BIENVENIDOS A VILLAPESTE LA PANDILLA BASURA 1 R. L. Stine EL CREADOR DE PESADILLAS, R.L. STINE, SE UNE AL FENÓMENO DE LA CULTURA POP LA PANDILLA BASURA, EN UNA NUEVA SERIE ILUSTRADA MIDDLE GRADE QUE HA CAUTIVADO YA A MÁS DE 500.000 LECTORES EN TODO EL MUNDO. Os presentamos a la pandilla basura: Íñigo Explosivo, Fátima Farfullo, Clarita Cerebrita, Chicho Bicho, Irma Nitas, Sansón Tragón, Ricardito Vomito, Tomás Tembleque, Luisete Guarrete y Elena Jenada. Puede que os parezcan asquerosillos, desaliñados y más raros que un perro verde, pero no son malos críos: es que no saben hacerlo mejor. Aunque viven todos juntos en una gran casa desvencijada y se lo pasan todo lo bien que pueden mientras tratan de sobrevivir a la Escuela de Primaria de Villapeste, son unos niños bastante «normales». Salvo si los comparáis con Pedro y Petra Perfecto, que son… pues eso mismo: perfectos. (Perfectamente pesados, vaya). Cuando los padres de los mellizos Perfecto, Paula y Pablo Perfecto se presentan en su casa para demostrar que la pandilla basura vive sin padres, los niños tendrán que actuar rápido. ¿Podrán encontrar unos padres perfectos a tiempo? Acompañad al escritor de éxito R.L. Stine, creador de Pesadillas, en la primera entrega de esta nueva y repugnante serie. Pero comprobadlo vosotros mismos y mirad qué dicen los lectores de La pandilla basura: ACERCA DEL AUTOR R.L. Stine ha vendido más de 400 millones de ejemplares en inglés, además de ediciones internacionales en treinta y dos idiomas, lo que lo convierte en uno de los autores infantiles más populares de todos los tiempos. Además de Pesadillas, ha escrito series que incluyen Fear Street, Rotten School, Mostly Ghostly, The Nightmare Room, Dangerous Girls y Just Beyond. Stine vive en la ciudad de Nueva York con su esposa Jane. ACERCA DE LA OBRA «Con este libro me alegré de no saber leer». Marcos Corrón «Estuve buscando este libro por todos lados, pero no lo encontré». Clara Videncia «El libro estaba del revés, así que tuve que leerlo haciendo el pino». Jim Nasio «¿Me pagan por escribir este desastre?». R.L. Stine
BIENVENIDOS A
VILLAPESTE
R.L. Stine
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Ilustraciones de
JEFF ZAPATA
Asistencia artística de Traducción de
FRED WHEATON
SCHEHEREZADE SURIÀ
Título original en inglés: Garbage Pail Kids: Welcome to Smellville © 2020, The Topps Company Inc. GPK ™ & ,© The Topps Company Inc. All rights reserved. Garbage Pail Kids y GPK son marcas registradas de The Topps Company, Inc. y tienen licencia official de The Topps Company, Inc. Publicado en 2020 por Amulet Books, un sello de ABRAMS, New York. (Todos los derechos registrados en todos los países por Harry N. Abrams, Inc.) Ilustraciones del interior: Jeff Zapata Asistente de arte: Fred Wheaton Cubierta: Joe Sinko Diseño del libro: Brenda E. Angelilli Primera edición: febrero de 2022 © de la traducción: 2022, Scheherezade Surià © de esta edición: 2022, Roca Editorial de Libros, S. L. Av. Marquès de l’Argentera 17, pral. 08003 Barcelona actualidad@rocaeditorial.com www.rocalibros.com Impreso por Liberduplex ISBN: 978-84-18557-75-0 Depósito legal: B 19550-2021 Todos los derechos reservados. Quedan rigurosamente prohibidas, sin la autorizaciónescrita de los titulares del copyright, bajo las sanciones establecidas en las leyes, la reproducción total o parcial de esta obra por cualquier medio o procedimiento, comprendidos la reprografía y el tratamiento informático, y la distribución de ejemplares de ella mediante alquiler o préstamos públicos. RE57750
«No somos malos críos, es que no sabemos hacerlo mejor.»
Este libro habría quedado en el montón de la basura si no fuera por la dedicación y el entusiasmo de mi amigo de Topps, Ira Friedman. Nadie sabe más de La Pandilla Basura que él y no podría haberlo hecho sin su ayuda. También me gustaría dar las gracias a mi atento y esmerado editor, Charlie Kochman. Charlie trabajó escrupulosamente en este libro como si estuviera editando a Shakespeare (que no lo es). Me quito la gorra del Basurero Desconocido por ambos.
