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Prólogo Los Angeles, 2012 Noche en el Mercado de la Sombra, el favorito de Kit Durante las noches se le permitía dejar la casa e ir a ayudar a su padre en la cabina. Él había tenido que ir al Mercado de las Sombras desde que tenía 7 años. Y 8 años después, seguía sintiendo la misma sensación de shock y asombro cuando caminaba por el Callejón Kendall, a través de la vieja Pasadena y de una pared de ladrillo, pasando a través de esta hacia un explosivo mundo de colores y luz. Solo unos bloques más adelante hay tiendas de Apple que venden dispositivos y laptops, Fabricas de Cheesecake, mercados de comida orgánica y tiendas de moda y boutique. Pero aqui este callejón se abría una inmensa manzana, resguardado en cada lado para evitar el descuido de que algún vago entre en el Mercado de la Sombra. El Mercado de la Sombra de Los Angeles abría cuando la noche llegaba. Y este existía y no existía. Kit sabía que cuando caminaba en medio de los brillantes y decorados establecimientos, caminaba en un espacio que desaparecía cuando el sol salía en la mañana. Pero en el tiempo que él estaba allí, lo disfrutaba. Era el regalo que tenía que nadie más a su alrededor lo tenían. El regalo era como su padre lo llamaba, a pesar de que el nunca pensó que sería más de uno. Hyacinth, el adivinador de cabello lavanda al borde del Mercado, lo llamaba la Visión. Este nombre provocaba en Kit aún más sensaciones. Después de todo, lo único que lo separaba a el de los demás niños ordinarios era que el podía ver cosas que los demás no podían. A veces, cosas sin brazos, Pixies saliendo del pasto húmedo alrededor de las cominerías, las caras pálidas de los vampiros en las estaciones de gas tarde en la noche, personas tronándose dedos como 2
un contador de dinero; pero cuando Kit veía de nuevo, veía las garras de un hombre lobo. Esto venía sucediendo desde que era un niño pequeño. Y su padre también la tenía. La Visión venia de familia. Resistiendo la urgencia de reaccionar de la peor manera. Caminando a casa de la escuela, una tarde el había visto un grupo de hombres lobos desgarrando otro en un parque de juegos desierto. Quedándose en el pavimento, el había gritado hasta que la policía llego. Aunque no había nada que ellos pudieran ver. Luego de eso su padre lo mantuvo en su casa, enseñándole el mismo con libros antiguos. Él se mantenía en el sótano jugando videojuegos y rara vez salía durante el dia o cuando el Mercado de la Sombra abría. En el mercado él no tenía que preocuparse por reaccionar ante nada. Este estaba lleno de cosas coloridas y bizarras que lo habitaban. Había Ifrits sosteniendo perfumes, Djinn desatadas y hermosas Peri-Girls bailando enfrente de las cabinas que vendían relucientes y peligrosos polvos. Un Banshee encerrado en un establo que prometía decirte cuando morirás. Kit no podía imaginarse porque nadie querría conocerse todo esto. Un Cluricaun ofrecían encontrar objetos perdidos, y una joven bruja de cabello verde brillante vendía brazaletes y pendientes para atraer el amor. Cuando el volvió a mirarla, ella le sonreía. "Oye, Romeo" el padre de Kit le dio un codazo en las costillas "No te he traído para que coquetees. Ayúdame a subir esto al mostrador" Pateo hacia Kit su taburete de metal doblado y le sostuvo la losa de madera que tenía grabado el nombre del establecimiento: Johnny Rook's No era el nombre más original, pero el padre de Kit no había tenido nuca una sobrecarga de imaginación. Lo que no era lo más extraño. Kit tenía que clavar un clavo para que sostuviera el letrero, para la lista de clientela que
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incluía Brujos, Hombres Lobo, Espíritus, Vampiros, Demonios, y de algunas veces, una sirena (Quien había conocido en secreto en SeaWorld) Aun asi, un simple letrero fue lo mejor, el padre de Kit vendía algunas pociones y polvos -algunos por debajo de la mesa por su cuestionable legalidad- pero nada de esto atraía la suficiente gente para su tienda. El hecho fue que Johnny Rook era un chico que conocía cosas. Nunca nada sucedia en el bajo mundo de L.A. de lo que él no estuviera consiente, nadie tan poderoso que no conociera una manera de ponerse en contacto con ellos. Él era un tipo que tenía información, y si tenías el dinero, podía hablarles de ti. Kit bajo de un salto del taburete y su padre le dio dos dólares con cincuenta "Consigue cambio con alguien" le había dicho su padre sin mirarlo, tenía que empujar el gran libro rojo debajo del mostrador mientras, probablemente tratando de figurarse quien le debía dinero "Es el más pequeño. Tenía que" Kit asintió y se metió debajo del mostrador para salir de la cabina. Alegre de salir de allí. Un recado era una excusa para pasear. Pasó frente a un puesto que tenía unas flores oscuras y de aroma dulce y ponzoñoso. Y otro donde un grupo de personas en enormes trajes entregaban panfletos frente a un anuncio que rezaba; EN PARTE SOBRENATURAL? NO ESTAS SOLO! LOS SEGUIDORES DE LOS GUARDIANES TE QUIEREN PARA QUE TE UNAS A LA LOTERIA! TEN UN POCO DE SUERTE EN TU VIDA. Una mujer de labios rojos y cabello oscuro trataba de poner un panfleto en sus manos. Cuando él no lo tomo, ella dio una mirada sensual más allá de él, hacia Johnny, quien sonrió. Kit puso los ojos en blanco, había un millón de cultos que brotaban, algunos de algún demonio o ángel, pero ninguno muy importante como para ir por ellos. Pasando por su puesto de bebidas favoritas, compro una taza de Hielo Teñido de Rojo, que sabía cómo a frambuesas, fruta de la pasión y crema, 4
todo licuado junto. Kit trataba de ser cuidadoso con a quien le compraba algunas bebidas en el mercado podían destruir tu vida- aunque nadie iba a tomar riesgos con el hijo de Johnny Rook. Johnny Rook sabía algo acerca de todos. Crúzate con él y él se encargara de encontrar tus secretos y que no tengas ninguno nunca más. Kit rodeo de vuelta hacia la bruja que vendía joyería encantada. Ella no tenía un puesto; ella estaba, como usualmente, sentada en un pareo impreso, del tipo barato, y ropa brillante de la que podían comprar en Venice Beach. Daba la impresión de que se te acercaba. "Hola, Wren" El no conocía su verdadero nombre, pero asi era como todos en el mercado la llamaban. "Hola chico lindo" ella se movió en su asiento para hacerle espacio, haciendo que sus pulseras y adornos campanearan "Que te trae a mi humilde morada" Él se sentó a su lado en el piso. Sus pantalones tenían varios huecos en los tobillos. El deseaba que pudiera guardar algo del dinero que ganaba su padre para comprarse el mismo algo de ropa nueva "Mi padre me necesita para cambiarle dos cincuenta" "Shh..." ella lo cayo con una mano "Aqui hay gente quienes podrían cortarte por dos cincuenta y luego vender tu sangre como fuego de dragón" "No a mi" dijo confidencialmente "Nadie aqui quisiera tocarme" se inclinó hacia atrás "A menos que ellos lo quieran también" "Y yo que pensaba que aqui todo era encantamientos para coquetear sin vergüenza" "Yo soy tu encantamiento de coqueteo sin vergüenza" ella le sonrió a dos personas que caminaban; un hombre alto y guapo con un mechones blancos en su cabello negro y una chica morena cuyos ojos estaban ocultos por unas gafas. Ellos la ignoraron. Pero Wren percibió por la visión a los dos 5
asistentes del mercado; un hombre fuerte y una mujer de cabello marrón colgándole detrás de la espalda. "Hechizos de protección" dijo Wren triunfante "Garantizados para mantener tu seguridad. También oro y bronce, no tan solo plata" La mujer compro un anillo con una piedra lunar en él, y moviéndolo charlaba con su compañero "Como sabias que era hombres lobo?" Pregunto Kit "Por la mirada en sus ojos" dijo Wren "Los hombres lobos son compradores impulsivos. Sus miradas se saltan cualquier cosa de plata" Wren rio "He estado haciéndome una fortuna con estos encantamientos de protección desde que comenzaron esos asesinatos" "¿Que asesinatos?" Wren hizo una mueca "Toda clase de cosas mágicas. Cuerpos muertos vueltos al revés y cubiertos por lenguaje demoniaco. Quemados, drenados, cortados de las muñecas. Toda clase de rumores. Como no pudiste haber escuchado eso? Acaso no pagas por información del submundo?" "No" dijo Kit "Realmente no" el había estado viendo a la pareja de licántropos hacer su camino hacia el norte, el fin del mercado. Donde los licántropos tendían a reunirse para comprar lo que sea que necesitaran vajilla de madera y hierro, acónito, pantalones desgarrados. A pesar de que el Mercado estaba destinado a juntar a los submundos, ellos tendían a dividirse en grupos según su tipo. Había un lugar donde los vampiros se reunían para comprar sangre saborizada o encontrar nuevos subyugados entre aquellos que habían perdido sus amos. Había varios pabellones de hadas de vino y flores, encantamientos y adivinos que te decían la fortuna. Ellos se mantenían dándole la espalda al resto del mercado, prohibiéndose hacer negocios como los otros. Los Brujos, extraños 6
y atemorizantes, tenían sus establecimientos hacia el final del mercado. Cada uno usando una marca que proclamaba su herencia demoniaca: algunos tenían colas, otros alas o cuernos enrollados. Kit se había vislumbrado una vez una Bruja que tenía la piel completamente azul, como un pez. Luego estaban aquellos con la visión, como Kit y su padre, gente ordinaria bendecida con la habilidad de ver el mundo de las sombras, de ver a través de los glamoures. Wren era uno de ellos; Una bruja Auto-Didacta que había tenido que pagarle a un brujo por un curso de encantamientos básicos, pero ella mantenía un perfil bajo. Los humanos no suponían que hacia brujería, pero aqui había un próspero comercio clandestino en enseñarla. Podía hacer buen dinero con ello, pero tenías que estar cuidándote de"Cazadores de sombras" dijo Wren. 'Como sabes que estaba pensado en ellos?" "Porque se están acercando ahora mismo. Dos de ellos" Ella señalo con un movimiento de la barbilla hacia la derecha, sus ojos brillando en alarma. En caso de que el mercado fuera descubierto, las personas movían y deslizaban casualmente sus cajas de pociones, pociones peligrosas y encantamientos que podrian matar, fuera de la vista. Lo Djinn eran amarrados por sus amos. Los peris paraban de bailar y cuando los Cazadores de Sombras los miraban, sus facciones se volvian frias y duras. Habian dos de ellos. Un chico y una chica, probablemente de diecisiete o dieciocho años. El chico tenia el cabello rojizo, era alto y lucia altetico. Kit no podia ver el rostro de la chica, solo masas de cabello rubio que caian sobre sus hombros. Una espada de oro estaba atada con una correa atraves de su espalda. Y caminaba con la clase de confidencialdiad que no podias ocultar. Ambos usaban uniformes, ropa de proteccion dura que los marcaban como Nephilims: en parte humano, en parte angel. Los incuestionables 7
gobernantes sobre cada criatura sobrenatural. Ellos tenian Institutos -algo asi como inmensas estaciones de policia- en cada ciudad grande en el mundo, desde desde Rio hasta Baghdad, hasta Lahore, hasta Los Angeles. Muchos de los Cazadores de Sombras nacian entre ellos, pero tambien podian convertir simples humanos en Nephilims si asi lo deseaban. Ellos habian estado desesperados en llenar sus filas desde que habia perdido una gran cantidad de vidas en la Guerra Oscura. La verdad era que ellos secuestraban cualquier persona que demostrara seĂąales de ser un potencial Cazador de Sombras decente. Cualquiera, en otras palabras, que tuviera la vision. "Ellos estan yendo al puesto de tu padre" susurro Wren. Estaba en lo correcto. Kit se tenso cuando los vio mover la cabeza por las filas.de establecimientos hasta el que tenia un letrero que rezaba: JOHNNY ROOK'S. "Levantate" Wren estaba sobre sus pies, disparando a Kit en una posicion de pie. Ella se inclino hacia abajo para esconder su mercancia debajo de la ropa sobre la que se sentaba. Kit noto un extraĂąo dibujo en la parte de abajo de su mano, un simbolo de lineas como agua corriendo debajo de una llama. Quizas ella habia tenido que dibujarlo ella misma "Me tengo que ir" "Por los Cazadores de Sombras?" Dijo Kit con sorpresa, parandose detras para permitirle empacar "Shhh..." estaba a toda prisa, su colorido cabello bricando. "Rara" murmuro Kit, mirando hacia la.cabina de su padre. El se acerco a su lado, con la cabeza abajo y sus manos en los bolsillos. Estaba bastante seguro de que su padre le diria si puede presentarse en frente de los Cazadores de Sombras -tomando en cuenta los rumores acerca de que ellos estaban presionando a cualquier humano con la vision- pero el no podria ayudarlo aunque quisera escuchar a hurtadillas.
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La chica rubia se inclino hacia adelante, los codos sobre el moatrador de madera "Un gusto verte Rook" ella dijo con una sonrisa victoriosa. Ella era bonita, penso Kit, y el chico que se alzaba sobre ella. Ella era una Cazadora de Sombras. Era innegablemente guapa, guapa como ninguna otra. Sus brazos eran largos y delgados, con cicatrizes palidas desde sus codos hasta sus muĂąecas. Tatuajes negros en forma de extraĂąos simbolos de a arriba a abajo en sus brazos, en patron sobre su piel. Uno asomaba en el escote en V de su camisa. Eran runas, las marcas que le daban a los Cazadores de Sombras su poder. Solo los Nephilims podian usarlas. Si dibujabas alguna sobre la piel de un humano o un submundo, podia ser muy peligroso. "Y quien es este?" Pregunto Johmny seĂąalando con la barbilla hacia el chico "El famoso Parabatai?" Kit miro hacia el par con renovado interes. Cualquiera que supiera un poco acerca de los Nephilims, sabia que eran Parabatais. Una pareja de guerreros que juran tener lealtad platonica hacia el otro por siempre, luchar uno al lado del otro. Vivir y morir para el otro. Jace Herondale y Clary Fairchild, los mas famosos Cazadores de Sombras en el mundo, tienen parabatais de los cuales Kit no sabia mucho. "No" la chica arrastro las palabras, tomando un envase con agua verdosa de uno de las pilas de la caja registradora. Esa podria ser una pocion de amor, penso kit, sabia que algunos de los envases podian haber estado llenos de comida colorida "Este no es el tipo de lugar de Julian" su mirada parpadeaba alrededor del mercado. "Soy Cameron Ashdown" dijo el pelirojo estirando una mano hacia Johnny, mirandolo perplejo, el la agito. Kit tomo la oportunidad para colarse debajo del mostrador "El novio de Emma"
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La chica rubia -Emma- hizo una mueca, apenas perceptible. Camero Ashdown podria ser el novio de Emma ahora, penso Kit, pero el no apostaba que seguiria asi si seguia siendo asi. "Huh" dijo Johnny, tomando el envase de las manos de Emma "Supongo que estan aqui para recargar e irse" el miro hacia algo que parecia retasos de tela roja que sobresalia de uno de los bolsillos. Kit se sobresalto. Que posibilidad habia de que estuviera interesado en un cuadrado de algodon? Emma se enderezo. Lucia tensa ahora. "No habias encontrado nada?" "Si lo hubieras tirado en una lavadora con ropa blanca, definitivamente podrias haber pitando tus calcetines de rosa" Emma fruncio el ceĂąo mientras tomaba el trozo de tela "No estoy bromeando, no sabes cuanta gente tuve que sobornar para obtener esto. Esto estaba en el Laberinto en Espiral, es un trozo de la ropa que usaba mi madre cuando fue asesinada" Johnny le sostuvo una mano "Lo se. Yo solo-" "No seas sarcastico. Mi trabajo es ser sarcastico. Su trabajo es conseguirnos informacion" "O pagar" dijo Cameron "Pagar por informacion tambien esta bien" "Mira, no puedo ayudarte" dijo el padre de Kit "No hay nada magico aqui. Solo algodon y sueteres rayados, pero nada de algodon" Una expresion de desapruebo paso por la cara de la chica vivida e inequivoca. Ella no trato de ocultarlo, solo metio el trozo de tela de vuelta al bolsillo. Kit no podia ayudarla o sentir un poco de simpatia por ella, solo sorpendido -el nunca penso que tendria que simpatizar con un Cazador de Sombras.
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Emma lo miro, como si le hubiera hablado "Entonces" ella dijo, con un repentino brillo en sus ojos "Tienes la vision, como tu padre. Cuantos aĂąos tienes?" Kit se congelo mientras su padre se movia rapidamente en frente de el, bloqueandolo de la vista de la chica "Ahora, pienso que estas por preguntarme acerca de los asesinatos que han estado sucediendo. Detras de su informacion, Castairs?" Aparentemente Wren tenia razon acerca de cualquiera que supiera algo acerca de los asesinatos. El pudo escuchar la nota de alerta en la voz de su padre, esa que podia asustarlo incluso a el. Pero estaba atrapado detras del mostrador sin ninguna ruta de escape. "He escuchado algunos rumores acerca de mundanos muertos" dijo Emma. Muchos Nephilims usaban ese termino para referirse a humanos normales con un intenso desprecion. Pero Emma solo lo decia con cansansio "Nosotros no investigamos a Mundanos matandose entre ellos. Eso es para la policia" "Aqui hubieron varias Hadas muertas" Dijo Johnny "Algunas de ellas videntes" "Nosotros no podemos investigarlo" dijo Cameron "Y lo sabes. La Paz Fria nos lo prohibe" Kit escucho un bajo murmullo proveniente de los establecimientos cercanos; un ruido que lo dejaba saber que no era el unico que escuchaba a hurtadillas. La Paz Fria era una de las leyes de los Cazadores de Sombras. Formada hace ya cinco aĂąos atras. El apenas podia recordar algp antes de eso. Ellos lo llamaban Ley, como minimo. Pero lo que en realidad era, era un castigo. Cuando Kit tenia diez aĂąos, una guerra habia estremecido el mundo de los submundos y Cazadores de Sombras. Uno de los Nephilims, Sebastian 11
Morgenstern, se habia vuelto contra los suyos; habia ido de instituto en instituto, destruyendo a sus habitantes y forzandoles a luchar con el en una abominable armada de esclavos controlados mentalmente. La mayoria de Nephilims en el instituto de Los Angeles habian sido tomados o asesinados. Kit habia tenido pesadillas acerca de eso. Acerca de sangre corriendo a traves de calles que nunca habia visto, calles pintadas con runas de los Nephilims. Sebastian habia sido ayudado por el pueblo de las hadas en su intento de destruir a los Cazadores de Sombras. Kit habia aprendido acerca de las hadas en la escuela; pequeĂąas y lindas criaturas que vivian en los arboles y usaban las flores como ropa. El pueblo de las hadas no eran nada como eso. Ellos variaban desde las sirenas, a los duendes, a los Kelpies con dientes de tiburon y a la alta burgesia de las hadas, aquellos que tenian altos rangos en las cortes de las hadas, llenas de personas altas, hermosas y terrorificas. Las cortes de las hadas se dividian en dos; la Corte Seelie, un lugar peligroso gobernado por una reina que no se habia visto en aĂąos. Y la corte Unseelie, un oscuro y traicionero lugar lleno de magia negra, con un rey descrito como un monstruo de leyenda. Ya que las hadas habian sido los subterraneos que habian jurado lealtad a los cazadores de sombras, su traicion fue un crimen inolvidable. Los Cazadores de Sombras tuvieron para ellos un abominable castigo al que llamaron la Paz Fria; forzandolos a pagar enormes sumas para reconstruir los edificios de los Nephilims que ellos habian destruido. Deshaciendo sus ejercitos e instruyendo a los demas submundos para que no los ayuden. El castigo por ayudarlos era terrible. Las hadas eran un antiguo, magico y orgulloso pueblo. O al menos eso es lo que decian. Kit nunca habia escuchado nombrarlos como nada mas que destruidos. Muchos de los submundos y habitantes del sombrio espacio entre el mundo de las sombras, no les gustaban las hadas, o mantenian mucho resentimiento en contra de ellos. Pero ninguno de ellos querian ir en 12
contra de los cazadores de sombras. Los Vampiros, Hombres Lobo y Brujos mantenian su distancia de ellos en cualquier lugar excepto el mercado, donde el dinero era mas importante que la ley. "En serio? " dijo Johnny "Que si te digo que los cuerpos fueron encontrados cubiertos de escritos" La cabeza de Emma salto hacia arriba. Sus ojos marrones, casi negros, con una expresion de sorpresa contra su rostro palido "Que dijiste?" "No lo se" dijo Johnny "Solo lo que he escuchado. Aun asi, es sospechoso. No es asi?" "Emma" dijo Cameron alarmado " A La Clave no le gustara esto" La Clave era el gobierno de los Nephilims. En la experiencia de Kit, a ellos no les gustaba nada. "No me importa" dijo ella. Se habia olvidado completamente de Kid; ella miraba fijamente al padre de Kid. Sus ojos ardiendo "Dime lo que sepas. Te dare doscientos" "Bien, pero no se mucho" dijo Johnny "Agarraron algunos, hace unas noches los encontraron muertos" "Y la ultima vez que alguien consiguio agarrarlos?" Pregunto Cameron. "Hace dos noches" respondio Johnny, claramente sintiendo como estaba mas cerca de su pago "Probablemente el cuerpo vaya a ser enterrado maĂąana en la noche. Todo lo que tienen que hacer es mostrarse y atraparan al enterrador" "Entonces, porque no nos dices como hacerlo?" Dijo Emma. "Dicen en las calles que el proximo entierro sera en West Hollywood. En el Bar Sepulcro" 13
Emma aplaudio emocionada. Su novio dijo su nombre de nuevo, pero Kit pudo haberles dicho que estaban perdiendo su tiempo. El nunca habia visto a una chica adolescente emocionada por nada como eso -ningun actor famoso, ninguna banda de chicos, ninguna joyeria. Esta chica estaba practimamente vibrando por la idea de un cuerpo muerto. "Porque no lo haces, si estas tan seguro acerca de estos asesinatos?" Le demando Cameron a Johnny. El tenia ojos bonitos, penso que ellos eran una ridiculamente atractiva pareja. Si es que no eran nada mas. El se preguntaba como podria lucir el famoso Julian. Si el era lo minimo como para ser el mejor amigo platonico de esta chica, probablemente lucia como la parte trasera de un autobus. "Porque no quiero" dijo Johnny "Suena bastante peligroso. Pero ustedes aman el peligro. O no, Emma?" Emma hizo una mueca. Parecia que tanto Johnny como Kit sabian que ella lo sabia bastante bien. Se iba antes de que le hicieran preguntas -era extraĂąo que el la hubiera visto por primera vez, aunque el no haya ido a cada mercado. Ella metio su mano en el bolsillo y tomo un fajo de billetes, el cual le ofrecio a su padre, el se sorprendio de que hubiera estado en su casa. Cuando los clientes llegaban a su casa, el padre de Kit los llevaba al sotano y se quedaban alli, sin hacer ninguna clase de sonido. "La clase de gente con la que trato, no es la clase de gente que querrias ccnocer" es lo unico que dijo su padre. Una vez Kit habia estado vagando por accidente escaleras arriba mientras su padre hacia tratos con un grupo de encapuchados. Inclinandose, les parecia monstruos con sus bocas y ojos cosidos, pero con la cabeza calva y reluciente. Su padre lo habia llamado Gregori, un Hermano Silencioso -Cazadores de Sombras que habian sido marcados y torturados magicamente hasta que se conviritero en algo mas que humanos; Ellos hablaban en tu mente y podian 14
leer las de otras personas. Kit nunca volvio a estar escaleras arriba mientras su padre estaba en una de sus "Reuniones" Kit sabia que su padre era un criminal. Sabia que el vendia secretos por una vida, aunque no le mentia; Johnny se enorgullecia de tener buena informacion. Kit sabia que su propia vida probablemente esta siguiendo el mismo camino. Es dificil vivir una vida normal cuando constantemente tienes que pretender que no ves lo que esta frente a ti. "Bien, gracias por la informacion" dijo Emma, dando la vuelta para alejarse del puesto. La funda de su espada brincando y brillando en su espalda por las luces del mercado que iluminaban los establecimientos. Kit se sorprendio al encontrarse pensando en como el podria ser un Cazador de Sombras. De vivir entre personas que veian lo mismo que el veia. De no estar nunca mas asustado de lo que podria estar entre las sombras "Mira a tu alrededor Kit" Ella le guiĂąo un ojo a Kit. Johnny miro alrededor para ver como ella desaparecia al fondo del mercado junto con su pareja. "Le dijiste algo a ella?" Demando Johnny "Porque seria que ella se concentraba en ti?" Kit alzo las manos a la defensiva "Yo no dije nada" protesto "Creo que ella me escuchaba" Johnny rio "Trata de hacerte notar menos" El mercado estaba encendiendose de nuevo ahora que los Cazadores de Sombras se habian ido. Kit pudo escuchar musica y burbujas saliendo del parloteo de las voces "Como conocias tan bien a esa chica Nephilim?" "Emma Carstairs? Ella ha estado viniendo a mi por informacion por aĂąos. No parece que ella se preocupe por romper las reglas. Me gusta ella, mucho mas de lo que te podria gustar ninguno de ellos"
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"Ella te quiere para encontrar a quien asesino a sus padres" Johnny abrio un cajon "No se quien mato a sus padres, Kit. Probablemente un hada. Sucedio durante la Guerra Oscura" el miro en el interior "Pero quiero ayudarla. Por que? Por el dinero que los Cazadores de Sombras Gastan" "Y tu quieres que los Nephilims paguen por algo que no tienes?" Dijo Kit, era una supocision, pero pensaba que era una buena "Tienes algo que hacer?" Johnny cerro el cajon de un golpe "Quizas" "Para alguien que vende secretos, guardas muchos de ellos" dijo Kit metiendo sus manos en los bolsillos. El rodeo sus hombros con un brazo, un gesto de afecto raro en el "Mi mas grande secreto" dijo el "Eres tĂş"
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Capítulo 1 –Un sepulcro en éste reino. "Es solo que esto no esta funcionando" dijo Emma "Esta relacion, quiero decir" Sonidos desconsolados provenian del otro lado de la linea telefonica. Emma apenas era capaz de decifrarlos -la recepcion no era particularmente buena en el Bar Sepulcro. Ella camino por el borde del tejado, mirando hacia abajo al patio central. Arboles de Jacaranda fueron enrrollados con luces electricass ultramodernas, y elegantes mesas y sillas fueron desperdigadas por todo el jardin central. Por igual, elegantes y modernos hombres y mujeres jovenes llenaban el lugar, copas brillantes de vino brillaban en sus manos, con burbujas de vino rojo y rosa. Habia algo acerca de los glamoures que hacia que Emma quisiera patear una de las tejas del tejado hacia abajo o hacer una pirueta en la multitud. La Clave podia
encerrarte por un
largo tiempo por esta clase de
comportamiento, penso. Pero los mundanos no podian ver a los Cazadores de Sombras glamourisados. Si Emma saltaba en el patio central, ninguno de ellos verla. Su piel estaba cubierta por runas de glamour, aplicadas por Christina, que la hacian invisibe a todos a menos que tuvieran la vision. Emma acerco aun mas el telefono a su oido "Bien, nuestra relacion" dijo ella "Nuestra relacion no esta funcionando" "Emma" Cristina silvo detras de ella. Emma se giro, sus piernas balanceandose al borde del tejado. Ella estaba sentada en un borde del tejado detras de ella, puliendo un cuchillo con un paño azul palido. El paño emparejaba las bandas que llevaba en su oscuro cabello detras de su cara. Todo en Cristina era linpio y pulcro -ella se encargaba de lucir como un profesional en su equipo de pelea, como mucha gente podria lucir en un traje de poder. Su medallon de buena suerte brillando bajo el hueco de su anillo familiar. Rodeado con un patron de rosas por Rosales brillando en su mano, 17
mientras colocaba el cuchillo envuelto en su paĂąo a su lado "Emma, recuerda. Usa tus Declaraciones" Cameron seguia murmurando algo al otro lado de la linea, algo acerca de verse para hablar, Emma sabia que seria inutil. Se centro en la escena que habia debajo de ella -acababa de moverse una sombra entre la multitud, o solo se lo imaginaba? Quizas era solo una ilusion. Normalmente Johnny Rook era una fuente fiable, y lucia seguro acerca de esta noche. Pero Emma odiaba haberse preparado con anticipacion solo para descubrir que no habria ninguna batalla y habia perdido sus esfuerzos. "Esto no es por ti, es por mi" Cristina le dedico un pulgar arriba alentador "Estoy enferma de ti" Ella le dio una brillante sonrisa cayendo su cara en sus manos "Quizas podriamos volver a ser amigos?" Se escucho un click cuando Cameron colgo. Emma metio su telefono de vuelta en el bolsilo y miro de nuevo hacia la multitud. Nada. Molesta, escalo la pendiente del tejado hasta sentarse al lado de Christina "Bien, esto podria haber ido mejor" "Piensas eso?" Cristna tomo sus manos fuera de su cara "Que pasa?" "No lo se" dijo Emma y busco su Estela, el delicado instrumeto hecho de Adamas que los Nephilims usaban para pintar runas de proteccion en su piel. Este tenia un mango curvo hecho de hueso de demonio y habia sido un regalo de Jace Herondale, el primer crush de Emma. Muchos Cazadores de Sombras cambiaban de estelas como los mundanos cambiaban de lapices, pero esta era especial, y Emma la guardaba con el mismo cuidado que guardaba su espada "Siempre sucede. Todo bien, y entonces una maĂąana me despierto y solo el sonido de su voz me causa dolor de estomago" Emma miro a Cristina culpable "Lo intento" agrego "Espero semanas! Sigo esperando que todo pueda salir mejor. Pero no lo hace"
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Cristina codeo su brazo "Lo se, cuate" dijo ella "Solo que no eres realmente buena teniendo..." "Tacto?" Sugirio Emma. El ingles de Christina estaba cerca de ser decente, pero Emma a veces olvidadaba que ese no habia sido su primer idioma. Por otro lado Cristina hablaba siete idiomas aparte de su espa単ol nativo. Emma hablaba ingles y algunas palabras en espa単ol, griego y latin. Podia leer tres idiomas demoniacos diferentes y hablar en cinco. "Iba a decir relaciones " dijo Cristina, sus ojos marron oscuro centelleando "Solo he estado aqui por dos meses y ya te has olvidado de tres citas con Cameron. Te saltaste tu cumplea単os y ahora lo estas dejando por una patrulla de rutina" "El solo quiere jugar videojuegos" dijo Emma "Odio los videojuegos" "Nadie es perfecto, Emma" "Pero algunas personas son perfectas para otras personas. No te has puesto a pensar en eso?" Un extra単o brillo paso por la cara de Cristina, tan rapido que penso que se lo habia imaginado. A veces, Emma recordaba que tan cercana se sentia de Christina. Ella no la conocia -no de la forma en que lo hacia con Julian, la manera en que conoces a alguien con el que has compartido cada momento de tu infancia. Lo que le habia sucedido a Cristina en Mexico- lo que sea porque tuvo que salir corriendo a Los Angeles, dejando a su familia y amigos- era algo que no hablaba con Emma. "Bien" dijo Cristina "Al final me trajiste contigo para darte apoyo moral y ayudarte a atravesar estos tiempos dificiles" Emma pico a Cristina con su estela "Yo no habia planeado dejar a Cameron. Nosotras estabamos aqui, y el llamo, y su cara aparecio en mi telefono bueno, actualmente una llama aparece en mi telefono porque no tengo 19
ninguna foto de el, por lo que solo uso una llama- y la llama me pone muy hambrienta. Solo me estoy ayudando a mi misma" "Mal momento para ser una llama" dijo Cristina. "En algun momento ha sido un buen momento, realmente?" Emma volteo su estela en torno a su mano y comenzo a dibujar una runa de Paso Firme en su brazo. Ella se enorgullecia de tener buen equilibrio sin runas, pero en un techo inclinado probablemente seria una buena idea estar segura. Emma penso en Julian, muy lejos en Inglaterra, con una punzada en su corazon. El podria haber estado orgulloso de que ella iba a ser cuidadosa. El podria haber dicho algo gracioso y romantico y auto-critico acerca de eso. Ella lo echaba de menos, cuando tenias un parabatai, unidos juntos magicamente por algo mucho mas fuerte que una amistad. Ella echaba de menos a todos los Blackthornes. Habia crecido jugando con Julian y sus hermanos y hermanas, viviendo con ellos hasta que tuvo doce aĂąos -cuando ella habia perdido a sus padres. Y la madre de Julian habia muerto, y habia perdido a su padre. Siendo solo un niĂąo habia tenido que encargarse de una ruidosa, grande y amorosa familia. No todo podria ser tan facil, pero el los adoraba, desde Drusilla hasta Tiberius, quien amaba las historias de detectives. Al principio del verano el habia tenido que dejarla para visitar a su tio abuelo en Sussex- la familia Blackthorne habia sido originalmente britanica. Marjorie, le habia explicado Julian, habia vivido cerca de cien aĂąos y no habia muerto en ningun momento; y ellos habian tenido que ir a visitarla. Antes de que se hubieran ido por dos meses, todos excepto su tio, el director del Instituto. El shock para el sistema de Emma habia sido severo. El Instituto habia pasado de ser ruidoso a ser tranquilo. Lo peor de todo, cuando Julian se habia ido, Emma sentia como un constante e incomodo dolor leve sobre su pecho. 20
Salir con Cameron no habia ayudado en nada, pero la llegada de Cristina lo habia hecho inmensurablemente. Ella era de los Cazadores de Sombras que habian alcanzado los dieciocho aĂąos y eran enviados a visitar los diferentes Institutos para aprender de las diferentes costumbres. Ella habia llegado a Los Angeles de la ciudad de Mexico -no habia nada inusual en esto, pero siempre daba la impresion de que realmente estaba escapando de algo. Emma, mientras tanto, habia estado huyendo de la soledad. Ella y Crhistina habia corrido una al lado de la otro, convirtiendose en mejores amigas mas rapido de lo que Emma habia creido posible. "Diana estara complacida de que hayas terminado con Cameron" dijo Christina "A ella no les gustaba" Diana Wrayburn era la tutora de los Blackthorne. Ella era extremadamente inteligente, extremadamente estirada y extremadamente aburrida, para que Emma cayera dormida en medio de una sus clases porque se habia quedo despierta hasta tarde la noche anterior. "Diana piensa que las relaciones son solo distracciones para el estudio" dijo Christina "Porque salir con alguien cuando puedes aprender un nuevo idioma. Quiero decir, quien querria saber como decir "Ven a menudo" En purgatic?" Cristina rio "Suenas igual que Jaime. El odia estudiar " Emma se animo por lo que oia; Cristina rara vez hablaba de sus amigos o familiares que habia dejado atras en la Ciudad de Mexico. Ella sabia que el tio de Christina habia huido del Instituto de la Ciudad de Mexico antes de que lo hubieran asesino en la Guerra Oscura, y su madre habia sido tomada. Su padre habia muerto cuando era niĂąa. Pero nada mas que eso "Pero no Diego. El ama eso. El hace trabajo extra solo por diversion" "Diego? El chico perfecto? El unico que ama tu madre?' Emma comenzo a trazar con su estela sobre su piel, la runa de hipermetropia tomando forma 21
sobre su piel. Las mangas de su uniforme llegando hasta su codo, la piel debajo de esta toda marcada con las citrices blancas y palidas de runas que ya habia usado tiempo atras. Cristina se acerco y tomo la estela de las manos de Emma "Aqui, dejame hacerlo" Ella continuo con la runa de hipermetropia, tenia unas excelentes manos para.dibujar runas, cuidadosas y precisas "No quiero hablar hablar acerca del perfecto Diego" dijo "Mi madre estuvo hablando de Diego de nuevo. Puedo preguntarte algo acerca de algo mas?" Emma asintio. La presion de la estela contra su piel le era familiar, casi placentera. "Se que quisiste venir aqui porque Johnny Rook te dijo que aqui podrian estar los cuerpos que encontraron con escrituras en ellos, y el cree que uno podria volver esta noche" "Correcto" "Y tu esperas que esas escrituras puedan ser las mismas que encontraron en los cuerpos de tus padres" Emma se tenso, ella no podia ayudar con esto. Cualquier mencion del asesinato de sus padres dolia como si hubiera sucedido ayer. Incluso cuando las personas le personas le preguntaban acerca, gente como Christina "Si" "La Clave dice que Sebastian Morgenstern asesino a tus padres" dijo Cristina "Eso fue lo que me dijo Diana. Eso es lo que ellos creen. Pero tu no crees eso" La Clave. Emma miro hacia el cielo de Los Angeles, hacia la brillante explosion de electricidad que recorria el borde de los edificios hacia el cielo, a los cientos de vallas publicitarias que se alineaban. Sunset Boulevar. Habia sido una palabra inofensiva, "Clave", cuando ella tuvo su primera leccion acerca de ella. La Clave era simplemente el gobierno de los Nephilims,
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conformado por todos los Cazadores de Sombras activos mayores de dieciocho aĂąos. En teoria, todo Cazador de Sombras tenia igual voto y voz en el consejo. Pero de hecho, algunos tenian mas influecia que otros; como cualquier fiesta politica, tenia corrupcion y prejuicios. Para los Nephilims esta tenia un estricto codigo de honor y reglas que tenian que seguir o abstenerse a las consecuencias. La Clave tenia un lema: La Ley es dura, pero es la Ley. Cada Cazador de Sombras la conocia. Las leyes de La Clave tenian que ser obedecidadas, no importa que tan dificiles o dolorosas puedan ser. La Clave anulaba todo lo demas; las necesidades personales, el dolor, la perdida, la traicion. Cuando La Clave le dijo a Emma que tenia que aceptar el hecho de que sus padres habian sido asesinados como parte de la Guerra Oscura, ella tenia que aceptarlo Ella no lo hizo. "No" dijo Emma lentamente "No creo eso" Cristina se sento a su lado, la estela moviendose en su mano con la runa sin terminar, las adamas brillando a la luz de la luna "Puedo preguntar porque?" "Sebastian Morgenstern creo un ejercito" dijo Emma, aun mirando al oceano de luces "El tomo a los Cazadores de Sombras y los convirtio en monstruos que lo servian. Pero no marco su cuerpo escribiendo en ellos con idiomas demoniaco, y ellos fueron deshechados en el oceano. Cuando La Clave trato de mover los cuerpos de mis padres, estos se disolvieron. Eso no habia sucedido con ninguna victima de Sebastian" ella movio sus dedos por una de las tejas del tejado "Y esta es una corazonada. No una pasajera. Tengo que pensar en ello. Creo que es cada dia mas grande. Creo que la muerte de msi padres fue direferente. Y ellos mienten acerca de lo que significa lo que Sebastian hizo" ella se rompio con un suspiro "Lo siento, solo estoy 23
suponiendo. Mira, quizas no sea nada. No tienes porque preocuparte por esto" "Me preocupo por ti" dijo Christina, ella volvio a poner la estela contra la piel de Emma, terminando la runa sin decir otra palabra. Eso es lo que mas le gustaba a Emma de Cristina desde que la conocio -ella no presionaba ni apresuraba. Emma miro la runa en apreciacion cuando Cristina volvio a sentarse, satisfecha con su trabajo. La runa de hipermetropia brillando limpiamente en su brazo "La unica persona que conozco que hace mejor que tu las runas, es Julian" dijo Emma "Pero el es un artista" "Julian, Julian, Julian" hizo eco Cristina en voz baja "Julian es un pintor, Julian es un genio, Julian sabria como arreglar eso, Julian sabria como construirlo. He estado escuchando tanto de el en las ultimas siete semanas hasta el aburrimiento, que creo que cuando lo conozca caere enamorada de el instantaneamente" Emma cepillo sus piernas con sus manos. Se sentian apretadas, con comezon y tensas. Habia venido por una pelea y no hubo ninguna pelea, se dijo a si misma. No se sorprendia de que quisiera saltar en medio de la multitud "El no es tu tipo" dijo ella "Pero el es mi parabatai. Asi que solo estoy siendo subjetiva" Un mejor amigo para siempre, para toda la vida. Cuando los padres de Emma murieron, ella lucho por quedarse con los Blackthorn. En parte porque ella habia perdido cualquier familiar y no podia cocertar la idea de comenzar desde cero, y en parte porque queria quedarse en Los Angeles e investigar la muerte de sus padres. Esto podria haber sido incomodo; ella podria haberse sentido asi, una Carstairs en casa de Blackthorns, fuera de lugar en la familia. Pero no era asi, por Julian. Parabatai era mas que una amistad, mas una familia; te ataba 24
con un vinculo de tal fuerza que cada Nephilim respetaba y reconocia de la misma manera en respetaban el vinculo de esposa y esposa. Nadie podia separar los parabatai. Nadie podia intentarlo. Los parabatai eran mas fuertes juntos. Ellos luchaban como si leyeran la mente del otro. Una runa dibujada por tu parabatai podia ser mas poderosa que diez runas dibujadas por cualquier otro. Algunos parabatais tenian sus cenizas enterradas en las misma tumba, ellos no podian ser separados, incluso en la muerte. No todos tenian un parabatai; de hecho, era bastante raro. Seria una larga vida comportandose en union. Ellos juraban estar siempre al lado uno del otro, de protegerse, de ir donde el otro iba, de considerar su familia tu familia. Estas palabras provenian de las antiguas escrituras de la biblia; donde quiera que tu vayas, yo ire; tu gente sera mi gente; donde tu mueras, yo morire. Y alli sere sepultado. Si habia un termino para esto en el ingles mundano, penso Emma, podria haber sido "Alma gemela". Platonica Alma gemela. Pero ellos no estaban permitidos a estar envueltos amorosamente con su parabatai. Como muchas otras cosas, esto iba contra la ley. Emma nunca lo entendio porque esto no tenia ningun sentido. Pero muchas de las leyes no lo tenian. Tampoco tenia nada de sentido el porque La Clave haya exiliado y abandonado a los medio hermanos de Julian, Helen y Mark, solo por el simple hecho de que su madre haya sido una hada, pero ellos habian tenido que hacerlo. Cuando crearon la Paz Fria. Emma se levanto, deslizando su estela en uno de los bolsillos para armas "Bien, los Blackthorn volveran pasado maĂąana. Entonces podras conocer a Jules" ella se movio con cuidado al borde del tejado al tiempo que escuchaba el repiqueteo de las botas de Cristina mientras hablaba detras de ella "Ves algo?"
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"Quizas no este sucediendo nada" Crsitina se encogio de hombros "Quizas solo sea una fiesta" "Johnny Rook estaba muy seguro" "No olvidaste que Diana te prohibio especificamente verte con el?" "Quizas ella me dijo que dejara de verlo" reconocio ella "Quizas ella haya dicho que el es un criminal que comete crimenes, el cual tengo que decir me golpearia como a un saco, pero ella no dijo que no podria ir al Mercado de la sombra" "Porque todo aquel que conozca a los Cazadores de Sombras no menciona al Mercado de la Sombra" Emma ignoro eso "Y si yo voy con Rook, digo, al Mercado de la Sombra, y el suelta informacion mientras yo chateo y accidentalmente le suelto un fajo de billetes, a lo que le dice "Pagar por informacion"? Solo con dos amigos, uno cuidando sus espaldas y el otro cuidando mis finanzas.." "Ese no es el espiritu de la Ley, Emma. Recuerdas? La Ley es dura, pero es la Ley" "Pienso que deberia ser "La Ley es molesta, pero es un poco flexible" "Ese no es el lema. Y Diana te va a matar" "Si resolvemos el caso, no lo hara. El fin justifica los medios. Ademas, si no sucede nada esta noche, ella no tiene porque enterarse, verdad?" Cristina no dijo nada. "Verdad...?" Repitio Emma. Cristina tomo una bocanada de aire "Lo ves?" Pregunto seĂąalando.
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Emma lo vio. Vio un hombre alto, guapo, cabello liso, con piel palida con ropa hecha a la medida, caminando entre la multitud. Todo el que lo veia pasar, volteaba para verlo sorprendidoa y fascinados. "Hay un glamour sobre el" Emma alzo una ceja, el glamour era una ilusion magica comunmente usada por los submundos para ocultarse a si mismos de los ojos mundanos. Los Cazadores de Sombras solo tenian acceso mediante algunas marcas que provocaban el mismo efecto. Algunos Nephilims no lo consideraban magia; la magia era el area de trabajo de los brujos. Las runas eran un regalo del angel "La question es, vampiro o vidente?" Emma vacilo. El hombre se estaba acercando a una mujer con tacones altos, una copa de champaĂąa en su mano. Su cara era suave y blanca mientras le hablaba. Ella le sonrio agradablemente, acercandose, y hundiendole el collar de oro macizo que usaba. El lo tomo entre sus pequeĂąas manos, con una sonrisa en su cara mientras lo guardaba en un bolsillo. "Vidente" dijo Emma, alcanzadon su cinturon de armas. Un hada lo conplicaba todo. De acuerdo con la ley de la Paz Fria; un Cazador de Sombras no tendria nada que hacer con un hada despues de todo. Un hada estaba fuera de los limites, la rama maldita y olvidada de los submundoa desde la paz fria, la cual habia roto sus acuerdos, sus ejercitos y sus posesiones. Sus tierras no se le consideraban de ellos, los submundos se peleaban entre ellos para clamar que eran de ellos. Calmar muchas de esas batallas era el negocio del Instituto de Los Angeles, pero estos eran negocios de adultos. Los Cazadores de Sombras de la edad de Emma no tenian nada que hacer con las hadas. En teoria. La Ley es dura, pero es flexible. Emma tomo una pequeĂąa bolsa de tela que estaba amarrada a la parte superior de su cinturon. Ella comenzo a abrirlo mientras el vidente se movia de la sonriente muchacha hacia un hombre alto 27
con chaqueta, quien le entrego voluntariamente sus gemelos. El vidente estaba ahora directamente dandole la espalda a Emma y Cristina "A los vampiros no les importa el oro. Pero el pueblo de las hadas pagan tributo a su rey y reina con oro y otras gemas" "He escuchado que la Corte Unseelie les paga con sangre" dijo Cristina. "No esta noche" dijo Emma, agitando la bolsa que habia mantenido abierta y vaciando el contenido de esta sobre la cabeza del hada. Cristina salto de horror cuando el vidente dio un grito de dolor, su glamour le fallo como una serpiente cambiando de piel. Una gran cantidad de alaridos provinieron de la multitud cuando la verdadera apariencia del vidente fue revelada. Ramas creciendo como cuernos enrrolados en su cabeza, piel verde llena de musgo y hongos con grietas por todas partes. Sus manos eran de tres dedos con garras de espatulas. "Emma" dijo Cristina alarmada "Tenemos que parar esto ahora. Llama al Hermano Silencioso" Pero Emma ya estaba lista para saltar. Por un momento ella se sentia ligera, cayendo a traves del aire. Cuando cayo al piso, con las rodillas dobladas frente como le habian enseĂąado. Ella recordo aquellas primeras veces que habia saltado de grandes alturas, las roturas, las caidas torpes, los dias que ella habia tenido que sanar antes de intentarlo de nuevo. Ya no mas. Emma se puso de pie frente al hada entre la multitud que huia, con su cara reluciente desgastada, con ojos amarillos cono los de un gato. Cazadot de Sombras, susurro.
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Los fiesteros seguian huyendo a traves del patio hacia las puertas que los llevaban hacia el estacionamiento. Ninguno veia a Emma, sus instintos se lo impedian y hacian que la rodearan en su huida como agua alredededor del pilar de un puente. Emma estiro su brazo sobre su hombro tomando en su mano el mango de Cortana. Su espada de oro, la cual desenfudo en el aire y apunto con la punta al vidente "No" dijo ella "Soy un caramelo y esta es mi vestimenta" El hada parecia confundido. Emma suspiro "Es facil ser fresco con el pueblo de las hadas. Ellos no hacen bromas" "Nosotros estamos bien con nuestros chistes, bromas y baladas" dijo claramenre ofendido "Algunas de nuestras baladas duran semanas" "Yo no tengo esa clase de tiempo" dijo Emma "Soy una Cazadora de Sombras. vive rapido, muere joven" ella movio la punta de Cortana con impaciencia "Ahora vacia tus bolsillos" "No tengo nada como para romper la Paz Fria" "Tecnicamente cierto, pero nosotros fruncimos el ceĂąo ante el robo a mundanos" dijo Emma "Ahora vacia tus bolsillos o cortare uno de tus cuernos y lo metere donde no te llega el sol" El vidente lucia confundido "Donde no llega el sol? Es esto una broma?" Emma hizo una mueca martirizada y movio a Cortana "Vacialos a ahora o comenzare a pelar tu corteza. Mi novio y yo acabamos de terninar y no estoy de humor" El hada comenzo a vaciar sus bolsillos en el suelo con lentirud, mirandola mienrras "Con que estas soltera" dijo el "Nunca lo hubiera adivinido"
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Un jadeo vino desde detras de ellos "Ahora solo es ruda" dijo Cristina inclinada al borde del tejado. "Gracias Cristina" dijo Emma "Eso fue un golpe bajo.Y para tu nformacion, hada, yo termine con el" El hada se encogio de hombros. Fue un notable encogimiento de hombros, logrando trasmitir varias formas de no cuidarse a la vez. "Despues de todo no se porque" dijo Cristina "El era lindo" Emma rodo loa ojos. El hada seguia vaciando su botin -pendientes, carteras de cuero caro, anillos de diamante que caian al suelo en una cacofonia brillante. Emma se abrazo a si misma. Realmente no le importaba nada que tuviera que ver con joyeria o el robo. Ella estaba buscando armas, libros de hechizos, alguna clase de magia negra que la lograra asociar con las marcas en los cuerpos de su padres "Los Asdonws y los Carstairs no estarian juntos mucho tiempo" dijo ella "Es un hecho bien conocido" Ante esto el hada se paralizo en el lugar "Carstairs?" Sus ojos amarillos fijos en ella "Eres Emma.Carstairs?" Emma
parpadeo,
rapidamente,
miro
hacia
arriba;
Cristina
habia
desaparecido del borde del tejado "En serio creo que no deberiamos de conocernos. Me recuerda a hablar con un arbol" "Lo harias?" Las manos de esparula del hada giraron a sus costados "Tendria mejores expectactivas de un trato mas cortes. O tu y tus amigos del Instituto han olvidado a Mark Blackthorne tan rapido?" "Mark?" Emma se congelo, incapaz de controlar sus reacciones. En ese momento, algo habia brillado dolorosamente a traves de su cara. El vidente habia lanzado un collar de diamantes hacia ella. El vidente azoto una cadena de diamantes hacia ella, ella se agacho pero el borde rozo su mejilla. Ella sintio un punzante dolor y la sangre caliente. 30
Ella volvio a la posicion vertical, pero el vidente ya no estaba alli. Estaba limpiando la sangre en su cara "Emma!" Era Cristina, quien se habia bajado del tejado y ahora estaba en una puerta en la pared. Una salida de emergecia "Se fue por aqui!" Ella se le acerco y juntas patearon la puerta, saliendo al callejon detras del bar. Estaba sprpresivamente oscuro; alguien habia destruido las farolas cercanas. Los basureros estaban contra las paredes, repletos de basura y alcohol. La runa de hipermetropia de Emma quemaba; ella vio la borrosa figura del vidente al final del callejon doblando a la izquierda. Ella partio despues de el, Cristina a su lado. Ella habia pasado mucho tiempo de si vida corriendo junto a Julian por lo que se hacia dificil ajustar su paso para alguien mas. Ella se empujo hacia adelante; corriendo en plano. Las hadas eran rapidas, lo bastante para hacerlo notar. Ella y Cristina rodearon la siguiente esquina, donde el callejon se estrechaba. En su huida el hada habia movido dos contenedores juntos para bloquear su camino. Emma se empujo sobre y contra el contenedor, usandolo para seguir adelante, sus botas resonando contra el metal. Ella.cayo hacia adelante y aterrizo sobre algo suave. Ropa rota debajo de sus uĂąas. Ropas en un cuerpo humano. El hedor de agua estancada y putrefaccion estaba por todas partes. Ella miro hacia abajo hacia un rostro muerto e hinchado. Emma solo un grito. Un momento despues escucho otro clang y Cristina se dejo caer a su lado. Emma oyo a su amiga respirar y exclamar en espaĂąol y los brazos estaban alrededor de ella, empujandola lejos del cuerpo. Ella aterrizo en el asfalto, incapaz de dejar de mirar fijamente. El cuerpo era indudablemente humano. Era un hombre de mediana edad, tumbado de espaldas, con cabello plateado rodeando su cabeza como la melena de un. Habian parches de piel quemada, rojos y negros, burbujas 31
saliendo donde las quemaduras habian sido peores, como espuma en una barra de jabon. Su camisa gris habia sido abierta, y sus brazos y piernas marcados con lineas negras de runas, no runas de Cazadores de Sombras, pero si retorcidos escritos demoniacos. Emma conocia bien esas runas como conocia las cicatrices palidas en sus manos. Ella se habia obsesionado y fotografiado aquellas marcas por cinco aĂąos. Esas eran las marcas que La Clave habia encontrado en los cuerpos de sus padres asesinados. *** "Esta todo bien?" Pregunto Cristina. Emma estaba apoyada contra la pared de ladrillo -la cual olia cuestionablemente y estaba cubierta de grafitis- y evidentemente lanzando mirada sobre el cuerpo muerto del mundano con los Hermanos Silenciosos entorno a el. La primera cosa que Emma habia hecho tan pronto como ella habia podido pensar con claridad, fue llamar a los Hermanos y a Diana. Ahora estaba cuestionando esa decision. Los Hermanos Silenciosos habian llegado instantaneamente y habian rodeado el cuerpo, volteando algunas veces para hablarles a los demas acerca de lo que habian encontrado con sus insonoras voces y tomar notas. Ellos habian usado runas de resguardo para darse un poco de tiempo para trabajar antes de que llegara la polica mundana. Pero cortes y firmemente, requiriendo a un ligero uso de fuerza telepatica- ellos previnieron a Emma de que no se acercara al cuerpo. "Estoy furiosa" dijo Emma "Necesito ver esas marcas. Tengo que tomarles fotos. Fueron mis padres los que fueron asesinados. A ellos no les importa eso. Solo he conocido a un Hermano Silencioso decente y dejo de ser uno" Los ojos de Cristina parpadearon. De alguna manera ella habia conseguido mantener su equipo limpio a traves de todo esto, y se veia fresca y con las mejillas coloradas. Emma se imagino a si misma, con su cabello disparado en 32
todas direcciones y con el horrible olor del callejon en su ropa. Luciendo como en una pelicula de horror "Creo que esto era algo que solo deberiab dejarme hacer" Los Hermanos Silenciosos eran Cazadores de Sombras que habian elegido alejarse del mundo, como monjes, y dedicarse devotamente al estudio y la sanacion. Ellos ocupaban la Ciudad Silenciosa, las vastas cabernas bajo tierra donde los Cazadores de Sombras eran quemados cuando morian. Las horribles cicatrices que tenian no era nada mas que el resutlado del uso de las runas demasiado demasiado poderosas para la carne humana, incluso la de los Cazadores de Sombras. Ellos trabajaban como asesores, bibliotecarios y sanadores -e incluso podian ejercer el poder de la Espada Mortal. Ellos habian sido los que habian celebrado la ceremonia parabatai de Emma y Julian. Ellos estaban en las bodas, cuando un Nephilim nacia y cuando uno moria. Cada momento importante en la vida de un Cazador de sombras era marcada con la aparicion de un Hermano Silencioso. Emma penso en el unico Hermano Silencioso que alguna vez le haya agradado. Ella aun lo echaba de menos, a veces. De repente el callejon se ilumino como con luz de dia. Parpadeando, Emma se volteo para encontrarse con una familiar camioneta pick-up, empujandose en la entrada del callejon. Esta comenzo a parar, las luces delanteras aun encendidas, y Diana Wrayburn salto abajo desde el asiento del conductor. Cuando Diana habia llegado para ser la tutora de los niĂąos del Instituto de Los Angeles cinco aĂąos atras, Emma penso que era la mujer mas hermosa que jamas habia visto. Ella era alta y elegante, con un tatuaje plateado de un pez koi destacando en uno de sus pomulos. Sus ojos marron oscuro con motas de gris en ellos, brillando con furia ahora. Ella usaba un vestido negro hasta los tobillos, que caia a su alrededor en elegantes pliegues. Ella lucia como una peligrosa Diosa Romana de la caceria, 33
"Emma! Cristina!" Ella corrio hacia ellas "Que esta pasando? Esta todo bien?" Por un momento Emma dejo de lado la ira y se dejo disfrutar de ser abrazada con fuerza. Diana siempre habia sido muy joven para que Emma pensara en ella como una madre, pero si como una hermana mayor quizas. Alguien protector. Ella la dejo y abrazo a Cristina tambien, quien lucia sorprendida. Emma tenia desde hace tiempo la suposicion de que no habia sido abrazada mucho en el hogar de Cristina "Que esta pasando? Porque estas tratando de quemar un hueco atraves del Hermano Enoch con sus ojos?" "Estabamos patrullando" Comenzo Emma. "Y vimos a un vidente robandole a los mundanos" A単adio Cristina rapidamente. "Y yo lo pare y le dije que vaciara sus bolsillos" "Un hada?" Una mirada de disgusto cruzo en la cara de Diana "Emma sabes que no puedes confrontar a alguien del pueblo de las hadas, incluso con Cristina a tu lado" "He luchado contra hadas antes" dijo Emma. Ambas, ella y Cristina lucharon en la ciudad de los Cazadores de Sombras de Alacante cuando la fuerzas de Sebastian habian atacado. Las calles habian sido llenadas con guerreros de las hadas. Los adultos habian tomado a los ni単os y los habian encerrado en la fortaleza del Salon de los Acuerdos. Donde pensaron que estarian a salvo. Pero las hadas habian roto los cerrojos... Diana habia estado alli. Cortando a diestra y siniestra con su espada mortal. Salvando a cientos de ni単os. Emma habia estado entre los ni単os que salvo. Ella la amo desde entonces. "Tengo una corazonada" dijo Emma "De que algo mas grande y peor ha sucedido. Segui a al hada cuando corrio, se que no debia. Pero -encontre este 34
cuerpo. Y esta cubierto con las mismas marcas que tenian los cuerpos de mis padres. Las mismas marcas, Diana' Diana se volvio hacia Cristina "Nos podrias dejar solas un momento, por favor, Tina?" Crsitina suspiro. Pero como un invitado del Instituto de los Angeles, un Cazador de Sombras recien llegado, ella estaba obligada a hacer lo que el personal del instituto le solicitara. Con una mirada hacia Emma, se alejo, acercandose al lugar donde el cuerpo seguia. Rodeado de un anillo de Hermanos Silenciosos como una parvada de aves palidas en sus tunicas de pergamino. Ellos estaban esparciendo una especie de polvo brillante sobre las marcas, o al menos eso es lo que parecia. Ella deseo que ella pudiera acercarse mas y ver apropiadamente. Diana exhalo "Estas segura, Emma?" Emma se volvio en una replica enojada. Ella sabia porque Diana estaba preguntando. Atraves de los aĂąos ella habia sido conducida falsamente muchas veces ella habia pensado que habia encontrado una pista o una traduccion para las marcas en uno de los periodicos mundanos- y cada ves ella estaba equicada. "Yo solo no quiero que te emociones" dijo Diana. "Lo se" dijo Emma "Pero no podia ignorarlo. No puedo ignorarlo. Tu crees en mi. Tu tienes que creer en mi, correcto?" "Que Sebastian Morgenstern no mato a tus padres? Oh cariĂąo sabes que lo hago" Diana le dio unas palmaditas ligeras en el hombro de Emma "Solo no quiero que te hagas daĂąo, y sin Julian aqui..." Emma espero que ella continuara.
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"Bueno, sin julian aqui tu pudes hacerte daĂąo mas facilmente. Los Parabatai se amortiguan entre si. Se que eres fuerte, lo eres, pero esta es una herida que te corto profundamente cuando solo eras una niĂąa. Una Emma de doce aĂąos de edad que haria cualquier cosa por sus padres. Una Emma casi adulta..." Emma parpadeo y toco un lado de su cabeza "El Hernano Enoch me llama para acercarme" dijo ella. Los Hermanos Silenciosos podian comunicarse por telepatia que solo ella podia escuchar, pero tambien podian proyectarse en la mente de un grupo "Puedes volver al instituto?" "Puedo, pero solo quiero ver el cuerpo una vez mas" "Los Hemanos Silenciosos dijeron que no" dijo firmemente "Pero encontrare lo que pueda y lo compartire contigo, trato hecho?" Emma asintio de mala gana "Trato hecho" Diana se dirigio hacia los Hermanos Silenciosos, parando para hablar brevemente con Cristina. Cuando Emma llego al auto que ella habia estacionado, Cristina se le habia unido, y ambas se inclinaron en silencio. Emma se sento donde estaba, cansada, las llaves del auto bailando en sus manos. En el espejo retrovisor ella podia ver el callejon detras de ella, brillando como un estadio de beisbol por las poderosas luces delanteras de la camioneta. Diana esta moviendose a traves de las tunicas apergaminadas de los Hermanos Silenciosos. El polvo en el suelo era blanco y brillante "Esta todo bien?" Dijo Cristina. Emma se volvio hacia ella "Tienes que decirme lo que viste" ella le rogo "Estuviste muy cerca del cuerpo. Escuchaste algo de lo que Diana le dijo a los Hermanos Silenciosos? Son las mismas marcas?" "No necesito decirtelo" dijo Cristina "Yo..." la voz de Emma se rompio. Ella se sentia abatida. Ella habia arruinado el plan para esta noche, perdido al hada criminal, perdido la 36
oportunidad de examinar el cuerpo, y probablemente habia roto los sentimientos de Cristina "Se que no. Realmente lo siento Cristina. No te queria meter en problemas. Es solo que..." "Yo no dije eso" dijo Cristina buscando en uno de los bolsillos de su uniforme "Dije que no necesito decirtelo, porque, pense que te podria mostrar esto. Aqui. Mira esto" ella saco su telefono y el Corazon de Emma saltaba -Cristina estaba pasando a traves de fotos tras fotos que habia tomado del cuerpo, de los Hermanos, del callejon, de la sangre. Todo. "Cristina, te amo" dijo Emma "Me casare contigo. Me casare" Cristina rio tontamente "Mi madre realmente me echaria si me fuera a casar, recuerdas? Imagina si te llevara a casa" "No crees que le gustaria mucho mas que el Perfecto Diego?" "Creo que podrian escuchar sus gritos en Idris" Idris era el pais hogar de los Cazadores de Sombras, donde el primer Nephilim habia sido creado, donde La Clave se asentaba. Estaba situada entre las fronteras de Alemania, Francia y Suezia, oculto por encatamientos a los ojos mundanos. La Guerra Oscura habia destrozado su ciudad capital, Alacante, la cual aun estaba siendo reconstruida. Emma se rio. El alibio cruzando su cara. Tenia algo despues de todo. Una pista, como le hubiera dicho Tiberius, metido en una de sus novelas de detectives. ExtraĂąaba a Ty horriblemente, ella encendio el auto. "Realmente le dijiste a esa hada que rompiste con Cameron y no de la otra manera?" Dijo Cristina "No saques eso ahora" dijo Emma "No estaba orgullosa de eso"
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Cristina resoplo. Notablemente desagradada. "Puedes venir a mi habitación antes de dormir?" Pregunto Emma, parpadeando a las luces delanteras "Tengo que mostrarte algo" Cristina frunció el ceño "No es una extraña marca de nacimiento o una verruga, verdad? Mi abuela me dijo una vez que quería mostrarme algo, y se dio la vuelta para mostrarme una verruga en ella" "No es una verruga!" Emma saco el auto del callejón y se sumergió en el resto del tráfico, ella sentía la ansiedad corriendo a través de sus venas. Normalmente ella se sentía exhausta luego de una pelea, cuando la adrenalina abandonaba su cuerpo. Ahora, pensó Emma, ella tenía que mostrarle a Cristina algo que nadie mas excepto Julian había visto. Algo de lo que ella no estaba exactamente orgullosa. Ella no podía imaginarse como Cristina lo iba a tomar.
