CAROLINA BOTTERI // CAMPEONA SIN MIEDO LA MIRADA SUBMARINA DEL FOTÓGRAFO BERNARDO SAMBRA // EL PECULIAR SENTIDO DEL HUMOR DE LA ARTISTA MACARENA ROJAS // LAS BAJADAS EN BICICLETA DESDE EL MORRO SOLAR DE DIANA SAMARDZICH // LAS PALOMAS MENSAJERAS DE LUIS LANFRANCO EN TIEMPOS DE TWITTER
AMA DEL CORCHO
ÍNDICE
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CLUB DE REGATAS "LIMA" – INSTITUCIÓN EMBAJADORA DE LA MARCA PERÚ
JAMES BERCKEMEYER
Faltaba él. Los cocineros de su generación habían hecho sus propuestas en la ciudad. Después de un intento frustrado y de varios asesorías, abrió Cosme, su proyecto más íntimo, que apuesta por el reciclaje desde el diseño.
CAROLINA BOTTERI
A los trece, le pidió a su entrenador que la acepte porque creía que tenía potencial. Cinco años después, es la campeona mundial de bodyboard. Cuando conseguiste una de tus metas más grandes tan rápido, ¿cómo evitar que las olas de la vida te revuelquen?
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ANTONIA DEL SOLAR Se casó con su primer enamorado. Tuvieron juntos tres hijos. Tras ocho años de conducir un programa dirigido a mujeres, podríamos pensar que es una especie de oráculo de la feminidad moderna. ¿Qué tan cierta puede ser esa afirmación?
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BERNARDO SAMBRA
A lo largo de su carrera, el fotógrafo peruano ha capturado imágenes de las profundidades de los océanos que parecen pinturas impresionistas. Su búsqueda no solo es estética. Lo suyo es una cruzada por la conservación de los mares y el ecosistema submarino.
STAFF
EQUIPO EDITORIAL DIRECTOR Guillermo Illescas Dall'Orso GERENTE GENERAL Javier Rivera Orams SUBGERENTE DE IMAGEN INSTITUCIONAL & MARKETING Vanessa Velasco Vizcarra COMITÉ EDITORIAL Alfredo Silva-Santisteban Díaz . Carlos Otero Davis . Raúl Rachitoff Cavassa . Hirka Roca Rey . Rosario Espinosa . Fernando Vidal EDITOR GENERAL Manolo Bonilla EDITOR FOTOGRÁFICO Alonso Molina SUBEDITOR DE CONTENIDO Carlos Fuller Maúrtua
CONSEJO DIRECTIVO PRESIDENTE Juan Antonio Ramírez-Gastón Wicht VICEPRESIDENTE Guillermo Illescas Dall’Orso DIRECTOR SECRETARIO Fernando Antonio Cauvi Abadía DIRECTOR PRO SECRETARIO Alfredo Silva Santisteban Díaz DIRECTOR TESORERO Luis Felipe Espinosa Burneo DIRECTOR PRO TESORERO Fernando Vallejo Barba DIRECTOR DE REMO José Antonio Negrón Caballero DIRECTOR DE DEPORTES NÁUTICOS Peter Kurt Schreier Reck DIRECTOR DE DEPORTES Ricardo Antonio Duarte Mungi DIRECTOR DE DEPORTES Óscar Luis Boero Echevarría DIRECTOR DE DEPORTES Jorge Luis Álvarez Moncloa DIRECTOR FILIAL LA CANTUTA Juan José Vindrola Fernández DIRECTOR FILIAL SAN ANTONIO Juan Antonio Viacava Giraldo DIRECTOR VOCAL Carlos Vial Barredo DIRECTOR VOCAL Gabriel Seminario de la Fuente DIRECTOR VOCAL Álvaro Campos Salmón
JUNTA CALIFICADORA Y DE DISCIPLINA PRESIDENTE Alberto Varillas Montenegro MIEMBROS Carlos Siles Martínez Carlos Enrique Mesa Angosto Eduardo Diez Martínez Pablo Armando Cabral Larrea Gonzalo Félix García Calderón Moreyra Héctor Gerardo Padilla Freyre Juan José Descailleaux Brou Oscar Romero Caro
PRODUCTORA GENERAL. Tabata Fernández-Concha DISEÑO Y DIAGRAMACIÓN Dominique Millán Casós . Claudia Rizo Patrón Kermenic COORDINACIÓN DE DEPORTES Andrés Talavera Villamonte REDACCIÓN Carlos Portugal . Daniel Robles Chian . Gloria Ziegler . Joaquín León . Nora Sugobono COLABORADORES Erika Hibon . Lourdez Carrasco . Milk FOTOGRAFÍA Santiago Barco. Marco Garro . Sanyin Wu . Janine Costa . Musuk Nolte CORRECTOR DE ESTILO Juan Manuel Gauger RETOQUE FOTOGRÁFICO John Cerquín JEFE DE PUBLICIDAD Nathalie Rufino Avalos Tel: 213.4567 anexo 418 nrufino@clubregatas.org.pe COORDINADORA DE PUBLICIDAD Mariel Cartolin Varas Tel: 213.4567 anexo 433 publicidad@clubregatas.org.pe EJECUTIVOS DE PUBLICIDAD José Luis Eyzaguirre Landázuri Tel: 213-4567 anexo 342 / Celular: 957800755 jeyzaguirre@clubregatas.org.pe Christian Fronda Tel: 213-4567 anexo 415 / Celular: 954643384 cfronda@clubregatas.org.pe Aissa Suárez Santander Tel: 213-4567 anexo 433 / Celular: 961975605 asuarez@clubregatas.org.pe Elizabeth Vela Tel: 213-4567 anexo 368 / Celular: 942668320 evela@clubregatas.org.pe AGRADECIMIENTOS Claudia Patiño . Bernardo Sambra . BOZ . Cosme . Manuel de Rivero . Galería Wu . Taller Bellavista . Palomar El Fugitivo . Den Távara . Nia Blu . Santa Rosa swimwear . Inmaculada . Tropikini . Banana Republic IMPRESIÓN Quad/Graphics Perú S.A. - RUC: 20371828851
REVISORES DE CUENTAS Santiago M. Collas Ambrossiani José Luis Bonifaz Fernández José Eduardo Aranda Tamayo
Club de Regatas "Lima" - Av. Chachi Dibós 1201, Chorrillos, Lima, Perú. Teléfono: 213- 4567 / Web: www.clubregatas.org.pe
Regatas es una publicación oficial del Club de Regatas "Lima".
LOS PERSONAJES QUE APARECEN EN ESTA EDICIÓN SON ASOCIADOS DEL CLUB. Nro. 251 – Febrero 2015 Hecho el Depósito Legal Nº. 2001-2120 en la Biblioteca Nacional del Perú. Prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta revista.
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EDITORIAL
EL MUELLE 1
TESTIGO DE LA HISTORIA DE NUESTRO CLUB Por Antonio Ramírez-Gastón Wicht
El miércoles 14 de enero tuvimos el placer de inaugurar el nuevo Muelle 1, una obra que tiene mucho significado en la historia del Club de Regatas “Lima”. De esta manera, se renueva la visión de nuestros fundadores desde el primer día de su creación, hace 140 años, cuando empezó a operar en el Hotel Terry, un local sobre el mar de Chorrillos que alquilaban para reunirse a practicar el remo. Durante la Guerra del Pacífico dicho local fue dinamitado por un trabajador del Club, llamado Ángel Camacho y apodado Víbora, quien se inmoló para evitar que las fuerzas enemigas tomaran como botín nuestras pertenencias. En la última década del siglo XIX, el Regatas construye por cuenta propia su primer local: una plataforma de madera sostenida por pilotes, en el mismo lugar donde empezó y donde hoy se luce el nuevo Muelle 1. Esta construcción era la única en toda la bahía: no había playas; solo el mar que llegaba y golpeaba el acantilado. Esos primeros pilotes de madera, de valor inimaginable, tienen una gran importancia, más
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allá de sus características y propiedades físicas, pues representan los sólidos cimientos de nuestro Club. Como lo mencioné en la anterior editorial, ese fue el inicio del desarrollo del Regatas, un referente institucional para el país y de trayectoria ejemplar que tanto nos enorgullece. Nuestro Club nació y creció mirando al mar. Pasó por tiempos difíciles como la guerra con Chile, la recesión mundial de 1929, el terremoto de 1940 (considerado como el más fuerte y devastador de los dos últimos siglos); pero siempre el Regatas “Lima” salió adelante. En 1945, nuestro Club se convierte en pionero en la construcción de espigones, que más tarde contribuyen a la creación de la llamada Costa Verde. Podemos afirmar que nuestro primer espigón, sobre la base del primer muelle, fue aliado y protagonista importante para el inicio de lo que hoy es la bahía de la Costa Verde. Siguiendo en la misma dirección del primer espigón se ha construido el nuevo Muelle 1, una construcción que seguramente es una de las más
grandes en área y en longitud en el país, una obra que sigue poniendo a nuestra institución como líder en este tipo de infraestructura y nos hace mantener viva la historia y el espíritu de los inicios de nuestro Club. El día de la inauguración contamos con la ilustre presencia de todos nuestros Past-Presidents, garantes de la tradición institucional del Club; del Presidente y Secretario de la Asociación de Pescadores Artesanales José Olaya de Chorrillos; de colaboradores, asociados y familiares, los mismos que se beneficiarán directamente del Muelle 1 para las diferentes actividades acuáticas y recreativas. Todos ellos se sienten parte de nuestra historia, aquella digna de contarse una y otra vez: un muelle que se convirtió en testigo del desarrollo de nuestro Club. ¡Viva el Club de Regatas “Lima”! ¡Viva el Perú! Antonio Ramírez-Gastón Wicht Presidente.
EDITORIAL
TRADICIÓN Y MODERNIDAD LA INAUGURACIÓN DEL NUEVO MUELLE Y UN REPASO DE LA HISTORIA FUNDACIONAL DEL CLUB En 1875, estaba el Hotel Terry, aquel local, sostenido por pilotes, que los fundadores del Club alquilaron para poder remar. Ciento cuarenta años después, en ese mismo espacio, un nuevo muelle, también sostenido en pilotes (esta vez, de concreto) pero más largo, ancho y moderno, le ha cambiado la cara al Regatas, con aroma a tradición. Si en ediciones pasadas recordábamos la importancia de los espigones en el desarrollo del Club; pues ahora, el muelle es el cimiento que simboliza el crecimiento del Regatas. Existen, a primera vista, sendos cambios respecto de la antigua construcción de los ochenta: esta es mucho más ancha, lo que facilita el transporte de embarcaciones de remo y vela. Se pasó de tener siete a doce metros de ancho. La extensión sigue siendo la misma: ochenta metros. Es decir, casi mil metros cuadrados dan cuenta de un muelle imponente. Otras diferencias aparecen si uno imagina un recorrido sobre él: hay dos embarcaderos de extensión idéntica. El del norte es el más grande, porque está destinado a los botes de motor. El del sur, en cambio, fue hecho para botes a remo y cuenta con una rampa sumergida. Para la inauguración, asistieron directivos del Regatas, así como una nutrida delegación de Past-Presidents y otra, de asociados. Entre ellos, la pareja de esposos y arquitectos, Sandra Barclay y Jean-Pierre Crousse, los encargados de diseñar el futuro restaurante que se construirá en el extremo del muelle.
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Bendiciones para la nueva construcción.
Peter Schreier y Mauricio Loret de Mola
Bertha Muñiz, Giesela de Schreier y Gloria Talledo de Illescas
EDITORIAL
Harry Ramsey y Jorge Marchena Suito
Dagoberto Lainez, Ricardo Duarte, José Antonio Negrón y Rodrigo Suazo
Jean Pierre Crousse, Sandra Barclay y el presidente del CRL, Antonio Ramírez-Gastón
Carla Piatti, Giselle Barsallo, Alfonso Flores y Pedro Luis Guimet
Lucía Alonso, Juan Carlos Maldonado, Gisela Goyburu y Lucho Felman
Las embarcaciones a motor son desplazadas por una moderna grúa.
Decenas de asociados estuvieron presentes en la inaguración.
Embarcadero de botes a motor.
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HISTORIAS
SIETE RAZONES PARA
SENTIRSE ORGULLOSO DEL REGATAS Escribe: Carlos Portugal
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Foto: Archivo CRL
Ilustra: Domo
Contar una historia como la del Regatas requiere dos entregas. Esta primera parte comprende los primeros setenta años, que necesitaron del esfuerzo heroico de un grupo de bogas dedicado a vencer dificultades: el mar, la falta de fondos, la guerra con Chile, la crisis económica mundial o el terremoto que devastó Lima en 1940. Estos pioneros pusieron los cimientos de una historia que cumple 140 años.
//UNO//
¿Cómo se fundó el club de Regatas "Lima"? A partir de la segunda mitad del siglo XIX, el remo como deporte vivió una época de auge en todo el mundo. Se formaron los primeros clubes en Inglaterra y aparecieron los grandes eventos y competencias entre universidades como Oxford y Cambridge. Un grupo de jóvenes peruanos educados allá decidieron entonces practicar el remo también en Perú. La opción era Chorrillos, un distrito formado en 1857 que atrajo a los limeños pese a la distancia respecto del centro de la ciudad. Hacia 1890, ya se había convertido en un concurrido y famoso balneario de verano, gracias en parte a la construcción de un ferrocarril que unía a Chorrillos —también conocido con el nombre de Lugar de Baños— con Lima. Uno de los accionistas de este ferrocarril era un destacado hombre de negocios llamado José Vicente Oyague y Coello. Su hijo de 21 años, que había tenido largas estadías en Europa, tuvo la iniciativa de formar un club de remo. Para ello, organizó una primera reunión en su casa ubicada en la calle Lima junto a cuatro amigos (los hermanos Francisco y Enrique Pérez de Velasco, Domingo García y Francisco Rivero), contando únicamente con un bote bautizado con el nombre de su hermana, Elvira. Ese chico se llamaba José Vicente Oyague y Soyer. Y el club que estaba formando era el Club de Regatas “Lima”. El 26 de abril de 1875, ellos acordaron la adquisición de un nuevo bote que sería traído desde Inglaterra (lo pagaron con los ahorros y préstamos familiares de los cinco amigos). El bote, llamado Josefina, tardó un año en llegar. En esa primera reunión se decidió no aceptar más socios por falta de infraestructura, algo que se mantendría hasta el 11 de junio de 1876 cuando se estableció el primer estatuto del Club. Allí se fijó una cuota de ingreso de 19 soles, una mensualidad de dos y se habilitó el ingresó para más socios: jóvenes bogas que no llegaban a los veinticuatro años. Por entonces, el Hotel Terry, fundado antes que el Regatas por Tadeo Terry, era la única casona suspendida sobre el mar gracias a pilotes de madera. Un salón en dicho hotel se convertiría, al poco tiempo, en la primera instalación del Club de Regatas “Lima”. Como el nuevo Club compartía instalaciones con el Club de Regatas Chorrillos y Tiro al Blanco, el nacimiento de la rivalidad deportiva entre ambos era solo cuestión de tiempo.
Arriba. Semblante del fundador: Don José Vicente Oyague y Soyer. Izquierda. Primerísima visión del Hotel Terry en Chorrillos.
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HISTORIAS
//DOS//
¿Cuál fue la primera competencia en la que participó el Regatas?
Josefina y Elvira Oyague. Las primeras embarcaciones del Regatas fueron bautizadas con sus nombres.
La primera competencia fue contra el Club Chorrillos. Las condiciones eran adversas para el Regatas “Lima”, pues el rival tenía un mejor bote. Los bogas del Regatas no habían podido acostumbrarse aún al Josefina, recién llegado de Inglaterra. De igual forma, el 6 de junio de 1876 se acordó desafiar al Chorrillos en una regata de una milla, a cuatro remos. El escenario de fondo sería las fiestas de San Pedro, patrón de Chorrillos. El día de la competencia, un 29 de junio, uno de los bogas habituales del Regatas “Lima” se lesionó. Como era de esperarse, la embarcación del Regatas perdió. Esto fue lo que escribió El Comercio sobre esa carrera: «En justicia debemos decir que el triunfo del club Chorrillos ha sido gloria barata. Las condiciones del Josefina no se comparaban a las del
Mercedes. Pero a los del Regatas Lima no les faltó ni arrojo ni entusiasmo». En sus memorias, el fundador Oyague y Soyer recordaría la necesidad de aceptar esa regata porque no quería que el Club rechazara los desafíos del Chorrillos. Era necesario demostrar valentía desde un inicio. Dos años después, el Regatas tuvo su esperada revancha contra el Chorrillos, con otro nuevo bote recién llegado de Inglaterra, el María Isabel (la costumbre entonces era bautizarlos con nombres de damas de la época). Ese primer triunfo sería un presagio de los años de guerra próximos: el árbitro de la regata fue el futuro héroe naval, Miguel Grau Seminario, y el trofeo fue entregado al joven Domingo Valle Riestra, quien luego daría su vida como tripulante del Huáscar. Después de la guerra, el Hotel Terry fue destruido y nunca más pudo reconstruirse. El Club Chorrillos tampoco. La institución más débil y de menos años fue la única que logró sobrevivir.
ALGUNOS NÚMEROS
Miguel Grau Seminario, asociado honorario, arbitró la primera regata ganada por el Club.
Postales de destrucción en Chorrillos tras la guerra con Chile (1881).
///19///
///100///
SOLES DE INSCRIPCIÓN ERA EL COSTO PARA PERTENECER AL CLUB EN SUS INICIOS. DOS SOLES, LA MENSUALIDAD.
ASOCIADOS SE ENROLARON EN LA MARINA Y EL EJÉRCITO DURANTE LA GUERRA CON CHILE. DIEZ FUERON HÉROES.
//TRES//
¿Qué pasó durante la Guerra del Pacífico? Cuando empezó la guerra con Chile, cien socios se enrolaron en la Marina y el Ejército. Setenta sirvieron al país en los campos de batalla, como José Vicente Oyague y Soyer, que estuvo inscrito en los cuerpos de reserva como parte de la décima división. Debido a la guerra, las regatas se detuvieron y el Club cerró. El poeta Juan de Arona escribió entonces un par de versos que empezaban así: «¡Compañeros, adiós! El Club se cierra...». Los libros y documentación que formaban parte del patrimonio del Club se entregaron a un vicecónsul de Brasil, algunas pertenencias se lograron poner en recaudo en una casa, mientras que lo demás se quedó en el Hotel Terry resguardado por Ángel Camacho,
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un obrero que cuidaba las instalaciones. Tras la invasión definitiva de los chilenos, al sentirse rodeado y próximo al fin, decidió inmolarse volando el Hotel Terry, destruyendo así la intención del ejército rival de emplear el local como almacén para su armamento. El Club le sigue rindiendo homenaje a Camacho: siempre que hubiera un bote, llevaría su nombre o su apodo: Víbora. «Nuestra institución había cumplido en corto lapso de seis años con el deporte y con la patria», escribió Vicente Oyague y Soyer en sus memorias. La guerra acabó en 1881, pero el país sucumbió ante una crisis. El 22 de octubre de 1882 se acordó el receso del Club de Regatas “Lima”, se disolvió la junta directiva y se nombró a un representante general con amplios poderes. Ese mismo año,
el Club remató el primer trofeo ganado en una regata para pagar deudas (lo adquirió un asociado que luego lo devolvió). Al año siguiente, se decidió liquidar el Club por dos razones primordiales: de los 58 socios que quedaban, solo 29 estaban en Lima y no se podía pagar el fuerte desembolso para recuperar todo el material perdido. Otra decisión tomada en esa misma reunión fue levantar un mausoleo en el Cementerio General de Lima en memoria de los asociados caídos en la guerra con el mensaje «¡Imitadlos!» Los héroes del Regatas en la Guerra del Pacífico fueron Ernesto Plasencia, Hernando de La Valle, Alberto del Campo, Felipe Valle Riestra, Armando Castañeda, Manuel Dañino, Gaspar Petrone, Melesio Casos, Carlos González y Ángel Camacho. Después de la guerra, su Club había sido disuelto.
//CUATRO//
¿Cómo renació el Regatas después de la guerra? El panorama era desolador. La guerra había dejado a Chorrillos en cenizas luego del asedio de las tropas chilenas. El saqueo e incendio del que había sido uno de los balnearios más reconocidos del Pacífico, dejó al Regatas liquidado en 1883. Sin embargo, un año después, José Vicente Oyague y Soyer tomó nuevamente la iniciativa y convocó a antiguos socios que habían sobrevivido a la guerra para que lideraran un nuevo comienzo. Por encargo suyo —debido a que estaba en el extranjero—, Francisco Pérez de Velasco logró reunir a dieciocho ex socios, en una junta donde se relató la epopeya de los que murieron en la guerra. El 7 de agosto de 1894, con Oyague y Soyer presente, se aprobó por aclamación la nueva etapa del Club, considerando el hecho no como un renacimiento, sino como una reorganización. El mensaje era claro: para ellos, a pesar de todo, el Regatas “Lima” nunca había muerto. Se aceptó a 35 nuevos socios sin pagar derecho de inscripción. La primera reunión de esta nueva era tuvo lugar en el Club Nacional. El presidente elegido fue Oyague y Soyer. Los nuevos estatutos se aprobaron el 9 de setiembre de 1894. Ahí se leía: «El uniforme del Club, obligatorio para las prácticas, consiste en un gorro celeste (o blanco o sombrero de paja con cinta celeste), camiseta y pantalón de franela blanca y zapatos también blancos; para las competencias la gorra y la camiseta deben ser de seda». Ese mismo año, aún sin contar con un local, se organizaron los Juegos Deportivos Interescolares e Internacionales denominados Juegos Atléticos
El primer local del Club inaugurado en 1896 con los planos elaborados por Teodoro Elmore.
en una cancha en el barrio de La Legua, que entonces era el único campo deportivo en una destruida Lima. Estos eventos fueron una manera de reunir fondos para construir el local y traer botes de Europa. En 1895, el presidente Nicolás de Piérola, también socio, facilitó la obtención de la licencia que autorizaba que se levantara un local sobre el mar. Un año después, el 19 de abril de 1896 se inaugura y se bendice la emblemática plataforma de madera. Nacía el primer local del Regatas. El club que sobrevivió a la guerra empezaría a expandirse.
