Revista Zetta - Edición impresa 150

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Cartagena de Indias D.T y C ENERO - 2015

Año XIV - Nº 150 Circulación gratuita PROHIBIDA SU VENTA

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ÍNDICE

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ESPECIAL Así nació Zetta

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Asaad Oliveros trabajador incansable

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“No estoy celosa”

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Cheo Romero La Salsa es la que manda

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CENTRALES

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Obras por todas partes

CIUDAD

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El Juglar del Río y las andaduras por Cartagena de Indias

ESPECIAL Leyendo la mente 20 CRITERIO 3, CIUDAD 16.

CRITERIO

Sabio, salvador y santo Por John Zamora Director : Revista Zetta

Nota: Artículo publicado el 10 de julio de 2000 en nuestra edición Nº 20 y que tiene hoy plena actualidad.

Aunque nadie lo crea, las elecciones no son, definitivamente, la oportunidad para escoger a un sabio, salvador y santo.

Es un efecto curioso de esta época. Se tiene la sensación que un candidato es una especie de enciclopedia ambulan­ te, atesorador del conocimiento supre­ mo respecto del cargo al que aspira. Se le pregunta por lo divino y lo humano, y para todo tiene respuesta. Es el pro­ totipo del sabio del nuevo milenio. Por ello, debe hablar con propiedad de fi­ nanzas, salud y educación, cultura, par­ ticipación, genoma humano, barrios y calles, medio ambiente, obras públicas, anticorrupción, proceso de paz, entre muchísimos otros variados temas. Su compendio de sabiduría no se puede limitar al campo teórico, sino extender al práctico: jugar béisbol, ser estratega de dominó, montar bicicleta, asistir al boxeo, tocar la tambora o la guachara­ ca, cantar vallenatos, bailar apretao, pa­ tear penaltis, rezar con ojos cerrados y brazos en alto, declamar poesías, en fin. Como si esto fuera poco, un candi­ dato de tanta sabiduría necesariamen­ te tiene que ser un salvador. El Mesías esperado. Con su mandato se acabarán los trancones en el tráfico, los maestros tendrán sueldo puntual, el público será atendido, los servicios públicos me­ jorarán, la industria no contaminará, Director JOHN ZAMORA Impresión VISTAPRINT E.U. Edición Fotográfica PEDRAZA PRODUCCIONES Diseño y Diagramación CARLOS JULIÁN ROZO GÓMEZ

los contribuyentes pagarán, las obras se verán, los gremios aportarán, los politi­ castros dejarán trabajar, la dirigencia no chantajeará, las veedurías verán, el pre­ supuesto alcanzará y, en general, vendrá la dicha esperada. Siendo sabio y salvador, nada se opondrá a que sea un santo. Primará el interés general sobre el particular, la contratación será cristalina, la me­ ritocracia se impondrá, las campanas de las iglesias repicarán, el nepotismo se extraditará, los peajes a las cuentas se acabarán, los corruptos saldrán, los honestos llegarán y todos comiendo perdices felices estarán. Pero, oh sorpresa. Cáspita. Zambom­ ba. Recórcholis. Reflauta. Ñércoleee. La experiencia me dice que el hombre que vive sueña lo que es hasta despertar. No hay tal sabio, ni salvador ni santo. Quien lo busque así, ni mandado a hacer lo en­ contrará. Y candidato que pretenda hacer creer eso, será más estúpido de lo que cree a los demás. Y vaya que hay candidatos que se creen sabios, salvadores y santos, es decir, que son unos perfectos estúpidos. El asunto conduce a buscar, mejor, a un ser humano. Sencillo y lleno de im­ perfecciones. Que no sea sabio sino un perseguidor de sapiencia. Que no sea un salvador sino un trabajador a con­ ciencia. Que no sea un santo sino un alejado del diablo. Encontrarlo así, humilde y aterriza­ do, tal vez será más difícil. Lo mejor, eso sí, es educar al elector en el camino de la sabiduría, para que aprenda a discernir entre las distintas opciones. Fomentar la cultura del voto a conciencia para salvar a la democracia. Y organizar un sistema electoral “santo” que anule las acciones de la corrupción. Amén.


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ESPECIAL

Cuando la madrugada había llegado, con la primera edición de Revista Zetta en la mano, recién salida de la máquina: Juan Carlos Díaz, John Zamora, Aquiles Bolaño, Assad Oliveros y un asistente.

Así nació Zetta Evocación del cofundador de este medio sobre la manera cómo su idea se unió a la que también venía maquinando John Zamora.

Por Juan Carlos Díaz Martínez Especial para Revista Zetta

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omenzando un nuevo siglo en una ciudad que estaba en su consuetudinario despelote político y ya con los incipientes conocimientos del mundo litográfico, me sentía ya con las condiciones y capacidades para cumplir el sueño que varios periodistas de la ciudad teníamos de hacer una revista

que contara y comentara todos esos acontecimientos que siempre han hecho de La Heroica, una ciudad especialmente nutriente para los comunicadores. El sueño era tener un medio de comunicación propio, ir más allá de la simple noticia, buscar el lado sustancioso del hecho, adobarlo con pinceladas de buena escritura, enriquecerlo con una pizca de humor Caribe y sacar un producto inédito para un público inteli­ gente y que estaba reclamando a gritos un medio diferente.

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ESPECIAL

Con todas las páginas impresas, dos operarios se aprestan a compaginarlas y doblarlas.

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La plancha en el rodillo de la impresora, Zetta en proceso de impresión.

