Diez años de Nasty, diez años de Soren y Max

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Diez años de Nasty Mondays dan para mucho. Nos pareció interesante saber que estaba pasando por la cabeza de Soren y Max durante los días previos a la efeméride. Así que la semana pasada nos cogimos los trastos y nos fuimos junto a los Vilandez Photographers a entrevistarlos a su base de operaciones. El resultado es esta extensa entrevista a estos dos genios. Fotografía: Vilandez Photographers Entrevista: David Botello



RIPPINGMAG: 10 años de Nasty. ¿Qué ha cambiado de aquella época de Escudellers, hasta ahora, en la Sala Apolo? Soren: Las suecas Max: Si, han cambiado muchas cosas, otras no. Pero la esencia sigue siendo la misma. Obviamente no es lo mismo hacer una fiesta para los amigos, para 200 personas, que para 2000 personas, como ahora. Antes traíamos la música de casa y el público no nos influía tanto nos influye ahora. Antes, al estar en Fonfone, la fiesta era más auténtica, hacíamos más lo que nos salía de los huevos. Hoy por hoy, al haber tanta gente, tienes que pensar un poco más… Soren: …tienes que hacerlos bailar y hacer jugar a todo el público, genérico, ¿no?, No es lo mismo pinchar para 200 que pinchar cada lunes para 1500 0 2000 personas. Max: La diferencia también está en la excitación. Hace 10 años éramos más jóvenes. Hoy por hoy, la excitación… hemos bajado dos marchas -apunte de Soren-, pero nos seguimos divirtiendo. Antes era seek and destroy y ahora es thick and easy.



RIPPINGMAG: Si echáis la vista atrás ¿Qué veis, qué habéis dejado en el camino? Soren: Mira, lo que hemos dejado en el camino primero de todo, es el socio que nos metió en esta aventura y que a los dos años lo perdimos por el cáncer. Eso es lo que más recuerdo. Pero ¿qué dejamos, qué echamos de menos? Hombre, pues echamos de menos la calle Escudellers, el no tener esa presión a la hora de pinchar, el no tener ese cartel de DJ que tenemos ahora y que tenemos que soportar. Antes éramos dos granujas que montábamos una fiesta para los amigos y para romper cuatro bragas y emborracharnos. Max: Claro, eso es un poco la excitación del principio… que ahora es distinto, sigue estando, pero es distinta.



RIPPINGMAG: La sala está a tope, el desfase de la gente es evidente. Vosotros salís a escena. ¿Cómo laten vuestros corazones? Max: Eso nos sigue pasando, creo que a los dos. Siempre estamos en el backstage emborrachándonos, esperando antes de salir. No son nervios, pero esa excitación es el momento de la noche que más disfrutamos. Luego, cuando salimos a escena y la gente grita… en ese momento, ahí, es cuando vivimos toda la energía… Ya después, al pasar la noche, entre borrachera, las tías y todo, la energía baja un poco. Pero el momento de salir siempre nos hace mucha ilusión. Y a mí personalmente me está pasando mucho, últimamente, que al salir me pongo a pensar y analizar y veo todo el circo que tenemos montado y pienso: hostias, la que tenemos aquí montada, tenemos aquí un buen circo. Me siento orgulloso de que la gente se lo pase bien y se vuelva loca.



RIPPINGMAG: Tatoos, rock, chicas guapísimas… ¿Qué más hay en las noches Nasty Garage? Pero no sólo en los Nasty Mondays, en general… Soren: Cuando empezamos la fiesta prácticamente solo estábamos Max y yo,. Ahora hay un montón de gente a nuestro alrededor. Hay relaciones públicas, la gente que trabaja en la barra, un montón de estructura y te sientes responsable de todos ellos. Lo que hemos aprendido es a pasar de una fiesta de sinvergüenzas desgraciados a consolidarnos un poco como fiesta y como empresa. A nivel fiscal, por ejemplo, el Apolo nos pide regular todo, y lo tenemos todo como tiene que estar hecho. Y consolidar marca Max: Exacto, de empezar como una broma, sin pensar en ningún momento a donde llegaríamos (nunca paramos a pensar a donde iríamos a parar, ni cuanto íbamos a durar o cuanto podríamos ganar...). Cuando llegaba el verano cada año hablábamos con Soren y decíamos: “éste tiene que ser el último año…”, porque veíamos que la cosa se llenaba y pensábamos “esto ahora tiene que ir a menos, es lo lógico”. Pero con los años no iba a menos, al contrario. Así que llega el momento en el que te lo comienzas a tomar en serio, la excitación inicial se transforma. Ya no estamos sólo él y yo, hay mucha gente que depende de nosotros…hay una presión que entonces no teníamos, ahora éramos a ser una empresa… Soren: …claro, al principio no nos importaba si la gente bailaba o no bailaba. La cuestión era enviar el mensaje que nosotros queríamos. Ahora hay una responsabilidad: tienen que bailar, tienes que pinchar, no te puedes pasar de super rockero o de super pasteloso. Esto es una cosa que tenemos muy claro Max y yo: nunca quisimos ser ni los mejores dj’s, nunca quisimos ser más rockeros que nadie, simplemente queríamos hacer nuestro producto, nuestra movida, con nuestras influencias, como nos gusta a nosotros y como lo vivimos nosotros, con nuestras influencias – afirman los dos a la vez-. Es lo que hay, ni queremos ser productores, ni más rockeros que otros, es nuestra movida. Yo compagino el surf con el rock & roll y con mi curiosidad por el pasado, mi backup, que me ha forjado como soy. Nunca hemos querido ser ni la mejor fiesta, ni los mejores dj’s, ni los más rockeros. Nasty Mondays es lo que es. Al que le guste, bien. Y al que no le guste… pues que no venga…



