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Regla 2: Reducir
Las Erres de una Vida sin Residuos 2
Reducir
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Reduce todo lo que sí necesitas. Menos es más. Ahora que he simplificado lo que realmente necesito, me siento menos agobiada y, con el tiempo, he ahorrado dinero. Pero también he generado menos residuos, porque he reducido muchos desechables, ya sea porque he encontrado alternativas reutilizables o que sirven para varias cosas, o porque me he dado cuenta de que, en realidad, no lo necesitaba. Las necesidades varían según la persona, así que reducirlas son un asunto bastante personal. Alguien a quien le apasiona cocinar necesitará una serie de electrodomésticos o menaje de cocina. Valora lo que utilizas y lo que se queda acumulando polvo en el armario. Eso te ayudará a decidir con qué te quedas y con qué no.
Al reducir las cosas que tenemos, cuando necesitemos algo, en lugar de comprarlo, trataremos de alquilarlo o de pedirlo prestado. Por ejemplo, mi marido y yo fuimos de acampada con unos amigos hace un par de años. En vez de comprar una tienda de campaña y unos sacos de dormir para una sola noche, les preguntamos a unos amigos si nos podían dejar los suyos. Logramos que nos prestaran todo lo que necesitábamos y además no tuvimos que guardarlo en nuestro diminuto apartamento cuando volvimos.
Reducir nuestros bienes materiales también ha supuesto recurrir a mercados de segunda mano, tanto para donar como para vender. Cada vez hay más páginas web y aplicaciones para vender o comprar cosas de forma rápida y sencilla. Siempre viene bien ganarse un dinerito extra. Intenta reducir lo que ya tienes con responsabilidad, ya sea a través de una donación, venta o reciclaje. Hay cosas que no merece la pena guardar, pero siempre podemos ofrecerlas en una página como Freecycle; quizás alguien esté buscando una pieza del artículo del que te deshaces para un proyecto artístico, por ejemplo. La basura de unos es el tesoro de otros, ¡o eso dicen!