. Diccionario Academia Autoridades, 1734. Consultado en: http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0.
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Presentación y transcripción de Paola Andrea Berrío
presentes la tomo el dho guardian a la dha Luçia de la Conçepçion por la mano y se fueron a un açaguan para que yr a la dha guerta ay en la dha casa el qual açaguan esta un poco obscuro y esta to vio como se abraçaron y besaron dos o tres vezes luego como llegaron al dho açaguan y todo esto vio el dho vicario fray Hieronimo de Ocaña y despues de aver visto la guerta y que llegaron otras monjas se fueron y salieron del dho convento y esta to dio notiçia de lo que avia visto a la dha abadesa la qual le mando se acordase para su tiempo y que de todo esto se hizo ynformacion como declarado tiene por el dho commisson General y su secretario y que no avisto ho ningun castigo en los dhos frailes antes save que en el capitulo provinçial que se hizo por el mes de henero de este presente año de mill y seisçientos dos los dhos fray Alo de Frezneda y fray Heironimo de Ocaña salieron en el dho capitulo muy honrrados y favoreçidos por que el dho fray Alo de Frezneda dieron vna dotrina en cartagena que segun opinion es la de mayor nombre que ay en todo este rreyno que no se da sino a los que dejan de ser [21v] O ande ser provinçiales y al fray Hieronimo de Ocaña le dieron la guardiania de monpox y porque la dha abadesa y las demas monjas antiguas y difinidoras de este convento dieron el dho aviso al dho pe commsso se les an seguido muchos daños y los dhos padres las amenazan con destierros y otras muchas amenazas hasta el dia de oy //fuele preguntado si save otra cosa que ayan ho los dhos padres dixo que a oydo muchas vezes a Ana de la Conçepçion monja profesa del dho convento quexarse con grandisimo sentimiento del dho fray Hieronimo de Ocaña vicario de que deviendo guardar todo secreto en el sacramento de la penitencia y siguillo de la confesion el dho fray Hieronimo vio rrevelo su confiçion a la dha Ana de la Concepon descubriendo lo que debajo del signo de la santa cruz la avia confesadoa los dhos frayles fray Alo de Frezneda guardian y a otros y a las monjas para por este medio y camino atemorizara la dha Ana de la Conçepon y disuadirla y apartarla de la obediendia del ordinario y atraerla a su opinon y ganarle la boluntad la qual dha quexa la dha Ana de la Conçepçion tanbien dio al dho padre commsson general y que lo que mas acerca de esto ay sabra la dha Ana de la Conçepon a quien se rremite //preguntada si sabe otra cosa alguna dixo que dize lo que dho tiene y que esta es la verdad para el juramento que ho tiene y siendole leido en el se rretifico y dixo ser de hedad de veynte y tres años poco mas o menos y que no le tocan las generales y lo firmo de su nombre juntamente con el dho juez encargose le conpena de exon no rrevele el secreto Geronima Sebastiana de la Conçepçion Grabiel de la Parra ante mi Martin Gaitan notario [al margen: T] despues de lo susodho este dho dia mes y año el dho Grabiel de la Parra juoz de comision para mas averiguacion de lo susodho hizo parecer ante si [tachado: a] Ana de la Conçepon monja profesa del dho convento hija ligitima de Alo Cortes y de Catalina Rrodriguez su mujer de la qual fue rreçibido juramento en forma de vida de dro so cargo del qual prometio de dezir la verdad de lo que supiera y le fuere preguntado// preguntada por el tenor del dho mandamiento y comiçion dixo que lo que sabe es [tachado: que] este to vio entrar tres vezes en el convento de esta dha çiudad y clausura del la una dellas al pe fray Alo de Freznada guardian del convento de sant Franco de esta dha çiudad y a fray Hieronimo de Ocaña vicario del dho convento y a fray Baltazar y a fray Bernabe corista todos quatro juntos y que entraron a olear a una donada y sirviente del dho convento y que despues de averla oleado este to vio por vista de ojo con los dhos frailes fray Alo de Freznada y fray Hieronimo de Ocaña subieron al dormitorio aber [22 r] A la abbadesa Catalina de Jesus que a la sason estaba muy yndispuesta y sangrada aquel dia y los otros dos frailes fray Baltazar y fray Berbe se quedaron abajo en el claustico y este to se fue a la guerta donde estaba algunas monjas y los dhos dos frailes fray Baltazar y fray Bernabe se fueron a la guerta y se escondieron dellos las monjas que en ella estaban y los dhos dos frailes como vieron que se escondieron corrieron tras dellas por las alcançar y aviendo las alcançado jugaban con ellas quitandoles de lo que tenian que estaban merendando y les dezian palabras muy desonestasbyndignas de su avitoy rreligion de lo Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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qual se escandalizaron mucho y se enojaron y como los dhos frayles vieron que se enojaban se salieron de la dha guerta y contando este to a la abadesa lo que dho tiene averles pasado con los dhos frailes en la guerta hallo a la dha abadesa con mucha pena y enojo diziendo a este to y a otras muchas monjas lo que con los otros dhos frailes el pe fray Alo de Freznada guardian y el pe fray Hieronimo de Ocaña vicario avia pasado arriba en el dormitorio de las dhas monjas y preguntando que avia pasado a esta to le dixo Franca de san Miguel monja profesa del dho convento y Hieronima de la Conçepçion con el dho Freznada luego como entro en el dho dormitrio se fue a la cama de Luçia de la Conçepçion monja profesa su devota la qual dha cama era delienço de la palma que el dho Freznada la avia dado a la dha Luçia de la Conçepon y que se avia hechado en ella y corrido las cortinas y que detras de la cama avia salido la dha Luçia de la Conçepon y se avia hechado con el dho Freznada [entre reglones: y que alli la dha Luzia de la Conçepçion estava abraçada con el dho Frezneda] y la besaba y abraçada y avia tomadole las piernas y hablaba y dezia muchas desonestinades muy feas y mal sonantes con mucha y escandalo y que la dha Franca de san Miguel avia visto por vista de ojos por que el abadesa la avia enviado aver lo que hazian los dhos Frezneda e Luçia de Conçepon y que no solamente oyo esto a la dha Franca de sant Miguel pero a muchas o casi todas las monjas del dho convento y que ansimismo ha visto muchas vezes a la dha abadesa rreñir Luçia de la Conçepon dandole en rrostro este delicto y que dexase de ser devota del dho Frezneda pues dava con su devoçion escandalo y no se servia dios con ello y lo disimulaba la dha Luçia de la Conçepon y que ansimismo le dixo a este to la dha Franca de san Miguel como el otro padre fray Hieronimo de Ocaña que avia quedado asentado en una silla a la cavecera de la cama de la dha abadesa y dichole muchas desonestidades pidiendole la abraçace obesase de que la dha abadesa se avia enojado grandisimamente diziendo avia de dar notiçia de todos aquellos casos y escandalos y mal exenplo [22v] al padre Provinçial con lo qual los dhos frayles se avian ydo que la segunda vez que entraron en el dho convento fueron el dho fray Alo de Frezneda y el dho fray Hieronimo de Ocaña y el pe fray Hieronimo de Barrientos a sacramentar otra donada y sirvienta y despues de aver la sacramentado el dho Frezneda y el dho Ocaña y Barrientos se fueron aver la guerta y el dho fray Alo de Frezneda da tomo por la mano a la dha Luçia de la Conçepon su devota y pasando por vn açaguan que esta antes de entrar en la dha guerta un poco obscuro vido este to por sus ojos como la abraço el dho Frezneda y bezo dos o tres bezes a la dha Luçia de la Conçepon y dello este to se escandalizo mucho y lo dixo a la dha madre abadesa la qual dixo a esta to se acordase para declararlo a su tiempo y los dhos frayles despues de aver visto la guerta se bolverieron a salir y que otra vez vio este to entrar en el dho convento y clausura al dho fray aLo de Frezneda guardian y al pe fray juo Gutierrez el viejo los quales entraron aconfesar vna donada que estaba yndispuesta y el dho fray Juo Gutierres se quedo confesando a la dha donada y el dho Frezneda se metio en el capitulo del dho convento y alli se asento en un poyo que avia y luego vino la dha Luçia de la Conçepon su devota y la asento sobre sus piernas del dho Ffrezneda y cubrio con su manto que casi no se pareçia y alli visto este to como la estaba abraçando y besando muchas bezes de todo lo qual dio notiçia a la abadesa y esto saber todas las monjas del dho convento porque demas de averlo visto por vista de ojos sea platicado muchas vezes entre ellas y que fuera estas tres vezes que declarado tiene avisto entrar en el dho convento otros frayles que no conoçe sus nombres como es vn fray Hipolito organista y otros conocaçion de aderecar el organo y les a oydo taner e cantar dentro de la dha clausura y hablar muchas palabras desonestas y de mal exenplo de todo lo qual y de otras muchas platicas desonestas que en el locutorio estos y otros muchos frayles an dho y hablado esta todo el convento trocado y muy turbada la rreligion de lo que solia ser antes quando estaba sujetas al hornidario //preguntada lo que avia sucedido en çierta confesion que habia ho // dixo que ella se avia confesado con el pe fray Hieronimo de Oocaña vicario y confesor del dho convento y los dhos sus pecados entre
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los quales dixo algunas cosas tocantes a los escandalos y mal exenplo que daban los dhos frayles y otras cosas grabes en la dha su confesion todo lo qual el dho fray Hieronimo de Ocaña rrevelo y dixo al dho fray Alo de Frezneda guardian y a la dha Luçia de la Conçepon donde se le siguieron por mano de los dichos [23r]Frayles muchas pesadunbres y desconsuelos por lo qual de alli adelante este to no se atrevio mas aconfesarse con el dho padre Ocaña enteramte como devia y dexaba la dha confesion manca por no tener seguridad se le guardaba el siguillo della antes mudaba confesor por oviar este daño con liçençia de la madre abadesa con el abivido con mucho consuelo y todo esto de rrebelar las confeçiones tiene para si lo hizo el dho padre Ocaña por atraer a su boluntad y que no se escandalizase de lo que avia visto ni adelante viese y porque se pasase a su bando y siguiese la opinion de las que querian la obediencia de los frailes a las quales el dho pe Ocaña llamaba las de mi bando y lo persuadio muchas vezes a este to que siguiese su opinion y bando preguntada si sabe otra cosa que poder dezir y declarar dixo que puede aver diez meses poco mas o menos que fue el dia que llebaron a este dho convento la ymagen de san Jasinto para que las monjas la viesen y despues de averla buelto a llebar este mismo dia entro en la dha yglesia del dho convento el dho pe Frezneda donde hallo açierta mujer casada que por ser lo no dize su nombre y el dho fray Alo deFfrezneda cerro las puertas de la dha yglesia que la del postigo çierra por de fuera y dentro porque es de loba y se llevo las llabes consigo y se fue donde estaba la dha mujer y se asento con ella enbajo y vio este to por vista de ojos como el dho Frezneda besaba y abraçaba a la dha muger dentro de la capilla mayor hazia el lado del santo crusifijo y esto vieron otras monjas como fueron Franca de sant Miguel brigida de Santa Clara y otras que no se acuerda bien aunque entre todas ellas se aplaticado muchas vezes de que ansido muy escandalizadas biendo el poco temor de dios y del san ctisso sacramto y tenplo santo // preguntada si otra vez alguna ha visto al dho pe Frezneda en la dha yglesia con la dha mujer casada o con otra dar mal exenplo dixo que tanvien por la pasqua de navidad pasada del año de seisçientos un dia de la dha pasqua vio este to por sus ojos entrar en la dha yglesia al dho pe fray Alo de Frezneda donde hallo a la dha muger casada en la rrexita del comulgatorio donde esta hecho un naçimiento en honrra de la madre de dios y el dho Frezneda como la vio çerro las puertas dela dha yglesia y se llevo las llaves y el dho pe de Frezneda se fue donde estaba la dha mujer y la tomo por la mano y la abajo abajo a la capilla mayor donde se asentaron enbajo y alli comieron juntos y se daban los bocados el vno al otro con sus bocas y se besaron y abraçaron muchas vezes y viendolo este to se fue adonde estaba la abadesa y se lo conto como lo avia visto y la dha abadesa dixo a este to que [23v] guardese el secreto hasta su tiempo// preguntaba si oyo algunas bozes que diese el dho pe Frezneda este dho dia dixo que no las avia oydo por aver se ydo muy escandalizada a dar aviso a la dha abadesa mas que Hierma de la Conçepçion y brigida de Santa Clara monjas del dho convento le dixero como estando el dho pe Frezneda con la dha mujer como dho tiene oyeron dar golpes a la dha puerta de la dha yglesia y que el dho pe Frezneda avia ydo aver quien hera y por las hendeduras de la puerta avia visto que era don Hieronimo de Rrojas vzo de esta çiudad y que aviendolo conocido avia dado el dho Frezneda muchas bozes jurando a dios que lo avia de salir a matar porque lo avia ydo a espiar y que la dha muger se le avia hincado de rrodillas y rrogadola mucho no saliese y que mirase era mujer casada y que su marido lo supiese la mataria y que bastaba el escandalo del convento sin que lo hiziere fuera con el dho guardian Frezneda se aplaco y que todo lo contenido en este su dho asi lo que toca averle rrebelado eld ho pe Ocaña su confesion como lo demas de las dhas entradas de los dichos frayles en el dho convento y de la dha mujer casada este to dio notiçia dello al pe fray Juo venido comisario general de este rreyno y save como de todo ello hizo ynformacion y este to dixo en ella si dho por ante el pe fray Miguel Agra su secretario y no avisto que el dho comisario lo castigase antes en el capitulo que se hizo por el mes de henero de este presente año de mill Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