Fueron 40 semanas ininterrumpidas en las que acompañé el proceso, no sin sufrir los desasosiegos habituales para buscar la financiación semanal. A principios del mes de enero del año 2000, en los bajos del Palacio de la Adua­ na, me encontré con un colega que tenía la experiencia necesaria, la buena escritura y el mismo ideal de contar algo distinto a lo que se estaba contando en la ciudad: John Zamora, recién salido de la jefatura de prensa de la Alcaldía, y quien también tenía en sus proyectos la edición de una re­ vista independiente. Le dije: ‘John, tengo la gente para hacer una revista semanal, a bajo costo y de buena calidad, hagámosla’. La respuesta era obvia, y de inmediato nos pusimos manos a la obra, aprovechan­ do que, desde mi salida de El Periódico de Cartagena, en 1995, y después de El Uni­ versal, en 1999, había acumulado alguna experiencia en la parte litográfica, de la mano de Assad Oliveros, con quien forma­ mos la firma Diassa. FEBRERO 2015

Luego de ocho ediciones, en la oficina de la calle de la Necesidad en San Diego, nos visitó el torero cartagenero Alfredo Covillas “El Rubio de San Diego”.

Con Assad, en la fotomecánica, y Aqui­ les García, como prensista, se empezó a cuajar la primera edición de Zetta, cuya diagramación había hecho Luis Felipe Ba­ llesteros, tras encargo de John Zamora. Para la escogencia del nombre hubo un consenso, y, después de analizar decenas de propuestas, encontramos una fórmula que surgió no sé dónde: la dos únicas letras en común que tenían los apellidos Díaz y Za­ mora eran la ‘a’ y la ‘z’ pero lógicamente, la

de mayor sonoridad era esta última, así que el resto era hacerle un buen diseño, como finalmente ocurrió. De ahí en adelante, fueron 40 semanas ininterrumpidas en las que acompañé el proceso, no sin sufrir los desasosiegos habi­ tuales para buscar la financiación semanal, los continuos trasnochos para sacar cada una de las ediciones, el terrible sufrimiento de no tener pauta, pero al final, la alegría de ver nacer cada semana un nuevo hijo. Revista Zetta


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ESPECIAL

Ha sido el héroe anónimo detrás de todas y cada una de las ediciones de Revista Zetta.

Asaad Oliveros

trabajador incansable Por Aníbal Therán Tom Especial para Revista Zetta

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sus 42 años no deja de desesperarse. La primera vez que lo vi fue hace poco más de 19 años manipulando una máquina Multilit, para la época ya vieja, donde mágicamente aparecían impresiones, con la destreza de un ar­ tesano. En ese tiempo, Juan Carlos Díaz, un escritor con alma de niño bueno, había montado un pequeño negocio tipográ­ fico para solventar, junto a Asaad Oliveros Ramírez, las apre­ miantes necesidades de la vida. Recuerdo que le pregunté, sin ambages, por qué le habían puesto ese nombre de ascendencia árabe si sus apellidos eran sucreños, para más señas. Él me res­ pondió con una sonrisa de protocolo, de esas de oreja a oreja: “me tocará preguntarle a mi mamá”. La conversación con­ tinuó sin pretensiones, acompañada por unas cerve­ zas extranjeras, que el dueño de la casa compraba en un almacén de cadena. Asaad, parco por naturaleza, casi no hablaba. Solo miraba a su alrededor como queriendo arrancar los detalles de un cuadro hecho por un artista sanjacintero, donde una gaita se

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ESPECIAL enredaba en un tambor. Pero quizá por el efecto del alcohol, se decidió por hablar y contar que había llegado de Sincelejo con sus padres a abrirse camino en Cartagena, y que por sobrevivir había hecho de todo desde empajar mecedoras, hasta arreglar chécheres viejos. Pero un día el olor a tinta se le metió en el alma y un litógrafo recono­ cido, Oscar Terán, para ser exacto, lo aco­ gió en su empresa y le enseñó los secretos de ese arte. Para esa época, Asaad o “El Chino” ya había recorrido un camino largo y traba­ jaba de día en la sección de fotomecánica del hoy extinto Periódico de Cartagena y por la noche imprimía en la Multilit lo que se le apareciera. Siento que desde esa tarde me regaló su amistad sincera. Unos meses después, El Periódico de Cartagena desapareció y entonces le tocó agarrar el “toro por los cachos” y enfrentarse al mundo de los inde­ pendientes con Gráficas Diassa. Allí se fue abriendo camino, trabajando para diferen­ tes empresas con la mágica Multilit, para seguir ayudando a sus padres y hermanos. Un tiempo después, “El turco Asaad”, como también lo llama “Pacho”, el dueño de una reconocida licorería del Centro Comercial Getsemaní, creo Edigraff, una empresa con la que se consolidó en el mercado. Siento que Asaad no ha cambiado. Es el mismo, luchador incansable, mamagallista con sus amigos y cumplidor de sus deberes. Siempre está pendiente de los detalles de la

impresión, y he sido testigo de la calidad de sus trabajos. Sin embargo, desde hace 12 años cuando formalizó su vida con Arnei­ dis López Romero, de cuya unión, nacie­ ron Sebastián y Juan Esteban, se volvió más aplomado. Hoy continúa al frente de Vis­ taprint, una firma reconocida en el mundo

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de las artes gráficas, con las mismas ganas de cuando empezó. Días después de conocerlo, se me acercó una tarde bohemia y me dijo al oído: “Mi mamá dijo que el nombre que llevo se lo robó a un turco emprendedor y buena gen­ te que vivió en Sincelejo”.


