Confinamiento como herramienta estratégica en la terminación de bovinos Confinamiento es un sistema de producción de bovinos separados en lotes y criados en piquetes o corrales que varían de tamaño de acuerdo con los tamaños de los lotes, el tipo de piso y categoría del animal. Todo alimento que el animal debe consumir en un día (voluminoso y concentrado) es suministrado en gavetas en raciones que son colocadas varias veces durante el día. Los animales que están encerrados deben tener agua de calidad disponible todo el tiempo. Bolivia tiene alrededor de 8,8 millones de cabezas de ganado, que en su mayoría son criados en sistemas extensivos, solamente con pasto y sal mineral y una pequeña cantidad de animales son terminados en sistemas intensivos. Además de eso, el confinamiento proporciona una reducción en la edad de faena del ganado y también proporciona una oferta de carne de calidad durante todo el año, visto que en el periodo seco del año hay una baja oferta de ganado gordo. El feedlot es una herramienta utilizada de manera estratégica en la terminación de animales en el período de sequía, y también puede ser explotado con el objetivo de aprovechar los beneficios de la técnica de integración agricultura/pecuaria, aumentando la productividad por hectárea. El engorde de animales en confinamiento es ventajoso porque es posible disminuir la carga animal de los potreros, justamente en el período en que los pastos necesitan descansar, siendo caracterizado como una herramienta más para ayudar en el manejo de la propiedad; hay también un aumento en la rentabilidad debido a un ciclo de recría o engorde más corto, con mayor producción de Kg de carne/hectárea. Una de las grandes ventajas del confinamiento está en la producción de carcazas homogéneas con una cobertura de grasa deseada, posibilitando que el productor consiga una mejor remuneración en los frigoríficos. Los animales terminados en confinamiento presentan una cobertura de grasa en toda la carcasa, además de producir una carne de calidad y también un mejor rendimiento , debido al perfil de la dieta consumida por los animales. Como el confinamiento es una estrategia para un periodo corto, en promedio de 80-120 días, todos los factores deben ser muy bien evaluados, para que el proyecto sea conducido de manera a proporcionar el máximo de ganancia sobre el capital invertido. Cuando hacemos una comparación entre la rentabilidad de la ganadería y de la agricultura, notamos que hay un desequilibrio en los niveles tecnológicos de las dos actividades, visto que
en la mayoría de los proyectos ganaderos hay una menor tecnificación comparados con proyectos agrícolas. Existen cuatro puntos que son de extrema importancia cuando un productor quiere obtener resultados satisfactorios con su confinamiento: Selección de animales, formación de grupos, manejo sanitario y adaptación a la dieta. El confinamiento es una estrategia que requiere una inversión considerada alta, y por eso es muy importante que los animales escogidos tengan las mejores condiciones para expresar su potencial de ganancia de peso. Con la formación de grupos de animales del mismo sexo, con pesos similares, con tamaño corporal equivalentes y con índice de condición corporal similar, estaríamos bien próximos del objetivo que buscamos cuando pensamos en hacer un confinamiento. Porque en un lote homogéneo hay menor competencia entre los animales, haciendo con que todos puedan expresar su potencial genético, además que los animales podrán salir para faena en fechas muy próximas. El manejo sanitario debe ser hecho antes que los animales entren en confinamiento, de acuerdo con la recomendación del médico veterinario responsable. Generalmente los animales son desparasitados, hormonados y vacunados contra enfermedades respiratorias. En cuanto a la adaptación, los animales no deben pasar por un cambio brusco de dieta, debe haber una adaptación gradual empezando con más volumen y menos concentrado, hasta que llegue a la proporción deseada. Es de extrema importancia tener un acompañamiento de un nutricionista durante el proceso de confinamiento, porque en un caso de una adaptación mal hecha es muy grande la posibilidad de los animales presenten disturbios metabólicos como acidosis ruminal y timpanismo, perjudicando su desempeño en ganancia de peso y en eficiencia alimentaria. La adaptación ideal varía de 10 a 21 días, dependiendo de la dieta y de los animales confinados. La decisión de confinar o no los animales, debe ser tomada por el productor con la ayuda de técnicos especialistas en el rubro, juntamente con una análisis de todos los factores que pueden influenciar en los resultados.
Alan Tavares - Ingeniero Zootecnista - Gerente de Nutrición.