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COLMENAR VIEJO Feria de los Remedios

COLMENAR VIEJO

Nstra. Sra. de los Remedios

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DANIEL DE LA MORENA

© Andanada del 12

Cinco festejos de abono entre el 28 de agosto y 1 de septiembre fue la oferta que Circuitos Taurinos dio en la plaza de toros La Corredera para festejar la feria taurina de este año.

Olivas lo intenta, Polope no culmina y Fonseca vuelve a arrasar

Abrieron la feria de los Remedios 2021 seis novillos de Ángel Luis Peña, de justa presencia pero preciosa estampa. En conjunto de juego suficiente para el triunfo de los novilleros, pero sin sobresalir ninguno por su condición. J.A. Olivas mostró que venía dispuesto a volver al lugar donde estaba antes de la pandemia y se fue en primero y cuarto a la puerta de chiqueros. En este último, llevándose un pequeño susto debido a la despaciosidad con que ejecutó ambas suertes. Con el primero consiguió enganchar al público en la segunda tanda de muleta, pero a medida que avanzó la lidia fue acumulando enganchones que evitaron que la faena cogiese fondo ante un noble novillo. Remató por bernardinas y tras meter la espada a la primera cortó una oreja. Con el cuarto, la cosa fue a menos. Ya de salida el trasteo con el capote fue brusco tras el susto en chiqueros. En la muleta el novillo de escasa condición y movilidad no permitió nada y Jesús Ángel trató de alargar en exceso una faena que no tuvo fondo alguno. El público recriminó la duración y tras una entera escuchó el silencio. Polope recibió a la verónica a su primero y tras un puyazo de verdad realizó un variado quite. Con la muleta anduvo quieto desde el comienzo. Impresionó pero la gente no valoró. Abusó de quedarse al hilo en todo momento y eso, a pesar de que el público más general no entiende, no llega igual que quien queda en el sitio. Faena larga y sin conexión alguna que culminó con un bajonazo que terminó por enfadar al tendido. Con el quinto, el más serio de la tarde que se ovacionó de salida, anduvo correcto con el capote. Lo llevó al caballo sin colocarlo en suerte y protagonizó un penoso tercio de varas. La faena comenzó de rodillas, exigencia que no le vino bien al novillo. Y por no alargarnos más de lo necesario... un calco a su primero. Disposición, quietud y falta

Fotos: © Circuitos Taurinos

Diego Urdiales destacó con ‘Finito’.

Morante de la Puebla cortó una oreja en el festejo del martes. Justo encima, Isaac Fonseca fue el triunfador de la novillada que abría la feria. A la izquierda, Francisco José Espada toreando al de Domingo Hernández el domingo.

de transmisión. Aviso y ovación. Fonseca, por su parte, volvió a mandar. Me decía mi abuelo a la mañana siguiente durante el vermut que “el mexicanito ese quiere ser torero”. Sorprendió que no respondiera a las puertagayolas de su compañero, e incluso que anduvo algo menos enrazado que en otras ocasiones, pero cuando hubo que cortar las orejas, allí anduvo. Recibió a su primero de rodillas y a la verónica. Pasó el tramite de llevarlo al caballo para picarlo mal, se echó el capote a la espalda para realizar un quite de mucho valor y se desmonteró la cuadrilla en banderillas. Brindó su faena a Miguel de Pablo y volvió a transmitir desde su primera tanda pasándose el novillo por detrás. De más a menos fue el novillo al que Fonseca toreó con quietud y buena colocación. Grandes pases dejó por el izquierdo antes de que se terminase por rajar y saludó una ovación. Con el que cerró plaza la historia no cambió. Novillo de escasa transmisión y falto de fuerzas desde que salió al ruedo, se le picó de mala manera y banderilleó sobresalientemente, volviendo a desmonterarse la cuadrilla. Brindó Fonseca a Colmenar. Mucho poder y poco novillo. Obedeció pero no transmitió, pues cada vez que se le exigía, se venía abajo. Faena a media altura que remató por ajustadas bernardinas para llegar al público, que tras alargar la faena, escuchar un aviso y pasaportarlo de un estoconazo, le otorgó las dos orejas y la puerta grande al mexicano. Por comparar, aunque sea odioso, Polope dejó mucha mejor forma que Olivas, pero sin llegar al público. Frialdad y falta de conexión que no tuvo Fonseca y aprovechó para llevarse la tarde.

