AVANZANDO CON PROPÓSITO
Copyright © 2016 by River Valley Church. All rights reserved Published by River Valley Church Scripture quotations are taken from the New International Version, The New King James Version, Amplified Bible, New Living Translation (NLT). Copyright © 1996, 2004, 2007, 2013 by Tyndale House Foundation. Used by permission of Tyndale House Publishers, Inc, Carol Stream, Illinois 60188. All rights reserved. Scripture quotations from THE MESSAGE (MSG). Copyright © by Eugene H. Peterson 1993, 1994, 1995, 1996, 2000, 2001, 2002. Used by permission of Tyndale House Publishers, Inc. Scripture quotations from The New Testament in Modern English by J.B Phillips. Copyright © 1960, 1972 J. B. Phillips. Administered by The Archbishops’ Council of the Church of England. Used by Permission. Editorial Director, Clynt Reddy Editors, Laura Johnson, Pam Johnson Writers, Hannah Bechtel, Laura Johnson, Mark Johnson, Michael Johnson, Pam Johnson, Kristin Peterson, Keith Peterson, Emily Vogel Lesson 8 content in part, Bob Hamp, LMFT Design and Layout, Jessica Nylin Type set in Proxima Nova
ÍNDICE Introducción a Libertad LECCIÓN 1 Dios es la Fuente de mi Libertad LECCIÓN 2 Yo Soy un Ciudadano del Reino LECCIÓN 3 Me Rindo LECCIÓN 4 La Palabra de Dios Revive mi Alma LECCIÓN 5 Mi Identidad está en Cristo LECCIÓN 6 Mi Mentalidad es Espiritual LECCIÓN 7 Oigo la Voz de Dios LECCIÓN 8 Escojo el Perdón APÉNDICE
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INTRODUCCIÓN A LIBERTAD
ESTAMOS EMOCIONADOS QUE ESTÉS EN ESTE VIAJE PARA EXPERIMENTAR LIBERTAD Hay un gran versículo en Hebreos 12:1 que nos da una idea de lo que significa ser verdaderamente libres:
Hebreos 12:1 (DHH) “Por eso, nosotros, teniendo a nuestro alrededor tantas personas que han demostrado su fe, dejemos a un lado todo lo que nos estorba y el pecado que nos enreda, y corramos con fortaleza la carrera que tenemos por delante”
Imagina a corredores involucrados libremente en una carrera sin que nada los haga retroceder. ¡Esa es una imagen de Libertad! Al comenzar este viaje por medio de este programa, definamos lo que es libertad. La definición bíblica de libertad se encuentra en estos versículos:
Juan 8.36 (NTV) Así que, si el Hijo los hace libres, ustedes son verdaderamente libres. 2 Corintios 3:17 (NVI) Ahora bien, el Señor es el Espíritu; y donde está el Espíritu del Señor, allí hay libertad. Juan 8:32 (NVI) y conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.
En estos pasajes vemos que libertad no es simplemente la ausencia de algo, sino que la libertad está donde mora el Espíritu de Dios. Su presencia viviendo en nosotros es lo que nos trae libertad. También, es la verdad que sabemos lo que nos liberta. Vivir nuestra vida para Cristo no se trata de luchar con el pecado, sino de convertirnos en todo aquello para lo que Dios nos redimió. Eso es lo que vamos a experimentar juntos en las próximas ocho semanas. ¡Prepárate para un cambio de vida!
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Líder de Grupo Por favor comiencen su tiempo juntos en oración. Inviten al Espíritu Santo a venir y a hablar a cada persona. El párrafo abajo está basado en Efesios 1:17. “Señor, danos el Espíritu de sabiduría y revelación de forma tal que podamos conocerte mejor. Oramos para que los ojos de nuestro corazón sean iluminados para que podamos conocer la esperanza a la cual nos has llamado”
Propósito de Libertad Este currículo está diseñado para ayudar a cada persona a aprender cómo escuchar a Dios a través de su Palabra escrita, y experimentar Su dulce voz mucho mejor. Él quiere revelarse a cada persona de formas nueva y fresca. Por favor da tiempo al final de cada lección para que cada persona escuche a Dios. (Espíritu Santo, ¿qué me estás diciendo de acuerdo a lo que acabo de escuchar y experimentar?) Notarás que según vas avanzando en cada lección encontrarás sugerencias específicas que son atrevidas. Estas sugerencias son una señal para que el grupo haga una pausa y participe en el currículo. Anima a los participantes a que interactúen. Comparte en Grupo – Toma un momento y permite que los miembros del grupo compartan sus ideas acerca del tema. Es importante ayudar al grupo a que no se salga del tema. Si otros temas surgen, anima a que la discusión ocurra al final de la noche. Lee en voz alta – ¡Mantén a las personas hablando! Pídele a un miembro del grupo o haz que todo el grupo lea el versículo bíblico o la afirmación en voz alta. ¿Qué me está diciendo el Espíritu Santo? – Haz que todos se detengan y le pidan al Espíritu Santo que les hable. El Espíritu Santo está trabajando en la vida de cada persona obrando Sus propósitos. No precipite este tiempo. Escríbelo – Hay algo muy poderoso cuando escribimos los versículos de la Biblia. Estamos más aptos para recordarlos y experimentar el poder de la Palabra de Dios escrita cuando los plasmamos en un papel. Aplicación en la vida diaria – Estos son momentos donde cada persona puede escribir la forma en que ellos pueden aplicar estos principios o mandamientos en su propia vida. Los participantes pueden usar esto durante toda la semana para poner en práctica lo que han estado aprendiendo. 6
Pensamientos Claves para Recordar – Este es un resumen de las ideas o pensamientos principales en esa sección. Tarea – Cada lección tiene algunas ideas de cómo ir más profundo en el tema que es discutido. Esto provee una oportunidad para convertirnos en hacedores de la Palabra de Dios. Por favor, sigue adelante y lee la lección de la próxima semana, de forma tal que estés listo para el próximo encuentro. También anima a los participantes del grupo a leer la próxima lección por adelantado. Apéndice – Notarás un Apéndice al final de este libro. Algunas lecciones tendrán notas adicionales incluidas aquí. Estas son organizadas por orden de lección. Refiérete a esta sección previa a la lección en caso de que haya algunos principios específicos o versículos adicionales a los cuales te puedes referir o mencionar. Nuestra oración por ti es que según experimentes el currículo de Libertad, puedas encontrar un nuevo nivel de libertad en tu vida. Permite que la Palabra de Dios te hable, porque sabemos que Su Palabra es viva y eficaz. Esta nos transformará de adentro hacia afuera, de forma tal que seamos más como Jesús.
“PERMITE QUE LA PALABRA DE DIOS TE HABLE PORQUE SABEMOS QUE ES VIVA Y EFICAZ”
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LECCIÓN LECCIÓN 1 1
DIOS ES ES LA LA FUENTE DE FUENTE DE MI LIBERTAD MI LIBERTAD
The Story A medida que iniciamos el currículo de Libertad, echemos un vistazo al inicio de la creación de Dios.
Génesis 1:1 (NVI) Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra.
Génesis es un informe hermosamente escrito y detallado de cómo Dios creó los cielos y la tierra y luego llenó la tierra con vida.
Génesis 1:2 (NVI) La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios iba y venía sobre la superficie de las aguas.
Dios creó a través del poder de Su Palabra. Una y otra vez se dice “Y dijo Dios…”
• “Sea la luz”
• “Haya expansión en medio de las aguas…”
• “Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar...”
• “Produzca la tierra hierba verde...”
• “Haya lumbreras en la expansión de los cielos...”
• “Produzcan las aguas seres vivientes...”
• “Produzca la tierra seres vivientes...”
• “Hagamos al hombre a nuestra imagen...”
Apartados Dios creó una vasta colección de belleza, luz, vida y movimiento en Su Reino, pero cuando llegó el momento de crear al hombre, Él dijo algo diferente, algo más.
Génesis 1:26, 31 (NVI) Entonces dijo Dios: “Hagamos al *ser humano a nuestra imagen…Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo…Dios miró todo lo que había hecho, y consideró que era muy bueno...
Él llamó a toda Su creación como algo bueno, pero cuando creó al hombre Él dijo que era muy bueno.
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“GÉNESIS ES UN INFORME HERMOSAMENTE ESCRITO Y DETALLADO DE CÓMO DIOS CREÓ LOS CIELOS Y LA TIERRA Y LUEGO LLENÓ LA TIERRA CON VIDA.”
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Desde el principio, el hombre y la mujer fueron algo especial. Dios creó a Adán y a Eva a Su imagen, para poder tener una relación personal y de amor por toda la eternidad. De la misma forma que a Adán se le dio autoridad y dominio sobre toda la creación, Dios nos diseñó con el propósito especial de gobernar sobre el reino que Él creó con el poder de Su Palabra.
Dos Tipos de Árboles Había dos tipos de árboles en el jardín y ambos representaban una forma de vida.
Génesis 2:9 (NTV) ... En medio del huerto puso el árbol de la vida y el árbol del conocimiento del bien y del mal.
Génesis 2:16-17 (NVI) y le dio este mandato: “Puedes comer de todos los árboles del jardín, pero del árbol del conocimiento del bien y del mal no deberás comer. El día que de él comas, ciertamente morirás.”
Tomemos un momento para examinar la importancia de ambos árboles. Aquí hay algunas cosas que podemos asociar con el Árbol de la Vida:
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• Vida Eterna
• Libertad
• Gracia
• Amor
• Perdón
• El Reino de Dios
• Si comes de este fruto, tienes vida eterna
ร RBOL DE LA VIDA
Si comes de este fruto, tienes vida eterna Amor Gracia
Vida Eterna
El Reino de Dios
Libertad Perdรณn
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Aquí hay algunas cosas que podemos asociar con el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal:
• Muerte
• La Ley
• Condenación
• Miedo
• Mentiras
• El Reino de las Tinieblas
• Si comes de este fruto, ciertamente morirás
Para hacerlo simple, el Árbol de la Vida significa vivir con Dios por siempre y confiar en Él como la fuente para una vida justa, que es otra forma de describir una vida que esté bien con Dios. El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal significa conocer el bien y el mal, pero confiar en ti mismo para tomar decisiones para una vida justa. COMPARTE EN GRUPO: Comparte acerca de cómo el Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal a primera vista parece agradable al ojo humano, hasta que das vuelta a la página para revelar su verdadero fruto. ¿Cómo es esto semejante a la atracción al pecado hoy en día?
La Fuente de Vida Hasta este punto, Adán y Eva confiaban completamente en Dios. Ellos estaban llenos con Su amor e indescriptible presencia. Ellos experimentaron lo que era vivir en libertad cada día, lo cual incluía amor, gozo y paz. Dios era su fuente para todo. Pero todo eso cambió con una decisión. El mandato de Dios en Génesis 2:16 les dio a Adán y a Eva el regalo del libre albedrío. Dios nos recompensa cuando lo elegimos a Él, pero para elegirlo a Él debemos tener la oportunidad de escoger. El mandato de no comer del fruto de este árbol era una decisión de si ellos creerían y confiarían en Dios, o escogerían su propio camino. Esta era una invitación a escoger a Dios como su fuente y ser recompensados por esto. Dios no estaba hablando acerca de una muerte física inmediata. En su lugar, Dios estaba diciendo que si tú comes del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, te desconectarías de la fuente de tu vida. No tendrías Su vida en ti. Dios fue claro con Adán cuando le dijo que el árbol llamado Conocimiento del Bien y del Mal les provocaría muerte. Dios le dijo al mismo hombre en el cual Él soplo vida cómo mantenerse alejado de la muerte. 13
ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL
Independiente Éxito
Conocimiento Estatus
Atractivo
Ser como Dios
Aventura Placer
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ÁRBOL DEL CONOCIMIENTO DEL BIEN Y DEL MAL Miedo y Fracaso Vergüenza
Condenación Esfuerzo Propio
Religión
Egoísmo
Mentiras
Legalismo
Idolatría
Comportamiento
Pecaminoso
Culpa
Atadura
Reglas
Pecado
Comparación Competencia Tu propio bien
Vergüenza Tu propia maldad
Satisfacer mi carne
Orgullo Juicio
Complacer a las personas
Ser lo suficientemente bueno
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Considera el cable de alimentación de una computadora. Si es conectada a la fuente de energía, la computadora va a trabajar y funcionar como el diseñador lo ha previsto. Si no está conectada a la fuente de energía, no trabajará y no será efectiva. De esta misma forma, Dios es nuestra fuente de energía. Dios quería que Adán y Eva vivieran una vida de libertad en el jardín por siempre. El mandato de Dios de no comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal fue el resultado de Su gran amor por ellos y la relación cercana que ellos habían desarrollado.
La Fuente de Conocimiento En esta relación entre Dios y Adán y Eva, es Dios quien tenía el conocimiento de lo que era bueno y malo, y Dios quería que ellos confiaran en Él con ese conocimiento. Porque Dios valora nuestra relación con Él, Él quiere que nosotros le preguntemos acerca de las cosas que no entendemos. Él quiere que nosotros recibamos de Él y quiere ser nuestra fuente de la verdad. Su camino siempre produce vida porque Él es la fuente de Vida.
Juan 14:6 (NVI) “Yo soy el camino, la verdad y la vida” --le contestó Jesús…
Piensa en esto, si tú eres un padre y tu hijo está luchando con una gran decisión, ¿a quién te gustaría que él recurriera a pedir consejo? ¿En quién tú quieres que confíe? ¿En quién quieres que confíe para la respuesta correcta? Si eres un buen padre, la respuesta por supuesto es usted, su padre. Lo mismo sucede en su relación con Dios. Él quiere tener el tipo de relación genuina contigo que te permita ir a Él para cualquier cosa. De la misma forma que tú no esperarías que un niño tenga la respuesta a las situaciones de la vida, Dios no espera que nosotros lo sepamos todo. Él, sin embargo anhela con expectativa y anticipación los momentos en que vayamos a Él con preguntas. Es en esos momentos de cuestionamiento que nos da más conocimiento de Él y todo lo que Él es.
Marcos 10:14 (NVI) ...les dijo: “Dejen que los niños vengan a mí, y no se lo impidan, porque el reino de Dios es de quienes son como ellos”
Juan 6:35 (NVI) Yo soy el pan de vida --declaró Jesús--. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed.
Podríamos hacer la pregunta, ¿por qué deseamos conocimiento? ¿Es para ganar la sabiduría y el conocimiento de Dios? ¿O es para exaltarnos a nosotros mismos?
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Proverbios 3:5-7 (NVI) Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus *caminos, y él allanará tus sendas. No seas sabio en tu propia opinión; Más bien, teme al Señor y huye del mal.
Dios nunca tuvo la intención de que nosotros tuviéramos un conocimiento tal que viéramos a través de nuestros propios ojos. Él quería que Adán y Eva y toda la humanidad vieran la vida a través de Sus ojos.
Juan 1:1-4 (NVI) En el principio ya existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios. Él estaba con Dios en el principio. Por medio de él todas las cosas fueron creadas; sin él, nada de lo creado llegó a existir. En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad.
1 Timoteo 6:17 (NVI) A los ricos de este mundo, mándales que no sean arrogantes ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos.
Aquí podemos ver que no debemos poner nuestra esperanza en las riquezas o en las cosas de este mundo porque estas se desvanecerán. Pero cuando ponemos nuestra esperanza en Dios, Él nos provee ricamente con Su vida. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Qué tan difícil te ha sido confiar en Dios?
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Separación de Dios Nota que la última Escritura que leemos antes de la separación de Adán y Eva de Dios es esta: Génesis 2:25 (NVI) En ese tiempo el hombre y la mujer estaban desnudos, pero ninguno de los dos sentía vergüenza.
Esa Escritura tiene gran relevancia. Adán y Eva no tenían nada que esconder en su relación del uno con el otro y con Dios. ¡Eso es libertad! Dios quería que tuviéramos esa misma libertad en nuestra relación con Él. Nosotros nunca tenemos que escondernos o sentir vergüenza. Él quiere Su presencia habitando en nosotros. ¡Él será nuestra protección y nuestra confianza!
Salmo 34:5 (NVI) Radiantes están los que a él acuden; jamás su rostro se cubre de vergüenza.
Adán y Eva renunciaron a esa libertad y confianza cuando comieron del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. LEE EN VOZ ALTA: Lee el siguiente pasaje en voz alta:
Génesis 3:1-7 (NVI) La serpiente era más astuta que todos los animales del campo que Dios el Señor había hecho, así que le preguntó a la mujer: ¿Es verdad que Dios les dijo que no comieran de ningún árbol del jardín? Podemos comer del fruto de todos los árboles respondió la mujer. Pero, en cuanto al fruto del árbol que está en medio del jardín, Dios nos ha dicho: No coman de ese árbol, ni lo toquen; de lo contrario, morirán. Pero la serpiente le dijo a la mujer: ¡No es cierto, no van a morir! Dios sabe muy bien que, cuando coman de ese árbol, se les abrirán los ojos y llegarán a ser como Dios, conocedores del bien y del mal. La mujer vio que el fruto del árbol era bueno para comer, y que tenía buen aspecto y era deseable para adquirir sabiduría, así que tomó de su fruto y comió. Luego le dio a su esposo, y también él comió. En ese momento se les abrieron los ojos, y tomaron conciencia de su desnudez. Por eso, para cubrirse entretejieron hojas de higuera.
COMPARTE EN GRUPO: ¿Qué hicieron Adán y Eva después que comieron del árbol? ¿Cómo esto afectó su relación con Dios? En una decisión, todo cambió. Adán y Eva escogieron comer del Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal. Una vez que hubieron comido supieron que estaban desnudos y sintieron vergüenza. Su vida en el Reino de Dios estaba a punto de cambiar drásticamente.
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El Padre de Mentiras Algunas personas dudan de la realidad de Satanás y su obra, pero la Biblia es clara: Satanás es real. Él tiene una voz que no habla otra cosa que no sea mentiras, y su plan trabaja en dirección opuesta al plan del Reino de Dios para nuestras vidas. Para poder conectarnos a la fuente de vida y vivir una vida de libertad, tenemos que reconocer al enemigo que se nos opone.
Juan 8:44 (NVI) ...Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!
El enemigo de nuestras almas no quiere que estemos conectados a la fuente de vida. Él nos dirá mentiras e intentará distraernos. El propósito de Satanás en este mundo es tentarte, atraparte y guiarte lejos de la verdad de Dios, la fuente de la vida.
1 Pedro 5:8 (NVI) …manténganse alerta. Su enemigo el diablo ronda como león rugiente, buscando a quién devorar.
Cuando miramos Génesis 3:4, Satanás dice la primera de muchas mentiras a la humanidad diciéndole a Eva, “Ciertamente no morirás”. Haciendo esto, él llama la verdad de Dios como si fuera mentira y convence a Eva de que su pecado no tendría consecuencias. Como resultado, ella duda de los motivos de Dios- desconfía de Él, por evitarle que coma del fruto. Estos mismos mecanismos de mentira, desconfianza y duda son todavía los instrumentos escogidos de Satanás actualmente para separarnos de Dios y estorbarnos a la hora de tener una relación íntima con Él. Dios había sido el refugio de Adán y Eva. Él había sido su fuente y su protección. Pero en el mismo momento en que comieron del árbol del Conocimiento del Bien y del Mal, ellos se separaron de Dios como su fuente y asumieron la responsabilidad del conocimiento por ellos mismos. Ahora que ellos vieron lo que era bueno y malo, tenían que responder por esto. Leamos como Adán y Eva respondieron a su nuevo conocimiento. COMPARTE EN GRUPO: Lee el siguiente versículo. ¿Cuál fue la respuesta de Adán y Eva cuando supieron que Dios estaba en el jardín y por qué crees que ellos respondieron de esta forma?
Génesis 3:8 (NVI) Cuando el día comenzó a refrescar, oyeron el *hombre y la mujer que Dios andaba recorriendo el jardín; entonces corrieron a esconderse entre los árboles, para que Dios no los viera.
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COMPARTE EN GRUPO: De acuerdo a las Escrituras, ¿cómo respondió Adán cuando Dios le preguntó: “Dónde estás?”
Génesis 3:9-10 (NVI) Pero Dios el Señor llamó al hombre y le dijo: ¿Dónde estás? El hombre contestó: Escuché que andabas por el jardín, y tuve miedo porque estoy desnudo. Por eso me escondí.”
El Bien y El Mal La primera mención de miedo en la Biblia vino como resultado de conocer el bien y el mal. Saber lo que está bien nos guía a conocer que no somos lo suficientemente buenos. Y ese conocimiento crea miedo en aquellos que no están conectados a Aquel que es bueno.
Mateo 19:16-17 (NVI) Sucedió que un hombre se acercó a Jesús y le preguntó: --Maestro, ¿qué de bueno tengo que hacer para obtener la vida eterna? --¿Por qué me preguntas sobre lo que es bueno? --respondió Jesús--. Solamente hay uno que es bueno. Si quieres entrar en la vida, obedece los mandamientos.
Hay una libertad que viene cuando reconocemos que no somos buenos. Cualquier cosa buena que haya en nosotros viene solamente de Dios. Nuestra vida eterna viene de aceptar que la bondad de Dios hizo un camino para que nosotros tengamos una relación con Dios a través de Jesucristo. Es por eso que no debemos tener miedo de vivir una vida que sea lo “suficientemente buena.” No se trata de ser lo suficientemente bueno, se trata de tener una relación correcta con Dios quien es y define lo que es bueno.
COMPARTE EN GRUPO: Lee Génesis 3:11-12. Refiriéndose a la imagen de los dos árboles, ¿qué rama de conocimiento tomó Adán en su respuesta?
Génesis 3:11-12 (NVI) “¿Y quién te ha dicho que estás desnudo?” le preguntó Dios. “¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?” Él respondió: “La mujer que me diste por compañera me dio de ese fruto, y yo lo comí”
¿Qué mentiras estás creyendo? Es importante resaltar las palabras de Dios a Adán en el versículo 11. “¿Y quién te ha dicho que estás desnudo?” “¿Acaso has comido del fruto del árbol que yo te prohibí comer?” ¿Es posible que Dios esté tratando de ayudar a Adán a darse cuenta que él había escuchado la voz equivocada? Adán había escuchado a una serpiente astuta y había recibido conocimiento que no venía de Dios. ¿Cuántas veces en nuestras propias vidas escuchamos mentiras que vienen del enemigo y comenzamos a creerlas? Las mentiras del enemigo son las que nos esclavizan y crean fortalezas en nuestras vidas. En contraste, la verdad de Dios y el conocimiento que Él nos da, crea libertad.
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¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Considera las siguientes preguntas y pídele entendimiento al Espíritu Santo. Anota lo que Él te dice.
• ¿Qué mentiras estás creyendo?
¿Quién te dijo que tú eras estúpido? ¿Quién te dijo que nunca tendrías éxito? ¿Quién te dijo que no mereces amor?
• Si Dios no te lo dijo, ¿quién lo hizo y con qué autoridad? ¿Se puede confiar en eso?
COMPARTE EN GRUPO: Lee las siguientes Escrituras en voz alta. Una vez más, refiriéndonos a la imagen de los dos árboles, ¿qué rama de conocimiento tomó Eva en su respuesta?
Génesis 3:13 (NVI) Entonces Dios el Señor le preguntó a la mujer: ¿Qué es lo que has hecho? La serpiente me engañó, y comí-- contestó ella.
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El Pecado nos separa de Dios Cuando Adán y Eva comieron del fruto que Dios les mandó no comieran, ellos pecaron. Su pecado rompió su relación con Dios y la autoridad que Él les había dado.
Colosenses 1:21 (NVI) En otro tiempo ustedes, por su actitud y sus malas acciones, estaban alejados de Dios y eran sus enemigos.
Desde Adán, cada ser humano ha experimentado el pecado y la separación de Dios.
Romanos 5:12 (NVI) Por medio de un solo hombre el pecado entró en el mundo, y por medio del pecado entró la muerte; fue así como la muerte pasó a toda la humanidad, porque todos pecaron.
Pero Dios proveyó una respuesta para el pecado, la muerte y nuestra vergüenza. Él proveyó un camino para que nosotros venciéramos el poder del enemigo. Dios proveyó un nuevo camino para una relación con Él a través de Su Hijo Jesucristo.
Romanos 5:6-10 (NVI) A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. Difícilmente habrá quien muera por un justo, aunque tal vez haya quien se atreva a morir por una persona buena. Pero Dios demuestra su amor por nosotros en esto: en que cuando todavía éramos pecadores, Cristo murió por nosotros. Y ahora que hemos sido justificados por su sangre, ¡con cuánta más razón, por medio de él, seremos salvados del castigo de Dios! Porque si, cuando éramos enemigos de Dios, fuimos reconciliados con él mediante la muerte de su Hijo, ¡con cuánta más razón, habiendo sido reconciliados, seremos salvados por su vida!
Nuestro primer paso hacia la libertad es reconocer que existe el pecado y la separación en nuestras vidas. La única forma de vencer el pecado y establecer un puente entre el vacío que nos separa de Dios es la salvación a través de Jesucristo. ¿Alguna vez has visto un puente que no se conecte al otro lado? O la construcción no estaba completa o este era un puente viejo arruinado. Así es nuestra vida sin una relación restaurada con Dios. Jesús es nuestro puente de regreso a Dios.
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La Fuente de Libertad Todos nosotros tenemos un pasado en la iglesia y experiencias religiosas diferentes, pero la libertad en Cristo no viene como resultado de practicar una religión. La libertad en Cristo no viene de confesarnos, tomar la comunión o ser confirmado o bautizado en la iglesia. Ser bueno en costumbres y reglas religiosas no es lo que nos hace estar bien delante de Dios o lo que nos guía a la libertad. Juan 1:17 (NVI) pues la ley fue dada por medio de Moisés, mientras que la gracia y la verdad nos han llegado por medio de Jesucristo. Gálatas 2:16 (NVI) … también nosotros hemos puesto nuestra fe en Cristo Jesús, para ser justificados por la fe en él y no por las obras de la ley; porque por estas nadie será justificado.
¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Estoy confiando en mis buenas obras para tener una relación correcta con Dios o estoy confiando en el regalo de la gracia de Dios a través de Jesús?
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Jesús vino para hacernos libres de la forma de pensar religiosa. Él no quiere que nosotros intentemos fuertemente llevar a cabo una obra que Él ya completó. La libertad en Cristo es el resultado de una relación auténtica con Dios y de una vida que se entrega a Dios. Esto comienza cuando simplemente le pides a Él ser tu Señor y Salvador.
Conéctate a la Fuente Jesús vino como una luz para el mundo para volvernos a Su reino. La muerte de Jesús en la cruz y la resurrección de la tumba hicieron un camino para que nosotros estemos reconectados al reino. Nosotros queremos que todos tengan la oportunidad de tener esa relación con Jesús y estén bien con Dios. Si no has tenido un momento en tu vida en el que recuerdes haberle pedido a Cristo que more en tu corazón, entonces toma los siguientes minutos para acogerte a esta oportunidad. ESCRÍBELO: Lee Juan 14:6 y nota lo que dice. Jesús le dijo a él: --Yo soy el camino, la verdad y la vida --le contestó Jesús--. Nadie llega al Padre sino por mí.through Me.”
ESCRÍBELO: Lee Romanos 10:13 y nota lo que dice:
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porque “todo el que invoque el nombre del Señor será salvo”.
¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Ha habido un momento en tu vida en que hayas declarado con tu boca: “Jesús es Señor”? ¿Alguna vez le has pedido a Jesús que te perdone tus pecados y sea tu Salvador? Si no es así, ora la oración que viene debajo con tu grupo o individualmente para dar el primer paso para vivir en libertad.
