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Explicación y resultados del test
Explicación y resultados del test
Supongo que algunas preguntas te habrán llamado la atención y provocado alguna reflexión. Eso es bueno, significa que vas a descubrir algo sobre ti mismo. Dejemos claro desde el principio que las personas no follamos todas igual. A la hora de tener sexo, nos influyen diversos factores que varían la manera en que unos y otros mantenemos relaciones. Entre estos se encuentran elementos psicológicos como el manejo de la vergüenza o las ideas que se tienen sobre la sexualidad, pero también contextuales, como el hecho de vivir en un pueblo pequeño con pocos gais o en una ciudad donde la comunidad de hombres homosexuales sea enorme. Esta es la causa de que estos estilos no sean inmutables, sino que varíen a medida que la persona vive experiencias nuevas.
Como ya sabes, los estilos sexuales se manifiestan en varias dimensiones: intimidad, número, directividad, sumisión / dominación, intensidad, fantasía, verbalidad, género y complementos (he añadido las tres últimas a las seis primeras, que ya aparecían en GS). Cada una de estas dimensiones es independiente de las demás, aunque algunas sean bastante próximas, como es el caso de iniciativa y sumisión.
Como verás acto seguido, cada dimensión se describe como un continuo entre dos polos y si hacemos las preguntas correctas podemos saber en qué punto entre ambos polos nos encontramos.
1. Intimidad
Esta dimensión varía entre los extremos romántico y anónimo. La pregunta general que necesitamos hacernos para saber dónde situarnos es: «¿cuánta confianza necesito con alguien para desinhibirme sexualmente ante él?». Si necesitas tener mucha confianza, hasta el extremo de que solo te desinhibes con aquellos con los que mantienes una relación sentimental, te situarías más cerca del extremo «romántico» y disfrutarás mucho de las posturas del grupo del Misionero. Si, por el contrario, lo que necesitas para sacar toda tu calentura es que el otro no te conozca en ab-
soluto, entonces estás en el extremo «anónimo» y disfrutarás tremendamente de las posturas del grupo del Perrito (especialmente si te vendan los ojos).
Casi todos nos situamos en un punto intermedio de este continuo y podemos follar con alguien a quien acabamos de conocer en un bar o en una app de cruising, aunque a lo largo de nuestra vida pasaremos por momentos en los que preferiremos la impersonalidad del cruising y por otros en los que follaremos mejor con novios o follamigos.
Resultados del test
Pregunta
Puntuación
6 23 24 36 48 52 Suma (total)
Puntuación total Resultados
0 a 12 Necesitas mucha intimidad con el otro, probablemente seas muy romántico y necesites un vínculo con el otro antes de acostarte con él.
13 a 24 Para un buen sexo necesitas confianza. Sin necesidad de estar enamorado, necesitas saber de antemano si él es una persona con la que te gustaría mantener una amistad. Si alguien te cae mal, no te sería fácil follar con él.
25 a 42 Te resulta relativamente fácil follar con cualquiera. Agradeces una copa antes de meterte en la cama pero no es imprescindible, especialmente si ese día vas muy cachondo.
43 a 54
Tranquilamente puedes abrir Grindr, ver a uno que te gusta y preguntarle si quiere follar ya. Si te contesta afirmativamente, vas a su casa y te lo tiras. Quizá sin preguntaros ni el nombre. Si solo vas a follar, no necesitas nada más. 55 a 60 Prefieres no conocer en absoluto al otro, quizá te dé vergüenza mostrar tu verdadera cara sexual con tus parejas sexuales.
2. Número
Esta dimensión responde a la pregunta general: «¿qué te gusta más, follar con uno solo o con varios hombres a la vez?». Habrá quienes tengan un estilo sexual individual (prefiriendo encuentros sexuales one-to-one) y quienes tengan un estilo sexual multitudinario. Si de verdad disfrutas las grades reuniones para follar, el capítulo 25 te ofrece sugerencias que, de seguro, encontrarás de tu interés.
La mayoría de nosotros se siente capaz de manejarse mejor en situaciones que impliquen solo a otro hombre, aunque de vez en cuando nos pueda apetecer un trío o algo más multitudinario, por lo que el extremo «individual» está (permíteme el juego de palabras) mucho más concurrido que el extremo «multitudinario».
Resultados del test
Pregunta
Puntuación
1 3 4 26 39 42 Suma (total)
Puntuación total Resultados
0 a 12 Para ti, ciertamente, «tres son multitud»: concibes el sexo solo con un hombre a la vez y, probablemente, mejor si es tu pareja. 13 a 24 Quizá hagas un trío de vez en cuando, pero no es algo que bus ques activamente. -
25 a 42 Tres en la cama no es un mal número. Quizá una orgía sea demasiado para ti, aunque seguro que las has probado al menos en una ocasión.
Puntuación total Resultados
43 a 54
55 a 60 Tríos, intercambios de pareja, seguramente alguna orgía…, de todo hay ya en tu currículum sexual. También te gusta tener sexo con solo un hombre, claro, pero te lo pasas mejor si sois varios.
Tienes el carné de la sauna o del sex club de tu ciudad. Si hay orgía, te apuntas. Si vas de cruising, mejor con público y que se incorpore quien quiera.
3. Directividad
Esta dimensión responde a la pregunta general: «¿quién lleva la voz cantante cuando follas: tú o tu compañero?», y se refiere a quién asume la dirección de la follada, quién propone lo que se hace, quién conduce al otro. Hay hombres muy sexuales que siempre están fantaseando con nuevos juegos para proponer a sus parejas, eso es tener iniciativa sexual o «directividad». También lo es ofrecer directrices y sugerencias durante la follada. A menudo resulta difícil diferenciar de cuando solo estamos proporcionando información a nuestros amantes («Tócame aquí», «Chúpamela así»), de tal manera que al margen de informar sobre si te está gustando (o aburriendo) lo que te hace, la directividad tiene que ver con proponer lo que se hace.
Hay hombres muy directivos, que solo hacen en la cama lo que ellos tienen planificado en su guion mental, y hombres que solo gozan dejándose llevar por lo que el otro les propone sin hacer ningún tipo de sugerencia. A menudo, hombres con problemas de asertividad caen en este extremo de dejarse hacer de todo, incluso si no lo están disfrutando. No son sumisos porque no disfrutan mentalmente de ser «usados», simplemente no son capaces de pedirle al otro que los folle mejor.
Tanto si eres directivo como si prefieres ser llevado, busca las sugerencias sobre el control que se ofrecen en posturas como el Esclavo o Cuerpo a tierra.