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Capítulo 2 –Ni los ángeles en el cielo. "Julián lo llama mi Pared de Locura" dijo Emma. Ella y Cristina estaban paradas frente al armario en la habitación de Emma, las puertas de este abiertas de par en par. El armario de Emma esta vacio. El guardarropa de Emma, en su mayoría vestidos vintages y jeans que había tomado en tiendas de segunda mano en Silver Lake y Santa Mónica, estaban colgados en el guardarropa o doblados en el vestidor. Las paredes de su armario en su habitación pintada de azul (el mural en una de las paredes de su habitación era de golondrinas volando sobre las torres de un castillo, había sido obra de Julián cuando ella se había mudado allí, un guiño al símbolo del apellido Carstairs) estaba recubierto con fotografías, recortes de periódicos, y notas autoadhesivas sobre las que Emma había escrito en estrecha letra cursiva. "Todo está por código de color" dijo Emma señalando las notas autoadhesivas. "Historias de periódicos mundanos, investigaciones en hechizos, en idiomas demoniacos, cosas que he estado reuniendo fuera de la vista de Diana... Es todo lo que he encontrado que conecte con la muerte de mis padres" Cristina se acerco para mirar más de cerca, y luego giro de repente para mirar a Emma "Algunos de estos se ven como archivos oficiales de La Clave" “Lo son" dijo Emma "Robe algunos de la oficina de la Cónsul en Idris cuando tenía doce" "Le robaste esto a Jía Penhallow?" Cristina parecía horrorizada. Emma supuso que ella no se lo esperaba. La Cónsul era el mayor oficial electo en La Clave -solo el inquisidor se le acercaba en influencia y poder. "De donde crees que iba a sacar las fotos de los cuerpos de mis padres?" Pregunto Emma, encogiéndose de hombros y deshaciéndose de su chaqueta
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para dejarla sobre la cama, llevaba una camiseta de tirantes por debajo. La brisa fría que venía desde el desierto rosando sus brazos desnudos. "Entonces, las fotos que tome esta noche... a donde van?" Cristina se las paso a Emma. Aun estaban mojadas por el tóner -lo primero que había hecho Emma en cuanto volvió al Instituto fue haber imprimido las fotos del cuerpo del callejón en el teléfono de Cristina. Emma se inclino y los puso con cuidado junto a las fotos de los cuerpos de sus padres -ahora atenuados por el tiempo y dobladas en los bordes. Ella se inclino hacia atrás para mirar de una a la otra. Las marcas eran feas, puntiagudas y difíciles de concentrarse en ellas. No eran un idioma demoniaco cualquiera que ella pudiera identificar, pero se sentían como lo que ninguna mente humana pudiera haber concebido. "Y ahora qué?" Dijo Cristina "Quiero decir, cuál es tu plan para lo siguiente que hay que hacer?" "Veré lo que diga Diana mañana" dijo Emma "Si encontró algo. Algo acerca de lo que encontraron los Hermanos Silenciosos acerca de los asesinatos que hablaba Rook. Si ellos no lo hicieron. Volveré al Mercado de la Sombra. Pagare cualquier precio que tenga que pagar, o le pediré a Johnny Rook un favor. Si alguien ha estado matando personas y cubriendo sus cuerpos con estas escrituras, entonces significa... significa que Sebastian Morgenstern no mato a mis padres. Y que estaba en lo correcto, que sus muertes habían sido algo más. "Podría no significar exactamente eso, Emma" La voz de Cristina era gentil. "Soy una de las pocas personas que vio cuando Sebastian Morgenstern ataco el instituto" dijo Emma. Eran unos de sus recuerdos mas nítidos; recordaba correr, con el bebe Tavvy en sus brazos y Dru siguiéndolos, recordaba correr a través del Instituto con los Guerreros Oscuros de Sebastian pisándoles los 40
talones, recordaba la mirada de Sebastian sobre ellos mismos, el cabello completamente blanco y los muertos ojos negros demoniacos, recordaba la sangre y a Mark, recordaba a Julián esperándola "Lo vi, vi su cara, vi sus ojos cuando me miraron. No es que no cree que el pudo haber matado a mis padres. El pudo haber matado a cualquiera que se hubiera interpuesto en su camino. Es solo que no creo que se haya tomado la molestia" sus ojos picaban "Solo necesito más pruebas. Convencer a La Clave. Porque es siempre y cuando llegue a las puertas de Sebastian, el verdadero asesino, la persona responsable, no ha sido castigada. Y no creo que podría dejarlo así" "Emma..." Dijo Cristina tomando su brazo con cuidado con su mano "Sabes que creo que el Ángel tiene un plan para nosotros. Para ti. Y lo que sea que podría hacer para ayudarte, lo hare" Emma lo sabía. Para muchos Cazadores de Sombras el Ángel había sido quien creó la raza de los Nephilims, era una figura distante. Para Cristina, Raziel era una figura viviente. Rodeando su cuello ella usaba un medallón consagrado por el Ángel. Raziel estaba grabado en el frente, y habían palabras en latín escritas por detrás; Bendito sea el Ángel por mi fuerza, quien enseño mis manos para la guerra, y mis dedos para pelear. Cristina tocaba su medallón de vez en cuando: para fuerza, antes de un examen, antes de una batalla. De cualquier manera, Emma envidiaba la fe de Cristina. A veces ella pensaba que la única cosa en la que tenía fe era en la venganza y en Julián. Emma se inclino hacia atrás contra la pared, papeles y notas autoadhesivas rosando su espalda "Incluso si eso significa romper las reglas? Sé que odias eso" "No soy tan aburrida como crees que soy" dijo Cristina golpeando el hombro de Emma en tono ofendido "Nada, no hay nada más que podamos hacer esta
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noche. En que podría estar pensando tu mente ahora? Malas películas? Helado?" "Presentarte a los Blackthorn" dijo Emma empujándose con la pared del armario. "Ellos no están aquí" Cristina lucia como si Emma no se cansara de golpear su cabeza. "Ellos están y no están" Ella le ofreció una mano "Ven conmigo" Cristina se dejo ser llevada fuera hacia el corredor. Era todo de madera y cristal, las ventanas daban sobre lo que durante el día eran vistas del mar, la arena y el desierto. Emma pensó, cuando se mudo dentro del Instituto, que eventualmente la vistas desaparecerían de su conciencia, que no despertaría cada mañana aun sorprendida por el azul del océano y del cielo. Eso nunca sucedió. El océano seguía fascinándola con su continuamente cambiante superficie, y el desierto con sus sombras y flores. Ella podía ver el brillo de la luna sobre el océano ahora, a través de las ventanas en la noche: plateado y negro. Emma y Cristina hicieron su camino a través del corredor. Deteniéndose Emma al tope de las enormes escaleras que descendían al salón principal, el cual se situaba en el medio del instituto, y se dividía hacia las alas norte y sur. Emma había elegido deliberadamente una habitación, años atrás, al otro lado del Instituto de donde los Blackthorn dormían. Era una forma de declarar silenciosamente que ella sabía que seguía siendo una Carstairs. Ella se inclino sobre la barandilla y ahora miraba hacia abajo, Cristina a su lado. Los Institutos habían sido construidos para impresionar; Los conocidos lugares para Nephilims, los corazones de las Conclaves -comunidades locales de Nephilims. La entrada principal, una sala cuadrada que era el punto focal para las enormes escaleras que subían al descansillo y al segundo piso, tenía 42
un piso de mármol blanco y negro y estaba decorado con mueblería en apariencia incómodos en la que nadie se sentaba: se veía como la entrada de un museo. Desde el descansillo podías las baldosas blancas y negras en el suelo de baldosas que formaban la figura del Ángel Raziel, emergiendo del Lago Lyn en Idris, sosteniendo dos de los instrumentos mortales. Una brillante espada y una copa incrustada de gemas. Esta era una imagen que todos los niños Nephilim conocian: cientos de años atrás, el Ángel Raziel había sido invocado por Jonathan ShadowHunter, el padre de todos los Nephilim, para alejar una plaga de demonios. Raziel había bendecido a Jonathan con los Instrumentos Mortales y el Libro Gris, en el cual se encontraban todas las runas inscritas. El había mezclado también su sangre con la de los humanos y se la había dado a Jonathan y a sus seguidores a beber, dejando a sus pieles listas usar las runas y creando los primeros Cazadores de Sombras. La imagen del Ángel Raziel emergiendo era sagrada para los Cazadores de Sombras: era llamada La Trinidad y se podía encontrar donde los Cazadores de Sombras se encontraran o hubieran muerto. La imagen en el piso de la entrada del Instituto era un monumento conmemorativo: cuando Sebastian Morgenstern y su ejército de hadas había irrumpido en el Instituto, el piso era de mármol liso. Después de la Guerra Oscura, los niños Blackthorn volvieron al Instituto para encontrarse con que el salón donde habían muerto tantas personas había sido destruido, las piedras sobre los Cazadores de Sombras habían sido reemplazadas, y el mural había sido puesto en conmemoración por aquellos que habían perdido. Cada vez que Emma caminaba sobre él. Le recordaba a sus padres, al padre de Julián. Ella no pensaba -ella no quería olvidar.
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"Cuando dijiste que los Blackthorn estaban y no estaban, lo decías porque Arthur esta aquí?" Pregunto Cristina. Ella había estado mirando pensativamente hacia abajo al Ángel. "Definitivamente no" Arthur Blackthorn era la cabeza del Instituto de Los Ángeles. O al menos, ese era su titulo. El era un clasicista, obsesionado con la mitología Griega y Romana. Constantemente encerrado en el ático con pedacitos de cerámica, libros, e interminables ensayos y monografías. Emma no podía pensar en una vez en la que ella lo hubiera visto tomar un directo interés en los problemas Nephilims. Ella podía contar con los dedos de una mano la cantidad de veces que ella y Cristina lo habían visto desde la llegada de Cristina al Instituto "Después de todo, estoy impresionada de que recuerdes que vive aquí" Cristina rodo los ojos. "No ruedes los ojos. Arruinas mi momento dramático. Quiero mi momento dramático desarruinado" "Que momento dramático?" Demando Cristina "Porque me arrastras aquí cuando quiero bañarme y cambiarme este uniforme? Además, necesito café" "Tu siempre necesitas café" dijo Emma, moviéndolas a través del corredor hacia la otra ala del Instituto "Es una adicción debilitante" Cristina dijo algo poco elogioso en español, pero dejo que Emma la arrastrara a otro lugar, su curiosidad claramente ganándole. Emma las giro hacia atrás para ir hacia la otra ala del Instituto, como una guía turística. "Bien, la mayoría de los Blackthorn están en el ala sur" dijo Emma "Primera parada, la habitación de Octavian" La puerta de la habitación de Octavian siempre estaba abierta, el no conocía la privacidad teniendo solo siete años. Emma entro, y Cristina, luciendo perpleja, entro a su lado.
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La habitación contenía una pequeña cama con una colcha de rayas, una casa de juguete cerca de ser tan alta como Emma, y una tienda de campaña repleta de libros y juguetes "Tavvy tiene pesadillas" dijo Emma "A veces Julián viene y duerme en la tienda con el" Cristina sonreía "Di... mi hermano hacia eso por mi cuando era una niña pequeña" La siguiente habitación fue la de Drusilla. Dru tenía trece años y estaba obsesionada con las películas de terror. Libros acerca de películas de matanzas y asesinos seriales estaban desperdigados por el piso. Las paredes eran negras y viejos posters habían sido pegados en las ventanas "Cualquier cosa con la palabra "Sangre" o ‘Terror’ o ‘Prom’ la tiene. Porque lo llaman Prom, supongo..." " Es lo más corto para ‘Promenade’" "Porque hablas mejor ingles de lo que yo lo hago?" "Eso no era ingles" señalo Cristina, cuando Emma salto más lejos en el pasillo "Eso fue francés” "Los gemelos tienen habitaciones una junto a la otra" Emma gesticulo hacia dos puertas cerradas "Esta es de Livvy" Ella abrió la puerta para revelar una hermosamente limpia y decorada habitación. Ingeniosamente alguien había cubierto la cabecera con una tela caprichosa decorada con tazas de té. Brillante joyería colgando de pantallas clavadas en la pared. Libros acerca de computadoras y programación de idiomas habían sido cuidadosamente colocados en filas junto a su cama. "Programación de idiomas" exclamo Cristina "Le gustan las computadoras?"
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"Ty y ella" dijo "Ty ama las computadoras, él le gusta porque puede analizar las forma en que trabajan, pero el no es muy bueno para las matemáticas. Livvy es buena con las matemáticas, hacen un buen equipo" La siguiente habitación fue la de Ty "Tiberius Nero Blackthorn" dijo Emma "Creo que sus padres se fueron un poco por la borda con su nombre. Es como llamar a alguien Magnifico Bastardo" Cristina rio tontamente. La habitación de Ty estaba ordenada, los libros estaban ordenados no por orden alfabético pero si por color. Los colores que más le gustaban a Ty, como el azul, dorado y verde, estaban al frente de la habitación y cerca de la cama. Los colores que no le gustaban, naranja y purpura, estaban relegados a esquinas y espacios como la ventana. Esto podría haberle parecido al azar para cualquiera, pero Emma sabía que Ty estaba consiente de la localización de cada volumen. Junto a la cama estaban sus libros más amados: Historias de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle. A su lado se encontraban una colección de pequeños juguetes. Julián los había hecho años atrás cuando consiguio a Ty sosteniendo algo entre sus manos que lo ayudaba a calmarse y a enfocarse. Habia una resbalosa pelota hecha de limpia pipas, y un cubo plástico negro que hacia clic y se movía en diferentes patrones. Cristina le dirigió a Emma una mirada irónica en su rostro "Me habías hablado acerca de Tiberius antes. Él es quien le gusta los animales" Emma asintió "El siempre está afuera, martirizando lagartos y ardillas" ella agito sus brazos para señalar al desierto que se extendía fuera del instituto tierras vírgenes y sin ocupación humana. Que se extendían por la línea de montañas que dividían la playa del valle "Espero que se esté divirtiendo en Inglaterra, recolectando renacuajos, ranas y sapos en el hoyo..." "Que es una clase de comida!" Exclamo Cristina
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"Que no puede ser!" Dijo Emma, moviéndose por el corredor. "Es pudin!" Cristina objeto cuando Emma encontró la siguiente puerta y la abrió. Las paredes en el interior de la habitación estaban pintadas con el exactamente mismo azul que el cielo y océano afuera. Durante el día estas se veían como si fueran parte de estos, flotando en un eterno azul. Murales cubrían las paredes -en intrincados patrones, y a través de todas las paredes que mostraban el desierto, el borde de un castillo rodeado de altas paredes de enredaderas. Un príncipe cabalgando hacia él, la cabeza baja, su espada rota. "La Bella Durmiente" dijo Cristina. La Bella Durmiente "Pero no recuerdo que haya sido tan triste, o el príncipe tan deprimente. Es un chico triste, Julián?" "Absolutamente no" Dijo Emma, prestando atención a medias. No había entrado en la habitación de Jules desde que se había ido. Lucia como si no lo hubiera arreglado antes de irse. Habia ropa por todo el suelo, dibujos a medio hacer sobre el escritorio, y una taza que probablemente había contenido café hace un tiempo cuando la habían traído aquí "No deprimido ni nada por el estilo" "Deprimido no es lo mismo que triste" observo Cristina. Pero Emma no podía pensar en un Julián triste, no ahora, no ahora que estaba tan cerca de volver a casa. Ahora eran pasadas la media noche, técnicamente el volvería pasado mañana. Ella sintió un poco de excitación y alivio. "Vamos" ella salió de la habitación con Cristina siguiéndola. Emma empujo su mano contra una puerta cerrada. La puerta era de madera, como las demás. La superficie estaba astillada como si no la hubiera sido limpiada en un largo tiempo.
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"Esta es la habitación de Mark" dijo Emma. Cualquier Cazador de Sombras conocía el nombre de Mark Blackthorn. El chico Mitad Nephilim, mitad hada, que había sido tomado durante la Guerra Oscura y hecho parte de la Caza Salvaje, los más viciosos de las hadas. El único que había cabalgado a través de los cielos, una vez al mes, visitando los campos de batalla, alimentándose del miedo y la muerte como el más peligroso de las águilas. Mark siempre había sido gentil. Emma se sorprendía de que no estuviera más aquí. "Mark Blackthorn fue una de las razones por la que vine aquí" dijo Cristina un poco avergonzada "Siempre había tenido la esperanza de que podría ser parte de la creación de un trato mejor que la Paz Fría. Algo mejor para los submundos y aquellos Cazadores de Sombras que los aman" Emma sintió sus ojos abrirse de par en par "No los sabia. Nunca me habías hablado de eso" Cristina gesticulo a su alrededor "Compartiste algo conmigo" dijo ella "Compartiste a los Blackthorn. Pensé que también tenía que compartir algo contigo" "Me alegra de que hayas llegado aquí" dijo Emma impulsivamente, Cristina sonrojándose "Incluso si no me hubieras contado acerca de Mark. E incluso si no me hubieras contado acerca del porque" Cristina rio tontamente "Me gusta Los Ángeles" le dedico una sonrisa de medio lado a Emma "Estas segura que no quieres malas películas y helado?" Emma tomo una profunda respiración. Recordó una vez en la que Julián le había dicho que cuando las cosas no están siendo muy buenas, ella tenía que imaginar encerrando ciertas situaciones y sentimientos lejos en una caja. Encerrarlas y enviarlas lejos, dijo él, así ellas no volverá a ti. Se han ido
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Ella se lo imagino, ahora, sus recuerdos del cuerpo en el callejón, de Sebastian Morgenstern y La Clave, de su necesidad de respuestas, su hambre de que el mundo termine con los cuerpos de sus padres, y su ansiedad de ver a Julián mañana, y encerrándolos en una caja. Se imagino enviándolos a un lugar donde ella no podría llegar fácilmente, a un lugar que ella no podría encontrar y abrirla de nuevo. "Emma?" Dijo Cristina ansiosa "Esta todo bien? Luces un poco como si fueras a desmayarte" Clic, había enviado la caja cerrada. En su mente, Emma lo hizo a un lado. De vuelta en el mundo: ella le sonrió a Cristina "Malas películas y helado suena grandioso" dijo ella "Hagámoslo" *** El cielo sobre el océano estaba rayado por los rosados y naranjas del atardecer. Emma redujo la velocidad luego de correr por entrenamiento, jadeando, su corazón saltando en el pecho. Normalmente ella entrenaba en las tardes y en las noches, y corría temprano en la mañana. Pero se había levantado tarde luego de haberse quedado despierta hasta tarde con Cristina. Ella había pasado el día reorganizando fervientemente su evidencia, llamando a Johnny Rook para persuadirlo por más detalles, escribiendo notas para su pared y esperando impacientemente a que Diana llegara. Como la mayoría de los tutores, Diana no vivía en el Instituto con los Blackthorn -ella tenía su propia casa en Santa Mónica. Técnicamente, ella no necesitaba quedarse en el Instituto, pero Emma le había enviado ya seis mensajes, quizás siete. Cristina la detuvo cuando estaba enviado el octavo, y le sugirió que fuera a correr para drenar su ansiedad.
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Ella se inclino hacia adelante, apoyando las manos sobre las rodillas. Tratando de recuperar el aliento. La playa estaba casi desierta a excepción de unas pocas parejas de mundanos que terminaban sus caminatas románticas al atardecer. Estaban volviendo a sus autos que habían dejado aparcados a lo largo de la carretera. Ella se sorprendía de la cantidad de millas que había corrido en este tramo de playa en los años que había vivido en el Instituto. Cinco millas por día, todos los días. Y eso era después de las tres horas que pasaba en la sala de entrenamiento. La mitad de las cicatrices que Emma tenía en su cuerpo, se las había hecho ella misma aprendiendo a caer de grandes alturas, a luchar a través del dolor o tratando de caminar descalza sobre vidrios rotos. La más brutal de las cicatrices la tenía Emma en su antebrazo, se la había hecho ella misma, también, con Cortana el día en que sus padres murieron. Julián la había colocado sobre sus brazos, y ella la acuno a través del dolor y la sangre, llorando cuando esta corto su piel. Dejando una larga línea blanca a lo largo de su brazo, algunas veces la hacía sentir avergonzada cuando usaba vestidos sin mangas o camisetas de tirantes. Ella se sorprendía de como otros Cazadores de Sombras podían mirar fijamente sus cicatrices, maravillados de donde provenían. Pensó que Julián nunca las miraba fijamente. Ella se enderezo. Desde el agua ella podía ver el Instituto, todo de piedra y cristal, alzándose en la colina sobre la playa. Ella podía ver el bulto del ático de Arthur, y la ventana oscura de su propia habitación. Ella había dormido sin poder descansar allí hoy, soñando acerca del cuerpo del hombre mundano muerto, de las marcas en su cuerpo, las marcas en el cuerpo de sus padres. Ella trato de conjurar una visión de lo que hubiera hecho si ella hubiera encontrado quien los había asesinado. Cuantos montones de dolor psíquico ella podría infringirle antes de que pudiera empezar a hacerle sentir lo que ella había perdido. 50
Julián también había estado en su sueño. Ella no sabía cómo lo había hecho exactamente, pero despertó con una clara imagen de él en su mente -un alto y delgado Jules, con su rulo cabello marrón oscuro y sus sorprendentes ojos azul verdoso. Sus largas pestañas y la pálida piel, la manera en que se mordía las uñas cuando estaba estresado. Su buen manejo de las armas y su aun mejor manejo del pincel y las pinturas. Julián, quien vendría a casa mañana. Julián quien entendería exactamente como se sentía -cuanto tiempo ella había estado esperando por una pista acerca de sus padres. Como seria ahora que encontró una, el mundo parecía ahora tremendamente lleno de posibilidades. Ella recordó que Jem, el Ex-Hermano Silencioso que había ayudado a prescindir su ceremonia parabatai, le había dicho lo que es Julián para ella, una expresión en su chino nativo, Zhi Yin. "El único que comprende tu música" Emma no podía tocar ni una nota de ningún instrumento. Pero Julián entendía su música. Incluso la música de la venganza. Nubes oscuras empezaban a arremolinarse sobre el océano. Iba a empezar a llover. Tratando de empujar a Julián de su mente, Emma comenzó a correr de nuevo, acercándose por la sucia carretera hacia el Instituto. Cerca del edificio, redujo la velocidad, mirándolo fijamente. Habia un hombre bajando las escaleras. El era alto y estrecho, vestía un largo abrigo del color de las plumas de los cuervos. El normalmente vestía de negro: ella supuso que era de donde venia el apellido. El no era un brujo, Johnny Rook, pero con un nombre como ese. Podría ser uno. Emma vio sus ojos abiertos. Corrió hacia el cerrando la distancia entre ellos antes de que él pudiera rodear por un lado, alejándose de ella. Ella patino para detenerse frente a él, bloqueándole el camino "Que estás haciendo aquí?" Sus extraños ojos miraron alrededor, buscando una ruta de escape "Nada. Podrías dejar de..." 51
"Le dijiste algo sobre mi llegando al Mercado de la Sombra a Diana? Porque si lo hiciste..." El hizo una mueca. Esto era algo extraño en su cara, como sus ojos: había algo que lo hacía parecer devastado, como si algo horrible le hubiera sucedido cuando era más joven, algo que había cortado líneas como cicatrices de cuchillo en su piel "No eres la cabeza del Instituto, Emma Carstairs" dijo él "La información que te di era buena" "Dijiste que te quedarías tranquilo!" "Emma" el nombre de Emma sonaba firme y con precisión. Emma se volvió lentamente para ver a Diana parada en la cima de las escaleras, el viento de la noche moviendo su rulo cabello. Ella estaba usando otro largo y elegante vestido que la hacía lucir alta e imponente. También se veía absolutamente furiosa. "Supongo que recibiste mis mensajes" Diana no reacciono. "Deja al Señor Rook solo. Necesitamos hablar. Te quiero ver en mi oficina en exactamente diez minutos" Diana se volvió para ir adentro del Instituto. Emma le disparo una mirada venenosa "Se supone que los tratos contigo son secretos" dijo ella, tocando su pecho con su dedo indice "Quizás no hayas prometido que mantendrías la boca cerrada. Pero ambos sabemos que las personas quieren eso de ti, que esperan eso de ti" Una pequeña sonrisa se formo en su rostro "No me asustas Emma Carstairs" "Quizás podría" "Eso es lo gracioso de ustedes los Nephilims" dijo Rook "Saben acerca del submundo pero no viven en el" el acerco sus labios a su oído, incómodamente cerca. Su aliento rosando su cabello en su nuca cuando hablo "Hay cosas mucho más espantosas que tu, Emma Carstairs"
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Emma se alejo a si misma de él, rodeándolo, y subiendo a la carrera los escalones. *** Diez minutos después Emma estaba parada frente al escritorio de Diana, su cabello, aun húmedo por la ducha, goteando sobre el suelo de baldosas. Aunque Diana no viviera en el Instituto, ella tenía una oficina allí, una cómoda habitación en una esquina con vistas a la carretera y al océano. Emma podía ver las extensiones de pasto en frente del Instituto en el crepúsculo, sombras azuladas al borde con matorrales de salvia. La lluvia había empezado a caer, golpeteando las ventanas. La oficina estaba escasamente decorada. Sobre el escritora había una fotografía de un hombre alto con su brazo rodeando a chica que asemejaba a Diana a pesar de que fuera más joven. Estaban parados en frente de una tienda que tenía un letrero que decía LA FLECHA DE DIANA. Habían flores en las ventanas, habían sido plantadas allí por Diana para darle brillo a la habitación. Ella cruzo los brazos sobre el escritorio y miro a Emma con severidad. "Me mentiste la otra noche" dijo ella. "No lo hizo" dijo Emma "No exactamente, yo..." "No digas que omitiste, Emma", dijo Diana "Sabes más que eso" "Que te dijo Johnny Rook?" Dijo Emma, pero se lamento inmediatamente de haberlo hecho. La expresión de Diana se oscureció. "Porque no me lo dijiste?" Dijo ella "De hecho, dime qué fue lo que hiciste y cual podría ser tu castigo. Me parece justo"
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Emma cruzo sus brazos a la defensiva sobre su pecho. Ella odiaba ser castigada, y Diana era buena castigándola. Diana era inteligente, lo cual era grandioso, pero no cuando ella estaba molesta. Emma tampoco podía decirle a Diana el porqué ella pensaba que ella estaba enojada, esto posiblemente revelaría mas de lo que de Diana realmente sabia, o ella se podría quedar en silencio, esto posiblemente pondría mas molesta a Diana. Después de un momento de deliberación ella dijo "Debería tener cuidado al tomar una caja de gatitos. Pero tú sabes que tan terribles pueden llegar a ser, con sus pequeñas y lindas garritas y sus terribles actitudes" "Hablando de malas actitudes" dijo Diana, jugando ociosamente con un lápiz "Fuiste al Mercado de la Sombra, contra reglas especificas. Hablaste con Johnny Rook. El te dijo que podrían haber desechado un cuerpo en el Sepulcro que podría haber conectado con la muerte de tus padres. Ustedes no solo estaban allí cuando sucedió. No estabas patrullando" "Le pague a Rook para que no dijera nada" murmuro Emma "Confié en el!" Diana tiro el lápiz sobre el escritorio "Emma, al hombre lo llaman Rook el Ladrón. De hecho, el no es tan solo un ladrón, el está en la lista de vigilancia de La Clave porque trabaja con hadas sin permiso. Cualquier submundo o mundano que trabaje con las hadas fuera de los negocios de los Cazadores de Sombras, pierde su protección: lo sabes" Emma tiro sus brazos hacia arriba "Pero aquellos eran algunas de las personas más conocidas fuera de aquí! Ellos no estaban cortando su ayuda con la Clave, están castigando Cazadores de Sombras!" Diana sacudió la cabeza "Las reglas son las reglas por una razón. Ser un Cazador de Sombras es mucho más que entrenar catorce horas al día y conocer dieciséis formas diferentes de matar a un hombre con pinzas para ensaladas"
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"Diecisiete" dijo Emma automatícenle "Lo siento mucho Diana. Realmente lo hago, en especial por haber metido a Cristina en esto. Ella no tiene la culpa" "Oh, lo sé" Dijo Diana aun frunciendo el ceño, Emma asintiendo con la cabeza. "La otra noche" dijo ella "Me dijiste que me creías. Acerca de que Sebastian no había matado a mis padres. De que sus muertes dicen algo más que esto. Sus muertes no fueron justas -no tan solo Sebastian limpiando el Conclave, alguien los quería muertos. Sus muertes significan algo…” "Todas las muertes significan algo" dijo Diana subiendo el tono. Ella paso una mano a través de sus ojos "La otra noche hable con los Hermanos Silenciosos. Encontré lo que ellos sabían. Dios, me he estado diciendo a mi misma que debería mentirte acerca de esto -he estado peleando con esto todo el día…” "Por favor" suplico Emma "No me mientas" "Pero no puedo. Recuerdo cuando llegue aquí, tú eras una niña pequeña de doce años, y estabas destruida. Lo habías perdido todo. Y todo lo que habías tenido para sostenerte era en Julián y tú necesitabas venganza. Por Sebastian, no por tener la razón por la que tus padres murieron, porque en ese entonces lo estaban, como podría haberte castigado?" Ella tomo una profunda respiración "Se que Johnny Rook te hablo acerca de que han habido una horda de asesinatos. El estaba en lo correcto. Doce en total, contando el de la otra noche. Sin poder rastrear los asesinatos. Todas las victimas sin identificar. Los dientes partidos, las billeteras desaparecidas, las huellas dactilares quemadas" "Y los Hermanos Silenciosos no sabían nada de eso? La Clave, la Cónsul..." "Ellos lo sabían. Y esta es la parte que no te va a gustar" Las uñas de los dedos de Diana tamborileaban sobre el vidrio del escritorio "Algunos de los 55
muertos eran del pueblo de las hadas. Esto lo hacía de importancia para la Escolomancia, los Centuriones y los Hermanos Silenciosos. No para los Institutos. La Clave lo sabía. Ellos no nos lo dijeron, deliberadamente, porque ellos no nos querían involucrar" "La Escolomancia?" La Escolomancia había sido una pieza de la historia de los Cazadores de Sombras que volvió a la vida. Era un frio castillo de torres y corredores cavados en el interior de una montaña en Los Cárpatos, este lugar había existido por siglos para entrenar a la mayoría de Cazadores de Sombras de elite para luchar con el doble de amenazas de demonios y submundos. Este había sido cerrado cuando los primeros acuerdos habían sido firmados: una muestra de fe para los submundos de no habría guerra en un largo tiempo. Ahora con la llegada de la Paz Fría: Este había sido reabierto y estaba operacional de nuevo. Uno tenía que pasar una serie de duras pruebas para ser admitido, y lo que uno aprendía en la escuela no se era compartido con los demás. Aquellos que se graduaban allí eran llamados centuriones, escolares y guerreros legendarios: Emma nunca había conocido uno en persona. "Puede que no estén equivocados, pero es la verdad" "Pero las marcas. Ellos admitieron que las marcas que encontraron en los cuerpos eran las mismas que habían en los cuerpos de mis padres" "Ellos no admitieron nada" dijo Diana "Ellos dijeron que lo tomarían en sus manos y que no nos involucráramos. Que la orden había llegado de la Cónsul misma" "Los cuerpos?" Dijo Emma "Los cuerpos se disolvieron cuando trataron de moverlos, como los cuerpos de mis padres?"
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"Emma!" Diana se paro sobre sus pies, su cabello como una nube oscura alrededor se su cabeza "No podemos seguir interfiriendo con lo que está pasando con las hadas, no más. Esto es lo que la Paz Fría dice. La Clave no tan solo sugiere que no lo hagamos. Nos prohíbe interferir con los negocios de las hadas. Si te involucras en esto no tan solo podrá haber consecuencias para ti, si no también para Julián" Eso fue como si Diana hubiera tomado uno de los pesados pisa papeles y lo hubiera estampado contra el pecho de Emma "Julián?" "Que es lo que él hace cada año? En el aniversario de la Paz Fría?" Ella pensó en Julián, sentado aquí, en esta oficina. Año tras año, desde que tenía doce años y con los codos raspados y los pantalones vaqueros rasgados. Sentado pacientemente con una pluma y tinta, escribiéndolo su carta a la Clave, pidiéndoles que dejaran volver a su hermana Helen volver de la Isla Wrangel. La Isla Wrangel era la principal de todas las Guardas en el mundo, una serie de hechizos que habían sido creados para proteger la tierra de las hordas de demonios, cientos de años atrás. No era nada más que un trozo de hielo cientos de kilómetros en el Océano Ártico. Cuando la Paz Fría fue declarada, ella fue enviada allí: la clave había dicho que fue enviada para estudiar las guardas, pero nadie creía que esto fuera nada más que un exilio. A ella se le habían dejado hacer algunos viajes desde entonces, incluyendo la ocasión en Idris cuando se caso con Aline Penhallow, la hija de la Cónsul. Pero aunque fuera una conexión poderosa no podía dejarla libre. Año tras año Julián les escribía. Y año tras año se lo negaban. Diana hablo en una suave "Cada año la Clave dice que no porque su lealtad podría estar con el pueblo de las hadas. Como podría lucir esto si ellos piensan que estamos investigando los asesinatos de las hadas en contra de sus ordenes? Como podría esto afectar a la oportunidad de que la dejen ir?" 57
"Julián podría quererme para..." comenzó Emma. "Julián podría cortar sus manos si tu se lo pidieras. Eso no quiere decir que tu podrías" Diana froto sus sienes como si le dolieran "La venganza no es familia, Emma, ni tampoco es un amigo. Y es un plato que se sirve frio" ella se levanto con las manos y se movió hacia la ventana, mirando hacia abajo y dándole la espalda a Emma "Sabes porque tome este trabajo, aquí en el Instituto? Y no me des una respuesta sarcástica" Emma miro hacia abajo al piso. Esta estaba hecho de baldosas intercaladas azules y blancas; dentro de las baldosas blancas habían dibujos; un rosa, un castillo, una iglesia, una parvada de pájaros. Cada uno diferente. "Porque tu estuviste en Alicante durante la Guerra Oscura" dijo Emma "Tu estuviste allí cuando Julián tuvo que... que parar a su padre. Nos viste pelear y pensaste que éramos valientes y tu querías ayudar. Eso es lo que tú siempre tienes que decir" "Yo tuve algo cuando era joven que me ayudo a convertirme en lo que realmente soy" dijo Diana, los oídos de Emma atentos. Diana rara vez hablaba hacer de su familia. Los Wrayburn tenían una famosa familia de Cazadores de Sombras por generaciones, pero ella era la última. Ella nunca hablaba de sus hijos o su familia. Es como si su vida hubiera empezado cuando tomo la tienda de armas de su padre en Idris "Quiero ayudarte a convertirte en lo que realmente eres" "Que es eso?" "La mejor Cazadora de Sombras de tu generación" dijo Diana "Entrenas y peleas como nadie que jamás hubiera visto. Eso es exactamente el porqué no quiero verte arruinando tu potencial camino en la búsqueda de algo que no sanara tu mente"
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Arruinar mi potencial camino? Diana no lo sabía, no lo entendía. Nadie de su familia había muerto durante la Guerra Oscura. Y los padres de Emma no había muerto luchando: ellos habían sido asesinados, torturados y mutilados. Llorando por ella, quizás, en aquellos momentos, cortos o largos, entre la vida y la muerte. Hubo un golpeteo en la puerta, para ser abierta revelando a Cristina. Ella usaba jeans y un suéter, llevaba las uñas pintadas a medias, como si hubiera sido interrumpida mientras se las pintaba "Son los Blackthorn" dijo ella "Están volviendo a casa" Emma había olvidado completamente lo que estaba a punto de hablarle a Emma y se acerco a la puerta "Que? No se supone que no llegaban hasta mañana?" Cristina se encogió de hombros despreocupada "Tal vez solo sea otra familia que está pasando a través del portal en la entrada" Emma puso su mano sobre su pecho. Cristina estaba en lo correcto. Ella podía sentirlo: Aquel leve dolor que había estado existiendo entre sus costillas desde que Julián se había ido de repente había empezado a disminuir. A volverse menos doloroso, mas como una mariposa salvaje aleteando en el corazón de Emma. Ella salió disparada fuera de la oficina, sus pies resonando en la dura madera pulida del corredor. Bajo las escaleras, tomando los escalones de dos a la vez, y apenas rosando el barandal. Ella creyó escuchar voces, pudo escuchar la alta voz de Dru, suaves voces haciendo preguntas, y Livvy respondiéndolas. Y cuando estuvo allí, en la galería del segundo piso mirando hacia abajo a al salón. El espacio estaba iluminado como si fuera de día por una gran variedad de colores que se arremolinaban, un remanente del portal desaparecido. En el centro del salón estaban parados los Blackthorn: Julián alzándose sobre los gemelos de quince años, Livvy y Ty. Junto a ellos estaba 59
Dru, sosteniendo la mano del más pequeño, Tavvy. El lucia adormilado, sus rulos cabellos contra la mano de Dru y sus ojos cerrados. "Han vuelto!" Grito Emma. Todos ellos miraron hacia ella. Los Blackthorn siempre habían sido una familia con una fuerte semejanza entre ellos: Ellos compartían el mismo cabello rulo marrón oscuro, el color del chocolate y los mismos ojos azul verdosos. A excepción de Ty, con sus ojos grises, con una franja más clara, y su pelo negro revuelto. Lucia como si hubiera nacido en otra rama de la familia Blackthorn. Dru y Livvy estaban sonriendo, y Tavvy estaba cabeceando. Pero era a Julian a quien Emma estaba viendo. Ella sintió su runa parabatai palpitar en la parte superior de su brazo palpitar como si él la estuviera viendo. Ella bajo a la carrera las escaleras. Julián le estaba diciendo algo a Dru. Entonces el se volvió y tomo varios pasos rápidos hacia Emma. El llenaba toda su visión; el era todo lo que ella veía. No tan solo Julián había aparecido, caminando a través del piso con baldosas del Ángel, sino también Julián sosteniendo el cuchillo serafín al cual había llamado, Julián dándole su chaqueta cuando tenía frio en el auto, Julián en el lado opuesto a ella en la Ciudad Silenciosa, fuego blanco y dorado saliendo entre ellos, mientras ellos recitaban su juramento parabatai. Ellos colisionaron en el medio del vestíbulo, sus brazos lanzándose a su alrededor "Jules “dijo, su voz ahogada contra su hombro cuando él la abrazo. Ella podía oír sus juramento parabatai en la parte de atrás de su cabeza mientras aspiraba su familiar esencia de clavos, jabón y sal. Donde quiera que vayas, yo iré. Por un momento sus brazos estuvieron apretados a su alrededor que casi no la dejaba respirar. Luego él la dejo ir y dio unos pasos hacia atrás. 60
Emma casi se balanceo. Habia esperado bastante tan solo por un fuerte abrazo o por un empujón lejos. "Pensé que estarían volviendo mañana“ dijo Emma, tratando de atrapar la mirada de Julián para hacerlo sentir bienvenido con una sonrisa. En su lugar, se encontró mirando a sus hermanos y hermanos como si contara si estuvieran todos. "Malcolm nos apareció temprano" dijo él, encogiéndose de hombros "De repente apareció en la cocina de la Tía Abuela Marjorie, usando pijamas. El dijo que había olvidado la diferencia horaria. El grito por toda la casa" Emma sintió la presión en su pecho disminuir. Malcolm Fade, el cabecilla de los brujos en Los Ángeles, era un amigo de la familia, y su excentricidad era una vieja broma entre ella y Jules. "Y entonces el acidulante nos Portalizo desde Londres hasta acá" anuncio Livvy saltando para abrazar a Emma "Y tuvimos que ir en busca de alguien más para que abriera otro Portal. Diana!" Livvy se alejo a si misma de Emma y fue a saludar a su tutora. Por unos pocos minutos todo fue bienvenidas y abrazos: Preguntas, saludos y abrazos. Tavvy se estaba despertando y vagaba alrededor adormilado, sosteniéndose de la ropa de las personas. Emma agito su cabello. Tu gente será mi gente. La familia de Julián se había. Convertido en la de Emma cuando ellos se volvieron parabatai. De esta forma a mucho mejor que un matrimonio. Ella miro hacia Julián. El miraba hacia su familia, en un intento de expresión. Como si él hubiera olvidado que ella estaba allí. Y en ese momento su mente de repente se despertó y le presento a ella un catalogo de las maneras diferentes en las que podría mirarlo.
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El siempre había mantenido su cabello corto y práctico, pero de seguro había olvidado cortarlo en Inglaterra: lo tenía largo, y grueso, el cabello rizado de los Blackthorn. Los mechones colgándole debajo de las orejas. El estaba bronceado, y no es como si no conociera el color de sus ojos, pero ahora los veía más brillantes y oscuros a la vez, el color del océano miles de millas debajo de la superficie. Su cara había cambiado para bien, convirtiéndola con líneas mas adultas, perdiendo la suavidad de la infancia, alcanzando su punto máximo en su barbilla ligeramente afilada, un eco de las formas aladas de sus clavículas, solamente visibles por debajo de su camisa. Ella miro a otro lado. Para su sorpresa, su corazón latina rápidamente, como si estuviera nerviosa. Nerviosa, se arrodillo para abrazar a Tavvy "Perdiste un diente" le dijo cuando ella lo soltó "Cuídalo" "Dru me dijo que las hadas roban tus dientes mientras duermes" dijo Tavvy. "Eso es porque eso fue lo que yo le dije" dijo Emma, se levanto sobre sus pies. Sintiendo un suave toque sobre su piel. Era Julián. Con su dedo empezando a trazar palabras contra su piel -esto era algo que ellos habían estado haciendo toda su vida, desde que necesitaron una manera silenciosa de comunicarse durante las aburridas sesiones de estudio y momentos con adultos. E-S-T-A-T-O-D-O-B-I-E-N? Ella asintió hacia él. El lucia un poco preocupado, lo cual la aliviaba. Se sentía familiar. Realmente ella lo veía diferente? Seguía siendo menos delgado, más musculoso, pensó que era una un orden de delgados músculos. El se veía como los nadadores que ella siempre había admirado por su brillante hermosura. El seguía usando las pulseras de cuero y conchas y vidrio de mar alrededor de las muñecas. Sus manos seguían manchadas con pintura. El seguía siendo Julián. "Están todos bronceados" estaba diciendo Diana "Como pueden estar todos bronceados? Pensaba que llovía todo el tiempo en Inglaterra" 62
"Yo no tengo un bronceado" dijo Ty. Era verdad, el no tenia uno. El detestaba el sol. Cuando todos salían a la playa, podías encontrarlo bajo una terroríficamente grande sombrilla, leyendo una de sus novelas de detectives. "La Tía Abuela Marjorie nos mantuvo afuera entrenando todo el día "Dijo Tavvy "Bueno, no Tavvy. El se quedaba adentro comiendo jalea" "Tiberius se escondía" dijo Dru "En el granero" "Yo no me estaba escondiendo" dijo Ty "Era una retirada estratégica" "Se estaba encendiendo" dijo Dru, un ceño fruncido atravesando su cara. Sus trenzas a un solo lado de la cabeza como Pippi Calzas-largas. Emma jalo de una de ellas afectuosamente. "No discutas con tu hermano" dijo Julián y se volteo hacia Ty "No discutas con tu hermana. Ambos están cansados" "Como podría estar tan cansado como para no discutir?" Pregunto Ty. "Julián dijo que todos ustedes podrían estar adormilados" dijo Diana. "Pero si solo son las ocho" protesto Emma "Acaban de llegar!" Diana señalo a Tavvy que se estaba tambaleando por el piso y cayo dormido bajo el amplio haz de luz de una lámpara, exactamente como un gato "Es considerablemente tarde en Inglaterra" Livvy camino hacia adelante y tomo a Tavvy entre sus brazos gentilmente. Su cabeza cayendo contra su hombro "Lo llevare a su cama" Julián miro a Diana brevemente "Gracias Livvy" dijo "Iré a decirle al Tío Arthur que todos llegamos bien" miro alrededor y suspiro "Mañana podemos encargarnos de desempacar. Ahora, todos, a dormir" Livvy murmuro algo; Emma no la pudo escuchar. Ella se sentía confundida; más que confundida. Desde que Julián había estado respondiendo a sus 63
mensajes con cortas y neutrales misivas, ella no había estado preparada para un Julián que lucía diferente, un Julián que la veía diferente. Ella quiso mirarlo de la forma que el la veía, con una sonrisa que solo estaba reservada para sus interacciones. Diana estaba diciendo buenas noches, tomando sus llaves y el bolso de mano. Tomando ventaja de la distracción, Emma se acerco para trazar suavemente palabras contra la piel de Julián. N-E-C-E-S-I-T-A-M-O-S-H-A-B-L-A-R, ella escribió. Sin mirarla, Julián tomo su propia mano y escribió a lo largo de su brazo. AC-E-R-C-A-D-E-Q-U-E? La puerta del salón se abrió y se cerró detrás de Diana, haciendo que entrara un poco de viento y lluvia. El agua salpico la nuca de Emma cuando se volvió para mirar a Julián "Es importante" dijo ella. Ella se sorprendió de lo incrédula que sonó. Ella nunca había tenido que hablarle acerca de algo importante antes. Si le hubiera dicho que necesitaba hablarle, el hubiera sabido el significado "Solo..." ella acallo su voz "Ven a mi habitación luego de que hayas hablado con Arthur" El suspiro, solo por un momento: los vidrios y las conchas bailando en sus pulseras cuando paso su mano por la cara. Livvy ya estaba subiendo las escaleras con Tavvy, los demás en el camino de hacer lo mismo. Emma sintió su molestia convirtiéndose en culpabilidad. Julián estaba cansado, obviamente. Solo eso. "Solo estas muy cansado" dijo ella. Julián agito la cabeza, su rostro ilegible -y Emma siempre había sido capaz de leer su rostro "He llegado" el dijo y poso una mano sobre su hombro. Suavemente, un gesto casual. Como si no hubieran estado separados por dos meses "Es bueno verte de nuevo" el dijo, y se dio la vuelta para subir las escaleras después de Livvy.
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Por supuesto que él tenía que ir a ver a Arthur, pensó Emma. Alguien tenía que ir a decirle al excéntrico guardián que los Blackthorn estaban en casa. Por supuesto que él estaba cansado. Y por supuesto que se veía diferente; las personas lo hacían, cuando no las habías visto en un tiempo. Podría tomar un día o dos volver a la forma en que en que ellos eran: Cómodos. Inseparables. Seguros. Ella empujo su mano contra su pecho. Pensó que el dolor que había sentido mientras Julián se habían ido a Inglaterra, el extraño sentimiento que ella odiaba, se había ido, ahora sentía un nuevo dolor cerca de su corazón.
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Capítulo 3 –La luna nunca brilla sin traerme sueños. "Julián lo llama mi Pared de Locura" dijo Emma. Ella y Cristina estaban paradas frente al armario en la habitación de Emma, las puertas de este abiertas de par en par. El armario de Emma esta vacio. El guardarropa de Emma, en su mayoría vestidos vintages y jeans que había tomado en tiendas de segunda mano en Silver Lake y Santa Mónica, estaban colgados en el guardarropa o doblados en el vestidor. Las paredes de su armario en su habitación pintada de azul (el mural en una de las paredes de su habitación era de golondrinas volando sobre las torres de un castillo, había sido obra de Julián cuando ella se había mudado allí, un guiño al símbolo del apellido Carstairs) estaba recubierto con fotografías, recortes de periódicos, y notas autoadhesivas sobre las que Emma había escrito en estrecha letra cursiva. "Todo está por código de color" dijo Emma señalando las notas autoadhesivas. "Historias de periódicos mundanos, investigaciones en hechizos, en idiomas demoniacos, cosas que he estado reuniendo fuera de la vista de Diana... Es todo lo que he encontrado que conecte con la muerte de mis padres" Cristina se acerco para mirar más de cerca, y luego giro de repente para mirar a Emma "Algunos de estos se ven como archivos oficiales de La Clave" “Lo son" dijo Emma "Robe algunos de la oficina de la Cónsul en Idris cuando tenía doce" "Le robaste esto a Jía Penhallow?" Cristina parecía horrorizada. Emma supuso que ella no se lo esperaba. La Cónsul era el mayor oficial electo en La Clave -solo el inquisidor se le acercaba en influencia y poder. "De donde crees que iba a sacar las fotos de los cuerpos de mis padres?" Pregunto Emma, encogiéndose de hombros y deshaciéndose de su chaqueta
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para dejarla sobre la cama, llevaba una camiseta de tirantes por debajo. La brisa fría que venía desde el desierto rosando sus brazos desnudos. "Entonces, las fotos que tome esta noche... a donde van?" Cristina se las paso a Emma. Aun estaban mojadas por el tóner -lo primero que había hecho Emma en cuanto volvió al Instituto fue haber imprimido las fotos del cuerpo del callejón en el teléfono de Cristina. Emma se inclino y los puso con cuidado junto a las fotos de los cuerpos de sus padres -ahora atenuados por el tiempo y dobladas en los bordes. Ella se inclino hacia atrás para mirar de una a la otra. Las marcas eran feas, puntiagudas y difíciles de concentrarse en ellas. No eran un idioma demoniaco cualquiera que ella pudiera identificar, pero se sentían como lo que ninguna mente humana pudiera haber concebido. "Y ahora qué?" Dijo Cristina "Quiero decir, cuál es tu plan para lo siguiente que hay que hacer?" "Veré lo que diga Diana mañana" dijo Emma "Si encontró algo. Algo acerca de lo que encontraron los Hermanos Silenciosos acerca de los asesinatos que hablaba Rook. Si ellos no lo hicieron. Volveré al Mercado de la Sombra. Pagare cualquier precio que tenga que pagar, o le pediré a Johnny Rook un favor. Si alguien ha estado matando personas y cubriendo sus cuerpos con estas escrituras, entonces significa... significa que Sebastian Morgenstern no mato a mis padres. Y que estaba en lo correcto, que sus muertes habían sido algo más. "Podría no significar exactamente eso, Emma" La voz de Cristina era gentil. "Soy una de las pocas personas que vio cuando Sebastian Morgenstern ataco el instituto" dijo Emma. Eran unos de sus recuerdos mas nítidos; recordaba correr, con el bebe Tavvy en sus brazos y Dru siguiéndolos, recordaba correr a través del Instituto con los Guerreros Oscuros de Sebastian pisándoles los 67
talones, recordaba la mirada de Sebastian sobre ellos mismos, el cabello completamente blanco y los muertos ojos negros demoniacos, recordaba la sangre y a Mark, recordaba a Julián esperándola "Lo vi, vi su cara, vi sus ojos cuando me miraron. No es que no cree que el pudo haber matado a mis padres. El pudo haber matado a cualquiera que se hubiera interpuesto en su camino. Es solo que no creo que se haya tomado la molestia" sus ojos picaban "Solo necesito más pruebas. Convencer a La Clave. Porque es siempre y cuando llegue a las puertas de Sebastian, el verdadero asesino, la persona responsable, no ha sido castigada. Y no creo que podría dejarlo así" "Emma..." Dijo Cristina tomando su brazo con cuidado con su mano "Sabes que creo que el Ángel tiene un plan para nosotros. Para ti. Y lo que sea que podría hacer para ayudarte, lo hare" Emma lo sabía. Para muchos Cazadores de Sombras el Ángel había sido quien creó la raza de los Nephilims, era una figura distante. Para Cristina, Raziel era una figura viviente. Rodeando su cuello ella usaba un medallón consagrado por el Ángel. Raziel estaba grabado en el frente, y habían palabras en latín escritas por detrás; Bendito sea el Ángel por mi fuerza, quien enseño mis manos para la guerra, y mis dedos para pelear. Cristina tocaba su medallón de vez en cuando: para fuerza, antes de un examen, antes de una batalla. De cualquier manera, Emma envidiaba la fe de Cristina. A veces ella pensaba que la única cosa en la que tenía fe era en la venganza y en Julián. Emma se inclino hacia atrás contra la pared, papeles y notas autoadhesivas rosando su espalda "Incluso si eso significa romper las reglas? Sé que odias eso" "No soy tan aburrida como crees que soy" dijo Cristina golpeando el hombro de Emma en tono ofendido "Nada, no hay nada más que podamos hacer esta
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noche. En que podría estar pensando tu mente ahora? Malas películas? Helado?" "Presentarte a los Blackthorn" dijo Emma empujándose con la pared del armario. "Ellos no están aquí" Cristina lucia como si Emma no se cansara de golpear su cabeza. "Ellos están y no están" Ella le ofreció una mano "Ven conmigo" Cristina se dejo ser llevada fuera hacia el corredor. Era todo de madera y cristal, las ventanas daban sobre lo que durante el día eran vistas del mar, la arena y el desierto. Emma pensó, cuando se mudo dentro del Instituto, que eventualmente la vistas desaparecerían de su conciencia, que no despertaría cada mañana aun sorprendida por el azul del océano y del cielo. Eso nunca sucedió. El océano seguía fascinándola con su continuamente cambiante superficie, y el desierto con sus sombras y flores. Ella podía ver el brillo de la luna sobre el océano ahora, a través de las ventanas en la noche: plateado y negro. Emma y Cristina hicieron su camino a través del corredor. Deteniéndose Emma al tope de las enormes escaleras que descendían al salón principal, el cual se situaba en el medio del instituto, y se dividía hacia las alas norte y sur. Emma había elegido deliberadamente una habitación, años atrás, al otro lado del Instituto de donde los Blackthorn dormían. Era una forma de declarar silenciosamente que ella sabía que seguía siendo una Carstairs. Ella se inclino sobre la barandilla y ahora miraba hacia abajo, Cristina a su lado. Los Institutos habían sido construidos para impresionar; Los conocidos lugares para Nephilims, los corazones de las Conclaves -comunidades locales de Nephilims. La entrada principal, una sala cuadrada que era el punto focal para las enormes escaleras que subían al descansillo y al segundo piso, tenía 69
un piso de mármol blanco y negro y estaba decorado con mueblería en apariencia incómodos en la que nadie se sentaba: se veía como la entrada de un museo. Desde el descansillo podías las baldosas blancas y negras en el suelo de baldosas que formaban la figura del Ángel Raziel, emergiendo del Lago Lyn en Idris, sosteniendo dos de los instrumentos mortales. Una brillante espada y una copa incrustada de gemas. Esta era una imagen que todos los niños Nephilim conocian: cientos de años atrás, el Ángel Raziel había sido invocado por Jonathan ShadowHunter, el padre de todos los Nephilim, para alejar una plaga de demonios. Raziel había bendecido a Jonathan con los Instrumentos Mortales y el Libro Gris, en el cual se encontraban todas las runas inscritas. El había mezclado también su sangre con la de los humanos y se la había dado a Jonathan y a sus seguidores a beber, dejando a sus pieles listas usar las runas y creando los primeros Cazadores de Sombras. La imagen del Ángel Raziel emergiendo era sagrada para los Cazadores de Sombras: era llamada La Trinidad y se podía encontrar donde los Cazadores de Sombras se encontraran o hubieran muerto. La imagen en el piso de la entrada del Instituto era un monumento conmemorativo: cuando Sebastian Morgenstern y su ejército de hadas había irrumpido en el Instituto, el piso era de mármol liso. Después de la Guerra Oscura, los niños Blackthorn volvieron al Instituto para encontrarse con que el salón donde habían muerto tantas personas había sido destruido, las piedras sobre los Cazadores de Sombras habían sido reemplazadas, y el mural había sido puesto en conmemoración por aquellos que habían perdido. Cada vez que Emma caminaba sobre él. Le recordaba a sus padres, al padre de Julián. Ella no pensaba -ella no quería olvidar.
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"Cuando dijiste que los Blackthorn estaban y no estaban, lo decías porque Arthur esta aquí?" Pregunto Cristina. Ella había estado mirando pensativamente hacia abajo al Ángel. "Definitivamente no" Arthur Blackthorn era la cabeza del Instituto de Los Ángeles. O al menos, ese era su titulo. El era un clasicista, obsesionado con la mitología Griega y Romana. Constantemente encerrado en el ático con pedacitos de cerámica, libros, e interminables ensayos y monografías. Emma no podía pensar en una vez en la que ella lo hubiera visto tomar un directo interés en los problemas Nephilims. Ella podía contar con los dedos de una mano la cantidad de veces que ella y Cristina lo habían visto desde la llegada de Cristina al Instituto "Después de todo, estoy impresionada de que recuerdes que vive aquí" Cristina rodo los ojos. "No ruedes los ojos. Arruinas mi momento dramático. Quiero mi momento dramático desarruinado" "Que momento dramático?" Demando Cristina "Porque me arrastras aquí cuando quiero bañarme y cambiarme este uniforme? Además, necesito café" "Tu siempre necesitas café" dijo Emma, moviéndolas a través del corredor hacia la otra ala del Instituto "Es una adicción debilitante" Cristina dijo algo poco elogioso en español, pero dejo que Emma la arrastrara a otro lugar, su curiosidad claramente ganándole. Emma las giro hacia atrás para ir hacia la otra ala del Instituto, como una guía turística. "Bien, la mayoría de los Blackthorn están en el ala sur" dijo Emma "Primera parada, la habitación de Octavian" La puerta de la habitación de Octavian siempre estaba abierta, el no conocía la privacidad teniendo solo siete años. Emma entro, y Cristina, luciendo perpleja, entro a su lado.
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La habitación contenía una pequeña cama con una colcha de rayas, una casa de juguete cerca de ser tan alta como Emma, y una tienda de campaña repleta de libros y juguetes "Tavvy tiene pesadillas" dijo Emma "A veces Julián viene y duerme en la tienda con el" Cristina sonreía "Di... mi hermano hacia eso por mi cuando era una niña pequeña" La siguiente habitación fue la de Drusilla. Dru tenía trece años y estaba obsesionada con las películas de terror. Libros acerca de películas de matanzas y asesinos seriales estaban desperdigados por el piso. Las paredes eran negras y viejos posters habían sido pegados en las ventanas "Cualquier cosa con la palabra "Sangre" o ‘Terror’ o ‘Prom’ la tiene. Porque lo llaman Prom, supongo..." " Es lo más corto para ‘Promenade’" "Porque hablas mejor ingles de lo que yo lo hago?" "Eso no era ingles" señalo Cristina, cuando Emma salto más lejos en el pasillo "Eso fue francés” "Los gemelos tienen habitaciones una junto a la otra" Emma gesticulo hacia dos puertas cerradas "Esta es de Livvy" Ella abrió la puerta para revelar una hermosamente limpia y decorada habitación. Ingeniosamente alguien había cubierto la cabecera con una tela caprichosa decorada con tazas de té. Brillante joyería colgando de pantallas clavadas en la pared. Libros acerca de computadoras y programación de idiomas habían sido cuidadosamente colocados en filas junto a su cama. "Programación de idiomas" exclamo Cristina "Le gustan las computadoras?"
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"Ty y ella" dijo "Ty ama las computadoras, él le gusta porque puede analizar las forma en que trabajan, pero el no es muy bueno para las matemáticas. Livvy es buena con las matemáticas, hacen un buen equipo" La siguiente habitación fue la de Ty "Tiberius Nero Blackthorn" dijo Emma "Creo que sus padres se fueron un poco por la borda con su nombre. Es como llamar a alguien Magnifico Bastardo" Cristina rio tontamente. La habitación de Ty estaba ordenada, los libros estaban ordenados no por orden alfabético pero si por color. Los colores que más le gustaban a Ty, como el azul, dorado y verde, estaban al frente de la habitación y cerca de la cama. Los colores que no le gustaban, naranja y purpura, estaban relegados a esquinas y espacios como la ventana. Esto podría haberle parecido al azar para cualquiera, pero Emma sabía que Ty estaba consiente de la localización de cada volumen. Junto a la cama estaban sus libros más amados: Historias de Sherlock Holmes de Arthur Conan Doyle. A su lado se encontraban una colección de pequeños juguetes. Julián los había hecho años atrás cuando consiguio a Ty sosteniendo algo entre sus manos que lo ayudaba a calmarse y a enfocarse. Habia una resbalosa pelota hecha de limpia pipas, y un cubo plástico negro que hacia clic y se movía en diferentes patrones. Cristina le dirigió a Emma una mirada irónica en su rostro "Me habías hablado acerca de Tiberius antes. Él es quien le gusta los animales" Emma asintió "El siempre está afuera, martirizando lagartos y ardillas" ella agito sus brazos para señalar al desierto que se extendía fuera del instituto tierras vírgenes y sin ocupación humana. Que se extendían por la línea de montañas que dividían la playa del valle "Espero que se esté divirtiendo en Inglaterra, recolectando renacuajos, ranas y sapos en el hoyo..." "Que es una clase de comida!" Exclamo Cristina
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"Que no puede ser!" Dijo Emma, moviéndose por el corredor. "Es pudin!" Cristina objeto cuando Emma encontró la siguiente puerta y la abrió. Las paredes en el interior de la habitación estaban pintadas con el exactamente mismo azul que el cielo y océano afuera. Durante el día estas se veían como si fueran parte de estos, flotando en un eterno azul. Murales cubrían las paredes -en intrincados patrones, y a través de todas las paredes que mostraban el desierto, el borde de un castillo rodeado de altas paredes de enredaderas. Un príncipe cabalgando hacia él, la cabeza baja, su espada rota. "La Bella Durmiente" dijo Cristina. La Bella Durmiente "Pero no recuerdo que haya sido tan triste, o el príncipe tan deprimente. Es un chico triste, Julián?" "Absolutamente no" Dijo Emma, prestando atención a medias. No había entrado en la habitación de Jules desde que se había ido. Lucia como si no lo hubiera arreglado antes de irse. Habia ropa por todo el suelo, dibujos a medio hacer sobre el escritorio, y una taza que probablemente había contenido café hace un tiempo cuando la habían traído aquí "No deprimido ni nada por el estilo" "Deprimido no es lo mismo que triste" observo Cristina. Pero Emma no podía pensar en un Julián triste, no ahora, no ahora que estaba tan cerca de volver a casa. Ahora eran pasadas la media noche, técnicamente el volvería pasado mañana. Ella sintió un poco de excitación y alivio. "Vamos" ella salió de la habitación con Cristina siguiéndola. Emma empujo su mano contra una puerta cerrada. La puerta era de madera, como las demás. La superficie estaba astillada como si no la hubiera sido limpiada en un largo tiempo.