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ESPECIAL

“No estoy celosa” Por John Zamora Director Revista Zetta

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unque dice no estar celosa, sus palabras expresan otra cosa. La India Catalina reaccionó frente a la inusitada fama cobrada por un nuevo monumento en Cartagena, la “Gorda Gertrudis”, y a sí lo expresa en esta exclusiva entrevista imaginaria. Un día del año pasado, el maestro Fernando Botero amaneció generoso y le obsequió a Cartagena su escultura “Mujer reclinada 92”, y señaló el sitio donde debía estar: la plaza de Santo Domingo. La promesa se convirtió en realidad y allí está la “Gorda Gertrudis”, como fue bautizada por el artista, para que todos la admiren y, si es el caso, la toquen, pero siempre con amor. El anuncio del regalo, los preparativos, la llegada al puerto y su instalación fueron acontecimientos de amplio cubrimiento pe­ riodístico. Sin embargo, el día de la entrega oficial a las ciudad, corrió el fuerte rumor que la India Catalina estaba celosa, que había amenazado con irse de Cartagena e, incluso, que había una composición musical que corroboraba los celos. La noticia cundió pero hasta el momento nadie ha dialo­ gado con la hermosa aborigen, por lo que la Revista Zetta la contactó en su domicilio de Puerto Duro, donde vive hace más de 20 años, y estas son sus declaraciones.

En abril de 2000, el maestro Fernando Botero obsequió a Cartagena su obra “Mujer reclinada 92”. La instalación de la escultura causó gran revuelo y para darle un innovador enfoque a la noticia, John Zamora decidió hacerle una entrevista imaginaria a la India Catalina. En la edición Nº9 del 24 de abril se publicó esta nota.

Revista Zetta: Usted está acostumbrada a ser el centro de las miradas en Cartagena. ahora que hay una gorda fenomenal en el recinto amurallado, ¿está usted celosa? India Catalina: ¿Celosa yo? Ni más faltaba. No me hace ni cos­ quillas la gorda esa, lo que pasa es que hay quienes quieren sembrar envidia y difundir rumores. Con decirte que ni la conozco, pero ya me han hablado de ella. Revista Zetta: Pero no puede negar que hay motivos. Por ejemplo, a usted no le hicieron una inauguración tan elitista y pomposa. India Catalina: Mira, los tiempos cambian, y hoy se busca “imagen” a costa de nosotras, las esculturas. Eso lo entiendo perfectamente. En mi época, las cosas eran más sencillas, auténticas y espontáneas. Revista Zetta: En sus palabras se adivina un cierto resentimiento. ¿no será porque a usted la tiene de pie todo el tiempo mientras a ella la premiaron teniéndola reclinada? India Catalina: Las personas que nacen así no pueden termi­ nar bien. Yo pienso que soy un ejemplo para el mundo, que a todo momento estoy de pie, er­ guida, con la frente en alto, de­ Revista Zetta

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ESPECIAL

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Blas de Lezo

mostrando lo orgullosa que estoy de lo que soy y represento. Por ello descalifico de antemano a todos aquellos que dicen que estoy celosa. Revista Zetta: Pero a la Gorda Gertrudis la instalaron en una plaza de renombre, donde los turistas y el “jet set” va a codearse bebiendo vino, mientras a usted la tienen rodeada de patacones y guarapos. India Catalina: Yo soy cartagenera auténtica y no me avergüen­ zo de mi pueblo y mi origen. Desde antes que vinieran los prime­ ros turistas, que fueron los conquistadores españoles, ya he estado aquí. Es mi tierra y no la voy a negar, aunque sí me gustaría que los gobiernos de ahora me limpiaran un poquito Puerto Duro. Estoy segura que esa gorda pispireta ni siquiera es de aquí, así que es una especie de mercenaria escultórica. Revista Zetta: Y todavía dice que no está celosa. Calificativos como “gorda pispireta” o “mercenaria escultórica” no son nada amables con la nueva inquilina del Corralito de Piedra. India Catalina: A ella le doy la bienvenida, como lo he hecho con miles y miles de turistas que se han tomado una foto conmi­ go, o de las decenas de miles de cartageneros que han desfilado por aquí. Pero ya que usted quiere que le diga algo para su periódico que le ayude a vender, pues diga que estoy molesta por la manera en que vienen tratando a mi sector. Esto me lo llenaron de buses a todo momento y no hay policía que les haga bajar el volumen, y cada vez que pitan me da ira; los borrachos pululan en los salivones y ten­ go que aguantarme el olor de sus micciones; aquí fritan pescados, matan cerdos, venden zapatos, gritan los ve venden aguia, mejor dicho, ¡me tiene loca! En cambio, a la gorda esa la pusieron frente a una iglesia, como para que la bendigan todos los días. Revista Zetta: Entonces si no está celosa, por lo menos está envidiosa. India Catalina: ¿Envidiosa yo? Si esa gorda no me llega a los tobillos, que, entre otras cosas, me duelen una barbaridad, creo que tengo que ir al ortopedista, porque estar empinada a toda hora si que cansa. Pero no tengo ningún motivo para estar envidiosa. Al contra­ rio, la que tiene que preocuparse por su efímera popularidad es ella. ¿Quén es símbolo de Cartagena? Yo. ¿Quién es codiciada por artistas de cine y televisión? Yo. ¿Quién es reproducida en artesa­ nías que se venden en todas partes? Yo. ¿A quién le han tomado más fotos que a los Zapatos Viejos? A mi. ¿Quién es sinónimo de belleza? Yo. ¿Quién tiene una figura más bella, un bronceado más espectacular, un garbo sin igual? Yo. FEBRERO 2015

“La verdad es que la gordita me parece simpática y llegó en una época diferente a la mía. Ella tendrá que portarse muy bien porque está enfrente de la iglesia de Santo Domingo, pero en las noches podrá ser testigo de amables encuentros, de citas de enamorados y de cosas chéveres que por aquí, por el Castillo de San Felipe, no se ven. Yo le tengo envidia de la buena porque a mí toca solo ver gringas arrugadas de las que vienen en cruceros, así que no tengo ninguna diversión para mi ojo. Si la India Catalina está celosa será por egoísta, porque la han malacostumbrado con tantos halagos. Yo que la conozco bien sé que no ha hecho nada para merecer tanto. Mírame a mí, mocho, tuerto y cojo, y no me tienen en cuenta para nada, salvo para Funcicar que me cogió para la campaña “pórtate bien con Cartagena”. Así que a la gordis le digo bienvenida y a la Cata que se aguante”.