//CINCO//
¿Cuál fue la primera construcción del Regatas en tierra firme y cuál fue la primera construcción que se hizo para el mar? En 1906 José Vicente Oyague y Soyer decidió renunciar a la reelección o elección futura y viajó a Paris donde moriría veinte años después, pero en el Regatas su recuerdo persistiría siendo considerado presidente vitalicio honorario. En 1910 empezaría en el Regatas una «época oscura», difícil de evocar porque la documentación sobre estos años se extravió. Son más de veinte años de los que se sabe muy poco. Lo que se conoce es que se compró una máquina de entrenamiento de remo, que se pensó abrir una sucursal en el Callao, que había problemas con los asociados que no cancelaban cuotas, y que no se consiguieron triunfos relevantes en remo. El panorama se esclarece en 1924, con la presidencia de Hernán Bellido. Entonces se adquirió nuevo mobiliario, se diseñaron uniformes con el nombre del club, se construyó una escalera de bajada al mar y se edificó un pabellón con gimnasio, la primera gran construcción en tierra firme del Regatas. Esas fueron las famosas barracas, donde dormían los bogas. La segunda obra importante llegó en 1926 gracias al carpintero Luciano Montero, que armó
la primera yola en el Club, teniendo de ayudante nada menos que al Colorao Muñoz de dieciséis años. Juan Muñoz Acevedo, nacido en Lima en 1910, era un niño que se pasaba los días pescando en Chorrillos hasta que fue invitado por Enrique Panizo a pescar en la plataforma del Regatas. A los diez años, se volvió parte de la familia del Club. Aprendió a timonear y remar a los quince; posteriormente se convirtió en instructor, y no se alejó jamás de la historia celeste. Por eso, en 1995 se colocó un busto en su honor, junto a las pozas de remo en la sede de Chorrillos. Pero cuando el Colorao adolescente ayudó a construir esa primera yola, en el Regatas empezaba con fuerza una etapa donde las tradiciones, la vida social y la historia de la institución ganaron relevancia.
En los treinta, ya era una sede totalmente adecuada para el desarrollo de la vida social, deportiva y el hospedaje de los bogas.
Primera yola construida en el Club por el carpintero Luciano Montero (con la ayuda del Colorao Muñoz).
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HISTORIAS
//SEIS//
¿Cómo se gestaron tradiciones como la Royal Zapeo Force, los Cocktails-Danzants o el himno del Club? Con la inversión en infraestructura de los años veinte, más socios se incorporaron al Club, sumando en total 610. Aparecieron entonces los famosos Cocktails-Danzants, eventos desarrollados durante el día con motivo de las competencias náuticas, en los que se servían bocaditos, jugo de fresa con pisco y se bailaba conga, danzón y tangos al ritmo de las orquestas de moda. Aún no se celebraban cenas de etiqueta con baile, pues el local no contaba con los servicios necesarios. Recién en 1928 se pudo organizar una fiesta que duró hasta las primeras horas de la madrugada. Para ello, el Club mejoró el mobiliario y compró una radio octofónica y altoparlantes. Junto con el surgimiento de la vida social, se dieron importantes éxitos deportivos. El 10 de abril de 1932 tuvo lugar El Gran Capote, un suceso sin precedentes en la historia del remo nacional: el Club ganó cinco regatas consecutivas. Con motivo de este acto, Julio Noriega Pazos compuso el himno del Club. Con estas victorias, entre los bogas
Diversión en un Cocktail Danzant de 1929.
Augusto Rivarola es lanzado al agua en el famoso zapeo.
empezó una fuerte fraternidad, puesta en práctica en una actividad nocturna llamada zapeo. El grupo que daba estos bautizos a los que dormían en el Club por primera vez se llamó la Royal Zapeo Force, y contaba con un escudo como símbolo de identificación: una concha de abanico en medio de dos remos cruzados, sobre un campo de azur bajo las iniciales de R.Z.F. El zapeo tenía diversas
modalidades, desde voltear la cama a los novatos, arrojar periódicos encendidos, baldazos de agua fría, o la simple y efectiva maniobra de aterrorizar a los bautizados para que temieran realmente la iniciación. Cosas de bogas, digamos. El Regatas estaba creciendo social y deportivamente pero pronto tendría que lidiar con un inesperado suceso.
//SIETE//
¿Cómo se vivió el terremoto de 1940? La Segunda Guerra Mundial estalló en Europa en 1939. En el Perú, el presidente era Manuel Prado Ugarteche; y en Lima, un 24 de mayo de 1940 a las 11:35 a.m., la tierra se sacudió. Un terremoto de 8,2 grados con epicentro en el Callao se tradujo en una estadística devastadora: 40% de casas destruidas en el Centro Histórico, 80% de viviendas colapsadas en Chorrillos, y un malecón que se hundió y se precipitó como un huayco por los acantilados desde San Miguel y Magdalena hasta Chorrillos. En la capital, hubo 179 muertes y 3500 heridos. En la plataforma del Regatas, que logró sobrevivir al sismo, se alojó a setenta personas damnificadas y el Club contribuyó con una recaudación de mil soles para los fondos de los agraviados. Se realizaron regatas sociales con el fin de conseguir más dinero para la recuperación de las inmediaciones del Club. Después de haber sido inaugurado en una casa por solo cinco personas, de sobrevivir a la guerra con Chile, y a los problemas en la economía mundial, el terremoto de Lima dejó un triste escenario que el Club nuevamente debía revertir con esfuerzo. Pero ya estaban acostumbrados a las adversidades. Vencer al mar —algo sobre lo que se leerá en la siguiente entrega— era el próximo desafío.
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Destrucción del malecón de Chorrillos por el terremoto de 1940.
OTROS NÚMEROS
///1932/// EL AÑO DEL GRAN CAPOTE: 5 REGATAS SUCESIVAS GANADAS POR EL CLUB.
///80 %/// DE VIVIENDAS COLAPSADAS EN EL DISTRITO DE CHORRILOS TRAS EL TERREMOTO DE 1940.
FAMILIAS
HERENCIA MARINERA Escribe: Andrés Talavera
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Foto: Sanyin Wu
EN EL 2008, CUANDO VERÓNICA PUJAZÓN CONQUISTÓ SU ÚLTIMA BANDA DE CAMPEÓN DE CAMPEONES, DANIELA FERRERO, SU HIJA, DECIDIÓ SEGUIRLE EL BAILE. HOY MADRE E HIJA SON CAMPEONAS, PERO SABEN QUE COMPARTEN ALGO MÁS QUE UN TÍTULO DE MARINERA.
Es difícil ser la hija de una campeona. El público espera muchísimo de ti. Piensan que eres una versión mejorada, o que lo puedes ser. Eso muchas veces fastidia, y Daniela Ferrero lo sabe bien. Ser hija de Verónica Pujazón, la campeona Juvenil, Adulta, y bicampeona del Campeón de Campeones de Marinera, no ha sido fácil, y en Trujillo, la ciudad que alberga su campeonato más grande, Daniela Ferrero comenzó a bailar con su propio pañuelo. A los trece años acaba de triunfar en el Concurso Nacional de Marinera. Su carrera fue ascendiendo. Luego de un año y medio de entrenamiento bajo la mirada de su madre, la ciudad de la eterna primavera la recibió en su debut. Quedó puesto quince. Luego de ganar algunos concursos como Infante en Lima –el primero fue en el Regatas– y provincias, su segundo viaje a Trujillo fue más auspicioso, llegando hasta la final y quedándose con el segundo puesto. Posteriormente, ya como Infantil, quedó cuarta y un año después obtuvo el tercer lugar. Con ese currículo el 2014 debió ser su año; así lo sentía ella y su mamá. «Siempre le digo que hay alguien que baila mejor. Algunos dicen que soy dura, pero quiero que sienta que yo, como su madre y entrenadora, le puedo pedir más. Sin embargo, el año pasado sí pensamos que podía ganar», comentó Pujazón. El cuarto lugar con el que se quedó fue un golpe duro. Ese año Daniela lloró por primera vez y se cuestionó sobre seguir bailando. «Creo que hubiera sido una tonta si dejaba pasar mi último año en Infantil», le dijo Daniela a su mamá luego de cuatro meses. «Si no ganaba este año probablemente me hubiera retirado o lo dejaba como hobby. Pero fui perseverante, quería probar una vez más». Así lo hizo. A pesar de tener una nueva pareja, Octavio Feijoo, un chico de Tumbes con el que solo pudo estar en diciembre para ensayar; y de no clasificar primera en la eliminatoria –pasaron a la final del domingo en el puesto quince–. Si hay algo que Verónica Pujazón ve en Daniela, y no tiene miedo en decirlo, es que es una de las pocas niñas que baila con el corazón. Para ella, enseñarle y ver a su hija campeonar ha sido una de las mejores satisfacciones en treinta años de marinera. También como madre, por supuesto. Satisfecha, contempla cómo Daniela va escribiendo su propia historia en este baile.
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MUSICA
LA VOZ DE LOS DESATENDIDOS Carlos Basurco
CLAUDIA MAÚRTUA Y WALTER COBOS FUERON TESTIGOS DE LA DESAPARICIÓN DE RADIO INSOMNIO Y ZONA 103, PROGRAMAS QUE AYUDARON A FORMAR LA ESCENA LOCAL DEL ROCK. TIEMPO DESPUÉS LE HICIERON LA GUERRA A LAS EMISORAS RADIALES —COMERCIALES— CON UN VIDEOCLIP METAL-INFANTIL. HOY, A VEINTIÚN AÑOS DEL INICIO, LA VOCALISTA Y EL GUITARRISTA DE NI VOZ NI VOTO CUENTAN LOS NUEVOS RUMBOS QUE ESTÁ TOMANDO LA BANDA Y LA EVOLUCIÓN QUE VIENEN EXPERIMENTANDO COMO COMPOSITORES. Escribe: Andrés Talavera
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MATRIMONIO MUSICAL. El hijo de Walter Cobos (arriba) y Claudia Maúrtua (derecha) se llama Juan Diego, tiene diez años y practica fútbol en el Regatas.
Llevan más de una década sin escuchar la FM, al menos cuando de ellos depende. La continua rotación de los hits que brillaron hace más de veinticinco años hicieron que Claudia Maúrtua pensara más de una vez antes de quedarse escuchando Sweet Child O’Mine, de los Guns N’ Roses, mientras que Walter Cobos terminó huyendo del himno de los Knack, My Sharona. «¿Bajo qué criterio las radios siguen emitiendo temas que no han parado de sonar desde la fecha que salieron? ¡Allá por los años ochenta!», protesta Maúrtua, vocalista de Ni Voz Ni Voto. Junto a ellos presentó su reclamo en un videoclip que se lanzó recién en el 2012. Rockstar Rebelión fue el single del álbum homónimo que escupió cifras desalentadoras del mercado musical peruano y destruyó la imagen de la estrella de rock nacional. «En el 2012 se lanzaron más de 100 singles nacionales y ninguno suena en la radio» o «Rockstar, tu éxito es falso» son algunas de las frases que más sonaron de aquel trabajo de la banda metal junto a Percy Céspedez y cuatro niños. «Trabajamos con Juan Diego, nuestro hijo, que tocó el bajo; Luciano, hijo de Coqui de Tramontana (M.A.S.A.C.R.E.) en la batería; Kristel, una niña que encontró Walter en YouTube cantando un tema de Nirvana; y Pepe Ballón, un guitarrista que apareció en el casting por mera casualidad. El rockstar, a fin de cuentas, se comporta como un niño», explica la cantante. Hoy, dos años después, Ni Voz Ni Voto se prepara para sacar su quinto álbum. Llevan tres meses de grabación y solo falta grabar las voces, antes de pasar a mezclar todo en el estudio de Kenneth Quiroz, bajista de la banda. «Estamos viendo de programar las sesiones en un rango de cuatro horas por día. Calculo que en una semana ya está todo grabado», comenta Maúrtua. El 2013 fue un año crucial para la pareja. Los problemas que tuvieron terminaron siendo detonantes de una alteración que sufrieron en su proceso de composición. Ella, siempre atenta a las historias que les sucedían a terceros, se atreve esta vez a exponer sus propios relatos, descritos en canciones como «Cuarenta» o «Máquina del Tiempo». «Para este disco estoy teniendo muchos problemas para ponerles título a las canciones. Me descuadra cuando tienen más de una palabra», admite la cantautora. —La vez pasada le dije que haga una letra para un tema que estaba componiendo. Era una melodía agresiva y quería que se inspirara en Dexter (el asesino de la serie de televisión)—mencionó Cobos. —Ahorita está como revelaciones pero suena muy bíblico— agregó. —Pero ¿y aquellos que no ha visto la serie? No lo van a entender— replica Claudia Maúrtua. —¡¿Y qué importa?!
Él, por otro lado, dueño de las líricas intimistas desde que se inició la banda en 1994, se abstrajo y comenzó a fijarse más en realidades colectivas, en un contexto. «Esta es la primera vez que, por mi lado, y por el lado de la banda, toco un tema político en nuestras canciones», comenta. Un tema que viene a raíz de su participación en «Haz que suene tu música», movida que se inició en el 2013. «Conocí por dentro el tema político y no me gustó para nada. Muchos de estos políticos, en vez de ayudar a su país, velan por sus bolsillos», pensó, antes de componer este tema irónico, en forma de speech, en el que al final se revela la verdad sobre cuán dañino puede ser alguien. El nombre del álbum está casi decidido. Se llamará Antiamor y aseguran que marca el regreso al equilibrio agresividad-armonía que alcanzaron con Limbo (2004), su tercer álbum. En tiempos en los que la proliferación de los músicos pulpo sigue en crecimiento, Ni Voz Ni Voto se mantiene como una de las pocas bandas que sostiene su historia con tres miembros originales que respetan la identidad del grupo y la de uno mismo. El disco saldrá entre abril y junio.
BONUS TRACK 1. Uno de los temas del nuevo álbum fue escrito por la vocalista, en menos de una hora, desde la Playa 2 del Regatas. 2. Para Maúrtua, el disco que le abrió las puertas al rock fue Appetite for Destruction, de los Guns N’ Roses. Cobos, por su parte, tuvo en Ride The Lightning, de Metallica, al disco que lo definió. Rock y metal. Dos disco fundacionales para Cobos y Maúrtua.
3. En el concurso de Rock en Miraflores, en 1999, quedaron quintos entre 240 bandas. 4. Claudia Maúrtua también forma parte de un colectivo llamado Cantautoras, junto a Magali Luque, Caroline Cruz y Laura Arroyo.
REGATAS / 21
CUSTOM Sanyin Wu
RAFAELA Y FERNANDA MUNAR 9 AÑOS. BADMINTONISTAS. GEMELAS. Hace un par de semanas las hermanas Rafaela y Fernanda Munar viajaron a San Francisco. Es su cuarto viaje a la ciudad estadounidense, la segunda vez que lo hacen para ponerse bajo las órdenes de Zhou Lei, entrenadora china del Union City, establecimiento ubicado a treinta minutos de San Francisco. Ella las ayudará a mejorar sus saques, cortas y bajadas. Las gemelas se ubican en el puesto uno y dos del Ranking Nacional. Fernanda es la primera. Ambas son las vigentes campeonas sudamericanas Sub 11, tras el último torneo realizado en Santo Andre, Brasil, donde derrotaron a las brasileñas Sofía Alonso y Lara Nagatani. «Muchas veces nos hemos enfrentado, pero somos mejores en dobles. No nos gusta cruzarnos en un mismo torneo», comenta Rafaela, iniciada primero en este deporte. Lo hizo medio año antes que su hermana, quien terminó dejando sus entrenamientos de tenis de mesa por ir a verla entrenar y aprovechar para volear. «Me pareció más divertido y elegante», cuenta Fernanda. «La vez que me enfrenté a Rafaela en el Sudamericano le gané 21-14 los dos sets y no me habló en todo el día». Rafaela es la más efusiva de las dos. También es a la que más le duele perder. Fernanda, en cambio, es más equilibrada para celebrar. «Cuando juegan entre ellas no me atrevo a decirles nada», comenta Juan Alberto Munar, padre y coach de la dupla en cada torneo que tienen fuera del país. «Entre ambas tiene que haber una muy buena comunicación. No se trata de quién pega más fuerte, sino dónde encuentras ese espacio para que el rival no responda cómodamente. Recuerdo que en un campeonato en Boston, le dije a Fernanda: “Tu trabajo es encontrar el espacio en blanco para que tu hermana pueda rematar, porque están dándoles las plumas a la mano”. Entendieron bien el mensaje y voltearon el partido hasta ganarlo». Ahora esperan demostrar que las más de 43 medallas que tienen juntas no son azarosas. Lo acaban de hacer en el Bay Badminton Junior Championship que jugaron en Milpitas, California, antes de volver a Lima. Ganaron una medalla de oro en Dobles Sub 13-15. Bravo por ellas. (A. Talavera)
REGATAS / 22
Corta
Corta
Bajada
Bajada
Mente
Mente
Desplazamiento
Desplazamiento
Defensa
Saque
REGATAS / 23
CINE
VISITA AL OSCAR 2015
JUVENTUD, GUERRA Y HUMOR ENTRE NUESTRAS PREFERIDAS PARA LA MÁS GRANDE CELEBRACIÓN DEL CINE. Escribe: Ernesto Zelaya Difusión
EL GRAN HOTEL BUDAPEST de Wes Anderson Wes Anderson compone sus películas como si se tratase de un libro de cuentos, un universo a medio camino entre la realidad y la fantasía. Esta no es la excepción. Ambientada en un lujoso hotel de un ficticio país europeo post Primera Guerra Mundial, la película relata la historia de Gustave, el atareado conserje y su peculiar relación con Zero, un aprendiz de botones. Las aventuras de ambos incluyen una millonaria herencia, una sociedad secreta de recepcionistas, un escape de una cárcel y varias persecuciones. Detrás del humor absurdo de su director, Budapest es una película nostálgica, con una carga dramática inesperada debido a su condición de comedia. Es un film capaz de emocionar, en el que Anderson da rienda suelta a sus tendencias estilísticas. Para los que gozaron con Rushmore o Los excéntricos Tenenbaum, ya saben que esperar. Es tal vez su obra más redonda y sencilla en muchos años.
EL FRANCOTIRADOR de Clint Eastwood El más reciente film del veterano Clint Eastwood ha causado controversia desde su estreno en Estados Unidos. El francotirador es un drama bélico de primer orden, que presta igual atención a la batalla como a sus efectos posteriores. Es la historia de Chris Kyle, considerado el francotirador más letal en la historia del ejército yanqui, con 160 muertes en su haber durante sus cuatro periodos de servicio en Irak. Algunos lo consideran un héroe con estatus de leyenda; para otros, no es más que un asesino que mataba indiscriminadamente. El interés de Eastwood no está en endiosar al individuo, sino en presentar los efectos que tuvo la guerra en él y, por añadidura, en todos los soldados. Eastwood, normalmente conocido por su estilo sobrio, maneja las escenas de combate como un experto; un giro para un director no acostumbrado a dirigir acción. Bradley Cooper recibió una justa nominación como Mejor Actor en el papel de Kyle, un tipo que nació para ser soldado y que solo parece sentirse pleno cuando se encuentra con un rifle en la mano.
BOYHOOD
de Richard Linklater El director rodó la película a lo largo de doce años, juntando a sus actores de cuando en cuando para rodar algunas escenas. El film cuenta la historia de Mason, un joven común y corriente, hijo de padres divorciados, que crece en los suburbios de Norteamérica. La vida de Mason es una sin mayores sobresaltos y este es su mejor acierto: todos se podrán identificar con su experiencia. Desde el primer beso hasta la graduación de la secundaria, son momentos por los que todos hemos pasado. El largometraje tiene un carácter universal, es una reflexión acerca del paso del tiempo. Tal vez no habría tenido el mismo impacto si hubiese sido filmada de manera convencional, pero no se puede desmerecer el enorme esfuerzo de Linklater al realizar este film. Una historia de largo aliento, donde los momentos más insignificantes resultan los más memorables.
REGATAS / 24
UN DESTINO DE
THE NEW YORK TIMES PARA LA REVISTA REGATAS
36 HORAS EN
Escribe: Danielle Pergament Distribuido por The New York Times Syndicate
Olvide Cancún y dése una vuelta por la ciudad amurallada de la Riviera Maya
REGATAS / 26
36 HORAS
La buena noticia es que en Tulum aún no se puede descargar el papel de baño en el retrete. La plomería, como el agradable clima templado y tenaz población de iguanas, está profundamente arraigada en la identidad de esta ciudad localizada a hora y media al sur de Cancún. Pero ni siquiera una infraestructura de plomería cuasi funcional puede disuadir a los turistas. Lo que me lleva a la noticia menos buena. Si no ha visitado Tulum en los últimos años, una advertencia: es mucho más grande de lo que recuerda. El Tulum actual tiene tres cosas que muchos nunca creyeron posible: tráfico, gentío y restaurantes con lista de espera. Pero no se desespere. De hecho, la ciudad (ya no es un pueblo) es más emocionante que nunca. La playa sigue siendo impactante. Las ruinas siguen estando ahí. La comida es picante y auténtica. Y para los que estén dispuestos, hay joyas secretas polvorosamente alejadas de los caminos principales.
SÁBADO
COLOR LOCAL 9 a .m.
VIERNES
Zamas, un hotel y restaurante bar, es el brillante centro de Tulum pintado con crayolas. Estar en Tulum significa comer en Zamas, quedarse en Zamas, beber en Zamas o simplemente disfrutar de las mesas y sillas color rosa, azul, amarillo y verde azulado de Zamas. La mejor hora para ir es por la mañana, cuando la playa está recién rastrillada, cuando las olas son suaves y cuando el gentío es escaso. Ordene un capuchino y huevos rancheros —huevos fritos y frijoles negros servidos sobre una crujiente tortilla de maíz— (desayuno para dos, aproximadamente 250 pesos). Una vez que los dueños de las tiendas abren sus puestos y las calles se llenan de editores de moda en camino a clases de yoga, esa es la señal para avanzar.
HAGA COLA
SERVICIO PÚBLICO
5 p.m.
11 a.m.
A menos que viaje aquí aislado, muchas veces le aconsejarán comer en Hartwood Tulum. La fila para entrar puede tardar dos horas. Si no estuviera informado, simplemente se presentaría en el lugar, se mofaría del gentío y se iría a otra parte. Mi consejo: no lo haga. En cambio, llegue temprano. Hartwood Tulum no tiene equipos eléctricos además de una sola licuadora; casi toda la comida es machacada y mezclada a mano o tirada a la parrilla o al horno de leña. Eso significa comer una noche pescado entero asado con cebollas y hierbas aromáticas del chef expatriado Eric Werner, y la siguiente noche, pulpo a la parrilla con papas asadas, chile y verduras mexicanas de hoja. El salón comedor es tan abierto como la cocina, con faroles de citronella que dan luz y ambiente (la cena para dos, sin tragos, cuesta aproximadamente 600 pesos mexicanos, o 45 dólares a un tipo de cambio de 13 pesos por dólar).
No me importa qué tan tibia sea el agua en Córcega o qué tan suave sea la arena en Maui. En lo que respecta a playas, las costas de Tulum impresionarán hasta al snob más crítico del mundo. Además, el agua es tan clara como una pecera y tan suave como para una guardería infantil. Aléjese manejando (o mejor aún, pedaleando) de la calle principal y diríjase a Mezzanine Hotel. En el lado más alejado del hotel, deje su bicicleta y baje por el breve camino hacia la playa. Hay mucha probabilidad de que tenga una amplia franja de arena solo para usted. Lleve abundante agua y bloqueador solar; con la escasez de gente viene una escasez de sitios para comprar cualquiera de estas dos cosas.
REGATAS / 27
36 HORAS
Todo destino turístico tropical tiene una playa secreta de la que los locales no quieren que se entere. En Tulum, el lugar es Chamico’s, un café playero tan tranquilo y encantador que jurará haberlo visto en una película
PLAYA SECRETA
DESCANSO DE MODA
1 p.m.
4 p.m.
