Barceloneta es un barrio de contrastes y como no podía ser de otra manera, su playa también. Una de las diferencias más fuertes es su luz: por la mañana recibe una luz frontal, teniendo que fotografiar el mar desde ángulos imposibles para no encontrarte con ese contraluz tan característico del Mediterráneo; por la tarde, una luz cálida hace resaltar de forma viva los colores de la playa y sus visitantes. El resto es un ir y venir de personas que hacen nuestras vidas más entretenidas y amenas. Os dejamos con unas fotos del pasado viernes: surf, selfie y algún que otro ser especial. Fotografía: David Botello
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