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Sumario Actualidad Entrevista a Regina Roman Entrevista a Catherine Roberts Una tarde con Noelia Amarillo Una entrevista al otro lado Viajamos a Berlín con Liah S. Queipo & Cía Especial Jo Beverley Series y Sagas: Stark Dioses del Olimpo Espacio JR Una mirada al pasado Autora ¿en el olvido?

La cápsula del tiempo Amores reales Ocio y Placer Horóscopos Y otros más…

En este número colaboran Ana Sarria Ana M. Benítez Bela Marbel Carolina Iñesta Chus Nevado Eva Rubio Laura López Alfranca Loli Díaz Merche Diolch Mónica Liceras Noelia Amarillo Paty C. Marín Raquel Pérez Rocío Muñoz Tamara Arteaga Violeta Lago Yuliss M. Priego Y, colaboración especial de: Arlette Geneve Eva Olaya (Versátil) Isabel Keats Libros de Seda

Editorial Queridas lectoras: Llegan las Navidades y con ellas el frío invernal y las ganas de estar en casita arropadas bajo una gruesa manta devorando los libros que puedan caer en nuestras manos.

Por ello, en este número que hoy os presentamos hemos querido dar calidez a nuestras páginas de la mano de una entrevista entrañable a Regina Roman.

Entramos en calor de mano de dos autoras eróticas como son Catherine Roberts a quien Laura nos presenta y Noelia Amarillo que ha abierto las puertas de su casa a Carolina.

Nuestra incansable viajera, Yuliss, se ha desplazado en esta ocasión nuevamente de manera virtual hasta Berlín junto a Liah S. Queipo para conocer a dos de sus carismáticos protagonistas.

Hemos entronado en esta ocasión a dos dioses en nuestro Olimpo particular. ¡No os perdáis el saber quiénes son! Mónica, como caso puntual, nos trae una nueva Serie, la trilogía Stark, ya que el especial de este número ha corrido a cargo de nuestra querida Merche que nos trae a Jo Beverley, estrella indiscutible de su próximo Encuentro de Romántica Adulta. Por cierto, ¿no conocéis aún el programa? ¡Pues echa un vistazo a nuestra sección Información de Interés donde además descubrimos el flamante VIII Premio Terciopelo.

Nur Casás es nuestra entrevista en el lado oculto de la romántica que, como en el caso del número anterior, ha corrido por cuenta de Bela Marbel.

Chus nos trae desde el «olvido» a Kat Martin; echa un vistazo al Diario de una madre neurótica y qué puede acontecer en una «cita a cigas» y no te pierdas el viaje a la Sierra de Guadarrama que en esta ocasión nos relata de forma bastante peculiar Isabel Keats.

Críticas, relatos, una mirada al pasado en nuestra cápsula, una nueva palabra que añadir a nuestro diccionario, horóscopo y… nuevas y jugosas novedades. ¡Feliz lectura!

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Regina Roman, una mujer de hoy una entrevista de Noelia Amarillo En esta ocasión tengo el placer de entrevistar a Regina Roman, una mujer maravillosa con un ímpetu arrollador y una energía imparable que hace del humor su mejor arma. Escritora, actriz y amante de los animales y del bosque, escribe libros que tratan con humor y sensibilidad temas bastante complicados a la vez que da conferencias sobre el poder terapéutico de la risa.

Regina, es un privilegio tenerte hoy aquí.

El privilegio es todo mío. Mío, mi tesooooroooo.

Mirando tu blog me he encontrado con una frase que me ha encantado: No aspiras a una butaca en la Real Academia, te basta un taburete en la academia del Bienestar. ¿Qué crees que es más importante para una autora: hacer disfrutar a sus lectores o demostrar a la crítica la calidad de su pluma?

Uisss... Si yo no fuera una chica fisna y educada te diría que a mí la crítica me trae al pairo pero como lo soy, jajaja, te diré que la crítica es ambigua, incierta y subjetiva. Que los gustos de cada cual son suyos y son muy respetables, pero no me creo que distingan entre «lo bueno» y «lo malo». Ni siquiera creo que exista una barra para medir eso. Se puede criticar el modo en que usamos las palabras, si somos o no capaces de crear personajes con volumen, de si sabemos meterle caña a la trama y generar ritmo... Todo eso puede evaluarse.

Pero las emociones que despertemos en el lector son solo suyas. Yo, entre disfrutar y aprender, me quedo con lo primero.

Sé que eres una persona muy inquieta y con muchísima iniciativa, no se te caen los anillos por trabajar, y eso me encanta, porque te lleva a proyectos que muy pocas personas (yo incluida) nos atreveríamos a intentar soñar... como por ejemplo, rodar una serie basada en uno de tus libros: «Cuarentañeras».

Bueno, no voy a ponerme moños, que la idea no fue mía, fue de un productor teatral cuya mujer compró la novela y viéndola reírse mientras la leía, se picó, se la robó y no la soltó hasta terminar. Él enseguida la vio en pantalla, se pusieron en contacto conmigo y así arrancamos. De eso hace ya más de tres años, estas cosas ruedan muy despacio.

¿Cómo surgió la idea de convertir «Cuarentañeras» en una serie de televisión?

Primero se pensó en un largometraje, pero al final le acabas cogiendo cariño a las tres protagonistas, no solo a Lola, hasta la insoportable de Rita tiene adeptos y gente que se identifica con ella (sí, lo juro, es cierto), de modo que se pensó en adaptarlo para serie que es más coral y da opción a varias protagonistas cada una con su trama. Creo que el resultado está siendo muy divertido y aún acaba de empezar, como quien dice

¿Te costó mucho encontrar los apoyos necesarios para llevar el proyecto a cabo?

Es un proyecto privado, no dispone de subvenciones, por lo tanto, solo funciona a base de patrocinadores privados. Es verdad que las empresas ven enseguida el potencial de aparecer publicitados en una serie que además, independientemente de que se estrene en

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algún canal de tv de los de toda la vida, va a estar en internet y se verá a nivel internacional con subtítulos en varios idiomas. Es un magnífico escaparate para mostrar los rincones más bonitos de nuestras ciudades como reclamo turístico y por eso, varios ayuntamientos se han mostrado ya interesados en colaborar. Pero la crisis aprieta y las producciones audiovisuales de calidad son caríiiiiiiiiiiiiisimas, de modo que no queda otra que ir despacio. ¡¡Ahora se ruedan 4 capítulos nuevos!!

Háblanos un poco de tu papel como actriz...

Uff interpretar me encanta, es como escribir y crear un personaje, te obliga a meterte en su piel, a sentir como ella, a anticiparte a sus reacciones... Quizá es por eso que soy tan puntillosa a la hora de crear un personaje escrito. Trabajo muy poco como actriz, hice la especialidad de «interpretación ante la cámara» y aunque no me puedo quejar porque en Málaga hay mucho afán cinéfilo, mucho movimiento, tenemos un Festival bastante importante que nos da muchas alegrías y todo eso... Málaga no es Madrid y es complicado sacar adelante un proyecto con el que te paguen algo.

Y, por supuesto, ¿Que tal ha sido la experiencia? La experiencia o el reto de enfrentarte a un rodaje es siempre muy fuerte; no solo te enfren‐tas a un personaje, también a una cámara y a ver tus fallos multiplicados por 20 (dicen que es lo que aumenta más o menos).

Pero si sabes relajarte y divertirte es como un juego inolvi‐dable.

Luego recuerdas los momentos especiales con los compañeros, las tomas falsas, las cosas que pasaron y que la gente no ha visto y te partes de risa, como esa escena en la que Lola patea la rueda de su coche y el zapato me salió volando por los aires y le dio al cámara en toda la cabeza. O las tras horas que me pasé tirada en el suelo de una nave industrial en pleno febrero a unos dos grados, con solo una camiseta y toda la porquería del mundo, mientras rodaba «Behaviors».

Apartándonos de tu trabajo como actriz (que por cierto me fascina) y adentrándonos en tu vertiente de escritora, este mes has sacado un nuevo libro, Quiéreme si te atreves Ed. Versatil; «una comedia romántica para reírse de una misma y seguir soñando...» Me encanta esa frase. ¿Es importante reírse de una misma? y sobre todo, ¿nos darás las claves para conseguirlo en este nuevo libro?

Ayyyy, jamía, como no aprendamos a reírnos de una misma, difícil lo llevamos. Vivimos en un mundo que trata de asustarnos poniéndonos en ridículo. Si les demuestras que no te preocupa lo más mínimo, te harán mucho menos daño, y como la gente que viene pensando en hacértelo es la típica mierdecilla (con perdón) tóxica, pues eso que te quitas de encima. En definitiva, que riéndose de una misma, no solo eres mucho más feliz sino que espantas indeseables.

Trato de crear historias que podrían pasar de verdad, con sus luces y sus sombras, con sus momentos de límite, pero que no dejen de ser posibles. Y trato de encararlas desde un prisma positivo siempre. Se sufre, sí, pero se sacan conclusiones que nos hacen más fuertes y

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más sabios. Perdemos a gente, puede, pero será que no tenían que quedarse. Son lecciones, una detrás de otra.

Quiéreme si te atreves es, por así decirlo, la continuación de Quieróme mucho, ¿Cómo ha sido la evolución de Marina, la protagonista de ambas novelas?

Bueno, Marina Valdemorillos es una chica con la que uno se encariña rápidamente. Mis lectoras la conocieron con Un féretro en el tocador de señoras y mucha gente me escribió pidiéndome saber más de Marina. Me hacía gracia, porque su historia ya estaba escrita. Quería tratar a fondo «el complejo de felpudo», las personas que no saben decir NO y aunque la historia podía haber terminado donde acaba QuiérOme mucho, sabía que Marina se merecía una bonita historia de amor. Tuve que sacrificar el romanticismo con tal de ser rigurosa con el tema psicológico, y una persona con el problema de Marina no está preparada para enamorarse, así que se imponía una continuación donde el cambio, la evolución de ella, siguiera adelante. Y aunque la empecé sin saber si algún día la acabaría, lo cierto es que me encanta cómo ha quedado, tiene un preciosísimo final y está plagada de momentos tiernos. En fin, que me gusta muchísimo y estoy muy contenta con ella. Espero que no me guste a mí sola, jajajajaja. La verdad es que estoy recibiendo comentarios muy positivos y estoy con el subidón a tope.

Cuéntame un poco qué le va a pasar ahora, con que problemas se va a enfrentar...

Una cosa tenía muy claro: Marina no podía perder su esencia.

Evolucionaría pero sin dejar de ser ella o no estaría siendo realista.

Así que continúa siendo una buenaza que se descompone si ve a alguien sufrir y pretende ayudar a todo el mundo. La asfixiarán los problemas de su hermano recién llegado del pueblo y sus locas amigas, en especial Cayetana, con la que mantiene un vínculo especial. En su esfera personal, la historia de amor con Roman es muy potente pero se enfrentará a dos grandes enemigos: su futura suegra, que la considera una cazafortunas y ella misma (sus inseguridades y sus miedos).

Empezaste autopublicando y de ahí pasaste a publicar en España y Latinoamérica con Ediciones B, y ahora ya llevas dos novelas con Versátil... ¿Cómo ha sido tu periplo como escritora, desde el duro inicio hasta estar con dos grandes editoriales?

Siempre he dicho que escribiré siempre y lo haré aunque no publique, porque lo he hecho toda mi vida. Abrirte un hueco hoy día en un país que no lee demasiado como España es realmente difícil.

He luchado y lucho cada día por defender mi obra sin agobiar, sin avasallar a los lectores que están fritos, saturados de publicidad en las redes sociales. He dado charlas donde quiera que me han llamado, he usado mis ahorros para desplazarme a presentar mis libros. Me he privado de muchas cosas por hacer realidad este sueño. Ni es fácil, ni es imposible. Nunca he dado por supuesto que alguien vendría, publicaría mis novelas, y por el simple hecho de colgarlas en una estantería se venderían solas y yo recibiría a final de

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año unos cheques de quitar el hipo. Las cosas nunca me han venido rodadas, he tenido que pelearlas. O no he tenido mucha suerte o no he sabido buscármela, pero soy una curranta, así que si de repente explota el éxito, pues mira, eso que me encuentro, pero no me quejo por tener que trabajar. Estoy feliz y muy a gusto con Versátil, me siento querida y respaldada y sé que creen en mi obra. No se puede pedir más.

¿Qué es lo que no volverías a hacer? (relacionado con el tema de la escritura) Confiar en un distribuidor siendo una pobre e indefensa autora que va por libre.

¿Qué lo que repetirías con los ojos cerrados?

Seguramente todo lo demás.

Das conferencias sobre el poder terapéutico de la risa... y creo que en tus libros también hay un factor importante de ese poder, a pesar de que sus protagonistas, como en el caso de Marina se enfrenten a situaciones no muy halagüeñas. ¿Es difícil conjugar ambas vertientes, el drama y el humor?

Adoro la tragicomedia, creo que es el súmmum de la dificultad en narrativa. Combinar risas y llanto me parece un cóctel irresistible. No siempre sale, tú empiezas una historia, sabes más o menos lo que quieres decir y de repente, los personajes se ponen serios y te dejan un margen muy estrecho al cachondeo, o empiezan a hacer cosas surrealistas y te matan de risa. Depende.

Nunca sé de antemano cuánto de comedia habrá en cada historia. Eso sí, tengo cada una pensada, queee...

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Por otro lado, mezclas situaciones reales, que a cualquiera nos pasan, con escenas por completo disparatadas, y lo haces con gran maestría... ¿Cómo lo consigues? ¿De dónde sacas esas ideas tan asombrosas? ¿Cómo te inspiras?

Aunque no te lo creas, mi vida es bastante surrealista. O será que voy por la vida mirando las cosas que pasan con los ojos del pitorreo. Me gusta sacarle punta a las situaciones, ver el lado divertido de los dramas. ¡Uff, fuera tristes!

Y, por último, cuéntame algo de tus próximos proyectos.

En febrero saldrá seguramente la historia de Adela, la compañera de oficina de Marina. Es una historia con dos partes muy bien diferenciadas y solo puedo decir que el tema de fondo que trata no dejará indiferente a nadie. Luego para el verano, la que es uno de mis libros favoritos, la segunda aventura de Gilda el fantasma. Pero todo depende de la editorial y de que sigan confiando en mí (espero que sí, tengo cruzados hasta los dedos de los pies)

¿Algún proyecto más relacionado con el cine y con tus novelas?

Algo hay por ahí pero os lo contaré cuando se vayan consolidando no sea que se gafen, que yo no soy supersticiosa pero las meigas, haberlas haylas.

Ha sido un verdadero placer hablar contigo. :D Darte las gracias a ti y a la revista por la labor que hacéis y por la difusión que le dais a las autoras españolas. Es maravilloso. Un beso enorme para todas. Ya sabéis el lema: ¡¡Somos chicas viernes!!

por Laura López Alfranca

Debo reconocer, queridas lectoras de RomanTica’S, que hacer esta entrevista no fue fácil. Veréis, cuando Loli llegó a mi despacho en blanco y negro y me pidió que encontrara a tan escurridiza mujer como es Catherine, pensé que sería algo fácil, buscar en Facebook y poco más, pero no.

Busqué en los rincones más infames de la ciudad tratando de encontrar una pista: ruinas de civilizaciones antiguas, cementerios, Disneylandia… ah, no, eso lo hice porque quería. Tras mucho buscar, di con una pista en una biblioteca. Cuando fui a hablar con la bibliotecaria, me cayeron miles de estanterías a la cabeza, mientras por el otro lado, escapaba mi futura vic… entrevistada. Me recompuse, dolía, pero tras algunos exámenes una puede sobrevivir a cualquier cosa. Me lancé a perseguirá por los tejados… dos, para más señas, mis pulmones no llegaban a más y me tuvo que salvar mi entrevistada.

Temía que fuera un paparazzo enviada a descubrir su identidad secreta, pero accedió a tomarse un café conmigo.

