EMPIEZA AQUÍ Y AHORA El que celebra la Pascua tiene que vivirla. Y el que vive la Pascua no hace falta que se esfuerce mucho para ser testigo de la resurrección, le saldrá espontáneamente. Ser testigo de la resurrección es algo muy hermoso, pero, dada la cultura de muerte que impera entre nosotros, exige no pocos compromisos. Por ejemplo, el testigo de la Pascua debe: Luchar contra todo lo que origina muerte y conduce a la muerte, contra los violentos e injustos, contra los que siguen crucificando la vida y sembrando la corrupción. Defender la vida en plenitud. Esta defensa vale para la naturaleza toda. El hombre de Pascua debe ser el mejor ecologista. Combatir, por lo mismo, las causas de la pobreza, las estructuras opresivas e insolidarias, el egoísmo que anida en el corazón del ser humano y en el corazón del mundo. Defender la libertad verdadera contra toda situación esclavizante. Esta situación puede ser íntima e individual, puede ser familiar, social y aun eclesiástica. «Para ser libres nos libertó Cristo» (Gál 5, 1). La Pascua es siempre fiesta de liberación. Trabajar por la paz. La paz es también un don de la Pascua que Cristo resucitado ofrecía a sus discípulos. Una vez conseguida después de dura batalla. El que vive la Pascua debe irradiar la paz y debe construir la paz, dondequiera se sienta herida o amenazada. Es ministro de la reconciliación y apóstol de la no-violencia. Defiende y trabaja por la paz de Jesucristo. Ser testigo de alegría y esperanza. Saber dar razón de nuestra fe ante todos aquellos que no creen en la primavera y no quieren florecer. Decir que los ideales son necesarios y que las utopías son posibles. No tienen razón los mediocres, los conformistas, los rutinarios. Desde que resucitó nuestro Señor Jesucristo, todas las metas son alcanzables. Vivir en la verdad. Nos hemos acostumbrado no sólo a decir mentiras, sino a vivir en la mentira; es decir, a no sentir lo que decimos, a no expresar lo que pensamos, a no cumplir lo que prometemos, a no ser lo que aparentamos, a no vivir lo que creemos y profesamos. Tantas verdades a medias y tantos intereses no confesados. Pero la Pascua es luz, transparencia total. La persona resucitada se esfuerza por desenmascarar la hipocresía de la vida. Vivir en el amor. Es el secreto último de la Pascua y la fuerza que lleva a la resurrección. Una persona resucitada es una persona que perdona, que comprende, que sufre, que comparte, que se entrega. En una sociedad egoísta e inmisericorde, debemos poner misericordia. «Debemos ser el corazón de un mundo sin corazón».
EL DOMINGO PARROQUIA SANTA MARÍA MICAELA – MELILLA https://parroquiasantamariamicaela.wordpress.com 10 de Abril 2016
DOMINGO III DE PASCUA
Ciclo C
Número 1
DIOS NOS HABLA LUNES 11 Juan 6, 2229. Trabajad, no por el alimento que perece, sino por el alimento que perdura para la vida eterna. MARTES 12 Juan 6, 3035. "Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no pasará hambre, y el que cree en mí nunca pasará sed." MIÉRCOLES 13 Juan 6, 35-40. Ésta es la voluntad del Padre: que no pierda nada de lo que me dio.. JUEVES 14 Juan 6, 4451. escucha lo que dice el Padre y aprende viene a mí. VIERNES 15 Juan 6, 52-59. El Padre que vive me ha enviado, y yo vivo por el Padre. SÁBADO 16 Juan 6, 60-69. ¿A quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna.
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (5, 27b-32. 40b-41): En aquellos días, el sumo sacerdote interrogó a los apóstoles y les dijo: «¿No os hablamos prohibido formalmente enseñar en nombre de ése? En cambio, habéis llenado Jerusalén con vuestra enseñanza y queréis hacernos responsables de la sangre de ese hombre.» Pedro y los apóstoles replicaron: «Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres. El Dios de nuestros padres resucitó a Jesús, a quien vosotros matasteis, colgándolo de un madero. La diestra de Dios lo exaltó, haciéndolo jefe y salvador, para otorgarle a Israel la conversión con el perdón de los pecados. Testigos de esto somos nosotros y el Espíritu Santo, que Dios da a los que le obedecen.» Prohibieron a los apóstoles hablar en nombre de Jesús y los soltaron. Los apóstoles salieron del Sanedrín contentos de haber merecido aquel ultraje por el nombre de Jesús.
