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Mi final

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Dejar de querer

Dejar de querer

Cuando lleguen los años nuevos y mi piel esté ajada, cuando mis piernas y brazos tiemblen apoyada aún sobre un bastón, cuando mi sonrisa se escuche entre cortada y mi memoria me haga muchas jugadas, seguiré siendo la misma, quizás con más corazón.

Finalmente, al cerrar mis ojos, la eternidad abrirá las puertas, me penetraré en la incógnita más bella obra del creador.

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He vivido, he aprendido, he luchado, he amado.

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