Y aquí tenéis la entrevista de una bibliotecaria que se le cayó un libro del Marques de Sade radiactivo y obtuvo súperpoderes: de día, escribe relatos para animar la libido de la humanidad. De noche, rescata animalitos perdidos en los fuegos que desatan sus historias. Con todos vosotros: Catherine Roberts, que está triunfando en Amazon con su novela «¿Cuál es tu fantasía?

Relatos eróticos para irte a la cama»

Hola, Catherine, ¡bienvenida! Nos alegramos mucho de poder hacerte esta entrevista.

Vamos a una pregunta fácil y que permita acercarnos a ti (o a tu yo oculto), ¿quién es Catherine Roberts? ¿Cómo surgió y qué es lo que le gustaría hacer con esta identidad oculta?

No es una pregunta tan fácil como parece. Pero gracias y encantada de estar con vosotros. Pues Catherine es una escritora de todo tipo de géneros, que hasta ahora había publicado otros muy distintos a la erótica, bajo otro nombre.

Toda esta experiencia empezó como un experimento por pura diversión para dar salida rápida (directamente al lector, sin trámites editoriales) a pequeños pero intensos relatos que tenía por mis libretas y ordenadores y que narraban alguna de mis propias fantasías eróticas.

Algunos, además de erotismo, tienen su propia historia de amor, otros son más salvajes. Alguno de ellos, como el de Piratas, es de cuando ¡tenía 17 años! Revisado y algo actualizado, claro. Hay para todos los gustos y colores y tengo que admitir

os está esperando para haceros sudar 9 RománTica'S

La princesa del desierto: Isabella, una voluntaria occidental, es secuestrada por una tribu nómada y salvaje del desierto.

Su príncipe, el enorme, atractivo y brutal Akar, la ha convertido en su princesa.

Cada vez que la luna cumple su ciclo, Akar proporciona un increíble placer a 4 elegidas para que luego sean fecundadas por sus hombres. En esta noche de la Luna llena, "invitará" a su nueva princesa a participar en el ritual junto a otras 3 afortunadas.

El remanso del río Lady Elanora se escapa cada noche de su alcoba para salir del castillo, sin ser vista, y bañarse desnuda en un río cercano. Una noche, durante uno de sus baños, observa cómo alguien se acerca a la orilla del remanso… y comienza a quitarse la ropa. Es el mozo de cuadras del castillo, un joven fornido de bruscos modales… al que no conseguirá esquivar.

La cena de empresa: ¿Imaginas que estás invitada a la fiesta de Navidad que el nuevo jefazo ‐joven, atractivo y millonario‐ organiza en su mansión?

Llegas nerviosa, acompañada de una amiga, con el mejor vestido que has podido encontrar en Zara mientras que tus directivos irán ataviados de pies a cabeza por firmas de finos nombres franceses e italianos. Querrás que te trague la tierra cuando reconozcas al jefe; querrás que él te trague enterita más tarde, a solas en su biblioteca.

En los vestuarios: Maggie era una buena chica. Un corazón inocente bajo la presión familiar y social de tener que ser una chica diez. En el mundo en que vivía, no había opción si quería encajar. Sin esta presión, no hubiera encontrado el tiempo ni la forma de superar su timidez para convertirse en animadora. Compatibilizar estudios, equipo y sus tareas asignadas en casa, y llevarlo todo bien adelante, no era fácil para ella. Esa noche asistía a la primera fiesta de su vida. Era un compromiso social, pues su equipo había ganado el campeonato y las RománTica'S 10

animadoras no podían faltar. Rocío, la capitana de las nimadoras lo había planificado todo con eficacia para dar una sorpresa a los chicos en el mismo estadio del campus. Lo queMaggie no sabía era que, al quedarse accidentalmente encerrada en los vestuarios, serían dos chicos del equipo los que esa noche tendrían una sorpresa para ella.

Secuestrada en el Castillo de los hielos: Xana ha caído en manos de los ejércitos enemigos. Tras pasar una terrible temporada en los fríos calabozos del Castillo de los hielos, es llevada a una lujosa habitación con vistas los bosques nevados.

Ocho silenciosas damas azules la bañarán y vestirán con finas ropas, para prepararla para el príncipe enemigo.

Rescatada por él: Danna, humilde secretaria de un consulado en Hamburgo, está completamente segura de que va a morir. Acepta, con resignación que le ha llegado la hora, acurrucada junto a un edificio a punto de desplomarse durante el bombardeo. De pronto, alguien tira de ella, arrastrándola hasta la calle y mostrándole una inesperada salida…

John, el joven ordenanza del consulado, compañero de trabajo, resulta ser un espía británico que la llevará hasta otro tipo de “petite mort”.

Piratas: Bárbara y su tripulación de mujeres pirata están sufriendo la humillación de ser subastadas, tras su captura. Un hombre misterioso, entre el público, ofrece una increíble suma por ellas: es el maldito Byron, su archi‐enemigo en los mares de Baleares. Las mujeres que le estaban quitando la supremacía corsaria, serán su botín; Bárbara, su venganza y placer personal.

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que me lo pasé pipa tanto revisándolos como compartiéndolos. ¡No podía imaginar que fueran a venderse tan bien!

Háblanos del conjunto de relatos, ¿qué te hicieron experimentar cada uno? ¿qué aprendiste de su escritura y de su lectura por parte de los fans?

Las opiniones que me llegan dicen que, además del disfrute de leerlos, de levantar la libido, etc. etc., están muy bien escritos y gustan algunas historias como narraciones en sí, lo cual satisface a mi lado «autora». A mi lado «mujer» le sobra con lo primero: que consigan su objetivo.

Cada uno de ellos, en su momento, me hizo sentir cosas muy diferentes (según me encontrara más sentimental y nostálgica, como en Cena de empresa, o más salvaje como en Princesa del desierto). Pero, sin duda, lo que tienen en común es que meterme en esos mundos y transportarme a ellos… me ha ayudado mucho en la intimidad.

Has escrito tanto relatos realistas y otros de fantasía, ¿qué facilidades o dificultades encuen‐ tras en cada género para trasmitir la pasión? ¿Con qué género te has sentido mucho más cómoda escribiendo (y cuál prefieres leyendo)?

Me siento más cómoda en la fantasía, sin duda, todo puede ser más imaginario y, por salvaje que sea, queda como más «bonito». Los relatos realistas (como En los vestuarios, Cena de empresa o Rescatada por él), sin ser situaciones tan del otro mundo como los demás y con juegos, posturas y prácticas más, digamos, normales, requieren más palabrotas. Los hombres aquí se ponen más duros… Quiero decir menos finos (risas).

Un ejemplo: El Príncipe de los hielos o el pirata te hacen más barbaridades, pero hablándote como a una dama, una dama prisionera.

¿Qué es lo que, a tu juicio, no puede faltar jamás en una buena historia erótica?

El contexto, una situación morbosa. Da igual cómo sean los protagonistas si hay motivos para la tensión erótica entre ellos.

Sobre personajes, por lo que he podido comprobar, tiendes al punto de vista femenino, ¿por alguna preferencia en especial o no has encontrado la historia para hacerlo desde un perfil masculino (biología aparte)?

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Sí que tengo escrita otra historia erótica más larga que estoy ultimando donde el que lo narra es él.

Pero por motivos obvios (soy mujer), me identifico mucho más con que sea el caballero andante quien venga a tu rescate, o tu archi‐enemigo, que venga a secuestrarte y hacerte perrerías.

Y ya que hemos comentado lo de tu identidad oculta (aunque fuera tantas preguntas atrás), ¿habrá alguna obra tuya con superhéroes?

Pues, de momento, no. No me había inspirado en ellos todavía, pero puede ser una idea.

¿Has escrito alguna novela larga (aunque sea con otro pseudónimo o tu nombre real)? ¿Qué diferencias crees que hay entre escribir una novela y un conjunto de relatos?

Sí, he escrito novelas largas y publicado alguna. Las novelas llevan mucho más trabajo y te tienes que recrear en cada detalle de la historia previa al momento que todas estamos esperando. En estos relatos, resumo toda la historia previa y voy al grano. Es decir, es como leerse solo las partes de cama de 7 novelas muy distintas.

Las pinceladas sobre los personajes aquí tienen que ser más rápidas más claras, lo justo para poder ponerte tú en su situación.

Con tu novela has tocado diferentes «palos» del género erótico, pero ¿cuál es esa fantasía que no has podido incluir o que te gustaría hacerlo para más adelante?

Palos, sí. He tocado muchos «palos». ¿Puedo reírme? Me estoy partiendo de risa. Puede que haya alguna fantasía más oculta, siempre las hay.

Pueden surgir casi de cualquier situación de la vida cotidiana si vas con ese ánimo y disposición por la vida, te lo aseguro. Desde el típico vecino de ascensor hasta algo o alguien más prohibido. A veces está en nuestro propio ánimo sentirlo.

De la nueva que estoy escribiendo, solo puedo decir que será histórica, ya que me encuentro más cómoda que con las actuales y suelo jugar mucho más.

Si se te diera la posibilidad de coger uno de tus relatos y hacerlo realidad, ¿cuál querrías? ¡Wou! Sin duda, Piratas. En otra época me hubiera gustado que me ocurriera.

Cena de empresa, ahora no procede porque ya estoy casada con ese protagonista ;)

Hemos podido comprobar que una de las historias ha sido cambiada y que, originalmente, era un fanfiction de «Juego de Tronos». ¿Qué opinas de los autores y las novelas que surgen del mundo fandom? ¿Qué te ha aportado a ti escribir una historia así que no te aportaron tus otras historias?

Me divertí muchísimo, de verdad. Fue fácil, por un lado, tener ya un contexto hecho, conocer ya a los protagonistas… y ponerlos casi directamente a hacer lo que quería que hicieran (poniéndome en el papel de ella, por supuesto). Es uno de los relatos más fuertes y pornográficos, el 1.

Los autores de este género suelen ser personas apasionadas y divertidas que no tienen miedo a dejar correr su imaginación. Precisamente así surgió 50 sombras y mira qué bien.

A propósito de la anterior, ¿te gustaría que se hicieran fanfictions de tus historias, sirvan o no para luego ser publicadas? (¿incluso con las parejas más inverosímiles como ocurre normalmente en el fandom?)

Por supuesto, me encantaría. Ver como cada lector le da su toque y hace sus propuestas también puede ser algo muy divertido. Hay varias lectoras que llevan tiempo pidiéndome la segunda parte de una de mis novelas que, en principio, no tenía y que no tengo ánimo para hacer ahora mismo. Les propondré que ellas mismas hagan un fan-fic. Yo estaría encantada.

¿Qué te gustaría que experimentasen tus lectoras con tus historias? ¿Qué ideas te gustarían que cogieran para sus propios juegos (o fantasías)? ¡Orgasmos! Sí, ¡vamos a decirlo! Es una palabra bonita (risas). Son para eso, esta vez no son para filosofar ni para recibir ninguna gran lección de vida, son para soñar despierta mientras los lees y seguir en ese mundo después, sola o acompañada: Sola: para llegar más rápido al orgasmo con la fantasía. En pareja: hay varios juegos a realizar como en Secuestrada en el castillo de los hielos (aquí solo hay un detalle un poco peligroso) o un juego con un espejo en otro relato.

La propuesta puede ir desde el simple hecho de leerlos para entrar en situación tú misma, sin decir

nada a la pareja, hasta leerlo ambos y hacer un teatrillo de personajes. Yo he probado el teatrillo, ¡y lo aconsejo! ¿Por qué no?

¿Cómo animarías a una persona reticente a acercarse al género y, más concretamente, a tus relatos?

Todo depende mucho de la situación personal y de lo que cada uno necesite leer en determinados momentos. Yo misma he sido reticente a veces a leer este género, sobre todo cuando quieren metértelo por los ojos, pero cuando por iniciativa propia lo he hecho, ¡me he divertido tanto! Y ha ayudado tanto a mi vida íntima (a los 17 ya leía a Sade y los eróticos de Isabel Allende, o El castillo de Camberleigh etc.). Y de verdad que esto fue estupendo para abrir mi mente y disfrutar más de todo. Así que les deseo lo mismo. ¡Felicidad!

Es una pregunta tan repetida como obligada (sobre todo para tus fans) ¿qué proyectos tienes en mente? ¿Cuál te gustaría que saliera adelante por encima de todos (o debajo, si prefieres esa postura)?

Tengo una novela adulta acabada y otra a medias con erótica que me gustaría que llegaran a los máximos lectores posibles. Si las editoriales no responden, Catherine también la llevará a Amazon ;) Mientras tanto, compartiré en breve alguna más de mis fantasías. ¿Qué te gustaría decirle a esas lectoras y/o escritoras que no acaban de atreverse con este género, aunque le tengan ganas? ¿Qué es lo que te habría gustado que te dijeran a ti? ¡Que sin miedos ni prejuicios, adelante!

Conoceréis personajes muy valientes, diferentes e interesantes, querréis ser como algunas de ellas y ¡podéis serlo si queréis! Todas guardamos dentro una diosa Afrodita.

Solo cosas buenas os esperan.

Muchísimas gracias, Catherine, por habernos concedido unos momentos para respondernos.

Espero que hayas disfrutado de esta entrevista a tantos niveles como nosotras ;) Encantada de estar en esta gran revista que es un referente. Gracias por la entrevista, Laura. Nos vemos en las páginas de nuestras historias.

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Una autora que se atreve con lo que le echen.

«El origen del deseo» es su última aportación al género erótico. por Carolina I. Quesada, una entrevistadora muy particular

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En este mes tan navideño, ¿qué mejor que una autora que nos haga soñar y reír a carcajadas? Es un lujo tener con nosotros a Noelia Amarillo, a quien todos los RománTico’S conocemos bastante bien (o deberíamos), y con quien siempre es un placer compartir un rato de nuestra vida.

Aún recuerdo cuando la entrevisté por primera vez, hace tres años, cuando nos dejó a todos boquiabiertos con el descaro, el erotismo y el humor de su primera novela Falsas apariencias, que fue toda una revolución. Así que me hace especial ilusión tenerla de nuevo, ahora que es una autora consolidada, con su nueva serie «Crónicas del templo», de Terciopelo editorial.

Su primer libro, El origen del deseo, ya está a la venta.

Vamos a descubrir qué sorpresas nos ha preparado Noelia esta vez.

Siempre es un placer hablar contigo, Noelia. Y, como decía, me hace mucha ilusión entrevistarte de nuevo, después de tres años.

Así que, para comenzar, ¿cómo dirías que ha evolucionado la autora a la que entrevisté para su primera novela «Falsas apariencias» hasta la autora del día de hoy?

El placer es mío, ¡me encanta esta entrevista!

Sobre tu pregunta, creo que ya no soy tan «ingenua», en el sentido de que me valoro más y ya no considero mis historias como «soberanas tonterías», sino que las he ascendido al nivel de «traviesas locuras con posibilidades». Por otro lado, he aprendido a escribir un poco mejor (¡ya soy capaz de poner el 80% de los acentos!) y a emplear de forma más o menos correcta los tipos de narradores: primera persona, tercera, segunda, omnipresente... (algo que me ha llevado a la locura de experimentar con todos... la verdad, no sé si esto es madurar XD).

Define tu nueva serie «Crónicas del templo» con pocas palabras. ¿Qué sería si fuera?: Una película: Una coral, con muchos actores y diversas situaciones.

Quizá tipo Magnolia o el Club de la Lucha (aunque estas dos pelis no tienen nada que ver con la historia de Crónicas).

Un color: Los colores de Karol. Rojo pasión y negra desesperación.

Un postre: Chocolate caliente, servido sobre la piel. Si no tienes cuidado te puedes quemar...

Una palabra: Audaz.

Una canción: Wishmaster de Nightwish, su música y su letra, fueron en parte la inspiración para las crónicas, de hecho, la tercera y la quinta entrega llevan por título unas frases de la canción.

Y, ahora, hablemos un poco más de ella. ¿De dónde surge «Crónicas del templo» y qué encontraremos en esta nueva serie?

