Revista de publicación mensual del Proyecto de Educación de la Conferencia Episcopal de Bolivia
No. 25 Año 2016
CUÁL ES EL PERFIL DEL DOCENTE DEL SIGLO XXI ¿Experto en tecnología? ¿Con amplia formación académica? ¿Altamente especializado? Sí, todo eso, pero sobre todo un promotor de valores, facilitador del aprendizaje y alguien con capacidad de despertar la curiosidad y la creatividad en los estudiantes.
Diálogo Educativo La revista de Diálogo Educativo es una publicación mensual del Proyecto Educativo Integral de la iglesia Católica, dependiente del Área de Educación de la Conferencia Episcopal de Bolivia. Mos. Tito Solari Capellari DIRECTOR Hna. Micaela Princiotto MB DIRECTOR EJECUTIVA Eduardo Bowles EDITOR GENERAL Juan Manuel ljurko REDACCIÓN Marcos Vega DISEÑO
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Marcos Vega DIAGRAMACIÓN Ramiro Sarmiento RESPONSABLE DIAGRAMACIÓN
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Wilson Terceros RESPONSABLE DIGITAL Consejo Editorial Mons. Tito Solari Hna. Micaela Princiotto Dr. Tito Antonio López Dr. Limbert Ayarde Dr. Ernesto Muñoz
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Carles Capdevila: “educar significa acompañarles mientras crecen” Estrategias para despertar la creatividad en el aula Cómo aprovechar el error como herramienta de aprendizaje “No lo sé”: La respuesta que acerca más a maestros y estudiantes Pisa: La evaluación escolar de la que todo el mundo habla ¿bien? Cómo hacer que la lectura sea un placer para los niños El profesor que queremos: perfil del docente del siglo XXl Valores: La asignatura indispensable de la escuela del futuro
editorial ¿Qué sabemos los profesores?
Que nadie se vaya a sentir mal por el título de esta reflexión que nada más pretende abordar un tema central en la educación moderna.
El más famoso de los filósofos griegos, Sócrates, se hizo célebre por su frase “Sólo sé que nada sé”, una afirmación que encierra un acto de humildad que debemos imitar todos los docentes. Gran parte del estrés que cargamos como profesores se origina al pretender saberlo todo y ese nerviosismo lo trasladamos al aula, donde el error no está permitido, donde equivocarse es motivo de sanción y donde la certeza inmoviliza el aprendizaje y la creatividad. Los expertos retan a los maestros de hoy a aprender a decir “no lo sé”, a dejarse llevar por la investigación y junto con los alumnos, internarse en la aventura del descubrimiento. En ese camino se toparán con muchos errores, obstáculos y encrucijadas, que deberán aprovechar al máximo para llegar a respuestas nunca antes exploradas, para dejar de repetir viejos esquemas, caminos trillados y certezas que no son siempre sinónimo de la verdad, sino metas temporales que otros han alcanzado en el desarrollo de la propia creatividad. Por eso mismo es que aquí te proponemos estrategias para estimular el vuelo imaginativo de los estudiantes, pautas para acompañarles en la aventura de aprender, pero sobre todo, en la desafiante e ineludible faena de crecer. Hoy te planteamos algunas conclusiones a las que han llegado los estudiosos de la educación sobre el perfil del docente del siglo XXI, que para nada están enfocadas en las nuevas tecnologías o el uso de métodos rimbombantes, sino en la reflexión sobre el papel y el lugar que tenemos dentro del aula. Mons. Tito Solari C. Arzobispo emérito de Cochabamba Presidente Área de Educación CEB
especial
Carles Capdevila:
Entrevista facilitada por blog.tiching.com
“Educar significa acompañarles mientras crecen”
Acaba de publicar su último libro con entrevistas con expertos de la educación como Francesco Tonucci, Eva Bach, Gregorio Luri o José Antonio Marina. ¿Cree que se reflexiona lo suficiente sobre educación? Se habla muchísimo de educación, y a veces demasiado, sobre todo los padres. Estamos saturados de manuales y guías para familias. Por eso intento hablar de ello en clave humorística. Para el libro escogí a 11 de mis educadores de cabecera. Algunos son amigos míos y me han ayudado en mi vida personal, y con otros he colaborado a nivel profesional. ¿Y por qué ellos y no otros? La idea era encontrar a 11 expertos que no acomplejan, es decir, que no dan lecciones y que no basan sus programas únicamente en su apellido. Así, intentamos que fueran personas que ayuden, que acompañen, un verbo que me gusta mucho; y, sobre todo, que empoderen. 2
En este libro, al fin y al cabo, solo he sido el director de casting, y estoy orgulloso de la selección de entrevistados. Algunos dan una visión de la educación para niños, otros para adolescentes y otros un punto de vista más filosófico. Todos ellos te dan ideas para encarar la educación en casa y en la escuela. ¿Qué idea, de entre todas las que aportan los entrevistados, le ha llamado más la atención? Carme Thió y Maria Jesús Comellas, que son dos amigas mías que me han dado múltiples consejos, tienen ideas muy interesantes. En el debate que existe desde hace tiempo en la educación, entre el conductismo, que está relacionado con el ‘adiestramiento’, y la educación con menos disciplina, ellas aportan el término medio. Me encanta porque ellas explican que hay que
educar con normas porque a veces hace falta, pero también son capaces de encontrar el equilibrio. Además, ambas te ayudan a encontrar la receta en ti mismo: te dan consejos globales, pero tú decides cómo los aplicas. En sus conferencias explica que educar es cada vez más difícil. ¿En qué sentido? En muchos. Por un lado, antes los padres tenían muchos hijos, y ahora son los hijos los que tienen muchos padres. Por otro lado, tenemos muchos modelos educativos, y cada vez la gente tiene hijos más tarde, se lo piensan mucho. Además, hay muchísima información. Antes la familia era la que ayudaba a los padres a educar a los hijos, pero cada vez los padres están más solos y se apoyan en manuales. Ahí es donde nos acomplejamos. Por eso intento
hablar de educación con algo de humor, no sólo para conseguir que sea algo divertido, sino para demostrar que es posible educar. Y es que veo a demasiados padres angustiados. ¿Cómo consigue educar con humor? Yo no lo consigo, de hecho mis hijos están enfadados porque hablo de humor cuando en casa no lo hay (ríe). No lo consigo, pero lo recomiendo. Vaya… Estar de buen humor no siempre significa reírse, a veces conlleva estar con ánimo. En un sentido, educar con humor es ser positivo, sin miedo y con convicción. En otro, y esto lo he hablado con muchos profesores de secundaria, la ironía también es útil para educar. Los padres solemos intentar que los hijos nos acaben dando la razón, pero eso nunca sucede. 3
especial Muchas veces pecamos de discutir demasiado, sobre todo con adolescentes. Así pues, la ironía a veces ayuda a calmar el ambiente. No podemos pasarnos el día enfadados, hay que restarle importancia a estas cosas. Debemos saber que nunca convenceremos a nuestros hijos. La ironía, entonces, ¿sirve para quitarse esos complejos de los que habla? Sí. Gregorio Luri explica en el libro que no existen los padres perfectos, y por tanto nadie lo será jamás. Puede sonar contradictorio, ya que la educación es lo más importante, pero hay que asumir que vas a fracasar mediante la autoironía. Gracias a ella podemos aceptar nuestros errores y relativizar nuestros fallos. En ocasiones cometemos errores y pensamos que hemos traumatizado a nuestros hijos, pero no es así. Si te ríes un poco de ti mismo, podrás superar estos deslices. Respecto al sentido común, afirma que hay que usarlo en la educación, pero a veces éste brilla por su ausencia. ¿Cómo se aplica el menos común de los sentidos? Hay gente que piensa que antes se educaba mejor, pero yo estoy orgulloso de trabajar con manuales, con psicólogos y con pedagogos en la educación de mis hijos. Sí que es verdad que nuestros padres antes educaban de forma más espontánea y natural y, sobre todo, con convicción. Ellos sabían que cuando tienes hijos hay que decir que no y aprender a poner normas. Al fin y al cabo, no estaban asustados. Algo vital del sentido común es saber que 4
nuestro hijo no entiende cómo funciona el mundo, y lo comprenderá gracias a nuestra reacción frente a lo que sucede. Entonces, no hay que perder demasiado los papeles y debemos asumir que nuestro rol es el de espabilar a los hijos. Interesante… Hoy en día existe la idea de la hiperpaternidad, que es la sobreprotección de los hijos. De todas formas, para mí la educación se basa en la distancia con los niños. Educar, creo, significa acompañar a tus hijos mientras crecen. La clave está en encontrar el equilibrio entre estar muy encima y estar demasiado lejos, y es que hay que asumir que los hijos son personas independientes y que deben crecer por sí solos. El sentido común, en suma, sirve para identificar tu rol como padre. Respecto a la distancia con tus hijos, existe una tendencia que empieza a reducir los límites y las normas en la educación. ¿Qué consecuencias tiene esto? Creo que puede ser la clave del éxito o del fracaso en la educación de tus hijos. Como padre debes darles amor incondicional, compañía y criterio.