Querido Jesús, Reconozco mi necesidad de un Salvador y solamente a través de Ti es que puedo tener una relación con Dios. Creo que moriste en la cruz por mis pecados y que a través del poder de Dios resucitaste. Jesús, quiero conectarme contigo como mi Fuente, la fuente de Vida. Quiero vivir mi vida rendido (a) a Tu voluntad. Te pido que perdones mis pecados y me llenes con tu Espíritu Santo de forma tal que yo pueda vivir mi vida de acuerdo a tus propósitos. En el nombre de Jesús, ¡Amén!
Si ya has aceptado la gracia salvadora de Jesús y has iniciado una relación con Él, entonces sabes que hay una causa de celebración para aquellos que han hecho la oración previamente mencionada. Como creyentes, es importante recordar el gozo de nuestra salvación, a menos que continuemos en Cristo, nuestras vidas no producirán el fruto de esa salvación. Juan 15:4-5 (NVI) Permanezcan en mí, y yo permaneceré en ustedes. Así como ninguna rama puede dar fruto por sí misma, sino que tiene que permanecer en la vid, así tampoco ustedes pueden dar fruto si no permanecen en mí. “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto…
Las próximas semanas de este estudio tienen como propósito que busques a Dios, obtengas libertad sobre el enemigo y crees un patrón para conectarte a la fuente. Siempre hay más de Dios que Él nos da generosamente. Oramos para que tu corazón esté feliz de encontrar más libertad en Cristo.
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Pensamientos Claves para Recordar • El Árbol de la Vida significa vivir con Dios por siempre y confiar en Él como la fuente para una vida justa. • El Árbol del Conocimiento del Bien y del Mal significa conocer lo que es bueno y malo, pero también significa confiar en ti mismo para tomar decisiones para una vida justa. • Dios quiere ser nuestra fuente de conocimiento porque esto nos da vida y libertad. • Satanás, nuestro enemigo, todavía usa mentiras y engaño hoy en día para atraparnos. • Nuestro primer paso a la libertad es reconocer que el pecado y la separación de Dios existe en nuestra vida. •
La única forma de vencer el pecado y eliminar el vacío que nos separa de Dios es la salvación a través de Jesucristo.
Tarea • Refiérete al subtitulo “¿Qué me está diciendo el Espíritu Santo?” y recoge tus pensamientos por escrito. • Refiérete a las páginas que contienen los Dos Árboles y nota el fruto en cada uno de los árboles. Comparte lo que aprendiste esta semana con alguien. Puedes tener la oportunidad de ayudar a esa persona a conectarse con la Fuente de la Vida.
“SIEMPRE HAY ALGO MÁS DE DIOS QUE ÉL NOS DARÁ GENEROSAMENTE” 26
LECCIÓN LECCIÓN 21
YO SOY DIOS ESUN LA FUENTE DE CIUDADANO MI LIBERTAD DEL REINO
Imagina que naciste en un país llamado Tinieblas. Fiel a su nombre, este país es un lugar horrible para vivir. Un tirano malvado gobierna allí. Todos los ciudadanos son pobres, maltratados e incapaces de cambiar dicha situación. Por otro lado, has escuchado hablar de otro reino gobernado por un rey benevolente y afable, pero teniendo en cuenta que eres pobre e incapaz, no tienes los recursos para cambiar de reino. Estás atrapado en el reino donde naciste sin una salida posible. Pero un día todo cambia. Tú recibes una invitación del rey benevolente y afable. Él quiere que cambies de reino. Él te invita a que te conviertas en un ciudadano de su reino y te dice que él ya pagó un precio muy alto para que esto sea posible. En el momento en que dices “sí” a esta invitación, tu ciudadanía cambia instantáneamente. Según te estableces en la vida de tu nuevo hogar, la diferencia entre este y el lugar desde donde viniste es sobrecogedor. El gozo y la paz han reemplazado la desesperación y el miedo. La esperanza surge dentro de ti a medida que te das cuenta que no es un sueño, es tu nueva realidad. Tu nuevo rey ha arreglado todo para que todo lo que tú necesites florezca en este nuevo lugar. Él también te dio un propósito y todo el recurso necesario para tener éxito, algo que tú nunca habías tenido cuando eras esclavo en Tinieblas. Tienes la autoridad y el respaldo del rey. Tienes su poder y protección. Tienes su sabiduría y dirección. De hecho, tienes acceso total al rey y una invitación a una puerta abierta en la habitación de su trono. Ya no eres más esclavo sin esperanza, eres un ciudadano amado de una nueva tierra. El rey, de hecho, te llama su amigo. Cada nuevo descubrimiento es como un despertar. ¿Cómo la vida puede ser así de buena? ¿Quién eres tú para que el rey se haya interesado en ti? ¿Cuál es esta sensación de ligereza que estás sintiendo? Mientras creces en el conocimiento de tu nueva tierra, finalmente encuentras una palabra para describir lo que estás sintiendo. Esa palabra es libertad. Por primera vez en tu vida entiendes lo que significa ser verdaderamente libre. Ahora entiende esto: la ilustración anterior no es ficción, es la verdadera historia de todo creyente.
Colosenses 1:11-14 (NTV) …mi deseo es que estén llenos de alegría y den siempre gracias al Padre. Él los hizo aptos para que participen de la herencia que pertenece a su pueblo, el cual vive en la luz. Pues él nos rescató del reino de la oscuridad y nos trasladó al reino de su Hijo amado, quien compró nuestra libertad y perdonó nuestros pecados.
Jesús habló del reino con frecuencia y cuando vino a la tierra lo trajo consigo. Para cualquiera que desee abandonar el reino de las tinieblas, el Padre le ha comprado esa habilidad a un costo muy alto para Él. Él nos invita a compartir en la herencia de aquellos que son llamados Su pueblo. Él nos invita a vivir en la luz. La traducción Nueva Versión Internacional de este versículo dice:
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Colosenses 1:13 (NVI) Él nos libró del dominio de la oscuridad y nos trasladó al reino de su amado Hijo.
Nota que Pablo dice que el Padre nos libró. Esto está en pasado. ¡Esto ya ha sido hecho! El reino del cual el Padre habla no es únicamente un lugar que obtendremos eventualmente para vivir cuando muramos y dejemos esta tierra. El reino está aquí ahora. No se puede ver, pero es real. Tiene un Rey. Tiene un gobierno, tiene leyes, tiene ciudadanos. La atmósfera es de amor, gozo, paz y justicia. La economía es ilimitada. No hay escasez, ni deficiencia. Nada se queda sin hacer y no hay necesidad de nada. Esta es tu tierra natal. En el momento en que confiaste en Jesús por primera vez y dijiste “sí” a Su invitación, tu ciudadanía cambió. Tú has sido transferido fuera de las tinieblas. ¡Ya no eres esclavo de ese lugar horrible! Te has mudado para el reino de los cielos y estás equipado con toda bendición necesaria para que el propósito de tu vida sea cumplido y florezca. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Has reconocido completamente que cuando aceptaste a Jesús, tu ciudadanía cambió? ¿Cómo impacta la forma en que ves tu vida el hecho de que sepas que eres un ciudadano del reino de Dios?
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¡Arrepiéntete: El Reino se ha acercado! Es importante saber que es posible cambiar tu ciudadanía y tener el derecho legal de compartir en la herencia que pertenece al pueblo de Dios y aun así nunca compartir a plenitud en esta. Es posible pertenecer al reino del querido Hijo de Dios, pero tener una mentalidad de tinieblas. Esto es fácil que suceda porque el nuevo reino del cual somos ciudadanos es imperceptible para nuestros cinco sentidos. Si solamente usamos nuestros medios naturales para tratar de entender nuestro nuevo hogar, nunca viviremos a plenitud en él. Necesitamos una nueva forma de mirar nuestra realidad. Juan el Bautista y Jesús nos dijeron que esto es verdad:
Mateo 3:1-2 (RV60) En aquellos días vino Juan el Bautista predicando en el desierto de Judea, y diciendo: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
Mateo 4:17 (RV60) Desde entonces comenzó Jesús a predicar, y a decir: Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado.
La palabra “arrepiéntete” significa “pensar de manera diferente, reconsiderar”. “Se ha acercado” significa que se ha aproximado, se ha avecinado, ha llegado. Así que el mensaje de Juan el Bautista y el mensaje de Jesús era este: ¡Piensa diferente! ¡El reino ha llegado! El reino no era un evento futuro. Este había llegado y era el tiempo para reconsiderar los lentes a través de los cuales miramos la vida. Si tú fueras a dejar un país y convertirte en ciudadano de otro, ¿cuánto considerarías las circunstancias de tu anterior hogar en relación a tu actual calidad de vida? Si un desastre ocurriera allí, ¿te preocuparía que te impactara? Si hubiera una epidemia allí, ¿cuánto temerías por la probabilidad enfermarte? Si el crimen aumentara allí, ¿cuánto temerías por tu seguridad? No te preocuparías por ti mismo en absoluto porque piensas diferente ahora. Tú piensas en los términos del nuevo país en el cual vives, no en aquel del cual viniste. La única preocupación que tendrías con respecto al país de donde viniste sería las personas que todavía viven allí. Has sido trasladado de Tinieblas y ahora vives en Luz. Para tener ventaja de este cambio de dirección, debes aprender a ver la vida desde otra perspectiva. Necesitamos nuevos lentes a través de los cuales ver. Esto no se trata acerca de un nuevo sistema de reglas o procedimientos, sino de aprender a ver nuestras vidas desde una perspectiva completamente nueva. En el reino no ganamos nada por nuestras acciones- ni siquiera nuestra propia libertad. Somos libres gracias al Rey. Él es la fuente de toda libertad y le pertenecemos.
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Busca Primeramente el Reino Si vamos a cambiar de mentalidad, ¿cómo se supone que pensemos? La Biblia nos dice que según son los pensamientos en el corazón de un hombre, así es él (Proverbios 23:7). Esto significa que la forma en que vivimos nuestras vidas depende en gran manera del contenido de nuestros corazones. La dirección de nuestras vidas está determinada mayormente por lo que pensamos. Si pensamos acerca de nuestro problema, nuestras vidas se organizarán alrededor del problema. Si enfocamos nuestra atención en encontrar soluciones, la dirección de nuestras vidas estará determinada por nuestra búsqueda de soluciones. Es interesante saber que Jesús no nos dijo que buscáramos soluciones; Él dijo que buscáramos el reino. Él dijo que cuando buscamos el reino ¡la solución a nuestro problema surgirá por sí sola!
Mateo 6:33 (RV60) Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas.
El contexto alrededor de este versículo es el mensaje de que no debemos preocuparnos. Nosotros no debemos estar afanados en cómo vamos a proveer para nuestras necesidades porque eso no es pensamiento de reino. En el reino, Dios es la fuente de todo lo que necesitamos. En el reino, no tenemos que preocuparnos o tener miedo porque el Rey mismo proveerá. El pensamiento del reino dice: “Yo lo buscaré y Su forma de hacer las cosas y confiaré en mi Rey para proveer lo que necesito.” Si esta no es la forma en que piensas ahora, ¡arrepiéntete! ¡El Reino está aquí! ¡Cambia tu manera de pensar! ¿Cómo podemos aprender a pensar y vivir como ciudadanos del reino de Dios? Jesús dijo que debemos buscarlo. De acuerdo a diccionarios bíblicos, la palabra “buscar”, describe una acción que tiene lugar en la mente, no con los ojos. Nosotros buscamos el reino por la forma en que pensamos. Esta búsqueda requiere de deseo. Nosotros anhelamos lo que buscamos con deseo vehemente. Jesús dijo que buscáramos, o deseáramos el reino ante todo lo demás que buscamos. Nosotros buscamos muchas cosas en nuestras vidas y muchas de ellas son buenas, pero Jesús dijo que buscáramos Su reino primeramente. Él dijo que deseáramos y anheláramos Sus promesas y Su forma de vida y Su forma de pensar más que cualquier otra cosa. Echemos un vistazo a otras traducciones de Mateo 6:33. LEE EN VOZ ALTA: Lee los siguientes versículos:
Mateo 6:33 (DHH) Por lo tanto, pongan toda su atención en el reino de los cielos…
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Mateo 6:33 (TLA) Lo más importante es que reconozcan a Dios como único rey, y que hagan lo que él les pide. Dios les dará a su tiempo todo lo que necesiten.
Mateo 6:33 (BLP) Vosotros, antes que nada, buscad el reino de Dios y todo lo justo y bueno que hay en él, y Dios os dará, además, todas esas cosas.
Si tu propósito es el reino y luchas por él, si sumerges tu vida en la realidad de tu reino, entonces todo lo que necesitas vendrá a ti como consecuencia. Cada una de tus preocupaciones diarias será satisfecha. Esto es mentalidad del reino. Nuestro trabajo en encontrar el reino es buscarlo, lo cual todos somos capaces de hacer. Si vamos a buscar los caminos de nuestro reino, Dios se asegurará de que los encontremos.
Mateo 7:7-8 (RV60) Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá.
Estos versículos no tienen una sola exención. Jesús ha prometido: ¡Si pides, buscas y tocas, vas a encontrar el reino! La realidad de tu reino se encuentra en las páginas de la Biblia, así que ahí es donde buscamos. La Biblia es un libro de verdades para todos aquellos que habitan el reino. Según aprendemos más acerca de nuestro Rey, crecemos en la capacidad de vivir una vida de reino. Una vez que encontramos estas verdades, debemos establecer nuestra mente en ello.
Colosenses 3:1-2 (RV60) Si, pues, habéis resucitado con Cristo, buscad las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la diestra de Dios. Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
Busca aquellas cosas que están arriba, deséalas y entonces cuando las hayas encontrado, establece tu mente en las mismas. ¿Qué son las cosas de arriba? Las que existen “donde Cristo está”. El amor está arriba, la salud está arriba. Perdón, restauración, gozo, paz y provisión, todos están arriba “donde Cristo está.” Todo esto está arriba. No hay escasez arriba. Conflictos, miedo y falla, estas no son cosas de “arriba”, así que no debemos establecer nuestra mente en las mismas. Busca lo que está arriba y entonces establece tu mente en ello, negándote a cambiar de opinión sobre estas cosas de arriba. Una vez más, veamos otras traducciones.
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LEE EN VOZ ALTA: Lee los siguientes versículos:
Colosense 3:1-2 (TLA) Dios les dio nueva vida, pues los resucitó juntamente con Cristo. Por eso, dediquen toda su vida a hacer lo que a Dios le agrada. Piensen en las cosas del cielo, donde Cristo gobierna a la derecha de Dios. No piensen en las cosas de este mundo.
Colosense 3:1-2 (NVI) Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
¡Busca ver las cosas desde la perspectiva del Rey! ¡Esto es buscar el reino de Dios! ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Qué áreas de tu vida se beneficiarían de un cambio en tu perspectiva? Pídele al Espíritu Santo de su sabiduría y anota lo que te dice.
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Vida en el Reino La vida en el reino es un constante descubrimiento. Donde quiera que te encuentres, comienza ahí. Quizás estás descubriendo el perdón y comenzando a entender la naturaleza de la benevolencia del Rey hacia tus fallas. Quizás estás en prueba y estás descubriendo a tu Rey como la fuente de paz y amor que no puedes entender. Donde quiera que te encuentres, aprende la perspectiva del Rey en esa área, entonces establece tu mente en ello y mantenla ahí. Cuando tienes una promesa de Dios, no puedes permitir la distracción por cómo lucen las cosas. Tus sentidos no pueden percibir la promesa en la cual has establecido tu mente. Tus ojos ven el problema, pero no pueden ver lo que el Señor está haciendo al respecto. Tus oídos escuchan la mala noticia, pero no pueden detectar la voz de aliento del Espíritu y la guía a través de la prueba. ¡Tus cinco sentidos son buenos reportando los hechos naturales, pero ellos no pueden reportar las verdades y realidades de tu reino! COMPARTE EN GRUPO: Ignorar nuestros sentidos y emociones puede ser difícil. Hebreos 12:2 en la versión Dios Habla Hoy nos manda a apartar nuestra mirada de todo lo que nos distrae y poner la vista en Jesús. ¿Qué pasos prácticos podemos dar para evitar la distracción por cómo lucen las cosas o se sienten? El reino de Dios va más allá de toda explicación. No existe un vocabulario acorde para describirlo. Aun así, Pablo nos da esta amplia descripción:
Romanos 14:17 (RV60) porque el reino de Dios no es cuestión de comidas o bebidas sino de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo.
Comencemos con lo que el versículo dice que no es el reino. No se trata de reglas y regulaciones. No se trata de seguir programas y rituales. No se trata de mantener reglas religiosas. En este versículo, Pablo está enseñando a la iglesia acerca del reino. Ellos habían estado tan atados viviendo de acuerdo a la ley que ellos necesitaban instrucciones acerca de cómo vivir en la libertad del reino. Hemos hablado de cómo no podemos entender o percibir el reino a través de nuestros sentidos. No podemos vivir una vida de verdadera libertad siguiendo una lista de regulaciones. El reino de Dios no es religión, es una relación con el Rey. La versión Dios Habla Hoy nos lo dice de esta forma:
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Romanos 14:17 (DHH) Porque el reino de Dios no es cuestión de comer o beber determinadas cosas, sino de vivir en justicia, paz y alegría por medio del Espíritu Santo.
Mientras buscas y estableces tu mente en el reino, tu mente está en Dios, pero Su mente está en ti. Y cuando Su mente está en ti, el resultado es justicia, paz y gozo. ¡Piénsalo! La atmósfera alrededor de ti es el conocimiento de que estás bien con Dios. Tú respiras Su paz, vives en Su gozo. ¿Por qué? ¡Porque vives en la presencia de Dios y en Su presencia hay plenitud de gozo!
Salmo 16:11 (RV60) Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo; Delicias a tu diestra para siempre.
¡Has establecido tu mente en las cosas de arriba, cosas que son verdad donde Cristo está y aquí leemos lo que ocurre en Su presencia: plenitud de gozo y delicias para siempre! ¡Esto es resultado de buscar el reino! Así que el reino de Dios se caracteriza por la justicia, la paz y el gozo. Veamos estas tres características. 1. ¡LOS HABITANTES DEL REINO ESTÁN BIEN CON DIOS!
2 Corintios 5:21 (RV60) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Un ciudadano del reino es justo. Debido a lo que Cristo hizo en la cruz hemos sido constituidos justos delante de Dios y esa debe ser la percepción de cada habitante del reino. Esto significa que cualquier pensamiento de sentirte sin valor propio, separación o distancia entre tú y el Rey debe ser descartado. Esos no son pensamientos del reino. 2. ¡LOS HABITANTES DEL REINO TIENEN PAZ!
Filipenses 4:6-7 (RV60) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Un ciudadano del reino nunca necesita estar ansioso o perturbado. En este mundo en que vivimos, con todo lo que existe para ponernos ansiosos, ¿cómo es esto posible? Es porque tenemos un Rey a quien apelar. Él nos ha invitado a traer nuestras peticiones ante Él. Cuando dejamos lo que podría preocuparnos en las manos capaces de nuestro todopoderoso Rey, el resultado es la paz. Cuando somos tentados a preocuparnos o a temer, el habitante del reino no necesita morder el anzuelo. Él o ella recuerdan al Rey y una paz que ellos no entienden guarda sus corazones y mentes.
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3. ¡LOS HABITANTES DEL REINO TIENEN GOZO!
1 Pedro 1:8 (NTV) Ustedes aman a Jesucristo a pesar de que nunca lo han visto. Aunque ahora no lo ven, confían en él y se gozan con una alegría gloriosa e indescriptible.
Los ciudadanos del Reino de Dios tienen un gozo inexplicable porque están enamorados del Rey. Cualquiera que sean las circunstancias externas, el ciudadano cuyo enfoque está en las cosas de arriba nunca carecerá del gozo que el amor del Rey provee. Estos beneficios son tuyos como ciudadano del reino. ¡Tienes un derecho legal de vivir de esta forma! ESCRÍBELO: ¡Como habitante del reino, tengo justicia, paz y un gozo inexplicable!
En la Tierra como en el Cielo Jesús les enseñó a sus discípulos cómo orar:
Mateo 6:9-13 (RV60) Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.
Todo en el cielo es hecho de acuerdo a la voluntad de Dios y Jesús nos instruyó a orar que lo mismo fuera real aquí en la tierra. La voluntad de Dios es aquello que Él desea o diseña o desea. Su voluntad es Su Palabra. Así que para orar Su voluntad, debemos orar en acuerdo y de acuerdo a Su Palabra.
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Cuando Sus discípulos le preguntaron a Jesús la manera correcta de orar, Él modeló cómo orar diciéndole al Padre, “Hágase tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra”. La frase “como” significa “en toda su extensión”, o “de la misma forma”. Él pudo haber dicho, “Padre, sea hecha Tu voluntad en la tierra de la misma forma, en la misma extensión que ocurre en el cielo.” La intención de Jesús era que nosotros oráramos como Él lo hizo; creer, para que la gloria de Dios sea desplegada en la tierra. COMPARTE EN GRUPO: Considera por un momento lo que está y lo que no está sucediendo en el cielo. Lo que sucede en el cielo:
Lo que no sucede en el cielo:
A los habitantes del reino se les da la oportunidad de ejercitar su fe, acogerse a la realidad del cielo y orar por esto ahora. Lo que está sucediendo en el cielo debe estar siendo hecho en el reino del cielo, en nuestras vidas, ahora. Esa es una gran afirmación. ¿Puedes ver por qué tenemos que pensar diferente? Pablo dijo:
Romanos 12:2 (NTV) No imiten las conductas ni las costumbres de este mundo, más bien dejen que Dios los transforme en personas nuevas al cambiarles la manera de pensar. Entonces aprenderán a conocer la voluntad de Dios para ustedes, la cual es buena, agradable y perfecta.
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Somos transformados cuando cambiamos la forma en que pensamos. Una vez que somos transformados, la perfecta, agradable y buena voluntad de Dios es conocida. Comenzamos a ver respuestas a esa oración que hemos orado: Padre, sea hecha Tu voluntad como en el cielo, así también en la tierra.
Nuestro Papel en el Reino En la ilustración usada para comenzar nuestra lección, hablamos acerca de cómo nuestro Rey no solo nos puso en un mejor ambiente en el cual vivir, sino que también nos dio un propósito. Tenemos un papel en este reino y es muy importante. De acuerdo a Pablo, somos embajadores de Jesucristo.
2 Corintios 5:18-20 (RV60) Todo esto es la obra de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación. Es decir que, en Cristo, Dios estaba reconciliando consigo mismo al mundo, sin tomar en cuenta los pecados de los hombres; y a nosotros nos encargó que diéramos a conocer este mensaje. Así que somos embajadores de Cristo, lo cual es como si Dios mismo les rogara a ustedes por medio de nosotros. Así pues, en el nombre de Cristo les rogamos que acepten el reconciliarse con Dios.
Pablo dice que somos embajadores de reconciliación. La palabra “reconciliar” significa cambiar de una posición de oposición a alguien, a una posición de ser su amigo. Como embajador de Cristo, tú representas la reconciliación con Dios a cualquiera que todavía está en oposición a Él. Tienes el ministerio de entregar la oferta de amistad del Rey. La versión Dios Habla Hoy dice:
2 Corintios 5:20 (DHH) Así que somos embajadores de Cristo, lo cual es como si Dios mismo les rogara a ustedes por medio de nosotros. Así pues, en el nombre de Cristo les rogamos que acepten el reconciliarse con Dios.
Nosotros representamos a nuestro Rey ante aquellos que todavía viven en la tierra llamada Tinieblas. Somos llamados a presentar la invitación del Rey para cambiar la ciudadanía, como lo hicimos nosotros. Alguien te entregó la invitación del Rey a ti, ahora tienes el honor de presentarla a alguien más. ¡Ruega si es necesario! ¡Suplícales no rechazar al Rey!
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ESCRÍBELO: ¿A quién conoces que todavía vive en Tinieblas? Comprométete a orar por esa persona y busca las oportunidades de presentarle la invitación del Rey.
Sea lo que sea que “hagas” en la vida, Embajador del Rey, es tu título y el papel y la forma en que Dios te ve. Todos llevamos a cabo este papel de formas diferentes y con diferentes dones y talentos, pero es un papel que cada creyente comparte. ¡Sentirte insignificante no es necesario o siquiera apropiado! ¡Tienes asuntos del reino que atender! ¡Tienes invitaciones que extender a nombre de tu Rey!
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Pensamientos Claves para Recordar • Como creyente, tu ciudadanía ha cambiado de las tinieblas a la luz. • Como ciudadanos del cielo debemos pensar diferente. • Debemos buscar primeramente el reino, antes y sobre todo lo demás que busquemos. •
¡La vida en el reino es gozo, paz y amor!
• Jesús dijo que debemos orar para que Su voluntad sea hecha en la tierra como en el cielo. • Nuestro papel en el reino es ser Sus embajadores. Nosotros presentamos la invitación
Tarea Si queremos disfrutar plenamente la vida en el reino, tenemos que aprender a pensar diferente. Debemos buscar Su reino y esas cosas que están arriba, esas cosas que existen donde Cristo está, y cuando las encontremos, debemos establecer nuestras mentes en ellas y orar que sean hechas en la tierra como son hechas en el cielo. Escoge un área de tu vida que pueda beneficiarse con un cambio de perspectiva. Ve a la Palabra de Dios para encontrar Su verdad sobre esa área. Determina hacer que tu forma de verla se alinee a Su forma de verla. ¡Determina pensar como el Rey!
“TIENES ASUNTOS DEL REINO QUE ATENDER”
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LECCIÓN LECCIÓN 31
ME RINDO DIOS ES LA FUENTE DE MI LIBERTAD
Salmo 27:7-8 (NTV) Escúchame cuando oro, oh SEÑOR; ¡ten misericordia y respóndeme! Mi corazón te ha oído decir: “Ven y conversa conmigo”. Y mi corazón responde: “Aquí vengo, SEÑOR”.
Jesús quiere que vayamos a Él. Él quiere que hablemos con Él. Él no quiere nada más que nuestra respuesta a su llamado sea “sí” y que regresemos a Él, el único Creador y amante de nuestras almas. ¿Por qué Él creó la humanidad? Para ponerlo de una forma simple, Dios nos creó para Él mismo, para tener una relación con Él. Esto es una relación puesta en marcha por elección. Cada vez que escogemos volver nuestra atención a Dios, de repente vemos y reconocemos claramente Su presencia personal y viva. Como hemos descubierto en lecciones anteriores, para nosotros involucrarnos libremente en una relación con el Señor, de la forma que Él originalmente dispuso y creó que fuera, nosotros acordamos y creemos en nuestros corazones lo siguiente: • Somos creados por Dios a Su imagen, apartados para gobernar sobre toda la creación para la gloria y en la gloria del Señor. • ¡Dios es la Fuente proveedora de todo para nosotros, la realización de nuestro disfrute! • Él nos creó los unos para los otros así como para Él. Nuestra fe es definida por una relación diferente a cualquier otra. • Más que nada, Dios quiere que escojamos tener una relación con Él. • A través de Jesús, el Reino de Dios se ha acercado, Su Reino es el gobierno y reinado de Dios en nuestros corazones y vidas. • Jesús nos dio ejemplo de cómo sería una vida completamente rendida al Señor, ¡una verdadera vida de libertad! La única forma de estar de acuerdo y creer estas Verdades es a través de la rendición. Una rendición diaria a la morada, guía y poder trasformador del Espíritu Santo. Una rendición que comienza con nuestra elección de volvernos a Él y responder: “Señor, heme aquí”. El viaje épico de una vida rendida produce nuestra mayor satisfacción y el disfrute que Dios ordenó. En nuestra rendición, nosotros damos y recibimos su gloria.
