Ilusiones รณpticas
Cuando la información es ambigua, no sabemos si estamos viendo a un pato o un conejo, o una calavera o una señora, como en esta ilusión creada en 1892 por el arti sta Charles Allan Gilbert
Esta ilusión descubierta por el astrofísico alemán Johann Karl Friedrich Zöllner en 1860, a pesar de que las rectas son paralelas, parecen inclinarse por influencia de las líneas diagonales.
Las líneas son paralelas, aunque no lo parezca por la disposición de los cuadros y por el contraste entre el blanco y el negro, que dificultan que se vea bien la línea que separa las filas y que hacen que cada cuadro parezca más ancho en uno de los extremos.
Si nos vamos a las líneas curvas, nos topamos con esta ilusión creada por el psicólogo italiano Baingio Pinna en 2002. Estas líneas parecen cruzarse, pero se trata de círculos concéntricos. Los círculos están creados con cuadrados blancos y negros que se alternan en color y en inclinación. Es decir, el cerebro recibe pistas que llevan a inferir una espiral, aunque se trate de círculos.
No somos muy buenos estimando a ojo longitudes y tamaños. Un ejemplo es la ilusión de Jastrow, descubierta por el psicólogo estadounidense Joseph Jastrow en 1889. Las dos barras tienen el mismo tamaño, aunque no lo parezca.
Percibimos las líneas verticales más largas que las horizontales, aunque midan lo mismo, en un efecto descrito por el fisiólogo alemán Adolf Fick en 1851. En esta ilusión influye también la sensación de perspectiva. Interpretamos los dibujos como dos mesas en un espacio en tres dimensiones, olvidando que son superficies planas, y la primera nos parece así más larga que la segunda.
Los cuadrados A y B son del mismo tono de gris. Se trata de la famosa ilusión de Adelson.
El cerebro compensa el color de los cuadros aplicando la constancia parcial del color. Si son del mismo color a pesar de que B está bajo la sombra de un cilindro, eso quiere decir (para nuestro cerebro), que ese cuadro ha de ser más claro. También influyen los cuadros que hay alrededor de cada uno. Y da igual que sepamos que son del mismo tono: no hay forma de verlos así.
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El de arriba parece gris oscuro y el de abajo blanco. Ahora tapa con un dedo la separaciĂłn. Efectivamente, los dos son del mismo color. Y una vez quitamos el dedo, volvemos a ver dos tonos de gris diferentes. Se trata del efecto Cornsweet: "El sistema visual toma el gris oscuro y el blanco de los bordes y lo extiende a travĂŠs de los cuadrados"
Fíjate en las espirales azules y verdes, resulta que las dos son del mismo color, pero las juzgamos diferentes por el contexto en el que aparecen: las verdes, cruzadas por franjas naranjas y las “azules”, por franjas magenta
Los colores y sombras pueden dar la impresión de que estos círculos se mueven, ya que los patrones de colores imitan el tipo de información que recibimos cuando vemos un objeto en movimiento. Esta ilusión afecta a la visión periférica: si nos fijamos solo en uno de los círculos, veremos que no está quieto
Fijate en una de las intersecciones (cualquiera), para comprobar que no hay ningún punto negro. Aunque allí hay otro. Y allí. Y allí.
En este parque de París parece que hay un globo terráqueo gigante en 3D pero en verdad es totalmente plano.
Mueve lentamente la cabeza hacia la imagen y la luz se hará cada vez más brillante. Este es el efecto de luminancia-gradiente dinámico por Alan Stubbs de la Universidad de Maine.
Superponiendo imágenes una sobre otra, los fotógrafos son capaces de crear dos retratos con una sola cara.
Esto podría decirse que es una máscara, pero si te fijas con atención… En realidad se trata de una pareja besándose
De primeras pensarás que ves tres mujeres atractivas… pero al poner la imagen del revés, verás que esta es muy distinta
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El agua del lago Flathead es tan clara que parece muy superficial. ÂżPuedes creer que en realidad tiene 112 metros de profundidad?
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Esta habitaciĂłn pintada en 3D parece contener una caĂda masiva pero en realidad es un suelo plano.
La habitación parece "normal" mirada de frente pero en realidad no es cúbica sino trapezoidal, lo que facilita un truco de perspectiva muy realista y sorprendente por la que objetos y personas del lado derecho parecen gigantes en comparación con lo que está situado apenas unos metros a su izquierda.