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"Esta es la habitación de Mark" dijo Emma. Cualquier Cazador de Sombras conocía el nombre de Mark Blackthorn. El chico Mitad Nephilim, mitad hada, que había sido tomado durante la Guerra Oscura y hecho parte de la Caza Salvaje, los más viciosos de las hadas. El único que había cabalgado a través de los cielos, una vez al mes, visitando los campos de batalla, alimentándose del miedo y la muerte como el más peligroso de las águilas. Mark siempre había sido gentil. Emma se sorprendía de que no estuviera más aquí. "Mark Blackthorn fue una de las razones por la que vine aquí" dijo Cristina un poco avergonzada "Siempre había tenido la esperanza de que podría ser parte de la creación de un trato mejor que la Paz Fría. Algo mejor para los submundos y aquellos Cazadores de Sombras que los aman" Emma sintió sus ojos abrirse de par en par "No los sabia. Nunca me habías hablado de eso" Cristina gesticulo a su alrededor "Compartiste algo conmigo" dijo ella "Compartiste a los Blackthorn. Pensé que también tenía que compartir algo contigo" "Me alegra de que hayas llegado aquí" dijo Emma impulsivamente, Cristina sonrojándose "Incluso si no me hubieras contado acerca de Mark. E incluso si no me hubieras contado acerca del porque" Cristina rio tontamente "Me gusta Los Ángeles" le dedico una sonrisa de medio lado a Emma "Estas segura que no quieres malas películas y helado?" Emma tomo una profunda respiración. Recordó una vez en la que Julián le había dicho que cuando las cosas no están siendo muy buenas, ella tenía que imaginar encerrando ciertas situaciones y sentimientos lejos en una caja. Encerrarlas y enviarlas lejos, dijo él, así ellas no volverá a ti. Se han ido
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Ella se lo imagino, ahora, sus recuerdos del cuerpo en el callejón, de Sebastian Morgenstern y La Clave, de su necesidad de respuestas, su hambre de que el mundo termine con los cuerpos de sus padres, y su ansiedad de ver a Julián mañana, y encerrándolos en una caja. Se imagino enviándolos a un lugar donde ella no podría llegar fácilmente, a un lugar que ella no podría encontrar y abrirla de nuevo. "Emma?" Dijo Cristina ansiosa "Esta todo bien? Luces un poco como si fueras a desmayarte" Clic, había enviado la caja cerrada. En su mente, Emma lo hizo a un lado. De vuelta en el mundo: ella le sonrió a Cristina "Malas películas y helado suena grandioso" dijo ella "Hagámoslo" *** El cielo sobre el océano estaba rayado por los rosados y naranjas del atardecer. Emma redujo la velocidad luego de correr por entrenamiento, jadeando, su corazón saltando en el pecho. Normalmente ella entrenaba en las tardes y en las noches, y corría temprano en la mañana. Pero se había levantado tarde luego de haberse quedado despierta hasta tarde con Cristina. Ella había pasado el día reorganizando fervientemente su evidencia, llamando a Johnny Rook para persuadirlo por más detalles, escribiendo notas para su pared y esperando impacientemente a que Diana llegara. Como la mayoría de los tutores, Diana no vivía en el Instituto con los Blackthorn -ella tenía su propia casa en Santa Mónica. Técnicamente, ella no necesitaba quedarse en el Instituto, pero Emma le había enviado ya seis mensajes, quizás siete. Cristina la detuvo cuando estaba enviado el octavo, y le sugirió que fuera a correr para drenar su ansiedad.
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Ella se inclino hacia adelante, apoyando las manos sobre las rodillas. Tratando de recuperar el aliento. La playa estaba casi desierta a excepción de unas pocas parejas de mundanos que terminaban sus caminatas románticas al atardecer. Estaban volviendo a sus autos que habían dejado aparcados a lo largo de la carretera. Ella se sorprendía de la cantidad de millas que había corrido en este tramo de playa en los años que había vivido en el Instituto. Cinco millas por día, todos los días. Y eso era después de las tres horas que pasaba en la sala de entrenamiento. La mitad de las cicatrices que Emma tenía en su cuerpo, se las había hecho ella misma aprendiendo a caer de grandes alturas, a luchar a través del dolor o tratando de caminar descalza sobre vidrios rotos. La más brutal de las cicatrices la tenía Emma en su antebrazo, se la había hecho ella misma, también, con Cortana el día en que sus padres murieron. Julián la había colocado sobre sus brazos, y ella la acuno a través del dolor y la sangre, llorando cuando esta corto su piel. Dejando una larga línea blanca a lo largo de su brazo, algunas veces la hacía sentir avergonzada cuando usaba vestidos sin mangas o camisetas de tirantes. Ella se sorprendía de como otros Cazadores de Sombras podían mirar fijamente sus cicatrices, maravillados de donde provenían. Pensó que Julián nunca las miraba fijamente. Ella se enderezo. Desde el agua ella podía ver el Instituto, todo de piedra y cristal, alzándose en la colina sobre la playa. Ella podía ver el bulto del ático de Arthur, y la ventana oscura de su propia habitación. Ella había dormido sin poder descansar allí hoy, soñando acerca del cuerpo del hombre mundano muerto, de las marcas en su cuerpo, las marcas en el cuerpo de sus padres. Ella trato de conjurar una visión de lo que hubiera hecho si ella hubiera encontrado quien los había asesinado. Cuantos montones de dolor psíquico ella podría infringirle antes de que pudiera empezar a hacerle sentir lo que ella había perdido. 77
Julián también había estado en su sueño. Ella no sabía cómo lo había hecho exactamente, pero despertó con una clara imagen de él en su mente -un alto y delgado Jules, con su rulo cabello marrón oscuro y sus sorprendentes ojos azul verdoso. Sus largas pestañas y la pálida piel, la manera en que se mordía las uñas cuando estaba estresado. Su buen manejo de las armas y su aun mejor manejo del pincel y las pinturas. Julián, quien vendría a casa mañana. Julián quien entendería exactamente como se sentía -cuanto tiempo ella había estado esperando por una pista acerca de sus padres. Como seria ahora que encontró una, el mundo parecía ahora tremendamente lleno de posibilidades. Ella recordó que Jem, el Ex-Hermano Silencioso que había ayudado a prescindir su ceremonia parabatai, le había dicho lo que es Julián para ella, una expresión en su chino nativo, Zhi Yin. "El único que comprende tu música" Emma no podía tocar ni una nota de ningún instrumento. Pero Julián entendía su música. Incluso la música de la venganza. Nubes oscuras empezaban a arremolinarse sobre el océano. Iba a empezar a llover. Tratando de empujar a Julián de su mente, Emma comenzó a correr de nuevo, acercándose por la sucia carretera hacia el Instituto. Cerca del edificio, redujo la velocidad, mirándolo fijamente. Habia un hombre bajando las escaleras. El era alto y estrecho, vestía un largo abrigo del color de las plumas de los cuervos. El normalmente vestía de negro: ella supuso que era de donde venia el apellido. El no era un brujo, Johnny Rook, pero con un nombre como ese. Podría ser uno. Emma vio sus ojos abiertos. Corrió hacia el cerrando la distancia entre ellos antes de que él pudiera rodear por un lado, alejándose de ella. Ella patino para detenerse frente a él, bloqueándole el camino "Que estás haciendo aquí?" Sus extraños ojos miraron alrededor, buscando una ruta de escape "Nada. Podrías dejar de..." 78
"Le dijiste algo sobre mi llegando al Mercado de la Sombra a Diana? Porque si lo hiciste..." El hizo una mueca. Esto era algo extraño en su cara, como sus ojos: había algo que lo hacía parecer devastado, como si algo horrible le hubiera sucedido cuando era más joven, algo que había cortado líneas como cicatrices de cuchillo en su piel "No eres la cabeza del Instituto, Emma Carstairs" dijo él "La información que te di era buena" "Dijiste que te quedarías tranquilo!" "Emma" el nombre de Emma sonaba firme y con precisión. Emma se volvió lentamente para ver a Diana parada en la cima de las escaleras, el viento de la noche moviendo su rulo cabello. Ella estaba usando otro largo y elegante vestido que la hacía lucir alta e imponente. También se veía absolutamente furiosa. "Supongo que recibiste mis mensajes" Diana no reacciono. "Deja al Señor Rook solo. Necesitamos hablar. Te quiero ver en mi oficina en exactamente diez minutos" Diana se volvió para ir adentro del Instituto. Emma le disparo una mirada venenosa "Se supone que los tratos contigo son secretos" dijo ella, tocando su pecho con su dedo indice "Quizás no hayas prometido que mantendrías la boca cerrada. Pero ambos sabemos que las personas quieren eso de ti, que esperan eso de ti" Una pequeña sonrisa se formo en su rostro "No me asustas Emma Carstairs" "Quizás podría" "Eso es lo gracioso de ustedes los Nephilims" dijo Rook "Saben acerca del submundo pero no viven en el" el acerco sus labios a su oído, incómodamente cerca. Su aliento rosando su cabello en su nuca cuando hablo "Hay cosas mucho más espantosas que tu, Emma Carstairs"
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Emma se alejo a si misma de él, rodeándolo, y subiendo a la carrera los escalones. *** Diez minutos después Emma estaba parada frente al escritorio de Diana, su cabello, aun húmedo por la ducha, goteando sobre el suelo de baldosas. Aunque Diana no viviera en el Instituto, ella tenía una oficina allí, una cómoda habitación en una esquina con vistas a la carretera y al océano. Emma podía ver las extensiones de pasto en frente del Instituto en el crepúsculo, sombras azuladas al borde con matorrales de salvia. La lluvia había empezado a caer, golpeteando las ventanas. La oficina estaba escasamente decorada. Sobre el escritora había una fotografía de un hombre alto con su brazo rodeando a chica que asemejaba a Diana a pesar de que fuera más joven. Estaban parados en frente de una tienda que tenía un letrero que decía LA FLECHA DE DIANA. Habían flores en las ventanas, habían sido plantadas allí por Diana para darle brillo a la habitación. Ella cruzo los brazos sobre el escritorio y miro a Emma con severidad. "Me mentiste la otra noche" dijo ella. "No lo hizo" dijo Emma "No exactamente, yo..." "No digas que omitiste, Emma", dijo Diana "Sabes más que eso" "Que te dijo Johnny Rook?" Dijo Emma, pero se lamento inmediatamente de haberlo hecho. La expresión de Diana se oscureció. "Porque no me lo dijiste?" Dijo ella "De hecho, dime qué fue lo que hiciste y cual podría ser tu castigo. Me parece justo"
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Emma cruzo sus brazos a la defensiva sobre su pecho. Ella odiaba ser castigada, y Diana era buena castigándola. Diana era inteligente, lo cual era grandioso, pero no cuando ella estaba molesta. Emma tampoco podía decirle a Diana el porqué ella pensaba que ella estaba enojada, esto posiblemente revelaría mas de lo que de Diana realmente sabia, o ella se podría quedar en silencio, esto posiblemente pondría mas molesta a Diana. Después de un momento de deliberación ella dijo "Debería tener cuidado al tomar una caja de gatitos. Pero tú sabes que tan terribles pueden llegar a ser, con sus pequeñas y lindas garritas y sus terribles actitudes" "Hablando de malas actitudes" dijo Diana, jugando ociosamente con un lápiz "Fuiste al Mercado de la Sombra, contra reglas especificas. Hablaste con Johnny Rook. El te dijo que podrían haber desechado un cuerpo en el Sepulcro que podría haber conectado con la muerte de tus padres. Ustedes no solo estaban allí cuando sucedió. No estabas patrullando" "Le pague a Rook para que no dijera nada" murmuro Emma "Confié en el!" Diana tiro el lápiz sobre el escritorio "Emma, al hombre lo llaman Rook el Ladrón. De hecho, el no es tan solo un ladrón, el está en la lista de vigilancia de La Clave porque trabaja con hadas sin permiso. Cualquier submundo o mundano que trabaje con las hadas fuera de los negocios de los Cazadores de Sombras, pierde su protección: lo sabes" Emma tiro sus brazos hacia arriba "Pero aquellos eran algunas de las personas más conocidas fuera de aquí! Ellos no estaban cortando su ayuda con la Clave, están castigando Cazadores de Sombras!" Diana sacudió la cabeza "Las reglas son las reglas por una razón. Ser un Cazador de Sombras es mucho más que entrenar catorce horas al día y conocer dieciséis formas diferentes de matar a un hombre con pinzas para ensaladas"
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"Diecisiete" dijo Emma automatícenle "Lo siento mucho Diana. Realmente lo hago, en especial por haber metido a Cristina en esto. Ella no tiene la culpa" "Oh, lo sé" Dijo Diana aun frunciendo el ceño, Emma asintiendo con la cabeza. "La otra noche" dijo ella "Me dijiste que me creías. Acerca de que Sebastian no había matado a mis padres. De que sus muertes dicen algo más que esto. Sus muertes no fueron justas -no tan solo Sebastian limpiando el Conclave, alguien los quería muertos. Sus muertes significan algo…” "Todas las muertes significan algo" dijo Diana subiendo el tono. Ella paso una mano a través de sus ojos "La otra noche hable con los Hermanos Silenciosos. Encontré lo que ellos sabían. Dios, me he estado diciendo a mi misma que debería mentirte acerca de esto -he estado peleando con esto todo el día…” "Por favor" suplico Emma "No me mientas" "Pero no puedo. Recuerdo cuando llegue aquí, tú eras una niña pequeña de doce años, y estabas destruida. Lo habías perdido todo. Y todo lo que habías tenido para sostenerte era en Julián y tú necesitabas venganza. Por Sebastian, no por tener la razón por la que tus padres murieron, porque en ese entonces lo estaban, como podría haberte castigado?" Ella tomo una profunda respiración "Se que Johnny Rook te hablo acerca de que han habido una horda de asesinatos. El estaba en lo correcto. Doce en total, contando el de la otra noche. Sin poder rastrear los asesinatos. Todas las victimas sin identificar. Los dientes partidos, las billeteras desaparecidas, las huellas dactilares quemadas" "Y los Hermanos Silenciosos no sabían nada de eso? La Clave, la Cónsul..." "Ellos lo sabían. Y esta es la parte que no te va a gustar" Las uñas de los dedos de Diana tamborileaban sobre el vidrio del escritorio "Algunos de los 82
muertos eran del pueblo de las hadas. Esto lo hacía de importancia para la Escolomancia, los Centuriones y los Hermanos Silenciosos. No para los Institutos. La Clave lo sabía. Ellos no nos lo dijeron, deliberadamente, porque ellos no nos querían involucrar" "La Escolomancia?" La Escolomancia había sido una pieza de la historia de los Cazadores de Sombras que volvió a la vida. Era un frio castillo de torres y corredores cavados en el interior de una montaña en Los Cárpatos, este lugar había existido por siglos para entrenar a la mayoría de Cazadores de Sombras de elite para luchar con el doble de amenazas de demonios y submundos. Este había sido cerrado cuando los primeros acuerdos habían sido firmados: una muestra de fe para los submundos de no habría guerra en un largo tiempo. Ahora con la llegada de la Paz Fría: Este había sido reabierto y estaba operacional de nuevo. Uno tenía que pasar una serie de duras pruebas para ser admitido, y lo que uno aprendía en la escuela no se era compartido con los demás. Aquellos que se graduaban allí eran llamados centuriones, escolares y guerreros legendarios: Emma nunca había conocido uno en persona. "Puede que no estén equivocados, pero es la verdad" "Pero las marcas. Ellos admitieron que las marcas que encontraron en los cuerpos eran las mismas que habían en los cuerpos de mis padres" "Ellos no admitieron nada" dijo Diana "Ellos dijeron que lo tomarían en sus manos y que no nos involucráramos. Que la orden había llegado de la Cónsul misma" "Los cuerpos?" Dijo Emma "Los cuerpos se disolvieron cuando trataron de moverlos, como los cuerpos de mis padres?"
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"Emma!" Diana se paro sobre sus pies, su cabello como una nube oscura alrededor se su cabeza "No podemos seguir interfiriendo con lo que está pasando con las hadas, no más. Esto es lo que la Paz Fría dice. La Clave no tan solo sugiere que no lo hagamos. Nos prohíbe interferir con los negocios de las hadas. Si te involucras en esto no tan solo podrá haber consecuencias para ti, si no también para Julián" Eso fue como si Diana hubiera tomado uno de los pesados pisa papeles y lo hubiera estampado contra el pecho de Emma "Julián?" "Que es lo que él hace cada año? En el aniversario de la Paz Fría?" Ella pensó en Julián, sentado aquí, en esta oficina. Año tras año, desde que tenía doce años y con los codos raspados y los pantalones vaqueros rasgados. Sentado pacientemente con una pluma y tinta, escribiéndolo su carta a la Clave, pidiéndoles que dejaran volver a su hermana Helen volver de la Isla Wrangel. La Isla Wrangel era la principal de todas las Guardas en el mundo, una serie de hechizos que habían sido creados para proteger la tierra de las hordas de demonios, cientos de años atrás. No era nada más que un trozo de hielo cientos de kilómetros en el Océano Ártico. Cuando la Paz Fría fue declarada, ella fue enviada allí: la clave había dicho que fue enviada para estudiar las guardas, pero nadie creía que esto fuera nada más que un exilio. A ella se le habían dejado hacer algunos viajes desde entonces, incluyendo la ocasión en Idris cuando se caso con Aline Penhallow, la hija de la Cónsul. Pero aunque fuera una conexión poderosa no podía dejarla libre. Año tras año Julián les escribía. Y año tras año se lo negaban. Diana hablo en una suave "Cada año la Clave dice que no porque su lealtad podría estar con el pueblo de las hadas. Como podría lucir esto si ellos piensan que estamos investigando los asesinatos de las hadas en contra de sus ordenes? Como podría esto afectar a la oportunidad de que la dejen ir?" 84
"Julián podría quererme para..." comenzó Emma. "Julián podría cortar sus manos si tu se lo pidieras. Eso no quiere decir que tu podrías" Diana froto sus sienes como si le dolieran "La venganza no es familia, Emma, ni tampoco es un amigo. Y es un plato que se sirve frio" ella se levanto con las manos y se movió hacia la ventana, mirando hacia abajo y dándole la espalda a Emma "Sabes porque tome este trabajo, aquí en el Instituto? Y no me des una respuesta sarcástica" Emma miro hacia abajo al piso. Esta estaba hecho de baldosas intercaladas azules y blancas; dentro de las baldosas blancas habían dibujos; un rosa, un castillo, una iglesia, una parvada de pájaros. Cada uno diferente. "Porque tu estuviste en Alicante durante la Guerra Oscura" dijo Emma "Tu estuviste allí cuando Julián tuvo que... que parar a su padre. Nos viste pelear y pensaste que éramos valientes y tu querías ayudar. Eso es lo que tú siempre tienes que decir" "Yo tuve algo cuando era joven que me ayudo a convertirme en lo que realmente soy" dijo Diana, los oídos de Emma atentos. Diana rara vez hablaba hacer de su familia. Los Wrayburn tenían una famosa familia de Cazadores de Sombras por generaciones, pero ella era la última. Ella nunca hablaba de sus hijos o su familia. Es como si su vida hubiera empezado cuando tomo la tienda de armas de su padre en Idris "Quiero ayudarte a convertirte en lo que realmente eres" "Que es eso?" "La mejor Cazadora de Sombras de tu generación" dijo Diana "Entrenas y peleas como nadie que jamás hubiera visto. Eso es exactamente el porqué no quiero verte arruinando tu potencial camino en la búsqueda de algo que no sanara tu mente"
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Arruinar mi potencial camino? Diana no lo sabía, no lo entendía. Nadie de su familia había muerto durante la Guerra Oscura. Y los padres de Emma no había muerto luchando: ellos habían sido asesinados, torturados y mutilados. Llorando por ella, quizás, en aquellos momentos, cortos o largos, entre la vida y la muerte. Hubo un golpeteo en la puerta, para ser abierta revelando a Cristina. Ella usaba jeans y un suéter, llevaba las uñas pintadas a medias, como si hubiera sido interrumpida mientras se las pintaba "Son los Blackthorn" dijo ella "Están volviendo a casa" Emma había olvidado completamente lo que estaba a punto de hablarle a Emma y se acerco a la puerta "Que? No se supone que no llegaban hasta mañana?" Cristina se encogió de hombros despreocupada "Tal vez solo sea otra familia que está pasando a través del portal en la entrada" Emma puso su mano sobre su pecho. Cristina estaba en lo correcto. Ella podía sentirlo: Aquel leve dolor que había estado existiendo entre sus costillas desde que Julián se había ido de repente había empezado a disminuir. A volverse menos doloroso, mas como una mariposa salvaje aleteando en el corazón de Emma. Ella salió disparada fuera de la oficina, sus pies resonando en la dura madera pulida del corredor. Bajo las escaleras, tomando los escalones de dos a la vez, y apenas rosando el barandal. Ella creyó escuchar voces, pudo escuchar la alta voz de Dru, suaves voces haciendo preguntas, y Livvy respondiéndolas. Y cuando estuvo allí, en la galería del segundo piso mirando hacia abajo a al salón. El espacio estaba iluminado como si fuera de día por una gran variedad de colores que se arremolinaban, un remanente del portal desaparecido. En el centro del salón estaban parados los Blackthorn: Julián alzándose sobre los gemelos de quince años, Livvy y Ty. Junto a ellos estaba 86
Dru, sosteniendo la mano del más pequeño, Tavvy. El lucia adormilado, sus rulos cabellos contra la mano de Dru y sus ojos cerrados. "Han vuelto!" Grito Emma. Todos ellos miraron hacia ella. Los Blackthorn siempre habían sido una familia con una fuerte semejanza entre ellos: Ellos compartían el mismo cabello rulo marrón oscuro, el color del chocolate y los mismos ojos azul verdosos. A excepción de Ty, con sus ojos grises, con una franja más clara, y su pelo negro revuelto. Lucia como si hubiera nacido en otra rama de la familia Blackthorn. Dru y Livvy estaban sonriendo, y Tavvy estaba cabeceando. Pero era a Julian a quien Emma estaba viendo. Ella sintió su runa parabatai palpitar en la parte superior de su brazo palpitar como si él la estuviera viendo. Ella bajo a la carrera las escaleras. Julián le estaba diciendo algo a Dru. Entonces el se volvió y tomo varios pasos rápidos hacia Emma. El llenaba toda su visión; el era todo lo que ella veía. No tan solo Julián había aparecido, caminando a través del piso con baldosas del Ángel, sino también Julián sosteniendo el cuchillo serafín al cual había llamado, Julián dándole su chaqueta cuando tenía frio en el auto, Julián en el lado opuesto a ella en la Ciudad Silenciosa, fuego blanco y dorado saliendo entre ellos, mientras ellos recitaban su juramento parabatai. Ellos colisionaron en el medio del vestíbulo, sus brazos lanzándose a su alrededor "Jules “dijo, su voz ahogada contra su hombro cuando él la abrazo. Ella podía oír sus juramento parabatai en la parte de atrás de su cabeza mientras aspiraba su familiar esencia de clavos, jabón y sal. Donde quiera que vayas, yo iré. Por un momento sus brazos estuvieron apretados a su alrededor que casi no la dejaba respirar. Luego él la dejo ir y dio unos pasos hacia atrás. 87
Emma casi se balanceo. Habia esperado bastante tan solo por un fuerte abrazo o por un empujón lejos. "Pensé que estarían volviendo mañana“ dijo Emma, tratando de atrapar la mirada de Julián para hacerlo sentir bienvenido con una sonrisa. En su lugar, se encontró mirando a sus hermanos y hermanos como si contara si estuvieran todos. "Malcolm nos apareció temprano" dijo él, encogiéndose de hombros "De repente apareció en la cocina de la Tía Abuela Marjorie, usando pijamas. El dijo que había olvidado la diferencia horaria. El grito por toda la casa" Emma sintió la presión en su pecho disminuir. Malcolm Fade, el cabecilla de los brujos en Los Ángeles, era un amigo de la familia, y su excentricidad era una vieja broma entre ella y Jules. "Y entonces el acidulante nos Portalizo desde Londres hasta acá" anuncio Livvy saltando para abrazar a Emma "Y tuvimos que ir en busca de alguien más para que abriera otro Portal. Diana!" Livvy se alejo a si misma de Emma y fue a saludar a su tutora. Por unos pocos minutos todo fue bienvenidas y abrazos: Preguntas, saludos y abrazos. Tavvy se estaba despertando y vagaba alrededor adormilado, sosteniéndose de la ropa de las personas. Emma agito su cabello. Tu gente será mi gente. La familia de Julián se había. Convertido en la de Emma cuando ellos se volvieron parabatai. De esta forma a mucho mejor que un matrimonio. Ella miro hacia Julián. El miraba hacia su familia, en un intento de expresión. Como si él hubiera olvidado que ella estaba allí. Y en ese momento su mente de repente se despertó y le presento a ella un catalogo de las maneras diferentes en las que podría mirarlo.
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El siempre había mantenido su cabello corto y práctico, pero de seguro había olvidado cortarlo en Inglaterra: lo tenía largo, y grueso, el cabello rizado de los Blackthorn. Los mechones colgándole debajo de las orejas. El estaba bronceado, y no es como si no conociera el color de sus ojos, pero ahora los veía más brillantes y oscuros a la vez, el color del océano miles de millas debajo de la superficie. Su cara había cambiado para bien, convirtiéndola con líneas mas adultas, perdiendo la suavidad de la infancia, alcanzando su punto máximo en su barbilla ligeramente afilada, un eco de las formas aladas de sus clavículas, solamente visibles por debajo de su camisa. Ella miro a otro lado. Para su sorpresa, su corazón latina rápidamente, como si estuviera nerviosa. Nerviosa, se arrodillo para abrazar a Tavvy "Perdiste un diente" le dijo cuando ella lo soltó "Cuídalo" "Dru me dijo que las hadas roban tus dientes mientras duermes" dijo Tavvy. "Eso es porque eso fue lo que yo le dije" dijo Emma, se levanto sobre sus pies. Sintiendo un suave toque sobre su piel. Era Julián. Con su dedo empezando a trazar palabras contra su piel -esto era algo que ellos habían estado haciendo toda su vida, desde que necesitaron una manera silenciosa de comunicarse durante las aburridas sesiones de estudio y momentos con adultos. E-S-T-A-T-O-D-O-B-I-E-N? Ella asintió hacia él. El lucia un poco preocupado, lo cual la aliviaba. Se sentía familiar. Realmente ella lo veía diferente? Seguía siendo menos delgado, más musculoso, pensó que era una un orden de delgados músculos. El se veía como los nadadores que ella siempre había admirado por su brillante hermosura. El seguía usando las pulseras de cuero y conchas y vidrio de mar alrededor de las muñecas. Sus manos seguían manchadas con pintura. El seguía siendo Julián. "Están todos bronceados" estaba diciendo Diana "Como pueden estar todos bronceados? Pensaba que llovía todo el tiempo en Inglaterra" 89
"Yo no tengo un bronceado" dijo Ty. Era verdad, el no tenia uno. El detestaba el sol. Cuando todos salían a la playa, podías encontrarlo bajo una terroríficamente grande sombrilla, leyendo una de sus novelas de detectives. "La Tía Abuela Marjorie nos mantuvo afuera entrenando todo el día "Dijo Tavvy "Bueno, no Tavvy. El se quedaba adentro comiendo jalea" "Tiberius se escondía" dijo Dru "En el granero" "Yo no me estaba escondiendo" dijo Ty "Era una retirada estratégica" "Se estaba encendiendo" dijo Dru, un ceño fruncido atravesando su cara. Sus trenzas a un solo lado de la cabeza como Pippi Calzas-largas. Emma jalo de una de ellas afectuosamente. "No discutas con tu hermano" dijo Julián y se volteo hacia Ty "No discutas con tu hermana. Ambos están cansados" "Como podría estar tan cansado como para no discutir?" Pregunto Ty. "Julián dijo que todos ustedes podrían estar adormilados" dijo Diana. "Pero si solo son las ocho" protesto Emma "Acaban de llegar!" Diana señalo a Tavvy que se estaba tambaleando por el piso y cayo dormido bajo el amplio haz de luz de una lámpara, exactamente como un gato "Es considerablemente tarde en Inglaterra" Livvy camino hacia adelante y tomo a Tavvy entre sus brazos gentilmente. Su cabeza cayendo contra su hombro "Lo llevare a su cama" Julián miro a Diana brevemente "Gracias Livvy" dijo "Iré a decirle al Tío Arthur que todos llegamos bien" miro alrededor y suspiro "Mañana podemos encargarnos de desempacar. Ahora, todos, a dormir" Livvy murmuro algo; Emma no la pudo escuchar. Ella se sentía confundida; más que confundida. Desde que Julián había estado respondiendo a sus 90
mensajes con cortas y neutrales misivas, ella no había estado preparada para un Julián que lucía diferente, un Julián que la veía diferente. Ella quiso mirarlo de la forma que el la veía, con una sonrisa que solo estaba reservada para sus interacciones. Diana estaba diciendo buenas noches, tomando sus llaves y el bolso de mano. Tomando ventaja de la distracción, Emma se acerco para trazar suavemente palabras contra la piel de Julián. N-E-C-E-S-I-T-A-M-O-S-H-A-B-L-A-R, ella escribió. Sin mirarla, Julián tomo su propia mano y escribió a lo largo de su brazo. AC-E-R-C-A-D-E-Q-U-E? La puerta del salón se abrió y se cerró detrás de Diana, haciendo que entrara un poco de viento y lluvia. El agua salpico la nuca de Emma cuando se volvió para mirar a Julián "Es importante" dijo ella. Ella se sorprendió de lo incrédula que sonó. Ella nunca había tenido que hablarle acerca de algo importante antes. Si le hubiera dicho que necesitaba hablarle, el hubiera sabido el significado "Solo..." ella acallo su voz "Ven a mi habitación luego de que hayas hablado con Arthur" El suspiro, solo por un momento: los vidrios y las conchas bailando en sus pulseras cuando paso su mano por la cara. Livvy ya estaba subiendo las escaleras con Tavvy, los demás en el camino de hacer lo mismo. Emma sintió su molestia convirtiéndose en culpabilidad. Julián estaba cansado, obviamente. Solo eso. "Solo estas muy cansado" dijo ella. Julián agito la cabeza, su rostro ilegible -y Emma siempre había sido capaz de leer su rostro "He llegado" el dijo y poso una mano sobre su hombro. Suavemente, un gesto casual. Como si no hubieran estado separados por dos meses "Es bueno verte de nuevo" el dijo, y se dio la vuelta para subir las escaleras después de Livvy.
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Por supuesto que él tenía que ir a ver a Arthur, pensó Emma. Alguien tenía que ir a decirle al excéntrico guardián que los Blackthorn estaban en casa. Por supuesto que él estaba cansado. Y por supuesto que se veía diferente; las personas lo hacían, cuando no las habías visto en un tiempo. Podría tomar un día o dos volver a la forma en que en que ellos eran: Cómodos. Inseparables. Seguros. Ella empujo su mano contra su pecho. Pensó que el dolor que había sentido mientras Julián se habían ido a Inglaterra, el extraño sentimiento que ella odiaba, se había ido, ahora sentía un nuevo dolor cerca de su corazón.
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Capítulo 4 –Esta era la razón. Emma golpeo con fuerza el tapete de entrenamiento, rodando con Cortana aun sujetada a su espalda, sin haberla dañado -o hacerse daño a ella. En los años que ella había estado entrenando se había hecho más heridas con el filo de Cortana por accidente que con cualquier otro ejercicio que hubiera hecho, gracias a su obstinidad de rehusarse a soltarla. Cortana había sido de ella, y de su padre, y del padre de su padre. Ella y Cortana eran lo que eran, en la familia Carstairs. Ella nunca dejaba atrás a Cortana cuando iba a luchar, incluso si planeaban usar dagas, agua bendita o fuego. Entonces ella necesitaría saber como luchar con esta sujetada a su espalda en cada circunstancia concebible. "Está todo bien?" Cristina golpeo el tapete a su lado mas suavemente: Ella no estaba armada, y solo usaba su ropa de entrenamiento. Cristina lo habia sentido, Emma pensó, sentándose mientras frotaba sus adoloridos hombros. "Todo bien" Emma se levantó, sacudiendo sus retorcidos músculos "Una vez más" El Medallón alrededor del cuello de Cristina brillaba decorosamente mientras ella estiraba la cabeza hacia atras, mirando a Emma mientras subia las escaleras de cuerda -rayos de luz solar dorado entraban iluminando la habitacion. Ellas habian estado entrenando por horas, y despues de que hubieran estado ocupadas vertiendo la informacion de la Pared de Pruebas de Emma (Cristina se negaba a llamarla la Pared de Locura) en la computadora del cuarto de Livvy y Ty, escaneandolo todo. Livvy aun habia estado prometiendo ir a entrenar con ellas, Emma penso que la habia estado absorbiendo la busqueda de pistas en internet "Puedes parar alli" Cristina llamo a Emma cuando estaba a mitad de camino, ella la ignoro y siguio subiendo, hasta que casi su cabeza pudo haber golpeado el techo.
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Emma miro hacia abajo. Cristina estaba sacudiendo la cabeza, encargándose de mirarla con orgullo y desaprobación al mismo tiempo "No puedes saltar de un lugar tan alto! Emma..." Emma se dijo ir y cayo como una piedra. Golpeando el tapete, rodando, agachandose y levantandose, moviendo su mano tras de de su espalda buscando a Cortana. Su mano se cerró alrededor del aire vacío. Ella miro hacia arriba, encontrandose solo con Cristina sosteniendo su espada. Ella la habia deslizado fuera de la vaina mientras se levantaba. "Estos es mas que luchar mientras saltas de lugares altos y cayendo al suelo" dijo ella, alejando a Cortana de ella. Emma se levanto y tomo a Cortana con una sonrisa ladeada "Suenas igual que Jules" "Quizas ese es el punto" dijo Cristina "Siempre has sido tan cuidadosa con tu seguridad?" "Mas desde la Guerra Oscura" dijo Emma, deslizando de vuelta a Cortana en su vaina. Ella tomo unos estilletes de una de sus botas y le alcanzo uno a Cristina antes de volverse y darle la cara a uno de los objetivos pintados en la pared opuesta. Cristina se puso al lado de Emma, poniendo el cuchillo a lo largo de su brazo. Emma nunca habia lanzado cuchillos con Cristina, pero ella no se sorprendida de ver que la postura de Cristina y la manera en que lo sostenia su brazo paralelo a la hoja- eran perfectos "A veces puedo recordar que era muy pequeña para la Guerra. Me estaba escondiendo en Mexico. Mi Tio Tomas pensaba que no estariamos seguros en Idris" Emma penso en Idris ardiendo, la sangre corriendo en las calles, pilas de cuerpos muertos apilados como leña en frente del Salon de los Acuerdos "Tu tio estaba en lo correcto" 94
"El murio en la guerra, asi que supongo que lo estaba" ella lanzo el cuchillo; este volo atraves del aire hasta clavarse en el anillo central del objetivo "Mi madre tenia una casa en San Miguel de Allende, fuimos alli pues el Instituto tampoco era seguro. Me siento como una cobarde cuando pienso en eso" "Eras solo una niña" dijo Emma "Ellos estaban bien en enviarte a un lugar donde estarias a salvo" "Quizas" dijo Cristina mirando hacia abajo. "No tan solo estoy diciendo eso" le dijo Emma "Quiero decir, como se habria sentido Perfecto Diego acerca de eso? Se hubiera sentido como un cobarde?" Cristina hizo una mueca "Lo dudo" "Por supuesto que no. El es totalmente adaptable acerca de todo. Nosotras podriamos ser mas como el" "Hola!” una voz emocionada lleno la habitación. Era Livvy, estaba en su uniforme de entrenamiento, caminando hacia ellas. Ella se detuvo para tomar su sable, el cual guindaba junto a la puerta con la otra coleccion de espadas. Ellla habia elegido su sable cuando habia tenido cerca de doce años y habia estado practicando tediosamente con el desde entonces. Ella podia dar discursos de los sables, mangos de madera contra magos rugosos de cuero, las hojas y pomos, y era mejor que no la dejaran empezar con mangos de pistola. Emma admiraba su lealtad. Ella nunca habia tenido la necesitad de tomar un arma: siempre habia tenido a Cortana. Pero a ella le gustaba ser competente en todo, por lo que ella habia luchado con Livvy en mas de una ocasion. "Te extrañe" dijo Livvy mirando sus able "Te amo tanto" "Esto es tan doloroso" dijo Emma "Si me dijiste que cuando volvieras, incluso podrias llorar" Livvy abandono su espada y salto hacia ellas. Ella se 95
sentó en uno de los tapetes y comenzó a estirar sus músculos. Ella era tan flexible que podría doblarse por la mitad y tocar los dedos de sus pies "Te extrañe" dijo ella, su voz sonando amortiguada "Era muy aburrido en Inglaterra y allí no habían chicos lindos" "Julian dijo que allí no había humanos en kilómetros" dijo Emma "En ningun lugar, por lo que tu extrañaste a cualquiera allí" "Bien, siguiendo con los asesinos seriales" dijo Livvy, moviendose a traves de la habitacion para tomar dos cuchillos. Emma y Cristina se apartaron del camino que ella habia hecho a traves desde el objetivo "Y se que cancelaste la cita con Cameron Ashdown de nuevo, entonces lo desechaste" "Ella lo hizo" dijo Cristina. Emma le disparo una mirada que decia traidora. "Ha!" Livvy lanzo el cuchillo hacia el objetivo. Ella se volvió, su brazo brincando en su hombro "Emma sale con ellos, bien, luego, cuatro meses despues, los desecha" "Oh?" Cristina le lanzo una mirada cortante a Emma "Por que has estado dandoles esta especial tortura?" "Oh! Por el amor de Dios" dijo Emma "No era en serio" "No para ti" dijo Livvy "Estabas mejor con el" ella le ofreció un cuchillo a Cristina "Quieres intentar?" Cristina tomo el cuchillo y se movió hacia el lugar de Livvy. "Quien es Perfecto Diego?" Pregunto Livvy. Cristina había estado frunciéndole el ceño al cuchillo: ahora ella se había dado la vuelta y miraba a Livvy.
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"Te escuche" dijo Livvy alegremente "Antes de venir. Quien es Êl? Porque es tan perfecto? Porque hay tantos chicos perfectos en el mundo y ninguno me habla?" "Diego es el chico con el que la madre de Cristina quiere que se case" Le dijo Emma a Livvy, ahora era el turno de Cristina de mirarla traicionada "No es un matrimonio arreglado, eso es asqueroso: es solo que su madre lo ama, ella quiere cuidar del apellido Rosales..." "Él es tu familia?" Livvy le pregunto a Cristina "No es eso un problema? Quiero decir, se que la historia de Jace Herondale y Clary Fairchild es una famosa historia de amor. Pero no eran realmente hermanos. Probablemente podria ser..." "La menos famosa historia de amor" dijo Emma con una mueca. Cristina lanzo su cuchillo. Este se clavo en el centro del objetivo "Su nombre completo es Diego Rocio Rosales -Rocio es el apellido de su padre, Rosales el de su madre, el apellido de mi madre es Rosales. Pero eso no significa que no seamos primos. Los Rosales es una gran familia de Cazadores de Sombras. Mi madre solo cree que el es perfecto, tan guapo, tan inteligente, como un Cazador de Sombrss perfecto, perfecto, perfecto" "Ahora sabes como obtuvo su sobrenombre" dijo Emma, llendo a retirar los cuchillos de la pared. "El es perfecto?" Pregunto Livvy. "No" dijo Cristina. Cuando Cristina estaba incomoda, ella no se molestaba: solo paraba de hablar. Eso es lo que hacia ahora. Solo miraba fijamente el objetivo pintado en la pared. Emma puso los cuchillos que habia retirado en sus manos. "Te protegeremos de Perfecto Diego" dijo Emma "Si el llega aqui. Lo empalaremos" ella se movio hacia la linea de lanzamiento. 97
"Emma es la maestra empalando personas" dijo Livvy. "Habrías sido la mejor empalando personas" murmuro Cristina "Bien, flaquita, impresionanos. Dejanos verte lanzando dos a la vez" Un cuchillo en cada mano, Emma dio un paso atras en la linea de lanzamiento. Ella se habia enseñado a si misma a lazar dos cuchillos a la vez en el transcurso de un año, lanzandolos una y otra vez, el sonido de los cuchillos clavandose en la madera le producian nervios. Ella era zurda, por lo que normalmente daba un paso atras y lanzaba con la derecha, pero ella se habia forzado a si misma a ser ambidiestra. Sus pasos fueron en linea recta, no en diagonal. Ella llevo sus brazos hacia atras y luego adelante; soltando los cuchillos haciendo que volaran por el aire como halcones cuyas correas habian sido cortadas. Ellos se clavaron y hundieron en la madera, uno tras otro, en el medio. Cristina exhalo "Ahora veo porque Cameron Ashdown se mantenía todo el tiempo a tus espaldas. Él estaba asustado de eso" ella fue a retirar los cuchillos, incluyendo los suyos "Ahora lo intentare de nuevo. Veo que estoy lejos de ser como podria ser" Emma rio "No, estaba bromeando. Estaba practicando ese movimiento por años" "Aun" dijo Cristina "Si alguna vez cambias de opinion y decides que no te agrado, podria defenderme sola" "Buen tiro" dijo Livvy en un susurro, llendo detras de Emma y Cristina, algunos pasos atras, moviendose adelante y atras de la linea de tiro. "Gracias" dijo Emma también en un susurro, inclinándose contra un estante de guantes y equipos de protección. Ella miro hacia abajo a la cara radiante de Livvy "Llegaste a algún lado con Ty? Acerca de la cosa parabatai?" Dijo ella, también sabiendo la respuesta. 98
La cara de Livvy se oscureció "Aun dice que no. Es la unica cosa acerca de la que hermos estado en desacuerdo" "Lo siento" dijo Emma, ella sabia cuanto queria Livvy ser parabatai con su gemelo. Hermanos y hermanas que se convertian en parabatai era inusual, pero no desconocido. Ty se rehusaba sorprendido, pensó. Ty raramente le decia que no a su gemela, pero él era obstinado con esto. El primer cuchillo de Cristina fue lanzado, dando justo en el centro del interior del objetivo. Emma la aclamo. "Me gusta ella" dijo Livvy aun en un susurro. "Bien" dijo Emma tambien en susurro "Me gusta ella tambien" "Y creo que Perfecto Diego podría romper su corazon" "El hizo algo" dijo Emma cautelosamente "Eso es todo lo que he podido adivinar" "Entonces creo que podríamos juntarla con Julian" Emma casi volcó el estante "Que?" Livvy se encogio de hombros "Ella es guapa, y es bonita, y va a vivir con nosotros. Y Jules nunca ha tenido una novia -y tu sabes porque" Emma solo la miraba fijamente. Su cabeza llena de ruido blanco "Quiero decir, es nuestra culpa -mia y de Tavvy, y de Dru, y de Ty. Cuidando de cuatro niños, y tu no has tenido exactamente mucho tiempo para citas. Por lo que tenemos que tomar una novia para el" "Quiere juntarlos" dijo Emma en blanco "Quiero decir, asi no es como trabaja eso, Livvy. Tienen que gustarse mutuamente" "Pienso que ellos podrían" dijo Livvy "Si les damos una oportunidad. Que dices?" 99
Sus ojos azul verdoso, mucho mas como los de Julian, estaban llenos de aficionada emocion. Ella abrio la boca para decir algo, no sabia que, cuando Cristina dejo ir su segundo cuchillo, este se clavo tan fuerte en pared que esta se agrieto. Livvy aplaudio "Increible!" Ella disparo una mirada triunfante a Emma como diciendo Ves? Ella es perfecta. Ella miro a sus vigilantes "Bien, tengo que ir a ayudar a Ty un poco mas. Avisenme si algo mas asombrosamente excitante sucede" Emma asintio, un poco atonita, mientras Livvy bailaba alejandose para colgar su arma e ir hacia la biblioteca. Ella estaba cerca de saltar fuera de su piel cuando una voz hablo justo sobre su hombro -Cristina se le habia acercado por su espalda y la miraba preocupada "De que estaban hablando ustedes dos?" Dijo ella "Te ves como si hubieras visto un fantasma" Emma abriรณ la boca para decir algo, que nunca salio, porque algo hace solo un momento, una conmocional explosion vino desde escaleras abajo. Ella pudo escuchar pasos al otro lado de la puerta seguidos de pasos corriendo. Tomando a Cortana, Emma salio disparada por la puerta como un borron. *** Los pasos en frente de la puerta hicieron eco atraves del Instituto "Solo un minuto!" Dijo Julian, metiendose en su sudadera mientras trotaba hacia la puerta. El estaba casi alegre de que algo hubiera sucedido, Ty y Livvy le habian ordenado salir del cuarto de computacion con el anuncio de que rompia su concentracion y paciencia, y el habia estado tan aburrido que casi consideraba ir a ver a Arthur, el cual estaba casi seguro que podria llevarlo a un mal humor por el resto del dia. Julian deslizo la puerta abriendola. Un alto, de cabello palido y delgado hombre en el otro lado, el usaba pantalones negros apretados y una camisa 100
abotonada hasta la mitad en el pecho, una chaqueta de cuadros colgando sobre sus hombros. "Luces como un strip-o-gram" le dijo Julian a Malcolm Fade, el cabecilla de los brujos en Los Angeles. Hubo un tiempo durante el que Julian habia estado impresionado del hecho de que Malcolm era el mas rande de los brujos -el brujo que estaba sobre todos los demas brujos, le habia dicho, al menos en el sureste de California- y el estaba nervioso a su alrededor. Esto habia sido despues de la Guerra Oscura, cuando las visitas de Malcolm se habian hecho comunes. Malcolm era en realidad la clase de persona que la gente pensaba que era Arthur; una tipo despistado de profesor. El habia estado olvidando cosas importante a traves de doscientos aĂąos Todos los brujos, siendo los descendientes de humanos y demonios, eran inmortales. Ellos dejaban de crecer en algun punto de sus vidas, dependiendo de cual era su padre demonio. Malcolm aparentaba haber parado de crecer a los veintisiete, pero en realidad el habia nacido (el aclamaba) en 1850. Muchos de los demonios que Julian habia visto alguna vez se veian disgustados, y a Julian no le gustaba pensar mucho acerca de como los padres de Malcolm se habian conocido. Malcolm tampoco lo compartia con los demas. Julian sabia que el habia nacido en Inglaterra, y aun habia rastros de su acento. "Puedes llamar a algun stripper?" Malcolm lucia perplejo, entonces miro hacia abajo a si mismo "Lo siento, olvide abotonar mi camisa antes de salir de casa" Malcolm dio un paso dentro del Instituto, cayendo instantaneamente, derrapando a lo largo de las baldosas. Julian se movio a un lado y Malcolm
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rodo sobre su espalda, lucia disgustado. Y levanto su largo cuerpo "Veo que he atado mis agujetas juntas" A veces le era dificil no sentirse amargado, reflexiono Julian, despues de todo los aliados y amigos en su vida eran personas a las que le habia mentido, ridiculas, o ambas. Emma llego bajando las escaleras, Cortana en sus manos. Ella usaba jeans y una camiseta de tirantes; su cabello mojado atado hacia atras con una banda elastica. La camiseta de tiranes se le pegaba a la piel, Julian deseo que no se hubiera dado cuenta. Ella bajo lentamente y se aproximo, relajandose "Malcolm, por que estas en el suelo?" "Ate las agujetas de mis zapatos juntos" el dijo. Emma llego hasta su lado, bajando a Cortana. Ella miro severamente las agujetas de Malcolm atadas entre sus pies. "Entonces hay que desatarlas" dijo Emma. El la miro cautelosamente "Ella podria ser peligrosa" le dijo a Julian "De nuevo, todas las mujeres son peligrosas" "Todas las personas son peligrosas" dijo Julian "Que haces aqui, Malcolm? No es que no estemos complacidos de tu presencia" Malcolm se paro sobre sus pies, abotonando su camisa "Traje la medicina de Arthur" El corazon de Julian comenzĂł a latir tan fuerte que estaba seguro que podia oirlo. Emma frunciĂł el ceĂąo. "Arthur no se ha sentido bien?" Pregunto ella.
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Malcolm, que habia estado buscando en sus bolsillos, se congelo. Julian vio el conocimiento despertar en su cara de que habia dicho algo que no debia. Julian habia silenciado a Malcolm y sus imprudencias cientos de veces. "Arthur me dijo la ultima noches que habia estado bien" dijo Julian "Solo son las cosas que normalmente lo molestan. Es cronico. De otra forma, el habia estado bajo de energia" "Puedo buscar algo en el Mercado de la Sombra si los conoces" dijo Emma, sentandose en la base de las escaleras, estirando sus largas piernas frente a ella. "Pimienta de cayena y sangre de dragon" dijo Malcolm, sacando de su bolsillo un vial y ofreciendoselo a Julian "Podria estar despierto ahora" "Podria estar muerto" dijo Emma. "La necromancia es ilegal, Carstairs" protesto Malcolm. "Ella solo estaba bromeando" dijo Julian guardando el vial, manteniendo su mirada en Malcolm. DiciĂŠndole silenciosamente que no dijera nada mas. "Cuando tuviste una oportunidad de decirle a Malcolm que tio no se sentia bien, Jules? Te vi la otra noche y no dijiste nada" dijo Emma. Julian se alegraba de que estuviera alejado de Emma; estaba seguro de que estaba en blanco. "Pizza Vampirica" dijo Malcolm. "Que?" Dijo Emma. "Los Nocturnos abrieron un local en cruzando la carretera Creek" dijo Malcolm "La mejor pizza en kilometros, y ellos hacen entregas" "No te preocupa lo que podria haber en la salsa?" Pregunto Emma, claramente divertida 103
"Oh!" Llevo su mano a su boca "Me lo recordaste, me preguntaba si esto era algo de lo que has visto" "Es una verruga?" Dijo Malcolm "Puedo curarla, pero te costara" "Por que todos piensan que es una verruga?" Dijo Emma sacando su telefono, y en unos pocos segundos estaba mostrándole las fotos del cuerpo que encontro en el Bar Sepulcro "Habian estas marcas blancas, aqui y aqui" dijo Emma señalandolas "Lucian como grafitis, no con pintura, pero si con tiza o algo por el estilo..." "Primero, asqueroso" dijo el "No me muestres fotofrafias de cuerpos muertos sin primero darme una advertencia" el se acerco mas "Segundo, parecen los remanentes de un circulo de proteccion. Quizas para protegerse a si mismos mientras lanzaban cualquier hechizo repugnante para matar este tipo" "Los cuerpos estaban quemados" dijo Emma "Y ahogados, creo. Por lo menos, su ropa estaba mojada y olia como a agua salada" Ella tenia el ceño fruncido, sus ojos oscuros. Pudo haber sido por los recuerdos del cuerpo, o por el pensamiento del oceano. Era el mismo oceano frente al que vivia, el que corria a su lado todos los dias, pero Julian sabia cuanto le aterraba. Ella se podia forzar a si misma a entrar, enferma y sacudiéndose, pero el odiaba verla haciendolo, el odiaba ver a su fuerte Emma aterrorizada por algo tan primitivo e innombrable que ella no podia explicarse a si misma. Esto lo hacia querer matar cosas, querer destruir cosas para mantenerla segura. Incluso pensando que ella podia mantenerse segura a si misma. Incluso pensando que ella podria ser la mas valiente persona que haya conocido. Julian volvio al presente "Enviame las fotos" estaba diciendo Malcolm "Asi podre verlas mas de cerca y te lo hare saber" 104
"Hey!" Livvy habia aparecido en el tope de las escaleras, habiendose cambiado el uniforme de entrenamiento "Ty consiguio algo! Acerca de los asesinatos!" Malcolm lucia confundido. "En la computadora" explico Livvy "Ya sabes, la Ăşnica cosa que se supone que no tenemos. Oh, hola Malcolm" ella agito la mano vigorosamente "Ustedes chicos podrian venir arriba" "Podrias quedarte Malcolm?" Pregunto Emma, parandose sobre sus pies "Podriamos usar tu ayuda" "Eso depende" dijo Malcolm "La computadora puede reproducir peliculas?" "Puede reproducir peliculas" dijo Julian. Malcolm lucia complacido "Podemos ver Notting Hill?" Julian maldijo silenciosamente las peliculas romanticas de Malcolm. El deseo poder ir a su estudio y pintar. Pero el no podia exactamente evitar a Ty o abandonar a Malcolm. "Podria traer bocadillos de la cocina" dijo Emma, esperanzada. Despues de todo, por aĂąos habia sido su habito ver peliculas en su grande y poderosa television en su habitacion, comiendo palomitas con las luces apagadas. Julian sacudio la cabeza "No tengo hambre" Julian penso haberla escuchado suspirar. Un momento despues, ella desaparecio subiendo las escaleras detras de Livvy. Julian hizo como si las siguiera, pero Malcolm lo habia detenido colocando una mano sobre su hombro. "Esta poniendose peor, verdad?" El dijo. "El Tio Arthur?" Julian bajo la guardia "No lo creo. Quiero decir, no he estado aqui en un tiempo, pero si seguiamos rehusandonos a ir a Inglaterra, alguien sospecharia" 105
"No Arthur" el dijo "Tu. Ella sabe eso de ti?" "Quien conoce que?” "No me esquives" dijo Malcolm "Emma. Ella lo sabe?" Julian sintió su corazon encogerse en su pecho. El no tenia palabras para el sentimiento de agitacion que las palabras de Malcolm provocaron en el. Se sentía como cuando una ola te tumbaba, una sólida patada que te tiraba de lado en la arena "Para" "No podria" dijo Malcolm "Me gustan los finales felices" Julian hablo a traves de sus dientes "Malcolm, esto no es una historia de amor" "Todas las historias son historias de amor" Julian se alejo de Malcolm para subir las escaleras. El, actualemente, rara vez se molestaba con Malcolm, pero justo ahora su corazon estaba saltando. El hizo su camino hasta el descansillo antes de que Malcolm pudiera llamarlo; el se volvio, sabiendo que el no podria, y encontro al brujo mirandolo hacia arriba. "Las leyes carecen de sentido niño" dijo Malcolm en un tono de voz que nadie podria llegar a escuchar "No hay nada mas importante que el amor. Y ley mas grande" *** Tecnicamente, el Instituto no se suponia que tuviera una computadora. La Clave se habia resistido a la llegada de la modernidad pero aun mas a cualquier compromiso con la cultura mundana. Pero esto no habia detenido a Tiberius. El habia empezado a pedir una computadora a los diez años para poder estar al tanto de los asesinatos violentos de mundanos, y cuando los Balckthorn volvieron a casa de la Guerra Oscura, Julian le dio una.
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Ty habia perdido su madre, su padre, su hermano y hermana mayor, Julian habia dicho con el tiempo, sentandose en el piso en medio de una maraĂąa de cables, trarando de figurarse como podria conectarla en uno de los pocos enchufes que ellos tenian; tecnicamente, muchas de las cosas en el Instituto funcionaban con electricidad, si el podria darle esto a Ty, por lo menos podria ser algo" Y efectivamente, Ty la amo. El la llamo Watson y habia pasado horas en ella aprendiendo por su cuenta como usarla, desde que nadie habia conseguido una pista. Julian le habis dicho que no hiciera nada ilegal: y Arthur, encerrado en su atico, no se entero. Livvy, aun dedicandose a silvar, tambien se habia enseĂąado a si misma a aprender como usarla con la ayuda de Ty. Una vez que ambos se habian familiarizado con como trabajaba, ambos hacian un gran equipo. Se veia como Ty, Livvy, Dru e incluso Tavvy estaban ocupados. Dru habia esparcido mapas por todo el suelo. Tavvy estaba parado frente a un pizarron sosteniendo un marcador de tinta azul, haciendo posibles utiles anotaciones, por si ellos necesitaran traducciones de alguien de siete aĂąos. Ty estaba sentado en la silla alzable frente a la computadora, sus dedos moviendose rapidamente sobre el teclado. Livvy estaba sentada en el escritorio, como normalmente lo estaba; Ty trabajando a su alrededor completamente fuera de cualquier lugar donde ella estaba, mientras al mismo tiempo se enfocaba en el objetivo en sus manos. "Entonces, encontraron algo?" Dijo Julian cuando llegaron. "Si, solo un segundo" dijo Ty agitando su mano imperiosamente "Puedes hablar con los demas si quieres" Julian hizo una mueca "Eso fue una broma?"
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Cristina troto hacia ellos, su oscuro y mojado cabello agitandose. Ella claramente se habia ba単ado y vestido con unos jeans y una blusa floreada "Livvy me dijo..." "Shh..." dijo Emma empujando un dedo contra sus labios y se単alando a Ty, quien veia fijamente con intensidad a la pantalla azul de la computadora. Esta reflejaba sus delicadas facciones. Ella amaba mirar a Ty jugando ser detective: el claramente se sentia dentro de la historia, dentro del sue単o de ser Shrerlock Holmes, quien siempre tenia todas las respuestas. Cristina asintio y fue a sentarse en el mullido cojin de corazon junto a Dru. Dru era casi tan alta como ella lo era, solo teniendo apenas trece. Ella era una de aquellas chicas que habian crecido rapidamente; ella tenia cadrras y senos que eran suaves y con curvas. Hubieron algunos torpes momentos con chicos quienes pensaban que tenia diesisiete o diesiocho a単os, y unos pocos incidentes en los que Emma apenas habia podido detener a Julian de matar a adolescentes mundanos. Malcolm se sento en un sillon remendado "Bien, si tenemos que esperar" el dijo, y comenzo a escribir en su telefono" "Que estas haciendo?" Pregunto Emma. "Pido una pizza de Los Nocturnos" explico Malcolm "Tienen una app" "Una que?" Dijo Dru. "Nocturnos?" Livvy se volteo "Los vampiros?" "Ellos tienen un local de pizza. Su salsa es divina" dijo Malcolm.besando sus dedos. "No estas preocupado de lo que podria tener?" Dijo Livvy. "Ustedes los Nephilims son tan paranoicos" dijo Malcolm volviendo a su telefono. Ty aclaro su garganta, volteandose en su silla para darle la cara a su 108
habitacion. Todos estaban sentados en sillas a excepcion de Tavvy, quien se sentaba en el piso debajo del pizarron "Bien, he encontrado algunas pistas" el dijo "Definitivamente son cuerpos encontrados con la descripcion de Emma. Huellas dactilares quemadas, sumergidos en agua de mar, piel quemada" el se empujo frente a la pantalla del ordenador que mostraba la pagina de un periodico mundano "Los mundanos creen que es una actividad de culto satanico, por el anillo de marcas hechas con tiza alrededor del cuerpo" "Los mundanos creen que todo es actividad de un culto satánico" dijo Malcolm "Muchos de los cultos actualmente trabajan en servicio de un demonio completamente diferente que Lucifer. El es el mas famoso y mas dificil de encontrar. Es un demonio poco gratificante con el que trabajar" Emma y Julian intercambiaron miradas de diversion. Ty clickeo en el raton de la computadora, e imagenes pasaron rapidamente en la pantalla de la computadora. Caras -diferentes edades, razas, generos. Todas ellas muertas. "Estos son solos algunos de los asesinatos que concordababan con el perfil" dijo Ty, se veia complacido de poder habrr usado la palabra "Perfil" "Han habido uno cada mes, el año pasado. Contando el que encontro Emma, como ella dijo" Emma dijo "Pero nada antes de hace un año?" Ty sacudió la cabeza. "Entonces, hubo un espacio de cuatro años desde que mis padres fueron asesinados, quien sea que lo haya hecho -si lo hizo la misma persona- paro y comenzo de nuevo" "No habia nada en los enlaces acerca de esas personas?" Pregunto Julian "Diana dijo que algunos de los cuerpos eran de hadas"
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"Bien, estos son todas las noticias de mundanos" dijo Livvy "Ellos no podrian haber sabido que lo eran, verdad? Ellos habian pensado que los cuerpos eran humanos, si hubieran sido del pueblo de las hadas. Nada en los enlaces acerca de ellos, ninguno de ellos han sido identificados" "Eso es extraĂąo" dijo Dru "Que tal de la sangre? En las peliculas los mundanos pueden identificarlos con la sangre y RDN" "ADN" corrigio Ty "Bien, de acuerdo con los periodicos ninguno de los cuerpos fueron identificados. Esto podria haber sido por cualquier encantamiento hecho sobre ellos para alterar la sangre. O podrian haber decaido rapido, como los padres de Emma. Esto podia haber sido limitado por las coronas que encontraron" "Hay algo mas, creo" dijo Livvy "Los periodicos reportaron los lugares donde fueron encontrados, y nosotros lo mapeamos. Tienen algo en comun" Ty habia tomado uno de sus juguetes de mano de sus bolsillos, una masa interminable de limpiapipas, y la estaba apretando. Ty tenia una de las mentes mas rapidas que cualquiera que haya conocido, penso Emma, y esto lo calmaba, tener una manera de usar sus manos para alejar esa rapides e intensidad "Todos los cuerpos habian sido deshechados en Lineas Ley. Todos ellos" dijo el, Emma podia oir el tono de excitacion en su voz "Lineas Ley?" Pregunto Dru. "Son redes, circulando el mundo, de vias de magia antigua" dijo Malcolm "Estos amplifican la magia, durante siglos los submundos las han usado para crear entradas al mundo de las hadas, y esa clase de cosas. Idris esta construida sobre una covergencia de Lineas Ley. Ellos son invisibles, pero algunos pueden entrenarse para sentirla" el fruncio el ceĂąo, mirando fijamente hacia la pantalla donde una de las fotos del cuerpo que Cristina habia tomado en el Sepuclcro estaba abierta "Puedes hacer esa cosa" el dijo "Ya sabes, donde puedes hacer las imĂĄgenes mas grandes" 110
"Dices acercarla?" Dijo Ty. Antes de que Malcolm pudiera responder, la campana de entrada del instituto sono. No era un ordinario sonido de campana. Este sonaba como un gong siendo golpado atraves del Insituto, haciendo vibrar cristal, piedra y plastico. Emma estaba levantada en un segundo "Yo ire" ella dijo, y salio corriendo escaleras abajo, aun cuando Julian estaba medio parado en su asiento para seguirla. Pero ella queria estar sola sola, solo por un segundo. Sola para processr el hecho de que esos asesinatos habian sucedido despues del aĂąo en que sus padres murieron. Que habian comenzado de nuevo. Que sus padres habian sido los primeros. Esos asesinatos estaban conectados. Ella podia ver los cabos atandose juntos, formando un patron que ella solo habia comenzado a ver pero sabia que era real. Alguien habia hecho esas cosas. Alguien habia torturado y asesinado a sus padres, grabando esas malvadas marcas en su piel y luego deshaciendose de sus cuerpos en el mar para pudrirse. Alguien habia tomado la infancia de Emma, llevandosela lejos del techo y las paredes de su casa, dejandola fria y expuesta. Y alguien tendria que pagar. La venganza es un plato que se sirve frio, habia dicho Diana, pero Emma no lo creia. La venganza podria darle un nuevo aire a sus pulmones. La venganza podria hacerle pensar en sus padres sin un frio nudo formandose en su estomago. Poria hacerle capaz de soĂąar sin ver sus caras drenadas y gritando por ayuda. Ella se detuvo frente a la puerta de entrada, tirando de ella para abrirla. El sol acababa de esconderse. Un brillante vampiro estaba parado frente a la puerta de entrada, sosteniendo algunas pilas de cajas. Este lucia como un adolescente el corto cabello marron sobre la frente 111
"Entrega de pizza" dijo el en un tono que sugeria que muchos de sus familiares cercanos tambien estaban muertos. "En serio?" Dijo Emma "Malcolm no se estaba inventando eso? En serio hacen entregas?" El la miro con la expresion en blanco "Por que no podria entregar pizzas?" Emma busco en la mesa que estaba cerca de la puerta por el dinero que siempre habia alli "No lo se. Eres un vampiro. Pensaba que estarias haciendo algo mejor con tu vida. Tu no vida. Lo que sea" El vampiro lucia agraviado "Sabes que tan dificil es encontrar trabajo cuando tu identificacion dice que tienes cientoquince aĂąos y que solo puedes trabajar de noche?" "No" Emma admitio tomando las cajas "Nunca lo habia considerado" "Los nephilim nunca lo hacen" mientras el metia los quince dolares en su bolsilo, Emma noto que usaba una camiseta que decia TMI a traves del frente "Demasiada informacion?" Ella dijo. El se ilumino "Los Instrumentos Mortales, son una banda de Brooklyn. Ha escuchado de ellos?" Emma sabia que el mejor amigo y parabatai de Clary, Simon, habia tocado con ellos cuando el era un mundano. Ese era el porque ellos habian sido llamados cono los tres objetos mas importantes en el mundo de los Cazadores de Sombras. Ahora que Simon era tambien un Cazador de Sombras. Ella se preguntaba de como el se sentia de como la banda iba sin el. Acerca de como todo iba sin el. Ella hizo su camino de vuelta por las escaleras, su mente en Clary y en los demas del Instituto de Nueva York. Clary habia descubierto que ella era una Cazadora de Sombras a los quince. Habia pasado un largo tiempo en el que ella habia llevado una vida mundana. Ella habia hablado de esto con Emma, de la manera en que 112
alguien podria hablar acerca de un camino no tomado. Ella habia arrastrado un monton deosas a su vida de Cazadora de Sombras, incluyendo a su mejor amigo, Simon. Pero ella pudo haber elegido diferente. Pudo haber sido una mundana. Emma habia querido hablar con Clary de repente, acerca de lo que eso podria significar. Simon habia sido el mejor amigo de Clary de toda su vida, como Julian habia sido el de Emma. Entonces ellos habian sido parabatai, una vez Simon hubiera sido Cazador de Sombras. Que habia cambiado? Emma se pregunto. Que sentia haber tenido de un mejor amigo a un parabatai sin haber sabido que lo ibas a hacer. Que era diferente? Y porque ella no sabia la respuesta de ellla misma? Cuando ella volvio al cuarto de la computadora, Malcolm estaba parado frente a la pantalla, sus ojos violetas saltando "Lo ven, no es un anillo de proteccion despues de todo" el estaba diciendo, su voz rompiendose cuando Emma llego "Es la pizza!" "No puede ser pizza" Dijo Ty mirando perplejo la pantalla. Sus largos dedos aplastando la bola de limpia pipas. Cuando esta estuvo aplastada, la devolvio a su forma original y comenzo de nuevo. "Todo bien entonces" dijo Julian "Tomaremos un break del asunto de los perfiles y asesinatos para cenar" el tomo las cajas de las manos de Emma, dandole una mirada de agradecimiento, para ponerlas sobre la mesa de cafe "Ahora, no me importa de lo que ustedes quieran hablar, con tal de que no involucre asesinatos o sangre. Ningun tipo de sangre" "Pero es pizza vampirica" seĂąalo Livvy. "Inmaterial" dijo Julian "Sillon. Ahora" "Podemos ver una pelicula?" Pidio Malcolm, sonando remarcablemente como Tavvy. 113
"Podemos ver una pelicula" dijo Julian "Ahora Malcolm, no me importa que seas el cabecilla de los brujos en Los Angeles, sienta tu trasero ahora" *** La
pizza
vampiro
estaba
asombrosamente
buena.