RIPPINGMAG: En estos 10 años, ¿cuántos abrazos ha habido (entre vosotros) después de un calentón? Soren: …….Ufff……. Max: Para ser 10 años igual tendrían que haber sido más calentones de los que realmente han sido… en estos 10 años, al haber excesos y movidas, obviamente hubo momentos de…. Soren: Acabas de dar con la pregunta clave… en estos 10 años hubo momentos críticos de replantearnos dejar la movida por el camino, pero el éxito quizás reside en eso, en superarlo, dejar que pasen los años y seguir adelante, unidos. Porque no sólo somos Max i yo, ya que también está Chimo, que está en el dark side. Max: En cierta manera, es lo que yo siempre digo: Soren y yo somos los que nos comimos esto desde el día 1 y tenemos la unión que genera el vivir esto cada día, lunes tras lunes, cada noche, años tras año. Lo que sea, lo compartimos todo al 100% es como una responsabilidad a seguir adelante… Soren: Cuando comenzamos esta movida, nunca nos hubiéramos imaginado hasta donde llegaríamos. Nunca nos habríamos imaginado pinchar una vez al mes en NYC, ni haber podido contactar con bandas, ni hacer tour con Franz Ferdinand ni hacer de teloneros para The Sounds… lo bonito de todos estos años es que todo ha sido un cúmulo de casualidades, no hay detrás un plan de marketing.



RIPPINGMAG: Ahora vamos a hablar de Chimo. Es una persona que para el gran público es un poco desconocido. ¿Qué papel juega Chimo en el éxito de proyecto Nasty? ¿Cuál es su rol en este “trío calavera”? Soren: Chimo realmente fue el artífice de que nosotros pasáramos de una fiesta de “desgraciados de mierda” a… Max: … éramos dos tíos inexpertos que no sabíamos nada de la noche, pero de repente pasamos a hacerlo realmente un negocio… Él es el culpable – afirman a la par-. Soren: También hace de hermano mayor, de padre, de apagafuegos, de “recoge-marrones”… es el desconocido, pero es fundamental en la empresa. Max: Es el desconocido, pero cuando decidimos cambiarnos al Apolo, Soren y yo nos dimos cuenta de que nosotros solos no podíamos hacerlo… Era lógico, al final de una sesión, todos borrachos y cansados, ir a cobrar…!claro! nos la metían por todos lados. No nos enterábamos de nada, ya que antes no pensábamos ni en pasta ni en nada. Nos daban pasta y ya estábamos contentos; decíamos “ah! mira, la fiesta estuvo llena…” Soren: Si, no hubiéramos podido hacerlo sin él. No hubiéramos podido llegar donde estamos ahora. Max: Llega un momento que no puedes serlo todo: artista, manager, llevar los números… Dijimos: aquí necesitamos un par de ojos más que nos ayuden Soren: Chimo regularizó todo y nos ha hecho de todo, de hermano mayor, nos lleva el tema de booking si tenemos que ir a pinchar fuera.. Es el artífice, es el Guardiola del equipo



RIPPINGMAG: ¿Creéis que podríais tener el mismo éxito de los lunes con Nasty Mondays, en otra ciudad que no fuera Barcelona? ¿O sólo puede ser posible en una ciudad tan ecléctica como ésta? Soren: Somos conscientes de esto. De hecho, en este décimo aniversario, hemos hecho un fanzine en el que el mensaje que queremos transmitir es “Gracias, Barcelona”. Somos fieles defensores de Barcelona. Esta fiesta no hubiera sido posible si no hubiéramos estado en Barcelona. Nos debemos al público de Barcelona, a los universitarios de Barcelona y a las suecas que venían a Barcelona (al turismo sexual desde Suecia a Barcelona). Vamos, defendemos casi más Barcelona que el Barça. Max: Barcelona tiene la magia que hace que una fiesta como la nuestra subsista tanto tiempo. Además, la ciudad ha permitido hacernos famosos en otros sitios, porque con tanta gente que viene y que va, nos ayudó mucho a ser conocidos fuera. Muchos alemanes, italianos, extranjeros que venían a nuestra ciudad, venían al Nasty, flipaban y decían: “quiero llevar estos tíos por que los vi en Barcelona”… Todo se resume en ¡Barcelona!