Por dónde tu mires, yo no tengo nada que envidiarle a la gorda aparecida esa. Eso está claro. Revista Zetta: A su juicio, ¿cuáles serían las intenciones de la Gorda Gertrudis al venir a Cartagena? India Catalina: Eso yo no te lo puedo decir, pregúntaselo a ella. Tal vez vino a ser la imagen del Festival del Frito, porque con esa figura sólo los que comen harinas y grasas la tendrían por símbolo (ji, ji, ji). Pero hablando en serio, creo que vino a pasear. Mírala bien y verás que está en posición playera, para broncearse con el sol. Con ese cuerpo, necesita con un mes para broncearse (ji, ji, ji). Noo, mentiras, era un chiste. Pero alguien me dijo que mientras a mí me toman una foto, a ella tienen que hacerle una panorámica (ji, ji, ji). Revista Zetta: No le conocíamos su sarcasmo. India Catalina: No me malinterprete. Es que varios amigos me han venido con los chistes y ahora los estoy recordando. Pero de verdad, verdad, no sé para qué vino esa Gorda a Cartagena. Y le aclaro para que no haya más rumores: ¡No estoy celosa!

Pedro de Heredia “Mi bella Catalina no tiene par sobre la tierra. Es la diosa del amor, es el sol de Cartagena, fue y es mi inspiración. Mientras yo domino a mi villa desde este rincón de la plaza de los Coches, a donde me trajeron sin preguntarme, mi bella Catalina domina altiva a San Diego y la Matuna. Yo la conozco bien y sé que no está celosa. Lo que sucede es que hay personas indeseables que hacen tales infundios con el ánimo de exacerbarla pero lo que han hecho es reconfirmar la devoción que el mundo tiene por mi bella Cata. Gertrudis Botero jamás ni nunca pondrá en jaque la imponencia de Catalina, pues la sombra de un capullo no opaca el brillo de mi sol”.

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ESPECIAL Pese al “boom” de la Champeta y la vigencia del Vallenato, la Salsa goza de un sitial de honor en los cartageneros. Los programas especializados en radio, y los “salseros” de los barrios son prueba de su supremacía. José Guillermo Romero Verbel es considerado el hombre que más sabe de esta música. Cheo es Salsa y este es su perfil.

Cheo Romero

La Salsa

es la que manda Por John Zamora Director Revista Zetta

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l Gran Combo y Oscar de León atiborraron el patio de banderas del Centro de Convenciones. Salsa y Playa o El Templo de la Salsa son los programas radiales de más au­ diencia cada domingo. Los “salseros” en los barrios son un éxito. Los nuevos sitios y los tradicionales están de moda para bailar o escuchar de Salsa. La ciudad tiene un gusto musical heterogéneo, ya que pese al “boom” de la Champeta o la vigencia del Vallenato, cohabita con otras expresiones musicales, siendo la más preponderante la Salsa. José Guillermo Romero Verbel, conocido como Cheo Romero, con­ siderado el más amplio conocedor de la Salsa, opina que buena parte de esta situación se debe a la radio FM, que la ha impulsado con programas especializados, respondiendo así a una aspiración del público. Por eso, si a la Salsa le va bien, igual sucede con Cheo. Está en un momento irrepetible de su carrera profesional. “Lo más grande que me ha sucedido en mi vida en la Salsa me pasó el 29 de junio pasado, con Óscar de León”.

Con su voz carrasposa, narra emocionado que sin estar invo­ lucrado en el espectáculo, sin haber buscado al prestigioso artista, de repente fue llamado a la tarima, y entre sus característicos soneos improvisados, De León alabó los conocimientos de Cheo en la Salsa. La emoción aumentó por tratarse del día en que Héctor Lavoe cum­ plía 9 años de fallecido. Es que Cheo está acostumbrado a las “cobas” o saludos de los artistas, muchos de los cuales son sus amigos, pero nunca había recibido un homenaje tan especial como este. Tiempos de la Armada

El joven que cayó a las aguas de la bahía de Cartagena, estando al servicio de la Armada, en nada se parece el alegre hombre que hoy es abanderado insignia de la Salsa. El ARC 7 de Agosto, don­ de él estaba destacado, estaba acoplado junto al ARC 20 de Julio. Cheo realizaba faenas de pintura y del otro barco se disparó un chorro de vapor que lo tiró al agua. Rescatado, permaneció una semana en el viejo Hospital Naval. En los cuatro años en que fue marinero pudo conocer varios países del Caribe, compenetrarse más con la Salsa. Ello lo llevó a pelearse con la disciplina naval. Era evasor, llegaba tarde, y todo

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ESPECIAL por andar en “salseros”. Inevitablemente pi­ dió la baja. Además, era pésimo marinero: se mareaba y vomitaba.

Los amigos

Cheo ha cosechado amistades de prime­ ras figuras de la salsa. Sus más allegados son los integrantes de El Gran Combo, Óscar de León, Richie Ray y Bobby Cruz. Tam­ bién se encuentran los colombianos Hugo Alandete, Joe Arroyo y Juan Carlos Coro­ nel, o los internacionales Johny Pacheco, Monguito, Cheo Feliciano, Ismael Miran­ da, Ismael Quintana, Willie Colón, Henry Fiol, Héctor Casanova, Santiago Cerón, y la grandísima Celia Cruz. Cheo tiene una galería completa de fo­ tos de todos los artistas con que ha com­ partido.