Emma
decidio
rapidamente dejar de importarle que podria tener la salsa. Cabezas de ratones, partes de cuerpos humanos, lo que sea. Estaba asombrosa. Tenia una corteza crujiente y la cantidad justa de queso mozzarela. Ella se lamio el queso de los dedos mientras le hacia caras a Julian, quien tenia excelentes modales en la mesa. La pelicula parecia mucho mas desconcertante. Parecia ser acerca de un hombre que tenia una libreria y estaba enamorado de una mujer famosa, excepto que Emma no reconocia a ninguno de ellos y no estaba segura de que si se suponia que deberia. Cristina la veia con ojos desconcertados, Ty se habia puesto los audifonos y habia cerrado los ojos, y Livvy y Dru estaban al otro lado de Malcolm, pateandolo gentilmente mientras lloraba. "El amor es hermoso" dijo Malcolm mientras rl hombre en la pantalla corria por el trafico. "Eso no es amor" dijo Julian, inclinandose contra el sillon. La parpadeante luz que emitia la pantalla contra su piel, haciendolo ver no tan familiar, aĂąadiendo sombras para suavisar, lugares palidos y brillantes debajo de sus pomulos, y en el hueco de la garganta "Es una pelicula" "Vine a los angeles para traer de vuelta el amor" dijo Malcolm, sus ojos violeta oscuro funebres "Todas las grandes peliculas son de amor. Amor perdido, encontrado, destruido, regaĂąado, comprado, vendido, muerto o nacido. Amo las peliculas, pero ellas olvidaron de que tratan. Explosiones, efectos especiales, eso no era lo que significaban la primera vez que vine. Estaba a punto de empezar a fumar cigarrillos si lucian como fuego celestial
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y brillantes mujeres que lucian como angeles" Malcolm suspiro "Vine aqui para traer de la muerte el verdadero amor" "Oh, Malcolm" dijo Dru, explotando en lagrimas. Tenia una rebanada de pizza en su mano "Por que no tienes un novio?" "Soy hetero" dijo Malcolm, sorprendido. "Bien, todo bien, entonces.una novia. Tu podrias encontrar una linda chica submundo, tal vez una vampiro, ella viviria para siempre" "Deja la vida amorosa de Malcolm tranquila, Dru" dijo Livvy. "El verdadero amor es dificil de encontrar" dijo Malcolm, haciendo gestos a las personas besandose en pantalla. "Las peliculas de amor son dificiles de encontrar"dijo Julian "Porque no es real" "Que quieres decir?" Dijo Cristina "Dices que no hay verdadero amor? Porque yo no lo creo" "Amor no es perseguir a alguien en el aeropuerto" dijo Julian, inclinandose hacia adelante, y Emma pudo ver justo el borde de la runa parabatai en su clavicula, escapando por encima del cuello de la camisa "Amor significa que ves a alguien. Eso es todo" "Los ves?" Hizo eco Ty, sonando dudoso. El habia bajado el volumen de su reproductor, pero aun tenia puestos los audifonos, su cabello oscuro moviendose a su alrededor. Julian tomo el control remoto. La pelicula estaba terminando; creditos blancos bajando por la pantalla "Cuando amas a alguien, el se convierte en una parte de ti. El esta en todo lo que haces. Esta en el aire que respiras, en el agua que bebes, en la sangre que corre por tus venas. Sus toques se quedan en tu piel y su voz se queda en tus oidos y sus pensamientos se quedan en tu 115
mente. Conoces sus sueños porque sus pesadillas golpean tu corazon y sus buenos sueños son los tuyos. Tu no piensas que es perfecta, porque conoces sus defrectos, su verdad mas profunda, y ella no te alejara: en el caso de que tu la ames mucho mas por eso, porque tampoco eres perfecto. Tu los quieres. Tu quieres..." Su voz se rompió entonces, como si se diera cuenta de que todos lo miraban. "Quieres que?" Pregunto Dru con enormes ojos. "Nada" dijo Julian "Solo hablaba" y el apago la televisión y tomo las cajas de las pizzas "Ire a deshechar esto" el dijo y se fue. "Cuando el se enamore" dijo Dru mirando hacia el cuando se fue "Va a ser... wow" "Por supuesto que nosotros entonces no lo veríamos nunca más" dijo Livvy "Sera una chica con suerte, quien sea que sea su novia" Los parpados de Ty se abrieron juntos "Estan bromeando, verdad?" Dijo el "No estan realmente diciendo que nunca lo volveremos a ver de nuevo" "Defintivamente no" dijo Emma. Cuando.Ty era mas joven el habia estado perplejo por la manera en que las personas hablaban y la manera en que exageraban las cosas para marcar un punto. Frases como "Lloviendo perros y gatos" causaban que se molestara -y a veces un pequeño sentimiento de traicion, desde que llover perros y gatos se habia convertido en una gran idea para el. En algun punto Julian habia comenzado a hacer una serie de tontos dibujos para el, mostrandole las maneras literales de las frases y las figurativas. Ty habia fruncido el ceño a las ilustraciones de perros y gatos cayendo del cielo y personas siendo golpeadas fuera de sus calcetines, como tambien las burbujas de animales y personas explicando lo que los idiomas significaban. Despues de todo eso algunas veces lo podias encontrar en la biblioteca, 116
buscando expresiones y sus significados, aprendiendoselos de memoria. Ty no creia en que le explicaran las cosas, el preferia aprenderlas por su cuenta. El a veces aun le gustaba ser tranquilizado de que una exageracion era una exageracion, aunque el estuviera noventa por ciento seguro de eso. Livvy, quien conocia mejor que nadie la ansiedad que la imprecision del lenguaje provocaba en su hermano, se levanto y fue hacia el. Ella lo rodeo con sus brazos, su barbilla en su hombro. Ty se inclino contra ella, sus ojos medio cerrados. Ty le gustaba el afecto psicologico cuando estaba de humor para eso, mucho mas si no era tan intenso -a el le gustaba que le revolvieran rl cabello o que le dieran palmaditas en la espalda. El le recordaba a Emma un poco a su gato, Iglesia, cuando Iglesia queria que lo acariciaran. La luz se encendio. Cristina se habia levantado y habia movido el interruptor de la luz. La luz se expandio hasta llenar la habitacion mientras Julian llegaba y miraba alrededor: cualquier compostura que el hubiera perdido estaba de vuelta "Es tarde" el dijo "Hora de dormir, en especial para ti Tavvy" "Odio la hora de dormir" dijo Tavvy, que estaba sentado en el regaso de Malcolm, jugando con un juguete que el brujo le habia dado. Era un cuadrado purpura hecho de chispas brillantes. "Ese es el espiritu de revolucion" dijo Julian "Malcolm, muchas gracias, estoy seguro que necesitaremos tu ayuda luego" Malcolm.tomo a Tavvy poniendolo gentilmente a una lado y se paro, cepillando los restos de pizza de su ropa. Tomando su chaqueta, el salio al salon. Emma y Julian siguiendolo "Bien, saben donde encontrarme" el dijo "Iba a hablar con Diana de..." "Diana no lo puede saber" dijo Emma. Malcolm lucia perplejo "No puede saber que?"
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"Que estamos investigando esto" dijo Julian, interrumpiendo a Emma "Ella no quiere que nos involucremos, dice que es muy peligroso" Malcolm lucia disgustado "Pudieron haberme dicho eso antes" dijo el "Saben que no me gusta mantenerle cosas ocultas" "Lo siento" dijo Julian, su cara siendo nublada con la disculpa. Como siempre, Emma estaba sorprendida y un poco disgustada con su habilidad para mentir. Julian era un excelente mentiroso cuando el lo queria: no habia sombras de lo que el realmente sentia en su cara "Pero no podemos ir muy lejos sin la ayuda de la Clave o de los Hermanos Silenciosos" "Todo bien" malcolm los miro a ambos de cerca; Emma hacia todo lo posible para imitar la cara de poquer de Julian "Cuando vaya a hablarle de esto a Diana maĂąana" el metio sus manos en sus bolsillos, la luz brillando en su decolorado cabello "Esto es algo que no tuve la oportunidad de decirte. Esas marcas que encontraste alrededor del cuerpo no eran de un hechizo de proteccion" "Pero tu dijiste..." comenzo Emma. "Cambie de opinion cuando las vi mas de cerca" dijo Malcolm "Esas no eran runas de proteccion. Eran runas de invocacion. Alguien ha estado usando la energia de los cuerpos muertos para invocar algo" "Para invocar que?" Dijo Julian. Malcolm sacudio la cabeza "Algo de fuera de este mundo. Angeles, Demonios. No lo se. Mirare las fotos un poco mas y preguntare al Laberinto en Espiral discretamente" "Entonces, si era un hechizo de invocacion" dijo Emma "Que hubiera sucedido o no sucedido?" "Un hechizo como que?" Dijo Malcolm "Si algo hubiera sucedido, creeme, lo habrias sabido"
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*** Emma se desperto con un insistente maullido. Emma abrio los ojos para encontrarse con un gato persa sentado en su pecho. Un gato persa azul para ser precisos, rechoncho, y con grandes ojos amarillos. Con un grito Emma salto sobre sus pies. El gato volando por los aires. Los siguientes momentos fueron de caos mientras Emma buscaba en la mesa de noche y el gato huia. Finalmente ella logro encender la lampara de la mesita, encontrando al gato sentado frente a la puerta de la habitacion, petulante y derecho. "Iglesia" ella bostezo "En serio? No tienes nada mejor que hacer?" Por la expresion de Iglesia estaba claro que no lo tenia. Iglesia era un gato que a veces estaba por el Instituto. El habia sido encontrado en los escalones de entrada del Instituto cuatro aĂąos atras, dejado en una caja con una nota dirigida a Emma con una linea de escritura en ella. Por favor cuiden de mi gato, Hermano Zachariah. Con el tiempo Emma no habia sido capaz de figurarse porque un Hermano Silencioso, aun formando parte de los Hermanos Silenciosos, queria que cuidaran de su gato. Ella habia llamado a Clary quien le habia dicho que el gato habia vivido una vez en el Instituto de Nueva York pero que en realidad era del Hermano Zachariah. Pero si Julian y ella querian, podian quedarselo. Su nombre era Iglesia, ella dijo. Iglesia se habia convertido en la clase de gato que no se quedaba donde lo dejaban. El escapaba saliendo por una ventana y desapareciendo por dias, incluso por semanas. Emma se habia preocupado las primeras veces que el se habia ido, pero el siempre volvia buscando alimento y mas auto-satisfecho que nunca. Cuando Emma tuvo catorce, el comenzo a volver con regalos atados a su collar; caparazones y vidrios de mar. Emma habia puesto las cochas en la cornisa de su ventana. 119
Los vidrios de mar se habian convertido en el brazalete de buena suerte de Julian. En ese entonces, Emma supo que los regalos eran de Jem, pero no habia forma de buscar a Jem para agradecerle. Entonces Emma comenzo a tomarle cariĂąo. Siempre habia comida para gato y agua limpia en la puerta de entrada para el. Ella estaba feliz de verlo cuando el volvia, y no se preocupaba cuando no lo hacia. Iglesia maullo y araĂąo la puerta. Emma sabia lo que esto significaba; el queria que lo siguiera. Suspirando, Emma se puso un sueter sobre sus leggins y camiseta de tirantes, y metio sus pies en unas pantuflas. "Esto tiene que ser bueno" le dijo Emma a Iglesia, tomando su estela "O te convertire en una raqueta de tenis" Iglesia no parecia preocupado. El guio a Emma a traves del salon, bajando la escaleras, y saliendo por la puerta principal. La luna estaba en lo alto iluminando el agua en la distancia. Emma hizo su camino trotando a su lado, con Iglesia a su lado manteniendo el trote. Ella lo tomo mientras cruzaba la carretera, dejandolo en la playa cuando ella alcanzo el otro lado. "Bien, aqui estamos" dijo ella "La mas grande caja de arena en el mundo" Iglesia le dio una mirada que sugeria que no estaba impresionado con su chiste, y paseo hacia la costa. Ellos trotaron a lo largo de la costa juntos. Era una noche tranquila, las olas lentas y tranquilas, moviendose con el viento. Ocasionalmente Iglesia hacia una carrera por la arena, pero siempre volvia, trotando junto a Emma, hacia las constelaciones del norte. Emma comenzo a preguntarse si el la estaba llevando a ningun lugar cuando cayĂł en cuenta de que estaban rodeadondo las rocas que ocultaban la playa secreta de Julian y suya, y que era la parte de la playa que estaba inhabitada.
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Ella se detuvo. La arena estaba bañada en luz de luna y Julian estaba sentado en medio, justo enfrente de la costa. Ella fue hacia el, sus pasos silenciosos sobre la arena. El no volteo a verla. Ella raramente tenia una oportunidad de verlo cuando el no sabia que ella lo miraba. Se sentia extraño, como un pequeño nerviosismo. La luna brillaba tanto que ella podia ver el color de su camiseta -rojo- y que estaba usando sus jeans viejos azules, y que sus pies estaban descalzos. Su brazalete de vidrio de mar brillaba con la luz. Ella raramente deseaba dibujarlo, pero ella lo queria ahora. Solo entonces podria dibujar la forma de todas sus lineas individuales perfectas, del angulo del codo de su brazo a la curva de su espalda, inclinado hacia adelante. Solo a unos pocos pasos de el, ella se detuvo "Jules?" El volteo a verla. No lucia como si acabara de darse cuenta "Fue Iglesia?" Emma miro alrededor. Le tomo un momento antes de localizar al gato, sentado en la cima de una roca. El estaba lamiendo su pata "El volvio" dijo ella, sentandose en la arena junto a el "Tu sabes, para una visita" "Te vi rodeando las rocas" dijo el, dandole una sonrisa de medio lado "Pense que estaba soñando" "Sin estar dormido?" El froto el dorso de su mano por sus ojos, sus nudillos salpicados de pintura "Podrias decirlo" dijo el "Extrañas pesadillas, demonios, hadas..." "Cosas lindas estandar de Cazadore de sombras" dijo ella "Suena como un martes" "Ayudame, Emma" dijo el acostandose en la arena, su oscuro cabello haciendo un halo alrededor de su cabeza.
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"Estoy siendo de gran ayuda" ella se acosto en la arena a su lado, mirando al cielo. La brillante polucion de Los Angeles derramandose sobre la playa, tambien las estrellas no podian ser visibles. La luna se movia en este y se ocultaba detras de las nubes. Una extraĂąa sensacion de paz habia caido sobre Emma, una sensacion de que alli es donde ella pertenecia. No habia sentido eso desde que Julian se habia ido a Inglaterra. "Estaba pensando en lo que dijiste mas temprano" dijo el "Todo el tiempo pensamos que hemos encontrado algo que conecte con las muerte de tus padres, pero no es nada" El la miro. La luz de la luna cayendo sobre su cara. "Estaba pensando en que podria significar algo" dijo el "Que tal vez encontrariamos a quien ha estado esperando hasta ahora. Hasta que estuvieras lista. Te he visto entrenar, volverte cada vez mejor. Y mejor. Quien sea que es cual sea que es, estas lista ahora. Puedes darle la cara ahora. Puedes ganar" Algo revoloteo en el pecho de Emma. Familiarmente, ella penso. Este era Jules, el Jules que ella conocia, quien tenia mas fe en ella de lo que ella tenia en si misma. "Me gusta pensar en cosas que tienen un punto" dijo ella suavemente. "Lo hacen" el paro un momento, viendo el cielo "A veces me pongo a contar estrellas. Creo que me ayuda a tener un objetivo en concreto" "Recuerdas cuando era mas jovenes y soliamos hablar de escaparnos? Navegar usando la Estrella del Norte?" Ella dijo "Antes de la Guerra" El doblo su brazo detras de su cabeza. La luz de la luna derramandose sobre el e iluminando sus pestaĂąas "Si, estaba listo para huir e y unirme a la Legion Foranea Francesa. Me habria renombrado Julien"
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"Porque nadie nunca iba a romper ese código" dijo Emma moviendo la cabeza de lado "Jules, que te molesta? Sé que algo lo hace" El se quedó en silencio. Emma podia ver su pecho subiendo y bajando lentamente. El sonido de su respiracion ahogado por el sonidos del mar. Ella acerco su mano y puso su mano sobre su brazo, trazando con sus dedos contra su piel. Q-U-E-P-A-S-A? El movió su cara lejos de ella; ella lo pudo ver estremecerse. Como si un viento frio hubiera pasado por el "Es Mark" Ella aun estaba mirando lejos de ella. Ella solo podia ver la curva de su garganta y barbilla "Mark?" "He estado pensando en el" dijo el "Más de lo usual. Quiero decir, Helen siempre esta al otro lado del teléfono si la necesito, aun si esta en la Isla Wrangel. Pero Mark bien podria estar muerto" Emma se sento recta "No digas eso. El no esta muerto" "Lo se, sabes como lo se?" Dijo el, su voz tensa "Miro al cielo en busca de la Caza Salvaje cada noche. Pero ellos nunca vienen. Estáticamente, ellos deberían de haber cabalgado por aqui al menos una vez en los últimos cinco años. Pero no lo han hecho. Mark no los dejaría" "Porque no?" Pregunto Emma mirándolo fijamente. El difícilmente hablaba de esto. No con este tono de agriedad en su voz. "Porque el no quiere vernos. Ninguno de nosotros" "Porque los ama?" "O porque nos odia, no lo se" Julian estaba escarvando ansiosamente en la arena "Yo nos odiaria, si fuera el. Yo lo odio, a veces"
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Emma trago "También odio a mis padres a veces, por morir. Eso no... eso no significa nada, Jules" El volvió su cara hacia ella. Sus ojos tenían grandes aros oscuros alrededor de los irises azul verdoso "Ese no es el tipo odio al que me refiero" su voz era baja "Si el estuviera aqui, Dios, todo podria ser diferente. Todo podria haber sido diferente. Yo no seria el unico que estaria en casa ahora en caso de que Tavvy despierte. No podria estar haciendo una cosa inmoral, caminando hacia la playa porque necesito alejarme. Tavvy, Dru, Livvy, Ty... ellos podrian tener a alguien más que se encargue de ellos. Mark tenia diesciseis. Yo tenia doce" "Nada fue tu decisión..." "No, no lo fue" dijo el sentándose, el cuello de su camisa colgando. Ahora había arena en su piel y cabello "No podíamos elegir. Porque si hubieramos sido capaz de hacerlo. Hubiera elegido decisiones diferentes" Emma sabia que no podia preguntar. No con Julian asi. Pero ella no habia tenido ninguna experiencia con Julian asi; ella no sabia cono reaccionar a el, como ser "Que hubieras hecho diferente?" Ella susurro. "No estoy seguro de que hubiera querido un parabatai" sus palabras salieron claras, precisas y brutales. Emma cayo hacia atras. Se sentia cono si hubiera estado parada en el agua profunda y hubiera sido golpeado en la cara de repente e inesperadamente por una ola "Actualmente piensas eso?" Ella dijo "No podrias quererlo? Esto, conmigo?" El se paro en sus pies. Ahora la luna estaba completamente cubierta por las nubes y brillaba, brillaba tanto que ella podia ver la pintura en sus manos. Las suaves pecas en sus pomulos. Las arrugas en ls piel alrededor de su boca.
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El color visceral de sus ojos "No podria quererlo" el dijo "Absolutamente no podria" "Jules" ella dijo, confundida y herida y molesta, pero el ya estaba alejandose, caminando hacia ls costa. En el tiempo que ella habia tardado en pararse, el.ya habia alcanzado las rocas. El estaba lejos, como una sombra, inclinada sobre ellas. Entonces, el se habia ido. Ella podia haberlo alcanzado si ella lo queria, y lo sabia. Pero ella no queria. Por primera vez en su vida, ella no queria hablar con Julian. Ella sintio algo rosando sus tobillos. Mirando hacia abajo, se encontro con Iglesia. Sus grandes ojos amarillos mirandola simpatico, entonces ella lo tomo y lo apreto contra ella. Escuchandolo ronronear mientras lo acariciaba.
Idris, 2007, La Guerra Oscura Cuando Julian Blacthorn tenia doce aĂąos, el asesino a su propio padre. Esto fue, por supuesto,, en circunstancias extenuantes. Su padre ya no era su padre, no exactamente. Era mas como un monstruo usando el rostro de su padre. Pero cuando las pesadillas llegaban, esto no importaba. Julian vio la cara de Andrew Blackthorn, su propia mano sosteniendo la espada, y la espada atravesando a su padre, y el lo sabia. El estaba maldecido. El habia presenciado un gran derramamiento de sangre, de la forma en que ningun niĂąo de doce aĂąos deberia de haber visto. Era culpa de Sebastian Morgenstern. El habia sido quien habia comenzado la Guerra Oscura, quien habia convertido Cazadores de Sombras ordinarios, usando hechizos y trucos, en maquinas de matar controladas mentalmente. Un ejercito a su dispocision. Un ejercito creado para asesinar a cualquiera que no se les 125
uniera. Julian, sus hermanos y hermanas, y Emma se habia ocultado en el Salon de los Acuerdos. El mas grande salon de Idris. Esto significa que estaban seguros maneteniendo afuera a cualquier monstruo. Pero esto no significaba que podia mantener afuera a los demas Cazadores de Sombras, aun a aquellos que habian perdido sus almas. Las grandes puertas dobles de madera se habian roto abriendose y dejando entrar a los guerreros oscurecidos, y como un veneno viajando en el aire, donde ellos iban, la muerte los seguia. Ellos asesinaron a los guardias, y luego asesinaron a los niĂąos que estaban siendo protegidos. A ellos no les importaba. No tenian conciencia. Ellos estaban abriendose paso por el salon. Julian trataba de juntar a sus hermanos y hermanas en un grupo: Ty y Livvy, los solemnes gemelos; Dru, quien solo tenia ocho; Y tavvy, el bebe. Entonces el se habia parado en frente de ellos, con los brazos estirados a los lados como si pudiera protegerlos, como si pudiera hacer una pared con su cuerpo que los mantendria alejados de la muerte. Entonces la muerte se paro justo en frente de el. Un Cazador de Sombras Oscuro, runas demoniacas brillando en su piel, con el cabello oscuro desordenado y ojos inyectados en sangre azul verdoso, el mismo color que los de Julian. El padre de Julian. Julian busco alrededor por Emma, pero ella estaba ocupada peleando con un guerrero hada, furiosa como fuego, su espada Cortana, como un borron en su mano. El queria ir con ella, lo queria desesperadamente, pero el no podia dar un paso lejos de los niĂąos. Su hermana mayor estaba lejos; su hermano mayor habia sido tomado por la Caza Salvaje. Esto tendria que hacerlo el mismo.
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Fue entonces cuando Andrew Blackthorn llego hasta ellos. Cortadas sangrientas a traves de su cara. Su piel estaba ccortada y grisacea, pero su agarre sobre su espada era firme, y su mirada se posiciono sobre ellos. "Ty" el dijo, su voz suave y firme. Y el miro a Tiberius, su hijo, con una mirada rapaz y hambrienta en sus ojos "Tiberius. Mi Ty. Ven aqui" Los ojos grises de Ty se abrieron ampliamente. Livvy, su gemela, lo agarro, pero el se movio adelante, hacia su padre "Papa?" El dijo. La cara de Andrew Blackthorn se vio dividida por su sonrisa, pero Julian penso que podia ver a traves de la sonrisa rasgando hacia adentro, ver la maldad y la oscuridad adentro, la maloliente pestilencia y caos que ahora animaba el cuerpo que una vez habia pertenecido a su padre. La voz de Andrew se alzo "Ven aqui, mi niĂąo, mi Tiberius..." Ty tomo otro paso adelante, y Julian empujo la espada corta en su mano y lo atraveso. El tenia doce. El no era particularmente fuerte o particularme habil. Pero los dioses a quienes podia odiarlos hubieran sonreido por esta accion, la espada volo por el aire como una flecha, como una bala, y se clavo en el pecho de Andrew. Haciendo que golpeara el suelo de marnol. El ya estaba muerto antes de que su cuerpo hubiera tocado el suelo, su sangre haciendo un charco rojo a su alrededor. "Te odio!" Ty lanzo su cuerpo contra Julian, y Julian tiro sus armas alrededor del cuerpo de su hermano pequeĂąo, agradeciendo al Angel una y otra vez que Ty estuviera bien, estuviera respirando, su pecho subiendo y bajando, sus ojos mirandolo llorando, y con furia "Lo Asesinaste! Te odio! Te odio..." Livvy puso sus manos en la espalda de Ty, tratando de alejarlo. Julian pudo sentir la sangre corriendo a traves de de las venas de Ty, el ir y venir de su pecho; el pudo sentir la fuerza de la rabia de su hermano y eso significaba que el estaba vivo. Que todos ellos estaban vivos. Livvy con sus suaves 127
palabras y ligeras manos, Dru con sus grandes y aterrorizados ojos, y Tavvy con sus confundidos y llorantes ojos. Y Emma. Su emma. El habia cometido el mas antiguo y el peor de los pecados: El habia asesinado a su propio padre, quien le habia dado su vida. Y el lo haria de nuevo. ¿Que clase de persona era el? Capítulo 5 "Ahora, ¿cuándo fueron firmados los primeros Acuerdos?" preguntó Diana. "¿Y cuál fue su efecto?" Era un día distractoramente brillante. La luz del sol entraba por las ventanas altas, iluminando la pizarra frente a la cual Diana iba y venía, golpeando la palma de su mano izquierda con una estela. Su plan de lección estaba garabateado en la pizarra con letra casi ilegible: Emma pudo distinguir las palabras Acuerdos, Paz Fría, y Evolución de la Ley. Miró de reojo a Jules, pero él tenía la cabeza inclinada sobre unos papeles. No habían hablado realmente hasta ese momento, aparte de ser cortés el uno con el otro en el desayuno. Ella se había despertado con la sensación de su estómago vacío y las manos doliéndole por apretar las sábanas. También Iglesia la había abandonado en algún momento durante la noche. Gato estúpido. "Fueron firmados en 1872," dijo Cristina. "Fueron una serie de acuerdos entre las especies del mundo de las sombras y los nefilim, hechas para mantener la paz entre ellos y establecer reglas en común para que todos ellos las siguieran.
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"También protegen a los subterráneos," dijo Julian. "Antes de los Acuerdos, si los subterráneos se herían entre ellos, los cazadores de sombras no podían ni querían intervenir. Los Acuerdos le dieron a los subterráneos nuestra protección." Él pausó. "Al menos hasta la Paz Fría." Emma recordó la primera vez que había oído de la Paz Fría. Julian y ella habían estado en el Salón de los Acuerdos cuando fue propuesta. El castigo de las hadas por su papel en la Guerra Oscura de Sebastian Morgenstern. Recordó la confusión de sus sentimientos. Sus padres habían muerto por esa guerra, pero ¿cómo Mark y Helen, quienes amaba, merecían soportar el peso de eso simplemente porque tenían sangre de hada en las venas? "¿Y dónde fueron firmados los papeles de la Paz Fría?" Diana preguntó. "En Idris," dijo Livvy. "En el Salón de los Acuerdos. Todos los que usualmente asisten a los Acuerdos se supone que deben estar ahí, pero la Reina Seelie y el Rey Unseelie nunca se aparecieron para firmar el tratado, así que fue alterado y se firmó sin ellos." "¿Y qué significa la Paz Fría para las Hadas?" La mirada de Diana señalaba a Emma. Emma miró hacia abajo a su escritorio. "Las hadas ya no están protegidas por los Acuerdos," dijo Ty. "Está prohibido ayudarlas, y a ellas se les prohíbe el contactar a cazadores de sombras. Sólo el Scholomance y los Centurión pueden lidiar con las Hadas— y el Cónsul y el Inquisidor." "Un hada que porte un arma puede ser castigada con la muerte," Jules agregó. Lucía exhausto. Había círculos negros bajo sus ojos. Emma deseaba que la mirara. Julian y ella no peleaban. Ellos nunca pelearon. Se preguntó si él estaba tan desconcertado como ella. Seguía oyendo lo que él dijo una y otra vez: que nunca había querido un parabatai. ¿Había algún parabatai que él no quería, o era ella específicamente? 129
"¿Y qué es la Clave, Tavvy?" Era una pregunta muy elemental para cualquiera de ellos, pero Tavvy lucía complacido por ser capaz de responder algo. "El gobierno de los Cazadores de Sombras," dijo él." Todos los cazadores de sombras activos están en la Clave. Los únicos que toman decisiones son el Consejo. Hay tres subterráneos en el Consejo, cada uno representando una raza diferente de subterráneo. Brujos, hombres lobo, y vampiros. No ha habido un representante de las hadas desde la Guerra Oscura." "Muy bien," dijo Diana, y Tavvy sonrío radiantemente. "¿Alguien puede decirme qué otros cambios han sido forjados por el Consejo desde el fin de la guerra?" "Bueno, la Academia de Cazadores de Sombras fue reabierta," dijo Emma. Eso era territorio familiar para ella —había sido invitada por el Cónsul para ser una de los primeros estudiantes. Ella eligió quedarse con los Blackthorn en su lugar. "Muchos cazadores de sombras están entrenando ahí ahora, y por supuesto brindarán muchos Ascendentes aspirantes—mundanos que quieren convertirse en Nefilim." "El Scholomance fue restablecido," dijo Julian. Sus rizos, oscuros y brillantes, caían sobre su barbilla mientras alzaba la cabeza. "Existió antes de que los Acuerdos fueran firmados, y cuando el Consejo fue traicionado por las hadas, ellos insistieron en abrirlo otra vez. El Scholomance hace investigaciones, entrena a los Centurión..." "Piensa en cómo ha de haber lucido el Schoomance por todos esos años en que estuvo cerrado," dijo Dru, sus ojos brillaron con un deleite de película de terror. "Todo el camino hacia las montañas, totalmente abandonado y oscuro, lleno de arañas y fantasmas y sombras..." "Si quieres pensar en algo escalofriante, piensa en la Ciudad de Hueso," dijo Livvy. La Ciudad de Hueso era donde los Hermanos Silenciosos vivían; era 130
un lugar subterráneo de túneles construidos de las cenizas de los cazadores de sombras muertos. "Me gustaría ir a el Scholomance," interrumpió Ty. "Yo no lo haría," dijo Livvy. "Los Centurión no tienen permitido tener parabatai." "Me gustaría ir de todas formas," dijo Ty. "Podrías venir tú también si quisieras." "No quiero ir a el Scholomance," dijo Livvy. "Está en el medio de las Montañas Cárpatos. Está helado allí, y hay osos." La cara de Ty se iluminó como a menudo lo hacía ante la mención de animales. "¿Hay osos?" "Suficiente charla," dijo Diana. "¿Cuándo fue reabierto el Scholomance? Cristina, que tenía el asiento más cercano a la ventana, levantó la mano para interrumpir. "Hay alguien que viene por el camino a la puerta principal," dijo ella. "Varios, de hecho." Emma miró de reojo a Julian otra vez. Era raro que alguien realizara una visita no programada al Instituto. Sólo había unas pocas personas que podrían, e incluso la mayoría de los miembros del Conclave habrían hecho una cita con Arthur. Entonces, tal vez alguien había hecho una cita con Arthur. Aunque por la mirada en el rostro de Julian, si la habían hecho, él no lo sabía. Cristina, que se había puesto de pie, contuvo el aliento. "Por favor,” dijo. "Vengan y vean." Todo el mundo se cernió a la larga ventana que corría a través de la pared principal de la sala. La ventana daba a la parte delantera del Instituto y al sinuoso camino que conducía desde las puertas hasta la carretera que los 131
separaba de la playa y el mar. El cielo estaba alto y azul y sin nubes. La luz solar iluminaba las bridas de plata de tres caballos, cada uno con un silencioso jinete sentado en su lomo desnudo. "Hadas[1]," dijo Cristina, la palabra emergió a un ritmo entrecortado de asombro. “Hadas." Era innegable el caso. El primer caballo era negro, y el jinete que se sentaba en él usaba una armadura que lucía como hojas quemadas. El segundo caballo también era negro, y el jinete usaba una túnica del color del marfil. El tercer caballo era marrón, y su jinete estaba envuelto de pies a cabeza con una túnica del color de la tierra. Emma no podía decir si era hombre o mujer, niño o adulto. "Así que primero dejen pasar los caballos negros y luego dejen pasar al café," Jules murmuró, citando un viejo poema de hadas. "Uno vestido en negro, uno en marrón, uno en blanco —es una delegación oficial. De la corte." Julian miro a Diana a través de la habitación. "No sabía que Arthur tenía una cita con una delegación de Hadas. ¿Crees que le dijo a la Clave?" Ella sacudió la cabeza, claramente desconcertada. "No lo sé. Nunca me lo mencionó." El cuerpo de Julian estaba tenso como una cuerda de arco; Emma podía sentir la tensión saliendo de él. Una delegación de Hadas era raro, una cosa seria. Un permiso de la Clave tenía que ser concedido antes de que la reunión fuera hecha. Incluso por el director del Instituto. "Diana, tengo que ir." Con el ceño fruncido, Diana tocó la estela a su lado, y luego asintió. "Bien. Adelante." "Iré contigo." Emma se deslizó del asiento en la ventana. Julian que ya se había dirigido a la puerta, se detuvo y se giró. "No," dijo él. "Está todo bien. Me haré cargo de ello." 132
Salió de la habitación. Por un momento Emma no se movió. Normalmente si Julian le decía que no la necesitaba con él, o que tenía que hacer algo solo, ella no le habría dado un segundo pensamiento. A veces los eventos se tenían que dividir. Pero la noche anterior había solidificado su sentimiento de malestar. No sabía qué estaba sucediendo con Jules. No sabía si no la quería con él, o la quería pero estaba enfadado con ella o con él mismo, o con ambos. Sólo sabía que las hadas eran peligrosas, y que no había forma en que Julian las fuera a enfrentar solo. "Voy a ir," dijo ella, y se acercó a la puerta. Se detuvo para tomar a Cortana, que había estado colgada a un lado de la puerta. "Emma," dijo Diana, su voz se apretó con sentimiento. "Ten cuidado." La última vez que las hadas habían estado en el Instituto, habían ayudado a Sebastian Morgenstern a que arrancara el alma del cuerpo del padre de Julian. Se habían llevado a Mark. Emma había llevado a Tavvy y Dru a la seguridad. Había ayudado a salvar la vida de los hermanos y hermanas menores de Julian. Apenas habían escapado con vida. Pero Emma no había tenido entonces años de entrenamiento. No había matado a un solo demonio por su cuenta, no cuando tenía doce. No había pasado años de entrenamiento para combatir, matar y defenderse. No había forma de que ella retrocediera ahora. --Hadas. Julián corrió por el pasillo hasta su dormitorio, su mente dando vueltas. 133
Hadas en las puertas del Instituto. Dos corceles: dos negros, uno marrón. Un contingente de una Corte Faerie, Seelie o Unseelie, Julian no podría haberlo dicho. No parecían tener izada una bandera. Ellos querrían hablar. Si había cualquier cosa en la que las hadas eran buenas, era en hablar en círculos alrededor de los humanos. Incluso de cazadores de sombras. Podrían perforar la verdad de la mentira, y ver la mentira en el corazón de una verdad. Agarró la chaqueta que había usado el día anterior. Había en el bolsillo interior el vial que Malcolm le había dado. No había esperado que lo necesitara tan pronto. Había esperado— Bueno, no importaba lo que había esperado. Pensó en Emma, brevemente, y el caos de esperanzas rotas que representaba. Pero ahora no era el momento de pensar en eso. Agarrando el vial, Julian echó a correr de nuevo. Llegó al final del pasillo y abrió la puerta del ático. Subió los escalones e irrumpió en el estudio de su tío. Tío Arthur estaba sentado en su escritorio, usaba una camiseta un poco rasgada, vaqueros y mocasines. Su pelo gris-marrón colgaba casi hasta sus hombros. Estaba comparando dos libros enormes, murmurando y marcado notas. "Tío Arthur". Julian se acercó al escritorio. "¡Tío Arthur!" Tío Arthur hizo un gesto para espantarlo. "Estoy en medio de algo importante. Algo muy importante, Andrew." "Soy Julian." Él se movió detrás de su tío y cerró de golpe ambos libros. Arthur lo miró con sorpresa, sus desteñidos ojos verde-azulados se ampliaron. "Hay una delegación aquí. De hadas. ¿Sabías que iban a venir?"
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Arthur pareció encogerse sobre sí mismo. "Sí," dijo. "Enviaron mensajes — tantos mensajes." Él negó con la cabeza. "¿Pero por qué? Está prohibido. Hadas, ellos—ellos no pueden alcanzarnos ahora.” Julian oró en silencio por paciencia. "Los mensajes, ¿dónde están los mensajes?" "Fueron escritos en hojas," dijo Arthur. "Las hojas se desmoronaron. Como todo lo que las hadas tocan se desmoronan, se marchitan y mueren." "Pero, ¿qué decían los mensajes?" "Ellos insistieron. En una reunión." Julian respiró hondo. "¿Sabes sobre qué es la reunión, tío Arthur?" "Estoy seguro de que lo mencionó en su correspondencia...," Dijo el tío Arthur, nervioso. "Pero no lo recuerdo." Miró a Julián. "Tal vez Nerissa lo sabría." Julian se puso tenso. Nerissa había sido la madre de Mark y Helen. Julian sabía poco acerca de ella, una princesa de la alta burguesía, que había sido hermosa, de acuerdo a las historias de Helen, y despiadada. Había muerto hacía años, y en sus buenos días, Arthur lo sabía. Arthur tenía diferentes tipos de días: los callados, donde se sentaba en silencio, sin responder a las preguntas, y los días oscuros, donde se enojaba, deprimía, y muchas veces era cruel. Mencionar a los muertos no significaba un día oscuro o un día tranquilo, sino la peor clase, un día caótico, un día en el que Arthur no haría nada que Julian esperara, cuando él podía atacar con ira o romper a llorar. La clase de día que traía el sabor amargo de pánico a la parte posterior de la garganta de Julian. El tío de Julian no siempre había sido así. Julián lo recordaba como un hombre tranquilo, casi silencioso, una figura oscura raramente presente en 135
las vacaciones familiares. Había sido una presencia lo suficientemente articulada en el Salón de los Acuerdos cuando habló para decir que iba a aceptar el funcionamiento del Instituto. Nadie que lo conociera muy, muy bien podía saber que algo andaba mal. Julian sabía que su padre y Arthur habían sido prisioneros de las hadas. Que Andrew se había enamorado de Lady Nerissa, y tuvo dos hijos con ella: Mark y Helen. Pero lo que le había pasado a Arthur durante esos años estaba envuelto en sombras. Su locura, como la Clave lo había llamado, era para la mente de Julian algo hilado por las hadas. Si no había destruido su cordura, había plantado las semillas de su destrucción. Había hecho su mente un castillo frágil, por lo que años más tarde, cuando el Instituto de Londres fue atacado y herido a Arthur, se hizo añicos como el cristal. Julian puso su mano sobre la de Arthur. La mano de su tío era delgada y huesuda; se sentía como la mano de un hombre mucho mayor. "Me gustaría que no tuvieras que ir a la reunión. Pero van a sospechar si no lo haces." Arthur se quitó las gafas de la cara y se frotó el puente de la nariz. "Mi monografía..." "Lo sé," dijo Julian. "Es importante. Pero esto también es importante. No sólo para la Paz Fría, sino para nosotros. Para Helen. Para Mark." "¿Te acuerdas de Mark?" Dijo Arthur. Sus ojos eran más brillantes sin las gafas. "Fue hace mucho tiempo." "No hace mucho tiempo, tío," dijo Julian. "Lo recuerdo perfectamente." "Parece que fue ayer." Arthur se estremeció. "Me acuerdo de los guerreros del pueblo de las hadas. Entraron en el Instituto de Londres con su armadura cubierta de sangre. Tanta, como si hubieran estado en las líneas Aqueas cuando Zeus hizo llover sangre." Su mano, sosteniendo sus anteojos, se sacudió. "No me puedo reunir con ellos." 136
"Tienes que hacerlo," dijo Julian. Pensó en todo lo tácito: que él mismo había sido un niño durante la Guerra Oscura, que había visto a las hadas matar niños, escuchó los gritos de la Caza Salvaje. Pero no dijo nada de eso. "Tío, es necesario hacerlo." "Si tuviera mi medicamento...," Dijo Arthur débilmente. "Pero se me acabó mientras estabas fuera." "Lo tengo." De su bolsillo, Julian sacó el vial. "Deberías haberle pedido a Malcolm por más." "No recuerdo." Arthur deslizó las gafas sobre su nariz, mirando como Julian vaciaba el contenido del frasco en el vaso con agua sobre la mesa. "¿Cómo encontrarlo... en quién confiar?” "Puedes confiar en mí," dijo Julián, casi ahogándose con las palabras, y sostuvo el vaso a su tío. "Aquí. Ya sabes cómo son las hadas. Se alimentan de la inquietud humana y se aprovechan de ella. Esto te ayudará a mantener la calma, incluso si intentan sus trucos." "Sí." Arthur miró el vaso, medio con hambre y medio con miedo. El contenido le afectaría durante una hora, tal vez menos. Después tendría un cegador, dolor de cabeza atroz que lo podría tener en cama durante días. Julian casi nunca se lo daba: el efecto secundario rara vez valía la pena, pero valdría la pena ahora. Tenía que valerla. Tío Arthur vaciló. Lentamente levantó el vaso a su boca, vertiendo el agua. Poco a poco tragó. El efecto fue instantáneo. De repente, todo sobre Arthur parecía afilado, volviéndose fresco, claro, preciso, como un boceto que había sido refinado a un dibujo esmerado. Él se puso en pie y cogió la chaqueta que colgaba de un gancho junto a su escritorio. "Ayúdame a encontrar algo de ropa para
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cambiarme, Julian," dijo. "Tenemos que hacer una aparición decente en el Santuario." --Cada Instituto tenía un Santuario. Siempre había sido de esa manera. El Instituto era una mezcla de una alcaldía y una residencia, un lugar donde los cazadores de sombras y subterráneos por igual iban a reunirse con el director del Instituto. El director era el representante local de la Clave. En todo el sur de California, no había ningún cazador de sombras más importante que el director del Instituto de Los Ángeles. Y el lugar más seguro para reunirse con él era el Santuario, donde los vampiros no tenían que temer por terreno sagrado y los subterráneos estaban protegidos por los juramentos. El Santuario tenía dos juegos de puertas. Uno en el exterior, y podía entrar cualquier persona, y se encontrarían dentro de la enorme habitación de piedra. El otro conjunto de puertas conectaba el interior del Instituto al Santuario. Al igual que las puertas de entrada del Instituto, las puertas interiores del Santuario sólo concedían el paso a aquellos con sangre de cazador de sombras. Emma se detuvo en el rellano de la escalera para mirar por la ventana a la delegación de hadas. Había visto a sus caballos, sin jinetes, esperando cerca de los escalones de la entrada. Si la delegación de hadas tenía experiencia con los cazadores de sombras, y probablemente la tenían, entonces ya estaban en el interior del Santuario. Las puertas interiores al Santuario estaban al final de un pasillo que conducía fuera a la entrada principal del Instituto. Estaban hechas de metal de cobre verde desde hace tanto que ya era un verde oxidado, y runas de protección y bienvenida estaban en el marco de las puertas como vides.
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Emma podía oír voces desde el otro lado de las puertas: voces desconocidas, una claras como el agua, una afilada como una ramita rompiéndose bajo los pies. Apretó su asimiento en Cortana y empujó la entrada. El Santuario en sí estaba construido en la forma de una luna creciente, frente a las montañas: sombríos abismos, maleza verde-plateada dispersa a través del paisaje. Las montañas bloqueaban el sol, pero la habitación era brillante, gracias a un candelabro que colgaba del techo. Luz rebotaba en el cristal tallado e iluminaba el suelo de tablero de ajedrez: cuadrados de madera más oscura y más clara se alternaban. Si se subía al candelabro y se miraba hacia abajo, se revelaba la forma de una runa angelical. No es que Emma admitiría que había hecho eso. Aunque uno obtenía una excelente vista de la enorme silla de piedra del director del Instituto desde ese ángulo. En el centro de la habitación estaban las hadas. Había sólo dos de ellos, el de ropas blancas, y el de la armadura negra. En ninguna parte podía ver al jinete del caballo marrón. Ninguno de sus rostros era visible. Podía ver las puntas de dedos de manos largas y pálidas que se extendían más allá de sus mangas, pero no podía decir si eran hombres o mujeres. Emma podía sentir una energía salvaje, difícil de manejar, radiando de ellos, el borde entrecortado de otro mundo. Un sentimiento como el frío húmedo de la tierra mojada le rozó la piel, llevaba el aroma de las raíces y hojas y flores de jacaranda. El hada de negro se rió y se quitó la capa. Emma avanzó. La piel del color de hojas verde oscuro, las manos con garras, ojos del color amarillo de un búho. Llevaba un manto, tejido con el patrón de un serbal. Era el hada que había visto en el Sepulcro la otra noche.
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"Nos encontramos de nuevo, hermosa mía," dijo, y su boca, que era como una hendidura en la corteza de un árbol, sonrió. "Soy Iarlath de la Corte Oscura. Mi compañero de blanco es Kieran de la caza. Kieran, baja tu capa.” El otro hada levantó las dos manos delgadas, cada uno de ellas casi translúcidas, uñas cuadradas. Él se apoderó de los bordes de la capa y la quitó con un gesto imperioso, casi rebelde. Emma reprimió un grito de asombro. Era hermoso. No como Julian era hermoso, o Cristina —de una manera humana— pero como el filo de Cortana. Parecía joven, no más de dieciséis o diecisiete años, aunque supuso que era mayor que eso. Cabello oscuro con un débil brillo azul enmarcaba un rostro esculpido. Su ligera túnica y pantalones estaban deteriorados y desgastados; habían sido elegantes una vez, pero ahora las mangas y dobladillos eran un poco demasiado cortos para su cuerpo ágil y elegante. Sus ojos muy espaciados eran de dos colores: negro el de la izquierda, el de la derecha de un plata profundo. Llevaba los guantes blancos maltratados que lo proclamaban como un príncipe de las hadas, pero sus ojos decían que él era parte de la Caza Salvaje. "¿Es esto por lo de la otra noche?" dijo Emma, mirando desde Iarlath a Kieran. "¿En el sepulcro?" "En parte,” dijo Iarlath. Su voz sonaba como ramas que crujían en el viento. Al igual que las oscuras profundidades de los bosques en un cuento de hadas, donde vivían sólo monstruos. Emma se preguntó por qué no lo había notado en el bar. "¿Es esta la chica?" La voz de Kieran era muy diferente: sonaba como olas deslizándose hasta la orilla. Como el agua caliente bajo la luz pálida. Era seductor, con un borde frío. Miró a Emma como si fuera un nuevo tipo de flor, uno que no estaba seguro de si le gustaba. "Ella es bonita,” dijo. "No pensé que sería bonita. No lo has mencionado. " 140
Iarlath se encogió de hombros. "Siempre has sido aficionado a las rubias,” dijo. "Bueno, ¿en serio?" Emma chasqueó los dedos. "Estoy aquí. Y no era consciente de que estaba siendo invitada a un juego de ‘¿Quién es el más caliente?’” "Yo no estaba consciente de que estuvieras invitada en lo absoluto,” dijo Kieran. Su discurso tenía un borde casual, como si estuviera acostumbrado a hablar con los humanos. "Rudo,” dijo Emma. "Esta es mi casa. Y ¿qué están haciendo aquí? ¿Vinieron para decirme que él” —señaló a Iarlat— “no se hace responsable por el asesinato en el sepulcro? Porque parece que te estás esforzando demasiado sólo para decir que no lo hiciste.” "Por supuesto que no lo hice,” Iarlath espetó. "No seas ridícula." En cualquier otra circunstancia, Emma hubiera desestimado el comentario. Las hadas, sin embargo, no podían mentir. No hadas de sangre pura, de todos modos. Mitad hada, como Mark y Helen, podían decir mentiras, pero eran raros. Emma cruzó los brazos sobre su pecho. "Repite conmigo: ‘Yo no maté a la víctima de la que hablas, Emma Carstairs,’” dijo. "Así sabré que es verdad." Los ojos amarillos de Iarlath se fijaron en Emma con desagrado. "Yo no maté a la víctima de la que hablas, Emma Carstairs." ¿"Entonces por qué estás aquí?" Emma exigió. "Oh, ¿es esta una de esas conexiones perdidas? Nos conocimos la otra noche, ¿sentiste una chispa? Lo siento, pero no salgo con árboles.” "No soy un árbol." Iarlath la miró enojado, su voz rugiendo ligeramente. "Emma,” dijo una voz advirtiéndola desde la puerta. 141
Para sorpresa de Emma, era Arthur Blackthorn. Se detuvo en la entrada del Santuario usando un sombrío traje oscuro, su cabello peinado hacia atrás. La vista de ello le dio a Emma una sacudida; hacia un largo tiempo desde que lo recordaba vistiendo nada más que una túnica andrajosa o unos viejos jeans cafés manchados. De pie junto a él estaba Julian, su cabello castaño despeinado. Buscó su rostro en busca de signos de ira, pero no vio ninguno, lucía como alguien que hubiera corrido un maratón, en realidad, y se sostenía a sí mismo para no caer de cansancio y alivio. "Mis disculpas por el comportamiento de mi pupila,” dijo Arthur, caminando en la habitación. "Aunque no está prohibido pelearse en el Santuario, va en contra del espíritu del lugar." Él se sentó en la enorme silla de piedra bajo el candelabro. "Soy Arthur Blackthorn. Este es mi sobrino Julian Blackthorn.” Julian, que había llegado a estar al lado del asiento de Arthur, inclinó la cabeza mientras Kieran e Iarlath se presentaban. "Ahora, suplico que nos digan por qué están aquí." Las hadas intercambiaron miradas. "Qué,” dijo Kieran, "¿no hay palabras sobre la paz fría o sobre cómo esta visita rompe su Ley?" "Mi tío no administró la Paz Fría,” dijo Julian. "Y no es lo que queremos discutir. Ya conocen las reglas, así es como lo hacemos; si han elegido romperlas, debe ser por una razón importante. Si no desean compartir la información, mi tío tendrá que pedirles que se vayan.” Kieran los miró altivo. "Muy bien,” dijo. "Hemos venido a pedir un favor." "¿Un favor?" Dijo Emma con asombro. La redacción de la Paz Fría fue clara: los Cazadores de Sombras no debían prestar ayuda a cualquiera de la Corte Seelie o Unseelie. Los representantes de las Cortes nunca habían aparecido a firmar el tratado de los Nefilim; la habían despreciado, y este era su castigo.
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"Tal vez están confundidos,” dijo Arthur con frialdad. "Es posible que hayan oído hablar de mi sobrina y sobrino; podrían pensar que porque nuestros parientes Mark y Helen tienen sangre de hadas, podrían encontrar una audiencia más amable aquí de lo que lo harían en otro Instituto. Pero mi sobrina fue exiliada a causa de la Paz Fría y mi sobrino fue robado de nosotros." El labio de Kieran se levantó en la esquina. "El exilio de su sobrina fue un decreto de Cazadores de Sombras, no uno de las hadas,” dijo. "En cuanto a su sobrino—” Arthur respiró temblorosamente. Sus manos estaban agarrando los brazos de la silla. "La mano del cónsul fue obligada por la traición de la Reina Seelie. Guerreros Unseelie lucharon al lado de ella. Ninguna mano de las hadas está libre de sangre. No estamos bien dispuestos aquí hacia las hadas.” "La Paz Fría no fue lo que alejó a Mark de nosotros,” dijo Julian, sus mejillas ardiendo con color. "Fuiste tú. La caza salvaje. Podemos ver por tus ojos que viajas con Gwyn, no lo niegues.” "Oh,” dijo Kieran con una leve sonrisa en los labios. "No voy a negarlo." Emma se preguntó si alguien más escuchó a Julian tomar aliento. "Así que conoces a mi hermano." La sonrisa nunca abandonó la cara de Kieran. "Por supuesto que sí." Julián lucía como si apenas se estuviera sosteniendo. "¿Qué sabes sobre Mark?" "¿Qué es esta pretensión de sorpresa?" Exigió Iarlath. "Es una tontería. Mencionamos a Mark de la Caza en la carta que enviamos.”
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Emma vio la expresión en el rostro de Julián, un destello de shock. Ella se adelantó rápidamente, no queriendo que fuera él quien tuviera que preguntar. "¿Qué carta?" "Fue escrito en una hoja,” dijo Arthur. "Una hoja que se desmoronó." Estaba sudando; él tomó el pañuelo del bolsillo y se secó la frente. "Había palabras en él acerca de asesinatos. Acerca de Mark. No creía que fuera real. Estaba—” Julian dio un paso adelante, medio bloqueando a su tío de la vista. "¿Asesinatos?" Kieran miró a Julián, y sus ojos bicolor se oscurecieron. Emma sintió la incómoda sensación de que Kieran creía saber algo sobre su parabatai, algo que ella misma no conocía. "Sabes de los asesinatos,” dijo. "Emma Carstairs encontró uno de los cuerpos. Sabemos que están enterados de que ha habido otros.” "¿Por qué te importa?” Dijo Julian. "Las hadas normalmente no se involucran en el derramamiento de sangre del mundo humano." "Lo hacemos si la sangre que se derrama es sangre de hadas,” dijo Kieran. Miró a su alrededor a sus caras de sorpresa. "Como ustedes saben, el asesino ha estado asesinando y mutilando hadas, también. Por eso Iarlath estaba en el Sepulcro. Es por eso que Emma Carstairs lo encontró. Estaban cazando la misma presa.” Iarlath metió la mano en su capa y sacó un puñado de brillantes micas. Las arrojó al aire, donde las partículas colgaron y se separaron, uniéndose en imágenes tridimensionales. Imágenes de cuerpos, cuerpos de hadas — humanos— hadas de la alta burguesía, todos muertos. Todos tenían la piel tallada con las marcas oscuras puntiagudas que habían adornado el cuerpo que Emma había encontrado en el callejón.
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Emma se encontró inclinándose inconscientemente hacia adelante, tratando de obtener una mejor visión de la ilusión. "¿Que son estas? ¿Fotografías mágicas?” "Recuerdos, conservados con magia,” dijo Iarlath. "Ilusiones,” dijo Julian. "Las ilusiones pueden mentir." Iarlath giró su mano a un lado, y las imágenes cambiaron. Emma estaba repentinamente mirando al hombre muerto que había encontrado en el callejón hace tres noches. Era una imagen exacta, hasta la mirada retorcida de horror en su rostro. "¿Esto miente?” Emma miró Iarlath. "Así que lo viste. Debes de haberlo encontrado antes que yo. Tenía curiosidad.” Iarlath cerró la mano, y las piezas brillantes de mica cayeron al suelo como gotas de lluvia, la ilusión se desvaneció. "Sí. Él ya estaba muerto. No podría haberlo ayudado. Lo dejé para que lo encontraran.” Emma no dijo nada. Era bastante evidente que lo que Iarlath estaba diciendo era verdad. Y las hadas no mentían. "Cazadores de Sombras han muerto también, lo sabemos,” dijo Kieran. "Cazadores de Sombras son a menudo asesinados,” dijo el tío Arthur. "No hay lugar seguro." “No es así,” dijo Kieran. "Hay protección donde hay protectores". “Mis padres,” dijo Emma, haciendo caso omiso de Julián, que sacudía la cabeza hacia ella, como si dijera, no les digas, no compartas, no les des nada. Ella sabía que era probable que tuviera razón —estaba en la naturaleza de las hadas tomar tus secretos y volverlos en tu contra. Pero si había la 145
oportunidad, la oportunidad más pequeña de que supieran algo… "Sus cuerpos fueron encontrados con esas mismas marcas en ellos, hace cinco años. Cuando los cazadores de sombras trataron de moverlos, se desmoronaron en cenizas. La única razón por la que sabemos acerca de las marcas se debió a que los nefilim tomaron fotos primero.” Kieran la miró con los ojos brillantes. Tampoco parecían bastante humanos: El ojo negro era demasiado oscuro, el plata demasiado metálico. Y sin embargo, el efecto global era hechizante, inhumanamente hermoso. "Sabemos acerca de tus padres,” dijo. "Sabemos de sus muertes. Sabemos del lenguaje demoniaco con el que inscribieron sus cuerpos.” "Mutilados,” dijo Emma, conteniendo la respiración, y sintió los ojos de Julian en ella, un recordatorio de que él estaba allí, un apoyo silencioso. "Desfigurados. No inscritos.” La expresión de Kieran no cambió. "Entendemos también que han intentado durante años traducirlos o entender las marcas, sin éxito. Podemos ayudarles a cambiar eso.” "¿Qué estás diciendo exactamente?" Exigió Julian. Sus ojos estaban a la defensiva; toda su postura lo estaba. La tensión en su cuerpo mantenía a Emma de estallar con preguntas. "Los eruditos de la Corte Unseelie han estudiado las marcas,” dijo Iarlath. "Parece que es un lenguaje de una época antigua de las Hadas. Un tiempo antes de la memoria humana. Antes de que hubiera Nefilim.” "Antes, cuando las hadas estaban más estrechamente vinculados a su ascendencia demoníaca,” dijo Arthur con voz ronca. El labio de Kieran se curvó como si Arthur hubiera dicho algo desagradable. "Nuestros investigadores comenzaron a traducirlo,” dijo. Sacó varias hojas de papel fino apergaminado de su capa. Emma reconoció en ellos las marcas 146
con las que estaba tan familiarizada. Por debajo de las marcas había más palabras, escritas en una letra delgada. El corazón de Emma comenzó a latir con fuerza. "Ellos tradujeron la primera línea,” dijo. "Parece ser quizá parte de un hechizo. Ahí nuestro conocimiento nos falla—el pueblo de las Hadas no trata con hechizos; eso es territorio de los brujos—" “¿Tradujeron la primera línea?" Emma dijo "¿Qué es?" "Vamos a decirles," dijo Iarlath "y les daremos el trabajo que nuestros especialistas han hecho hasta ahora, si están de acuerdo con nuestros términos." Julián los miró con recelo. "¿Por qué traducir sólo la primera línea? ¿Por qué no todo el asunto? " "Apenas los eruditos habían trabajado con el significado de esa primera línea cuando el Rey Unseelie les prohibió continuar,” dijo Kieran. "La magia de este hechizo es oscura, demoníaca en su origen. No quería despertar eso en las Hadas.” "Podrían haber continuado el trabajo ustedes mismos," dijo Emma. "Todas las hadas tienen prohibido por el Rey tocar estas palabras," espetó Iarlath. "Pero eso no significa que nuestra participación termine. Creemos que este texto, estas marcas, pueden ayudar a conducir al asesino, una vez que se entiendan.” "¿Y ustedes quieren que nosotros traduzcamos el resto de las marcas?" dijo Julian. “¿Usando la línea en la que han trabajado como una guía?" "Más que eso," dijo Iarlath. "La traducción no es más que el primer paso. Los llevará al asesino. Una vez que hayan encontrado a esa persona, se la
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entregarán al Rey Unseelie que podría hacer un juicio por el asesinato de las hadas y recibir justicia.” "¿Quieren que realicemos una investigación en su nombre?" Julián estalló. "Somos cazadores de sombras. Estamos obligados por la Paz Fría, igual que ustedes. Está prohibido para nosotros ayudarle a las hadas, prohibido para nosotros que incluso los entretengamos aquí. Saben lo que estaríamos arriesgando. ¿Cómo se atreven a pedirlo?” Había rabia en la voz de Julian—rabia fuera de proporción por la sugerencia, pero Emma no podía culparlo. Ella sabía lo que veía cuando miraba a las hadas, especialmente a las hadas con los ojos rotos de la Caza Salvaje. Veía los residuos fríos de la isla de Wrangel. Veía el dormitorio vacío en el Instituto donde Mark ya no estaba. "No se trata sólo de su investigación,” dijo Emma en voz baja. "Es mía, también. Esto tiene que ver con mis padres. " "Lo sé," dijo Julian, y su ira se había ido. Había dolor en su voz en su lugar. "Pero no de esta manera, Emma—" "¿Por qué vienen aquí?" Arthur interrumpió, luciendo adolorido, su rostro gris. "¿Por qué no con un brujo?" El hermoso rostro de Kieran se torció. "No podemos consultar a un brujo," dijo. "Ninguno de los hijos de Lilith se ocupará de nosotros. La Paz Fría nos ha dejado rechazados por otros subterráneos. Pero ustedes pueden visitar al Gran Brujo Malcolm Fade, o al mismo Magnus Bane, y exigir una respuesta a su pregunta. Estamos encadenados, pero ustedes—” Dijo la palabra con desprecio. "Son libres." "Esta es la familia equivocada a la cual llegar,” dijo Arthur. "Nos están pidiendo romper la ley por ustedes, como si tuviéramos alguna
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consideración especial para la gente de las hadas. Pero los Blackthorn no han olvidado lo que ustedes tomaron de ellos.” "No," dijo Emma. "Necesitamos esos papeles, necesitamos—” "Emma". La mirada de Arthur era aguda. "Suficiente." Emma bajó la mirada, pero su sangre cantaba en sus venas, una determinada melodía de rebelión. Si las hadas se iban y se llevaban los papeles con ellos, iba a encontrar alguna manera de rastrearlos, para recuperar la información, para aprender lo que tenía que aprender. Alguna manera. Incluso si el Instituto no podía correr el riesgo, ella podía. Iarlath miró a Arthur. "No creo que desees tomar una decisión apresurada." La mandíbula de Arthur apretó. "¿Por qué haces conjeturas por mí, vecino?" Los Buenos Vecinos. Un viejo, viejo término para la gente de las hadas. Fue Kieran quien respondió: "Porque tenemos algo que deseas por encima de todo lo demás. Y si nos ayudas, estamos dispuestos a dártelo.” Julian palideció. Emma, mirándolo fijamente, estaba por un momento demasiado atrapada en su reacción para darse cuenta de lo que estaban dando a entender. Cuando lo hizo, su corazón dio un latido irregular dentro de su pecho. "¿Qué es?" Susurró Julian. "¿Qué tienen que queremos?" "Oh, vamos,” dijo Kieran. "¿Qué creen?" La puerta del Santuario, la que daba a la parte exterior del Instituto, se abrió y el hada de la túnica marrón entró. Se movía con gracia y silencio, sin vacilación ni temor, sin nada humano sobre sus movimientos. Entrando en el patrón de la runa angelical en el suelo, se detuvo. La habitación estaba en completo silencio mientras levantaba las manos a su capa —y por primera vez—dudó. 149
Sus manos eran humanas, de dedos largos, de un tono marrón pálido, bronceadas. Familiares. Emma no estaba respirando. Ella no podía respirar. Julián lucía como si estuviera en un sueño. El rostro de Arthur estaba en blanco, confundido. "Baja tu capa, muchacho,” dijo Iarlath. "Muestra tu cara." Las manos familiares apretaron la capa y tiró de ella. Empujó el manto de los hombros, como si el material se aferrara a él desagradablemente. Emma vio el destello de un cuerpo largo, esbelto, de cabello claro, de manos finas, mientras la capa fue alejada y se deslizó hasta el suelo en un charco oscuro. Un chico estaba en el corazón de la runa, jadeando. Un muchacho que aparentaba unos diecisiete años, con el pelo que se curvaba como enredaderas de acanto, enredadas con ramas y zarzas, colgando de sus hombros. Sus ojos mostraban la duplicación destrozada de la caza salvaje: dos colores—uno de oro, uno azul Blackthorn. Sus pies estaban desnudos, negros por la tierra, su ropa harapienta y desgarrada. Una ola de mareo pasó por Emma junto con una terrible mezcla de horror y alivio y asombro. Julian se había puesto rígido, como si hubiera sido sorprendido con electricidad. Ella vio el ligero endurecimiento de su mandíbula, la contracción del músculo de su mejilla. Él no abrió la boca; fue Arthur quien habló, medio levantándose de su silla, su voz filiforme e incierta: “¿Mark?” ---
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Los ojos de Mark se abrieron con confusión. Él abrió la boca para responder. Iarlath se volvió hacia él. "Mark Blackthorn de la Caza Salvaje,” espetó. "No hables hasta que te sea dado el permiso para hablar." Los labios de Mark se apretaron. Su rostro estaba inmóvil. "Y tú,” dijo Kieran, levantando una mano cuando Julian empezó a avanzar, "quédate donde estás." "¿Qué has hecho con él?" los ojos de Julian brillaron. "¿Qué has hecho con mi hermano?" "Mark pertenece a la Caza Salvaje,” dijo Iarlath. "Si optamos por dejarlo en libertad a ustedes, será en nuestro reconocimiento." Arthur se había hundido en la silla detrás de él. Estaba parpadeando como un búho y mirando de Mark a las hadas. El color gris estaba de vuelta en su cara. "El aumento de muertos y el regreso de los perdidos," dijo. "Debemos enarbolar banderas azules desde lo alto de las torres." Kieran parecía fríamente perplejo. "¿Por qué dice eso?" Julian miró de Arthur a Mark a las otras dos hadas. "Está en estado de shock,” dijo. "Su salud es frágil; lo ha sido desde la guerra.” "Es de un viejo poema de cazadores de sombras,” dijo Emma. "Me sorprende que no lo conozcan.” "Los poemas contienen mucha verdad,” dijo Iarlath, y no había humor en su voz, sino una especie de amargura. Emma se preguntó si se estaba riendo de ellos o de él mismo. Julian estaba mirando a Mark, una mirada en su rostro de innegable sorpresa y anhelo. "¿Mark?" dijo él. Mark miró hacia otro lado. 151
Julián lucía como si hubiera sido atravesado por una flecha, las maliciosas flechas de las hadas que se enterraban bajo la piel y liberaban veneno mortal. Cualquier ira que Emma había sentido hacia él la noche anterior se había evaporado. La expresión de su rostro era como cuchillos en su corazón. "Mark,” dijo él de nuevo, y luego en un medio susurro, "¿Por qué? ¿Por qué no puede hablar conmigo?” "Se le ha prohibido hablar por Gwyn, hasta que se selle nuestro trato,” dijo Kieran. Echó un vistazo a Mark, y había algo frío en su expresión. ¿Odio? ¿Envidia? ¿Despreciaba a Mark por ser mitad humano? ¿Todos ellos? ¿Cómo habían mostrado su odio todos estos años, cuando Mark estaba a su merced? Emma podía sentir lo duro que Julián se contenía para no ir a su hermano. Ella habló por él. "Así que Mark es su moneda de cambio." Ira cruzó el rostro de Kieran, repentina y sorprendente. "¿Por qué tienes que indicar lo que es obvio? ¿Por qué todos los humanos deben hacerlo? Chica tonta—" Julian cambió; su atención se rompió de Mark, su columna vertebral se enderezó, su voz se endureció. Parecía tranquilo, pero Emma, que lo conocía tan bien, podía oír el hielo en su voz. "Emma es mi parabatai," dijo. "Si alguna vez le hablas de esa manera otra vez, habrá sangre en el piso del Santuario, y no me importa si me matan por ello." Los hermosos ojos alienígenas de Kieran brillaron. "Ustedes nefilim son leales a sus compañeros elegidos, les concederé eso." Agitó una mano desdeñosa. "Supongo que Mark es nuestra moneda de cambio, como dices, pero no me olvido de que es culpa de los nefilim que necesitamos eso en absoluto. Hubo un tiempo en el que los cazadores de sombras investigarían los asesinatos de nuestra especie porque creían en su mandato de proteger más de lo que creían en su odio.”
