La Prueba de la Mesianidad de JesĂşs
y
Roberto Celaya Figueroa
Mateo 12:38-42
…para nosotros, sin embargo, sólo hay un Dios, el Padre, del cual proceden todas las cosas, y nosotros somos para él; y un Señor, Jesucristo, por medio del cual son todas las cosas y nosotros por medio de él (I Corintios 8:6)
Dedicatoria
A la Iglesia de Dios (7° Día)
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Índice
Introducción........................................................................................................ 1 Sepultura y Resurrección de Jesús .................................................................. 4 ¿Cuándo fue sepultado Jesús? .............................................................. 4 ¿Cuándo resucitó Jesús? ....................................................................... 6 Absurdos y contradicciones ............................................................................. 13 ¿Un sábado o dos sábados? .................................................................. 14 Ordenando los acontecimientos ............................................................ 18 Resumiendo los relatos .......................................................................... 20 Miércoles: 14 de Nisán (o Abib). ...................................................... 21 Jueves: 15 de Nisán (o Abib). ........................................................... 21 Viernes: 16 de Nisán (o Abib). .......................................................... 22 Sábado: 17 de Nisán (o Abib). .......................................................... 22 Domingo: 18 de Nisán (o Abib). ....................................................... 22 Consideraciones ...................................................................................... 23 La señal de Jonás .................................................................................... 24 De viernes a domingo.............................................................................. 27 La astronomía entra en escena ......................................................................... 29 ¿Cuándo comienza el año bíblico? ........................................................ 30
¿En qué año murió Jesús? ..................................................................... 34 Lumbreras en la expansión .................................................................... 36 Luz del mundo, columna y sostén de la verdad .............................................. 45 Luz del Mundo .......................................................................................... 46 Columna y sostén de la verdad .............................................................. 49 Conclusión .......................................................................................................... 53
Introducción “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios” (Marcos 16:9). Una de las creencias principales del cristianismo no solo es la de la resurrección de Jesús, sino también que, después de haber sido muerto y enterrado un viernes, éste se levantó de entre los muertos un domingo por la mañana. Durante siglos esta ha sido la enseñanza de la iglesia romana, así como la de las iglesias que de ella salieron a partir de la reforma.
Este dogma, que ha dado pauta a cuestiones de gran alcance como cambiar el día de reposo del sábado al domingo, ha sido un dogma prácticamente intocado e incuestionable, pero cuando uno comienza a leer las Escrituras en lo referente a este tema, se encuentra con cuestiones que le parecen incomprensibles, absurdas o contradictorias y que devienen en una consideración más que pasmosa.
¿Por qué si Jesús dijo que estaría en el sepulcro tres días y tres noches (Mateo 12:38-42) no podemos contar precisamente tres días y tres noches de la tarde del viernes al domingo por la mañana?, ¿cómo es posible que las mujeres compraran las aromas para embalsamar a Jesús después del sábado (Marcos 16:1) pero las prepararan antes del sábado (Lucas 23:56)?, ¿por qué se nos dice que Jesús resucitó por la mañana, es decir, ya había amanecido, (Marcos 16:9) pero cuando Maria Magdalena va al sepulcro y encuentra la piedra quitada aún está obscuro, es decir, no había amanecido (Juan 20:1).
Antes tales interrogantes pregunta a consideración que se desliza veladamente en aquel que emprende el estudio de este tema es ¿y si Jesús no hubiera muerto un viernes ni resucitado un domingo?
Pero a pesar de los cuestionamientos anteriores, que implicarían que Jesús no murió un viernes ni resucitó un domingo, los mismos abren un posibilidad que 1
deviene en un cuestionamiento mayor, ya que si Jesús fundó Su iglesia, misma que nunca iba a dejar de existir (Mateo 16:18), si Jesús iba a estar con Su iglesia todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20), si el Santo Espíritu del Padre iba a estar con esa iglesia siempre (Juan 14:16) guiándola hacia la verdad plena (Juan 16:13), si esa iglesia sería luz del mundo (Mateo 5:14-16), columna y sostén de la verdad (1 Timoteo 3:15), ¿cómo podría explicarse un error tan grande en la iglesia como resultaría si ésta señalara fechas de muerte y resurrección de Jesús que no corresponden con la realidad?
En el transcurso del presente estudio abordaremos los cuestionamientos anteriores, y otros más, para dar claridad al tema de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, pero antes de comenzar propiamente con esto, hay un punto de mayor importancia: el que tú ahorita estés leyendo esto.
Así como en los tiempos de Jesús, mucha gente actualmente se siente “angustiada y abatida como ovejas que no tienen pastor” (Mateo 9:36), corren de aquí para allá tratando de buscar un sentido a su existencia, sentido que sólo resulta cuando se está en la verdad (Juan 8:31-32). Isaías 55:6 insta a “buscar a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano”, el mismo Jesús de igual forma exhorta a que “pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre” (Mateo 7:7-8), pero “no depende del que quiere ni del que corre, sino de Dios que tiene misericordia” (Romanos 9:16), esto por la trascendente verdad de que es el Padre quien llama (Juan 6:39, 44, 65), con todo y todo “muchos son llamados, y pocos escogidos” (Mateo 22:14) y aun así estos escogidos deben llegar a ser fieles (Revelación 17:14).
Si tú estás leyendo ahorita es que eres de los que que, aunque en angustia y abatimiento, buscan y piden, siendo que el Padre, en su misericordia, te ha traído a este punto, por lo que eres de los llamados.
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Si ya has llegado a este punto, antes de comenzar propiamente el tema de este estudio, ponte en manos del Padre. Con tus palabras, sabiendo que Dios te ama tanto que dio a Su Hijo en rescate tuyo, pide Su luz, Su guía, Su iluminación. Pon atención conforme avancemos en este estudio en lo que el Espíritu dice a tu espíritu y en tu fuero interno, libremente, decide tú que harás con este llamado. La decisión es de cada quien.
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Sepultura y Resurrección de Jesús
Antes de comenzar viendo los cuestionamientos con los que se abrió este estudio, es menester repasar lo que de la muerte y resurrección de Jesús nos dice la Escritura
¿Cuándo fue sepultado Jesús?
Marcos 15:42-47 Cuando llegó la noche, porque era la preparación, es decir, la víspera del día de reposo, José de Arimatea, miembro noble del concilio, que también esperaba el reino de Dios, vino y entró osadamente a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Pilato se sorprendió de que ya hubiese muerto; y haciendo venir al centurión, le preguntó si ya estaba muerto. E informado por el centurión, dio el cuerpo a José, el cual compró una sábana, y quitándolo, lo envolvió en la sábana, y lo puso en un sepulcro que estaba cavado en una peña, e hizo rodar una piedra a la entrada del sepulcro. Y María Magdalena y María madre de José miraban dónde lo ponían.
Aquí tenemos la declaratoria de Marcos de que Jesús fue sepultado a la víspera del día de reposo. Muchas versiones de la Biblia traducen la palabra para día del reposo como sábado, del griego Sabbath, σάββατον, que hace referencia a la palabra hebrea shabat, השבת ום, y que significa reposar o cesar [toda actividad]1.
Lucas 23:50-56 Había un varón llamado José, de Arimatea, ciudad de Judea, el cual era miembro del concilio, varón bueno y justo. Este, que también esperaba el reino de Dios, y no había consentido en el acuerdo ni en los hechos de ellos, fue a Pilato, y pidió el cuerpo de Jesús. Y quitándolo, lo envolvió en una sábana, y lo puso en un sepulcro abierto en una peña, en el cual aún 1
Real Academia Española, sábado, http://dle.rae.es/?id=Wrzz0pc
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no se había puesto a nadie. Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo. Y las mujeres que habían venido con él desde Galilea, siguieron también, y vieron el sepulcro, y cómo fue puesto su cuerpo. Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo, conforme al mandamiento.
Aquí de nueva cuenta Lucas señala que Jesús fue sepultado poco antes de comenzar el día de reposo. AL igual que en la cita anterior muchas versiones traducen día del reposo por sábado, pues en el original dice Sabbath, σάββατον, que significa reposar o cesar [toda actividad]2. De igual forma se señala que en el caso de las mujeres, éstas prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo.
De las dos citas vistas hasta ahorita podemos ver que Jesús fue enterrado en víspera de un sábado, es decir, de un reposo.
Juan 19:38-42 Después de todo esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, pero secretamente por miedo de los judíos, rogó a Pilato que le permitiese llevarse el cuerpo de Jesús; y Pilato se lo concedió. Entonces vino, y se llevó el cuerpo de Jesús. También Nicodemo, el que antes había visitado a Jesús de noche, vino trayendo un compuesto de mirra y de áloes, como cien libras. Tomaron, pues, el cuerpo de Jesús, y lo envolvieron en lienzos con especias aromáticas, según es costumbre sepultar entre los judíos. Y en el lugar donde había sido crucificado, había un huerto, y en el huerto un sepulcro nuevo, en el cual aún no había sido puesto ninguno. Allí, pues, por causa de la preparación de la pascua de los judíos, y porque aquel sepulcro estaba cerca, pusieron a Jesús.
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Esta cita, en concordancia con las dos anteriores agrega una información adicional y que es que la preparación para ese sábado, ese reposo, era por causa de la pascua de los judíos. Sobre esto Juan 19:31 señala “Los judíos entonces, como era el día de preparación para la Pascua, a fin de que los cuerpos no se quedaran en la cruz el día de reposo (porque ese día de reposo era muy solemne), pidieron a Pilato que les quebraran las piernas y se los llevaran”. Así este reposo era de gran solemnidad.
Como conclusión preliminar, según la Escritura, podemos decir que Jesús fue sepultado en vísperas de un sábado o reposo, que dicho sábado o reposo tenía que ver con la pascua judía y que dicho sábado o reposo era de gran solemnidad. Más delante veremos a qué sábado o reposo nos estamos refiriendo.
¿Cuándo resucitó Jesús?
Juan 20:1-18 El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro. Entonces corrió, y fue a Simón Pedro y al otro discípulo, aquel al que amaba Jesús, y les dijo: Se han llevado del sepulcro al Señor, y no sabemos dónde le han puesto. Y salieron Pedro y el otro discípulo, y fueron al sepulcro. Corrían los dos juntos; pero el otro discípulo corrió más aprisa que Pedro, y llegó primero al sepulcro. Y bajándose a mirar, vio los lienzos puestos allí, pero no entró. Luego llegó Simón Pedro tras él, y entró en el sepulcro, y vio los lienzos puestos allí, y el sudario, que había estado sobre la cabeza de Jesús, no puesto con los lienzos, sino enrollado en un lugar aparte. Entonces entró también el otro discípulo, que había venido primero al sepulcro; y vio, y creyó. Porque aún no habían entendido la Escritura, que era necesario que él resucitase de los muertos. Y volvieron los discípulos a los suyos.
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Pero María estaba fuera llorando junto al sepulcro; y mientras lloraba, se inclinó para mirar dentro del sepulcro; y vio a dos ángeles con vestiduras blancas, que estaban sentados el uno a la cabecera, y el otro a los pies, donde el cuerpo de Jesús había sido puesto. Y le dijeron: Mujer, ¿por qué lloras? Les dijo: Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto. Cuando había dicho esto, se volvió, y vio a Jesús que estaba allí; mas no sabía que era Jesús. Jesús le dijo: Mujer, ¿por qué lloras? ¿A quién buscas? Ella, pensando que era el hortelano, le dijo: Señor, si tú lo has llevado, dime dónde lo has puesto, y yo lo llevaré. Jesús le dijo: ¡María! Volviéndose ella, le dijo: ¡Raboni! (que quiere decir, Maestro). Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; mas ve a mis hermanos, y diles: Subo a mi Padre y a vuestro Padre, a mi Dios y a vuestro Dios. Fue entonces María Magdalena para dar a los discípulos las nuevas de que había visto al Señor, y que él le había dicho estas cosas.