El criterio te sirve para asegurar a tu hijo que siempre estarás con él, aunque según lo que haga estarás ahí, pero enfadado. Para mí combinar el criterio y el amor incondicional es la clave del éxito, o del menor fracaso posible. También explica en ocasiones que hay que educar en valores, pero los adultos no solemos ser buenos ejemplos. ¿Cuál es su experiencia con los valores y la educación? La mejor forma de transmitir valores a tus hijos es tenerlos como padre. Los valores se pasan mediante contagio, y muchas veces esperamos de nuestros hijos cosas que nosotros no hacemos. Un gran ejemplo es el uso del celular. Nos disgusta mucho que se pasen el día enganchados, pero nosotros somos los primeros en no soltar el aparato. Los sermones no sirven para educar en valores, solo sirve el ejemplo. Los padres pasan cada vez menos tiempo en casa por culpa de estar muchas horas en el trabajo. En estos casos, ¿cómo afecta a la educación de los hijos? Es un problema que está afectando mucho a la situación de las familias. Debido a que no podemos pasar
más horas en casa, intentamos sustituir este tiempo con extraescolares, esperando que ahí se eduque a los niños en valores, pero eso no va a ocurrir. La sociedad actual parece estar preparada para que los padres entreguen a sus hijos a un monitor que les entretenga. Todas las grandes superficies tienen una sección de niños en la que puedes “deshacerte” de tus hijos. ¿Qué alternativas hay? Yo creo que los hijos nos tienen que ver en la vida real, por ejemplo en el trabajo. Lo que sucede actualmente es que los niños saben que sus
padres desaparecen durante horas, pero no saben qué hacen exactamente. Yo reivindico que nuestros hijos vivan nuestra vida de adultos, y que se involucren también, que no todo sea tan pedagógico. No siempre tiene que haber un adulto que le diga qué hacer, porque eso les coarta su libertad. Nuestros hijos tienen que ser niños y equivocarse, pero también deben entender cómo funciona la vida de adultos. Y usted, ¿qué ha aprendido de sus hijos? Muchas cosas. La experiencia es algo que te ayuda a aprender. Gracias a ellos he mejorado mi capacidad de adaptación frente a los problemas. Además, la mirada curiosa de los niños te aporta mucho. Mi hija de 8 años hace preguntas maravillosas. Al fin y al cabo, tener hijos es una experiencia que te ayuda a improvisar y a asumir que harás cosas que nunca habías imaginado. No hay recetas posibles, por eso me enervan tanto los manuales que marcan paso por paso lo que hay que hacer. Lo que sirve es conocer a tus hijos y entenderlos. 5
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Estrategias para DESPERTAR LA CREATIVIDAD en el aula
Los niños desarrollan las actitudes creativas a temprana edad. La libertad intelectual y emotiva que genera alienta a un crecimiento integral. El sistema educativo actual promueve la competitividad como parámetro de medición. Tras años de experiencia en la banca comercial, el economista Joan Antoni Melé lleva siete años centrando su trabajo en la formación en humanidades y la educación de las nuevas generaciones. Ha conocido, en carne propia, los resultados del sistema educativo actual y busca implementar nuevas metodologías que capaciten a los estudiantes para
afrontar nuevos retos humanos, sociales y profesionales. A través de sus conferencias y libros, Melé analiza las debilidades del sistema educativo imperante. Reclama, ante todo, el excesivo celo que los ministros y las autoridades de educación prestan a los resultados de las pruebas PISA. Las políticas que iluminan el ejercicio docente reclaman mayor atención a aspectos como las matemáticas, las ciencias o la gramática, contenidos que se priorizan en la evaluación PISA. La educación se homogeneiza para obtener un resultado superior cada año. El proceso educativo se centra en la evaluación PISA, lo que obliga a los docentes a destinar tiempo en el diseño de los programas que debe implementar. El estudiante se relega a un lugar terciario, desatendiendo sus requerimientos formativos. 7
especial En sus cursos de transformación personal y autoconocimiento, Joan Antoni Melé reflexiona sobre el modelo educativo actual, un modelo que prioriza los aspectos competitivos de la educación. Los métodos de aprendizaje persiguen un tipo de estudiante preparado para afrontar trabajos técnicos, un estudiante que se adapte con facilidad a los trabajos y genere una rentabilidad inmediata a las empresas. La lógica actual que prima en la educación persigue un parámetro de formación clónica, atiende a todos los estudiantes por igual como si fueran autómatas. Para Melé, la educación actual se enfoca en los aprendizajes técnicos. Son los aprendizajes que una sociedad competitiva reclama. Con el argumento de capacitar a los estudiantes para ser los mejores, se ha impuesto un factor de competencia en la educación que acarrea, de manera paralela, un sentimiento de miedo. La cultura de la competencia exagerada impuesta por los defensores de las evaluaciones como el PISA provoca, de manera inmediata, una sensación de miedo en los
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estudiantes y sus padres. ¿Qué ocurre si no se logra ser los mejores? ¿Estará la vida destinada al fracaso por no obtener los puestos de trabajo más apetecibles?
