o n c d a o M
o de ánim d a t s e o un
Maravilloso ser engendró el Caribe colombiano,
que un día se sumergió en el realismo mágico para ser recordado en la historia de la literatura, ese es Gabriel García Márquez, más conocido como “Gabo” cariñosamente, considerado por muchos como el más grande autor vivo de la lengua española. Nació en Aracataca, en el departamento del Magdalena, Colombia, “el domingo 6 de marzo de 1927 a las nueve de la mañana...”, como refiere el propio escritor en sus memorias… allí comienza la historia de nuestro querido Nobel (1982), hijo de Gabriel Eligio García y Luisa Santiaga Márquez y el mayor de 12 hermanos de una familia estrato medio. Criado en la finca cuyo nombre más adelante le daría alas a las ideas para crear un mundo en “Macondo”.
Sus padres, quienes vivían un amor prohibido por sus abuelos maternos, Nicolás Márquez y Tranquilina Iguarán, deciden instalarse en Riohacha, la historia y tragicomedia de ese cortejo inspiraría más adelante a su hijo. Pero finalmente Luisa obtiene el permiso de sus padres para relacionarse con Gabriel y así decide tener a su primogénito junto a sus padres quienes asumen la potestad sobre él, quienes con sus infinitas historias, fábulas y leyendas familiares, nutrieron para siempre la vida y obra del futuro escritor. Desde niño fue criado en un mundo sencillo, donde la cultura se trasmitía con la palabra y en donde bastó poco viviendo bajo el cuidado de sus abuelos para crear en su cabeza toda una serie de fantasías que entre realidad y misticismo cultivarían las grandes obras que hoy en día se leen sobre él. “La figura más importante de
mi vida” así hace referencia “Gabo” de su abuelo o “Papalelo” como le decía cariñosamente, quien fallece cuando este apenas tenía 8 años y lo deja con un mundo de imágenes cortando así con su “cordón umbilical con la historia y la realidad”. Evento que marcó su niñez ya que el coronel fue su más grande pilar y tutor situación que lo llevó a creer que “después todo me resultó bastante plano: crecer, estudiar, viajar... nada de eso me llamó la atención. Desde entonces no me ha pasado nada interesante” antes de ello su mundo era mágico, adornado con todo el color caribeño, criado con la vivacidad del lenguaje campesino, pero tras semejante suceso sumado a la ceguera de su abuela “Mina”, señalada por el escritor como su primera y principal influencia literaria pues le inspiró la original forma en que ella trataba
lo extraordinario como algo perfectamente natural cuando contaba historias y como sin importar cuán fantásticos o improbables fueran sus relatos, siempre los refería como si fueran una verdad irrefutable. Por consiguiente “Gabo” vuelve al cuidado de sus padres, quienes se mudan a Sucre.
Estudia
el bachillerato en internados en Barraquilla y Zipaquirá. Adquirió reputación de chico tímido porque escribía poemas humorísticos y dibujaba tiras cómicas, un joven serio y poco dado a las actividades atléticas, fue apodado “El Viejo” por sus compañeros de clase pero eso nunca le afectó. Más adelante como cualquier joven de su época, fue obligado por sus padres a estudiar una carrera profesional, forzando su traslado a la ciudad de Bogotá para estudiar derecho en la Universidad Nacional. Aun en contra de su voluntad, “Gabo”, un joven amiguero, parrandero y buen orador, se hace camino para construir bajo el humilde aspecto de escritor lo que sería su más grande profesión.
“La vida no es sino una continua sucesión de oportunidades para sobrevivir.“
El novelista, cuentista, periodista, y guionista de cine dejó a un lado la carrera para incursionar en el mundo del periodismo. Su primera publicación oficial se llamó “La tercera resignación”, que apareció en el 13 de septiembre de 1947 en la edición del diario “El Espectador”. “Gabo” abandonó la capital a causa de “El Bogotazo” trasladándose a la costa en donde continuó cultivando sus pasos trabajando para “El Universal” y “El Heraldo”, pero las buenas críticas y los bajos ingresos no eran suficientes, así que se marcha para Paris. No obstante, la vida europea no fue lo que esperó, así que pronto regresa a Barranquilla en donde conoce al amor de su vida, Mercedes Barcha (1958) con quien contrae nupcias y más adelante traen al mundo al pequeño Rodrigo, primogénito de la pareja. Conociendo sus pasos de nómada, regresa nuevamente a Bogotá en donde se instalan por poco tiempo, ya que para los 60´s se conoce con Fidel Castro y entablan una estrecha relación de amistad -“la nuestra es una amistad intelectual. Puede que no sea ampliamente conocido que Fidel es un hombre culto. Cuando estamos juntos,
hablamos mucho sobre la literatura”que más adelante le granjea pocas simpatías ante los ojos de algunos como con Estados Unidos mientras vivía en Nueva York y también debido a su fama y a sus puntos de vista sobre el imperialismo de USA, por lo que fue etiquetado como subversivo y por muchos años le fue negado el visado estadounidense por las autoridades de inmigración, así que decide instalarse en México, en donde nace su segundo hijo, Gonzalo. “Gabo” es famoso tanto por su genio como escritor, como por su habilidad de usar este talento para compartir sus ideologías políticas, y aunque desertó la carrera de Derecho, no obstante es un apasionado de los asuntos oficiales. Para este entonces ya había escrito algunos de sus cuentos, uno que otro libro y empezaba a incursionar en los guiones, aciendo mención de que con cada una de sus historias haciendo
do mención de que con cada una de sus historias sólo quiso dejar una constancia poética del mundo de su infancia. En 1968 escribe su obra cumbre “Cien Años de Soledad”, pero sin la tenacidad de Mercedes esto no hubiera sido posible, ya que ella se ocupó de todo sin que él se diera cuenta de las circunstancias económicas tan precarias que atravesaban, pero ella se las ingenio para dejar que el genio literato se dedicara a escribir mientras ella sostenía su mundo alrededor. El éxito había llegado por fin y el escritor tenía 40 años cuando el mundo aprendió su nombre. Por la correspondencia de admiradores, los premios, entrevistas, las comparecencias era obvio que su vida había cambiado. Gracias al éxito del manuscrito obtiene muchos premios y el reconocimiento como escritor.
“ Nunca, ni un solo minuto, he dejado de ser periodista”
Como
de costumbre, se traslada con su familia a Barcelona pero, no dura mucho en regresar a Colombia, pero El gobierno del liberal Julio César Turbay Ayala lo acusa de financiar al grupo guerrillero M-19 así que decide huir y solicitar asilo en México, donde continúa manteniendo una casa. Hoy en día alternando su estadía con Colombia. Ahora bien, en 1999 le diagnostican un cáncer linfático y aunque Gabriel García Márquez ya no tenía la apariencia del típico sobreviviente de cáncer, todavía delgado y con el pelo corto, si sufría aun las secuelas del duro tratamiento. Sin embargo, en julio de 2012 nuestro más grande personaje, empezaría a sufrir serios problemas de memoria de manera inesperada, problemas que se rehúsan a marcharse.
“No, el éxito no se lo deseo a nadie. Le sucede a uno lo que a los alpinistas, que se matan por llegar a la cumbre y cuando llegan, ¿qué hacen? Bajar, o tratar de bajar discretamente, con la mayor dignidad posible.”