En esta primer cita, de Juan, vemos que María Magdalena va al sepulcro el primer día de la semana, es decir el domingo, siendo aún oscuro, es decir, aún no había salido el sol, no había comenzado la parte clara del domingo aunque sí su parte oscura, y ya encuentra la piedra removida. Lo interesante es el encuentro posterior con Jesús resucitado.
Mateo 28:1-10 Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana, fueron María Magdalena y la otra María a ver el sepulcro. De pronto hubo un gran terremoto, porque un ángel del Señor descendió del cielo y, acercándose, removió la piedra y se sentó sobre ella. Su aspecto era como un relámpago, y su vestido blanco como la nieve. De miedo de él, los guardas temblaron y se quedaron como muertos. Pero el ángel dijo a las mujeres: «No temáis vosotras, porque yo sé que buscáis a Jesús, el que fue crucificado. No está aquí, pues ha resucitado, como dijo. Venid, ved el lugar donde fue puesto el Señor. E id pronto y decid a sus discípulos que 7
ha resucitado de los muertos y va delante de vosotros a Galilea; allí lo veréis. Ya os lo he dicho.» Entonces ellas, saliendo del sepulcro con temor y gran gozo, fueron corriendo a dar las nuevas a sus discípulos. Y mientras iban a dar las nuevas a los discípulos, Jesús les salió al encuentro, diciendo: —¡Salve! Y ellas, acercándose, abrazaron sus pies y lo adoraron. Entonces Jesús les dijo: —No temáis; id, dad las nuevas a mis hermanos, para que vayan a Galilea, y allí me verán.
Igual que en la cita anterior, en esta dada por Marcos, vemos que las mujeres estando por amanecer el domingo, un ángel remueve la piedra, se sienta sobre ella y testifica de la resurrección de Jesús. Un aspecto interesante de esta testificación es que el ángel claramente les dice no sólo que Jesús ha resucitado, sino que “ha resucitado, como dijo”, no dice que resucitó más o menos como dijo, sino “como dijo”.
En este punto hay que aclarar, y tener muy en cuenta para el resto del estudio, que los días judíos, en consonancia con la Escritura (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31), comenzaban a la puesta del sol, la primera parte de los mismos era la parte oscura y la segunda parte de los mismos era la pare clara, terminando estos a la puesta de sol del día siguiente. En la frase “Pasado el sábado, al amanecer del primer día de la semana”, la palabra “Pasado” se ha traducido del griego ὀψέ, opse , que significa mucho después, tarde. “Pasado el sábado” se refiere precisamente a que el sábado estaba terminando por lo que la parte clara del mismo estaba por terminar de igual forma la frase “al amanecer “se ha traducido del griego ἐπιφωσκούσῃ, epiphōskousē que significa “comenzar a amanecer” 3, es decir, empezar un nuevo día, no hace referencia a que estaba por salir el sol, como nosotros entendemos la palabra amanecer, sino que estaba por comenzar el domingo, el cual comenzaba
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Una derivación se ha utilizado en Lucas 23:54 como “ Era día de la preparación, y estaba para comenzar el día de reposo”
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a la puesta del sol4, así que el día domingo había empezado pero aún no había salido el sol. Así en esta frase el sábado acababa de terminar (acababa de ocultarse el sol) y el domingo había comenzado (la parte oscura del mismo). Pero entonces, ¿qué hay de la cita en Marcos 16:1-2 que señala “Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, compraron drogas aromáticas, para venir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol”? Esta es una duda muy válida, sobre todo si también consideramos Juan 20:1-18 que señala que “El primer día de la semana, María Magdalena fue de mañana, siendo aún oscuro, al sepulcro; y vio quitada la piedra del sepulcro”. Aunque más delante se hará una relatoría día con día desde la Santa Cena y posterior muerte de Jesús hasta la resurrección de Jesús y las posteriores apariciones, podemos adelantar que contrariamente a lo que se cree no se trató de una visita la que se hizo al sepulcro, sino que diferentes personas en diferentes momentos hicieron esas visitas al sepulcro, de ahí que algunos relatos menciones a una mujer, otras a varias, otro relato incorporen a los apóstoles, otro señales que ven a Jesús y otros que no lo ve. Son relatos diferentes, aunque complementarios del suceso que narran diferentes vistas efectuadas por diferentes personas en diferentes momentos.
Como aclaración adicional al calce, dado que Juan 20:1-18 menciona que Jesús dice a María Magdalena que aún no lo toque por que no ha subido al Padre, hay que aclarar en la cita anterior de Mateo 28:1-10 la frase “[se] abrazaron sus pies”. Esta frase se traduce del griego ἐκράτησαν, ekratēsan, que lo mismo puede referirse a apoderarse de algo como al intento primario para realizarlo5, así que aquí se refiere, al igual que en Juan 20:1-18, que las mujeres hicieron el intento de aferrarse de los pies de Jesús. 4
La versión Reina Valera 1909 traduce esa frase como “Y la víspera de sábado, que amanece para el primer día de la semana, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro”; la Biblia Jubileo 2000 lo traduce “Y avanzado el sábado, amaneciendo para el primero de los sábados, vino María Magdalena, y la otra María, a ver el sepulcro”; y la King James Bible lo traduce como “In the end of the sabbath, as it began to dawn toward the first day of the week, came Mary Magdalene and the other Mary to see the sepulcher”. Todos hacen referencia a lo mismo, un día que está por concluir (sábado) y otro que está por comenzar (domingo). 5 Una derivación se ha utilizado en Mateo 21:46 como “Pero al buscar cómo echarle mano, temían al pueblo, porque éste le tenía por profeta”
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Marcos 16:1-8 Y como pasó el sábado, María Magdalena, y María madre de Jacobo, y Salomé, compraron drogas aromáticas, para venir a ungirle. Y muy de mañana, el primer día de la semana, vienen al sepulcro, ya salido el sol. Y decían entre sí: ¿Quién nos revolverá la piedra de la puerta del sepulcro? Y como miraron, ven la piedra revuelta; que era muy grande. Y entradas en el sepulcro, vieron un mancebo sentado al lado derecho, cubierto de una larga ropa blanca; y se espantaron. Más él les dice: No os asustéis: buscáis a Jesús Nazareno, el que fue crucificado; resucitado ha, no está aquí; he aquí el lugar en donde le pusieron. Mas id, decid a sus discípulos y a Pedro, que él va antes que vosotros á Galilea: allí le veréis, como os dijo. Y ellas se fueron huyendo del sepulcro; porque las había tomado temblor y espanto; ni decían nada a nadie, porque tenían miedo.
En el mismo tenor de las dos citas anteriores, aquí las mujeres van el domingo temprano al sepulcro, y al igual que los tres relatos anteriores la resurrección ya se había llevado a cabo. La expresión “a la salida” deviene de la traducción del griego ἀνατείλαντος, anateilantos, que significa un proceso que está por culminar6. Es decir, marca un proceso que estaba dándose y estaba por culminar. Pero además aquí viene uno de los primeros cuestionamientos con que iniciamos este estudio ya que en la relatoría dada en Lucas 23:50-56 tenemos que las mujeres “…prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el día de reposo…”, pero aquí se nos dice que “[una vez que] pasó el sábado [las mujeres] compraron drogas aromáticas, para venir a ungirle”.
Lucas 24:1-12 Y el primer día de la semana, muy de mañana, vinieron al sepulcro, trayendo las drogas aromáticas que habían aparejado, y algunas otras 6
Una derivación se ha utilizado en 2 Pedro 1:19 como “Tenemos además la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien de estar atentos como a una lámpara que alumbra en lugar oscuro hasta que el día esclarezca, y la estrella de la mañana salga en vuestros corazones
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mujeres con ellas. Y hallaron la piedra revuelta del sepulcro. Y entrando, no hallaron el cuerpo del Señor Jesús. Y aconteció, que estando ellas espantadas de esto, he aquí se pararon junto a ellas dos varones con vestiduras resplandecientes; Y como tuviesen ellas temor, y bajasen el rostro a tierra, les dijeron: ¿Por qué buscáis entre los muertos al que vive? No está aquí, mas ha resucitado: acordaos de lo que os habló, cuando aún estaba en Galilea, diciendo: Es menester que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea crucificado, y resucite al tercer día. Entonces ellas se acordaron de sus palabras, y volviendo del sepulcro, dieron nuevas de todas estas cosas a los once, y a todos los demás. Y eran María Magdalena, y Juana, y María madre de Jacobo, y las demás con ellas, las que dijeron estas cosas a los apóstoles. Más a ellos les parecían como locura las palabras de ellas, y no las creyeron. Pero levantándose Pedro, corrió al sepulcro: y como miró dentro, vio solos los lienzos echados; y se fue maravillándose de lo que había sucedido.
En consonancia con todas las citas anteriores, aquí vemos que las mujeres van al sepulcro muy temprano, hallando la piedra removida y encontrándose a dos ángeles que testifican de la resurrección de Jesús.
Antes de continuar es procedente hacer una aclaración ya que la lectura de estas cuatro narraciones relativas a la resurrección de Jesús presentan algunas diferencias entre ellas. La de Juan 20:1-10 dice que la que va al sepulcro es Maria Magdalena y que luego se regresa a avisar de Jesús no está en la tumba a los Apóstoles y de vuelta tiene un encuentro con Jesús; Mateo 28:1-10 dice que son dos las mujeres que van al sepulcro y que no se regresan sino hasta que un ángel testimonia de la resurrección de Jesús, aquí el encuentro con Jesús es antes de llegar con los Apóstoles; Marcos 16:1-9 dice que son tres las mujeres que van al sepulcro y de igual forma un ángel les testimonia de la resurrección de Jesús pero no menciona nada de algún encuentro de las mujeres con Jesús; por último Lucas 11
24:1-12 no menciona cantidad de mujeres, solo que son algunas, y ven dos ángeles y después van con los Apóstoles, tampoco menciona nada de un encuentro de las mujeres con Jesús.
Respecto de estas diferencias hay que señalar que los cuatro evangelistas, si bien de manera inspirada se refieren a un mismo evento, cada uno de ellos hace énfasis, se enfoca, o relata parte del mismo. Más adelante, una vez aclarados los puntos de análisis, se presentará una cronología del tema de estudio, pero podemos adelantar que no fue una visita la que se efectuó a la tumba sino varias visitas las que se hicieron entre la conclusión del sábado y el inicio del domingo, diferentes visitas efectuadas por diferentes personas en diferentes momentos.
Respecto de la pregunta que estamos analizando, todos los relatos coinciden en que para cuando las mujeres van a la tumba sea terminando el sábado o muy temprano el domingo, poco antes de la salid del sol, la resurrección ya se había llevado a cabo, luego entonces tendríamos que acudir a Marcos 16:9 para sustentar una resurrección dominical, ¿o no? “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios”
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Absurdos y contradicciones
Entonces, ¿cuándo murió, fue sepultado y resucitó Jesús?
