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No se puede creer la grosería y vulgaridad del Senador Benedetti. No lo quiero imaginar con una bola al agua.
Olga San Martín
No son todos los costeños los que hablamos de esa manera. Existimos algunos que también nos educaron bien, dentro de la moral y los principios decentes.
Alfredo Fuentes D.
Harker no se quedó sin echar su “vainazo”. Su salida de la Federación fue con “portazo” incluido y se le nota. Estas horribles luchas de los hombres, como dice el nuevo Cardenal..
María Margarita Solarte
Gracias SG por el Podcast. Me quedó claro lo que está sucediendo con el golf mundial. Ya opiné en charla de grandes. Já!
Camilo Almonacid G.Claro que “Laurita” también se las trae. Dejar 4 horas en sala de espera, a su ex jefe, denota un revanchismo canalla.
Julio Julios.
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Margarita Quillet
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¡Qué pasa Colombia!
El hijo de un candidato a la presidencia imputado por haber permitido que los dineros para la campaña provinieran del exterior,
Los hijos de un ex presidente haciendo capital gracias al poder inmenso de su papá.
El hijo de otro presidente malversando las ventajas que su posición le permitió.
El hermano menor de otro jefe de estado usando los bienes nacionales para su confort.
¿Qué nos pasa? ¿Y la educación del hogar qué? ¿Y las academias donde están? Si esto está sucediendo en las primeras familias de la pirámide social, con que autoridad nuestros hijos van a educar a los de ellos?
¿Serán culpables los papás?
El hijo del Presidente de la república, capturado, por haber tomado recursos destinados para la campaña de su papá.
Estire los brazos En el back
Se
Un par 4 promedio amerita un primer tiro de, mínimo, 180 yardas bien ubicado para tener acceso posible a green con el segundo golpe. Se busca entonces la mayor distancia posible y una buena dirección.
Es indispensable. Muy necesario, una cosa es atacar la bola con un back amplio y extenso que hacerlo con un back temeroso y encogido. La diferencia clara está en la distancia.
Si usted se para, arma su stand, se concentra en su objetivo y decide arrancar, nunca lo haga de manera corta. Permita que su brazo de la potencia se estire hasta lo máximo posible sin doblar la muñeca más de lo necesario. Entre la extensión total de sus brazos y el comienzo del palo, debe existir un ángulo abierto, mínimo de 160º, que permita alcanzar el objetivo.
Las manos, en el comienzo del swing, deberán separarse lo más que se pueda de la cabeza.
Vamos, haga el ensayo ahora. Levántese en este momento. Agarre cualquier varilla o palo que tenga a la mano y trace física y mentalmente el movimiento. Estire sus brazos hasta encontrar la distancia máxima.
Ese es el truco para la distancia.
trata de mejorar la distancia por alcanzar, especialmente con los tiros de salida.
Claro que a todos los golpes se le aplica este consejo pero con la madera mayor se hace especialmente imperativo.
¡Paren bolas!
AA punto estamos de una modificación del golf trascendental.
Cómo será el avance tecnológico de las bolas de golf, en su estructura técnica, que los entes mundiales, léase la R&A, rectora máxima de nuestro deporte, estudian la posibilidad de, no solo detenerlo, sino por el contrario, de frenarlo, evitando que sean tan efectivas.
Veamos:
En la medida en que usamos bolas profesionales de marcas reconocidas, hemos visto el aumento de las distancias que alcanzamos, incluso nosotros mismos. O acaso ¿no se ha sorprendido por esas eventuales salidas de casi 200 yardas o más, derechitas, que últimamente estamos alcanzando? De hecho Rory McIlroy y Jon Rahm, por hablar de las ligas mayores, están disparando con los drives 350 yardas promedio al centro, sin mayor esfuerzo, lo que está transformando estos torneos de élite, con ellos y otros potentes profesionales, en definiciones simples de pitch y putt.
¿Qué hacer? El informe que reproduce la Federación Colombiana en su magnífico blog dice, citando una fuente:
“Hacer campos más largos sería una utopía, por la necesidad de mayores espacios para los clubes, los incrementos en costos de mantenimiento, la complejidad para estandarizar los pares de los campos, y los tiempos, también mayores, que tomaría terminar una ronda.”