Todo destino turístico tropical tiene una playa secreta de la que los locales no quieren que se entere. En Tulum, el lugar es Chamico’s, un café playero tan tranquilo y encantador que jurará haberlo visto en una película (no lo ha visto). Naturalmente, Chamico’s no tiene teléfono, página de Internet ni dirección. Para llegar ahí, salga de la autopista por un caminito de tierra (busque el letrero de Jashita Hotel) y conduzca al sur hacia la bahía de Soliman. Observe al guardia de la puerta provisional con una mirada que diga que sabe lo que hace. Después, pase frente a chalés palaciegos hasta que termine el camino. Agarre una de las desvencijadas mesas de plástico en un grupo de palmeras y acomódese. Las opciones del menú son pescado frito o ceviche o lo que sea que haya sido pescado en la mañana, seguido por una cerveza Sol helada (espere pagar aproximadamente 300 pesos). En Chamico’s únicamente hay dos reglas: solo efectivo y no decir a sus amigos (abierto de las 9 a.m. a las 5 p.m., o cuando sea que al dueño le dé la gana).
Con el incremento en Tulum de editores de moda y estilistas, hay un aumento de sitios para gastar dinero. La parte más difícil será estacionarse; si tiene ganas de caminar o andar en bicicleta, esta es la ocasión. De lo contrario, conduzca al restaurante Hartwood y estaciónese entre cualquier par de palmeras que no tengan letrero de «no estacionarse». Todos los negocios están separados por pocos metros: Mr. Blackbird es una boutique diminuta (casi se pueden tocar ambas paredes al mismo tiempo) con piso de arena, elegante joyería, sandalias con tirantes de piel, y chalés y rebozos bien editados. Del otro lado de la calle, Josa Tulum vende lentes de sol con alegres estampados vibrantes. Hacienda Montaecristo es el lugar para bolsas, tops y vestidos bohemios con detalles de piel. O sáltese la ropa por completo y consienta su recién descubierto aprecio por el mezcal en La Tente Rose Mexican Wine and Spirits, una licorería donde las botellas se exhiben como obras de arte.
REGATAS / 28
36 HORAS
YOGA EN LA PLAYA 8:30 a.m.
TÓMESE UN TRAGO
Ir a Tulum y no tomar una clase de yoga es como jurar abstinencia de vino en La Toscana. Está por doquier y es ineludible. Uno de los sitios más serenos para encontrar su tercer ojo es Maya Tulum. Luego de anotarse para una clase, recorra el arenoso camino que lleva al estudio de yoga. Una advertencia: no se deje engañar por la innata calma de su maestro. Justo cuando cree que está por volverse demasiado espiritual como para realmente sudar, notará que se tensiona cada músculo por debajo de los lóbulos de la oreja. Pero bajo el techo de una palapa tropical, con brisa soplando y luz empapando la sala, ofrecer al sol algunos saludos amigables se siente menos como ejercicio y más como gratitud (las clases sin reserva cuestan 15 dólares).
7 p.m.
A LA BATICUEVA
Es muy probable que los tragos en Gitano puedan costar más que la cena. Este es el nuevo Tulum: el tipo de lugar donde parece razonable balancearse entre la selva con tacones de punta de 12 centímetros. Cuando mi esposo y yo visitamos el lugar en compañía de amigos, los tragos para cuatro (una ronda cada uno, a decir verdad) más un aperitivo de guacamole, pico de gallo y salsa de semilla de calabaza maya costó aproximadamente 700 pesos (casi 53 dólares). Pero está pagando tanto por estar en el lugar como por probar los cócteles de la casa. Agarre una mesa en algún lugar cerca de la bola de discoteca, aunque solo sea porque ver una bola de discoteca que rebota en frondas de palmeras es tan divertido como inesperado.
11 a.m.
FIEBRE DE LA SELVA 9 p.m. Todo en Tulum está al costado de la playa o de la selva, y ningún establecimiento del lado de la selva es más selvático que Restaurare. Las mesas están puestas bajo un techo de palmeras tan exuberantes que pensará haber muerto y despertado en la isla de Gilligan. La cocina abierta solo sirve comida tradicional maya: todo local, todo vegano. Karla Yoana Gonzáles Madrazo y José Roberto Terrazas Jiménez, los dueños, retocan el menú por temporada, pero si tiene suerte estarán sirviendo ceviche de ostiones con champiñones y curry maya con leche de coco (cena para dos, aproximadamente 700 pesos).
La península de Yucatán está llena de cenotes (sumideros en cuevas), y van desde pequeños y claustrofóbicos hasta enormes y claustrofóbicos. Cualquiera que viaje con niños valorará Aktun Chen, una combinación entre cenote, reserva de vida salvaje y tirolesa. Pida a su guía (lo conocerá al registrarse; nadie entra a las cuevas sin uno) un recorrido abreviado (los recorridos solo por las cuevas cuestan 33 dólares por adulto; 16,5 dólares los niños. El recorrido completo de cueva, cenote y reserva de vida salvaje cuesta 102 dólares). Intentarán convencerlo para que no haga el recorrido más corto, pero póngase firme y haga lo que yo: señale a los niños y alce los hombros, el gesto universal para «¿Qué le vamos a hacer?». Si hace el recorrido en 30 minutos, aún así verá los murciélagos y podrá caminar sobre el espeluznante puente subterráneo.
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AVISTAMIENTO DE TORTUGAS 1 p.m. Las playas de Tulum son de talla mundial, pero para acercarse a la acción bajo el agua, vaya a Akumal. A veinte minutos costa arriba, Akumal es el primo menos bohemio de Tulum, y su playa pública es ancha, limpia y salpicada con sitios de quesadillas de precios exagerados. Justo en medio está el Centro de Buceo Akumal. Ofrece abundantes clases grupales, pero nunca nadie se paró en la playa junto a una docena de extraños bronceados ataviados con aletas y snorkels, caminando hacia atrás para adentrarse al agua, sin sentirse ridículo. En cambio, mi esposo y yo alquilamos el equipo (18 dólares las aletas, visor, snorkel y chaleco salvavidas), nos saltamos la clase y seguimos el consejo de un guía: «Naden hacia la derecha». Después, pasamos la siguiente hora siguiendo una muy amigable tortuga marina a lo largo de la diminuta bahía, hasta que finalmente se sumergió en las profundidades y nos dejó, presumiblemente para regresar a casa con su familia. Y nosotros hicimos lo mismo.
Escenas de recreos soñados al lado de la playa son frecuentes en Tulum. A la derecha, un croquis para dirigir su aventura en la ciudad amurallada.
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BERNARDO SAMBRA
LA MIRADA SUBMARINA Antes de aprender a mimetizarse con los peces para fotografiarlos, Bernardo Sambra se sumergía en las profundidades del mar peruano para cazar. Después de once años, una serie de pequeñas catástrofes lo hicieron renunciar a su arpón. ¿Cómo puede recobrar el equilibrio de los océanos un ex cazador submarino? Escribe: Gloria Ziegler
Retrato: Marco Garro
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DESTAQUE
veinte metros de profundidad, los océanos se convierten en un gran filtro. Bernardo Sambra había buceado durante casi veinte años hasta que lo descubrió. Cada vez que se sumergía, los primeros colores en desaparecer eran los rojos, luego los naranjas, los amarillos y, al final, todo se volvía azul. Pero el ex cazador submarino no lo notó hasta aquella mañana de mediados de los años 90 en que bajó con una cámara fotográfica. Después de meses de pruebas, había entendido que para tomar fotos debajo del mar necesitaba mimetizarse con los animales y utilizar flashes especiales. Entonces, a través del lente, descubrió texturas y colores que jamás había visto mientras cazaba: los cangrejos de la isla de Pucusana, de golpe, recobraban colores que ni siquiera había imaginado, los calamares se volvían psicodélicos, el pez globo tenía ojos de pintura surrealista, y los lobos de mar ya no se acercaban para robarle pescados, sino para jugar. Aquel día, por primera vez, Sambra empezó a entender lo que pasaba a su alrededor mientras buceaba. Y descubrió que, durante dos décadas, había vivido engañado. **** La primera vez que se sumergió en el mar con un arpón, Sambra se sintió protegido. Tiempo antes, cuando había cumplido siete años, su abuelo le había regalado en ejemplar de la revista National Geographic y, desde entonces, se había obsesionado con aprender a bucear. Quería convertirse en uno de esos hombres que aparecían en las páginas de las revistas abrazando tiburones o explorando cuevas submarinas. Hoy, el fotógrafo conservacionista todavía recuerda aquellas tardes de inicios de los setenta en que convirtió el jardín de su casa en un océano donde podía jugar a bucear con su equipo de tanques de plástico. Pero tres años después, cuando logró convencer a su padre para que lo llevara a una de las playas de la Costa Verde, nada ocurrió como había imaginado. «Nunca me voy a olvidar de la experiencia de romper la superficie del mar. Fue algo mágico. Me acuerdo que trataba de llegar lo más al fondo posible para ver todo lo que estuviera cerca de mí», recuerda cuarenta años después. Sin embargo, en unos minutos, un mal cálculo lo llevó a salir a la superficie debajo de una medusa roja que le picó la cara, y acabó en la sala de emergencias de una clínica local. Estaba adolorido y asustado. Dos años después, cuando fue al cine con un grupo de amigos para ver la película
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Tiburón, volvió a sentir el miedo en el cuerpo. Si de pequeño Sambra había soñado con ser un explorador submarino, después del primer intento, la idea de regresar al mar lo aterraba. Años más tarde, mientras paseaba por la playa Waikiki —la misma donde había tenido el accidente con la medusa—, conoció a Perico, un buzo artesanal que se ganaba la vida atrapando pulpos y tollos, que luego vendía en el mercado. No tardaron en hacerse amigos. Sambra, aunque todavía era incapaz de sumergirse, se interesaba por la pesca y hablaban de las corrientes. Hasta que un día, cuando le contó de aquella vez que había buceado y terminó con la cara destrozada, el hombre se ofreció a enseñarle a usar un arpón. Entonces, Sambra volvería a bucear, pero también se convertiría en cazador. «El arpón me resguardaba», explica. Poco después empezaría a recorrer las costas del Perú —más de tres mil kilómetros de playas— para atrapar lenguados, corvinas, chitas y pulpos. Se había vuelto fanático de la caza submarina, pero sobre todo se había dado cuenta de que ahora podía contar las historias de sus aventuras. **** Bernardo Sambra habla de su esposa como si fuera la responsable de una recuperación. Cuando la conoció, Valerie Crousse –una diseñadora gráfica y fotógrafa submarina que años más tarde formaría con él la asociación The Living Oceans— no entendía cómo ese hombre, que de niño se había propuesto ser un explorador submarino, se había convertido en uno de los cazadores más obsesivos del Perú. Hablaron de las contradicciones durante años, hasta que él mismo empezó a cuestionar su relación con el mar y guardó su arpón para aprender a bucear con tanque. Pero entonces, cuando dejó de cazar, sentía que había perdido lo que más disfrutaba: «Ya no tenía nada qué enseñar cuando contaba las historias». Poco después, se le ocurrió aquello de armar un gran acuario de quinientos litros en su casa, con peces que sacaba del mar peruano, para demostrarles a sus amigos que el Pacífico no era tan feo como pensaban; y cuando descubrió un acuario en Lima que se encargaba de traer peces exóticos de cualquier parte del mundo, pensó en la posibilidad de armar su propio arrecife: comenzó a comprar por catálogo un pez payaso — aquel que se popularizó con la película Buscando a Nemo—, un coral, una anémona, un tiburón pequeñito. Hasta que, sin saberlo, compró un pez enfermo y, tres días después, la infección acabó con todo el acuario. «Ahí recién me di cuenta de lo egoísta que había sido. Los había sacado de su hábitat para meterlos
Sambra tuvo que analizar el comportamiento de los animales, aprender a mimetizarse dentro de un cardumen de delfines, mantas o tiburones y, sobre todo, entender que ese era un trabajo de paciencia.
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DESTAQUE
Bernardo Sambra
Bernardo Sambra
Su esposa no entendía cómo ese hombre, que de niño se había propuesto ser un explorador submarino, se había convertido en uno de los cazadores más obsesivos del Perú. REGATAS / 36
Bernardo Sambra
en mi casa y los había matado. Por segunda vez estaba atacando al mar». Entonces pensó que había llegado el momento de alejarse. Y así fue hasta que uno de sus amigos le regaló una cámara fotográfica submarina legendaria, que nadie usaba. **** La oceanógrafa más importante de las últimas décadas cree que el mejor lugar para bucear en la Tierra está en cualquier sitio, cincuenta años atrás. Hoy, con las tres cuartas parte de los arrecifes de coral en riesgo por la actividad humana y el cambio climático, todos los buzos experimentados le dan la razón a la exploradora y defensora de los océanos Sylvia Earle. El fotógrafo submarino Bernardo Sambra podría haberse resignado a la fatalidad de llegar tarde, pero — como otros— prefirió aferrarse a las especies que aún se conservan y emprendió una cruzada para tratar de salvarlas a través de sus imágenes. «Solo podemos proteger lo que conocemos», dice hoy Sambra, convencido de que su trabajo todavía puede ayudar a revertir el proceso de depredación de los océanos. Sin embargo, hace casi veinte años, cuando se sumergió por primera vez con aquella cámara submarina que le había regalado su amigo, era un trabajo que ni siquiera había imaginado. Sambra no tardó demasiado en descubrir que hacer fotos submarinas era, técnicamente, el tipo de fotografía más difícil que existía. A inicios de los años noventa, en el Perú no se conocía de ningún otro fotógrafo de este tipo, Internet todavía parecía una promesa y las únicas referencias que tenía eran su colección de revistas National Geographic y sus propias pruebas en el océano. Allí, mucho antes de pensar en cargar una cámara, hay que controlar
una serie de variables de las cuales dependen la vida: el tiempo de aire que queda en el tanque, la profundidad, las corrientes, la cantidad de nitrógeno que se acumula en la sangre y la velocidad a la que se asciende. Todo eso, para tomar una fotografía, debía convertirse en un autoreflejo. También estaban las complicaciones técnicas para tomar imágenes en las entrañas del mar. Si en la fotografía tradicional podía usar un trípode, cambiar lentes y recurrir al zoom, debajo del agua todo era un caos imposible de controlar. «Al inicio intentaba una y otra vez, pero era un desastre», recuerda Sambra. Entonces viajó a Miami en busca de un maestro con el que aprendió a recuperar los colores con luz artificial y entendió que el zoom era un elemento inútil en el agua. Allí, a diferencia del aire, había partículas, sedimentos y plancton que reflejarían la luz. La regla, entonces, era acercarse a la acción. Para eso, tenía que lograr que los animales lo aceptaran. Sambra cree que ese es el mayor reto que ha encontrado. «Abajo del agua eres torpe, estás botando burbujas, llevas un wetsuit negro, máscara, tanque y cámara. En cuanto te ven, todos se alejan de ti». Tuvo que empezar a analizar el comportamiento de los animales, aprender a mimetizarse dentro de un cardumen de delfines, mantas o tiburones y, sobre todo, entender que ese era un trabajo de paciencia. Fotografiar a un pez minúsculo en Papúa Nueva Guinea, de golpe, podía convertirse en una tarea de tres horas. Y si quería entender el comportamiento de los animales, tampoco podía fotografiar todo lo que se cruzara en su camino. Desde entonces, sus viajes siempre han sido para retratar exclusivamente a una especie que define, investiga y planea cómo será el acercamiento de antemano. «No me interesa la foto del pez bonito. Trato de que mis imágenes
Bernardo Sambra
tengan perspectiva y entorno; y, al mismo tiempo, transmitir la personalidad del pez», explica Sambra. Hace poco más de una década, cuando lo entendió, Sambra y su esposa comenzaron a viajar alrededor del mundo para bucear. Conocieron Sudamérica, el Caribe, las costas de Estados Unidos, la Polinesia, Papúa Nueva Guinea, Indonesia. Poco a poco, fueron convirtiéndose en fotógrafos submarinos profesionales, pero también fueron testigos involuntarios de matanzas salvajes que ocurrían a pocos kilómetros. Y para el ex cazador, eso no era algo sencillo de aceptar después de redescubrir los océanos con una cámara. En esos años, Sambra comenzó a pensar en el poder que siempre habían tenido sus imágenes para conectarse con la gente. En el 2004, poco después de que naciera su primera hija, se propuso crear, junto a su esposa, The Living Oceans, una organización sin fines de lucro que en la última década ha reunido a los principales fotógrafos submarinos para informar y crear conciencia sobre la belleza y fragilidad del mundo bajo el mar, a través de conferencias, libros y exposiciones como Frágil-Océanos Expo, la muestra de fotografía submarina que se presentó en Lima durante la COP 20 en diciembre y que pronto podría llegar a Ecuador, México y Estados Unidos. En los últimos años, además, creó La Ola Azul, un proyecto pedagógico para escuelas primarias del Perú en el que Sambra trabaja junto a su familia y un grupo de voluntarios. Allí, los hacen bucear a través de sus imágenes, pero también les hablan de casi la mitad de los océanos del mundo en peligro por la actividad humana. Sambra aún es optimista. Dice que las personas protegen lo que quieren. Y él acercará ese mundo submarino tanto como pueda para recobrar el equilibrio.
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ANTONIA DEL SOLAR
MUJER DE HOY
Una mujer conduce hace ocho años un programa dirigido a otras mujeres. Hace poco, abrió una web donde comparte consejos sobre moda, salud y belleza. Fue modelo. Fuera de cámaras, procura no usar maquillaje. Tiene tres hijos hombres. Su esposo fue su primer enamorado. ¿Cómo es ser una mujer hoy? Escribe: Manolo Bonilla
Foto: Santiago Barco
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C
onducir un programa dirigido a las mujeres durante ocho años puede llevarnos a pensar una cosa: esa mujer sabe de mujeres. Una suerte de gurú de la mujer contemporánea en Lima. Antonia del Solar podría ser mujer, aunque en realidad es solo una mujer más, con las mismas inquietudes y certezas que las demás. Sabemos también, eso sí, que cada mujer es un universo diferente y único. No es necesariamente una broma cuando Stephen Hawking, el hombre que más ha investigado el universo, dice que las mujeres son un «completo misterio». Por ahora, Del Solar disfruta unas cortas vacaciones de su programa Oh! Diosas y aprovecha para pasar tiempo con dos de sus hijos (el mayor está de viaje). Como dice ella, «me aprovechan de chofer». Una tarde, los ha llevado al Club a disfrutar una tarde soleada. El menor de sus hijos es custodiado por su hermano durante la entrevista. Hace cuatro años, Antonia del Solar tenía un proyecto en el que se iba a dedicar a escribir. Tuvo que pasar todo ese tiempo, sobre todo para una mujer que no hace planes a mediano plazo, para que se animara a abrir una página web donde comparte experiencias de vida acerca de moda, belleza, crianza y nutrición con una comunidad de lectoras. Se llama Antonia en el Espejo. Escribe de noche, cuando sus hijos ya duermen. Conversar con ella no solo devuelve su imagen en el reflejo, sino también los fractales de su personalidad como si fuera un inmenso caleidoscopio. En el tiempo que estás en el programa, ¿sientes que la mujer en Lima también ha cambiado? Siento que hoy en día la mujer está muy estresada. Las mujeres tenemos la idea de que podemos hacer todo recontra bien. Además los medios te dicen que tienes y que puedes hacerlo bien, y a la vez, te tienes que ver regia y linda. Eso ha generado que nos estamos apoyamos más, sin juzgarnos tanto. Después del caos y la competencia por sobresalir, dices "voy a gozar del camino y voy a formar mi tribu de mujeres que me va a ayudar a ser una mejor mujer". Se trata de ser mejores por nosotras mismas, más allá de lo que la gente piense.
Ese apoyo que buscan las mujeres, ¿lo encuentran en las páginas web? Por supuesto. Y también en tu gente, tu familia, tus amigas. Por eso, empecé con el blog. Me escribían al Facebook, preguntando sobre cómo contratar a una nana, o qué tinte escoger, o vi que tocaste tal tema de los niños y el castigo. Claro que les respondía, porque me parecía genial que confíen en mí. Ahora lo sigo haciendo pero desde un espacio especial, donde las mujeres puedan reflejarse. Escribes de nutrición, de moda y de vida sana... El tema estético es el que más llama la atención, sobre todo belleza y nutrición. Creo que ahora las mujeres vamos un paso adelante: no solo se trata de ponerte color, sino también de vernos bien de dentro hacia fuera. En belleza, para mí, siempre menos es más. Entonces nos preocupamos por cuidarnos la piel y comer bien. Yo no practico yoga ni sigo ninguna terapia holística. Tengo amigas que sí lo hacen, que toman leche de almendras y buscan todo lo orgánico. Yo como sano, porque toda la vida he comido así. Soy más práctica. ¿Eres una especie de gurú para las madres? Nadie es dueño de la verdad, menos en la crianza de los hijos. Tú conoces a los tuyos mejor que nadie. Lo que cuento puede servir como una experiencia parecida, pero la tomas con pinzas para ver qué te sirve y tal vez adaptarlo a tu vida. Es como una terapia. No sé si los hombres tienen eso, de preguntarse por sus problemas y dudas. Hoy existe, por ejemplo, una generación de mujeres que no desean ser madres. A mí me parece que la maternidad no es para todas las mujeres. No todas tienen que ser mamá. Debes quererlo con todas tus ganas, para decidir serlo, porque tu vida cambia totalmente. Al convertirte en mamá, pasas a segundo plano. Cuando yo pienso en la maternidad, por supuesto que pienso en el amor, pero también pienso que es una responsabilidad: ¡estás criando a una persona! Hay una frase que dice que detrás de un hombre machista hay una mujer que lo permite y una mujer que lo crió. Es totalmente cierto. He escuchado mujeres que me dicen “es mucho más fácil criar hombres, porque son más simples, menos delicados”. Hasta
yo alguna vez he caído en pensar eso. Pero a medida que mis tres hijos han ido creciendo, transformándose en los jóvenes maravillosos que son, me he dado cuenta que no hay nada lejos de la verdad. Criar un hombre sensible al dolor ajeno es dificilísimo. La sociedad no está cómoda viendo a un hombre sensible. Te dicen que deber ser fuerte, ser siempre seguro, no demostrar nada, no hablar, no decir, no llorar. Pero yo quiero criar hombres que sean fuertes físicamente, pero también emocional y mentalmente. Si las mujeres cambiamos desde cómo criamos a nuestros hijos, ahí empieza el gran cambio. Existen también mujeres machistas que, por ejemplo, señalan a una mujer de cuarenta y tantos años que no se ha casado ni tiene hijos... Esos prejuicios parten de una misma, de haber crecido con esas ideas sobre cómo debería ser tu vida. Cuando, en realidad, todo es más incierto. Uno puede ser feliz y criar niños de diferentes maneras. Uno puede ser una muy buena influencia en un niño, sin ser su padre. Tengo amigas solteras, sin hijos, que son las influencias más importantes en la vida de sus sobrinos. De vuelta, aparece el stress que está en nosotras mismas. Queremos lograr muchas cosas y nos frustramos cuando no las hacemos. ¿Y cómo sobrellevas esas frustraciones? Soy mucho más segura. Antes, cuando era más joven, sí era súper insegura. Trabaje como modelo un montón de años, y es un medio donde te juzgan por cómo te ves. Muchas veces, un diseñador o un cliente no te contratan no porque no les parezcas bonita, sino porque no encajas en el estereotipo que están buscando. Que si las caderas, que la nariz. No te sientes a gusto con tu cuerpo, todo va cambiando muy rápido. A los quince años, eso te puede desorientar. De hecho no fue para mí. No lo es para muchas. Si tuviera una hija por ejemplo no la llevaría a hacer castings. Entonces, ¿cómo encontraste la seguridad? Ellos, mis hijos. Ya no hay chance de ser insegura cuando tienes tres personitas que te están mirando todo el tiempo. Primero, debes creerte fuerte y luego ser fuerte. Darles el ejemplo de calma, de que hay momentos en la vida donde vas a estar nervioso, pero vas a poder superarlo. Ellos y mi esposo Jean me han dado mucha seguridad.
