¿Por qué leer...?
Éste es el caso de los diminutivos, los cuales podrían ser una herencia del náhuatl. De acuerdo con el artículo Posible influencia del náhuatl en el uso y abuso del diminutivo en el español de México del gran especialista en culturas mesoamericanas, José Ignacio Dávila Garibi, el uso del diminutivo en el español de México podría ser semejante a las formas lingüísticas del diminutivo en náhuatl. Es común escuchar casi de forma abusiva palabras como “frijolitos”, “casita”, “esposita”, etcétera, incluso cuando no corresponden con la realidad física del objeto de referencia.
¿Por qué los mexicanos usamos tantos diminutivos? Ahorita, casita, frijolitos, Diosito... Te contamos la razón por la que los mexicanos usamos tantos diminutivos y por qué es importante preservarlos.
Los mexicanos somos conocidos mundialmente por nuestra amabilidad al momento de hablar, la cual puede parecer un vicio derivado del sometimiento colonial. Sin embargo, no todas las expresiones del español mexicano se derivan de una timidez frente al interlocutor.
El uso del diminutivo es tal, que se llega a aplicar a los adverbios, generando palabras como “adiosito”, “favorcito” o “apenitas”. Incluso palabras de mucho respeto como Dios (“Diosito”) o madre (“madrecita”) son llevadas al diminutivo sin que ello implique una falta de respeto o disminución. Por el contrario, son formas que reflejan una mayor veneración, cariño y familiaridad. De acuerdo a Dávila Garibi, este uso excesivo del diminutivo –sin paralelo en otros países– se deriva del intercambio cultural durante los primeros años de la Nueva España. Sobre ello menciona:
Herramientas de Lectura
12