Y tú

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¿Y tú, sabes cómo hacerlo?


Entre estrepitosos ruidos que vienen y van, camino sin lugar a donde llegar, la luz clara me deja observar cada paso que doy y todo lo que veo son siluetas negras al alzar la vista al horizonte, pero cada segundo pasan destellantes las rojas y amarillas luces, de todo tipo de automóviles, devorando kilómetros cada vez más rápido para poder llegar a descansar, creo Yo; no llevo menos de cuatro horas caminando y cada vez son menos las luces destellantes, siendo más los grillos que cantan al verme pasar. Sinceramente estoy muy cansado, todo el cuerpo me pesa, de vez en cuando el aire frío me da una palmaditas, olvidando por ratos el cansancio, intercambiándolas por la dulzura de las suaves manos del viento, que no fueron suficientes sus caricias, porque caí , sumergiéndome en esta inmensa obscuridad, de que tan solo se distingue el asesino o misionero que esta frente a mí, no logro reconocerlo. Resplandece incesante el arma de dos filos que lleva en su mano; me aniquila si no soy Yo y me llena de alegría sí como de sabiduría si es que Si soy Yo. No, mi Padre no es, al cual no reconocí después de haber llegado tarde; tampoco es esa malvada caja enajenadora o muy informadora según el estado de ánimo al mirarla. Es después que una cálida ráfaga de luz iluminó mi rostro así como dos colmillos que impedían que fuera más fuerte el gruñir de aquel perro; “la dualidad de mi ser”, si estoy seguro que fue a ese hombre al que soñé anoche. Es la primera vez que despertaba en un colchón de pasto, además me sentía muy fresco, todavía no me había percatado de el olor que se desprendía de mis ropas, era muy penetrante y picoso, espero y no haya sido una travesura del perro que me despertó y se fue. Me levanté, volviendo a caminar, ahora lo hice hacia dentro según mi orientación; quería dejar de ver a menos gente cambiando de lugar con la firme intención de saludar y consultar a aquellas gentes que no son nómadas, solo el viento suele moverlas sin arrancarlas de su lugar de nacimiento, a veces son siempre iguales pero se combinan en colores vistosos, contrastantes al verde que no falta en ellas y las beben las abejas; no me dirigen la palabra, tan solo me observan, les platicó que soy un joven, que no busca oír los sermones acostumbrados de gente aniquilada por la cotidianidad y ligereza de sus vidas, como los políticos y chismosos que abundan en la tierra de los nómadas. Por fin escucho después de un largo e intenso esperar, el caudal de respuestas que el valle me da, son tantas, que no logro retener muchas, sigo caminando y el ruido se vuelve melodía que acompaña a mis reflexiones, una de las pocas me dice: “Disfruta ahora de nuestra bendiciones, porque próximamente nos convertiremos en nostalgia para ustedes”. Me detengo ahora tengo mucha hambre, creí poder olvidarla, pero no resistí, bajé mis hombros las correas de mi morral, ¡oh sorpresa! , solo migajas me había dejado el malvado perro, aunque agujereada la lata me comí su interior; pensaba en tirarla, dije “tan solo una”, miré como iba avanzando que no era Yo el único que tuvo hambre por estos lugares. Con razón cesaron las


voces melodiosas de los pájaros y árboles acariciados por el viento, dejándome en un silencio absoluto; entendí que no debía tirar la lata, no por eso el silencio dejo de acompañarme, dure mucho en verdad solo, angustiado por no volver a tener a mis compañeros que incondicionalmente me brindaron su amistad. No me fije al pasar por una pendiente, tropecé y vi que todo daba que daba vueltas; Cuando se detuvo apareció de nuevo aquel pensamiento con silueta de hombre y me decía: Sabías que cuando te preocupabas por encontrarte, si , cuando tienes ganas de ayudar, participar, todo lo que al Mundo le sucede te preocupa solicitándote tú inconsciente, brides ayuda, algo que puedas hacer; Cuando así sucedió a un ser humano este creció , volviéndose: científico, vago , comerciante o negociante, ésas profesiones , modos de vida u oficios, siendo los primeros que volviéndose indispensables, para todos aquellos pretendientes de sobresalir se volvieron otro más de la lista de oficios; Creciendo un abismo grandísimo entre la única creación de la naturaleza que no está en peligro de extinción sino todo lo contrario, la más glotona y lujuriosa que por sarcasmo fue llamada por las excepciones de esta. Algunas de ellas y ellos están viviendo la realidad de sus predicciones amarillistas, como así lo creíamos, ahora estamos acostumbrados: Al horario de abastecimiento de agua, no nos sorprenden los asesinatos porque ahora de estos se nutren los no tan beneficiados, los vegetarianos se suicidaron (bendición para las medidas de control poblacional) por no soportar la idea de vegetales en serie……………………………………….