«Las mujeres ahora buscamos ser mejores por nosotras mismas, más allá de lo que piensan la gente y los medios». REGATAS / 40
MAKE UP ARTIST Y PEINADO: INGUE ZAPATA // AGRADECIMIENTOS: BANANA REPUBLIC
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UN MUNDO PARA mes BERCKEMEYER
Al frente del restaurante Cosme, James Berckemeyer está viviendo un tipo de fama que todavía no conocía. No es un cocinero ajeno a la popularidad: ha cumplido su rol desde hot chef hasta asesor gastronómico de diversos locales. Pero faltaba más. En Cosme, Berckemeyer se encarga de ejecutar aquello que mejor conoce: una propuesta culinaria coherente. Escribe: Nora Sugobono
Foto: Alonso Molina
Decir que James Berckemeyer es el último de una generación de cocineros en liderar un proyecto propio —entre los Virgilios, Jaimes y Mitsuharus que han ido conquistando el mercado los últimos años— sería algo injusto, pero cierto. James sí era el último. Cosme es suyo (es socio, junto a Álvaro Raffo, Guillermo Lohamnn y el recordado Juan Lengua). Esta vez no se trata de una nueva asociación con otros locales —Las Casitas del Colca, Nikita, Quinta Avenida y más recientemente La Ladrillera, donde continúa trabajando— ni tampoco de una asesoría.
El cocinero de 34 años —epítome del rubio guapo y correcto, made in Peru— por fin se siente en su salsa. El camino para llegar hasta aquí no fue fácil. Atrás ha quedado el sinsabor de un proyecto frustrado: el restaurante con sello de autor que nunca pudo abrir sus puertas por un problema con la licencia. El recuerdo de aquella lucha todavía está presente en James Berckemeyer, aunque hoy mire hacia otros horizontes. Uno en concreto, el del mar de Chorrillos: acabamos de ordenar una pizza en El Parador de Guadalcanal. El sol casi empieza a ponerse, pero James no ha
almorzado. Son los cocineros quienes más suelen saltarse el almuerzo. SOLO PARA OSADOS Hace seis años Berckemeyer alistaba la apertura de su primer restaurante en Lima. Se llamaría Osadía y quedaría en San Isidro. Por esa época, lo había entrevistado un par de veces y tuvo la confianza suficiente para enviarme el mensaje que abriría su carta. En ese texto James hacía una afirmación simple pero poderosa: «Tengo el orgullo de ser peruano, de ser cocinero y de ser feliz». La sonrisa
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que se dibuja en su rostro estos días es reflejo de que aquello no ha cambiado en absoluto. El menú que elaboró nunca pudo servirse —el largo proceso para abrir Osadía fue público y muy duro para el cocinero— y es poco o nada lo que queda de él en Cosme. Tal vez tenía que vivirlo así, conocer esa decepción para fortalecerse. Lo que sí hay en Cosme es representativo de la evolución —profesional y personal— que él ha experimentado en este último tramo. El local que hoy comanda es una renovada propuesta que gira en torno al concepto de comfort food, con influencias tanto locales como extranjeras. Una nota muy urbana, casual y relajada. Como él está siendo hoy, más que nunca. Sentarse en Cosme es probar bocados tan sabrosos como un pulpo sellado acompañado de quinua al pesto, crema de palta y sal de aceitunas, o unos sencillos espárragos a la parrilla, con huevo pochado, queso Grana Padano y salsa holandesa. No se necesitan cubiertos para disfrutar de su bun de panceta cocinada por doce horas a baja temperatura con hoisin arrocotado. En Cosme, James se siente libre: para quitar y añadir platos a la pequeña carta, para reinventar clásicos como la cazuela Bourguignon de ternera o para potenciar favoritos del público.
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En el local hay mesas altas y largas, fotos de Lima vista desde el cielo, coloridas botellas de plástico que cuelgan desde el techo y una pared recubierta con trece mil chapitas (el mensaje de sostenibilidad es importante). La figura de un gallinazo hace de logo —el gallinazo es un reciclador por naturaleza— y una barra surtida de sodas naturales complementa la selección gastronómica. Esto era justamente lo que buscaban conseguir desde un inicio los socios: Berckemeyer, Álvaro Raffo, Guillermo Lohamnn y Juan Lengua, quien falleció en octubre de 2013 en un accidente. Tan solo una semana antes, los cuatro amigos habían estado en Nueva York conociendo nuevas propuestas y cazando tendencias en los focos gastronómicos más importantes de la Gran Manzana: Eleven Madison Park, ABC Kitchen, Blue Hill Farm o Momofuku, por nombrar algunos. Los platos con los que Cosme se ha dado a conocer son resultado de la dupla creativa establecida por él y Álvaro Raffo, pero es James quien se encarga del servicio con el apoyo de Daniel Sologuren (también cocinero de La 73). Desde que abrieron sus puertas a finales del 2014, no ha habido descanso. DE LOS BUENOS «Fuiste lorna, ¿no?», le digo. Él ríe. «No he sido lorna… sí tranquilo. Tampoco tuve mucha calle,
pero eso se aprende». James incluso visitó el cerro San Cosme con los arquitectos para definir algunos puntos de lo que sería el local, aún en planos. No todo en su vida es trabajo, eso sí. Hace seis meses mantiene una relación con alguien que, según confiesa, por fin entiende cómo es su trabajo y sabe que, cuando todos comen, él debe estar dentro de la cocina. La última novia que se le conoció fue la congresista Luciana León, un romance notoriamente publicitado en la prensa del corazón. Aparecer en las páginas de la revista Magaly TV es algo que el niño que hacía profiteroles (para vendérselos a sus tías) nunca hubiese imaginado. —Antes era inusual ver a un chico en la cocina preparando postres. —Yo lo hacía. En mi casa me daban a probar salsas, la salsa del pato a la naranja. Ese tipo de cosas. Pero decirte que ahí quería ser cocinero sería mentirte. Me gustaba comer, ver cómo se hacían las cosas, si el plato estaba bien de sal. —¿Fuiste un niño disticoso? —Sí, era medio pesado para algunas cosas. —¿Qué no comes ahora? —Pepino. No me gusta el pepino. El mondongo lo como, pero no es mi fiel amigo. Sí me comería una criadilla, chinchulín, molleja, riñón. Todo eso. —¿Cuándo supiste que te dedicarías a la cocina?
En la página de la izquierda, nótese el detalle del techo hecho con botellas de plástico. Aquí, la pared con las chapas. Arriba: el pulpo con quinua al pesto y la reinvención de James del pie de limón.
—Entré a estudiar Administración en la Universidad de Lima año y medio. No estaba contento. Jalé dos veces. No estaba seguro de lo que quería. En esa época mi hermana trabajaba en Señor Frog’s y un amigo suyo me ofreció la posibilidad de trabajar en Cancún, para ver si me gustaba. Mis papás me dijeron que me vaya y vea. Me fui seis meses y en ese tiempo solo fui un día a la playa. Era la primera vez que Berckemeyer veía de cerca cómo era el trabajo en una cocina. El chico que solo tendía su cama como castigo ahora lavaba platos, atendía mesas y soportaba gritos. Nunca le disgustó esa parte del oficio. «Siempre le digo a la gente que quiere estar en cocina que primero se meta a un restaurante a trabajar y vea lo que es el día a día. Después, que se vaya a estudiar». Al volver a Lima, Berckemeyer entró al Cordon Bleu. Mientras se preparaba, practicó en Astrid & Gastón (su madre vendía vajilla y Gastón era uno de sus clientes, lo cual facilitó las cosas) en aquellos años en los que Acurio todavía se encargaba del servicio. «Nunca me gritó cuando hice algo mal. Y lo hice, claro. Creo que era un salmón: le exprimí mucho limón. Me ayudaba con las cosas de la escuela. Estuvo para escucharme. Recién arrancaba con su Aventura culinaria en ese momento. Yo creo que si estoy donde estoy es
por mí y porque Gastón siempre me apoyó». Esa época dejó en James muchas lecciones: desde el aprendizaje en cocina de alto nivel hasta el trato con el equipo. Todo eso, admite, todavía lo aplica hoy. Saliendo de Astrid & Gastón en Cantuarias, el cocinero partió a Europa. Ahí practicó en Italia y en España, donde pasó por las cocinas de Juan Mari Arzak y Joan Roca. No muchos, a sus veintitantos, saben aprovechar ese tipo de oportunidades. El trabajo nunca le ha faltado: en su retorno al Perú lideró Al Grano junto a su amigo Jaime Pesaque y luego tuvo la jefatura del Sonesta Hotel El Olivar. Su ascenso fue rápido, sin duda. De ahí a que la idea de un proyecto propio sea el siguiente paso no parecía inusual: todos sus compañeros de carrera así lo estaban haciendo. El ya mencionado Osadía se cocinó lentamente, pero quizá demasiado. «De repente mi momento no era ese», reflexiona el chef. Es probable que no se equivoque: no hay mejor momento para James Berckemeyer que este, aunque tiempo sea lo que menos tenga estos días. Su celular no deja de vibrar. «Hay un chat entre Virgilio (Martínez), Jaime (Pesaque), Renato (Peralta) y yo. Empezó con un subject: “Ojalá que nos inviten a Cosme”», me cuenta. El sol ya se ha puesto y James debe volver al servicio. Hay casa llena.
COSME ARQUITECTÓNICO por 51-1 Arquitectos
A comienzos de setiembre del 2013, Juan Lengua-Balbi & Co tenían un local, un nombre (por el barrio San Cosme, que visitamos como parte de la investigación), un concepto culinario de comida casual y la imagen de un gallinazo. A partir de allí le dimos un giro utilitario al gallinazo de Juan: Cosme sería el gran reciclador del barrio. Es un ave que ha sido diseñada por la naturaleza para ingerir la bacteria Clostridium botulinum, que se encuentra en desperdicios y animales muertos. Al eliminar la carroña, el gallinazo se convierte entonces en un agente purificador del ambiente y la preservación de los ecosistemas. Queríamos un espacio lean (magro) sin grasa, solo con elementos esenciales, ligero y fresco. Nada debe ser pesado. Es un barrio limpio y optimista. Quitamos los pisos, los revoques y los falsos cielos. Si algo esta allí es solo porque es importante (mesas, paneles de acústica, luz) y lo hacemos con lo más recurseado e ingenioso (diseñamos los tableros hechos con retazos de madera, falso cielo con botellas acústicas, recubrimiento con chapas de plástico en la pared). Por último, nos interesó hacer cierta pedagogía urbana y ambiental con el proyecto: en la pared de Cosme tenemos las tapas de 13345 botellas. Lima consume 250 paredes como esa... cada día.
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PAULA PARKS
EL TEMOR
DE UNA BOGA NO ES
DE ESTE MUNDO
¿Cómo vencer una fobia y, de paso, llevarte una medalla de oro en los últimos Bolivarianos de Playa? Escribe: Carlos Portugal
Foto: Sanyin Wu
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aula Mercedes Parks tiene 18 años y un miedo inconcebible a primera vista, sobre todo para una remera: le teme al mar. No es que no sepa nadar. No es que padezca de talasofobia como los náufragos que sufren una ansiedad a mitad del océano. Su fobia, como todas, no responde a una razón lógica. Le aterra saber que sus setenta kilos puedan sumergirse bajo el bote y que algo la jale hacia las profundidades. «Lo sé, no va a pasar. Pero igual me da miedo. Es una fobia. La tengo desde niña, pero decidí aprender a remar hace cuatro años para dejar de temer. Es mi manera de enfrentar el miedo», dice Parks, desde la orilla de la playa en Chorrillos. Una joven como ella, espigada en sus 172 centímetros, debe aprovechar su estatura, adaptarla a su estrategia. Sus entrenadores le aconsejaron usar sus piernas larguísimas para remar largo: pocas pero intensas brazadas que acompañen el camino del bote. En los últimos Bolivarianos de playa, realizados en Lima, ella participó en la modalidad Coastal Single. Fue la primera vez que compitió en un bote así, distinto al olímpico porque debe enfrentar las olas. El bote olímpico se emplea en aguas calmas, como las de La Punta. Pero en Chorrillos, las olas te mueven y te pueden hacer caer. «Debo admitir que me da más miedo caerme que perder», confiesa Parks. En casa, el apoyo a la boga es total. Sus padres —para nada ajenos al mar— conocen del miedo de su hija y la acompañan en cada regata. Él, Hugh Parks, es tablista e incluso tiene un canal en YouTube donde sube
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los videos de Paula que él mismo registra, desde competencias hasta entrenamientos. Ella, María Carrillo, ha empezado a remar y es el primer vozarrón que Parks escucha cuando se acerca a la meta: «¡Vamos, Meme!» Se podría decir que el remo es la forma en que Paula se relaciona con el mar, como su familia. «Todo empezó muy rápido. Un día, me llamó diciéndome que se iba a quedar a dormir en la filial de La Punta. Fui a visitar el lugar porque ella tenía catorce años. Luego con solo dos meses la seleccionaron para ir a correr la Regata del Día de la Independencia en Estados Unidos, en Filadelfia. Esa fue la primera vez que la vi remar. Estaba remando en un bote de cuatro, y ganaron. En las gradas, trescientos gringos mudos viendo a sus hijos y yo, orgullosísimo, dándole la medalla a Paula». En diciembre, el reto fue grande también. Debía remar seis kilómetros durante tres días, en Singles, Dobles y Cuádruple. En el Coastal no hay una pista delimitada para cada competidor: solo cuatro boyas que debe superar y un pequeño tramo de cincuenta metros en tierra firme antes de llegar a la meta. Por eso, las partidas son importantes y hay que evitar chocarse. Paula Parks ha chocado con boyas antes, en el Sudamericano Juvenil del 2014 en Uruguay, donde perdió. Su entrenador fue crucial para ayudar a Parks a superar sus temores. Se llama Claudio Águila, un remero argentino de 53 años que consagró sus mejores performances en el río Tigre. La conoció en diciembre del 2011. Era el primer mes de Paula, que declaró como en aduana su mayor fobia. Con su entrenador no seguía un método específico: se ponía pequeños obstáculos que debía vencer para ganar confianza. «Solo le dije
que lo disfrute, que deje los miedos de lado, que está para más, para mucho más», dice Águila. «¿Cómo no vamos a apoyar a una chica que sale a remar a las cinco de la mañana, todos los días, colegio, feriado? Ahora incluso se esfuerza más para conseguir la beca en Florida para poder vivir remando», dice Hugh Parks. El Campeonato Mundial Junior de Remo en Hamburgo del 2014 fue la mejor prueba que pudo pedir para desafiar su cuerpo y adquirir la experiencia que todo joven remero necesita en su carrera. Cuando compite, Paula entiende que encabezar la regata durante el mayor tiempo posible es una posición ventajosa. Desde allí, puede controlar su ejecución, sabe cuándo subir y bajar la frecuencia de las paladas. Paula Parks consiguió la medalla de oro en el Bolivariano 2014 en remo Coastal con un tiempo de 36,39,56 minutos. Un par de días después, lograría la medalla de plata en un cuádruple. Corrió tres regatas de seis kilómetros por día representando al Perú. Se prepara para el Mundial de este año en esa misma cancha, su mar. ¿El miedo? A veces aparece. Otras, ya no tanto.
NAVEGANTES. Empezó en el remo hace cuatro años. Sin embargo, viene de una familia de grandes vínculos con el mar: uno de sus abuelos también era boga y el otro se dedicaba a la vela.
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LETRAS
«Me considero escritor porque está en mi columna vertebral. Puedes no escribir por temporadas largas pero ves imágenes, ves historias, extrañas el tiempo para leer. Si eso te acompaña por veinte años, ya sabes que lo eres».
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PEDRO JOSÉ LLOSA 39 AÑOS. ECONOMISTA CON ESTUDIOS EN LITERATURA Y FILOSOFÍA. PROFESOR DE SECUNDARIA. SOCIO DEPORTIVO DEL CRL GRACIAS AL JUDO. ESCRITOR PREMIADO Y ANTOLOGADO. GANADOR DEL CONCURSO NACIONAL DE CUENTO PREMIO “JOSÉ WATANABE VARAS” Escribe: Carlos Fuller La noche del 22 de enero, en el auditorio Jinnai del Centro Cultural Peruano Japonés, Pedro José Llosa tuvo que declamar un pequeño discurso. El escritor cerró su intervención hablando sobre el género al que se ha dedicado a lo largo de su carrera literaria: el cuento. Aquella noche se celebraba la ceremonia de premiación del Concurso Nacional de Cuento Premio “José Watanabe Varas” y Pedro José Llosa había resultado ganador con el libro Las visitaciones. En julio, esta colección de cinco cuentos será publicada en la Feria Internacional del Libro y se convertirá en su tercer lanzamiento —antes publicó Viento en Proa (2002) y Protocolo Rorschach (2005)—. Pedro José Llosa es un escritor con currículum. Sus historias han sido incluidas en varias colecciones de cuentos —entre ellas Pequeñas Resistencias: Antología del cuento sudamericano y El cuento peruano 2000-2010—. Es, además, una recurrente presencia en el Premio Copé de Cuento; ha sido finalista tres veces y acaba de obtener el Premio Copé de Bronce por su historia Unas fotografías, apenas. También tiene un currículum no literario. En el mundo real —como Pedro José llama al mundo de los diplomas y certificados— él es un economista con estudios en literatura y en filosofía. Durante el día, se gana la vida como profesor de Economía en el colegio Markham. Uno podría pensar en la Economía como la antítesis de la literatura. ¿Qué pasó por tu cabeza al momento de elegir tu profesión? Es probable que la decisión haya sido una consecuencia natural de mis circunstancias. Tuve padres flexibles, si les hubiera dicho que quería estudiar Literatura me hubieran dicho que sí, pero quizá hubieran intentado persuadirme de manera cariñosa. Es cierto, estudié Economía, pero lo hice de los 18 a los 22 años y creo que es un rótulo bastante pequeño para lo que
Foto: Sanyin Wu
uno hace el resto de su vida. Si bien no me he desprendido de ella y la enseño y la disfruto, luego vinieron años en los que me he dedicado a la literatura, la filosofía y muchos otros campos. Al preparar mi lista de lecturas no solo incluyo literatura. Ahora estoy leyendo un libro de Thomas Pikketi, un francés que mezcla la economía con citas de Honoré de Balzac, y ese libro está en mi mesa de noche mezclado con uno de cuentos y una novela. Tengo ese deseo de estar, también, en el mundo actual. Ya tienes buen tiempo dedicando a la literatura de distintas maneras; con hiatos y diferentes intensidades. Además, eres un “casero” del Premio Copé. ¿En qué momento te sentiste un escritor en serio? Es una muy buena pregunta, porque no existe una línea de quiebre. Un amigo me dijo que el escritor es aquel que es reeditado. Por otro lado, hay veces en las que pienso que no debería ser una definición asociada a un fenómeno editorial. Se puede escribir mucho y publicar poco. La noción de escritor también puede estar relacionada a la cantidad de horas que uno le dedique. En mi caso, yo me considero un escritor porque está en mi columna vertebral. Puedes no escribir por temporadas largas, pero en esencia lo eres. Ves imágenes, ves historias, añoras el tiempo para leer. Si eso te acompaña por veinte años, ya pues, tú sabes que lo eres. El día de la premiación hablaste sobre aquella oposición que existe entre el escritor de cuentos y el escritor de novelas. ¿Alguna vez te ha pesado la falta de una novela en tu obra literaria? Creo que es algo que he superado. No pensaba así a los veinte años, por supuesto, pero ahora sí. En el imaginario existe esta idea de que los cuentos son solo un paso previo a la novela, pero es un género autónomo. La extensión no es una barrera, ambos están hechos de lo mismo. García Márquez decía
que la novela es como el matrimonio, se puede ir arreglando todos los días. Pero el cuento es como el amor: es o no es. De hecho, me siento orgulloso de ser un escritor de cuentos. El día que conocí al peruano Carlos Yushimito se sorprendió de que yo, también, solo escribiera cuentos. «Excelente», me dijo. «Es una forma de resistencia». Yo ahora estoy enamoradísimo de los cuentos que están por venir y creo que la llegada a la novela debe ser algo natural. Puede que esa sea tu manera de relatar el mundo: no como novela, sino como cuento. El cuento es la situación, el pedazo, “subió por las escaleras y se cayó”. La novela, más bien, busca crear un universo. Mi diagnóstico es muy simple: la gente asocia la extensión con la valoración. El cuento está asociado al cuento para niños. Pero esa es en una visión muy general. Julio Ramón Ribeyro es el mejor ejemplo de ello. Una persona cuyos cuentos no tenían nada que envidiarle a cualquier novela. Pero mira qué pena. Si bien el mismo Ribeyro fue consciente de ello al final de su vida, antes no le fue tan evidente. Él se sentía algo ensombrecido por la novela. Sobre todo teniendo al lado la fiesta del boom latinoamericano. Creo que, junto a tremendos edificios, no tuvo la distancia del tiempo para ver la magnitud de su propia obra. ¿Temes que algo así te pueda ocurrir si sigues por este camino y si te sigues dedicando a este género? Cada vez menos. Alguna vez lo tuve, pero entre más viejo te haces aprendes a esperar menos. Sé que si escribiera una novela podría tener un mayor público, pero me parecería deshonesto hacerlo de esa manera. Yo voy a escribir lo que me salga del forro. Gracias a Dios tengo otras actividades que me mantienen de pie. Y si se da que lo que escribo tiene un público, bien. Y si algún día me provoca escribir una novela, bien. Pero forzarlo sería ir en contra de lo que creo.