seisçientos y dos el dho pe fray Hieronimo de Ocaña salio favoreçido y onrrado con la guardiana de monpox y el dho pe fray Alo de Frezneda se le dio la dotrina de çipaqua en Cartagena que segun dizen la mejor de la provinçia preguntada si avisto o sabe otra cosa// Dixo que otras muchas vezes ha visto este to a los dhos padres Frezneda y Ocaña y a otros muchos venir al locurotorio del dho convento y hablar muchas palabras desonestas y de mal exenplo prinçipalmente al dho padre Ocaña pedir besos y abraços a las dhas monjas y todas sus platicas estar fundadas en desonestidades y mal exenplo y tienen tan atemorizada a la madre abadesa que no es señora ni poderosa para podello rremediar porque la amenazaron con destierros y privaçion de ofiçio y si la dha abadesa rriñe a las dhas monjas sus devotas de los dichos frailes luego por mano de la dha Luçia de la Conçepon son avisados los dhos padres de donde sean seguido y siguen muchas pesadunbres y asi esta el dho convento dividido en bandos y la rreligion del muy menoscabada y no se vive con la quietud y conformidad que se vivia quando el dho convento estaba sujeto al ordinario preguntada si sabe otro alguna cosa dixo que dize lo que dho tiene y que esta es la verdad para el juramento que ho tiene y siendole leydo en el serratifico ya firmo y dixo ser de hedad de treynta años poco mas [24r] O menosy que no le tocan las generales y el dho juez le encargo el secreto con pena de excomunion y lo firmo de su nombre juntamte con el dho juez Ana de la Conçepçion Grabiel de la Parra ante mi Martin Gaytan [al margen: T] Despues de lo susodho en veynte dias del mes de febrero de mill y seisçientos y dos años el dho Grabiel de la Parra jue z de comision para la dha averiguaçion de lo susodho hizo parecer ante si a Franca de sant Miguel monja profesa del dho convento hija ligitima del capitan Miguel de Trejo y doña Maria de la Parra su mujer de la qual fue rreçibido juramento en forma de dro so cargo del qual prometio de dezir la verdad de lo que supiere y le fuere preguntado// fuele preguntado por el tenor de la dha comision dixo que lo que sabe acerca dello es que muchas y diversas vezes avisto entrar en el dho convento y clausura del muchos frailes de la orden de san Franco unos con achaque de aderecar el organo y otros de sacramento y confesar algunas enfermas del dho convento y que podia aver siete u ocho meses poco mas o menos tienpo que este to vio entrar en el dho convento en la clausula quatro frayles llamados fray Alo de Frezneda guardian que hera entonces del convento de san Franco y a fray Hieronimo de Ocaña difinidor y vicario y confesor deste dho convento de Santa Clara la rreal de esta çiudad y aun fray Baltazar y fray Bernabe corista todos quatro juntos y que entraron a sacramento vna donada que estaba yndispuesta y después de averla oleado el dho pe guardian Frezneda y el dho fray Hieronimo de Ocaña se subieron al dormitorio aver a la madre abadesa que en aquella sazon estaba muy mala y sangrada de los braços y tobillo y los dos frailes se quedaron abajo con quienes la vicaria mando estubiesen dos o tres monjas antoguas y los padres Frezneda y Ocaña luego como entraron en el dho dormitorio y bisitaron a la abadesa que estaba en su cama el dho pe de Ocaña se quedo asentado en una çilla a la cabesera de la cama de la dha abadesa y el dho pe fray Alo deFfrezneda Guardian vio vna cama blanca de lienço de algodon la qual el dho Frezneda avia dado a una monja llamada Luçia de la Conçepon su devota y como la conoçio se fue a la dha cama y se echo en ella y corrio las cortinas y dixo llamen a Luçia de la Conçepçion la qual salio de hazia los pies de la dha cama y se echo juntamente con el corridas las cortinas y luego la madre abadesa llamo a este to y le mando con pena de obediençia fuese a la dha cama y no se quitase de alli y biese lo que el dho pe Frezneda hazia y este to lo hizo asi y vio por vista de ojos como el dho Frezneda besaba y abraçaba muchas vexes a la dha Luçia de la Conçepçion y asi mismo vio como le tomaba las piernas y las [24v] Palpaba y miraba con sus ojos y dezia muchas desonestidades y palabras amorosas que por su onestidad este to no dize todo lo qual vio este to por vn lado de los pies de la cama que estaba descubierto y luego este to se lo dixo a la madre abadesa de lo qual la dha abadesa rreçibio mucha pesadunbre y enojo y
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començo a dar vozes y dezir que aquellas cosas no se permitian hazer en semejantes lugares y que daban muy mal exenplo y que avia de dar notiçia al pe provinçial para que semejante desberguença y atrevimiento se castigase y se quiso lebantar de la cama y el dho pe Ocaña la aplaco y el dho guardian Frezneda se levanto de la cama y dixo otras muchas amenazas con que se bajaron muy enojados y se fueron del dho convento y la abbadesa quedo diziendo madres mias que les pareçe de estas desonestidades de estos padres que este que se quedo aqui conmigo tanbien a tenido mucha libertad y mal termino tengan memoria que se a de declarar a su tiempo y començo a llorar mucho y este to y brigida de Santa Clara y la vicaria la consolaron diziendole que dios avia de rremediar tantos males pues eran sus sierbas y la dha abadesa encomendo a las monjas el secreto y que no lo diesen a entender a la dha Luçia de la Conçepon porque no lo dixese a los dichos frailes y que lo guardasen para dezirlo a su tiempo// preguntada si sabe lo que los otros dos frailes hizieron quando se quedaron abaxo dixo que este to se bajo luego con los dhos padres fray Alo de Frezneda y el padre Ocaña tras dellos y hallo los otros frayles en el corredor bajo esperando y como se juntaron se fueron luego ya biendo se ido subieron al dormitorio dos monjas le una dellas llamada Ana de la Conçepon y la otra Maria de Jesus y dixiron en presençia de este to y de otras muchas monjas que alli avia como los dhos frailes fray Baltazar y fray Bernabe que eran los que avian quedado abajo se avian ydo a la guerta donde las dhas monjas estaban y avian corrido tras dellas y quitadoles lo que estaban merendando y dicho muchas y muy desonestas palabras de que se avian escandalizado mucho y la dha abadesa dixo a las dhas monjas todo lo que avia pasado arriba con la dha Luçia de la Conçepon y que tan bien a ella se le avia atrebido el dho Ocaña y que de todo tubiesen memoria para su tiempo y lugar preguntada si ha visto entrar en el dho convento otra vez algunos frayles ya que// dixo que otra bez entraron en el dho convento y clausura del el dho fray Alo de Frezneda y el dho fray Hieronimo de Ocaña y el pe fray Hieronimo Barrientos a confesar una donada y sirvienta del dho convento y los dhos tres frailes se fueron a la guerta por verla y que este to vio por vista de ojos como el dho fray Alo de Frezneda dexo solos a sus conpaneros y el dho Frezneda tomo por la mano a la dha Luçia de la Conçepon su devota y que en vn açaguan que esta antes de entrar en la dha guerta vn poco obscuro vio este to [25r] Como la abraço a la dha Luçia de la Conçepon y beso tres o quatro vezes y rretocava tomandole los pechos y oyo dezirle muchas palabras muy desonestas de que se escandalizo mucho ella y otra monja llamada ana de la conçepçion que vio todo lo que dho tiene y que este to y la dha Ana de la Conçepçion dieron notiçia dello y de lo que avian visto a la dha abadesa la qual les mando lo guardasen hasta su tiempo y lugar// preguntada si ha visto otra alguna vez entrara algunos frayles dixo que otra vez vio este to entrar en el dho convento y clausura del so color de sacramentar vna sirvienta y que sienpre entraban con esta ocasión a los dichos padres fray Alo de Frezneda Guardian y al pe fray Joan Gutierres y que estando dentro luego salio fuera de la enfermeria donde estaba la enferma el dho Frezneda dejando confesando al dho fray Joan Gutierres y encontro con Luçia de la Conçepçion su devota y la tomo por la mano y la metio en el capitulo del dho convento y se asentaron juntos en unos poyos que estan por el dho capitulo donde el dho Frezneda tomo a la dha Luçia de la Conçepçion y cubriendola toda con su manto que casi no se paresçia nada la asento sobre sus rrodillas y la abraçaba y besaba muchas vezes y tomava sus pechos y partes vergoncosas diziendole mi alma y otras muchas desonestidades todo lo qual vieron otras muchas monjas y desto que avia visto dio como dho tiene aviso a la abadesa del dho convento y que ansimismo entraron otra vez los dhos padres Frezneda y Ocaña con las ocaçiones que dho tiene en la clausura del dho convento y esta to pasava por la puerta del capitulo del dho convento y vio al dho Frezneda que estaba dentro del quitados los avitos
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
desnudo en jubon4 y calçones saltando y dançando con mucha rriza y chatota con la dha Luçia de la Concepon dando en esto muy mal exenplo y esto vieron otras muchas monjas y que diziendo esto este to a la abadesa y que no los dexaje mas entrar le dixo la dha abadesa que bien savia ella que entraban con ligitima ocasión a confesar las enfermas y que entrando hazian semejantes deshonestidades y que quando se las dezia ellos se enojaban mucho y trataban muy mal a la dha abadesa amenazando la con destierros y pribaçion de ofiçio y que avian de poner por abadesa a la dha Luçia de la Conçepon la qual estaba y oy dia esta tan favoreçida de todos los frailes de sant Franco y aora muchas mas del padre fray Alo de Vilches guardian que es del convento de san Franco desta çiudad que la dha Luçia de la Conçepon no obedese en cosa alguna a la dha abadesa ni vicaria antes procura atraer a la boluntad de los dhos frailes otras muchas monjas// preguntada si save alguna cosa acerca de vna confesion que hizo Ana de la Conçepon con el dho fray Hieronimo de Ocaña dixo que lo que save acerca de esto que muchas vezes a oydo a la susodha Ana de la Conçepçion quexarse del dho fray Hieronimo de Ocaña [25v] Diziendo le avia rrevelado la confesion por donde se le avian seguido muchos disgustos y que ha visto muchas vezes a la dha Ana de la Conçepon muy triste y desconsolada sobre este caso y ansimismo avisto muchas rreboluçiones entre las dhas monjas sobre ello y que la dicha Ana de la Conçepçion mudo de liçençia de la abadesa de confesor y que lo demas se rremite a lo que la dha Ana de la Conçepçion dixese// preguntado si ha visto o entendido otras algunas cosas que ayan subcedido dentro del dho convento o yglesia del dixo que podra aver nuebe o diez meses poco mas o menos que se traxo a este convento la ymagen del bien aventurado san Jasinto para que las dhas monjas la viesen y que en este mesmo dia vio este to como estando dentro de la yglesia de este convento vna mujer casada que no dize su nombre aunque la conosçe por ser como es casada entro el dho fray Alo de Frezneda guardian en la dha yglesia y el dho Frezneda pidio las llaves de la yglesia y la cerro por de dentro porque el postigo como es de loba abre y cierra por anbas partes y despues de aver cerrado las dhas puertas se fue derecho hazia la capilla mayor al lado del xpo donde estaba asantada la dha mujer casada y se asento en bajo con ella y este to vio por vista de ojos como se abraçaban y besaban muchas vezes de lo qual este to se escandalizo y admiro mucho viendo el poco rrespeto que tenian al santisimo sacramento y santo lugar y que esto mismo vieron otras muchas monjas como son Ana de la Conçepçion brigida de Santa Clara y otras que no se acuerda mas de ser muy puco y tratarse cada dia en el dho convento y que ansimismo vn dia de la pasqua de navidad del año de mill y seisçientos vio este to estando en el coro con Hieronima Sebastiana de la Conçepon y bigida de Santa clara y otras monjas como entro el guardian Frezneda en la dha yglesia del dho convento y cerro las puertas del con las llaves y se fue a la rrejita del comulgatorio donde esta hecho vn naçimiento y alli hallo a la dha mujer casada que declarado tiene y tomandola por la mano la abajo por las gradas de el altar mayor hazia el altar del santo crusifixo donde la otra vez los avia visto este to y vio como comieron alli juntos asentados en bajo y se daban de comer el vno y el otro con sus bocas y se besaban y abrasaban muchas vezes y hazian otras muchas desonestidades y estando ansi juntos oyeron rruydo en la puerta de la yglesia y el dho Frezneda se fue aver quien hazia aquel rruydo y por entre las hendeduras devio dever y conoscer quien hera por que començo luego a dar muchas vozes diziendo juro a dios de vn bellaco que ose de salir a matar y buelto a la dha mujer con mucha colera le dixo que rrazon tiene don hieronimo de rrojas devenirme a espiar a lo qual la dha mujer hincandoçe de rrodillas dixo que por amor de dios [26r]Mirase que hera casada y no la deshonrrase que bastaba el alboroto de las monjas sin que hiziese otro mayor fuera y esto con muchas vozes y gritos que daba el dho 4 Jubón: Vestido de medio cuerpo arriba, ceñido y ajustado al cuerpo, con faldillas cortas, que se ataca por la regular con los calzones. Diccionario Academia Autoridades, 1734. Consultado en: http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtll e?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0.