Las crónicas surgen porque soy una curiosa impenitente que siempre quiere saber más sobre lo que me llama la atención, y la sexualidad, para qué negarlo, es algo que me fascina. No el sexo en sí, si no las distintas maneras de entenderlo y de sentirlo. Partiendo de esta base, comencé a imaginar relatos en los que la trama principal fuera una sexualidad «inusual», y, la verdad es que me atraía muchísimo el tema, pero, como siempre me pasa, por falta de tiempo lo fui dejando un poco de lado, hasta que un buen día mi editor me preguntó si me gustaría escribir alguna novela corta para publicar en eBook, y zas, vi el cielo abierto. Por supuesto, dije que sí y me puse a escribir las Crónicas del Templo. Y, si te soy sincera, no solo estoy entusiasmada con esta serie, sino que me siento muy orgullosa de ella. ¿Qué vais a encontrar? Mucho erotismo, pero no solo eso, también un erotismo inusual que transita por caminos menos conocidos pero no por ello menos reales. Aquí no hay fantasías. Obviamente las novelas NO son reales, pero lo que sucede en ellas, las particularidades sexuales de los protagonistas, sus deseos y anhelos, sí lo son. Cada una existe y está documentada.

Además de este erotismo extraño, a veces irreverente, a veces desesperado, también vais a encontrar una gran dosis de humor, luz y oscuridad, audacia y restricciones autoimpuestas, y unos personajes que no os dejarán indiferentes.

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Háblanos un poco de las personalidades de los protagonistas.

Ufff... ¡¡¡Hay muchos protagonistas!!! Ten en cuenta que cada novela de las Crónicas cuenta con unos personajes específicos que desarrollan su historia en ese libro, y cada historia es diferente...

A excepción de Karol que es el nexo de unión entre todas las historias. Por tanto, me referiré solo a los protas del Origen del Deseo, la primera novela de Crónicas.

Karol es el protagonista indiscutible de toda la serie, pues él es el narrador, quien nos cuenta lo que sucede, y a quien poco a poco iremos conociendo. Es un hombre extravagante, pero con cierta elegancia en sus maneras, que está decidido a hacer todo lo que desee... excepto lo que más desea. Para él nada es imposible ni tabú... excepto cuando a él se refiere. Está empeñado en disfrutar de su recién ganada libertad, pero no se da cuenta, o mejor dicho, no quiere darse cuenta, de que el miedo y los recuerdos le impiden ser libre. Es un hombre bastante complicado.

Eberhard es el protagonista masculino del Origen del deseo. Es la antítesis de Karol. Está decidido a aparentar una normalidad que no siente. A ser como todos. A no dejarse llevar por sus supuestas perversiones. Y está enamorado de Sofía. La quiere con locura y le atormenta el no ser como ella cree que es. En definitiva quiere ser normal porque cree que no lo es. Pero la normalidad es solo un eufemismo, nadie es «normal», todos somos únicos.

Sofía es una mujer de carácter. Sabe lo que quiere: a Eberhard, y usa cada treta a su alcance para demostrárselo... Aunque pocas veces dan resultado porque Eber la oculta sus verdaderos deseos. Hasta que ella se enfada... entonces es mejor echar a correr o mejor aún, buscar un casco y un escudo.

¿Qué te inspiró a argumentar su primer libro El origen del deseo y qué sensaciones experimen‐ taste escribiéndolo?

Dos cosas. La primera un artículo sobre las «Grandes Narices» (aquellas personas con un olfato ultra sensible) en la perfumería y la enología. Lo leí y empecé a darle vueltas a la cabeza sobre qué pasaría si una «Gran Nariz» en vez de perfumes o vino, oliera la excitación sexual.

Me pregunté si eso existiría, y sip, existe, se llama Barosmia, aunque según te decantes/excites por un olor u otro tiene distintos nombres. En ese preciso momento nació Karol.

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Y la segunda cosa, otro artículo, o mejor dicho, una frase en un artículo. Era sobre Eric Kandel, neuropsiquiatra y Premio Nobel de Fisiología y Medicina (2.000), y en él, el premio nobel decía esto: «Cuando te enamoras de una obra de arte activas alguna de las mismas vías de la dopamina que se activan por el amor hacia otra persona.» A raíz de eso recordé un artículo que tengo guardado (sip, lo reconozco, cuando algo me llama la atención, sea del tema que sea, lo fotografío y lo guardo en una carpeta especial de mi ordenador para luego dedicarme a investigar sobre ello). En este artículo se mencionaba el pigmalionismo... y en ese momento Eberhard tomó vida.

Qué experimenté... Al principio una gran tristeza por Eber, luego mucha curiosidad por Karol y, según se iba desarrollando la historia un gran asombro. ¿De verdad mis personajes me estaban contando «eso»?! ufff...

¿Continúas compaginando trabajo y escritura?

Con tus responsabilidades también familiares, ¿cómo encuentras el tiempo para ser tan prolífica?

Por supuesto que compagino mi trabajo en la cristalería con la escritura, ¡¡¡tengo que comer cada día!!! jajajaja Y el tiempo... Es cierto que casi nunca tengo demasiado para hacer todo lo que quiero, pero el que tengo le aprovecho mucho :D Organizo mis horas en base a mis prioridades, que son mis hijas, mi familia, mis amigas, mi trabajo y la escritura. En ese orden. Administro con cuidado mi tiempo y, también ayuda mucho que no me guste nada ver la tele ni dormir demasiado :D

¿Cómo ha sido tu camino literario hasta el momento? ¿Qué es lo mejor que te ha reportado? ¡Ha sido como subirme a una montaña rusa! Al principio miras la atracción y piensas: uff, que miedo subirse ahí, pero decides arriesgarte y te pones a la cola junto a cientos de personas que también están intentando montar (publicar)... y en ese momento una editorial se fija en ti y encuentras tu sitio en el vagón y este comienza a ascender una enorme y pronunciada cuesta que no parece tener final... Y, lo que es peor, no sabes si quieres que llegue ese final, porque eso implica que el libro ya está en la calle, cayendo en picado en las librerías y no sabes qué va a pasar... Pero, una vez puesto en marcha, nada puede pararlo.

Así que vas subiendo poco a poco, adentrándote en el mundillo y de repente, ¡zas! Te sumerges en

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la atracción a una velocidad vertiginosa, y da igual que estés acojonada, o que parezca que vas a caer, nada se detiene. Esas primeras bajadas y subidas de la montaña rusa son una sobredosis de adrenalina tras otra. Publicar tu primer libro, que la editorial quiebre, publicar un segundo con otra editorial y que esta también quiebre... llega un momento en que estás tan desorientada que no sabes hacía donde quieres ir, solo que se pare de una vez el vagón y bajar para volver a pisar tierra firme... Y en ese momento ves ante ti una cuesta todavía más alta (las bases de un concurso literario, en mi caso el Terciopelo) cuyo recorrido puede ser... la bomba. Y decides subirla. Y presentas tu libro más querido a ese concurso... y quedas finalista, y la montaña rusa vuelve a ponerse en marcha de nuevo... Y ahí vamos, subiendo y bajando cuestas muerta de miedo jajajaja.

Lo mejor que me ha reportado... El cariño de las lectoras, sin dudarlo.

De hecho, escribo por ellas. Por nada más. Por leer sus comentarios y por imaginar sus caras cuando leen mis libros.

¿Qué opinas del enorme salto que la romántica española ha dado en los últimos años, en parte, gracias a autoras como tú? ¡Que ya era hora! Tenemos unas autoras excelentes, con mucha imaginación y una pluma magistral, lo raro no es que hayamos salido a la luz, sino que no lo hayamos hecho antes.

Totalmente de acuerdo. Y, ¿qué crees que queda aún por hacer en este mundillo? ¡¡Todo!! ¡¡Queda por hacer todo!! Falta que equiparen el sector editorial con el resto de los sectores culturales, que concedan subvenciones igual que hacen con el sector cinematográfico, por

ejemplo. Que equiparen el IVA en los libros digitales (21%) con el IVA de los libros en papel (4%), que no se desprecie la calidad de una obra literaria por el género del que trate (seguimos con la lucha, ¡¡la romántica no es un género de segunda!!), que la gente entienda que la piratería hace mucho daño, que las editoriales equiparen los precios de los libros al momento de crisis que estamos viviendo (algunas ya lo hacen, ¡gracias a Dios!), que no se valore más la procedencia de la autora que la calidad de su obra, que se apoye la lectura con mas actos públicos (presentaciones, visitas de los autores a los colegios e institutos, eventos como por ejemplo el RA), que se incentive la lectura desde la infancia, con libros adecuados para los niños y no los tostones que les obligan a leer ahora (tengo dos niñas pequeñas, sé de lo que hablo)... ¿Sigo? jajajaja

(Chapó al discurso de Noelia). Y ¡continuamos con uno de los temas que ha mencionado: el RA! Sabemos que has colaborado muchísimo, apoyando a Merche Diolch, para montar desde hace tres años lo que se ha convertido en todo un encuentro literario romántico de referencia nacional tanto para autores y lectores como para editores: el encuentro RA. ¿Cuánto trabajo lleva detrás esta organización? Háblanos un poco de qué vamos a encontrar en el RA de 2014. ¿Cuánto trabajo? Ufff, muchísimo, ¡¡y todo recae sobre los hombros de Merche!! Aunque María Cabal y yo intentamos ayudarla un poquito, pero es pecata minuta en comparación con lo que ella hace.

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Gestionar un encuentro (sea del tipo que sea) nunca es sencillo, y gestionar, coordinar y montar el E‐RA, que contó con 175 asistentes en su última convocatoria es... ¡un trabajo de titanes! Para que te hagas una idea, empezamos a trabajar en el IV E‐RA en verano, y ahora mismo, ya con el programa sobre la mesa, estamos al doscientos por cien de trabajo... ¡y esto no ha hecho más que empezar! Cuanto más cerca estemos de febrero, más jaleo. Pero es un jaleo muy bien recibido, porque implica que todo va sobre ruedas :D Aunque eso sí, nosotras acabamos agotadas... sobre todo Merche Diolch que, si te soy sincera, no sé ni cómo consigue llevarlo todo, ¡es una máquina!

Este año también contamos con la colaboración de María Cabal, que además de ayudarnos muchísimo, tiene una energía arrolladora y una sonrisa perenne en los labios.

Y, ¿qué os vais a encontrar en el E‐RA de este año?? ¡¡De todo!!

Tenemos dos patrocinadores Lush (cosmética) y BQ (e‐readers), con lo que eso implica (ya lo veréis, ¡¡os va a encantar!), y como siempre contamos con la colaboración de varias editoriales que han puesto su granito de arena. Asistirán muchísimas autoras y editoriales, hemos conseguido contactar también con autoras extranjeras que nos han mandado algunas cosas (no os digo qué, pero si seguís el grupo Encuentros RA, habréis visto algunas imágenes jeje), y, tenemos el placer de tener, además de a nuestras escritoras, a dos autoras internacionales en mesa: Jo Beverly y Jodi Ellen Malpas, que nos hablarán un poco de su trabajo. Y muchísimas cosas más que no os voy a contar, jajaja, tendréis que venir para saberlas :D

¡Allí estaré sin falta! (Me recompongo un poco tras la emoción de tanta noticia). Y a una pregunta interesante para los escritores: ¿Sabes si ha salido algún proyecto, contrato o idea de los encuentros RA? ¿Animarías a los lectores a acercarse?

Sí, sí ha salido. Sé de buena tinta que se han cerrado y abierto proyectos e iniciado contratos entre editoriales y escritoras, pero comprenderás que no dé nombres, puesto que es una información que no me compete dar.

Y, por supuesto que animaría a los lectores a acercarse. En primer lugar porque es un encuentro ameno en el que lo que priman son las risas, en segundo porque se van a enterar de muchísimas cosas y en tercero, y más importante, porque el E‐RA se hace por y para ellos.

Una pregunta algo personal, ¿te sientes a gusto trabajando de forma independiente o te has planteado recibir la ayuda de un agente literario?

Sí es cierto que en alguna ocasión se me ha pasado por la cabeza el recabar más información sobre los agentes literarios, para, una vez conocidos todo lo que implica trabajar con ellos, meditar si sería conveniente para mí tener una relación laboral con ellos. Y por ahora, he llegado a la conclusión de que no entra dentro de mis prioridades tener uno. Primero, porque no pretendo dedicarme a la escritura de manera profesional, sino como lo estoy haciendo hasta ahora, como un modo de dejar salir mis locuras. Y segundo, porque pienso que no me está yendo mal sin ellos, sino al contrario. Tengo muy buena relación con las editoriales con las que trabajo actualmente, trabajo a mi aire (algo muy importante para mí), y sobre todo, controlo cada

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aspecto de mi trabajo. Por ahora no necesito más.

¿Algún género literario que aún no hayas tocado y que te ronde por la cabeza?

Uff... no lo sé. Ahora estoy con una historia de principios de siglo XX, pero no puede decirse que sea histórica exactamente, pues entra dentro de la edad contemporánea. Así que, imagino que la histórica va a ser siempre mi asignatura pendiente... Me gustaría hacer algo de ciencia ficción, pero más tipo aventuras que CiFi estricto.

Pero, básicamente, creo que ya he tocado todo lo que me gusta :D

Si te regalaran un viaje al sitio del mundo que tú quisieras con el fin de inspirarte para escribir una próxima novela. ¿Qué lugar elegirías?

No lo sé... Me gustaría regresar a Egipto y a Roma, pero no para inspirarme si no porque me encantaron jajaja. Quizá Petra... sí. Petra. Creo que una ciudad tan maravillosa como Petra podría servirme de inspiración para muchísimas novelas, ya fueran históricas o actuales.

Para casi finalizar, hay dos preguntas de rigor que les hago a todas las autoras entrevistadas, y Noelia no va a ser menos, así que: a) ¿Cuál es el sitio más extraño donde, llevada por las musas, no has podido evitar ponerte a tomar notas como loca, o bien preguntar datos o escribir directamente?

Pues justo el otro día se me aparecieron los "musos" yendo al dentista... y como llegaba tarde, no se me ocurrió otra cosa que grabar la escenita de marras en las notas de voz del móvil mientras caminaba por la calle... No es que sea un sitio muy extraño, pero imagínate la cara de la gente cuando me escuchaba describir una escena romántica a un teléfono... jajajaja

Digno de Noelia Amarillo (XD) ¿Con qué autores de todos los tiempos te gustaría sentarte a la mesa en un banquete? ¿En qué época y lugar situarías esta cena?

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La cena la situaría hoy en día, en Oskar, un restaurante de Madrid que me gusta muchísimo porque sirven unas hamburguesas divinas y súper baratas (es donde siempre me reúno con mis amigas jajaja). Y ¿con qué autores?? Sin dudarlo: Oscar Wilde, Alejandro Dumas, Suetonio (¡la de cosas que podría contarme sobre los romanos!), Edgar Allan Poe, Freud (no solo fue sicoanalista), Megan Maxwell, Olivia Ardey, Ana Iturgaiz, Patricia Sutherland, Noe Casado y Aileen Diolch...

Y los motivos de esta elección, porque nos lo íbamos a pasar pipa debatiendo (y discutiendo, eso seguro) con estos escritores.

¿Podemos adelantar algo de tus próximos proyectos futuros?

Pues, durante el primer semestre de 2014 verán la luz Atrévete a Quererme (el IV de la serie Amigos del Barrio) y La Voz, y tras estos la segunda y tercera parte de Las Crónicas del Templo. Para el segundo semestre... ¿Quién sabe? (sinceramente, yo creo que con este primer semestre voy servida para todo el año jajajaja) Proyectos que estoy escribiendo: La historia de Lucas, que llevo bastante adelantada, y las dos últimas partes de las Crónicas del templo (que si nada falla, estarán escritas para el verano), luego, la última de amigos del barrio... y eso es todo por ahora jajaja.

Ahora sí, para finalizar, deja un mensaje a los lectores de la revista y, para los que te acaben de descubrir, diles dónde pueden seguirte. Siempre es un placer estar contigo, Noelia.