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CAROLINA BOTTERI MOEBIUS
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LA PRECOZ HISTORIA DE TREPARSE A UNA TABLA ¿Cuál debe ser el siguiente paso de una campeona mundial de bodyboard que desde los trece años sabía lo que quería? Escribe: Joaquín León
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Foto: Alonso Molina
Arte: Erika Hibon
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arolina Botteri llora en el agua, pero nadie la ve. Sigue remando y pataleando, pareciera que aguardando otra ola. Lo cierto es que espera que no lleguen más olas, que la racha termine de una vez y que la puntuación se mantenga: 7 puntos en una ola, 6,20 en otra. En los torneos oficiales, los jueces colocan sus puntuaciones al instante, anunciadas en tiempo real a través del megáfono. Los corredores escuchan una voz que, cientos de metros más allá, en la orilla, les dice cuántos puntos van acumulando, cuántos le faltan para alcanzar al competidor que va por delante. Carolina está llorando —nadie la ve— porque la persona que habla a través del megáfono acaba de decir que tiene un acumulado de 13,20 y que le lleva 0,83 puntos de ventaja a la chilena Anais Veliz, que va segunda, que está compitiendo de local, que conoce esta playa. Carolina llora a escondidas en mar abierto porque esa voz con dejo chileno ha anunciado que quedan 50 segundos, y porque ella acaba de voltear a mirar a su compañero del equipo peruano de bodyboard, Jorge Titi Hurtado, que está en la arena y que en una mano lleva una bandera de Perú y en la otra un reloj que no deja de consultar. Ahí ve también a Carlos Papita Sierra, entrenador de la selección peruana, quien no llora ni mira el reloj, pero sí grita. Mojando sus zapatillas en la orilla de esta playa de Iquique, Papita permanece casi inmóvil esperando la corneta que segundos después retumba y anuncia que Carolina Botteri Moebius es la campeona del Mundial ISA en la categoría Sub 18. El psicólogo deportivo Dante Nieri, que en los últimos años se especializó en analizar la personalidad de los mejores surfers peruanos, tiene como referencia una frase que Sofía Mulanovich pronunció hace más de 10 años, en 2004, cuando regresó a Perú desde Hawái con el título mundial de surf femenino en las manos. En el aeropuerto Jorge Chávez, en medio del alboroto de su llegada, alcanzó a responder a un
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periodista que le preguntó por qué creía ella que era campeona: «Yo gané porque fui la que más lo quería». Una cosa es la meta, otra es el deseo. Se podría decir que, desde la coronación de Sofía, nos hemos acostumbrado a ver aquella escena en la que una surfer peruana es alzada en hombros por alguien que le entrega una bandera del Perú. Le ocurrió a Mulanovich en 2004, a Brissa Málaga en 2012, a Analí Gómez en noviembre de 2014. En diciembre, antes de que acabara el año pasado, fue Carolina Botteri la que salió del agua, arrojó la bodyboard a un lado, las aletas a otro y subió a los hombros de Papita con una bandera que no soltó sino hasta después de bajar del podio. Varios días después, una tarde en Lima, Carolina y su entrenador deambulan entre el recuerdo y el análisis intentando explicar esa victoria. Papita, cuatro veces campeón nacional y quizás el más experimentado corredor peruano de bodyboard, sabe que en torneos como el Mundial ISA los jueces califican primero el dominio inicial de la ola, observan el movimiento del tablista, el modo de bajar la pared de agua, la colocación sobre la ola para comenzar a maniobrar. «Al inicio de la ola hay mayor rapidez y mayor riesgo. Puedes ganar todo o perder todo. Ahí está una gran parte del puntaje», resume Carlos. En el minuto 2 y el minuto 6 de su serie, Carolina cogió dos buenas olas, las bajó con soltura y se posicionó rápido para efectuar un rollo (un tirabuzón) y un giro de 360 grados al caer. Había logrado el puntaje más alto de su grupo y ya con eso podía sentirse campeona. Pero la serie era de 25 minutos: faltaban 19 para poder gritarlo. Por eso Carolina lloraba. *** Al menos un par de veces ha venido al país Mike Stewart, la leyenda viva más importante del bodyboard en el mundo. Nueve veces campeón mundial y todavía activo a los 50 años, Stewart estuvo en el Perú en 1996 y en 2009. En ambas ocasiones fue entrevistado por Agustín Panizo, lingüista y editor de revistas de surf. En su primera conversación, le preguntó si a los 33 años ya pensaba en el retiro. Stewart dijo que
La campeona mundial de bodyboard empezó a correr olas en la Playa 3 del Regatas. «Aunque no lo creas, hay buenas olitas», dice Botteri.
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no, y por una razón muy simple: «Creo que el nivel ha llegado muy alto y sigue mejorando. El deporte entero ha crecido, ha madurado». La segunda vez que conversaron, Mike Stewart ya ocupaba el puesto 41 de un ranking de la revista SURFER sobre los 50 mejores exponente de este deporte de todos los tiempos. Era la primera vez que un bodyboarder era considerado en un ranking dominado por tablistas tradicionales, los que corren olas parados. Siempre una facción innecesariamente purista consideró al bodyboard como una disciplina menor, y la inclusión de Stewart en esa lista era un cambio notable. Cuando vino a Lima en 2009 invitado al Peruvian Inka Challenge, del IBA World Tour, Agustín Panizo se reunió con él por segunda vez y hablaron del tema. Stewart le respondió: «Creo que con el tiempo la visión que el mundo surfer presta al bodyboarding está cambiando. En los últimos diez años parece que hubieran pasado cien. En el año 2000 hicieron un poll de los
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mejores 100 surfers y no la hice. Ahora he subido 60 puestos. Por un lado, pienso que es cool ser reconocido. Pero por el otro creo que muchos bodyboarders son unos de los mejores waveriders del mundo». Por fin, alguien le estaba dando al bodyboard el lugar que se merecía en la historia del surf. Carolina Botteri estuvo presente en ese torneo del año 2009, aunque no como competidora sino como curiosa. Así como había aprendido por su propia cuenta a correr sus primeras olas en la playa 3 del Regatas —«Aunque no lo creas, ahí hay buenas olitas»—, quería darse cuenta ella misma cómo eran las grandes ligas de este deporte, así que le pidió a sus padres que la llevaran al torneo. Tenía trece años, edad en la que usualmente un adolescente practica deportes por diversión, sin tomarse nada en serio. Carolina había jugado tenis, vóley, fútbol, básquet, bádminton; había practicado muay thai. Había hecho de todo, pero prefería correr morey: «El bodyboard implica un
contacto con el agua, y ya eso lo hace un deporte distinto. Al lado del bodyboard todos esos otros deportes son iguales». Botteri ya conocía algunas playas de la Costa Verde y se había medido con otras chicas sobre una bodyboard, pero quería ir más allá. Lo que vio en el torneo la dejó perpleja: los más radicales corcheros del mundo estaban reunidos y ella los tenía delante de sí, en el mar. Pero un tablista peruano también llamó su atención porque cada dos metros se detenía a firmar un autógrafo. Preguntó quién era. Cuando acabó el torneo, una tarde en su casa, buscó en el Facebook a Carlos Sierra, Papita, y le escribió un mensaje en el chat: «Me gusta mucho el bodyboard y creo que soy buena corriendo. Ahora quiero que tú me enseñes. ¿Puedo ser tu alumna?». Papita, quien ha sido instructor de decenas de hombres y mujeres, halló su estilo diferente. Vio también una oportunidad. «En los últimos años se puso más de moda el surf entre las chicas, pero no tanto el bodyboard.
«Reconoce tu “yo”, reconoce tu momento. Vive lo que en este momento eres», le dijo su preparador físico. Días después, Carolina Botteri viajó a Iquique y trajo la medalla de oro. Todas querían correr tabla y nadie le daba bola al corcho». Carlos Sierra aceptó a Carolina Botteri como discípula. Eso ocurrió en 2009. Cinco años después, Papita la llevaría en hombros hasta un podio como campeona del mundo. *** Renato Quezada recibió la llamada cuando menos lo esperaba y de quien menos lo esperaba. El preparador físico de las selecciones nacionales de surf y bodyboard ha moldeado a los mejores
tablistas peruanos y es quizás quien mejor conoce los puntos fuertes de cada uno —y también los débiles—. Unos días antes de viajar a Chile para el Mundial ISA, Papita lo llamó preocupado: a Carolina le habían entrado unos nervios extraños. Cuando en 2012 en Venezuela ella participó en su primer mundial, se ubicó quinto puesto en la categoría Junior y sexta en la categoría Open. No le fue bien. «Me puse nerviosa: era mi primer mundial, mis papás habían ido a verme competir…». Cuando salió del agua aquella vez, Papita Sierra no la consoló, sino la comprometió:
«El próximo año ganarás tú». Al año siguiente se llevaba a cabo el torneo de Chile. Como en ese momento Carolina sintió cierta inseguridad, su entrenador decidió llamar a su preparador físico. Al poco tiempo, Renato estaba sentado frente a Botteri, esta vez ya no como entrenador físico sino como psicólogo, como maestro. Le dijo: «Reconoce tu “yo”, reconoce tu momento. Vive lo que en este momento eres». Días después, Carolina Botteri viajó a Iquique y trajo la medalla de oro. Esta vez les pidió a sus padres que no la acompañaran: cuando regresara al Perú lo haría
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MAKE UP ARTIST: MERCEDES ASTORIMA // STYLING: LOURDEZ CARRASCO // AGRADECIMIENTOS: BOZ, DEN TÁVARA, NIA BLU, SANTA ROSA SWIMWEAR, INMACULADA, TROPIKINI
PORTADA
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como campeona. Lo primero que hizo cuando volvió a casa fue colocar esa medalla de oro sobre el piano de la sala. «Sé tú, sé ahora», le había dicho Renato. ¿Cómo tomar eso cuando ya era campeona del mundo? Había sido coronada tres veces campeona nacional en su categoría; incluso ya competía en la categoría Hombre y dejaba atrás a varios, pero el real cambio en la vida de Carolina duró lo mismo que su serie final: 25 minutos. Su futuro llegó cuando bajó dos olas, se acomodó, hizo dos rollos y un par de giros de 360 grados en menos de seis minutos compitiendo contra varios pesos pesados. ¿Cómo son el “tú” y el “ahora” de una joven que a los dieciocho años ya ha logrado una de sus mayores metas? ¿Qué hay más adelante en la vida de una campeona mundial tan precoz? ¿Qué sigue? Cuando Papita leyó esa conversación del chat en el 2009 y aceptó a Carolina como alumna, le planteó dos tareas: le entregó una caja repleta de videos de bodyboard que ella debía
ver, ordenar y clasificar; y le dijo que para ser campeona del mundo tenía que vivir el surf de otra manera. Habló con sus padres, habló con sus auspiciadores y compró dos pasajes aéreos a Indonesia. En esas playas, además de correr olas sobre arrecifes similares a las que encontraría luego en Chile —ver foto arriba—, entendería el tránsito de la vida de un tablista amateur hacia la de un profesional. Durante 45 días, Botteri —quien por primera vez viajaba sin sus padres, quien por primera vez salía del país a correr olas— vivió rodeada de mar y de surfers a tiempo completo. Ahora ella se pregunta —o le preguntan— si estudiará en la universidad, si se dedicará a alguna carrera. Pero la única meta clara que tiene trazada es volver a ganar el Mundial ISA este año. Piensa en ello todas las mañanas, cuando su celular vibra y Papita la despierta para recogerla e ir a alguna playa del sur a correr, pero esta vez sin puntajes, sin cornetas, sin banderas y sin lágrimas.
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MACARENA ROJAS OSTERLING
EL ARTE DE NO TOMARSE EN SERIO Una artista que se ríe hasta de lo políticamente correcto. Escribe: Carlos Fuller
Foto: Sanyin Wu
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n la instalación «Listening», el espectador se enfrenta a nueve lienzos en fondo blanco con dibujos que parecen trazados con regla y lápiz por un arquitecto muy detallista. Según se explica en la guía, esta pretende ser «una partitura musical compuesta por diagramas en donde (la artista) utiliza números, líneas, flechas e indicaciones escritas para componer una pieza de sonido». En otras palabras, cada uno de estos dibujos pretende ser el fragmento de una especie de pentagrama. En cada lienzo se pueden identificar líneas originarias de las que emergen cientos de flechas en diferentes direcciones. Cada una de estas flechas —o notas musicales— lleva un número, lo que sugiere cierto orden y secuencia. Justo al medio de la sala destinada a «Listening» hay un pedestal blanco y unos audífonos. A continuación, el espectador podrá escuchar la ejecución de lo que antes ha visto gráficamente. Suena una melodía relajante y absorbente, las teclas de un piano, y luego el arrullo de unas voces que parecen cantar al interior de un templo. «La primera impresión que la gente suele llevarse al ver mis obras es que soy una persona muy fría», comenta Macarena Rojas Osterling, mientras se pasea frente a «Listening», una de las instalaciones de su muestra MÚSICA
sonidos que parecen salidos de una película de marcianos. Detrás de la intérprete, había una serie de fotografías de galaxias, estrellas y constelaciones. Todo aquello forma parte de una instalación distinta: «Otras Frecuencias». Más adelante, esa misma noche, los espectadores pudieron manipular el Theremín y se entretuvieron extrayéndole sonidos espaciales. Como suele ocurrir en eventos de ese tipo —entre la multitud, la vorágine, las conversaciones, la música, los mozos y demás distracciones— el arte se convirtió en un elemento accesorio. El comentario más común que la artista recibía era: «Está lindo, Maca…Pero no entiendo nada». Y ella respondía: «No me friegues. Ven otro día y entiende entonces». Muchos de los espectadores ni siquiera llegaron a terminar de ver la muestra y ni se fijaron en la última pieza, «Les Feuilles Mortes» —‘Las Hojas Muertas’—. Es muy simple: se trata de una partitura de música clásica enmarcada contra la pared y, en el suelo, un cúmulo de papeles rotos, pentagramas y notas musicales hechas pedacitos. Para quien lo haya captado desde el principio, «Les Feuilles Mortes» es el cierre perfecto y la broma final: Macarena no sabe nada sobre música académica, no toca un solo instrumento, no entiende de pentagramas. Como una niña molesta por no haber entendido la lección, la artista se rebeló contra ese lenguaje y creó uno nuevo, más ligado a los números y las formas. Nos encontramos, entonces, ante música según Macarena Rojas Osterling; la música cómo
*** Estamos en una mesa del bar del Hotel B de Barranco donde Macarena Rojas Osterling toma un café que acaso le hace hablar mucho más de lo que acostumbra. Conversa con la misma franqueza que una adolescente entre sus amigos. Mueve las manos con gestos teatrales, hace bromas de las que ella misma se ríe y, si se queja de algo, desordena su mata de pelo ondulado en señal de frustración. Bastan un par de minutos de conversación con ella para darse cuenta de que la aparente frialdad de la artista es un prejuicio errado. El año 2011, Macarena pasó un año en Nueva York estudiando fotografía en el Internacional Center of Photography y, desde entonces, ya se topaba con el desconcierto de todo aquel que la conocía. «But you are very sensitive…», era lo que le decían sus compañeros extranjeros, sorprendidos por aquella paradoja entre el trabajo minimalista de Macarena y su extrovertida personalidad. Y ya que hablamos de música, se puede aprender mucho acerca de la personalidad de Macarena con solo conocer sus gustos y preferencias. En MÚSICA ES POR MUSA, presentó una pieza llamada «Lyrics» que consiste en un track de audio de cinco minutos y medio en el que se la puede escuchar entonando sus canciones favoritas. Macarena no es ninguna intérprete profesional: en esta grabación, su voz tiene la espontaneidad de quien canta bajo la ducha. Se escuchan canciones tan disímiles como
«Juego con ese humor escondido que mucha gente no entiende. O creo que yo no entiendo el humor del resto del mundo». ES POR MUSA, en la Galería Wu de Barranco. Este prejuicio —esta aparente frialdad de la artista— puede deberse a múltiples razones: al minimalismo de sus obras, a la predominancia del color blanco, a la exactitud casi matemática de sus dibujos, a su obsesión por la estética de las ciencias. Por ponerlo de alguna manera, el espectador de «Listening» tiene la impresión de estar ante los diseños y cálculos de un profesor de física y no ante la obra de un artista plástico. La noche del 7 de enero, el día de la inauguración, el reducido espacio de la Galería Wu estaba colmado. La cantante y compositora francoperuana Veronik V tocaba un Theremín. Este instrumento bizarro y con forma de radiola se manipula como si fuese la bola de cristal de un mago y emite
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le vino en gana representarla. «Estéticamente, mi trabajo es muy serio; por ello muchos no lo captan», dice frente a sus lienzos. «Si no me conoces, puede que no te des cuenta de que todo lo he hecho en cacha, en broma. Me gusta jugar con ese humor escondido que mucha gente no entiende. O creo que yo no entiendo el humor de todo el mundo. Es que soy una lorna. Me dicen algo gracioso y me quedo así, en el aire, pensando. O, al contrario, me río cada treinta segundos por algo que aparentemente no es gracioso. Seguro que mucha gente se burla de mí. Aunque mi esposo me entiende: él se ríe conmigo», agrega, como si aquello fuese una especie de consuelo. Luego se arrepiente: «A veces pienso que lo hace por pena».
«Polly», de Nirvana, o «Baby One More Time», de Britney Spears. «Soy muy poco prejuiciosa con la música y no me da roche que la gente sepa que me gusta Britney Spears y que me gusta el reggaeton y también Enrique Iglesias y también el grunge. Mi esposo se burla de mis gustos musicales. Luego de escuchar a Madonna escucho a Jeff Buckley y él se pasa de vueltas y grita: “¡Ya pues, decídete!”». El esposo de Macarena Rojas Osterling se llama Abraham Spak. Trabaja en una compañía de seguros, pero también tiene una faceta musical. Toca el piano desde chico y ha formado parte de las bandas Fuera del Resto y Big Pink. Es bastante más purista que su esposa: creció con la música glam y bandas grunge como Soundgarden o Pearl Jam. Según cuenta Macarena, Abraham vive preocupado
LISTENING (2014) Instalación de nueve dípticos en una habitación de 5x5 m. Dibujos en tinta, lápiz y tape. Podio y pista de audio.
por aquello que pueda decir su esposa, pues la conoce bien. «Mi gran problema es que no soy nada rochosa. Digo todo lo que pienso y a veces no es bueno. Además, me encanta fregar, así que me meto en problemas», dice con una sonrisa de culpa. De inmediato, ese gesto se transforma en pesadumbre y molestia. «Una vez fui a una muestra antiminera y uno de los organizadores me preguntó qué me pareció y respondí que malísima». Entonces, Macarena se golpea las sienes en señal de frustración y exclama: «Me llega el rollo político en el arte. Me llega, me llega, me llega… Me parece súper amarillista, súper posero, poco honesto. Esta moda del artista latinoamericano con rollo social que busca que el de afuera diga “Ay, pobrecitos”… Me cuestiono si mucho de ese trabajo es honesto, si es que lo sienten o lo hacen porque es la coyuntura del arte de ahora». Macarena Rojas Osterling viene de una familia de abogados y políticos —su abuelo fue el ex Presidente del Senado Felipe Osterling y su madre, Madelaine Osterling, acaba de ser candidata a la alcaldía de San Isidro—; sin embargo, ningún otro tema le produce tantos anticuerpos como la política. En muchas de las entrevistas que ha dado el último mes, ha aprovechado para dejar en claro su aversión al asunto. Durante el año que pasó en Nueva
York, sus compañeros se extrañaban por el hecho de que una artista venida del tercermundismo sudamericano no tuviese una obra que girase en torno a la miseria humana o a la represión de Estado. «A muchos de los artistas con ese rollo no les creo nada. Me llegan. No respeto los trabajos que veo deshonestos. Es por eso que me siento un poco outsider en Lima y no tengo muchos amigos artistas aquí. A mí me interesan otro tipo de temas. Cosas mucho más universales, que todos sentimos; como la música o la enfermedad o el cuerpo o la vida o la muerte. Temas que van mucho más allá». Un día del año 2011, Macarena paseaba por San Isidro montada sobre su skate cuando, de pronto, fue atropellada por un taxi que la lanzó por los suelos y le destrozó la pierna. Ha contado esta historia tantas veces que ahora solo lo hace entre risas, como si el accidente hubiese sido una torpeza suya. Ese día, sin embargo, tuvo miedo de morir. Luego vino el miedo a que la herida se infectara, el miedo a que no cicatrizara y el miedo a que le tuviesen que amputar la pierna. Se rompió la tibia y el peroné, y estuvo en cama por meses. Los doctores le informaron que la enfermedad era degenerativa y que tendría que aprender a vivir con el dolor. Durante su recuperación, un día, abrió la puerta de su balcón y sintió una brisa fuerte que
la espantó. «Sentía que respiraba bacterias y virus y que estos iban a traspasar las gasas que cubrían mis heridas para infectar mi pierna», declaró a un diario local. Ese miedo fue el germen su primera muestra individual, Viruses Come with the Wind —‘Los virus vienen con el viento’—, que presentó hace tres años en la galería Corriente Alterna. En aquella ocasión, Macarena se aproximó al tema del cuerpo y la ciencia con el mismo estilo minimalista y aparentemente frío de su actual muestra. La propuesta consistía en imágenes captadas con el microscopio y fotografías de bacterias, intervenidas por la artista con mediciones y apuntes muy exactos. La curadora Giuliana Vidarte escribió lo siguiente sobre la muestra: «La idea de que la cámara no miente es llevada por Macarena un paso más allá: en sus imágenes “el microscopio no miente”. Ella toma como punto de partida la credibilidad que contienen toda una serie de elementos pseudocientíficos y juega con la posibilidad de superponerlos y transgredir sus usos convencionales. Confunde a su espectador con la escala, incluye en muchas de sus obras líneas falsas de medición y fotografía una y otra vez los elementos hasta que se difumine toda marca de registro. Macarena recrea así una ficción, construye una realidad científica paralela, que, finalmente,
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LES FEUILLES MORTES (2014) Pieza final de la muestra.
OTRAS FRECUENCIAS (2014) Fotografías intervenidas en tinta, un librero, un Theremín y un parlante.
se potencia por la misteriosa posibilidad de que lo que vemos puede ser, a su vez, completamente real». En otras palabras, sus intervenciones matemáticas no fueron más que un engaño y aquella fue otra versión del particular sentido del humor de Macarena Rojas Osterling: con ella, hasta el temor a la muerte puede convertirse en una broma más.
su carrera. A finales del año pasado, algunas de las instalaciones de Macarena viajaron al Museo Nacional de Bellas Artes de Santiago de Chile, como parte de una exposición que presentó con un colectivo de fotógrafos peruanos del que forma parte, La Encomienda. MÚSICA ES POR MUSA es apenas su segunda muestra individual. Estos días, Macarena está de vacaciones, pero está aplicando a una maestría y a becas que la puedan apoyar. Ha estudiado cinco ciclos de arquitectura, es bachiller en Comunicaciones, estudió fotografía, pero ahora quiere seguir una maestría que sea solo de Arte. Luego del accidente se prometió a sí misma que no se dedicaría a otra cosa que no fuese lo que en verdad le apasiona. Y esto es. «Es muy difícil ser mamá y que, al mismo tiempo, te guste tanto otra cosa. Es como si tuvieras dos hijos, pero uno es más divertido», dice con una sonrisa. Entonces, ella vuelve a coger su celular, busca hasta encontrar un video y lo muestra. En él aparece su esposo, Abraham, sosteniendo a Liam con las dos manos. El niño no para de gritar y gritar. «Imagina llegar a tu casa con unas ganas enormes de trabajar y que te encuentres con este criter», dice Macarena con gesto abrumado y matándose de risa; quizá burlándose de su hijo, de su esposo, de ella misma, de la situación. Lo más probable es que de todo eso junto.
