3 minute read
LA OPINIÓN
REDACCIÓN
El cuarto editorial de este año 2022 viene cargado de muchas cosas. Para bien o para mal, también. No todo son risas. Para empezar, como cada último domingo del mes de marzo, Las Ventas volvió a abrir sus puertas. Grandísima noticia, ya que el toreo en general necesita una plaza de temporada. Ya por el simple hecho de conseguir ser el centro de atención y así catapultar las aspiraciones de todos los toreros que pasan por su albero. Ahora bien. Incluso los propios tendidos de las plazas de toros son fieles reflejos de la sociedad. Y, lamentablemente, el sinónimo es bastante complicado de cara al futuro. Me explico. Se bajo de las 6.000 personas en la plaza. Fuera de feria es una cifra muy común, los llenos y buenas entradas es muy complicado. Pero la falta de aficionados como tal es sangrante. ¿Antitaurinos, falta de afición? Quien sabe… Lo cierto es que ver cómo los aficionados de un bando, en este caso un novillero (que, ojo, no hay que restar ni un ápice de lo que hizo en el ruedo) catapultó por la Puerta Grande a su torero, siendo cómplice un palco a la deriva de la primera plaza del mundo. Preocupa este síntoma, ya que el triunfalismo quiere instaurarse en la única plaza que debe caracterizarse por su exigencia. Para algo es la primera plaza del mundo. De cara a lo que se nos viene encima, ya ha comenzado la Copa Chenel y el Circuito de Madrid. Si bien es cierto de que tendrá más repercusión a comienzo de temporada, está claro que la organización ha apostado por que a mediados de julio ya estén los dos finalizados, de cara a que en septiembre, que hipotéticamente ya todo será normalidad, los principales novilleros que han triunfado (por ser septiembre el mes de las novilladas) estarán en las mismas tras haber llegado hasta el final. Si alguno estará en septiembre, a buen seguro, será Víctor Hernández, el novillero que ha salido a hombros de Las Ventas el pasado 27 de marzo. Sentó cátedra en la primera plaza del mundo, aunque se espoleó de aquella manera. No quiero olvidar el compromiso que Emilio de Justo ha preparado para su cita con la historia el próximo 10 de abril en Las Ventas. Seis toros de diferentes ganaderías para una encerrona. Tras salir a hombros en las dos últimas citas que ha tenido en la capital, el diestro cacereño pegará un puñetazo en el tablero de los mandamases, para decir, tras mucho esfuerzo, “aquí estoy yo”. Ya sabemos que está, desde hace tiempo, pero parece que aún hay que hacer este tipo de gestos para colarse en todas las ferias. Esperamos en el número de mayo contarlo como se merece. En abril, mes de San Marcos, el final de mes será el regreso de los festejos populares. En San Martín de la Vega tenemos una cita, en la que el sábado 23 se lidiarán dos toros por sus calles. De la mano de la Asociación Toro de San Marcos conoceremos un poco más lo que nos espera esos días. Junto a ello, la mirada la tendremos puesta en la provincia de Jaén, donde Arroyo del Ojanco y Beas de Segura celebrarán sus fiestas de San Marcos y tendrán al mundo taurino popular pendiente de ellos. Seguro que, tras dos años, todo saldrá a pedir de boca. No quiero terminar esta editorial sin pensar en todo lo que nos va a tocar vivir personalmente a esta redacción. Tenemos claro de que todo esfuerzo no será en vano, y que podremos seguir contando contigo para que seas un fiel lector. En eso estamos. Mientras tanto, nos vemos el mes que viene por estas líneas.•
Advertisement