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Dios Quiere que lo Invitemos Dios siempre está presente. Más que eso, Apocalipsis 1:8 nos dice que Él es el principio y el fin, “el que es, el que era y el que ha de venir, el Todopoderoso”. Aunque Él siempre está presente y declarando Su reino en existencia, es nuestra elección si nos asociamos a Él o no en este fenómeno. Debemos escoger conectarnos, volvernos y estar a tono con Él. Recuerda que Dios nos creó para ser receptores del reino de Dios.
Apocalipsis 3:20 (NVI) “¡Mira! Yo estoy a la puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos como amigos.”
Nuestro Padre celestial permanece paciente a la puerta de nuestra casa y toca, esperando que nosotros abramos la puerta y lo invitemos a pasar. No solo en la entrada delantera, sino a nuestra cocina, nuestros cuartos e incluso a ese sótano oscuro y desordenado. Él no va a forzar Su entrada. Él va a esperar por nuestra invitación. Él quiere ser bienvenido a lo profundo de nuestra alma. Él quiere verter Su radiante y sanadora luz sobre esas áreas de nuestras vidas que parecen estar muy fuera de control, constantemente ignoradas o fuera de la vista o de la mente. Cualquiera que sea la circunstancia, donde quiera que estemos en este momento, es ahí donde exactamente Él anhela involucrarse con nosotros.
Él nos Conoce Íntimamente y quiere que Nosotros lo Conozcamos a Él Dios quiere que le conozcamos de la misma forma que somos conocidos por Él. El Señor nos conoce por nombre antes de entretejernos en el vientre de nuestra madre. Dios conoce nuestro nombre y cómo somos físicamente. Él lo conoce todo sobre nosotros. Él nos conoce mejor de lo que nosotros nos conocemos a nosotros mismos. Descubramos lo que la Biblia nos dice sobre este tema. LEE EN VOZ ALTA: Lee el siguiente Salmo en voz alta.
Salmo 139: 1-18 (NTV) Oh SEÑOR, has examinado mi corazón y sabes todo acerca de mí. Sabes cuándo me siento y cuándo me levanto; conoces mis pensamientos aun cuando me encuentro lejos. Me ves cuando viajo y cuando descanso en casa. Sabes todo lo que hago. Sabes lo que voy a decir incluso antes de que lo diga, SEÑOR. Vas delante y detrás de mí. Pones tu mano de bendición sobre mi cabeza. Semejante conocimiento es demasiado maravilloso para mí, ¡es tan elevado que no puedo entenderlo! ¡Jamás podría escaparme de tu Espíritu! ¡Jamás podría huir de tu presencia! Si subo al cielo, allí estás tú; si desciendo a la tumba, allí estás tú. Si cabalgo sobre las alas de la mañana, si habito junto a los océanos más lejanos, aun allí me guiará tu mano y me sostendrá tu fuerza.
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Podría pedirle a la oscuridad que me ocultara, y a la luz que me rodea, que se convierta en noche; pero ni siquiera en la oscuridad puedo esconderme de ti. Para ti, la noche es tan brillante como el día. La oscuridad y la luz son lo mismo para ti. Tú creaste las delicadas partes internas de mi cuerpo y me entretejiste en el vientre de mi madre. ¡Gracias por hacerme tan maravillosamente complejo! Tu fino trabajo es maravilloso, lo sé muy bien. Tú me observabas mientras iba cobrando forma en secreto, mientras se entretejían mis partes en la oscuridad de la matriz. Me viste antes de que naciera. Cada día de mi vida estaba registrado en tu libro. Cada momento fue diseñado antes de que un solo día pasara. Qué preciosos son tus pensamientos acerca de mí, oh Dios. ¡No se pueden enumerar! Ni siquiera puedo contarlos; ¡suman más que los granos de la arena! Y cuando despierto, ¡todavía estás conmigo!
¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Anota la(s) parte(s) de este pasaje que te resultan más interesantes. ¿Por qué?
¿Estarías de acuerdo con que nuestro Padre Celestial nos conoce más íntimamente que cualquier otra persona? Dios quiere que le conozcamos de esa misma forma. Pasando tiempo con Él (a través de la adoración, la oración y el estudio de Su Palabra), y siendo obedientes a Él podemos madurar para conocerlo.
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El Amor Incondicional de Dios Además, una relación con el Padre Celestial está cubierta de un amor ágape. El amor ágape no es egoísta, es un amor incondicional, completamente libre de expectativas. Piensa en ello por un momento. Somos amados incondicionalmente por el Creador de los cielos y la tierra, para quien nada es imposible (Jeremía 32:17). Maravilloso. ¿Cómo puede ser esto? ¿Por qué esto parece contraintuitivo a la hora de entenderlo a plenitud? El mundo en que vivimos define el amor de forma muy diferente. Este nos grita que debemos hacer o decir lo suficiente como para merecer amor. Pero, Romanos 5:8 nos dice que Dios mostró su amor por nosotros en que siendo aun pecadores, Cristo, su único Hijo, murió por nosotros. Él murió por nosotros para que pudiéramos amarle libremente como respuesta. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Oren esta oración juntos (el facilitador guía) y toma algún tiempo para escuchar por ti mismo del Espíritu. Jesús, gracias por amarme incondicionalmente. Hoy me rindo a ti y a la presencia, guía y dirección de tu Espíritu. Muéstrame (por medio de palabras, imágenes o un sentido de Tu presencia) dónde o cómo me quieres hablar hoy.
(Toma algún tiempo para escuchar del Espíritu Santo. ¡No hay apuro! Él va a hablar) COMPARTE EN GRUPO: ¿Qué trajo Jesús a tu mente? Reflexiona en lo siguiente: • ¿Qué te mostró el Espíritu Santo? • ¿Qué recuerdos, pensamientos, o emociones vinieron a tu mente? • ¿Sentiste Su apacible presencia? ¿Trajo a tu mente una imagen o algún pensamiento? ¿Produjo esto en ti el fruto del Espíritu (amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio, Gálatas 5:22-23)?
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¿Quién está manejando tu auto? Cierra tus ojos e imagina por un momento que estás manejando en la amplia autopista llamada “vida”. Esta avenida en particular está mayormente desolada. Ves un hombre parado al lado del camino a varios metros de distancia. Tú desaceleras para ver quién es este hombre y ¡he aquí, es Jesús! Tú detienes el auto y te bajas y lo saludas. ¿Qué sucede después? ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Responde abajo lo que sucede después de tu encuentro con Jesús.
COMPARTE EN GRUPO: Comparte acerca de tus reflexiones anotadas anteriormente. ¿Le ofreciste a Jesús el asiento del conductor? ¿Estás todavía manejando? ¿Está Jesús en el asiento del pasajero? ¿Está Él en el asiento de atrás? ¿Quizás en el maletero? ¿Hay acaso lugar para Jesús en el auto? ¿Quizás Jesús está asistiendo o haciendo algo más? Necesitamos hacernos este tipo de preguntas para confirmar el actual “asiento” de Jesús en nuestras vidas. Sin importar dónde pueda estar Jesús posicionado en nuestra vida en este momento exacto, Él todavía nos ofrece la opción de rendirle y devolverle el asiento del conductor a Él. Recuerda, Él es el Autor y Creador de nuestra vida. Cercano está Jehová a todos los que le invocan, A todos los que le invocan de veras (Salmo 145:18).
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Jesús quiere ser nuestro todo. Él quiere ser el conductor de nuestro auto y guiar nuestra toma de decisiones día a día, momento a momento. Él va a comenzar a revelarnos el destino de Dios dado a nuestras vidas a medida que rindamos nuestras vidas y adoptemos una fuerte sensibilidad a la guía y dirección de Su Espíritu. ¿Necesitas dejar a Jesús sentarse en el asiento del conductor? Si es así, tan solo pídeselo.
La Libertad Comienza Dándole el Control a Dios ESCRÍBELO: Escribe tu definición de “rendición” abajo.
COMPARTE EN GRUPO: Comparte en grupo tu definición de rendición. Anota y discute las diferencias y similitudes entre las definiciones. ¿La mayoría del grupo asoció la palabra “rendición” con derrota? ¿Por qué? La mayoría de nosotros hemos estado en una piscina comunitaria para nadar. La piscina es usualmente vigilada de cerca por los salvavidas. Estos salvavidas están mayormente ubicados cerca del lugar más peligroso en la piscina, el lugar donde más accidentes ocurren. Ellos están estratégicamente ubicados ¡para salvar vidas! Ahora, imagina el siguiente escenario: Tu corazón está latiendo según te lanzas de uno de los trampolines más altos hacia 12 pies de agua, estás angustiado y luchando para encontrar la superficie de la piscina. Tu adrenalina se ha disparado, aceleración total. Estás en un completo pánico, para decir lo menos. El salvavidas inmediatamente se lanza a la piscina para ayudarte. El salvavidas sabe cómo salvarte, pero tu primer instinto es agarrarte frenéticamente al cuello del salvavidas, empujándolo hacia abajo contigo a lo profundo de la piscina. ¡El salvavidas necesita que te rindas primero y confíes en él con el objetivo de salvar tu vida!
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Dios nos dice en Isaías 41:10 (RV60), “No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”. Justo como la analogía del nadador angustiado y la voluntad y capacidad del salvavidas anterior, nuestra relación con Dios requiere que nos rindamos para permitirle a Él fortalecernos y ayudarnos, para Él moverse libremente hacia nosotros, dentro de nosotros y finalmente a través de nosotros. La Biblia está llena de historias acerca de las decisiones del pueblo de Dios de volverse al Señor en tiempos de problemas. ¡Después de la rendición viene la Presencia de Dios y todas las riquezas de Su gloria, poder, amor, sabiduría, paz y mucho más! LEE EN VOZ ALTA:
Mateo 16:24-26 (NVI) Luego dijo Jesús a sus discípulos: --Si alguien quiere ser mi discípulo, tiene que negarse a sí mismo, tomar su cruz y seguirme. Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará. ¿De qué sirve ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?
ESCRÍBELO: ¿Qué nos dice el Señor acerca de la rendición en estos versículos?
Cristo nos dice que si realmente deseamos buscarlo y seguirlo, debemos negarnos a nuestros intereses egoístas, hacer a un lado nuestra voluntad, cuerpos y vidas. ¡Si nos rendimos, ganamos la eternidad con Cristo! Rendirse significa devolverle el control a nuestro Creador y entonces comenzar a caminar verdaderamente en una vida llena de gozo y libertad.
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Dios Quiere ser el Señor Sobre Todas las Áreas de Nuestras Vidas
Mateo 6:33 (NTV) Busquen el reino de Dios por encima de todo lo demás y lleven una vida justa, y él les dará todo lo que necesitan.
Busca a Dios sobre todo lo demás. Dios quiere hacer que nuestras vidas sean verdaderamente plenas siendo Él el Señor de todo. Solamente entonces es que podemos caminar en un orden espiritual, el propósito original de Dios. Hay muchas áreas de nuestras vidas que rendir a Dios. Cada cosa sencilla que decidamos mantener, que no le pertenezca a Dios, se vuelve nuestro ídolo, porque estas cosas no pueden salvarnos, ¿por qué emplear un tiempo maravilloso priorizándolos o manteniéndolos? Por el contrario, Dios solamente es quien puede salvar y Él quiere ser nuestro compañero en nuestro caminar a través de un viaje épico. LEE EN VOZ ALTA: Lee los siguientes versículos en voz alta:
1 Juan 2:15-17 (NTV) No amen este mundo ni las cosas que les ofrece porque, cuando aman al mundo, no tienen el amor del Padre en ustedes. Pues el mundo sólo ofrece un intenso deseo por el placer físico, un deseo insaciable por todo lo que vemos y el orgullo de nuestros logros y posesiones. Nada de eso proviene del Padre, sino que viene del mundo; y este mundo se acaba junto con todo lo que la gente tanto desea. Pero el que hace lo que a Dios le agrada vivirá para siempre.
¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Hay áreas (deseos, comportamientos, cosas, etc.) que no has rendido a Dios? ¿Confías en Él en esas áreas? ¿Por qué o por qué no? Estas áreas pudieran incluir nuestras cosas materiales, planes, metas, relaciones, heridas, orgullo, arrogancia, dinero, lujuria, perfeccionismo, apariencia personal, miedo, salud, ansiedad, etc.
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Fuimos creados para adorar a Dios solamente. Cualquier área que no esté rendida a Dios es un ídolo, un área que valoramos más que a Dios. Nosotros adoramos lo que valoramos más. No está mal valorar o disfrutar o admirar cosas, pero las cosas son definitivamente indignas de que las tengamos como las prioridades más altas en nuestras vidas. Por el contrario, Dios quiere ser el Único que pone los deseos en nuestros corazones. Esto no significa que perdamos nuestra personalidad o nos convirtamos en alguien más. Sin embargo, esto significa que nos sometemos a Su voluntad y nos asociemos con Él en Sus planes para nosotros. COMPARTE EN GRUPO: Lee los siguientes versículos en voz alta y comparte acerca de lo que Jesús dice que tenemos que estar dispuestos a dejar para ser Sus discípulos. Lucas 14:26 (NTV) Si quieres ser mi discípulo, debes aborrecer a los demás —a tu padre y madre, esposa e hijos, hermanos y hermanas —sí, hasta tu propia vida. De lo contrario, no puedes ser mi discípulo. Lucas 14:27 (NTV) Y, si no cargas tu propia cruz y me sigues, no puedes ser mi discípulo. Lucas 14:33 (NTV) Así que no puedes convertirte en mi discípulo sin dejar todo lo que posees.
¿Qué debemos estar dispuestos a rendir a Él de acuerdo a los tres versículos anteriormente mencionados?
Nos rendimos para poder ser transformados a la imagen de Cristo. Como la Palabra nos dice en 2 Corintios 3:18, “Y el Señor, quien es el Espíritu, nos hace más y más parecidos a él a medida que somos transformados a su gloriosa imagen.” Dios nos cambia mientras nos sometemos de corazón sinceramente deseando a Jesucristo mismo.
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Nosotros vivimos en una cultura de rapidez, pero incluso el estar ocupados puede ser un ídolo. Ser consumidos con algo más que no sea Dios, incluyendo estar ocupados (lo cual la cultura Americana parece igualar a “éxito”) nos hace víctimas de una sobrecogedora cantidad de presión y estrés en la carrera para mantenernos o tener más. El enemigo nos mantiene ocupados para tomar nuestra atención y finalmente sacar nuestros deseos fuera de Dios y ponerlos en otras cosas. Si nuestro mayor enfoque no es Dios, estamos vulnerables a ser atacados en nuestras mentes y emociones con pensamientos que no traen descanso sobre lo que tenemos y lo que queremos. Busca a Dios primeramente y sobre todo, y todo lo demás estará en orden (Dios primero, entonces el resto de tu vida será ordenada de acuerdo a Su plan original para ti). ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Lee el siguiente pasaje. ¿Cómo cambiaría tu vida si tú vivieras diariamente de esta forma? ¡Esto es orden espiritual en acción!
Romanos 12:9-19 (NTV) No finjan amar a los demás; ámenlos de verdad. Aborrezcan lo malo. Aférrense a lo bueno. Ámense unos a otros con un afecto genuino y deléitense al honrarse mutuamente. No sean nunca perezosos, más bien trabajen con esmero y sirvan al Señor con entusiasmo. Alégrense por la esperanza segura que tenemos. Tengan paciencia en las dificultades y sigan orando. Estén listos para ayudar a los hijos de Dios cuando pasen necesidad. Estén siempre dispuestos a brindar hospitalidad. Bendigan a quienes los persiguen. No los maldigan, sino pídanle a Dios en oración que los bendiga. Alégrense con los que están alegres y lloren con los que lloran. Vivan en armonía unos con otros. No sean tan orgullosos como para no disfrutar de la compañía de la gente común. ¡Y no piensen que lo saben todo! Nunca devuelvan a nadie mal por mal. Compórtense de tal manera que todo el mundo vea que ustedes son personas honradas. Hagan todo lo posible por vivir en paz con todos. Queridos amigos, nunca tomen venganza. Dejen que se encargue la justa ira de Dios. Pues dicen las Escrituras: «Yo tomaré venganza; Yo les pagaré lo que se merecen», dice el SEÑOR.
Rendirse Significa Confiar en Dios En el siguiente pasaje, trata verdaderamente de imaginarte a ti mismo en la situación de Abraham. LEE EN VOZ ALTA:
Génesis 22:1-18 (NTV) Tiempo después, Dios probó la fe de Abraham. — ¡Abraham! —lo llamó Dios. —Sí —respondió él—, aquí estoy.
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—Toma a tu hijo, tu único hijo —sí, a Isaac, a quien tanto amas— y vete a la tierra de Moriah. Allí lo sacrificarás como ofrenda quemada sobre uno de los montes, uno que yo te mostraré. A la mañana siguiente, Abraham se levantó temprano. Ensilló su burro y llevó con él a dos de sus siervos, junto con su hijo Isaac. Después cortó leña para el fuego de la ofrenda y salió hacia el lugar que Dios le había indicado. Al tercer día de viaje, Abraham levantó la vista y vio el lugar a la distancia. “Quédense aquí con el burro —dijo Abraham a los siervos—. El muchacho y yo seguiremos un poco más adelante. Allí adoraremos y volveremos enseguida”. Entonces Abraham puso la leña para la ofrenda sobre los hombros de Isaac, mientras que él llevó el fuego y el cuchillo. Mientras caminaban juntos, Isaac se dio vuelta y le dijo a Abraham: —¿Padre? —Sí, hijo mío —contestó Abraham. —Tenemos el fuego y la leña —dijo el muchacho—, ¿pero dónde está el cordero para la ofrenda quemada? —Dios proveerá un cordero para la ofrenda quemada, hijo mío —contestó Abraham. Así que ambos siguieron caminando juntos. Cuando llegaron al lugar indicado por Dios, Abraham construyó un altar y colocó la leña encima. Luego ató a su hijo Isaac, y lo puso sobre el altar, encima de la leña. Y Abraham tomó el cuchillo para matar a su hijo en sacrificio. En ese momento, el ángel del SEÑOR lo llamó desde el cielo: —¡Abraham! ¡Abraham! —Sí —respondió Abraham—, ¡aquí estoy! —¡No pongas tu mano sobre el muchacho! —dijo el ángel—. No le hagas ningún daño, porque ahora sé que de verdad temes a Dios. No me has negado ni siquiera a tu hijo, tú único hijo. Entonces Abraham levantó los ojos y vio un carnero que estaba enredado por los cuernos en un matorral. Así que tomó el carnero y lo sacrificó como ofrenda quemada en lugar de su hijo. Abraham llamó a aquel lugar Yahveh-jireh (que significa “el SEÑOR proveerá”). Hasta el día de hoy, la gente todavía usa ese nombre como proverbio: “En el monte del SEÑOR será provisto”. Luego el ángel del SEÑOR volvió a llamar a Abraham desde el cielo. —El SEÑOR dice: Ya que me has obedecido y no me has negado ni siquiera a tu hijo, tu único hijo, juro por mi nombre que ciertamente te bendeciré. Multiplicaré tu descendencia* hasta que sea incontable, como las estrellas del cielo y la arena a la orilla del mar. Tus descendientes conquistarán las ciudades de sus enemigos; y mediante tu descendencia, todas las naciones de la tierra serán bendecidas. Todo eso, porque me has obedecido.
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Abraham era de cien años de edad cuando Isaac había nacido. Él había esperado décadas para que la promesa de que él iba a ser el padre de muchas naciones se realizara. Dios bendice a Abraham con un hijo y luego le pide que lo sacrifique en un altar. ¿Puedes imaginarte las preguntas, la incertidumbre, la duda y la agonía en la mente de Abraham en ese momento? Abraham hubiera seguido con el mandato de Dios, si el ángel no lo hubiera detenido. Abraham amaba a su hijo, pero él confiaba más en Dios. Dios cumplió Su promesa a Abraham: Dios multiplicó su descendencia más allá de lo que podemos contar, como las estrellas del cielo y la arena del mar. Para desear verdaderamente solo a Cristo, tenemos que confiar en Él. La confianza se desarrolla a medida que nuestra relación con Cristo crece, así llegamos a conocer y entender el carácter de Dios. Dios es ambas cosas, amor y soberano. Estas son las dos caras (audazmente vibrantes) de la moneda en el carácter de Dios. Una es de un amor feroz e incondicional. La otra es de esa todopoderosa soberanía. Él es ambos al mismo tiempo, en una cantidad infinita. La soberanía puede ser un concepto desafiante para comprender. Rasgo fundamental: Dios tiene completo dominio sobre toda la creación, incluyendo el enemigo y todos sus demonios. Toda autoridad en el Cielo y en la tierra ha sido dada a Jesús (Mateo 28:18). Él es todopoderoso (omnipotente), todo lo sabe (omnisciente) y está presente en todas partes (omnipresente). Es Dios quien determina el número de nuestros días y decide si y cuándo vamos a ser capaces de tomar el próximo aliento. En Su soberanía, Él nos da la misma autoridad en el nombre de Jesucristo a través del derramamiento de Su sangre. Él ya ha ganado la batalla, estamos invitados a unirnos a Él para traer Su reino a la tierra como lo es en el Cielo. LEE EN VOZ ALTA:
Apocalipsis 21:3-7 (NTV) Oí una fuerte voz que salía del trono y decía: “¡Miren, el hogar de Dios ahora está entre su pueblo! Él vivirá con ellos, y ellos serán su pueblo. Dios mismo estará con ellos. Él les secará toda lágrima de los ojos, y no habrá más muerte ni tristeza ni llanto ni dolor. Todas esas cosas ya no existirán más”. Y el que estaba sentado en el trono dijo: “¡Miren, hago nuevas todas las cosas!”. Entonces me dijo: “Escribe esto, porque lo que te digo es verdadero y digno de confianza”. También dijo: “¡Todo ha terminado! Yo soy el Alfa y la Omega, el Principio y el Fin. A todo el que tenga sed, yo le daré a beber gratuitamente de los manantiales del agua de la vida. Los que salgan vencedores heredarán todas esas bendiciones, y yo seré su Dios, y ellos serán mis hijos.
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Dios está entre nosotros por la obra del Espíritu Santo. Nos rendimos para creer en el poder de Jesús resucitado de entre los muertos, para traer el Cielo a la tierra a través de Sus hijos. El Espíritu Santo se va a mover en y a través de nosotros cuando nos rindamos. De hecho, ya comenzó, en el Día de Pentecostés. Nuestra rendición va a movernos mayormente a amar a Dios y a amarnos los unos a los otros, para ser unificados en mentes y corazones de forma sobrenatural, para que el mundo no pueda negar a Cristo. En cambio, debido a nuestro amor del uno por el otro, el mundo va a llegar a conocerlo a Él como Salvador y Señor Todopoderoso.
Pensamientos Claves para Recordar • Ríndete al mover del Espíritu de Dios dentro de ti. Jesús murió por ti. Dios es investido en la transformación interna (corazón). • Una rendición verdadera requiere un deseo sincero por Cristo Jesús mismo. •
No detengas una pequeña, completa y continuada rendición; es un proceso, no un lugar al que “hemos llegado”
• Rendirnos diariamente nos mantendrá caminando en orden espiritual y hacia el camino correcto. • Cree en el poder de Jesús resucitado de entre los muertos para traer el cielo a la tierra.
Tarea 1. Ora y toma tiempo para realmente escuchar y oír lo que El Espíritu Santo tiene que decirte cada mañana esta semana acerca del Salmo 139:23-24.
Salmo 139:23-24 (NTV) Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón; pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan. Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda y guíame por el camino de la vida eterna.
2. Pídele al Espíritu Santo que te muestre el área que Él quiere que rindas a Él cada día esta semana. Esta área puede cambiar, o puede ser la misma área de rendición cada día. ¡No te desanimes por lo que Él comparta contigo, porque es Dios quien pone en nosotros el deseo y el poder de hacer Su buena voluntad (Filipenses 2:13)! 3. A medida que oras y te conectas con el Espíritu Santo en los dos puntos anteriores, registra o toma notas abajo sobre qué áreas Él te ha hablado. Para esas áreas, haz seguimiento con las promesas que Cristo ha cumplido en ti. 54
LECCIÓN LECCIÓN 41
LADIOS PALABRA ES LADE FUENTE DEMI DIOS REVIVE MI LIBERTAD
Salmo 19:7-8 (NTV) Las enseñanzas del SEÑOR son perfectas, reavivan el alma. Los decretos del SEÑOR son confiables, hacen sabio al sencillo. Los mandamientos del SEÑOR son rectos, traen alegría al corazón. Los mandatos del SEÑOR son claros, dan buena percepción para vivir.
Imagina una escena donde alguien tiene el mapa de un tesoro que garantiza que si él sigue las instrucciones contenidas en el mapa, encontrará monedas de oro y piedras preciosas. Esa persona sabe que el mapa es importante y algo que debe ser valorado. Es cuidadoso al estudiarlo y al usarlo para encontrar el camino al tesoro. Él lleva el mapa todo el tiempo y nunca lo pierde de vista, y más aún, usando el mapa para encontrar el tesoro que está buscando. Como cristianos tenemos algo mucho más valioso y poderoso que el mapa de un tesoro, ¡tenemos la Palabra de Dios! Y a diferencia del mapa de un tesoro que puede ser confiable o no, la Biblia es precisa y verdadera y guía a un verdadero tesoro. La Biblia está llena de promesas preciosas que guían a la victoria, al éxito, a la vida, a la salvación, a la libertad y mucho más. Estas promesas se convierten en nuestra realidad cuando leemos la Biblia y por fe, aplicamos sus principios a nuestras vidas diarias.
2 Pedro 1:4 (NTV) Y, debido a su gloria y excelencia, nos ha dado grandes y preciosas promesas. Estas promesas hacen posible que ustedes participen de la naturaleza divina y escapen de la corrupción del mundo, causada por los deseos humanos.
LEE EN VOZ ALTA: Lee el siguiente pasaje en voz alta:
Jeremías 15:16 (RV60) Fueron halladas tus palabras, y yo las comí; y tu palabra me fue por gozo y por alegría de mi corazón; porque tu nombre se invocó sobre mí, oh Jehová Dios de los ejércitos.
La Palabra de Dios debe ser Consumida Igual que los alimentos que comemos para nutrir nuestros cuerpos físicos, la Palabra de Dios debe ser “consumida espiritualmente” para que sea efectiva. Debemos “encontrar las Palabras de Dios y comerlas” (Jeremías 15:16). Esto significa que la leemos, la estudiamos, reflexionamos en lo que nos está diciendo y meditamos en ello continuamente.
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Salmo 1:2 (NTV) sino que se deleitan en la ley del SEÑOR meditando en ella día y noche.
Salmo 19:9-10 (NTV) Las leyes del SEÑOR son verdaderas, cada una de ellas es imparcial. Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal.
APLICACIÓN EN NUESTRA VIDA: ¿Con qué frecuencia estoy consumiendo la Palabra de Dios? ¿Por qué? ¿Qué diferencia (si hay alguna) noto cuando dejo de leer y estudiar la Palabra de Dios?
ESCRÍBELO: Lee 1 Pedro 2:2 y anota lo que dice: Como bebés recién nacidos, deseen con ganas la leche espiritual pura para que crezcan a una experiencia plena de la salvación.