*** Hay un bebé al interior de una canasta de ropa. «¡Así lo enjaulé esta mañana al tiranito!», dice Macarena, mientras muestra la foto en su celular y se mata de risa. «Todo el día me burlo de él. Supongo que cuando crezca él se va a burlar de mí». El tiranito se llama Liam. Es el hijo de nueve meses de Macarena y, como le ocurre a todas las madres primerizas, ha llegado para cambiar su vida por completo. «La lactancia, la crianza, los gritos… ¡Las mamás que dicen que todo es lindo son unas mentirosas! Yo necesito mi espacio para trabajar y estoy con él el tiempo que puedo. Y crecerá como crecerá porque no sé si lo estaré haciendo muy bien. Es lo que le tocó vivir. Por suerte mi esposo es buenísimo, porque yo no nací para ser mamá gallina». Un bebé puede ser una complicación para una artista a sus treinta años y en plena ebullición de
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MADRE PRIMERIZA. Macarena suele visitar el Club para almorzar con su padre. Ahora ella es madre de un hijo de nueve meses, Liam, y espera poder llevarlo al Regatas para practicar deportes cuando crezca.
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GUILLERMO TORO-LIRA
UN INGENIERO VIVE EN T R E
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P A S A D O
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F U T U R O
Existe la creencia de que las matemáticas y las letras no se llevan bien. Toro-Lira es una excepción: en su cerebro fluyen armoniosamente ambos conocimientos. Como ingeniero electrónico, obtuvo en Japón el premio a la mejor innovación tecnológica del año en el 2004. Como historiador, una de sus obras fue considerada el mejor libro hispanoamericano de literatura sobre el pisco en el 2007. En su hogar conviven juntos documentos del siglo XVI y apps del futuro. Escribe: Daniel Robles Chian
Foto: Sanyin Wu
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A
pesar de que su puerta está cerrada con llave, Guillermo Toro-Lira la abre sin necesidad de una gracias a una aplicación en su iPhone. Ese es solo uno de sus «juguetes». También ha diseñado un programa para su tablet que lo vuelve un control universal y un interruptor automático de las luces en su casa. Si piensa que Guillermo solo es un hombre del futuro, se equivoca. En su mesa hay manuscritos del siglo XVI y XVII —que acaba de comprar por cincuenta soles en el Centro de Lima— que vuelven a Toro-Lira en una paradoja del tiempo: lee textos que solo pueden entenderse tras varias clases de paleografía —pues están escritos con caligrafía antigua— para investigar el origen de la uva en el Perú. «El Inca Garcilaso estaba equivocado. No fue don Francisco de Carabantes quien trajo las primeras uvas al Perú. Desde antes ya existían plantaciones de esa fruta», dice Toro-Lira. Si uno quiere entender al historiador, ese que encontró el origen del pisco punch en California y el del pisco sour en Lima, primero tiene que comprender al ingeniero. Sus estudios de ingeniería fueron el ingrediente perfecto para redescubrir orígenes ignorados del pisco. Si San Martín de Porres logró que perro, gato y ratón convivieran juntos, Toro-Lira consiguió que la ingeniería y la historia sean las mejores aliadas. En su vida, una puerta siempre abrió otra puerta. Y la primera puerta se abriría con el timbre de voz de su abuela. Con diez u once años, mientras construía un electroimán, discutía con su abuela chilena sobre el origen del pisco. Guillermo, muy patriota él, estaba 99,9% convencido de que era peruano, pero la opinión contraria de su abuela colocaba un 0,1% de duda en su mente. Muchos años después, este evento sería el ingrediente detonante para incluir al destilado —que se estima que tiene una producción anual de ocho millones de litros en el Perú y cincuenta millones de litros en Chile— en su libro. Tras acabar la carrera de ingeniería electrónica en la UNI, las pocas posibilidades para desarrollar su oficio en el país lo obligaron a migrar a Estados Unidos. Aquí el campo laboral era limitado y resultaba muy difícil conseguir los componentes necesarios; uno tenía que esperar meses para que un familiar o amigo le trajera primero el catálogo y luego el producto, ambos del país norteamericano. En San Francisco, una ciudad de California que recibe cerca de dieciséis millones de turistas al año —casi la mitad de la población
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del Perú— tenía todos los componentes a la vuelta de la esquina, y una ventaja envidiada hasta por los estudiantes de Stanford: «En Lima, por la falta de tecnología, había desarrollado la capacidad de fabricar todo con pocos elementos y con piezas más baratas. Siempre pensaba en ahorrar costos. Esa costumbre la repetí allá y me colocó en ventaja sobre los norteamericanos, acostumbrados a tener todo a la mano», dice Toro-Lira. La falta de componentes en su país natal, que parecía una puerta cerrada, terminó siendo la llave para su éxito en Silicon Valley. Fabricó catorce patentes y participó en exitosas empresas. El invento con el que ganó el premio a la mejor innovación tecnológica del 2004 en Japón se denominaba Equipo de Inspección Automática de Substratos de Pantallas LCD. Si solo entendió la última palabra,
«Si uno quiere entender al historiador que encontró el origen del pisco punch en California, primero tiene que comprender al ingeniero». no se preocupe. En esa época, solo el 5% de las pantallas LCD TFT fabricadas terminaban sin errores en los pixeles. El 95% tenía, por lo menos, un pixel que no funcionaba adecuadamente, lo que reducía considerablemente el precio del televisor. Uno solo podía percatarse del buen o mal funcionamiento de los pixeles hasta terminado el proceso de fabricación, así que muchas pantallas se desechaban. Pero con los cañones electrónicos que inventó Toro-Lira, era posible detectar errores en los pixeles antes del final de la fabricación. Así, se corregía el producto antes de terminarlo y se ahorraban costos. California no solo fue la puerta a los microchips y microprocesadores, sino también al pisco. Guillermo quería hacer un ensayo sobre las relaciones peruanas en California, y cuando planeaba los capítulos recordó los debates que mantenía de niño con su abuela. Incluyó al pisco en un capítulo, pero cuando revisó las bibliotecas públicas como
las de Sunnyvale, San José, San Francisco, el archivo de la California Historical Society y demás, encontró tanta información sobre este que decidió hacer un libro únicamente sobre la bebida. Se tituló alas de los querubines: crónica novelada del redescubrimiento del pisco punch, en el que cuenta que el escocés Duncan Nicol fue el inventor y el difusor de ese coctel en el siglo XIX. «Era tanta la información que había sobre el pisco en California que Guillermo tenía que escribir algo sobre este», dice su esposa Brenda Melvin. Con su ayuda, Toro-Lira encontró la receta que Duncan Nicol se había llevado a la tumba, abrieron el bar Pisco Latin Lounge y difundieron en San Francisco la bebida preparada con pisco Italia (peruano), jarabe de goma arábiga, jugo de limón mexicano, azúcar, piña y agua destilada. La obra mencionada ganaría el premio al mejor libro hispanoamericano de literatura sobre el pisco, concedido por la Asociación Gourmand de España en el 2007, y en el 2011, el ingeniero recibiría el premio Orgullo Peruano por su destacada labor como ingeniero e historiador en el exterior. Frente al malecón de Miraflores, Guillermo me enseña en su iPad los textos periodísticos donde encontró información para sus descubrimientos o «triunfos», como le gusta llamarlos. Su trabajo como ingeniero en Silicon Valley, un campo tan alejado de los libros de historia, le permitió buscar en Internet la palabra pisco tan minuciosamente como sus cañones electrónicos detectaban errores en los pixeles. «En la segunda mitad de la década de 1990, cuando comencé mis investigaciones, no era fácil buscar información en Internet. Para mejores búsquedas, tenías que saber de simbología. Era un trabajo arduo. Pero yo lo sabía porque en donde trabajaba llegaba lo último de la tecnología». Gracias a su talento para la ingeniería y su estancia en San Francisco, la historia del destilado llegaba a Guillermo como los clips a su electroimán. Una puerta más se abría, y letras y números se aliaban en la investigación del aguardiente nacional. En el 2006, decidió retirarse del campo de la ingeniería —aunque en su casa sigue fabricando sus «juguetes» para goce personal—, y el desarrollo del aguardiente de uvas se impregnó en su alma y en su tarjeta de presentación: «Guillermo Toro-Lira: historiador de cocteles». En Internet, sus búsquedas lo remitían a las bibliotecas y archivos de California. Una vez pasó ocho horas consecutivas leyendo con su esposa diarios y revistas en la Biblioteca Pública de San Francisco. Después de cinco horas de escaneo visual —su técnica era buscar las palabras clave de arriba abajo por el centro del párrafo—, sus ojos y su paciencia estaban tan agotados que ya no diferenciaban
las palabras. Pero, párrafo tras párrafo, Guillermo encontraba un «triunfo» y su energía rejuvenecía. Así descubrió un aviso publicitario del Morris’ Bar, publicado en 1924, el cual, según Toro-Lira, es la propaganda más antigua de venta de pisco sour hallada en el mundo. Gracias a él, ahora sabemos que Víctor Morris creó y dio nombre a la bebida de la discordia entre Perú y Chile. En nuestro país, está prohibido importar cualquier bebida fabricada en el extranjero con la denominación pisco. Es hora de cerrar la puerta que se abrió cuando él tenía once años. Con los documentos guardados en su iPad —la mejor ayuda para su memoria— me muestra archivos judiciales de California sobre una confiscación de pisco a un comerciante italiano en 1864. En la documentación, se lee cómo las autoridades norteamericanas mencionan que este destilado es de procedencia peruana. En otro artículo que Toro-Lira busca publicar próximamente, menciona que en las ferias internacionales de diversas ciudades, en donde se presentaban productos relacionados a la industria, el Perú mostró al pisco como bebida nacional en la
exposición de París de 1867. Cerca de veinte años después, Chile recién presentaría a la bebida como originaria de su tierra. El nieto que ganó el premio al mejor estudiante y deportista en quinto de secundaria del colegio Carmelitas ya tiene el mejor argumento para refutar a su abuela. Cuando parecía que ya no se abrirían más puertas, Toro-Lira encontró, mientras buscaba en California la historia del aguardiente de bandera, un mar de olas antiguas: la firma de Miguel Grau cuando este tenía 17 años. Según Jorge Ortiz-Sotelo, Secretario General de la Asociación de Historia Marítima y Naval Iberoamericana, es la más antigua hasta ahora hallada del héroe que, después de hundir el buque rival Esmeralda, ordenó que salvasen a los marinos chilenos de ahogarse en el mar. En el departamento de Toro-Lira en el que las luces cambian de color mientras suena una canción por un nuevo truco de magia de su iPhone, existe una copia de esta firma de 1952. Ahora, en el 2015, Guillermo se posa en su balcón y observa a través de su telescopio el ocaso del sol en la Costa Verde, quizás vislumbrando su futuro descubrimiento del pasado.
Su papá, que lleva su mismo nombre, fue uno de los principales promotores de la paleta frontón en el Regatas.
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LUIS LANFRANCO
QUE CIENTO VOLANDO En tiempos de Twitter, ¿por qué un hombre entrena palomas mensajeras? Escribe: Carlos Portugal
Foto: Alonso Molina
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U
n hombre de 65 años, pelo cano y cejas pobladas ha viajado casi veinte kilómetros desde su fábrica de madera, en el Rímac, hasta aquí, a Huachipa, donde lo esperan más de setecientas palomas que aletean en jaulas grandes como cuartos. Su nombre es Luis Lanfranco, y desde hace más de diez años es el presidente de la Asociación Peruana de Colombófilos —columbo: ‘paloma’; filo: ‘afición’ o ‘simpatía’—. Es decir, este hombre dirige una agrupación que se dedica a la crianza y entrenamiento de palomas mensajeras.
adultos. Al interior, hay una habitación repleta con decenas de estatuillas doradas; son trofeos de las competencias nacionales que Lanfranco ha ganado. Pegado contra una pared, hay dos mapas gigantes similares a planos militares; lleva chinches clavados que señalan la ubicación de otros palomares de Lima. En este momento, treinta palomas mensajeras vuelan en círculos sobre la cabeza de Luis Lanfranco. «No vas a encontrar palomas como estas en la calle», comenta con orgullo. «Estas son distintas: son atletas». Las palomas mensajeras se diferencian de las demás aves por su capacidad de ubicación, su velocidad y su fuerza. Compararlas con las de la calle sería como comparar un Toyota del 85 con un Audi último modelo. Las palomas mensajeras pueden recorrer los más de mil kilómetros que
Le costó cinco soles en un mercado de Surquillo. Entonces él vivía en Miraflores, en el barrio de San Antonio, y varios de sus amigos las guardaban en sus azoteas. Lanfranco quiso convertirse en un coleccionista más, así que construyó un palomar improvisado en su casa. Por esa época, también Lanfranco se convirtió en un fugitivo. En Miraflores aprendió la primera y más importante regla de la colombofilia: para el resto del mundo, las palomas no son más que ratas con alas. Una vecina se quejaba del palomar de Lanfranco por el ruido que hacía, por la suciedad y porque, según ella, daba mal aspecto. Su madre tampoco las quería en casa; decía que las palomas daban mala suerte debido a la forma de cruz de sus patas. Así que antes de que Luis entrara a la universidad, el palomar terminó
El palomar y su dueño se hacen llamar El Fugitivo. Durante años, por decirlo de algún modo, se han dedicado a huir. Sí: en tiempos de Twitter y Whatsapp —en que los mensajes llegan a su destino en milésimas de segundo—, hay personas que crían palomas mensajeras. Es cierto que el objetivo es actualmente distinto: hoy la colombofilia es un deporte. Sus seguidores se dedican a criar palomas para participar en competencias y las conservan en lugares como este. Este palomar —término con que se conoce a los espacios de crianza de estas aves— y Lanfranco son ambos conocidos como El Fugitivo. Ese sobrenombre figura en los documentos oficiales de la Asociación. El lugar y su dueño se hacen llamar de esta manera porque durante años, por decirlo de algún modo, se han dedicado a huir. El palomar se ha mudado de sitio dos veces, ha sufrido la oposición de la madre y la esposa de su dueño, pero aun así se ha mantenido con vida. Su ubicación actual es Huachipa. Y a la primera oportunidad, Lanfranco se escapa del trabajo y maneja casi veinte kilómetros para llegar hasta aquí. Evidentemente, un palomar no es un lugar silencioso. Parece un zoológico en miniatura con una pileta al centro. Consta de seis áreas divididas con madera, calamina y metal. Por un lado, están los pichones y, por otro, los palomos
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separan a Lima de Arequipa en ocho horas, con muy pocos descansos de por medio. Otra diferencia es que no se escapan: se acostumbran al lugar donde viven. De hecho, un derby —así se conoce a las competencias de colombofilia— consiste en poner a prueba el vínculo de una paloma con su palomar. Se suelta al ave en algún lugar lejano y se espera a que regrese. Cada una lleva dos pequeños brazaletes con secuencias de números que las identifican, los cuales, además, envían una señal digital una vez que el ave ha regresado al nido. Luis Lanfranco puede estar en una reunión familiar y, de pronto, recibir una alerta en el celular que le devuelve la calma. Hace poco una de ellas se perdió. La habían soltado en Chala, durante una de las competencias anuales de la Asociación. Cuatro meses después, cuando ya la había dado por perdida, Lanfranco recibió una alerta y se dio con la sorpresa de que su paloma fugitiva había regresado a casa.
Luis Lanfranco consiguió su primera paloma cuando estaba en primaria, en la década de 1960.
en la basura. Más adelante, cuando se casó, su hobby tampoco fue bien recibido por su esposa, que resultó igual de supersticiosa que la mamá. Ninguno de sus tres hijos desarrolló su afición. Las palomas se convirtieron en un tema silencioso que, en ocasiones, aparecía en forma de broma. «En casa de mis padres, pude dedicarme a ello porque había espacio y me podían dar dinero. Pero luego me enamoré, me casé, me mudé y ya no tuve un espacio donde armar un palomar. Además, tampoco podía gastar mi dinero en criar palomas teniendo tres hijos. Tuve que dejar de ser colombófilo por veinte años. Pero siempre estuve esperando el momento para regresar», comenta. En el año 1999, Lanfranco ya no tenía hijos en casa. Y, por alguna razón que no termina de definir, comenzó a retomar contacto con sus amigos del barrio de San Antonio. Se dio con la sorpresa de que muchos de ellos habían mantenido ese pasatiempo. Le regalaron una pareja de mensajeras con las que volvió a armar su colección. Construyó un palomar en la casa de unos amigos en Miraflores, hasta que más adelante se mudó a Huachipa. Lanfranco comparte este palomar con Alfredo Noriega, de
57 años, un amigo que cría palomas desde el año 1971. En Lima los colombófilos se conocen muy bien entre sí, pues son pocos. Tan solo hay 27 inscritos en la Asociación. Eventualmente, cuando alguna paloma se extravía y termina en el palomar de algún otro colombófilo, este suele regresarla con algún mensaje amarrado a las patas: «Alimenta bien a tu palomo»; «Se quiere venir a vivir conmigo»; «Mejor lo cuido yo». Se bromean como amigos de barrio, así como los jóvenes de ahora lo hacen por Whatsapp o Facebook. La diferencia es que ellos lo hacen con palomas.
No existe un consenso científico que explique cómo hacen las palomas mensajeras para ubicarse y regresar a su hogar. Solo hay teorías más o menos respetadas. Una de ellas afirma que todo está relacionado al olfato. Otra sostiene que la
clave es una especie de brújula magnética, un grupo de neuronas que codifican la dirección tridimensional y la intensidad del campo magnético terrestre. Según otra teoría, existe un manejo de referencias visuales que las palomas ubican y con las que forman un mapa mental. La respuesta continúa siendo un misterio. El punto es que regresan a su hogar. Por ello, en algún momento de la historia el hombre decidió utilizarlas para enviar mensajes. Durante la Primera Guerra Mundial, varias palomas recibieron medallas de valor por sus servicios, y durante la Segunda Guerra Mundial, eran tan populares que los británicos y los nazis tuvieron que entrenar halcones para detener el intercambio de mensajes. Actualmente, el ejército chino está entrenando diez mil palomas mensajeras en Sichuan para garantizar comunicaciones en caso de guerra o catástrofes naturales. En el Perú, las palomas mensajeras fueron introducidas por el
Ejército. Sin embargo, con la aparición de otros medios de comunicación, sus servicios se volvieron obsoletos. Un telégrafo enviaba un mensaje de 140 caracteres en 20 minutos. Un tuit puede enviar la misma cantidad de información en 0,0002 segundos (un quinto de milisegundo). La velocidad de este tiempo convirtió la colombofilia en lo que es ahora: un deporte. Es un deporte, sin embargo, no poco difundido alrededor del mundo. Bélgica cuenta con 100 mil criadores, Japón tiene 300 mil y en China hay más de 350 mil. En Japón la inscripción a un derby cuesta mil dólares por paloma, y en Sudáfrica se reparten 200 mil dólares al ganador. En Barcelona, una paloma mensajera ganadora puede costar más de 150 mil dólares; en Bélgica, un criador ganó más de 4 millones de euros vendiendo 350 palomos; y en China, un millonario compró a la paloma mensajera Bolt (nombrada así en homenaje al corredor jamaiquino) por más de
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DESTAQUE
medio millón de dólares. En el Perú no se premia a los ganadores con dinero. Aquel que se dedique a la colombofilia lo hace por pura y verdadera pasión. La Asociación Peruana de Colombófilos se fundó a inicios de la década de 1990 y solo tiene 27 socios inscritos. Luis Lanfranco es su presidente y es el único peruano que ha logrado ganar un derby internacional. Un pichón de El Fugitivo quedó primero en una competencia en Medellín el año pasado. Se lo conoce como 30434, y ahora está en Colombia. Es un ave de pecho gris, alas negras y ojos rojos. En la memoria anual de la Asociación figuran varias páginas dedicadas a este pichón ganador, incluido un cuadro con varias generaciones de su linaje familiar. De alguna manera, es el hito más importante de la breve historia de la colombofilia peruana.
Luis Lanfranco, vestido con una mascarilla y un mandil de laboratorio químico, lleva un
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lanzallamas en las manos. Lo usa para quemar las plumas que mudan cada uno de sus palomos. De no hacerlo, El Fugitivo sería un cementerio de plumas. De pronto, como general ante su pelotón, Lanfranco ordena abrir el palomar. Cual pequeños aviones, cada una aterriza sobre su respectiva jaula. «Este es su hogar», comenta, mientras cierra su palomar. Entonces las mira con orgullo y habla de nuevo: «Anda al cerro San Cristóbal. Mira la ciudad, imagina que eres una paloma y que estás volando. Imagina que estás ahí, sobre Lima. Ves los techos sucios de las casas repletos de cosas, sientes el tumulto, el ruido y el movimiento. ¿Cómo harías para ubicar tu palomar? ¿Cómo diablos harías para ubicar tu casa? ¿Cómo regresarías? Te volverías loco. Estas son criaturas extraordinarias. Lo logran por el olor, por la vista, por los sonidos, por el olfato. Por el amor también». Solo cuando las setecientas aves están a salvo, Lanfranco se dirige a su camioneta. El Fugitivo, como sus palomas, también tiene que volver a casa.
TRADICIÓN. Luis Lanfranco es socio vitalicio y pertenece al Club desde el año 1966. De hecho, su padre también llego a ser vitalicio. Ahora, los dos hijos de Luis Lanfranco continúan con la tradición familiar.
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DESTAQUE TRATADOS
TRATADO SOBRE SUBIR Y BAJAR CERROS por DIANA SAMARDZICH CICLISTA ENDURO
Llegar abajo y nuevamente subir a la cima
Escribe: Manolo Bonilla
Foto: Janine Costa
En el inicio de su ensayo sobre Sísifo, Albert Camus escribe: «Los dioses habían condenado a Sísifo a empujar sin cesar una roca hasta la cima de una montaña, desde donde la piedra volvería a caer por su propio peso. Habían pensado con algún fundamento que no hay castigo más terrible que el trabajo inútil y sin esperanza». Un mortal puede pensar que el oficio de un ciclista que practica enduro podría acercarse tímidamente a ese abismo: sufrir durante la subida de una cuesta para, una vez arriba, tomar un respiro y lanzarse por la bajada. Para lo primero, puedes tardar veinte minutos. Lo segundo se evapora en apenas dos. Pero, para ellos, los ciclistas, y para Diana Samardzich, la ciclista de esta nota, no hay nada que produzca más adrenalina que ser Sísifo a las cinco de la mañana en el Morro Solar de Chorrillos. Madrugada, bruma y bicicleta: «Es la dosis perfecta de aventura en mi vida», dice una tarde en un café de Barranco. Curioso que lo diga entonces, solo una semana antes de viajar a Aspen para asistir a los X Games. Para una mujer que no puede estar quieta —ha practicado todos los deportes imaginables para sus cincuenta kilos de peso—, el enduro ha sido la última de sus conquistas. La penúltima fue su pareja, el campeón nacional de downhill. «Su carrera como ciclista siempre le ha demandado mucho tiempo
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Diana estaciona su carro todas las maĂąanas en el estacionamiento del Regatas antes de emprender la subida al Morro. AdemĂĄs es subdirectora del MATE. Para este aĂąo, tienen una iniciativa con los museos de Barranco para promover un circuito cultural transitable en bicicleta.