Mi mensaje es siempre el mismo; lo leí en una pared siendo adolescente y desde entonces se ha convertido en mi grito de guerra: ¡No pares de empezar. No empieces a parar!

Y para encontrarme, mi blog… www.noeliaamarillo.com Ha sido un verdadero placer poder hablar contigo de nuevo, Carolina. ¡¡Eres un sol de persona y la entrevista ha sido maravillosa!! ¡Gracias por contar conmigo!

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Noviembre. El frío ya estaba aquí y yo no tenía otra cosa que hacer que irme de viaje a Alemania; parecía masoquista. Sin embargo, el motivo de mi viaje no era disfrutar de la nieve, ni del frío, ni de las preciosas calles de Berlín, sino ver a Liah S. Queipo y, por supuesto, a esos vampiros tan sexys que nos vuelven a todas locas.

Nunca había estado antes de Berlín, por lo que agradecí que me estuviera esperando un coche en la puerta del aeropuerto. De no haber sido así, estoy completamente segura de que me habría perdido en el camino.

Para mi sorpresa, Liah se encontraba dentro y ambas pegamos un gritito cuando nos vimos la una a la otra. Los brazos salieron disparados y en menos de un segundo el abrazo y los dos besos llegaron sin hacerse mucho de esperar. Donde hubiera sangre española, que se quitara todo lo demás

—¡Hola guapa! —dije separándome de su brazo— . Me encanta volver a verte, pero… ¿No podías haber emplazado la historia en otro lugar diferente y menos… frío? ¿O hay alguna razón importante por la que elegiste Berlín como residencia para los vampiros reales y sus guardianes?

Liah se rio y le da al chófer la dirección de la casa donde espero que Babi y sus guardianes nos estén esperando, especialmente Liam y Heilige. Tenía muchas preguntas que hacerle a ese par…

—Encantada de verte de nuevo, nena. Pues la verdad que aquí hace bastante frío. Bueno opté por esta ciudad por dos motivos. Uno es que allí hice un viaje con unas amigas para ir a un concierto, fue un viaje inolvidable y la otra (y la de más peso) es porque Berlín es una ciudad bastante fría y grisácea.

Llueve en verano por lo que los vampiros que huyen del sol pueden disfrutar de unas cuantas horas más de día. * —Vale, si me lo pones así… aguantaré —dije mirando por la ventanilla. La nieve estaba empezando a caer de nuevo. ¡Ugh! ¡Tendría que haber organizado esta entrevista en Cuba! ¡O en las islas Caimán!

Liah siguió mi mirada y sonrió de forma cómplice.

Ya estábamos aquí. ¡Qué pronto habíamos llegado!

—No es tan malo como parece. Ya lo verás…

—Eso espero, porque no me ape… —la puerta trasera del vehículo se abrió y Nazan apareció detrás de ella, tan cortés como si hubiera estado sacado directamente de una novela histórica— …tece...¡Hola Nazan!

Sí, seguro que tenía esa sonrisa estúpida en la cara.

Dios mío, de mi vida, y de mi corazón. Si todos los guardianes eran así, vendría a Berlín mucho más a menudo.

—Encantado, señorita Yuliss.

Liah me pegó un codazo por detrás e inmediatamente salí de mi hechizo. Me bajé del coche y seguidamente esperé a que ella saliera también.

—Dime, Liah… ¿qué fue lo que te inspiró para crear tales criaturas tan… —hice un gesto como limpiándome la baba. El pobre de Nazan pareció estar un poco incómodo.

Antes de escritora soy lectora y sé lo que me gusta.

Mis chicos son completamente diferentes, algunos tienen inspiración en cantantes (hablo físicamente)

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y otros simplemente son misteriosos. Todos tienen una personalidad muy marcada (lo mejor de ellos ¿no?) Todos son especiales. * Ambas seguimos al escipión y entramos en la gran casa. Allí ya nos esperaban William, junto a Babi y a Damián; Cleón y Laupa; Colín que parecía estar sacándome una foto con su iPhone para seguramente publicarla en Twitter…

Espera. ¿Twitter?

—Colín, si la vas a subir en Facebook, vale. ¡Pero Twitter no! ¡Que son los enemigos!

El susodicho soltó una carcajada y me guiñó un ojo.

—Y etiquétame.

Nazan puso los ojos en blanco y se dirigió hacia Mussa. Uuuuy, esos dos tenían mucho que contar…

William entonces se aclaró la garganta y miró descaradamente a Liam y a Heilige, que también estaban allí metiéndose mano, por supuesto.

—Idos a vuestra habitación, pero no me traumaticéis a la invitada —dijo desviando su miraa hacia mí y asintiendo en mi dirección a modo de saludo. Yo no sabía qué hacer. Él era el rey, ¿se suponía que tenía que hacerle un saludo especial? ¿Le tenía que besar la mano?— Si quieres hacerlo, yo no seré el que te pare, rubia.

Liah se echó a reír. Claro… ¡no era a ella a quien le había leído la mente!

Me ruboricé y aparté la mirada. Liam y Heilige ya parecían haberse cortado un poco más por muy imposible que pareciera, así que decidí empezar a preguntarle a Liam ahora que podía.

—¿Está resultándote un verdadero problema tus necesidades mins? ¿Crees que podría resultar en discusiones con tu Heilige si alguna vez llegas a no controlarte? *Mis necesidades están más que satisfechas. ¿No lo hueles, rubia? Claro que sí, lo puedo notar. Sé lo que sientes en este momento entre…Bueno, mi Heilige y yo ya hemos encontrado la forma de hacer que mis necesidades estén más que controladas.

Heilige comenzó a hablar ahora.

Lo que siente la rubia al ver a Liam lo puedo oler hasta yo, pero es normal. Te entiendo perfectamente, entiendo lo que las mujeres sienten, pero siento decirles que solo es mío. Y

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En esta ocasión, visité Berlín para conocer a unos personajes de lo más imaginativos

puede que su cuerpo se caliente al oler las necesidades de otras, pero solo yo lo calmo.

Realmente era admirable.

Entonces William nos alentó a ir hasta el salón para que todos estuviéramos más cómodos. Yo le di las gracias y decidí seguir con mi entrevista.

—Liah, me imagino que crear un mundo nuevo desde cero es muy difícil. ¿Qué fue lo que más te costó y lo que más te gustó al escribir La sagrada? *Tenía muchas ganas de contar esta historia. Los dos protagonistas tienen un carácter muy fuerte. Lo que más me costó quizás fue toda la parte dónde Heilge tenía recuerdos feos de su padre y todo el enfrentamiento sucio que tiene con él. Y lo que más me gustó fue la evolución de esta relación, tiene momentos muy calientes.

—Al crear a los personajes, en especial a las chicas, ¿lo hiciste teniendo en mente identificarte con todas ellas al menos en algo, o simplemente fueron personajes que no comparten tu personalidad? *Creo que todos mis personajes tienen algo de mí, en más o menos cantidad, pero algo en la esencia está. Heilige es un personaje que lo ha pasado realmente mal en su vida. Y su carácter es difícil, tiene una lengua muy viperina, pero la forma que tiene de luchar por lo que quiere, es su motor.

Babi, Laupa, Heilige e incluso Mussa sonrieron con complicidad. Luego, esta última le echó una mirada a Nazan, y el pobre se ruborizó.

—¿Podrías explicarnos un poquito qué va a pasar en el siguiente libro? —dije mirando directamente a Mussa y a Nazan—. ¿Título? ¿Fecha de publicación? ¿Algún spoiler no muy gordo?

Nazan clavó su mirada en Liah, hasta él estaba loco por escuchar la respuesta. *No puedo contar mucho, será (evidentemente) en 2014, no puedo dar título ni fecha todavía. ¿Qué puedo decir? Creo que es un libro esperado, otra pareja muy potente que dará qué hablar y deciros que en este libro conoceremos un par de personajes más que todavía quedaban por aparecer. Cada detalle cuenta.

Uuh… interesante. Realmente interesante. Iba a ser un gran libro, estaba segura.

Devolví mi atención a la pareja protagonista en esta ocasión, Liam y Heilige, y les sonreí abiertamente. Ahora les volvía a tocar a ellos.

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—¿Cómo está yendo la recuperación de los nosferatu? ¿Creéis que eso puede ayudaros a ganar a cualquier enemigo que esté ahí fuera?

Bueno, este libro abre camino hacia otras vías para luchar contra los nosferatus, pero, como siempre, solo diré: no todo es lo que parece.

—Sea como sea, les patearemos el culo —dijo William, tan chulesco como nunca. Babi puso los ojos en blanco y le dio un manotazo.

Al mirar a Babi me acordé de los impactantes acontecimientos que la pobre muchacha había vivido hacía muy poco tiempo, así que decidí preguntarle por ello también.

—Babi, ¿qué significó para ti darle muerte al vampiro que intentó matarte? ¿y vivir la de tu madre?

Ser una reina no es solo sentar tu culo en un trono y mirarte en el espejo para ver qué bien te queda la corona. Hay que tomar decisiones y para mí fue un placer matar a ese grandísimo ¿puedo decir tacos?

Bueno, pese a quien le pese, lo maté yo y estoy feliz con ello. Y en cuanto a lo de mi madre, es un tema que todavía debo de asimilar. Hay algo que se me escapa y no sé todavía que narices es.

Wow, yo sinceramente no sé cómo habría actuado.

Me pregunto si el final de la serie ya lo tiene Liah en la cabeza o se le ocurren muchos detalles a la hora de ir escribiendo los libros.

Volvi a girarme hacia Liah y le arrojé la pregunta.

—¿Tienes ya en la cabeza toda la serie completa con su final? O mejor dicho, ¿sabes cuál será el final de la serie o aún no has pensado en ello?

Bueno tengo claro el trascurso de la trama princi‐

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pal, pero tal y como dices a medida que vas escribiendo se pueden abrir pequeñas tramas que hacen que gire un poco la historia.

Luego pasé la mirada por todas las personas presentes en la sala en ese momento, incluido Aka que se había incorporado mientras respondía Liah.

Se me había ocurrido la pregunta perfecta para acabar esta entrevista y qué mejor que dirigírsela a todas las parejas. Babi y Damián, Laupa y Cleón y Liam y Heilige.

—Si hubierais podido elegir hacer algo de forma diferente, algo de lo que os arrepintáis, ¿qué sería?

—¡Claro que sí!— exclamó Babi alzándose en sus nuevos y caros tacones—, yo no me habría acostado con este sucio mentiroso hasta que no hubiese rodeado mi dedo con un precioso y caro anillo.

—Yo habría morreado a Galatea el primer día que la vi si llego a saber que es ella, pero nena—dijo mirándola— sabes que no me importa tú físico, pero podrías haber venido en otro cuerpo y no…

—¿Me has llamado nena?—respondió Laupa parpadeando hacia Cleon —Olvídate de ellos, céntrate en mi—me dice Liam con sus ojos verdes brillando—, yo tendría que haber salido de aquella jaula con Heilige. Es más, la tendría que haber metido antes allí dentro, pero tranquila rubia sé que te gusta mirar. Puedes hacerlo—Liam hace una pausa—¿Puede mirar, mi Heilige?

Bueno, y ahora que el tercer grado había acabado.

Ya era hora de disfrutar del día congelado en Berlín.

—¡Colín! ¿Me has etiquetado o no? ¡No me sale nada!

La Ilustración: José del Nido un artículo de Raquel Pérez

Ilustrador profesional desde hace muchísimos años, José del Nido nace a finales de mayo de 1959 en Cornella (Barcelona). Aunque ingresa en la Escuela de Arte de la misma ciudad en 1976, y empieza a adquirir los primeros conocimientos técnicos en el mundo del dibujo y la pintura, su trabajo prácticamente se cataloga de autodidacta; y después de muchos años gastando lápices, utilizando aerógrafos y ensuciando pinceles, como él mismo cuenta, decide pasarse a la ilustración digital.

Cuatro años después empieza a publicar sus primeras portadas en diversos fanzines locales y trabajos para diferentes firmas de publicidad. Su primer contacto con editoriales lo realiza con Normal Editorial, que no sólo cuenta con sus ilustraciones para las colecciones de cómic fantásticos y videojuegos (Thorn, John Sinclair, Lassiter, Vampir Gothic, etc…), sino que además exporta sus trabajos a nivel nacional, y comienza a exponer en pequeñas salas.

En 1998 MG Publishing le publicó el libro The art of José del Nido con cien de sus ilustraciones, y Ediciones Ricordi edita varios puzles con sus imágenes con distribución mundial. Además ha sido reconocido por la revista Art Scene Internacional con una entrevista en sus páginas centrales y portada. Ha publicado sus trabajos en: España, Alemania, Italia, EE.UU, Francia, Austria, Portugal, Países Bajos, Argentina, Suecia y un largo etc…

Actualmente compagina la ilustración de editorial con la publicitaria. En el campo de la ilustración fantástica sigue vinculado a Norma Editorial con la cual ha publicado sus portadas en varios países de Europa y América. Para el mundo de la publicidad ha realizado trabajos para empresas como Nestle, Frigo, Ferrys, Vileda, Eroski. En España ha trabajado para editoriales como Planeta, Ediciones B, Mondadori, RBA, Plaza y Janés, Suma de Letras, Columna entre otras.

Junto a José Ramón Domingo colega y gran amigo ha colaborado en trabajos para Port Aventura y Terra Mítica, y han publicado conjuntamente el libro Fatvm.

Actualmente reside en Sant Joan Despi (Barcelona) donde tiene su estudio.

Web Oficial: www.josedelnido.com

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Entrevista en el lado oculto

H Nuria Casás una entrevista de Bela Marbel

Hoy vamos a conocer a Nuria Casás, que nació en la capital del Paraíso Natural (Principado de Asturias) el 10 de diciembre de 1971 y vive en Gijón.

Lectora ávida y crítica avanzada, lleva mucho tiempo conociendo a lectoras, escritoras y obras románticas, y poniéndonos al día de las novedades desde las páginas de la web Románticas al Horizonte. A nivel personal tengo que decir que fue un apoyo inestimable en los principios de esta humilde escritora, y una fuente continua de motivación.

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ola a todas un bimestre más. Para quienes no me conozcáis diré que mi nombre es Bela Marbel y soy escritora, principalmente de literatura romántica. He publicado Espirales en el ombligo y Mi tierra eres tú, pero lo primero que vio la luz, inundando mi cuerpo de emoción, fue un relato llamado Cita a ciegas, se publicó en esta maravillosa revista y supuso el principio de todo para mí.

Colaborar con esta revista, significa algo así, como cerrar un círculo. Y qué mejor que intentar conocer un poco más a aquellas personas que nos acercan hasta nuestros libros favoritos, con sus opiniones. Es por ello que vamos a entrevistar a lectoras, bloggeras y administradoras de páginas y revistas.

Toda aquella persona que nos deje una opinión por la red, de sus novelas favoritas.

Lo primero es darte las gracias por abrirme la puerta.

Gracias a ti por pensar en mi para esta sección.

Era inevitable. ¿Hace mucho tiempo que lees romántica?

Oficialmente hace 14 años, y digo oficialmente porque antes leía libros contemporáneos de Sandra Brown, Karen Robards y Nora Roberts y hasta que no entré en el foro que en aquel entonces tenía la Editorial

Titania no descubrí que estaban catalogadas como autoras de novela romántica, cosa que me dejó un poco descolocada porque no conocía este género literario salvo por Corín Tellado y su catalogación en el mundo literario era de novela rosa.

Cierto, una denominación ahora en desuso. ¿Lees otros géneros? ¿Cuáles?

Por supuesto, no solo de romántica vive un lector jajaja. ¡Claro! En la variación está el gusto Me gustan las novelas de misterio, los thillers y alguna biografía si el personaje me resulta interesante. ¿Tienes una escena favorita?

En libros de romántica varías pero no me gustaría destacar ninguna. Luego en libros de literatura general tengo dos que me encantan aunque son muy tristes, una es el final del libro Memorias de una Geisha de Arthur Golden y otra de La reina sin nombre de María Gudin en la que Aster se va dejando a Xana sola en una cueva..