Con todos vosotros:
ÍÑIGO
EXPLOSIVO
CLARITA
CEREBRITA
FÁTIMA
FARFULLO
CHICHO
BICHO
SANSÓN IRMA
TRAGÓN
NITAS
TOMÁS RICARDITO
TEMBL
EQUE
VOMITO
LUISETE
GUARRETE
ELENA
A JENAD
UNO
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ienvenidos a la Escuela Primaria de Villapeste. Soy Íñigo Explosivo y voy a estallar de la emoción. Estoy aquí, en la feria de ciencias en el gimnasio, para ani mar a mi amigo Luisete Guarrete. Creo que está a punto de ganar el primer premio con su proyecto «Minerales extraños». Tenía muchas esperanzas puestas en mi proyecto de cien cias. Era una máquina con cinta transportadora tipo Rube Gold berg para lavar gatos. Hace un rato, la señorita Tosferina, nuestra profesora, se ha acercado a mi mesa. —Enséñame cómo funciona. —Es muy fácil —le he dicho—. Engancho el gato a esta cin ta transportadora. La cinta se moverá hacia delante y, después, por esta manguera de aquí saldrán el agua y el jabón. —He sa cado un gato de una caja de cartón que había en el suelo. —¡Oye, ese se parece mucho a mi gato! —ha exclamado la señorita Tosferina. 1
—Es que es el suyo —le he dicho—. Yo no tengo gato. —Si querías que te dejara a Perlita, tendrías que haberme preguntado antes. —Bueno, le he preguntado a Perlita —le he respondido—. Y a Perlita le ha parecido bien. La señorita Tosferina no parecía muy conforme. He atado al gato a la cinta transportadora. —¡Y ahora fíjese bien! He accionado el interruptor. La cinta ha empezado a mo verse. Perlita se ha deslizado hacia delante y un chorro de agua jabonosa ha salido de la manguera. —¡Miaaaaaaaauuuuuu! He visto el problema: el ciclo de centrifugado estaba atascado. —¡Miaaaaaaaauuuuuu! He vuelto a pulsar el interruptor, pero no ha pasado nada. —¡Miaaaaaaaauuuuuu! La señorita Tosferina ha empezado a gritar: —¡Que alguien me ayude! ¡Socorro! Han hecho falta tres personas para sacar a Perlita de la máquina, pero el animal estaba bien. Aún le quedaban algu nos mechoncitos de pelo en el cuerpo. Sobre todo en las patas. —¡Lo bueno es que está limpia! La señorita Tosferina ha agarrado a la gata y con el ceño fruncido ha dicho: —Íñigo, no vuelvas a dirigirme la palabra. Sabía que no lo decía en serio, pero no he terminado de en tender la broma, la verdad. 2
DOS
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uestra amiga Irma Nitas también tenía un proyecto muy chulo. Su trabajo de ciencias se llamaba «Los efec tos del lanzamiento de globos de agua sobre la cabeza de los profesores». Irma se ha subido al balcón del gimnasio y ha lanzado glo bos de agua de colores sobre nuestros profesores. ¡PLOP! ¡PLOF! ¡CHAF! ¡PLOP! ¡Juas, juas, juas! ¡No sabía que Irma tuviera tan buena puntería! Ha sido un experimento científico muy divertido, pero a los profesores no les ha hecho mucha gracia. La señorita Tosferina le ha pedido a Irma que fuera a por una toalla y secara a todo el mundo. Luego la ha mandado al despacho del director Re funfuño durante el resto del día. Así que…, adiós, Irma Nitas. Ya no optaba al primer puesto. En este momento estoy esperando con Luisete Guarrete. La señorita Tosferina no tardará en venir a ver su proyecto. Ahora 4
mismo está al otro lado del pasillo, valorando el proyecto de Pedro y Petra Perfecto. Noto que Luisete Guarrete está nervioso. Normalmente huele a basura, pero cuando se pone tenso, apesta a basura y a muchas otras cosas en las que prefiero no pensar. El pobre no puede evitarlo. Piensa que se bañará alguna vez y quizás eso le ayude. Como es natural, Pedro y Petra, los mellizos Perfecto, tienen un proyecto… perfecto. Luisete Guarrete y yo los hemos estado escuchando mientras se lo explicaban a la señorita Tosferina. —Pero nuestro salón no era lo bastante grande —ha dicho Petra—, así que lo redujimos un poquitín. Me he fijado en su proyecto. Tenía ocho objetos de distintos colores que colgaban de cuerdas. —Esto es el sistema solar —ha dicho Pedro Perfecto, hacien do girar uno de los planetas en su móvil—. Está hecho comple tamente de fruta. —Y solo hemos utilizado fruta orgánica —ha añadido Petra Perfecto con orgullo. —Esta ciruela es la Tierra —ha explicado Pedro—. Y ese li món es Venus. La señorita Tosferina ha asentido y ha señalado la fruta más grande. —¿Y qué representa este pomelo? —ha preguntado mientras lo levantaba de la mesa—. ¿Urano? —Eso no forma parte del proyecto —ha contestado Petra—. Lo estábamos guardando para el almuerzo. 5