A estas alturas tal vez a alguien le parezca no solo redundante, sino incluso absurdo, preguntar lo anterior, ¿qué no ya quedamos que Jesús fue sepultado, y por ende murió, en vísperas de un sábado, un reposo?, y en cuanto a la resurrección ¿qué no es muy claro Marcos 16:9 cuando dice que “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana [o sea el domingo], apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios”?
Si, las citas que anteriormente hemos visto dicen eso, pero no significan lo que el mundo ha interpretado. Antes de aclarar el punto veamos una situación que debería generar a menos una incógnita de asombro para quien la leyese y que nos sirve para comenzar a conciliar todo.
¿Cuándo las mujeres compraron las aromas para embalsamar a Jesús, antes o después del sábado? “Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle” (Marcos 16:1); ahora bien, ¿cuándo las mujeres prepararon las aromas para embalsamar a Jesús, antes o después del sábado? “Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el sábado, conforme al mandamiento” (Lucas 23:56). Así que aquí tenemos una situación más que ilógica donde las mujeres compran las aromas para embalsamar el cuerpo de Jesús después del sábado, pero preparan esas aromas para embalsamar el cuerpo de Jesús antes del sábado.
Si bien esto parece un absurdo y una contradicción, no lo es, sino que ordenando los días que implícitamente se consideran uno, sin prejuicio algún previo, puede entender que la muerte de nuestro Señor, y por lo tanto su sepultura, se llevó a cabo un miércoles siendo por ende la resurrección un sábado. Veamos. 13
¿Un sábado o dos sábados?
Por Marcos 16:9 citado anteriormente, vemos que para cuando María Magdalena fue al sepulcro el domingo temprano la resurrección ya se había llevado a cabo, de hecho por Juan 20:1 sabemos que María Magdalena va al sepulcro aun siendo oscuro y la piedra ya había sido movida, así que la cuestión de los sábados de Marcos 16:1 y Lucas 23:56 tiene que ser arreglada antes del domingo. Marcos 16:1 y Lucas 23:56 se convierten en contradictorios en cuanto a su redacción cuando uno considera que ambos se están refiriendo al mismo sábado, pero ¿y si fueran sábados diferentes? La palabra sábado viene del hebreo שבת, shabat, que significa, como ya se comentó, reposar, cesar [toda actividad], y que generalmente se aplica al séptimo día de la semana. Pero el pueblo de Israel tenía otros memoriales anuales donde obligatoriamente también tenía que hacer shabat, cesar toda actividad, reposar.
Éxodo 12:6,8, Levítico 23:5 y Números 28:16 señalan que lo se conoce como la Pascua debía celebrarse el 14 de Nisán.
Éxodo 12:6,8 Y lo guardaréis [el cordero] hasta el día catorce de este mes, y lo inmolará toda la congregación del pueblo de Israel entre las dos tardes. Y aquella noche comerán la carne asada al fuego, y panes sin levadura; con hierbas amargas lo comerán.
Levítico 23:5 En el mes primero, a los catorce del mes, entre las dos tardes, pascua es de Jehová.
Números 28:16 Pero en el mes primero, a los catorce días del mes, será la pascua de Jehová
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Es interesante ver que ese día no se manda reposar, pero sí se dan instrucciones muy precisas de cómo celebrar la Pascua. Jesús celebró la Pascua el 14 de Nisán al ocultarse el sol, como se instruye en la Escritura. Lo que muchos pasan por alto es que inmediatamente después de la Pascua comenzaba una fiesta llamada de los Ázimos o Panes sin Levadura7, la cual duraba siete días siendo el día primero y el día último shabats, es decir, días de reposo.
Éxodo 12:18, 15, Levítico 23:6 y Números 28:17 señalan como es que el 15 del mes primero (Nisán o Abib) debía celebrarse la Fiesta de los Panes sin Levadura por siete días.
Éxodo 12:18 En el mes primero comeréis los panes sin levadura, desde el día catorce del mes por la tarde hasta el veintiuno del mes por la tarde
Levítico 23:6 Y a los quince días de este mes es la fiesta solemne de los panes sin levadura a Jehová; siete días comeréis panes sin levadura.
Números 28:17 Y a los quince días de este mes, la fiesta solemne; por siete días se comerán panes sin levadura.
Lo interesante es que como dice Éxodo 12:16, Levítico 23:7, Números 28:18 y Deuteronomio 16:8, el primero y el último de esos siete días se tenía que hacer shabat, cesar toda actividad, reposar.
Éxodo 12:16 El primer día habrá santa convocación, y asimismo en el séptimo día tendréis una santa convocación; ninguna obra se hará en ellos, excepto solamente que preparéis lo que cada cual haya de comer.
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De hecho Dios había ordenado siete festividades al pueblo de Israel, todas excepto la Pascua, incluyen días de reposo (shabat): Pascua, Panes sin levadura, Primicias, Pentecostés, Trompetas, Día de la Expiación, y Tabernáculos
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Levítico 23:7 El primer día tendréis santa convocación; ningún trabajo de siervos haréis.
Números 28:18 El primer día será santa convocación; ninguna obra de siervos haréis.
Deuteronomio 16:8 Seis días comerás pan sin levadura, y el séptimo día será fiesta solemne a Jehová tu Dios; no trabajarás en él.
Después de la Pascua empezaba la Fiesta de los Panes sin Levadura, siendo el primer y el último día de esta fiesta shabats, es decir de reposo, como eran de reposo todo tenía que dejarse listo antes que iniciase, por eso en Juan 19:31, 42 se le llama a esto la preparación de la Pascua, es decir, los preparativos que podían hacerse el día de la pascua, 14 de Nisán, ya que no era de reposo para poder el día siguiente, 15 de Nisán, primer día de Panes sin Levadura, descansar. ¿Cómo sabemos que el término preparación de la Pascua no se refiere al día previo de la Pascua sino a las preparaciones que se hacían en la Pascua para el día posterior? Porque Juan 19:31 señala que esa preparación era por el día del reposo y, como se ha comentado, el 14 de Nisán, día de la Pascua, no era de reposo sino el primer día de Panes sin Levadura, el día siguiente de la Pascua, el 15 de Nisán, por lo que las preparaciones para el día de reposo se hacían el 14.
Dado que después de la Pascua empezaba la Fiesta de los Panes sin Levadura, siendo el primer y el último día de esta fiesta shabats, es decir de reposo, sólo hay dos opciones: o el primer día de reposo de Panes sin Levadura cayó en el sábado semanal o cayó en otro día diferente al sábado semanal. Si es el primer caso se tendría un solo día de reposo donde confluyeran dos shabats: el primer día de Panes sin Levadura y el sábado semanal, si fuera el segundo caso se tendría en un día diferente al sábado semanal otro shabat, otro reposo, ¿por cuál de las dos opciones se decanta la Escritura? Veamos
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Supongamos que Jesús muere un viernes y por lo tanto el primer día de Panes sin Lavadura, la fiesta que inicia inmediatamente después de la Pascua, cayó el mismo día que el sábado semanal. Si este fue el caso tenemos el absurdo mencionado anteriormente de Marcos 16:1 y Lucas 23:56: “Cuando pasó el sábado, María Magdalena, María la madre de Jacobo, y Salomé, compraron especias aromáticas para ir a ungirle” (Marcos 16:1), “Y vueltas, prepararon especias aromáticas y ungüentos; y descansaron el sábado, conforme al mandamiento” (Lucas 23:56). Como ya se comentó, si el primer día de Panes sin Levadura, de reposo, cayó en el sábado semanal, de reposo, se tendría un solo día de reposo que vuelve la anterior redacción una situación más que ilógica imposible de resolver donde las mujeres compran las aromas para embalsamar el cuerpo de Jesús después del sábado, pero preparan esas aromas para embalsamar el cuerpo de Jesús antes del sábado.
Ahora, supongamos que Jesús muere otro día que no sea el viernes y por lo tanto el primer día de Panes sin Lavadura, de reposo, caiga en cualquier otro día que no sea el sábado semanal, ahí sí se podría arreglar que las especias fueron compradas cuando pasó el shabat relativo al primer día de panes sin Levadura y luego se prepararon descansando el shabat semanal. Dado que aquí no hay contradicciones, cuestiones absurdas o paradojas irresolubles, vamos acomodando los días a reserva de desarrollar este punto con mayor amplitud posteriormente, sobre todo por la consideración relativa a la forma de medir el tiempo bíblicamente en cuanto al inicio y término de da día. Este acomodo por facilidad debe hacerse desde el domingo y hacia atrás.
5. Para el domingo Jesús ya había resucitado. 4. El sábado semanal fue, como lo señala el mandamiento, de reposo. 3. Las mujeres en viernes compran y preparan las especias antes del sábado semanal. 2. El jueves es shabat, es decir, reposo, por ser el primer día de panes sin levadura. 17
1. El miércoles antes de la puesta del sol, es decir, antes que comience el jueves bíblico, es Jesús puesto en la sepultura.
Así que necesaria y forzosamente, en la semana que murió Jesús, se dieron dos shabat, o dos reposos, el ordenado para el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura (al día siguiente de la Pascua) y el del sábado semanal.
Quien defienda la muerte de Jesús un viernes siendo que el primer día de Panes sin Lavadura y el Shabat semanal cayeron el mismo día, se enfrentará al reto de conciliar el absurdo, la paradoja, de cómo es que las mujeres pudieron compran las aromas para embalsamar el cuerpo de Jesús después del sábado (Marcos 16:1), pero preparan esas aromas para embalsamar el cuerpo de Jesús antes del sábado (Lucas 23:56).
Ordenando los acontecimientos.
Para ordenar los acontecimientos, hay que tener en cuenta lo que ya se comentó: que para el pueblo de Israel los días comenzaban al ponerse el Sol (Génesis 1:5, 8, 13, 19, 23, 31), no como en la actualidad que comienzan a la medianoche.
Si ordenáramos del final al inicio lo relatado en las Escrituras, sin prejuicio alguno, tendríamos que concluir que (1) para el domingo, antes de salir el sol, la resurrección ya se había efectuado, (2) el sábado (desde la puesta del sol del viernes hasta la puesta del sol del sábado) las mujeres reposaron, (3) el viernes (desde la puesta del sol del jueves hasta la puesta del sol del viernes, obvio que trabajando en la parte clara) las mujeres compraron (después del reposo del jueves) y prepararon las especias (antes del reposo del sábado semanal), (4) el jueves (desde la puesta del sol del miércoles hasta la puesta del sol del jueves) las mujeres descansaron por ser el primer día de la Fiesta de los Panes sin Levadura,
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y (5) el día previo por la tarde, Nisán 14, martes a la puesta de sol, Jesús celebra la Santa Cena.