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“Hubo un tiempo en el que la gente de las hadas podrían habernos regresado libremente uno de los nuestros,” dijo Arthur. "El dolor de la pérdida va en ambos sentidos, al igual que la pérdida de confianza." "Bueno, tendrán que confiar en nosotros,” dijo Kieran. "No tienen a nadie más. ¿O sí?" Hubo un largo silencio. La mirada de Julian volvió a su hermano, y en ese momento Emma odió a las hadas, por retener a Mark, ellos también herían el corazón frágil de Julian. "Así que quieren que averigüemos quién es el responsable de estos asesinatos,” dijo él. "Detener los asesinatos de las hadas y los humanos. ¿Y en cambio nos darán a Mark, si tenemos éxito?” "La Corte está preparada para ser mucho más generosa,” dijo Kieran. Les daremos a Mark ahora. Él les ayudará en su investigación. Y cuando la investigación haya terminado, él podrá elegir si se queda con ustedes o vuelve a la Caza.” "Él nos elegirá," dijo Julian. "Somos su familia." Los ojos de Kieran brillaban. "Yo no estaría tan seguro, joven cazador de sombras. Los de la Caza son leales a la Caza.” "Él no es de la Caza,” dijo Emma. "Es un Blackthorn." "Su madre, Lady Nerissa, era hada," dijo Kieran. "Y él ha viajado con nosotros, cosechado a los muertos con nosotros, dominado el uso de las flechas. Él es un guerrero formidable en la manera de las hadas, pero no es como ustedes. No va a luchar como ustedes. Él no es nefilim.” "Sí, lo es,” dijo Julian. "La sangre de los Cazadores de Sombras es verdadera. Su piel puede soportar Marcas. Conocen las leyes.” Kieran no respondió a eso, se limitó a mirar a Arthur. "Sólo el director del Instituto puede decidir esto. Deben dejar que su tío hable libremente." 153
Emma miró a Arthur; todos lo hicieron. Arthur se levantó nerviosamente, sosteniéndose en el brazo de su silla. "Quieren al chico hada aquí para que él tal vez pueda informarles acerca de nosotros," dijo finalmente con voz temblorosa. "Él va a ser su espía." El chico hada. No Mark. Emma miró a Mark, pero si un destello de dolor cruzó su rostro de piedra, fue invisible. "Si quisiéramos espiarlos, hay maneras más fáciles,” dijo Kieran en un tono de frío reproche. "No tendríamos que renunciar a Mark—él es uno de los mejores luchadores de la Caza. Gwyn le echará de menos profundamente. No va a ser un espía.” Julian se apartó de Emma, cayó de rodillas junto a la silla de su tío. Se inclinó y le susurró a Arthur, y Emma se esforzó por oír lo que estaba diciendo, pero podía distinguir sólo pocas palabras— "hermano" e "investigación" y "asesinato" y "medicina" y "Clave". Arthur levantó una mano temblorosa, como para silenciar a su sobrino, y se volvió a las hadas. "Vamos a aceptar su oferta,” dijo. "Con condición de que no habrá trucos. Al final de la investigación, cuando el asesino sea capturado, Mark hará su propia y libre elección de quedarse o irse.” "Por supuesto,” dijo Iarlath. "Mientras que el asesino sea claramente identificado. Queremos conocer al que tiene la sangre en su manos— no será suficiente para ustedes que digan 'fue hecho por este o este otro’ o ‘los vampiros fueron los responsables’. El asesino o asesinos serán colocados bajo la custodia de la Corte. Vamos a hacer justicia.” No si yo encuentro al asesino primero, pensó Emma. Les voy a entregar su cadáver, y mejor que eso sea lo suficientemente bueno. "Primero júralo", dijo Julian, sus ojos verde-azul brillantes y duros. "Di: 'Juro que cuando se cumplan los términos de la negociación, Mark 154
Blackthorn hará su propia y libre elección de si quiere ser parte de la Caza o regresar a su vida como un Nefilim.'” La boca de Kieran se apretó. “Juro que cuando se cumplan los términos de la negociación, Mark Blackthorn hará su propia y libre elección de si quiere ser parte de la Caza o regresar a su vida como un Nefilim.” Mark estaba inexpresivo, inmóvil como lo había estado todo este tiempo, como si ellos no estuvieran discutiendo sobre él, sino otra persona. Parecía como si estuviera viendo a través de las paredes del Santuario, al mar lejano quizás, o un lugar aún más lejos que eso. "Entonces creo que tenemos un acuerdo,” dijo Julian. Las dos hadas se miraron, y luego Kieran se acercó a Mark. Él puso sus manos blancas en los hombros de Mark y le dijo algo en un idioma gutural que Emma no comprendía—no era algo que Diana les hubiera enseñado, no el alto, y fluido lenguaje de la corte de las hadas o cualquier otro lenguaje mágico. Mark no se movió, y Kieran se alejó, sin lucir sorprendido. "Él es uno de los suyos por ahora,” dijo. "Vamos a dejar su corcel para él. Se han vuelto… apegados.” "No va a ser capaz de utilizar un caballo,” dijo Julian, con voz tensa. "No en Los Ángeles." La sonrisa de Kieran estaba llena de desprecio. "Creo que encontrarán que puede usar éste." "¡Dios!" Era Arthur, gritando. Él se tambaleó hacia delante, con las manos sosteniendo la cabeza. "Duele—“ Julian se movió al lado de su tío, llegando a agarrarle el brazo, pero Arthur lo quitó, poniéndose de pie, su respiración irregular. "Debo disculparme,” dijo. "Mi dolor de cabeza. Es insoportable.” 155
Lucía horriblemente mal, era verdad. Su piel estaba del color de la tiza sucia, el cuello pegado a la garganta por el sudor. Tanto Kieran y Iarlath no dijeron nada. Tampoco lo hizo Mark, que seguía de pie tambaleándose ciegamente en sus pies. El hada observó a Arthur con ávida curiosidad ardiendo en sus ojos. Emma podía leer sus pensamientos. El director del Instituto de Los Ángeles. Él es débil, enfermizo… Las puertas interiores se sacudieron, y Diana entró. Se veía fresca y tranquila como siempre. Su mirada oscura miró la escena ante ella. Su mirada rozó a Emma una vez; había cólera fría en ella. "Arthur,” dijo. "Se te necesita arriba. Ve. Voy a escoltar a las hadas afuera para hablar de la negociación.” ¿Cuánto tiempo estuvo ahí espiando? Emma se preguntó mientras Arthur, luciendo desesperadamente agradecido, cojeó pasando a Diana hacia la puerta. Diana era tan silenciosa como un gato cuando lo quería. "¿Está muriendo?" Iarlath preguntó con cierta curiosidad, su mirada tras Arthur, quien dejó el Santuario. "Somos mortales," dijo Emma. "Nos enfermamos, envejecemos. Nosotros no somos como ustedes. Pero no es nada que debería ser una sorpresa.” "Basta ya,” dijo Diana. "Los voy a guiar fuera del Santuario, pero primero — la traducción." Ella tendió una mano morena delgada. Kieran le entregó los papeles casi translúcidos con una mirada irónica. Diana los miró. "¿Qué dice la primera línea?" Dijo Emma, incapaz de contenerse. Diana frunció el ceño. "Fuego al agua,” dijo. "¿Qué significa eso?" Iarlath le dirigió una sola mirada fresca y se trasladó para unirse a ella. "Será tarea de su gente averiguarlo." ¿Fuego al agua? Emma pensó en los cuerpos de sus padres, ahogados y luego desmoronados como cenizas. El cuerpo del hombre en el callejón, 156
quemado y luego sumergido en agua de mar. Miró a Julián, preguntándose si su mente estaba siguiendo los mismos caminos que ella, pero no, él estaba mirando a su hermano, inmóvil, como congelado en su lugar. Ella ansiaba tener en sus manos los papeles, pero fueron doblados en la chaqueta de Diana, y Diana estaba llevando a los dos hombres hadas hacia la salida del Santuario. "Entienden que estaremos investigando esto sin el conocimiento de la Clave," dijo mientras Iarlath se puso a caminar a su lado. Kieran caminó detrás de ellos, con el ceño fruncido. "Entendemos que temen a su gobierno, sí," dijo Iarlath. "Les tenemos miedo también, los arquitectos de la Paz Fría.” Diana no mordió el anzuelo. "Si tienen que ponerse en contacto con nosotros durante la investigación, tendrán que tener cuidado al hacerlo." "Vamos a venir sólo al Santuario, y ustedes pueden dejar mensajes aquí para nosotros,” dijo Kieran. "Si nos enteramos de que han hablado de nuestro trato con alguien fuera de estas paredes, especialmente uno que no es Nefilim, estaremos muy disgustados. Mark, también, está bajo las órdenes del secreto de la Caza. Encontrarán que no los desobedecerá.” La luz del sol atravesó el Santuario cuando Diana abrió las puertas. Emma sintió un destello de gratitud por su tutor mientras Diana y las dos hadas desaparecieron en el exterior. Gratitud por ahorrarle a Arthur—y ahorrarle a Julian un segundo más de fingir que estaba bien. Pero Jules estaba mirando a su hermano —finalmente, realmente mirándolo, sin nadie viendo o juzgando su debilidad. Sin nadie que, en el último momento, alejara a Mark de él. Mark levantó la cabeza lentamente. Era delgado como un listón, mucho más estrecho y más anguloso de lo que Emma recordaba. No parecía haber envejecido tanto como se había afilado, como si los huesos del mentón, 157
mejilla y mandíbula hubieran sido refinados con herramientas cuidadosas. Estaba demacrado pero elegante, a la manera de las hadas. "Mark,” Julian exhaló, y Emma pensó en las pesadillas de las que Jules se había despertado a lo largo de los años, gritando por su hermano, Mark, y lo desesperado que había sonado, y tan perdido. Estaba pálido, pero sus ojos brillaban como si estuviera mirando a un milagro. Y era una especie de milagro, Emma pensó: Las hadas no devolvían lo que habían tomado. O por lo menos, nunca lo regresaban de nuevo sin un cambio. Un escalofrío corrió de repente por las venas de Emma, pero no hizo ruido. Ella no se movió cuando Julian dio un paso hacia su hermano, y luego otro, y luego habló, su voz quebrada. "Mark,” susurró. "Mark. Soy yo." Mark miró a Julian directamente a la cara. Había algo en sus ojos de dos colores; ambos ojos habían sido azules cuando Emma lo vio por última vez, y la bifurcación parecía hablar de algo roto dentro de él, como una pieza de cerámica agrietada a lo largo del esmalte. Miró a Julian—notando su altura, sus anchos hombros y su cuerpo larguirucho, su pelo castaño despeinado, sus ojos Blackthorn — y habló por primera vez. Su voz sonaba áspera, raspada, como si él no la hubiera usado en días. "¿Padre?" dijo, y luego, cuando Julián tomó aire por la sorpresa, los ojos de Mark rodaron y se desplomó en el suelo, desmayado.
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Capítulo 6 –Muchos más inteligentes. La habitacion de Mark estaba llena de polvo. La habian dejado intacta en los años despues de su desaparicion. Finalmente, cuando debia de haber sido su cumpleaños dieciocho, Julian jalo de la puerta de la habitacion abierta y limpio el interior salvajemente. La ropa de Mark, jueguetes, juegos, todo se habia ido a la bodega. La habitacion habia sido limpiada y vaciada, un limpio y vacio espacio esperando a ser decorado. Emma se movio alrededor, moviendo las polvorosas cortinas y abriendo las ventanas, dejando entrar luz a la habitacion, mientras Julian, quien habia cargado a su hermano escaleras arriba, dejaba a Mark sobre la cama. Las mantas fueron estiradas, una fina capa de polvo elevandose del cobertor. Estas se abollaron cuando Mark fue acostado; el tosio pero no se movio. Emma se volvio al contrario de la ventana; abiertas, ellas llenaban la habitacion con luz y convertian las motas de polvo en criaturas danzantes. "Esta tan delgado" dijo Julian "Bueno, nunca fue tan pesado despues de todo" Alguno que no lo conociera podria haber dicho que esta inexpresivo; su cara traicionandolo en una clase de musculos tensos, sus labios conprimidos en una dura linea. Esta era la manera en que el lucia cuando su corazon era sorprendido con un fuerte sentimiento y trataba de ocultarlo, normalmente por sus hermanos mas jovenes. Emma se acerco a la cama. Por un momento ambos estaban mirando a Mark. Ciertamente, la curva de los codos, las rodillas y la clavicula estaban dolorosamente marcados bajo la ropa que el usaba; jeans rasgados y una camiseta que se ha ido trasparentando con los años y las lavadas. Enredado cabello rubio medio cubriendo su cara. "Es verdad?" Dijo una pequeña voz desde la puerta. Emma se volvio. Ty y Livia habian entrado en la habitacion silenciosamente. Cristina estaba en la 159
puerta de la habitacion detras de ellos; ella miraba a Emma como si le dijera que habia tratado de detenerlos. Emma sacudio la cabeza. Ella sabia que era imposible detener a los gemelos cuando querian ser parte de algo. Era Livvy quien habia hablado. Ella miro atraves de la habitacion, pasando a Emma, deteniendose donde Mark estaba acostado "Es verdad" "No puede ser" dijo Ty, llevando sus manos a flotar los lados. El estaba contando sus dedos, del uno al diez, del diez al uno. La mirada que el tenia sobre su inconciente hermano estaba llena de desconcierto "El pueblo de las hadas no devuelven nada de lo que toman" "No" dijo Julian, su voz gentil. Emma se pregunto, no por primera vez, cono el podia ser gentil cuando ella sabia que querria sentirse mucho mejor gritando y flotando cono cientos de pedazos rotos "Pero ellos lo hacen cuando necesitan algo de ti" Ty no dijo nada. Sus manos aun seguian flotando en repetitivos movimientos. Hubo un tiempo donde el padre de Ty habia enseĂąado a su hijo a inmovilarse, llevando sus manos a sus lados tensas cuando el tenia malestar y decir "Aun, aun" Este panico hacia que Ty vomitara. Julian nunca hacia eso. El solo le hablaba acerca de mariposas cuando el estaba nervioso; algunas personas las sentian en el estomago, Ty las sentia en las manos. Ty estaba complacido con esto. El amaba las moscas, mariposas, abejas... cualquier cosa con alas. "No se ve como lo recuerdo" era Dru, habia entrado en la habitacion rodeando a Cristina. Ella sostenia la mano de Tavvy. "Bien" dijo Emma "El es cinco aĂąos mayor ahora" 160
"El no se ve mas viejo" dijo Dru "Solo se ve diferente" Hubo un silencio. Dru estaba en lo correcto. El no se veia mas viejo, ciertamente no cinco años mas viejo. En parte porque era mas delgado, pero era mucho mas que eso. "El ha estado en el mundo de las hadas por cinco años" dijo Julian "Y en ese tiempo... el tiempo trabaja diferente alli" Ty camino hacia adelante. Su mirada fija en la cama, examinando a su hermano. Drusilla lo sostuvo. El habia tenido ocho cuando el se habia ido; Emma no se podia imaginar como serian sus memorias de el. -nubladas y borrosas, probablemente. Y como las de Tavvy- Tavvy tenia dos. Para el, el chico sobre la cama podria ser un completo extraño. Pero Ty. Ty podia recordarlo. El se movio mas cerca de la cama, y Emma quizas podia ver su rapida mente trabajando detras de sus ojos grises "Eso podria ser. Hay todo tipo de historias acerca de gente desvaneciendose por una noche con las hadas y volviendo para encontrarse con que han pasado cientos de años. Cinco años pudieron haber sido como dos años para el. El luce cerca de tu misma edad, Jules" Julian aclaro su garganta "Si. Si lo es" Ty inclino su cabeza de lado "Por que lo trajeron de vuelta?" Julian suspiro. Emma no se movio; Ella no sabia, nadie mas que el lo sabia, como decirle a los niños que a quien habian estado buscando con los ojos abiertos de par en par, el hermano perdido que les habia sido devuelto a ellos para siempre, solo podria ser temporalmente. "Esta sangrando" dijo Dru. "Que?" Dijo julian encendiendo la lampara que estaba junto a la cama y la luz de la habitacion se intensifico hasta ser un brillo caliente. Emma contuvo su respiracion. El costado de Mark, la camisa 161
rasgada hasta el hombro, esta rojo con sangre. Un parche rojo que se extendia. "Estela" ladro Julian, extendiendo su mano. El ya estaba listo empujando la camisa de Mark hacia sus hombros y claviculas, donde una herida a medio curar estaba abierta. La sangre se filtraba a traves de la herida, no tan rapido, pero Tavy estaba haciendo ruidos de desagrado. Emma saco su estela de su cinturon y se la tiro. Ella no dijo nada; ella no necesitaba hacerlo. Las manos de Julian se alzaron y la tomo en el aire. El comenzo a presionar la punta de la estela contra la piel de Mark, para comenzar a dibujar la runa de sanacion. Mark comenzo a gritar. Los ojos de Mark se abrieron, brillantes y enloquecidos, y se lanzo al aire con sus manos, sucias y sangrientas manos. "Alejala!" El grito con voz estrangulada "Alejala, pon esa cosa lejos de mi" "Mark..." Julian trato de acercarse, pero su hermano lo empujo. El podia ser delgado, pero era fuerte; Julian se tambaleo mientras Emma sentia como una explosion de dolor detras de su cabeza. Ella se movio hace adelante y se interpuso entre los dos hermanos. Ella estuvo a punto de gritarle a Mark, decirle que pare, cuando ella atrapo la mirada en su cara. Sus ojos estaban abiertos de par en par y blancos de miedo, sus manos agarrando su pecho -habia algo alli, algo cerca de brillar al fin de la cordura en su garganta- entonces el se arrastro a si mismos lejos de la cama, su cuerpo moviendose de un tiron, sus manos y pies escarbando en el piso. "Vayanse" le dijo Julian a dus hermanos, no gritando, pero con una voz fitme y autoritaria. Ellos se revolvieron, dispersandose, Emma capto una mirada de la cara infeliz de Tavvy mientras Dru lo cargaba y lo llevaba fuera de la habitacion. Mark se habia arrinconado en una esquina de la habitacion, donde parecia congelado, sus manos aferrandose a sus rodillas, su espalda 162
apretada con fuerza contra la pared. Julian se acerco a su hermano, entonces paro, su estela bailando y cayendo de su mano. "Que esta mal con el?" Pregunto Livvy siendo cerca de un susurro. "Es la estela" dijo Julian con voz suave. "Pero porque?" Dijo Emma "Como puede estar un Cazador de Sombras asustado de una estela?" "Me dijiste asustado?" Dijo Mark "Llamame asi de nuevo y encontraras tu sangre derramada, niña" "Mark, ella es Emma" dijo Julian "Emma Carstairs" Mark presiono su propia espalda en la pared "Mentiras" dijo el "Mentiras y sueños" "Soy Julian" dijo Jules "Tu hermano Julian. Y este es Tiberius..." "Mi hermano Tiberius es un niño!" Grito Mark, de repente livido, sus manos aferrandose a la pared detras de el "El es un niño pequeño!" Hubo un horripilante slencio "No lo soy" dijo Tiberius, finalmente, con tranquilidad. Sus manos flotando a sus costados como, mariposas palidas en la sucia luz "No soy un niño" Mark no dijo nada. El cerro sus ojos, y lagrimas comenzaron a caer por su cara hasta sus labios, bajando por su cara, mesclandose con la suciedad. "Quizas" para la sorpresa se todos, fue Cristina la que hablo. Ella lucia embarasada cuando todos voltearon a verla, pero ella estaba parada en el suelo, la barbilla en alto, la espalda recta "No ven que esto lo esta torturando? Quizas si lo fueramos al salon..." "Vayan" dijo Julian mirando a Mark
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"Estare aqui" Cristina sacudio su cabeza "No" ella sonaba como disculpandose pero firme "Todos nosotros" ella pauso mientras Julian suspiraba. "Porfavor" dijo ella. Cristina cruzo la habitacion y abrio la puerta. Emma vio amenazante mientras los Blackthorn, uno por uno, iban en fila hacia afuera; un momento despues todos ellos estaban parados en el corredor, y Cristina cerro la puerta de la habitacion de Mark detras de ella. "No lo se" dijo Julian inmediatamente la puerta se cerro con un click "Dejandolo solo aqui..." "Es la habitacion" dijo Cristina mirandola fijamente amenzane; cono podia estar ella tan calmada? "Pero el no la recuerda" dijo Livvy, luciendo agitada "El no recuerda... nada" "El lo recuerda" dijo Emma, colocando su mano sobre el hombro de Livvy "Es solo que todo lo que el recuerda ha cambiado" "No tenemos" Livvy lucia muy sorprendida cuando Emma se agacho para besar la coronilla de su cabeza, lo que no era mucho ya que Livvy era solo un centimetro mas baja que ella. "Oh, lo tienen" dijo Emma "Todos nosotros lo tenemos. Y lo tendra Mark" Ty lucia agitado "Pero la habitacion esta vacia" el dijo "Tiramos sus cosas. El pensara que lo olvidamos. Que no nos importa" Julian se agito "Me quede con sus cosas. Estan guardadas en uno de los cuartos de bodega en el segundo piso" "Bien" dijo Cristina entrelazando sus manos juntas "El las necesitara. Y mas. Ropas para reemplazar las que esta usando. Nada que este mojado. Nada que le sea familiar. Fotos, o cosas que el pueda recordar" "Podemos hacer eso" dijo Livvy "Ty y yo"
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Ty se veia relajado al haber tenido un objetivo en especifico. El y Livvy fueron escaleras abajo, sus voces un murmullo bajo. Julian, mirandolos irse, exhalo profundamenre -medio tenso y relajado "Gracias por darles algo para hacer" Emma busco aprerar la mano de Cristina. Ella se sentia muy orgullosa, como si quisiera apuntarla y decir "Miren, mi amiga supo exactamente que hacer!" "Como supiste exactamente que hacer?" Dijo Emma alto, y Crisitina parpadeo. "Ese es mi objeto de estudio, recuerda" dijo Critina "Hadas y el resultado de la Paz Fria. Por supuesto que su pueblo se los devolvio con demandas, es parte de su crueldad. El necesita tiempo para volver, para reconocer este mundo y su vida de nuevo. Instantaneamente el no podra volver a confiar en esto como si fuera tan facil ser un Cazador de Sombras de nuevo" Julian se inclino hacia atras contra la pared junto a la puerta. Emna podia ver el fuego oscuro en sus ojos, asentado debajo de sus ojeras "Le hicimos daĂąo" el dijo "Por que?" "Tu ibas a hacer lo que ibas a hacer" dijo Emma "Ibas a darle una estela" Julian maldijo, corto y aspero "Entonces podria ver lo que le hicimos, por que me odia?" "El no te odia" dijo Cristina "Se odia a si mismo. El se odia por ser un Nephilim, porque ellos podrian haberselo enseĂąado. Odio por Odio. Son un pueblo antiguo y esa es su idea de justicia" "Como esta Mark?" Era Diana, emergiendo de la cima de las escaleras. Ella se acerco a ellos, sus dobladillos susurando en sus tobillos "Hay alguien alli con el?" Mientras Julian le explicaba que habia sucedido, ella ecuchaba silenciosamente. Ella cargaba su cinturon de armas. Ella usaba botas, y su
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cabello estaba atado hacia atras. Una vaina de cuero estaba colgando sobre su hombro. "Espero que pueda descansar" dijo ella cuando Julian finalizo "Kieran dijo que su viaje tomo dos dias de Hadas, sin dormir, debe de estar exhausto" "Kieran?" Dijo Emma "Es raro que llames a la gente de las hadas por su primer nombre. El es de ese pueblo, cierto?" Diana sintio "Kieran es un principe de las hadas; el no lo dijo, pero era obvio. Iarlath es de la Corte Unseelie, el no es un principe, pero algunas clases de alli lo son. Puedes decirlo" Julian miro hacia la puerta de la habitacion de su hermano "Podria volver alli..." "No" dijo Diana "Tu y Emma iran donde Malcolm Fade" Ella busco en su chaqueta y saco los documentos de las hadas que Kieran le habia dado mas temprano. Mirandolo mas de cerca Emma pudo ver que eran dos parches traslucidos, delgados como la piel de una cebolla. La tinta en ellos lucian como si hubiera sido grabados alli "Denle esto. Que vea lo que pueda hacer" "Ahora?" Dijo Emma "Pero..." "Ahora" dijo Diana firmemente "Las hadas te dieron... nos dieron, tres semanas. Tres semanas con Mark para resolver esto. Entonces se lo llevaran" "Tres semanas?" Hizo eco Julian "Eso no esta cerca de ser tiempo suficiente" "Podria ir con ellos" dijo Cristina.
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"Te necesito aqui Cristina" dijo Diana "Alguien tiene que quedarse a vigilar a Mark, y no puede ser uno de los niĂąos. Tampoco puedo ser yo. Me tengo que ir" "Donde?" Demando Emma Pero Diana solo sacudio la cabeza. Era una familiar pared. Emma habia chocado contra esta mas de una vez "Es importante" fue todo lo que dijo Diana "Tienen que confiar en mi" Julian no dijo nada. Emma sospechaba que Diana les era indiferente demasiado, si es que no mas y esto la molestaba, pero Julian nunca lo demostraba. "Pero esto cambia las cosas" dijo Emma, y ella lucho por mantener las emociones fuera de su voz, la chispa del relajo, aun triunfando, que ella sabia que no podia sentir "Por Mark. Por Mark, estas tratando de alejarnos de buscar quien le hizo esto" "Si" por primera vez desde que ella habia entrado al corredor, Diana miraba directamebte a Emma "Eso es exactamaente lo que quieres hacer. Nosotros no tenemos que elegirlo ahora. Tenemos que investigar esos asesinatos, y tenemos que hacerlo sin el conocimiento de la Clave" "No hare que eso suceda" protesto Emma. "Ninguna situacion en la que no tengas eleccion es una buena, Emma" dijo Diana "Lo que aprenderas eventualmente. Solo espero que no sea muy tarde. Podras pensar que es una cosa buena que suceda, pero te puedo asegurar que no lo es" ella se alejo su vista de Emma, poniendo su atencion en Julian "Como sabes, Julian, esta es una investigacion ilegal. La Paz Fria nos prohibe cooperar con el Pueblo de las Hadas, y ciertamente nos prohibe trabajar con ellas, sin inportar el inducimiento. Es nuestra ventaja figurarnos que podriamos hacerlo rapida y limpiamente, o la clave podria tener la oportunidad de encontrarnos haciendolo"
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"Y cuando este hecho?" Dijo Julian "Y Mark vuelva? Como lo explicaremos?" Algo brillo en los ojos de Diana "Nos preocuparemos cuando eso suceda" "Entonces estaremos corriendo entre la Clave y las Cortes" dijo Julian "Fantastico. Quizas alguien nos pudiera hacer orinarnos. El Laberinto en Espiral? La Escolomancia? Interpol?" "Nadie se orinara aun" dijo Diana "Solo hagamoslo de esa manera" ella le extendio los papeles a Emma "Solo sere clara; No podemos cooperar con el Pueblo de las Hadas y no podemos abordar a Mark sin reportarlo. Excepto obviamente que vayamos a hacerlo, entonces la situacion seria que nadie fuera del edificio puede saberlo. Y tendria que mentirle a la Clave directamente, espero que podamos terminar con esto antes de que comienzen a hacer preguntas" ella los miro uno por uno, su expresion seria "Tenemos que trabajar en esto juntos. Emma, no mas discusiones conmigo. Cristina, si quieres ser reasignada a otro Instituto, lo entenderemos. Solo te preguntaremos si quieres quedarte por tu cuenta" Emma suspiro "No!" Cristina estaba lista sacudiendo su cabeza "No necesito un nuevo asignamiento" dijo ella "Guardare sus secretos. Los hare mis secretos tambien" "Bien" dijo Diana "Hablando de mantener cosas ocultas, no le digan a Malcolm que tenemos esos papeles en nuestras manos. No mencionen a Mark, no mencionen la delegacion. Si el dice algo, el tendra que tratar conmigo" "Malcolm es nuestro amigo" dijo Julian "Podemos confiar en el" "Trato de estar segura de que el no se meta en problemas si alguien lo encuentra" dijo ella "Necesita ser capaz de negarlo" ella se metio en su chaqueta "Bien. Estare de vuelta para maĂąana. Buena suerte" 168
"Entretener al jefe de los Brujos" murnuro Julian mientras Diana desaparecia bajando las escaleras "Esto se pone cada vez mejor. Quizas podamos ir luego al cuartel de los vampiros y tirarles moras de anselmo a la cara" "Piensa en las consecuencias" dijo Emma "No mas pizza" Julian le dio una orgullosa sonrisa de medio lado. "Podria ir con Malcoln sola" dijo Emma "Tu podrias quedarte aqui, Jules, esperar que Mark..." Ella no termino. Ella no estaba segura de que ellos estaban esperando que Mark hiciera, que ninguno de ellos lo hacia. "No" dijo Julian "Malcolm confia en mi. Se que es el mejor. Puedo convencerlo de que guarde el secreto" Julian se enderezo "Ambos iremos" Como parabatai. Como somos. Emma asintitio y tomo la mano de Cristina "Lo haremos lo mas rapido que podamos" ella dijo "Estaras bien, verdad?" Cristina asintio. Su mano sobre la suya, sus dedos acariciando su muĂąeca "Vigilare a Mark" dijo ella "Estare bien. Todo estara bien" Y Emma le creyo. *** Siendo el jefe de los Brujos Malcolm era muy bien pagado. Penso Emma, como cada vez que lo hacia cuando veia la casa de Malcolm. La que lucia como un castillo. Malcolm vivia mas alla de la carretera del Instituto, pasando la Calle Kanan Dume. En un punto donde los peĂąascos se alzaban muy alto, rodeado con pasto de mar verde. La casa estaba rodeada con hechizos de glamour, escondiendola de cualquier mundano. Si pasaras conduciendo -lo cual Emma hizo- tendfias que mirar un punto entre dos peĂąascos, y un puente de plata que colgaba entre entre ellos y apareceria. Emma estaciono el auto a un lado de la carretera. Lineas de autos estaban 169
aparcados a los lados de la PCH aqui, muchos de ellos de surfistas que estaban en la playa al oeste. Emma exhalo, apagando el auto "Bien" dijo ella "Nosotros..." "Emma" dijo Julian. Emma se detuvo. Julian habia estado casi completamente en silencio desde que habian dejado el Instituto. Ella no podia discutir con el. Ella no podia encontrar las palabras por su cuenta. Ella habia dejado que la distraccion de conducir la tomara, ella necesitaba concentrarse en la carretera. Ella habia estado a su lado todo el tiempo, penso, su cabeza hacia atras contra el asiento, sus ojos cerrados, sus puĂąos contra las rodillas de sus jeans. "Mark pensaba que era su padre" dijo Julian abruptamente, y ella pudo haberle dicho que estaba recordando aquellos horribles momentos, la esperanza en los ojos de su hermano, una esperanza de la que el no tenia nada que hacer con ella "El no me reconocio" "El te recuerda de doce" dijo Emma "El recuerda todo de ti como mas joven" "Y a ti tambien" "No me recordo despues de todo" El golpeo el cojin de su asiento. Chispas brillantes saliendo del brazalete que usaba en su muĂąeca izquierda, volviendolo de brillantes colores; llamas rojas, fuego dorado, azul Blackthorn. "El lo hizo" dijo Julian "Nadie podria olvidarte" Ella parpadeo hacia el con sorpresa. Un momento despues Julian habia salido del auto. Ella salio para seguirlo, golpeando con la puerta del auto del lado del conductor contra otro auto en el mismo carril. Jules estaba parado a los pies del puente de Malcolm, mirando hacia la casa. Emma podia ver el filo de sus hombros bajo el delgado algodon de su camiseta, la piel de su mejilla, una brillante sombra donde el resto de su piel donde su cabello se mantenia aun enredado. "El pueblo de las hadas son bromistas" dijo Julian sin volverse "Ellos no querran darnos a Mark de vuelta: sangre de hada y de Cazador de Sombras 170
juntos, es muy valioso. Debe haber una clausula que los dejaran tomar a Mark cuando este hecho" "Bien, depende de el" dijo Emma "El tiene que elegir tanto si quedarse o irse" Julian sacudio su cabeza."Una eleccion nada simple, lo se" dijo el "Pero muchas de las elecciones no son simples" Comenzaron a subir las escaleras. Eran de caracol, se enrrollaban hacia arriba atraves de las colinas. Estaba glamurisado, solo visible para las criaturas sobrenaturales. La primera vez que Emma lo habia visitado, Malcolm la habia escoltado; Ella habia mirado hacia abajo soreprendida a todos los sus mundanos corriendo en sus autos, enteramente inadvertidos de lo que habia sobre ellos, una escalinata de cristal alzandose imposiblemente hacia el cielo. Ella estaba mas acostumbrada ahora. Una vez que veias la escalinata, esta nunca volvia a ser visible para ti. Julian no dijo nada mas mientras caminaban, pero Emma encontro que ella estaba pensando. Lo que el habia dicho en el auto -lo que el habia mencionado. Sus mirada habia estado nivelada y directa mientras el habia hablado. Ese habia sido Julian hablando, su Jules, el unico que habia vivido en sus huesos y en su cerebro y en la base de su espina dorsal, el unico que podia enhebrarse atraves de sus venas o nervios. La escalinata terminaba abruptamente en el tapete de Malcolm en la puerta de entrada. Se podia pretender subir abajo, pero Emma salto, sus pies inclinandose en el duro y sucio tapete. Un momento despues Jules estaba parado a su lado y buscando sostenerla, sus cinco dedos calientes formando lineas atraves de su espalda. Ella no necesitaba ayuda -de entre ellos dos, ella es quien tenia mejor equilibrio171
pero, se dio cuenta, era algo que el siempre hacia, sin pensarlo, un reflejo protector. Ella miro hacia el, pero el estaba perdido en sus pensamientos, sin notar de que la estaba tocando. El se movio hacia la escalinata detras de el y se desvanecio en el glamour. Ellos estaban parados en frente de dos obeliscos que se alzaban sobre el piso rocoso, formando una entrada. Cada uno grabado con simbolos magicos; fuego, tierra, aire y agua. El camino que llevaba hacia la casa el Brujo estaba rodeado con plantas del desierto; cactus, plantas de salvia, lirios del desierto. Abejas zumbaban alrededor de las flores. La suciedad volviendose caparazones de mar rotos como si estuvieran cerca de los pilares de metal pulido de las puertas frontales. Emma golpeo a las puertas que se abrieron con un casi silencioso susurro. El salon de la casa de Malcolm era blanco, rodeado con reproducciones de arte pop, mirando en una variedad de diferentes direcciones. Julian estaba parado a su lado, discreto; el no habia traido su arco consigo, pero ella pudo sentir el mango de un cuchillo amarrado a su muĂąeca cuando la empujo con su brazo. "Mas alla del salon" el dijo "Voces" Ellos se movieron hacia la sala. Era toda vidrio y metal, enteramente circular, dando vista hacia el oceano. Emma penso que este podria ser la clase de lugar que tendria una esrella de cine -todo moderno, desde el sistema de sonido que reproducia musica clasica hasta la piscina de borde infinito que colgaba sobre los acantilados. Malcolm estaba tirado sobre el sofa que corria a lo largo de toda la habitacion, el estaba dandole la espalda al Oceano Pacifico. El usaba un traje negro, muy plano y claramente extensible. El estaba asintiendo y sonriendo agradablemente a dos hombres en la misma clase de traje negro que estaban parados a su alrededor con carteras en sus manos, hablando en bajas y urgentes voces. Malcolm, viendolos, se estremecio. Los visitantes eran hombres blancos en sus cuarentas y con caras indescriptibles. 172
Malcolm hizo un ademan con sus dedos, y ellos se congelaron en su lugar, sus ojos mirandolo fijamente en blanco. "Siempre me asustas cuando haces eso" dijo Emma, acercandose a uno de los hombres congelados y toqueteandolo cuidadosamente. El se inclino ligeramente. "No rompas mi productor de peliculas" dijo Malcolm. Habia tenido que esconder el cuerpo en el jardin de rocas" "Tu eres el unico que los congela" dijo Julian sentandose en el brazo del sofa. Emma se tiro entre los cojines a su lado, sus pies sobre la mesa de cafe. Ella movio sus pies en sus sandalias. Malcolm parpadeo "Pero como podria hablarles sin ellos escuchando?" "Podrias pedirnos que esperemos hasta que tu reunion termine" dijo Julian "Eso podria ser un major riesgo para menos vidas" "Son Cazadores de Sombras. Siempre es de Vida-O-Muerte" dijo Malcolm, no irracionalmente "De cualquier forma, no estoy seguro de que quiera el trabajo. Son productores de peliculas y me quieren para lanzar un hechizo y asegurar el exito de su nuevo lanzamiento. Pero luce terrible" el seĂąalo tristemente a un poster en el sofa junto a el. En este habia algunas aves volando hacia el expectador, con el titulo de; EXPLOSION DE AGUILAS 3: PLUMAS VOLADORAS. "Nada sucede en esta pelicula no haya sido cubierta adecuadamente en Explosion de Aguilas Uno y Dos?" Dijo Julian. "Mas aguilas" "Importa si son terribles? Terrible es bueno hoy en dia" seĂąalo Emma. Ella sabia mas acerca de peliculas de lo que ella desearia. Muchos de los Cazadores de Sombras prestaban poca a tencion a la cultura mundana, pero no podias vivir en Los Angeles y escapar de eso. "Eso significa un hechizo 173
fuerte. Mas trabajo para mi. Ademas que no podria funcionar bien. Y he estado pensando en instalar un tren en mi casa. Podria traerme galletas de camarones de la cocina" " Un tren?" Hizo eco Julian "Como un tren grande?" "Peque単o, mediano. Como esto" Malcolm hizo un gesto, bajando al suelo "Podria hacer Choo-Choo" el aplaudio con sus dedos para puntualizar el sonido, y los productores de peliculas volvieron a la vida. "Ooops" dijo Malcolm parpadeando "No queria hacer eso" "Se単or Fade" dijo el mas viejo "Tomara nuestra oferta?" Malcolm miro con desanimo el poster "Lo tomare en cuenta" Los productores se volvieron hacia la puerta frontal, y el mas joven salto a la vista de Julian y Emma. Emma dificilmente podia culparlo. Desde su perspectiva, ellos podrian haber aparecido en medio del aire. "Perdonen, se単ores" dijo Malcolm "Mi sobrina y sobrino. Dia familiar, ustedes saben" Los mundanos miraron de Malcolm a Julian a Emma y de vuelta, claramente preguntandose como alguien que lucia en sus veintes podria tener sobrinos adolescentes, el mas viejo se encogio de hombros. "Disfruten la playa" dijo Malcolm, y los mundanos se marcharon, cubriendo a Emma con el olor de sus colonias y las carteras de piel de cascabel. Malcolm se levanto, inclinandose un poco de lado -el tenia un leve cojeo en su forma de caminar. Esto le hizo preguntarse a Emma si el alguna vez se habia hecho da単o y no habia completado su curacion "Todo bien con Arthur?" Julian se tenso al lado de Emma, casi impercectible, pero Emma lo sintio "La familia esta bien, gracias"
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Los ojos violetas de Malcolm, su marca de Brujo, se oscurecieron antes de aclararse como un cielo cubiertos de unas pocas nubes. Su rostro, mientras el iba hacia el bar que corria atraves de una pared y se servia un vaso de vidrio con un liquido claro, era amable "Entonces, en que spuedo ayudarles" Emma se movio contra el sofa. Ellos habian hecho copias de los papeles de las hadas cuando venian hacia para aca. Ella los coloco sobre la mesa de cafe "Recuerdas de que estabamos hablando la otra noche..." Malcolm puso su vaso a un lado y tomo los papeles "El lenguaje demoniaco de nuevo" el dijo "El que estaba en el cuerpo que encontraste en el callejon, y que tenian los cuerpos de tus padres" el hizo una pausa para murmurar a traves de sus dientes "Miren" el dijo, pasando sus dedos a traves de la primera pagina "Alguien ha traducido la primera linea. Fuego y Agua" "Es un avance, cierto?" Dijo Emma. Malcolm agito su cabello del color del hueso en su cabeza "Quizas, pero no quiero hacer nada con esto. No si es un secreto de Diana y Arthur. No puedo involucrarme en nada como esto" "Esta bien con Diana" dijo Emma, Malcolm le dio una mirada dubitativa "En serio. Llamala y preguntarle..." Ella fue interumpida por un hombre que irrumpio en la habitacion, las manos en sus bolsillos. El lucia cerca de los veinte, alto, con cabello negro erizado y ojos de gato. El usaba un traje blanco que contrastaba contra su piel marron. "Magnus!" Emma salto sobre sus pies. Magnus Bane era el jefe de los Brujos en Brooklyn, y tambien era quien ocupaba el asiento de los Brujos en el Concilio de los Cazadores de Sombras. El era posiblemente el mas famoso brujo en el mundo, pensaba que nunca habia era mencionado; el era joven, y 175
habia sido amable y amistoso con Emma y los Blackthorn cuando los conocio durante la Guerra Oscura A ella siempre le habia gustado Magnus. El siempre traia consigo una sensacion de infinitas posibilidades consigo cada vez que venia. El lucia igual que la ultima vez que lo habia visto, con su sarcastica sonrisa y los pesados anillos de joyeria en sus dedos "Emma, Julian, un placer. Que hacen aqui?" Emma llevo su mirada hacia Julian. Ellos podian ser cercanos a Magnus, pero ella podia decir por su expresion -rapidamente ocultada, reemplazada por una mirada de interes, pero que ella aun podia ver- que el no queria arrastrar a Magnus en esto. Esto ya iba a ser un secreto que necesitaban ocultar a Malcolm. AĂąadiendo alguien mas a esto... especialmente alguien cercano a la Consul... "Que estas haciendo en la ciudad?" El tono de Julian era casual. "Desde la Guerra Oscura, la Clave ha estado siguiendo incidentes de la clase de magia que Sebastian Morgenstern uso" dijo Magnus "Energia saliendo de fuentes demoniacas, Dimensiones Demoniacas y esas cosas, para obtener poder de alargar la vida. Necyomanteis, lo llamaban los griegos" "Necromancia" tradujo Emma. Magnus asintio "Hicimos un mapa" dijo Magnus "Con la ayuda del Laberinto en Espiral, los Hermanos Slienciosos -el Hermano Zachariah- que revelaron que la magia necromantica esta siendo usada. Captamos un poco de esto en Los Angeles, fuera del desierto, y pense que podria detenerme, ver si Malcolm sabia algo de esto" "Era un bribon necromantico" dijo Emma "Diana dijo que se encargaria de eso" "Dios, odio los bribones necromanticos" dijo Magnus "Por que no solo siguen las reglas?" 176
"Por que las mas grandes reglas son 'No Necromanticas'?" Sugirio Emma. Magnus sonrio hacia ellos, de lado "De cualquier forma. No era mi idea parar aqui en mi camino a Buenos Aires" "Que hay en Buenos Aires?" Dijo Julian. "Alec" dijo Magnus. Alexander Lightwood era el novio de Magnus desde media decada. Ellos podrian haberse casado bajo las nuevas leyes que permitian a los Cazadores de Sombras casarse con submundos (cualquier menos hadas), pero ellos no querian. Emma no sabia proque "Un che de rutina en un culto de vampiros, pero tuvo algunos problemas alli" "Nada serio?"dijo Julian. El conocia a Alexander Ligjtwood desde mucho antes de lo que Emma lo hacia; los Lightwood y los Blackthorn era amigos desde hace aĂąos. "Complicado, pero no serio" dijo Magnus, justo mientras Malcolm se empujaba lejos contra la pared. Emma intercambio una mirada preocupada con Julian, corta por mirarse atraves de la mesa mientras Magnus sacudia la cabeza -inadmisible por muchas razones- ella no podia pensar en nada que hacer. "Supongo que no me estan diciendo algo, lo tomare" Magnus puso sus manos bajo su barbilla "Acerca de los asesinatos?" A la mirada sorprendidas de todos, el aĂąadio "Tengo amigos en la Escolomancia. Catarina Loss, por ejemplo. Nada acerca de la magia robada o el pueblo de las hadas me interesa. Malcolm esta ayudando?" Julian sacudio su cabeza, un gesto minimo.
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"Algunos de los cuerpos eran Hadas" dijo Emma "Eso no significa que estemos involucrados. La Paz Fria..." "La paz fria es despreciable" dijo Magnus y el humor se habia ido de su voz "Castigando toda una especie por las acciones de pocos. Negandoles sus derechos. Exiliando a tu hermana" el aĂąadio mirando a Julian "He hablado con ella, me ayudo a hacer el mapa del que les hable; ninguna magia en el mundo no involucra las guardas. Que tan seguido hablas con ella?" "Cada semana" dijo Jules. "Me dijo que siempre hablas con ella y le dices que todo esta bien" dijo Magnus "Creo que estas preocupado de decirle la verdad" Julian no dijo nada. Era verdad que el hablaba con ella cada de semana; atraves del telefono o la computadora. Y era cierto que Julian nunca le decia nada que no sea que todo estaba bien, todos ellos estaban bien, no era necesario que ella se preocupara. "Recuerdo su boda" dijo Magnus con gentilesa en su voz "Que tan joven eras en ese momento? Pensaste que seria la ultima boda a la que asisitirias, no?" Julian y Emma intercambiaron miradas atonitas "Estoy bastante seguro" dijo Julian "Que otra boda estaria sucediendo pronto" "Hummm..." dijo Magnus Quizas mi menoria este llendose con mi edad" el no sonaba como si estuviera de acuerdo, penso. El se inclino hacia atras, deslizando sus largos pies bajo la mesa de cafe "Mientras por Helen, no era tan solo una vieja ansiedad de hermano. Ciertamente Alec se preocupa por Isabelle, si ella esta cuidandose o no"
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"Que piensas acerca de las Lineas Ley?" Pregunto Emma abruptamente. Las pestaĂąas de Magnus se alzaron "Acerca de ellas? Los hechizos hechos en una Linea Ley son amplificados" "Importa que clase de magia? Magia negra, magia de brujo, magia de hada" Magnus fruncio el ceĂąo "Eso depende. Pero es inusual usar una Linea Ley para amplificar magia negra. Normalmente son usadas para mover poder. Cono un sistema de entregas magico..." "Bien, todo bien" dijo Malcolm volviendo a la sala, mirando directamente a Emma "Diana corroboro tu historia. Me dejo atonito" el miro a Magnus "Que sucede?" Una luz paso por los ojos de Magnus, si era sorpresa o algo mas, Emma no podia decirlo. A veces Malcolm era como un niĂąo, hablando de trenes, galletas de camaron y peliculas de aguilas. Y otras veces el se veia de una forma enfocada que ella nunca habia conocido. Magnus estiro sus brazos a lo largo del respaldar del sofa "Estabamos hablando de Lineas Ley. Estaba diciendo que aplifican la magia, pero solo ciertas clases de magia. Magia que tenia que usarse para para transferencias de energia. Catarina Loss y tu no se habian metido en algunos problemas con las Lineas Ley cuando vivian en Cornwall, Malcolm?" Una vaga expresion paso por la cara de Malcolm "No puedo recordarlo precisamente, deja de compartirlo con Emma y Julian" el dijo, y habia un tinte como de traicion en su voz. Celos profesionales, supuso Emma "Este es mi dominio. Tienes que tener tus propios humanos sin esperanza en Nueva York"
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"Uno de esos humanos sin esperanza es el padre de mi hijo" apunto Magnus. Magnus nunca habia estado embarazado, lo que lo hacia mas interesante. Penso Emma. El y Alec Lightwood habia adoptados un niĂą brujo, al que llamaron Max, quien tenia piel de color azul marino. "Y" aĂąadio Magnus "El resto de ellos salvaron al mundo, al menos una vez" Malcolm gesturizo hacia Julian y Emma "Tengo grandes esperanzas con ellos" Una sonrisa irrumpio en la cara de Magnus "Estoy seguro de que las tienes" dijo "Me tengo que ir. Un largo viaje nos espera a Alec y a mi y se nos hace tarde" Hubo una pequeĂąa cantidad de adios. Magnus palmeo el brazo de Malcolm y pauso para abrazar a Julian y luego a Emma. Su hombro brincando con su cabeza mientras el sostenia su cabeza, y ella pudo oir las voces en su cabeza, susurrando. El la miro sorprendido, pero solo la dejo ir y se marcho hacia la puerta, murmurando. A mitad de camino se olio el familiar olor de azucar quemada de un portal magico, y Magnus desaparecio. "Le dijeron acerca de la investigacion" Malcolm lucia ansioso "Hablaba de las Lineas Ley" "Le pregunte acerca de ellas" admitio Emma "Pero no le dije nada acerca de lo que busco. Y no le mencione nada acerca de las traducciones de las marcas" Malcolm rodeo alrededor de la mesa para ver los papeles de nuevo "Supongo que no me diras acerca de la desenredada primera linea? Fuego y agua. Esto podria ayudar a saber que significa" 180
"No podriamos" dijo Julian "Pero no creo que al traducirla sepamos que significan las demas. Tu puedes usarlas, pienso, verdad? Para obtener el resto del hechizo o del mensaje cualquiera que sea?" "Probablemente, pienso que podria ayudar si supiera el idioma" "Es un muy antiguo idioma" dijo Emma cuidadosamente "Mas viejo que los Nephilims" Malcolm suspiro "Bien, no me estas dando mucho. Viejo idioma demoniaco, muy antiguo. Verificare con el Laberinto en Espiral" "Se cuidadoso con lo que le digas" dijo Julian "Como dijimos. La Clave no puede enterarse de que estanos investigando esto" "Lo cual significa que involucra hadas" dijo Malcolm, la distraccion pasando rapidamente por su cara como si viera las expresiones aterrorizadas "No se preocupen, no se los dire. No me gusta la Paz Fria, nada mas de lo que algun otro submundo lo hace" La cara de Julian era inexpresiva. El podria tomar una carrera jugando poker, penso Emma "Cuanto tiempo crees que necesitaras?" Pregunto el "Para traducir" "Dame unos dias" Unos dias. Emma trato de ocultar su desaprobacion. "Lo siento, pero no puedo hacer nada mas rapido" dijo malcolm luciendo genuinamente arrepentido "Vamos. Los acompaĂąare afuera. Necesito algo de aire" El sol estaba cubierto por las nubes y estaba cayendo sobre el jardin frontal de Malcolm. Las flores del desierto bailando, plateadas en los bordes, con el
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viento de caĂąon. Un lagarto saliendo de detras de una pieza de decoracion y mirandolos fijamente. Emma le saco la lengua. "Estoy preocupado" dijo Malcolm abruptamente "No me gusta esto. Magia necromantica, idiomas demoniacos, una seria de asesinatos que nadie entiende, trabajar sin el conocimiento de la Clave. Esto se ve, creo yo, peligroso" Julian miro fijamente hacia los acantilados, en silencio. Fue Emma quien respondio. "Malcolm, el aĂąo pasado luchamos contra un batallon de demonio Forneus con tentaculos y sin cara" dijo Emma "Nonintentes asustarnos acerca de esto" "Yo solo digo. Peligroso. Sabes, a muchas personas le asustan esas cosas" "No a nosotros" dijo Emma orgullosa "Tentaculos, Malcolm. Sin caras" "Horroso" Malcol suspiro "Solo prometan que me llamaran si me necesitan o encuentran algo mas" "Definitivamente" dijo Julian. Emma se pregunto si el tambien sentia el golpe de culpa al ocultarle cosas a Malcolm asentadose en su pecho. El viento del oceano los atrapo. Esta atrapo la tierra del jardin y lo convirtio en remolinos. Julian se aparto del cabello de los ojos "Gracias por la ayuda" el dijo "Sabemos que dependemos de ti" el bajo hacia el camino, hacia las escaleras y al puente, el cual cobraba vida mientras se acercaban.
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La cara de Malcolm se volvio sombria, despistando la luz brillante que reflejaba el oceano. "No dependen tanto de mi" el dijo tan suave que Emma se pregunto si el sabia que podian escucharlo. "Por que no?" Ella se volvio con la luz del sol en la cara, parpadeando. Sus ojos eran del color de las flores de jacaranda. "Porque te dejo bajar, todos lo hacen" dijo Malcolm, y fue de vuelta al interior de la casa.
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CapĂtulo 7 Cristina se sento en el suelo afuera de la habitacion de Mark Blackthorn. No hubo ningun sonido desde adentro por lo que le parecieron horas. La puerta tenia un surco abierto por la que ella lo podia ver, enrrollado en una bola en una esquina de la habitacion como un animal amarrado. Las hadas habian sido su objeto de estudio en casa. Ella siempre habia estado fascinada con las historias de las hadas, desde los nobles guerreros de las Cortes a los Duendes que robaban y compartian con los mundanos. Ella no habia estado en Idris para la declaracion de la Paz Fria, pero su padre si, y sus historias habian enviado un escalofrio atraves de ella. Ella siempre habia querido conocer a Helen y Mark Blackthorn, decirles... Tiberius aparecio en el corredor, cargando una caja de carton. Su hermana gemela estaba a su lado, una colcha de retasos en sus manos "Mi madre hizo esto para Mark cuando se fue con nostros" dijo ella, sosteniendo la mirada de Cristina "Pense que podria recordar" "No podiamos volver de la bodega, no sin traerle algunos regalos. Entonces el sabra que lo queremos aqui" dijo Ty, su mirada vagando alrededor del corredor "Podemos entrar?" Cristina miro dentro de la habitacion, Mark no se movia "No veo porque no. Solo traten de estar tranquilos en la habitacion y no despertarlo" Livvy entro primero, dejando la colcha en la cama. Ty dejo la caja de carton sobre la cama, entonces troto hacia donde Mark que estaba enrrollado. El tomo la colcha que su hermana habia dejado sobre la cama y lo dejo junto a su hermano. Un pequeĂąo regalo, el dejo la colcha frente a Mark. Mark alzo su cabeza. Sus azul-dorado ojos abiertos y sosteniendo los de Ty, quien dio un ahogado sollozo como el llanto de una ave. Mark se movio con
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increible rapidez, tirando a Ty al suelo. Livvy grito y entro corriendo a la habitacion, justo con Cristina entrando a su lado. Mark estaba acunclillado sobre Tiberius, manteniendolo en el suelo con sus rodillas "Quien eres tu?" El estaba diciendo "Que estabas haciendo?" "Soy tu hermano! Soy Tiberius!" Ty estaba gritando con locura, sus audifonos desparramados por el suelo "Te estababa dando un regalo!" "Mentiras!" Dijo Mark con la respiracion agitada "Mi hermano es un niĂąo pequeĂąo! El es un bebe, mi hermano bebe, mi..." La puerta se abrio de golpe tras Cristina. Livvy irrumpiendo en la habitacion, su cabello marron flotando "Dejalo ir!" Un Cuchillo Serafin habia aparecido en su mano, ya comenzando a brillar. Ella hablaba atraves de sus dientes, como si ella nunca lo hubiera conocido. Como si ella no hubiera estado cargando una colcha de retasos a traves del Instituto hace solo unos momentos "Si le haces daĂąo a Tiberius, te matare. No me importa que seas Mark, te matare" Mark paro. Ty aun estaba moviendose y retorcercindose debajo de el, pero Mark habia parado de moverse completamente. Lentamente, el volvio su cabeza hacia su hermana "Livia?" Livvy suspiro y comenzo a acercarse. Julian estaria orgulloso, penso Cristina, Livvy atraveso la habitacion; Ella estaba observando sin moverse, el cuchillo aun en su mano. Ty tomo ventaja de la distraccion de Mark y lo golpeo, conectando directamente con su hombro. Mark se tambaleo y rodo lejos sin atacar de vuelta. Ty salto sobre sus pies y corrio por la habitacion para unirse a su hermana; ellos se pararon hombro con hombro mientras miraban fijamente a su hermano con los ojos muy abiertos.
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"Ustedes dos, vayanse" dijo Cristina, ella podia sentir la tension y la preocupacion rodeandolos en olas; Claramente Mark lo sentia tambien. El se estaba balanceando, abriendo y cerrando sus manos como si les doliera. El se inclino hacia atras para susurrarle a los gemelos "El ha crecido. No lo mencionaron" Livvy asintio y solto su cuchillo. Ell a tomo la mano de Ty y le dijo algo en el tranquilo y privado idioma que ellos tenian. El la siguio fuera de la habitacion, solo parando un momento para mirar atras hacia Mark, su expresion dolida y preocupada. Mark estaba sentado, arrodillado, su cuerpo inclinado sobre sus rodillas. El estaba sangrando desde la herida reabierta en su hombro, manchando su camisa. Cristina comenzo a salir lentamente de la habitacion. El cuerpo de Mark se tenso "Por favor, no te vayas" el dijo. Cristina se le quedo mirando. Por lo que ella sabia, esa era la primera cosa coherente que el habia dicho desde su llegada al Instituto. El seĂąalo con su barbilla, y por un momento ella pudo ver atraves de la suciedad, las heridas y las cicatrizes, el Mark Blackthorn de las fotografia, el Mark Blackthorn de los relatos de Julian, Livvy y Ty "Estoy sediento" dijo el, habia algo rustico y un poco ronco en su voz, como un viejo motor que arrancaba de nuevo "Hay agua?" "Por supuesto" dijo Cristina, tomo un vaso de vidrio del vestidor y fue al pequeĂąo baĂąo adjunto. Cuando ella emergio y le ofrecio el vaso de agua, el estaba sentado, su espalda contra la tabla a los pies de la cama. El miro al vaso preocupado "Agua del glifo" dijo el "Casi lo habia olvidado" el tomo un largo trago y limpio su boca con el dorso de su mano "Sabes quien soy?" "Eres Mark" dijo Cristina "Mark Blackthorn"
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Hubo una larga pausa antes de que el asintiera, casi imperceptible "Hace mucho tienpo que no me llamaban asi" "Aun es tu nombre" "Quien eres?" Dijo "Podria recordarte, probablemente, pero..." "Soy Cristina Mendoza Rosales" dijo ella "No hay razones para que puedas recortarme, nunca antes nos habiamos conocido" "Es un alivio" Cristina estaba sorprendida "Lo es?" "Si tu no me conoces y yo no te conoces, entonces no tendremos ninguna... expectativa" de repente el lucia exhausto "De lo que soy o como soy. Podria ser nadie para ti" "Mas temprano" dijo Cristina "En la cama. Estabas dormido o solo pretendias hacerlo?" "Importa?" Dijo el, y Cristina no podia dejar de pensar que eso era como muchas de las replicas de las hadas, una replica que no respondia la pregunta. El enderezo la espalda contra la cama "Por que estas en el Instituto?" Cristina se sento, poniendo su cabeza al mismo nivel que la de Mark. Rosando sus mangas contra sus rodillas -aunque ella no lo queria, las palabras de su madre, acerca de que el deber de los Cazadores de Sombras era estar siempre presentable, hicieron eco en su cabeza. "Tengo dieciocho" dijo ella "Fui asignada al Instituto de Los Angeles para estudiar sus costumbres como parte de mis viajes anuales. Cuantos aĂąos tienes?"