Getsemanisense

Antes de ser un marinero, era un miem­ bro de los “Happy Boys”, un grupo de ami­ gos de su natal Getsemaní, del que todos terminaron siendo profesionales universi­ tarios, menos él. Recuerda que conoció a la Salsa en la sede del Sindicato de Choferes. Luego con sus amigos hacían apuestas sobre conocimiento musical. De la caja de cerveza, 10 eran para el que ganaba, 10 para el que perdió y 10 para Cheo, que era el jurado. Al mencionar a Getsemaní, y su calle del Pedregal, no pudo dejar de recitar la le­ tra completa del tema del inmortal Lucho Pérez. “Ay que orgulloso me siento de ser Getsemanisense”.

Cheo Romero y uno de nuestros grandes salseros: Hugo Alandete, fallecido el año pasado.

El deportivo

Cheo llegó a la radio por la vía de los deportes. Se unió a los programas “Buenos Días Deportes” de Eugenio Baena y “Vi­ sión del Deporte” de Luis Alberto payares Villa. Obviamente, el béisbol y el boxeo eran su fuerte. Cree que su nombre comenzó a hacer­ se más popular cuando Baena viajó a cu­ brir la pelea de Pambelé con Aaron Prior en agosto del 80, y Payares, a la vez, fue a transmitir un nacional de béisbol en San Andrés. “Estuvo como 15 días al frente de los programas”. La música

Cheo llegó a la radio musical en 1|985, con Alfredo Atencio y Mincho Paternina, en programas de corte novembrino. Sin embargo, dado que su música era la Salsa y que había muchos programas de va­ llenatos, decidió abrirse campo en lo suyo, siendo ya muy popular en las tarimas y en­ tre los músicos salseros. En 1991 fue llamado por César Fernán­ dez, entonces gerente de Olímpica Stereo, para hacer el programa dominical “Salsa y Playa” en compañía de Tony Rosales, bajo FEBRERO 2015

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En la edición 74 de Revista Zetta (Julio de 2002), John Zamora publicó este reportaje con el gran Cheo Romero, cuya imagen ilustró la portada. Es trabajo cobra relevancia ahora que se programa un homenaje a este gran cultor de la música nuestra. Este es el texto: la dirección de Larry “Pupilo” Ortiz. Ya posicionado como el Hombre de la Salsa, fue llamado por Humberto Gonzá­ lez, gerente en 1997 de Caracol Cartagena, para hacer “El concierto de la Salsa”, en for­ mato similar. El año pasado regresó a Olímpica, y hace Salsa y Playa los domingos y los feriados.

Cheo

En el Teatro Cartagena fue la presenta­ ción de la película “Nuestra Cosa Latina” de la Fania All Star, y dentro de sus estrellas estaba Cheo Feliciano. Dado que todos lo conocías como José Guillermo, fue el presentador Mañe Vargas quien le comenzó a llamar “Cheo” en alu­ sión al gran cantante, y desde entonces casi nadie lo conoce por su nombre de pila. La Salsa

No es coleccionista de música, pues toda la tiene “en el disco duro”. La gente dice que no sabe bailar, pero Cheo se mueve con lo principal: “Yo siento la música, cada instru­ mento, cada letra”. Nunca ha pensado cantar, y la verdad es que su voz n o le ayuda. Eso sí, piensa es­ cribir un libro, y de eso “ya hemos venido hablando con John Zamora”. “La Chaucha” es un tema original de Antonio María Romeo, pero la versión que ejecuta la Charanga Rubalcaba es la can­ ción que más le gusta de la Salsa. En lugar especial pone al “Negro Ray”, de Ray Barre­ to, porque su estribillo musical era silbado por sus amigos Happy Boys en Getsemaní. Quedan muchas cosas en el tintero, pero como Cheo es tan versátil, seguramente ha­ brá otra oportunidad para seguir hablando de Salsa, la que manda. Revista Zetta


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Dionisio Vélez y la histórica inversión en Cartagena

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ada miércoles y sábado, Dioni­ sio Vélez alista su casco y botas y sale temprano a visitar obras. La agenda no tiene esos días ni reuniones en el Despacho, ni asistencia a juntas directi­ vas, ni audiencias o citas. Solo visitas a los barrios. La preeminencia de este compromiso en su agenda es apenas proporcional con la importancia que revisten los recursos en juego: $250 mil millones. También con los tiempos del gobierno: le quedan 10 meses para cumplir. Por eso no se desgasta en discusiones retóricas sino que aflora un discurso prag­

Obras por todas partes Está en plena ejecución el plan de inversiones por $250 mil millones que la Alcaldía obtuvo en crédito el año pasado, para vías, salud y educación.