La centralidad del ser humano, del estudiante, dentro del proceso educativo ha quedado supeditada en favor de las estadísticas. Joan Antoni Melé defiende la nece-
sidad de retomar la formación humanista como prioridad. “Educar es acompañar al niño para que llegue a ser él mismo, para que pueda desarrollar sus capacidades, no las que alguien ha dicho que son las estándar o las que hay que tener”. La educación que se reclama para la sociedad del futuro persigue un niño fantástico en música o pintura aunque en otra cosa no destaque. “Pero no pasa nada, es su vida, su destino” reitera Melé. El estudiante tiene que ser plenamente feliz y ser capaz de desarrollar todo esto y estar en el mundo con sus capacidades. La educación “contempla la armonía entre enseñar y pensar, enseñar educación emocional, enseñar a relacionarnos de otra manera con los demás, sobre todo a través de la educación afectiva y de la educación de la voluntad”. Cuando un niño es pequeño hay que educarle en la voluntad, no en una
La educación que se reclama para la sociedad del futuro persigue un niño fantástico en música o pintura aunque en otra cosa no destaque. “Pero no pasa nada, es su vida, su destino” reitera Melé. El estudiante tiene que ser plenamente feliz y ser capaz de desarrollar todo esto y estar en el mundo con sus capacidades. educación intelectual prematura. Hay que educar la voluntad, los hábitos, y luego dar importancia a la educación emocional. La escuela está destinada a formar personas, a preparar estudiantes para que sean libres. El ambiente escolar requiere un espacio agradable donde el estudiante se sienta en la libertad de crear, de aprender; un lugar donde se desplaza por completo la sensación de miedo y la palabra fracaso. Nos encontramos en contextos en
los cuales se pone a disposición de los niños una amplia diversidad de elementos tecnológicos: desde la televisión, los videojuegos hasta las tabletas y los teléfonos inteligentes. De esta forma se mata la creatividad. En algunas corrientes educativas se ha llegado a insinuar que no es necesario enseñar a escribir a los niños y proclaman la importancia de capacitar en las nuevas tecnologías a los estudiantes. Para Melé, Se trata de la apología “del mínimo esfuerzo”.
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Tanto los docentes como los padres de familia están en la obligación de pensar en la educación que se ofrece a los estudiantes. Esta educación que se plantea trata de preparar a los estudiantes para el futuro que se avecina, una preparación que se centra en aportar desde las capacidades y no en adaptarse a un modelo funcional. “El estudiante tiene que ser el centro del sistema educativo. Esto no lo debemos perder de vista”, reitera constantemente José Antoni Melé. Al estudiante hay que explicarle por medio de los cuentos. Estas lecturas contribuyen a fortalecer la capacidad imaginativa que, a la larga, influye en la capacidad de crear nuevas cosas. Desde la experiencia recopilada por Melé, elogia los modelos de educación que priorizan la creatividad desde tempranas edades, precisamente la etapa en la que no tienen miedo y se le puede enseñar a ser activos. En los primeros años se educa la voluntad y la bondad. Una dinámica interesante consiste en hacer las cosas por los demás. Un niño de 7 años que es parte del aprendizaje de niños menores se siente feliz por su aporte. A su vez, los menores, crecen con la ilusión de llegar a esa edad para ayudar. A modo de ejemplo, elogia las experiencias y los logros alcanzados por los modelos pedagógicos de Waldorf y Montessori. Considera que ambos métodos han resultado exitosos en diversos lugares del mundo donde se han implementado con sostenibilidad. Ambos llaman la atención por su “visión integral del ser humano” destaca, al tiempo que reseña la facilidad con la cual se adaptan a las diversas culturas y a los distintos
ritmos de aprendizaje de los niños. Es decir, huyen de las dinámicas de enseñanza uniforme que con tanta insistencia reclamaba Melé. “La clave es la educación, educar íntegramente al ser humano para que de adulto sea libre, creativo y capaz de relacionarse bien con los demás; un ser humano integral”.
“El estudiante tiene que ser el centro del sistema educativo. Esto no lo debemos perder de vista”, reitera constantemente José Antoni Melé.
CĂłmo aprovechar el error como herramienta de
aprendizaje
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especial “No fracasé, solo descubrí 999 maneras de cómo no hacer una bombilla”. Esta frase de Thomas Alva Edison refleja gran parte de la esencia del aprendizaje. Buscar una solución que resuelva los problemas está considerada, de acuerdo a las corrientes pedagógicas más innovadoras, la mejor forma de aprender.
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Así lo expone Daniel Porras, pedagogo experto en e-learning, en su blog sobre educación. Para el autor, se ha extendido la idea sobre el error como camino para el aprendizaje. En más de una ocasión hemos escuchado decir que es bueno que el estudiante se equivoque en clase. Y es cierto…siempre que ese error nos aporte un saber nuevo. El error nos permite, ante todo, “aprender cuando nos volvemos a encontrar con situaciones que nos reclama poner en práctica ese aprendizaje experiencial asumido”, defiende Porras. Es decir, aprendemos cuando somos capaces de demostrar que hemos adquirido una solución propia para vencer el error inicial.
La naturaleza humana es inquieta. De manera constante buscamos soluciones para los problemas, retos o incomodidades que se nos plantean. La experimentación siempre ha sido una forma de aprender, un mecanismo de supervivencia que “nos permite salvar las trabas con las que nos vamos topando” manifiesta el autor. La búsqueda constante de experiencias novedosas permite desarrollar las habilidades cognitivas. Para Porras, la capacidad de experimentar se puede, y se debe, entrenar. Además, insiste que “estamos programados para salir adelante”, demostrando un increíble potencial para adaptarse a las circunstancias.
La capacidad de adecuación, a partir del aprendizaje intuitivo y experiencial, nos convierte en únicos. La escuela se presenta como el espacio ideal para trabajar la capacidad de generar soluciones a los problemas que plantea la vida cotidiana. La asunción de esta competencia será la mejor forma de preparar a los estudiantes para afrontar las cambiantes circunstancias que el mundo laboral presenta. Tener la capacidad de resolver problemas garantiza la formación de un estudiante autónomo para aprender y adaptarse de manera normal. Jordi Clopés Esteban propone que “no tengas miedo de cometer errores, debes temer no aprender de ellos”.
La experimentación siempre ha sido una forma de aprender, un mecanismo de supervivencia que “nos permite salvar las trabas con las que nos vamos topando” manifiesta el autor.