Ya podrías poner alguna alegre, perla… ¿Tienes un personaje favorito? ¿Uno solo? Es imposible decírtelo porque en cada libro que leo siempre tengo un favorito y tampoco es plan de ponerme a nombrarlos todos y dejarme alguno y que luego venga alguna de nuestras

estupendas autoras y me quiera matar jajajaja.

Es que nos conoces muy bien, vamos yo por los míos maaatooooo! ¿Hay alguno al que odies?

Tanto como odiar no, pero si hay un personaje de un libro que por lo que leo en las redes sociales ha gustado a todo el mundo y a mí personalmente me cayó como una patada en la barriga. Por supuesto no voy a decir quién es porque respeto mucho la opinión de los demás lectores y sobre todo el trabajo de un escritor.

Será posible, ahora me dices quién es, aunque sea en petit comité. ¿Algún libro que hayas leído más de diez veces?

No releo nunca porque si lo hiciera mi lista de pendientes no haría más que aumentar, aunque de vez en cuando si cojo uno de mis favoritos y leo algún párrafo que tiene significado especial para mí.

Madre mía, será por eso, que mi lista crece y crece… ¿Por qué compartes con la red, lo que te gusta leer?

Desde que descubrí el mundillo de la romántica siempre he participado en foros en los que se hablaba de autoras y libros y apuntaba las que no conocía y comentaba lo que iba leyendo, así que ahora con las redes sociales sigo con la

costumbre de apuntar y seguir comentando lo que voy leyendo, siempre desde el respeto que me merecen todos los autores, me gusten o no.

Doy fe. ¿Cómo surgió la idea de la web?

Es una historia larga pero intentaré abreviarla.

Sobre el año 2000 descubrí una web llamada Telepolis (ya desaparecida) y en ella había lo que se llamaban Distritos y no podía faltar el Distrito Romantic@s, así que me registré y pasé a ser una usuaria más de las que participaba asiduamente.

A los dos años Marta Ferrero (que era la administradora) me preguntó si me parecía bien formar parte de la administración y le dije que sí. En ese momento sólo teníamos tres sellos colaborando con el Distrito y me lancé a la búsqueda de más sellos que quisieran colaborar con nosotras y la verdad es que tuve mucha suerte ya que la respuesta fue muy positiva.

En el 2005 Marta me comenta que abandona el Distrito ya que ha encontrado trabajo de lo suyo y que quiere que busque a alguien para que me ayude ya que no quiere que el Distrito se cierre, así que le propongo a Anny que forme parte y ella dice que sí sin pensarlo siquiera.

En el 2006 Anny y yo empezamos a hablar que el Distrito nos limita mucho ya que los sellos editoriales de romántica han aumentado en número y decidimos montar la web y ahí es donde aparece Loli.

Total que en el 2007 montamos Románticas al Horizonte como web y desde entonces nos acompañan chicas que ya estaban en el Distrito y nuevas que fueron llegando con el paso del tiempo.

La verdad es que han pasado los años y es estupendo ver que aunque muchas cosas han cambiado el espíritu del Distrito Romantic@s se mantiene a día de hoy en nuestra web porque fueron nuestros inicios. ¿Te has arrepentido en algún momento de meterte en este mundillo?

Ufffff, en muchos momentos y es algo que mis compañeras de web y amigas saben. Este mundo visto desde el punto de lectora puede parecer genial pero como dice el refrán…

No es oro todo lo que reluce y por desgracia hay muchas envidias, traiciones y desplantes que llegan a hacer plantearte dejarlo todo y ser otra lectora más y vivir en tu mundo sin saber nada de lo que se cuece en la trastienda del mundo de las webs de romántica.

E

n muchas ocasiones lo he comparado con historias de patio de preescolar, si eres amiga de fulanita no puedes ser mi amiga y al contrario.

Pasados varios años dentro de este mundo y con una edad que tiene una pues como que eso ya me agota a la mínima, pero en esos momentos tengo unos pilares muy fuertes a mi lado que son mis compañeras de web Ana Mª y Loli, como también dos grandes amigas de este mundillo que son Merche Diolch y Noelia Amarillo que me prestan su oreja para contarles lo que haya pasado y luego me dan toda una serie de motivos por los que debo seguir.

Millones de gracias a las cuatro por aguantarme jajaja.

Sabía que esta pregunta iba a dar de sí, en incluso me planteé hacerla o no, pero es que sinceramente, es una de las cosas que más me ha llamado la atención de este mundo, teniendo en cuenta que soy una total novata con tendencia a la rebeldía. Te agradezco, igual que a nuestra anterior entrevistada, la sinceridad. ¿Cuál es tu plataforma favorita?

Facebook, aunque también tengo Twitter y Goodreads pero los uso muy poco. ¿Cuántos libros lees en un mes?

Intento llevar un

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promedio de cuatro pero hay meses que lo supero y otros que no llego.

Todas hemos sufrido ese momento en el que terminas un libro y no te cabe nada más, te deja tan inundada de sensaciones que te resulta imposible comenzar con otro, y pobre del elegido porque nunca va a estar a la altura. ¿Cómo superas tú, esa crisis?

Estoy unos días sin coger un libro, hasta que veo alguna sinopsis que me parece interesante y entonces vuelvo al redil lecturil.

Buena táctica. ¿Papel o digital?

Los dos, ya que dependiendo de la hora del día o de si estoy en casa o de vacaciones leo en papel o en eReader. ¿Tienes un subgénero favorito?

Me gustan muchos pero siempre me ha destacado la erótica y ahora con el

gran plantel de autoras españolas que se publican estoy encantadísima, aunque tengo que decir que entre uno y otro libro del mismo género intercalo la lectura de otros libros distinto porque si no es agotamiento total. ¿Te afecta la portada a la hora de escoger un libro?

Nunca me ha afectado porque soy del grupo que antes de ver como es la portada leo la sinopsis y si no me engancha por muy atractiva que sea la portada paso de leerlo. ¿Afecta a tu vida personal tu afición a la lectura?

Antes más que ahora y te explico Bela.

Soy de las que si un libro las atrapa me dan hasta las cinco de la mañana leyendo y claro mi marido protestaba porque la luz no le dejaba dormir, de ahí que cuando le hablé del Papyre se lanzara a comprarlo para que no le molestara.

Aún hoy con dos eReaders en mi poder hay ocasiones en las que estoy leyendo en papel y me voy al sofá del salón a leer para no molestar pero claro cuando alguien se mete en la cama a las tantas de la mañana y con el cuerpo destemplado la persona que llevan horas durmiendo notan el cambio de temperatura y baja santos de los altares.

Mi respuesta es echar la culpa a la autora de turno (normalmente suelen ser españolas ¡mil disculpas chicas!). Aparte de eso, pues que al día siguiente no hay quien me levante antes de las diez salvo los mensajeros jajaja.

Vale, espero que me piten los oídos… ¿Cómo es un día en la vida de Nuria Casás?

Mi vida es muy normal, no trabajo fuera de casa y no tengo niños; con lo cual el despertador no suena salvo para mi marido.

Hago la vida de muchas

amas de casa y luego estoy pendiente de mensajeros, enviar mails a los distintos departamentos de prensa editoriales con los que colabora nuestra web, respondo mails que nos llegan de autoras nuevas que quieren promocionar su trabajo y que luego reenvío a mi compañera Anny que es la encargada de los contenidos de la web.

Contacto con sellos editoriales nuevos por si quieren promocionar sus lanzamientos y saco tiempo para leer.

Como dice mi madre…

Soy una mujer pegada a una pantalla de ordenador Si no estoy con mails estoy revisando Facebook y demás. ¿Estás enamorada?

Por supuesto, la vida sin amor es muy aburrida. ¡Esta frase me la quedo, igual la uso!

Como podéis ver, ninguna pregunta habla de las escritoras o editoriales, eso es porque este trocito, está dedicado íntegramente a vosotras, las lectoras, y a vuestra relación con los libros.

Estoy segura de que habéis disfrutado con Nur, a la que le reitero las gracias.

Besos mil.

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ROMÁNTICA’S «Después de la lluvia» de

MAR CARRIÓN

Sinopsis Cuando Amy Dawson, una reconocida autora de novela romántica, viaja a las afueras de Baltimore para documentarse sobre una de sus novelas, jamás podría imaginar que un atípico accidente y una tormenta de nieve iban a cambiar el resto de su vida.

La aparición de Zack Parker, un neurocirujano que está pasando unos días en su cabaña del lago, la salvará de una muerte segura. Zack es un completo desconocido, bastante distante y poco conversador, que después de rescatarla y darle cobijo, resulta ser la persona que hará que el mundo de Amy se desmorone como un castillo de naipes.

Varios meses después, el destino vuelve a interceder para que los caminos de Amy y Zack se crucen. La abuela de Zack conecta sus vidas a través de una herencia porque está convencida de que están hechos el uno para el otro...

Noviembre nos ha traído la nueva novela de Mar Carrión que en esta ocasión se publica en la editorial Versátil, como ya anunciaron allá por el verano haciéndonos saber que la autora había decidido cambiar de casa.

Tiempo después nos hacían llegar la portada, una hermosa ilustración que muestra una chica dejándose bañar por la lluvia y que calca fielmente el título de su novela, «Después de la lluvia», evocando sentimientos de paz y serenidad. Sería imposible no destacar que Versátil se está caracterizando por ofrecernos unas portadas bellísimas.

Con cada una de sus novelas, Mar Carrión nos ha aportado algo distinto.

En sus últimos títulos estaba muy presente el suspense, no obstante sus novelas siempre han estado marcadas por las historias personales de sus protagonistas. Plasmar sentimientos es algo que se le da muy bien y parece que en esta ocasión ha escogido ofrecernos una trama más emotiva como debut en su nueva editorial.

«Después de la lluvia» es la historia de Amy y Zack, dos almas que se encuentran debido a un accidente fortuito y que a su pesar están avocadas a encontrarse hasta entender lo que el destino o sus más allegados quieren decirles. Amy es una célebre escritora de novelas románticas que no está pasando por su mejor momento tras su reciente divorcio. Zack es un neurocirujano absorbido por su carrera que está pasando unos tranquilos días en su cabaña del lago. La casualidad hace que Zack se encuentre en el momento y lugar idóneos para salvar a Amy de morir ahogada bajo una capa de hielo. Este es el inicio de una historia que si bien comienza de forma fortuita no tiene nada de casual…

Mar Carrión hace gala una vez más de lo que es saber narrar una historia que te conmueva y te atrape, y de cómo algo tan sencillo como unir capítulos se va transformando hasta conformar una novela en la que sabes sin lugar a dudas que vas a disfrutar de su historia, y es que al margen de escenas o personajes sorprendentes, cuando un autor sabe escribir y provocarte emociones que van de la risa al llanto, e incluso conseguir que te estremezcas, el placer de la lectura deja de ser una expresión hecha para convertirse en toda una realidad.

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MAGAZZINE presenta «Sorpréndeme»

de

MEGAN MAXWELL

Una nueva avalancha de guerreras Maxwell arrasaron las librerías este noviembre. Algo que varios miembros de esta revista pudieron constatar en la presentación de Megan Maxwell que se llevó a cabo en la librería Luces de Málaga y es que la ocasión no era para menos ya que se presentaba el nuevo libro de la factoría Maxwell, que amenaza con volvernos a todos adictos a la erótica.

La novela de la que hablamos es «Sorpréndeme», claro está, que relata las aventuras sexuales y sentimentales de Björn, ese atractivo abogado alérgico al compromiso que nos traía a todas locas en «Pídeme lo que quieras» y que provocaba sueños de lo más sensuales, sobre todo si nos lo imaginamos con el físico de David Gandy, ese dios terrenal con un cuerpo para provocar infartos.

Pero basta de irme por las ramas. A Björn, ese hombre inteligente, seductor y carismático le hacía falta una partener a su altura, una mujer fuerte, que no se dejase amilanar, capaz de plantarle cara cuando la situación lo requiriese. Y esa no es ni más ni menos que Melania, una joven teniente y madre soltera que tiene muy claro lo que necesita del sexo, simplemente pura satisfacción. Algo que Björn sabe proporcionar muy bien. La situación ideal, ¿o no? Pero con dos voluntades antagónicas las chispas tenían que saltar y raro sería que los efectos no se hiciesen notar. Pasión a raudales, escenas para incendiar, tanto en la cama como fuera de ella, traviesas fantasías y una tensión de alto voltaje es lo que podemos encontrar en esta historia.

Pero no sólo de sexo vive el hombre, je, je, je. Para amenizar la historia y darnos un respiro de vez en cuando, «Sorpréndeme» cuenta con personajes que nos sacarán una sonrisa y que sin desmerecer a sus protagonistas son de lo mejorcito de la novela, concretamente la abuela de Mel, que con ese deje astur es para llevársela a casa, y su hija Sami, capaz de lograr lo que ninguna otra mujer ha logrado, que juegue a las pinturas con ella. Como colofón a la trilogía «Pídeme lo que quieras», Megan nos ha dejado un buen sabor de boca.

Sinopsis Björn es un atractivo abogado a quien la vida siempre le ha sonreído. Es un hombre ardiente, alérgico al compromiso, pero al que le encanta disfrutar de la compañía femenina en sus juegos sexuales.

Melania es una mujer de acción. Como piloto del ejército americano está acostumbrada a llevar una vida al límite, sin embargo, su principal misión es la de luchar como madre soltera por sacar adelante a su hija.

Cuando el destino los pone cara a cara, la tensión entre ellos se hace evidente… Pero lo que en un principio fue un encuentro hostil, poco a poco irá convirtiéndose en una atracción irrefrenable. ¿Conseguirán estos dos titanes llegar a entenderse?

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Helen C. Rogue. Así es ella Nací en Barcelona un caluroso día de Julio. Estoy casada y soy madre de dos fieras que me vuelven loca y hacen que la tarea de escribir sea muuuuuy complicada. Pero lo intento.

He participado en varias antologías (150 rosas, Historias del Dragón, Porciones del alma, Microrrelatos de cine ArvikisDragonfly) los relatos de las cuales, fueron elegidas por concurso.

Así mismo, participo en la antología solidaria Por volver a verte sonreir.

En octubre de 2013 publiqué en Amazon La bruja de los zapatos rojo que en apenas un día, consiguió colocarse en el número dos de ventas en Amazon.es.

LA BRUJA DE LOS ZAPATOS ROJOS Helen C. Rogue

En primavera de 2013 publicaré una novela junto a mi amiga y compañera Laura Nuño, con la editorial Planeta, bajo su sello Zafiro.

Ari es la supervisora de una cadena de restaurantes. En uno de ellos, conoce a Marcos, el gerente. Desde el primer mo‐ mento se sienten atraídos el uno hacia el otro. Pero una se‐ rie de circunstancias hace que se distancien. Cuando vuelven a encontrarse, estalla la bomba de relojería... Un relato donde la tensión sexual es patente desde el minuto uno, y donde lo peor es enfrentarse a unos sentí‐ mientos ocultos pero que están a flor de piel.

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Hay más proyectos en mente con otras autoras y también en solitario, que si todo va bien, saldrán a la luz a lo largo de 2014.

Échale un vistazo para ir abriendo boca…

—¿Qué haces? —pregunto algo nerviosa.

—¿Que qué hago? Como si no lo supieras —murmuró acercándose peligrosamente a su cuello.

—Marcos…

—Ari… —susurró aún sin rozarla.

—Marcos…

—Así nos podemos tirar toda la mañana. Sé cómo me llamo y tú también.

—Marcos, por favor —intentó apartarlo, sin éxito, mientras un ramalazo de placer le recorría la columna desde abajo.

El hombre se separó un momento sin soltarle la cintura. Las manos le habían ido a parar allí como si temiera que fuera a escaparse, aunque, de hecho, eso es lo que ella precisamente quería hacer. Ambos acostumbraron sus ojos a la penumbra de la estancia.

—No es tan grave —dijo quitándole importancia—. somos adultos ¿no? Y creo que te ha quedado claro que me gustas. Y a mí me queda claro que yo también te gusto —acercó de nuevo su boca al lóbulo de la chica y susurró, provocándola—: ¿no?