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rumbo y la fijación de objetivos claros y de pensar en grande. “Yo llegué a una adminis­ tración que había vivido todos los desmanes posibles, y redireccionamos el barco, pusimos la casa en orden, le devolvimos la confianza a los cartageneros y al gobierno nacional”. Prioridad de prioridades

mático. “El tema de una Alcaldía no es de ideología sino de gerencia, y eso es lo que hemos hecho: gerenciar a Cartagena y sa­ car adelante muchos entuertos”, afirma con serena convicción. En las tres localidades, incluidos los co­ rregimientos, hay frentes de obra. Algunos apenas comienzan, otros van en curso, y otros ya ha registrado su inauguración, como ha ocurrido con varias calles. Camio­ nes, volquetas, mezcladoras, ingenieros, al­ bañiles, varillas, niveladoras, medidoras, en fin, todo el recurso humano y de equipos que se requieren, es parte del panorama de Cartagena por estos días. “Soy un alcalde de ejecutorias…”

“Usted me ve todos los miércoles y sába­ dos detrás de las obras. No es implemente contratarlas y esperar que las hagan. No. Yo me meto en los colegios, en las vías, las puestos de salud, en los barrios haciendo el seguimiento… Hoy llevamos casi 10 ki­ FEBRERO 2015

Se solicitaron $250 mil millones, divididos en $80 mil millones para infraestructura de vías, $70 mil millones en infraestructura de educación para 56 colegios, y $100 mil millones para más de 40 centros de salud, algunos nuevos. lómetros de vías inaugurados”, dice bajo el sol de media mañana. Según el alcalde Vélez Trujillo, lo que se está viendo es el resultado de un cambio de

No obstante, debe afrontar críticas. Por una parte, que el crédito de $250 mil millo­ nes “amarra” a las próximas administracio­ nes, pues les deja sin margen de maniobra en el cupo de endeudamiento, y los re­ cursos ordinarios comprometidos. Y otro señalamiento es que no priorizó otras ne­ cesidades de la ciudad como la protección costera o el transporte acuático. El alcalde se defiende. Dice que Car­ tagena es una ciudad de mil prioridades, donde todo es prioritario, y nunca van a ser suficientes los recursos para las soluciones “y ese es un reto para los próximos gober­ nantes, gestionar recursos ante el gobierno nacional”. Reconoce que la defensa costera, dre­ najes pluviales, Quinta avenida de Manga, avenida del Bicentenario, entre otros pro­ yectos, son tan prioritarios como lo que se está haciendo. “Si yo estuviera endeudado para arreglar el problema costero, entonces hubieran dicho que por qué no arreglé las vías. No podemos ser injustos, hay muchos problemas, no podemos cubrirlo todo, pero esa ha sido nuestra prioridad definida”. Pero prefiere pasar de esa discusión a la práctica: “Estamos pavimentando casi 82 kilómetros en Cartagena” y enseguida co­ mienza a referir la experiencia satisfactoria de ver los rostros de los niños y sus familias cuando la obra está terminada. “Recordemos que llevo año y medio en el gobierno, que ha sido provechoso y ha mejorado la calidad de vida de muchos car­ tageneros”. Deuda social de muchos años

“Cada vez que pavimentamos una calle y llegamos a una comunidad, hay alegría porque está llegando el progreso. Una per­ sona que sale de su casa ya no tiene que pi­ Revista Zetta


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“En Cartagena todo es prioritario y nunca van a ser suficientes los recursos para las soluciones “

“Estamos pavimentando casi 82 kilómetros en Cartagena”

sar el barro; si la persona está en condición de discapacidad ya puede ir en su silla de ruedas sin problemas”. El alcalde de Cartagena se muestra con­ tento por lo que se vienen avanzando y men­ ciona la avenida principal de Arroz Barato, que le sirve a Policarpa, Puerta de Hierro y toda la zona; la avenida principal de Nelson Mandela, Alameda la Victoria, El Pozón, Pasacaballos, Boston, La María, La Esperan­ za, Crespo, Bocagrande, Centro, Caracoles, Olaya, Las Palmeras, Los Cerezos... “A Cartagena hace más de 10 años no se le invertía en su malla vial. Así como hemos invertido en la avenida del Arsenal y se res­ tauró toda esa zona, así estamos haciendo en los sectores populares”, afirma y agrega que “Son deudas sociales del Distrito que cambian la calidad de vida”. Pero de nuevo viene el interrogante so­ bre las críticas, porque está gastándose la plata en “callecitas”. “Es muy fácil criticar pero es importan­ te llegar donde la gente. Son calles para la comunidad y eso tiene mucho valor para el que tiene 30 años esperando que le pa­ vimenten su calle. Eso es calidad de vida y a eso le estamos apostando, llenando los sueños de muchas personas”. Reafirma que su decisión fue darle la mano a todos los barrios y no quedarse con un solo sector específico. En breve iniciamos la recuperación de la avenida principal de Torices y Paseo Bolí­ var, y ya recuperamos el puente Heredia… Revista Zetta

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CENTRALES

“Hay muchas obras en ejecución, y desde luego hay incomodidades, pero apenas terminen los cerramientos, baterías de baños, aulas, redes eléctricas, pisos, se verá que todo vale la pena”.

Inversión en educación

Junto a la inversión en vías, el otro frente de trabajo es el de la educación, tanto en in­ fraestructura como calidad educativa. El alcalde Vélez Trujillo reafirma de nue­ vo que es un sector al que no se le invertía hace mucho tiempo. “Nosotros le invertimos a 66 escuelas para que los niños tengan ganas de ir al co­ legio, ya que las condiciones no eran dignas para los menores”. Recalca que las mejoras implican in­ comodidades transitorias, pero apuntan a darle dignidad a la educación. “Hay mu­ chas obras en ejecución, y desde luego hay incomodidades, pero apenas terminen los FEBRERO 2015

“Es muy fácil salir a criticar y otra cosa es estar aquí sentado y entender que uno, como gerente de Cartagena, tiene que invertirle a todos los sectores de la ciudad”.

