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primera parte: Los protagonistas
ejemplo de la determinación y la gran capacidad de aprendizaje y adaptación del pueblo serbio.
Que el tenis sea un deporte individual es otro de los aspectos que realzan la competencia entre Federer, Nadal y Djokovic. Solo cuenta el jugador, cara a cara en la pista ante su rival. Nadie puede ayudarle y ni siquiera están permitidas las indicaciones de los entrenadores. No hay posibilidad de esconderse o refugiarse en los compañeros en un mal día. Esto lo hace un deporte donde la fuerza mental es un factor de primer orden, tanto o más que el talento, ya que la diferencia de calidad entre los mejores del mundo no es muy acusada. Andre Agassi lo explicó perfectamente: «El tenis es ese deporte en el que hablas contigo mismo. En el fragor de un partido, los tenistas parecen locos en una plaza pública que despotrican y maldicen. ¿Por qué? Pues porque el tenis es un deporte muy solitario. Solo los boxeadores pueden entender la soledad de los tenistas, y aun así ellos tienen a sus asistentes sentados en las esquinas».
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Y como suele ocurrir en las grandes rivalidades, tanto deportivamente como en otros ámbitos de la vida, como el arte o la guerra, la existencia de un alter ego o némesis los ha llevado a un nivel de exigencia y excelencia nunca visto. En este caso ha propiciado, además, que prolonguen sus carreras mucho más allá de lo esperado… y todavía no han dicho su última palabra. A pesar de la edad y de los problemas físicos, los tres mantienen ardiendo su fuego competitivo interior, ese que los ha llevado a destrozar todos los récords del tenis y que les plantea cada temporada nuevos y complicados desafíos. No sabemos hasta cuándo durará, pero sí que será muy difícil volver a vivir una época semejante.
Para concluir, un último dato que pone de relieve la excepcional figura de Federer, Nadal y Djokovic. Y es que los grandes deportistas no se miden solo por la dimensión de sus gestas en el terreno de juego, sino también por su calidad humana, por los valores que muestran y el ejemplo que proporcionan a la sociedad. Y en esto no tienen rival. La grandeza humana de los tres está fuera de toda duda y son miles las muestras de humildad, generosidad y deportividad que han dado tanto dentro como fuera de las pistas de tenis.
primera parte Los protagonistas