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fraile Frezneda y con las palabras de la dha mujer se aplaco y se estubieron hasta la oraçion la qual dada se fueron y que ansimismo a oydo dezir que por este mismo horden se avisto otras muchas vezes con la dha muger y quede todo lo contenido en este su dho y declaracion este to dio notiçia al padre comisario General fray Joan Venido y dello sabe hizo ynformacion y este to dixo su dho y declaro lo que dho tiene y ante fray Miguel de Agia su secretario y ansimismo sabe que la dha abadesa y otras muchas monjas lo juraron y declararon ante el dho comisario y no avisto castigo alguno sobre ello antes los dhos frailes por averlo declarado la dha abadesa la an tratado muy mal de palabra diziendole muchas ynjurias y que la a de desterrar y pribar de su ofiçio y los dhos frailes fray Alo de Frezneda y fray Hieronimo de Ocaña los ha visto honrrados y premiados pues al vno hizireon guardian y al otro la mejor dotrina de cartagena // preguntadose si save otras algunas cosas escandalozas que estos dhos frailes o otros algunos ayan dho o fecho en los dhos lugares o otros quales quiera del dho convento dijo que muchas y diversas bezes ha visto a los dhos frayles Frezneda Ocaña Barrientos fray Juo Manuel que agora es provinçial y a Orejuela y a otros muchos frailes cuyos nombres no conoçe llegarse al locutorio y a la porteria y aunque no ven monjas porque los oyan dezir muchas palabras feas y desonestas escandalozas y de mal exenplo por lo qual todo el dho convento esta muy trocado y muy turbada la rreligion que se solia tener con muchos bandos y cada dia se haze plegaria en el dho convento porque dios nro señor se sirba de enviar rremedio a tantas bejaçiones y algunas monjas se ocupan en tener nobenas y otras con muchas disiplinas piden a dios nro señor las buelban a su antigua quietud y sosiego y como lo tenian antes que estubiesen sujetas a los dhos frailes preguntado si tiene mas que dezir y declarar// dixo que dize lo que dho tiene y que estas es la verdad para el juramento que fizo y siendole leydo en el serratifico y firmo y dizo ser de hedad de veynte e vn años poco mas o menos y que no le tocan las generales y el dho juez le encargo el secreto con pena de exon e lo firmo de su nombre juntamente con el dho juez Grabiel de la Parra Franca de sant Miguel ante mi Martin Gaitan notario [al margen: T] Despues de los susodho en vte y vn dias del mas de hebro de mill y seisçientos y dos años el dho Grabiel de la Parra juez de comision para mas averiguacion de lo susodho hizo pareçer ante si abrigida de Santa Clara monja profesa del dho convento de [26v] Santa clara la rreal Desta dha çiudad de Tunja de la qual fue tomado y rreçivido juramento en forma de dro so cargo del qual prometio de dezir la verdad de lo que supiese y le fuere preguntado fuele preguntado por el tenor del dho mandamiento y comision dixo que lo que sabe dellas es que muchas vezes ha visto entrar en la clausura del dho convento muchos frailes de la orden de san Franco tomando siempre ocaçion o de confesar algunas sirvientas enfermas o de aderecar el organo y que espeçialmente se acuerda que podra aver ocho o nuebe meses poco mas o menos tienpo que entraron en el dho convento en la clausura quatro frayles el vno dellos llamado fray Alo de Frezneda guardian del dho convento de san Franco y fray Hieronimo de Ocaña difinidor y vicario capellan y confesor de las monjas deste dho conventoy un fray Bernabe corista y otro fray Baltazar los quales dhos frailes entraron a confesar una sirvienta de casa que estaba enferma y aviendola confesado y oleado los dhos frailes Ocaña y Frezneda se fueron al dormitorio por ver a la madre abadesa cata de jesus que a la sazon estaba muy yndispuesta y sagrada de los braços y tobillo la qual yndispusision se le causo a la dha abadesa de muchos disgustos que tenian y le daban los dhos frailes y luego como sibieron el dho pe Ocaña se asento en vna silla en la cavecera de la dha abadesa y el dho Frezneda guardian se fue hazia vna cama blanca de lienço de algodón la qual dha cama el dho guardian Frezneda avia dado a una su devota llamada Luçia de la Conçepçion y asimismo le avia dado a vnos sarcillos de oro y perlas y otras joyas y ella al dho guardian mucha rropa blanca como son camisas labradas y saragueles pañuelos y tocadores de Olanda labrados y como el dho guardian conoçia la dha cama se hecho en ella y mando llamar a la dha Luçia de la Conçepçion su Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
devota la qual estaba escondida a los pies de la dha cama y salio luego y juntamente con el dho Frezneda se hecho en la dha cama y corrieron las cortinas della y este to vio por sus ojos como el dho Frezneda besaba y abraçaba muchas vezes a la dha Luçia de la Conçepon y le rremangaba las faldas y miraba las piernas y tocaba sus partes ocultar y los pechos y dezia muchas desonestidades llamandose de mi alma y este to se escandalizo mucho y fue y conto lo que avia visto a la madre abadesa la qual llamo a Franca de san Miguel monja profesa del dho convento y le dixo mira que os mando en virtud de santa obediençia que bais luego averlo que haze aquel fraile con aquella monja y no os quiteis de alli a la dha Franca de san Miguel fue y acabo derrato vino muy laborotada y escandalizada y dixo a la dha abadesa lo que visto avia y la dha abadesa dio muchas vozes y dixo llamenme aqui todas [27r] Las monjas que vean semejante Desberguenza y atrevimiento y dixo otras cosas de mucho enojo y colera y queriendose lebantar el dho padre Ocaña que estaba en su cavecera le dixo que se lebantase que como esas cosas pasaban entre frailes y monjas y se encubrian unos a otros y la dha abadesa dixo avia de dar notiçia de todo ello al pe fray Martin de Sande provinçial y que quando el provinçial no lo rremediase lo avia de escribir al generalisimo y al rrey nro señor y al sumo pontifice y qdo todo faltase se quexarian a dios nro señor y a la madre suya Santa Clara y viendo los dhos padres Frezneda y Ocaña las vozes y pesadunbre de la dha abadesa el dho Frezneda se levanto de la dha cama y se vino muy enojado para la cama donde estaba la dha abadesa diziendo que alborotos y aspavientos son estos es cosa nueba ver un fraile con vna monja juro a dios que me lo aveis de pagar y que os tengo de pribar del ofiçio que teneis y que os tengo de desterrar de este convento a vos y a vras hermanas y dixo muchas palabras afrentosas e ynjuriosas de que la dha abadesa se sentio mucho y derramo muchas lagrimas pidiendo a dios nro sr la llevase de la enfermedad que tenia pues ellos se la avian causado y con esto los dhos frailes Frezneda y Ocaña se fueron abajo y la dha abadesa dixo luego a este to y otras monjas que alli estaban que les pareçe madres de semejantes libertades y a estado muy desonesto y me a dho muchas bellaquerias por amor de dios que tengan memoria para quando fuere menestar que lo digan// preguntada si sabe lo que los otros dos frailes que quedaron abajo avian ho dixo que este to se quedo consolando a la madre abadesa y vio que llegaron dos monjas profesar llamadas la una Ana de la Vonçepçion y la Maria de Jesus y en precençia de este to dixeron como los otros dos frayles fray Bernabe y fray Baltazar avian ydo a la guerta donde las dhas dos monjas estaban y que ellas se avian escondido como los vieron y ellos fueron corriendo tras ellas y las avian alcançado y dicho muchas desonestidades y quitadoles lo que estaban merendado y la dha abadesa dixo a las dhas dos monjas no se en que a de pasar tanta desventura tened memoria de todo para su tiempo y les conto todo lo que avia pasado alla arriba en el dormitorio y les encargo el secreto y que no le dixesen nada a la dha Luçia de la Conçepçion porque no diese aviso dello a los dhos frailes // preguntada si avisto entrar otra vez algunos frayles en el dho convento a fray Hieronimo de Barrientos y al dho guardian Frezneda y al dho Ocaña su vicario tanbien con ocaçion de confesar otra sirvienta [27v] Del dho convento y aviendola confesado se fueron los dhos frailes a la guerta que tiene el dho convento a verla y la dha Luçia de la Conçepçion luego vio como que el dho Frezneda su devoto estaba dentro vajo corriendo por verlo y como el dho Frezneda la vio se fue para ella y la tomo por la mano y llevo a un çaguan que esta a un lado antes de llegar a la guerta donde esta vna escalera y esta vn poco obscuro y este to vio por vista de ojos como el dho frezneda besaba y abraçaba muchas vezes a la dha Luçia de la Conçepçion y tomaba sus pechos y le dezia palabras muy amorosas y otras muy desonestas de que este to se escandalizo mucho y questo que declarado tiene tanvien lo vieron Franca de san Miguel y Ana de la Conçepon monjas profesas del dho convento y que este to con las dhas monjas dieron luego notiçía a la dha abadesa la qual las mando guardasen secreto hasta su tiempo y lugar y que ansimismo este to vio otra vez entrar en el dho convento a Agustin de Leon voz de esta çiudad medico y boticario
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mayordomo deste dho convento y con el entraron el padre fray Juo Gutierrez y el dho guardian Frezneda y el dho Agustin de Leon tomo el pulso y visito una sirvienta la mando confesar y se fue luego y el dho pe fray Juo Gutierrez se quedo confesando la dha donada y el dho guardian Frezneda se fue al capitulo donde hallo a la dha Luçia de la Conçepon la qual todas las vezes que savia que entraban frayles bajaba a ver si hera su devoto Frezneda sin liçençia de la abadesa por el mucho favor que dellos tenia y oy dia tiene del pe fray Alo de Vilches guardian que es del dho convento de san Franco y como el dho Frezneda la bio la tomo por la mano y la asento sobre unos poyos que ay en el dho capitulo y a la dha Luçia de la Conçepon asento sobre sus rrodillas y la cubrio con su manto que casi no se pareçia y alli la rretosaba besandola y abraçandola muchas vezes y tomaba sus pechos y partes bergonçosas hablandose el uno al otro de bos diziendole muchas desonestidades de todo lo qual como dho tiene dio aviso este to a la madre abadesa y asi mismo dixo este to qu es muy puco en el dho convento y que muchas monjas vieron otra vez al dho Frezneda guardian en el dho capitulo desnudo en jubon y calçones bailando delante de la dha Luçia de la Conçepon y questo no lo vio mas de avello oydo dezir muy publicamente en el dho convento// preguntada si sabe otra cosa alguna del mal exenplo que los dhos frailes ayan dado a las dhas monjas dixo que abra año y ocho meses o casi dos años poco mas o menos tiempo [28r] Que estando este to en el coro del dho convento encomendandose a dios vio entrar en la yglesia del dho convento dos mujeres la una dellas casada y la otra donzella las quales este to conoçe aunque no dixo sus nombres y que las dhas dos mujeres dixeron venian a unas novenas al dho convento y dentro de dos oras vio este to entrar renta dicha yglesia al pe guardin fray Alo de Frezneda y yr se luego para donde estaban las dhas dos mujeres las quales estaban dentro de la capilla mayor y el dho guardian Frezneda tomo por la mano a la dha mujer soltera y la aparto de la dha mujer casada la qual hera deuda suya y la llevo aun escaño que estaba en la dha capilla mayor hazia el altar de el xpo y alli se asento el dho guardian Frezneda en el dho escaño y asento a la dha mujer soltera sobre su rodillas y vio este to como la besaba y abraçaba muchas vezes y no pudo entender lo que hablaban y que aunque se escandalizo mucho por entonces no dixo nada a la dha abadesa y que aviendo estado como dho tiene el dho guardian con la dha mujer acabo demas de tres oras se fue el dho guardian y luego se fueron las dhas dos mujeres y despues de pasados algunos dias esta dha mujer soltera se caso en esta dha çiudad y por la pasqua de navidad del año de mill y seisçientos años este to vio entrar en la dha yglesia del dho convento un dia de los de la dha pasqua a la susodha mujer que ya hera casada aver un naçimiento que las monjas tenian hecho en honrra de la virgen nra señora y estando alli viendolo entro a la dha yglesia el dho pe guardian Frezneda y pidio las llaves y cerro las puertas por dentro que por ser de loba abre y cierra el portigo por de fuera y por de adentro y luego se fue para donde estaba la dha mujer casada y vio este to como la tomo por la mano y abajo por las gradas del altar mayor y la llevo al altar del sancto cruzifijo y alli se asento en bajo con la dha mujer y vio este to como la abraçaba y bezaba muchas bezes y este to se escandalizo mucho ella y otras monjas del dho convento que lo vieron juntamente con este to y este dho dia este to oyo un gran rruydo de bozes y alboroto en la dha yglesia el qual fue causado de unos golpes que el dho guardian Frezneda avia oydo en la puerta de la dha yglesia y yendo aver quien los daba por entre las hendeduras de la puerta devio de ver quien era y dixo juro a dios de un bellaco que os tengo de salir a matar que poca neseçidad teneis vos de me venir a espiar y con mucho enojo pedia las llaves para abrir y con mucha colera dixo a la dha mujer que botada a dios que avia de matar a don Hieronimo de Rrojas porque la avia ydo a espiar y la dha mujer casada saltando los chapines se fue para el dho guardian [28v] Y se le hinco de rrodillas deziendole que por amor a dios no la deshonrrase y que mirase por su honrra que hera mujer casada y que se contentase con el escandalo que avia dado a las monjas sin hazer lo mayor fuera y con esta y otras rrazones al dho guardian Frezneda se aplaco y se bolvieron otra vez al lugar donde Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
antes avian estado hasta que fue tarde y el dho Frezneda se fue y luego dende a poco. La dha mujer y asimismo este to vio un dia al dho guardian Frezneda tanbien a puertas cerradas rretocar besar y abraçar a la dha mujer casada en el mismo lugar que dho tiene y este dia fue el que se avia traydo al dho convento la figura del bien aventurado sant Jasinto y pareciendole a esta to muy mal exenplo quel dho guardian dava a las dhas monjas lo llamo y le dixo como ella y otras muchas monjas avian visto aquello dos o tres vezes que por amor de dios biviese mas rrecatado a lo qual el dho guardian Frezneda con mucha colera y enojo le rriño mucho diziendome palabras muy afrentosas y en mucho perjuizio de mi persona y que si lo dezia a otra qualquiera persona que me avia de desterrar deste convento y otras muchas ynjurias y las mismas ynjurias oyo este to otra vez al pe fray Hieronimo de Ocaña contra la vicaria deste convento quando como dho tiene entro en el dho Frezneda en el dho monasterio por que la dha vicaria no avia querido darle un abraço que le pidio y el dho Ocaña cada dia pedia a la dha vicaria y a otras muchas monjas que lo besasen y abraçasen y porque la dha vicaria no acudio a sus rruegos la a tratado muy mal de palabra y le hizo unas coplas muy perjudiciales llamandola de perra las quales dhas coplas este to vio por sus ojos porque el dho Ocaña las leyo en publico quexandose de la dha vicaria a si mismo dixo este to que todas las vezes que vienen frailes a este dho convento y piden locutorio es para tratar desonestidades y que a oydo a muchas monjas quexarse del mal exenplo que dan y que puede aver tres años poco mas o menos tiempo que el pe fray Juo Manuel que ahora es provinçial trato por el locutorio muchas y diversas vezes muchas desonestidades y palabras muy laçivas y desonestas pidiendole a este to entrada en el dho convento y que por muy altas que estubiesen las paredes con su liçençia el se atrevia a entrar y esto con mucha ynstançia hasta que este to tomo por medio no yr mas al dho locutorio ni quando la llamaban de lo qual el dho fray Juo Manuel provinçial se enojo mucho con este to y que de todo lo que dho tiene en esta su declaracion este to ynformo al padre fray Juo Venido comisario general y dixo un muy largo dicho [29r] Por ante fray Miguel de Agia su secreto y save que otras muchas monjas dixeron esta rrazon sus dhos y declaraciones y que no avisto se aya ho algun castigo a los dhos frailes antes a oydo dezir que en el capitulo provinçial salieron muy honrrados con guardianias y dotrinas y antes an tomado muchas mas mano y liçençia para las maltratar y agraviar de palabra como el pe guardian de agora es fray Alo de Vilches mal trato y dixo muchas palabras de mucha ynjuria y afrenta abra quinze dias a la madre abadesa porque no avia querido dar liçençia a una monja llamada Maria de la Paz para hablar con el dho guardian Vilches a solas y sin escucha amenazandola con el destierrro y otras muchas amenazas de que todas las monjas viven con grandisimo desconsuelo y muy aflixidas y las devotas de los dhos frailes muy favoreçidas y rregaladas y con los dichos favores no obedecen a su abadesa en cosa alguna y esta la rreligion de este convento muy menoscabada y si la madre abadesa dize algunas cosas las dhas monjas sus devotas les dan luego aviso y mal tratan a la dha abadesa y no se sirbe a dios con la quietud y sosiego paz y concordia que antes quando estaban sujetas al ordinario antes esta dividido el convento en vandos y los dhos frayles ban labrando en el pecho de las niñas y mas hermosas muchos de sus malos y dañados yntentosy que si dios nro señor no lo rremedia con supo de rosa mano se bendra a perder del todo este convento // preguntada si save o a oydo decir a alguna monja alguna cosa acerca de las confesiones dixo que lo que sabe es que una monja llamada Ana de la Concepon se a quexado muchas y diversas vezes a este to y a la madre abadesa y a otras muchas monjas como el pe Ocaña confesor deste convento le rrevelo su confesion diciendo lo que le avia confesado al dho pe guardia Frezneda de donde se le avia seguido a la dha Ana de la Conçepçion muchos disgustos y desconsuelos y vivia con mucha pesadumbre y que ha visto que la dha Ana de la Conçepon mudo confesor y que lo mas que acerca de esto a oydo se rremite a lo que dixere la dha Ana de la Concepon //asi mesmo dize este to que ha visto entraron la dha clausura del dho convento so color de