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de entrenamiento y llegó un punto en que si no me metía al cerro era complicado estar juntos». Probablemente, si no estuvieran juntos, ella jamás se habría asomado a las alturas del Planetario. Lo cierto es que, para una primeriza, tuvo la suerte de contar con el mejor entrenador personal que pudo pedir. No fue necesariamente una negociación, pero ella terminó trepándose a una bicicleta durante una de esas jornadas de ciclistas maníacos que se despiertan muy temprano los martes y jueves, cuando la ciudad duerme, para deslizarse de los cerros. Pero Diana, en su primera experiencia matinal, casi cuelga la bicicleta. «Empezamos en la pista frente al Regatas, y si bien me costaba pedalear, me esforcé para mantener el ritmo asumiendo que el circuito acabaría en el cruce con el camino de tierra. Ni siquiera había completado un cuarto de la ruta: la verdadera meta eran las antenas». Todos —aquí no hay excepción— han usado una bicicleta montañera. Era el primer regalo de la adolescencia. Una bici montañera, con cambios y suspensión. La de Diana hoy es una Santa Cruz, modelo Bronson, hecha de fibra de carbono. Además, en cada excursión, llevó la indumentaria completa. Nada de licras ajustadas, como los ciclistas que hacen triatlón. En el enduro, es un short ligero y un jersey. El enduro permite una buena combinación de exactas dosis de adrenalina y naturaleza. «Durante los enlaces —que son las secciones de pedaleo—, disfrutas del paisaje, y en los descensos, sientes la adrenalina. En mi caso, el contacto con la naturaleza pesa más. Estoy agradecida por todos los viajes que he podido hacer para practicar ciclismo de montaña. He visitado lugares impresionantes a donde solo se llega en bicicleta». Las rutas favoritas de Diana Samardzich están en el Cusco, que inician a más de cuatro mil metros sobre el nivel del mar, rodeadas de apus; y también en Valdivia, al sur de Chile. A pesar de su temprana incursión en este deporte, recién a mediados del año pasado, Diana Samardzich ha tomado este pasatiempo como una culposa adicción, para exigirse cada vez más. «Como con todo deporte, cuando hay compromiso te vuelves disciplinado para entrenar. Te fuerzas a mantener buenas condiciones físicas, a ser consciente de tu nutrición y a ser responsable con tus horas de sueño». Este año fue elegida para formar parte del equipo Santa Cruz Bicycles Perú. Es la única mujer. La exigencia física ha hecho que, durante los últimos años, se piense en el país que el enduro es solo para hombres. Cuando Diana compitió en Valdivia, la delegación chilena tenía a veinte mujeres inscritas. En Perú, solo hay un puñado de valientes. Madrugada, bruma y bicicleta.
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DEPORTES
DEPORTES
CONTRA TODO Escribe: Daniel Robles Chian
Pedro Pablo De Vinatea triunfa en el Panamericano de Parabádminton de Cuba 2014 Cuatro años después de haber ingresado a la selección de bádminton del CRL, a los catorce años, Pedro Pablo De Vinatea fue diagnosticado con cáncer de hueso y se le tuvo que amputar una pierna. Una carrera que prometía un estante repleto de medallas, de pronto, pareció truncarse. Algunos años después, cuando tenía diecinueve, Pedro Pablo ejercía de árbitro en torneos de bádminton. Su discapacidad no logró alejarlo del deporte. Hasta entonces, solo había escuchado del para-bádminton —la variante del deporte para atletas con discapacidad— por algunos torneos en Asia y Europa. Fue entonces que recibió la noticia que había anhelado por tanto tiempo: el Campeonato Panamericano de Brasil 2010 incluiría al para-bádminton como deporte de competencia. Pedro Pablo no dudó en dejar en stand by su tesis y renunciar a sus prácticas preprofesionales para dedicarse a entrenar. Su esfuerzo dio resultados: en aquella ocasión consiguió una medalla de plata. Más adelante, obtuvo una de bronce en el Mundial de Guatemala del 2011; luego, una de oro en el Panamericano de Guatemala del 2013. La carrera de De Vinatea recuperó su rumbo contra todas las adversidades. Y, ahora, su último logro nos muestra a un atleta consolidado: el último diciembre consiguió el primer lugar en Singles y Dobles en el Parapanamericano de Cuba del 2014. Según comenta Pedro Pablo, esos cuatro años en los que practicó bádminton convencional fueron fundamentales para su éxito. «Muchos parabadmintonistas contra los que compito no tuvieron la oportunidad de hacerlo. En esos cuatro años pude desarrollar una gran técnica y táctica por mi entrenamiento de alta competencia», dice el celeste, quien actualmente se ubica en el puesto doce del ranking del parabádminton mundial. Si bien su prótesis no le permite entrenar cinco o seis veces por semana como quisiera —lo hace cuatro días—, esta no es un impedimento para ejercitarse de otras maneras. Pedro Pablo entrena natación por las mañanas, pues también entrena este deporte, y es embajador de Wings For Life, una carrera benéfica que fomenta la investigación para la cura de lesiones de médula (como paraplejia y tetraplejia). Este año espera volver a competir en ella. De Vinatea quiere que el para-bádminton y su mensaje lleguen a todos. El 2014 organizó una convocatoria para formar un equipo de entrenamiento de parabadmintonistas que ahora se reúne todos los sábados en el Estado Nacional. Ahora, su gran objetivo es llegar a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020. Ni siquiera el cáncer pudo detenerlo. Ya nada podrá hacerlo.
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LOS TOP
Ocho celestes entre los campeones absolutos de paleta frontón del 2014
Claudia Guerra, Karla Schaefer, Kevin Martínez, Juan Diego Velarde y Bruno Semino
Mauricio Álvarez, Daniel Yáñez, Federico Valdez y Jorge Rodrigo
La noche del martes 27 de enero se celebró el Campeón de Campeones de paleta frontón. Diversos representantes de este deporte se dieron cita a las 7:30 p.m. en el salón principal del club Petroperú y formaron parte de la ceremonia de premiación a los campeones nacionales absolutos, en diferentes categorías. Un reconocimiento al gran desempeño que mostraron a lo largo de todo el 2014. En esta premiación estuvieron presentes ocho representantes del Club de Regatas “Lima”. En la rama femenina, fueron reconocidas Claudia Guerra (campeona en Damas Superior Dobles) y Karla Schaefer (campeona en Damas Mayores Dobles). Por su parte, los varones premiados fueron Juan Diego Velarde (campeón en Infantil Varones Singles), Kevin Martínez (campeón en Superior Singles por tercer año consecutivo), Jorge Rodrigo (campeón en Veteranos B Singles), Daniel Yáñez (campeón en Mayores Singles) y la pareja compuesta por Federico Valdez y César Odría (campeones en Veteranos Dobles). De esta manera, los celestes superaron la cantidad de premiados que registraron el año 2013 en el Campeón de Campeones de paleta frontón (siete deportistas). Nuevamente forman parte de lo mejor del año.
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DEPORTES
LO MEJOR DEL AÑO Los badmintonistas celestes fueron condecorados por el IPD Fue un evento reservado para campeones. El miércoles 28 de enero, en el salón VIP del Instituto Peruano del Deporte, se realizó un reconocimiento a los más destacados exponentes del bádminton nacional durante el año 2014. El Regatas, una vez más, demostró ser el mayor referente de esta disciplina a nivel nacional y encabezó el medallero. En total, los celestes obtuvieron 30 primeros puestos, 32 segundos y 33 terceros. «Somos un grupo muy unido», comenta Gianna Stiglich, quien con 9 años logró campeonar en la categoría sub 11. Por su parte, Manuel García-Rossel, uno de los badmintonistas más veteranos del Club (con 76 años) también destacó la camaradería que existe entre los celestes. «Somos un buen grupo de deportistas de todas las generaciones: padres, hijos, abuelos». Martín del Valle Salinas, el campeón de la primera categoría, aprovechó la ocasión para recordar a su fallecido compañero Bruno Monteverde. «Fue muy duro para toda la familia del bádminton del Regatas. Pero sé que él está apoyándonos a todos desde arriba».
Adriano Viale, Remo Blondet, Kaley Kuang
Kaley Kuang, Vasco Belmont, Cristóbal Guzman y Mariano Velarde
Andrea Echevarria, Gianna Stiglich y Andrea Flores
Campeonato Nacional
CATEGORÍA SINGLE VARONES
SINGLE DAMAS
DOBLES VARONES
DOBLES DAMAS
DOBLES MIXTOS
Tercera
Alfonso García-Rosell Espineira
Micaela Flores Vásquez de Velasco
Alfonso García Rosell Espineira
Andrea Flores Vásquez de Velasco Gianna Stiglich Guzmán
-
Segunda
Daniel La Torre Regal
Inés Mendoza Rosell
Mateo Bossio Castro Gustavo Salazar De Souza Peixoto
Inés Mendoza Rosell Flavia Stiglich Guzmán
Inés Mendoza Rosell
Primera
Martín del Valle Salinas
Daniela Macías Brandes
Mario Cuba Rodríguez Martín del Valle Salinas
Daniela Macías Brandes
Guillermo Perea Zabalbeascoa Valeria Rivero Modenesi
-
Adriano Viale Aguirre Gianna Stiglich Guzmán
Andrea Echevarría Ossa Gianna Stiglich Guzmán
Gustavo Salazar De Souza Peixoto Andrea Echevarria Ossa
Campeonato Nacional Junior Mariano Ernesto Velarde Alzamora Adriano Viale Aguirre Mateo Bossio Castro Gustavo Salazar De Souza Peixoto
Sub 11
Mariano Ernesto Velarde Alzamora
Gianna Stiglich Guzmán
Sub 13
Gustavo Salazar De Souza Peixoto
-
Sub 15
-
-
Nicolás Macías Brandes
-
Sub 17
Diego Mini Cuadros
Paula La Torre Regal
-
-
Diego Mini Cuadros Paula La Torre Regal
Sub 19
Daniel Alonso La Torre Regal
Daniela Macías Brandes
Rafael Eduardo Dávila Salinas Daniel La Torre Regal
Daniela Macías Brandes
Daniela Zapata Hermosa
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ALTOS REFUERZOS Dos voleybolistas estadounidenses se incorporan a la selección celeste
El año 2011, la estadounidense Stephanie Holthus visitó el Perú para participar en el Campeonato Mundial de Voleibol Femenino. A sus 18 años, era la primera vez que llegaba al país y no se olvidó de él. Nacida en Illinois, esta voleibolista ha representado a la Northwestern University en la Big Ten Conference —la liga más competitiva del vóley estadounidense—. Desde hace cuatro años, ha compartido equipo con Katie Dutchman, de San Diego, California. Ambas decidieron, a finales del año pasado, que querían seguir jugando vóley a nivel profesional. Entonces armaron maletas, se embarcaron hacia el Perú y ahora son los flamantes nuevos fichajes de la selección de mayores del CRL para lo que resta de la temporada. Stephanie y Katie no pudieron llegar en mejor momento: justo para los dos últimos partidos de la primera ronda de la temporada y listas para dar inicio a la segunda. Se incorporaron a mediados enero e inmediatamente pudieron pisar la cancha, con dos victorias consecutivas. «En el Big Ten Conference estamos acostumbradas a enfrentarnos a chicas que miden más de dos metros. Quizá esa sea la mayor diferencia que hemos encontrado entre la liga estadounidense y la peruana», comenta Katie. «Lo que nos ha gustado es que aquí el vóley se vive de manera diferente. Los dos partidos que hemos jugado hasta ahora han sido a estadio lleno y se nota que la gente es muy apasionada», agrega Stephanie. Hasta ahora, su aclimatación al equipo celeste ha sido excelente. Aunque ambas hablan exclusivamente inglés, ese no ha sido un impedimento para entablar amistad con sus compañeras y entrenadores. «Las demás chicas se ríen de mis intentos por hablar español», comenta Stephanie con una sonrisa. «Pero todas han sido muy amables y hasta las que no hablan inglés hacen su mejor esfuerzo por incluirte».
Stephanie Holthus y Katie Dutchman
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DEPORTES
HABRÁ REVANCHA Los celestes se consagraron subcampeones de la Liga en tres categorías
El espectáculo estaba asegurado en la final de la Liga de Básquet
Varones Sub 17
Varones Sub 19
Superior Damas
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de Lima. Nuestros deportistas se enfrentaron a su clásico rival, el Real Club, en tres categorías distintas: Sub 17 y Sub 19 de varones, y Superior Damas. Esta vez, sin embargo, la suerte no los acompañó y los celestes tuvieron que contentarse con el subcampeonato, Los playoffs fueron intensos, de ida y vuelta. Basta con recordar la final de la categoría Sub 17, a la que ambos equipos llegaron con una victoria cada uno. En los últimos segundos del partido, los celestes contaban con una ventaja de dos puntos que aseguraba el campeonato. Sin embargo, tras un tiempo muerto estratégico, el Real Club embocó una canasta de tres puntos definitiva, que dio vuelta al partido y dejó el marcador en 75 a 74. No hay que restarle el mérito a nuestros jugadores más destacados, como el capitán Bruno Sambuzetti y sus compañeros Nicolás Bragagnini, Nicolás Cruz-Saco y Alonso Saponara. «Nuestro equipo tiene un gran poder ofensivo. En algunos partidos de la Liga llegamos a anotar más de cien puntos», comenta Diego Martínez, el entrenador de la Sub 17. Por su parte, la Sub 19 consiguió el segundo lugar de su categoría tras caer en una final muy disputada. En ella, el equipo celeste aplicó el modelo de juego que han venido inculcando los entrenadores en todas las delegaciones: intensidad en la marca defensiva, transiciones ofensivas rápidas y muchos tiros exteriores. No hubo grandes diferencias entre ambos equipos: ninguno logró sacar una ventaja mayor a los cinco puntos a lo largo del partido. Solo al final del último cuarto la diferencia se amplió, por lo que los celestes se vieron obligados a cometer faltas para recuperar el balón y evitar el paso del tiempo. De esta manera, el Real Club se impuso tras una seguidilla de tiros libres embocados. Hay que destacar, sin embargo, las participaciones de Gonzalo Bonilla, Sebastián Luque, Derek Mollison y Patricio Bouroncle. Finalmente, en la categoría Superior Damas, nuestras deportistas demostraron tener una gran fortaleza mental para voltear marcadores. Eso es lo que más destaca Mariano Yvanicki, su entrenador. Él hace mención al segundo partido del playoff, en el que las celestes lograron revertir su desventaja. «Después del segundo cuarto perdíamos por un marcador de 19 a 36. Sin embargo, en los dos siguientes las chicas mostraron una gran fuerza mental y lograron ganar por 56 a 51», comenta Mariano. En aquella serie, las jugadoras más destacadas fueron Consuelo Vélez, Gabriela Duarte, Daniela Porras y Verónica Cosmópolis.
CATEGORÍA
EQUIPOS
PARTIDOS
Varones Sub 17
Regatas vs Real Club
1er: 56-67 2do: 72-58 3er: 74-75
Varones Sub 19
Regatas vs Real Club
1er: 59-70 2do: 56-53 3er: 71-82
Superior Damas
Regatas vs Real Club
1er: 56-51 2do: 61-64 3er: 51-60
TENISTA EN AUSTRALIA Juan José Rosas participó en el Abierto de Australia
Con diecisiete años, Juan José Rosas es el número uno de la categoría Junior en el país. Pocos tenistas peruanos de su edad cuentan con tanto fogueo internacional. Ha competido en el Roland Garros, en Wimbledon y en el Abierto de Estados Unidos del año 2013. Fue campeón sudamericano a los dieciséis años, en La Paz, y clasificó a los Juegos Olímpicos de la Juventud de Nankín 2014, en China. Actualmente se ubica en el puesto 21 del ranking mundial Junior. Ahora, Juan José acaba de regresar de una nueva campaña en el extranjero: ha participado en el Abierto de Australia. En la primera fase del torneo, el celeste logró derrotar al australiano Daniel Nolan, con un doble marcador de 6 a 4, una victoria difícil si consideramos que tuvo que superar la presión del público local. Su saque y su golpe de derecha —dos de sus principales armas— fueron decisivos para sacar adelante el partido. En la segunda ronda, sin embargo, fue superado por el suizo Marko Osmakcic por marcadores de 6 a 1 y 6 a 2. «Solo había tres sudamericanos en el torneo. Yo fui el único que clasificó a la segunda ronda», comenta Rosas. En Dobles, el celeste también logró llegar a la segunda etapa, aunque luego fue derrotado por una pareja japonesa con marcadores de 1 a 6, 7 a 6 y 10 a 8. Finalizada su participación en el Abierto de Australia, y luego de tres meses fuera del país, Juan José regresó a Lima tan solo por ocho días. Su más grande sacrificio ha sido dejar el Perú para abrirse campo en el tenis internacional. Actualmente, Rosas entrena en Argentina con el profesor Rafael Serpa-Guiñazu. Este año, espera participar en más torneos Futures con el objetivo de conseguir puntos ATP e iniciar su trayectoria en la clasificación de Mayores (actualmente se encuentra en el puesto 2039). «Mi sueño es ser top 10 del mundo. Es un camino muy largo y duro, y me falta mucho por aprender todavía».
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DEPORTES
ORO EN BRASIL
Nuestros badmintonistas se lucieron en el Campeonato Sudamericano 2014 Camilla García y Daniela Zapata
La historia de Daniela Zapata y Camilla García comenzó el 2007, cuando obtuvieron
Gustavo Salazar y Mariano Velarde
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la medalla de oro en Dobles Sub 13 en el Panamericano de Guatemala. Siete años después, han demostrado que juntas no tienen límites. La dupla acaba de conseguir la medalla de oro en Dobles Sub 19 en el Sudamericano de Brasil 2014 —que se disputó del 8 al 14 de diciembre—. «Entrenamos seis horas y media de lunes a viernes. Es un gran sacrificio, pero nuestro compromiso permite que compitamos de igual a igual a nivel internacional», comenta Daniela, quien practica bádminton desde los seis años. Por su parte, Camilla García también obtuvo la medalla de oro en Singles Sub 19. Otra dupla que ya comienza a brillar en las canteras del Club es la conformada por Mariano Velarde y Adriano Viale. Los celestes comenzaron a competir juntos en el Panamericano de Guatemala del 2014, en el que llegaron a cuartos de final. En esta ocasión se consagraron campeones de la categoría Sub 11 y ratificaron su buena química. Además, Adriano Viale —hijo del campeón nacional Alan Viale— también logró ubicarse en el tercer lugar en Singles.
MODALIDAD
PARTICIPANTE
MEDALLA
Sub 11 Dobles Damas
Fernanda Munar y Rafaela Munar
Oro
Sub 11 Dobles Varones
Mariano Velarde y Adriano Viale
Oro
Sub 13 Singles Varones
Gustavo Salalzar
Oro
Sub 19 Singles Damas
Camila García
Oro
Sub 19 Dobles Damas
Camila García y Daniela Zapata
Oro
Equipo Juvenil
Daniela Zapata, Camila García, Paula La Torre, Chiara Carranza, José Guevara, Daniel La Torre, Diego Mini, Takeshi Isa y Bruno Barrueto.
Oro
Sub 11 Singles Damas
Fernanda Munar
Plata
Sub 11 Singles Varones
Mariano Velarde
Plata
Sub 11 Dobles Mixtos
Mariano Velarde y Fernanda Munar
Plata
Sub 13 Singles Damas
Andrea Echevarría
Plata
Sub 13 Dobles Varones
Gustavo Salazar y Mateo Bossio
Plata
Sub 13 Dobles Mixtos
Gustavo Salazar y Andrea Echevarría
Plata
Sub 15 Dobles Damas
Micaela Flores y Fernanda Saponara
Plata
Sub 19 Singles Damas
Daniela Zapata
Plata
Equipos Mayores
Camila Duany, Daniela Zapata, Camila García, Chiara Carranza, Paula La Torre, Sebastián Macías, José Guevara, Daniel La Torre, Diego Mini, Takeshi Isa y Bruno Barrueto.
Plata
Sub 11 Singles Damas
Rafaela Munar
Bronce
Sub 11 Singles Varones
Adriano Viale
Bronce
Sub 11 Dobles Varones
Cristóbal Guzmán
Bronce
Sub 11 Dobles Mixtos
Adriano Viale y Gianna Stiglich
Bronce
Sub 11 Dobles Mixtos
Cristóbal Guzmán y Rafaela Munar
Bronce
Sub 13 Dobles Varones
Remo Blondet
Bronce
Sub 15 Dobles Mixtos
Renzo Camogliano y Fernanda Saponara
Bronce
Sub 17 Singles Damas
Inés Castillo
Bronce
Sub 17 Dobles Damas
Inés Castillo y Paula La Torre
Bronce
Sub 17 Dobles Mixtos
Diego Mini y Paula La Torre
Bronce
Sub 19 Dobles Mixtos
Daniel La Torre y Camilla García
Bronce
En aquella misma categoría (Sub 11), las hermanas Fernanda y Rafaela Munar se hicieron con el oro en Dobles. Hay que destacar, de igual manera, el desempeño de Gustavo Salazar, quien se consagró campeón en la categoría Sub 13. La delegación peruana también consiguió importantes participaciones por equipos, tanto en juveniles como en mayores. Estos enfrentamientos fueron muy complejos, ya que se jugaban a cinco partidos, entre Singles y Dobles. Daniela Zapata, Camilla García, Paula La Torre, Chiara Carranza, José Guevara, Daniel La Torre, Diego Mini, Takeshi Isa y Bruno Barrueto conformaron el equipo de juveniles y consiguieron la medalla de oro. Este logro es más meritorio considerando que nuestros badmintonistas tuvieron que enfrentarse a los dueños de casa. «Contra Brasil jugábamos el partido decisivo y logramos ganarles por tres a dos», comenta Daniela Zapata. Por su parte, el equipo de mayores se ubicó en el segundo lugar. Este estuvo conformado por Camila Duany, Daniela Zapata, Camilla García, Chiara Carranza, Paula La Torre, Sebastián Macías, José Guevara, Daniel La Torre, Diego Mini, Takeshi Isa y Bruno Barrueto.