CONSUMIR LA PALABRA DE DIOS ES LA CLAVE PARA EL CRECIMIENTO ESPIRITUAL Los bebés recién nacidos crecen por la virtud de la leche materna. Esta los alimenta físicamente y provee los nutrientes que ellos necesitan para desarrollarse como tal. Nosotros crecemos de una forma similar espiritualmente cuando consumimos la Palabra de Dios. Nosotros debemos estar sedientos y desear fervientemente la leche espiritual pura, no adulterada de la Palabra de Dios. Piensa en esto solo un momento. Cuando los bebés ansían la leche, ellos lloran para ser alimentados. Para un bebé, el ser alimentado es una prioridad. Ellos deben ser alimentados para vivir, para crecer y madurar. ¡Así es como debemos acercarnos a la Palabra de Dios, llorando para ser alimentados porque es una prioridad, sabiendo que la necesitamos para crecer y madurar y sobrevivir!
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Proverbios 4:20-22 (NTV) Hijo mío, presta atención a lo que te digo. Escucha atentamente mis palabras. No las pierdas de vista. Déjalas llegar hasta lo profundo de tu corazón, pues traen vida a quienes las encuentran y dan salud a todo el cuerpo.
COMPARTE EN GRUPO: ¿Cómo la Palabra de Dios te ha traído vida?
LEE EN VOZ ALTA: Lee el siguiente pasaje en voz alta:
Josué 1:6-9 (RV60) Sé fuerte y valiente, porque tú serás quien guíe a este pueblo para que tome posesión de toda la tierra que juré a sus antepasados que les daría. Sé fuerte y muy valiente. Ten cuidado de obedecer todas las instrucciones que Moisés te dio. No te desvíes de ellas ni a la derecha ni a la izquierda. Entonces te irá bien en todo lo que hagas. Estudia constantemente este libro de instrucción. Medita en él de día y de noche para asegurarte de obedecer todo lo que allí está escrito. Sólo entonces prosperarás y te irá bien en todo lo que hagas. Mi mandato es: “¡Sé fuerte y valiente! No tengas miedo ni te desanimes, porque el SEÑOR tu Dios está contigo dondequiera que vayas”.
¿Qué se le instruyó a Josué que hiciera? ¿Cómo la Palabra de Dios es una parte de este plan? ¿Cuál es la clave para su éxito? La respuesta: obediencia, estudio y meditación continua en la Palabra de Dios. Así como Josué, esta es la clave para nuestro crecimiento espiritual y éxito también. Todos nosotros podemos hacer esto. Las promesas de Dios se convierten en una realidad en nuestras vidas cuando las encontramos y las consumimos.
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ESCRÍBELO: Lee Juan 6:63 (NVI) y anota lo que dice: El Espíritu da vida; la carne no vale para nada. Las palabras que les he hablado son espíritu y son vida.
La Palabra de Dios es Literalmente Espíritu y Vida Si tú lees la Biblia como si simplemente estuvieras leyendo “solamente otro libro”, puede que la encuentres seca, aburrida y sin poder. Esto puede pasar cuando tratamos de entender la Biblia puramente con nuestras mentes. La Biblia es la Palabra de Dios. No es simplemente un puñado de palabras escritas en un libro para ayudarnos a tener una mejor vida o proveer guía para vivir una vida moral. Ellas son palabras que poseen poder para traer su propia realización. La Palabra de Dios es literalmente Espíritu y vida. Es viva y poderosa. Cuando Dios habla, la vida tiene lugar.
Hebreos 4:12 (NTV) Pues la palabra de Dios es viva y poderosa. Es más cortante que cualquier espada de dos filos; penetra entre el alma y el espíritu, entre la articulación y la médula del hueso. Deja al descubierto nuestros pensamientos y deseos más íntimos.
Jeremías 23:29 (NTV) ¿No quema mi palabra como el fuego? —dice el SEÑOR—. ¿No es como un martillo poderoso que hace pedazos una roca?
Salmo 33:6 (NTV) El SEÑOR tan sólo habló y los cielos fueron creados. Sopló la palabra, y nacieron todas las estrellas.
Una clave para leer la Biblia es orar antes de leerla. Pídele al Espíritu Santo que te enseñe y te traiga revelación. Él es tu Abogado y Ayudador. El Espíritu Santo es el Espíritu de verdad y Él te va a guiar a toda verdad (Juan 16:13)
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¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Cómo abordo la lectura de la Biblia? ¿La leo como un deber y obligación? ¿O la leo en fe creyendo que el Espíritu Santo va a traer revelación y comprensión? ¿Por qué?
COMPARTE EN GRUPO: ¿Qué cambios puedo hacer en la manera que abordo la lectura de la Biblia de forma tal que pueda crecer espiritualmente?
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La Palabra de Dios es Poderosa. Esta actúa en Aquellos que Creen. La Palabra de Dios es una fuerza creativa. Es poderosa y siempre está obrando. Lee los versículos debajo y escribe en una lista lo que descubres sobre la Palabra de Dios.
Salmo 19:7-11 (NTV) Las enseñanzas del SEÑOR son perfectas, reavivan el alma. Los decretos del SEÑOR son confiables, hacen sabio al sencillo. Los mandamientos del SEÑOR son rectos, traen alegría al corazón. Los mandatos del SEÑOR son claros, dan buena percepción para vivir. La reverencia al SEÑOR es pura, permanece para siempre. Las leyes del SEÑOR son verdaderas, cada una de ellas es imparcial. Son más deseables que el oro, incluso que el oro más puro. Son más dulces que la miel, incluso que la miel que gotea del panal. Sirven de advertencia para tu siervo, una gran recompensa para quienes las obedecen.
1 Tesalonicenses 2:13b (RV60) Por lo tanto, nunca dejamos de darle gracias a Dios de que cuando recibieron su mensaje de parte nuestra, ustedes no consideraron nuestras palabras como sólo ideas humanas. Tomaron lo que dijimos como la misma palabra de Dios, la cual, por supuesto, lo es. Y esta palabra sigue actuando en ustedes los que creen.
ESCRÍBELO: ¿Qué aprendiste acerca de la Palabra de Dios?
COMPARTE EN GRUPO: Habla de lo que aprendiste.
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La Palabra de Dios TE HARÁ LIBRE
TIENE EL PODER PARA SALVAR
PRODUCE FE ILUMINA NUESTRO CAMINO NOS RESCATA DE LAS AFLICCIONES NOS SANTIFICA
SANA
NOS EDIFICA Y NOS DA UNA HERENCIA
PRODUCE FRUTO
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Juan 8:32 (RV60) conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Romanos 1:16 (NTV) Pues no me avergüenzo de la Buena Noticia acerca de Cristo, porque es poder de Dios en acción para salvar a todos los que creen, a los judíos primero y también a los gentiles. Romanos 10:17 (NTV) Así que la fe viene por oír, es decir, por oír la Buena Noticia acerca de Cristo. Salmo 119:105 (NTV) Tu palabra es una lámpara que guía mis pies y una luz para mi camino. Salmo 119:92 (RV60) Si tu ley no hubiese sido mi delicia, Ya en mi aflicción hubiera perecido. Juan 17:17 (RV60) Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad. Salmo 107:20 (RV60) Envió su palabra, y los sanó, Y los libró de su ruina.
Hechos 20:32 (RV60) Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados. Isaías 55:10-11 (NTV) La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe.
Meditando en la Palabra de Dios A través de la Escritura somos instruidos a meditar en la Palabra de Dios. De hecho, se nos manda a meditar en ella de día y de noche (Josué 1:8, Salmo 1:2) Pero ¿qué es exactamente la meditación bíblica? ¿Cómo tú meditas en la Palabra de Dios? La palabra “meditar” significa lo mismo que hace un animal al rumiar. Piensa en cómo una vaca come su alimento. Mastica por un largo periodo de tiempo y luego se lo traga. La vaca entonces regurgita el alimento masticado de uno de sus estómagos solo para masticarlo otra vez, ¡y luego repite el proceso! Este debe ser nuestro acercamiento a la Palabra de Dios. Cuando leemos la Palabra debemos obtener todos los nutrientes que podamos de ella y luego tragarlos. Entonces debemos recordarla otra vez y masticar un poco más y tragarla de nuevo. Medita en ella todo el día y te volverás más atento a la misma, ten la fe de hacer lo que te dice, y haz de la promesa algo tuyo.
Salmo 119:15 (RV60) En tus mandamientos meditaré; Consideraré tus caminos.
Salmo 119:97 (RV60) ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación.
La palabra hebrea para meditar (hagah) significa reflexionar, gemir, murmurar, considerar, hacer un sonido silencioso como suspirar; contemplar algo a medida que repites las palabras. El apóstol Pablo dijo: “Que habite en ustedes la palabra de Cristo con toda su riqueza” (Colosenses 3:16). La meditación en la Escritura causará que esta “habite en ti” y que verdaderamente se convierta en la fuente de tu victoria, vida, dirección, consuelo, ayuda y libertad. Esto significa que debemos leer la Palabra, pensar en ella y estudiarla. Háblala a ti mismo en voz alta, habla de ella con otros, escríbela en un diario, y ponla en un lugar visible en tu casa donde puedas leerla una y otra vez.
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Consejos Prácticos Hay muchas formas de meditar en la Palabra de Dios. Aquí tenemos algunas sugerencias para que comiences. Personaliza el Pasaje: Personalízalo poniéndolo en primera persona, usando yo, mí. Cuando pones la Escritura en primera persona, esta se vuelve una expresión viva dentro de tu corazón, lo cual es un aspecto de la meditación. Por ejemplo, Colosenses 3:16 puede ser personalizado diciendo: “Que la palabra de Cristo habite en mí (viva en mí) ricamente en toda sabiduría. Enfatiza Cada Palabra (o frase) de Cada Versículo a la vez: Enfócate en un versículo a la vez, cítaselo al Señor y considera cada palabra o frase. Cada vez que recites el versículo, enfatiza una palabra o frase diferente. Por ejemplo, si estás meditando en Filipenses 4:13 (RV60) enfatiza una palabra diferente cada vez que repitas el pasaje.
• Yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
• Yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
• Yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
• Yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
• Yo todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
Verbaliza (Habla la Palabra de Dios en Voz Alta: Es un gran hábito leer y estudiar tu Biblia cada día. También debes lograr que el hablar la Palabra de Dios en voz alta sea una práctica. El propósito no es convencer a Dios de que la Palabra es verdad, sino recordarte a ti mismo que lo es. Cuando la Palabra sale de tu boca edifica tu fe. Di versículos específicos de acuerdo a las situaciones. Por ejemplo, si estás lleno de miedo y ansiedad, di en voz alta: “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” (2 Timoteo 1:7). Puedes personalizarlo como lo compartimos anteriormente, “Porque no me ha dado Dios espíritu de cobardía...”
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Interioriza (Adora a Dios desde Tu Corazón): Adora y haz compañerismo con Dios cuando medites en la Palabra. Su deseo es que le adoremos en Espíritu y en verdad (Juan 4:23). Adora a Dios desde tu corazón citándole Su Palabra, tomándote tiempo para comprometerte con Él y orar la Palabra de Dios. Está bien “ir despacio” y disfrutar Su presencia y meditar en Sus Palabras. Estos métodos simples de meditación revelarán nuevas comprensiones y te darán un mayor entendimiento de frases y oraciones. Está atento. A medida que escuchas las palabras del pasaje, discernirás matices y asociaciones que son casi siempre pasados por alto cuando el pasaje es leído en silencio o cuando es leído como parte de una serie de pasajes.
Lucas 9:44a (RV60) Haced que os penetren bien en los oídos estas palabras…
ESCRÍBELO: Escribe los siguientes versículos. • Personalízalos poniendo tu nombre en ellos.
• Enfatiza una palabra o frase específica.
• Verbaliza (léelos en voz alta).
• Interiorízalos (adora a Dio desde tu corazón).
Salmo 46:10
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Proverbios 3:5-6
Filipenses 4:19
LÉELO EN VOZ ALTA: Lee el siguiente pasaje en voz alta.
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Juan 1:1-4 (NTV) En el principio la Palabra ya existía. La Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. El que es la Palabra existía en el principio con Dios. Dios creó todas las cosas por medio de él, y nada fue creado sin él. La Palabra le dio vida a todo lo creado, y su vida trajo luz a todos.
Jesús es la Palabra Eterna de Dios Jesús ya existía cuando el mundo fue creado. Él es la Palabra. Jesús y la Palabra de Dios son la misma cosa (Juan 1:1). Todo fue creado a través de Él y Él es la fuente de vida. ¡Esto es increíble! Jesús fue manifestado en carne como la Palabra. Nosotros tenemos la misma Palabra manifestada en páginas escritas, la eterna, poderosa Palabra de Dios.
Juan 1:14 (NTV) Entonces la Palabra se hizo hombre y vino a vivir entre nosotros. Estaba lleno de fidelidad y amor inagotable. Y hemos visto su gloria, la gloria del único Hijo del Padre.
Apocalipsis 19:13 (RV60) Estaba vestido de una ropa teñida en sangre; y su nombre es: EL VERBO DE DIOS.
Si Jesús apareciera en carne ahora mismo donde tú estás ubicado, probablemente no tendrías problema en creer que Él podría sanarte o liberar a aquellos a tu alrededor que necesitan sanidad o liberación. Ese mismo poder que está en Jesús está en la Palabra. La Palabra de Dios es poderosa. Nuestra parte es simplemente recibirla (de la misma forma que recibiríamos a Jesús) para que pueda funcionar y entonces mezclar nuestra fe con la Palabra. COMPARTE EN GRUPO: Muchos cristianos dirán que ellos están enamorados de Jesús. Si es así, ¿deberían ellos estar enamorados de la Palabra? ¿Cómo se vería eso?
La Palabra Revelada de Dios LEE EN VOZ ALTA: Lee el siguiente pasaje en voz alta:
Mateo 16:15-17 (NTV) Entonces les preguntó: —Y ustedes, ¿quién dicen que soy? Simón Pedro contestó: —Tú eres el Mesías, el Hijo del Dios viviente. Jesús respondió: —Bendito eres, Simón hijo de Juan, porque mi Padre que está en el cielo te lo ha revelado. No lo aprendiste de ningún ser humano.
En este relato, Jesús primero le preguntó a Sus discípulos: “¿Quién dicen los hombres que es el Hijo del Hombre?” (Mateo 16:13). Ellos compartieron lo que otros decían y lo que habían aprendido de otros. Entonces, Él les preguntó: “¿Pero quién dicen ustedes que soy?” (Mateo 16:15). Pedro entonces declaró lo que le había sido revelado: “Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente” (Mateo 16:16). Pedro compartió una Palabra rhema (rhema es una palabra griega que significa revelado).
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Tú puedes haber experimentado el rhema de la Palabra de Dios cuando has escuchado un sermón, ¡cuando se sentía como si el pastor estuviera hablando directamente a tu situación! Quizás cuando estabas leyendo la Biblia cuando una Escritura “saltó de las páginas” y habló directamente a tu corazón. O quizás estabas orando acerca de una situación y de pronto sentiste un versículo dentro de ti. En ese momento, tú sabías que sabías que esa promesa era para ti y tu situación. ¡Esta es la Palabra obrando! Esto es una palabra rhema de Dios. Cuando tú recibes una Palabra rhema de Dios, el Espíritu Santo causa que la Palabra se haga viva de una forma sobrenatural y te imparta poder y autoridad. Una Palabra rhema de Dios es hablada claramente, vívidamente, en términos inequívocos y en un lenguaje que no se pueda negar. Es casi siempre descrita como una palabra “acelerada” La revelación es la obra del Espíritu Santo. No se espera que nosotros produzcamos, ni somos capaces de producir una Palabra rhema. Nuestra responsabilidad no es revelar la Palabra, nuestra parte es meditar en la Palabra. El Espíritu Santo trae revelación a medida que meditamos.
2 Timoteo 3:16 (NTV) Toda la Escritura es inspirada por Dios y es útil para enseñarnos lo que es verdad y para hacernos ver lo que está mal en nuestra vida. Nos corrige cuando estamos equivocados y nos enseña a hacer lo correcto.
COMPARTE EN GRUPO: Recuerda un tiempo cuando experimentaste una Palabra rhema de Dios. ¿Cómo esto impactó tu vida? Si no has tenido tal experiencia, ora y pídele al Espíritu Santo que haga que la Escritura cobre vida, y que la acelere en tu corazón. ¡Él lo hará! APLICACIÓN EN LA VIDA DIARIA: Haz una lista de 2-3 principios de esta lección que tú puedas aplicar ahora mismo como parte de tu tiempo de devoción personal.
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Pensamientos Claves para Recordar • ¡La Biblia está llena de promesas preciosas que llevan a la victoria, éxito, vida y salvación! ¡Su Palabra es literalmente Espíritu y vida! • Estas promesas se convierten en nuestra realidad cuando leemos la Biblia y por fe aplicamos sus principios a nuestras vidas diarias. • Nuestra parte es consumir la Palabra de Dios (meditando). La parte de Dios es producir el fruto y la revelación.
Tarea ¿Tú realizas los EOAO de los capítulos asignados cada día? Si no, comienza hoy. Escritura: Tómate un tiempo para leer cada capítulo y permite que Dios te hable. Observación: ¿Qué crees que te está diciendo Dios en esta Escritura? Aplicación: Pregúntate a ti mismo cómo puedes aplicar esto a tu vida ahora mismo. Oración: Comunícate con Dios y pídele ayuda para aplicar esto a tu vida. Lee el Salmo 119 y anota lo que aprendiste acerca de la Palabra de Dios. Anota las diferentes palabras que son usadas como sinónimos de la Palabra de Dios. *Ver Apéndice en las páginas 126-129.
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“LA REVELACIÓN ES LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO. NO SE ESPERA QUE NOSOTROS PRODUZCAMOS, NI SOMOS CAPACES DE PRODUCIR UNA PALABRA RHEMA”
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LECCIÓN LECCIÓN 51
MIDIOS IDENTIDAD ES LA FUENTE DE ESTÁ EN CRISTO MI LIBERTAD
Todos tenemos una serie de creencias esenciales residiendo en nuestros corazones, cosas que creemos de nosotros mismos. Nosotros vivimos de acuerdo a esas creencias, incluso sin ser conscientes de ello. Estas creencias se han acumulado a través del curso de nuestras vidas. Hay experiencias que hemos tenido, algunas ocurrieron a una edad muy temprana, y ellas han dado forma a la persona que somos hoy, porque muy profundo en nuestros corazones hemos creído el mensaje de esos eventos. Estas creencias, ya sean buenas o malas, ciertas o no, se han convertido en nuestra identidad. La Biblia dice que del corazón mana la vida (Proverbios 4:23). Eso hace nuestra identidad de una importancia suprema. Si tu identidad está formada por la creencia de que no eres querido o amado, verás el mundo a través de esos lentes. Verás el rechazo donde no lo hay. Lo esperarás. Y por tal motivo actuarás como si fueras rechazado. Tus expectativas producirán la realidad. Es una profecía auto declarada. Si queremos vivir en la libertad que Dios nos ha provisto y experimentar la vida de reino que Él tiene para nosotros, entonces necesitamos asegurarnos de que nuestra identidad esté alineada con lo que Dios dice que es verdad acerca de nosotros. Necesitamos saber lo que está en el corazón de Dios cuando Él piensa en nosotros. ¿Cuál es Su plan? ¿Cómo Él nos ve? Esa es nuestra verdadera identidad.
Dios Determina la Identidad Nuestro primer paso en conocer nuestra verdadera identidad es entender que Dios es quien la define. Él nos creó, y cuando nosotros lo estropeamos todo y nos vendemos, Él nos vuelve a comprar. Le pertenecemos a Él y como Su posesión, Él es el que determina el valor. Él define la identidad. Así que veamos lo que Dios dice que es verdad sobre nosotros.
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Gálatas 4:6-7 (RV60) Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre! Así que ya no eres esclavo, sino hijo; y si hijo, también heredero de Dios por medio de Cristo.
2 Corintios 6:18 (RV60) Y seré para vosotros por Padre, Y vosotros me seréis hijos e hijas, dice el Señor Todopoderoso.
Efesios 2:19 (RV60) Así que ya no sois extranjeros ni advenedizos, sino conciudadanos de los santos, y miembros de la familia de Dios,
Romanos 8:15-17 (RV60) Pues no habéis recibido el espíritu de esclavitud para estar otra vez en temor, sino que habéis recibido el espíritu de adopción, por el cual clamamos: ¡Abba, Padre! El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. Y si hijos, también herederos; herederos de Dios y coherederos con Cristo, si es que padecemos juntamente con él, para que juntamente con él seamos glorificados.
COMPARTE EN GRUPO: Comparte lo que aprendiste en estos versículos sobre tu identidad. ¡Esta es la verdad de quien tú eres realmente! ¿Te ves a ti mismo de esta forma? Tú eres un hijo del Dios Todopoderoso. Tú eres Su heredero. ¡Eres heredero juntamente con Cristo! Teniendo en cuenta que esto es imposible de entender con nuestro intelecto carnal, el Espíritu Santo mismo está involucrado en ayudarnos a entender esta verdad. Pablo dijo que Él es el “Espíritu de adopción”. Uno de Sus propósitos principales de habitar en el creyente es de dar testimonio, comunicar a nuestros espíritus nacidos de nuevo que nosotros somos en verdad hijos de Dios. La Biblia es un espejo que refleja quiénes somos ya en Cristo. Cuando leemos la Palabra podemos comenzar a entender nuestra identidad como nuevas creaciones en Él. Cuando nacimos de nuevo, fuimos completamente cambiados. La Biblia dice que somos “nuevas criaturas”, una especie completamente nueva que no existió antes jamás. Hay glorias que siguieron la cruz y vivimos en ellas. Hay riquezas en Cristo que son tan abundantes que Pablo las llamó “inescrutables”. ¡Nunca llegaremos al final de ellas! Estamos viviendo en un tiempo en que la obra consumada de Jesús ha hecho estas riquezas disponibles para nosotros. Esta verdad de que somos hijos e hijas de Dios, de que somos herederos de Su reino, el objeto de Su amor y atención ¡es algo grande! En Romanos 12:2 somos exhortados a “ser transformados por la renovación de nuestras mentes”. Dicho de otra forma, el verdadero cambio y libertad viene cuando cambiamos la forma en que pensamos acerca de Dios y de nosotros mismos. Piensa en esto de la siguiente manera: cuando una oruga se transforma en una mariposa, deja de actuar como una oruga. Esta ya no se arrastra en una rama. Ahora tiene alas y vuela. ¡Desafortunadamente, muchos cristianos todavía están actuando como orugas cuando su verdadera identidad es la de una mariposa! Dios cambió su identidad cuando ellos fueron salvos, pero todavía piensan y actúan sobre la base de su vieja identidad. No permitamos que esto sea verdadero en nosotros. Descubramos más de lo que se nos ha dado. ¡Aprendamos acerca de nuestra identidad en Cristo!
¿Qué es la Verdad? LA VERDAD ACERCA DE DIOS: La Biblia dice que somos creados a la imagen de Dios, así que antes de que podamos tener una idea exacta de nosotros, debemos tener primero una idea exacta de Él. Entonces, ¿qué crees acerca de Dios? Esta es una pregunta importante. En el curso de tu vida, tú has formado una opinión sobre Dios que con el tiempo se convirtió en las creencias de tu corazón. Esas creencias ahora tienen un impacto enorme en tu identidad.
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ESCRÍBELO: Haz una lista de algunas palabras que describan lo que crees acerca de Dios.
La Biblia tiene mucho que decir acerca de la naturaleza y el carácter de Dios. Aquí están algunos de Sus muchos atributos maravillosos: • Dios es amor. • Él es nuestro Salvador. • Él es paciente, amable y bueno. • Él es sabio más allá de nuestro entendimiento. • Él disciplina y corrige. • Él es nuestro Ayudador y nuestro Maestro. • Él es nuestra fuerza y nuestra paz. • Él es nuestro Sanador y nuestro Libertador. • Él es nuestro amigo compasivo. • Él es santo y recto en todo sentido. • Él es digno de alabanza. • Él es fiel y verdadero. • Él es justo en todos Sus caminos. • Él es enteramente perfecto y siempre lo será.
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Este es el carácter de Dios. Esta debe ser nuestra opinión de Él. Dios no es severo o cruel; ¡Él es amor! Él no es mezquino; ¡Él es extravagante! Él no es descuidado, ¡Él está lleno de misericordia hacia nosotros! Muchos cristianos hoy en día viven con la creencia de que Dios está furioso con ellos, o en última instancia que Él está decepcionado. Ellos saben que Dios los ama, pero solo en sus pensamientos. No es una creencia por la cual viven. No es parte de su identidad. Ellos ven a Dios como alguien severo, cruel y sentencioso. Esta creencia acerca de Dios impacta todo sobre su relación con Él. Las oraciones y las devociones son elementos de una lista. Son cosas que ellos hacen para agradar a Dios y así poder ganar favor o al menos hacer que Dios esté un poco menos decepcionado de ellos. ¡La verdad es que Dios no está enojado con nosotros! ¡Él depositó toda Su ira por nuestros errores en Jesús! ¡Él no está decepcionado de ti! ¡Él está encantado contigo! Él está feliz cuando tú empleas tiempo con Él porque Él lo disfruta mucho. Él planea emplear el resto de la eternidad mostrándonos Su bondad.
Efesios 2:7 (RV60) para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
Colosenses 1:21-22 (RV60) Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él.
COMPARTE EN GRUPO: Comenta alguna nueva revelación que hayas recibido sobre el verdadero carácter de Dios y cómo Él te ve personalmente. Dios es mejor de lo que nos imaginamos, más bondadoso de que lo que pensamos, y Él nos ama más de lo que pensamos. No puedes sobreestimar los buenos sentimientos de Dios hacia ti. LA VERDAD ACERCA DE NOSOTROS: Una vez que tenemos una opinión correcta de Dios, podemos trabajar en lo que creemos que es verdad sobre nosotros. ESCRÍBELO: Haz una lista de algunas palabras que describan lo que crees de ti mismo.
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Dios tenía un plan en mente cuando te creó. Solamente Él tiene el derecho a determinar tu valor. Él cree que vale la pena la muerte de Su Hijo por ti, así que esto significa que el valor que Dios ha puesto en ti es inestimable. Esta es tu identidad: El valor del precio del Hijo de Dios. Piensa en esto. Haz una pausa por un momento y considera lo que esto significa. Repítete a ti mismo: Dios dice que soy inestimable. Él dice que vale la pena haber dado a Jesús por mí. Permite que esas palabras penetren en lo profundo de tu corazón. Este es el valor que Dios ha determinado y nada lo puede cambiar, incluso si no estás de acuerdo con ello. COMPARTE EN GRUPO: ¿Cómo cambia la manera que piensas acerca de ti mismo el conocer la forma en que Dios define tu identidad? ¿Está la opinión de Dios sobre ti alineada con tu opinión sobre ti mismo? ¿Cuál opinión vas a creer? Determinar nuestra verdadera identidad es una cuestión de descubrirlo, no de crearlo. Puedes intentar todo lo que quieras para ser una mejor versión de ti mismo, pero la verdad es que tu identidad está establecida en Cristo. Puede que no lo creas, pero no por eso dejará de ser cierto, simplemente vivirás como si no fuera verdad. Tú haces esto cuando crees la mentira que tus circunstancias te dijeron en lugar de lo que Dios dice que es verdad sobre ti, y cuando haces esto permites que la mentira determine tu valor en lugar de Dios. Cuando vivimos por una serie de creencias equivocadas, estamos viviendo bajo la influencia de una fortaleza. Todos nosotros tenemos nuestras propias experiencias, pero algunas de nuestras experiencias no vienen meramente y se van. Ellas dejan una huella. Ellas nos dan un mensaje. Muchos de estos mensajes son mentiras, pero porque están unidos a un evento, algunas veces un evento doloroso, son mentiras creíbles. Las creemos porque el mensaje fue entregado con evidencia anexada, nuestra experiencia. La creemos porque se siente como si fuera verdad y luce como si fuera verdad. Y no solo la creemos, nos adueñamos de ella. La cuidamos. La adoptamos como creencia esencial. Esa mentira se vuelve parte de nuestra identidad. Se ha convertido en fortaleza en nosotros.