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Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
Presentación y transcripción de Paola Andrea Berrío
aderecar5 el organo a los dhos guardian frezneda y al dho Ocaña y a un fray Hipolito organista y a fray Bernabe y a fray Baltazar y que un dia el dho fray Bernabe se aparto con una monja su devota llamada Maria de la Paz al rrefitorio del dho convento y vio este to al dho fray Bernabe abraçar a la dha Maria de la Paz y questo que dho tiene vio juntamte con este to Ysabel de san Jeronimo monja profesa del dicho convento porque estaban juntas quando el dho fray Bernabe[29v] Abraço en el dho rrefirotio a la dha Maria de la Paz preguntada si sabe otra cosa alguna que poder decir dixo que ahora no se le acuerda mas que si otra cosa supiere y se le acordare lo dira y que dize lo que dho tiene y que es de hedad de quarenta y tres años poco mas o menos y que no le tocan las generales y que esta es la verdad para el juramento que ho tiene y siendo le leydo en el se rratifico ya firmo y el dho juez le encargo el secreto con pena de exon y lo firmo de su nombre juntamente con el dho juez Grabiel de la Parra brigida de Santa Clara ante mi Martin Gaitan notario [al margen: T] Despues de lo que suso dho en la dha çiudad de Tunja en vte y quatro días del mes de hebro de mill y seisçientos y dos años el dho Grabiel de la Parra presvitero juez de comision para mas averiguaçion de los susodho hizo parecer ante si a Ysabel de san Jeronimo monja profesa del dho convento de Santa Clara la rreal desta dha çiudad estando en el coro bajo del dho convento de la qual fue tomado y rreçivido juramento en forma de vida de dro so cargo del qual prometio de dezir la verdad de lo que supiere y le fuere preguntado preguntada por el tenor del dho mandamiento y commisson dixo que lo que della save es muchas vezes a visto este to entrar en el dho convento y clausura del muchos frailes con muy livianas ocaçiones como es aderecar un organo que ay en este dho convento y otras vezes aver y confesar algunas donadas que estaban enfermas y que particularmente se acuerda que abra nueve meses poco mas o menos tienpo que estando este to en la guerta del dho convento con otras monjas merendando entraron en el dho convento y guerta dos frailes de la orden de nro pe san Franco el uno dellos llamado fray Bernabe y el otro fray Baltazar y que como este to los vio en la dha guerta ella y las demás monjas que alli avia se fueron a esconder hazia unos arboles que ay en la dha guerta y como los dhos frailes fray Bernabe y fray Baltazar las vieron dieron a correr tras dellas por las alcançar y aviendo la alcançado las quieran abraçar y las rretocavan y dezian muchas palabras desonestas pidiendoles asi a esta to como a las demas besos y abraços y hazian fuerça por las besar y les quitaron lo que estaban merendado de que este to y las demas se escandalizaron mucho con los dhos frailes y se fueron donde estaba la abadesa Cata de Jhs. Que estaba muy mala en la cama y este to vio como otros dos frailes de la dha orden llamados fray Alo de Frezneda y el otro fray Hieronimo de Ocaña baxaban del dormitorio muy enojados y se juntaron [30r] Con los otros dos frayles que dho tiene y se fueron y este to dixo a la dha abadesa lo que los dhos frailes fray Bernabe y fray Baltazar avian ho en la guerta y este to hallo a la dha abbadesa llorando muchas lagrimas y diciendo quel pe Ocaña se le avia tanbien a ella atrevido y dicho le muchas deshonestidades y asimismo oyo este to en presençia de la dha abadesa dezir abrigida de Santa Clara y a Franca de san Miguel y Hieronima de la Conçepçion y otras muchas monjas este mismo dia y después aca lo a oydo dezir muy publicamte a la mayor parte de las monjas de el dho convento como el dho Frezneda avia estado hechado en una cama de lienço blanco con Lucia de la Conçepon monja profesa del dho convento y dicho muchas palabras desonestas y la avia besado y abraçado muchas vezes y tomado las piernas y partes bergonçosas y questo fue el dho dia que el dho tiene y que sabe este to y a visto a la dha Luçia de la Conçepçion hazer camisas de rruan muy labradas y calçones tocadores y pañuelos de Olanda labrados para el dho Frezneda que es muy su devoto y el dho Frezneda a dado a la dha Luçia de la Conçepon unos sarçillos de otro y una cama de lienço blanco y otras muchas cosas y la rregalaba mucho y favoreçia de tal suerte que la dicha Luçia de la Conçepon con el favor 5 Aderezar: componer, adornar, y pulir alguna cosa. Diccionario Academia Autoridades, 1726. Consultado en: http:// buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&sec=1.0.0.0.0. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
de los dhos frailes Frezneda y otros muchos tiene en muy poco a la abbadesa y vicaria y no obedece sus mandamientos antes de todo lo que sucede y pasa en el dho convento de aviso a los dhos Frezneda y los demas frailes de los quales avisos los dhos frailes tienen muy afligida y desconsolada a la dha abadesa a la qual amenazan con destierros y privaçion de ofiçios y todas las monajs viven con mucho desconsuelo y que ansimismo save este to como podra aver doze o treze dias poco mas o menos que vino a este convento el padre guardian que agora es fray Alo de Vilches y quiso hablar a solas sin escucha con maria de la paz monja y la dha abadesa dixo que no podía su paternidad hablar con monja ninguna a solas sin escucha por lo qual el dho Vilches Guardian trato muy mal de palabra y dixo muchas ynjurias a la dha abadesa y que la avia de castigar y arriconar y quitar el ofiçio y otras muchas ofensas de que la dha abadesa a estado muy aflixida y desconsolada y estuvo los días pasados al punto de la muerte y la dha abadesa no es señora de hablar una palabra delante de las dhas Luçia de la Conçepon y Maria de la Paz que luego no la sepan los frayles y esta este convento muy dividido en vandos y muy menoscavada la rreligion y muy amenazadas las monjas y con muchos temores y porque [30v] Abra ocho dias rrezando todas las monjas el ofiçio divino en el coro hicimos commemoraçion de san pedro y luego de san Franco el pe fray Juo de Padilla a bozes nos llamo a todas derrapasas ygnorantes y que a palos nos avia de hazer perder la devoçion de san Po y esto puca mente de que viben con mucho desconsuelo// preguntada si avisto o sabe otra cosa de mal exenplo que ayan dado los dichos frailes dize que a oydo dezir muchas vezes y es puco y se trata muy de ordinario como a entrado otras muchas vezes el pe Frezneda y Ocaña en el dho convento y que en el capitulo el dho Frezneda sea desnudado y baylado en precençia de la dha Luçia de la Conçepon su devota y que yendo otra vez a la guerta la llevo a un çaguan que esta antes de entrar en ella obscuro y que alli la bezo y abraço muchas vezes y que ansimismo a visto este to y oydo quexarse muchas bezes a Ana de la Conçepon monja profesa del dho convento como el pe Ocaña le rrevelo su confiçion de que a visto a la dha Ana de la Conçepon muy aflixida y desconsolada y que lo que acerca desto paso se rremite a lo que dixere la dha Ana de la Conçepçion y esto rresponde// preguntada si sabe otra cosa alguna que poder decir o declarar dixo que dize lo que dho tiene y que esta es la verdad para el juramento que fecho tiene y que es de hedad de veynte años poco mas o menos y que no le tocan las generales y siendole leydo este su dho en el serratifico y affirmo y el dho juez le encargo con pena de exon guardase el secreto y lo firmo de su nombre juntamente con el dho juez Grabiel de la Parra Ysabel de san Hieronimo ante mi Martin Gaitan notario [Al margen: T] Y después de la uso dho a primero dia del mes de março de mill y seisçientos y dos el dho Grabiel de la Parra presvitero juez de comision para mas averiguación de lo susodho hizo parecer ante si a Ana de la Santa Cruz monja profesa del dho convento y vicaria de la la qual fue tomado juramento en forma de dro so cargo del qual prometio de dezir la verdad de lo que supiere y le fuere preguntado// Preguntada por el tenor del dho mandamiento y comision dixo que lo que sabe es que an entrado muchas vezes en la clausura deste dho convento algunos frailes de la orden de nro pe san Franco buscando ocasion para las dhas entradas o de confesar algunas enfermas o de aderecar un organo que el dho convento tiene y que en todas las dhas entradas los dhos frailes an dado a la dhas monjas muy mal exenplo como fue que los días pasados fray Alo de Frezneda guardian del convento de san Franco [31r] De esta çiudad y el pe fray Hieronimo de Ocaña vicario y confesor desta dha casa y convento y otros dos frailes de la dha orden llamados fray Bernabe y fray Baltazar que todos quatro juntos entraron en el dho convento so color de visitar y confesar una donada que estaba yndispuesta y aviendola confesado y oleado los dhos frailes fray Alo de Frezneda guardian y fray Hieronimo de Ocaña se subieron al dormitorio de las monjas de este dho convento donde a la sason estaba el abadesa Cata de Jhs. Muy yndispuesta en una cama sangrada de los braços y tovillos y aviendo subido el
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pe fray Hieronimo de Ocaña se asento en una silla en la cavecera de la cama de la dha abadesa y se quedo hablando con ella y el padre Frezneda guardian se paseo por la sala del dho dormitorio y conoçío una cama que le dho Frezneda avia dado a una su devota llamada Luçia de la Conçepon la qual dha cama es de lienço de algodon y como la conocio dixo esta cama de Luçiay se acosto en la dhay dixo llamenme a Luçia de la Conçepçion la qual estaba a los pies de la dha cama encubierta y luego salióo la dha Luçia de la Conçepon rriendose mucho y es echo en la dha cama juntamente con le dho Frezneda y corrieron las cortinas y este to vio como le dho Frezneda rretocava bezaba y abraçaba muchas vezes a la dha Luçia de la Conçepon y le dezia muchas palabras amorosas llamandola de mi alma y de bos y otras muchas deshonestidades preguntada que heran las dichas deshonestidades dixo que por su profesión havito y honestidad no dize mas de que se trataban muy lasçiva y deshonestamente y el dho fraile Frezneda le tomaba las piernas y los pechos y sus partes vergonçosas de que este to se escandalizo mucho y que ansimismo vieron esto que dho tiene otras monjas como son Hierma Sebastiana de la Conçepçion brigida de Santa Clara Franca de san Miguel y aun la misma madre abadesa la vio desde su cama y mando a la dha Franca de san Miguel fuese averlo que el dho fraile hazia con la dha Luçia de la Conçepon y que rremetia en este particular a lo que la dha Franca de san Miguel dixere y que este to fue luego y conto todo lo que visto avia a la dha abadesa y la dha abadesa enpeço a dar muchas bozes y a llamar todas las monjas que los viesen y se quiso levantar de la cama donde estaba y el dicho fray hieronimo de Ocaña no la dexo diziendolo para que son esos aspavientos que maravilla es ver a un fraile con una monja que esas cosas pasavan entre monjas y frailes y se encubrian y la dha abadesa estaba escandalizada que dixo [31ve] Se avia de quexar al padre provincial fray martin de sande y al rrey nro señor y al sumo pontifice y que aquella era casa de rreligion y no donde se avian de hazer semejantes maldades y dixo otras cosas de mucha lastima a las quales bozes el dho Frezneda se lebanto y vino comucha colera y enojo a la cama donde estaba la dha abadesa y dixo queque alborotos eran aquellos eran aquellos que juraba a dios que se lo avia de pagar y le avia de quitar el ofiçio y desterrar del convento y dixo otras muchos palabras muy afrentosas e ynjuriosas a la dha abadesa y la dha abadesa quedo llorando mucha cantidad de lagrimas y haziendo grandes exclamaçiones a dios nro señor y a su santisima madre y que en que avia de venir a parar tanta desventura y aun dixo alli publicamente como el padre Ocaña tanbien se avia desconpuesto con ella y dicho le muchas desonestidades y con esto los dhos frailes se fueron abajo dexando a este to y a la madre abadesa y a las demas monjas muy escandalizadas en tanto grado que la dha abadesa pidio muchos vezes a dios nro señor la llevase de aquella enfermedad que tenia pues por su causa de los dhos frayles se le avia rrecrecido y asi mismo encomendado la dha abadesa a esta to tuviese memoria de todo para lo decir y declarar a su tienpo fuele preguntado si sabe lo que los otros dos frailes hizieron aboxo quando se quedaron// dixo que este to fue luego como vicaria tras los dhos Frezneda y Ocaña a mandar que se fuesen fuera y que asi se fueron luego y que Ana de la Conçepçion y Maria de Jesus monjas profesas del dho convento dexiron a este to señora vicaria bamos allarriba donde esta nra madre y le contaremos lo que nos paso a nosotras en la guerta con fray Bernabe y fray Baltazar y este to subio con las dhas monjas las quales dixeron como los dhos frayles avian ydo a la guerta y corrido tras dellas y quitadoles lo que estaban merendando y que les avian dicho muchas deshonestidades pidiendoles besos y abraços a las quales la dha abadesa conto lo que avia pasado alla arriba y que todo lo guardasen hasta su tienpo y lugar y que ansimismo se acuerda este to aver visto entrar en el dho convento y clausara otra vez al pe fray Hieronimo de Barrientos y al dho fray Alo de Frezneda y al dho Ocaña con la misma ocaçion de confesar una enferma y aviendola confesado se fueron a la guarte los dhos tres frayles por verla y la dha Luçia de Conçepon sin liçençia deste to que se vicaria ni de la madre abadesa baxo luego y se fue donde estaba el dho guardian Frezneda su devota el Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
qual como la vio la tomo por la mano y allí enpuco la abraço y cubrio con su manto [32r] Y la llevo aun aposento que esta en el paso de la dha guerta a manera de açaguan y esta obscuro y vio esta to muchas vezes al dho Frezneda besar y abraçar a la dha Luçia de la Conçepon y se asentaron en una escalera que alli ay e le tomaba los tomaba los pechos y dezia otras muchas palabras muy amorosas de que daban muy mal exenplo y que otra vez antes de las que declarado tiene entraron en este dho convento los dhos padres fray Hieronimo de Barrientos y fray Hieronimo de Ocaña y el dho guardian y entraron en el dho capitulo del dho convento y la madre abadesa dixo al dho padre Barrientos suplico al pd nos haga merçed deber este buleto6 del nuncio apostolico y nos declare la fuerça del y si estamos en buen estado o malo el qual buleto tenia este to en su mano y el dho Barrientos lo tomo en las suyas y aviendolo leido llego a la firma del nunçio apostolico que dize Ludubicus Taberna Episcopus y el dho y el dho Barrientos haciendo mucha burla se lo bolvio casi arrojandolo y dixo con mucho menos preçio de alguna taberna devia el devenir quando dio ese buleto y esto dixo en presençia de muchas monjas que estaban en el dho capitulo asimismo dixo este to como otra vez entraron en el dho convento los padres fray Juo Gutierres y fray Alo de Frezneda y Agustin de Leon mayordomo aver la dha sirvienta enferma y despues de aver el dho Agustin de Leon ordeno lo que se le avia de hazer el pe fray Juo Gutierrez se quedo confesando a la dha sirvienta y el dho Frezneda se fue a los poyos del dho capitulo donde estaba la dha Luçia de la Conçepçion y la tomo por la mano y la asento sobre sus rodillas y cubrio con su manto y la rretocava y bezaba muchas vezes tomandole sus pechos y partes vergonçosas diziendo se el uno al otro palabras muy amorosas y otras muy desonestas y que estando el favor quel dho fraile Frezneda haze a la dha Luçia de la Conçepon que sin liçençia de la madre abadesa ni de este to como vicaria todas las vezes que entrada el dho fraile Frezneda se iba aber con el y a visto to hazer a la dha Luçia de la Conçepon muchas camisas labradas de rruan pañuelos tocadores y otros muchos rregalos para el dho frayle Frezneda y el dho Frezneda le a dado unos sarcillos de oro y perlas y anillos y otras muchas cosas de mucho rregalo y después que el dho Frezneda no esta en esta tierra la dexo encomendada al guardian que agora es el pe fray Alo de Vilches el qual la rregala y favorece de suerte que no obedece a la madre abadesa antes todo lo que pasa en el dho convento lo rrevela al dho vilches de que se siguen [32v] Muchos daños en la rreligion// preguntada si avisto otra cosa alguna dixo que otra vez vio este to entrar en le dho convento al dho Frezneda y al dho pe Ocaña y aun otro fraile organista que entraron so color de aderecar el organo y este to vio en el capitulo del dho convento desnudo en jubon al dho frezneda baylar en presençia de la dha su devota Luçia de la Conçepçion de que se dio mucho escandalo en el dho convento y que asi mismo a oydo y es muy publico en toda esta casa y convento como el dho Frezneda metio una mujer casada desta çiudad dos o tres vezes en la yglesia del dho convento dentro de la rreja del altar mayor donde pasaron muchas desonestidades yndignas de tal lugar y hizo çierto alboroto dentro de la dha yglesia con dos Hieronimo de Rrojas y que lo que acerca desto ay se rremite a los que dixeren brixida de santa clara y hieronima sebastiana de la conçepon y otras monjas quelo vieron y que el pe fray hieronimo de Ocaña atenido con este to muchas libertades pidiendole que lo besase y abraçase muchas vezes y por no averlo querido hazer el dho Ocaña hizo una coplas muy perjudiçiales a este to llamando la de yngrata sin ley y de perra y otras muchas ynjurias y puca mete la afrento el dho Ocaña a este to el domingo de rramos del año pasado de mill y seisçientos e vn años dando los rramos el dho Ocaña como vicario deste dho convento llego y este to a tomar su rramo y alli en presençia de todas las monjas que avia dentro y de otros muchos seglares 6 Buleto: Dimin, de Bula. El breve Apostolico que regularmente se da para concesión de algún privilegio, o para dispensación de algún impedimiento en materia de matrimonio, u de Órdenes sagradas, o para otras fines. Diccionario Academia Autoridades, 1726. Consultado en: http://buscon.rae.es/ntlle/SrvltGUIMenuNtlle?cmd=Lema&s ec=1.0.0.0.0.