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especial Es una forma de incitar a los docentes para que rompan la zona de confort en la que muchos estudiantes se sitúan. Prefieren asentarse en situaciones de aceptación, de comodidad antes que experimentar nuevas opciones. La zona de confort les permite obtener los resultados académicos normales en una libreta que resalta su actitud condescendiente. Como padres, deberíamos obser-
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var esas anotaciones puesto que inducen a los estudiantes a ser uno más del grupo. Los docentes pueden dinamizar sus clases mediante actividades que propongan retos y dificultades, acciones que obligan a los estudiantes a resolverlas para lograr una espacio de convivencia mejor. Se trata de alentar oportunidades que inviten a los estudiantes a probar sus conocimientos en situaciones reales. Imagina una persona que sepa adaptarse fácilmente a los cambios, que nunca se atasque, capaz de salir adelante ante cual-
quier imprevisto, hábil en la búsqueda de soluciones y con mecanismos suficientes no solo para enfrentarse a situaciones adversas sino también para anticiparse a ellas. Esta persona será el profesional del futuro. En los grandes círculos económicos y educativos se considera que el 75 % de las profesiones del futuro no existen todavía. Ante este panorama, ni las escuelas ni las universidades pueden preparar a los estudiantes para que se adapten a esos trabajos. El reto que tenemos como docentes consiste en dotar a los estudiantes las habilidades y capacidades necesarias para que se puedan adecuar a las circunstancias y resolver los problemas que, los nuevos trabajos, planteen.
Debemos formar estudiantes capaces de resolver y solucionar problemas desconocidos. Ese es el verdadero aprendizaje para los estudiantes actuales. Gracias a la experiencia educativa de Daniel Porras, el autor plantea unos patrones comunes para trabajar la resolución de problemas. Considera que son tres las razones que nos impulsan a buscar soluciones a los retos:
1. Reactiva: por solventar un problema que ya ocurre. 2. Preventiva: por anticiparnos a posibles amenazas. 3. Positiva o creativa: por buscar una mejora o una nueva forma de realizar una tarea.
Una vez detectada el problema u oportunidad que se desea resolver, el docente propone dinámicas que despierten el aprendizaje del estudiante. Estas acciones están enfocadas tanto a recuperar los recursos propios que hemos ido recolectando con el transcurso del tiempo, como son las experiencias adquiridas o los
conocimientos aprendidos. A eso se debe sumar los factores externos, principalmente recursos ajenos que aún no disponemos pero que están a nuestro alcance: conocimiento nuevo, experiencias, contactos. Recursos que pueden ser importante para obtener las soluciones a los retos iniciales.
Daniel Porras sugiere, a modo de conclusión, reconocer los errores como parte del camino para el aprendizaje, pero no elogiarlo como parte natural del proceso y alentar a los estudiantes a reponerse al mismo para encontrar las soluciones satisfactorias a los problemas iniciales. 15
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“NO LO SÉ”: la respuesta que acerca más a maestros y estudiantes - Nos hemos acostumbrado a que el docente tiene respuesta para todo. La credibilidad del profesor radica en resolver todas las dudas de manera inmediata. La improvisación nos permite salir con “cierto aire” de los momentos difíciles. Como docentes, tenemos cierto pánico a quedarnos sin respuestas ante los estudiantes. La inseguridad que puede surgir en esas situaciones afecta la relación de confianza entre estudiante y docente. Pero, ¿estamos capacitados para responder a todos? Es curioso como la pedagogía ha 16
reflexionado profundamente sobre el valor de la inquietud como detonante para el aprendizaje. Hemos elogiado el sentido indagador de los estudiantes, a quienes animamos para acceder a internet como plataforma para ampliar el conocimiento. Ante este nuevo contexto, cada vez es más frecuente que los
estudiantes planteen cuestiones más puntuales que pueden escaparse al conocimiento de los docentes. ¿Cómo reaccionar ante estas situaciones? El profesor de economía Steven Levitt y el periodista Stephen J. Dubner, autores de varios libros sobre liderazgo, consideran oportuno re-
“Esto es difícil para cualquier profesional, ya que esta frase tiene una fuerte carga cognitiva asociada, que a todos nos genera cierto grado de inseguridad, porque se espera que sepamos responder a cada pregunta que se nos hace“ visar el papel que el docente desempeña en el aula. Son reiteradas las voces que plantean un nuevo modo de relación entre estudiantes y docentes. La accesibilidad a las nuevas tecnologías alienta el trabajo colaborativo como forma de enriquecer el aprendizaje. Ante estas circunstancias, el docente puede reconocer que no está en
posesión de todas las respuestas que el estudiante requiere sin menoscabar su autoridad dentro del aula. Decir “no lo sé” implica una invitación directa a los estudiantes para encontrar una respuesta entre todos. Supone un llamado para el aprendizaje colaborativo. Según el profesor español Santiago Moll, muchas veces existe en
los docentes miedo al ridículo, inseguridad y diversas presiones por responder algo que no saben, ya que el riesgo de decir “no lo sé” es más elevado que el costo a equivocarse. Socialmente, reconocer que no tenemos una respuesta nos deja ver como estúpido o derrotado. Es preferible inventar una respuesta y salir del paso.
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especial “Esto es difícil para cualquier profesional, ya que esta frase tiene una fuerte carga cognitiva asociada, que a todos nos genera cierto grado de inseguridad, porque se espera que sepamos responder a cada pregunta que se nos hace“, explica Juan Luis Cordero, psicólogo educacional e investigador de Elige Educar. “En el caso de los profesores, esto es más complejo, ya que implica reconocer su ignorancia no solo frente a una persona, sino que frente a un grupo de 30 0 40 estudiantes”. Además, el experto plantea que “para muchos docentes, el dominio de contenidos es un aspecto de validación frente a sus estudiantes, por lo que no saber puede ser una señal de debilidad”.