2 Corintios 10:3-5 (RV60) Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne; porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,
Pablo dijo que las fortalezas son “cosas altivas”. El orgullo y el razonamiento altivo se han establecido para desafiar a Dios y a todo lo que Él dijo. Estos pensamientos retan toda verdad. Ellos retan mi identidad en Él. Ellos retan la verdadera naturaleza de Dios. Ellos arrogantemente se exaltan así mismos más alto que el conocimiento de Dios. ¡Y estos son nuestros pensamientos! ¡Estas fortalezas residen en nuestras propias mentes!
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¿Cómo esto llegó allí? Los eventos en sí mismos no son fortalezas, ni ellos causan las fortalezas. El evento fue solo un evento. Bueno o malo ocurrió, pero no tiene la habilidad de formar ninguna fortaleza en ti. No fue la experiencia en sí misma que causó el problema, sino la mentira que creíste sobre la experiencia. Dicho de otra forma, cualquier fortaleza que podamos tener ahora no vino por lo que nos sucedió, sino que vino por la mentira que creímos sobre lo que nos pasó. Una mentira creída es poderosa. Ese mensaje que se repite una y otra vez en nuestros pensamientos se convierte en una fuerza poderosa, lo suficientemente poderosa para impactar nuestra identidad y nuestra libertad en Cristo. Lo suficientemente arrogante para establecerse así misma contra el conocimiento de Dios y lo que Él dice que es verdadero del creyente. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Es realmente cierto lo que tú crees de ti mismo? ¿Tienes una definición correcta de tu identidad o crees una mentira?
¿Cómo arreglo esto? Mientras que una fortaleza no es siempre obvia para nosotros, el comportamiento que causa lo es. Así que en un esfuerzo por arreglarnos a nosotros mismos, tendemos a ir tras los malos comportamientos. Nosotros identificamos las áreas de problemas en nuestras vidas y entonces intentamos arreglarnos nosotros mismos llevando este comportamiento a sumisión. Pero nunca tendremos este comportamiento alineado mientras esta fortaleza permanezca. Podremos tener algún éxito temporal al cambiar nuestras acciones, pero la mentira todavía está ahí, acechando y reagrupándose para el próximo ataque.
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Algunas veces somos capaces de localizar con exactitud el evento que ocasionó nuestras situaciones y atacamos el problema ahí. Nosotros sobre analizamos el evento en sí mismo, tratando de entender lo que sucedió haciéndolo piezas y mirándolo desde todos los ángulos. Pero este acercamiento solamente empeorará las cosas, porque examinando el evento, lo revivimos y cuando lo revivimos, la mentira dicha es reforzada. La representación del evento vuelve a exponer la mentira. El dolor fijado a la memoria lo solidifica más. Estos acercamientos nos vuelven introspectivos y absortos en nosotros mismos. Estamos tratando de auto arreglarnos por medio del autoexamen y eso no va a funcionar. En vez de atacar el evento en sí o los comportamientos que resultaron del mismo, debemos ir tras la verdadera fuente del problema: tenemos que atacar la mentira. El arreglo del problema comienza con dejar de creer la mentira que creímos. La mejor manera de dejar de creer una mentira es hacer brillar la luz de la verdad sobre esta. Veamos qué dice la Biblia que es verdad sobre nosotros, comenzando con la cruz.
El Intercambio La obra de salvación fue una “obra de sustitución”. Cristo fue nuestro sustituto, soportando lo que nosotros merecíamos soportar. En cambio, nosotros recibimos lo que Él mereció.
2 Corintios 5:21 (RV60) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Gálatas 3:13-14 (RV60) Cristo nos redimió de la maldición de la ley, hecho por nosotros maldición (porque está escrito: Maldito todo el que es colgado en un madero), para que en Cristo Jesús la bendición de Abraham alcanzase a los gentiles, a fin de que por la fe recibiésemos la promesa del Espíritu.
Jesús no solo probó el pecado por nosotros, Jesús se hizo pecado por nosotros. Él se hizo maldición por nosotros. Tan horrible como fue la crucifixión desde el punto de vista humano, las más terribles agonías de la cruz no son lo que los soldados romanos le hicieron a Jesús, sino lo que Dios le hizo a Jesús. Hubo un lado espiritual en la cruz y fue ese lado espiritual lo que causó que Jesús cayera en el suelo en Getsemaní y le pidiera a Dios que pasara de Él esa copa. La peor parte de la cruz es lo que Dios hizo cuando Jesús fue colgado ahí. 78
Es el gran intercambio. Él se hizo pecado por nosotros y nosotros nos hicimos la justicia de Dios en Cristo. Él se convirtió en lo que éramos, para que pudiéramos convertirnos en lo que Él es. Él se hizo pecado, enfermedad, olvido, débil, pobre y miserable para que nosotros pudiéramos ser justos, sanos, aceptados, fuertes, ricos y realmente amados. Él hizo lo que hizo para que pudiéramos ser libres.
Isaías 53:3-6 (RV60) Despreciado y desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; y como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, y no lo estimamos. Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados. Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino; mas Jehová cargó en él el pecado de todos nosotros.
Él se identificó con nosotros para que pudiéramos identificarnos con Él. Todo lo que Jesús hizo por nosotros, lo hizo como nuestro sustituto. Todo se nos fue acreditado como si nosotros lo hubiéramos hecho. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? ¿Qué te está revelando Él acerca del valor que Dios depositó en ti? ¿Cómo esta verdad se compara a las mentiras que tú has creído? Escribe tus pensamientos aquí.
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Pequeñas Palabras, Grandes Verdades Algunas veces las palabras más pequeñas contienen las verdades más grandes. Las palabras que normalmente leemos sin pensar pueden ser la llave que abre nuestro entendimiento. La clave para entender la identificación con Cristo radica en las preposiciones. Mira este pasaje:
Gálatas 2:20 (RV60) Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
En este versículo aprendemos que morimos con Cristo, que Él vive en nosotros, y que Él se dio a sí mismo por nosotros. A través de las epístolas de Pablo vemos muchas de estas preposiciones apuntándonos a la revelación de nuestra identificación con Cristo y la cruz. ¡La Biblia hace declaraciones tremendas usando las frases más pequeñas! Mira la frase “con Cristo” o “con Él”, y lo que Pablo dijo que es verdad sobre nosotros, usando esta frase: • Morimos con Él. (Gálatas 2:20) • Fuimos sepultados con Él. (Romanos 6:4) • Fuimos revividos con Él. (Colosenses 2:13) • Fuimos resucitados con Él. (Colosenses 3:1) • Estamos sentados con Él. (Efesios 2:6) • Somos coherederos con Él. (Romanos 8:17) • Estamos escondidos con Él. (Colosenses 3:3) Todas estas declaraciones definen lo que Cristo hizo y lo que Él hizo, lo hizo por nosotros. Esto fue acreditado a nuestra cuenta como si nosotros lo hubiéramos hecho.
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Efesios 2:4-6 (RV60) Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús.
Nota el uso de la preposición “con” en este pasaje. Él nos dio vida junto con Cristo. Él nos resucitó junto con Cristo y Él nos hizo sentar junto con Cristo en lugares celestiales. “Con” es una palabra maravillosa cuando es usada para describir nuestra relación con Cristo ¡y llegamos a estar juntos con Él debido a Su gran amor! Debido a esta frase “con Cristo” describiendo todo lo que Jesús hizo y nos acreditó a nuestra cuenta, podemos recoger los beneficios de otra frase preposicional hermosa: “en Cristo.” Esta frase es común en los escritos de Pablo, el usó esta frase o su equivalente más de 130 veces en sus cartas. Necesitamos tomar nota cada vez que leamos esta frase porque cada vez que Pablo describe al creyente como estando “en Cristo”, él está describiendo nuestra identidad. Porque nosotros estamos “en Cristo”, somos todo lo que ese versículo dice que somos.
2 Corintios 5:17 (RV60) De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.
Tú eres una nueva criatura. ¡Tu vieja identidad ha pasado! ESCRÍBELO: “¡Yo soy una nueva criatura! “¡Las cosas viejas se fueron, todas son nuevas!”
2 Corintios 5:21 (RV60) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
¡Tú no eres “un viejo pecador salvado por gracia”; tú fuiste un viejo pecador, pero has sido salvado por gracia! ¡Ahora eres Su justicia! ¡Estás bien con Dios!
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ESCRÍBELO: “¡Yo soy la justicia de Dios en Él!”
Efesios 2:10 (RV60) Porque somos hechura suya, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios preparó de antemano para que anduviésemos en ellas.
Tú no eres un accidente, no eres un fallo. ¡Porque estás en Cristo, eres Su obra! ESCRÍBELO: “¡Soy Su obra! ¡Fui creado para buenas obras!”
Colosenses 2:9-10 (RV60) Porque en él habita corporalmente toda la plenitud de la Deidad, y vosotros estáis completos en él, que es la cabeza de todo principado y potestad.
Toda la plenitud de la Deidad habitó en Jesús ¡y tú estás en Él! ¡Toda esa plenitud te completa!
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ESCRÍBELO: “¡Estoy completo en Él!”
Efesios 1:3 (RV60) Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo,
¡A ti no te falta nada! ¡Cada bendición que tú necesitas ya ha sido provista por Dios en Cristo! ESCRÍBELO: “¡Soy bendecido con toda bendición espiritual!”
Efesios 1:11 (RV60) En él asimismo tuvimos herencia, habiendo sido predestinados conforme al propósito del que hace todas las cosas según el designio de su voluntad.
¡El propósito y la voluntad de Dios es que heredes Sus riquezas! ESCRÍBELO: “¡He obtenido una herencia del Dios Todopoderoso!”
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Viviendo Mi Identidad Todo esto parece demasiado bueno para ser verdad. Nos conocemos a nosotros mismos muy bien después de todo, y estamos muy familiarizados con nuestras propias faltas y fallas, así que aceptar la opinión de Dios acerca de nosotros requiere una resolución diligente para olvidar cualquier pensamiento y opinión que sea contraria a lo que la Biblia dice que es verdad. Este es el motivo por el cual Pablo nos dijo que lleváramos todo pensamiento cautivo. Él sabía que esos pequeños renegados causarían grandes estragos si se les dejaba sin revisar. La cuestión sobre los pensamientos es que ellos vienen a nosotros de todas direcciones. ¡Y nunca descansan! Nunca estamos fuera de riesgo de ser asaltados por nuestros propios pensamientos. La diferencia entre lo que yo leo que soy en Cristo y la persona que veo cuando me miro a mí mismo es un mensaje contrario. Mi incapacidad de reconciliar estos reportes conflictivos puede dejarme sintiéndome derrotado. Yo trato de vivir lo que yo sé que es verdad, pero sigo fallando y mis fallas me dejan haciéndome preguntas aparentemente sin respuesta: ¿Cómo puede Dios decir todas estas cosas maravillosas sobre mí? ¿Cómo vivo esta identidad que yo sé que es mía en Cristo? ¡Estas son las preguntas que vamos a analizar la próxima semana!
Pensamientos Claves para Recordar • Dios define mi identidad. Solamente Él puede determinar mi valor. • ¡Dios dice que la muerte de Su Hijo vale la pena por mí! ¡Él dice que soy realmente amado! •
Hubo un intercambio: ¡Jesús se hizo pecado por mí! ¡Yo me hice justo en Él!
•
La cruz fue por mí. Todas las victorias de la cruz han sido acreditadas a mi cuenta.
•
Mi identidad es “en Cristo” ¡Todo lo que la Biblia dice que es verdad sobre mí es verdad sobre mí!
Tarea Vivir nuestra identidad en Cristo requiere una decisión de hacer nuestros pensamientos coincidir con lo que Dios dice que es verdad. En esas áreas donde tus opiniones de ti mismo no están de acuerdo con las de Dios, descubre lo que la Palabra de Dios dice y da pasos para reemplazar intencionalmente esas mentiras que has creído con la verdad de la Palabra de Dios. Medita en la verdad. Escríbela. Dila en voz alta. Pídele al Espíritu Santo que te revele esta verdad hasta que la opinión de Dios sobre ti se vuelva tu opinión sobre ti y comiences a adueñarte de tu propia identidad. *Ver Apéndice para una lista de Escrituras útiles en las páginas 130-133. 84
LECCIÓN LECCIÓN 61
MI DIOS MENTALIDAD ES LA DE ESFUENTE ESPIRITUAL MI LIBERTAD
En nuestra última sección hablamos acerca de la identidad del creyente. Reconocimos que Dios es el único que tiene el derecho de determinar nuestro valor y justamente definir nuestra identidad y Él establece nuestro valor como dignos de Su precioso Hijo. Vimos lo que sucedió en la cruz y reconocimos que todos los logros de Cristo fueron para nuestro beneficio. Las victorias de la cruz han sido acreditadas a nuestra cuenta como si nosotros las hubiéramos logrado, porque cuando Jesús sufrió y murió por nosotros, Él lo hizo como nuestro representante. El sufrió en nuestro lugar. El ganó la victoria en nuestro lugar. Hubo un intercambio. Jesús se hizo pecado por nosotros, y en pago nosotros podemos ser hechos justos en Él. Podemos estar bien con el Padre, como si nunca hubiéramos pecado, a través de Cristo. La identidad del creyente es “en Cristo”. Todo lo que la Biblia dice que es verdad acerca del creyente es verdad porque estamos en Él. Somos ciudadanos de Su reino. Nos identificamos con Él. COMPARTE EN GRUPO: Debatir tu valor a los ojos de Dios y tu identidad de estar en Cristo ¿impactó la forma en que te viste a ti mismo desde la última vez que nos encontramos? Si fue así, ¿cómo?
Espíritu, Alma y Cuerpo Todo lo que aprendimos que es verdad acerca del creyente se convierte en nuestra identidad desde el mismo momento que aceptamos a Jesús como Señor. Entonces necesitamos “ocuparnos” en nuestra salvación. (Filipenses 2:12) ¿Qué significa esto? ¿Desde dónde vamos a ocuparnos? Existen tres partes en ti. Eres un espíritu, tienes un alma y vives en un cuerpo.
1 Tesalonicenses 5:23 (RV60) Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
Tu cuerpo es la parte de ti que tú naturalmente conoces mejor porque puedes verla y estás completamente consciente de cada uno de los deseos y necesidades que este tiene. Si este experimenta dolor o placer, comodidad o incomodidad, enfermedad o salud, inmediatamente lo sabes porque tus cinco sentidos te alertan. De hecho, estamos menos conscientes de nuestros cuerpos cuando tienen todo lo que desean. El alma está hecha de la mente, la voluntad y las emociones. Es la parte de ti que razona, piensa y siente. Es el centro de mando tuyo porque esta sostiene el poder de tomas de decisiones. El alma determina cuáles de las necesidades del cuerpo se satisfacen y cuáles de los deseos del espíritu son llevados a cabo. Pero incluso con todo este poder de tomas de decisiones, el alma no es el verdadero tú. El verdadero tú es tu espíritu. 86
Tu ser espiritual es la parte más importante de ti. Es la parte de ti que Dios evalúa cuando Él determina tu aceptación, justicia y mérito. Él no mira a tu alma o a tu cuerpo, Él mira a tu espíritu. Afortunadamente, entonces esta parte de ti no eres realmente tú, es Cristo en ti.
Gálatas 2:20 (RV60) Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí.
Lo interesante acerca del espíritu es que la mayoría de las personas no están conscientes de que ellos tienen uno. La ciencia no lo puede localizar. ¡Tú no puedes percibir la existencia de tu espíritu aunque este es la parte más importante de ti! La única forma de saber lo que está pasando en esta parte de ti es consultar la Palabra.
Santiago 1:23-25 (RV60) Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a vosotros mismos. Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural. Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era. Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace.
La Biblia es un espejo espiritual. Cuando escuchamos o leemos la Palabra, es como si estuviéramos mirándonos en un espejo espiritual. Vemos cómo el espíritu luce dentro de nosotros y lo que es vivir una vida de verdadera libertad. Santiago igualó esto a un hombre natural que mira su rostro en el espejo y luego se va lejos y olvida lo que ha visto. Él no prestó suficiente atención a lo que vio en el espejo, que es la única forma en que él puede saber cómo luce. Piensa en esto. Verdaderamente nunca has visto tu propio rostro. Tú has visto un reflejo de este en un espejo, pero nunca has mirado directamente a él en la forma que otros pueden verlo. Si no puedes ver tu rostro, ¿cómo puedes saber la forma en que luces? ¿Cómo puedes estar seguro que luces bien? Tú confías en un espejo para saberlo. Tú miras en un espejo, ves el reflejo, crees ese reflejo y actúas de acuerdo a lo que ves. Santiago describió un hombre que miró su reflejo, pero brevemente. Él le prestó tan poca atención a lo que el espejo dijo que momentos después no pudo recordar lo que vio. Esto es lo que muchos creyentes hacen. Ellos escuchan una enseñanza o leen un pasaje en la Palabra, entonces se van e inmediatamente olvidan lo que vieron u oyeron. Es posible ser parte del cuerpo de Cristo, un ciudadano de Su reino y nunca tener un verdadero entendimiento de “qué tipo de persona somos”. Podemos amar a Dios, pero ser completamente inconscientes de nuestra identidad en Él. Debemos dar atención a nuestro propio reflejo y hacemos esto “mirando la perfecta ley de libertad y continuar en esta”. Cuando hacemos esto, somos bendecidos porque estamos viviendo nuestra identidad en Cristo. Esta es la única forma de vivir verdaderamente libres. 87
COMPARTE EN GRUPO: La Biblia dice muchas cosas sobre nosotros que no nos parecen verdaderas, y es por ello que podemos olvidar tan fácilmente qué tipo de persona somos. ¿Qué pasos prácticos podemos dar para no olvidarnos quiénes somos? ¿Qué dice la Biblia sobre ti? LEE EN VOZ ALTA: Lee los siguientes versículos en voz alta. ¿Qué dice cada uno de estos versículos acerca de ti?
2 Corintios 5:21 (RV60) Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él.
Romanos 8:37 (RV60) Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó.
1 Juan 4:17 (RV60) En esto se ha perfeccionado el amor en nosotros, para que tengamos confianza en el día del juicio; pues como él es, así somos nosotros en este mundo.
1 Pedro 2:24 (RV60) quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; y por cuya herida fuisteis sanados.
1 Corintios 2:16 (RV60) Porque ¿quién conoció la mente del Señor? ¿Quién le instruirá? Mas nosotros tenemos la mente de Cristo.
¿Te parecen verdaderas estas cosas basado en tu propia observación natural? Si no es así, ¿cómo sabemos que son verdad? Lo sabemos mirando la Palabra y dando pasos intencionados para no olvidar lo que vemos ahí. Esta es la única forma de recordar. Cuando obtenemos una idea clara de cómo luce nuestro espíritu es cuando único podemos ver los resultados en el alma y el cuerpo. Estos dos no están naturalmente de acuerdo con el espíritu. De hecho, la Biblia dice que el hombre carnal está en enemistad con Dios. ¡Esto significa que tu ser carnal está activamente opuesto y hostil hacia Dios! Si el hombre carnal está en enemistad con Dios, entonces está en enemistad con tu espíritu nacido de nuevo. La razón de esto es que las cosas espirituales no pueden ser percibidas carnalmente. Tu ser carnal no las puede entender.
Juan 3:6 (RV60) Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
La palabra “carnal” simplemente significa de la carne. Cuando nuestro pensamiento está más dominado por lo que nuestros cinco sentidos o nuestras emociones nos dicen antes que por la Palabra de Dios, tenemos una mentalidad carnal. Hay una lucha ocurriendo entre 88
nuestra carne y nuestro espíritu. El cuerpo y el alma quieren el control del curso de nuestras vidas y de las decisiones que tomamos, pero ninguno es un buen líder. Pablo dijo:
1 Corintios 9:27 (RV60) sino que golpeo mi cuerpo, y lo pongo en servidumbre, no sea que habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
Pablo quería su cuerpo disciplinado y bajo sujeción, no liderando. Él sabía que si su cuerpo tomaba su propio camino, él no terminaría bien. De la misma forma, Pablo no tenía ninguna confianza en su propia alma. Él sabía que sus propias capacidades mentales tenían fallas y que sus emociones podían meterlo en gran problema. Él dijo:
1 Corintios 3:19-20 (RV60) Porque la sabiduría de este mundo es insensatez para con Dios; pues escrito está: El prende a los sabios en la astucia de ellos. Y otra vez: El Señor conoce los pensamientos de los sabios, que son vanos.
Si queremos vivir una vida victoriosa y abundante de libertad, escogeremos una vida dominada por el Espíritu Santo quien nos guiará a través de nuestro espíritu nacido de nuevo. Así que ¿cómo damos el completo poder de toma de decisiones a esta tercera parte de nosotros que es victoriosa? No podemos sentir, ver o escuchar nuestro espíritu, así que ¿cómo vamos a ser guiados por él? Vivimos una vida dominada por lo que vemos en nuestro espejo espiritual, una vida guiada por la Palabra, una vida conectada a la Fuente. Cuando leemos una descripción de nosotros mismos en las páginas de la Biblia, la creemos y actuamos por ella, entonces vamos a experimentarla. Aunque esto se dice fácil, no es tan fácil de hacer. Hay una batalla involucrada al vivir de esta forma, y Pablo lo describe perfectamente en Romanos:
Romanos 7:18-25 (RV60) Y yo sé que en mí, esto es, en mi carne, no mora el bien; porque el querer el bien está en mí, pero no el hacerlo. Porque no hago el bien que quiero, sino el mal que no quiero, eso hago. Y si hago lo que no quiero, ya no lo hago yo, sino el pecado que mora en mí. Así que, queriendo yo hacer el bien, hallo esta ley: que el mal está en mí. Porque según el hombre interior, me deleito en la ley de Dios; pero veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros. ¡Miserable de mí! ¿quién me librará de este cuerpo de muerte? Gracias doy a Dios, por Jesucristo Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, mas con la carne a la ley del pecado.
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Esta es una descripción perfecta de la batalla ocurriendo dentro de ti y de mí. Es un estado penoso cuando el creyente vive de esta forma. El desea tanto vivir de una forma recta y constantemente se decide a hacerlo, pero como él trata de realizar esto en su propia alma, falla constantemente y tiene que lidiar con la culpa y la vergüenza de esto una y otra vez. Su conocimiento del bien y del mal asalta su propia conciencia, dejándolo sintiéndose derrotado. COMPARTE EN GRUPO: Cada uno ha experimentado esta lucha entre los deseos de la carne y los deseos de vivir rectamente. ¿Qué impacto ha tenido esta lucha en tu habilidad de vivir una vida de libertad en Cristo? Romanos capítulo 8 describe una realidad diferente:
Romanos 8:1-2 (RV60) Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu. Porque la ley del Espíritu de vida en Cristo Jesús me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
Si estás en Cristo, ya no tienes que depender de tu carne. Estás libre de esa ley de pecado y muerte. Demasiadas personas están viviendo de pecado en pecado, o de lucha en lucha, en vez de victoria en victoria, pero tú no tienes que ser uno de ellos. ¡Tú eres libre y justo en Él!
Romanos 8:5-7 (RV60) Porque los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu. Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden.
La lucha para comportarse descrita en Romanos 7 ahora se ha vuelto una decisión de dónde enfocar tu mente. Si te enfocas en la carne, si tienes una “mentalidad carnal”, entonces experimentarás la muerte que resulta de pensar de esa forma. Si tú escoges tener una mentalidad espiritual y ser guiado por la Palabra de Dios, experimentarás vida y paz. Aquí hay algunos ejemplos (siguiente página) de situaciones comúnmente enfrentadas en la vida. No siempre podemos evitar lo que nos ocurre, pero podemos escoger nuestra respuesta. ¿Tendremos mentalidad carnal o espiritual? ¡No es una elección trivial!
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SITUACIÓN
Perdí mitrab ajo…
Mi amigo me traicionó…
Una oportunidad ministerial que yo quería le fue dada a alguien más…
Tengo síntomas en mi cuerpo…
RESPUESTA CARNAL
RESPUESTA ESPIRITUAL
¿Qué haré? Nunca conseguiré un empleo tan bueno como este. ¿Quién me contratará en esta economía? ¿Cómo pagaré mis cuentas? Probablemente pierda mi casa.
No vi esto venir, pero Dios sabía que sucedería. Ya Él tiene un plan. Él proveerá y terminaré mejor. Hasta entonces, confiaré en Él.
Estoy tan preocupado.
Él cuidará de mí.
No sé por qué me molesto en tratar de tener amigos, siempre termino decepcionado. Cada vez que lo intento, termino lamentando haberlo hecho. Todos parecen tener buenas amistades, excepto yo, así que quizás soy yo el del problema. No le caigo bien a nadie.
Esto realmente duele, Pero Dios está cerca al quebrantado de corazón y Él nunca me dejará, ni me abandonará. Puede que yo sea traicionado por un amigo, pero siempre tendré al Señor. Él es mi mejor amigo. Siempre puedo contar con él.
Estoy tan solo.
Él sanará mi corazón.
Nunca logro hacer nada en mi iglesia. Todos los cargos importantes le son dados a alguien más. No sé por qué nunca nadie ha notado lo que tengo que ofrecer. Es como que soy invisible.
Yo quería servir al Señor en ese ministerio, pero estoy agradecido de que ellos encontraron a alguien y las necesidades puedan ser suplidas. Dios me ha dotado y me ha provisto el querer servir con esos dones.
Estoy tan ofendido.
Él proveerá una oportunidad para mí.
Solo sé que estoy enfermo y que probablemente es algo serio. He buscado en Internet los síntomas y estoy seguro que tengo una enfermedad horrible. ¿Qué voy a hacer?
No me siento bien, pero alabo al Señor, Jesús soportó latigazos en la espalda para que yo no tuviera que sufrir enfermedades ni dolencias. No temeré, Jesús es mi sanador.
Tengo tanto miedo.
Él me restablecerá.
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Nota las declaraciones de “Yo” en las respuestas carnales como opuestas a las declaraciones de “Él” en las respuestas espirituales. Cuando tenemos una mentalidad carnal, estamos enfocados en nosotros mismos. Somos consumidos con la forma en que la situación nos impacta, cómo me he equivocado y cómo puedo arreglarlo. Cuando tenemos una mentalidad espiritual, estamos enfocados en Él. No negamos la situación en que estamos, pero pensamos en esa situación a la luz de Dios y Su habilidad y amor por nosotros. COMPARTE EN GRUPO: ¿Cuáles son algunas formas de cambiar intencionalmente nuestra forma de pensar de carnal a espiritual? ¿Cómo podemos aprender a predeterminarnos a Su forma de pensar? Vivimos en un mundo que es dominado por nuestros cinco sentidos. Somos bastante inclinados a una mentalidad carnal. Nos estamos traicionando a nosotros mismos alejándonos de la vida abundante guiada por el Espíritu que es por derecho nuestra para vivir en Cristo. Incluso en la iglesia esto es así porque aunque nuestros espíritus están vivos y en crecimiento en Cristo, nuestra falla al reconocer nuestra identidad espiritual nos impide de tomar parte en las bendiciones que la identidad incluye.