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cerramientos, baterías de baños, aulas, re­ des eléctricas, pisos, se verá que todo vale la pena”. Destaca dos megacolegios nuevos por $20 mil millones que beneficiarán a la po­ blación localizada en Bicentenario, Villas Aranjuez, Colombiatón y Flor del campo, lo que se complemente con una vía de $6 mil millones y un centro de salud que se entregara al final de este año. “Ustedes sa­ ben que yo vengo de la educación y ese es mi mayor compromiso”. En todos los frentes de obra, el segui­ miento es determinante para que el avance sea palpable. Por eso las visitas y las reunio­ nes con los contratistas, donde el rector se convierte en otro interventor, los padres de familia están vigilantes, para que todo salga como debe ser. “Es muy fácil salir a criticar y otra cosa es estar aquí sentado y entender que uno como gerente de Cartagena tiene que in­ vertirle a todos los sectores de la ciudad”. Referente a la calidad, el alcalde se ufa­ na en decir que “somos la única adminis­ tración que ha destinado más de $7 mil millones en bilingüismo 100% para tres instituciones educativas… y todas las otras

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CENTRALES

instituciones educativas del Distrito debe­ rán terminar siendo bilingües, el idioma al­ terno eleva la competitividad del estudian­ te en el mundo laboral”. Menciona en este acápite la capacita­ ción para los docentes y que puedan elevar su método pedagógico, así como el com­ promiso para que todos los niños tengan alimentación nutritiva y balanceada en cada institución.

“Todo lo que estamos haciendo obede­ ce a un proyecto de ciudad serio, sostenible. No pretendo que se escondan o ignoren los problemas, pero en un año y medio de go­ bierno se ha hecho mucho por Cartagena”. Los cascarones de la salud

Con bombos y platillos se inauguraron cuatro CAP en diciembre de 2011 pero re­ sultaron siendo unos cascarones de pintura blanca sin posibilidades de prestar servicio ala comunidad. Esos cascarones hacen parte de la inver­ sión en salud que cobija a 40 puestos, y que están en recuperación. La principal apuesta es el CAP de San Fernando, en una alianza con la Maternidad Rafael Calvo, próximo a ponerse en servicio, pero también están en la mira El Pozón y Canapote, hasta ahora elefantes blancos. “Estamos dignificando la salud con obras reales”, resalta el alcalde. Y Transcaribe, ¿qué?

El alcalde Dionisio Vélez sostiene que todo lo que se viene haciendo ha recupe­ rado la confianza tanto de la ciudadanía como del gobierno nacional. Esa confianza institucional es la que re­ viste la etapa final de Transcaribe. “Vamos a poner a operar los primeros buses este año. Revista Zetta

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Es un proyecto con muchos inconvenien­ tes pero tenemos que avanzar”. El alcalde subraya que el tramo 5A de Ba­ zurto “nadie se atrevía a meterle la mano, y se ha recuperado, era el más difícil, se derribó el puente, y ya vienen los semáforos de la zona” “El transporte acuático es una solución pero debemos ser responsables y Transcari­ be es una solución por etapas. Es una etapa a futuro pero sería irresponsable compro­ meterme a activar la parte acuática cuando estamos tratando de activar la parte terres­ tre del sistema”. “Esto en un año y medio no lo cambia nadie”

Al finalizar cada día de visitas, lo que hay es unas botas bastante sucias y mucha transpiración. Queda la pregunta final. Entonces, ¿cómo vamos? Y Dionisio Vélez responde con tranquilidad: “Vamos por muy buena línea, hay institucionalidad, FEBRERO 2015

confianza y desarrollo de ciudad, y esto tiene que continuar… esto en un año y me­ dio no lo cambia nadie, necesitamos varias buenas administraciones seguidas para

que esto continúe a futuro como en otras ciudades. Cartagena hoy va por muy buen camino. Aquí tienen un alcalde que ha tra­ bajado y lo está dado todo por Cartagena”. Revista Zetta


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Fragmento de la detallada investigación musical en torno a la vida y obra del insigne compositor José Barros, al cumplirse 100 años de su natalicio. El investigador ofrece este texto en primicia para los lectores de Zetta en los 15 años de la revista.

Por Enrique Luis Muñoz Vélez Especial para Revista Zetta

La vida de bohemia lo pone en contacto con dos guitarristas y cantores populares y esenciales para su vida: El Niño Julio y Ga­ briel Nemesio Gómez1, son ellos los media­ dores para que su obra musical fuera cono­ cida por Toño Fuentes, posteriormente lle­ vada al disco de 78 r. p. m., fueron aquellos pasos por los atajos de la rancia ciudad y asiento de tratantes de esclavos por portu­ gueses en el período colonial. En Cartagena, Barros hace contac­ to con Antonio Fuentes López – Tagle, apellido materno portugués, ese común denominador facilitó las cosas y amarró el encuentro y el padrinaje musical que se ini­ cia con el Trío Bovea y sus Vallenatos que le graba algunos temas. El período artístico de Cartagena de In­ dias lo visibiliza de tal manera que, irrumpe en los toques y veladas musicales con Los Trovadores de Barú en el Radio – Teatro de Emisora Fuentes y luego, con el proyec­ 1 Entrevista con el cantante Carlos Gómez (El Fulo), hermano de Gabriel Nemesio Gómez e integrante del Conjunto Típico Los Trovadores de Barú. Cartagena, septiembre de 1999. Álbum Familiar de Gilberto Delgado Iglesias. Álbum Familiar de Carlos Gómez.