—Aquí no...—alcanzó a decir ella entre jadeos.

—Dame un beso —le ordenó posando su frente sobre la de la mujer.

Ari notó el aliento cerca de su boca.

—No.

Samy S. Lynn. Así es ella Nací hace 32 años, una calurosa noche de julio en Valencia. Me considero una escritora de sueños y realidades. Soy una lectora compulsiva, loca enamorada, soñadora apasionada y trasnochadora.

Tengo muy claras mis prioridades y éstas son mis 3 hijos

En el bolso no puede faltarme un buen libro, un bolígrafo y una libreta para apuntar mis pensamientos. A los 9 años me regalaron mi primera agenda cansados de que escribiera en todo papel que cayera en mis manos. En 2012 quedé en el segundo lugar con un micro relato del fin del mundo en el portal del escritor; el 9 de febrero dos de mis relatos fueron seleccionados en el I certamen literario de la Editorial Divalentis, pasando a ser parte del libro 150 Rosas; el 12 de abril de 2013 fue seleccionado un micro cuento en el concurso de Diversidad Literaria, el título del cuento es «Ella», el cual aparece en la antología «Erase una vez un microcuento». El 13 de abril de 2013 presenté mi primera novela oficial Viviendo en la oscuridad con el sello de Ediciones Hades; el 23 de abril colaboré con el relato Naisha «La rosa de los sueños» de Ediciones MA; en junio de 2013 auto publiqué Palabras del Alma; en julio de 2013 auto publiqué Eclipse de Luna; el 21 de diciembre de 2013 saldrá a la venta la novela Descubriendo un nuevo mundo re‐editada y bajo el sello de Ediciones Ortiz.

Soy la organizadora de la antología solidaria «Corazón de Hierro».

Colaboro con el periódico digital Canarias3puntocero, dirijo la revista «Letras enlazadas», he colaborado en la revista MA y en Magacinesur.

Te ponemos los dientes largos con dos extractos…

Viviendo en la oscuridad Nos acercamos, deseamos devorarnos, amarnos hasta el amanecer. Noto su aliento cálido, cuando se despista le muerdo el labio inferior, ya es mío. Le recorro con mi lengua el contorno de sus labios, muerdo suavemente el de arriba, su lengua busca la mía, lo esquivo y lo hago sufrir hasta que a medio camino se encuentran, se tocan, se besan en medio de una humedad excitante, abrimos nuestras bocas. Allí dentro las lenguas se aman, nuestros labios unidos se disfrutan como si fueran la fruta más dulce que jamás hayamos probado.

Descubriendo un nuevo mundo Estoy en un amplio salón, llevo un traje negro, y una máscara del mismo color, miro a mi alrededor y veo que estoy en una fiesta de máscaras. A lo lejos la veo, lleva un vestido rojo en forma de corsé en la parte superior y falda larga hasta los pies, unas sandalias doradas a juego con su máscara, y las uñas rojas a juego con sus labios y el vestido, lleva su larga melena suelta, pero lleva brillos dorados y rojos como su ropa.

Está preciosa.

Cuando me acerco a ella veo que se interna más entre la gente como si quisiera jugar a que la pillase. Anda rápido pero sin correr, salgo de la aglomeración de gente justo a tiempo para verla adentrarse en otro salón, uno lleno de espejos y columnas, corro hasta allí, y al entrar me quedo parado, está de espaldas a mí, su larga melena roza su cadera mientras ella mira por la ventana al infinito. Me acerco despacio, sin pausa, hasta situarme detrás de ella.

VIVIENDO EN LA OSCURIDAD Blanco, negro, dulce, salado, todo o nada, bondad o mal‐ dad. Todo debe tener un equili‐ brio, todos bus‐ camos el punto intermedio en‐ tre dos polos opuestos.

Dicen que en la armonía se encuentra la felicidad.

Nuestras decisiones son tomadas a raíz de poner los pros y contras en una balanza.

Dirigimos la vida gracias a esa balanza que nos indica el lugar medio. Aunque a veces, realiza‐ mos viajes im‐ previstos para escapar de la rutina o de alguien.

DESCUBRIENDO UN NUEVO MUNDO Desde pequeña fue considerada una niña «rara», pasaba inadvertida para una gran parte del mundo y así lo asumió, disfrutaba de una soledad buscada.

Su pasión era bailar, exhibirse; disfrutaba siendo el blanco de todas las miradas, sus danzas provoca‐ doras y sensuales despertaban la incitación más car‐ nal entre los espectadores de la Discoteca Armys, donde era la estrella nocturna.

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Alexandra Manzanares. Así es ella Alexandra Manzanares Pérez ése es mi nombre. Soy una joven de 25 años que desde que tenía uso de razón decidió que su meta era ponerse el cielo por bandera. Madrileña e hija única pronto conocí el placer de la lectura y emprendí aventuras con los personajes de sus libros favoritos.

Llegó un momento en que empezé a crear los míos propios pero no fue hasta la Universidad, mientras estudiaba Periodismo, cuando me atreví a mostrar mi trabajo a los demás. Así, publiqué mi novela romántica histórica, Sangre y corazón: Juicio de Genes, con Éride Ediciones y a ésta le siguió Latidos de una bala con la misma editorial. En ambas novelas mi intención siempre ha sido la misma: «lograr que los lectores viajen a través de su imaginación y sus palabras igual que ella lo ha hecho tantas veces».

LATIDOS DE UNA BALA Alexandra Manzanares Unas vacaciones. Nápoles (Italia). Y Romeo Leone, un jo‐ ven mafioso oscuro, frío y peli‐ groso, perteneciente a Los Sal‐ vatore, una de las dos familias que manejan la ciudad a su antojo, bajo una tela de araña de corrupción y muerte.

La vida de Romeo, hasta ahora dominada por las armas, los chantajes y las persecuciones, pasará a un segundo plano cuando se inmiscuya en su cami‐ no Berta, una estudiante univer‐ sitaria española, que hará que su propia vida, regida hasta ese momento por el control y el poder, se convierta en una red donde los sentimientos hagan de él un ser inseguro y vulne‐ rable.

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Periodista, escritora y guionista, dicen que visto con una sonrisa permanente y que además contagio a aquel que se encuentre a mi lado y, cuando cierro los ojos, sueño con nuevas historias que se deslizan por mis dedos hasta alcanzar el papel deseando que haya un lector que las devore.

Échale un vistazo para ir abriendo boca… ―¿Cómo? Estarías muerto... ―traté de explicarle. ― A veces la muerte puede ser más feliz que la vida misma. ―Con un movimiento fugaz pasó su brazo por detrás de mí cintura y me aproximó a él sin dejar ni que el aire se colase entre nosotros―. Lo que yo haría sería cogerte de aquí ―y con una de sus manos tocó mi rostro aproximándolo al suyo―, te besaría y dejaría que la lava nos petrificara. ― Qué manera más romántica de morir... ― ¿Para ti no lo es? ― No, no veo la parte en que la muerte sería más feliz que la vida misma ―recordé la frase que Romeo acababa de pronunciar. ― Para mí lo sería. Me encontraría en una eternidad donde a cada instante te estaría besando. ¿Sabes qué? ―negué con la cabeza― no me gusta correr riesgos, así que te besaré en este mismo instante, por si el Vesubio decide atacar― y conforme terminó la frase, y sin darme tiempo a replicar, lo hizo.

Martha Molina. Así es ella

Permítanme presentarme: Mi nombre es Martha Molina, autora novel, impetuosa, y realista. Nací en Venezuela el 7 de noviembre de 1970, por lo que algunos pueden considerar que a mis 43 años, comencé «tarde» la profesión como escritora. Sin embargo, mi inicio se dio hace cuatro años con otra novela que aún no ha sido publicada, pero que pronto verá la luz por Amazon.

Pinto a mano alzada, diseño accesorios elaborados en plata y piedras semi‐preciosas, tengo dos perros (uno que está medio loco y el otro pasado de anciano) que adoro, y soy una mujer que defiende su soltería.

Visita mi blog. http://marthamolinaautora.blogspot.com.es/

A MERCED DE UN VAMPIRO Martha Molina

Échale un vistazo a este extracto de la novela…

Uno de los vampiros detrás de Velkan, señaló una silla del escritorio para que me sentara. Ninguno de ellos, salvo Velkan, las utilizaban; les complacía mirar desde arriba a sus «sospechosos».

Me senté justo al lado de Velkan; él seguía evadiéndome, con sus ojos clavados en las manos empuñadas que reposaban sobre sus rodillas. No había que ser un genio para darse cuenta que era una bomba de tiempo. Toda esa situación lo estaba superando; haberse involucrado en un asesinato para salvar el «honor» de una vampira de dudosa reputación y aborrecida, no lo dejaba muy bien parado que digamos.

Un sentimiento de desolación me embargó al ver la indiferencia de Velkan. No entendía su actitud. ¿Para qué me salvó? ¡Qué ser tan cambiante! Al rato me odiaba, al rato me amaba… Si es que el «amor» fue lo que lo impulsó a rescatarme y no el ego machista de ser el único que podía hacer conmigo lo que quisiera.

Las oscuras calles de Berlín, en Alemania, albergan seres misteriosos y siniestros que aguardan por la sangre de los más incautos. Vanessa Carter, siendo una turista estadouni‐ dense sin experiencia, fue una de ellas. Quedará atrapa‐ da en un mundo que abo‐ rrece y bajo el dominio del más sanguinario y lujurioso de los vampiros.

Intrigas, romance y erotismo Descubra la apasionante rela‐ ción entre una neonata re‐ sentida y el vampiro que la creó.

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Hablamos de…

Ana B. Nieto

La huella blanca La huella blanca (Ediciones B) se presenta como el debut literario de la escritora madrileña Ana B. Nieto, una novela de corte histórico centrada en una saga familiar que conforma la primera parte de la trilogía «El niño robado», situada en la Irlanda del siglo V d. C. Escrita en tercera persona con mucho esmero y agilidad, la autora nos traslada a la vida de las tribus celtas a través de unos personajes muy bien perfilados. Desde el inicio de la novela el lector se embarca en un periodo en el que conviven a caballo entre la cultura celta y el cristianismo: dioses, druidas, naturaleza, ritos, espiritualidad… Todo esto y más encierran unas páginas de una historia bien contada y apoyada en un gran trabajo de investigación que encandila al lector.

Mónica Liceras

Aquí comienza todo… a huella blanca arranca con el recuerdo de una batalla, la lucha cruenta entre pue‐ blos vecinos y enemigos.

En ella Bróenán, rey de los Necht, se enfrenta a los Barr exterminándolos a todos y robando a un único superviviente, Ciarán («pe‐ queño oscuro»), el bebé del rey de los Barr. El pequeño pasará a ser el hijo de Bróenán, que con la ayuda de su hermana Derdriu, criará como propio desafiando así las leyes humanas y divinas de su pueblo. De esta forma, Ciarán crecerá como uno más de los Necht y como sucesor de su padre, ajeno a su verdadero origen. ¿Cómo nace y se hace La huella blanca? ¿Cómo fue el proceso creativo?

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Como dices, el origen de todo está en el mito del niño criado por el enemigo.

Ese tipo de historia siempre promete un conflicto de lealtades que afecta al protagonista en lo más profundo, más cuando se trata de un adolescente que aún está buscando su identidad. En la literatura irlandesa medieval, el conflicto de lealtades es el motor de las historias, especialmente cuando se produce entre la familia de origen y la de acogida, pues todos los niños se marchaban de casa un largo período de su infancia, como pupilos. Me inspiró mucho la canción de Loreena McKennitt «The stolen child», sobre los niños robados por las hadas. Y luego siempre supe que quería escribir una gran historia de amor épico, así que la relación de ellos estuvo desde el principio como eje narrativo.

Desde la infancia, Ana B. Nieto se siente atraída por la mitología y la épica, la música celta y los paisajes de la región, pasión que queda muy bien reflejada en esta su primera obra.

Nuestra escritora nació en Madrid en 1978. Se licenció en Comunicación Audiovisual y ha desarrollado su labor profesional en ese ámbito y en Internet. Para escribir su trilogía, ‘El niño robado’, decide mudarse a Irlanda e impregnarse de su maravillosa naturaleza y de su cultura. Estudia la historia de su Iglesia y asiste a clases de irlandés antiguo en la Universidad de Limerick. Todo este trabajo está presente en La huella blanca.

Ciarán crece bajo la sobreprotección de su tía y su padre adoptivos, con la compañía inseparable de su caballo, animales con los que establece una conexión que va más allá de lo explicable, y de la hermosa Olwen, la hija de un próspero ganadero del reino con quien comparte juegos en los bosques de La Llanura del Cisne. A medida que ambos niños crecen son conscientes del sentí‐ miento profundo que los une y planifican su casamiento cuando cumplan la edad adecuada. Sin embargo, la salida a la luz del mayor de los tabúes del reino pone en peligro sus anhelos y con ello Ciarán tomará una determinación que cambiará su destino y el de Olwen por completo.

Aunque la historia de amor de esta joven pareja conforma el centro del argumento, el personaje masculino cuenta con mayor protagonismo y cual Ulises, son sus aventuras y los impedimentos que tiene que superar para alcanzar lo que desea los que ocupan una parte primordial en la historia.

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¿Qué es lo que más admira de la pareja protagonista?

Que pese a todos los obstáculos, el amor de uno por el otro sigue siendo igual de intenso, no decae. En cuanto la vida les da la oportunidad, vuelve a brillar con toda su fuerza. Las circunstancias a veces les obligan a guardarlo bajo llave, pero, en el fondo, para ellos es lo más importante de sí mismos: el amor pasional hacia el otro. Está unido a sus propias identidades, a quienes son realmente.

Alrededor de estos jóvenes surge un sinfín de personajes secundarios bien elaborados, unos dignos acompañantes que enriquecen la historia y proporcionan la información necesaria al lector para comprender el periodo en el que se sitúa la novela. Parientes, amigos que se unen fielmente al protagonista en sus aventuras o enemigos que lo retan para desviarlo de sus objetivos, la aparición en escena de un personaje que va adquiriendo protagonismo como es San Patricio. La autora refleja con maestría cómo viven esos habitantes, la estructura social, cómo son sus costumbres, todo surge de forma gradual a lo largo de la historia mediante una narración que no decae. ¿A qué público va dirigida esta novela y qué ofrece a los lectores del género romántico?

A todos los lectores que disfruten con historias dramáticas, de amor épico. El desafío es muy fuerte, en un mundo donde imperan la violencia, la distancia y los poderes superiores. Pero ellos se enfrentan a todo eso por estar juntos. Están los odios entre familias, en la línea de Romeo y Julieta o Cumbres borrascosas, las grandes hazañas por amor y el amor perseguido. A cualquiera que aprecie una historia apasionada, enmarcada en grandes paisajes, como El paciente inglés o como las novelas de Sarah Lark. Y que, en un libro, busquen sobre todo el impacto emocional.

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Para los que todavía no han tenido la oportu‐ nidad de descubrir su novela, ¿podría adelan‐ tarles algunas de las líneas que más le hayan emocionado al escribirla?

Olwen permanecía entre sus brazos, exhausta, mientras los pozos de placer y dolor se equilibraban de nuevo en las entrañas de ambos.

Ciarán le acariciaba con devoción la raíz de los cabellos, que ahora, por fin, estaba viva, no cosida a unas riendas donde él exhibía privadamente su dolor. Ambos estaban desnudos en la tierra húmeda, en la capa más profunda y primitiva, donde todo se mezclaba, nacía, se apareaba y moría con violencia, desde los insectos y los gusanos hasta los halcones que volaban a muchos metros de altura. Habían entrado en el terreno de las metamorfosis, del barro primigenio.

La tierra del suelo había dejado su rastro sobre sus miembros fríos; en su entrega amorosa habían desgarrado las venas de clorofila del bosque, untando sus blancos cuerpos con la sangre esmeralda. La tarde alargó sus sombras, cubriéndoles con ellas como si lo hiciera con una palma serena. La oscuridad se extendía en aquel paisaje remoto donde ambos habían ido a caer y a extraviarse, un lugar separado del mundo y propio, al fin. Se habían liberado del apremio, de la búsqueda, de las dudas. Se habían liberado del tiempo.