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El tiempo que Mark se tomo esperando fue bastante largo. Cristina se preguntaba si el iba a hablar "Me fui... creo qe me fui. Un largo tiempo. Julian tencia doce. Los otros eran bebes. Diez y ocho y dos. Tavvy tenia dos" "Para ellos han sido cinco aĂąos" dijo Cristina "Cinco aĂąos sin ti" "Helen" dijo Mark "Julian. Tiberius. Livia. Drusila. Octavian. Cada noche contaba sus nombres a traves de las estrellas, entonces no los olvidaria. Estan todos vivos?" "Si, todos ellos estan vivos, pero Helen no esta aqui, ella... se caso, y vive con su esposa" "Ellas estan viviendo y felices juntas? Me alegra. Habia escuchado las noticias de su boda con las hadas, pensaba que habia sido hace un largo tiempo" "Si" dijo Cristina estudiando la cara de Mark. Angulosa, plana, con la forma curva en la punta de sus orejas que hablaba de su sangre de hada "Te perdiste de un gran evento" "Crees que no lo se?" Habia algo hirviendo en su voz, mezclado con desconcierto "No se que tan viejo soy. No reconoci a mis propios hermanos y hermanas. No se porque estoy aqui" "Lo haces" dijo Cristina "Estuviste alli cuando el convoy de hadas estuvo hablando con Arthur en el Santuario" El inclino su cara hacia ella. Habia una cicatriz a lo largo de su mejilla, no la cicatriz de una runa desvanecida, pero si como un verdugon. Su cabello estaba sucio y lucia como si no lo hubieran cortado en meses, tal vez aĂąos. Los mechones blancos tocando sus hombros "Confias en ellos? En las hadas?" Cristina sacudio su cabeza. 188
"Bien" el parecia lejos de ella "No deberias" el busco la caja de carton que Ty habia dejado en el suelo para el y la acerco "Que es esto?" "Cosas que ellos pensaban que querrias" dijo Cristina "Tus hermanos y hermanas" "Regalos de benvenida" dijo Mark con un tono de desconcierto en su voz, y vacio la caja, removiendo una mescolanza de objetos impares -algunas camisas y pantalones que probablemente eran de Julian, un microscopio, pan y mantequilla, un manojo de flores salvajes del desierto que del jardin detras del Instituto Mark movio la cabeza para mirar a Emma. Sus ojos brillando con lagrimas sin salir. Su camisa era delgada y rasgada; ella podia verlo a traves del material, ver las demas cicatrizes y verdugones en su piel "Que les dire?". "A quien?" "Mi familia. Mis hermanos y hermanas. Mi tio" el sacudio su cabeza "Los recuerdo y no lo hago. Me siento cono si hubiera vivido aqui toda mi vida, y casi como si hubiera estado siempre con la Caza Salvaje. Escucho su rugido en mis oidos, la llamada de los cuernos, el sonido del viento. Sus voces dominando. Como lo explico?" "No se los digas" dijo cristina suavemente "Diles que los amas y que los extraĂąaste cada dia. Diles que odias a la Caza Salvaje y que te alegra estar de vuelta" "Pero como podria hacerlo? No sabran que estoy mintiendo?" "No los extraĂąaste? No estas feliz de estar de vuelta?" "No lo se" dijo el "No puedo escuchar mi corazon o lo que me dice. Solo puedo escuchar el viento"
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Antes de que Cristina pudiera replicar, una serie de golpes vinieron desde la ventana. Golpearon de nuevo, un patron de golpes que sonaban casi como un codigo. Mark se levanto de un salto. El cruzo la habitacion hasta la ventana y la abrio, inclinandose hacia afuera. Cuando volvio tenia algo en las manos. Una bellota. Cristina abrio los ojos de par en par. Las bellotas era una de las formas de las hadas de enviarse mensajes los unos a los otros. En hojas, flores, y otras cosas salvajes. "Todo bien?" Dijo ella, incapaz de ayudarlo. Ellos no podian dejarlo tranquilo por mucho tiempo, solo con su familia, en casa? Luciendo tenso y palido, Mark rompio la bellota en su mano. Un trozo de papel enrollado cayendo. El tomo el papel y lo leyo silenciosamente. El abrio su mano. Delizandose al suelo al suelo, empujando sus dedos contra sus mejillas, metiendo su cabeza entre sus manos. Su palido cabello cayendo hacia adelante mientras el troso de papel flotaba hacia el piso. Un sonido bajo saliendo de su garganta, a medio camino entre un gruĂąido y un lamento de dolor. Cristina tomo el papel del suelo. Habia escrito, en una delicada escritura, Recuerda tu promesa. Recuerda que nada de esto es real *** "Fuego y agua" dijo Emma mientras corrian por la carretera hacia el Instituto "Despues de todos aĂąos, al fin se algo de lo que esas marcas significan" Julian estaba conduciendo. Emma tenia sus pies subidos al tablero, su ventanilla abajo, el viento de mar llenando el auto y moviendo su cabello
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claro alrededor de sus caras. Asi era como ella corria en el auto con Julian, con los pies alzados y el viento en su cabello. Eso era algo que Julian amaba, estar con Emma a su lado en el auto, con el cielo azul sobre sus cabezas, y el mar al oeste. Esta era una imagen que lo llenaba de infinitas posibilidades, como si pudieran conducir por siempre, el horizonte su unico destino. Esto era una imagen que Julian se imaginaba a veces cuando caia dormido. Que el y Emma tomaran sus cosas y la metieran en la maletera del auto y dejaran el Instituto, en un mundo donde no habia niĂąos y no habia Cameron Ashdown, donde nada los esperaba exepto los limites del amor y la imaginacion. Eso eran dos cosas que el creia que no tenian limites, el Amor y la Imaginacion. "Suena como un hechizo" dijo Julian, trayendo su mente de vuelta al presente. El cambio la velocidad, el viento entrando a traves de la ventanilla de Emma mientras ellos conducian rapidamente. Su cabello levantandose, palido como el maiz desbordandose desde la pulcritud de su trenza, haciendola ver joven y vulnerable. "Pero porque grabarian el hechizo sobre el cuerpo?" Pregunto Emma. El pensamiendo de nada le hacia formarse un dolor en su pecho. Y aun a ella le dolia. El lo sabia. Lo sabia y lo odiaba. El habia creido que era una brillante idea el tomar a los niĂąos y llevarselos a Inglaterra por ocho semanas. Sabiendo que Cristina Rosales estaria llegando al Instituto. Sabiendo que Emma no estaria sola e infeliz. Eso se veia perfecto. Pensando que las cosas habrian cambiado cuando volviera. Que el habria cambiado. Pero el no lo habia hecho. 191
"Que te dijo Magnus?" El dijo, mientras ella miraba por la ventana. Sus cicatrizados dedos tamborileando en un arritmico patron en su rodilla doblada "Te susurro algo" Un surco aparecio entre sus cejas "Dijo que hay puntos donde las Lineas Ley convergen. Asumo que quiso decir que ellas se doblan y se curvan, hay locaciones donde muchas de ellas se encuentran. Quizas todas" "Y eso es importante porque...?" Emma sacudio la cabeza "No lo se. Sabemos que todos los cuerpos fueron deshechados en Lineas Ley, y eso es un tipo de magia. Quizas las convergencias tienen una cualidad en especifico que necesitamos entender. Podriamos encontrar un mapa de Lineas Ley. Creo que Arthur sabria donde buscarlo en la biblitoca. Si no, lo buscaremos nosotros mismos" "Bien" "Bien?" Ella sonaba sorprendida. "Le tomara unos dias a Malcolm traducir esos papeles, y no quiero pasar esos dias sentado en el Instituto, observando a Mark, esperando que el... esperando. Es mejor que sigamos trabajando, tener algo que hacer" su voz sonaba delgada en sus propios oidos. El lo odiaba, odiaba cualquier sino visible o audible de debilidad. Penso que al menos era solo con Emma, a quien el podia mostrarle este tipo de cosas. Emma, sola en su vida, no necesitaba sus preocupaciones. No lo necesitaba que sea perfecto o perfectamente fuerte. Antes de que Julian pudiera decir algo mas, el telefono de Emma se hizo notar con un sonoro zumbido. Emma lo saco de su bolsillo. Cameron Ashdown. Ella fruncio el ceĂąo a la magen de la llama en su telefono "No ahora" dijo ella, y metio su telefono de vuelta al bolsillo. 192
"Alguna vez le diras?" Dijo Julian, escuchando la rigidez en su propia voz, y lo odio "Acerca de todo esto?" "Acerca de Mark? Nunca podria decirle, nunca" El mantuvo su agarre en el volante, su quijada tensa. "Eres mi parabatai" dijo ella, ahora habia ira en su voz "Sabes que no podria" Julian golpeo el freno. El auto se tambaleo adelante, el volante estaba lejos de las manos de Julian. Emma grito mientras ellos patinaban fuera de la carretera y saltaban en una zanja junto a esta, en medio de la carretera y las dunas sobre el oceano. La arena se alzaba alrededor del auto como plumas. Julian miro hacia Emma. Su piel era blanca alrededor de la boca "Jules" "No lo menciones" el dijo. Ella lo miro fijamente "Que?" "Tu siendo mi parabatai es la mejor cosa en mi vida" dijo Julian. Las palabras eran tensas y simples, hablando sin nada dejando atras. Ella se habia mantenido tan sensa que el rejalo era casi incomparable. Impulsivamente ella se quito su cinturon de seguridad, saltando de su asiento para mirarlo solemnemente. El sol estaba en lo alto de sus cabezas. Estaban tan cerca que el podia ver las lineas doradas en el marron de sus ojos, las manchas esparcidas como pecas por su nariz, los pedazos de cabello aclarados por el sol mezclado con el cabello mas oscuro en su nuca. Sombras naturales de amarillo mezclado con blanco. El podia oler el perfume de rosas y detergente en ella. Ella se inclino hacia el, su cuerpo persiguiendo el sentimiendo de cercania, de tenerlo tan cerca, sus rodillas contra el "Pero dijiste..." 193
"Se lo que dije" dijo el volviendose hacia ella, su cuerpo deslizandose en el asiento del conductor "Mientras lo decia, me di cuenta de algunas cosas. Cosas duras. Quizas aun segui dandome cuenta de ellas despues de irme" "Puedes decirme que son" dijo ella tocandolo suavemente. El pudo sentir todo su cuerpo tensionarse "Recuerdo lo que dijiste de Mark la otra noche" ella comenzo "Nunca fuiste el hermano mas viejo. El siempre lo fue. Y si el no hubiera sido tomado, si Helen hubiera sido capaz de quedarse, tu hubieras podido tomar decisiones diferentes porque hubieras tenido alguien que cuidara de ti" El tomo una respiracion "Emma" habia dolor crudo "Dije lo que dije porque... porque a veces pienso que te pedi ser mi parabatai porque queria que estuvieras atada a mi. La Consul queria que fueras a la Acadenia y yo no podia dejar se pensarlo. Habia perdido demasiadas personas. No podia perderte a ti tambien" Ella estaba tan cerca de el que podia sentir el calor emanando de su piel calentada por el sol. Por un momento ella no dijo nada, y el se sintio como si estuviera en la horca, siendo el ahorcado que tenia la cuerda apretando alrededor de su cuello. Solo esperando por la muerte. Entonces ella puso sus manos sobre las de el en el tablero delante de ellos. Sus manos. Las que lucian delicadas, pero que tenian mas cicatrices que las suyas, mas callosas, su piel rasposa contra la suya. Su brazalete de vidrio de mar brillando en la luz del sol "Las personas hacen cosas complicadas porque son complicadas" dijo Emma "Todas esas cosas de las que tu supones porque hiciste la decision parabatai solo por razones totalmente puras, son una estupidez"
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"Queria atarte a mi" dijo el "Porque estaba atado aqui. Quizas podrias haberte ido a la Academia. Quizas podria haber sido el lugar correcto para ti. Quizas algo lejos para ti" Emma lo miro. Su cara totalmente abierta y sincera. El casi podia escuchar sus convicciones ronperse, las convicciones que el habia construido antes de haberla dejado al principio del verano, convicciones que el habia arrastrado con el todo el camino a casa hasta que la volvio a ver. El pudo sentirlas romperse dentro de el, como tablas de madera chocando contra las rocas. "Jules" ella dijo "Me diste una familia. Me diste todo" Un telefono sono de nuevo. El de Emma. El se sento de nuevo mientras ella sacaba el telefono de su bolsillo. "Texto de Livvy" dijo ella "Dice que Mark desperto. Y que esta gritando" *** Julian condujo el auto en el camino a casa, Emma manteniendo sus manos clavadas en sus rodillas mientras el acelerometro aumentaba pasando los ochenta. Ellos entraron en el lote de estacionamiento detras del Instituto y pisaron el freno. Julian se lanzo fuera del auto y Emma corrio tras de el. Ellos llegaron al segundo piso para encontrar a los mas jovenes Blackthorn sentados en el suelo fuera de la habitacion de Mark. Dru estaba sosteniendo a Tavvy entre ella y el costado de Livvy: Ty se sentaba solo, sus largos dedos bailando entre sus rodillas. Todos ellos los miraron; el puerta estaba rota y abierta a medias, a traves de ella Emma podia oir la voz de Mark, alta y furiosa, y entonces otra voz, mas baja y algo mas... Cristina. "Perdon por textear" dijo Livvy en una pequeĂąa voz "Pero el solo estaba gritando y gritando, finalmente el paro, pero... Cristina esta alli dentro con el. Si alguno de nosotros entrara, el volveria a gritar"
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"O mi dios" dijo Emma y se movio hacia la puerta, pero Julian la detuvo, deslizandose delante de ella y dandole la espalda. Ella miro mas alla y vio que Ty habia comenzado a balancearae adelante y atras, sus ojos cerrados. Eso era algo que el hacia cuando las cosas eran demasiado; ruidosas, asperas, duras, rapidas o dolorosas. El mundo era mucho mas intenso para Ty, Julian siempre lo habia sabido. Era como si sus oidos pudieran escuchar mas claramente, sus ojos ver mas, y a veces esto era demasiado para el. El necesitaba cubrirse del ruido, sentir algo en sus manos que lo ayudara a distraerse. El necesitaba balancearse adelante y atras para calmarse a si mismo. Todo el mundo manejaba el estres de diferente manera, decia Julian. Y esta era la manera de Ty, y no le dolia a nadie. "Em" dijo Julian. Su cara tensa "Necesito ir solo" Emma asintio. Ella lo dejo ir de mala gana "Chicos" el dijo mirando a sus hermanos -a la cara redonda y preocupada de Dru, a Tavvy que no comprendia, a los infelices ojos de Livvy, y a los hombros tensos de Ty "Esto sera duro para Mark. No podemos esperar que el este bien a la primera. El ha estado lejos mucho tiempo. Tiene que acostumbrarse a estar aqui" "Pero somos su familia" dijo Livvy "Por que tendria que acostumbrarse a su propia familia?" "Tu tendrias" dijo Julian en una paciente y suave voz que a veces asustaba a Emma "Si tu hubieras estado lejos de ellos por un largo tiempo y estarias en algun lugar donde tu mente te juega bromas" "Como el de las hadas" dijo Ty. Habia parado de balancearse y estaba inclinado contra la pared, su cabello oscuro sobre su cara. "Correcto" dijo Julian "Entonces nosotros tendriamos que darle su tiempo. Quizas dejarlo a solas un poco" el miro hacia Emma. 196
El puso una sonrisa en su cara -Dios, ella estaba tan sorprendida de que este fuera Jules- y el dijo "Malcolm esta trabajando en la investigacion. Los asesinatos. Pense que podriamos buscar en la biblioteca acerca de Lineas Ley" "Yo tambien?" Salto Drusilla. Emma dijo "Podrias ayudarnos a buscar un mapa, bien?" Dru asintio "Bien" ella salto sobre sus pies y los demas la siguieron. Emma los observo alejarse por el corredor, un subdivido y tranquilo grupo, ellos lucian como si fueran uno. Julian estaba parado frente a la puerta del dormitorio de Mark, observandolos. Sus ojos se encontraron con los de ella por un momento, como si el no hubiera estado mirandola despues de todo. *** Si solo Emma estuviera con el, Julian penso que podria abrir la puerta, esto podria ser facil. Esto podria haber sido facil. Cuando Emma estuvo a solas con el fue como si estuviera respirando dos veces demasiado oxigeno, habian dos con demasiada sangre, habian dos corazones manejando la emocion de su cuerpo. El queria alejar la doble magia de parabatai: ella lo hacia dos veces mas de lo que podria ser de otra forma. Pero el habia estado a punto de enviarla con los demas niĂąos; el no podia confiar en nadie mas con ellos, definitivamente no Arthur. Arthur, el penso agriamente, quien estaba escondido en el atico mientras uno de sus sobrino trataba desesperadamente de mantener su familia junta y a alguien mas. "Mark?" Dijo Julian La cama estaba desordenada, las cortinas cerradas. El pudo ver a Cristina que estaba sentada en el suelo, sue espalda contra la pared. Ella tenia una mano presionada en el pendiente en su cuello, y la otra en su cadera, donde algo brillaba entre sus dedos. 197
Mark estaba balanceandose adelante y atras a los pies de la cama, su cabello colgando sobre su rostro. Podias ver que tan dolorosamente delgado estaba: habian musculos tendinosos en el, pero era de la clase que tienes cuando te mueres de hambre y te conduces a ningun lado. Su cabeza salto hacia arriba cuando escucho la voz de Julian. Sus ojos se encontraron con los de el y por un peque単o momento Julian pudo ver un borron de reconocimiento en los de el. "Mark" el dijo de nuevo, moviendose hacia adelante, sus manos al frente "Soy yo. Soy Jules" "No..." comenzo Cristina, pero era demasiado tarde. Mark habia apretado sus dientes en una furiosa expresion. "Mentiras" el solto "Alucinaciones -te conozco- Gwyn te envio para jugar conmigo" "Soy tu hermano" dijo Julian de nuevo. La mirada en el rostro de Mark era salvaje. "Conoces los deseos de mi corazon" dijo Mark "Y los vuelves contra mi, como cuchillos" Julian miro por la habitacion hacia Cristina. Ella estaba levantandose lentamenete, como si estuviera preparandose para saltar entre los dos hermanos si era necesario. Mark miro a Jules. Sus ojos cegados, sin poder ver "Trajiste a los gemelos frente a mi y los mataste una y otra vez. Mi Ty, el no entenderia porque no puedo salvarlo. Me trajeron a Dru, y mientras ella reia y pedia ver los castillos de los cuentos de hadas, todo rodeado de setos, ustedes la lanzaron contra las espinas hasta que perforaron su peque単o cuerpo. Y ustedes me hicieron ba単arme con la sangre de Tavvy, con la sangre de un ni単o inocente es magico debajo de una colina" 198
Julian dejo de acercase. El estaba recordando como Jace Herondale y Clary Fairchild habian hablado con el y su hermana, ellos conociendo a Mark aĂąos atras bajo las colinas de las hadas, sus ojos divididos y las marcas de latigasos en su piel. Mark era fuerte, el se habia dicho a si mismo en la oscuridad muerta en las cientas de noches despues. El podia endureserse. Julian habia pensado acerca de la tortura de su cuerpo. Pero no habia pensado en la tortura de su mente. "Y Julian" dijo Mark "El es demasiado fuerte para romperse. Tu trataste de romperlo en la rueda, y clavandole cuchillos, pero el no se rindio. Si le traias a su Emma, entonces volvias los deseos de su corazon contra el como cuchillos" Esto fue demasiado para Julian. El se arrastro hacia adelante, sosteniendose de uno de los postes de la cama para sostenerse a si mismo. "Mark" el dijo "Mark Anthony Blackthorn. Por favor. No es un sueĂąo. Estas realmente aqui. Estas en casa" El bsuco la mano de Mark. El la aparto, lejos de el "Estas mintiendome" "Soy tu hermano" "No tengo hermanos ni hermanas, sin familia. Estoy solo. Cabalgo con la Caza Salvaje. Soy leal a Gwyn de la Caza" el recito como si fuera una oracion. "No soy Gwyn" dijo Julian "Soy un Blackthorn. Tengo sangre de Blackthorn en mis venas, como tu" "Eres un fantasma y una sombra. Eres la crueldad de la esperanza" dijo Mark moviendo su cara a otro lado "Esto es casa. Puedo probartelo". El miro sobre sobre su hombro. Cristina estaba muy pegada contra la pared, el pudo ver que el brillo en su mano era un cuchillo. Claramente ella estaba 199
esperando a ver si Mark podria atacarlo. El se pregunto porque ella habia estado con Mark a solas en la habitacion; no estaba asustada? "No hay pruebas" susurro Mark."No cuando puedes meter cualquier ilusion detras de mis ojos" "Soy tu hermano" repitio Julian "Y te lo probare. Te dire algo que solo tu hermano podria saber" A esto Mark alzo los ojos. Habia algo parpadeando en ellos, como una luz brillando en el agua distante. "Recuerdo el dia que fuiste tomado" dijo Julian. Mark parpadeo "Nadie del Pueblo de las Hadas podria saber..." "Estabamos en el cuarto de entrenamiento. Y escuchamos ruidos, y tu fuiste escaleras abajo. Pero antes de irte me dijiste algo. Lo recuerdas?" Julian se paro muy recto "Dijiste 'Quedate con Emma' " el dijo "Dijiste que me quedara con ella, y tenia que. Somos parabatai ahora. Habia estado con ella por aĂąos y siempre lo hize, porque me lo pediste, porque eso fue lo ultimo que me habias dicho, porque..." El recordo, entonces, que Cristina estaba alli, entonces el se detuvo abruptamente. Mark lo estaba mirando directamente, en silencio. Julian sintio algo desaparecer dentro de el. Quizas este era un truco de las hadas; quizas ellos le habian dado a Mark de vuelta, prro estaba tan roto y vacio que no seria su Mark nunca mas, quizas..." Mark casi callo hacia adelante, y lanzo sus brazos alrededor de Julian. Julian apenas pudo encargarse de atraparlo el mismo antes de casi cayeran. Mark estaba horriblemente delgado, pero fuerte, sus puĂąos en la camiseta de Julian. Julian podia sentir el corazon de Mark martillando, podia sentir la
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forma de sus huesos bajo su piel. Olia como tierra, barro, pasto y aire nocturno. "Julian" dijo Mark, murmurando, su cuerpo temblando "Julian mi hermano, mi hermano, mi hermano" En algun lugar en la distancia Julian escucho el click de la puerta cerrandose; Cristina se habia ido dejandolos juntos a solas. Julian suspiro. El quizo relajarse en los brazos de su hermano mayor, dejar a Mark sostenerlo en un abrazo como una vez lo habia hecho. Pero Mark estaba mas delgsdo de lo que el era, fragil bajo sus manos. El podria ser el que sostenia a Mark ahora. Asi no era como el lo habia imaginado, soĂąado, pero era la realidad. Este era su hermano. El apreto sus manos en Mark y ajusto su corazon para soportar la nueva carga. *** La biblioteca del Instituto de Los Angeles era pequeĂąa -nada como las famosas bibliotecas de los Institutos de Nueva York y Londres, pero era bien conocido por la sorprendetemente gran coleccion de libros en Griego y Latin. Habia muchos mas libros de la magia y el ocultismo del periodo clasico que el Instituto de la Ciudad del Vaticano. Una vez la biblioteca habia tenido losas de Terra-Cotta e inmensas ventanas; ahora era una habitacion mas moderna. La vieja biblioteca habia sido destruida en el ataque de Sebastian Morgnestern al Instituto, y los libros habian sido desperdigados por los ladrillos y el desierto. Reconstruido, era todo vidrio y metal. El piso estaba cubierto con baldosas de cenizas de montaĂąa, brillando con aplicaciones de hechizos de proteccion. Una rampa en espiral comenzaba en el lado norte de la biblioteca se inclinaba contra las paredes. El otro lado de la rampa estaba alineado con libros y ventanas, mientras al misno tiempo, dandole la cara a las librerias 201
del interior, habia un pasamanos a la altura del hombro. Y a la cima habia un mirador -un tragaluz que se mantenia cerrado con una gran cerradura de cobre, hecho de cristal de un pie de espesor, todo decorado con runas de proteccion. Los mapas eran guardados en un inmenso baul decorado con el escudo de la familia -un anillo de montaĂąas- con el lema de la familia por encima: Lex malla, lex nulla. Una mala ley no es ley. Emma sospecho que los Blackthorn no siempre habia conseguido mucho tiempo con el Concilio. Drusilla estaba rebuscando en el gran baul. Livvy y Ty estaban sentados en la mesa con mas mapas, y Tavvy estaba sentado debajo de esta jugando con un juego de soldados de juguetes. "Puedes decir si Julian esta bien?" Dijo Livvy, apoyando su barbilla en sus manos para mirar a Emma.ansiosamente "Ya sabes. Como se siente..." Emma sacudio la cabeza "La cosa parabatai no funciona asi. Quiero decir, puedo sentir su dolor, psiquicamente, pero no mucho sus sentimientos" Livvy suspiro "Debe ser grandioso tener un parabatai" "Realmente no veo porque" dijo Ty. "Alguien que siempre cuida tu espalda" dijo Livvy "Alguien que siempre cuidara de ti" "Podria hacer eso por ti de cualquier manera" dijo Ty, acercando un mapa hacia el. Ese era un argumento que el habia tenido antes; Emma habia escuchado variaciones de este argumento media docena de veces.
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"No todos pueden tener uno" dijo Ella. Deseando que pudiera tener las palabras para explicarlo con propiedad; cuanto amor tiene alguien que amarte mas que a si mismo para que te de valor y fuerza; que verte a ti mismo en los ojos de tu parabatai significaba ver la mejor version de ti mismo; que era de lo mejor, luchar lado a lado a lado con tu parabatai es como tocar un instrumento en harmonia con alguien mas, cada pieza de musica improvisada por el otro. "Alguien que juraria protegerte del daĂąo" dijo Livvy, sus ojos brillando "Alguien quien podria meter sus manos al fuego por ti" Por un momento Emma recordo lo que Jem.le habia dicho una vez que ers su parabatai, Will, quien habia metido las manos al fuego una vez para obtener la medicina que podria salvar la vida de Jem. Quizas ella no podria haber repetido la historia para Livvy. "En las peliculas Watson se lanza frente a Sherlock cuando esta en la linea de fuego" dijo Ty, luciendo pensativo "Eso es como un Parabatai" Livvy lucia superada, y Emma pudo sentir lo que ella. Si Livvy decia que eso no era parabatai, Ty podria argumentar. Si a ella le agradaba, Ty podia decir que no necesitabas un parabatai para que alguien sale en frente de ti cuando estes en peligro. El no estaba equivocado, pero ella simpatisaba con el deseo de Livvy de hacer a Ty su parabatai. Para asegurarle a su hermano que siempre estaria seguro a su lado. "Lo tengo!" Drusilla dijo de repente. Ella paro de rebuscar en el baul y saco un largo pedazo de papiro en sus manos. Livvy dejo la discusion parabatai de lado y fue a ayudar a su hermana a llevarlo hasta la mesa. En un tazon claro en el medio de la mesa habia un monton de vidrios de mar que los Blackthorn habian coleccionado a traves de los aĂąos -celeste, verde, cobre y rojo. Emma y Ty usaron las piedras azules para pisar los bordes del mapa de Lineas Ley. 203
Tavvy, ahora sentado al borde de la mesa, habia comenzado a hacer pilas con las rocas de acuerdo al color. Emma lo dejo; ella no sabia como mas mantenerlo distraido. "Lineas Ley" dijo Emma, recorriendo con sus largos dedos las lineas negras en el mapa. Este era un mapa de Los Angeles que probablemente databa de los cuarentas. Puntos de referencia eran visibles debajo de las Lineas Ley; el Camino de las Estrellas en Hollywood, el ferocarril de los Angeles Voladores en Bunker Hill, el Muelle de Santa Monica, la nunca cambiante curva del oceano "Todos los cuerpos fueron dejados bajo el poder de una Linea Ley. Pero lo que dijo Magnus es que aqui hay lugares donde todas las Lineas Ley convergen" "Que tendria que ver esto con todo?" Livvy pregunto, practicamente como siempre. "No lo se, pero no creo que el lo haya tenido que decir si no importara. Imagino que el lugar de convergencia tien una muy poderosa magia" Mientras Ty se acercaba al mapa con renovado vigor, Cristina entro en la biblioteca y le hizo gestos a Emma para que vaya a hablar con ella. Emma se deslizo fuera de la mesa y fue a reunirse con Cristina junto a la cafetera en la ventana. Emitia una luz con fuerza, lo que significa que siempre habia cafe, pero que no siempre el cafe era bueno. "Esta julian bien?" Emma pregunto "Y Mark?" "Estaban hablando cuando los deje" dijo Cristina mientras servia dos tazas con cafe y les ponia azucar de un pequeĂąo frasco en el alfeizar "Julian lo calmo" "Julian podria calmar a cualquiera" dijo Emma mientras tomaba la segunda taza y disfrutaba del calor contra su piel, pensando que a ella realmente no le
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gustaba el cafe y no tenia que beberlo. Por otro lado, su estomago estaba tan apretado en un nudo que ella no creia que nada podria bajar. Ella camino de vuelta a la mesa donde los niĂąos Blackthorn estaban sentados argumentando sobre Lineas Ley "Bien, no puedo ayudarlos si no me prestan atencion" estaba diciendo Ty de malhumor "Aqui es donde digo que las Lineas Ley convergen" "Donde?" Emma pregunto, llegando detras de el. "Aqui" Dru seĂąalo un circulo que Ty habia dibujado en el mapa. Estaba en el medio del oceano, mas lejos de Los Angeles y cerca de la Isla Catarina "Por mucho donde nadie podria hacer magia aqui" "Supongo que Magnus solo hacia conversacion" dijo Livvy. "Supongo que no lo sabia..." comenzo Emma y su voz se rompio cuando la puerta de la biblioteca se abrio. Era Julian. El camino dentro de la habitacion y entonces se movio a un lado, dificultosamente, como un mago presentando el resultado de su truco. Mark entro en la habitacion luego de el. De seguro Julian habia conseguido sacar las viejas cosas de Mark de la bodega. El estaba usando unos jeans que el dobladillo era demasiado corto para el -propablemente era uno de sus viejos- y unas de las camisas de Julian, de un decolorado gris y lavado con un suave jabon. En contraste, su cabello lucia mucho mas rubio, casi plateado. Cayendo los mechones sobre sus hombros, luciendo menos enredados, como si lo hubieran cepillado para desenredarlo despues de todo. "Hola" el dijo. Sus hermanos lo miraron en silencio, sus ojos abiertos de par en par atonitos.
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"Mark queria verlos" dijo Julian poniendo su mano sobre su cuello para cepillar el cabello en la parte de atras, luciendo confundido, como si no supiera que hacer despues. "Gracias" dijo Mark "Por los regalos de bienvenida que me dieron" Los Blackthorn seguian mirandolo fijamente. Nadie se movia excepto Ty, quien lentamente retiraba sus vidrios de mar de la mesa. "La caja" Mark aclaro "En mi habitacion" Emma sintio la taza de cafe que sostenia entre sus manos caer al suelo. Ella hizo un ruido indignante, pero Cristina ya estaba sosteniendola, cruzando la habitacion, pasando la mesa y caminando hacia Mark, su espalda recta. Ella le ofrecio el cafe. "Quieres un poco?" Ella dijo. Luciendo relajado, el la tomo. El la llevo a su boca y dio un largo trago, toda su familia mirandolo con fascinacion como si el estuviera haciendo algo que nunca nadie hubiera hecho antes. El hizo una mueca. Moviendose lejos de Cristina, tosiendo y escupiendo "Que es esto?" "Es cafe" Cristina lucia divertida. "Sabe como el veneno mas agrio" dijo Mark indignado. De repente Livvy rio. El sonido cortando a traves de la tension del resto de la habitacion, del cuadro congelado de los otros. "Amabas el cafe" dijo ella "Recuerdo eso de ti!" "No puedo imaginar porque tendria que. Nunca habia probado algo de tal gusto" Mark hizo una cara.
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Ty miraba de Cristina a Mark; el lucia ansioso y excitado "El no podria probar el cafe nunca mas" le dijo a Cristina "Ellos no tienen cafe con las Hadas" "Aqui" Livvy se paro, tomando una manzana de la mesa "Ten esto en su lugar" ella se movio hacia adelante y le ofrecio la manzana a su hermano. Emma penso que ella se veia como una joven Blanca Nieves, con su largo y oscuro cabello y una manzana en palida mano "No creo que no tengan manzanas, verdad?" "Mis gracias, graciosa hermana" Mark se agacho y tomo la manzana, mientras Livvy lo veia con la boca media abierta. "Nunca me llamaste 'Graciosa hermana' " dijo Livvy, volviendose hacia Julian con una mirada acusadora. El sonrio "Te conozco demasiado bien, enana" Mark busco y tomo una cadena alrededor de su cuello. Tomando un dije al final de esta que lucia como la punta de una flecha. Era clara, como si estuviera hecha de vidrio. Emma recordo que habia visto al asi en las imagenes que Diana le habia mostrado. El comenzo a usar el filo de esta para pelar la manzana, prosaicamente. Tavvy, quien estaba agachado debajo de la mesa de nuevo y que lo estaba mirando, hizo un ruido interesado. Mark miro hacia el y le quiĂąo un ojo. Tavvy se agacho hacia atras bajo la mesa, pero Emma podia ver que estaba sonriendo. Emma no podia dejar de ver a Jules. Ella pensaba en la manera en que habia limpiado la habitacion de Mark, juntando salvajemente las cosas de su hermano en pilas como si pudiera asi guardar sus memorias de el. Habia sido solo en un dia, pero habia sombras bajo sus ojos. Ella se pregunto, si Mark se quedara, las sombras desaparecian? 207
"Te gustaron los regalos?" Dru demando, rodeando la mesa, su cara redonda ansiosa "Puse pan y mantequilla en caso de que estuvieras hambriento" "Ese era mi microscopio" dijo Ty, mirando a Julian "Pense que podria gustarte" Julian se inclino contra la mesa. El no le pregunto a Ty porque Mark querria un microscopio, solo sonrio de lado, una sonrisa gentil "Eso fue lindo de tu parte, Ty" "Tiberius quiere ser un detective" le explico Livvy a Mark "Como Sherlock Holmes" Mark lucia confundido "Es alguien a quien conocemos? Como un brujo?" "Es un personaje de un libro" dijo Dru riendo. "Tengo todos los libros de Sherlock Holmes" dijo Ty "Me se todas las historias. Son cintuenta y siete historias cortas y cuatro novelas. Puedo contanterlas. Y te mostrare como usar el microoscopio" "Creo que me gustaria aprender" admitio Mark, luciendo penoso "He olvidado lo que es un instrumento cientifico" Emma miro preocupada a Ty -el era meticuloso con sus cosas y podrias ser enterrado vivo si las tocabas o movias. Pero el no parecia molesto. Algo acerca fe la franquza de Mark lo deleitaba, de la manera en que lo deleteiba una nueva clase de icor demoniaco o el ciclo de vida de las abejas. Mark habia cortado la manzana en cuidadosos trozos y se los conia lentamente, de la manera en que alguien comia como si fuera la ultima vez que lo hiciera. El era bastante delgado, tan delgado como un chico Cazador de Sombras de su edad nornalmente es -los Cazadores de Sombras eran animado para comer y entrenar, comer y entrenar, construir sus musculos y aguante. Muchos de los Cazadores de Sombras, por el constante y brutal 208
entrenamiento fisico y psicologico, pasaron der delgados a musculosos, penso en que el cuerpo de Dru habia sido redondo, lo que cambio mientras ella se hacia mas vieja. Emma siempre se sentia adolorida cuando las mejillas de Dru se sonrojaban cuando el equipo de entrenamiento para las chicas de su edad no le quedaba. "Los escuche hablar de convergencias" dijo Mark, acercandose a los demas cuidadosamente, como si no estuviera seguro de ser bienvenido. Sus ojos se alzaron, y para la sorpresa de Emma, miraba a Cristina "La convergencia de las Lineas Ley es un lugar donde la magia negra puede ser realizada sin ser detectada. El Pueblo de las Hadas sabe mucho de Lineas Ley, y a veces las usa" el habia estado devolviendo la punta de flecha de vuelta alrededor de su cuello; brillando mientras inclinaba la cabeza para ver el mapa sobre la mesa. "Es un mapa de Lineas Ley en Los Angeles" dijo Cristina "Todos los cuerpos fueron encontrados a lo largo de ellas" "Mal" dijo Mark inclinandose hacia adelante. "No, ella esta en lo correcto" dijo Ty con un fruncimiento "Es un mapa de Lineas Ley y los cuerpos fuero deshechados a lo largo de ellas" "Pero el mapa es incorrecto" dijo Mark "Las Lineas no son exactas, ni las puntos de convergencia" sus largos dedos de la mano derecha pasando sobre el circulo que Ty habia dibujado "No esta del todo bien. Quien lo hizo?" Julian se movio mas cerca y por un momento el y su hermano estaban hombro con hombro, su cabello palido y cabello oscuro brillando en contraste "Es un mapa del Instituto, asumo" "Lo tomamos del baul" dijo Emma, inclinandose desde el lado opuesto de la mesa "Estaba con los otros mapas" "Bien, este ha sido manipulado" dijo Mark "Necesitamos uno correcto" 209
"O buscar en el Mercado de la Sombra" dijo Emma sonriendo, arrepintiendose ante la mirada de Julian "Solo era una sugerencia" Mark miro a su hermano, y entonces a los otros, claramente preocupado "Era util eso?" El dijo "Era una cosa que no debi haber dicho?". "Estas seguro?" Dijo Ty, mirando del mapa a su hermano, algo se habia habierto en su cara "El mapa esta equivocado?" Mark asintio "Entonces era util" dijo Ty "Hemos perdido horas en un mapa que estaba mal. Quizas mas" Mark exhalo relajandose. Julian puso su mano contra la espalda de su mano. Livvy y Dru sonreian. Tavvy se asomaba desde debajo de la mesa para verlos, claramente curioso. Emma miro a Cristina. Los Blackthorn se veian atados juntos por una clase de fuerza invisible; en ese momento ellos eran conpletamente una familia, y Emma no podia dejar de pensar que ella y Cristina estaban fuera de lugar. "Podria corregirlo" dijo Mark "Pero no se si tengo las habilidades. Helen... Helen podria" el miro hacia Julian "Ella esta casada, y lejos... pero ella podria volver por aca? Y ver esto?" Esto era como ver vidrio romperse en camara lenta. Ninguno de los Blackthorn se movio, ninguno excepto Ty, era como ver la quebradura desperdigarse por el vidrio, como si, exactamente ahora, todos se dieran cuenta de lo mucho que Mark no sabia. "Mark" dijo Julian mirando hacia la puerta "Ven conmigo y hablemos en tu habitacion, no aqui"
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"No" dijo Mark alzando la voz con miedo "Pueden decirmelo aqui. Donde esta mi hermana completamente deme sangre, la hija de Lady Nerissa? Donde esta Helen?" Hubo un muy amplio silencio incomodo. Mark estaba mirando a Julian; el estaba parado no muy lejos al lado de los demas. Mark se habia alejado, tan tranquila y rapidamente que Emma no pudo ver cuando sucedio "Me dijiste que ella estaba viva" el dijo, y en su voz habia miedo y acusacion. "Ella esta..." Emma comenzo a decir "Ella esta bien" Mark hizo un ruido impaciente "Entonces podria saber donde esta mi hermana. Julian?" Pero no fue Julian quien respondio "Ella fue enviada lejos cuando la Paz Fria estuvo decidida" dijo Ty, para la sorpresa de Emma. El sonaba realista "Ella esta exiliada" "Hubo una votacion" dijo Livvy "Alguien en la Clave queria matarla, por su sangre de hada, pero Magnus Bane defendio los derechos de los submundos. Ella fue enviada a la Isla Wrangel para estudiar las Guardas. Mark se inclino contra la mesa, las palmas de sus manos apoyadas en esta, cono si estuviera tratando de recuperar el aliento luego de ser golpeado "La Isla Wrangel" susurro Mark "Es un lugar frio, hielo y nieve. Habia cabalgado con la Caza por esos lugares. No sabia que mi hermana estaba alli abajo, viviendo entre las aguas congeladas" "Ellos nunca te hubieran dejado verla, aun si lo hubieras sabido" dijo Julian. "Pero tu los dejaste enviarla lejos" dijo Mark, sus bicolores ojos brillando "Los dejastes exiliarla"
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"Eramos niĂąos. Tenia doce aĂąos" dijo Julian, su voz sin alzarse; sus azules ojos duros y frios "No tuvimos eleccion. Hablamos con ella cada semana, le escribimos a la Clave cada aĂąo pidiendo por su regreso" "Conversaciones y decisiones" solto Mark "Podria no ser nada. Sabia... sabia que ellos habian decidido no ir por mi. Habian decidido abandonarme con la Caza Salvaje" el tomo una dolorosa bocanada de aire "Pense que era por el miedo a Gwyn y su venganza. No proque me odiaran y despreciaran" "No era odio" dijo Julian "Era miedo" "Ellos dijeron que no podiamos buscarte" dijo Ty, el habia sacado uno de los juguetes fuera de su bosillo; un largo cordon que el a veces usaba para enrollar entre y debajo de sus dedos, enrrollando y fornando figuras de ochos "Estaba prohibido. Tambien estaba prohibido visitar a Helen" Mark miro hacia Julian, sus ojos oscuros con furia, negro y bronze "Y aun asi no lo intentaron?" "No puedo discutir contigo Mark" dijo Julian. Un lado de su boca estaba torcido; esto era algo que solo sucedia cuando el estaba profundamente preocupado, y algo, penso Emma, que solo ella podia darse cuenta. "No podias pelear por mi tampoco" dijo Mark "Esta muy claro" el miro alrededor de la habitacion "He vuelto a un mundo donde no soy querido, ya veo" el dijo, e hizo su camino fuera de la biblioteca. Hubo un horrible silencio. "Ire con el" dijo Cristina, y salio de la habitacion. En el silencio luego de su partida, todos los Blackthorn miraron a Jules, y Emma lucho contra la urgencia de correr e interponerse entre Julian y los ojos suplicantes de sus hermanos -ellos lo miraban como si el pudiera arreglarlo, arreglarlo todo, mientras el siempre lo hacia.
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Pero Julian estaba parado muy recto, sus ojos entrecerrados, sus manos apretadas en pu単os. Habian algunas cosas en la vida que Julian no podia mantener en calma, y Mark lo era, y siempre habia sido uno de ellos. "Todo estara bien" dijo Emma, buscando palmear suavemente el brazo de Dru "Por supuesto que el esta molesto, el tiene toda la razon para estar molesto, pero el no esta molesto con ninguno de ustedes" Emma miro fijamente sobre la cabeza de Drusilla hacia Julian, tratando de captar su mirada y tranquilizarlo "Todo estara excelente". La puerta se abrio de nuevo, y Cristina entro en la biblioteca. Julian volvio su mirada mas alla de ella. Los mechones oscuros y brillantes de cabello caian alredor de la cabeza de Cristina; ellos brillaron mientras sacudia su cabeza "El esta bien" ella dijo "Pero se encerro a si mismo en su habitacion, creo que es mejor si lo dejaramos solo. Puedo esperar en el corredor, si quieren" Julian sacudio su cabeza "Gracias" el dijo "Pero nadie necesita quedarse a vigilarlo. El es libre de ir y venir" "Pero que si se hace da単o a si mismo" era Tavvy. Su voz sonando peque単a y delgada. Julian se agacho y cargo a su hermano, sus brazos alrededor de Tavvy, en un abrazo apretado una vez, antes de levantarse de nuevo. Tavvy mantenia sus manos apretadas en la camiseta de Julian "El no lo hara" dijo Julian. "Quirro ir al estudio" dijo Tavvy "No quiero estar aqui" Julian suspiro y asintio. El estudio era el lugar donde el pintaba y donde a veces el el llevaba a su hermano peque単o cuando el estaba muy preocupado: Tavvy encontraba las pinturas, los lienzos y los pinceles aun cuando estaban escondidos "Te llevare" el dijo "Hay sobras de pizza en el refrigerador si quieren, y sandwiches, y..." 213
"Esta bien Jules" dino Livvy, ella estaba sentada en la mesa junto a su gemelo; ella se alzaba sobre Ty mientras el miraba el mapa de Lineas Ley, su boca cerrada "Podemos tomar dinero. Estaremos bien" "Les llevare algo para comer" dijo Emma "Y para Tavvy tambien" Gracias, dijo Julian con sus labios antes de volverse hacia la puerta. Antes de que el la alcanzara, Ty, quien habia estado quieto y en silencio, hablo "No puedes castigarlo" dijo el, su cordon enrrollado fuertemente alrededor de los dedos de su mano izquierda "Lo haras?" Julian se volvio para mirarlo, claramente sorprendido "Castigar a Mark? Por que?" "Por todas las cosas que el djo" Ty estaba ruborizado, desenrrollando su cordon mientras este se deslizaba a traves de sus dedos. A traves de los aĂąos observando a su hermano, y tratando de aprender, Julian habia llegado a entender que el hacia sonidos y ruidos cuando estaba concentrado, Ty estaba muy lejos de ser tan sensible como muchos de las demas personas. Pero cuando el estaba concentrado, le fascinaba. Esta era la manera en que Julian habia aprendido a crear las distracciones de Ty y sus herramientas de mano, observandolo pasar horas investigando la textura de la seda o del papiro, lo corrugado de los caparazones y lo aspero de las rocas "El tenia la verdad... El tenia la verdad. El nos dijo la verdad y nos ayudo con la investigacion. El no podria ser castigado por eso" "Por supuesto que no" dijo Julian "Ninguno de nosotros lo castigara" "No es su culpa que no entienda todo" dijo Ty "O que las cosas sean demasiadas para el. No es su culpa" "Ty-Ty" dijo Livvy. Este habia sido el apodo de Emma para el cuando era un bebe. Desde entonces, toda la familia habia adoptado el apodo. Ella quiso sobar su hombro "Todo estara bien" 214
"No quiero que Mark se vaya otra vez" dijo Ty "Lo entiendes, Julian?" Emma lo miro mientras el peso caia sobre el, la responsabilidad de todo, asentandose sobre Julian. "Lo entiendo, Ty" el dijo.
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Capítulo 8 –Fuera de las nubes por la noche. Emma habia abierto la puerta del estudio de Julian, tratando cuidadosamente de no derramar ningun de liquido de los cuencos de sopa que cargaba. Habian dos habitaciones en el estudio de Julian; el que el dejaba ver a las personas, y que no lo hacia. Su madre, Eleanor, habia usado la habitacion grande como un estudio, y el mas pequeño como un cuarto oscuro para revelar fotografias. Ty habia pregunto algunas veces ya sea por los quimicos para revelar, o si podria usarlos. Pero el segundo estudio de la habitacion era el unico al que Julian no habia dejado entrar a sus hermanos pequeños o dejarlos saber que era. La habitacion pintada de negro se mantenia cerrada y con llave, y aun a Emma no se permitia entrar. Y ella tampoco pregunto. Julian no tenia privacidad, y ella no queria arruinar la poca que el tenia. El estudio era hermoso. Dos de las paredes eran de cristal, una dando vistas al oceano y otra al desierto. Las otras dos paredes estaban pintadas con un cremoso gris pardo, y las lonas de la madre de Julian -brillantes con pintura abstracta- aun las adornaban. Julian estaba sentado en la isla central, un gran bloque de granito cuya superficie estaba cubierta con fajos de papel, cajas de acuarelas, y tubos de pintura con nombres liricos; rojo alazarino, purpura cardinal, naranja cadmio, azul ultramarino. El levanto un dedo y lo puso contra sus labios, mirando a un lado. Sentado en un pequeño banco estaba Tavvy, armado con una caja de pinturas no toxicas abiertas. El habia manchado a los largo de un papel de estraza, lucia complacido con su creacion multicolor. Habia pintura naranja en su cabello. 216
"Solo asi consegui calmarlo" dijo Julian mientras Emma se acercaba y dejaba los cuencos sobre la isla "Que paso? Alguien ha hablado con Mark?" "Su habitacion sigue cerrada" dijo Emma "Los demas estan en la biblioteca" ella empujo el tazon de sopa hacia el "Come" dijo ella "Lo hizo Cristina. Sopa de tortilla. Resulta que tenemos los peores chiles" El tomo uno de los tazones y se agacho para dejarlo junto a Tavvy. Su hermano pequeĂąo miro a Julian y parpadeo hacia Emma como si estuviera dandose cuenta que ella estaba alli "Jules te mostro las cartas?" El demando. Pintura azul se habia unido a la naranja en su cabello. El lucia como un atardecer. "Cuales fotografias?" Pregunto Emma mientras Julian se tensaba. "Las de nosotros. Las cartas individuales" Emma alzo una ceja hacia Jules "Las cartas que?" Julian se sonrojo "Retratos" el dijo "Los hize al estilo de Raider Waite, como el tarot" "El tarot mundado?" Dijo Emma mientras Julian buscaba en un libro portafolio. Los Cazadores de Sombras tendian a evitar los objetos de supersticion mundana; quiromancia,, astrologia, bolas de cristal, cartas de tarot. Ellos no tenian prohibido tocarlas o tenerlas, pero estaban asociados con los habitantes indeseables al margen de la magia, como Johnny Rook. "Le hize algunos cambios" dijo Julian, abriendo el libro para mostrar un alborto de papeles, cada uno conteniendo una colorida y distintiva ilustracion. Alli estaba Livvy, con su sable, su cabello volando, y su nombre grabado debajo, se leia LA PROTECTORA. Como siempre, las pinturas de Julian se veian como una mano extendida, una linea directa al corazon, sus sentimientos alli como si ella entendiera los sentimientos de el mientras pintaba. Mirando la pintura de Livvy, Emma sintio un destello de 217
admiracion, amor, un miedo de perdida, aun asi -Julian nunca hablaba de eso, pero Emma sospechaba que Julian observaba a Livvy y Ty convertirse en adultos con algo mas que terror. Y entonces alli estaba Ty, sosteniendo una cabeza de lagarto muerto en sus manos, su cabeza moviendose adelante y atras para el que lo veia. La pintura le daba a Emma una sensacion de amor salvaje, inteligencia y vulnerabilidad, todo mesclado junto. Debajo de el decia EL GENIO. Alli tambien estaba LA SOÑADORA -era Dru con su mirada en un libro- y EL INOCENTE, Tavvy en sus pijamas, durmiendo con cabeza metida entre sus manos. Los colores eran calientes, cariñosos, delicados. Y alli estaba Mark. Sus brazos cruzados sobre su pecho, su cabello era rubio y corto, el usaba una camisa que tenia el diseño de alas desperdigadas. Cada ala tenia un ojo: uno dorado, uno azul. Una soga rodeando su tobillo, la que salia del marco. EL PRISIONERO, decia. Los hombros de Jules chocaron contra los de Emma mientras ella se inclinaba para estudiar mas de cerca la imagen. Como todos los dibujos de Julian, este le susurraba a ella en un silencioso idioma; perdida, decia, y pena, y años en los que no habia podido recapturarlo. "Es esto en lo que trabajabas en Inglaterra?" Emma pregunto. "Si, esperaba que pudiera hacer todo el juego" el movio su mano hacia atras y peino su cabello rulo "Podria cambiar el nombre de la carta de Mark" el dijo "Ahora el es libre" "Si el se queda libre" ella movio el dibujo de Mark y vio que el siguiente era de Helen, parada sobre hielo flotante, su palido cabello cubierto con una fina capa de nieve. LA SEPARADA, decia. Habia otra carta, LA DEVOTA, para su esposa, Aline, cuyo oscuro cabello era nube alrededor de su cabeza. Ella 218
usaba el anillo Blackthorn en uno de sus dedos. La ultima carta era la de Arthur, sentado en su escritorio. Un lazo rojo a lo largo del piso bajo sus pies, como sangre. No habia titulo. Julian los tomo y los metio de vuelta a la libreta "Aun no estan terminadas" "Tendre una carta?" Emma dijo molesta "O es solo Blackthorns y Matrimonios de Blackthorn?" "Por que no dibujas a Emma?" Pregunto Tavvy mirando a su hermano "Nunca dibujas a Emma" Emma vio a Julian tensarse. Era verdad. Jules raramente dibujaba personas, pero cuando lo hacia, el habia parado de dibujar a Emma años atras. La ultima vez que ella lo recordaba dibujandola era en el retrato familiar de la boda de Helen y Aline. "Estas bien?" Emma dijo en una voz tan baja que queria que Ty no escuchara. El exhalo, fuerte, y abrio las manos, abriendo sus ojos. Sus ojos se encontraron con los de ella y el sentimiento de ira que empezaba s formarse en su estomago, se desvanecio "Lo siento" el dijo "Es solo que, pense que cuando el volviera... cuando Mark volviera, el habria ayudado. Que el se encariñaria de nuevo, encariñarse con todo. Nunca pense que el seria algo mas de como lo idealisaba" Emma habia sido cuidadosa en los momentos durante las semanas, meses, y años en que su hermano habia sido tomado, y su hermana habia sido enviada lejos, cuando el habia despertado por su hermanos mayores que no estaban alli, que nunca estarian alli de nuevo. Ella recordo el panico que lo enviaba tambaleante al baño a vomitar, las noches en que ella lo levantaba del suelo mientras el temblaba como si tuviera fiebre.
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No puedo, el habia dicho. No puedo hacer esto solo. No puedo traerlos de vuelta. No puedo criar cuatro niĂąos. Emma sintio la ira enrrollarse de nuevo a su estomago, pero esta vez contra Mark. "Jules?" Tavvy dijo, su voz sonando nerviosa, y Julian paso una mano sobre su cara. Este era un habito nervioso, como si asi pudiera poner una mascara de pintura sobre sus cara; cuando bajaba, el miedo y las emociones dessparecian de sus ojos. "Estoy aqui" dijo Jules, y se agacho para cargar a Tavvy. Tavvy puso la cabeza contra el hombro de Jules, luciendo adormilado, y pintando la camiseta de Julian. Pero a Jules no le importaba. El apoyo su barbilla sobre los rulos de su hermano menor y le sonrio a Emma. "Olvidalo" el dijo "Llevare a este a dormir. Probablemente deberias de ir a dormir un poco" Pero las venas de Emma estaban vibrando con una mezcla de elixir de ira y protectividad. Nadie daĂąaria a su Julian. Nadie. Ni siquiera su muy extraĂąado y amado hermano. "Ire" dijo Emma "Pero tengo que hacer algo primero" Julian la miro alarmado "Emma, no intentes..." Pero ella ya se habia ido. *** Emma se detuvo enfrente de la puerta de la habitacion de Mark, sus manos alrededor de su boca "Mark!" Ella grito con sus pulmones por primera vez "Mark Blackthorn, se que estas alli dentro. Abre la puerta"
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Silencio. La curiosidad e ira de Emma luchando con el respeto por la privacidad de Mark, y gano. Las runas de apertura no funcionaban en el interior del Instituto, por lo que ella saco un cuchillo y metio la punta en el espacio entre la puerta y la jamba de la puerta. El cierre se abrio, y la puerta se abrio. Emma entro de golpe. Las luces estaban encendidas, las cortinas dibujandose contra la oscuridad de afuera. El cobertor estaba arrugado, la cama vacia. En efecto, la habitacion estaba completamente vacia. Mark no estaba alli. Emma cerro la puerta tras de ella y miro alrededor con una mirada desesperada... y casi gritando. Dru estaba parada detras de ella, sus ojos oscuros. Ella estaba apretando un libro contra su pecho. "Dru! Lo sabes, normalmente cuando las personas se meten a hurtadillas tras de mi los apuĂąalo" Emma exhalo estremeciendose. Dru la miro triste "Estabas buscando a Mark" Emma no vio ningun punto para negarlo "Verdad" "El no esta aqui" dijo Dru. "Tambien es verdad. Es una gran noche para decir cosas obvias, eh?" Emma le sonrio a Dru, sintiendo un golpe. Los gemelos eran tan cercanos, y Tavvy era tan pequeĂąo y dependiente de Jules. Era duro, ella penso, para Dru encontrar un lugar donde encajara "El estara bien, lo sabes" "Esta en el techo" dijo Dru. Emma alzo una ceja "Que te hace decir eso?"