Romanos 8:12-13 (RV60) Así que, hermanos, deudores somos, no a la carne, para que vivamos conforme a la carne; porque si vivís conforme a la carne, moriréis; mas si por el Espíritu hacéis morir las obras de la carne, viviréis.
No somos deudores a nuestra carne, somos deudores a nuestro Espíritu. Dicho de otra forma, no le debes a tu carne ninguna consideración en absoluto. Tu carne, con sus demandas y deseo constante por atención, no te va a dar ninguna ganancia. Ciertamente, no puedes obtener favor de Dios por tu carne. La versión Dios Habla Hoy traduce este pasaje de esta manera.
Romanos 8:12-14 (DHH) Así pues, hermanos, tenemos una obligación, pero no es la de vivir según las inclinaciones de la naturaleza débil. Porque si viven ustedes conforme a tales inclinaciones, morirán; pero si por medio del Espíritu hacen ustedes morir esas inclinaciones, vivirán. Todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, son hijos de Dios.
¿Te controla tu cuerpo regido por los sentidos? ¿Estás dominado por tus emociones o por una forma mundana de pensar? Si es así, entonces no estás experimentando la plenitud de la vida abundante que Dios planeó que tú tuvieras, porque no estás viviendo una vida que es gobernada por la única parte de ti que ha sido completamente cambiada, que ya está experimentando los beneficios totales de la salvación y es completamente victoriosa. ¡Necesitas cambiar tu manera de pensar!
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Algún día el cuerpo será cambiado en un abrir y cerrar de ojos (1Co 15:52). Algún día el alma sabrá completamente incluso como somos completamente conocidos (1Co 13:9-12), pero esto no ha ocurrido todavía. Hasta que esto ocurra, debemos entender que nuestra verdadera identidad está en nuestro ser espiritual, el lugar donde Dios mismo reside. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Pídele a Él que te revele las áreas de tu pensamiento que están más rendidas a tu carne que al control del Espíritu Santo.
Renovando la Mente Es de gran importancia que incrementemos nuestro entendimiento del ser espiritual, porque ante los ojos de Dios esta es nuestra verdadera identidad. Teniendo en cuenta que esto es así, necesitamos ver esta parte de nosotros como nuestra verdadera identidad también, y así tener el coraje de vivir como la verdad que es. Si la Palabra dice que soy justo en Cristo, entonces esa es mi verdadera identidad. Incluso cuando peco, puedo entender que no es mi verdadero yo. Mis debilidades no me definen, Su fuerza en mi hombre interior me define. Si me veo a mí mismo de la forma que Dios me ve, mi identidad a mis propios ojos cambiará. Viviré como el victorioso que soy en Cristo. COMPARTE EN GRUPO: ¿Cómo un cambio en la forma en que te ves a ti mismo puede impactar tu vida? Si te vieras a ti mismo de la forma en que Dios te ve, ¿cómo podrías pensar y vivir de forma diferente? Conocer quiénes somos en Cristo no es algo de un momento, de escuchar y saberlo al instante. Quienes somos en Cristo es contrario a todo lo que nuestras mentes carnales nos dicen que somos y por esa razón necesitamos renovar nuestras mentes con estas verdades. 93
Romanos 12:1-2 (RV60) Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Jesús ya se encargó del ser espiritual reemplazando nuestros viejos y muertos espíritus con Su Espíritu. Ahora, Pablo nos da instrucciones para lidiar con los otros dos: da tu cuerpo como un sacrificio a Dios y renueva tu mente a la voluntad de Dios. Hacer tu cuerpo un sacrificio vivo es ofrecerlo a Dios para cualquier cosa que Él ve que este funciona bien. Es como decir: Dios, mi cuerpo es para Tu servicio. Si Tú dices “Ve”, yo iré. Si Tú dices “Vive santamente” entonces viviré de forma santa. Mi cuerpo no me pertenece, yo fui comprado por un precio y voy a glorificar a Dios con mi cuerpo. Es una decisión el hecho de que mi cuerpo hará la voluntad de Dios. ¡Es solo razonable dado a todo lo que Él ha hecho por mí! COMPARTE EN GRUPO: ¿Qué significa ser un “sacrificio vivo”? ESCRÍBELO: ¿Estás dispuesto a convertirte en un sacrificio vivo? ¿Te comprometerás a obedecer al Señor y glorificar a Dios con tu cuerpo? Con tus propias palabras, escribe tu compromiso con Él.
Si vamos a vivir la voluntad de Dios para nuestras vidas, nuestras mentes necesitarán ser renovadas. Nuestra inclinación natural es predeterminarnos al patrón de este mundo. Si no somos intencionales en la renovación de nuestras mentes, como consecuencia encajaremos en el molde de este mundo por predeterminación. La identidad de estar “en Cristo” no es algo que podemos obtener por nuestra propia cuenta, necesitamos una transformación, una metamorfosis, y logramos eso cuando tomamos la Palabra viva de Dios y renovamos nuestras mentes con ella.
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Tenemos que encontrar las promesas en la Palabra que hablan de nuestra identidad en Cristo y usarlas para cambiar la forma en que pensamos. Según meditamos en estas preciosas promesas, el Espíritu Santo se involucra y usa esas verdades para transformar nuestras vidas. Nos descubriremos a nosotros mismos predeterminados a lo que la Biblia dice que es verdad de nosotros en lugar de lo que nuestros cinco sentidos nos dicen que es verdad. Pensaremos de manera diferente, viviremos de manera diferente, y comenzaremos a poseer nuestra propia ciudadanía, nuestra herencia y nuestra condición de hijos.
Colosenses 3:16 (RV60) La palabra de Cristo more en abundancia en vosotros, enseñándoos y exhortándoos unos a otros en toda sabiduría, cantando con gracia en vuestros corazones al Señor con salmos e himnos y cánticos espirituales.
A medida que la Palabra vive en ti, esta te va a amonestar y educar y entrenar y corregir. Esta edifica fe para que creas lo que es cierto acerca de ti.
Hechos 20:32 (RV60) Y ahora, hermanos, os encomiendo a Dios, y a la palabra de su gracia, que tiene poder para sobreedificaros y daros herencia con todos los santificados.
La Palabra que habita en ti te edifica y te da una herencia porque ella te revela lo que es la herencia. Es a través de la Palabra que aprendes quién eres en Cristo y entonces cuando estás abrumado por lo que lees ahí, la misma Palabra te da la fe de creerlo (Romanos 10:17).
Efesios 1:17-19 (RV60) para que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, os dé espíritu de sabiduría y de revelación en el conocimiento de él, alumbrando los ojos de vuestro entendimiento, para que sepáis cuál es la esperanza a que él os ha llamado, y cuáles las riquezas de la gloria de su herencia en los santos, y cuál la supereminente grandeza de su poder para con nosotros los que creemos, según la operación del poder de su fuerza.
El Espíritu Santo está involucrado. Él es el que trae la revelación de Jesús. Él es el que nos ayuda a entender la herencia de los santos y la súper grandeza disponible a aquellos que creen. No nos establezcamos con la Palabra por mero acuerdo. Insiste hasta que la revelación llegue. ¡Renueva tu mente con estas verdades! Aprende a verte a ti mismo en la misma forma que tu Padre te ve. ¡No tienes el derecho de verte a ti mismo de otra forma! Insiste…
Efesios 4:13 (RV60) hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo.
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Pensamientos Claves para Recordar • Soy un ser espiritual. Tengo un alma y vivo en un cuerpo. • La Biblia es mi espejo espiritual y la única forma de saber cómo luce mi espíritu. Hay una lucha entre mi carne y mi espíritu. Mi alma escoge cuál domina mi vida. • No debo tener una mentalidad carnal. Debo renovar mi mente con lo que la Biblia dice que es verdad sobre mí. • A medida que medito en la Palabra de Dios, el Espíritu Santo trae revelación de Jesús y de mi identidad.
Tarea Para vivir una vida que es victoriosa y libre, tengo que ser dominado por un pensamiento espiritual antes que carnal. Pídele al Espíritu Santo que participe contigo en la identificación de las áreas donde tu pensamiento es carnal. Invítalo a ayudarte a reemplazar las declaraciones del “Yo” con las de “Él” a medida que aprendes a enfocarte en lo que Dios está haciendo antes que en ti mismo. Determina hacer que tu pensamiento esté en concordancia con el Suyo y anota el impacto que esto tiene en tu vida diaria.
“APRENDE A VERTE A TI MISMO EN LA FORMA EN QUE TU PADRE TE VE.”
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LECCIÓN LECCIÓN 7 1
OIGO DIOSLA ESVOZ LA FUENTE DE DIOSDE MI LIBERTAD
Muy a menudo todos escuchamos a algunos cristianos decir cosas como: “No puedo oír a Dios hablarme”, o “Dios simplemente no me habla”. Es probable que te hayas sentido de esta forma alguna que otra vez. Pero hoy, determina alinearte con la verdad de Dios. ¡Escoge no darle cabida a estos sentimientos nunca más! Frases como: “No puedo oír a Dios hablarme”, aunque pueden reflejar cómo te sientes, no reflejan la verdad de Dios. La Biblia dice, “El justo por la fe vivirá” (Habacuc 2:4; Romanos 1.17; Gálatas 3:11; Hebreos 10:38). Vivir por fe significa que vivimos nuestras vidas en completa dependencia de Dios y todo lo que Él dice. Cuando vivimos en completa dependencia de Su amor y fidelidad, nuestro amante Padre realmente se complace. Cuando confiamos completamente en Su Palabra, esto lo hace feliz. Él desea que vivamos con la mentalidad de que si Dios lo dijo, ¡entonces es algo seguro!
Hebreos 11:6 (RV60) Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.
Cuando vivimos por fe, escogemos poner la Palabra de Dios por encima de cómo nos sentimos, por encima de nuestras experiencias pasadas, y por encima de lo que parece “tener sentido” a nuestro intelecto. Hacemos esto en cada área de nuestras vidas: en nuestras relaciones, nuestras finanzas, nuestra toma de decisiones, etc. De la misma forma, escuchar la voz de Dios no debe ser visto como un gran misterio o algo inalcanzable. Dicho de forma simple, ¡escuchamos a Dios por fe y de acuerdo a la Palabra! Confiamos y creemos en lo que Él dice en la Palabra, acerca de cómo escucharlo. De la misma forma que permitimos que nuestras mentes sean renovadas en otras áreas, permitimos que nuestras mentes sean renovadas a Sus maneras de comunión, de ser guiados por Su Espíritu, de recibir entendimiento, dirección y sabiduría de Él.
Dios lo Dijo, es Verdad La Biblia dice que el Señor es nuestro Pastor y que somos Sus ovejas. Históricamente, era una práctica común de los pastores reunir su rebaño en un lugar durante la noche y rodearlo con una pared de piedra, o una frontera para protegerlo. Las ovejas, todas confinadas en un espacio podían dormir a salvo de los depredadores mientras que los pastores vigilaban por turnos. En la mañana, cada pastor hacía su propio llamado y cuando él lo hacía, solo las ovejas que le pertenecían, porque conocían muy bien la voz de su pastor, se levantaban y lo seguían. Así como el rebaño de ovejas es capaz de discernir la voz de su pastor, así tú eres capaz de escuchar Su voz. Jesús mismo lo dijo.
Juan 10:27 (RV60) Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen.
En la Escritura podemos ver claramente el corazón de Dios para que nosotros estemos comprometidos con Él y escucharlo hablarnos. Él desea que nosotros caminemos de cerca con Él a medida que Él nos habla y se revela a sí mismo y Su voluntad a nuestras vidas. 98
Salmo 40:6b (DHH) Tú no te complaces en los sacrificios ni en las ofrendas de cereales; tampoco has pedido holocaustos ni ofrendas para quitar el pecado. En cambio, me has abierto los oídos.
Jeremías 33:3 (RV60) Clama a mí, y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces.
Recibe estas verdades en tu corazón y mente ahora mismo. Créelas porque ellas están en Su Palabra. ¡Confía en estos versículos! A pesar de cómo te hayas sentido en el pasado, a pesar de experiencias anteriores, escucha Sus palabras que te han sido habladas. Recíbelas como parte de tu nueva identidad. ¡Hazlo tu declaración de fe!
Di lo que Dios dice ESCRÍBELO: Comenzando con Juan 10:27, lee los versículos anteriores y personalízalos escribiéndolos en primera persona (usa “Yo” y “mi”). Incluye frases que hacen la Escritura personalmente aplicable.
¡Algunas veces pensamos que tomar las cosas personalmente, es algo malo, es ofenderse o herirse de alguna forma, pero Dios desea que tomemos Su Palabra personalmente! ¡Como Sus hijos, como parte de Su familia, tenemos que aceptar Su herencia, lo que Su palabra dice de nosotros! Si lo que Él dice es verdad (¡y lo es!), entonces debemos identificarnos con ella. Haz de la Palabra de Dios algo personal. Habla Su Palabra con confianza y fe. COMPARTE EN GRUPO: ¿Cómo te afecta leer la Escritura de esta forma personalizada?
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Dios creó todo con Sus palabras. Un cambio radical ocurrió cuando Dios habló. Las Tinieblas se convirtieron en luz, la tierra seca se convirtió en agua, el vacío expansivo se convirtió en una extensión rebosante con criaturas vivientes y coloridas. ¡Lo que no existía vino a existencia por el poder en la Palabra hablada de Dios! Cuando Dios hizo las personas, las hizo a Su imagen, dándoles la capacidad de hablar palabras. ¡Ninguna otra criatura en el planeta fue diseñada con la habilidad de hablar! Tus palabras habladas, al igual que la palabra hablada de Dios, tiene el poder de crear y hacer que el cambio ocurra. Cuando tú hablas la Palabra de Dios en tu situación, verás tu vida transformada y permitirás el poder creativo de Dios fluir de ti. La Palabra de Dios es una fuerza dinámica y creativa que cumplirá Su propósito. Dios le dio palabras a Jeremías y pretendía que él las usara para evocar un efecto poderoso.
Jeremías 1:9b-10 (RV60) He aquí he puesto mis palabras en tu boca. Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y para plantar.
¡Lo mismo es cierto para todos nosotros! Jesús enseñó que nuestras palabras tienen el poder de cambiar nuestras circunstancias.
Mateo 21:21b (RV60) ..sino que si a este monte dijereis: Quítate y échate en el mar, será hecho.
¡Nuestras palabras son poderosas!
Practica Su Presencia Crecer en tu capacidad para escuchar la voz de Dios llega con la práctica. Como cualquiera de nuestras relaciones humanas, mientras más tiempo pasamos con el Señor, más íntimos nos volvemos con Él. Mientras más caminamos con Él, mejor llegamos a escuchar Su corazón y a entender lo que Él está diciendo. No importa dónde estés en tu travesía como cristiano, la Biblia te asegura que Dios está listo y disponible para ti. A medida que lo invitas, Él está encantado de complacerte y le da la bienvenida a tu compañía.
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Santiago 4:8a (RV60) Acercaos a Dios, y él se acercará a vosotros.
2 Crónicas 15:2b (RV60) Jehová estará con vosotros, si vosotros estuviereis con él: y si le buscareis, será hallado `de vosotros...
Considera tu vida antes de tener un celular. Si eres honesto, admitirías que un objeto relativamente pequeño ha creado un gran impacto en la forma en que tú vives. ¿Tienes una mayor confianza y paz mental ahora, sintiendo que tu celular es capaz de ayudarte dondequiera que lo necesites? ¿Tienes un mayor sentido de seguridad y conectividad porque con tu celular, tú estás a solo unos toques de cualquier recurso que puedas necesitar en el momento que lo requieras? ¿Te provee tu teléfono un alto sentido de confianza que incluso si te encuentras en problemas, eventualmente resolverás las cosas? ¿Vas a tu celular por respuestas? ¿Dirías que tú confías en tu celular? Sin ni siquiera tratar de ser afectados de muchas formas por nuestro teléfono celular, es seguro decir que estos dispositivos han impactado dramáticamente la forma en que vivimos. Sin ninguna intención, hemos aprendido a depender de nuestros teléfonos como “todo lo que necesitamos”. Con nuestros celulares, nosotros realmente no necesitamos llevar una cámara. ¿Quién quiere un mapa de papel o una enciclopedia cuando tenemos una aplicación al alcance de la punta de nuestros dedos? Sin intentarlo, hemos aprendido a mantener el teléfono celular cerca. Raramente nos aventuramos en cualquier lugar sin este. ¿Cómo llegamos a este punto? ¿Cómo llegamos a depender tan fuertemente de estos pequeños dispositivos tecnológicos? Simplemente empezamos con ellos un día, practicamos con ellos, y después de un período largo de tiempo, el teléfono celular se convirtió en una nueva forma de vida. Aplica este principio a tu caminar con Dios. Él siempre está contigo. Él te ofrece seguridad. Él es tu Ayudador. Él está disponible las 24 horas del día, sin importar lo que esté ocurriendo o dónde estés. Él te habla, te dirige, te da respuestas y consejos. Su sabiduría no falla y está fácilmente disponible. Lo único necesario para ti es llevar tu “teléfono celular”, para practicar Su presencia, para ser más consciente de Su presencia, para ser consciente de Él, para involucrarnos con Él, para tener un constante diálogo con Él, para aplicar Su verdad a tu vida diaria. Al caminar en la consciencia de la presencia del Señor, incrementarás tu capacidad de escucharlo hablarte.
Obstáculos al Oír la Voz de Dios Así como podemos encontrar “interferencias” o “áreas sin coberturas” cuando se cae una llamada en nuestro celular o este funciona pobremente, también podemos experimentar una conexión pobre al escuchar a Dios hablar. Siempre es nuestra responsabilidad reparar estos malos funcionamientos, para recuperar la cobertura, y así hablar. La conexión pobre nunca está en el lado de Dios, ya que Él nunca nos deja, nos abandona, o cambia (Josué 1:5-9; Mateo 28:20, Hebreos 13:8). Si parece como si estuvieras experimentando un problema al escuchar a Dios, necesitas diagnosticar el problema. Considera “dónde estás” a medida que lees los siguientes problemas de conexión comunes. 101
La mayoría de nuestros “problemas de conexión” provienen de nuestro orgullo. En nuestra naturaleza pecaminosa y egoísta reside una tendencia a ser de corazones duros, mentes cerradas y difíciles de enseñar. Vemos diferentes ejemplos de esto en la Escritura. Toma a Jonás como un ejemplo. Jonás sabía que si Dios perdonaba la ciudad de Nínive, ellos estarían libres para saquear a Israel una vez más. Su desdén por las personas que no eran parte del pacto por el hecho de que recibieran misericordia, hizo que Jonás huyera para no escuchar la voz del Señor. A él particularmente no le gustó lo que Dios le dijo, así que lo ignoró.
Jonás 1:2-3 (RV60) Levántate y ve a Nínive, aquella gran ciudad, y pregona contra ella; porque ha subido su maldad delante de mí. Y Jonás se levantó para huir de la presencia de Jehová a Tarsis.
Jonás no hizo lo que Dios le dijo que hiciera. Él hizo lo que él sintió que era mejor. Conocemos el resultado: Jonás terminó analizando las cosas en el vientre de un pez. En su orgullo, pensó que él sabía más que Dios. Con su corazón duro, él no escuchó lo que Dios le dijo y como resultado enfrentó las desafortunadas consecuencias. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO? Pídele al Espíritu Santo que te revele cómo el orgullo se ha filtrado en la forma en que escuchas la voz de Dios. Anota lo que Él te dice.
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Las ocupaciones y las distracciones pueden ser un obstáculo para que oigamos a Dios. Recuerda Lucas 10:38-42 cuando Marta recibió a Jesús en su hogar. Mientras María se sentó a los pies de Jesús y oyó Su palabra, Marta estaba distraída con mucho servicio y no oyó Su voz. A Jesús le preocupaba las muchas ocupaciones de Marta y la identificó con estar afanada y turbada en su servicio. La corrigió diciéndole que lo único necesario era escuchar Su palabra. ¡Debemos poner nuestras listas de cosas por hacer, nuestros horarios súper comprometidos, y nuestro perfeccionismo a un lado, de forma tal que podamos oír Su voz! COMPARTE EN GRUPO: Discute algunas formas en las que tú priorizas el empleo del tiempo con Jesús. ¿Cómo puedes evitar el estar “tan ocupado” para tener tiempo con Él? Un ambiente ruidoso puede causar una recepción pobre. Compañeros de trabajo, amigos queridos, vecinos, extraños y miembros de la familia, todos compiten por nuestra atención. La energía y el ruido que surge de tener una multitud de relaciones añaden gozo a nuestras vidas. ¡Así como Jesús disfrutó el tiempo con las personas, podemos ver en la Escritura que Él se quedaba solo para estar con Dios! Ciertamente, Jesús fue un hombre que fue ungido y llamado para ministrar, para relacionarse con las personas. Pero Él también reservó una gran cantidad de tiempo para tener comunión con el Padre en un lugar silencioso.
Mateo 14:23 (RV60) Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; y cuando llegó la noche, estaba allí solo.
COMPARTE EN GRUPO: ¿Cómo te desconectas del ruido y pasas tiempo a solas con Dios? El pecado sin confesar trae interferencia. De David se dijo que era un hombre conforme al corazón de Dios (Ver Hechos 13:22). Esto no significa que él era perfecto, sino que él era genuino en la forma en que se relacionaba con Dios. Él pecó, pero al mismo tiempo él invitó a Dios rápidamente a que examinara su corazón. Él continuamente “limpiaba” las líneas de comunicación pidiéndole a Dios que revelara cualquier iniquidad, para que esta fuera perdonada y su corazón pudiera ser limpiado. (Salmo 139:23-24). Si estás experimentando interferencia a la hora de oír a Dios, si estás convencido de pecado en tu espíritu justo ahora, simplemente detente, confiésale tu pecado a Dios y dile que lo sientes. Pídele que te perdone y entonces recibe Su perdón. Agradécele por esto, agradécele por la sangre de Jesús que te limpia de ese pecado. ¡Decir estas palabras de un corazón lleno de fe te llevará a una mayor libertad! Al caminar a la luz de Dios en lugar de en las tinieblas del pecado, nos ponemos a nosotros mismos en un compañerismo sin mancha con Él y así podemos oírlo más claramente.
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1 Juan 1:6-9 (RV60) Si decimos que tenemos comunión con él, y andamos en tinieblas, mentimos, y no practicamos la verdad; pero si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado. Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros. Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.
El orgullo, las ocupaciones, el ruido y el pecado dañan tu habilidad de oír a Dios. Toma tiempo para asegurar que tus “líneas están abiertas” a Él y confía en que el Espíritu Santo te hable. ¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPIRITU SANTO? Examina tu corazón. Pídele al Señor que te revele lo que te impide oír Su voz. Anota lo que Él te dice, y piensa en formas de paliar esos obstáculos.
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Guiados por el Espíritu Santo Ser un hijo de Dios significa tener ventaja de la guía del Espíritu Santo quien vive en ti. Significa ser sensible a Sus impulsos durante el día, diciendo lo que Él te inspira a decir, tratando a otros como Él te muestra que los trates y así por el estilo. Desafortunadamente, la religión hecha por los hombres ha establecido reglas creadas por los hombres y sistemas cuya forma tiene todo, excepto estar a tono y dejarse guiar por el Espíritu Santo. ¡Pablo escribe que una característica de los hijos de Dios es que ellos son guiados por el Espíritu Santo!
Romanos 8:14 (RV60) Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, éstos son hijos de Dios.
Para hacer este versículo personal, podrías considerarlo así: Yo soy llamado un hijo de Dios porque soy guiado por Su Espíritu. Porque soy guiado por el Espíritu, yo sé que soy un hijo de Dios. Para muchos la noción de ser guiados por el Espíritu Santo es un poco misteriosa y difícil de entender. Considera las varias cosas que Jesús hizo con y por Sus discípulos mientras Él estuvo en la tierra. Él guió sus discípulos de lugar a lugar. Él les habló. Les enseñó. Él les dio los detalles necesarios, las instrucciones y los mandamientos para que ellos pudieran ser efectivos y prosperar en cada manera. ¡Jesús explicó a Sus discípulos que para ellos era una ventaja que Él se fuera (Juan 16:7) porque ellos recibirían al Espíritu Santo como su nuevo líder! ¡Dios estaba a punto de duplicar y reproducir muchas veces el ministerio que Jesús había estado haciendo. ¡El liderazgo que había estado contenido en un Hombre estaba a punto de ser desatado exponencialmente en la persona del Espíritu Santo!
Juan 14:16a (RV60) Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre…
La palabra griega para otro es “allos”, lo cual significa “otro del mismo tipo”. Jesús puede haberlo explicado de esta forma: “Él hará en Mi ausencia lo que yo haría si estuviera físicamente presente con ustedes” ¡La Biblia dice que tú oyes la voz de este nuevo líder que Jesús presentó! El Espíritu Santo, Jesús en forma de Ayudador, habita contigo. Él te ha dado la capacidad de oír y obedecer. Así que lo que sea que Jesús pudiera decirte si Él estuviera físicamente presente, escúchalo a través del Espíritu Santo por fe. Atrévete a creer. Atrévete a seguir Su dirección y a oír Su voz.
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Una de las cosas que el Espíritu Santo te guiará a hacer es orar. Esto tiene sentido porque sabemos que Jesús se encontraba con el Padre y oraba con frecuencia. Teniendo en cuenta que el Espíritu Santo hace por nosotros lo que Jesús hubiera hecho si Él estuviera presente físicamente, el Espíritu Santo nos guiará a pasar tiempo en oración. Como Jesús anheló hablar con y escuchar a Su Padre, el Espíritu Santo en nosotros anhelará hablarle y escuchar al Padre también.
Ora como Jesús oró Mirando las Escrituras que hablan de Su tiempo de oración y los resultados subsiguientes, podemos deducir que Jesús buscó a Dios para dirección, esperó una respuesta, y estaba dispuesto a caminar en obediencia al Padre. Lee Lucas 6:12-13. Nota cómo Jesús se aproximó al Padre en oración.
Lucas 6:12-13 (RV60) En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:
COMPARTE EN GRUPO: Comparte cómo Jesús se aproximó al Padre en oración. Usa frases específicas del pasaje anterior para apoyar tus observaciones. Escucha al Espíritu agitarse dentro de ti cuando Él te impulsa a apagar el internet e ir al Padre con tus preguntas. Sigue Su dirección para obtener guía de Él. Confía en Él para guiarte a las personas que Él desea. En Marco 1:35-39, Jesús se levantó temprano y fue a un lugar solitario a orar. Jesús oyó las directivas de Dios y fue movido con propósito a hacer Su voluntad. Pídele a Dios que te muestre cuál es Su propósito para ti en este momento, en este año, en esta vida. Ve a Él en oración y escucha con oídos llenos de fe, esperando que Él te responda. Prepárate y disponte a caminar en obediencia a la dirección que Él te dé. En Juan 17:6-26 Jesús oró por Sus discípulos. Él oró que ellos fueran santificados y sostenidos por el poder de la Palabra de verdad. Él oró que ellos pudieran vivir en unidad, cumplieran la voluntad del Padre, y que Su gloria pudiera ser hecha conocida en ellos y a través de ellos. ¡Él incluso oró por ti!
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Juan 17:20-21 (RV60) Mas no ruego solamente por éstos, sino también por los que han de creer en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también ellos sean uno en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.