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Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
Presentación y transcripción de Paola Andrea Berrío
que avia de fuera dixo Ocaña en voz alta an visto que grabe biene a tomar rramos por dios que estoy por darle con el en esa cara y este to rrespondio que mas avia pasado dios en tales dias como aquel y que ansimismo podra aver quinze o veynte días poco mas o menos tienpo que estando este to en el coro rrezando los ofiçios divinos con todas las monjas del dho convento hizieron las comemoraçiones ordinarias que se hazen en las ferias a laudes y visperas y despues de la de nra señora hizieron la de san Po y san Pablo y en esta sazon estaba abajo el pe fray Juo de la Padilla y enpeço a dar bozes puca mete de llamarnos de rrapazas ygnorantes que porque no aviamos hecho primero la comemoracion de san Franco que la de san Pedro y que a palos nos avia de hazer perder el ofiçio que teniamos a san Po y nos dixo otras muchas palabras afrentosas de que quedamos muy desconsoladoas y que son tantas las bexaçiones y molestias que an rreçivido y rreçiben que si les fuera permitido salirse de la rreligion por no poderlas sufrir lo hizieran muchas con mucha boluntad y se fueran a casa de sus padres por que no solamente les dan mal exenplo con su vida y costunbre los dhos frailes pero aun les privan del sustento ordinario poniendoles a las dhas monjas aranzel y tasa en lo que ande comer por vnas nuebas constituciones y ordenanças que les an dado y que no gozan de sus rrentas [33r] Ni del esquilmo de una estançia que tienen tasandoles el sustento rregulando el gasto de vn dia y por el de la semana y por la semana el mes y por el mes el año mandando a los mayordomos asi del pueblo como al de la dha hazienda del canpo no nos acudan con mas rrentas antes tienen puesto los dhos provinçial y frayles vn fraile por mayordomo llamado fray Franco de Avila por cuya mano se expende y gasta la rrenta del dho convento al qual dha fray Franco de Avila sin acuerdo de abesa y monjas aviendo dozientas hanega de trigo a vn Diego Martin del Ponte siendo como es este año esteril y que bale la harina a tres tomines el arroba en esta çiudad y los dhos frailes administran nras rrentas como si fueran propias suyas de que rreçiben notorio daño y perjuizio las dhas monjas ansimismo dixo este to que podra aver quinze dias poco mas o menos tienpo que el pe fray Alo de Vilches guardian que es agora en este convento de san Franco de esta çiudad vino a este dho convento y pidio a la madre abadesa lo dexase hablar con una monja llamada Maria de la Paz a solas y sin escucha y la dha abadesa le dixo que bien savia que no se podía hazer y que la perdonase por lo qual el dho Vilches Guardian trato muy mal de palabra a la dha abadesa diziendole muchas y muy afrentosas ynjurias y que la avia de desterrar a panplona y quitar el ofiçio y no solamente hizo este alboroto en casa con la dha abadesa mas aun fuera en la placa lo dixo a muchas personas prinçipales que se lo vinieron a decir a la dha abadesa y que avia de venir una noche con ocho o diez frayles y derribar las puertas del dho convento y en dos mulas sacar del dho convento a la dha abadesa y a la madre fundadora jua de la cruz que de todo ello tuvimos aviso del capitán Aluo Suarez de deça Juo de Nova Sotelo y de otras muchas personas que nos vinieron a avisar de que nos escandalizamos es tanto grado que dimos notiçia a nros deudos los quales nos velaban y guardaban por de fuera con armas como que vbiesemos cometido algun grandisimo delicto poniendolos arriesgo de perderse y todo estos escándalos son causados de que la madre abadesa no este to como vicaria no an querido ni consentido que los dhos frailes tengan cada uno su devota que nunca la buscan sino la mas hermosa y mas muchacha y si en su mano fuera segun sus desonestidades no rreparan en quebrantar este convento como muchos dellos lo an yntentado y sabe este to lo yntento el pe fray Juo Manuel provinçial que al presente es de esta provinçia soliçitando muchas vezes a una su hermana llamada Brigida de Santa Clara pidiendole liçençia para entrar con escala por la serca del convento como muchas vezes la dha su hermana se lo a dho a este to y que todas sus conversaçiones no son endereçadas a mas fin de inçitar y atraer a sus voluntades las de las monjas y las que no acuden a sus torpes y deshonestas platicas son totalmte dellos declarados enemigos de que rresulta mucha inquietud en [33v]Este dho convento y que en años pasados quando el Ilustrisimo sr arçobispo de este rreino visito este convento constándole Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
a su sa del mal exenplo que los dhos frailes daban mando conçensuras no hablasemos con fraile ningo de la dha orden de lo qual se siguió hazer el alboroto y escandalo que se hizo quando con tanta fuerça y violençia sujetaron este y los demas conventos de este rreyno asi mismo dexo este to que a oydo muchas vezes quexarse con mucho sentimiento a Ana de la Conçepon monja profesa deste dho convento del pe fray Hieronimo de Ocaña que le avia rrebelado su confesión y declarado todo lo que en ella avia confesado al pe Frezneda y otros padres de donde se le avian seguido muchos daños y desconsuelos y vio este to a la dha Ana de la Conçepon que mudo de liçençia de la madre abadesa de confesor y que se rremite a lo que la dha Ana de la Conçepon dixere y que todo o de la mayor parte que en esta sudho tiene declarado este to dixo y declaro por si dho al pe comisario general fray Juo Venido por ante fray Miguel de Agia su secretario y que no avisto ho ningun castigo antes premiados y favoreçidos los dhos frailes y ellas mucho mas afligidas y desconsoladas y por la misma ocaçion ellos mas liçençia para manifestar sus malos yntentos de que todo el dho convento y monjas del viven con grandisimo desconsuelo pidiendo a dios nro señor las saque de tanto trabajo// preguntada si sabe otra alguna cosa que poder decir y declarar dixo que dize lo que dho tiene y questa es la verdad para el juramento que ho tiene y que no le tocan las generales del dro y dixo ser de hedad de treinta y çinco años poco mas o menos y siendo leydo este su dho en el se afirmo y rratifico y el dho juez le encargo el secreto so pena de excomunion y firmo de su nombre juntamente con el dho juez Grabiel de la Parra Ana de la Santa Cruz vicaria ante mi Martin Gaytan notario [Al margen: T] Despues de la susodho a ocho dias del mes de março de mill y seisçientos y dos años estando en el dho convento de Santa Clara la rreal de esta dha çiudad el dho Grabiel de la Parra presvitero juez de comision para mas averiguaçion hizo parecer ante si a la madre fundadora Jua de la Cruz monja profesa del dho convento de la qual se tomo y rrecivio juramento en forma de vida de dro so cargo del qual prometio de decir la verdad de lo que supiere y le fuere preguntado preguntada por el tenor de la dha comision dixo que ella a mas de veynte y ocho años que es monja y fundadora deste convento y que en todo el dho tiento ha visto muchas cosas que an pasado en este dho convento con los frailes de san franco desta dha çiudad y las dhas monjas de mucho escandalo y mal exenplo que los dhos frayles de san Franco desta dha çiudad y las dhas monjas de mucho escandalo y mul mal exenplo que los dhos frayles daban asi a los principios de la fundaçion del dho convento en los tienpos presentes y que en lo que toca al mal exenplo que los dhos frailes dieron antiguamente sobre ello este to dixo su dho [34r] Y declaraçion largamte y se hizo una ynformaçion que se envio a los rreynos de España al rrey y nro señor y al sumo pontifise a la qual este to se rremite a cuya causa el nunçio apostolico libro un su buleto que como del constaba eximio y pribo de la jurisdiçion deste dho convento a los dhos padres de sant Franco y la dio al ordinario de bajo de cuyo govierno y anparo estubo el dho convento mas tienpo de veynte años con mucha quietud y sosiego y creçio el dho convento y rreligion del en tanto grado que se tenia por uno de los mas rreligioso conventos de las yndias y de muchas y diversas partes vinieron monjas a servir a dios nro señor en el como de la çiudad de Velez Santa Ffe Panplona y Merida y creçio el numero de las monjas hasta ser mas de çincuenta monjas donde dios nro señor era muy servido y nra madre Santa Clara ansi en los divinos ofiçios y selebraçion de ellos como en el cunplimiento de su rregla que hera jardin espiritual y estando en toda esta quietud tranquilidad y rreligion el enemigo del genero su mano por nros pecados tomando por ynstrumento del desasosiego e ynquietud que oy tienen al pe fray Myn de Sande provinçial de la dha orden y al padre fray Hieronimo de Barrientos su comisario favoresçidos del doctor Franco de Sande presidente de la rreal audiençia de este Nuebo Rreyno hermano del dho fray Myn de Sande provinçial de la dha orden y con su favor podra aver año y medio poco mas o menos tienpo con mano poderosa y con grandisimo escandalo y alboroto de toda esta çiudad vino a ella el pe fray Hieronimo de Barrientos con una real
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Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
Presentación y transcripción de Paola Andrea Berrío
proviçion cometida la exon della a don Antonio Beltran de Guebara corregidor de esta çiudad y pusieron este dho convento en tanto aprieto y trabajo quanto en todo este rreyno es manifiesto y con la mayor fuerça y violencia que jamas se ausado entre xpianos que viven debajo del anparo del rrey nro señor se apoderaron los dhos frayles de la jurisdiçion deste dho convento menos preçiado nro yndultos y privilegios y mostandole este to al dho Barrientos el buleto del nunçio apostolico leyendo la firma que dezia Ludovicus Taberna Episcopus dixo arrojandolo con mucho enojo [_e] alguna taverna venial quando tal buleto dio como este y aviendose juntado todas las monjas del dho convento hizieron çiertas exclamaçiones expresando los dhos escandalos y causas que por rremidir nra vexaçion como mas largamte consta de las dhas exclamaçiones a que se rrefiere dieron la dha obediençia a los dhos padres conpulsas y apremiadas de donde despues aca a visto este to que dios nro señor no se sirbe como antes porque los dhos frayles ynquietan en gran manera las dhas monjas con sus devoçiones que no ay fraile que no quiera tener su devota y no es de las mas biejas del convento sino de las mas niñas y mas hermosas procurando [34v] Tener siempre ocupado el locutorio en parlerias y habas desonestas rreciviendo de ellas muchos rregalos y haziendolos ellos a cuya causa ay muchas de las dhas monjas mocas que tratan con ellos como que no lo fueran que favoreçidas de los dhos frailes no viven como rreligiosas ni obedecen a la madre abadesa ni acuden al coro y quanto mas una es favoreçida tanto mas tiene menos rrespeto a las antiguas y todo el convento esta el dia de oy dividido en bandos y como el numero de las moças es mor y mas favoreçidas de los dichos frailes se alguna cosa por la madre abadesa y discretas antiguas se pretende rremediar a hazer algún castigo luego al aora vienen los dhos frailes con mucho alboroto y escandalo al convento y a amenazan a la dha abadesa y madres de consejo con destierros privaciones de sus ofiçios y no solo lo tratan de palabra y atemorizan el convento mas aun lo an puesto en obra y execuçion como abra pocos dias lo hizo el pe fray Alo de Vilches guardian del dho convento por no aver querido la madre abadesa dar liçençia a una monja llamada Maria de la Paz para hablar con el a solas y sin escucha que busco mucho y trato de hazer junta de frailes y venir una noche con mano harmada y dar con las puertas del convento en el suelo y desterrar a la dha abadesa y a este to como dello tubieron aviso de muchas personas prinçipales que lo vinieron a avisar a la dha abadesa y a este to entre los quales fueron el capitán Alvo Suarez de Deça y Juo de Novoa sotelo vzos de esta çiudad y fue nesesario dar noticia a nros deudos y parientes que nos velaban e guardaban como que oviesemos cometido algun grabe delito todo a finde que desterradas abadesa y madres de consejo tener mas mano con las muchachas para executar sus malos yntentos en ellas y que esto ser ansi se echa muy bien dever en las entradas que los dhos frailes an hecho y hazen en este convento so color de confesar algunas enfermas o de aderecar el organo y otras muy poco vigentes nesesidades de que con sus entradas sean siguido muchos escandalos como es el que en dias pasados dio en este convento el padre fray Alo de Frezneda con una monja llamada Luçia de la Conçepon su devota que aviendo entrado en la dha clausura el y fray Hieronimo de Ocaña confesor y vicario y capellan deste convento y otros dos frailes moçoz llamados fray Bernabe y fray Baltazar el dho Ocaña se quedo haziendo alto asentado a la cabecera de la madre abadeda por entretenerla y el dho Frezneda se fue a una cama que el mismo avia dado a la dha Luçia de la Conçepçion de algodón blanca y se acosto en ella y no fue nessesario buscar mucho a la dha Luçia de la Conçepon que a los pies de la dha cama le estaba esperando alli escondida y echandose juntamente con el dho Frezneda en la dha cama trataba con ella con mucha desonestidades besandola y abraçandola y tomandole sus bergososas partes hablando muchas desonestidades segun este to oyo decir abrigida de Santa Clara y Franca de san Miguel y Hieronima [35r] Sebastiana de la Conçepon y otras muchas y aun la misma abadesa lo vio desde su cama de donde se hizo en este dho convento un muy grande alboroto y escandalo causado del mal exenplo de los dhos frailes que aun el dho Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