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"El siempre iba alli arriba cuando estaba preocupado" dijo Livvy. Ella miro hacia la ventana, hacia el lejano final del dormitorio "Y alli arriba, el podria estar bajo el cielo. El podria ver la Caza si cabalgan por aqui" Emma sintio enfriarse "Ellos no lo haran" ella dijo "Ellos no cabalgaran por aqui. Ellos no se lo llevaran de nuevo" "Aun si el quiere ir?" "Dru..." "Ve alla arriba y traelo abajo" dijo Dru "Por favor, Emma" Emma se pregunto si ella se veria desconcertada; ella se sentia desconcertada "Por que?" "Porque eres una chica linda" dijo ella con nostalgia, mirando abajo hacia su propio cuerpo redondo "Y los chicos hacen lo que las chicas lindas quieren. La Tia Abuela Marjorie lo decia. Ella decia que si yo no fueran tan, como una una bola de mantequilla, yo podria ser una chica linda y los chicos harian lo que yo quisiera" Emma lucia apaleada "Esa vieja mu... murcielago, lo siento, que dijo?" Dru abrazo su libro mas fuerte contra su pecho "Ya sabes, no suena tan mal, verdad? Bola de mantequilla? Como si pudiera ser algo lindo, como una ardilla o una ardilla listada" "Tu eres mucho mas linda que una ardilla listada" dijo Emma "Con sus extraĂąos dientes, y tienes una voz autoritaria que ellas no tendrian con sus altas y chillonas voces" ella revolvio el suave cabello de Dru "Tu eres preciosa" dijo Emma "Tu siempre has sido preciosa. Ahora ire a ver que puedo hacer con tu hermano" ***
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Las bisagras de la trampilla que daba al techo no habian sido aceitadas en meses; las bisagras chillaron mientras Emma, parada en el escalon en la cima de la escalera, la empujaba hacia arriba. La trampilla le dio camino y ella se empujo hacia el techo. Ella se enderezo, temblando. El viento que venia desde el oceano era frio, y ella solo se tiro un cardigan sobre sus jeans y camiseta de tirantes. Las tejas del techo se sentian rasposas bajo sus pies desnudos. Emma habia estado alli mas veces de la que podria contar. El techo era plano, facil para caminar, solo una ligera inclinacion al borde donde las tejas daban paso a canelones de cobre. Alli habia aun una doblada silla de metal, donde Julian se sentaba a veces cuando pintaba. El la habia traido aqui arriba cuando el estaba pintando los cambiantes colores del cielo, convencido de que cada etapa del sol moviendose era mejor que la anterior, hasta que cada atardecer terminaba en oscuridad. Era un lugar muy pequeĂąo aqui; le tomo solo un momentrar encontrar a Mark, sentado al borde del tejado, sus piernas colgando de este, mirando directamente hacia el oceano. Emma camino para acercarse a el, el viento empujando su palido cabello contra su cara. Ella los alejo impacientemente, preguntandose si Mark solo la estaba ignorando o no habia caido en cuenta de que ella se estaba acercando. Ella se detuvo solo a unos pocos pies de el, recordando la manera en que habia alejado a Julian golpeandolo. "Mark" ella dijo. El volvio su cabeza lentamente. Bajo la luz de la luna el era todo blanco y negro; era imposible decir que sus ojos eran de diferente color "Emma Carstairs"
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Su nombre completo. Eso no era muy auspicioso. Ella cruzo sus brazos sobre su pecho "Vine aqui para traerte de vuelta a abajo" ella dijo "Estas enloqueciendo a tu familia y preocupando a Jules" "Jules" el dijo cuidadosamente. "Julian. Tu hermano" "Quiero hablar con mi hermana" el dijo "Quiero hablar Helen" "Bien" dijo Emma "Puedes hablar con ella cuando quieras. Puedes pedir prestado un telefono extra y llamarla, o podemos hacer que ella te llame, o podemos usar skype, si eso es lo que quieres. Tendriamos que hablarte antes si tu no quieres empezar a gritar" "Skype?" Mark lucia como si hubieran golprado su cabeza varias veces. "Es una cosa de computadora. Ty sabe de eso. Puedes verla mientras hablas con ella" "Como el Espejo Magico de las Hadas?" "Algo como eso" Emma se movio un poco mas cerca de el, como un aninal que podria saltarle encima si se sacercara demasiado "Volvemos abajo?" "Prefiero aqui. Estaba chicando con todo alli dentro con todo el aire muerto, con todo el peso del edificio... el techo, las paredes, la piedra y el cristal. Como pueden vivir con todo eso?" "Estabas bien con eso por dieciseis aĂąos" "Apenas lo recuerdo" dijo el "Se ve como un sueĂąo" el miraba de nuevo hacia el oceano "Tanta agua" el dijo "Puedo verlo ya traves de el. Puedo ver los demonios bajando al fondo del mar. Veo a el y no se ve real" Eso era algo que Emma podia entender. El oceano habia sido que habia tomado los cuerpos de sus padres y luego devueltos, rotos y vacios. Ella sabia 224
que ellos habian sido asesinados cuando estaban dentro del agua, pero esto no ayudaba. Ella recordo las lineas del poema que Arthur habia recitado una vez, acerca del oceano: lavadas de agua, y altos barcos encontrados, y profundas muertes esperando. Eso era algo aue el oceano, detras de las olas, eran para ella. Muerte esperando. "Seguramenre son aguas de las hadas?" Ella dijo. "No cualquier mar. Y nunca es suficiente agua. La Caza Salvaje podria, algunas veces, cabalgar sin agua. Solo si estabamos muriendonos de sed Gwyn nos dejaba parar para beber agua. Y hay fuentes en lo salvaje de las Hadas, pero en ellas corrian sangre" " 'Por toda la sangre que ellos derramaron sobre la tierra, la sangre corre a traves de sus paises' " dijo Emma "No me di cuenta que era literal" "No sabia que conocias las viejas rimas" dijo Mark, mirandola con el primer interes real que ella habia visto en el desde que volvio. "La familia entera siempre ha intentado aprender todo lo que puedan acerca de las Hadas" dijo Emma, sentandose a su lado "Desde que volvimos de la Guerra oscura, Diana nos enseĂąo, incluso los mas pequeĂąos querian aprender del Pueblo de las Hadas. Por ti" "Eso podria ser una extraĂąa parte en el curriculum de un Cazador de Sombras" dijo Mark "Considerando la reciente historia" "No es tu culpa, lo que la Clave piensa de las Hadas" dijo Emma "Eres un Cazador de Sombras, y nunca fuiste parte de la traicion" "Soy un Cazador de Sombras" acordo Mark "Pero tambien soy parte del Pueblo de las Hadas, como mi hermana. Mi madre era Lady Nerissa. Ella murio antes de que nacieramos, y sin nadie que nos cuidara, le fuimos dados 225
a nuestro padre. Pienso que mi madre era gentil, una de las de mas alto puesto entre las Hadas" "Ellos te trataron mejor en la Caza Salvaje por ella?" Mark sacudio su cabeza una vez "Creo que ellos pensaban que mi padre era el responsable de su muerte. Por romper su corazon al dejarla. Eso no les hizo tratarme mejor" el puso un mechon de cabello detras de su oreja "Nada de lo que le habia hecho el Pueblo de las Hadas a mi cuerpo o mente era cruel hasta que estuve diciendo que la Clave no podria estar viniendo a encontrarme. Que ellos no enviarian grupos de rescate; Jace me lo dijo, cuando me vio en el mundo de las hadas. 'Muestrales de lo que esta hecho un Cazador de Sombras' pero de que esta hecho un Cazador de Sombras, si ellos abandonan a los suyos?" "La Consul no es todos los Cazadores de Sombras en el mundo" dijo Emma "Muchos Nephilims pensaban que estaba bien abandonarte. Y Julian nunca paro de intentar que la Clave cambiara sus pensamientos" Emma considero palmear su brazo, pero lo penso mejor. Aun habia algo salvaje a el; hubiera sido como palmear un leopardo "Lo ves, ahora estas en casa" "Estoy en casa?" Pregunto Mark, sacudiendo su cabeza, como un perro sacudiendo su cabeza "Quizas fui alejado de mi hermano" dijo el "Quizas no podria haber vuelto con el. Me siento... me siento como en un sueĂąo. Hace semanas fui llevado con la Caza y me dijeron que seria devuelto al mundo" "Te dijeron que estarias volviendo a casa?" "No" el dijo "Me dijeron que no tenia mas eleccion de que dejara Caza. Que el Rey de la Corte Unseelie lo habia demandado. Ellos me empujaron en mi caballo y me ataron las manos. Cabalgamos por dias. Ellos me dieron algo de beber, algo que me hacia alucinar e imaginar cosas que no estaban alli" el bajo su mirada a sus manos "Era tanto que no podia ser capaz de encontrar mi camino de vuelta, pero deseo que no lo hubiera hecho" el dijo "Desearia 226
haber llegado aqui como lo habia estado haciendo desde hace años, un competente miembro de la Caza Salvaje. Podria haber llegado con mis hermanos y hermanas para que me vean Alto y Orgulloso, no asustado y llorando" "Te ves muy diferente" ella dijo. Era verdad. El se veia diferente. Como si acabara de despertar de luego de estar cientos de años durmiendo, sacudiendose el polvo de siglos de sueño de sus pies. El habia estado aterrorizado; ahora sus manos estaban quietas, su expresion sombria. De repente el sonrio avergonzado. "Cuando me ordenaron revelarme a mi mismo en el Santuario. Pensaba que era otro sueño" "Un buen sueño?" Emma dijo. El suspiro, entonces sacudio su cabeza "En mis primeros dias con la Caza, cuando desobedecia, tenia que ver sueños, horrores, visiones de mi familia muriendo. Pensaba que eso era lo que estaba viendo de nuevo. Estaba aterrorizado, no por mi mismo... sino por Julian" "Pero ahora sabes que no estabas soñando. Veias a tu familia, tu hogar" "Emma. Para" el cerro sus ojos apretados como si les doliera "Te puedo decir esto porque no eres una Blackthorn. No tienes sangre Blackthorn corriendo a traves de sus venas. Habia estado en la tierra de las Hadas por años, y ese es un lugar donde la sangre mortal se vuelve fuego. Es una tierra de bestias y monstruos mas alla de lo que podrias imaginar aqui. Habia cabalgado con la Caza Salvaje. Habia escarvado un claro camino a traves de las estrellas y a traves del viento. Y ahora me pregunto si caminare en la tierra de nuevo" "Perteneces donde eres amado" dijo Emma, esto era algo que su padre habia dicho, algo que ella siempre creia. Ella pertenecia aqui porque Julian la amaba y los niños la amaban "Eras amado con las Hadas?, 227
Una sombra paso a traves de los ojos de Mark, como cortinas cerrandose en un cuarto oscuro "Queria decirtelo. Lo siento por lo de tus padres" Emma se quedo esperando por la explosion de enfermiza ira que la mencion de la muerte de sus padres por parte de cualquiera, excepto Jules, traia consigo, pero no llego. Habia algo acerca de como lo habia dicho -algo en la extraĂąa mezcla del habla formal de las Hadas y la sinceridad- que era calmante. "Lo siento por lo de tu padre" dijo ella. "Lo vi convertirse" dijo Mark "Pense que no lo veria morir en la Guerra Oscura. Esperaba que no sufriera" Un estremecimiento de sorpresa paso por su espina dorsal. El no sabia como habia muerto? Nadie se lo dijo? "El..." comenzo Emma "El estaba en medio de la batalla. Fue bastante rapido" "Eatuviste alli?"dijo el. Emma se paro sobre sus pies "Es tarde" ella dijo "Deberiamos ir a dormir" El la miro con sus espeluznantes arboles "No quieres ir a dormir" el lucia salvaje para ella de repente, savaje como las estrellas o el desierto, salvaje como todas las cosas naturales e indemitas "Tu siempre has sido una con la aventura, Emma, y no creo que haya muerte en ti, verdad? Atada a pesar de lo que eres para mi hermano poco aventurero?" "Julian no es poco aventurero" dijo Emma furiosamente "El es responsable" "Tu podrias haberme creido que son diferentes?" Emma miro a la luna, y luego de vuelta a Mark "Que estas sugiriendo?" "Me ocurre, cuando veo al oceano" el dijo "Podria ser capaz de encontrar el lugar donde las Lineas Ley convergen. Pero primero tendria que ver algunos 228
lugares, con la Caza. Ellos te dan cierta energia que solo los del Pueblo de las Hadas pueden sentir" "Que? Pero como..." "Te lo mostrare. Ven conmigo a ver el lugar. La investigacion es urgente, verdad? Podriamos encontrar al asesino" La excitasion desperto en Emma, y formo un deseo; ella trato de mantenerlo fuera de su cara, tan fuertemente como ella podia, necesitaba saberlo, tomar el siguiente paso, lanzarse a si misma en la busqueda, peleando, encontrando "Jules" ella dijo, parandose sobre sus pies "Tenemos que ir por el y llevarlo con nosotros" La espresion de Mark se oscurecio "No quiero llevarlo" Emma se quedo parada en el suelo "Entonces no iremos" dijo ella "El es mi parabatai -donde yo voy, va el" Algo centelleo en los ojos de Mark "Si tu no quieres ir sin el" el dijo "No iremos. Pero no me puedes forzar a rendirme de conseguir la informacion" "Forzarte? Mark..." su voz se rompio, exhasperada "Bien, bien. Iremos. Solo nosotros" "Solo nosotros" el repitio. Se paro sobre sus pies, sus movimientos imposiblemente rapidos y suaves "Pero primero debes probarte" El camino fuera del tejado. Ella fue hasta el borde de las tejas y se inclino. Alli estaba Mark, sosteniendose del borde del tejado del Instituto, un brazo colgando tras de el. El miro hacia arriba con una mueca feroz. Una mueca que hablaba del aire vacio y del aire frio, de la superficie ondulada del oceano, de los bordes rasgados de las nubes. Una mueca que llamaba a lo salvaje, el lado desatado de Emma, el lado que soĂąaba con fuego y batallas y sangre y venganza. 229
"Cuelga conmigo" dijo el, esta vez habia un borde de farsa en su voz. "Estas loco" ella susurro, pero el ya estaba bajando por la pared del instituto. Usando apoyos de manos y de pies que Emma no podia ver. El suelo debajo de ella. Realmente duro; Si el caia desde el techo del Instituto, bien podria morir, no habia seguro de que una iratze podria salvarlo. Ella se agacho sobre sus rodillas y le dio la espalda al oceano. Se deslizo hacia atras, sus uĂąas raspando las tejas, y entonces ella estaba colgando de las canelillas con sus manos, sus piernas colgando en el aire. Ella se aferro a la pared con sus pies desnudos. Gracias al Angel ella no usaba botas. Sus pies estaban callosos de caminar y entrenar; ella busco con sus pies a lo largo de la pared hasta que encontraron un hueco en la superficie. Ella apoyo sus pies alli, relajando el peso en sus brazos. No mires abajo. Por un largo tiempo, que Emma podia recordar, la voz en su cabeza que calma su panico habia sido la de Jules. Ella la escucho ahora, llevando sus manos hacia abajo, sus dedos aferrandose a un hueco entre dos rocas. Ella se bajo hacia abajo a si misma lentamente, un centimetro a la vez, entonces la escucho mientras encontraba otro apoyo. Ella escucho a Jules. Estas colgando de las rocas en Leo Carrillo. Solo son unos pocos pies hasta abajo en la arena suave. Donde todo es seguro. El viento tiraba el cabello contra su cara. Ella volvio su cabeza para sacudirlo lejos de su cara y se dio cuenta de que colgaba de una ventana. Luz palida viniendo detras de la cortina. La habitacion de Cristina, quizas? Siempre has sido tan cuidadosa? Mas desde la Guerra Oscura...
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Ella estaba a medio camino hasta abajo ahora, ella penso en mirar arriba, el techo alejandose. Ella empezo a bajar mas rapido, las yemas de sus dedos y dedos de sus pies descubriendo nuevos apoyos de pies y manos. Los espacios entre las rocas ayudaban, manteniendo a sus manos a sostenerse mientras ella se apoyaba y relajaba, apoyaba y relajaba, presionando su cuerpo duramente contra la pared hasta que sus pies consiguieron tocar el suelo solido. Ella se dejo ir y caer, pisando un suave monton de arena. Ellos estaban en el lado este del Instituto, dandole la cara al jardin, el pequeĂąo estacionamiento, y el mar mas lejos. Mark ya estaba alli, por supuesto, siendo blanqueado por la luz de luna y luciendo como parte del desierto, una curiosa curvatura de una nueva roca palida. Emma respiraba con fuerza mientras caminaba lejos de la pared, pero lo hacia con excitacion. Su corazon estaba martillando, sus venas tamborileando; ella podia saborear la sal en el viento, en su boca. Mark se movio molesto, sus manos en los bolsillos "Ven conmigo" el dijo volviendose lejos del Instituto, hacia la arena del desierto. "Espera" dijo Emma. Mark paro y miro sobre su hombro a ella "Armas" ella dijo "Y zapatos" ella fue hacia el auto, una rapida runa de apertura abriendo la maletera, revelando pilas de armas y equipos. Ella rebusco hasta encontro un cinturon y un par de desperdigadas botas. Ella lleno el cinturon rapidamente, deslizando en el algunos cuchillos y dagas, tomando algunos de repuesto, y metiendo sus pies en las botas. Por suerte, en la carrera de donde Malcolm, ella habia dejado a Cortana en su funda en la maletera. Ella la tomo y la colgo alrededor de su espalda antes de volver con Mark, quien silenciosamente aceoto su oferta de un cuchillo serafin y un juego de cuchillos antes de gesturizar hacia ella para que lo siga.
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Detras del estacionamiento rodeado con bajas paredes estaba el jardin de rocas, nornalmente pacifico, plantado con cactus y dotado aqui y haya con estatuas plasticas de heroes clasicos, colocados alli por Arthur. El las habia enviado de Inglaterra cuando el se mudo por primera vez y las desperdigo entre los cactus, anormalmente. Ahora alli habia algo mas, una oscura figura cubierta con sombras y con una manta negra. Mark se movio hacia ella, Emma a su lado un poco mas atras para dejarlo guiarla; y el jalo la gran manta negra. Debajo habia una motocicleta. Emma dio un pequeĂąo suspiro. No habia nada que ella no hubiera visto en una motocicleta. Era plateada y blanca, como si hubiera sido grabada a partir de un hueso. Brillaba bajo la luz de la luna, y Emma casi penso por un momento que podia ver algo a traves de ella, de la manera en que veia a traves de un glamour, sacudiendo la cabeza y con los ojos bien abiertos... "Cuando tomas algun corcel de las hadas, cuya sustacia es magica, su naturaleza cambia para adaptarse al mundo humano" dijo Mark, sonriendo a la expresion sorprendida de Emma. "Estas diciendo que esto fue una vez un caballo? Es una ponicicleta?" Dijo Emma olvidando susurrar. Su sonrisa se amplio "Hay muchas clases de corceles que cabalgan con la Caza Salvaje" Emma ya estaba junto a la motocicleta, pasando su mano justo sobre ella. El metal sintiendose como cristal liso, frio bajo sus dedos, blanco y brillante. Ella habia querido montar una motocicleta toda su vida. Jace y Clary habian montado una motocicleta juntos. Habia pinturas de eso "Vuela?" Mar asintio, y ella estaba perdida.
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"Julian podria matarme" dijo ella reflexivamente, aun acariciando la maquina. Hermosa como era, ella sintio un impulso de trepidacion al pensamiento de montarla -no habia un tubo de escape o un velocimetro, nada del equipamiento asociado con una motocicleta. "Tu no me pareces tan facil de matar" dijo Mark, el ya no estaba sonriendo, y la mirada que le daba era directa y retadora. Sin otra palabra Emma alzo su pierna sobre la moto. Ella busco agarrar las manijas, y estas se veian como si se doblaran para adaptarse a sus manos. Ella miro a Mark "Ve detras de mi" dijo "Si quieres montar" Ella sintio la moto hundirse mientras el se sentaba detras de el; sus manos agarrando sus costados suavemente. Emma exhalo, sus hombros tensandose "Esta viva" susurro Mark "Respondera a ti, si tu lo deseas" Sus manos se apretaron en las manijas. Vuela. La motocicleta se alzo en el aire y ella grito, medio en sorpresa y medio en deleite. Las manos de Mark se apretaron en sus caderas mientras ella los alzaba mas, el suelo alejandose bajo ellos. El viento corriendo alrededor de ellos. Desafiando la gravedad, la moto se disparo hacia adelante mientras Emma la urgia, inclinandose hacia adelante para comunicarle a su cuerpo lo que ella queria que hiciera. Ellos dejaron atras el Instituto, la calle que dejaban atras abriendo paso a la carretera bajo ellos. Ellos corrieron sobre todos, el viento sabiendo a sal en la lengua de Emma mientras ellos llegaban a la carrerera de la Costa del Pacifico, autos estacionados a lo largo de esta, debajo de brillantes lineas de palido dorado de los postes de luz. Ella lloro de deleite, deseando que la motocicleta fuera hacia adelante. Rapido, ve rapido. Ellos volaban sobre la playa debajo de ellos, la palida arena dorada volviendose blanca por la luz de las estrellas, y entonces estaban justo donde 233
el oceano comenzaba. La luna cubriendolo con plateado para ellos; Emma pudo escuchar a Mark gritandole algo en su oido, por un momento no habia nada mas que el oceano y la moto bajo ellos, el viento moviendo su cabello hacia atras y haciendo sus ojos llorar. Y entonces ella miro detras. En el otro lado de donde la luz de la luna lo cubria estaba el agua, azul marino en la oscuridad. La tierra era una distante linea de brillantes luces, las formas sombrias de las montaĂąas contra el cielo. Y enfrente estaba el oceano, kilometros de oceano, y Emma sintio el familiar frio del miedo, como un bloque de hielo repentinamente aplicado en su nuca y derritiendose a traves de sus venas. Kilometros de oceano, y oh, la inmensidad de este, las aguas fieras y oscuras llenas con las entidades alienigenas y monstruos que habitan alli. Imaginate cayendo en el agua y sabiendo lo que hay detras de ti, aun cuando nadas en el agua, intentando desesperadamente de volver a la superficie; el terror de darte cuenta de lo que hay bajo ti -kilometros y kilometros de desconocimiento y monstruos, negrura extendiendose en cualquier direccion y el fondo del oceano muy lejos bajo ti- podria llevar tu mente aparte. La moto se estremecio debajo de sus manos, rebelandose. Ella mordio duro su labio, llevando sangre a la superficie, enfocandose en el momento. La moto giro de vuelta bajo sus manos, y se disparo hacia la playa. Rapido, Emma le urgia, repentinamente desesperada por sentir tierra firme bajo ella. Ella penso que podia ver sombras moviendose bajo la superficie del mar. Ella penso en las historias de marineros cuyos barcos habian sido hundidos en el mar por ballenas o monstruos de mar. De pequeĂąas artesanias de barcos destruidos po demonios de mar, sus marineros alimentando a los tiburones... 234
Ella tomo una respiracion, la moto saltando bajo ellos, momentaneamente perdiendo el agarre en la manija. Ellos fueron lanzados hacia abajo. Mark grito mientras ellos eran disparados por las olas hasta la playa. Los dedos de Emma aferrandose y adaptandose a la manija de nuevo, ella tomo con fuerza la manija mientras la rueda delantera tocaba la arena, y entonces la moto estaba aterrizando de nuevo, rosando por la playa, cuidando de no pasar sobre la carretera delante de ellos. Ella escucho a Mark reir. Era un sonido salvaje; Ella podia escuchar el eco de la Caza en ella, el rugido de los cuernos y el golpeteo de los cascos. Ella respiro el frio y limpio aire: su aire azotandola detras de ella. Aqui no habia reglas. Aqui era libre. "Te probaste a ti misma, Emma" dijo Mark "Podrias cabalgar con Gwyn, si lo eliges" "La Caza Salvaje no admite mujeres" seĂąalo Emma, su voz saliendo rasgada de su boca por el viento. "La regla mas tonta de ellos" dijo Mark "Las mujeres son tan feroces como los hombres" el seĂąalo a la bahia, hacia las lineas de montaĂąas que corrian a lo largo de la costa "Vamos hacia alla. Te llevare a la convergencia"
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Capítulo 9 –Unidos por el océano No se sorprendia que Jace Herondale hubiera saltado a la primera oportunidad de volar una motocicleta, penso Emma. Era una vista completamente diferente de las del mundo. Ella y Mark sobrevolaban sobre la carretera norte, pasando las enormes mansiones con piscinas que estaban por encima del oceano, castillos alzandose sobre cañones y peñascos, sumergiendose hasta abajo una vez para ver alguna fiesta en el patio de alguien, completadas con las brillantes linternas multicolores. Mark la guio desde detras suyo con sus manos sobre las muñecas de ella; el viento corriendo alrededor de ellos demasiado fuerte como para poder escuchar su voz. Habian pasado sobre un puesto nocturno de comida marina, musica y luces fuertes saliendo de las ventanas. Emma habia estado alli antes, recordo estar sentada en una mesa de picnic con Jules, comiendo ostras fritas con salsa tartara. Docenas de Harley Davidsons estaban estacionadas fuera del restaurant, Emma penso que ninguna de ellas podia volar. Emma sonrio para si misma, incapaz de ayudar, sintiendose borracha de la altura y el aire frio. Mark jalo de su muñeca derecha. Un estiramiento suave de arena derramandose hacia la playa, alzandose a medio camino en altos pequeñascos. Emma jalo tanto de la moto que estuvieron cerca de estar vertical, subiendo por el lado del peñasco. Ellos pasaron sobre el borde del acantilado y salieron disparados hacia adelante, las ruedas raspando con los cardos de California que crecian en la hierba alta. Una pared de granito se cernia en frente de ellos, un domo como una colina sobre el peñasco. Emma se inclino hacia atras, preparada para voltear la moto, pero Mark estaba alrededor de ella, su voz en su oido "Para! Para!"
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La moto patino justo hasta detenerse mientras ellos pasaban el enredo de mala hierba creciendo al borde del acantilado. Dentro del borde de abrustos costeros crecia hierba que subia por la baja colina de granito. La grama tenia huecos en algunos lugares, como si hubieran caminado sobre ella, y en la distancia, a la derecha del estrecho de hierba, Emma podia ver una sucia carretera de tierra bajando desde la colina hacia la carretera. Emma se deslizo a si misma fuerra de la motocicleta. Mark la siguo, parandose alli por un momento, el mar un brillo en la distancia, la colina alzandose oscura frente a ellos. "Conduces muy rapido" dijo Mark Emma tomo y acomodo la funda de Cortana donde esta colgaba de su hombro "Suenas como Jules" "Me trajo recuerdos" dijo Mark, moviendose para pararse a su lado "Se sintio como si volara con la Caza de nuevo, y saboree la sangre del viento" "Bien, suenas como Julian drogado" murmuro Emma. Ella miro alrededor "Donde estamos? Aqui es la convergencia de las Lineas Ley?" "Alli" Mark seĂąalo a una entrada oscura en la colina. Mientras ellos se movian hacia alli, Emma movio su mano para tocar el mango de Cortana. Algo acerca del lugar estaba dandole escalofrios... quizas simplemente era el poder de la convergencia, pero mientras ellos se acercaban a la cueva, y el viento rosaba su nuca, ella lo dudaba. "La grama esta alta" dijo ella, seĂąalando un lugar alrededor de la entrada con un movimiento de la mano "Trampas. Alguien ha estado caminando por aqui. Un monton de veces. Pero no hay huellas frescas en la carretera" Mark miro alrededor, con la cabeza inclinada hacia atras, como un lobo olfateando el aire. Sus pies aun estaban descalzos, pero el no parecia tener
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problemas para caminar en el suelo rocoso, pisando los cardones y rocas rasposas que se veian entre la hierba. Hubo un trino alto y brillante. El telefono de Emma sonando. Jules, penso Emma, y lo saco fuera de su bolsillo. "Lo encontre" dijo Emma mirando alrededor hacia Mark. El parecia estar examinando la grama que crecia alrededor de la entrada de la cueva "Estamos en la convergencia" "Que? Estan alli? Es peligroso?" "No aun" dijo Emma mientras Mark entraba en la cueva "Mark!" Ella lo llamo "Mark, no... Mark!" La conexion del telefono se cayo. Maldiciendo, Emma saco de su bolsillo su piedra de luz. Ella la encendio, suave y brillante, lanzando rayos de luz a traves de sus dedos. Esta ilumino la entrada de la cueva. Ella entro alli, maldiciendo a Mark debajo de su respiracion. El estaba dentro de la cueva, mirando abajo a las mismas flores, creciendo entre las suaves y secas rocas "Atropa Belladona" el dijo "Significa 'Hermosa Dama'. Es venenosa" Emma hizo una cara "Crece alrededor de aqui con normalidad?" "No en esta cantidad" el se inclino para tocar una. Ella detuvo su muĂąeca. "No" ella dijo "Dijiste que era venenosa" "Solo si la tragas" el dijo "No te ha enseĂąado en Tio Arthur acerca de la muerte de Augustus?" "Nada de lo que haya trabajado duro para olvidar" Mark se tenso, y ella lo dejo ir. Ella flexiono sus dedos. Habia una fuerza tirante en sus brazos. 238
Mientras el se movia dentro de la cueva, la cual comenzaba a abrirse en un tunel, y ella no podia ayudarlo, ella recordo la ultima vez que lo habia visto, antes de haber sido tomado por Sebastian Morgenstern. Sonriendo, con sus ojos azules y los mechones de su palido cabello cayendo sobre las puntas de sus puntiagudas orejas. Estrechos hombros, o al menos como ella, de doce años, podia recordarlo. Ciertamente el habia sido mas grande que Julian, mas alto y estrecho que todos ellos. Crecido. Ahora, caminando en frente de ella, el se veia como un niño salvaje, su cabello brillando en la luz. El se movia como una nube a traves del cielo, vapor a la merced del viento que podria llorar si lo cortas. El se desvanevio alrededor de una roca doblada, y Emma casi entrecerro sus ojos a la imagen de una Mark borroso. Ella fue arrastrada al pasado al recuerdo de la muerte de sus padres, y tu podrias quedarte en el pasado si lo dejabas mientras trabajabas. Y ella era una Cazadora de Sombras. Ela siempre estaba trabajando. "Emma!" Mark la llamo, su voz haciendo eco en las paredes "Ven y mira esto" Ella corrio detras de el dentro del tunel. Este se abria a una habitacion circular rodeada de metal. Emma se dio una vuelta sobre sus pies en un lento circulo, mirando fijamente. Ella no estaba segura de lo que esperaba, pero no algo que veia en el interior de una cueva oculta del oceano. Las paredes eran de bronce, cubiertas con extraños simbolos, una mezcla extraña de idiomas: algunos demoniacos, otros antiguos pero humanos -ella reconocio los signos griegos y en latin, unos pocos pasajes de la Biblia... Dos enormes puertas de vidrio, como portales, estaban puestas en las paredes, cerradas y atornilladas con tornillos. Un extraño ornamento de metal habia sido puesto en la pared entre ellas. A traves del cristal, Emma solo podia ver oscuridad surgiendo, como si estuviera debajo del mar. 239
No habian muebles en la habitacion, pero un circulo de simbolos, hechos con tiza, estaba dibujado sobre el piso de roca. Emma saco su telefono del bolsillo y conenzo a tomar fotos. El destello haciendolas ver espeluznantes en la penumbra. "Por favor salgamos" dijo ella halagadoramente "Si hay alguna clase de hechizo magico y te asesina, explicarselo a Jules sera incomodo" Hubo un leve reflejo de luz mientras Mark caminaba fuera del circulo " 'Incomodo' seria quedarse corto" "Ese es el punto" dijo Emma "Eso es el porque es gracioso" ella puso la mirada en blanco "No lo pienses" "Lei una vez que explicar un chiste es como diseccionar una rana" el dijo "Descubres como trabaja, pero la rana muere en el proceso" "Quizas podriamos salir de aqui antes de murieramos en el proceso. Tome algunas fotos con mi telefono. Pero..." "Encontre esto" el dijo y le mostro un cuadrado de cuero "Encontre esto a lo largo del circulo con otras y objetos que se veian como" el fruncio el ceĂąo "Dientes rotos" Emma tono el objeto fuera de las manos de Mark -era una billetera, una billetera de hombre, semi-quemado en los bordes "No vi nada" ella dijo "El circulo parecia vacio" "Hechizo de glamour. Lo senti cuando pase a traves de el" Ella abrio la billetera, y su corazon dio un vuelco. Presionado debajo del plastico habia una licencia de conducir con una foto familiar. El hombre cuyo cuerpo ella habia encontrado en el callejon. Habia dinero en la billetera y algunas tarjetas de credito, pero sus ojos estaban fijados en la licencia de conducir y su nombre; Stanley Albert Wells. 240
El mismo largo y canoso cabello y la cara redonda, ella recordo, solo que esta vez sus facciones no estaban contraidas y cubiertas con sangre. La direccion habia sido quemado hasta la ilegibilidad, pero su numero y otras informaciones personales eran claras. "Mark! Mark!" Emma agito la billetera sobre su cabeza "Es una pista. Una pista actual. Creo que te amo" Las cejas de Mark se alzaron "Con las Hadas, si dices eso, tendriamos que comprometernos de verdad, y tu tendrias que empujar un geas sobre mi por lo que no podria perderte o yo podria morir" Emma metio la billetera en su bolsillo "Bien, es solo una expresion que significa 'Me gustas mucho' o 'Gracias por encontrar esta billetera cubierta de sangre seca' " "Que especificos son ustedes los humanos" "Eres un humano, Mark Blackthorn" Un sonido hizo eco a traves de la habitacion. Mark alzo su vista mas alla de ella y luego alzo la cabeza. Emma pudo imaginar sus puntiagudas orejas moviendose hacia el sonido y suprimio una sonrisa. "Afuera" el dijo "Hay algo afuera" Su incipiente sonrisa desparecio. Ella se deslizo del vuelta al tunel, metiendo la piedra dr luz magica en su bolsillo para disminuir la iluminacion. Mark cayo sobre sus pies a su lado mientras ella dibujaba con su estela con su mano izquierda, dibujando numerosas runas rapidamente sobre su brazo derecho -fuerza, insonoridad, paso ligero, ira en batalla. Ella se volvio hacia Mark mientras se acercaba a la entrada, su estela estaba afuera, pero el sacudio su cabeza. No, sin runas.
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Emma deslizo su estela de vuelta en su cinturon. Habian llegado a la entrada de la cueva. Hacia frio alli, y ella podia ver el cielo, dotado de estrellas, y el pasto, plateado bajo la luz de la luna. El suelo en frente de la entrada lucia liso y vacio. Emma no podia ver nada que no fuera grama y cardones, aplastasdos como si hubieras sido pisados por botas, siendo asi por todo el camino hasta el borde del peĂąasco. Habia una clase de sonido musical en el aire, como el zumbido de insectos. Ella escucho la manera en que Mark tomaba una respiracion detras de ella. Luz centellando mientras hablaba "Remiel" El cuchillo serafin brillo con vida. Y cono si la luz del cuchillo alejara el glamour, de repente, ella pudo verlos. Silbando y chillando a lo largo de la grama. Demonios. Ella batio libre a Cortana tan rapido como pudo como si esta saltara en su mano. Alli habian docenas de ellos, desperdigados entre la entrada de la cueva y el acantilado. Ellos lucian como enormes insectos: mantis religiosas, para ser exactos. Cabezas triangulares, cuerpos alargados, inmensos brazos alargados y acanalados con espadas de quitina, afiladas como navajas de afeitar. Sus ojos eran aguiluchos, planos y lechosos. Ellos estaban entre ella, Mark y la motocicleta. "Demonios Mantis" susurro Emma "No podemos luchar con todos ellos" ella miro hacia Mark, su cara iluminada por Remiel "Tenemos que llegar hasta la moto" Mark asintio "Ve" el dijo. Emma salto hacia adelante. Cayendo como un gato en el momento en que sus botas pisaron la grama: una ola de frio que se veia como en camara lenta. Una de las Mantis se volvio hacia ella, arremetiendo con la espada de sus 242
picudos brazos. Ella doblo sus rodillas y salto, alzandose en el aire mientras ella cortaba hacia abajo, separando la cabeza de la mantis de su cuerpo. Icor verde se esparcio. Ella cayo y rodo hacia adelante en el suelo mientras el cuerpo de la Mantis caia y se desvanecia, siendo succionada de vuelta a su dimension. Un borron de luz paso en su vision periferica. Ella se volvio y corto de nuevo, pasando la punta de Cortana por el torax de otra Mantis. Ella jalo la espada hacia abajo, cortando de nuevo, viendo como la Mantis se destruia delante de ella. Su corazon estaba tamborileando en sus oidos. Esto era para lo que el cuchillo estaba hecho, el momento para todo lo que ella habia entrenado, todas las horas, la pasion, y la ira corriendo por su cuerpo en un unico punto de enfoque y determinacion. Asesinar demonios. Eso era lo que importaba. Mark era apenas visible, su cuchillo serafin brillando sobre el pasto alrededor de el. El corto atraves de una mantis, cortando algunos brazos. Este se estremecio, chillando, aun vivo. La cara de Mark se arrugo con disgusto. Emma corrio hacia un monton de rocas, saltando sobre ellas y cortando hacia abajo, rebanando el cuerpo de la mantis a la mitad. Se desvanecio mientras ella caia en frente de Mark. "Era mi turno de despacharlo" el dijo con una mirada fria. "Confia en mi" dijo Emma "Hay muchos" ella lo acaricio con su mano libre y seĂąalo alrededor. Cinco Mantis estaban caminando hacia ellos desde el borde de granito de la colina "Mata esos" ella dijo "Ire por la moto" Mark salto hacia adelante con un grito como un cuerno de cazeria. El corto las piernas y los brazos de unas mantis, desmembrandolos; Ellos cayeron alrededor de el, desperdigando icor verde. Apestaba como gasolina ardiendo. Emma comenzo a correr por el peĂąasco. Demonios surgiendo a su alrdedor mientras ella corria. Ella cortaba hacia donde ellos aparecian, el tejido 243
conectivo que sostenia las quitanas eran delgadas, cortando cabezas de torax, piernas de cuerpos. Sus jeans y el cardigan cubiertos con sangre. Ella derrapo alrededor de una mantis caida, deslizandose hacia el borde del peĂąasco... Y se congelo. Una mantis estaba alzando la moto en sus brazos. Ella podia jurar que le estaba sonriendo, su puntiaguda cabeza abriendose para revelar afilados dientes, mientras apretaba la moto entre sus acanalados brazos, rompiendola en piezas. Metal gritando y chirriando, la Mantis chillo en disfrute mientras la maquina caia aparte, las piezas cayendo dolorosamente a un lado del peĂąasco, llendose con la esperanza de Emma de una escapada facil. Ella miro a la mantis "Eso" ella dijo "Fue un realmente dulce paseo" ella tomo un cuchillo de su cinturon y lo lanzo. Este se clavo en el cuerpo de la Mantis, separando el torax del protorax. Icor saliendo de la boca de la Mantis mientras esta caia hacia atras, estremeciendose, su cuerpo siguiendo el camino de la moto por el lado del peĂąasco. "Asqueroso" murnuro Emma mientras ella se acercaba a el borde. Ella odiaba lanzar los cuchillos para matar a los enemigos, mas que todo porque odiaba tener que ir a recuperarlos. Ella tenia tres mas en su cinturon, un cuchillo serafin y a.Cortana. Ella sabia que no estaban ni cerca de matar a la docena de Mantis que aun quedaban y se acercaban por el pasto. Pero era lo que que ella tenia. Lo que ella tendria que hacer. Ella podia ver a Mark, inclinando su cara desde la colina y encaramado en un afloramiento, cortando con su cuchillo. Ella comenzo a correr hacia el. El esquivo un brazo amarrado, haciendo un arco con Cortana para cortar la extremidad mientras ella corria. Ella escucho a la Mantis chillar de dolor. 244
Una de las Mantis habia llegado hasta Mark, una de sus patas delanteras agarrandolo. El llevo a Remiel hacia abajo, con fuerza, separando su cabeza y este colapso, una segunda Mantis aparecio, su quijada mordiendo hacia el cuchillo. Este callo hacia atras, chillando en sus altos chillidos de insecto. Estaba muriendo, pero se habia llevado a Remiel con el. Ambos desaparecieron en un charco chisporroteante de Icor y Adamas. Mark habia usado todas las armas que Emma le habia dado. Ella presiono su espalda contra el granito mientras otra Mantis se acercaba. El corazon de Emma latia en su garganta. Ella se lanzo corriendo hacia adelante, impulsandose a si misma contra la pared, luchando hacia Mark. Una inmensa Mantis alzandose frente a el. El llego hasta su garganta mientras el se inclinaba hacia el, sus mandibulas abriendose, ella quizo gritarle que se retrocediera. Que se alejara. Algo brillo entre sus dedos. Una cadena de plata, la brillante cabeza de flecha bailando. El la llevo hacia adelante hacia la cabeza de la Mantis, cortando sus saltones ojos blancos. Fluido lechoso saliendo disparado. Este se movio hacia atras, gritando, mientras Emma caia al lado de Mark y fulminando con Cortana hasta cortarlo por la mitad. Mark devolvio la cadena alrededor de su cuello devuelta debajo de su camisa mientras Emma juraba y ponia su cuchillo serafin en su mano. Icor corria hacia abajo en el filo de Cortana, quemando su piel. Ella apreto sus dientes e ignoro el dolor mientras Mark alzaba su nuevo cuchillo. "Nombralo" dijo Emma, respirando rapido, y tomando un cuchillo de su cinturon. Ella lo apreto en su mano derecha, Cortana en la izquierda. Mark asintio "Raguel" el dijo y el cuchillo exploto con luz en su mano. Las Mantis rechinaron, inclinandose hacia abajo y alejandose del brillo. Y Emma salto en la roca.
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Ella callo, moviendo a Cortana y el cuchillo alrededor de ella como las aspas de un helicoptero. El aire se llenaba con los chillidos de las Mantis mientras las espadas de Emma conectaban con quitinas y carne. El mundo se movia lento. Ella aun caia. Ella tenia todo el tiempo del mundo. Ella se lanzo hacia afuera, Cortana en su mano izquierda y el cuchillo en la derecha, separando cabezas del torax, torax de mesotorax, cortando a traves de quijadas de dos mantis para dejarlas ahogarse en su propia sangre. Un brazo se acerco a ella. Ella lo corto con un corte en arco de Cortana. Cuando ella toco el suelo, seis cuerpos de Mantis cayeron despues de ella, cada uno cayendo con un ruido sordo y desvaneciendose. Solo los brazos quedaban, pegados al suelo como una extraĂąa planta de cactus. Las mantis restantes estan alrededor en un circulo, silbando y haciendo click, pero aun sin atacar. Ellos se veian confundidos, como si aun sus pequeĂąos cerebros no hubieran analizado que estaban en serio peligro. Uno de ellos habia perdido su brazo. Emma miro hacia Mark. El aun estaba balanceandose en la roca encaramado -ella no podia culparlo; el estaba en una excelente posicion para atacar. Mientras ella observaba, una mantis salto hacia ellos, deslizando unos de sus brazos acanalados a traves de su pecho; el llevo a Raguel hacia abajo, cortando su abdomen. Este rugio, tambaleandose hacia atras. En el brillo del cuchillo serafin, Emma pudo ver sangre manchando a traves del pecho de la camisa de Mark, negro rojizo. "Mark" ella susurro. El salto con gracia. Cortando a la Mantis por la mitad. Esta cayendo en dos partes mientras la noche explotaba con luz.
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Un auto aparecio desde la carretera y se metio en medio del claro. Un familiar Toyota rojo. Las luces delanteras brillando a traves de la oscuridad, deslizandose por el campo, iluminando las Mantis. Una figura se agachaba en el techo, una brillante ballesta guindado en su hombro. Julian. El auto se disparo hacia adelante, y Julian salto sobre sus pies, tomando la ballesta. Esta era una intrincada arma, la ballesta de Julian, capaz de disparar multiples flechas rapidamente. El giro hacia los demonios, disparando una flecha y luego otras, todas ellas mientras se mantenia en el techo del auto como un surfista, sus pies firmemente plantado mientras el auto saltaba y se movia por el suelo rocoso. Emma se sintio orgullosa. Las personas a veces pensaban que Julian no podria ser un guerrero por ser gentil, gentil con sus amigos y familiares. Las personas estaban equivocadas. Cada una conectaba, cada una se clavaba en el pecho de un demonio. Las flechas tenian runas; cuando se clavaban en el cuerpo de una Mantis, esta explotaba con silenciosos gritos. El auto chirrio a traves del claro. Emma vio a Cristina frente al volante, su mandibula
apretada.
Los
demonios
Mantis
estaban
dispersandose,
desvaneciendose en las sombras. Cristina cambio la velocidad, y el auto atropello algunos de ellos, aplastandolos. Mark salto de la roca, aterrizando de cunclillas, y despachando un crispante y retorciente demonio. Cortando con su cuchillo su puntiaguda cabeza y haciendolo caer al suelo. Mientras el demonio se desvanecia en un mojado y pegajoso sonido, Mark colapso sobre sus rodillas, su cuchillo serafin cayendo a su lado.
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El auto salto alto. Cristina justo habia abierto la puerta del conductor cuando una Mantis habia cortado por debajo de una de las ruedas. Saltando hacia Mark. Julian grito alto, saltando del techo del auto. La Mantis se estaba acercando a Mark, quien estaba buscando por la cadena en su cuello. La energia paso a traves de Emma, como un golpe de cafeina. La presencia de Julian haciendola mas fuerte. Emma pateo el brazo lejos de enfrente de ella y lo arrojo. Este volo a traves del aire, rotando como una helice, y golpeando el cuerpo de la Mantis con un grueso golpe. El demonio grito en agonia y desaparecio en una nube de icor. Mark cayo de nuevo en el pasto. Julian estaba agachandose junto a el, Emma ya corriendo. Jules tenia su estela afuera "Mark" el dijo mientras Emma se le les acercaba "Mark porfavor" "No" dijo Mark batiendo lejos las manos de su hermano "Sin runas" el se levanto a si mismos sobre sus rodillas, luego sobre sus pies, y se paro balanceandose "Sin runas, Julian" el miro hacia Emma "Estas bien?" "Estoy bien" dijo Emma envainando a Cortana. El enfriamiento de la batalla habia llegado, dejandola sintiendose a punto de desmayarse. En la luz de la luna los ojos de Julian eran de un congelante azul. El estaba en su equipo, su cabello meciendose con el viento, su mano derecha sosteniendo el mango de su ballesta. El puso su mano sobre su cara, su mirada cambiando con esta. Ella podia ver el cielo nocturno en sus pupilas "Bien?" El hizo eco, su voz sonando rasposa "Estas sangrando" Ella bajo su brazo. Sus dedos estaban cubiertos con sangre. Su mano libre fue a su mejilla, ella sintio el rugoso corte, la sangre. El pinchazo "No me
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habia dado cuenta" ella dijo y las palabras salieron: "Como nos encontraton? Jules, como supieron donde fuimos?" Antes de que Julian pudiera responder, la Toyota encendiendose con un rugido, dando la vuelta, y moviendose hacia ellos. Cristina se asomo desde la ventana del conductor, su medallon brillando en su garganta "Vamonos" ella dijo "Es peligroso aqui" "Los demonios no se han ido" coincidio Mark "Solo los retrasamos" Mark no estaba equivocado. La noche a su alrededor estaba viva con sombras moviendose. Ellos se metieron apresuradamente en el auto; Emma junto a Cristina, Mark y Julian en el asiento de atras. Mientras el auto corria alejandose de la cueva, Emma metio su mano en el bolsillo de su cardigan para sentir el duro cuadrado de cuero. La billetera. Aun estaba alli. Ella sintio una explosion de relajasion. Ella estaba alli, con Julian a su lado, la evidencia en sus manos. Todo estaba bien. *** "Necesitas una iratze" dijo Julian "Mark..." "Manten esa cosa alejada de mi" dijo Mark en un intento de voz baja, mirando a su hermano y a la estela en su mano "O saltare por la ventana de este vehiculo en movimiento" "Estas sangrando" dijo Julian "Sobre todo el auto" Emma se volvio sobre su asiento para mirarlos. La camisa de Mark estaba cubierta de sangre, pero el no se veia como si sintiera mucho dolor. Su mirada oscilo con molestia "Aun estoy protegido por la magia de la Caza Salvaje" el dijo "Mis heridas sanan rapidamente. Necesitas preocuparte de tus propios problemas" el tomo el borde de su camisa y limpio la sangre de el
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pecho; Emma obtuvo una rapida mirada de su piel palida tensa sobre un duro estomago, y los bordes de viejas cicatrizes. "Fue bueno que llegaran cuando lo hicieron" ella se volvio para mirar a Cristina y luego a Julian "No se como se figuraron que estaba pasando, pero..." "No lo hicimos" dijo Julian cortandola "Luego de que le colgaras a Cristina checamos el GPS de tu telefono y nos dimos cuenta de que estaban alli. Hubiera sido extraĂąo no seguirlos" "Pero no sabian que estabamos en problemas" se dio cuenta Emma "Solo que estabamos en la convergencia" Cristina le dio una expresiva mirada. Julian no dijo nada. Emma se quito el cardigan y busco en el bolsillo de esta, transfiriendo la billetera de Wells del cardigan al bolsillo de sus jeans. La batalla trajo una serie de entumecimientos, la falta de conocimientos de las heridas que se habia traido consigo. Los dolores estaban viniendo ahora, y ella se retorcio mientras arremangaba las mangas de su brazo, una larga quemadura corriendo desde su codo a su muĂąeca, nero rojizo a los bordes. Ella miro por el retrovisor y vio a Jules registrando la herida, ella se inclino hacia adelante "Puedes estacionar aqui, Cristina?" Julian infaliblemente cortes. Ella trato de sonreirle a traves del retrovisor, pero el no la estaba mirando. Cristina se metio en un costado de la carretera y en el lote de estacionamientos del puesto de comida marina que Emma y Mark habian sobrevolado mas temprano. Un inmenso anuncio de neon que decia EL TRIDENTE DE POSEIDON colgaba sobre la entrada del edificio. Los cuatro se bajaron del auto. El lugar estaba casi vacio a exepcion de unas pocas mesas largas de picnic y unos pocos campistas a los costados de la carretera, bebiendo de termos de cafe y comiendo de platos de ostras fritas. 250
Cristina insistio en ir adentro y pedir algo de comida y bebida para ellos; despues de unos momentos de argumento, ellos la dejaron ir. Julian lanzo su chaqueta en una mesa, sentandose en ella "Hay una ducha al aire libre rodeando hacia atras" el dijo "Y algo de privacidad. Vayamos" "Como lo sabes?" Dijo Emma divertida mientras rodeaban el edificio. El no respondio. Ella podia sentir su ira, no tan solo en la manera que la miraba, aino tambien en un apretado nudo debajo de sus costillas. El sucio camino que rodeaba el estacionamiento abierto se abria a un area con un anillo de basureros. Habia un inmenso fregadero doble y -como Julian prometio- una larga ducha abierta y equipada con pilas a sus lados. Mark cruzo la arena hasta las duchas y dio vuelta a la llave. "Espera" dijo Jules "Iras a..." El agua empezo a salir, empapando a Mark instantaneamente. El inclino la cabeza hacia atras para que el agua le cayera en la cara como si estuviera bajo una cascada narural y no en una odiosa ducha en una noche caliente. "...mojarte" Julian cepillo con sus dedos su enrededado cabello. Cabello color chocolate, Emma habia pensado cuando era mas joven. Las personas pensaban que el cabello marron era aburrido, pero el de el no lo era; habia pedazos de dorando en el de Julian y motas de cafe. Emma fue hasta la ducha y dejo caer el agua sobre su brazo, el agua chapoteando hacia su cara y cuello, limpiando el icor. La sanre de demonio era toxica; esta podria quemar tu piel y era mala idea si te caia en la boca o en los ojos. Mark salio de la ducha y camino alejandose, el agua goteando de el. El lucia como si estuviera incomodo -sus jeans colgando en el, mientras lo hacia su camisa. Su cabello estaba aplastado contra su cuello.
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Sus ojos encontraron los de ella. Frio azul ardiendo y y congelado dorado. En ellos Emma pudo ver lo salvaje de la Caza: lo vacio y libre de los cielos. Esto la hizo estremecerse. Ella vio hacia Julian mirandola enojado. El le dijo algo a Mark quien asintio y desaparecio alrededor del edificio. Emma quiso cerrar la llave del agua, temblando: habia una quemadura en la palma de su mano. Ella busco su estela. "No" dijo la voz de Jules, y alli estaba una caliente presencia atras suyo de repente. Ella tomo el borde de la llave y cerro sus ojos, sintiendose momentaneamente mareada. El calor del cuerpo de Jules era palpable arriba y abajo en su espalda "Dejame" Las runas de curacion -cualquier runa- echa por tu parabatai funcionaba mejor, amplificada por el hechizo de atadura. Emma se volvio, su espalda contra la ducha. El estaba tan cerca de ella que tuvo que volverse tan cuidadosamente para no rebotar contra el. El olia como fuego, clavos y pintura. Piel de gallina explotando a traves de su piel cuando el toco su brazo, sosteniendo su muĂąeca, poniendo su estela sobre su piel con la mano libre. Ella podia sentir las yemas de sus dedos trazando con su estela sobre la sensible piel de su brazo. Su piel era dura y callosa, rasposa con terpentina. "Jules" ella dijo "Lo siento" "Sentirlo porque?" "Por ir a la convergencia sin ti" ella dijo "No trate de..." "Por que lo hiciste?" El dijo, y la estela comenzo su viaje por su piel, dibujando una runa de sanacion "Por que te fuiste solo con Mark?"
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"La motocicleta" dijo Emma "Solo podia llevar dos. La motocicleta" ella dijo de nuevo, a la expresion en blanco de Julian, recordando a la Mant destrozandola en sus largos y acanalados brazos. "Bien" dijo ella "El corcel de Mark? El del que el convoy de las hadas habia hablado en el Santuario? Es una motocicleta. Pero una de las Mantis la destruyo, supongo que ahora es una ex-motocicleta" La iratze estaba terminada. Emma bajo su brazo, mirando como la herida se sanaba sola, cerrandose como una costura. "Aun asi no llevabas uniforme" el dijo, su voz sonaba tranquila, decidido, peros sus dedos estaban temblando cuando guardo la estela "Sigues siendo humana, Emma" "Estaba bien..." "No puedes hacerme esto" el dijo y las palabras sonaban como si hubieran estado atrapadas en el fondo del oceano. Ella se congelo "Hacer que?" "Soy tu parabatai" el lo dijo como si fuera la palabra final, y de alguna forma, lo era "Le estabas dando la cara a... dos docenas de demonios mantis? Si Cristina no te hubiera llamado..." "Hubiera luchado contra ellos" ella dijo odiosamente "Me alegra que hayan llegado, gracias, pero hubiera conseguido la forma de salir de allli..." "Quizas!" Su voz se alzo "Quizas podrias haber, quizas podrias haberlo hecho. Pero que si no lo hacias? Que si morias? Eso me mataria, Emma, podria matarme. Sabes que sucederia..." El no termino la oracion. Sabes que le sucede a alguien cuando su parabtai muere.
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Ellos se enderezaron, mirandose fijamente el uno al otro, respirando duramente "Donde tu fuiste, lo senti aqui" Emma dijo finalmente, tocando la parte superior de su brazo, donde su runa parabatai estaba grabada "Lo sentiste?" Ella puso su manos sobre el frente de su camiseta, sintiendo el calor de su cuerpo. La runa parabatai de Julian estaba sobre su clavicula, cerca de cinco centimetros sobre su corazon. "Si" el dijo, sus cejas moviendose mientras su mirada seguia el trazo de sus dedos "Duele cuando estoy lejos de ti. Se siente como una daga clavada bajo mis costillas, y hay algo empujando desde el otro lado. Como si estuviera atado a ti, sin importar la distancia" Emma inhalo profundamente. Ella estaba recordando a Julian, de catorce aĂąos, saltando en el circulo de fuego en la Ciudad Silenciosa, donde las ceremonias parabatai eran celebradas. La mirada en su rostro mientras ellos caminaban en el circulo central y el fuego se alzaba a su alrededor, y el desabotonando su camisa para dejarla tocar su piel con la estela y dibujar la runa que podia atarlos juntos para toda la vida. Ella sabia que si solo movia la mano ahora, ella podia tocar la runa recortada contra su pecho, la runa que ella habia puesto alli... Ella toco su clavicula, sintiendo el calor emanando de su piel a traves de su camiseta. El entrecerro los ojos, como si su toque doliera. Porfavor no estes enojado, Jules, ella penso. Porfavor. "No soy una Blackthorn" ella dijo, su voz rasgada. "Que?" "No soy una Blackthorn" ella dijo de nuevo. Las palabras dolian al decirlo; Ellos vienen de un profundo lugar de verdad, una que ella le dolia ver mas de cerca "No tenia que quedarme en el Instituto, me quede por ti, porque somos parabatai, entonces ellos tenian que dejarme quedarne. El resto de ustedes
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no tenian que probarse para que los devolvieran. Yo lo hice. Todo lo que hago es... es una prueba" El rostro de Jules habia cambiado; el estaba mirando abajo hacia ella bajo la luz de la luna, el arco de Cupido que partia sus labios. Sus manos se alzaron y tomaron gentilmente la parte alta de sus brazos. A veces, penso Emma, era como si ella fuera un cometa, y Jules su aviador: Ella volando a traves del cielo, y el manteniendola atada al suelo. Sin el, ella podria estar volando en las nubes. Emma alzo la cabeza. Ella podia sentir su respiracion en su cara. Habia algo en sus ojos, algo roto abriendose, no como una grieta en una pared pero si como una puerta abriendose, y ella podia ver la luz. "No te estoy probando, Emma" el dijo "Tu ya me has probado todo" Hubo algo salvaje en la sangre de Emma, el deseo de agarrar a Julian, de hacer algo, algo, apretar sus manos en las de el, empujar sus brazos alrededor de el, por el dolor de ambos, hacelos sentir el mismo sentimiento de desesperacion por encontrar. Ella no podia entenderlo, y eso la aterrorizaba. Ella se movio a un lado, gentilmente rompiendo el apoyo de Julian en ella "Podriamos volver con Mark y Cristina" ella dijo "Han estado solos un rato" Ella se volvio lejos de el, no sin antes ver las expresion de su cara callada, una puerta cerrandose. Ella sintio un hueco en su estomago, la intachable certeza de que no importa cuandos demonios ella haya matado esa noche, sus nervios le habian fallado cuando ella necesito de mas. *** Cuando ellos volvieron al frente del restaurant encontraron a Mark y Cristina sentados a la cabeza de una mesa de picnic, rodeados por cajas de carton de patatas fritas, rollos de mantequilla, almejas fritas y tacos de pescado. 255
Cristina estaba sonsteniendo una soda de lima y sonreia por algo que decia Mark. El viento del oceano habia secado el cabello de Mark. Este se pegaba alrededor de su cara, brillando tanto que el lucia mas como una Hada y solo un poco como un Nephilim. "Mark me estaba contando de la batalla en el punto de la convergencia" dijo Cristina mientras Emma se sentaba en la mesa y tomaba una papa. Julian se sento despues de ella y destapo una soda. Emma se lanzo a contar su propia version de los eventos, desde el descubrimiento de la cueva hasta la billetera de Wells y los demonios Mantis "Ellos destruyeron la motocicleta de Mark por lo que no podiamos escapar" ella dijo. Mark lucia triste. "Tu corcel no lo es mas, me parece" le dijo Emma "Ellos te daran otro?" "Lo dudo" dijo Mark "El Pueblo de las Hadas no es generoso" Julian miro a Emma con una ceja alzada "Te parece?" El hizo eco. "No pude ayudar" ella se encogio de hombros "La habian alzcanzado" Cristna le extendio una mano "Dejame ver lo que encontraste" ella dijo "Sacrificaste mucho para obtenerla" Emma saco el duro cuadrado de cuero de su bolsillo y dejo que se lo pasaran entre ellos. Luego lo intercambio por su telefono mientras los dejaba pasar las fotos del interior de la cueva y el antiguo idioma grabado en las paredes. "Podemos traducir del Griego y el latin" dijo Cristina "Pero necesitaremos ayuda para encontrar en la biblioteca los otros idiomas"
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"Stanley Wells" dijo Julian mirando a traves de la billetera medio quemada "El nombre me suena familiar" "Cuando volvamos Ty y Livvy podrian buscar quien es" dijo Emma "Y podemos figurarnoslo con su direccion, ver si no hay nada en su casa. Ver si hay alguna razon por la que el haya sido elegido para un sacrificio" "Ellos pudieron haber sido elegidos al azar" dijo Julian. "No lo fueron" dijo Mark. Todos ellos se detuvieron, Julian con una botella a mitad de camino de la bocs "Que?" Emma dijo. "No todos pueden ser fijados como un sujeto para sacrificio de hechizo de invocacion" dijo Mark "No puede ser completamente al azar" "Ells te enseĂąaron mucho acerca de magia negra en el Caza Salvaje?" Julian pregunto. "La Caza Salvaje es magia negra" dijo Mark "Reconoci el circulo en la cueva" cerro el telefono de Emma "Es un circulo de sacrificio. Es necromancia. El poder de la muerte aprovechado para algun proposito" Todos estuvieron quietos por un momento. El frio viento del oceano moviendo el humedo cabello de Emma "Las Mantis eran guardias" dijo ella finalmente "Quienquiera que sea el necromantico no queria que encontraran la camara secreta de sacrificios" "Porque la necesita" dijo Jules. "Podria ser una ella" dijo Emma "No es justo que solo un hombre podria ser el psicotico asesino serial" "Garantizado" dijo Julian "De cualquier forma, no hay ningun otro lugar en la ciudad con una convergencia como esta. La necromancia hecha en una 257
extension de Linea Ley probablemente se mostraria en el mapa de Magnus. Pero... que si fue hecho en una convegencia?" "Entonces bien podria haber sido escondida de los Nephilim" dijo Mark "el asesino pudo haber hecho la ceremonia en un punto de convergencia" "Y entonces desechar los cuerpos en una extension de Linea Ley?" Cristina finalizo "Pero porque? Porque no dejarlos en la cueva?" "Quizas ellos querian que los cuerpos fueran encontrados" dijo Mark "Despues de todo, las marcas en los cuerpos fueron escritas. Un mensaje que ellos querian comunicar" "Entonces ellos podrian haber escrito en un idioma que conozcamos" murmuro Emma. "Quizas el mensaje no era para nosotros" dijo Mark. "La.convergencia podria haber estado vigilada" dijo Cristina "Alguien tendria que monitorearla. No hay otro punto de convergencia: los asesinos volvieron al mismo punto" "De acuerdo" dijo Julian "Necesitamos revisar la convergencia. Debimos pasar algo por alto" "MaĂąana, durante el dia" dijo Emma "Los demonios Mantis podrian estar inactivos" Julian rio "Sabes que tenemos maĂąana? Prueba" desde hace un aĂąo Diana habia tenido que hacerles una prueba de ciertas cosas basicas, desde dibujar runas hasta entrenamiento en idiomas, y reportar a la Clave nuestros progresos. Hubo un coro de protestas. Julian alzo sus manos "Le escribire a Diana acerca de eso" dijo el "Pero si no lo hacemos, la Clave podria sospechar"
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Mark no dijo nada entendible de que la Clave podria hacer con sus sospechas. "No creo que conosca esa palabra" dijo Cristina, luciendo confundida. "Yo tampoco creo que la conozca" dijo Emma "Y conozco muchas malas palabras" Mark se inclino hacia atras con el comienzo de una sonrisa, entonces tomo una respiracion. El empujo lejos de su cuello su camiseta ensangrentada y miro abajo a la herida de su pecho. Julian bajo su botella "Dejame ver" Mark solto el cuello de la camisa "No hay nada que puedas hacer. Sanara" "Es una herida de demonio" dijo Julian "Dejame verla" Mark lo miro fijamente. Las olas hacian un constante y suave sonido a su alrededor. No habia nadie mas afuera del restaurant excepto ellos; las demas mesas de picnic estaban vacias. Mark no habia escuchado la voz de Julian antes, Emma penso, el unico que no habia puesto argumentos, el unico que sonaba como un hombre maduro. La clase de hombre que tenias que escuchar. Mark alejo el cuello de su camisa. El corte dentado corriendo a lo largo de su pecho. No habia estado mucho tiempo sangrando, pero la mirada de la rasgada piel palida fresca hacia que Emma apretara los dientes. "Dejame..." Julian comenzo. Mark salto fuera de la mesa "Estoy bien", el dijo "No necesito tus magia de sanacion. No necesito tus runas de seguridad" el toco su hombro,donde una marca negra brillaba como una mariposa; una runa permanente de proreccion "Tengo esto desde los diez" el dijo "Tuve esto cuando me
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tomaron, y cuando me rompieron y me hicieron uno de ellos. Nunca me ha ayudado. Las runas del Angel son mentiras puestas por los dientes del cielo" El dolor brillo y desaparecio de los ojos de Julian "Ellas no son perfectas" dijo el "Nada es perfecto. Solo que no querian verte sufrir" "Mark" dijo Cristina en una suave voz. Pero Mark se habia ido a algun otro lugar, un lugar donde ninguna de sus voces podria llegar. El se paro con sus ojos brillando, sus manos abriendose y cerrandose en puĂąos. Lentamente sus manos se alzaron, tomando el dobladillo de su camisa. La empujo sobre su camisa. El se quito la camisa y la dejo caer en la arena. Emma vio piel palida, mucho mas que la de ella, un duro pecho y una cintura angosta y las finas lineas de viejas cicatrices. Entonces el les dio la espalda. Su espalda estaba cubierta con runas, desde su nuca hasta la cintura. No como las que nornalmente un Cazador de Sombras tiene, las que eran marcas que se hacian eventualmente delgadas lineas blancas sobre la piel. Estas fueron levantadas gruesas y lividas. Julian se habia puesto blanco alrededor de la boca "Que...?" "La primera vez que llegue con las hadas, ellos me castigaron por mi sangre Nefilim" dijo Mark "El Pueblo de la Corte Unseelie tomaron mi estela y la rompieron, dijeron que no era nada mas que sucia y pegajosa. Entonces luche por tenerla de vuelta, ellos usaron cuchillos para cortar las marcas del Angel de mi piel. Despues de que hubiera parado de luchar con ellos acerca de ser un Cazador de Sombras. Jure no dejar que ninguna otra runa tocara mi piel" El se agacho y tomo su ensangrentada y mojada camisa, levantandose y alzandola sobre el, su ira se habia ido, era vulnerable de nuevo. "Quizas ellas podrian aun estar sanando" dijo Emma "Los Hermanos Silenciosos..." 260
"No necesito que sean sanadas" dijo Mark "Me sirven como un recuerdo" Julian se deslizo fuera de la mesa "Un recuerdo de que?" "De no confiar" dijo Mark. Cristina miro a Emma a traves de las cabezas de los chicos. Habia una horrible tristeza en sus mirada. "Lo siento porque tus runas de proteccion te hayan fallado" dijo Julian, su voz sonando suave y cuidadosa, y Emma nunca habia querido poner sus brazos a su alrededor como lo quiso en ese entonces, mientras las facciones de su hermano eran baĂąadas en luz de la luna, su corazon en sus ojos. Su cabello estaba enredado, sus suaves curvas como preguntas de las marcas en sus brazos "Pero hay otra clase de proteccion. Tu familia te protege. Siempre te protegeremos, no dejaremos que te lleven de nuevo" Mark sonrio, su extraĂąa y triste sonrisa "Lo se" el dijo "Mi gentil hermano pequeĂąo. Lo se"
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Capítulo 10 –Y ella era una niña. "Esta hecho" dijo Diana, dejando su cartera de mano en la isla de la con un sonido metalico. Emma miro hacia arriba. Ella habia estado sentada en una ventan con Cristina enrrollando una venda en su brazo. La runa de curacion de Julian se habia encargado de la mayoria de las heridas, pero habian algunas quemaduras por icor que aun sanaban. Livvy, Dru y Tavvy estaban sentados alrededor de la mesa de la cocina, discutiendo por quien tendra la leche con chocolate. Ty tenia puesto sus audifonos y estaba leyendo calmadamente en su propio mundo. Julian estaba en la estufa, cocinando tostadas, tocino y huevos con trozos quemados en el, como a Dru le gustaban. Ella fue hasta el fregadero y lavo sus manos. Ella usaba jeans y una camiseta, la tierra en su ropa y cubriendo su cara. Su cabello estaba detras de su cabeza en un apretado nudo alto. "Lo hiciste?" Emma pregunto "El monitoreo en la convergencia?" Diana asintio, buscando por un trapo de cocina para secar sus manos "Julian me escribió acerca de eso. Pensaste que te dejaria saltarte la prueba de la Clave?" Hubo varios gruñidos. "Pensarlo, no" dijo Emma "Esperarlo, tal vez" "De ninguna forma, iré sola" dijo Diana "Si alguno fue y sale de la cueva, hare una llamada al telefono del Instituto" "Y si no estamos en casa?" Julian pregunto. "Mensajes" dijo Diana dándose la vuelta para darle la espalda al fregadero "Mensajes entre Julian, Emma y yo misma" 262
"Porque no Arthur?" Cristina dijo "El no tiene teléfono?" "Me sorprende" dijo Emma "Que no tenga sentido que quien sea que este haciendo esto deje la convegencia sin proteccion por medio dia" "Haces bien en sorprenderte" dijo Diana. Su voz era neutral; Enma busco en su cara por una vena o una pista que el dijera que aun estaba enojada "Durante el dia la entrada de la cueva se sella cerrandose a si misma. Vi la entrada desaparecer cuando el sol salio. No interfiere con el monitoreo de runas y guardas -hize eso fuera de la cueva- pero nadie entra en la convergencia mientras el sol este arriba" "Todos los asesinatos, los cuerpos deshechados, han ocurrido durante la noche" dijo Livvy "Quizás hubo un demonio detras despues de todo?" Diana suspiro "Solo sabemos que nos sabemos. Por el Angel, necesito cafe" Cristina se levanto para extenderle una taza, mientras Diana sacudia la tierra de sus ropas, frunciendo el ceño. "Malcolm te ayudara a hacerlo?" Pregunto Julian. Diana tomo el cafe de las manos de Cristina agradeciendole y sonrió "Todo lo que necesita saber es que tiene que tener cuidado" ella dijo "Ahora, ustedes tienen que hacer un examen hoy, por lo que los vere en el salon de clase despues del desayuno". Ella se fue, llevándose el cafe y su bolso con ella. Dru parecía triste "No puedo creer que tengamos clases" dijo ella. Ella estaba usando unos jeans y una camiseta que al frente decía CASA DE LOS HORRORES DEL DR. TERROR. "Estamos en medio de una investigacion" ella dijo "No deberiamos de tomar esa prueba" 263
"Eso es ofensivo" dijo Ty "Estoy ofendido" él se habia quitado los audifonos, pero sus manos aun estaban debajo de la mesa. Ella podia escucharlo tamborileando un lapiz retractible -eso era algo que el hacia antes de que Julian construyera sus mejores herramientas de enfoque, pero era algo que el aun hacia cuando estaba ancioso. Contra un gruñido colectivo de todos, el telefono de Emma repiqueteo. Ella miro hacia abajo y observo la pantalla centelleando. CAMERON ASHDOWN. Julian miro sobre ella por un momento y luego volvió para romper los huevos. El usaba una especie de cominacion de uniforme, delantal y camiseta ragada que Emma podria haberle dado hace años. Ahora ella se sento en la ventana y contesto la llamada. "Cam?" Emma dijo "Sucede algo?" Livvy la miro y rodo los ojos, luego comenzo a bajar los platos y repartirlos en la estufa y la mesa. El resto de los niños aun estaban discutiendo, aunque Tavvy queria quedarse con la leche con chocolate. "No te llame para preguntarte si querías que volviéramos, si era lo que habías pensado" dijo Cameron. Ella se lo imagino por la voz que venía desde el otro lado del teléfono; frunciendo el ceño, su cabello rojizo enredado y desordenado como siempre lo estaba en las mañanas. "Wow" dijo Emma "Buenos dias para ti tambien, entonces" "Leche robada" le dijo Dru a Tavvy mientras ponía un trozo de tostada en su cabeza. Emma esboso una sonrisa. "Estuve en el Mercado de la Sombra" dijo Cam "Ayer" 264
"Rayos! Que vergüenza" "Escuche algunos chismes alrededor del puesto de Johnny Rook" el dijo "Eran acerca de ti. El dijo que habia discutido contigo hace unos dias" su voz bajo "No puedes estar viéndolo fuera del Mercado, Em" Emma se inclinó hacia atras contra la pared. Cristina le dio una mirada señalándola, entonces ella se sento con los demas; pronto todos estaban untando las tostadas en la mantequilla y coniendo los huevos "Lo se, lose. Johnny Rook es un criminal que comete crimenes. Ya conseguí la conversación" Cam sonaba apagado "Alguien mas dijo que has estado metiendo tus narices en cosas que no son de tu incumbencia. Y si sigues haciendolo, te haran daño. El tipo que dijo eso... lo golpee un poco y el dijo que eso no significaba nada. Que el habia escuchado cosas. En que te estas metiendo, Emma?" Julian seguia frente a la estufa; Emma podía decir por el movimiento de sus hombros que estaba escuchando "Eso podrían ser muchas cosas" Cameron suspiro "Bien, se cuidadosa con eso. Solo me preocupaba por ti. Se cuidadosa" Silencio, Julian le alcanzo un plato de huevos. Emma lo acepto, conciente de que todos la miraban. Emma puso el plato de huevos sobre la isla de la cocina y se sento sobre uno de los bancos, tomando su desayuno con una cuchara. "Bien" dijo Livvy "Si nadie preguntara, yo lo hare. De que hablaban?" Emma la miro, cerca de darle una respuesta molesta, cuando las palabras murieron en su garganta. Mark estaba parado en la puerta. La tension del altercado de la otra noche en la biblioteca habia reaparecido, poniendo un pesado silencio sobre la cocina. Todos sus hermanos lo miraban fijamente, con los ojos abiertos de par en par; Cristina lo miraba por sobre su cafe.