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DEPORTES
TENIS ENTRE AMIGOS Se disputó el primer torneo interno de tenis de la temporada en San Antonio
Hugo González y Antonio Baca
El sábado 3 de enero, 44 tenistas se dieron cita en la filial de San Antonio para inaugurar el primer torneo interno de tenis de la temporada. Varios celestes consiguieron situarse en el podio; sin embargo, lo más importante es que nacieron amistades y nuevos compañeros de entrenamiento. Una gran manera de iniciar el 2015. Este torneo contó con la participación de representantes del CRL, tenistas invitados y una delegación de cuatro integrantes del Club El Bosque. Estos fueron divididos en dos grupos: la Serie A —en la que compitieron jugadores de alto nivel— y la Serie B —en la que compitieron los varones de menor nivel y las mujeres—. El objetivo era que los tenistas se conocieran entre sí y que hubiese rotación. Por ello, cada uno jugó tres partidos de dobles con parejas aleatorias y distintas. Cada encuentro se disputó al mejor de siete games, y el tenista con mayor puntaje al final de la jornada obtuvo el lugar central del podio. Antonio Baca se coronó campeón de la Serie B. Este celeste de 50 años viene entrenando tenis desde los 22, cuando una lesión le impidió seguir practicando fútbol. Baca destaca que este torneo le ha permitido conocer
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a otros tenistas con los que ahora entrenará los fines de semana en San Antonio. Por su parte, Hugo González se ubicó en el segundo lugar de aquella misma serie. Él juega los sábados y domingos con su hermano Jorge y considera al tenis como la fórmula perfecta para eliminar el estrés. Según comenta el celeste de 39 años, este deporte le ha dado muchas alegrías y ya se lo ha inculcado a su hijo de seis años. Finalmente, Cesar Madueño, también del CRL, alcanzó el segundo lugar en la Serie A, quedándose a solo un punto de la primera posición. Esta fue su mejor performance en este tipo de torneos. Madueño es un conocido jugador de paleta frontón; sin embargo, la proximidad de las canchas de ambos deportes lo animó a probar la raqueta de cuerdas. «Disciplina», responde Madueño, cuando le preguntan cuál ha sido el aporte del tenis en su vida. De esta manera, se cerró el primer torneo de la temporada de tenis en la filial de San Antonio. El próximo 7 de febrero se estará celebrando un nuevo torneo. Otra gran oportunidad para seguir forjando grandes amistades y mejores deportistas.
LA NUEVA GENERACIÓN Nacen nuevas promesas en otra edición del Regatas Bowl
Arriba: Alonso García Abajo: Diego Calmet, Ignacio Buse y Diego Tapia
El Torneo COSAT es una de las competencias más esperadas por los jóvenes tenistas celestes. Jugadores entre los trece y los dieciséis años tienen la oportunidad de medirse ante rivales de todo el mundo. En esta edición, la número treinta y siete, participaron deportistas de quince países —teniendo como nuevos inquilinos a tenistas de Italia y Rusia—. Por novena ocasión, este importante torneo internacional se celebró en nuestra filial de La Cantuta. Si en anteriores edciones este torneo significó la aparición de importantes tenistas celestes como Juan José Rosas, Hercilio Cabieses o Armando Robles; la posta ha pasado a nuevos valores. Jugadores como Ignacio Buse, Alonso García, Diego Tapia, Sebastián Roy, Diego Calmet, Rafael Hacker y Nicole Straznicky demostraton su potencial a futuro. Hay que agregar que Daniela Zanati, Axell Sprinkmöller y Marcelo Bocián participaron en un torneo alterno que también se disputó en la filial de La Cantuta. La coordinadora del evento, Úrsula Moebius, destacó la importancia de este torneo para la aparición de nuevos valores en el Club. «Lo positivo es que estamos fomentando el tenis. Este año empezamos en Chorrillos, donde ahora contamos con doscientos niños entrenando en Tenis 10. Además, en Villa Deportiva ya tenemos a sesenta chicos jugando. Se ha procurado que aprendan la técnica, pero, además, que aprendan a ser responsables, ordenados y competitivos. El resultado de este trabajo se puede observar en la cantidad de chicos del Club que han participado en este torneo. Para ellos, esto es una maravilla».
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SEMBLANZA
EDUARDO DE LAS CASAS
UNA VIDA EN EL REGATAS UN HOMBRE QUE VISITA EL CLUB DESDE LA DÉCADA DE 1940 TE CUENTA CÓMO ERA ENTONCES Caminar por el Regatas junto a Eduardo de las Casas —88 años, pelo cano, bigote impecable— es someterse a una imparable sucesión de saludos. Un hombre con 68 años de asociado no puede pasar desapercibido en su Club. De niño quiso ser boga. Entonces vivía en Miraflores, en un barrio cercano a su colegio, el Champagnat. De las Casas admiraba a sus compañeros de carpeta, quienes salían a remar en la playa del Regatas desde la madrugada. Su hermano mayor, Augusto, quien también era boga, lo introdujo al Club. A los 19 años se hizo socio y pronto, a la misma edad, ganó un campeonato de Nóveles. Eduardo de las Casas aún se recuerda a sí mismo caminando por la avenida Larco, con el pecho inflado. «Sentía que le gente me iba a reconocer por la calle. No podía creer que ya fuera un boga, uno de esos a los que había admirado tanto», comenta con orgullo. Aún conserva decenas
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de recortes de diarios de aquella época —de El Comercio, La Crónica o La Prensa— con los relatos de las regatas. Poco tiempo después,, Eduardo ingresó a la Universidad Agraria. Se casó, tuvo hijos y cambió el remo por el frontón, un deporte que practicó hasta los ochenta años. Durante dos períodos, fue presidente de la junta calificadora del Club. Ahora visita el Regatas tres veces por semana, para relajarse junto a sus amigos. Esta es una rutina que mantiene casi religiosamente. El último diciembre estuvo enfermo y tuvo que quedarse en casa. «Es una cosa muy rara no poder venir. Muy rara», cuenta, sentado en el hall principal. ¿Cómo era el Club cuando usted se hizo asociado? Este lugar donde estamos sentados —el hall principal— no existía. El Club estaba hecho de madera y ni siquiera existían los espigones que le
ganaron terreno al mar. Había un grupo de socios que vivía acá y bogas que venían en el tranvía desde muy temprano. Algunos preferían venir en la noche y quedarse a dormir en las tarimas. En esos tiempos corríamos hasta Agua Dulce. Recuerdo aquellas regatas sociales, en las que participaban bogas que iban solo a pasear. También aquellas famosas fiestas de carnavales y año nuevo que sostenían el presupuesto del Regatas. A ellas se venía en smoking blanco, de etiqueta, y salías como podías. Y cómo olvidar la famosa cantina del Club en la que atendía un señor al que le decíamos el Chino, y que luego fue manejada por el Colorado Muñoz. El Regatas está basado en la amistad. Eso es lo que nos mantiene unidos. Mira a ese que está ahí —De las Casas señala a un hombre que lee el periódico—; a él lo conozco desde 1938, cuando estábamos en primero de primaria. Ser del Regatas es algo especial. (C. Portugal)
EXPO
DESNUDANDO EL ALMA EL QUEHACER ARTÍSTICO Y EL TRAZO DE JAIME LA HOZ «Curvo
es el universo, curvo como las líneas del cuerpo humano», dice el dibujante y expresionista lírico, Jaime La Hoz, en su introducción a la muestra que presentó el pasado viernes 9 de enero en la Sala de Exposiciones del Hall Principal. Dibujos Íntimos es una selección de 32 cuadros; una antología breve tras una década de trabajo, donde el artista retrató la figura humana como la percibe: la creación más perfecta, por su complejidad y por su belleza. Para La Hoz, el cuerpo humano no es solo un conjunto de formas físicas -como ojos, boca nariz o brazos-, es lo que refleja la desnudez del alma. Enamorado del dibujo desde su época escolar -cuando lo hacía en las esquinas de su cuaderno de Historia- creó su primer desnudo con modelo a los veinte años. «Me imagino que esos dibujos fueron a parar a la basura. El cuerpo humano hay que estudiarlo mucho, desde el esqueleto, los músculos, las proporciones, el volumen, todo», comenta el artista.
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Jaime La Hoz y Bárbara Biel
Momento inaugural de la muestra.
Cecilia Battistini y Víctor Plaza
Jose Alayza, Lino Cornejo y Mónica Lynch
Bernarda Vega
El artista comentando algunas de sus piezas.
Aída Alonso y Guido Suito
Liliana Peñaherrera y Margarita Zegarra
Camilla García, Fernardo Pereda, Odeth Salomón y Alfredo Silva Santisteban
Alejandro Legaspi, Susana Pastor, Marita Troiano y Carlos Bracamonte
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ENSALADAS
FESTIVAL DE ENSALADAS EN EL 18.7.5
Honey Mustard
UNA OPCIÓN SALUDABLE PARA ALMORZAR EN EL CLUB DURANTE EL VERANO Tu almuerzo puede ser así: sentado en una terraza con vista al mar, sintiendo el viento y el sol, comiendo una ensalada y acompañándola con un jugo o una copa de vino. Pensando en aquellas personas que buscan una opción fresca y saludable para el verano, el 18.7.5 acaba de lanzar el Festival de Ensaladas. Esta consiste en catorce variedades que los chefs del restaurante han creado especialmente para esta temporada de verano. Todas están hechas en base a un mix de lechugas y se diferencian por los agregados. Además hay seis tipos de vinagreta disponibles para que el comensal elija a su gusto. Una de las ensaladas es la de salmón ahumado, e incluye trozos de este pescado, tomate, cebolla blanca, alcaparras y palta. Un plato fresco de este tipo puede complementarse bien con vinagre balsámico y acompañarse con una copa de vino blanco. Otra opción contundente es la campestre, que cuenta con rabanito bebé, pepino, palta, tomates cherry, huevos de codorniz, choclo americano y lonjas de roast beef. Al llevar carne, la vinagreta de BBQ puede ser el complemento perfecto. Así como estas dos, hay otras once variantes disponibles hasta finales de marzo. Ahora sí hay una opción light y saludable para aquellos que pasan sus días de verano en el Regatas.
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Italiana
Salmón ahumado
Campestre
La 18.7.5
NUESTRA TIERRA NUEVA EXPOSICIÓN DE LA GALERÍA ARTLUZ Desde la galería trujillana Luz Ang nuevamente tenemos en el Regatas una exhibición de pinturas que conversan sobre las raíces, costumbres, danzas y paisajes de los artistas. Estampas cotidianas o de fiesta conforman un crisol de miradas que bautizaron como Nuestra Tierra. Por ejemplo, Manuel Escobar, un utopista convicto, evoca recuerdos y los registra en la nebulosa de los sueños; Miguel Moscol logra captar en sus obras la fortaleza de su gente; Jhony Camus busca la luz en paisajes impresionistas y los esposos Edmundo Balda y Krixa Morales capturan las faenas esforzadas de los pobladores en el campo y en el mar. La muestra en la Sala de Exposiciones del CRL abre sus puertas hasta el 2 de marzo.
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PATRULLA
PATRULLA DE VALORES EL ESCUADRÓN DE NIÑOS Y NIÑAS EN UNA NUEVA CRUZADA EN CHORRILLOS Y EN SAN ANTONIO PARA REPLICAR E INCENTIVAR LOS VALORES QUE EL CLUB REPRESENTA. La
patrulla de valores del Club de Regatas “Lima”, integrada por niños y niñas de cinco a doce años, visitó la filial sureña en la mañana del sábado 31 de enero para formar parte de un nuevo torneo relámpago de vóley playa. Como parte de la cuarta jornada de verano, y a pedido de muchos de los asociados, siete equipos se juntaron a las once de la mañana para vestirse con los colores que mostraban sus respectivos valores a defender, como la responsabilidad, honestidad, cordialidad, puntualidad, lealtad, solidaridad y el respeto. Luego de casi cuatro horas de juego, el equipo azul, representando al valor de la puntualidad y capitaneado por Diego De La Torre, resultó vencedor del torneo relámpago. De La Torre estuvo también acompañado por Andrés Pareja, Laura Del Águila y Wendy Tori, quienes fueron premiados con dos bungalows de la filial de San Antonio. Sin duda alguna se vivió una gran jornada deportiva y de camaradería entre los asociados, quienes ayudaron a nuestros niños para que esta campaña de valores se siga expandiendo, llegando a cada rincón del CRL y asegurándose que se cumplan. Estén atentos.
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PATRULLA
SAN ANTONIO. VOLVIERON LOS ENCUENTROS DE VÓLEY PLAYA EN NUESTRA FILIAL DE VERANO CON UN NUEVO CAMPEONATO RELÁMPAGO DE VALORES.
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CERTIFICADO DE INDECI PARA NUESTRA FILIAL DE VERANO Tenemos el agrado de informarles que desde inicios de este año, el Club de Regatas "Lima" recibió de manos de José Castro Machado el Certificado de Inspección Técnica de Defensa Civil, emitido por el Gobierno Regional de Lima. Dicho documento tiene una vigencia de dos años y representa un gran logro para nuestro Club, pues demuestra que seguimos avanzando hacia una mejor calidad y seguridad en cada una de nuestras instalaciones y en cada uno de los servicios que ofrecemos a la membresía.
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CULTURALES
ROMPIENDO BARRERAS SE ENTREGARON DONACIONES A LAS INSTITUCIONES BENÉFICAS QUE PARTICIPARON EN LA REGATIADA CULTURAL 2014 El año pasado se sentó un precedente en el Club de Regatas “Lima”: se organizó la primera Regatiada Cultural a beneficio de los más necesitados. Fueron arduos días de reuniones y trabajo, desde abril hasta setiembre, en los que cerca de treinta personas -entre trabajadores y socios- llevaron este evento a flote. En total, fueron recaudados 50 mil soles. El pasado jueves 15 de enero, en el séptimo piso del edificio central, se realizó un cóctel de confraternidad en el que se repatió este monto entre las cuatro instituciones que formaron parte de esta fiesta de la cultura. Cerca de sesenta personas -entre ellas, las diecisiete comisiones de actividades culturales y sus respectivos delegados- se reunieron con los representantes de cada organización para hacer entrega de los cheques con las donaciones correspondientes. Por haber obtenido el primer puesto en la Regatiada, KANTAYA, representada por Fabiola Portocarrero, se llevó 20 mil soles. Por su parte, CERCIL, representado por Adela Zegarra, obtuvo la suma de 12 mil soles; la Parroquia de San Pedro, a través del párroco Ángelo Costa, recibió 10 mil soles; y ALDIMI, representada por Isabel Therese, se llevó la suma de 8 mil soles. «Para ser una primera experiencia se logró recaudar una buena cantidad de dinero. Los fondos serán de mucha ayuda para estas instituciones. Hubo gente que, incluso, llego a colaborar por Internet, a través de la página web del Club», comentó Javier Salinas, Presidente del Comité Organizador, quien estuvo a cargo de contactar a cada una de las organizaciones. Salinas aprovechó la oportunidad para recordar el gran espectáculo que se brindó en la inauguración de la última Regatiada. «Fue un show muy humano. Eran personas con grandes problemas que llegaron a darnos una clase de amor a la vida, de superación ante la adversidad. Ver personas ciegas bailando salsa –y dando cátedra– fue maravilloso», agregó. Este ha sido solo el primer granito de arena. Más importante aún es que este evento permitió que las instituciones se dieran a conocer. Actualmente, hay varios asociados que siguen realizando donaciones de manera individual. Si se puede difundir la cultura con un fin solidario, mucho mejor.
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Violeta Gandolfo, Cecilia Cottle, Miluska Gerbi y Félix Zegarra
Juan Viacava, Paquita Vidal, Juan Ampuero y Michael Bendezú
Rolando Falcón, María del Carmen Monge y Carlos Saettone
José Chocano y Jaime Estabridis
Judith Rojas, Roxana Rodríguez, Maricarmen Silva y Marcela Chocano
Adela Zegarra, Luzma Villarán y Nelly Palacios
Maritza Barzola y Verónica Regal
CULTURA VIVA EN EL CLUB Fue una velada muy emotiva. Una inmejorable ceremonia en la que pudimos despedirnos de una profesional que ha colaborado con el Club durante más de diez años, de manera intachable. Nos referimos a Miluska Gerbi, quien dirigió el área de Culturales del Regatas. La homenajeada, visiblemente emocionada, aprovechó la oportunidad para expresar el cariño y gratitud que seguirá guardando por el CRL en su futuro profesional. Del mismo modo, hay que recordar la gran cena de despedida que se ofreció a diecisiete colaboradores -ver foto abajo- que han venido trabajando en el Club entre 16 y 48 años.
Guillermo Illescas y Miluska Gerbi
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MEMBRESÍA ASOCIADOS FALLECIDOS María Monsalve Vda. de Solf Luz Cabrejos Vda. de Bueno
Carlos Luna Escudero María Vernaza Vida. De Chávez
Alberto Gonzales Mier Carlos Pimentel García
Eduardo Rubio Dávila Federico Chiappina Crovetti
María del Rocío Seminario Vda. de La Rosa María Beatriz Cobián Vda. de Plaza María Gabriella Epifani Vda. de di Laura
Ximena Monteverde Vda. de Jones Sylvia María Salom Vda. de Espantoso Sarah Vega Sánchez Vda. de Chirinos
Genoveva Miranda Vda. de Luna
Juan Eduardo Escudero Deustua Raúl Gonzalo Bellatín Galdós José Antonio Cabrera Luján Pilar Teresita Nicolini Vda. de Carbone Benjamín Alejandro Quea Velaochaga Dorothy Fiorani Vda. de Soto William Moores Foulkes Victoria Esperanza Zelaya Vda. de Field Alberto Mauricio Saravia Hudson Mario Alberto Villavisencio Alcázar
Milán Orlic Maracic Tulio Brescia Lugón Enrique Otero Navarro Jaime Valdez Bernos Telma Marta Aicardi Vda. de Núñez Lars Georg Stimman Janson María Luisa Illich Vda. de de la Flor Luis Gerardo de Cárdenas Falcón Félix Rafael Luna Aubry Francisco Javier Luna Aubry
Isabel Morante Vda. de Sifuentes Hedy Teresa Durand Vda. de Pavletich Jorge Campos Rivera Óscar Antonio Zúñiga Quevedo Rogelio Martínez Delgado Juan José Ibarra Gunther Ricardo Augusto Arosemena Cevasco Zoila Ana María Mannarelli Vda. de Verne
Guillermo Miranda Arosemena Juan Francisco Noriega Zegarra José Carlos Caballero Araujo Rafael Otero Mutin Luis Ignacio Puiggros Planas Abel Enrique Carriquiry Blondet Julio César Gómez Silva Novoa
Mario Eduardo Rubini Suito María Soledad Raffo Vda. de Villarán Carlos Alfredo Arribas Legaz Gino Herbert Zolezzi Moller Gerard Andrés Fort Del Solar Detlev Korioth Roltsch Demetrio Simón Paredes Alcócer
María Dolores García Vda. de Rizo Patrón Xavier Rodolfo Barrón Cebreros Stefano Salvatore Cassara Aloi Salomon Carlos Manzur Salgado
Karen Dreyfus Valverde Manuela Duharte Clever María Cecilia Ego-Aguirre Jiménez Gabriela Fernández-Concha Barreda Talia Fernanda Ganoza Ortega Andrea García Ledgard Daniel Eduardo García Rosell Ornano Giuliana García Rosell Ornano Camila De Lourdes García Soria Franco Giorla Camino Guido Fabbio Guerra Canessa
Joaquín Gutiérrez Villena Jorge Hiraoka Gutierrez Richard Sinclair Jones Monteverde Alessandra Mandriotti Pavletich Luis Miguel Méndez Schroth Luciana Mercado Barreda Mia Muller Jacobs Anneliese Neumann Álvarez Karla María Ortiz Narvarte Alejandro Palacios Wilson Evelyne Pegot-Ogier Pelagatti
Gianfranco Aldo Raffo Trujillo Daniella Reategui Berti Diego Alejandro Rivera Contreras Nicolás Fernando Rodríguez Nieri Jackelyn Vanessa Sarmiento Lee Gabriela Isabel Talledo Bustamante Juan Carlos Tuesta Martínez Juan Pablo Varillas Patiño-Samudio Carlos Rafael Venturo Farro
VIUDAS DE ASOCIADO María Mercedes Alayza Vda. de da Ponte Elsa Esperanza Braschi Vda. de Bello Luisa Judith Fernández Vda. de Miloslavic
ASOCIADOS VITALICIOS Luis Ernesto Giuffra Fontanes Luis Rivera Lhoiry Regner Alfonso Basurco Jiménez Miguel Gustavo Rodríguez Pastor Berta Cullen Vda. de Torero Roberto Massimo Zoia Colombo Alberto Seeger Klinge Roberto Eleodoro Valcárcel Barreto Richard Erko Hawie Gilabert Sara Martin Vda. de Verne
ASOCIADOS PREVITALICIOS Alberto Guillermo Alexander Servat Justo Paz Henrice Francisco Adolfo Pinedo Beitia Ana María Meza Vda. de Artaza Jaime Fernando Gabaldoni Tijero Marcela Mercedes Granda Vda. de Marimón Carlos Alfonso Isasi Zegarra
HIJOS DE ASOCIADOS Luis Guillermo Barco Larrabure Daniela Amira Bayona Helou Fiorella Boldrini Villalobos Augusto Miguel Cabrera López Michelle María Calmet Gutiérrez Santiago Canseco Bazo Andre Castro Tafur Antonio Céspedes Espejo Augusto Céspedes Espejo Philippe D'auriol Freundt-Thurne Giorgia Donda Ojeda
NIETOS DE ASOCIADOS Rosa Cárdenas Alayza Pedro Ricardo Castre Ibarra Denisse Folkmanas Robinson
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AJENO Humberto Javier Lagos Moreno Natalia Mariátegui Valdeavellano Waldo Vito Olivos Consoli
Juan Ricardo Piiroja Ramos Camila María Rizo Patrón De Bernardis Gabriel Augusto Urrutia Guevara
Gabriela Fossa Gonzales Alfredo Alberto Monteverde Ugarriza Juan Pablo Zamora Hernández
¡RESPIRA HONDO Y SIGUE! CLASES DE ZUMBA EN EL REGATAS PARA MOVERSE EN VERANO La
academia Conroy Fitness de las hermanas Susana y Mercedes Conroy se sigue expandiendo por el Club de Regatas “Lima”. Las nuevas clases de Zumba son su más reciente novedad. Se trata de un entrenamiento completo que combina todos los elementos del acondicionamiento físico, como el trabajo cardiovascular, muscular, equilibrio y flexibilidad. Esto se logra gracias a la combinación de aeróbicos –los mismos que Susana Conroy aprendió hace treinta años– con danza latina, samba, reggaetón, negroide, tango y merengue, entre otros ritmos. «La gente se divierte mucho porque los ejercicios se realizan con música moderna. Eso permite que las clases sean mucho más dinámicas. Uno puede llegar a quemar 600 calorías en una sola clase», comenta Susana Conroy. Las sesiones se realizan los martes y jueves a doble horario. Por la mañanade 10:30 a 11:20 a.m.- se dictan las clases de Zumba Kids, para niñas desde los cinco hasta los diez años. Mientras que las clases para las personas mayores de dieciséis años son por las tardes -de 6:30 a 7:20 p.m-.
AFICIONES
BRIDGE SOLIDARIO UN TORNEO DE CARTAS PARA COMBATIR EL ÉBOLA EN EL MUNDO El jueves 29 de enero, en la Sala de Juegos del Club, se organizó un torneo de bridge a beneficio de las campañas contra el virus del Ébola alrededor del mundo. Este evento fue organizado por la Ecats Bridge UK, una organización que promueve este juego a través de Internet, y contó con la participación de varios clubes de Lima —el Country Club de Villa, el Club Nacional, el Club Social de Miraflores, el Club de Bridge del Perú, el Club de Golf La Planicie, el Lima Golf Club y el Club de Regatas “Lima"—. Al momento de la inscripción, cada uno de los participantes realizó una donación voluntaria que fue destinada a combatir este problema de interés mundial.
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