La primera idea le apuntó, por supuesto, a los fabricantes de hierros y maderas. Que están muy sólidos, que sus aleaciones superaban los standares naturales y le imprimían a las bolas un alcance inusitado y así varias acusaciones directas. Pero esas marcas ya son gigantes mundiales y dieron la pelea legal que, por supuesto ganaron. No señor, que con los fabricantes de hierros y maderas no se podían meter y entonces?
Pues a mirar el último eslabón: Las bolas. En estos momentos está abierta la discusión y los abogados de ambas partes se comunican a diario. Como hacer para que no avancen tanto? Tome en su mano una bola fina y obsérvela. Es prácticamente perfecta, es el resultado de años y años de tecnología al servicio de nuestro deporte. ¿Como detenerla? ¿Como frenarla?
“Este es solo un documento de discusión y todo esto probablemente aún llevará muchos años ordenarlo”, dijo otra fuente bien informada “Se dice que 2026 podría ser la fecha en que finalmente se implemente”.
¿Es usted un Golfista de EGO o MAESTRO?
Todos los golfistas se la pasan buscando la forma de jugar cada día mejor, la mayoría buscan sus defectos en el swing y muy pocos trabajan en el peor enemigo que tiene el ser humano, EL EGO.
Por: El swing de la Tata
El jugador que quiere ser mejor que los demás para impresionar, buscar reconocimiento y sentirse bien consigo mismo, tiene una ardua tarea para ascender. Mientras juegue bien lo veremos sonriente y eufórico pero si las cosas no le salen como espera, entra en depresión.
Uno de los errores más significativos es que está siempre compitiendo contra los demás y preocupado por lo que están haciendo en la cancha sus adversarios, haciendo que tenga más presión que desencadena en mayor frustración y rabia.
Ahora hablemos del golfista de ALMA o el
MAESTRO como le dicen. Es un golfista que enfrenta las dificultades con mucha paciencia, optimismo y confianza. Cada ronda y cada competencia es un desafío a sí mismo. Reconoce que el golf no es perfecto, que el progreso nunca termina y tiene una gran habilidad para olvidar rápido una ronda mala porque sabe que es parte de la esencia de este deporte.
Para mi, la gran diferencia que encuentro entre estos dos tipos de jugadores es de vital importancia para subir un escalón sin pensar en el swing. El maestro, el jugador de ALMA, juega contra sí mismo, no contra sus contrincantes, su rival es la cancha y no sus compañeros.
Esa es la gran virtud de los grandes campeones. Jack Nicklaus, el más grande de todos, decía que lo que le daba más placer cuando ganaba, no era vencer a sus contrincantes, sino haber podido vencer a la cancha y a sí mismo, según él, el rival más peligroso de todos.
Me pregunto ¿Dónde tenía el EGO el campeón del pasado OPEN de Inglaterra? Bien guardado en su casa. El estadounidense Brian Harman le ganó a semejante cancha, al clima y a sus rivales por una gran diferencia, ganando así su primer torneo grande.
Nos vemos en el Tee, sin EGO por favor.
El maestro, el jugador de ALMA, juega contra sí mismo, no contra sus contrincantes, su rival es la cancha y no sus compañeros.
¡Con razón!
Desde hace ya muchos años nos gusta el fútbol de afuera. Lo preferimos. Es una realidad.
Ese prólogo de la final de Millos Nacional me devolvió el fervor. Esa semana anterior a la final del Campín se dejó ver el calor de los hinchas. En las calles los carros con banderas pitando arrancaron el sonar del pito de mi carro. Hasta ganas de comprarme la camiseta azul me dió, si no fuera por esos letreros tan malucos que tienen.
la Champions, que las ligas de Italia, España y La Premier. Qué fútbol, qué estrategias, qué jugadores. Por ellos abandonamos el fervor por el campeonato colombiano hace ya por lo menos 20 años desde que “por arte de magia” los equipos nacionales fueron conformados por jugadores extranjeros espectaculares que elevaron su nivel de forma exponencial.
Nacional de Medellín, incluso, se dió el lujo de ganar la Libertadores de la época con un equipo de puros criollos. Con Higuita, Leonel y otros inolvidables nacionales.
Pero de resto. Que pena señores. Estamos en el 2023. Pleno siglo 21 y es lo que tenemos ahora.