La casta de Cortés, un nuevo De Pablo y la valía de Espada

¡Qué grata sorpresa! Quizá fuese este el cartel que menos expectación había creado entre los colmenareños y que buena tarde de toros nos brindaron toros y toreros. Una corrida acorde a lo que exige Colmenar presentaron Circuitos Tauinos y Garcigrande. En general acusaron falta de fondo, pero la casta que desarrolla esta ganadería terminó por hacer embestir a gran parte de los toros. Destacaron tercero (premiado con la vuelta al ruedo) y sexto. Javier Cortés hacía el paseíllo con la cornada que le había propinado el de Ana Romero en Linares dos días atrás, todavía haciéndose notar, como es lógico, y Colmenar lo sacó a saludar al finalizar el paseíllo. A pesar de ello, demostró que no había ido allí a verlas venir y se estiró a la verónica desde el primer momento a pesar de los numerosos toques al capote que sufrió. Una lidia sin nada a destacar y un toro de mejor condición pero menos recorrido por el izquierdo no fueron suficiente para cosechar triunfo alguno con este primero. Anduvo correcto pero sin conectar con el tendido y una media, un pinchazo y una entera escuchó la ovación del respetable. Con su segundo, al que se le dio una lidia mediocre, anduvo aseado desde el comienzo pero a mitad de faena le propinó una fuerte voltereta y la historia cambió. Cortés volvió a vestirse ese arrojo y oro que acostumbra y se estiró al natural para que la faena cogiese fondo. Raza, entrega y dos orejas para abrir la puerta grande de La Corredera. Miguel de Pablo, que volvía a casa, cuajó de una forma sorprendente a su primero con el capote. Gusto, despaciosidad y buen hacer a la verónica que demostraron que la madurez de este torero sigue cogiendo forma a pesar de las escasas oportunidades que se le brindan. Ya en la muleta y tras brindar a Cortés, Miguel se vio las caras frente a un inválido. Faena de mucho cuidado y media altura para, de un bajonazo, pasaportar al toro y cortarle una oreja. Con su segundo, al que la cuadrilla hizo las cosas de forma desastrosa, no consiguió llegar al tendido el colmenareño. Disposición sin fondo

Javier Cortés resultó herido en Linares (Jaén) el viernes, toreó en Alcalá de Henares el sábado y en Colmenar Viejo el domingo.

ante un toro que pedía entrega a cambio de poco. De una tarsera lo pasaportó y escuchó la ovación de su plaza. Con F.J. Espada vais a permitidme que no me estire. Prometo que no es necesario. Como dije al comienzo, este joven vale. Y sí, esta claro que cuando dos de Garcigrande-Domingo Hernández embisten, es difícil “no valer”, pero no es menos complicado estar a la altura de un toro de vuelta al ruedo (a pesar de que fuese algo justa). De principio a fin tuvo a la plaza de su lado, toda la tarde, a pesar de que con el primero le fue complicado ligar el cuarto muletazo. Fue un gran toro pero su condición no aceptaba tandas largas. Tres con la mano derecha, y una de categoría al natural. Descabelló a la segunda tras una media y esperó al sexto. Otra oreja le cortó al sexto, un toro de condición pero menos enclasado que el tercero con el que volvió a demostrar su valía a pesar de no llegar tanto al tendido. Oreja, puerta grande y buenas sensaciones para seguir pidiendo sitio. Enhorabuena. P.D. No se entienda esta como una faena rotunda, ni a este como un torero que asiente catedra, sino entiéndase la gran sorpresa y el buen sabor de boca que nos llevamos los asistentes.

Francisco de Manuel se abre paso entre la decepción ganadera

Cuando el toro no sale por toriles, la importancia de la tarde se reduce a cero. Sacrificó Carlos Zúñiga al “toro de Colmenar” la tarde del 30 de Agosto en favor de las figuras. Eran Morante y Roca Rey los encargados de llenar la plaza y fueron los encargados de elegir el ganado. Decepcionaron en ambos ámbitos, pues ni se colgó el “no hay billetes” con una aforo reducido al 50%, ni salió al ruedo un toro acorde a la categoría de Colmenar Viejo como si hiciesen el domingo y el martes. Tampoco llevaron dentro nada los de Vejer y la tarde de expectación habría vuelto a convertirse en una tarde de decepción, de no ser por el papel que vino a jugar Francisco de Manuel, que aprovechó un cartel de lujo para demostrar lo mucho que tiene por decir en su primera tarde como matador de toros. Si bien le preguntábamos en la previa de la corrida por aquella visión más depurada que le habíamos visto en Cerceda, lo de Colmenar fue pura reivindicación. Empezó la faena del primero de rodillas y la quiso terminar de igual forma, como quien no quiere dejar nada en el tintero. Y es que fue este el reflejo de su tarde. Mandó con el capote, entendió a sus toros con la muleta y no se dejó ganar la partida por sus compañeros de terna en ningún momento. Morante por su parte tuvo tarde de “hoy no toca” y apenas escuchó un olé de una verónica suelta que pudo sacar a uno de sus oponentes. Con la muleta, el segundo bis le miró feo nada más comenzar la faena y no quiso encontrarle sitio en toda la lidia. Ya con el segundo si trató de justificarse algo más, versión nueva del de la Puebla que tanto hemos demandado pero que no hace más que convertirle en uno más de esos que alargan faenas sin decir absolutamente nada, a cambio de un par de ellos de bello trazo. Andrés Roca Rey, por su parte, sigue acoplándose a aquello que muchos entienden como la vida de una figura del toreo. Eligió ganado, estuvo cerca de llenar la plaza, toreó de aquella forma, y volvió a triunfar. ¿Cuál es aquella forma? Una muy distinta a la que le llevó donde está. Porque más allá de algún pase cambiado por la espalda con el capote y

Estocada hasta la bola de Diego Urdiales. Con la muleta Francisco de Manuel en el toro de su alternativa.