Ocaña que fue el que se quedo a la cavecera de la dha abadesa le dixo muchas y muy desonestas palabras yndignas de su profesion y havito como la dha abadesa lo conto luego asi a esta to como a otras muchas monjas que fueron a consolar a la dha abadesa que estaba para perder el juizio dever lo que alli avia pasado y este to avisto castigar a la dha Luçia de la Conçepçion por ello a la madre abadesa y convençidola a delicto como es publico y notorio en todo este dho convento y los dhos frailes sobre el caso an tratado muy mal palabra a la dha abadesa amenazandola como dho tiene con destierros y privaçion de su ofiçio y la dha Luçia de la Conçepon a quedado tan altiba y sovervia con el favor de los dhos frailes que con ser una muchacha de tan mal exenplo como dho tiene no estima a la madre a la abadesa ni obedece sus mandamientos y los dhos frailes la favoreçen de tal manera que aviendo otras muchas monjas antiguas y grabes de mucho exenplo vida y costumbres que pudieran ser sacristanas a pesar de la dicha me abbadesa y las demas madres de conso el pe fray Juo Manuel provinçial que es al presente la puso por sacristana y tiene su liçençia para hablar por la rrexa del comulgatorio cara a cara con quien le paresçiere y pueda darles aviso de todo lo que pasa en este dho convento la qual lo rrevela todo a los dhos frailes priçipalmte al pe guardian que agora es fray Alo de Vilches que subcedio en el ofiçio y costunbres al dho Frezneda y asi mismo avisto este to por vista de ojos entrar otra vez al dho Frezneda en el dho convento y llamar luego a su devota Luçia de la Conçepçion y meterla en el capitulo y asentado en un poyo que alli ay asentar a la dha Luçia de la Conçepon sobre sus rrodillas y cubrirla con el manto y bezarla y abraçarla y tomarle los pechos y decirle muchas y muy desonestas palabras de muy mal exenplo de que muchas monjas viben muy desconsoladas viendo la perdiçion de este convento y que año y medio se aya arruinado y destruido todo quanto se avia edificado y augmentado la rreligon en tantos años asimismo// dixo este to que no solo son las dhas monjas aflixidas y desconsoladas de los dhos frailes con sus malos exenplos pero aun en lo que toca al sustento corporal se les da por tasa puesto arançel y medida en lo que ande comer y las rrentas y haziendas deste dho convento se administran por manos de un fraile llamado fray Franco de Avila que dellas expende y distribuye como propia suya sin acuerdo de la abadesa y monjas y estos dias pasados a venido dozientas fanegas de trigo aun Diego Martin de Ponte siento año esteril y que bale la harroba de la harina a tres tomines en este çiudad pudiendo [35v]Moler el dho trigo en un molino que el dho convento tiene todo lo qual hazen los dhos frailes a finde aprovecharse de nros bienes y rrentas y apoderarse dellas y que no podamos aprovecharnos de algún dinero para poder enbiar a los rreinos de España a nos quexar a su sd y al rrey nro señor y al generalisimo de tantos agravios y molestias como rreciven las dhas monjas como dho tiene y que a caido tanto la opinión deste dho convento que aviendose antes multiplicado el numero de las dhas monjas como dho tiene desde el dia que los dhos frailes tiene la tan violenta obediençia no a entrado monja ninguna en este convento y si las que ay en el pudieran y les fuera permitido salirse se fueran a casa de sus padres con mucho gusto y contento por no poder sufrir tantas molestias y trabajos como se padecen en este dho convento y particularmte este to a oydo muchas vezes quexarse a Ana de Santa Cruz vicaria deste dho convento de que el pe fray Hieronimo de Ocaña muchas vezes la a solicitado y procurado della vezos y abraços y porque la dha Ana de Santa Cruz no lo a querido hazer le tomo odio y mal querençia y le hizo unas coplas muy perjudiçiales y en ellas trato muy mal de palabra las quales dhas coplas este to ha visto y asimismo a oydo a otra monja llamada Ana de la Conçepon quexarse muchas vezes con mucho sentimiento del dho pe Ocaña de averle rrevelado çierta confision que con el hizo y descubiertola al padre Frezneda Guardian a y a otros frailes por donde la dha Ana de la Conçepçion vibe con mucho desconsuleo siendo como es una monja muy honrrada y de las antiguas del convento por cayu causa deliçençia de la me abadesa mudo confesor y que lo que mas ya hacer de esto se rremite a la susodha Ana de la Conçepon y que ansimismo este to vio entrar otra vez so color de aderecar el organo
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Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
Presentación y transcripción de Paola Andrea Berrío
al dho Frezneda y Ocaña y otro fraile Hipolito y que entraron mas a holgarse y tañer y cantar que no a aderecarlo y que de todas las mas visitas que an hecho los dhos frailes no avisto que ninguna monja salga edificada no avisto que ninguna salga edificada antes ha visto quexarse dellos de sus desonestidades palabras y que podra aver quinze dias poco mas o menos que estando en el coro en los ofiçios divinos este to oyo desde abajo del cuerpo de la yglesia a bozes dezir aun fraile llamado fray Juo de Padilla que heran unas hidiotas rrapazas porque no avian Ho primero la commemoraçion de san Franco que la de san Po y que a palos les avia de hazer olvidar la devoçion de san Pedro y mas dixo otras palabras de mucha ofensa y colera que de todo tienen mucho desconsuelo por averlas dicho pucamte asi mismo dixo este to que de todo lo contenido en este su dho y declaraçion dieron notiçia al pe commisso general fray Juo Venido y dello hizo ynformaçion por ante fray Miguel de Agia su secretario y este to particularmente encomendó al dho commsso general castigase a los dhos frailes y rremediase tanto daños y que el dho commsso rrespondio [36r]Que tengo yo de hazer aun guardian y aun difinidor y fue yndiçio de lo que despues suçedio que en el capitulo provinçial que se hizo no solo no fueron castigados antes premiados al uno en una guardiaia y al otro la mejor dotrina deste rreino// preguntado si save otra alguna cosa de mal exenplo que los dhos frailes ayan dado en el dho convento dixo este to que un dia de los de pasqua de navidad del año pasado de mill y seisçientos años este to oyo un grande alboroto y rruido en la yglesia deste dho convento el qual alboroto avia hecho el pe fray Alo de Frezneda amenazando a un vzo de esta çiudad llamado don Heironimo de Rroxas porque dezia averle venido a espiar por la puerta del dho convento e yglesia donde estaba al dho guardian Frezneda con una mujer casada encerrados en la capilla mayor tratando con ella con mucha desonestidad sin rrespeto del santisimo sacramento y que ansimismo a oydo dezir pucamte que otras vezes el dho Frezneda avia llevado a la dha mujer casada a la dha yglesia y cerrado las puertas della la a bezado y abraçado viendolo muchas monjas del dho convento de que se an escandalizado mucho como son brigida de Santa Clara Franca sant Miguel Ana de la Conçepon Gma de la Conçepon y que esto es muy puco y notorio en este dho convento// preguntado si save otra cosa que poder dezir dlcar dixo que por aora no se le acuerda otra laguna cosa que si se le acordase lo dira y declarara y que dize lo que dho tiene y que esta es la verdad para el juramento que ho tiene y que no le tocan las generales del dro y que es de hedad de çinquenta años poco mas omenos y siendole leydo este sudho y declaraçion en el serratifico y afirmo y que por el dho juez le fue encargado el secreto con pena de excomunion y lo firmo de su nombre juntamente con el dho juez Grabiel de la Parra jua de la cruz ante mi Martin Gaitan notario [Al margen: T] Despues de lo susodho en treze dias del mes de março de mill y sesiçientos y dos años en la dha çiudad de Tunja estando en el convento de señora Santa Clara y rreal deste dha çiudad el dho Grabiel de la Parra presvitero jue z de comision para mas ynformaçion de lo susodho hizo pareçer ante si a Catalina de Jhs. Monja profesa del dho convento abadesa que al presente es del dho convento estando en el coro baxo del dho convento de la qual fue tomado y rrecivido juramento por dios nro sr e por una señal de la cruz que hizo con su mano derecha en forma de dro so cargo del qual prometio de dezir verdad de todo lo que supiere y le fuere preguntado fuele preguntado por el tenor del dho mandamiento y comision dixo que lo que sabe es que aviendo los frailes de san Franco sujetado este convento con la fuerça y violençia que de los mismos autos consta en la esta dha çiudad quedo por guardian del convento de san Franco desta çiudad el pe fray Alo de Frezneda y por vicario capellan y confesor [36v] El pe fray Hieronimo de Ocaña deste dho convento de Santa Clara a los quales este to vio entrar en el dho convento tres o quatro vezes y que una dellas se entraron con ocaçion de confesar una sirvienta de casa que estaba muy enferma y el pe fray Alo de Frezneda guardian y el pe fray y Hieronimo de Ocaña vicario y segun supo este to despues que este dho dia avian entrado con los Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
susodhos otros dos frailes el uno dellos llamado fray Baltazar y el otro fray Bernabe y que este dia este to estaba en la cama muy yndispuesta y sagrada de los braços y tobillos que avia mas de veynte dias que estaba muy yndispuesta causada su yndispusision de muchos disgusto y pesadunbres que le avian los dhos frailes dado y no poder las rremediar y que este dho dia que dho tiene subieron arriba los dhos guardian Frezneda y Ocaña vicario como que yban aver este to y el dho ocaña se asento en una silla a la cavecera deste to donde se quedo y acabo de rrato se fue el dho guardian Frezneda paseando hasta llegar a una cama de algodon blanca que el dho Frezneda avia dado a una su devota llamada Luçia de la Conçepon monja profesa del dho convento y este to vio por sus ojos desde la cama donde estaba como el dho guardian frezneda se echo en la dha cama y dixo que le llamasen a la dha Luçia de la Conçepon la qual salio de hazia los pies de la dha cama que alli estaba esperandolo y luego se echo juntamente con el dho Frezneda en la dha cama y corrieron las cortinas della lo qual como viese este to llamo a Franca de san Miguel monja profesa y este to le mando que luego fuese y no se quitase de alli quiese lo que aquel fraile hazia con aquella monja que tan bien avia venido otra monja llamada brigida de Santa Clara a dar aviaso a este to como abadesa de lo que avia visto y asi la dha Franca de san Miguel y brigida de Santa Clara fueron y quando bolvieron cada una de por si dixo a este to como por vista de ojos avian visto la dicho Frezneda que muchas vezes besaba y abraçaba a la dha Luçia de la Conçepon y la arremangaba las faldas y miraba las piernas y tocaba sus partes bergonçosas y los pechos y le dezia muchas desonestidades llamandose el uno al otro de bos y de mi alma y que como las dhas monjas diesen este aviso a este to este to se enojo mucho y enpeço a dar muy grandes bozes diziendo llamenme aqui todas las monjas que vean semejante atrevimiento y desverguenza y queriendo se lebantar este to con toda su enfernedad el dho Ocaña que estaba asu caveçera no se lo avia consentido diziendole a este to que de que se espantaba y hazia alborotos que como eses cosas pasaban entre frailes y monjas y se encubrian quetidos heran de un avito y este to dixo en boz alta a las monjas que alli avia que le fuesen testigos de lo que alli avian visto que se avia de quexar al pe provinçial [37r] Fray Martin de Sande y que quando el provinçial no lo quisiese rremediar y castigar le avia de escribir a su sd y al rrey nro sr y al generalisimo y desde luego se quexaba a dios nro señor y a su madre santisima y a la madre suya Santa Clara del desacato que en su casa y convento se avia tenido y oyendo el dho Frezneda las vozes que este to daba se levanto con mucha colera de la dha cama y dixo este to que alborotos son estos es cosa nueba ber aun fraile con uan monja juro a dios que me lo aveys de pagar y que ostengo de desterrar deste convento y quitados el ofiçio que teneis a bos y a esa bieja Jua de la Cruz que soys unas hypocritas y dixo otras muchas afrentas y amenazas a este to de que este to se ubiera de morir y lloro muchas lagrimas viendose ultrajar y maltratar porque no encubria semejantes desonestidades y pidio muchas vezes a dios nro señor que la llebase de aquella enfermedad y viendolos dhos frailes a este to tan descosolada fueron abajo y luego subieron otras monjas de las que se avian quedado abaxo a consolar este to como fueron Ana de la Conçepçion y Maria de Jesus las quales dixeron a este to como estando ellas en la guerta merendando avian entrado los dhos frailes fray Baltazar y fray Bere en la dha guerta y que avian corrido detras de ellas y que aviendolas alcançados les avian quitado lo que estaban merendando y dicho les muchas palabras muy desonestas pidiendoles los abraçasen [tachado: y questo] o besasen y questo les contaron las dhas monjas muy escandalizas y luego este to las consolo diziendo que tanbien a ella el que se avia quedado en su cavecera se le avia atrevido// preguntada que atrevimiento avia tenido con este to el dho fray hieronimo dixo le avia querido tomar las manos y que le avia dho fuese su devota y que le serviria toda su vida y que ellos buscarian achaque con que poder entar en el dho convento su conpañero le guardian Frezneda y el y que le avia persuadido mucho lo abraçase o besaze y aun avia a ho diligençia poniendose afuerças con este to para bezarla y que trato con este to de palabras muy
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desonestas y que tubiesen amores yliçitos y que todos heran hermano y de un avito y que en castilla era muy ordinario tratar semejantes tratos y otras muchas palabras muy feas y torpes de muy mal exenplo por cuya causa este to avia llamado las dhas monjas y se avia escandalizado mucho y que les avia contado lo que con el dho ocaña le avia pasado y questo y que con este to paso y libertad que tubo con lo que avia pasado con la dha Luçia de la Conçepon y el dho Frezneda pusieron en condiçion a este to de morirse de puro enojo viendo que si a este to siendo abadesa queria el dho Ocaña ynçitar y obligar con tanta fuerça a executar sus malos y torpes deseos que haria con las mas moças y [37v] Hermosas a quien confesada y pretendian fuesen sus devotas y asi mismo sabe este to por averlo oydo dezir a Ana de Santa Cruz vicaria deste dho convento que tanbien la avia solisitado con amores desonestos y porque no avia querido acudir a su gusto y pretençion la avia ho unas coplas muy perjudiciales llamandola de yngrata y desconoçida y de perra y otras muchas ofensas las quales dichas coplas este to vio por sus ojos las quales se dieron por mano de la dha vicaria el pe fray Juo Venido comisario general a quien la dha vicaria dio muy larga notiçia de todo preguntada si avisto o entendido si los dhos frailes o otros algunos ayan entrado en el dho convento ya que otra vez entraron en el dho convento dentro la clausura el pe fray Hieronimo de Barrientos y el dho padre fray Hieronimo de Ocaña y Frezneda el guardian que entraron con la misma ocasion de confesar otras sirvientas que estaba enferma en el dho convento y que aviendola el dho padre Ocaña confesado se fueron todos tres juntos a la guerta del dho convento y la dha Luçia de la Conçepon como supo que estaba su devoto dentro sin liçençia de este to ni de la vicaria se fue para donde estaba el dho guardian Frezneda y el como la vio la tomo por la mano y andubo asi con ella asi dos de las manos y este to andubo con cuydado y vio como se apartaron el dho guardian Frezneda y la dha Luçia de la Conçepçion hazia un çaguan que ay antes de llegar a la dha guerta que esta un poco obscuro donde esta una escalera y biendolos yr fue diçimulando con ellos y aviso a las monjas que alli estaban que fuesen con ella averlos y hallo este to y vio por vista de ojos como el dho frezneda le tenia metida la mano por debajo las faldas tomandole sus ocultas y vergonçosas partes y la estaba bezando y abraçando diziendole palabras muy amorosas y este to dixo a las monjas que con ella avia ydo que fuesen delante disimuladamente averlo como que pasavan a otra cosa y que luego vinieron a ella las dhas monjas y le contaron lo mismo que este to avia visto// preguntada quien eran las monjas y como se llaman dixo que la una dellas era Ana de la Conçepon y la otra Franca de san Miguel brigida de Santa Clara Hieronima Sebastiana de la Conçepçion y que este to llamo luego a las dhas monjas y les mando con pena de obediençia lo tubiesen en la memoria para lo declarar y manifestar a su aun que es verdad que este to a las dhas monjas no les dixo que ella tanbien lo avia visto y que entonces lo disimulo porque temio como estaban alla tres frailes y tan conosçidamte amigos y que todos trataban con mucha desonestidad [38r] Convento y pretendian su devotas no le viniese alguna mal o le hiziesen alli alguna ofensa de las muchas que cada dia le hazian y por no alborotar mas el convento por el escandalo que se avia dado la otra vez quando ella estaba en la cama y que lo disimulo lo mas que pudo y aunque los otros frailes vieron al dho Frezneda como dho tiene abraçados y asentado el dho fraile guardian Frezneda en aquel lugar obscuro y rretocando a la dha Luçia de la Conçepon no por eso se escandalizaron antes se llegaron a ella y la rregalaron con muchas palabras de amor y amistad asimismo dixo este to que ella a estado muy yndispuesta y estubo sin levantarse de una cama mas tienpo de tres meses y que alli donde estaba tan mala le avian ydo a dezir todas o las mas monjas del dho convento como otras dos vezes avia entrado el dho Frezneda guardian y Ocaña vicario y fray Joan Gutierres y Barrientos aconfesar una sirvienta enferma y que avian visto una bez en el capitulo asentado al dho guardian Frezneda rretoçando a la dha Luçia de la Conçepon y tratar con mucha desonestidad y que le avian visto desnudo en jubon y calçones bailar en el dho capitulo que se rremite a lo que las dhas monjas dixiren Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Averiguaciones sobre el comportamiento de los frailes franciscanos en el convento de la Clarisas de Tunja, 1602