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Además, el experto plantea que “para muchos docentes, el dominio de contenidos es un aspecto de validación frente a sus estudiantes, por lo que no saber puede ser una señal de debilidad”. Moll propone un cambio necesario en la docencia para que los profesores puedan expresar el “No lo sé”. “Mientras no puedas reconocer lo que todavía no sabes, será prácticamente imposible que aprendas lo que necesitas saber”, expresa el
catedrático. Similar postura asumen Levitt y Dubner, quienes consideran importante superar el tabú de la ignorancia. Quitarse el miedo ante la ausencia de respuesta y, ante todo, liberarse de la necesidad de improvisar una respuesta. “No lo sé” es el inicio para incentivar una actitud de búsqueda compartida; “no lo sé pero entre todos debemos buscar una respuesta para mañana”. Aunque suene obvio, la estrategia más simple para un docente a la hora de abordar este escenario consiste en reconocer la falencia y trabajar en la solución de manera inmediata: “no lo sé, pero me preocuparé de averiguarlo para la próxima clase”. Otra opción es invitar al estudiante a colaborar en la inves-
tigación para que puedan descubrir juntos una respuesta. Esto se puede facilitar con la ayuda de la tecnología, o también se puede indagar con el resto de los compañeros si tienen una inquietud similar, y así organizar una actividad para encontrar una solución “Independiente de cual sea la estrategia que se aplique, es importante detenerse a valorar la pregunta del estudiante y su curiosidad. Aunque no haya una respuesta en el momento, más vale que los alumnos planteen esas dudas a que se las guarden. Como dice el adagio, ‘no hay peor pregunta que la que no se hace’”, considera Cordero. Reconocer las limitaciones que tenemos como docente nos permite “crecer como profesional” y también formar a los estudiantes en una actitud de humildad y superación. El ejemplo docente animará a los estudiantes a reconocer también sus falencias sin sentirse menospreciados. Decir “no lo sé” y buscar una respuesta que sacie la necesidad de saber es una dinámica válida para enseñar a aprender. Se normaliza un comportamiento tan natural en la vida laboral. Desde la humildad que proporciona a algunas personas el conocimiento, Levitt y Dubner insisten en afirmar que la clave para aprender es el feeddback, la retroalimentación que se obtiene de los que te rodean y de tu propia curiosidad, una curiosidad que siempre está fuera de la zona de confort. Concluye Juan Luis Cordero considerando que el “no lo sé” es la primera puerta para el aprendizaje, el impulso para encontrar la respuesta correcta. 19
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la evaluaciĂłn escolar de la que todo el mundo habla Âżbien? 20
El ranking PISA se ha convertido el indicador mundial de educación más reconocido. Estudiantes de 72 países son evaluados en las áreas de matemáticas, ciencias y gramática. Los países latinoamericanos obtienen resultados desalentadores. Los ministros de educación esperan ansiosos los resultados de las pruebas PISA. De alguna manera, supone una evaluación a la gestión que han desarrollado en materia educativa. La ubicación de cada país servirá para valorar los avances en educación que se han obtenido. Como políticos, esperan obtener, al menos, un dato positivo que les permita dar una buena noticia. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) elaboró una prueba evaluadora que se implementase en diversos países. De esta manera, se podría obtener un ranking en educación y,
a la larga, considerar las implicaciones económicas y las ventajas para el desarrollo que supondría. La primera prueba se realizó en el año 2000. Desde entonces, cada 3 años se replica la prueba en estudiantes de 15 años. En la última prueba realizada (2016), participaron más de 500.000 estudiantes pertenecientes a 72 países. Desde sus primeras evaluaciones, los países del norte de Europa y los países de Asia oriental han dominado los primeros lugares. Finlandia, Corea del Sur y Japón han dominado los primeros puestos en años anteriores. En el ranking difundido
en diciembre de 2016 Singapur está calificado con el primer lugar en desempeño educativo, seguido de Japón y Estonia. Respecto al desempeño obtenido por los países latinoamericanos, ninguno ha logrado un resultado por encima de la media general. A pesar de eso, algunos países pueden considerar, con cierto relativismo, que los resultados del 2016 son levemente mejores a las pruebas anteriormente realizadas. Un reporte elaborado por la BBC identifica los 10 factores claves que identifican a los mejores países en educación.
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especial Es mejor estar en Asia oriental
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No parece haber escape en la implacable geografía de las clasificaciones de educación. Singapur está ahora en primer lugar, seguido por Corea del Sur, Hong Kong y Japón. Shanghái ha sido un gran contendiente. Y hay que añadir a Taiwán, Macao y Vietnam a esta lista.
Cultura del orden
Para decirlo diplomáticamente, la expectativa de muchos de los países más exitosos es que la gente haga lo que se les dice. Una cultura conformista y centrada, un sentido de propósito colectivo o incluso un Estado de un sólo partido de los tradicionales suelen ser elementos que dan mejores resultados. Pero hay excepciones: los finlandeses consiguen un alto rendimiento con un fuerte sentido de independencia liberal.
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Conviene no tener recursos naturales
Hay un fenómeno en la educación llamado “la maldición de los recursos”, pues las economías basadas en riquezas naturales -como las que dependen de sus vastas reservas de petróleo- tienden a rendir menos en la educación. Gran parte del Oriente Medio se da como un ejemplo.
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Según este fenómeno, los recursos naturales crean una dependencia en los países abundantes en ellos que podría marcar una tendencia hacia los malos resultados en educación. Por su parte, los países sin yacimientos de hidrocarburos u otras fuentes de ingreso necesitarían apostar a la propia inteligencia
de sus habitantes para salir adelante. Los países pequeños con pocos recursos han tenido que aprender rápidamente cómo vivir de su ingenio. Hace 60 años, Corea del Sur tenía uno de los peores índices de analfabetismo en el mundo; ahora se ubica entre los primeros lugares de la clasificación.
Apuesta por los maestros
Ser una nación joven ayuda
El gurú de la educación de la OCDE Andreas Schleicher tiene un eslogan: “Ningún sistema de educación puede ser mejor que la calidad de sus profesores”. El éxito está inseparablemente unido a la oferta de docentes de buena calidad. Sean cuales sean las declaraciones mediáticas que desplieguen los ministros de Educación, todo se reduce a invertir en los maestros. La calidad del sistema educativo va de la mano de la calidad de los docentes. “En prácticamente todos los sistemas educativos, los estudiantes obtienen mejores resultados en ciencias cuando afirman que sus profesores les ‘explican las ideas científicas’, ‘debaten sus preguntas’ o ‘demuestran una idea’ con más frecuencia”, concluye el informe de la organización.
Si bien es cierto que los del selecto círculo de ganadores son culturas antiguas, una característica curiosa es cuántos son relativamente nuevos como Estados-nación o tienen fronteras recientemente reconstituidas. Finlandia apenas va a celebrar su centenario el próximo año. Singapur y Corea del Sur, en su forma actual política, son productos del siglo XX. Vietnam, tras emerger de la guerra en la década de 1970, ha sido uno de los más raudos en subir a los podios que añoran Estados Unidos y los viejos dinosaurios europeos.
Tener un vecino grande que te eclipse
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Otra característica sorprendentemente de los principales países en la educación es cuántos tienen que competir con un vecino mucho más grande. En las historias de éxito de Europa en los últimos años -Finlandia, Polonia y Estonia- todos tuvieron que salir de la sombra del antiguo bloque soviético. Corea del Sur y Hong Kong están en contra de la China continental. Singapur es una pequeña ciudad Estado rodeada de grandes vecinos con poblaciones mucho mayores. La educación les permite competir en las ligas mayores.
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No es una competición de eliminación
Las tablas de clasificación de la educación se basan en la proporción de jóvenes que llegan a algún punto de referencia de la capacidad. Los ganadores serán aquellos que asuman que todos deben cruzar la línea de llegada, incluidos los más pobres, lo que es una característica distintiva de los sistemas principales de Asia. Sus mejores profesores
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Es difícil separar los sistemas educativos de la política y la cultura en la que se desarrollan. Por mucho que a todos les gusta hablar de “innovación”, hay un montón de presiones en contra del cambio. Pero muchos de los países con alto
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se dedican a los alumnos más débiles para asegurarse de que todo el mundo tiene un nivel básico. Por el contrario, Occidente tiende a abordar la educación como una carrera de caballos, con la expectativa de que muy pocos de los corceles que comiencen la carrera lleguen a la meta. Y las clasificaciones reflejan esa diferencia fundamental.
El sistema occidental parecería premiar a los alumnos que cruzan de forma sobresaliente la meta. Sin embargo, eso no es lo que busca la prueba, ni los sistemas educativos asiáticos. En su lugar, el objetivo es que todos crucen la meta, desde los más ricos hasta los más pobres, para garantizar una línea básica de formación en el país.