Cuando uno considera esto todo se resuelve de manera natural. Con esto en mente tenemos el cuadro completo y correcto: Jesús toma la Pascua con sus discípulos e instituye el memorial de Su muerte para nosotros el martes, 14 de Nisán, por la tarde a la puesta del Sol (inicio del 14 de Nisán), al día siguiente, para nosotros el miércoles antes de la puesta del sol, Jesús muere en la cruz (todavía 14 de Nisán, la parte clara del mismo), como al ocultarse el sol en lo que para nosotros es miércoles por la tarde empezaría el 15 de Nisán, el cual obligatoriamente era de reposo, Jesús es enterrado a toda prisa (Lucas 23:53, 54; Juan 19:41, 42; Marcos 15:42), pues ya estaba por iniciar el 15 de Nisán, de reposo, sin que se le haya podido ungir con especias aromáticas. Las mujeres, y todo Israel, entonces descansan el 15 de Nisán, desde la puesta del sol de lo que llamamos miércoles hasta la puesta de sol de lo que llamamos jueves (y que ya sería el inicio del 16 de Nisán). Lo que llamamos viernes, que sería la parte clara del 16 de Nisán, una vez pasado el shabat (reposo) las mujeres compran las aromas para embalsamar a Jesús (Marcos 16:1) y antes de iniciar el Shabat (reposo) semanal, siendo todavía viernes (parte clara del 16 de Nisán), las preparan y descansan al caer la tarde de lo que llamamos viernes y que sería el inicio del 17 de Nisán, que a su vez es el Shabat (reposo) semanal del séptimo día (Lucas 23:56). No hay manera de ordenar los dos reposos que deben considerarse al tomar en cuenta la Pascua, la Fiesta de los Panes sin Levadura (siete días con el 1er y el 7° día de shabat, reposo) y un sábado semanal que concuerde de otra forma con el relato bíblico.
Resumiendo lo anterior tenemos: Jesús toma la Santa Cena con sus discípulos un miércoles 14 de Nisán, al día siguiente jueves antes de la puesta de sol muere y es enterrado, desde ese momento, poco antes de la puesta del sol del jueves hasta el sábado, poco antes de la puesta de sol, son los tres días y las tres noches, 72 horas, teniendo en ese lapso dos descansos: el primer día de la Fiesta 19
de los Panes sin Levadura (desde el miércoles a la puesta de sol hasta el jueves a la puesta de sol), después del cuál las mujeres compran y preparan las especias, y el sábado semanal (desde el viernes a la puesta de sol y hasta el sábado a la puesta de sol). Siendo así que Jesús resucita en lo que para nosotros es un sábado poco antes de la puesta de sol, es decir, poco antes de iniciar el domingo según la medición del tiempo judía.
El siguiente esquema presenta gráficamente la cronología de la Santa Cena de Jesús con sus Apóstoles, la crucifixión y muerte de Jesús, Su sepultura y Su resurrección.
Resumiendo los relatos.
Con lo visto hasta ahora podemos ordenar todos los relatos evangélicos referidos al tema de estudio: Cinco días son claramente mencionados en los relatos evangélicos de la crucifixión y resurrección de Cristo. Comenzando con el 14 de Nisán (o Abib), cuando Jesús comió la Pascua con los discípulos, estos cinco días terminan con el "primer día de la la semana". Siendo este último el domingo, los anteriores a él deben ser cuatro: sábado, viernes, jueves y miércoles. Como el miércoles, por lo tanto, era la Pascua, el día 14 de Nisán (o Abib), los restantes 20
días fueron el 15, 16, 17 y 18° respectivamente. Es interesante observar que los tres primeros de estos eran días de recordatorio anual a los judíos, siendo ordenado especialmente en la Escritura. Por ejemplo, el día 14 de Nisán (o Abib), miércoles, era la Pascua; el día 15 (jueves) fue el primero de los siete días fiesta de los ázimos, siendo un día de reposo anual y el día de "gran solemnidad" de Juan 19:31; el 16 (jueves) fue "el siguiente día del sábado (anual)" (Levítico 23:11,15); mientras que el 17 fue el sábado semanal.
Los eventos asociados con cada día se establecen claramente a continuación8:
Miércoles: 14 de Nisán (o Abib). Día de la Pascua. La crucifixión de Cristo y su entierro. Por la noche, Jesús comió la Pascua con sus discípulos (recordemos que los días de Dios comienzan al atardecer). Fue hecho prisionero en Getsemaní, y llevado a la casa de Caifás donde los cargos en su contra fueron inventados. En la mañana lo llevaron ante Pilato, condenado y crucificado. Él era enterrado al "estando por comenzar el día de reposo" (Lucas 23:54). Este sábado era "de gran solemnidad" (Juan 19:31,42).
Jueves: 15 de Nisán (o Abib). Primer día de los panes sin levadura. Guardia puesta en la tumba. Este es el día de reposo "de gran solemnidad" (Juan 19:31) y "el día siguiente" de Mateo 27:62, también el día de reposo anual mencionado en Levítico 23:11,15. Es decir, el día 15 de Nisán (o Abib) y el primer día de los panes sin levadura. El día 21 de Nisán (o Abib) fue también un día de reposo, es decir, "un día de santa convocación", en el cual ningún trabajo tenía que hacerse. En este sábado (anual) de “gran solemnidad” (día 15)
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The Church of God (7th Day), He Is Risen, http://www.churchofgod7thday.org/Publications/He%20is%20Risen.pdf; una version propia en español puede descargarse desde https://www.dropbox.com/s/nzzho6x5htunq20/El%20ha%20Resucitado.pdf?dl=0
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los jefes de los sacerdotes pidieron una guardia para ser fijada en la tumba (Mateo 27: 62-66). Se completó la primera noche y día en la tumba.
Viernes: 16 de Nisán (o Abib). Segundo día y noche en la tumba. Especias compradas y preparadas. "Una vez que el sábado de gran solemnidad (Jueves) fue pasado" - lo que nos lleva al viernes, "el día después del de reposo "(Levítico 23:15)- las mujeres compraron y prepararon especias aromáticas para ungir el cuerpo de Cristo. Una vez hecho esto, "reposaron, conforme al Mandamiento", el sábado semanal (comparar Marcos 16:1 con Lucas 23:56). La primera parte del versículo 56 se refiere al mismo tiempo que Marcos 16:1, es decir, el viernes, y la última parte al sábado, el día de reposo que siguió a él.
Sábado: 17 de Nisán (o Abib). Tercer día y noche en la tumba. La Resurrección tiene lugar cerca la puesta del sol. "Al final del día de reposo", las dos Marías viene a ver el sepulcro. Este tiempo corresponde exactamente con el tiempo de la sepultura de Cristo. Fue enterrado cuando poco antes del sábado de alta solemnidad (jueves) y las mujeres llegaron poco antes de iniciar el primer día de la semana. Para entonces el ángel dijo a las mujeres que Jesús ya había resucitado (Mateo 28:1-6); y cuando fueron a decir eso a los discípulos Jesús se les apareció a ellos. Así, la resurrección y la primera aparición de Jesús era "en el día de reposo".
Domingo: 18 de Nisán (o Abib). Cinco visitas a la tumba y cuatro apariciones de Jesús a sus discípulos. Aunque cinco visitas a la tumba se habían hecho, añadido esto a tres apariciones de Jesús y el mensaje entregado por las mujeres, la confusión y la incredulidad habían prevalecido en la mente de los discípulos durante todo el día hasta que Jesús "apareció en la carne a los once mismos". La primera visión fue por María Magdalena "cuando todavía estaba oscuro"; la 22
segunda, por María acompañada de Pedro y Juan inmediatamente después; la tercera, por las mujeres de Lucas en lo profundo del crepúsculo; la cuarta, por las mujeres de Marcos "a la salida del sol"; y el quinto, por sí solo a Pedro. Jesús apareció cuatro veces a diferentes discípulos durante el mismo período. En primer lugar, a María Magdalena (Juan 20); en segundo lugar, a Pedro (Lucas 24:12); en tercer lugar, a los dos discípulos en el camino a Emaús (versículos 13-31); y cuarto, en la carne a los once mismos (versículo 36).
Consideraciones
¿Y qué dicen los propugnadores de la muerte de Jesús un viernes y resurrección un domingo de la incongruencia de Marcos 16:1 y Lucas 23:56 donde las mujeres preparan las especias para ungir a Jesús antes de un reposo, pero las compran después del reposo? Yendo más allá de la Escritura explican que las mujeres prepararon una parte de las especias antes del sábado y que una vez pasado el sábado, el domingo temprano, fueron a comprar lo que necesitaban para terminar de preparar las especias. Respecto de esto en primer lugar la Escritura claramente dice que antes del reposo prepararon las especias y que después del reposo las compraron, en segundo lugar no dice la Escritura eso de preparar una parte ni mucho menos de una vez pasado el sábado comprar faltantes y preparar el resto, y tercero, no hay razón ni motivo de prisa en preparar una parte antes del sábado cuando el domingo se hubiera podido ir y comprar todo y entonces prepararlo con calma, tenían todo el día para ello. Así que para aceptar esta explicación hay que ir más allá de la Escritura, torcer lo que dice, poner lo que no dice y aceptar absurdos e incongruencias. Pero bueno, independientemente, ¿qué hay de Marcos 16:9 “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana, apareció primeramente a María Magdalena, de quien había echado siete demonios”? Entendamos que en las Escrituras originales no hay signos de puntuación, es 23
más, ni espacios hay, eso se ha adicionado para adecuarlo a nuestros idiomas actuales pero al acomodar espacios y puntuaciones los traductores se han visto constreñidos por las doctrinas previas que tenían, como el que la resurrección ocurrió un domingo. Una sola puntuación puede dar un sentido diferente de toda una redacción, veamos Marcos 16:9 “Habiendo, pues resucitado Jesús, por la mañana, el primer día de la semana apareció primeramente a María Magdalena…” De esta forma Jesús ya había resucitado en lo que para nosotros es el sábado, poco antes de la puesta del sol, siendo que el primer día de la semana se apareció temprano a María Magdalena, no que resucitó el primer día de la semana.
Aunque ya vimos el acomodo de los días considerando las fiestas de Israel y como ellos consideraban los inicios y conclusiones de los días, ¿podemos estar seguros que Jesús no resucitó en lo que llamamos domingo sino que al contrario en lo que llamamos sábado, es más: poco antes de la puesta del sol?
La señal de Jonás.
Para responder la pregunta anterior veamos el episodio donde a Jesús se le pide una señal que confirme su mesianidad (Mateo 12:38-40; también Lucas 11:29): 38
Entonces respondieron algunos de los escribas y de los fariseos,
diciendo: Maestro, deseamos ver de ti señal. 39
El respondió y les dijo: La generación mala y adúltera demanda señal;
pero señal no le será dada, sino la señal del profeta Jonás. 40
Porque como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres
noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches.
Así tenemos que la prueba de la mesianidad de Jesús consistía en estar literal y completamente durante tres días y tres noches en la tumba, como Jonás lo estuvo en el interior del pez que se lo tragó. Los propugnadores de la muerte de Jesús en 24
viernes y la resurrección en domingo, no tienen forma de acomodar tres días y tres noches en ese lapso de tiempo. De igual forma tratan de hacer ver que la señal de Jonás se refería a que Jesús, al igual que Jonás, traería un mensaje de conversión y arrepentimiento para salvación, pero esto no es así pues claramente la Escritura dice que Jesús aclara a qué se refiere con eso de la señal de Jonás al decir que “como estuvo Jonás en el vientre del gran pez tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches” (Mateo 12:40).