Pertenecían ahora al tiempo primero, el de la creación del mundo, y todo se estaba formando de nuevo a su alrededor. En el Otromundo debía de ser invierno en lugar de verano, debía de estar amaneciendo y no atardeciendo. También allí dos amantes se abrazarían desnudos, en espera de una sentencia sobre ellos.

Así que, ya sabéis, chicas… id a vuestras librerías y haceros con un ejemplar de esta novela porque…

Solo el desafío de un héroe puede cambiar el destino escrito por los dioses

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Jo Beverley un artículo de Merche Diolch Con motivo de la celebra‐ ción del IV Encuentro RA, por unanimidad, hemos decidido que lo mejor era hablaros un poco de Jo Beverley, una de las dos escritoras extranjeras que acudirán este próximo febrero al evento literario.

P

ara comenzar, destacar que fue una de las primeras escritoras de romántica que se tradujeron en nuestro país y que está dentro de ese grupo que nos gusta denominar como «Grandes Damas de Oro».

Muchos de los que nos leéis habréis leído alguno de sus libros sino todos. Otros habréis oído hablar de ella, de la escritora, de sus obras que abarcan diferentes subgéneros dentro de la romántica, pero donde destaca con nombre propio la histórica, y en concreto la Regencia. Y otros, ni siquiera sabréis quién es esta autora… espero y deseo de corazón que seáis los menos porque…

Jo Beverley es un «mito andante» dentro de la romántica y no es porque lo diga yo sino porque sus méritos, aquellos que ha conseguido con su pluma, lo atestiguan.

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Conozcámosla un poco más

sil—, alemán, polaco, japonés, turco, danés, rumano, eslova‐ co, búlgaro e indonesio). Ha ganado muchos premios, in‐ cluyendo 5 RITAs, otorgados por la Romantic Writers of America, 2 Career Achieve‐ ment Awards por el Romantic Times, a su trayectoria, el Pre‐ mio Golden Leaf y el Readers’ Choice.

Es miembro fundador de la Ottawa Romance Writers’ Association (ORWA) y uno de los trece miembros del cuadro del Salón de la Fama y el Honor de la Romantic Writers of America.

Es habitual ver su nombre, acompañando a sus novelas, en las listas de libros más vendidos.

Nació en Inglaterra en 1947 donde vivió hasta que a su marido le destinaron por moti‐ vos de trabajo a Canadá en 1976. Fue allí, en el país vecino a Estados Unidos, donde desa‐ rrolló su faceta creativa y se dedicó a la escritura. Con el tiempo, regresó a Inglaterra y actualmente vive en Yorkshire.

Tras algunos rechazos por par‐ te de las editoriales, en 1988 fue finalista de los L. Ron Hubbard Writers of the Future Contest. Y en ese mismo año publicó su primera novela, Lord Wraybourne’s Betrothed, el primer volumen de la serie Renfrew / Kyle.

A ese libro siguieron varios más hasta que comenzó la famosa serie «Company of Rogues», que en nuestro país ha sido rebautizada como la serie «Granujas (o Bribones)», y que tiene gran éxito y seguidores.

Sus obras, las cuales mención‐ aremos más abajo, han sido traducidas a diferentes idio‐ mas (español, ruso, checo, holandés, francés, italiano, portugués —Portugal y Bra‐

Y actualmente es autor de la editorial Penguin / NAL de Nueva York.

Pero además de todo ello, todavía tiene tiempo para llevar personalmente 2 blogs, además de participar en el blog Word Wenches donde, junto a un grupo de autores, escriben sobre Historia, escri‐ tura y cualquier cosa relacio‐ nada con estos dos temas; y también colabora en el blog UK Historical Romance.

Una mujer de su tiempo que podréis encontrar por las redes sociales

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A

l hablar de su obra no podemos evitar asombrarnos de la prolífica y extensa bibliografía, encontrándonos que Jo Beverley ha escrito más de 70 libros. Una amplia variedad de historias que se centran sobre todo en el subgénero histórico aunque también ha trabajado la ciencia ficción y la fantasía.

Dejando de lado sus novelas independientes o aquellas que forman parte de antologías, podemos destacar:  La serie «Renfrew/Kyle», escrita entre 1988 y 2008, a la que pertenece su primera novela publicada: Lord Wraybourne’s Betrothed.

 The Malloren World, la Serie «Malloren», que consta por ahora de 13 libros y que Jo Beverley ha escrito desde 1993 a 2013. Una serie donde destaca con nombre propio el marqués de Rothgar.

 4 novelas que conforman la serie «Dark Champion», ambientada en la Edad Media.

 Y la serie «Company of Rogues» (Granujas/Bribones). Una serie compuesta actualmente por 14 libros pero que publicará uno más el año que viene, A shocking delight, por lo que podemos estar hablando, a día de hoy, de 15 volúmenes. Lleva escribiendo sus historias desde 1991.

En conclusión, y tras los datos ofrecidos, solo podemos señalar que las aventuras que nos cuenta Jo Beverley podrán gustar más o menos, pero lo que es ineludible que pertenece a la Historia de la Romántica y que como persona se nos presenta como una gran mujer…

Vale, todavía no la conocemos (ya queda menos para el IV Encuentro RA) pero para que os hagáis una idea de cómo es ella, leed lo que opina sobre algunos temas relacionados con la novela romántica y que hemos extraído de la ponencia que ofreció sobre la novela romántica en Portland (Oregón) en 2002:

«Una buena novela romántica es como el chocolate: un poco dulce, un poco oscura, rica, sensual y completamente deliciosa» «Los medios de comunicación y el mundo académico deberían avergonzarse por provocar que muchas personas se sientan ridículas por disfrutar leyendo novela romántica» «Existe el amor, y los hombres y mujeres pueden ser felices juntos. Las novelas románticas llevan la llama de esta verdad esencial. Constituyen un mundo rico y profundo de voces, un mundo de opciones, con una historia de casi todo el mundo.

Y es por eso que el romance es la forma más popular de la ficción en la actualidad»

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Cazatalentos

Cazando a…

C.A. Szarek ¡Hello, hello, RománTic@’S! ¡Ya estoy de nuevo por aquí!

Este bimestre —para no variar— he vuelto a encontrar mi talento en las Américas (¡Hay taaanta gente allí!). Y más concretamente, en Texas. *Movimiento de cejas sexy*

Yo sé que lo primero que se os viene a la cabeza ante la mención de la palabra Texas son los cowboys —lo sé, ¡a mí también!—, pero esta vez, debo admitir, solo fui en busca de una autora que tiene un gran corazón y promete muuucho.

Y no, ¡sus libros no son sobre cowboys!

Ella es C.A. Szarek (Chrissy, para los amigos), aunque no nació en Texas, sino en Ohio. Tiene la carrera en Justicia Penal y cuando no está escribiendo… pasa el tiempo jugando con niños. ¡Conozcámosla mejor en persona! una entrevista de Yuliss M. Priego

¡H

ola Chrissy! Muchas gracias por dejar que te entreviste para la revista digital española RománTica’S. Es un placer haberte cazado este bimestre. Lo primero, ¿podrías contarnos de qué van tus novelas?

Ahora mismo tengo dos libros en el mercado: uno romántico fantástico, Sword’s Call (el primer libro de la serie «King’s Riders»), y otro romántico de suspense, Collision Force (el primero de la serie «Crossing Forces»). El segundo de los «King’s Riders» saldrá este otoño, ¡aunque aún hay que esperar un poquito! Y el segundo de «Crossing Forces» sale en 31 de enero de 2014.También tengo un relato corto navideño que está relacionado con el mundo de «Crossing Forces» titulado Cole in her Stocking, que es completamente gratis.

Así que tienes una serie fantástica y otra contemporánea. ¿Qué te hizo decidirte por escribir esos géneros y no otros, como histórica, por ejemplo?

Bueno, no me centro solamente en un género y no creo que pudiera simplemente dedicarme a uno. Si te soy sincera, escribo cualquier historia que se me venga a la mente. Escribo fantasía, paranormal, contemporánea y de suspense, e incluso juvenil. Supongo que siempre escribiré cualquier género que se me venga a la mente si es una buena historia.

Sé que las comparaciones nunca son buenas, ¿pero qué autores crees que son tu punto de referencia sobre tu propio trabajo?

Tengo un montón de autoras favoritas, pero que sean mi punto de referencia, ahora mismo no se me viene ninguna. Cuando escribo estoy únicamente en mi propia cabeza, así que creo que esa es la razón por la que no sabría decirte un nombre. Nunca intento parecerme a otro autor a conciencia.

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¿Qué serie, de las dos que tienes, te presenta más problemas a la hora de escribirla? No digo que no disfrutes escribiéndolas, pero sé que siempre hay detalles o diferentes aspectos que son más complicados en unos libros que en otros.

Yo escribo muchos géneros, como ya sabes. Cambiar de fantasía a romántica‐suspense no es muy difícil para mí. Supongo que todo depende de dónde me centre para cada proyecto. Me encanta ser diversa. Cuando me siento a escribir sobre algo, supongo que mi mente ya lo sabe y soy capaz de hacerlo sin dificultad. ¡Así que hasta ahora todo ha ido genial! ¡Yo que me alegro! Tu serie «Crossing Forces» me recuerda a esos chicos hot vestidos con uniforme del FBI y que pueden hacer que una mujer se vuelva loca. ¿Qué crees que les gustará más a los lectores españoles de esa serie? (Además de los chicos guapos, claro… *guiño*). ¿A quién no le gusta un tío potente, ¡y más si es un poli!? Yo personalmente creo que son irresistibles. Pero dejándolos a un lado, yo creo que la historia habla por sí misma. Tiene subidas y bajadas y momentos divertidos, sexys y serios. Cole puede ser un imbécil, pero también tan genial y encantador, que creo que eso es lo que más les gustará. (¡Yo sé que a mí me encanta!

Estás publicada actualmente en dos editoriales diferentes. ¿Tuviste que intentar durante mucho tiempo el que te aceptaran un manuscrito? Cuéntanos un poco sobre tu experiencia y quizá danos algunos consejillos para toda esa gente que quiere intentar tener un libro publicado en el futuro.

Me llevo más o menos un año, pero yo llevo escribiendo desde que era muy joven. Y también se consiguen muchos noes antes del sí. Eso es así.

Nunca, jamás, os rindáis. Si lo queréis, id a por ello. Escribir es muy difícil. A veces hay que intentarlo una tercera, cuarta e incluso quinta vez. Los rechazos pasan, así que seguid adelante. Como he dicho, si lo queréis, haréis que se haga realidad. ¿Qué hábitos tienes cuando escribes? ¡Revélanos tus secretos!

Prometo no contarlos…

Escribo todos los días. No importa si son 100 palabras, como si son 1000, o incluso más. Son palabras que no tenía el día anterior, así que es un progreso. Hace que me mantenga metida en la historia y he aprendido que lo que hace que se termine un libro es la consistencia.

Y por último, pero no por ello menos importante. ¿Te gustaría decirle algo especial a todos los lectores españoles? (nos encantan estas cosas… ¡así que no seas tímida!)

Aunque solo una persona lea los libros y saque algo de ello, me sentiré como que he hecho mi trabajo como autora. Muchas gracias por vuestro interés y apoyo, ¡y espero que volváis a por más! ¡Muchas gracias, guapa! Ha sido increíble hablar contigo. ¡Muchas gracias por contar conmigo! ¡Muchas gracias de nuevo!

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Estos son los links donde podéis encontrarme: Blog: http://caszarekwriter.blogspot.com/ Website: http://www.caszarek.com/ Twitter: https://twitter.com/caszarek Facebook: https://www.facebook.com/caszarek Goodreads: https://www.goodreads.com/ author/show/5815085.C_A_Sz arek Email: ca@caszarek.com

¡me ENCANTA leer a los lectores!

Y aquí tenéis el link para la historia corta navideña. ¡Es completamente gratis! https://www.totallybound.co m/cole‐in‐her‐stocking

¡Y hasta aquí llega el artículo de cazatalentos este bimestre!

Si queréis haceros una mejor idea de lo que escribe esta mujer, yo os animo a descargaros la historia corta. ¡No tiene desperdicio!

Y como ya se ha dicho...

¡ES GRATIS! Así que, ¡bye-bye, RománTic@’s!

Nos vemos en el próximo bimestre con más, mucho más…

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Los Fallos de los PREMIOS LITERARIOS Románticos

publicará en 2011 «Highlander: El beso del demonio», novela que da inicio a la saga Espada Oscura, de Donna Grant, una magnífica

Libros del Atril ha convocado este año el VIII Premio de Novela Romántica Terciopelo con el propósito de difundir y fomentar la literatura de este género. La intención del jurado era de entre los manuscritos recibidos premiar aquella obra que destacase por su originalidad y amenidad.

La ganadora del VIII Premio Terciopelo de Novela Romántica ha sido Ana María Ruíz Vivo con la novela «El Reino de Levana». Esta autora participaba en el concurso bajo el pseudónimo de Serena Logan.

Añadir que tras estos nombres se encuentra la autora Ana R. Vivo, autora de «Niebla en el pasado», entre otros títulos. Desde RománTica’S enhorabuena a la ganadora. ‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐‐

ACTA En Barcelona, a 29 de noviembre de 2013, reunido el jurado del VII Premio de novela romántica TERCIOPELO acuerda por unanimidad conceder el mencionado premio a la obra que concurre con el pseudónimo de Serena Logan y el título El reino de Levana.

Abierta la plica correspondiente, la autora de la obra resulta ser Ana María Ruiz Vivo.

I N F O R M A C I Ó N D E

EL PASADO DÍA 25 DE NOVIEMBRE SE ANUNCIÓ A LA GANADORA DEL IV CERTAMEN DE NOVELA ROMÁNTICA VERGARA ‐ RNR Los organizadores del Premio han resuelto anunciar la novela ganadora y la primera finalista con anticipación a la fecha estipulada, dado que viendo el interés que generará entre las lectoras, Vergara adelantará la publicación del libro ganador y primer finalista a enero de 2014: NOVELA GANADORA «Mangaka» de la autora María José Tirado FINALISTA «Bésame en tus sueños» presentada por la autora Caroline March.

Desde RománTica’S deseamos lo mejor a ambas escritoras.

I N T E R É S

IV Encuentro RA celebra la fiesta de la Novela Romántica

PROGRAMACIÓN

Viernes 07/02/14 Presentaciones en

Madrid 7 / 8 Febrero 2014

(C/ Gran Vía, 29 Madrid)

Este año patrocinado por…

Noelia Amarillo Atrévete a Quererme Editorial Terciopelo

Colaboran las librerías…

Pilar Cabero El Destino también Juega Editorial Vergara

Teresa Cameselle No soy la Bella Durmiente Editorial Phoebe

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Sábado 08/02/14

Hotel Praga (C/ Antonio López, 65 Madrid) 09:00 – 10:00 ENTREGA DE ACREDITACIONES 10:10 – 10:25 APERTURA DEL ACTO A CARGO DE Megan Maxwell Ganadora del AURA 2013. Autora de Te lo Dije, Deseo Concedido, Fue un Beso Tonto, Niyomismalosé, Te Esperaré toda mi Vida, Las Ranas también se Enamoran, Olvidé Olvidarte, ¿Y a ti qué te importa?, Desde donde se domine la Llanura, Los Príncipes Azules también Destiñen, Casi una Novela, Llámame Bombón, Trilogía: Pídeme lo que quieras, ¡Ni lo Sueñes!, Sorpréndeme.

10:30 – 11:30 LA VOZ EN INTERNET Noe Casado

Loli Díaz

Olga Salar

Ilu Vilchez

Libros: Divorcio, No me mires así, Treinta Noches con Olivia, A Ciegas, A Contracorriente, Dime Cuándo, cómo y dónde, En tus Brazos.