Escoger lo mejor rendimiento no tienen ningún problema en apropiarse de las mejores ideas de otros países e incorporarlas en sus propias escuelas. Aunque el progreso puede ir de la mano con la innovación, imitar modelos exitosos no tiene nada de
malo. Por el contrario, “muchos de los países con alto rendimiento no tienen ningún problema en usar las mejores ideas de otros y usarlas para sus escuelas”, destaca la BBC.
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Planificar a largo plazo en un mundo de corto plazo
Puede tomar 10 años antes de que los cambios en un sistema de educación marquen alguna diferencia positiva en el ranking mundial. Aunque las exigencias sean constantes y la sociedad demande los resultados para ayer, los cambios
en los sistemas nacionales no se reflejan de la noche a la mañana y pueden tardar hasta una década en impactar en la sociedad, un plazo que no va de la mano con los recambios frecuentes en los ministerios de Educación, que incluso
pueden ser removidos más de una vez en un mandato presidencial. Eso no es un gran incentivo para la fugaz vida útil de la oficina ministerial. Pero el gran mensaje del ranking global es que lo que se necesita es consistencia y continui-
Compromiso de todos
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Como toma tiempo notar los cambios de una reforma en la educación, los ministros pueden vanagloriarse de cualquier cosa que tenga éxito y culpar de todo lo demás en la administración anterior. La veleta de la culpa siempre apunta lejos de quien esté a cargo. Al ser una política de largo plazo, los ministros pueden caer en la tentación de vanagloriarse de cualquier resultado a la vista, y culpar a todos sus predecesores por los fracasos. Incluso, la evaluación demuestra que el entorno familiar del alumno influye en su aprendizaje, por lo que es toda la sociedad la que debe acompañar la mejora del sistema. 25
especial
Cómo hacer que la lectura sea un PLACER para los niños La lectura se ha convertido en la “actividad castigo” para muchos estudiantes. El sólo hecho de mencionar un libro de lectura acarrea un abucheo general en el curso. ¿Qué beneficios aporta la lectura para el desarrollo escolar?
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Para la mayoría de los estudiantes, leer un libro se considera algo aburrido, casi un castigo. Como docente he sugerido la lectura de libros a los estudiantes en múltiples ocasiones. Una de las primeras preguntas que me hacían para “gestionar” una pronta lectura se centraba en la versión fílmica del libro. ¿Se puede ver la película?, o su variante ¿dónde encuentro la película? Una salida rápida para hacer la tarea y cumplir la responsabilidad de aula. La actividad de la lectura la hemos vinculado de manera muy directa con la escritura. La motivación (o excusa) que usamos para incentivar la lectura está vinculada a un trabajo de resumen o control de lectura. Potenciamos la relación directa entre la lectura y la escritura. La primera se convierte en materia prima para la segunda. Da la impresión que la escritura es el fin y la lectura el medio. Incluso, con el auge de las redes sociales, la escritura se ha embellecido con un glamour que atrapa a muchos. La fluidez en la escritura se consigue con la lectura. A través de ésta, adquirimos el lenguaje, el vocabulario y la experiencia para la redacción. Similar criterio postula Juan José Arreola al afirmas que “si no lees, no sabes escribir; si no sabes escribir no sabes pensar”. Como beneficio inmediato de la lectura se reseña la capacidad de transferir experiencias al lector. Y, en consecuencia, el desarrollo del pensamiento y el sentido crítico. “Leer es una gran manera de expandir nuestro horizonte de experiencias”, sentencia Raymond Mar, doctor en Psicología de la Universidad de York, en Canadá.
Jorge Luis Borges, el gran escritor argentino, reclamaba el placer de leer anteponiéndolo a la labor de escritura. “Que otros se jacten de las páginas que han escrito; a mí me enorgullece las que he leído”. Ciertamente, la lectura es una herramienta de desarrollo fundamental para los estudiantes. “Los estudiantes de hoy tendrán que adaptarse a las profesiones del futuro, que aún no existen” manifiesta Paola Uccelli, investigadora de Harvard quien
ha profundizado sobre el tema en diversos ámbitos escolares. Para adecuarse a las oportunidades laborales futuras, deben priorizar el aprendizaje autónomo. Quien no domine el lenguaje estará limitado y no será capaz de transformase de acuerdo a las exigencias del mercado, concluye. Fortalecer el hábito de la lectura implica trabajar la capacidad de comprensión en los estudiantes. Devorar libros de manera automática y sin reflexión no aporta la verdadera riqueza que la lectura consciente promete. Los docentes debemos preparar a los estudiantes para que cada libro sugerido se convierta en una experiencia de lectura única. Ya sean relatos literarios o académicos, nuestra guía previa facilitará el proceso de lectura y animará a los estudiantes a sentir la actividad como algo provechoso. Uccelli refleja en su estudio algunas limitaciones derivadas de la falta de comprensión lectora. 27
especial Al no procesar bien los textos académicos, se produce una desconexión con las tareas escolares que debe realizar el estudiante. “No solo se descuelga, matiza la autora, sino que más adelante puede tener problemas en su acceso a la universidad”. La experiencia de la lectura activa el cerebro. Para Raymond Mar “el cerebro, al parecer, no distingue claramente entre leer sobre la experiencia de un personaje de ficción y vivir esa actividad en la vida real”. Provoca una relación de empatía, la identificación con las situaciones recreadas en el libro como si fueran experiencias propias. Según Mar “hay similitudes en la forma en que el cerebro reacciona al leer sobre algo y experimentarlo”. Otro estudio impulsado por Veronique Boulenger, investigadora en Neurociencia Cognitiva del Laboratorio de Dinámicas de Idioma en Lyon, Francia, revela que “de alguna manera, el cerebro simula la acción que lee”. La lectura ofrece un conocimiento al estudiante similar al que puede adquirir con su propia vivencia. Este acumulo de saberes y experiencias potencia, sobre manera, la capacidad de pensar y valorar que el estudiante forja. Y todo ello a través del placer de un buen libro, como diría Borges, “la felicidad, cuando eres lector, es frecuente”.
Fortalecer el hábito de la lectura implica trabajar la capacidad de comprensión en los estudiantes. Devorar libros de manera automática y sin reflexión no aporta la verdadera riqueza que la lectura consciente promete. 28
5 BENEFICIOS DE LA LECTURA PARA NUESTRA SALUD La experiencia de la lectura es una puerta abierta en la imaginación del estudiante. Las aventuras narradas generan un flujo de emociones y aprendizajes que repercuten directamente en el trabajo de aula. Además del valor académico, la lectura también aporta con diversos beneficios para la salud de las personas. Lo describe un informe de las Escuela de Salud Pública de la Universidad de Yale (Estados Unidos) que identifica cinco beneficios directos
1. Leer reduce el estrés
El estrés se ha convertido en la silenciosa acompañante de la sociedad moderna. Según reportes científicos, se cree que contribuye a alrededor del 60% de todas las enfermedades que padecemos. Puede aumentar los riesgos de accidente cerebrovascular (en un 50%) y enfermedades del corazón (en un 40%). Nuestro ritmo de vida hace casi imposible eliminar el estrés por completo, pero hay cosas que podemos hacer para reducir el estrés y evitar que se convierta en un grave problema de salud. Una de ellas es la lectura. Según un estudio de 2009 realizado por la Universidad de Sussex (Reino Unido), la lectura puede reducir los niveles de estrés en un 68%, incluso más que escuchar música o ir a pasear.