La señorita Tosferina ha tomado algunas notas en su libreta. —Un proyecto maravilloso —les ha dicho a los mellizos. —Vamos a donar toda la fruta a los pobres —ha dicho Pedro, sonriendo de tal modo que sus dientes perfectos resplandecían bajo las luces del gimnasio. —Maravilloso —ha murmurado la señorita Tosferina, y ha hecho más garabatos en su libreta. Luego se ha acercado a nuestra mesa. —Un proyecto más para valorar —ha dicho—, y luego dare mos el primer premio… a los mellizos Perfecto.
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TRES
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a señorita Tosferina se acercó al proyecto de Luisete Guarrete. Olfateó el aire e hizo una mueca de asco. La gente lo hace mucho cuando se acerca a Luisete, no pue den evitarlo. Apesta. La profe miró el expositor de cristal de Luisete. —Mmmm… —murmuró, y leyó la descripción de la etique ta: «Minerales extraños». Luisete eructó. —Llevo mucho tiempo coleccionándolos —le dijo. La señorita Tosferina pasó el dedo por la parte superior de la caja y examinó los pequeños yacimientos minerales. —Vaya, pues me gustan los verdes —dijo—. Y ese morado de ahí también es bastante curioso. Luisete sonrió. —Gracias. La profe cogió uno, se lo acercó a la cara y lo olió. —¿Y de dónde viene este mineral marrón? 7
—De mi nariz —dijo Luisete—. Me los saqué todos de la nariz. Son mocos. Dejó caer el pegote marrón, que rebotó en la mesa y aterrizó en el suelo. La señorita Tosferina abrió mucho la boca y salió un sonido, algo así como «AAAAAAAGGGGG». Entonces se tapó la boca y le entraron arcadas. —¿Significa esto que he ganado? —preguntó Luisete.
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CUATRO
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ueno, pues los mellizos Perfecto ganaron el primer pues to por su móvil del sistema solar hecho con frutas or gánicas. Siempre quedan primeros en todo porque son perfectos. Luisete Guarrete me dio mucha pena. Había trabajado de lo lindo en su proyecto de ciencias. Lo había visto despierto hasta altas horas de la noche con la nariz roja y dolorida dando los últimos toques a su colección. El pobre estaba tan decepcionado que empezó a comerse algunos de sus minerales. Es triste, pero no podía quedarme para animarlo. Tengo muchísima prisa porque mis amigos y yo estamos metidos en un buen lío. Y de los gordos. Un lío en mayúsculas. Y tengo que llegar a casa y avisarlos antes de explotar. ¿Qué hay de malo en que diez niños vivan solos en una casa? Además, ¿quién necesita a los padres? Los padres son un auténtico incordio. 9
¿Tengo razón o no? (Asentid con la cabeza.) Sí, somos desordenados y ruidosos y alocados y gritamos mucho y nos reímos como babuinos y nos peleamos y lanza mos cosas y vamos en patinete por el tejado y hacemos ruidos desagradables y no olemos bien y pintarrajeamos cosas en los garajes de la gente. Pero no somos malos críos, es que no sa bemos hacerlo mejor. Veréis, resulta que hoy he oído un rumor en el cole: el señor y la señora Perfecto, los padres de Pedro y Petra, van a venir a nuestra casa a echar un vistazo. Y si descubren que no tenemos padres…, podría ser un de sastre. Podríamos perder nuestra casa. Podríamos perder nues tra libertad. Y hasta podríamos perder nuestro dispensador de helados supercremosos y supersuaves. ¿Y adónde iríamos todos, eh? ¿Eh? ¡BUUUUM! Como ya sabéis, me llamo Íñigo Explosivo y cuando me pongo tenso, me preocupo mucho o me enfado, me estalla la cabeza en todas direcciones. Y se lía parda. Salté por encima de una hilera de cubos de basura y esquivé los enjambres de moscas de nuestro jardín. Uno de estos me ses deberíamos sacar la basura a la calle para que la recojan. Unos cientos de moscas me siguieron hasta el interior de la casa cuando tiré la mochila al suelo e irrumpí en el salón. Estaba casi sin aliento y el sudor me resbalaba por la cara. Cagón, nuestro chucho marrón, vino corriendo a saludarme. 10
Se levantó de un brinco, me puso las patas sobre los hombros y me lamió el sudor de la cara. Tiene una lengua áspera como el papel de lija y sus lametones queman. ¿Por qué a los perros les gustará tanto lamer? 11
—Buen chico, Cagón. Buen chico. Ahora lárgate, anda. Aparté a Cagón y miré alrededor del salón. —¿Estáis todos aquí? —grité—. Escuchadme, tenemos que hablar. ¡Esto es una EMERGENCIA!
