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Casa Arocena

1921

Arquitectos: Vázquez Barrière y Ruano Comitente: Dr. Alfredo Arocena Ubicación: Avda. Arocena y Rambla

No es casualidad que una de las ubicaciones más privilegiadas del balneario sea la que eligió el Dr. Don Alfredo Arocena para levantar su casa. El pionero de semejante idea urbanística dominará desde su morada la escena central del centro turístico. Tan de frente al mar como el Gran Hotel, la casa está emplazada sobre la principal avenida, -que luego tomará su nombre-, cuando se une en una plácida curva a la proyectada Rambla Wilson.

En sus viajes a Europa, Arocena no sólo elabora la imagen de un nuevo balneario ideal sino que también importó de alguna manera la arquitectura de los chalets que se construyeron en los balnearios europeos sobre el Mar Cantábrico. Su casa pasa a ser así un elemento significativo en Carrasco de la típica arquitectura vasca, que si bien tiene una leve influencia del cottage inglés, ya es parte del idioma regional vizcaíno.

El proyecto es otro ejemplo de los arquitectos de renombre del momento Vázquez Barriére y Ruano, a quienes les correspondió gran parte de las obras testimoniales del centro del balneario.

Con un único gran volumen con techo a dos aguas de tejas francesas se define la casa de tres plantas de los Arocena. Haciendo diferenciaciones de planos a través de ménsulas que sostienen el volado y usando el entramado de fajas de los muros que van delimitando las aberturas, se logra cortar estos planos tan grandes.

Este cottage es de los más simples que se ven en el barrio, si bien reúne una cantidad de detalles sumamente interesantes. Con ventanas verticales grandes, y otras triangulares que acompañan el techo en el tercer nivel se completa la fachada simétrica del chalet; el mismo lenguaje se continúa en las demás fachadas. El proyecto original preveía sillares de piedra desbastada como basamento, además de otras pequeñas diferencias. Extracto del libro “Carrasco” de Denise Caubarrere

La planta compacta era muy usada en la arquitectura vasca, aunque cuando es influida por el estilo inglés comienza a tomar mayor vuelo e irregularidad. Cabe destacar que ésta es de las pocas casas testimoniales que se encuentra casi intacta.

Esta rigidez de líneas, formas y volúmenes vascos de moda en Carrasco no parece lógica cuando otras arquitecturas más nuevas y libres se usaban en la ciudad. Resulta curioso que mientras en un balneario de clase acomodada se construyeron estos grandes chalets de veraneo, en el centro de Montevideo ya estaba en boga el Art Decó en todo su esplendor. Después que El Prado y Carrasco imitan la arquitectura de los balnearios europeos, estas formas no se verán más, sino que aparecerán ya modificadas por el Modernismo.

Fotos Toti Monzón Texto Arq, Juan Zumaran Denise Caubarrere

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