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LA FIRMA
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PABLO PASCUAL
Meses antes de que llegué Junio en Coria, empiezan los rumores y confirmaciones de los toros que pisaran la arena de la Plaza de España y recorrerán las calles del recinto amurallado de nuestra ciudad entre el 23 y el 28 de Junio. En dicho periodo de tiempo, es muy habitual escuchar en los corrillos taurinos frases como “ese no es toro para Coria” o viceversa, entre muchas otras opiniones, al ver alguna imagen del animal en cuestión o incluso sabiendo solamente el hierro que lleva marcado dicho astado. Por ello, traigo aquí esta pregunta: ¿Cuál sería la definición de “toro de Coria”? Estamos ante una pregunta complicada, y, sobretodo, muy subjetiva, que se puede ver desde distintos puntos de vista y que seguramente nadie llegue a estar nunca de acuerdo del todo, ya que, en mi opinión, el toro de Coria tiene que gustar a la gente y entretenerla, sin más, de ahí que hablemos de la subjetividad de la respuesta. Aunque hay algo que si podemos estar de acuerdo todos, y es que lo que queremos del comportamiento del que, es para nosotros, el rey de la fiesta, tiene que ser que produzca emoción y sensación de peligro durante su lidia. Recordando la historia más reciente de estas entrañables fiestas, se nos pueden venir a la mente muchos toros por su buen juego desplegado mientras son lidiados, los llamados “toros del miedo”, marcados con el hierro de Pérez Escudero, que, como su apodo indica, tantas tardes y
El toro de Coria
noches de peligro y emoción han hecho vivir a los ciudadanos caurienses y a los numerosos forasteros que visitaban la ciudad de Coria en sus fiestas, con historias que nunca se olvidan como las de “Astronauta”, “Argentino” o “Zagal”. Tampoco podemos pasar por alto esos eternos encierros de los “patasblancas” de la ganadería Sánchez Cobaleda, al igual que el buen juego exhibido en las calles por los toros de Mari Carmen Valiente, a destacar “Palomero”, en 2007, y Jara del Retamar, entre otras muchas ganaderías que hemos podido ver en los San Juanes. A modo más particular, podemos destacar muy buenos toros que han pisado Coria recientemente, además de los que han lidiado las ganaderías mencionadas anteriormente. Podemos destacar, entre muchos otros, a “Madridista” de Elia Hernández, lidiado en 2005, “Espabilao” de Cebada Gago, en 2006, en 2007 destacó “Madrilecho”, de Manuel Villaú, también tenemos a “Ladrillero”, toro de Miura en 2009, o a “Pompito”, marcado con el hierro de Valdefresno, en 2017… se podrían mencionar muchos más. Han sido muchos los astados que han hecho disfrutar a la gente, y de distintas formas, algo también a destacar, la variedad, porque como decimos, hablamos de que el buen “toro de Coria” es el que gusta a la gente, y no todo el mundo tiene el mismo gusto, pero todos coincidimos en lo mismo, queremos peligro y emoción.
¡Viva el toro de Coria, y viva San Juan!•