Algunos que defienden la postura de resurrección dominical arguyen que obras como el Talmud judío permite considerar un día cualquier porción del mismo (Jerusalem Talmud: Shabbath ix. 3), de igual forma la Enciclopedia Judía sobre el asunto señala que “un tiempo corto en la mañana del séptimo día se cuenta como el séptimo día; la circuncisión se lleva a cabo en el octavo día, a pesar de que, del día primero sólo sean unos minutos después del nacimiento del niño, estos se cuentan como un día" (Vol. 4, p. 475), así, una hora de luz del viernes (por ejemplo) podría considerarse un día, y siguiendo esa lógica cuando es enterrado Jesús todavía era la parte clara del viernes así que ese es un día, luego viene el sábado (parte oscura y parte clara), y cuando cae la noche del sábado, inicio del domingo según la forma de medir el tiempo por los judío, ya es el tercer día. Si bien es cierto que obras como el Talmud judío dicen eso la pregunta es ¿a qué le va a creer uno: a la Palabra de Dios o a las palabras de los hombres? Esto porque en Juan 11:9 claramente Jesús señala “¿No hay doce horas en el día? Si alguno anda de día no tropieza, porque ve la luz de este mundo”. Así, según las Escrituras, según el Señor Jesús, el día consta de doce horas, por ende la noche son las otras doce. Así que si creemos en las Escrituras, si creemos en Jesús, los tres días y tres noches corresponden a 72 horas, lo cual hace imposible acomodar Su muerte un viernes y Su resurrección un domingo. De igual forma, leyendo las citas que indican que Jesús se levantó de la tumba “al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15:4), que Dios levantó a Jesús 25
“al tercer día” (Hechos 10:40), o que Jesús que se levantaría “después de tres días” (Marcos 8:31), algunos considerando otras citas de la Escritura (por ejemplo: Ester 4:16 y Ester 5: 1; Génesis 42:17-19; 2ª de Crónicas 10:5, 12) donde se usa ese término indican que el mismo se usa cualquier parte de un día se contaba como un día completo (igual que lo comentado anteriormente según el Talmud o la Enciclopedia Judía). En efecto, “al tercer día” o “después de tres días” pudiera considerarse en ese sentido, pero también en el de las 72 horas, tres días y tres noches, por lo que debemos ver todas las Escrituras al respecto para ver en qué sentido se dicen esas frases, siendo que al considerar el énfasis de Jesús en que estaría en la sepultura tres días y tres noches, no “al tercer día” o “después de tres días”, dos veces indicado en la misma frase de Mateo 12:38-40, los dos descansos (1er día de los Panes sin Levadura y el sábado semanal), y cuadrar Marcos 16:1 y Lucas 23:56, y los tiempos requeridos para comprar y preparar especias, no hay más que concluir que en efecto eran tres días y tres noches, de 12 horas cada uno, dando 72 horas exactas. Así que o le creemos a Jesús en cuanto a que estaría tres días y tres noches en la tumba, es decir, 72 horas, o le creemos a los que defienden la muerte de Jesús un viernes y Su resurrección un domingo en cuanto a que lo que quiso decir Jesús es que estaría en la tumba más o menos tres días y tres noches o entre 25 y 72 horas.
Por último, tres días y tres noches, incluso, a pesar de lo que el mismo Jesús dijo respecto que que cada día (y por ende cada noche) consta de 12 horas, si no lo consideráramos así, tendríamos forzosamente que aceptar que se refieren a tres períodos de luz y tres períodos de oscuridad, a menos que tampoco sepamos diferencia el día de la noche:
Génesis 1:5 Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche. Y fue la tarde y la mañana un día
Génesis 1:18 y para dominar en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que [era] bueno. 26
Salmos 74:16 Tuyo es el día, tuya es también la noche; tú has preparado la lumbrera y el sol.
Salmos 139:12 ni aun las tinieblas son oscuras para ti, y la noche brilla como el día. Las tinieblas y la luz son iguales [para ti]
Salmos 121:6 El sol no te herirá de día, ni la luna de noche.
1 Tesalonicenses 5:5 Porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día; no somos de la noche ni de las tinieblas.
Romanos 13:12 La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
De nueva cuenta, o creemos que tres días y tres noches implican tres periodos de luz y tres periodos de oscuridad o, como los que defienden la muerte de Jesús un viernes y Su resurrección un domingo, creemos que significan o tres periodos de luz o tres de sombra o una mezcla de ambos pero nunca tres periodos de luz y tres periodos de oscuridad.
De viernes a domingo.
Un evidente error del razonamiento que busca ajustar la muerte y por ende sepultura de Jesús un viernes antes de la puesta del sol y Su resurrección el domingo antes de la salida plena del sol, tuerce al máximo la Escritura para cuadrar tres días y tres noches del viernes por la parte al domingo antes de la salida del sol, es que si se sigue nos lleva a absurdos ilógicos y situaciones imposibles, sobre todo con Marcos 16:1 y Lucas 23:56, citas con las que se inició este análisis, que señalan que las mujeres compran las aromas para embalsamar
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el cuerpo de Jesús después del sábado, pero preparan esas aromas para embalsamar el cuerpo de Jesús antes del sábado.
Ya de inicio esto suena absurdamente ilógico, pero se vuelve además una situación imposible ya que si la muerte de Jesús fue el viernes y su sepultura poco antes de la puesta del sol (inicio del sábado), ¡no hay tiempo alguno donde las mujeres hubieran podido ni comprar ni preparar las especias!, esto porque el viernes se enterraría aprisa (Lucas 23:53, 54; Juan 19:41, 42; Marcos 15:42) por estar por iniciar el sábado no habiendo tiempo alguno para otra cosa, menos para comprar y preparar especias, pero después del sábado, el domingo, aún oscuro, antes de que sol saliera, las mujeres ya estarían yendo a la tumba a ungirlo (Juan 20:1) por lo que no hay espacio de compra, menos de preparación de especias. Así que no solo es cuestión de cómo entender “tres días y tres noches” o “al tercer día”, sino también Marcos 16:1 y Lucas 23:56, la cuestión de la señal para la mesianidad de Jesús, los dos días de reposo (1er día de Panes sin Levadura y sábado semanal) y los tiempos requeridos para comprar y preparar especias.
Por último, si ya vimos que Jesús muere en lo que llamamos miércoles antes de la puesta de sol (antes que terminara el 14 de Nisán), y si su resurrección se llevó a cabo exactamente 72 horas después, tenemos que tuvo que resucitar en lo que llamamos sábado antes de la puesta de sol, antes que concluyera el Shabat semanal, 17 de Nisán. Las citas referidas a que Jesús se levantó de la tumba “al tercer día, conforme a las Escrituras” (1 Corintios 15:4), que Dios levantó a Jesús “al tercer día” (Hechos 10:40), o que Jesús que se levantaría “después de tres días” (Marcos 8:31), implican necesariamente que el plazo de 72 horas, no menos, no más, tenía que cumplirse a cabalidad. De otra forma no hay manera de acomodar dos descansos (1er día de los Panes sin Levadura y el sábado semanal), cumplir la señal de la mesianidad de Jesús (tres días y tres noches de 12 horas cada uno, total 72 horas, en la tumba) y cuadrar Marcos 16:1 y Lucas 23:56, así como los tiempos requeridos para comprar y preparar especias.
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La astronomía entra en escena
Cuando las profecías le son entregadas a Daniel se le indica que para el tiempo del fin “muchos correrán de aquí para allá, y el conocimiento aumentará” (Daniel 12:4). Si bien la iglesia romana ha desarrollado durante toda su existencia un sinfín de creencias anti-bíblicas al grado de ser considerada “babilonia la grande, la madre de las rameras y de las abominaciones de la tierra” (Revelación 17:5), llegaría el tiempo en que el aumento en el conocimiento, tanto secular como escritural, dejarían de ver la falsedad de sus enseñanzas.
Respecto de la cuestión de los tres días y tres noches, si bien ya se abordó desde el punto de vista escritural, hay un aspecto relacionado con el conocimiento secular a considerar, conocimiento que hasta algunas décadas no hubiera sido posible acceder y que tiene que ver con la astronomía.
La astronomía es la ciencia que estudia la estructura y la composición de los astros, su localización y las leyes de sus movimientos9. Tan exactas son las leyes que rigen esta ciencia que incluso permite hacer proyecciones futuras sobre los astros. Consideremos al Cometa Halley, cuya órbita fue calculada por primera vez por el astrónomo Edmund Halley en 1705, y que gracias a esto se ha calculado, y comprobado, su venida en 1759, 1835, 1910, 1986, pero no sólo eso sino que también se ha proyectado su próximo regreso para el año 2061. Esto es posible por las leyes que rigen los movimientos de los cuerpos celestes.
Ya se mencionó que la Pascua se celebraba en Israel el 14 de Nisán, y que de hecho fue al inicio de ese día, cuando cayó el sol un martes empezando con eso el 14 de Nisán según la forma bíblica de medir los días por los judíos, en que Jesús tomó su Santa Cena, pero ¿cómo se calculaba el 14 de Nisán?
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http://conceptodefinicion.de, Definición de Astronomía, http://conceptodefinicion.de/astronomia/
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¿Cuándo comienza el año bíblico?
Dado que Nisán era el inicio de los meses del año, debemos saber cómo reconocer cuándo iniciaba, lo que nos lleva al calendario bíblico dado por Dios y revelado en Su palabra. Veamos10:
En Éxodo 12, Jehová instruye a Moisés: "Este mes os será principio de los meses; será el primer mes del año para vosotros." (Éxodo 12:02). En el contexto, sabemos que esto fue en o cerca de la primavera11 , pero ¿cómo iba Moisés demarcar "el primer mes" en los próximos años?, ¿cómo iba a saber cuándo comienza la primavera? Génesis tiene la respuesta: "Y Dios dijo: ‘Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sean por señales y tiempos señalados, y para días y años, y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra.’ Y fue así.” (Génesis 1:14-15)
Génesis 1:14 afirma sin ambages que los cuerpos celestes deben ser de "señales y tiempos señalados, y para días y años. Ahora que hemos establecido con certeza que los cuerpos celestes deben determinar años, la pregunta es "¿Qué ocurre en el cielo para avisarnos que el invierno ha terminado y un Año Nuevo pueda comenzar?” Una pista muy importante se puede encontrar en Éxodo 34.
10
worldslastchance.com, Calendación Bíblica: Calculo del Año Nuevo, https://www.worldslastchance.com/yahuwahs-calendar/calendacion-biblica-calculo-del-anonuevo.html 11 Éxodo 09:31 registros que la cebada y el lino se acercaban a la madurez, cuando fueron destruidos por la plaga del granizo. Por esto, sabemos que se trataba de la primavera, o a punto de primavera.
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"Y celebrarás la fiesta de las semanas, la de las primicias de la siega del trigo, y la fiesta de la cosecha a la salida (fin, הָ פּוקְּ ה, tekufá) del año" (Éxodo 34:22) Ahora, examinemos la palabra Hebrea traducida como "fin" (הָ פּוקְּ ה, tekufá): "próxima ronda, el circuito de tiempo o espacio, un giro, el circuito"12. Mientras que no es inmediatamente evidente desde la Versión Bíblica King James (KJV), la palabra traducida aquí como "fin" se está refiriendo al equinoccio13 de otoño (también llamado el equinoccio otoñal) a mediado del año14. Esto se confirma por el hecho de que la fiesta de la cosecha, también conocida como la "Fiesta de los Tabernáculos" y la "Fiesta de las Carpas", cual cae en otoño, en el Séptimo mes ( Levítico 23:34 ) – a mediado del año, y no al final del año. La Enciclopedia Judaica está de acuerdo con esta interpretación: “Como se ha dicho, las cuatro estaciones del año judío se llaman tekufot [plural de tekufá]. Más exacto, es el comienzo de cada una de las cuatro estaciones del año - de acuerdo a la opinión común, el significado comienzo - que lleva el nombre tekufá. (Literalmente "circuito" de פוףrelacionada con נפף, "un giro"), el tekufá de Nisán (o Abib) denota el Sol medio en el punto equinoccial vernal, al de Tamuz lo denota en el punto del solsticio de verano, al de Tishri, en el punto equinoccial de otoño, y el de Tevet, en el punto del solsticio invernal”15.