RIPPINGMAG:¿Tenéis ganas de seguir soñando en rock, de seguir soñando en Nasty? Soren: … a ver… (dudas). El rock & roll cada uno lo interpreta a su manera, pero el r&r es lo que nos ha forjado a ser lo que somos, entre muchas más cosas: el surf, la cultura skate o mil cosas que en el camino nos han hecho ser lo que somos. Pero evidentemente mi predilección al llegar a casa es escuchar rock&roll. Nunca quisimos prostituirnos a la electrónica, ni pasarnos de remixes electrónicos en nuestras sesiones… Max: Hemos tenido un montón de propuestas del tipo “vamos a hacer un tema que sea Nasty Mondays, que no sé qué…”. Pero nosotros siempre dijimos, no es lo que queremos. Si tuviéramos que hacer un tema sería con una banda y tendríamos que cantar… No podemos sacar un tema, producir un tema... no es lo nuestro… Soren: Nosotros hemos vivido los 80’s, los 90’s con la época grunge, el hardcorde… Con los años hemos ido evolucionando con los estilos y con los momentos que había y al final el producto de Nasty Mondays es un resumen de todo lo que hemos vivido en todos estos años. Si que es cierto que hemos abierto mucho más las miras y ahora somos mucho más eclécticos y valoramos un montón de grupos de ahora que los adaptamos a nuestras sesiones y nos ha ayudado Nasty Mondays a abrir nuevos horizontes. Pero somos rock&roll.. Repudio la electrónica maquinera de botellón y… Ibiza para mí, lo justo. Todo esto es una opinión mía personal. No voy al Sonar tampoco, yo soy rock&roll. Y ya está… ¡Somos rock!



RIPPINGMAG: ¿Qué parte de skater o de surfer hay en vosotros, más que de dj’s? Max: Personalmente, yo sin el skate no podría existir. Empecé a escuchar rock&roll porque empecé dándole al Skate. Yo empecé en el skate en el 88... Entonces tenía 10 o 11 años, estaba en Buenos Aires y allà empezó a surgir el skate. La rebeldía me llevó a hacerme skater, cuando aún había pocos skaters allí. Era la época dorada del skate. Ser skater no era cool entonces. Era más bien antisocial, no te ligabas a las tías… El skate tenía entonces mucho más corazón que hoy en día. Lamentablemente, cuando veo hoy un skater, lo miro y pienso: “Dios, a éste en mi escuela le hubiéramos pegado un cachetazo. Éste en esa época tenía prohibido hablar de skate”. Soren: … hoy, seguro que patinan increíble, pero los miras y ves que les falta actitud, les falta ese backup de rebeldía… Max: Así que el skate y la esencia del skate me llevó a conocer The Clash, Ramones… a través de los vídeos. Soren: Mi parte de mi es el surf. Yo personalmente vengo del surf. Pero la cultura skate ha sido un complemento que luego se ha ligado también a la música. Pero…. yo no soy skater, mi gran parte es surf, yo soy surfer. ¡Así de claro! Max: Todos mis amigos de Argentina son skaters pro, que en aquel momento no eran todavía conocidos, no habían viajado aún a Estados Unidos. Me crié con ellos y fue cuando empecé con los “coñitos” que dejé el skate (petición expresa de Soren a no omitir esta gran afirmación en la entrevista y en la vida de Max, entre risas de todos los presentes). Max: Bueno, si voy a ser sincero, dejé el skate porque en Argentina en esa época te robaban los skates. En esa época el skate te lo compraban tus padres y un skate valía 200 euros. Me lo robaron una vez en la calle a punta de navaja. A la segunda vez que me lo robaron, me dijeron que si quería otro me tenía que esperar seis meses más, hasta que llegara mi cumpleaños o Navidad y claro, ya después se me pasó. Después volví, a los años, pero bueno….



RIPPINGMAG: ¿Qué os depara el futuro? Max: Salud Soren: No lo sabemos. Como Nasty Mondays es el resultado de muchas casualidades, no podemos responder a la pregunta. No lo sabemos. A lo mejor nos disolvemos pasado mañana o a lo mejor continuamos 10 años más.


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