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CINCO
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is amigos estaban desperdigados por el salón. Nadie levantó la vista. Elena Jenada, Luisete Guarrete y Sansón Tragón estaban frente al televisor viendo su programa de superhéroes favori to: Jonny Pantaloni. Es un programa bastante bueno. Lo he visto varias veces, aunque siempre termina igual: a Jonny se le caen los pantalones. Elena, Luisete y Sansón se ríen como locos en cada episo dio. ¡Y nunca adivinan el final! Tomás Tembleque estaba sentado solo en un rincón le yendo un libro titulado Cómo tranquilizarse en 30 segundos, pero creo que no le sirve de mucho. El libro le temblaba en tre las manos. Clarita Cerebrita estaba sentada en el borde del sofá con la mirada perdida. Es una empollona de tomo y lomo. Sabía que estaba dándole vueltas a algo. O puede que solo estuviera fingiendo. Con alguien tan listo como Clarita nunca se sabe. 13
Irma Nitas tenía un balón de fútbol, que había perdido mu cho aire, en el regazo. Intentaba arreglarlo con una llave ingle sa. A veces, Irma no es tan manitas como cree. —¡Escuchad! —grité—. Escuchadme todos. Tenemos que ha blar. Elena Jenada y Sansón Tragón se reían sin apartar la vista de la tele. Sansón tenía un tazón de comida en el regazo. Su tentem pié favorito son los pretzels recubiertos de pretzels, pero es que se zampa prácticamente cualquier cosa. Una vez lo vi engullir ex crementos de ratón de la alfombra. Es muy difícil olvidar algo así. —¡ESCUCHADME, POR FAVOR! —grité. Algunas cabezas se volvieron hacia mí. —¡Cállate la boca! —gritó Chicho Bicho, cascarrabias como siempre. Es su expresión favorita. La dice nada más despertar se por la mañana. Me di cuenta de que no estábamos todos. —¿Dónde está Ricardito Vomito? ¿Alguien lo ha visto? —Tenía unos lanzamientos al salir de clase —dijo Irma Nitas. Ricardito es la estrella del equipo de lanzamiento, que par ticipa en la Liga de la Federación de Vómitos. Lleva vomitan do desde que era un crío. El entrenador Benito Chándal dice que podría ser campeón estatal en la prueba de lanzamiento a 300 metros. —¿Os puedo contar lo que he oído…? —Pero antes de poder continuar, Fátima Farfullo irrumpió en la habitación. —Tengo que volver al cole —dijo—. Tengo una prueba para entrar en las animadoras del equipo de lanzamiento. 15
—Calla la boca —murmuró Chicho. —¿Cómo vas a ser animadora del equipo de lanzamiento? —preguntó Clarita Cerebrita—. No dejan que haya público en las competiciones. —¿Por qué? —preguntó Fátima. —Pues porque en cuanto el equipo empieza a vomitar, el público hace lo mismo. No lo pueden evitar. —Me da igual —repuso ella—. Necesitan animadoras. Respiré profundamente. —Por favor, ¡escuchadme de una vez! —repetí—. ¡Tengo que contaros algo importante! —Os enseñaré el cántico del equipo —dijo Fátima—. Dejad me espacio. A ver qué os parece este. Lo he escrito yo misma. Levantó las manos por encima de la cabeza y empezó a sal tar y a cantar: —VILLAPESTE, VILLAPESTE, ¡ESTAMOS QUE LO PETAMOS! VENGA, CHICOS, ¡ENSEÑADLES CÓMO POTAMOS! Remató el cántico con un espagat. Fátima se levantó rápi damente. Respirando con fuerza, saltó al aire y comenzó un segundo cántico: —¡AÚPA, VILLAPESTE! ¡AÚPA, VILLAPESTE! ¡NUESTROS LANZADORES SON LO MÁS! ¡AL SALIR DE LA PISTA, TRES FREGONAS NECESITARÁS! Fátima se secó el sudor de la frente con el dorso de la mano. Luego me sonrió. —Íñigo, ¿qué te parece? —Creo que estamos en un buen lío —dije—. Dejad que os 16
cuente lo que he oído hoy en la escuela. He oído que el señor y la señora Perfecto van a venir a casa. Creo que… Pero solo pude llegar hasta ahí. Me quedé mudo al oír un fuerte golpe en la puerta principal. —¡Son los Perfecto! —grité—. ¡Estamos acabados!