Estoy completamente seguro, que fue solo atún el que comí de la lata y nada más, porque después de haber caído; Desperté en una inmensa obscuridad de la noche sin Luna que alumbrar y solo el recuerdo loquísimo de aquel señor, que ceo, le afectó un golpe en mi caída por la barranquita. Me acompaña mi gruñón estómago y nadie más, aquellos amigos no los he podido encontrar, resignándome a no volverlos a escuchar. Hoy no hay luna llena pero sigo caminando, no sé si piso cucarachas o ramas secas, me pican algunas espinas atrapadas en mis agujetas mas no me impiden continuar, no espero a que termine la noche, quiero disfrutarla tanto o igual como lo hago con el día, porque 2 siempre es sueño lo que en la noche sucede”, ahora no estoy durmiendo ni quiero estarlo “quiero vivir lo que he soñado y soñar lo que he vivido, para sentir lo hermoso que es estar aquí sin nunca despertar a la muerte” Sacó de mis bolsas la foto de un paisaje muy hermoso que mi abuelo me regaló. Diomela, porque: “Jamás volverás a ver algo igual “me dijo; Distinguí esa vez en su rostro el miedo a la incertidumbre, temía él que fuera erróneo su comentario, pero como iban las cosas en el Mundo, a su parecer era muy atinado, como quisiera decirle ahora que no está conmigo que su fe en concientizar a la humanidad y que fue su mayor esperanza ha sido inútil. Ahora comprendo lo que quería decirme cuando : A los largo de una vida se decepciona uno porque le cambiaron la jugada, derrumbándosele tan sólidas bases que los sostenían, por la única razón de que :”nunca


su futuro se volvió presente, pero sin embargo con su pasado si lo hizo” esto, le paso a uno de nosotros y sucesivamente así será, antes de que afronte sus problemas despertará, un día después de la decepción sin haber soñado nada absolutamente, despertándose como primero en la creación diciendo:” él universo está en contracción y el comienzo se vuelve fin” acto seguido se arreglará para salir al encuentro de su nueva vocación, saliendo de él “garras y sinfín de callosidades recorrieron su piel”, fue así cuando busco y no hallo, corrió ,cayó; Haciéndose un roble cuando estaba envejecido. Fue lo que me pasó estoy huyendo de la mancha voraz y gris de concreto que me persigue; Buscando refugio en la Naturaleza que me vuelve la espalda así como a la humanidad por no haberla ayudado cuando más nos necesitaba. Trato de subir una pendiente sin luz me es difícil no chocar contra los arbustos, de repente siento una brisa fresca, no me detengo al siguiente paso un torrente de agua hace presa de mí, no la siento fría; Tampoco pretendía bañarme a esas horas pero en fin, quité mis ropas de mi cuerpo húmedo despojándome de unos tantos malos recuerdos, haciendo lo mismo con zapatos y todo lo demás. Sentado observó el final de la noche, las copas de los árboles han sido benévolas conmigo no impidiendo que mi vista se detenga en observarlas, enmarcando la escena fabulosa de la salida del sol; El agua me refresca distinguiéndola cristalina al rodar frente a mis ojos, no quiero perder el cobijo de la pequeña cascada, aguardando a que el sol seque mis ropas para sí alcanzar la cima de esta montaña. Son imponentes los rostros de las rocas, pero me invitan a subir por ellas, manos y pies trabajan en conjunto haciéndome parte de la roca. El cansancio lo he olvidado al estar aquí arriba, por vez primera el mundo entero está a mis pies, soy el profesionista del instante de mi vida, la alegría me inunda; Ahora los escucho a aquellos amigos, el viento me susurra al oído: “ no eres demasiado joven para hacer y deshacer” En un instante todo cambia, la montaña en conjunto frita, estremecida por el estallido, el mundo que veía en el horizonte se convirtió en un “gigantesco hongo gris con fondo amarillo anaranjado” a mí me tiró después de verlo; En otro instante todo era silencio, bajé y toda la gente dsedentaria estaba negra, mis amigos habían muerto, el agua de la cascada era color chocolate, ya no pasaban camiones ni de ida ni de regreso, no encontré a nadie de nuevo caminé y topé con la mancha gris ahora no crecía , todo estaba en ruinas, sí que estoy solo mas no olvido los consejos de mi ahora muerta madre la Naturaleza. Leo y releo lo que dejó en estas hojas aquel muchacho que hizo todo lo posible por salvarme de entre los escombros que me rodeaban y asfixiaban, todavía en sus ojos la alegría que le acompañaba al decirme: “estas viva”,¡gracias!, parecía que era lo único que tenía en el cerebro pues lo repetía continuamente. Me abrazó contra el empujando, que alivio sentí cuando salí de esta prisión de piedras, me tomo de la piernas y colgada de su cuello, me llevo a un lugar mas confortable; Balbuceante pretendía decirme algo pero rodeada solo del único verde que existía


en ese momento: El olivo. Lo creyeron loco porque gritó frente a mí, el silbido de las balas tan solo escuche, tape mis ojos al abrirlos estaba frente a mí en cuclillas; Clavo sus ojos en los mios y lo dijo todo, cayendo sin vida a lado mío con su morral en las manos. Ahora hijo mío que me ves convaleciente en esta cama después de la guerra nuclear sin fronteras y todos se ha vuelto como no lo imaginábamos, te digo lo que me dio a entender cuando clavó su mirada en la mía aquel muchacho: “Estoy seguro de que no soy el único que se arrepintió, dándose cuenta hasta el último momento existiendo ya muy poca esperanza que “El soñar no es vida cuando no actuamos en nuestro presente” Pero como siempre, la respuesta ahora hijo mío, creo me darás: “Es que nadie sabe cómo hacerlo”.



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