2. Leer frena el deterioro cognitivo
A medida que envejecemos, nuestro cerebro se ralentiza, y las tareas cognitivas que nos resultaban fáciles -como recordar un nombre o el número de piso de un conocido- ya no lo son tanto. Sin embargo, según varios estudios, la lectura podría ayudar a frenar o incluso prevenir el deterioro cognitivo. Además, un estudio realizado por investigadores del Rush University Medical Center en Chicago (EE.UU.) y publicado en la revista Neurology, concluyó que la lectura y otras actividades que estimulan la mente pueden retrasar la demencia.
3. Leer mejora el sueño
Los teléfonos inteligentes o smartphones se han convertido en nuestros compañeros de cama habituales. ¿Qué de malo hay en echar un vistazo rápido a Facebook antes de apagar las luces? Pues la ciencia nos confirma que puede causar estragos en el sueño. Un estudio de 2016 publicado en la revista Social Science & Medicine confirmó que el uso de un smartphone justo antes de acostarse está relacionado con una duración de sueño más corta y peor calidad de sueño. Esto se debe principalmente a que la luz emitida por los dispositivos reduce la producción de melatonina en el cerebro, una hormona que nos dice cuándo dormir.
4. Leer puede mejorar las habilidades sociales
Algunas personas ven los libros como una forma de escapar del mundo real y puede que de las personas que lo componen, pero la ciencia ha demostrado que cuando se trata de habilidades sociales, la lectura puede tener sus puntos positivos. Así, un estudio de 2013 publicado en la revista Science, por ejemplo, halló que las personas que leen ficción pueden tener una mejor “teoría de la mente”, es decir, la capacidad de entender que las creencias, deseos y pensamientos de las personas son diferentes a los suyos; esto es, tener más empatía. “Lo distintivo de los seres humanos es que hacemos intercambios sociales con otras personas -con amigos, con parejas, con niños- que no están preprogramadas por instinto. La ficción puede aumentar y a mejorar nuestra experiencia social”, explica Keith Oatley, líder del trabajo.
5. Leer nos hace más inteligentes
Muchos estudios han demostrado que la lectura puede aumentar el vocabulario de un individuo, que se ha relacionado con una mayor inteligencia. Aún mejor. Parece que cuanto más fuertes son las habilidades iniciales de lectura de una persona, más inteligente es. Un estudio de 2014 publicado en la revista Child Development determinó que los niños con mejores habilidades de lectura a la edad de 7 años obtuvieron calificaciones más altas en los tests de Cociente Intelectual que aquellos con habilidades de lectura más débiles. La lectura influye causalmente en la inteligencia. 29
especial
EL PROFESOR Q perfil del docente del Siglo XXI sión” permanente a nuestro trabajo, La escuela está llamada a transformarse en “auténticas comunidades de aprendizaje donde profesores, padres y estudiantes, trabajan en la búsqueda de un mismo objetivo”, sugiere García Ugarte.
La figura del nos resignado a cumplir ciertas ladocente es clave en bores de modo casi automático. ¿A quién le gusta meterse en el proceso de enseñanza aprendizaje. Cada año problemas? Es preferible cumplir lo dispuesto y librarse de surgen nuevas teorías sobre las complicaciones. la labor que el docente des- Jerónimo García Ugarte, proempeña dentro del aula. fesor y pedagogo, reclama un protagonismo más activo de ¿Estamos preparados los profesores, un espacio de para eso? acción más libre, para renovar Como profesor, está bajo mi responsabilidad planificar la labor de aula durante todo el año escolar siguiendo las instrucciones de las autoridades educativas. También, como docente, asumo la responsabilidad del cuidado y formación académica de los hijos, cuyos padres confianza cada mañana al colegio. Son “muchos mandados” para una labor tan importante. Todos creen saber cuál es la labor que el docente debe asumir dentro del aula. Quizá por esa “supervi30
la educación y asumir los retos educativos que reclama el siglo XXI. La formación actual debe capacitar a los estudiantes para desempeñarse en trabajos que, aún, no son definibles. La transmisión de saberes preestablecidos forma parte de las obligaciones docentes. Se debe enseñar a los estudiantes ciertos contenidos “consensuados” y que le permitirán convertirse en un adulto apto para la vida en sociedad. Hoy, la escuela reclama mucho más a los docentes.
QUE QUEREMOS:
El aprendizaje del siglo XXI, continua el pedagogo reseñado, debe “ser integrado y global, antes que separado por asignaturas”. También debe ser experiencial y desplegar su atención sobre todo tipo de inteligencias y no centrarse únicamente en un par de ellas. La “nueva escuela” atenderá a la diversidad de estilos de aprendizaje, culturales y motivacionales, que hay en el aula. La labor fundamental de la escuela del siglo XXI se centra en el aprendizaje de competencias, en el aprender a aprender. Sintetiza la labor del nuevo docente en “cinco claves que deben guiar hoy la educación de los estudiantes para abrirles las puertas del mañana: el talento, el corazón, el diálogo, la solidaridad y el aprendi-
zaje. Los cambios proyectados por Jerónimo García Ugarte reclaman la participación de un docente que esté dispuesto a salir de su zona de confort, un docente que desee transformar la manera de educar. Algo similar a la idea de docente propuesta por Sir Ken Robinson para quien el profesor desempeña la labor de coach o mentor de los estudiantes. La formación escolar del siglo XXI explota las diversas inteligencias de los estudiantes. De esta forma, se abrirán muchas puertas de cara a un futuro innovador y cambiante. Eso es precisamente lo que se espera por parte de los gestores de proyector, personas con un perfil emprendedor y un espíritu de iniciativa constante. En el fondo, más que llaves para el
mundo laboral, son enseñanzas que esconden las claves de la felicidad y la realización personal, concluye García Ugarte. El aliado estratégico para la nueva forma de encarar la docencia será la creatividad, la capacidad de descubrir o inventar. Y la creatividad va de la mano del diálogo. De acuerdo a la visión expuesta por el autor, se debe romper las “escuelas burbuja” para dar paso a las “escuelas red” en las cuales se prioriza el interés común y la interacción de todos los miembros de la comunidad educativa. Preparar a los hijos para afrontar los trabajos del mañana requiere hacer nuevas cosas, diferentes a “las de siempre” que nos plantea la escuela tradicional. 31
especial 10 competencias clave para un docente, motor de una nueva educación La reflexión sobre los nuevos retos de la educación mantiene en constante alerta a los docentes. Desde el portal Educación 3.0 se proponen
las competencias docentes necesarias para cumplimentar el perfil del docente del siglo XXI. Aunque son múltiples las capacidades que se demanda a
• Multigestor.- Un sistema educativo que
tiene el talento como su mayor baza exige a los docentes formar desde la diversidad, lo que implica manejar variables casi infinitas. Respetar la relación que cada estudiante establece con el conocimiento y la cambiante realidad exige un esfuerzo de gestión adicional clave para la personalización de los ritmos de aprendizaje.