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SEIS
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ola, soy Clarita Cerebrita. Voy a retomar la historia desde aquí y contaros lo que pasó. Aquel mismo día, la señorita Tosferina me llamó en clase para que hiciera mi demostración de ciencias. Estaba prepa rada. Llevé el cerebro al frente del aula y lo dejé sobre su es critorio. Había practicado mi charla en casa con Elena Jenada el día anterior. No entendió nada de nada, así que sabía que era buena. Respiré hondo y me volví hacia la clase. —Mi proyecto de ciencias va sobre el cerebro humano —dije, y froté la parte superior del cerebro. Tomás Tembleque levantó la mano. Reparé en que estaba temblando. —Eso no se-será un ce-cerebro de verdad, ¿no? —tartamu deó. Bajó la mano y se mordió las uñas. Negué con la cabeza. 18
—No, no. Es una maqueta a tamaño natural que hice yo misma. —Eso no es a tamaño natural para Chicho Bicho —dijo Ri cardito Vomito—. Para encontrar el suyo hace falta una lupa. —¡Y tú estás sentado sobre tu cerebro! —gritó Chicho. —Chicos, dejad que Clarita enseñe su proyecto. Me interesa mucho —dijo Pedro Perfecto. Como todos sabemos, Pedro y su hermana Petra son perfec tos en todos los sentidos. Por eso todo el mundo los odia. —Gracias, Pedro —dijo la señorita Tosferina con una cálida sonrisa—. Clarita, sigue, todos estamos deseando que hurgues en ese cerebrito tuyo y aprendamos sobre el tema. —Los cerebros no se hurgan, lo que se hurga uno es la na riz —dijo Luisete Guarrete. Nadie se rio. Tomás Tembleque volvió a levantar la mano. Me di cuenta de que se había mordido ya las diez uñas. —¿Se-seguro que ese ce-cerebro no es re-real? —Es de plastilina —le dije—. Solo es una maqueta, Tomás. —Tomás, ¿necesitas salir a que te dé el aire? —preguntó la señorita Tosferina—. Estás temblando como un flan. —Qué va —insistió él—. El ven-ventilador del te-techo es el que tiembla, no yo. —Por favor, continúa, Clarita —dijo la profe—. Cuéntanos lo que has aprendido sobre el cerebro. Le di la vuelta al cerebro para que todos pudieran ver las arrugas y las hendiduras que había tallado en él. 19
—Empecemos aquí, en la parte superior —dije. Toqué la par te más grande—. El cerebro está dividido en distintas secciones. Esto se llama «ablagabla del metamucil». —Unas palabras interesantes —apuntó la señorita Tosferina, mirando mi cerebro. —Creo que es en latín —dije—. En el pasado, los primeros científicos usaban el latín para nombrar las cosas. —No estoy muy segura de eso, pero sigue —dijo la profe—. Espero que estéis tomando nota todos. Después habrá examen. Pasé el dedo por la línea dentada que había tallado en el lateral de la maqueta. —Aquí es donde el «hipocrámpulo» se une a la «abadaba» —expliqué. —¿Y dónde se almacena la memoria? —preguntó Petra Per fecto. Siempre hace las preguntas más perfectas. —Las células de memoria están aquí atrás —dije, girando el cerebro—. En la zona de la «lolapaloza». Los recuerdos viajan desde aquí hasta la boca. —¿Y de dónde vienen los dolores de cabeza? —preguntó Petra Perfecto. —¡Tú sí que me das dolor de cabeza! —dijo Chicho Bicho—. ¿Por qué no te callas la boca? —Chicho, sé menos tú, anda —le regañó la señorita Tosfe rina. —La cabeza duele cuando la «lolapaloza» recibe un golpe o se sacude de alguna manera —le expliqué—. Hay que llevar mucho cuidado con el cerebro —continué—. Se amolda perfec 20
tamente al cráneo, y si le das un golpe fuerte a este, el cerebro puede soltarse y escurrírsete por la nuca. Eso se llama «fuga de cerebro» y es superpeligroso.