José Benito un juglar esquinado en Cartagena

El Juglar del Río y las andaduras por Cartagena de Indias

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CIUDAD to de fusión con el Trío Nacional dirigido por el guitarrista Sebastián Herrera Ibarra que dejaron varias grabaciones para Dis­ cos Fuentes. Todo ese peregrinaje musical está documentado en periódicos, revistas, libros, entrevistas y discos. Los Trovadores de Barú lo integraron: Gil Cantillo (gui­ tarra), Fernando Porto (percusión), Rem­ berto Brú (cantante y guacharaca), Carlos Gómez (El Fulo, cantante y percusión menor), Remberto Sotomayor (trompeta), José María Crisón (bajo), José Barros (gui­ tarra y canto), Clímaco Sarmiento (clari­ nete requinto) y Juan Esquivel Camargo (clarinete, safón y director). En algunas grabaciones participa el tumaqueño Tito Cortez con temas de José Barros. El Trío Nacional (1928): Camilo Peri­ ñán (maracas y segunda voz), Julio Carlos Altamiranda (primera voz y segunda gui­ tarra) y Sebastián Herrera Ibarra (primera guitarra y director). La amistad de Barros con Sebastián Herrera se afinaba noche a noche porque compartían el suelo barrial de Torices y la palabra interlocutora de la Cartagena musical de la época. Con la Orquesta del Caribe Lucho Bermúdez graba en 1942 El Guere Guere, Navidad y Así es mi tierra, con la voz de José Barros. Discos Preludio LP. 0162. El Banco, tema de José Barros grabado por la Orquesta del Caribe para Discos Fuentes y dirección y arreglo de Lucho Bermúdez. Cabe decir que, Lucho Bermúdez también vivió en el barrio Torices en una época en que Barros estuvo residenciado en casa de su hermano Adriano3. El período de Cartagena lo pone en contacto con músicos importante en la es­ critura y de actividades orquestales como Dámaso Romero Olascoaga (hermano materno del luthiers y profesor de guitarra Betsabé Caraballo Olascoaga, cuyo taller artesanal estuvo ubicado en el Barrio Get­ semaní, calle San Juan)), Nicolás Hernán­

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Los trovadores de Barú y José Barros, en su época de trabajo en Cartagena.

Hombre jovial y de familia.

dez, miembro fundador de SAYCO y arre­ glista de la Orquesta A No. 1. Juan Esquivel Camargo, y el mismísimo Toño Fuentes. Con Lucho Bermúdez, Juan Esquivel y Se­ bastián Herrera lograría definir gran parte de su destino artístico en la ciudad. Lo más probable es que Barros haya des­ cubierto el inmenso valor estético del po­ rro, el mapalé y la cumbia en Cartagena, en

sus constantes conversaciones con tres mú­ sicos residenciados en Torices: Sebastián Herrera, Dámaso Romero y Lucho Ber­ múdez, habida consideración que, en varias entrevistas haya señalado que estas músicas eran mal vistas en el Banco (Magdalena). Marbella, entre El Cabrero y Torices era el escenario festivo de las músicas negras a ori­ llas del mar, de manera preferente, porros, cumbias y mapalés. De acuerdo con algunos documentos especie de memoria de Adriano Barros, la música de raíz negra no lo seducía hasta que se pone en contacto con la población cartagenera. Ya en la década de mi 1950 compone dos temas muy llamativos: La Negra fulera grabado con la Orquesta Los Rítmicos de Juan Esquivel y Navidad Ne­ gra, grabada por las orquestas de Lucho Bermúdez y Pedro Laza. El universo car­ navalero de Barranquilla lo pone cara al Carnaval y se dedica a componer mapalés y chandés con el acompañamiento de Esqui­ vel y Pacho Galán.

2 Discografía y Archivo Enrique Muñoz, Diógenes Royet y Luis Fernando Martínez. 3 Con Adriano Barros tuve varias conversaciones de su llegada a Cartagena en 1935 e ingreso en la Universidad de Cartagena como docente y tangencialmente sobre José Benito. Mi amistad con Lucy y Olga Barros dos de sus hijas ,viene desde mi infancia en el barrio de Torices, donde nací en 1953. FEBRERO 2015

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ESPECIAL

La última aspiración de David Turbay al Senado fue un fracaso, el comienzo del fin de su jefatura política dentro del Partido Liberal. Fue senador, gobernador de Bolívar y Contralor General, pero la condena penal por el proceso 8.000 acabó su carrera.

El Rey de Rocha siempre ha estado rodeado de la polémica por los decibeles de sus potentes parlantes.

Leyendo la mente En una de las visitas del extinto presidente de Venezuela Hugo Chávez a Cartagena, fue recibido en el aeropuerto por el entonces gobernador de Bolívar Luis Daniel Vargas.

El día que compró este carro, nuestro lente captó la alegría de Judith Pinedo en su primera candidatura a la Alcaldía.

Almuerzo entre los ex alcaldes Guillermo Paniza y Nicolás Curi, acompañados por el entonces embajador en Guyana Willy Martínez.

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ESPECIAL

Javier Cáceres ha sido una de las figuras dominantes de la política en Bolívar de los últimos años, y su esplendor llegó cuando fue elegido presidente del Congreso. Después sobrevino un proceso jurídico que el representó una condena penal, la que ha cuestionado desde la revista La Injusticia.

Rescatamos algunos de los más simpáticos montajes de la sección “Leyendo la mente” de los primeros años de Revista Zetta.

El tema del relleno sanitario de henequén fue uno de los dolores de cabeza en la controvertida gestión de Carlos Díaz en la Alcaldía de Cartagena. FEBRERO 2015

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Desde hace varios años Javier Bustillo ha pretendido ser alcalde de Cartagena. Aquí en un foro con otros candidatos como Miguel Navas y Alcides Arrieta.

En la campaña a la Alcaldía, Miguel Navas fue sorprendido por algunos seguidores en las afueras del palacio de la Aduana.

El gobernador de Bolívar Miguel Raad encaró una difícil situación financiera y elaboró estrategias de financiación. El periodista Pablo Ballesteros Calle, experto en asuntos del agro, lo entrevista. Revista Zetta





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