a quien este to tiene encargado lo guarden en la memoria para declararlo a su tienpo y lugar// preguntada si sabe lo que paso al dho guardian Frezneda con una mujer casada dentro de la iglesia deste dho convento dixo que lo que sabe es la publiçidad con que se a tratado en todo el convento muy pucamte que dos o tres vezes el dho guardian Frezneda metia una mujer casada en esta dha yglesia y serraba tras si las puertas con llave y se quedaba dentro la rrexa de la capilla mor al lado del santo crusifixo y que allo hazian muchas desonestidades yndignas de aquel sancto lugar y que un dia se avia hecho çierto alboroto en la dha yglesia y que quiso salir el dho guardian Frezneda a matar aun vzo desta çiudad llamada don Hieronimo de Rroxas que lo demas que sabe desto lo rremite a las monjas que lo vieron y lo contaron a este to // preguntado si save lo que le subcedio açierta monja en la confesion que hizo con el pe fray Hieronimo de Ocaña dixo que muchas vezes se avia quexado a este to Ana de la Conçepçion monja profesa y de las antiguas deste dho convento monja de mucho credito que el pe fray Hieronimo de Ocaña le avia rrevelado açierta confesion que con le susodho avia ho y que dello save este to que a vivido la dha Ana de la Conçepçion con mucho disgusto y desconsuelo y que de liçençia deste to la dha Ana de la Conçepon [38v] Mudo confesor por la poca seguridad que tenia de que se le guardase el secreto della y que oy en dia vive la dha Ana de la Conçepçion con el mismo desconsuelo que se rremitia a lo que la susodha dixese asimismo dixo este to que una de las causas porque los dhos frailes quieren mal a este to y a la madre fundadora Jua de la Cruz porque no dan lugar en el locutorio a los dhos frailes que hablen con las dhas monjas sin escucha como ellos pretendenno dexan a las dhas monjas hablar con ellos porque no es otro su trato no conversaçiones sino de ynquietar y permitir las dhas monjas haziendoles rregalos ellos a ellas y ellas a ellos por cuya causa tienen amenazada a este to con gravisimos castigos destierros y privaçion de ofiçio como fue el que abra quinze o veynte dias poco mas o menos hizo el pe fray Alo de Vilches guardian que vino un dia a este dho convento y pidio a este to que le diese liçençia a maria de la paz para hablar con ella a solas y sin escucha este to le dixo bien sabe V.P. que no se puede hazer ni yo puedo darle esa liçençia prinçipalmte en tienpo de quarezma el qual dho Vilches sintio tanto esto que hizo un grandisimo albotoro y rruido y dixo a bozes que me avia de arrinconar y quitar el ofiçio que hera una sobervia y altiba y que me avia de desterrar a mi y a la dha fundadora Jua de la Cruz y llamo a Luçia de la Conçepçion y a la dha Maria de la Paz y a otras monjas y a la escuchadera y les mando que no obedeçiesen mis mandamientos ni me tubiesen por abadesa y dixo otras muchas y muy desconpuestas palabras de mucha afrenta y con todo este enojo trato luego de hazer junta de frailes y aperçibio mulas diziendo a muchos legos que me avia de desterrar a mi y a la dha fundadora que alborotabamos el convento lo qual este to sintio mucho viendose maltratar por no acudir a sus torpes y desonestas pretençiones y aviso a algunos deudos suyos los quales se pusieron en rronda y a mucho peligro por no consentir que este to por tan malos medios hiziesen semejante agravio y que en tanto el mal tratamiento que los dhos frailes hazen a la dchas monjas que no se puede tolerar ni sufrir viendose destituidas y []nparadas de todo favor y que lo mas leve de llevares sus sustitutos y rreglas que esto se les haze muy fasil y que este to siendo como es abadesa no puede dar a sus monjas el sustento ordinario porque los dhos frailes les tiene tomadas todas sus rrentas y tienen puesto por mayordomo dellas a un fraile llamado fray Franco de Avila por cuya mano se expenden y gastan dándoles [39r] A las dhas monjas la comida por aranzel y tasa y que padesen este to y las demas mucha nesesidad y miseria teniendolo de sus misma rrentas y el dho mayordomo fray Franco de Avila estos dias pasados avendido de su misma autoridad duzientas fanegas de trigo aun Diego Martin de Ponte pudiendose benefiçiar en un molino que este dho convento tiene de suerte que teniendo rrentas este dho convento muere de hanbre y los dhos frailes la expenden y gastan sin que aya a quien les pueda yr a la mano y estanta la miseria que en este dho convento se padese que muchas monjas se les fuera permitido
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se fueran a casa de sus padres y dexaran la rreligion que profesaron la qual en muy pocos años con el gobierno del ordinario creçio hasta en numero demas de çinquenta monjas y despues que lo tiene los dhos frailes no a entrado ninguna monja y las que estan viven con grandisimo desconsuelo de tanto malos exenplo y mal tratamientos como tienen de los dhos frailes y que los dias pasados estando las monjas en el coro en el ofiçio divino hizieron comemoraçion primero de san Po que de san Franco lo qual oyo un fraile llamado fray Juo de Padilla y en medio de la dha yglesia a bozes desonrro las dhas monjas llamandolas de rrapazas ydiotas y otras muchas afrentas y que a palos avia de hazer olvidar a las dichas monjas a san Po y estanto el odio que los dhos padres tiene al ordianrio que mostrandole un dia al pe fray Hieronimo de Barrientos un buleto que habla en favor deste dho convento del nunçio apostolico que diz[…] su firma Ludovicus Taberna Episcopus el dho Barrientos con mucho menospreçio lo arrojo y dixo de alguna taberna benia el quando tal buleto como este dio y que asimismo los dhos frailes procuran atraer a su voluntad las monjas mas hermosas y muchachas del convento por atraerlas a sus boluntades las quales no obedeçen suprelada antes la estiman en poco y las dhas sus devotas no se ocupan en otra cosa mas de labrarles camisas panuelos y tocadores y ellos enbiales joyas y anillo de oro a cuya causa esta este convento muy arruinado y muy perdida a rreligion antigua que solia tener y el bando que priba y prevaler es el de las mas niñas y mas hermosas como dho tiene y las mas antiguas monjas grabes y rreligiosas atemorizadas arrinconadas y mal tratadas y aviendo este to en su capitulo con acuerdo de las madres de consejos querido castigar a la dha Luçia de la Conçepçion y a algunas de las dhas sus devotas no apodido porque luego tiene aviso los [39v] Dhos frailes de todo lo que pasa en el dho convento y vienen a mal tratar y deshonrrar a este to y antes la dha Luçia de la Conçepçon aviendo vivido tan escandalozamte el pe provinçial que agora es fray Juo Manuel contra el voto y pareçer deste to y de las demas madres de consejo le dio uno de los mas honrrados ofiçios de la casa y demas confiança que es sacristana por donde por tener la llave de la rrexita del comulgatorio puede todas las vezes que quisiere hablar cara a cara con quien quisiere y rrevelar todo lo que en dho convento se haze por cuya causa anda todo con muchas nesesidad del rremerio de la poderosa mano de dios porque si su divina magd no lo rremedia estan muy desconfiadas de los humano rremedios porque de todo lo mas contenido en este su dho y de otras muchas cosas mas este to dio notiçia al pe comisario General fray Juo venido y dellos se hizo ynformaçion en que muchas monjas dixeron sus dichos y este to lo dixo por ante fray Miguel Agia su secretario y nunca avisto ho castigo alguno antes rremunerados los dichos frailes delinquentes y las dhas monjas sus devotas y quexandose una vez este to al dho comisario general le dixo que tengo yo de hazer aun guardian y a un difinidor y con este poco castigo antes los dhos frailes an tomado mas mano para mas sueltamte tratar de sus desonestidades y mal exenplos // preguntada si save otra alguna cosa que poder dezir y declarar dixo que por aora no se le acuerda mas y que todas las vezes que se le ofresçiere a la me ma otra alguna cosa lo dira y declarara y que dize lo que dho tiene y que esta es la verdad para el juramento que hizo y que no le tocan las generales del dro y dixo ser de hedad de treinta ocho años poco mas o menos y siendole leydo este sudho en el se afirmo e rratifico y el dho juez le encargo el secreto con pena de exon mayor y lo firmo de su nombre juntamente con el dho juez Grabiel de la Parra Catalina de Jesus abadesa ante mi Martin Gaitan notario [al margen: Auto]La çiudad de Tunja de Nuebo Ryo de Granda de las Yndias en catorze dias del mes de março de mill y seisçientos y dos años el dho grabiel de la parra juez sus dho aviendo ho la ynformaçion desuso y viendo que de presente no ay mas tos que examinar dixo que mandaba y mando al presente notario çierra y selle esta dicha ynformaçion y la enbie sellada y cerrada en publica forma y manera que haga fee [40r] Al sr arçobispo deste dho Nuebo Reino y asi lo mando por este auto que formo Grabiel de la Parra ante mi Martin Gaitan notario. Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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Gregorio Saldarriaga, Alimentación e identidades en el Nuevo Reino de Granada, siglos XVI y XVII, Bogotá, Editorial Universidad del Rosario, 2011, 333pp. En este libro Gregorio Saldarriaga se propone identificar la manera cómo la alimentación permite ver los límites culturales existentes en los grupos de españoles, indígenas y africanos, y cómo estos marcaban o designaban la pertenencia a una comunidad lo cual estaba determinado por parámetros productivos, culturales, sociales y políticos que los integraba a un esquema simbólico; no obstante, este propósito está acompañado de otro aspecto, y es la necesidad de observar cómo esas identidades se transformaban en el consumo cotidiano de la comida. Para este propósito, el autor recurrió primordialmente a fuentes tempranas de la conquista como las crónicas, relaciones y visitas que se hacían sobre los nuevos territorios, en los cuales, en su mayoría se hacía una descripción detallada de las costumbres y comportamientos de los indígenas, españoles y africanos, y las condiciones naturales de la región para su mantenimiento, de igual modo, analiza diversos estudios sobre los tratados de la época y las connotaciones de la alimentación en la cultura hispánica; además, retoma estudios sobre prácticas alimenticias y culturales y, la organización de la sociedad colonial bajo el ordenamiento imperial. A su vez estudió las formas en que la comida desempeñaba un papel importante en la creación de comunidad y cómo servía de instrumento político por medio del cual se regulaban las relaciones jerárquicas de la sociedad. La alimentación denotaba aspectos diferenciales en los que se pueden distinguir elementos culturales que marcaban la pertenencia o adhesión a la civilidad en el caso español y a la barbarie o el salvajismo en el caso indígena, estos aspectos son fundamentales a lo largo del libro ya que por medio de ellos se articula la relación existente entre comida y poder político a partir de las formas de socialización del alimento. De otro lado, Saldarriaga aborda las cargas valorativas de la alimentación y su producción en la cultura en el contexto específico de cada región neogranadina ya que estas características denotaban diversos comportamientos como transgresiones morales y civiles frente a cada situación: escasez o abundancia. La investigación de Saldarriaga muestra como la construcción de identidades se vio permeada por el enfrentamiento a unas nuevas condiciones geográficas y políticas —en el sentido de estar alejados del centro de poder—, en esta medida también es fundamental señalar que los cambios alimenticios y en las cargas simbólicas de la comida no sólo se dieron en el grupo español, sino también, en los grupos indígenas y la población africana traída al nuevo continente como lo demuestra el autor. Con la conquista del territorio se emprendió la dominación de los grupos indígenas, dirigida por la incorporación de éstos al esquema productivo español y a la cristiandad, lo cual estaba encabezado principalmente por la evangelización que debía regular los comportamientos de los nativos. Esta situación implicaba una nueva semantización de sus actos y sus normas alimenticias, es posible identificar aspectos como estos en la prohibición del canibalismo y las borracheras, que a su vez, implicaba una regulación de sus prácticas religiosas y sociales, así mismo, los africanos acoplaron sus gustos alimenticios a los productos ofrecidos en el Nuevo Reino como es el caso del cazabe. En la fundamentación que le da el autor a la investigación tiene igual importancia el estudio de la abundancia y escasez, o lo que era considerado como tal por los españoles, puesto que este tipo de concepciones denotaban un esquema alimenticio vinculado a la cultura; lo que en muchos casos como se argumenta y ejemplifica en el texto, llevaba a expresar la escasez —aún en presencia de grandes cantidades de comida y diversos productos—, situación que era mediada por la ausencia de alimentos que además de Pensar Historia 1 (junio-noviembre 2012)
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satisfacer gustos permitían permanecer en cierto orden y bajo parámetros culturales que los identificaban en su comunidad, lo mismo sucedía en el caso contrario, cuando había noticias de abundancia o presencia permanente de productos era porque se contaba con alimentos como el trigo en tierras propicias para su cultivo y comercio, lo que estaba marcado por el imaginario de la riqueza que prometía el Nuevo Mundo. Vemos entonces como Saldarriaga plantea la creación de identidades a través de la vinculación y estrecha relación de la alimentación, poder político, socialización y comunidad moral con un significado cultural que se vio en muchos casos transgredidos en la medida en que se daba un proceso de adaptación a las condiciones ofrecidas por el nuevo territorio y sus bondades, al mismo tiempo señala la manera como muchos referentes valorativos para los españoles se vieron en la necesidad de cambiar o reforzase al encontrar en el Nuevo Reino de Granada aspectos elementales para su permanencia. El libro Alimentación e identidades en el Nuevo Reino de Granada, siglos XVI y XVII permite además de conocer las costumbres y prácticas alimenticias en el Nuevo Reino de Granada, vincularlas con un proceso de transformación de las identidades de los diversos grupos culturales en una situación de adaptación a los nuevos espacios y hábitos comunales, y cómo a partir de ellas se puede identificar la permanencia de imaginarios que se instauraron en la colonia. El texto proporciona muchos elementos que pueden ser útiles a diversos estudios y no sólo a los de alimentación, ya que a partir de él es posible identificar aspectos del pensamiento y la cultura hispánica que facilitan la comprensión del orden instaurado por la sociedad al hacer una clara diferenciación de los comportamientos que son propios de cada estamento o jerarquía y la manera en que son regulados por la comunidad, así mismo, esta investigación es importante porque ofrece una descripción de los imaginarios sobre los cuales se formaron muchas de las percepciones que se tenían del Nuevo Mundo a partir del caso del Nuevo Reino de Granada y la relación de dependencia con los cánones simbólicos europeos. Este estudio es un gran aporte a la historiografía, puesto que a través de un acto como lo es la alimentación se logra argumentar un entramado mucho más complejo de orden social y político; revela además, elementos que en Colombia requieren de mayor investigación para tener un mejor conocimiento acerca de nuestro pasado. Yirla Marisol Acosta Franco *
* Estudiante de Historia. Universidad de Antioquia.