28 de agosto de 2021. Novillos de Ángel Luis Peña.

Jesús Ángel Olivas. Oreja y silencio. Miguel Polope. Palmas y ovación. Isaac Fonseca. Ovación y dos orejas.

29 de agosto de 2021. Toros de Domingo Hernández.

Javier Cortés. Ovación y dos orejas. Miguel de Pablo. Oreja y ovación. Francisco José Espada. Oreja y oreja.

30 de agosto de 2021. Toros de Núñez del Cuvillo.

Morante de la Puebla. Silencio y oreja. Roca Rey. Ovación y dos orejas. Francisco de Manuel, que tomaba la alternativa. Ovación y dos orejas.

31 de agosto de 2021. Toros de Zacarías Moreno.

Diego Urdiales. Dos orejas y oreja. Miguel Ángel Perera. Ovación y oreja. Daniel Luque. Ovación y ovación.

algún arrimón con la muleta, ni sitio, ni entrega, ni incluso ganas de torear, parecían acompañar al peruano. Y claro que veremos videos en redes sociales de su actuación, pues volvió a pasárselo por detrás; pero seguiremos sin verle en televisión, porque el día en que el aficionado entienda que Andrés no es el de antes, veremos que capacidad tiene para mantenerse. Porque torear... Pañuelo fácil y triunfos de Francisco de Manuel y Roca Rey para cerrar, como decíamos, una tarde de decepción. A destacar la cerrada y estremecedora ovación que Colmenar Viejo dedicó a Juan Carlos Rey tras su actuación con los palos, así como el buen hacer, una vez más, de Iván García.

¡URDIALES Y BASTA!

El martes, tras la tormenta, llegó el delirio. Volvió la televisión y volvió el toro a Colmenar. Preciosa, a la par que seria y cuajada corrida de Zacarias Moreno en la que destacaron calidad y falta de fuerza en líneas generales. Sobresalió “Finito”, que enclasado y con ritmo aunque falto de raza, tuvo la suerte de caer en manos de Diego Urdiales y fue premiado con la vuelta al ruedo. También lo hizo “Travieso”, que más encastado puso las cosas complicadas a un Daniel Luque que no terminó de cuajarlo. Y digo suerte porque Diego Urdiales está de dulce. Tras hacernos perder el norte toreando a la verónica, practicó aquello que pone a todos de acuerdo. Bajó la mano sin contorsionismos, sin exigir en demasía a su oponente, con las manoletinas clavadas en arena y la naturalidad por bandera, sinónimo de pureza, valor y verdad. Tan poco y a la vez todo. Al alcance de no muchos, valió al de Arnedo para cortar tres apéndices. Que se dice pronto, al igual que se escribe en pocas líneas, pero que tanto supone. Con Perera podríamos extendernos un poco más. Así lo hizo el. Alargó faena, alardeo de poder, aunque no de verdad, justificó para el público, una vez más, su inclusión en un cartel en que el aficionado se hubiese relamido por ver a De Justo o Paco Ureña, y cortó una oreja que de poco sirve. Porque no hace falta que sirva. Volveremos a verle, seguro. Lo de Daniel Luque nos dolió más. Porque a Luque apetece verle y Luque, en Colmenar, no estuvo. Cuando el tercero entró al ruedo de Colmenar en mi mente apareció la imagen de José Ignacio Ramos apretando a Juan Bautista hace unos años: no podía venir Talavante a mandar a casa ajena. Y Bautista puso Colmenar boca abajo, o patas arriba, como gustéis. Ante el tercero, un inválido de manual, no hubo faena posible. No aguantaba dos seguidos sin doblar las manos y el público terminó por reclamarle cualquier intento de faena. No había fondo alguno ante pobre animal. El sexto, sin embargo pidió papeles. Y Daniel los sacó, pero solo uno, por cada tres enganchones. Los mejores naturales de la feria quedaron emborronados por tantas y tantas veces que el bravo tocaba las telas y lo que pudo suponer un grandísimo triunfo terminó por convertirse en una triste ovación. El mal sabor, a pesar de la gran tarde de toros que habíamos disfrutado, nos inundó a sabiendas de lo que podría haber sido. Gracias a Movistar por lo que le toca.

El martes 1 de septiembre se dio la 5ª de abono, una novillada sin picadores que resultó más que interesante y que al final se pudo dar ante las adversidades del clima, teniendo que iniciar el festejo 45 minutos más tarde de lo programado hasta que dejara de llover y que el ruedo estuviera en condiciones. Fue así que los toreros, empresa y autoridades, echaron para adelante para qué David López y “Jarocho” dejaron muy buenas sensaciones desorejando a sus bravos y buenos oponentes de la ganadería de El Retamar paseando tres orejas respectivamente y a la postre salir a hombros. También toco pelo Alejandro Chicharro.•

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