Ora por otros según el Espíritu Santo te guie. ¡No solo “piensa” en las personas, sino que levántalos en oración según son traídos a tu corazón y mente! Dios los sostendrá y se moverá en sus vidas a medida que tú hagas eso. Los discípulos le pidieron a Jesús que los enseñara a orar. En respuesta, Él le permitió escuchar una de Sus oraciones al Padre. Hoy nosotros le llamamos “La oración del Señor”. Puedes aprender bastante cómo orar siguiendo el modelo de Jesús. Mira el apéndice de este libro para obtener algunos recursos adicionales acerca de la oración. Como se dijo anteriormente, Jesús recibió dirección y guía cuando Él oró al Padre. No llenes tu tiempo de oración con constante habladuría a Dios. Asegúrate de escucharlo también. Dios habla en formas variadas porque Él tiene variedad de hijos con una variedad de personalidades y estilos de aprendizaje. Disponte a recibir Su dirección en cualquier forma que Él escoja comunicártela.
¡Dios Habla! Entiende que Dios siempre habla en concordancia con Su Palabra. Él nunca te diría, por ejemplo, que está bien que mientas en los impuestos de tus ingresos, porque la Biblia dice que no debemos robar y que debemos pagar los impuestos a quienes se les deba pagar (Éxodo 20:15 y Romanos 13:7) Cada vez que creas que has escuchado al Espíritu Santo, asegúrate que el tema del mensaje concuerda con la Biblia. Las palabras de Dios siempre están evidenciadas por el fruto del Espíritu Santo. Las cosas que Él le habla a Sus hijos producirán amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre y dominio propio (ver Gálatas 5:22-23). Por ejemplo, Dios nunca te diría que continuaras preocupándote por una situación, porque la preocupación no produce paz, que es un fruto del Espíritu. Cuando tú oyes la voz del Señor, esta siempre va a resonar una sensación de paz en tu espíritu. A veces, Su instrucción no va a tener sentido en tu mente pero dará testimonio y traerá paz en tu interior, en tu corazón.
Colosenses 3:15 (DHH) Y que la paz de Cristo reine en sus corazones, porque con este propósito los llamó Dios a formar un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
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Podemos buscar un retumbar de la tierra y que un ruido estrepitoso acompañe la voz de Dios, pero Dios casi siempre nos habla en Su forma gentil y silenciosa. Él nos “susurra” en una forma que es percibido por el hombre interior, no por nuestro intelecto, pero más aún en una forma que podría guiarnos a comentar “Solo sé que es Él”. 1 Reyes 19:11-13a (RV60) Jehová le dijo: -Sal fuera y ponte en el monte delante de Jehová. En ese momento pasaba Jehová, y un viento grande y poderoso rompía los montes y quebraba las peñas delante de Jehová; pero Jehová no estaba en el viento. Tras el viento hubo un terremoto; pero Jehová no estaba en el terremoto. Tras el terremoto hubo un fuego; pero Jehová no estaba en el fuego. Y tras el fuego se escuchó un silbo apacible y delicado. Cuando Elías lo oyó, se cubrió el rostro con el manto, salió y se puso a la puerta de la cueva.
Tú escuchas a Dios cuando lees la Palabra. Jesús es la Palabra Viviente de Dios. ¡Ciertamente, a medida que tú emplees tiempo leyendo la Palabra, estás escuchando a Dios! Antes de que leas la Biblia, ora de acuerdo a Efesios 1:17, que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre de gloria, te dé el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Él. Dios nos habla inquietándonos por dentro. Él nos da una unción, una guía, una noción, para salir y hacer algo por Él. Dios le dio a Jesús un impulso divino, una inquietud especial para que se detuviera en Samaria cuando iba camino a Galilea. Él tenía un propósito que cumplir allí. La palabra dice que Él “necesitaba pasar”.
Juan 4:3-4 (RV60) salió de Judea, y se fue otra vez a Galilea. Y le era necesario pasar por Samaria.
El Espíritu Santo guió a Felipe de esta forma:
Hechos 8:29-30 (RV60) Y el Espíritu dijo a Felipe: Acércate y júntate a ese carro. Acudiendo Felipe, le oyó que leía al profeta Isaías, y dijo: Pero ¿entiendes lo que lees?
¡Debido a que Él siguió la inquietud del Espíritu Santo, Felipe guió a este hombre a Jesús y lo bautizó! Sé consciente y cede a la inquietud del Señor. ¡Dios desea que tú sigas Su dirección! Tú escuchas a Dios cuando Él habla a través de las personas. Pastores, profetas, maestros, padres y amigos pueden ser todos vasijas de la verdad. Cuando Pablo predicó de Cristo, muchos fueron traídos al reino y cambiados para siempre. Cuando asistes a la iglesia o a un grupo de vida y el maestro te presenta la verdad de Dios, te vas diferente de como llegaste. Cuando amigos cristianos se dicen la verdad el uno al otro, ellos son fortalecidos para ser todo aquello que Dios desea. ¡Recibe Su plenitud de las vasijas que Dios ha puesto en tu vida! 108
Citando muchos ejemplos de sueños y visiones, La Biblia valida su existencia y uso por Dios como un medio para comunicarse con las personas. En el Nuevo Testamento leemos de personas que se encontraron con Dios en sueños, visiones y visitaciones angelicales. Los hombres sabios, después de darle los regalos a Jesús fueron “advertidos de una manera divina en sueño que ellos no debían retornar a Herodes…” (Mateo 2:12) Luego “un ángel del Señor se le apareció a José en un sueño diciendo ‘Levántate, toma al niño y a Su madre, huye a Egipto y quédate ahí…´” (Mateo 2:13) Dios nos habla según observamos el mundo a nuestro alrededor. En Jeremías 18:2 (NTV), Dios le dijo a Jeremías, “ Baja al taller del alfarero y allí te hablaré.” En la casa del alfarero Jeremías vio al alfarero trabajando su arcilla. Dios le habló a Jeremías en una metáfora y comparó Su pueblo a la arcilla a la que le estaba dando forma. Le explicó a Jeremías que Él puede formar y reformar a Su pueblo como mejor Él considera, justo como el alfarero hace con su arcilla. ¡Jeremías aprendió de Dios escuchándolo enseñar un principio basado en algo que él observó en lo natural. ¡Dios nos habla de esta forma! Digamos que estás limpiando tu casa. A medida que viertes la sustancia para limpiar, notas suciedad bajo la corriente de agua. Pronto los paneles se vuelven más limpios. En ese momento, el Espíritu Santo te puede hablar acerca del poder limpiador de la sangre de Jesús. Él puede explicarte que como el agua se lleva la suciedad, la sangre de Cristo quita tu pecado. COMPARTE EN GRUPO: ¿De qué formas Dios te habla la mayor parte del tiempo? Comparte un ejemplo de cómo Él te ha inquietado. ¿Cómo podrías invitarlo a hablarte?
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Pensamientos Claves para Recordar • Dios el Padre siempre está hablando. Afina bien y escucha lo que Él tiene que decir. • Tú vas a escucharlo más frecuentemente a medida que practicas el estar en Su presencia. • Sigue el ejemplo de Jesús orando al Padre y escuchando Su voz. • Ten en mente que Él habla de muchas formas. •
¡Ten por seguro que estás diseñado para escuchar Su voz!
Tarea inquieta, etc., a medida que Él te habla. Al final de la semana, considera cuándo y por qué lo escuchaste más claramente una vez que otra. *Ver Apéndice en las páginas 134-136.
“DIOS SIEMPRE HABLA DE ACUERDO A SU PALABRA.”
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LECCIÓN LECCIÓN 81
ESCOJO DIOS ES EL LA FUENTE DE PERDÓN MI LIBERTAD
Efesios 1:7 (NTV) Dios es tan rico en gracia y bondad que compró nuestra libertad con la sangre de su Hijo y perdonó nuestros pecados.
Vivimos en un mundo donde enfrentamos las realidades de la herida y la ofensa. En el curso de nuestras vidas tendremos muchas oportunidades para ser ofendidos por otros. Miembros de la familia, amigos, compañeros de trabajo y vecinos pueden decir o hacer cosas que pueden ser ofensivas y causarnos heridas. Algunas ofensas serán sin intención y otras serán intencionadas. Declaraciones tales como: “No puedo creer que me hayan dicho esto”, “Pensé que tú eras mi amigo” o “nunca lo lograrás en este trabajo” tienen la facilidad de herirnos como un cuchillo atravesando nuestra alma. La persona que hizo la declaración: “Los palos y piedras pueden quebrar mis huesos, pero las palabras nunca me herirán” ¡estaba completamente equivocada! Las palabras y los hechos de aquellos que nos rodean pueden herirnos profundamente. Las heridas externas generalmente sanarán en tiempo, pero las heridas internas que son desatendidas pueden envenenar nuestra vida. Quizás conozcas a alguien que ha sido víctima de abuso, negligencia, rechazo o calumnia. O quizás tú mismo has sufrido por algo horrible. En situaciones como estas, otros nos causan heridas y dolor emocional profundo. Esta herida y dolor pueden tener un profundo efecto en nuestras vidas y en la forma en que nos relacionamos. Y aun así, hemos visto reportes de noticias que dicen algo así: El familiar de una víctima de asesinato se para en frente de un asesino condenado y le dice, “Yo te perdono”. ¿Cómo es esto posible? ¿Por qué alguien que no verá más a sus seres queridos otra vez en esta tierra, le ofrece perdón a un asesino? Todos llevamos dolor y penas por heridas del pasado que reprimen nuestro crecimiento y virtualmente afecta todas nuestras relaciones en nuestras vidas, incluyendo nuestra relación con Dios. ¿Qué hacemos con estos sentimientos de enojo, falta de perdón y hasta quizás odio? ¿Qué nos dice la Palabra de Dios que hagamos cuando enfrentamos situaciones como estas? Eso es lo que vamos a explorar en esta sección.
El Perdón es una Solución a un Problema Si no entendemos nuestro problema de pecado y el maravilloso regalo del perdón que Jesús nos proveyó en la cruz, nunca podremos comprender cómo debemos perdonar a otros. Si no perdonamos a otros, menospreciamos lo que Jesús hizo por nosotros. El pecado es un problema serio. Este nos separa de Dios. La magnitud de este problema no puede ser exagerado. ¡Estamos condenados por toda la eternidad! No hay nada que podamos hacer para resolverlo.
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Isaías 59:2 (NTV) Son sus pecados los que los han separado de Dios. A causa de esos pecados, él se alejó y ya no los escuchará.
La solución al problema fue costosa. Alguien tuvo que morir. La solución estaba en el derramamiento de sangre inocente. Jesús derramó Su propia sangre para proveer esta solución.
Hebreos 9:22 (NTV) … sin derramamiento de sangre no hay perdón.
Debido al precio que Jesús pagó, el perdón es nuestro para recibirlo libremente. No hay nada que nos descalifique. Si confesamos nuestro pecado a Él, Jesús nos perdonará, sin importar lo que hayamos hecho. Es difícil perdonar a otros, a no ser que recibamos nosotros el perdón.
1 Juan 1:9 (NTV) Pero, si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
ESCRÍBELO: 1J uan 1:9
Algunas veces es duro perdonar porque tenemos una definición y entendimiento equivocados de lo que es el perdón y de lo que no es el perdón.
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¿Qué es el Perdón?
Romanos 5:8 (RV60) Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros.
El perdón es un regalo del Señor que no tiene precio, por el cual Jesús pagó con Su propia vida para que nuestro pecado, culpa y vergüenza puedan ser borrados y hechos limpios por la preciosa sangre que Él derramó. El perdón es un medio por el cual nuestra relación con Dios es restaurada. ¿Cómo recibimos el perdón de Dios? Para que podamos recibir perdón tiene que haber arrepentimiento, fe, y confesión de pecado.
Hechos 2:38 (NTV) Pedro contestó: —Cada uno de ustedes debe arrepentirse de sus pecados y volver a Dios, y ser bautizado en el nombre de Jesucristo para el perdón de sus pecados. Entonces recibirán el regalo del Espíritu Santo.
Hechos 20:21 (NTV) He tenido un solo mensaje para los judíos y los griegos por igual: la necesidad de arrepentirse del pecado, de volver a Dios y de tener fe en nuestro Señor Jesucristo.
1 Juan 1:9 (NTV) Pero, si confesamos nuestros pecados a Dios, él es fiel y justo para perdonarnos nuestros pecados y limpiarnos de toda maldad.
Perdonando a Otros Perdonar es dejar ir la necesidad de hacer que la persona que nos hirió nos compense por lo que hizo. Recuerda, Dios nos perdonó debido a Su gran amor por nosotros. Dios sabe que nosotros nunca podremos compensar lo que le hemos hecho a Él. De la misma forma, perdonar a otros es dejar ir la necesidad de que esa persona corrija el mal que nos ha hecho. Cuando perdonamos a otros, dejamos ir nuestra demanda A ellos y ponemos nuestra confianza en Dios para que lo corrija.
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Marcos 11:25 (NTV) Pero, cuando estén orando, primero perdonen a todo aquel contra quien guarden rencor, para que su Padre que está en el cielo también les perdone a ustedes sus pecados.
El perdón no es reconciliación: Dejar ir una ofensa no significa que tenemos que reconciliarnos con la persona que nos hizo mal. Para que una relación se reconcilie, deben ocurrir estas cosas adicionales entre las dos personas: • Arrepentimiento: volverse de las malas acciones
• Restitución: corregir las cosas
• Reconstruir la confianza: probado con palabras y acciones consistentes
Algunas personas pudieran pensar, cuando se disculpen, entonces perdonaré. Pero escoger este camino, realmente nos hace rehén de la persona que nos ha hecho mal. ¿Por qué? Porque esto deja que nuestra libertad dependa de otra persona. La reconciliación necesita de dos personas, pero el perdón requiere solo una: tú. Elige perdonar. LEE EN VOZ ALTA: Lee los siguientes versículos en voz alta:
Romanos 12:18 (NVI) Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos.
El perdón no es lo mismo que la justicia: ¡No es justo! Si yo perdono, ellos se salen con la suya. Es importante recordar que el sentido de justicia de Dios es mejor que el nuestro. Cuando perdonamos ponemos la justicia en las manos de Dios. El perdón no hace a la otra persona perfecta, nos libera.
Romanos 12:19 (NVI) No tomen venganza, hermanos míos, sino dejen el castigo en las manos de Dios, porque está escrito: “Mía es la venganza; yo pagaré”,* dice el Señor.
Cuando rehusamos conceder el perdón alegando que no es justo dejar a la otra persona fuera de nuestro gancho, fallamos en entender el perdón de Dios hacia nosotros. Por nuestra definición de perdón, ninguno de nosotros lo merecemos. Afortunadamente, Dios, quien es rico en misericordia nos ofreció perdón de todas maneras.
Efesios 2:4-5 (NVI) Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor por nosotros, nos dio vida con Cristo, aun cuando estábamos muertos en pecados. ¡Por gracia ustedes han sido salvados!
El perdón no es reprimir: Algunas veces enterramos la herida causada por el pecado. Cuando hacemos esto, el dolor no se va, este solo va a alguna otra parte más en tu mente y luego asomará su fea cabeza en tu interacción con otros.
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El perdón no es negación: No podemos pretender que todo está bien. Pretender o mentirnos a nosotros mismos es NEGACIÓN: Ni Siquiera Notes que Estoy Mintiendo Perdonar a alguien que te ha hecho mal no es decir: “No es gran cosa” o “Realmente no me dolió”. Lo que fue dicho o hecho no estuvo bien. Esto causó dolor y es gran cosa. Cuando tú escoges perdonar, escoges no aferrarte a la ofensa porque esto te privará de tu libertad. El perdón no es olvidar: La realidad es que puede que nunca olvidemos lo que nos ha pasado. Pero Dios quiere hacer algo extraordinario en nuestras vidas. Él quiere traer sanidad a nuestros corazones, de forma tal que aunque recordemos estas experiencias pasadas, podamos hacerlo sin revivir el dolor asociado a ellas. Es negarnos a permitir que estas experiencias dominen nuestras vidas. El perdón no es convertirse en la alfombra de la puerta: Perdona, pero no permitas injusticias continuadas. La persona que te hizo mal no controla tu corazón. Establece límites. Los límites pueden ser importantes para protegernos y cuidarnos. Algunas veces esto es lo mejor que puedes hacer por la otra persona. Esto los obliga a lidiar con su parte de la ecuación. Cultiva un corazón de amor y misericordia, no de dureza. No importa cómo ellos te traten, no permitas que esto cambie quien tú eres o afecte tu carácter. COMPARTE EN GRUPO: ¿Te sorprende alguno de estos mitos del perdón? Si es así, por favor explica.
El Perdón Te Libertará
Proverbios 18:19 (NVI) Más resiste el hermano ofendido que una ciudad amurallada; los litigios son como cerrojos de ciudadela.
Ofensas Las ofensas son la carnada que el enemigo usa para atraernos al cautiverio. Cuando somos ofendidos, nos volvemos inflexibles. Piensa en una ciudad rodeada por portones, con el propósito de protegerla. Nosotros usamos esta misma forma de pensamientos para protegernos, y ponemos paredes alrededor de nuestros corazones. Las personas pueden habernos herido una vez, pero no les permitiremos que lo hagan otra vez. Pero lo que funciona para una ciudad de piedras, no funciona de la misma forma en nuestros corazones de carne y sangre. El problema es que, mientras las paredes pueden mantener las cosas malas afuera, ellas también mantendrán las cosas buenas afuera. Con paredes, no solo nos protegemos del dolor y el rechazo, sino de experimentar amor y de relaciones que traen vida. Pensamos que depende de nosotros proteger nuestros corazones, pero la verdad es que Dios nunca tuvo la intención de que esta fuera nuestra responsabilidad. Es Su responsabilidad. 116
Existen dos formas de lidiar con las ofensas, las heridas y el dolor. 1. El camino de Dios es perdonar. LEE EN VOZ ALTA:
Colosenses 3:13 (NVI) de modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
2. El camino de Satanás es albergar amargura y resentimiento y permitir que nuestros corazones se endurezcan. LEE EN VOZ ALTA:
Hechos 8:23 (NVI) Veo que vas camino a la amargura y a la esclavitud del pecado.
La amargura, el resentimiento y el corazón endurecido son las herramientas de Satanás para lidiar con las ofensas que nos suceden a todos nosotros. Pero cuando permitimos que estas herramientas sean nuestra respuesta a las ofensas, hay consecuencias serias. COMPARTE EN GRUPO: Lee Mateo 18:21-35. ¿Cuáles son los resultados cuando escogemos no perdonar? La amargura y el resentimiento nos mantienen encadenadosv: Solamente podemos ser libres cuando perdonamos. Porque el siervo malvado no perdonó, él no fue libre; por el contrario, fue encarcelado. Afecta nuestra relación con Dios: la falta de perdón es como una tubería obstruida. Cuando una tubería de agua tiene muchos desechos, se bloquea el flujo de agua. Lo mismo es cierto cuando mantenemos la falta de perdón en nuestros corazones. Esto bloquea el fluir de la presencia de Dios, así que somos incapaces de recibirla. La relación del siervo malvado con su amo se rompió porque él escogió no perdonar. Asegúrate de que tus tuberías no estén obstruida con la falta de perdón.
Nos impide experimentar el perdón: Mateo 6:15 (NVI) Pero si no perdonan a otros sus ofensas, tampoco su Padre les perdonará a ustedes las suyas.
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ESCRÍBELO: Mateo 6:15
Esta es una declaración fuerte de parte del Señor. Básicamente nos dice que no importa cuán sinceros seamos delante de Dios con respecto a nuestros pecados, Él no nos perdonará si no perdonamos a otros. La deuda del siervo malvado había sido originalmente cancelada, pero cuando el amo supo que él no perdonó a su consiervo, su deuda fue retomada por el Señor. ¡Ay! Nosotros cosechamos y experimentamos circunstancias difíciles y desafiantes como resultado directo de nuestra elección de no perdonar: Debido a la falta de perdón, el siervo malvado no estuvo más bajo la protección del amo. En cambio, él fue entregado al carcelero y estuvo sometido a torturas. “Y enojado, su señor lo entregó a los carceleros para que lo torturaran hasta que pagara todo lo que debía.” (Mateo 18:34). Todas nuestras relaciones se ven impactadas cuando rehusamos perdonar: Cuando el siervo malvado rehusó perdonar, fue lanzado a prisión y no tuvo más libertad para vivir y estar con su familia. Tu falta de perdón hacia otra persona impactará la forma en que te relacionas y tratas a otros en tu vida. Un estilo de vida de falta de perdón contamina nuestra vida y daña a otros. Esto termina en oscuridad espiritual, emocional y mental. Una ofensa sin perdón es como la punta de una flecha envenenada. La ofensa puede romper nuestras defensas, herirnos en el momento, y mantenerse en nuestra vida mucho después del evento inicial. Su veneno amargo puede colarse en nuestro corazón e impedirnos pensar con claridad. Si no se lidia correctamente con la ofensa, esto eventualmente impactará nuestra habilidad de vivir, amar y ser amados a la manera de Dios. Cuando alguien nos ofende, la falta de perdón se siente como la respuesta apropiada. Pero albergar la falta de perdón es como tomar veneno y esperar que la otra persona se muera. La falta de perdón nos mantiene atados y nos impide vivir la vida que Dios tiene para nosotros. Pregúntate: a la luz de todo lo que se me ha perdonado, ¿puedo liberar a todos aquellos que me han hecho mal? ¿Podría negociar el perdón de Dios hacia mí por el derecho de hacer a alguien responsable porque me ofendió?
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¿QUÉ ME ESTÁ DICIENDO EL ESPÍRITU SANTO?
El perdón es la herramienta de Dios para lidiar con las ofensas que nos suceden a todos. LEE EN VOZ ALTA: Efesios 4:31-32 (NVI) Abandonen toda amargura, ira y enojo, gritos y calumnias, y toda forma de malicia. Más bien, sea bondadosos y compasivos unos con otros, y perdónense mutuamente, así como Dios los perdonó a ustedes en Cristo.
El Perdón es un proceso de dos partes No puedes obtener el perdón de Dios sin perdonar a otros. Si te rehúsas a hacer tu parte, te desconectas tú mismo de la parte de Dios. Como la tubería obstruida, no puedes recibir de Dios hasta que esa obstrucción sea quitada. 1. Nuestra parte es perdonar. Tenemos que quitarnos del camino, para que Dios pueda entrar y obrar Sus propósitos. Mientras retengamos el pecado o la ofensa contra la persona que nos ha herido, estamos estorbando el camino de Dios. El pecado fue contra Dios mucho antes que fuera contra ti. 2. Dios hace el resto. El perdón es un acto de obediencia a Dios en el cual nosotros participamos. 119
Cuando perdonamos, Dios puede tomar parte en la situación y obrar justicia, sanidad y restauración. Jesús no solo murió por los pecados que hemos cometido, sino por los pecados cometidos contra nosotros, y por las consecuencias que esos pecados traen a nuestras vidas. Jesús vino para sanar y perdonar. La trampa de la falta de perdón: Debajo hay un recuadro de cinco herramientas comunes que el enemigo de nuestra alma usa para atraernos a su trampa de falta de perdón. Nota que por cada acción incorrecta, Jesús sufrió la misma ofensa. Jesús permitió que se le tentara en cada forma que nosotros somos tentados hoy. Jesús quiere que sepamos que no importa lo que enfrentes, Él ya ha estado allí y ha vencido. LEE EN VOZ ALTA:
Hebreos 4:15 (NVI) Porque no tenemos un sumo sacerdote incapaz de compadecerse de nuestras debilidades, sino uno que ha sido tentado en todo de la misma manera que nosotros, aunque sin pecado.
CUANDO SOMOS...
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RECUERDA QUE JESÚS FUE...
Traicionados: Tu cónyuge no permaneció fiel en el matrimonio o un amigo te mintió.
Traicionado: Jesús fue traicionado por un amigo cercano y discípulo: Judas Iscariote.
Falsamente acusados: Un compañero de trabajo disgustado te acusó falsamente de violar un contrato con la competencia.
Falsamente acusado: Jesús fue falsamente acusado en varias cortes con Pilato y Herodes.
Rechazados: Tus padres se divorciaron y te sentiste abandonado.
Rechazado: Jesús sufrió rechazo por Pedro cuando él lo negó tres veces.
Abusados: Mientras crecías, tu padre alcohólico descargó su ira en ti emocionalmente, físicamente, o sexualmente.
Abusado: Jesús fue golpeado, azotado, escupido, burlado, torturado y crucificado hasta la muerte en la cruz.
Humillados: Experimentaste un momento embarazoso que tú simplemente no puedes dejar ir.
Humillado: Jesús, el Rey de reyes, fue colgado desnudo en una cruz para que todos lo vieran.
Hebreos 2:17-18 (NVI) Por eso era preciso que en todo se asemejara a sus hermanos, para ser un sumo sacerdote fiel y misericordioso al servicio de Dios, a fin de expiar los pecados del pueblo. Por haber sufrido él mismo la tentación, puede socorrer a los que son tentados.
COMPARTE EN GRUPO: Comparte cómo pudieras pensar de forma diferente cuando seas desafiado por la vida, a la luz del ejemplo de Jesús para nosotros. El perdón comienza trayendo a Dios de regreso al proceso. Una decisión de la voluntad: Yo escojo perdonar. Tú tienes que tomar la misma decisión que Jesús tomó en la cruz. Él dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”. Es importante reconocer que este acto de la voluntad es muy difícil y está acompañado de un gran peso. ¡Jesús mismo sudó gotas de sangre bajo el peso de Su elección! Es difícil, pero es la única elección que permite recobrar el control de tu mente. Esta elección abre las puertas a la segunda parte del perdón: la obra de sanidad que Dios quiere hacer en las áreas de dolor causadas por el pecado de otro. Confía en el Padre las consecuencias y el impacto del pecado de otra persona. Escoge vivir con las consecuencias de sus pecados y no las guardes en contra de ellos. No tomes la responsabilidad por sus pecados, toma la responsabilidad por lo que vas a hacer con las consecuencias del pecado. ¿Cuáles son los beneficios del perdón? •
Nos lleva a una correcta relación con Dios. Esto limpia la tubería.
•
Restaura nuestras mentes y trae liberación del enojo y la amargura. Cuando estamos enojados y amargados con alguien, ellos controlan una parte de tu mente.
•
Devuelve el pecador al Señor. Da la responsabilidad de la otra persona a Aquel a quien pertenece: Dios.
•
Esto hace la segunda parte del perdón posible: la sanidad que Dios quiere hacer dentro de nosotros.
•
Cuando perdonamos una ofensa liberamos un prisionero, solo para descubrir que nosotros éramos ese prisionero.
•
Esto nos provee un estilo de vida de perdón. “El perdonado perdona”
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Perdón en Acción ESCRÍBELO: Lee Mateo 5:43-44 (NVI) y nota lo que dice. “Ustedes han oído que se dijo: Ama a tu prójimo* y odia a tu enemigo.’ Pero yo les digo: Amen a sus enemigos y oren por quienes los persiguen,*
Bendice a las personas que te han ofendido. La palabra “bendice” significa hablar bien de. Aquí está lo que Jesús nos dice: Lucas 6:27-28 (NVI) Pero a ustedes que me escuchan les digo: Amen a sus enemigos, hagan bien a quienes los odian, bendigan a quienes los maldicen, oren por quienes los maltratan.
ESCRÍBELO: Lee Romanos 12:14 (NVI) y anota lo que dice.
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Bendice los que te persiguen; bendice y no maldigas.