QueY la tapa. Lo que nunca me imaginé que haría: Pagué por ver los dos partidos, el de Medellín y el de Bogotá por señal de tv cerrada (falta mucha información de los operadores para manejar bien la plataforma) y declaro públicamente que volví a caer en el ostracismo rampante.
La final, final, en el Campín, emoción aparte. Fué uno de los espectáculos técnicos más pobres que he presenciado en muchos años. De unos 100 pases que se hicieron los dos equipos para tratar de hilvanar algo, 85 fueron errados. Millonarios no se acercó al arco rival en el primer tiempo y Nacional claramente mostró su temor de abandonar con riesgo su área.
Era la final del campeonato y aun así fueron los 45 minutos más pobres técnicamente hablando que haya podido presenciar. Los paisas consiguieron su gol antes de finalizar el primer tiempo gracias a un muy buen ataque, el único,
desde la franja izquierda que completó su centro delantero por encima del esfuerzo de la defensa azul. Si Millonarios no cambiaba de mentalidad se llevaban para Medallo la estrella y casi lo consiguen.
Solo un rebote afortunado que llegó a los pies de Llinás, permitieron que este, afanosamente, rematara a menos de 3 metros frente al arco empatando el partido.
Al sentirse de cara a los penaltis, los dos equipos apagaron sus motores. Dejaron transcurrir los minutos pensando en los tiros desde los 12 pasos.
Y ahí comenzó la fiesta de la mediocridad. El primero de Nacional por encima del travesaño, el primero de Millos igual, los porteros tapaban, los delanteros erraban. Uno de los mejores cobradores de penaltis del Nacional atacó el penúltimo tiro y lo hizo con tal displicencia, que la bola lenta, extremadamente lenta, llegara mansita a las manos del portero azul.
Campeón Millonarios. Orgullo mucho, admiración cero.
Si Millonarios no cambiaba de mentalidad se llevaban para Medallo la estrella y casi lo consiguen.
La quijada
Seguramente uno de los aspectos más importantes para tener en cuenta para un buen swing son los parámetros que se necesitan para permitir unos buenos movimientos del cuerpo. Aparte de la tensión excesiva, enemigo natural, el golfista debe ser consiente que su cuerpo adquiere una postura original para ejecutar su swing, la cual, a través de los años y de la práctica se convierte en su sello personal.
Por lo tanto, visto desde un punto de viste ergonómico, lo que debemos procurar es que nuestras partes se acomoden con armonía para facilitar el éxito del propósito.
Todo debe concatenar, la cabeza, los hombros, la cadera, las manos, las piernas y conseguir por fin un movimiento que, repito, garantice la máxima eficacia personal en el golpe final.
Butch Harmon, el otrora coatch de Tiger Woods insistía mucho en el control de una de las partes de la cabeza que, repetía él, debería colaborar para conseguir un mejor ángulo de ataque en el momento de la ejecución:
La barbilla o la quijada.
Pensándolo bien, observando repetidamente los jugadores acomodarse para su tiro de salida en el tee, la cabeza suele estar
demasiado inclinada hacia el pecho restándole ángulo dominante a la vista. La tendencia general es la de acercarse demasiado a la bola, tal vez para asegurar la mirada, quitándole ángulo dominante a los ojos.
Si este es su caso, considérelo. Si debe alejarse uno o dos milímetros de la bola, de pronto hasta mejor le vá.
En la práctica: aleje la quijada del pecho en el momento de la ejecución. Sus ojos controlarán mejor el área a atacar.
Modisto
¿Quién diseña los uniformes de las deportistas colombianas? ¿El entrenador? ¿Entre ellas mismas? ¿Alguno de los directivos convencido de su buen gusto? ¿ los caddies?
Sea cual fuere la respuesta, lo que es seguro es que no se trata de un sastre o diseñador profesional.
Es cierto que los colores de nuestra bandera no se prestan para combinaciones afortunadas, ese amarillo fuerte dominante de nuestra bandera convence a los que diseñan los uniformes y lo ubican de manera que creen honrar el cuerpo de las chicas convirtiéndolas en mástiles o astas de bandera.
No, por Dios. Que alguien conceptualmente prudente, equilibrado, armonioso y de buen gusto ingrese a los niveles de decisión y le dé una manito a los que pagan por esos uniformes que, seguro, en el caso de nuestro deporte, es la Federación de Golf y los patrocinadores respectivos.