12
Diccionario Hebreo Brown-Driver-Briggs, https://archive.org/details/BDBHebrewLexicon El equinoccio es el momento del año en que el día y la noche tienen la misma duración debido a que el Sol se encuentra sobre el Ecuador del planeta Tierra. La palabra, como tal, proviene del latín aequinoctĭum, que vendría a traducir ‘noche igual’. El equinoccio tiene lugar dos veces al año, entre el 20 y 21 de marzo (para el equinoccio vernal) y el 22 y 23 de septiembre (para el equinoccio otoñal). Como tal, es el evento astronómico que marca el inicio de la primavera y del otoño, dependiendo del hemisferio en que nos encontremos (significados.com, Significado de Equinoccio, https://www.significados.com/equinoccio/) 14 Strong's H8622, https://www.blueletterbible.org/lang/lexicon/lexicon.cfm?t=kjv&strongs=h8622 15 Enciclopedia Judaica , el artículo "Calendario", p.356, 13
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Las traducciones a continuación ofrecen una representación más exacta de Éxodo 34:22.
"Y harás para Mí la fiesta de las semanas, al comienzo de la cosecha de trigo, y la fiesta de la cosecha a mediados del año" (Éxodo 34:22, Brenton's English Septuagint ) "Y la fiesta de las semanas Tú observaras por ti mismo; primicias de trigo de la cosecha, y la fiesta de la cosecha, en la revolución del año" (Éxodo 34:22, YLT) "Y harás la fiesta de las semanas, de los primeros frutos de la cosecha de trigo, y la fiesta de la cosecha al giro del año " (Éxodo 34:22, Darby)
Hasta ahora, hemos establecido lo siguiente:
La Fiesta de la Cosecha gira en torno a la cosecha de otoño en el Séptimo mes (Levítico 23:34).
La Fiesta de la Cosecha se asocia con el equinoccio de otoño a mediado del año.
Es lógico concluir sobre la base de lo anterior que el principio del año es luego conectado al equinoccio de primavera, que tiene lugar unos seis meses antes y después del equinoccio de otoño. Si las fiestas de otoño están conectadas al equinoccio de otoño a mediado del año, entonces las fiestas de primavera deben estar conectadas al equinoccio de primavera al comienzo del año.
Es muy importante señalar aquí que la Fiesta de la Cosecha está directamente relacionado con el equinoccio de otoño; por lo tanto, con el fin
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de cumplir con la ordenanza Bíblica, La Fiesta de la Cosecha debe realizarse en o muy cerca del equinoccio de otoño.
El único punto de anclaje definitivo dada en las Escrituras para determinar el método adecuado para el cálculo del Año Nuevo es el equinoccio de otoño. Éxodo 34:22 dice que La Fiesta de la Cosecha (en el Séptimo mes del calendario lunar) se realiza en el tekufá, cual en su contexto es el equinoccio de otoño. No es posible mantener constante esta ordenanza siempre calculando el Año Nuevo por la primera Luna Nueva después del equinoccio vernal. Si calculamos el Año Nuevo por la Luna Nueva más cercana al equinoccio vernal, sin embargo, la ordenanza Bíblica se cumplirá constantemente.
Si bien la explicación anterior es algo extensa, el resumen de la misma es que el año nuevo se define o inicia con la luna nueva más cercana al equinoccio vernal. La implicación de esto es que si la luna nueva más cercana al equinoccio vernal es la que marca el inicio del año bíblico, luego entonces a los 14 días de esta es cuando la Pascua debe celebrarse.
Una corroboración de todo lo dicho anteriormente la tenemos si se considera que la Pascua se celebraba a los 14 días del inicio del primer mes (Éxodo 12:2-6; Levítico 23:5; Números 28:16); dicha celebración al ser 14 días después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal, siempre cae habiendo luna llena, pero el referente no es que la Pascua se celebre en luna llena ya que como la luna llena dura varios días, la Pascua debe celebrarse 14 días después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal, pero de nuevo: en esa fecha siempre hay luna llena. Es por esto que el Salmo 81:3 dice “tocad la trompeta al nuevo mes, a la luna llena, el día de nuestra fiesta!”. De todas las fiesta decretadas por Jehová, la Pascua es la única que de manera exclusiva se celebra habiendo luna llena16.
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Para un entendimiento de las solemnidades que Jehová ordenó a Su pueblo se sugiere el libro “Las Fiestas Solemnes de Jehová -El Plan de Dios con respecto a Su familia-. Descargar gratis sin
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Hasta hace poco hubiera sido prácticamente imposible calcular fases de la luna en espacio de tiempo lejanos, pero con el uso de la tecnología ahora es posible.
¿En qué año murió Jesús?
Antes de ver las implicaciones prácticas de lo anterior hay una pregunta que debemos abordar, ¿en qué año murió Jesús? Veamos17:
Antes del año 30, difícilmente pudo ocurrir la muerte de Jesús, porque entonces el fundador del cristianismo ni siquiera se habría bautizado, cosa que gracias a Lucas, sabemos ocurrió en el año 30: “En el año quince del imperio de Tiberio César [coincidente con el año 30 de nuestra era] , siendo Poncio Pilato procurador de Judea [...]” (Lc. 3, 1).
Después del año 36 tampoco, porque ese mismo año 36, y gracias al historiador judío Flavio Josefo, -del s. I, quiere decirse, casi contemporáneo de Jesús-, sabemos que cesan en sus cargos dos de los personajes centrales de la Pasión: Pilatos y Caifás, el primero como procurador o prefecto, el segundo como sumo sacerdote. Unos ceses que se producen –también lo sabemos- muy a finales de año, pues el de Caifás es posterior al de Pilatos y el de éste es tan tardío que cuando llega Roma, por vía marítima con toda probabilidad, el Emperador
compromiso ni seguimiento en www.rocefi.com.mx, Menú Libros, Sección Ebooks Gratis, Apartado Cristianismo. 17 religionenlibertad.com, Del año en que Jesús fue crucificado, que no fue el 33 sino el 30, https://www.religionenlibertad.com/del-ano-que-jesus-fue-crucificado-que-fue--7986.htm
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Tiberio ya ha muerto (Ant. 18, 4, 2), siendo así que tal evento, según sabemos por Los doce Césares de Suetonio y también por Las Guerras judeo-romanas del propio Josefo (ver GueJu. 2, 9, 5), ocurrió el día 16 de marzo del año 37.
Eliminar el año 36 no es difícil. Lucas nos dice que cuando Jesús toma el bautismo de manos del Bautista tiene unos treinta años, y dado que había nacido en el año –5 o –618, aceptar que es crucificado en el año 36 nos lo presentaría colgado en la cruz a una edad bien sobrepasada los cuarenta que cuadra mal con el relato evangélico.
Llegados a este punto, es interesante poner sobre la mesa otro dato, éste del Evangelio de San Juan, que consideramos crucial. Es el siguiente: “Los judíos entonces le replicaron [a Jesús] diciéndole: “¿Qué señal nos muestras para obrar así?” Jesús les respondió: “Destruid este santuario y en tres días lo levantaré”. Los judíos le contestaron: “¿Cuarenta y seis años se han tardado en construir este santuario y tú lo vas a levantar en tres días?”” (Jn. 2, 18-21).
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Hoy es comúnmente aceptado, entre historiadores y estudiosos, que el año del nacimiento de Jesucristo no fue calculado correctamente en su momento. Se habla de un error cometido por el monje Dionisio el Exiguo (siglos V-VI), a quien Roma encargó proseguir la compilación de la tabla cronológica de la fecha de Pascua preparada en tiempos del obispo Cirilo de Alejandría. El monje tomó como punto de partida la fecha de la encarnación del Señor. El error de Dionisio radica en el hecho de que, según sus cálculos, el nacimiento de Jesús se produjo tras la muerte de Herodes, es decir, unos cuatro o seis años después de la fecha en la que realmente aconteció, que correspondería al año 748 de la fundación de Roma. Sin embargo, Flavio Josefo nos transmite que la muerte de Herodes I el Grande ocurrió después de 37 años de su reino; considerando que subió al trono en el año 40 a.C., el año de su muerte sería el 4 a.C. Este dato lo confirma otro acontecimiento astronómico que el cronista recuerda antes de la muerte del monarca: hubo un eclipse lunar, que tuvo que ocurrir entre el 11 y el 12 de abril de 4 a.C. Por eso, si la fecha de la muerte de Herodes se produjo en el 4 a.C., Jesús no pudo nacer más tarde de ese año. (belen.custodia.org, Fecha del nacimiento de Jesús, http://www.belen.custodia.org/default.asp?id=173)
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Dado que la fecha en la que Herodes el Grande acomete la reconstrucción del Templo la podemos estimar, -una vez más gracias a Josefo-, en torno al año 19 a.C., [esto sitúa la escena en cuestión (cuarenta y seis años después) en la pascua del año 27 d.C., primera de las cuatro que duraría el peregrinar de tres años y medio de Jesús por tierras palestinas]. A tenor de lo cual, como Jesús según Juan es crucificado durante la cuarta pascua de su ministerio, tal habría ocurrido durante el año 30. Todo lo cual, en favor del Evangelio de Juan, convierte a éste en perfectamente coherente consigo mismo y también, lo que no es poco importante, con los datos que aporta el historiador judío no cristiano, y por lo tanto no sólo imparcial sino ajeno al tema, Josefo.
Como quiera que sea, en el año 1933 el Papa Pío XI ya mandó celebrar el XIX centenario de la muerte de Jesús, -cosa que hizo mediante la Constitución apostólica Quod nuper-, optando, por lo tanto, por el año 33 como el más probable.
De este análisis tenemos que la opción escritural-histórica apunta hacia que Jesús muere en el año 30, lo cual todavía se sustenta más si se considera que su nacimiento fue en los años 5 o 6 a.C., pero ¿por qué la iglesia romana sigue diciendo que muere en el año 33? Para ambos casos entramos por fin a la cuestión de la astronomía.
Lumbreras en la expansión.
Génesis 1:14-18 14
Dijo luego Dios: Haya lumbreras en la expansión de los cielos para separar el día de la noche; y sirvan de señales para las estaciones, para días y años, 15
y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra. Y fue así.
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16
E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día, y la lumbrera menor para que señorease en la noche; hizo también las estrellas. 17
Y las puso Dios en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra, 18
y para señorear en el día y en la noche, y para separar la luz de las tinieblas. Y vio Dios que era bueno.
Durante siglos y siglos, la iglesia romana, errada en sus doctrinas, enseñó que Jesús había muerto un viernes. Estando desconectada de la sucesión apostólica así como la verdadera fe, y no tomando en cuenta cultura, calendarios y religiosidades judías, tomando pasajes aislados de la Escritura, dedujo y supuso que Jesús había muerto un viernes y resucitado un domingo.