Haz bien a las personas que te han ofendido. Esto requiere de un cambio en nuestra forma de pensar. No es que nosotros estemos pagando bien por mal; se trata de que hemos tomado una decisión de hacer solamente el bien a los demás. Así que, ya sea que alguien nos esté sirviendo o atacando, nuestra respuesta debe ser hacer lo que la Palabra dice que hagamos. Dios ve cada detalle de nuestra vida y cuidará de cada detalle que le confiemos para que se encargue. COMPARTE EN GRUPO: ¿Cuáles son algunas formas en las que puedo bendecir a otros y hacer el bien a los que me han ofendido? LEE EN VOZ ALTA: El siguiente pasaje ha sido personalizado. Léelo en voz alta como una confesión de fe.
Romanos 12:17-21 (Adaptado de la NVI) Yo no pago mal por mal. Soy cuidadoso de hacer lo que es correcto a los ojos de todos. Si es posible, en cuanto dependa de mí, viviré en paz con todos. No me vengaré, sino que dejaré lugar para la ira de Dios, porque escrito esta: “Mía es la venganza, Yo pagare”, dice el Señor. Por el contrario: Si mi enemigo tiene hambre, lo alimentaré; si tiene sed le daré de beber. No seré vencido por el mal, sino que venceré el mal con el bien.
Una Oración de Perdón Señor, escojo perdonar a ________________________________________________ por ________________________________________________________________. Señor, las cosas que ellos me hicieron realmente me hicieron sentir _________________________________. Por favor quita estas cosas de mí ahora y ayúdame a ver que tú las pusiste en tu Hijo Jesús en la cruz. APLICACIÓN EN LA VIDA DIARIA: Ora por personas que te hayan ofendido. Algo pasa cuando oramos por aquellos que nos han herido y ofendido. Es contrario a la forma en que nuestro hombre natural quiere responder, pero según traemos esa persona a Dios y le pedimos a Él que obre en su vida y que se revele a ella, tendrá un efecto poderoso.
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Pensamientos Claves para Recordar • Es difícil perdonar a otros por sus ofensas, a menos que nosotros recibamos perdón. • El perdón es una solución a un problema. • Ofrecemos el perdón para poder ser libres. • Cosecharemos y experimentaremos circunstancias difíciles y desafiantes como resultado directo de la falta de perdón. • La amargura y el resentimiento nos mantiene encadenados. • El perdón es un proceso de dos pasos: Nuestra parte es perdonar y la parte de Dios es sanar y restaurar. • El perdón es una decisión de mi voluntad: Yo escojo perdonar.
Tarea • Usando el modelo EOAO (Escritura, Observación, Aplicación y Oración), registra en un diario estos versículos sobre el perdón. También quizás quieras leerlos en traducciones diferentes.
Mateo 6:14-15
I Juan 1:9
Salmo 32:1-5
Proverbios 28:13
Romanos 6:2-14
• ¿Cuáles son otras formas de poner el perdón en acción? *Ver Apéndice en las páginas 136-137.
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LECCIÓN 1
APÉNDICE DIOS ES LA FUENTE DE MI LIBERTAD
Lección 4: La Palabra de Dios Revive mi Alma Versículos Adicionales La Palabra de Dios es inspirada, es la verdad. 2 Pedro 1:20-21 (NTV) Sobre todo, tienen que entender que ninguna profecía de la Escritura jamás surgió de la comprensión personal de los profetas ni por iniciativa humana. Al contrario, fue el Espíritu Santo quien impulsó a los profetas y ellos hablaron de parte de Dios. Salmo 119:160 (RV60) La suma de tu palabra es verdad, Y eterno es todo juicio de tu justicia.
La Palabra de Dios es eterna. Isaías 40:8 (RV60) Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre. 1 Pedro 1:24-25 (RV60) Porque: Toda carne es como hierba, Y toda la gloria del hombre como flor de la hierba. La hierba se seca, y la flor se cae; Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada. Mateo 5:18 (NTV) Les digo la verdad, hasta que desaparezcan el cielo y la tierra, no desaparecerá ni el más mínimo detalle de la ley de Dios hasta que su propósito se cumpla.
La Palabra es fructífera Isaías 55:10-11 (NTV) La lluvia y la nieve descienden de los cielos y quedan en el suelo para regar la tierra. Hacen crecer el grano, y producen semillas para el agricultor y pan para el hambriento. Lo mismo sucede con mi palabra. La envío y siempre produce fruto; logrará todo lo que yo quiero, y prosperará en todos los lugares donde yo la envíe.
La Palabra de Dios es buena para la instrucción 2 Timoteo 3:16-17 (NVI) Toda la Escritura es inspirada por Dios y útil para enseñar, para reprender, para corregir y para instruir en la justicia, a fin de que el siervo de Dios esté enteramente capacitado para toda buena obra.
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Tito 1:9 (NTV) Debe tener una fuerte creencia en el mensaje fiel que se le enseñó; entonces podrá animar a otros con la sana enseñanza y demostrar a los que se oponen en qué están equivocados. Salmo 19:7-8 (NTV) Las enseñanzas del SEÑOR son perfectas, reavivan el alma. Los decretos del SEÑOR son confiables, hacen sabio al sencillo. Los mandamientos del SEÑOR son rectos, traen alegría al corazón. Los mandatos del SEÑOR son claros, dan buena percepción para vivir. Santiago 1:21-25 (NTV) Así que quiten de su vida todo lo malo y lo sucio, y acepten con humildad la palabra que Dios les ha sembrado en el corazón, porque tiene el poder para salvar su alma. Pero no sólo escuchen la palabra de Dios, tienen que ponerla en práctica. De lo contrario, solamente se engañan a sí mismos. Pues, si escuchas la palabra pero no la obedeces, sería como ver tu cara en un espejo. Te ves a ti mismo, luego te alejas y te olvidas cómo eres. Pero, si miras atentamente en la ley perfecta que te hace libre y si la pones en práctica y no olvidas lo que escuchaste, entonces Dios te bendecirá por tu obediencia. Deuteronomio 30:11-14 (RV60) Porque este mandamiento que yo te ordeno hoy no es demasiado difícil para ti, ni está lejos. No está en el cielo, para que digas: ¿Quién subirá por nosotros al cielo, y nos lo traerá y nos lo hará oír para que lo cumplamos? Ni está al otro lado del mar, para que digas: ¿Quién pasará por nosotros el mar, para que nos lo traiga y nos lo haga oír, a fin de que lo cumplamos? Porque muy cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón, para que la cumplas.
Escúchala y enséñala a otros Deuteronomio 4:10 (NVI) El día que ustedes estuvieron ante el Señor su Dios en Horeb, él me dijo: Convoca al pueblo para que se presente ante mí y oiga mis palabras, para que aprenda a temerme todo el tiempo que viva en la tierra, y para que enseñe esto mismo a sus hijos.
Estudia la Palabra 2 Timoteo 2:15 (DHH) az todo lo posible por presentarte delante de Dios como un hombre de valor comprobado, como un trabajador que no tiene de qué avergonzarse, que enseña debidamente el mensaje de la verdad.
Proverbios 6:21 (DHH) Llévalos siempre sobre tu corazón, átalos alrededor de tu cuello
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Deuteronomio 6:6-9 (RV60) Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes. Y las atarás como una señal en tu mano, y estarán como frontales entre tus ojos; y las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas.
La Palabra pertenece a tu corazón, no solo a tu mente Isaías 51:7 (NVI) “Escúchenme, ustedes que conocen lo que es recto; pueblo que lleva mi *ley en su *corazón: No teman el reproche de los *hombres, ni se desalienten por sus insultos, Esdras 7:10 (NVI) “Esdras se había dedicado por completo a estudiar la ley del Señor, a ponerla en práctica y a enseñar sus preceptos y normas a los israelitas. Salmo 37: 30-31 (RV60) La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia. La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán. Salmo 40:7-8 (NTV) Entonces dije: «Aquí estoy. Como está escrito acerca de mí en las Escrituras: me complace hacer tu voluntad, Dios mío, pues tus enseñanzas están escritas en mi corazón». Salmo 119:11 (NTV) He guardado tu palabra en mi corazón, para no pecar contra ti. Proverbios 7:1-3 (NTV) Hijo mío, sigue mi consejo, atesora siempre mis mandatos. ¡Obedece mis mandatos y vive! Guarda mis instrucciones tal como cuidas tus ojos. Átalas a tus dedos como un recordatorio; escríbelas en lo profundo de tu corazón.
¿Está la Palabra de Dios escrita en tu corazón?
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Todos los cristianos deberían hacerse esta pregunta: ¿Está la Palabra de Dios escrita en mi corazón?
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¿Puede esto suceder por accidente?
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¿Cómo la Palabra de Dios se escribe en tu corazón?
¡El deseo de Dios es que entendamos y caminemos en la verdad! Somos instruidos a orar por otros porque El “quiere que todos sean salvos y entiendan la verdad.” (1Timoteo 2:4) La Biblia fue escrita para guiar a las personas a una fe salvadora en Jesús: …“Pero éstas se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en Su nombre. (Juan 20:31, RV60) Salmo 147:15 (RV60) Él envía su palabra a la tierra; Velozmente corre su palabra. Salmo 119:142 (NVI) Tu justicia es eterna, y tus enseñanzas son totalmente ciertas. Salmo 119:151 (NVI) Los perversos están lejos de ser rescatados, porque no se interesan en tus decretos.
Notas Adicionales •
La Biblia es la Palabra inspirada de Dios.
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Es Su plan de redención para la humanidad.
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Es la historia de amor de Dios para la humanidad.
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Es Su Palabra.
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Es la revelación de Dios para el hombre.
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La Biblia es la regla infalible y autoritativa de conducta para la verdadera relación con Dios y para la conducta.
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Está constituida por 66 libros y fue escrita en un lapso de 1600 años por 40 autores diferentes.
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Estos autores fueron inspirados por el Espíritu Santo.
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La Biblia dice más de 3000 veces “así dice el Señor.”
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Lección 5: Mi identidad está en Cristo. ¿Cómo Usar esta Guía? Si tú luchas en cierta área de tu identidad, enfoca tu atención en la sección perteneciente a esa área. Puede ser en toda la sección, puede ser una simple declaración, pero no te conformes con menos que la completa conciencia de quién tú eres en Cristo. ¡El Espíritu Santo traerá la revelación necesaria a medida que medites en estas verdades! Lee las declaraciones en voz alta y si hay alguna que te resulte difícil de creer, una que tú sepas que realmente no consideras como tu identidad, busca el pasaje o pasajes bíblicos asociados y ponlos en alguna parte donde los veas todos los días. Llévalos contigo. Afirma la verdad diariamente hasta que la revelación llegue. Esta es la opinión de Dios de ti. No hay nada que puedas hacer para cambiarlo y no puedes permitirte estar en desacuerdo con esto. ¡Este es quien eres en Cristo! La Relación del Creyente con Dios: No estás solo. No eres menospreciado. ¡Perteneces a una familia! ¡Estás incluido! ¡No podrías ser más amado! Dilo: Pertenezco a Dios (1 Corintios 6:20) Fui escogido desde antes de la creación del mundo. (Efesios 1-4.11; Colosenses 3.12) Soy realmente amado (Colosenses 3:12; 1 Juan 3:1) Soy hijo de Dios. (Juan 1:12; Romanos 8:14-15; Gálatas 4:6; Efesios 1:5) Soy un ciudadano de Su reino y miembro de la familia de Dios. (Efesios 2:19) Soy miembro del cuerpo de Cristo. (1 Corintios 12:27; Efesios 5:30) Soy amigo de Cristo. (Juan 15:15) Nunca estoy solo. (Hebreos 13:5) Soy aceptado. (Efesios 1:6) Estoy en Cristo. (1 Corintios 1:30) Tengo a Cristo en mí. (Colosenses 1:27) Estoy unido al Señor. Soy un espíritu con Él. (1 Corintios 6:17) Soy nacido de Dios. El diablo no puede tocarme. (1 Juan 5:18) Soy templo del Espíritu Santo. (Efesios 2:21-22; 1 Corintios 3:16, 6:19) Estoy sellado con el Espíritu Santo de la promesa. (Efesios 1:13) Recibí el Espíritu Santo. Yo conozco lo que me ha sido dado gratuitamente. (1 Corintios 2:12)
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La Condición de Justo del Creyente: No eres injusto. No eres indigno. No estás más bajo la atadura del pecado. ¡Tienes la misma justicia de Cristo! ¡Eres santo y sin culpa ante Él! ¡Eres libre de la atadura del pecado! Dilo: Nací de nuevo. (I Pedro 1:23) No soy condenado. (Romanos 8:1-2) Soy perdonado. (Colosenses 1:14; Colosenses 2:13-14) Soy llamado santo. (1 Corintios 1:2; Filipenses 1:1; Colosenses 1:2) He sido justificado. (Romanos 5:1) Soy llamado santo y sin culpa. (Efesios 1:4; 1 Corintios 1:8) Soy una nueva criatura. (2 Corintios 5:17; Efesios 4:24) Soy redimido de la maldición de la Ley. (Gálatas 3:13) Soy la justicia de Dios en Cristo. (2 Corintios 5:21) Estoy crucificado con Cristo. (Gálatas 2:20) No soy esclavo del pecado. (Romanos 6:6) Soy un esclavo de la justicia. (Romanos 6:18) Soy libre. (Romanos 8:2; Juan 8:32; Gálatas 5:1) La Posición del Creyente: No eres alguien sin poder. No estás lejos de Dios. Dios te ve como justo y santo en Jesús y porque Él te ve así, eres recompensado con la condición de uno que es justo. ¡Eres un ciudadano del Cielo! ¡Estás cerca de Dios! ¡Tienes total acceso al Padre! Dilo: Soy un ciudadano del cielo. (Filipenses 3:20) Soy libre de las tinieblas. Soy un hijo de luz. (Colosenses 1:13; 1 Tesalonicenses 5:5) Soy resucitado con Cristo y estoy sentado con Él. (Efesios 2:6; Colosenses 2:12) Estoy escondido con Cristo en Dios (Colosenses 3:3) Estoy cerca de Dios por la sangre de Cristo. (Efesios 2:13) Puedo acercarme a Dios confiadamente. (Efesios 2:18, 3:12) 131
El Propósito del Creyente: No estás aquí para vivir una vida mundana. No eres alguien sin propósito. ¡Puedes hacer la diferencia! ¡Hay un plan dado por Dios para tu tiempo aquí en la tierra! ¡Tienes un llamado celestial y un propósito divino! Dilo: Ya estoy bendecido con toda bendición espiritual. (Efesios 1:3) Tengo vida eterna. (Juan 6:47) Tengo una vida abundante. (Juan 10:10) Estoy confiado en que Dios terminará la obra que comenzó en mí. (Filipenses 1:6) Estoy vivo con Cristo. (Efesios 2:5) Estoy establecido, ungido y sellado por Dios. (2 Corintios 1:21-22) Soy capaz de comprender las dimensiones del amor de Cristo por mí. (Efesios 3:17-18) Soy un recipiente eterno de las abundantes riquezas de gracia y bondad. (Efesios 2:7) Estoy calificado para compartir en la herencia de los santos. (Colosenses 1:12) Soy un heredero de Dios y un heredero común con Cristo. (Romanos 8:17) Tengo la paz de Dios. Esta cuida mi corazón y mente. (Filipenses 4:7; Efesios 2:14) Tengo la mente de Cristo. (I Corintios 2:16) No tengo un espíritu de miedo, sino de poder, amor, y dominio propio. (2 Timoteo 1:7) Tengo la sabiduría de Dios. (1 Corintios 1:30; Santiago 1:5) Estoy seguro. Nadie puede arrebatarme de la mano de Dios. (Juan 10:28) Estoy protegido. El maligno no puede tocarme. (I Juan 5:18) No tengo necesidad de nada. Dios provee todas mis necesidades. (Filipenses 4:19) Soy sano. (I Pedro 2:24; Mateo 8:17) Soy victorioso y más que vencedor (1 Corintios 15:57; I Juan 5:4; Romanos 8:37) Soy un vencedor. El Más Grande está en mí. (I Juan 4:4) Todo lo puedo en Cristo. Él me da fuerza. (Filipenses 4:13) Sé que todas las cosas obran para mi bien. (Romanos 8:28) 132
La Vida Abundante del Creyente: No tienes que ser miserable. No tienes que vivir con miedo. ¡Jesús vino para darte una vida abundante! ¡Él te da Su sabiduría! ¡Él te da Su paz! ¡Él te protege y te defiende! ¡Tú compartes una herencia con Él! Dilo: No vivo para mí mismo, vivo para Él. (2 Corintios 5:15) Soy un colaborador de Dios. (2 Corintios 6:1) Soy la sal de la tierra. (Mateo 5:13) Soy una luz en el mundo. (Mateo 5:14) Soy una piedra viva en una casa espiritual. (1 Pedro 2:5) Soy una rama de la viña. Dios desea que yo produzca frutos. (Juan 15:5, 16) Soy escogido y nombrado .Soy especial para Dios. (Juan 15:16; 1 Pedro 2:9) Soy un testigo de Jesucristo. (Hechos 1:8) Soy un ministro de la reconciliación. (2 Corintios 5:18-19) Soy embajador de Cristo. (2 Corintios 5:20) Soy obra de Dios. Él preparó buenas obras para mí. (Efesios 2:10) He sido llamado con un llamamiento santo. (Efesios 4:1; 2 Timoteo 1:9; Hebreos 3:1) Soy participante de Cristo y Su naturaleza divina. (Hebreos 3:14; 2 Pedro 1:4; Efesios 3:6) Soy un residente temporal y peregrino en esta tierra. (1 Pedro 2:11)
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Lección 7: Oigo la Voz de Dios Aprende Cómo Orar Estudia cómo Jesús oró en Mateo 6:9-13 Los discípulos le pidieron a Jesús que los enseñara a orar. En respuesta, Él les permitió escuchar una de sus oraciones al Padre. Hoy la llamamos “La oración del Señor”. Puedes aprender bastante sobre cómo orar siguiendo el modelo de Jesús. Comienza alabándole. Mateo 6:9 dice, “Padre nuestro que estás en los cielos, santificado sea tu nombre”. Cuando vayas a Dios en oración, reconócelo como tu Padre, tu Abba Papito que te ama mucho. Al mismo tiempo, mientras lo ves como tu Padre accesible y cariñoso, recuerda que Él es santo. Su nombre es sagrado, apartado, no es común o impuro en absoluto. Habla de Sus atributos y carácter. Conforme lo hagas, te estás humillando y dándole a Él el lugar de honor. Entra a Su presencia con un corazón agradecido y alaba Su nombre (Salmo 100:4). Mantén una mentalidad celestial y usa tu autoridad. En Mateo 6:10 Jesús dice, “Venga tu reino. Hágase tu voluntad, como en el cielo, así también en la tierra”. Aprendemos la voluntad de Dios conforme leemos Su Palabra y Su voluntad, la cual Él diseña y desea, está sucediendo en el cielo. Jesús nos instruye a orar que lo que está sucediendo en el cielo suceda en la tierra, ¡que la voluntad de Dios en la tierra ocurra de la misma forma que ocurre en el cielo! ¿Qué es lo que no hay en el cielo? Asesinato, odio, contienda, enfermedad, adicción, ocultismo, depresión, etc. no existen en el cielo. ¿Qué es lo que hay en el cielo? Amor, gozo, unidad, salud, santidad, verdad, paz, etc. existe en el cielo. La fe mantiene agarrada la realidad del cielo. Si no existe en el cielo, no debería existir aquí. Y recíprocamente, si existe en el cielo, debe existir aquí en la tierra también. En Mateo 16:9, Jesús explica esto en términos de atar y desatar. Atar (del griego: deo) significa amarrar, asegurar con cadenas, prohibir, declarar ilícito. Desatar (del griego luo) significa liberar de ataduras y dejar libre, deshacer o anular lo que ha sido atado. Mateo 16:19 (NVI) Te daré las llaves del reino de los cielos; todo lo que ates en la tierra quedará atado en el cielo, y todo lo que desates en la tierra quedará desatado en el cielo.
Como creyente, se te ha dado autoridad y poder para desatar cosas en la tierra que son permitidas en el cielo y atar cosas en la tierra que no son permitidas en el cielo. Tú haces esto por medio de la oración.
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Que tus peticiones sean conocidas ante Dios. Jesús oró, “el pan nuestro de cada día, dánoslos hoy” en Mateo 6:11. Dios es tu proveedor. Él es fiel para darte lo que necesitas. Pablo dice esto con confianza a la iglesia de Filipos. Seguro del deseo de Dios de suplir tus necesidades, debes acercarte al Señor y pedirle lo que necesitas. Tu diálogo honesto con Él mejora tu relación, acercándote a Él. De la misma forma que un padre terrenal ama cuando su hijo se acerca a él, así también Dios ama cuando Su hijo viene a Él. Filipenses 4:6 (RV60) Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
¿Cuál tu dirías que es tu necesidad más importante en este momento? Compártelo en solo algunas palabras. Entonces, haz tus peticiones conocidas ante Dios a medida que oran juntos. Perdona y sé perdonado. Mateo 6:12 dice, “Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros perdonamos a nuestros deudores”. Pídele a Dios que te revele cualquier pecado que hayas cometido. Lleva esos pecados ante Él y recibe Su perdón. La sangre de Jesús te deja limpio ante el Padre. Además de recibir perdón, hay algo más que se nos manda a hacer. Nunca hay justificación para los hijos de Dios para que alberguen falta de perdón en sus corazones. Nuestras oraciones deben venir de corazones que han perdonado los pecados de otros. Si Dios te trae alguien a la mente, perdónalo(a) con prontitud mientras oras. Espera liberación. Lo próximo que Jesús oró es, “ no nos metas en tentación, mas líbranos del mal” en Mateo 6:13 Porque Jesús fue guiado por el Espíritu Santo al desierto y fue tentado por 40 días por el diablo (Lucas 4:1.2), Él entendió por experiencia personal lo que significó tener Su lealtad, fuerza, fe y carácter probado. En Su humanidad, Jesús no quería ir a la cruz y sufrir. Su petición de no ser tentado pudo significar que Él fue honesto con el Padre, Él admitió que prefería evitar la prueba. Él escogió, sin embargo, someterse a la voluntad del Padre. Lucas 22:42 (RV60) diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
A través de todo esto, Jesús tuvo una mentalidad de liberación. ¡Él estaba consciente de que a pesar de la grave dificultad que Él estaba enfrentando, Su Padre le daría la victoria y lo liberaría del mal! Hebreos 12:2b (RV60) ... el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio, y se sentó a la diestra del trono de Dios.
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Él vio más allá del dolor. Más allá de la tribulación. Su visión fue sujeta al gozo que estaba por venir. Mientras oras, ora con este mismo sentir. Prepárate para la prueba. Confía en tu Libertador. Los ojos del Señor están sobre el justo, y Sus oídos atentos a sus oraciones. Cuando clamamos a Dios, Él escucha y nos libera de todos los problemas. (Salmo 34:15,17) ¡Si te encuentras en peligro, en tiempo de prueba, mantén tu corazón y tu mirada enfocados en tu Libertador! Alábalo un poco más. Mateo 6:13 nos dice, “porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos. Amén.” Al terminar tu tiempo de oración, dile a Dios otra vez quién es Él: Creador, Dueño, Propietario de todo. Dale gloria por todo lo que es bueno. ¡Di Amén! Esta palabra es casi idéntica a la palabra hebrea para “creer” (aman). Amén, entonces es una expresión de absoluta confianza. Al decir AMÉN estás diciendo, ¡así sea! ¡Que sea hecho! Como fue dicho en la lección 7 de esta enseñanza, Jesús recibió dirección y guía cuando Él oró al Padre. No llenes tu tiempo de oración con constante habladuría hacia Dios. Asegúrate de escucharlo también. Dios habla en una variedad de formas porque Él tiene una variedad de hijos con una variedad de personalidades y estilos de aprendizaje. Disponte a recibir Su dirección en cualquier forma que Él escoja comunicártela.
Semana 8: Escojo el Perdón ¿Qué trampa está usando el enemigo de tu alma para atraerte a la falta de perdón? ¿Está la falta de perdón alojada en tu corazón? ¿Recordar un evento particular y doloroso desencadena una emoción fuerte? Toma algunos minutos y permite que el Espíritu Santo te guie a medida que te haces estas preguntas. 1. ¿El estrés de recordar un evento doloroso desencadena reacciones físicas o incomodidad? 2. ¿La experiencia dolorosa trae a tu mente algo por lo cual Dios no pueda ser alabado? La necedad del hombre le hace perder el rumbo, y para colmo se irrita contra el Señor. Proverbios 19:3 (NVI) 3. ¿Puedes pensar en la persona(s) que te ofendió y desear con sinceridad que cosas buenas le pasen en su vida? “Bendigan a quienes los persigan; bendigan y no maldigan.” Romanos 12:14 (NVI) 4. ¿Tienes un sentido completo de que el perdón ha sido completamente consumado? 5. ¿Está el perdón produciendo resultados positivos?
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Juicio y Votos Internos En esta sección dedicada al perdón, queremos quitar todos los obstáculos que pudieran dificultar que experimentemos o extendamos el perdón a alguien. El último obstáculo al cual vamos a repasar está en el área de los votos internos y hacer juicios contra alguien. Miremos a lo que la Biblia tiene que decir sobre esto. Mateo 7:1 (NVI) “No juzguen a nadie, para que nadie los juzgue a ustedes. Porque tal como juzguen se les juzgará, y con la medida que midan a otros, se les medirá a ustedes”
Jesús condena el hábito de criticar a otros mientras ignoramos nuestras propias faltas. Primero tenemos que someternos nosotros al estándar de la justicia de Dios antes de intentar examinar e influenciar la conducta de otros cristianos. Juzgar de manera injusta también incluye condenar una mala acción sin desear ver al ofensor retornar a Dios y Sus caminos. Todo se trata del motivo del corazón. Una vez que hemos juzgado a un individuo, podríamos hacer un voto a nosotros mismos. Nunca voy a ser como mi mamá. Me aseguraré de nunca ser pobre. ¡Nunca permitiré que nadie me trate así otra vez! Un voto interno es jurarte absolutamente a ti mismo algo que tú sientes y crees que estás obligado a llevar a cabo. “Cuando hacemos votos, nos estamos poniendo a nosotros mismos en el trono para asegurar que llevemos a cabo ese voto. Nos hemos puesto a nosotros mismos a cargo de nuestras vidas en lugar de rendir esa área a Dios. En los versículos anteriores a Mateo 7, dice, “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas.” Esa es la instrucción de Jesús para nosotros. La solución a este problema de juzgar y los votos internos es “… perdona a otros y serás perdonado” En todo el proceso de perdonar, no olvides perdonarte a ti mismo. Dejar el pasado atrás puede ser el mayor obstáculo que enfrentes. Cada vez que parezca que estás progresando, ese viejo rollo de película de cosas pecaminosas que puedes haber cometido comienza a rodar en tu mente. La paz y la libertad se deslizan silenciosamente al tiempo que tu pasado surge para convertirse en tu realidad. Tú piensas que el perdón es para otros y no para ti porque has hecho demasiadas cosas horribles. Tú crees la mentira, “es demasiado tarde”. Señor, por favor, perdóname por juzgar _____________________ en mi corazón. Los he juzgado por _______________________________________. Ahora te pido que me limpies del juicio.
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“AQUI VEMOS QUE LA LIBERTAD NO ES SIMPLEMENTE LA AUSENCIA DE ALGO, SINO QUE LA LIBERTAD ESTÁ DONDE MORA EL ESPÍRITU DE DIOS.”
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