Te ensalzaré, Señor, porque me has librado yIZT no has dejado que enemigos serían de mí. A KRISTO, A EmisYA GSeñor, REGA AGO, A E delYA sacaste mi vida abismo, Resurrección es… Teme ensalzaré Señorrevivir porque me has librado hiciste cuando bajaba a la fosa. R surr cci n s... y no has dejado que mis enemigos se rían de mí El conductor de autobús Señor sacaste mi vida del abismo que, ve autobús un bache, meTañed hiciste revivir cuando bajaba a lafieles fosa. suyos, ondu tor de El cuando para el Señor, frena suavemente para que, uando ve un ba he, dadpara gracias su suyos nombre santo; Tañed el Señor a fieles frena suavemente para hamás hacer el viaje celebrad el recuerdo de su nombre santo er el viaje más agradable su cólera dura un instante, agradable a los pasajeros. su cólera dura un instante; su bondad de por vida; a los pasájeros al su atardecer nos visita llanto;vida; por la mañana el júbilo. bondad, deel por al atardecer visita Escucha Señor y tennos piedad de mí; el llanto; Señor socórreme. Cambiaste mi luto en danzas por la mañana, el júbilo. Señor Dios mío te daré gracias por siempre Escucha, Señor, IRAK RGAIA
y ECT ten piedad RA de mí; Señor, socórreme. Lur onetan Kristogaz bat eginda burrukatu ebenak gaur berbizturik ikusten ditugu Cambiaste mi en danzas. zeruan . Euren antzera luto jokatu dagigun geuk ere. Señor, Dios mío, te daré gracias por siempre. ectura del libro del Apocalipsis 5 11-14: Yo Juan miré y escuché la voz de muchos ángeles alrededor del trono de los vivientes y de los ancianos y eran milesLectura de miríadasdel miríadas miríadas y decían con voz librodedel Apocalipsis (5, 11-14): Padre nuestro que estás en el cielo. Gure alta zeruetan zarana; potente: «Digno es el Cordero degollado de recibir el poder la santu izan bedi zure izena Santificado sea tu nombre. riqueza la sabiduría la fuerza el honor la gloria y la etor bedi zure erreiñua Venga a nosotros tu reino. alabanza». Y escuche a todas las criaturas que hay en el cielo Yo, Juan, en la visión escuché la voz de muchos ángeles: eraneginmillares en la tierra bajo la tierra en el mar -todo cuanto hay en ellosbedi zure naia Hágase tu voluntad que decían: «Al que está sentado endel el trono y al Cordero y millones alrededor trono y de lalos vivientes y bere. zeruan bezela lurrean en la tierra comoyen de el cielo.los ancianos, alabanza el honor la gloria y el poder por los siglos de los Emoiguzu gaurel Danos hoy degollado de recibir decían con vivientes voz potente: «Digno el Cordero siglos».Y los cuatro respondían: «Amén».es Y los egun ontako ogia. nuestro pan de cada día. ancianos se postraron y adoraron. poder, la riqueza, la sabiduría, la fuerza, el honor, la gloria y la
Perdona nuestras ofensas
Pariatu gure zorrak
alabanza.» Y oí a todas las criaturas que hay en nosotros el cielo, en geuk la bere tierra, gure zordunai como también perdonamos A E bajo YA,laA tierra, E YA, A IESTA SEÑOR enES el mar -todo loE que hay en que decían:parkatzen «Al dautsegun que ezkem; a losellos, que nos ofenden. E se YA, A E YA, E SEÑOR RES CITÓ eta ez gu tentaldira No nos dejes caer en la tentación sienta en el trono y al Cordero la alabanza, el honor, la gloria y el croan baiña atara gagizuz gatxetik. y !Irnos del mal. poder por los siglos de los siglos.» Y los cuatro vivientes respondían: «Amén.» Y los ancianos se postraron rindiendo homenaje.
