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Los Diablos de Píllaro
Las fiestas populares nos llevan a conocer la cosmovisión andina de los pueblos, en donde podemos exteriorizar manifestaciones sociales, económicas, políticas y religiosas de una sociedad determinada. Estas fiestas se han enriquecido por el contacto de música y danzas, muchas de origen hispano, donde disfrazados, bailarines y músicos mantienen una tradición y conservan su propia identidad.
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Las celebraciones andinas, marcadas por los solsticios y equinoccios, hoy han sido reemplazadas por festividades del calendario católico. Aún no se ha podido registrar el origen y antigüedad de la fiesta de “Los Diablos de Píllaro”,siempre han bailado entre el 1 y 6 de enero y es una fecha que coincide con la “Fiesta de Inocentes”.
Esta fiesta que se celebra con la llegada del año nuevo, donde hombres y mujeres disfrazados con caretas de alambre y, al son de una banda, bailan diferentes pasos entre sanjuanitos, danzantes y pasacalles, a ellos se les conoce como LAS PAREJAS DE LÍNEA o DISFRAZADOS, siendo los principales personajes de la fiesta. Siempre visten elegantes, los hombres con sombreros elaborados de cartón y cubiertos de papel celofán, y las mujeres usan un pañuelo de seda adornado como mantilla.
El CAPARICHE es un personaje muy común en las fiestas de la región andina y que representa a un indígena barrendero que viste de pantalón blanco, poncho rojo u otros colores, lleva un acial y en su mano una escoba hecha de retama, su función es abrir paso y mantener limpio el trayecto del desfile.
Las GUARICHAS son personajes femeninos muy propios de la cultura mestiza ecuatoriana, que eran representados principalmente por hombres. Su vestimenta es un camisón de dormir o vestido de tela espejo adornado con cintas y cascabeles, tienen un pañuelo grande de seda para la cabeza y la espalda. Usan una careta de alambre para camuflar al bailarín y sombrero de paño adornado con un espejo y cintas, llevan en una mano una botella de licor para brindar a los espectadores y en la otra una guagua (muñeca) que representa a su hijo.
El disfraz de “DIABLO”, que para los espectadores es el motivo de festejo y diversión, para el personaje o bailarín es el medio por el cual manifiesta un sentimiento de celebración y algarabía, que nada tiene que ver con lo político o religioso. El diablo pillareño es alegre y jocoso, no tiene una vestimenta común, su ropa está compuesta por un pantaloncillo de color rojo de tela espejo, con flecos dorados y blusa de mujer, sus actores muestran todo su ingenio y creatividad para poner el toque personal al traje. Las máscaras son únicas y están elaboradas por artesanos de la zona, son hechas de cartón y papel maché, con cuernos y colmillos de animales. La cabeza está cubierta por una coronilla de cartón, adornada con papel celofán y pelucas de animales o cabuya, en su mano llevan un acial de pata de venado y el ají para asustar a los curiosos.