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Mark parecia... nornal. El usaba una camiseta azul limpia y unos jeans oscuros que ahora le quedaban largos, con un cinturon de armas puesto alrededor de su cintura, penso que no habia armas en el. Aun asi, era indispensable para el cinturon de un Cazador de Sombras que el cinturon tuviera runas de poder angelical y precision grabadas en el cuero. Habian guantes tambien en sus muĂąecas. Todos ellos lo miraron fijamente, Julian con la espatula de su mano en medio del aire. Mark se cuadro de hombros y Emma penso por un momento que haria otra escena, de la forma que el lo hizo la noche pasada. De inmediato el hablo. "Me disculpo por lo de ayer en la noche" el dijo "No tenia proque culparlos, mi familia. Las politicas de la Clave son complejas y a veces oscuras, y no es su culpa. Me gustaria, con su permiso, comenzar de nuevo y presentarme a mi misno a ustedes" "Pero sabemos quien eres" dijo Ty. Livvy se enclino hacia el y susurro en su oido, su mano acariciando su hombro. Ty miro de vuelta a Mark, claramente aun confundido, pero tambien expectante. Mark dio un paso hacia adelante "Soy Mark Anthony Blackthorn" el dijo "Vengo de una larga linea de orgullosos Cazadores de Sombras. Estuve sirviendo con la Caza Salvaje por tantos aĂąos que ya no puedo contar. Estuve cabalgando a traves del aire en un caballo blanco hecho de humo, y recogiendo los cuerpos de los muertos, y llevandolos con las Hadas, donde sus cuerpos, huesos y piel eran enterrados en las tierras salvajes. Nunca me senti culpable, pero quizas, podria haberlo hecho" el dejo sus manos, la cuales estaban entrelazadas tras su espalda, caer a sus lados. "No se a donde pertenesco" el dijo "Pero si ustedes me dejan, tratare de pertenecer aqui"
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Hubo un momento de silencio. Los niños en la mesa lo miraban fijamente: Emma se levanto con su cuchara cayendo. Mark miro hacia Julian. Julian rasco la parte de atras de su cuello "Porque no te sientas Mark" dijo el un poco apenado "Te preparare algunos huevos" *** Mark se mantuvo tranquilo todo el desayuno mientras Julian, Emma y Cristina ponian al tanto a los demas de lo que habian descubierto la noche anterior. Emma mantuvo los detalles de las Mantis al mínimo; ella no queria darle pesadillas a Tavvy. La billetera de Stanley Wells habia passdo hasta las manos de Ty, quien lucia complacido de estar manejando una pista. El prometio una completa investigacion del desafortunado Stanley despues de la prueba. Ya que Mark no necesitaba particilar en la prueba, Julian le pregunto si podia vigilar a Tavvy en la biblioteca. "No lo alimentare a un árbol, como se hace en la Corte Unseelie con los niños indisciplinados" prometio Mark. "Eso es relajante" dijo Julian secamente. Mark se inclino hacia Tavvy, cuyos ojos estaban brillando "Ven connigo, pequeño" dijo el "Hay libros en la biblioteca, que yo recuerde, que un niño amaria. Te los mostrare" Tavvy asintio y coloco sus Manos en Mark con total confianza. Algo paso a traves de los ojos de Mark entonces, un brillante centelleo de emocion. El salio fuera de la habitacion con Tavvy sin otra palabra. Las palabras de advertencia de Cameron se quedaron con Emma aun despues del desayuno, de haber limpiado y haber llegado al salon de clases para encontrarse a Diana, sosteniendo una pesada pila de papeles. Ella no podia sacar las palabras de su mente, y como resultado mezclando varios idiomas y 267
memorizaciones de varias clases de demonios y submundos. Ella mezclo Azazel con Asmodeo, Purgatic con Chtonian. Diana la miro fijamente mientras marcaba su prueba sobre su nombre con un lapicero rojo. Todos los demas habia conseguido notas altas, y por las pocas malas de Julian la hicieron sospechar que lo hizo para hacerla sentir mejor. Emma estaba agradecida cuando por fin la parte oral de la prueba termino. Ella tomo un break para almorzar antes de dirigise al salon de entrenamiento. Diana ya habia preparado el espacio. Alli habian objetivos para lanzar cuchillos, espadas de varios tamaños, y, en medio de la habitacion, muñecos de entrenamiento. Eran unos troncos de madera, con varios brazos que podría colocar y cambiar de posición, y una cabeza de tela rellena como un espantapájaros. Habia un circulo de polvo blanco y negro alrededor del tapete -sal de roca mezclada con cenizas "Ataquen desde la distancia, con cuidado y precision" dijo Diana "Salganse del circulo de sal y fallaran" ella se movio hacia la caja negra en el suelo y la abrio. Habia una radio. Ruido exploto dentro de la habitacion, duro y discordante. Era como si alguien hubiera grabado una muchedumbre en accion, disparando y gritando y rompiendo ventanas. Livvy lucia horrorisada. Ty se estremecio y busco sus audifonos, poniendolos por detras de sus orejas. "Distraccion" dijo Diana "Tienen que trabajar pasándola..." Antes de que Diana pudiera terminar, hubo un golpe en la puerta; Era Mark, luciendo pudoroso "Tavvy esta ocupado con sus libros" le dijo a Diana, quien iba a bajarle el volumen al ruido "Y tu tuviste que haberme pedido si podría unirme a esta parte de la prueba. Pense que hubiera sido mejor que esperarlos" "Pero Mark no necesita ser probado" objeto Julian "No es cono si sus habilidades podrian ser reportadas a la Clave" 268
"Cristina no necesita que sus habilidades sean reportadas a la Clave" dijo Diana "Pero se nos unio. Quiero vea como todos ustedes lo hacen. Si van atrabajar juntos, seria mejor si todos conocieran las habilidades de cada uno" "Puedo luchar" dijo Mark. El no habia agregado nada acerca de la noche anterior, el hecho de que el se habia encargado de los Demonios Mantis el solo, sin nuevas runas "La Caza Salvaje son guerreros" "Si, pero ellos no luchan como Cazadores de Sombras" dijo Diana, gesturisando alrededor del cuarto de entrenamiento, a las espadas con runas, a los cuchillos de Adamas "Estas son armas de tu gente" ella se volvio hacia los otros "Cada uno puede elegir una" La expresion de Mark se aplano, pero el no dijo nada. El se moviĂł mientras el resto de ellos se dispersaban -Emma fue por Cortana, Cristina por los cuchillos mariposa, Livvy por su sable, y Dru por una larga y delgada misericordia. Julian fue por un par de chakrams, estrellas circulares dentadas y afiladas. Ty se agacho. Emma se pregunto si Cristina se habia dado cuenta que fue Livvy quien busco una daga para Ty y la ponia en la palma de su mano. Emma habia visto a Ty lanzar cuchillos antes: El era bueno en eso, a veces excelente, pero solo cuando el sentia que le gustaba. Cuando el no lo hacia nisiquiera lo movia. "Julian" dijo Diana alzando la musica de nuevo "Tu primero" Julian dio un paso hacia adelante, los chakrams rotando desde sus manos como circulos de luz. Uno cortando el brazo derecho del muĂąeco de entrenamiento, el otro en el izquierdo, antes de irse a clavar en la pared. "Tu objetico no esta muerto" dijo Diana "Solo desmembrado" "Exactamente" dijo Julian "Entonces podrĂa interrogarlo. O a eso, ya sabes, si es un demonio" 269
"Muy estrategico" dijo Diana, tratando de esconder una sonrisa mientras hacia una anotacion en su libreta. Ella tomo los brazos del muñeco y los puso de vuelta en su lugar "Livvy?" Livvy despacho el muñeco con un movimiento de su sable sin salirse del círculo de cenizas. Dru se encargó ella misma decentemente con un lanzamiento de su misericordia, y Cristina abrio sus puñales y los lanzo de tal manera que cada punto de las hojas se clavaron en el la cabeza del muñeco exactamente donde los ojos del muñeco podrían estar. "Asqueroso" dijo Livvy admirándola "Me gusta" Cristina retiro los cuchillos del muñeco y miro hacia Emma, quien habia subido parcialmente la escalera de cuerda, Cortana en su mano libre. "Emma" dijo Diana inclinando hacia atras su cabeza "Que estas haciendo?" Emma se lanzo a si misma de la escalera. No era la ira de la batalla, pero estaba en un momento de caida libre que era puro placer, alejando la molestia de la advertencia de Cameron lejos de su mente. Ella aterrizo sobre el muñeco, sus pies plantados en sus hombros, y corto hacia abajo, llevando a Cortana profundamente en el tronco. Luego ella se deslizo a si misma hacia atras, encima y abajo, y aterrizo sobre sus pies a unos centímetros del circulo de sal. "Estabas presumiendo" dijo Diana, pero estaba sonriendo mientras tomaba notas "Ty? Es tu turno" Ty dio un paso dentro del circulo. Los cables blancos de sus audifonos contrastando contra su oscuro cabello. El era tan alto como el muñeco, se dio cuenta Emma con una exaltacion. Ella a veces pensaba en Ty como el niño que habia sido. Pero el no lo era -el tenia quince años, tan viejo como lo habian sido Emma y Julian cuando tuvieron su ceremonia
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parabatai. Su cara ya no era mas la cara de un niño pequeño. Los filos habian sido reemplazados con suavidades. Ty tomo el cuchillo. "Tiberius" dijo una voz desde la puerta "Quitate los audifonos" Era el tio Arthur. Todo en el lucia sorprendido: Arthur raramente se aventuraba escaleras abajo, y cuando el lo hacia, el evitaba conversaciones, comidas... todo tipo de contacto. Era extraño verlo parado en la puerta cono un fantasma gris: bata gris, camisa gris, pantalones gastados grises. "La polución de la tecnología está en todas partes" él dijo "Los audífonos que cargas. Los autos... en el Instituto de Londres no teníamos de esos. La computadora que crees que no conozco" una extraña ira brillo a través de su cara "Tu no serás capaz de entrar en batalla usando audífonos" El dijo la palabra como si fuera venenosa. Diana cerro sus ojos. "Ty" ella dijo "Quitatelos" Ty se lo quito mientras ellos colgaban alrededor se su cuello. Él se estremeció mientras el conjunto de voces y ruidos de la radio golpeaban sus oidos "No seré capaz de hacerlo, entonces" "Entonces fallarías" dijo Arthur "Todo esto fallaría" "Si lo dejaras usarlos, no fallaría" dijo Emma. "Esto es la prueba, todos tienen que hacerlo" dijo Diana "Las batallas no siempre
suceden
bajo
óptimas
condiciones.
Hay
ruidos,
sangre,
distracciones..." "Yo no estare en batalla" dijo Ty "No quiero ser esa clase de Cazador de Sombras" "Tiberius" dijo Arthur filosamente "Haz lo que se te pidió" 271
La cara de Ty se endurecio. El tomo un cuchillo y lo lanzo, con deliberada torpeza pero con gran fuerza. Este se clavo en la radio de plastico negro, el cual se rompio en cientos de piezas. Hubo silencio. Ty miro a abajo, a su mano: estaba sangrando. Una pieza destruida del radio habia salido volando y clavado en su piel. Tambaleándose, el fue a apoyarse en uno de los pilares. Livvy miro hacia el con ojos miserables; Julian hizo como si fuera tras el, cuando Emma tomo su muñeca. "No" ella dijo "Dale un minuto". "Mi turno" dijo Mark. Diana volviéndose hacia el con sorpresa. El ya estaba listo caminando hacia el muñeco de pruebas. El salto directamente dentro, sus botas haciendo elevar el circulo de cenizas y sal. "Mark" dijo Diana "No se supone que..." El tomo las manos del muñeco y las apreto acercandolo a el, rasgando la cabeza rellena de su cuerpo. La paja lloviendo a su alrededor. Él sacudio la cabeza a un lado, agarrado de los brazos y doblandolos hacia atrás hasta que quebró. Dio un paso atrás, plantó su pie en medio tronco de lo y empujó. Este fue detenido contra la pared con un choque. Esto podria haber sido divertido, penso Emma, si no hubiera sido por la mirada en su cara. "No se supone que tocaras el circulo" dijo Diana "Esas eran las reglas. Yo no las hago, la Clave..." "Lex malla, lex nulla" dijo Mark fríamente, y camino lejos del muñeco. Emma escucho a Arthur tomar una respiración por las palabras del lema de la familia Blackthorn. Él se volvió sin ninguna palabra y camino fuera de la habitacion. Ty quien había estado sosteniendo su mano derecha con la izquierda, su quijada apretada, lucia sorprendido "Mark?". Mark toco la mano de su hermano pequeño, gentilmente, y el no la aparto. Ambos tenían los dedos Blackthorn, largos y delicados con marcados 272
y articulados huesos. Lentamente, la mirada molesta desaparecio del rostro de Ty. De repente el miro por un lado de su hermano, como si fuera la respuesta a una pregunta que Emma no podia leer en la cara de Mark. Ella recordo algo que Ty habia dicho acerca de su hermano en la biblioteca. No es su culpa si el no entiende todo. O si las cosas son demasiadas para el. No es su culpa. "Ahora ambos tenemos manos heridas" dijo Mark. *** "Julian" dijo Diana "Necesitamos hablar acerca de Ty" Julian se paro en camara lenta en frente de su escritorio. El podia ver mas alla de Diana, del grueso crital de la ventana, de la carretera debajo y la playa enfrente, y el oceano mas lejos. Le vino una muy clara memoria a su mente, a traves de no mucho tiempo, recordando cuantos años habia tenido cuando sucedio. El habia estado en la playa, dibujando el sol bajando por el cielo y los surfistas fuera del agua. Un boceto suelto, mas acerca de la alegria del disfrute que de la imagen en si. Ty habia estado alli tambien, jugando: el habia estado haciendo un serie de pequeños y perfectos cuadrados de arena humeda, cada uno exactamente del mismo tamaño y forma. Julian había mirado a su propio trabajo inexacto, desordenado y filas metódicas de Ty, y penso: Ambos vemos el mismo mundo, pero de diferente manera. Ty siente la misma felicidad que yo, la felicidad de la creacion, solo que las figuras de nuestros sentimientos son diferentes. "Fue culpa de Arthur" dijo Julian "Yo... yo no sé por qué hizo eso" el sabía que el sonido era un problema. El no podía ayudar. Normalmente en lo días malos de Arthur, el odiaba y se enfurecía con todo el que se le metiera enfrente, incluso a si mismo. El no 273
sabía que su tio aun sabia de los audifonos de Ty: El creia que el no prestaba atencion a ninguno de ellos hasta casi darse cuenta de pocas cosas, y para Ty despues de todo "No sé por qué el trato a Ty de esa manera" "Podemos ser crueles con aquellos que nos recuerdan a nosotros mismos" "Ty no es como Arthur" la voz de Julian era filosa "Y el no tendria porque pagar por lo que Arthur hace. Tienes que dejarlo hacer la prueba de nuevo, con los audifonos" "No necesariamente" dijo Diana "Se lo que Ty es capaz de hacer; pondre la puntuacion de su prueba reflejando eso. No tienes que preocuparte por la Clave" Julian la miro confundido "Entonces si esto no es por la puntuacion de Ty, por que querías verme?" "Escuchaste lo que dijo Ty alli" dijo diana "El no quiere ser esa clase de Cazador de Sombras. El quiere ir a la Escolomancia. Eso es el porque se rehusa a ser parabatai con Livvy. Y sabes que el podria hacer cualquier cosa por ella" Ty y Livvy estaban en la habitación de la computadora ahora, buscando por cualquier cosa que pudieran encontrar de Stanley Wells. Ty habia tenido que empujar la rabia que la prueba le habia causado, el aun habia sonreído despues de que Mark hablo con el. Julian se preguntó si era irracionalmente extraño que Mark, quien habia reaparecido en sus vidas solo anteayer, era capaz de hablar con su hermano menor cuando él no lo era. Julian amaba a Ty mas que a su propia vida, pero aun no se le habia ocurrido nada elegantemente simple para decirle a su hermano que ahora ambos tenemos heridas en las manos. "El no puede ir" dijo Julian "Solo tiene quince. Los de la Escolomancia tienen dieciocho, como mínimo. Como un graduado de la Academia" 274
"El es tan inteligente como un graduado de la Academia" dijo Diana "El sabe bastante" Ella se inclino hacia adelante, apoyando los codos en el escritorio de vidrio. Detras de ella el coeano se estiraba hasta el horizonte. Esta se acercaba al final de la tarde, el mar de un oscuro azul plateado. Julian se pregunto que pasaria si golpeara el escritorio de vidrio; tendria la suficiente fuerza para romper el cristal? "No es acerca de lo que el sabe" dijo Julian, y se detuvo a si mismo. El esata acercandoae peligrosamente a lo que exactamente el nunca habia hablado: la manera en que Ty era diferente. Julian a veces pensaba que la Clave era una sombra oscura sobre sus vidas. Ellos se habian robado a su hermano y hermana mayor de la misma forma en que el Pueblo de las Hadas lo habia hecho. A traves de lo siglos, la manera en que los Cazadores de Sombras debian y tenian que comportarse habia sido estrictamente reglamentaria. Hablarle a un mundano del Mundo de las Sombras y seras disciplinado, incluso exiliado. Enamórate de un mundano, o de tu propio parabatai, y tus runas serán arrancadas -y al agonizante proceso no todos sobreviven. El arte de Julian, el interés de su padre por lo clasico: todo esto habia sido mirado bajo profunda sospecha. Los Cazadores de Sombras no veian bien tener intereses fuera de lo comun. Los Cazadores de Sombras no era artistas. Eran guerreros, nacidos y criados como Espartanos. Y la individualidad no era algo que ellos valoraban. Los pensamientos de Ty, su belleza, su mente curiosa, no era como la de los demas. Julian habia escuchado historias -susurros, realmente, de otros niños que habian pensado o sentido diferentemente. Que tuvieron problemas para enfocarse. Ellos desaparecieron en la porcion de "Escoria" de la Academia, entrenados para quedarse fuera del camino de los demás Cazadores de Sombras. Enviados a las equinas lejanas del mundo como un vergonzoso secreto que debia ser escondido. No habían palabras para describir a los 275
Cazadotes de Sombras cuyas mentes trabajaba diferente, no palabras reales despues de todo. Porque si hubiera palabras, penso Julian, ellas podrian no ser reconocidas. Esas eran cosas que la Clave se rehusaba a reconocer. "Ellos lo haran sentir como que hay algo malo con el" dijo Julian "No hay nada malo con el" "Porque nunca le has hablado de eso" dijo Diana "Si el tiene una bonita imagen de como es la Escolomancia, es porque nunca le has dado una correcta. Si, es duro. Es brutal. Dicelo entonces" "Quieres que le diga que es diferente" dijo Julian friamente "El no es estúpido, Diana. El lo sabe" "No" dijo Diana parándose "Quiero que le digas como se siente la Clave acerca de las personas que son diferentes. Cazadores de Sombras que son diferentes. Porque como haria sentir a su mente el no tener toda la informacion" "El es mi hermano pequeño" dijo Julian, el dia afuera estaba anocheciendo; pedazos de la ventana eran como espejos, y el pudo ver pequeñas partes de si mismo -el borde de una clavicula, una quijada apretada, cabello enredado, y sus propios ojos frunciendose el ceño "El esta a tres años de la graduacion..." Los ojos marrones de Diana eran feroces "Se que lo has estado criando desde que tenia diez. Se que piensas en todos ellos como si fueran tus niños, y lo son. Pero Livvy y Ty ya no son niños. Tienes que dejarlos ir..." "Me lo dices para que me sienta mas comodo?" Julian demando "En serio?" Su mandibula se apreto "Estas caminando sobre el filo de una espada dentada, Julian, con todo lo que ocultas. Creeme, he estado caminando por el filo de una espada dentada toda mi vida. Tu has conseguido usarla, la usaste para prohibirte sangrar"
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"Supongo que estas siendo nada especifica en cuanto a?" "Tú tienes tus secretos. Yo los míos" "No puedo creerlo" dijo el "Pero es la única cosa que podrías haber hecho que realmente podría ayudarme realmente. Y no lo hiciste. Entonces perdóname si me siento como si estuviera en soledad total. Amo a Ty, Dios, creeme, quiero que él tenga todo lo que él quiera. Entonces dime como le dire a Ty lo dura que es la Escolomancia. Y si el aun quiera ir de cualquier forma. Podrias prometerme que el estará bien alli? Podrías jurarme que el y Livvy estarán bien cuando no han pasado un dia separados en toda su vida? Puedes garantizármelo?" Ella sacudio la cabeza. Lucia derrotada, pero Julian no lo sintio como una victoria "Te podria decir que no hay ninguna garantia en la vida, Julian Blackthorn, pero ya veo que no querras escuchar nada de lo que diga de Ty" ella dijo "Entonces te diré algo mas. Puedes que seas la persona mas determinada que jamás he conocido. Por cinco años, te visto mantener esta casa junta de una manera que no había creído posible" ella lo miro directamente "Pero no puedes contener esta situacion. Es como una linea de falla en la tierra. Podria quebrarse bajo suficiente presion, entonces que? Que podrias perder que podriamos perder- cuando eso pase?" *** "Que es esto?" Mark pregunto tomando al muñeco lemur de Tavvy, el Señor Limpet, colgando de una de sus patas. Mark estaba sentado en el piso del cuarto de la computadora con Emma, Tavvy y Dru. Dru tenia un libro llamado Danse Macabre en una mano y los ignoraba. Tavvy estaba tratando de conseguir que Mark, con el cabello humedo y descalzo, jugara con el. Cristina no habia vuelto de cambiarse el 277
equipo de entrenamiento. Ty y Livvy, mientras tanto, estaban ocupados con el teclado -Ty estaba escribiendo frente al teclado, y Livvy, sentada en el escritorio junto al teclado, estaba dándole órdenes y sugerencias. Stanley Wells habia vuelto a tener una lista de direcciones, y Emma fuertemente sospechaba que lo que sea que ellos estaban tratando de hacer para obtener informacion era ilegal. "Aqui" dijo Emma, estirandose hacia Mark "Dame al Señor Limpet" ella estaba sintiendose anciosa e inquieta. Diana habia dejado el resto de la prueba corta despues que Arthur se hubiera ido, y llamo a Julian a su oficina. La manera en que el habia lanzado los resultados de la prueba en una esquina de la habitacion luego de haberla terminado, habia hecho pensar a Emma que no era una reunion que el habia estado esperando tambien. Cristina entro en la habitacion, pasando sus dedos a traves de su largo y humedo cabello oscuro. Mark sostuvo al Señor Limpet hacia Emma, mirando hacia arriba -y alli hubo un sonido de sollozos. La pierna del lemur se habia caido del cuerpo y habia tocado el suelo, dejando al muñeco. Mark dijo algo en un idioma irreconocible "Mataste al Señor Limpet" dijo Tavvy. "Pensé que había muerto de viejo, Tavs" dijo Emma tomando el cuerpo desgarrado del lemur "Lo has tenido desde que naciste" "O de gangrena" dijo Dru, alzando su vista sobre el libro "Pudo haber muerto de gangrena" "Oh no!" Cristina exclamo abriendo los ojos de par en par "Esperen aqui... volvere en seguida"
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"No..." comenzó Mark, pero Cristina ya habia estado trotando por la habitación "Soy muy rustico" el dijo tristemente. El agito el cabello de Ty "Lo siento, pequeño" "Consiguieron la direccion?" Era Julian, entrando en la habitacion. Livvy alzo los brazos en triunfo "Si. Vivía en Hollywood Hills" "No se sorprendan" dijo Emma, la mayoria de las personas ricas vivian en Hills. Ella habia encontrado el area por si misma, despistando a los vecinos. Ella le gustaban las calles enredadas, las inmensas extensiones de flores y enredaderas que escalaban por las paredes y bajaban por los costados de las casas, las vistas de la ciudad electrificada y bañada en luz. En la noche, el viento que corria a traves de Hills olia como a flores blancas: lavanda y miel, y la seca promesa de desierto, kilometros a los lejos. "Hay dieciseis personas llamadas Stanley Wells en la gran area de Los Angeles" dijo Ty rotando en su silla "Contemos las posibilidades ahora" "Buen trabajo" dijo Julian mientras Tavvy se levantaba y se acercaba a el. "El Señor Limpet murio" dijo Tavvy jalando de los Jeans de Julian. Él se agacho y lo tomo en sus brazos. "Lo siento kiddo" dijo Julian empujando su barbilla sobre los rizos de Tavvy "Te conseguiremos algun otro" "Soy un asesino" dijo Mark tristemente. "No seas dramático" dijo Emma pateando su tobillo desnudo. Mark la miro directamente "Las hadas son dramáticas. Asi que puedo serlo" "Amaba al señor Limpet" dijo Tavvy "Era un buen lemur"
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"Hay un monton de buenos animales" Tiberius hablo como un profesor: los animales eran una de sus cosas favoritas, junto con los detectives y los crimenes "Los zorros son mas inteligentes que los perros. Puedes escuchar a un leon rugir a Kilometros. Los pingüinos..." "Y osos" dijo Cristina reapareciendo y jadeando en la puerta. Ella le ofrecio un oso de peluche gris a Tavvy. El la miro dubitativa "Era mio cuando era una niña pequeña" ella explico. "Cual es su nombre?" Ty inquirio. "Oso" dijo Cristina y se encogió de hombros "Eso significa 'Bear' en español. No era muy creativa" "Oso" dijo Tavvy y tomo el peluche sonriendo, una desdentada sonrisa. Julian mira a Cristina como si le hubiera dado agua en el desierto. Emma penso en lo que habia dicho Livvy en el cuarto de entrenamiento acerca de Julian y Cristina, y sintio un pequeño e inexplicable pinchazo en el corazon. Livvy estaba mirando a Jules, sus piernas balanceandose ociosamente "Entonces podriamos ir" ella dijo "Ty y yo iriamos en el auto con Emma y Mark, tu irias con Cristina, y Diana puede quedarse aqui..." Julian bajo a su hermano pequeño "Buen intento" el dijo "Pero realmente es un trabajo de dos personas. Emma y yo iremos y saldremos rapido, veremos si no hay nada inusual en la casa, y que puede haber" "Nunca conseguimos hacer algo divertido" protesto Livvy. "Podrian permitieme examinar toda la casa" dijo Ty "Ustedes se perderan lo importante. Todas las pistas" "Gracias por el voto de confidencia" dijo Julian secamente "Miren, Livs, Ty-Ty, realmente los necesitamos aqui para que revisen las fotos de la cueva en la convergencia. Ven, si ustedes pueden identificar los idiomas, traducirlos..." 280
"Más traducciones dijo Livvy "Suena terrible" "Sera divertido" dijo Cristina "Podremos hacer chocolate caliente y trabajaremos en la biblioteca" dijo ella, y Julian le disparo una segunda mirada de agradecimiento. "No es que no sea trabajo duro" dijo Julian "Solo que ustedes chicos, genuinamente pueden hacer cosas que nosotros no podemos" el asintio hacia la computadora. Livvy se ilumino y Ty parecía complacido. Mark, como sea, no lo hizo "Podria ir contigo" le dijo a Jules "Las Cortes desean que se parte de la investigacion. Que te acompañe" Julian sacudio la cabeza "No esta noche. Necesitariamos figurarnos que hacer cuando no seamos capaces de usar runas en ti" "No las necesito..." comenzó Mark. "Lo haces" había hierro en la voz de Julian "Necesitas runas de glamour, si vas a sangrar. Y aun estas herido por lo de la última noche. Aun si sanaras rapido, vi que reabriste tu herida en la sala de entrenamientos. Estabas sangrando" "Mi sangre no es de tu incumbencia" dijo Mark. "Lo es" dijo Julian "Lo es porque nos hace familia" "Familia" comenzo Mark agriamente, y entonces parecia como si se diera cuenta de que sus hermanos menores estaban alli y lo estaban viendo, en silencio y quietos. Cristina tambien estaba quieta, mirando a Emma a traves de la habitacion, su mirada oscura y preocupada. Mark parecia tragarse todo lo que habia estado a punto de decir "Si hubiera querido seguir ordenes, me hubiera quedado con la Caza Salvaje" él dijo en voz baja, y camino fuera de la habitacion. 281
Capítulo 11 –Una dama que vivía allí "Creo que Ty ha doblado su lectura de historias de detectives" dijo Julian sonriendo. El tenia su ventanilla abajo, y el viento que circulaba en el auto empujaba su cabello hacia atras "Me pregunto si pensaba que los asesinatos eran trabajo interno" "Trabajo que?" Dijo Emma. Ella estaba inclinada hacia atras en el asiento del pasajero, sus pies subidos al tablero. Las ventanillas estaban abiertas hacia la noche, y Emma podia escuchar los sonidos de la ciudad alzandose sobre ellos mientras se detenian en una luz roja. Ellos habian pasado la carretera Coast. Primero habian pasado los cañones y entrado en Beverly Hills y Bel Air, los suburbios eran tranquilos, pero ellos ahora habian entrado al corazon de Hollywood, Sunset Strip, alineado con costosos restaurantes e inmensos anuncios brillantes con anuncios de peliculas y programas de television. Las calles estaban atestadas y ruidosas: los turistas posando para fotos con imitadores de famosos, musicos callejeros tocando por dinero, los peatones que se apresuraban adelante y atras a sus trabajos. Julian se veia mas aliviado ahora de lo que se habia visto en los ultimos dias, inclinado hacia atras en el asiento del conductor y las manos casuales en el volante. Emma sabia como el se sentia exactamente. Aqui, en su chaqueta y jeans, con Julian a su lado y Cortana en la maletera, ella sentia que pertenecia alli. Emma habia tratado de traer a Mark con ellos, por poco tiempo, cuando ellos se habian sentado en el auto. Julian solo sacudio su cabeza y dijo "El se esta adaptando" y eso fue todo. Ella sintio que el no queria hablar de Mark, y eso estaba bien: ella no sabia que no tenia ninguna solucion que ofrecer. Y era mejor, para volver a sus normales bromas. "Creo que estaba preguntando si pienso que el asesino es 282
un Cazador de Sombras" el trafico se habia detenido mientras ellos alcanzaban la interseccion de Sunset y Vine, y el auto cruzo bajo las palmeras y anuncios de neon "Dije que no... obviamente es alguien quien tiene conocimiento de la magia, y no creo que un Cazador de Sombras contratara a un brujo para hacer el trabajo. Muchos
hacemos nuestros
propios asesinatos" Emma rio
tontamente "Le dijiste que los Cazadores de Sombras hacen su popio trabajo de asesinatos?" "Hacemos nuestro propio trabajo en todo" El trafico arranco de nuevo: Emma miro hacia abajo, al juego de musculos y tendones de la mano de Julian mientras cambiaba la velocidad. El auto arranco hacia adelante y Emma miro por la ventanilla a las personas en el Teatro Chino de Grauman. Ella se preguntaba seriamente que harian aquellas personan si supieran que los dos adolescentes en el Toyota eran actualmente cazadores de demonios con una maletera llena de ballestas, katanas, dagas y cuchillos para lanzar. "Todo bien con Diana?" Emma pregunto. "Ella queria hablar de Ty" la voz de Julian era tranquila, pero Emma pudo ver cuando trago "Ella quiere mucho que el vaya a la Escolomancia y estudie. Ellos tienen acceso a la biblioteca del Laberinto en Espiral, los archivos de la Ciudad Silenciosa... quiero decir, pienso en todo lo que no sabemos de runas y rituales, todos los misterios que el podria resolver. Pero al mismo tiempo..." "El sera la persona mas joven alli" dijo Emma "Eso podria ser duro para cualquiera. Ty solo ha estado con nosotros desde siempre" ella toco su muĂąeca, suavemente "Me alegra de que no haya ido a la Academia. Y supongo que la Escolomancia debe ser mucho mas dura. Y solitaria. Mucho 283
de los estudiantes alli se han rendido por.... bueno, Clary lo llamo ataques nerviosos. Es un termino mundano" Julian miro al GPS y giro a la izquierda, adentrandose en Hills "Que tan seguido has hablado con Clary estos dias?" "Cerca de una vez al mes" Clary y ella habian estado hablando asi desde que se conocieron por primera vez en Idris. Esto era una de las pocas cosas que ella no hablaba con Jules: las conversacines con Clary era algo que sentia que le pertenecia solo a ella. "Aun esta con Jace?" Emma rio, sintiendo la tension drenarse. Clary y Jace eran una institucion, una leyenda. Ellos se pertenecian mutuamente "Quien habria de romper con el?" "Yo podria, si el fuera insuficientemente atento a mis necesidades" "Bien, ella no me habla de su vida amorosa. Pero si, siguen juntos. Y si ellos rompieran pararia de creer en el amor completamente" "No sabia que creias en el amor" dijo Jules, deteniendose de repente, como si se diera cuenta de lo que habia dicho "Que era equivocado" Emma estaba indignada "Solo porque no estaba enamorada de Cameron..." "No lo estabas?" El trafico acelero: el auto salio disparado. El auto derrapo mientras Julian movia el volante con la palma de su mano "Mira, nada de eso es mi negocio. Olvidalo. Olvida que pregunto por Jace y Clary o Simon e Issabel" "No preguntaste por Simon e Isabelle" "No lo hize?" Julian dijo, un lado de su boca torciendose "Isabelle fue mi primer crush, lo sabes" 284
"Claro que lo se" dijo Emma lanzadole su envase de agua "Era obvio! Te le quedabas viendo en la boda de Helen y Aline" El aparto la botella "No lo estaba" "Si que lo estabas" dijo Emma "Necesitamos hablar acerca de que estamos buscando en la casa de Wells?" "Creo que deberiamos jugar con nuestros oidos" “La calidad de una decision es como la oportunidad precisa de atacar de un halcon, la cual es capaz de destruir a su victima' " dijo Emma. Julian la miro con incredulidad "Eso fue una frase de El Arte de la guerra?" "Quizas" Emma sentia una felicidad tan intensa que casi dolia: Ella estaba con Jules, ellos estaban bromeando, todo iba de la forma en que era una pareja parabatai. Ellos estaban entrando en una zona residencial: Enormes mansiones con rosales alrededor de sus bordes y cocoteros detras de la calzada. "Estas siendo concisa? Sabes como me siento con lo conciso en mi auto" "No es tu auto" "De cualquier forma, aqui estamos" dijo Julian estacionando el auto en la curva y apagandolo. Ahora estaba atardeciendo, no totalmente oscuro, y Emma podia ver la casa de Wells, luciendo como las imagenes satelitales en la computadora: las tejas del techo saliendo apenas sobre la inmensa pared que lo rodeaba, cubiertas con pergolas cubiertas de bungavilla. Julian presiono los botones que alzaban los botones de las ventanillas mientras Emma lo miraba "Apenas esta atardeciendo. Nos preocupamos de actividad demoniaca?" El reviso en la guantera "Nada en el sensor. Pero para estar seguros, pongamonos runas" 285
"Bien" dijo Emma arremangando sus mangas, sosteniendo sus brazos desnudos mientras Julian sacaba su palida y brillante estela de su bolsillo. En la oscuridad del auto, el se inclino hacia ella, poniendo la punta de su estela contra su piel, y comenzando a dibujar. Emma sintio como el cabello se le pegaba a la mejilla y al cuello, al oler la ligera escensia de clavos que estaba alrededor de ellos. Ella miro abajo, y mientras miraba las lineas negras de las runas, Emma recordo lo que Cristina habia dicho de Julian: El tiene bonitas manos. Ella se preguntaba si Cristina lo habia realmente mirado antes. Son ellas bonitas? Esas eran las manos de Julian. Esas eran las manos con las que pintaba y luchaba: Ellas nunca le fallaban. De esa manera eran hermosas. "Listo" dijo Jules volviendo a sentarse, admirando su trabajo. Habian runas de precision y sanacion, insonoridad y balance decorando sus brazos. Emma bajo sus mangas y busco por su propia estela. Ella se estremecio cuando la estela toco su piel, demasiado frĂa "Lo siento" ella dijo, poniendo su mano en el hombro de el. Ella podia sentir sus claviculas con sus pulgares, el lazo de algodon de su suave camiseta por debajo de su toque; ella apreto su agarre, las puntas de su estela contra la piel desnuda de el borde de su cuello. El solto una respiracion entrecortada. Ella paro "Te hago daĂąo?" El sacudio su cabeza, ella no podia verle el rostro "Estoy bien" el se alejo de ella y desbloqueo el seguro de la puerta del conductor; un segundo despues el estaba fuera del auto y encogiendose en su chaqueta. Emma salio despues de el."Pero no termine runa de golpe seguro..." El se movio alrededor del auto y abrio la maletera. El tomo su ballesta con runas y le extendio a Emma a Cortana y la vaina.
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"Esta bien" el dijo mientras cerraba la maletera. El se veia como siempre: el mismo Julian, la misma sonrisa calmada "De cualquier forma, no la necesito" El alzo la ballesta casualmente y disparo. La flecha volo a traves del aire hasta clavarse en la camara de seguridad de la entrada. Esta cayo aparte con un sonido de metal chirriante y humo saliendo. "Alardeas" dijo Emma, envainando su espada. "Soy tu parabatai. Tengo que alardear de vez en cuando. De otra forma nadie entenderia por que sigo a tu lado" una anciana pareja aparecio en una entrada cerca de ellos, caminando como alsacianos. Emma lucho contra la urgencia de tomar a Cortana, pensando que ella sabĂa que el arma estaba glamourisada. Para la gente que caminaba, ella y Julian lucian como adolescente ordinarios, largas ropas ocultando sus runas. Ellos pasaron por la esquina de la calle y desparecieron de la vista. " Me mantendre a tu alrededor por si necesitas uno de mis ingeniosos comentarios" ella dijo mientras ellos llegaban hasta las puertas. El saco su estela y comenzo a dibujar una runa de apertura. La puerta se abrio con un rechinido y Julian se volvio de lado para entrar a traves de la abertura "Que ingeniosos comentarios?" "Oh, pagaras por eso" murmuro Emma, siguiendolo "Soy increiblemente ingeniosa" Julian rio entre dientes. Ellos habian llegado a un camino que guiaba hasta una larga casa de estuco con enormes puertas frontales labradas, dos largos paneles de vidrio a cada lado. Las luces que rodeaban el camino estaban encendidas, pero la casa estaba oscura y silenciosa.
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Ella subio a la carrera las escaleras de entradas y observo a traves de una de las ventanas: no podia ver nada mas que oscuridad y formas sombrias "Nadie en casa... Oh!" Ella salto hacia atras mientras una cosa corria a traves del otro lado de la ventana; una bola grumosa y cubierta de cabello. Limo quedo pegado al vidrio. Emma ya estaba agachandose, casi tomando un cuchillo estileto se su bota "Que fue eso?" Ella dijo "Un demonio Raum? Un...." "Creo que es un minipodle" dijo Julian, una esquina de su boca torciendose "Y no creo que este armado" ella miro hacia abajo por la ventana para mirarlo acusadoramente, pero si, alli estaba, un pequeĂąo perro pegado al cristal "Soy casi positivo, en ese caso" Emma le golpeo en el hombro y dibujo una runa de apretura en la puerta principal. Esta hizo clic en el seguro, y se deslizo abriendose. El perro salio lamiendo la ventana, corriendo y ladrando. Este corrio alrededor de ellos por un momento, entonces corrio hacia un area oscura a la esquina lejana del jardin. Julian corrio despues del canino. Emma lo siguio a traves de la hierba alta. Era un bonito jardin, pero nadie habia tomado real cariĂąo en el. Las plantas crecian salvajementemente y habian setos floridos muy crecidos. Alli habia una piscina, rodeada con vallas de metal trabajado, la puerta guindando abierta. Mientras Emma se acercaba, ella pudo ver que Julian estaba parado junto a ella, muy quieto. Era la clase de piscina que tenia luces LED en ella, circulando a traves de colores cambiantes. Sillas de piscina la estaban rodeando, hechas de metal blanco con decoraciones blancas, cubiertas con piĂąas de pino caidas y flores de jacaranda.
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Emma se fue deteniendo mientras llegaba a la piscina. El perro estaba inclinado hacia el agua, no ladrando, pero si gru単endo. Primero Emma penso que estaba mirando una sombra en el agua, luego se dio cuenta que era un cuerpo. Una mujer muerta con un bikini blanco, flotando en la superficie de la piscina. Ella estaba boca abajo, el largo y oscuro cabello flotando alrededor de su cabeza, los brazos bailando a sus costados. La luz purpura que provenia de las luces de la piscina la hacian ver magullada. "Por el Angel, Jules..." Emma respiro. No es como si Emma no hubiera visto cuerpos muertos antes. Era costumbre. Subterraneos, Cazadores de Sombras, ni単os en el Salon de los Acuerdos. Aun asi, habia algo lastimero en el cuerpo: la mujer era palida, tan palida que podias ver los huesos de su columna vertebral a traves de la piel. Emma tomo pa cartera de ella, entonces busco la billetera y miro en ella "Su nombre es Ava Leigh" dijo ella "Tiene... tenia.... veintidos. Su direccion dice que es aqui. Seguramente era su novia" El perro gru単o de nuevo y se agacho, sus patas al borde de la piscina "El cree que se esta ahogando" dijo Julian "Quiere que la salvemos" "No podemos" dijo Emma suavemente "Mira su telefono. Lleva dos dias sin responder ninguna llamada. Creo que ha estado muerta ese tiempo. No podemos hacer nada, Jules" Ella metio la billetera de vuelta en la cartera. Ella esta buscando para procesarlo cuando lo escucho: el clic de la ballesta siendo cargada. Sin mirar ni pensarlo, ella se lanzo a si misma hacia Jules, golpeando su costado. Cayero al azulejo espa単ol con fuerza mientras la flecha pasaba entre ellos y desparecia entre los setos.
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Julian pateo contra el suelo y se lanzo hacia adelante, rodando entre dos sillas. El telefono de Emma habia volado hacia de su mano; ella escucho el golpe en la piscina con un chapoteo mientras segui su camibo silenciosamente. Julian la alcanzo en seguida, sus manos sosteniendo sus hombros: su mirada era salvaje, su cuerpo presionando el de ella contra el suelo "Estas bien? Donde te golpeaste?" "No estaba... estoy bien" dijo Emma, el perro habia saltado la vaya y estaba ahullando mientras otra flecha pasaba volando y se metia al agua de la piscina. El cuerpo de Ava se dio la vuelta flotando, la blanca y ahogada cara contra el cielo. Uno de sus brazos flotaba sobre ella, como si quisiera protegerse a si misma. Con un rapido centelleo de horror, Emma vio que su mano derecha no estaba: no tan solo no estava, parecia como so la hubieran arrancado, la piel alrededor de su muĂąeca estaba rasgada y con sangre coagulada por el cloro de la piscina. Emma rodo hacia adelante de Julian y se levanto sobre sus pies. Habia una figura alli parada en el techo de la casa, ella solo podia ver el contorno. Alto, muy posiblemente hombre, todo vestido de negro, ballesta en mano. El la tomo y la alzo. Otra flecha volando hacia ellos La ira corrio atraves de Emma, fria y fuerte. Como se atreve a dispararles, como se atreve a dispararle a Jules? Ella tomo una carrera y salto a traves de la piscina. Ella a traveso las puertas y corrio hacia la casa, saltando hacia arriba para sostenerse de las barras de hierro forjado de la ventana inferior. Ella se alzo a si misma alto, conciente de Julian gritandole que bajara. Ignorando el dolor cuando el metal se clavaba en sus palmas. Ella salto hacia arriba, luego de nuevo, empujandose a si misma hacia el techo. Las tejas crujieron bajo sus pies cuando ella salto en el techo. Ella miro hacia el y obtuvo una rapida mirada de la figura oscura en la cima del techo; el estaba bajando alejandose de ella. Su cara estaba cubierta con una mascara. Emma 290
desenvaino a Cortana. La hoja brillaba perversamente en la poca luz del atardecer. "Que eres?" Emma demando "Un vampiro? Submundo? Mataste a Eva Leigh?" Ella dio un paso adelante, la extraĂąa figura se alejo. El se movia sin alarma, muy deliberadamente, lo que hizo enojar aun mas a Emma. Habia un cuerpo muerto de una chica en la piscina debajo de ellos, y Emma habia llegado muy tarde para salvarla. Su cuerpo se habia ahogado junto el deseo de hacer algo para arreglarlo. Emma rodo los ojos "Mira. Soy una Cazadora de Sombras, tambien puedes rendirte ante las leyes de la Clave. O clavare esta espada en tu corazon. Tu eliges" El dio un paso hacia ella y por un momento Emma casi penso que podia verlo trabajando; el se estaba rindiendo. Entonces el se movio de repente a un lado. Ella se lanzo a correr hacia adelante mientras el saltaba al patio fuera del techo, cayendo silenciosamente como una estrella. Emma se encamino y corrio por el borde del tejado. Alli no habia nada. Oscuridad, silencio; ningun signo de nada ni nadie. Ella podia ver el brillo de la piscina. Ella camino de vuelta por el costado y vio a Julian agachado, su mano sobre la cebeza del perro. Solo Jules podia tratar de consolar a un cachorro en un momento con ese. Ella se sujeto a si misma y salto -la imagen del cuarto de entrenamiento centelleando detras de sus parpados- aterrizando sobre el pasto alto con solo un leve pinchazo. "Jules?" Ella dijo, acercandose. Con un ladrido el perro se alejo y desaparecio en las sombras "Consiguio escapar" "Si?" El dijo levantandose, sonando preocupado "Que crees que estaba haciendo aqui?" "No lo se; supongo que un vampiro, pero los nocturnos mantienen un amarre apretado con ellos y... Jules?" Su voz se alzo una octava mientras ella
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se acercaba y veia que Julian tenia una mano en su costado. Su chaqueta negra estaba rasgada "Jules? Estas bien?" El retiro su mano de su costado. La palma estaba humeda con sangre, negra bajo las luces LED azules de la piscina "Estoy bien" el dijo levantandose sobre sus pies, dio un paso hacia adelante... y se tambaleo "Estoy bien" Su corazon dio un salto. El estaba sosteniendo algo en su ensangrentada mano, y ella sintio un frio recorrerle mientras veia que era. Era la flecha de una ballesta, con una punta triangular de metal cubierta de sangre. El seguramente la habia sacado de su costado. Se supone que nunca, nunca debias sacar una flecha de tu piel: podia hacerte mas daĂąo al salir que al entrar. Y Julian lo sabia. "Que hiciste?" Dijo Emma con su boca seca. La sangre estaba saliendo rapidamente del hueco en su chaqueta "Estaba ardiendo" el dijo "No como una flecha normal, Emma..." El cayo sobre sus rodillas. Su expresion era adolorida, claramente luchando contra el dolor "Necesitamos irnos de aqui" el dijo entre jadeos "El tirador puede volver, solo o con mas..." Su voz se rompio y el cayo hacia atras, desfalleciendo en el pasto. Emma se movio mas rapido que ella lo habia hecho en su vida, corriendo a lo largo de la piscina, pero ella aun no estaba a tiempo de evitar que cayera al suelo. *** Las nubes cubrian el cielo sobre el oceano. El viento que corria por el tejado era frio, el oceano actuando como un aire acondicionado gigante. Cristina podia oir el rugir y crugir de los surfistas mientras caminaba a traves de las
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tejas. Que habia en los Blackthorn y Emma que ella habia esperado, que habia estado pasando la mitad de su tiempo en la cima de los edificios. Mark estaba sentado cerca de las canaletas de cobre, sus piernas colgando sobre el costado. El viento empujando su cabello contra su cabeza. Sus manos eran largas, blancas y palidas, sus brazos apoyadas contra las tejas del techo detras de el. El estaba sosteniendo en una mano uno de los telefonos del Instituto. El se veia incongruente... era incogruente, el chico hada con cabello largo y enredado, un tapiz de estrellas detras de el, el telefono en su mano "Lo siento mucho, Helen" ella lo escucho decir, y la palabra hizo eco con gran amor y soledad de la que ella queria alejar. Dejarlo silenciosamente no parecia ser una opcion. Mark la habia escuchado acercarse; el se volvio un poco, haciendole gestos para unirsele. Ella se le acerco inciertamente. Habia sido Dru quien le habia dicho dicho que ella podria encontrar a Mark en el techo, y los demas niĂąos le habia insistido para subir y ver si estaba bien. Ella se preguntaba si ese era realmente su lugar, pero Livvy y Ty los habian absorbido su trabajo de traduccion, y ella habia sentido que Dru estaba asustada de las duras palabras de Mark. Y no era cono si Tavvy pudiera ser enviado a traer a su hermano abajo. Y con algo de renuencia, ella escalo la escalera hacia el techo. Ahora que ella estaba alli, penso, sintio una gran simpatia por el chico sentado al borde del tejado. La mirada en su cara mientras el le hablaba a ella -ella no podia imaginarse lo que podria sentirse ser como el, saber que solo hay una sola otra persona en el mundo como el, quien compartia su sangre y su herencia, y saber que ella estaba separada de el por una cruel e irrompible ley. "Y yo, tu, mi hermana" Mark dijo, y dejo caer el telefono de su mano. Esta era una vieja version, con una pantalla que parpadeaba y se oscurecia cuando 293
la llamada se desconecto. El lo guardo en un bolsillo y miro hacia Cristina, las nubes disparando sombras sobre su cara. "Si has venido a decirme que me he comportado mal, lo se" el dijo. "Eso no es el porque vine" dijo ella acercandose mas a el, pero sin sentarse. "Pero estas de acuerdo" el dijo "Me he comportado mal. No debia de hablarle a Julian como lo hice, especialmente en frente de los otros pequeĂąos" Cristina hablo cuidadosamente "No se si Julian estaba bien. Pero creo que Julian estaba preocupado por ti, y eso fue el porque no queria que fueras con ellos" "Lo se" dijo Mark sorprendiendola "Pero conoces como es, tener a tu hermano menor preocupandose por ti como si tu fueras el niĂąo?" El peino con sus dedos su cabello "Pensaba, mientras estaba afuera, que Helen podria estar criandolos. Nunca pense que todo caeria sobre los hombros de Julian. No puedo decir si es porque el me parece irreconocible" Cristina penso en Julian, en su tranquila competencia y sonrisas cariĂąosas. Ella recordo diciendole a Emma en modo de broma que ella podria caer enamorada de Julian en cuanto lo conociera. Y el habia sido mucho mas hermoso de lo que ella habia pensado que creia, de las desgatadas fotos que tenia Emma y las vagas descripciones que ella le daba. Pero aunque ella pensaba que le gustaba, dudaba de que podria amarla. Demasiado de el estaba oculto. "Mucho de el esta, creo, encerrado" ella dijo "Has visto el mural en su habitacion? El de cuentos de hadas? Creo que el es como es castillo, rodeado de enredaderas que hizo crecer para protegerse a si mismo. Pero con el tiempo, podrias cortar esas enredaderas. Creo en que podrias conocer a tu hermano de nuevo'
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"No se cuanto tienpo tengo" el dijo "Si no resolvemos los asesinatos a tiempo, la Caza Salvaje me reclamara" "Quieres ir con ellos?" Cristina dijo suavemente El no dijo nada, solo miro al cielo. "Por eso es que vienes al tejado? Por que desde aqui puedes ver a la Caza si cabalgan por aqui?" Mark estuvo en silencio un largo tiempo. Luego dijo "A veces imagino que puedo escucharlos. Imaginar que puedo escuchar los cascos de los caballos contra el cielo" Ella sonrio "Me gusta la manera en que hablas" ella dijo "Siempre suena como poesia" "Hablo como fui enseñado por las hadas. Tantos años bajo su tutela" el dijo, alzando sus manos y poniendolas sobre sus rodillas. Sus muñecas estaban cubiertas por largas e irregulares cicatrices. "Cuantos años? Lo sabes?" Mark se encogio de hombros "El tiempo no corre aqui como corre alla. No sabria decirte" "Los años no se muestran en tu cara" dijo ella "A veces te vee como si fueras tan joven como Julian. Y otras veces te ves como las Hadas lo hacen... sin edad" Ahora el miraba a los lados "No crees que me veo como un Cazadot de Sombras?" "Quieres hacerlo?" "Quiero verme como mi familia" el dijo "No puedo tener el coloramiento de los Blackthorn, pero puedo lucir como un Nefilim tanto como pueda. Julian tenia razon.... si deseo ser parte de la investigacion, no me puedo quedar afuera" 295
Cristina se agacho queriendo decirle a Mark que no habia nada en el mundo que puediera detenerlo "Puedo hacer que te veas como un Cazador de Sombras. Si vienes conmigo abajo" El se movio sin hacer ningun tipo de ruido, como si el tuviera las patas de un gato o estuviera usando una runa de insonoridad. El se movio a un lado para dejarla guiar el camino hasta abajo. Aun cuando ella se habia levantado, y cuando ella lo guio, su piel seguia siendo fria como el aire de la noche. Cristina guio el camino hasya su habitacion; habia dejado las luces apagadas, por lo que ella la ilumino con su piedra de luz magica y lo dejo pasar "Esa silla" dijo seĂąalandola "Llevala hasta el medio de la habitacion y sientate alli. Volvere en seguida" El la miro confundido mientras dejaba la habitacion. Cuando ella volvio, cargando un peine humedo, una toalla y un par de tijeras, el estaba sentado en la silla, aun con la misma mirada confundida. El no se sentaba como los demas adolescentes lo hacian, estirandose junto con sus brazos y piernas. El se sentaba como un rey lo hacia en su trono, recto pero deliberadamente, como si la corona se posara inquieta en su cabeza. "Cortaras mi garganta?" Dijo el mientras Cristina se le acercaba, el peine y las tijeras en su mano brillando. "Cortare tu cabello" ella movio el peine alrededor de su cuello y lo movio hasta dejarlo tras de el. Su cabeza moviendose adelante y atras para seguir sus movimientos mientras ella peinaba su cabello, pasando sus dedos a traves de este. Era la clase de cabello que debia haber sido rulo pero era grueso por estar enredado y largo. "Quedate quieto" ella dijo. "Como pida mi seĂąora" Ella movio el peine a traves de su cabello y comenzo a cortar, siendo cuidadosa de mantenerlo aun largo. Ella alejo el peine de su plateado-rubio 296
cabello, y este cayo en adorables rulos como los de Julian. Ella lo paso de nuevo contra la parte de atras de su cuello como si quisiera ser cercana a el. Ella recordo tocar el cabello de Diego; este habia sido liso grueso bajo sus dedos, oscuro y con textura. El de Mark era liso, como lino o algodon. Cayendo como paja brillante, tomando la luz de la piedra magica. "Cuentame de las Cortes de las Hadas" dijo ella "Siempre he escuchado historias. Mi madre me conto algunas historias, y mi tio" "No vemos demasiado" dijo el, sonando ordinario por un momento "Gwyn y los Cazadores no son de ninguna Corte. El se mantiene leal a si mismo. Solo nos uniamos a las Cortes y a su gente cuando habia ceremonias. Aquellas..." El se que en silencio por un tienpo tan largo que Cristina se pregunto si se habia dormido o solo estaba muy aburrido. "Si has estado alli una vez puede que no lo olvides" el dijo "Grandes cuevas brillantes o desiertos con un bosque lleno de luces de fuego fatuo. Aun hay partes de este mundo que no han sido descubiertos por todos, peros si por las Hadas. Alli estarias bailando hasta que tus pies se caigan, alli hay hermosos chicos y chicas, y besos que saben como a vino, pero el vino es dulce y la fruta aun mas dulce. Y podrias despertar en la maĂąana para encontrar que todo se ha ido, pero aun puedes escuchar la musica en tu cabeza" "Creo que podria encontrarlo gracioso" ella se movio alrededor para pararse en frente de el. El la miro con sus curiosos bicolores ojos y ella sintio un temblor en su mano, uno que nunca habia sentido cuando cortaba el cabello de Diego, o el de su hermano Jaime, o el de ninguno de sus primos pequeĂąos. Por supuesto, ellos tenian doce cuando ella cortaba su cabello, alardeando de que su madre le enseĂąo, quizas era diferente cuando eres mas viejo "Todo es tan glamuroso y hermoso. Como puede compararlo un humano?" El la miro sorprendido "Pero tu podrias ser amada en las Cortes" el dijo "Ellos podrian poner flores en coronas de joyeria y sandalias para ti. Serias 297
brillante y admirada. No hay nada mas que las Hadas amen mas que la belleza mortal" "Porque envejecere" dijo ella "Si" admitio el "Es verdad que eventualmente te volveras gris, encorvada y arrugada, y el posible que el aire pueda pasar a traves de tu barbilla. Y eso es solo unos de los pocos problemas" el capto su mirada "Pero eso sucederia en un largo tiempo" el añadio lastimosamente. Cristina resopló. "Pensé que las hadas estaban destinados a ser encantadores" ella deslizó una mano bajo la barbilla para alzarle la cabeza para cortar a los últimos mechones rebeldes. Era también diferente; su piel era tan suave como la suya, ni pisca de rastrojo o rugosidad. Reducido de sus ojos, sus colores reduciendose a un destello, movio las tijeras a un lado y despejó su cuello "Listo" dijo "Quieres ver?" El se enderezo en la silla. Cristina estaba inclinandose: sus cabezas al mismo nivel "Inclinate mas" ella dijo "Por años no tuve espejos; tuve que aprender a hacerlo. Los ojos de otro pueden llegar a ser un espejo más efectivo que el agua. Si me miras, puedo ver mi reflejo en tus ojos" He tenido que hacerlo. Los ojos de quien habian estado mirando en su interior, todos aquellos años? Cristina se preguntaba mientras se inclinaba hacia adelante. Ella no sabia porque lo habia hecho, exactamente; quizas era la manera en que se quedaba mirandola, como si no hubiera cosa mas fascinante que mirarla. Su mirada no bajaba a su escote en V, sus brazos desnudos o incluso a sus manos, mientras ella abria sus ojos y miraba a los de el. "Hermoso" el dijo finalmente. "Te refieres a tu corte de cabello?" Dijo ella, tratando de mantener la burla fuera de su voz, pero solo llegando a un punto medio. Quizas ella no deberia 298
haber ofrecido un toque tan intimo a un completo extraĂąo, aun si el se veia inofensivo, aun si ella no habia mencionado nada de eso... o si? "No" el dijo en una suave exhalacion. Ella podia ver su respiracion caliente en su cuello, y su mano deslizandose en la de ellla. Era rasposa y callosa, cicatrizada a lo lago de la palma. El corazon de ella dio un brinco justo cuando la puerta de la habitacion de Mark se abrio. Ella casi salto lejos de el mientrad Livvy y Ty aparecian en el marco de la puerta. Livvy estaba sosteniendo su telefono y sus ojos estaban abiertos de par e para con preocupacion "Es Emma" ella dijo aventandole el telefono "Ella mensajeo 911. Necesitamos encontrarlos de inmediato"
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Capítulo 12 – Más fuerte de lejos. Emma hizo un giro chirriando fuera de Fairfax en un lote de aparcamientos frente a la calle de Delicateses Canter. Este pertenecia a una tienda de pinturas que ahora estaba cerrado. Ella rodeo hasta la parte de atras, donde el lote estaba totalmente vacio, deteniendo el auto de golpe y haciendo que Julian malcidiera. Ella miro hacia el, quitandose el cinturon. El estaba palido, apretando su costado. Ella no podia ver mucho, tanto por la oscuridad en el interior del auto, como por la ropa negra que estaba usando, pero la sangre estaba saliendo de entre sus dedos en lentos pulsos. Su estomago se enfrio. Cuando ellos habian salido de la casa de Wells, lo primero que ella habia hecho fue dibujar una runa de sanacion en su piel. Lo segundo fue conseguir que el se sentara y medio recostara en el asiento, las armas y la cartera de Ava en el asiento trasero. Solo despues de haber conducido un par de calles y que se habian estacionado, fue que se dio cuenta de que aun estaba sangrando. Ella se acerco y puso sobre su piel otra runa de curacion, y luego otra. Podria funcionar. Tenia que hacerlo. Habia muy pocas clases de heridas que una runa de curacion no puede curar. Aquellas hechas por veneno de demonio, y aquellas tan malas que podrian matarte. Su cerebro se habia entumecido y congelado ante cualquiera de los pensamientos de cualquier posibilidad, y habia corrido a tomar su telefono. Ella le habia mensajeado a Livvy el primer lugar que ella creyo le resultatia familiar -todos ellos conocian y amaban Canter's- y habia conducido hasta alli tan rapido como podia. Ella apago el auto con un movimiento de su muñeca y se inclino al asiento de atras junto a Jules. El estaba en el rincon, palido y temblando de dolor "Bien" dijo ella con la voz temblandole "Tienes que dejarme verte"
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