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Prefiero eléctrico

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Modisto

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Hace diez años, cuando un golfista socio de un club o de cualquiera de los condominios con campo de golf se decidía por un carro para jugar, lo hacía en mayor medida (dos a uno), por el motor a gasolina; la razón era simple: a este tipo de carros solo hay que ponerles combustible, y a jugar. Una mecánica simple, mantenimiento preventivo una o dos veces al año, y una operatividad garantizada.

Por el contrario, en ese tiempo los carros eléctricos, con baterías de “plomo-ácido” eran poco apreciados porque, según sus usuarios, “los dejaba tirados en la mitad del campo”. Esto se debía (y aun sucede) a que los seres humanos tenemos la inveterada costumbre de no leer y por tanto, no seguir las instrucciones de los manuales de operación, que dicen que a las baterías de plomo-ácido de los carros eléctricos se les debe poner agua desmineralizada permanentemente, limpiar y apretar los bornes y asegurarse que siempre que estén en su sitio de parqueo, estén conectados a la corriente.

Para fortuna de los golfistas, hace ya unos años existe la versión de CLUB CAR® eléctrico con batería de iones de litio: una unidad sellada impermeable libre de mantenimiento, con sólo dieciséis celdas interconectadas, y todos los cables y bornes cubiertos y encauchados que, acompañada de un motor de corriente alterna y un buen controlador, proveen la energía suficiente para jugar más de dos rondas con una sola carga, carga que solo toma 3,5 horas para reponerse completamente.

El costo de la energía eléctrica para cargar la batería es muy inferior al del combustible: jugar 42 hoyos en un CLUB CAR® eléctrico de iones de litio cuesta alrededor de $2.700, la mitad que el de gasolina para la misma distancia. El eléctrico con batería de iones de litio es cero emisiones y muy suave en conducción, pues la suspensión fue diseñada especialmente para el peso de la batería, que es 30% menos que el set de plomo-ácido.

Con todas estas cualidades, se espera que la tendencia siga siendo verde, y que prevalezca la intención de dejar un mejor planeta para las generaciones que vienen.

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