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A Bocajarro

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Eh! Ratas

Eh! Ratas

Entrevista a María Arnal i Marcel Bagés

“ “ Me gusta que lo que se espere sea diferente

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Cuando les conocimos fueron capaces de removernos cerebro y corazón a través de su singular imaginario. María cantaba por “todas las voces del universo”, acompañada de Marcel a la guitarra. Cinco años después, esas voces (animales y artificiales) han tomado su propio protagonismo en “Clamor” (Fina Estampa, 2021), el nuevo trabajo del dúo catalán que será presentado en Alicante el 22 de mayo.

Tenían claro que superar el éxito de su aplaudido primer álbum iba a requerir apostar por el riesgo y la valentía. Abrir puertas hasta ahora desconocidas, abrazar nuevas técnicas de composición, o combinar con lógica y acierto mundos a priori antagónicos; fueron las claves para dar a luz un proyecto único. Un salto de fe que ha implicado poner al límite sus niveles de auto-exigencia y creación, pero que les ha permitido caer de pie con un disco lleno de matices y arcos emocionales superpuestos con delicadeza y mimo.

“ “ Nuestro disco tiene cierto grado de complejidad pero no deja de ser un disco accesible y pop

No sé si estarás de acuerdo conmigo, pero el vuestro es un álbum que advierte más de una escucha para poder sacarle el jugo a todo lo que no ves, y es… Más que eso, es un disco que a cada nueva escucha logras sacarle nuevos sonidos, nuevas voces. En “Clamor” las hay y muchas. Tiene cierto grado de complejidad, pero también es cierto que no deja de ser un disco accesible y pop. Has mencionado su complejidad, y es que en “Clamor” hay espacio para referencias al ideario gregoriano de la Edad Media o al cyberfeminismo de Donna Haraway. ¿Os preocupaba que al público le costase entrar en vuestra propues ta?

Ciertamente, durante el proceso de composición no pensamos en si la parte conceptual del proyecto iba a ser difícil o no. Nos basamos en las cosas que nos inspiran y conmueven, para posteriormente trabajarlas y ponerlas al servicio de la emoción. Queremos diferenciar entre el disco como tal y su relato. Personalmente, me encanta la literatura y mis fuentes beben de diversas disciplinas artísticas, pero aunque no renunciemos a mencionar nuestras referencias no quiere decir que “Clamor” sea una tesis. Pero no solo hay referencias y contextos artísticos en vuestro álbum… Bueno, hay un contexto socio-político que aún siendo menos evidente que en “45 Cerebros y 1 Corazón”, también está presente. Es un disco muchísimo más feminista que habla de cómo cuidarnos, y de cómo poner ese cuidado en primer lugar. Proponemos proclamas menos visibles

“que las de la calle”, pero sigue siendo un disco político, que desde lo poético y lo empático te invita a que aprendas y encarnes cada una de las voces.

La forma en la que precisamente está trabajada la voz como eje central del disco es muy especial. Desde que empezamos con la idea del disco teníamos claro que la coralidad iba a ser un factor vital. Trabajar con muchas armonías y salir de la voz solista para enmarcarla en una voz hecha de voces. Pero a su vez, el disco también contiene voces literarias y como si éstas fueran una metáfora de una mirada y de un ser distinto, se invita a que cada una de las canciones sea casi una voz en sí misma dentro de ese coro enorme que es “Clamor”.

“ “ Es un disco muchísimo más feminista que habla de cómo cuidarnos

Sin duda ése es uno de los elementos más distintivos con respecto a vuestro anterior trabajo. ¿Tiene algo que ver vuestro productor en todo esto? En el primer disco David (Soler) hizo la producción, pero los temas estaban ya compuestos. En cambio, en este segundo disco ha estado componiendo con nosotros codo con codo y de manera mucho más presente. Claramente, hemos pasado de ser un dúo a un trío.

¿Cómo lleváis lo de haber dejado de ser dos y que terceros hayan participado en vuestro proyecto? Desde el principio fue nuestra voluntad trabajar así en este disco, y nos lo hemos tomado como parte de la evolución y de nuestra necesidad de crecer como artistas.

¿Habéis levantado la veda con las colaboraciones? Totalmente. Vamos a ir viéndolo, pero sobre todo nos atraería seguir trabajando con artistas que fueran muy distintos. En el caso de nuestras colaboraciones con Holly Herndon y con Kronos Quartet todo salió muy bien, así que nos encantaría repetir la experiencia en un futuro.

Precisamente de cara al futuro, ¿os veis continuando en esta nueva línea creativa que habéis trazado o sentís que podéis retomar estilos previos? Creemos que cada momento tiene su particularidad. Siempre es mucho más divertido empezar a hacer cosas que no has hecho hasta el momento. A título personal, las artistas que más nos interesan son aquellas que en cada uno de sus álbumes ex-

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ploran lugares emocionales y sonoros que no han transitado aún. Me gusta que lo que se espere sea diferente.

¿Habéis cambiado definitivamente la guitarra por el ordenador? Las guitarras nos situaban en un lugar que ya habíamos explorado, y esta vez queríamos utilizarlas para generar diferentes y variadas atmósferas. Definitivamente, para nosotros era muy importante que en este segundo disco no se pudiera ver lo que ya se pudo ver en el primero.

Y esta evolución, ¿cómo está funcionando en directo? La gira está siendo preciosa y nos sentimos enormemente agradecidos por la acogida que está teniendo. La gente tiene unas ganas inmensas de sentirse parte de lo que creamos en directo, y al tratarse de canciones que hablan de emociones tan presentes y tan a flor de piel, se acaba creando algo muy mágico y catártico sobre el escenario.

María y Marcel nos mandan una invitación abierta a la revolución interna y externa, originada por la duda y el milagro. ¿Cuántas veces volvemos a nacer? ¿Cuánto de lucidez hay en la oscuridad? ¿Cómo llamar a la insurrección desde la belleza y lo poético? Una suerte de catarsis que nos incita a alzar la voz conjunta, y de la que podremos ser partícipes el 22 de Mayo en el Aula de Cultura de Alicante, con motivo del ciclo de conciertos “Sonidos Globales”, organizado por la Fundación Mediterráneo y Un Fulgor de Moda Antónima.

“La gente tiene unas

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“sentirse parte de lo que creamos en directo

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