• Cercano.-
Solo siendo verdaderamente accesible y potenciando el contacto directo con el estudiante, el docente podrá descubrir el talento particular que se ha de potenciar en cada uno.
• Facilitador.-
El profesional de la educación ya no está llamado a entregar conocimiento, sino a construirlo. Su papel hoy pasa por generar un entorno propicio que motive a los estudiantes a descubrir, al tiempo que les facilita las herramientas para el aprendizaje.
este profesional, Mireia Aldomá identifica 10 competencias clave, que sin ser las únicas, son imprescindibles para concretar este nuevo modelo:
perfil inquieto, sin miedo al cambio, capaz de gestionar la incertidumbre y altamente inspirador y motivador.
• Líder creativo.- Un nuevo modelo educativo exige no hacer las cosas como siempre, proponer nuevas dinámicas pedagógicas y maximizar los recursos disponibles.
• Amigable con las TIC.- Vivir las nue-
vas tecnologías con naturalidad. Incorporarlas al aula no como un instrumento pedagógico puntual, sino como una realidad, siendo plenamente consciente de sus numerosas ventajas y de los posibles riesgos que pueden entrañar.
• En constante formación.-
Reciclar conocimientos y competencias para estar en contacto real con los avances de la sociedad. El docente facilitador sume un papel de investigador activo de lo que le rodea para aplicar en el aula.
• Líder social.- Las redes están en la base • Exigente y excelente.- El secreto a vode la educación cimentada en el talento. Se confía en la capacidad de los otros para sumar el aprendizaje, y en este sentido, el docente se convierte en un punto de unión imprescindible de la comunidad: entre sus estudiantes, con los otros docentes, con las familias.
• Líder innovador.32
Ha de ofrecer un
ces de cualquier modelo de éxito: tener rigor en el trabajo y voluntad de manera continua.
• Ilusionado e ilusionador.-
Sólo la firme creencia que es posible impulsar un sistema mejor hará que comiencen a generalizarse el cambio.
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especial
VALORES:
la asignatura indispensable de la escuela del futuro Los valores responden a tradiciones y hábitos culturales que se viven en una sociedad. Las relaciones interpersonales se convierten en la “escuela de formación” de valores natural. Los estudiantes aprenden a vivir los valores de acuerdo a las relaciones de convivencia. Para Milagros Moleiro, la familia “es la primera escuela de valores donde se forman los primeros hábitos”. La familia constituye el primer círculo de interrelación y, por tanto, la primera referencia para conocer y vivir en valores. Durante mucho tiempo, la reflexión pedagógica ha considerado que la educación en valores correspondía a un espacio familiar y personal del 34
La educación en valores se ha convertido en un tema recurrente para los docentes. Se ha escrito estudiante. La escuela se mucho sobre la integración de los encargaba de una formación más académica; su valores en los procesos de aprendiobjetivo se centraba en zaje. Aun así, en muchas ocasiones formar los profesionales no deja de ser un relleno para la que coparían los espacios malla curricular que se imlaborales en un futuro cercaparte en los colegios. no. Con el paso del tiempo, se ha percibido múltiples deficiencias en torno a la estructura señalada. La sociedad moderna revela una crisis de valores, un desinterés en comportamientos sociales como la tolerancia, la honestidad y el respeto. El análisis presentado para explicar este desinflamiento de la relevancia social de los valores plantea, como uno de los primeros síntomas, la fal-
ta de “tiem- po de familia” que permite la sociedad moderna. La solución inmediata para ello, transformar la educación en una escuela de valores. Para Berta Guevara, profesora en la universidad de Carabobo, “el proceso educativo es el eje central para el aprendizaje de los valores”. Como
parte de las transformaciones propias de la sociedad moderna, la escuela ha adquirido un papel primordial en la “introducción a la vida social” de los estudiantes. Es en el ámbito escolar donde los estudiantes potencian su interacción con espacios ajenos a la familia. En otras palabras, la escuela se ha convertido en la interacción social de los niños. Desde esta perspectiva, la escuela trata de dar una respuesta diferente a la dada por la educación tradicional en la que sólo importa la acumulación de conocimientos en detrimento de la formación holística del ser humano, que lo percibe como un ente afectivo, social y espiritual, confirma Guevara. Similar planteamiento lo expresan otros autores como J. Garza o S. Patiño para quienes la educación en valores es necesaria para acompañar el crecimiento de los estudiantes en mejores personas en lo individual y mejores integrantes de los espacios sociales de interacción. Ante estas nuevas perspectivas de reflexión educativa, la escuela se convierte en el protagonista central para formar en todos los ámbitos y niveles educativos sobre: educación en valores, formación personal, formación ética y otros temas similares. Guevara incide en la trascendencia que la escuela adquiere en estas nuevas coyunturas al asumir la responsabilidad, continua y permanente, de “ayudar en la formación integral del estudiante, quien requiere no solo la adquisición del conocimiento científico, sino también el aprendizaje de patrones culturales impregnados de valores, que lo ayuden a ser una persona útil para sí misma y para los demás”. 35
especial Y complementa la autora venezolana al reafirmar que la escuela es “un medio de formación de valores, es el lugar donde el educador debe mantener una actitud transitoria de valores, siendo lo más importante el ejemplo coherente entre lo que el docente dice y lo que hace”. En otro estudio impulsado por la profesora Nancys Cuevas, se identifica los valores prioritarios que la escuela debe trabajar. Para la autora, el amor es el principal valor que los docentes debemos inculcar a través de nuestras acciones. A partir de ahí, se derivan otros valores como la tolerancia, la solidaridad o la perseverancia, valores fundamentales para la educación integral de los estudiantes.
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UN AULA VALIOSA 1. Tolerancia.-
un valor fundamental para la convivencia en el aula. El estudiante aprende a resolver situaciones de controversia asumiendo las diferencias que existen entre las personas o entre las cosas. La tolerancia supone un indicador de madurez. Trabajar la tolerancia como actitud supone el fomento del diálogo abierto y la comprensión como pauta de relacionamiento.
2. Solidaridad.-
apela al sentido de comunidad que envuelve al ser humano. El estudiante necesita de los otros para avanzar en su crecimiento. La solidaridad se construye en condiciones de trabajo en grupo, una pequeña comunidad de intereses comunes. La solidaridad influye en la percepción que se forma respecto a las necesidades ajenas. El estudiante mostrará una actitud más sensible para conocer y colaborar a otros compañeros que estén pasando por situaciones de necesidad.
3. Autoconfianza.-
supone sentirse bien con uno mismo, confiar en sí mismo. Conlleva un sentido de seguridad que impulsa al estudiante a afrontar los retos. El temor que invade a los estudiantes inseguros los envuelve en un círculo de desconfianza sobre sí mismos, actitud que frena el aprendizaje y la capacidad de exploración. El docente debe destacar las cualidades positivas de cada estudiante. De un modo sigiloso, invitará a los estudiantes para trabajar sus puntos débiles. Esta combinación servirá para abrir el mundo de posibilidades y oportunidades que cada estudiante tiene ante sí. 37