¿A quién se le ocurre camisetas amarillas con los logos de Colombia y pantalón de sudadera azul? ¿Eso que es? ¿Con que derecho atentan contra la estética?
Por favor, auxilio Federación, en nombre de las chicas colombianas y de todos los aficionados que cada vez más nos sentimos orgullosos de ellas, les pedimos a sus directivos un minuto de estudio, de ponderación, de amor patrio. Claro que lo mejor es que se destaquen por sus resultados, pero, queremos ver las fotos de ellas acompañadas de implementos bien diseñados, auténticos, hermosos y equilibrados. Con buen gusto.
¿Quién decide sobre esto?
42 hoyos por $2.700
(Con
Prefiero eléctrico
Hace diez años, cuando un golfista socio de un club o de cualquiera de los condominios con campo de golf se decidía por un carro para jugar, lo hacía en mayor medida (dos a uno), por el motor a gasolina; la razón era simple: a este tipo de carros solo hay que ponerles combustible, y a jugar. Una mecánica simple, mantenimiento preventivo una o dos veces al año, y una operatividad garantizada.
Por el contrario, en ese tiempo los carros eléctricos, con baterías de “plomo-ácido” eran poco apreciados porque, según sus usuarios, “los dejaba tirados en la mitad del campo”. Esto se debía (y aun sucede) a que
los seres humanos tenemos la inveterada costumbre de no leer y por tanto, no seguir las instrucciones de los manuales de operación, que dicen que a las baterías de plomo-ácido de los carros eléctricos se les debe poner agua desmineralizada permanentemente, limpiar y apretar los bornes y asegurarse que siempre que estén en su sitio de parqueo, estén conectados a la corriente.
Para fortuna de los golfistas, hace ya unos años existe la versión de CLUB CAR®
eléctrico con batería de iones de litio: una unidad sellada impermeable libre de mantenimiento, con sólo dieciséis celdas
kw/h a precio promedio de $520)
Siguiendo la tendencia mundial, en Colombia se venden hoy mas carros de golf eléctricos que a gasolina.
interconectadas, y todos los cables y bornes cubiertos y encauchados que, acompañada de un motor de corriente alterna y un buen controlador, proveen la energía suficiente para jugar más de dos rondas con una sola carga, carga que solo toma 3,5 horas para reponerse completamente.
El costo de la energía eléctrica para cargar la batería es muy inferior al del combustible: jugar 42 hoyos en un CLUB CAR® eléctrico de iones de litio cuesta alrededor de $2.700,
la mitad que el de gasolina para la misma distancia. El eléctrico con batería de iones de litio es cero emisiones y muy suave en conducción, pues la suspensión fue diseñada especialmente para el peso de la batería, que es 30% menos que el set de plomo-ácido.
Con todas estas cualidades, se espera que la tendencia siga siendo verde, y que prevalezca la intención de dejar un mejor planeta para las generaciones que vienen.
Una base firme
Dese a la tarea de pensar. Sáquele unos minuticos a la idea.
Las estatuas, por ejemplo, hay que ver sobre que están paradas, acuérdese nada más en la de la Libertad en NY. Es casi un monumento, mínimo de 3 pisos, firme, sólido, establecido sobre una plataforma perfecta, casi imposible de remover. Y que tal la Torre Eiffel de Paris? Por ese mismo estilo, 4 patas gigantes simétricas que reciben todo el peso de la torre perfectamente calculada para que nada, absolutamente nada, la mueva ni siquiera milimétricamente.
Igual en el Golf.
Es más, en el golf es mejor aún.
Comparemos: En el caso del cuerpo humano, de la cadera para abajo, es que se construye la base firme para establecer un stand perfecto.
Las dos piernas firmemente apoyadas en la tierra no solamente son una base firme y sólida para que el cuerpo se mueva con facilidad y armonía sino que son tan plásticas que permiten un movimiento sutil que apoya la potencia del impacto final.
No se quedan quietas como en el caso de los monumentos, sino que, incluso permiten, con su elasticidad, contribuir a que el golpe se potencie.
Hay que pensar en las piernas como la base de todo el cuerpo. Sobre ellas se construye todo su swing.