Ya hemos analizado escrituralmente esta opción viendo que para sostenerla hay que caer en absurdos y contradicciones. Pero en estos últimos tiempos, cuando la ciencia comienza a abundar (Daniel 12:4), esto se vuelve un problema mayor, ya que no sólo se trata de interpretar, torcida o correctamente la escritura, sino obviar y violentar leyes como las que rigen la astronomía.
Como ya vimos, el año nuevo bíblico comienza con la luna nueva más próxima al equinoccio vernal, siendo que a los 14 días debía celebrarse la Pascua. Entrando a una calculadora astrofísica19 podemos ver que en el año 30, la luna nueva más próxima al equinoccio vernal cayó el 22 de marzo, siendo ese día el inicio del año, y 14 días después sería la pascua, es decir el 5 de Abril (14 días después de la luna nueva siempre es luna llena, pero como la luna llena puede durar varios días la indicación es que la celebración de la Pascua siempre es 14 días después de la luna nueva más próxima del equinoccio vernal).
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astropixels.com, Phases of the Moon: 0001 to 0100, http://www.astropixels.com/ephemeris/phasescat/phases0001.html
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El problema, para la iglesia romana, es que, coincidiendo con todo lo que escrituralmente hemos analizado, ¡el 5 de Abril es miércoles! (recordemos de nuevo la manera bíblica de considerar los días por los judíos: en nuestro calendario el 5 de Abril es miércoles, pero para ellos el 14 de Nisán habría iniciado el martes al caer el sol. Jesús participa en la Santa Cena el 14 de Nisán (al caer el sol en lo que para nosotros es martes) y es muerto en la parte clara del 14 de Nisán (lo que para nosotros es el día miércoles). Eso podemos verlo de manera gráfica en un calendario lunar que permita ver las fases de la luna tanto para marzo del año 3020, como para abril del año 3021
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MOONGIANT, March 30, https://www.moongiant.com/calendar/March/30/ MOONGIANT, April 30, https://www.moongiant.com/calendar/April/30/
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Dado que, como ya se comentó la Pascua, es decir, 14 días después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal, siempre cae habiendo luna llena, pero el referente no es que la Pascua se celebre en luna llena ya que como la luna llena dura varios días, la Pascua debe celebrarse 14 días después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal.
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Pues bien. Analizando los años 3122, 3223, 3324, 3425 y 3526 sólo hay un año en que la luna llena después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal cae viernes, y ese año es el año 33.
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MOONGIANT, March 31, https://www.moongiant.com/calendar/March/31/ MOONGIANT, April 32, https://www.moongiant.com/calendar/April/32/ 24 MOONGIANT, April 33, https://www.moongiant.com/calendar/April/33/ 25 MOONGIANT, March 34, https://www.moongiant.com/calendar/March/34/ 26 MOONGIANT, April 35, https://www.moongiant.com/calendar/April/35/ 23
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El problema es que, como ya se comentó, la regla para celebrar la Pascua no es en luna llena, porque la luna llena puede abarcar varios día, sino 14 días después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal, siendo así tenemos que para el año 33 la luna nueva más próxima al equinoccio vernal cayó en marzo 1927
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astropixels.com, Phases of the Moon: 0001 to 0100, http://www.astropixels.com/ephemeris/phasescat/phases0001.html
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Por lo que 14 dias después de la luna nueva más próxima al equinoccio vernal vendría siendo el jueves 2 de Abril28 (aunque 2, 3 y 4 de Abril hubiera luna llena), con lo que si nos atenemos lo que ahora sabemos el miercoles 1 de Abril a la caída del sol iniciaría el 14 de Nisán y Jesús tomaría la Santa Cena, sería muerto y enterrado el jueves 2 de Abril en la parte clara del 14 de Nisán poco antes del atardecer, resucitando el domingo 5 de Abril (o si consideramos las 72 horas relativas a tres dias y tres noches, resucitaría el domingo poco antes de la puesta del sol).
Así que aunque en el año 33 un viernes después de la luna nueva más proxima al equinoccio vernal hubo luna llena, el día 14 después de la luna nueva más proxima al equinoccio vernal fue jueves, con lo que sigue sin cuadrar y aparte genera contradicciones tanto con la enseñanza oficial de la iglesia romana (de la muerte un viernes de Jesús y Su resurrección un domingo) como con la señal de Jonás de permanecer en la tumba 72 horas pues los relatos escriturales que hablan de cuando fueron las mujeres el domingo por la mañana a la tumba de Jesús indican que Jesús ya había resucitado. El año 30 es el único que permite cuadrar todo.
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MOONGIANT, April 33, https://www.moongiant.com/calendar/April/33/
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Los propugnadores de la muerte de Jesús un viernes y Su resurrección un domingo, ante esto llegan a argumentar que en realidad la Santa Cena fue el 15 de Nisán, para ello toman Mateo 26:17 que dice que“ el primer día de la fiesta de los panes sin levadura, vinieron los discípulos á Jesús, diciéndole: ¿Dónde quieres que aderecemos para ti para comer la pascua?”.
Aparte de no considerar otras versículos que aclaran que Jesús comió la Santa Cena el 14 de Nisán al caer la noche, no toman en cuenta que la Pascua también incluía el comer panes sin levadura, “Esa noche [14 de Nisán] comerán la carne asada al fuego, con hierbas amargas y pan sin levadura” (Éxodo 12:8), de hecho Lucas 22:1 claramente señala esto al indicar que “estaba cerca la fiesta de los panes sin levadura, que se llama la pascua”. Si bien la Pascua es una fiesta y los Panes sin levadura es otra, ambas están yan íntimanente unidas que en ocasiones se les refiere juntas, tanto por su naturaleza como por la contigüidad cronológica, como en las citas que se estan comentando. La aclaración ahí mismo en Mateo 26:17, “¿dónde quieres que aderecemos para ti para comer la pascua?”, no debería dejar lugar a confusión. Pero aún más, aceptar que Jesús celebró la Pascua, y por ende instituyó los emblemas en la Santa Cena, un 15 de Nisán, implicaría que Jesús mismo violó la Escritura y todas las disposiciones dadas por Dios, y ya vistas y comentadas, respecto que la Pascua debía comerse el 14 de Nisán.
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Luz del mundo, columna y sostén de la verdad
Ya hemos visto cómo es que escrituralmente no hay otra forma de entender la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, más que aceptando que murió un miércoles y fue sepultado ese mismo día poco antes de la puesta del sol y resucitó un sábado poco antes de la puesta de sol.
De otra forma, como ya se comentó, no hay manera de acomodar dos descansos (1er día de los Panes sin Levadura y el sábado semanal), cumplir la señal de la mesianidad de Jesús (tres días y tres noches de 12 horas cada uno, total 72 horas, en la tumba) y cuadrar Marcos 16:1 y Lucas 23:56, así como los tiempos requeridos para comprar y preparar especias.
Adicionalmente y en concordancia con lo anterior hemos visto que la astronomía concuerda de igual forma con el correcto ordenamiento de los eventos que tuvieron que ver con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.
Pero aun así, falta un elemento que debemos abordar y que tiene que ver con un cuestionamiento que surge al analizar este tema, como lo hemos hecho, y que comentamos al inicio del presente estudio: Si Jesús fundó Su iglesia, misma que nunca iba a dejar de existir (Mateo 16:18), si Jesús iba a estar con Su iglesia todos los días hasta el fin del mundo (Mateo 28:20), si el Santo Espíritu del Padre iba a estar con esa iglesia siempre (Juan 14:16) guiándola hacia la verdad plena (Juan 16:13), si esa iglesia sería luz del mundo (Mateo 5:14-16), columna y sostén de la verdad (1 Timoteo 3:15), ¿cómo podría explicarse un error tan grande en la iglesia como resultaría si ésta señalara fechas de muerte y resurrección de Jesús que no corresponden con la realidad?
Si la verdadera cronología de los hechos relacionados con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, que no es cosa menor pues de ahí deviene mucha 45
doctrina, dogmas y fiestas, se hubiera perdido en el tiempo, no podría uno menos que concluir que todas las citas anteriores se incumplieron. El error entró en la iglesia, con lo que ésta dejo de existir, Jesús no cumplió estando con ella todos los días hasta el fin del mundo, tampoco el Santo Espíritu del Padre estuvo con ella, mucho menos la guío a la verdad plena, dejando la iglesia, o más bien nunca llegando a ser, luz del mundo ni mucho menos columna y sostén de la verdad.
Luz del mundo.
Bueno, lo anterior sería así si, como se dijo esa verdadera cronología se hubiera perdido, pero aunque suene asombrosos y a pesar de que mayoritariamente en lo que se conoce como cristianismo esa verdad sí se haya perdido, en la historia podemos encontrar un pequeño grupo de creyentes que siempre conservó la verdad, “la fe que de una vez para siempre fue entregada a los santos” (Judas 3), incluyendo en esta verdad, en esta fe, la verdadera cronología de los hechos relacionados con la muerte, sepultura y resurrección de Jesús.
Aunque en los primeros siglos del cristianismo esta perspectiva era minoritaria y se oponía a las enseñanzas predominantes de la iglesia romana, algunos documentos históricos indican que hubo una Pascua el martes por la noche, una crucifixión el miércoles en la tarde y una resurrección el sábado a la puesta del sol.
Alrededor del año 200 d.C., un documento llamado Didascalia Apostolorum, que supuestamente contenía enseñanzas de los apóstoles, menciona que la última Pascua que Jesucristo celebró con sus discípulos se llevó a cabo un martes por la noche. Cabe aclarar que el tiempo a que se alude en este documento corresponde al método bíblico de contar los días; es decir, el primer día de la semana era domingo y los días comenzaban a la puesta del sol.
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Este documento afirma: “Porque después de comer la Pascua en el tercer día de la semana [el martes] al atardecer, nos dirigimos al monte de los Olivos; y durante esa noche arrestaron a nuestro Señor Jesús. Y al día siguiente, que era el cuarto día de la semana [miércoles], él permaneció bajo custodia en la casa del sumo sacerdote Caifás”.
Paradójicamente, el texto prosigue relatando que Jesús fue crucificado un viernes, lo que pone en evidencia la confusión que existía en cuanto a las fechas, porque el texto bíblico claramente demuestra que fue crucificado el día siguiente a la cena pascual. No obstante, el documento comprueba que en ese tiempo, para algunos era un hecho que la Pascua había ocurrido un martes al atardecer, lo que lógicamente sitúa la crucifixión al día siguiente, es decir, el miércoles. Epifanio (367-403 d.C.), obispo de Salamis, escribió que “el miércoles y el jueves son días de ayuno hasta la hora novena, porque al comienzo del miércoles el Señor fue arrestado y el viernes fue crucificado”. Como podemos ver, aun cuando la opinión predominante sostenía que el día de la crucifixión era el viernes, se sabía que el día del arresto de Jesús era un miércoles. (Recordemos que en una semana basada en días calculados de tarde a tarde, el miércoles—es decir, el cuarto día de la semana—había comenzado a la puesta del sol del martes.)
Ya en el siglo quinto la celebración del Domingo de Pascua se había difundido ampliamente. Sin embargo, un historiador eclesiástico de ese tiempo, llamado Sócrates, en una sección de su historia titulada “Diferencias de uso en cuanto a la Pascua”, mencionó que algunos cristianos celebraban la resurrección en sábado en lugar del domingo. Lo explicó así: “De hecho, en el oriente otros celebraban aquella fiesta en el sábado”.
