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LAS VENTAS Festejo 4 julio
LAS VENTAS
Emilio de Justo da un golpe en la mesa© Alejandro Sánchez
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ALEJANDRO SÁNCHEZ
Segundo y último festejo extraordinario llevado a cabo en Las Ventas en el mes de julio. El domingo día 4, a las 19:00 horas, se llevó a cabo la ‘Corrida de la Cultura’ en un mano a mano entre Antonio Ferrera y Emilio de Justo frente a toros de Victoriano del Río. Con un ambiente muy caluroso y un lleno de ‘no hay billetes’ en el aforo permitido de unos 6.500 espectadores, la tarde se la llevó el diestro cacereño en este enfrentamiento. El comienzo del festejo fue bastante inusual. Las líneas que delimitaban el tercio de varas se esfumaron cuando se regó la plaza, algo que mucha gente protestó y obligó a Ferrera, como director de lidia, el solicitar que se parase el inicio para volver a pintar las rayas. Con el primero, de Toros de Cortés, Ferrera sorprende al sacar a los medios para que ‘Soleares’ fuera al encuentro con el caballo al segundo intento. Fue el único en el que se empleó el animal, ya que en la contraquerencia apenas quiso saber nada. Tuvo opciones, quizás el más potable del lote, pero un espadazo que hizo guardia empañó en demasía la faena. Emilio de Justo salió a por todas. Con el segundo, de nombre ‘Esmerado’, cortó una oreja, gracias a una buena estocada, tras una buena tanda de naturales con pies juntos. El culmen llegó con la lidia del que hacía cuarto, de nombre ‘Duende’, premiado con la vuelta al ruedo. Un toro muy completo de Victoriano del Río en todos los tercios de la lidia, bien por ambos pitones, que el diestro cacereño entendió a la perfección y que hizo rugir a la monumental. Repetidor, con recorrido y humillación, mejor por el pitón izquierdo, se entregó en cuerpo y alma a las embestidas de ‘Duende’. Una estocada en lo alto precedió a los pañuelos, y a las dos orejas.
Triunfo rotundo del cacereño. En la imagen, con el mejor de la tarde, el cuarto.
Parecía que aquí acabaría la tarde para Emilio, pero no. Ya con el triunfo en su regazo, el sexto con el que cerró plaza, de nombre ‘Bisonte’, demostró que no se conformaba con las tres orejas, y nos dejó una emotiva faena ante un toro que parecía que no tendría nada. Embestidas con clase, de nuevo levantando a los tendidos de Madrid, y aguantando las miradas del toro. La espada falló en esta ocasión, pero recibió una grata ovación en un toro que de haber acertado, posiblemente también hubiera cortado las dos orejas. No fue la tarde de Antonio Ferrera. La inspiración, el arte y la improvisación brotaron del balear, pero no acompañaron. En el tercero, masacrado en el caballo, intentó sacar de donde no podía del toro, alargando la faena demasiado, además de atascarse con la espada. Parecido fue con el quinto, en el que destacó en la cuadrilla Antonio Chacón. Y con Emilio de Justo saliendo a hombros por la calle Alcalá se cerró la plaza de toros de Las Ventas. Fue interesante volver a ver, más de dos años después prácticamente, salir a un torero a hombros de la plaza de toros más importante del mundo, la única de temporada que queda (o quedaba) en España, y que, a día de hoy, mientras se escriben estas líneas, sigue sin saber cuándo volverá a abrir sus puertas.•
Vista cenital de la salida a hombros desde otra perspectiva.
Éxtasis en los tendidos con la lidia del sexto toro por Emilio de Justo. La gente en pie.
Con la mano izquierda, dejándose Emilio de Justo. Ferrera no tuvo su tarde. Aquí con el que hizo de tercero.
04 de julio de 2021. Toros de Victoriano del Río. El cuarto, de nombre, Duende, premiado con la vuelta al ruedo.
Antonio Ferrera. Palmas, palmas y silencio. Emilio de Justo. Oreja, dos orejas y ovación.
LA CONTRACRÓNICA
Nos puso a todos de acuerdo. O al menos a la mayoría de los que tuvimos que aguantar el sofocante calor que azotaba Las Ventas este domingo 4 de julio. Porque si el cartel rezaba extraordinaria, en el albero también se vio algo similar. Extraordinario. La corrida de Victoriano del Río, propicia, astifina, y bien presentada, es la invitada al mano a mano extremeño entre Antonio Ferrera y Emilio de Justo. La tarde comenzó a las 19:00 horas cuando marcaba el reloj de la plaza. Y ya hubo lío desde el principio. Las líneas que delimitaban las rayas de picar se borraron, dice fruto del viento y el regar la plaza. Pensábamos que iban a pintarlas una vez se finalizara el paseíllo, pero no. Comenzaron las protestas, mientras que Ferrera, en director de lidia, tranquilizaba al personal, pidiendo que acudieran a pintarlas. Poco o nada le importaron las rayas cuando sacó al caballo de picar a los medios para picar a un manso en varas que hizo de primero. Acudió raudo al encuentro en los medios y empujó. Volvió a probarlo en el lugar donde se tiene que realizar la suerte, en la contraquerencia. De nuevo, manseó. La parafernalia de Ferrera daba comienzo, tuvo variedad como en aquella encerrona, pero las cosas no salieron. No acompañó la espada en toda la tarde. ¡Qué cruz! Precisamente donde falló estrepitosamente. En Madrid no gustó el hecho de matar de la manera en que lo hace. Se fue crítico con esa manera. Feos fueron los espadazos. Todo lo contrario al oponente, Emilio de Justo, que dio tres estocadas a la primera, cada una a su manera. Por ejemplo, la del sexto quedó delantera. Pero hasta la bola. Y si algo tuvo la tarde, la del cacereño, fue que nos puso a todos de acuerdo. Le salga el toro que le salga. Fueron los tres muy diferentes, y los tres tuvieron matices. A los tres los entendió a la perfección. Ya no hay excusas para no verlo en casi todas las ferias. Se lo ha ganado a pulso. Segunda salida a hombros. La primera en 2018 fueron dos estocadas a sus dos toros los que le dieron el triunfo hace casi tres otoños. Hoy, toreando con gusto, y del gusto de MADRID. Así se hace afición y dan ganas de volver a los toros.
Vuelve el silencio
Lo que nos temíamos los aficionados al llegar el 5 de julio, era precisamente esto. ¿Y ahora qué? De momento, no hay anunciado nada para el domingo que viene en una plaza que ya permite hasta 11.000 personas de aforo, lejos de los 6.500 que se han permitido en estos dos festejos extraordinarios. El toro debe seguir, porque MADRID ES PLAZA DE TEMPORADA. Por el bien del mundo del toro, de los jóvenes aspirantes a serlo, y en especial, de los ganaderos, Las Ventas debe seguir dando toros.•