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SALUD

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CONOCEMOS A

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ANDREA ROMANO

Prof. de Educ. Física - IPEF Entrenadora personal - UNC Diplomada en Gestión General - BLAS PASCAL Coach Ontológico Profesional Certificada Internacionalmente Coach Ejecutiva y Deportiva - UNISPORT contactos@zairamonth.com.ar

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EL COSTADO PSICOLÓGICO Y EMOCIONAL DE LAS LESIONES EN EL DEPORTE

La medicina moderna le está dando cada vez “más valor al estado anímico en los procesos de recuperación de lesiones deportivas”. El espíritu positivo termina siendo, en la mayoría de los casos, decisivo, por lo que descuidar “la cabeza” en estos trances puede ser determinante para achicar o alargar los tiempos de convalecencia o rehabilitación; y, del mismo modo, estar en tu “eje” personal es vital también para prevenir las lesiones.

¿Pero….por qué nos lesionamos? Una de las razones más frecuentes, aunque parezca mentira, es por NO tener conciencia del estado de mi cuerpo. El deportista suele trabajar en “modo autómata”, respondiendo a instrucciones desde chico, sin preguntarse “el por qué y para qué hace lo que hace” sin poner el foco en “aprender aprender” (y en algunos casos a des-aprender o re-aprender) y, mucho menos, “auto conocerse”.Cuando se siente bien entrena!!, y cuando no se siente tan bien o tiene algunas molestias… también entrena… por aquella creencia de que “siempre hay que dar el 101 por ciento”.

Del mismo modo, “un estado anímico de estrés/ angustia” que provoque tensión en la zona cervical, por citar un ejemplo tan burdo como común, a la corta o a la larga traerá consecuencias sobre aquellas partes del cuerpo que, por una cuestión postural, estén haciendo un sobre esfuerzo, generando un desgaste o tensión extra que podría llevar a la lesión.

Otra de las causas recurrentes en las lesiones, especialmente las musculares, es el “ocultamiento de síntomas” de parte del jugador, que, por temor a ser excluido prematuramente, suele retacearle información al cuerpo médico respecto a su estado real, exponiéndose a entrenar normalmente en condiciones no ideales (por ejemplo con alguna molestia, dolores, mal descansado o mal alimentado). Es así que, a la hora de planificar el trabajo, es importante apuntarse algunos tips o estrategias que pueden contribuir a la prevención, tales como: •MEJORAR LA FORMACIÓN ESPECÍFICA

DEL DEPORTISTA: informando sobre “la importancia que tienen la preparación física, los hábitos de vida saludables y el conocimiento de los factores de riesgo” en la prevención de las lesiones deportivas. •TRABAJAR SOBRE EL AUTO CONO-

CIMIENTO: suele ser determinante en este punto. Conocerse para saber reconocer hasta donde exigirse, cuáles son tus niveles y umbrales de dolor soportables, etc. Aprender sobre el cuerpo da seguridad al deportista. •ENTRENAR LOS RECURSOS MENTALES

DEL ATLETA: proporcionando estrategias psicológicas que permitan reducir la probabilidad de lesionarse (relajación, visualización, control de la atención, reestructuración cognitiva, etc.). •PLANIFICAR EL ENTRENAMIENTO Y LA COMPETICIÓN CON OBJETIVOS

REALISTAS: personalizando el entrenamiento según el nivel de destreza del deportista y los objetivos individuales establecidos, •MEJORAR LOS RECURSOS TÉCNICOS

DEL DEPORTISTA: escogiendo adecuadamente los ejercicios destinados a la mejora de la ejecución. Cuanto más preparado física y mentalmente esté el atleta para realizar un determinado movimiento, ejercicio, gesto técnico o jugada ensayada, menos probabilidades tendrá de sufrir una lesión.

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