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SIETE
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lena Jenada se acercó a Chicho Bicho y le dio tres gol pecitos con el puño. —¿Lo oyes? ¡Está hueco! Ha habido una fuga. Estoy segura de que es una fuga de cerebro. Chicho le dio un manotazo. —Mira, soy más listo que tú sin cerebro —exclamó—. Tu coeficiente intelectual es tan bajo que es menos cero. Tienes que pasarte la noche estudiando para encontrar los calcetines por la mañana. Elena se volvió hacia la profe: —¿Eso tiene sentido? —La verdad es que no —contestó la señorita Tosferina, que luego me dijo—: Buen trabajo, Clarita. Has investigado mucho…, creo. Asentí. —No solo leí artículos, también me leí los pies que acom pañaban las fotografías. 22
—Impresionante —dijo la profe—. Continúa, tengo entendi do que nos vas a hacer una demostración. —Sí, he traído una cosilla para que la prueben todos. —¿Le has traído un cerebro nuevo a Elena Jenada? —gritó Ricardito Vomito. Elena se dio la vuelta hecha una furia. —No me hace falta un cerebro para darte un puñetazo en los morros. Ricardito se echó a reír. —No me das miedo. —¡Pues debería! —Elena le soltó un puñetazo en la frente y a Ricardito le bamboleó la cabeza como si fuera uno de esos muñecos cabezones. La señorita Tosferina se acercó rápidamente entre los pu pitres y le dio un pellizco a Elena en la mejilla. PIIIIIIIIIIINCH. —¡Nada de violencia! —gritó—. ¡Nada de violencia en mi clase! ¡Parad ya mismo u os muelo a pellizcos! Ya lo veis, es una gran defensora del pacifismo. —Le he dado un toquecito cariñoso —dijo Elena en un hilo de voz—. Solo era una broma. Ricardito se tapó la boca con la mano. —¿Puedo salir? Voy a… —Y salió corriendo del aula. —Clarita, sigue, por favor —dijo la profe. —He traído cerebro para todos. Bueno, un trocito de cerebro. ¿Sabíais que hay gente que come cerebros? Hubo risas y quejidos. 23
—Lo digo en serio —dije—. Una vez, en un restaurante pijo, me comí un plato de cerebros. Tomás Tembleque dio un grito ahogado. —¿Y vomitaste? —Pues claro que no. —Seguro que sabían a pollo —dijo Fátima Farfullo. —No —repuse—. Sabían a cerebro. Eso se ganó unos cuantos PUAJ y QUÉ ASCO. Fui hasta el fondo del aula y cogí la bandeja que había traído. —Aquí tenéis. Un trocito de cerebro para cada uno. Probadlo y ya me contaréis qué os parece.
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R.L. STINE ha publicado más de 400 millones de ejemplares de sus libros en inglés, además de edicio nes internacionales en treinta y dos idiomas, lo que lo convierte en uno de los autores infantiles más populares de todos los tiempos. Además de Pesadillas, ha escrito otras series como La calle del terror, Horrorland, Casi Fantasmas y Putren School. Stine vive en Nueva York con su mujer, Jane, correctora y editora. JEFF ZAPATA ha ilustrado cómics, cartas y cromos durante más de veinticinco años; trece de ellos burdos, pero glorio sos, como editor, director artístico e ilustrador en La Pandilla Basura, así como otras marcas de la Topps Company. JOE SIMKO es un artista conocido por su estilo happy-horror. Es uno de los principales ilustradores de La Pandilla Basura para la Topps Company y vive en Nueva York con su mujer, su hijo, su perro y muchísimas cajas de cereales. THE TOPPS COMPANY, INC., creadora de las marcas Garbage Pail Kids (La Pandilla Basura), Mars Attacks y Bazooka Joe, se fundó en 1938 y es la principal fabricante y comercializadora de cartas y cromos coleccionables, tanto físicos como digita les, productos licenciados y golosinas.
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