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El obispo Gregorio de Tours (538-594), aun cuando creía en una resurrección dominical, reconocía que muchos creían que Jesús había resucitado el séptimo día de la semana. Lo dijo así: “Según nuestras creencias, la resurrección del Señor ocurrió en el primer día y no en el séptimo día como muchos opinan”.
Así, en lugar de una aceptación unánime a favor de la cronología de Viernes Santo-Domingo de Resurrección, ya en los primeros siglos existía confusión en cuanto a la fecha de la crucifixión de Jesús. Por otra parte, estos registros históricos muestran que durante ese período una minoría de cristianos sí comprendía la cronología bíblica de una Pascua el martes, una crucifixión el miércoles y una resurrección el sábado por la tarde29.
En la actualidad algunos estudiosos de la Escritura, combinando otros conocimientos seculares, han llegado a la misma conclusión que se ha presentado a lo largo de este estudio, otros han escuchado de esta doctrina sea en la iglesia de Dios o en alguna salida de o relacionada con. Pero pensar que en los años 200´s, 300´s, 400´s o 500´s, cuando las Escrituras no eran de acceso público, gente sin conocimiento de historia, religión, cultura o astronomía llegasen a lo que aquí se ha presentado, máxime que eso le acarrearía persecución, excede con mucho cualquier explicación que quiera darse, a menos que se acepte que tenían acceso a información fidedigna pasada de mano en mano a través de los siglos.
Si alguien actualmente, desconociendo lo que se ha comentado de los otros días de reposo (shabat) que tenía el pueblo de Israel en ciertas festividades, ignorando de igual forma la evidencia astronómica de que se dispone, y desconociendo cuestiones históricas relativas al nacimiento y muerte de Jesús, leyera Marcos 16:9 “Habiendo, pues, resucitado Jesús por la mañana, el primer día de la semana…” y leyera Marcos 15:42, 46 donde José de Arimatea a “la víspera del 29
espanol.ucg.org, Antiguos documentos corroboran el día de la crucifixión, https://espanol.ucg.org/herramientas-de-estudio/folletos/antiguos-documentos-corroboran-el-diade-la-crucifixion
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día del sábado [shabat, reposo]” tomó el cuerpo de Jesús “y lo puso en un sepulcro”, ¿acaso no sería lo más lógico que concluyera que Jesús murió un viernes y resucitó un domingo?, pues eso fue lo que sucedió con la iglesia romana la cual, desconectada de la verdadera iglesia de Dios, y por lo que ya se ha comentado, concluyó en una muerte de Jesús en viernes y una resurrección dominical.
Columna y sostén de la verdad.
Tal como se comentó, algunos estudiosos de la Escritura, combinando otros conocimientos seculares, han llegado a la misma conclusión que se ha presentado a lo largo de este estudio. Otros han escuchado de esta idea en ciertos movimientos religiosos y a su vez la han dispersado al verlas congruentes y lógicas. La cuestión importante a no perder de vista es que, si creemos en la Escritura, tiene que haber habido un grupo de personas, la iglesia de Dios, que ininterrumpidamente en la historia ha sido verdaderamente columna y sostén de la verdad.
El encontrarse actualmente con alguna persona o grupo de personas que crean y enseñen la verdadera cronología de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús no implica necesariamente encontrar la verdadera iglesia de Dios, ellos deben ser capaces de rastrearse en la historia durante estos dos mil años hasta llegar a conectarse con la iglesia apostólica.
Dado que la iglesia romana mantiene una enseñanza no escritural, ilógica e incongruente cronología de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, que ha devenido en cuestiones de extrema importancia como cambiar el día de guardar del sábado al domingo, entre otros muchos cambios e innovaciones, y aunque con varios siglos en su haber, puede descartarse como la verdadera iglesia de Dios. Lo mismo los cientos, miles, de iglesias, movimientos y organizaciones que surgiendo de ella a partir de la reforma, han salido y que, curiosamente, también 49
se llevaron con ellas la doctrina de una muerte de Jesús un viernes y una resurrección un domingo por la mañana. Cuantimás se descartan los cientos de miles de movimientos cristianos que tiene unos cuantos años, unas cuantas décadas, y que no llegan más allá de un un par de cientos de años de historia, cuando mucho no pudiendo conectarse históricamente con la iglesia neotestamentaria.
Volviendo sobre el mismo punto. La Escritura es clara en que la verdadera iglesia de Dios, columna y sostén de la verdad, nunca dejaría de existir.
Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia; y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella. (Mateo 16:18)
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre (Juan 14:16)
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé (Juan 15:16) …enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén. (Mateo 28:20) …a él sea gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las edades, por los siglos de los siglos. Amén. (Efesios 3:21)
Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los 50
santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo (Efesios 4:11-13)
Pero esta iglesia, la verdadera iglesia de Dios, existe, nunca ha dejado de existir, cumpliendo la profecía bíblica ha sido pequeña (Lucas 12:32), perseguida (Mateo 10:22; 24:9), débil y despreciada por el mundo (Juan 15:19; 17:16; 1 Juan 2:15), en contraste con la iglesia romana grande (Revelación 17:1, 15), perseguidora (Revelación 17:6; 18:24), y poderosa y apreciada por el mundo (Revelación 17:2; 18:3, 9-10). “La Iglesia de Dios y su doctrina han sido siempre perseguidas desde su comienzo. La iglesia ha sido fuerte, pero también débil algunas veces. Ella fue presentada a todos los pueblos y naciones de la tierra. Y ha existido en todas partes y en todos los tiempos desde su comienzo, pero se ha balanceado de ida y vuelta como un péndulo. La razón de esto es que Satanás lanzaría un ataque en contra de la Iglesia. Y ella vendría a ser débil y también fuerte, y algunas veces desaparecería en algunos países. Pero la Iglesia nunca se extinguió completamente en ningún tiempo, y las doctrinas del Señor fueron preservadas hasta nuestro tiempo. “En la actualidad, el término Iglesia de Dios es usado por muchas denominaciones y grupos. Esto es bastante confuso. Una forma de diferenciar estos grupos es agregando la ciudad del cuartel general al nombre, como un prefijo o sufijo. Todas estas Iglesias de Dios son claramente de origen Americano, pero con una excepción, la Iglesia de Dios (7mo. día), la cual tenía conexiones europeas antes de venir a América. “Europeos, guardadores del sábado vinieron de Inglaterra, Holanda, Bohemia y Moravia, a Rhode Island y más tarde a Connecticut. De aquí se
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dispersaron a los 13 estados originales, y más tarde a muchos otros estados que vinieron a formar parte de los Estados Unidos30.
Para un recorrido histórico de la verdadera iglesia de Dios, se recomienda leer la obra Una <breve> historia de la verdadera iglesia -20 siglos en 20 páginas-31, y para conocer su doctrina, que ha sido la misma en dos mil años, se recomienda visitar los sitios web que acompañan la Dedicatoria de este estudio.
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Tomado del Prefacio del documento Puntos Doctrinales de la iglesia de Dios (7mo. día), https://www.dropbox.com/s/yrhpsrb4p9h8iif/Puntos%20doctrinales.pdf?dl=0 31 Celaya, Roberto, Una <breve> historia de la verdadera iglesia -20 siglos en 20 páginas-, https://zyyxowoviqyxzlyis0hejq-on.drv.tw/site/page12.html
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Conclusión
El presente estudio comenzó señalando que cuando uno comienza a leer las Escrituras en lo referente a al tema de la muerte, sepultura y resurrección de Jesús, se encuentra con cuestiones que le parecen incomprensibles, absurdas o contradictorias y que devienen en una consideración más que pasmosa.
Cuando uno analiza las dos explicaciones existentes debe en conciencia tomar una decisión sobre aquella que va aceptar.
Para aceptar la doctrina de la muerte de Jesús un viernes, y por ende su entierro, y Su resurrección un domingo por la mañana, uno debe aceptar que las mujeres que iban a ungirle con hierbas aromáticas primeros las preparan (antes del sábado) y luego las compran (después del sábado);uno debe aceptar que cuando Jesús dijo que estaría en la tumba tres y tres noches más bien quiso decir que estaría más o menos tres días o tres noches; uno debe aceptar que la expresión tres días y tres noches no significa un lapso de 72 horas sino más o menos entre 25 y 72 horas; uno debe aceptar que Jesús no resucitó como lo había dicho sino más o menos como lo había dicho; uno debe aceptar que tres días y tres noches no significan tres periodos de luz y tres periodos de oscuridad sino un más o menos de entre ambos; uno debe aceptar que Jesús celebró la Pascua no el 14 de Nisán sino el 15 contraviniendo lo indicado por Dios; uno debe aceptar que la única señal que dio para probar su mesianidad, ¡la única!, ni era tan clara ni era tan contundente ni era tan irrebatible. En pocas palabras, uno debe aceptar que Jesús fue sepultado un viernes y resucitó un domingo torciendo, ignorando o excediendo la Escritura, y yendo contra la historia, contra la astronomía y contra toda lógica.
Por otra parte, para aceptar la muerte de Jesús un miércoles y Su sepultura poco antes de la caída del sol ese mismo miércoles y su posterior resurrección el 53
sábado siguiente antes de la caída de sol de ese mismo sábado, uno debe uno debe aceptar que dado que hubo dos reposos, el 15 de Nisán y el sábado semanal en esa semana, las mujeres compraron las especias después de reposo del 15 de Nisán y las prepararon antes del reposo del sábado semanal; uno debe aceptar que cuando Jesús dijo que estaría en la tumba tres y tres noches quiso decir precisamente eso: que estaría en la tumba tres y tres noches; uno debe aceptar que la expresión tres días y tres noches significa exactamente un lapso de 72 horas; uno debe aceptar que Jesús sí resucitó como lo había dicho; uno debe aceptar que tres días y tres noches sí significan tres periodos de luz y tres periodos de oscuridad; uno debe aceptar que Jesús sí celebró la Pascua el 14 de Nisán conforme a lo indicado por Dios; uno debe aceptar que la única señal que dio para probar su mesianidad, ¡la única!, era muy clara, era muy contundente y era completamente irrebatible. En pocas palabras, uno debe aceptar que Jesús fue sepultado un miércoles antes de la puesta de sol y resucitó un sábado antes de la puesta de sol, cumpliendo la señal de Jonás, estando en la sepultura tres y tres noches, 72 horas, conforme, de acuerdo y en concordancia total con la Escritura, y de igual forma de acuerdo con la historia, la astronomía y la lógica.
Terminamos este estudio con mismas palabras con las que lo comenzamos:
Si tú estás leyendo ahorita es que eres de los que que, aunque en angustia y abatimiento, buscan y piden, siendo que el Padre, en su misericordia, te ha traído a este punto, por lo que eres de los llamados. Si ya has llegado a este punto […] ponte en manos del Padre. Con tus palabras, sabiendo que Dios te ama tanto que dio a Su Hijo en rescate tuyo, pide Su luz, Su guía, Su iluminación. Pon atención […] en lo que el Espíritu dice a tu espíritu y en tu fuero interno, libremente, decide tú que harás con este llamado. La decisión es de cada quien.
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Paz a vos
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Tres días y tres noches - La Prueba de la Mesianidad de Jesús-
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Primera edición
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Todas las citas bíblicas de esta publicación han sido tomadas de la Reina-Valera 1960. Utilizado con permiso.
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