Lectura del santo evangelio según san Juan (21, 1-19): KRISTORE E Ase apareció E IOA otra vez a los discípulos junto al lago de EnES aquel tiempo, Jesús ECT RA EVA de GEesta IO manera: Estaban juntos Simón Pedro, Tomás Tiberíades. Y seEapareció apodado el Mellizo, Natanael el de Caná de Galilea, los Zebedeos y otros dos Galileako itxas ertzean Jesusek bere discípulos apostolueisuyos. egindako agertaldi berezia entzungo dogules gaurko Simón Pedro dice:ebanjelioan. «Me voy a pescar.» + ectura santo evangelio segúntambién san uannosotros 1 1-19 contigo.» Ellosdelcontestan: «Vamos EnSalieron aquel tiempo Jesús se apareció otrayvez a los discípulos y se embarcaron; aquella nochejunto no cogieron nada. Estaba ya amaneciendo, al lago de Tiberíades. se apareció de esta Estaban cuando JesúsY se presentó en manera: la orilla; perojuntos los discípulos no sabían que era Jesús. Simón Pedro Tomás apodado el Mellizo; Natanael el de Caná de Jesús les dice: «Muchachos, ¿tenéis pescado?» Galilea; los Zebedeos y otros dos discípulos suyos. Simón Pedro les dice: Ellos «Me voycontestaron: a pescar». Ellos «No.» contestan: «Vamos también nosotros contigo». Él les dice: «Echad la red a la derecha de la barca y encontraréis.» Salieron y se embarcaron; y aquella noche no cogieron nada. Laya echaron, no tenían por la multitud de peces. Y aquel Estaba amaneciendoycuando Jesús se fuerzas presentó enpara la orilla;sacarla, pero discípulo que que Jesús tanto Jesús quería le dice a Pedro: «Es el Señor.» los discípulos no sabían era Jesús. les dice; «Muchachos ¿tenéis Ellosel contestaron: «No». ÉlPedro, les dice: «Echad la Alpescado?». oír que era Señor, Simón que estaba desnudo, se ató la túnica y se echó al red a la derecha de la barca y encontraréis». La echaron y no podían agua. Los demás discípulos se acercaron en la barca, porque no distaban de tierra más sacarla por la multitud de peces. Y aquel discípulo a quien Jesús que unos cien«Esmetros, la redSimón con los peces. Al saltar a tierra, ven unas amaba le dice a Pedro: el Señor».remolcando Al oír que era el Señor Pedrobrasas que estaba se ató lapuesto túnica y encima se echó alyagua. condesnudo un pescado pan.Los demás discípulos se acercaron en la porque no distaban de de coger.» Jesús les dice: «Traed debarca los peces que acabáis tierra más que unos doscientos codos remolcando la red con los Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta de peces grandes: peces. cincuenta tres. con Y aunque tantos, Alciento saltar a tierra ven unasybrasas un pescadoeran puesto encima no se rompió la red. y pan.Jesús Jesús les les dice: «Traed de los peces que acabáis de coger». dice: «Vamos, almorzad.» Simón Pedro subió a la barca y arrastró hasta la orilla la red repleta Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle quién era, porque sabían bien que de peces grandes: ciento cincuenta y tres. Y aunque eran tantos no era el Señor. Jesús acerca, tomaNinguno el pandeylosse lo da, y lo mismo el pescado. Esta fue se rompió la red. Jesús les dice: se «Vamos almorzad». discípulos se atrevíavez a preguntarle quiénse eraapareció porque sabían biendiscípulos, que la tercera que Jesús a los después de resucitar de entre los era elmuertos. Señor. Jesús se acerca toma el pan y se lo da y lo mismo el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús se apareció a los Después a Simón Pedro: «Simón, hijo de Juan, ¿me amas más discípulos despuésde de comer, resucitar dedice entre Jesús los muertos. Después de comer dice Jesús a Simón Pedro: «Simón hijo de que éstos?» JuanÉl ¿me más que estos?». Él letúcontestó: «Si Señor tú le amas contestó: «Sí, Señor, sabes que te quiero.» sabes que te quiero». Jesús le dice: «Apacienta mis corderos». Por Jesús dice: «Apacienta mis segunda vez le le pregunta: «Simón hijo de Juancorderos.» ¿me amas?». Él le Por «Sí segunda le que pregunta: hijo de Juan, ¿me amas?» contesta: Señor túvez sabes te quiero».«Simón, Él le dice: «Pastorea mis ovejas». Por tercera vez le pregunta: hijoque de Juan ¿me Él le contesta: «Sí, Señor, «Simón tú sabes te quiero.» quieres?». Se entristeció Pedro de que le preguntara por tercera vez: Él le dice: «Pastorea mis ovejas.» «¿Me quieres?» y le contestó: «Señor tú conoces todo tú sabes que Por tercera pregunta: deenJuan, ¿me quieres?» te quiero». Jesús levez dice le «Apacienta mis«Simón, ovejas. En hijo verdad verdad digo: cuando eras joven de tú mismo e ibas adonde Sete entristeció Pedro que teleceñías preguntara por tercera vez si lo quería y le contestó: querías; pero cuando seas viejo extenderás las manos otro te «Señor, tú conoces todo, tú sabes que te quiero.» ceñirá y te llevará adonde no quieras». Esto dijo aludiendo a la Jesús misDicho ovejas. lo aseguro: cuando eras joven, tú mismo te muerte con le quedice: iba a «Apacienta dar gloria a Dios. estoTe añadió: «Sígueme».. ceñías e ibas adonde querías; pero, cuando seas viejo, extenderás las manos, otro te ceñirá y te llevará adonde no quieras.» Esto dijo aludiendo a la muerte con que iba a dar gloria a Dios. Dicho esto, añadió: «Sígueme.»