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Laura Castellanos, México armado. 1943-1981, México, Ediciones Era, 2007, 383 pp. A diferencia de Colombia, donde el tema de las guerrillas y la violencia de los movimientos armados ha creado abundantes obras bibliográficas de las más diversas posturas académicas e ideológicas, en México estos temas poseen aún un enorme vacío historiográfico que las ciencias sociales y humanas no han logrado llenar todavía salvo unas contadas y valiosas excepciones, entre las que se encuentra la presente obra reseñada. México armado, de la comunicóloga Laura Castellanos, es un ensayo basado en testimonios y documentos históricos que relata la génesis de la lucha armada contra el sistema de gobierno mexicano en la década de los cuarenta y que es narrada hasta los años ochenta, momento en el cual empieza a gestarse un desencanto por la misma ante sus estrepitosos fracasos. Obra primordial si se considera que México ha sido el país que ha tenido el mayor número de guerrillas de toda América Latina. La autora se propone, en una tarea nada sencilla, mostrar la importancia que tiene la historia de la lucha armada en México, una herida de la segunda mitad del siglo XX que se mantiene abierta actualmente. Para lograr dicho objetivo, el libro nos presenta un estudio de los movimientos armados más importantes que ha tenido el país, comenzando por la lucha de Rubén Jaramillo, campesino ejidatario del estado de Morelos que luchó por un reparto más digno de la tierra y que murió asesinado en 1962 con su esposa y sus tres hijos. Continúa con el fenómeno de los focos guerrilleros campesinos surgidos en la década de los sesenta, prestando especial atención a la labor política de los profesores normalistas de los estados de Chihuahua y de Guerrero, gestándose en el primero el asalto al Cuartel Madera en 1965, primera acción de una guerrilla imbuida dentro del sentido de época de los sesenta que convirtió a la violencia revolucionaria en una forma legítima de lucha, mientras en el segundo se constituyeron las guerrillas rurales de Genaro Vázquez y de Lucio Cabañas. Presta atención a todos los grupos de jóvenes estudiantes, en su mayoría universitarios pero también preparatorianos, que deciden tomar las armas como respuesta al creciente ambiente de represión que el sistema unipartidista de gobierno cristalizó en acontecimientos como la Masacre de Tlatelolco el 2 de octubre de 1968 y el Halconazo, también conocido como la Masacre del Jueves de Corpus Christi, el 10 de junio de 1971. De tal manera, la obra permite al lector observar la constitución de agrupaciones juveniles que se radicalizan como es el caso de los Enfermos, movimiento proveniente de las filas de la Federación de Estudiantes de Sinaloa, y de los Vikingos, grupo juvenil que se conformó en barrios marginales y desatendidos de la ciudad de Guadalajara. Muchas de estas agrupaciones confluyeron en la guerrilla urbana más importante que tuvo México: la Liga Comunista 23 de Septiembre, movimiento que pretendió tomar el cielo por asalto, aludiendo al nombre de uno de sus operativos más importantes, y terminó en las sombras del infierno. Castellanos dedica todo un capítulo a la otra cara de la moneda del fenómeno de violencia armada desarrollado en México a partir de los sesenta: el ambiente de represión y contrainsurgencia que las Fuerzas Armadas pusieron en práctica. La revisión de este fenómeno histórico, igualmente poco trabajado, es sumamente valiosa debido a que este país antecedió en muchos aspectos a los canales represivos que se observaron en la década de los setenta en el resto de América Latina, particularmente en los países del Cono Sur, demostrando que más que emular, México dio cátedra en materia de metodologías eficaces para combatir a la subversión. En consecuencia, el caso mexicano es el primero en el que se presentaron los tristemente célebres vuelos de la muerte, además de tener también sus listas de desaparecidos. Esta parte oscura de la historia mexicana es narrada
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por Castellanos con la intención de que no sea olvidada, para que los historiadores, latinoamericanistas y demás estudiosos de las ciencias sociales y humanas recuerden que México fue un escenario central de la Guerra Fría. El trabajo de Castellanos se complementa con un epílogo y una cronología del periodista Alejandro Jiménez Martín del Campo. En dicho epílogo, realiza una recuperación de los movimientos armados de los últimos treinta años, entre ellos el Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), el cual ha adquirido renombre internacional. Más importante aún que la descripción somera que realiza Martín del Campo sobre el fenómeno de la lucha armada reciente en México es el estudio que presenta sobre el intento, que empezó a gestarse en la última década desde altas esferas gubernamentales, de investigar los crímenes del pasado, para lo cual se creó la Fiscalía Especial para Movimientos Políticos y Sociales del Pasado. Al respecto, el epílogo permite observar los intentos de luchar contra la impunidad que existe en el país, la cual persiste ya que ninguna de las figuras más emblemáticas de la represión estatal ha sido procesada ni muchos menos condenada por la justicia mexicana. Este es el caso del ex presidente Luis Echeverría, cuyo gobierno (1970-1976) se caracterizó por ser una de las épocas más cruentas de la denominada “guerra sucia”. Miguel Nazar Haro, uno de los principales protagonistas de la “guerra sucia”, creador de la Brigada Blanca, grupo militar entrenado en labores contrainsurgentes, incluidas las técnicas de tortura en los interrogatorios, falleció el 27 de enero de 2012 en su casa, sin juicio ni condena. El general Acosta Chaparro, quien ocupó un lugar privilegiado en la lucha contra las guerrillas hasta la década de los noventa, fue asesinado el 20 de abril de 2012, en un caso del cual no existe una dirección clara a seguir sobre los motivos del homicidio. Chaparro llegó a pisar la cárcel, pero no por las acusaciones en su contra por delitos lesa humanidad, sino por sus aparentes vínculos con el narcotráfico. Traer a colación el fallecimiento de estos dos personajes busca reafirmar la necesidad de trabajos como el presentado por Castellanos, con la intención de mirar hacia las heridas de nuestro pasado reciente que permanecen abiertas y que esperan ser solucionadas antes de que los crímenes cometidos durante estos años queden en la completa impunidad como la que estos personajes gozaron hasta su muerte. México armado es un estudio de gran valor para la comprensión del fenómeno de los movimientos armados en un país donde se han caracterizado por su rotundo fracaso, pero que ello no impide que sigan proliferando y que la idea de la lucha armada persista dentro de algunos círculos políticos y sociales, por lo que mirar a los orígenes de estos procesos históricos es cada vez más necesario para comprender su recurrencia. La obra está basada en amplios testimonios y documentos proporcionados por los familiares de los guerrilleros, quizás el único rasgo que puede cuestionársele a la autora respecto a su metodología es que no haya utilizado fuentes gubernamentales para enriquecer su trabajo, lo que se traduce en una invitación a los investigadores interesados en el tema a profundizar en estas, ya que existe mucha información que no ha sido analizada todavía. Fuera de estos detalles crítico constructivos, México armado pone al lector frente al fenómeno de la violencia política del México del siglo XX, entretejiendo una historia que nos ahonda en las raíces e ideas de aquellos que configuraron al México guerrillero, al México inconforme que se lanzó a las armas ante la cerrazón política y con la firme creencia de que lograrían construir un mundo nuevo, más justo y equitativo. Una obra recomendable para quienes comienzan a introducirse en este espinoso tema que siempre genera polémica y reflexión, no sólo en México, también en Colombia y el resto de América Latina. Carlos Fernando López de la Torre * * Estudiante de Licenciatura en Estudios Latinoamericanos.Colegio de Estudios Latinoamericanos. Facultad de Filosofía y Letras. Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM–
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Beatriz Patiño Millán. Riqueza, pobreza y diferenciación social en la Provincia de Antioquia durante el siglo XVIII. Medellín: Editorial Universidad de Antioquia, 2011. 281 p. Este libro muestra un estudio detallado de la sociedad y la economía de la Provincia de Antioquia de finales del siglo XVIII. Su objetivo principal es dar a conocer las formas de tenencia de tierra y los tipos de trabajadores que se empleaban en las producciones agrarias y mineras de esta región. Este texto es una importante contribución a la historia colonial y a los orígenes socioeconómicos antioqueños.
Robert Muchembled. Una historia de la violencia. Madrid: Paidos, 2010. 398 p. Robert Muchembled, realiza un recorrido histórico desde finales de la Edad Media hasta la actualidad por los cambios sociales que modificaron la violencia, dejando de vivirse en los espacios públicos para pasar a lo privados. Analiza cómo la violencia se transforma a través del tiempo tomando diferentes significados que se crean acorde a la época influenciado por la economía, la política y la religión, además, expone a la violencia como elemento que no se puede desligar de la cotidianidad humana y que en ocasiones parece cíclica.
Michael J. Horswell. La descolonización del “sodomita” en los Andes coloniales. Quito: Abya-Yala, 2010. 365 p Este libro estudia los modelos de género alternativos a lo masculino y femenino y el intento por anularlos como sujetos socialmente aceptables desde la perspectiva europea en el periodo de la Conquista de los Andes. El autor reconstruye la visión hispánica del denominado “sodomita” y las formas de represión hacia este, además de establecer los ideales de ortodoxia sexual impuestos por el conquistador, e intenta recuperar los conocimientos subalternos o indígenas sobre la sexualidad pre-hispánica.
Rafael Chambouleyron. Povoamento, Ocupação e Agricultura na Amazônia Colonial (1640-1706), Belém: Editora Açaí, 2010, 207 p. Producto de una concienzuda investigación, este libro devela aspectos poco estudiados en la cuenca amazónica durante el período colonial. Las preocupaciones centrales de su autor están dirigidas a explicar cómo los dominios portugueses de la cuenca amazónica comienzan a configurarse como un espacio económico fundamental para la recompuesta monarquía lusitana a partir de la década de 1640. Empleando enfoques propios de la historia social y contemplando una notable cantidad de fuentes archivísticas y bibliográficas, Rafael Chambouleyron indaga por los procesos de poblamiento, esclavitud y explotación agrícola y minera que permitieron la consolidación de las capitanías amazónicas como entidades administrativas del imperio portugués en América.
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Narrativa Histórica Máximo Gorki. La madre. Madrid: Editorial EDAF, 1982. 399 p. La vida de los Vlassov transcurre irritable en el arrabal, entre los trabajos forzados y los estridentes ruidos provocados por la sirena, hasta que Michel - el padre- fallece. Es menester que Pavel – el hijoasuma su mayoría de edad y asista el trabajo en la fábrica. Alentado por las deplorables condiciones laborales, el injusto régimen salarial y valeroso de los estudios que él y un grupo de jóvenes realizaban de los análisis Marxistas, efectúa un conjunto de acciones encaminadas a la difusión de las injusticias del gobierno; revolución es la única solución. A la sazón, es encarcelado por la policía Zarista. Aunque temerosa, es la madre la encargada de continuar con la labor de su hijo, el líder socialista, convirtiéndose así, en un símbolo de la revolución nacional. Manuel Mujica Lainez. Cuentos Completos. Madrid: Alfaguara, 2001. 440 p. Esta recopilación de cuentos del argentino Manuel Mujica Laínez es ideal para un historiador, dada la capacidad del autor para representar ambientes y transportar al lector a épocas lejanas del territorio argentino. Se aprecia la habilidad para describir, guiar y sorprender. La mayoría de las narraciones mezclan la realidad (personajes y sucesos históricos) con la imaginación y la fantasía.
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