Directora de la Revista RománTica’S Administradora de la web Románticas al Horizonte Libros: Un Amor Inesperado, Romance Inmortal, Melodía Inmortal, Quédate esta noche, Íntimos Enemigos, Una Noche Bajo el Cielo.

Directora de Marketing Online Ediciones B Editora de B de Books

Ganador/a del Kiwi RA o Representante de Ediciones Kiwi 11:40 – 11:50 DESCANSO (Permitido acceso al salón) 12:00– 13:00 «NUEVAS» VOCES: EL DURO INICIO María José de Jaime

Editora de Libros de Seda

Isabel Keats

Laura Nuño

Libros: Protector, Algo más que Vecinos, Empezar de nuevo, Abraza mi Oscuridad, Vacaciones al Amor.

Libros: Tras los Besos Perdidos, Un Punto y Aparte, Secretos de Arena.

Libros: Mi Custodio.

Consuelo Olaya

Editora de Ediciones Versátil

Helena Nieto

13:00 – 13:10 DESCANSO (Permitido acceso al salón)

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13:15 – 14:00 LA VOZ DE LA EXPERIENCIA Libros: Serie Malloren, Serie Gaillard/Fitzroger, Serie Granujas, Serie Renfrew/Kyle.

Jo Beverly

Entrevista a cargo de:  María Cabal, administradora del blog Soy Cazadora de Sombras y Libros (http://www.soycazadoradesombrasylibros.com/) y Colaboradora de los Encuentros RA  Merche Diolch, administradora de Yo leo RA (www.yoleora.com) y Organizadora de los Encuentros RA. Traductora: Yuliss M. Priego 14:00 - 14:30 FIRMAS DE LOS AUTORES Y FOTO DE FAMILIA 14:30 – 16:00 COMIDA Y SOBREMESA CON LOS AUTORES (Permitido acceso al salón de conferencias a partir de las 16:00)

16:30 – 17:15 COMO CREARSE UNA VOZ

Jodi Ellen Malpas

Libros: Trilogía Mi Hombre

Representante Editorial Planeta: Marta Oliva Entrevista a cargo de:  Merche Diolch, administradora de Yo leo RA (www.yoleora.com) y Organizadora de los Encuentros RA. Traductora: Yuliss M. Priego 17:20 – 17:45 DESCANSO Y FIRMA DE AUTORA (Permitido acceso al salón) 17:50 – 18:45 PROYECCIÓN INTERNACIONAL: LAS OTRAS VOCES

Rodrigo Castro Miranda Kellaway

Libros: Regálame París, Bésame y Vente Conmigo, Delicias y Secretos en Manhattan, Dama de Tréboles.

Editor de Gramnexo Libros: Veneno en tu Piel, Ecos del Destino.

Marisa Tonezzer

Editora de Vergara (Ediciones B)

Caludia Velasco

Libros: Me Miraré siempre en tus Ojos, El Cielo en Llamas, Somos Tú y Yo, Mi Alma en tus Manos, Del Orgullo al Amor, Promesas de Amor Cumplidas, El Medallón de los Lancaster.

Olivia Ardey

19:00 – 19:30 FALLO I CONCURSO INTERNACIONAL RAENTROPÍA 19:30 – 20:00 CLAUSURA DEL ACTO

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Autoras que acudirán al IV

Encuentro RA

Diana Al Azem Marta Andrés Encarni Arcoya Elizabeth Bowman Ava Campbell Cristina Carretero Mar Carrión Inma Cerezo Carmen Chia Carla Crespo Elena Cruz Buznego Elizabeth Da Silva Dolores Domínguez Kelly Dreams Marta F. Alarcón Amaya Felices

Menchu Garcerán Elena Garquin Arlette Geneve Lucinda Gray Marisa Grey Ángeles Ibirika Carolina Iñesta Quesada Ana Iturgaiz Connie Jett María Jesús Juan Meseguer Amber Lake Lydia Leyte Loles López Josephine Lys Ruth M. Lerga Stella María

Editoriales Colaboradoras                 

Babylon Cisne (Grupo Penguin RHM) DeBolsillo (Grupo Penguin RHM) Ediciones Ortiz Esencia (Grupo Planeta) Harlequin Ibérica Libros de Seda Manderley (Grupo PRISA) Nowevolution Phoebe (Editorial Pàmies) Planeta Internacional (Grupo Planeta) Plaza&Janés (Grupo Penguin RHM) Terciopelo (Roca Editorial) Titania (Ediciones Urano) Vergara (Ediciones B) Versátil Ediciones Vestales

María Martínez Leila Milá Laura Morales Chus Nevado Rowyn Oliver Ana R. Vivo (Dana Jordan) Victoria Rodríguez Regina Roman Javier Romero Samy S. Lynn Ahna Sthauros Patricia Sutherland Victoria Vílchez Julia Zapata

Colaboración Especial              

Megan Hart Nalini Singh Donna Grant Kelley Amstrong Mary Jo Putney Kim Harrison Jaci Burton Julie Garwood Lara Adrian Kate Noble Katie McGuirre Catherine Coultier Gena Showalter Lori Foster

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Gaelen Foley Thea Harrison Victoria Scott Tammara Weber Sabrina Jeffries Michelle Leighton Janet Evanovich Jasinda Wilder Barbara Delinsky Claire Delacroix Yasmine Galenorn Sylvain Renard Ashlyn Chase

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I CERTAMEN INTERNACIONAL RÆNTROPÍA de Relato Corto Romántico MMXIV

BASES DEL CONCURSO YO LEO RA, la revista Entropía y GRAMNEXO Editores, convocan con el soporte de las webs www.yoleora.com y www.editorialgram.com, el I Primer Certamen Internacional «RÆNTROPÍA de Relato Corto Romántico MMXIV».

1. Podrá participar cualquier ciudadano/a del mundo, mayor de 18 años.

2. Cada «Relato Corto» tiene que estar escrito en español y tener una extensión mínima de 5.000 caracteres con espacio y un máximo de 10.000 caracteres con espacio en Arial cuerpo 12, en archivo Word. Ser original, inédito y no haber sido presentado a ningún otro concurso. No hay límite de presentación de “Relatos Cortos” por participante.

Los participantes, deberán escribir sobre temática libre, pero dentro del ámbito romántica adulta (incluidos todos sus subgéneros).

3. Los "Relatos Cortos" deberán ser enviados antes del día 1 de enero de 2014, por correo electrónico, a la dirección: concursos@yoleora.com También, si se desea, se puede remitir por correo ordinario a

Editorial GRAMNEXO Editores calle Aragó, 108, bajos, C.P. 08015 - BARCELONA (España) Original y una copia.

4. Junto al «Relato Corto» deberá indicarse el nombre, dirección, correo electrónico y teléfono del participante.

No se admitirán «Relatos Cortos» en los que no figuren todos los datos señalados.

5. YO LEO RA y ENTROPÍA, tomarán las medidas necesarias para garantizar la seguridad y confidencialidad de los datos enviados, usándolos solamente para gestionar el Certamen.

6. El Jurado estará compuesto por, al menos, tres personas cualificadas. La identidad de los miembros del Jurado no se hará pública hasta la emisión del fallo.

7. El fallo del Jurado se emitirá dentro de los actos del IV Encuentro RA que se celebrará el 8 de febrero de 2014.

YO LEO RA y ENTROPÍA, se reservan el derecho de poder modificar la fecha del fallo.

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El Fallo se notificará por YO LEO RA y ENTROPÍA al ganador y finalistas mediante correo electrónico.

8. El Jurado premiará, no solo la calidad literaria, sino también el interés, el ingenio, la originalidad y la trama que envuelva cada "Relato Corto".

Seleccionando a un solo ganador de 5 finalistas.

1er Premio.

Se concede un solo premio, que consistirá en la edición, promoción y distribución de una novela del autor/ra ganador del Certamen a nivel Internacional. Recibiendo el ganador/ra, para tal fin, los porcentajes habituales que le corresponden, como derechos de autor, de las ventas realizadas.

2º Premio.

Los 4 finalistas del Certamen recibirán un accésit con la publicación de los relatos finalistas en la revista ENTROPÍA y en digital en yoleora.com.

El Jurado no podrá declarar desierto los premios.

9.- Todos los «Relatos Cortos» participantes, pueden ser publicados en la web yoleora.com o en la revista Entropía, si los organizadores del Certamen lo consideran oportuno, junto con el nombre del autor.

10. Los ganadores aceptan que su nombre se utilice en cualquier medio publicitario para promocionar la campaña del Certamen.

11. Por el hecho de participar, los concursantes aceptan estas bases y el criterio de la Organización del Certamen, para la resolución de cualquier controversia que pudiera surgir en relación con el desarrollo del mismo.

12. Las bases de este concurso estarán disponibles desde el 30 de octubre de 2013 en los portales: www.yoleora.com y www.editorialgram.com

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2 NUEVOS PERSONAJES «Seducir a un canalla» ARLETTE GENEVE

educir a un canalla es la esperada historia de Arthur Ross Beresford. El tercer libro que cierra la trilogía canallesca más divertida del repertorio de Arlette Geneve. La novela arran‐ ca con el comienzo de las hostili‐ dades entre carlistas y cristinos, aunque los datos históricos que se aportan son ínfimos. Una de las épocas españolas menos conocida, y que se trata de forma mucho más profunda en la novela que comienza la saga: Ámame canalla. Sin embargo, Seducir a un canalla se puede leer de forma independiente. Es una novela ágil, con golpes de humor, seducción a raudales y unos personajes muy carismáticos, impulsivos y llenos de matices que harán la delicia de los lectores.

En «Seducir a un canalla» entraréis en un juego salvaje y vertiginoso de pieles que arden, miradas anhelantes. Caricias que subyugan.

Clara Luna y Arthur os llevarán de la mano por Salamanca, Southampton y San Buenaventura.

Os emocionaréis con su bonita historia de amor y seducción.

Clara Luna

Arthur Ross Beresford

Es una muchacha de las colonias que sueña y respira por lograr que la amen de forma intensa y apasionada. Su encuentro con el perfecto caballero inglés de exquisitos modales y apariencia atractiva, trastoca todos sus planes pues se siente irremediablemente atraída hacia él, pero, acciones realizadas de forma impulsiva, harán que Arthur rehúya cualquier intento de aproximación de ella… aunque sin lograrlo.

Es un frío y arrogante inglés. Tiene muy claro que su futura esposa deberá ser, igualmente, una fina y recatada dama inglesa. No obstante, la cautivadora belleza de Clara Luna conseguirá desbaratar todos sus planes porque, sin pretenderlo, ella le hará entrar en una espiral de encuentros y desencuentros, de miradas cruzadas y besos robados que le quitará el sueño y la respiración. Arthur podrá gustarte o no, pero nunca te dejará indiferente. Te hará reír con sus comentarios.

Te frustrará con su postura intransigente.

Sin embargo, suspirarás con él y con los métodos que utiliza para someter a la impulsiva americana.

La muchacha de las colonias es como un imán que lo atrae de forma única y completa.

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La limusina negra serpenteaba temerariamente por la estrecha carretera de montaña que nos llevaba hasta la mansión donde se celebraría la fiesta. María, sentada a mi lado, estaba preciosa con su vestido largo de terciopelo rojo. Yo llevaba un hermoso vestido de paillettes plateadas con un gran escote en la espalda y tacones altísimos, que no tenía claro si me dejarían en ridículo al caminar. Era lo mejor que habíamos podido adquirir en las tiendas del barrio con nuestro mísero sueldo, pese que se nos había insinuado que acudiéramos vestidas de firma… era todo lo que podíamos hacer. ¡Pero estábamos increíbles! No podíamos creer que nos hubieran invitado siquiera a la gran cena de Navidad en la mansión del nuevo jefe. María y yo éramos nuevas en la multinacional, apenas llevábamos unos meses trabajando allí.

Nos dimos la mano a causa de los nervios. Ya enfilábamos las últimas curvas de la estrecha y peligrosa carretera. Nunca habíamos estado en aquella zona del interior de la región, montañosa, boscosa y cercana a los grandes lagos. De hecho, nadie había imaginado que el nuevo y misterioso jefazo nos invitaría a todos a su casa para la cena de Navidad, en lugar de hacerlo en un restaurante de la ciudad como decían los compañeros que era costumbre. Así que casi todos estaban igual de nerviosos que nosotras, llenos de incertidumbre. ¿Cómo sería aquel nuevo y, por lo visto, excéntrico jefazo? Los rumores que habían llegado de los de arriba decían que era joven y estirado, de pocas palabras. Al parecer, un joven millonario que había adquirido la empresa repentinamente. El increíble gesto de enviar limusinas a recoger a los invitados, ya hacía que, por misterioso que fuera, de entrada nos cayera bien.

Cuando la limusina tomó la última curva y la mansión apareció frente a nosotras, María y yo nos miramos con los ojos como platos y aguantando la respiración. ¡Era increíble! Como un sueño.

Como una casita de los Sims. Enclavada en la montaña, junto a un desfiladero, en el límite del bosque. Varios pisos de piedra tosca subían hacia el cielo, tras una gran escalinata también de piedra.

Los enormes ventanales en arco de medio punto estaban iluminados, dándole aspecto de tétrica casita de muñecas gigante. Dos filas de altos cipreses bordeaban el camino de entrada.

Llegamos a la replaceta de recepción, frente a la escalinata, en cuyo centro se erguía una bella fuente de angelitos meones, y un aparcacoches se acercó a la limusina. Nos abrió la puerta, con una reverencia, y mi corazón su puso a mil. María salió primero, la vi erguirse ante mí, con su vestido rojo y su carterita dorada de mano, con la gran escalinata y la mansión detrás como un marco, y me pareció una imagen de lo más glamurosa.

—¡Esto es una pasada! Pareces la dueña de la mansión, María.

—¡Y tú una burbujita de Freixenet! –bromeó—. Es broma. Estas guapísima. Aunque has adelgazado demasiado desde que trabajas tanto.

—Pienso hacer que la empresa me lo compense hoy, atiborrándome con todos los canapés que pueda.

—Madre mía, tengo ganas de ver la casa por dentro.

—Y yo de ver al jefe.

—¿Estará casado? –preguntó María—. Porque si no lo está, ¡voy a por él!

Las dos subimos juntas la escalinata. Asombradas por todo lo que veíamos alrededor y por la cantidad de personal de servicio que había por todas partes. Traspasamos el gran portón doble, como de unos tres metros de altura, y nos encontramos en un gran hall de suelo de mármol.

Enseguida vimos a nuestro compañero Jorge, que vino hacia nosotras.

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—¡Qué cabronazo el jefazo este! –nos susurró, para que no lo oyeran las criadas apostadas junto a la puerta del comedor—. Qué hijo de su…

—Que sí, Jorge –dijo María—. Que te mueres de la envidia, ya lo sabemos. ¿Han llegado ya todos los demás?

Los dos se sumieron en una conversación banal y animada, mientras yo no podía evitar mirar alrededor. Estatuas de estilo griego, bodegones, artesonado y otra escalinata hacia el piso superior que me recordó a la de la película “Titanic”. Aquello era un auténtico palacio. Suspiraba sin poder evitarlo cada dos por tres, sin poder creer nuestra suerte por ser invitados aquella noche. Tras un desmoralizante periplo laboral, parecía que al fin había llegado a un lugar donde estaba a gusto y encima nos invitaban a una experiencia como aquella, ¿qué más podía pedir? Quizá tan solo no ir a la calle en unos meses, cuando llegara la hora de hacerme fija o echarme, como ya me había pasado un mis tres trabajos anteriores.

Pasamos a la zona de cocktail, un grandísimo salón alfombrado con ventanales que daban al bosque. Pensé que no podía comer nada a causa de los nervios y la estrechez del vestido nuevo, pero en cuanto vi pasar la primera bandeja de “deconstrucción de melón con jamón de pato”, me lancé tras ella. Y una copa de vina blanco. Otra copa para María. Bandejas de champiñones con foie, ¡allá vamos! Queso de cabra caramelizado, caviar con gambas y un largo etc. de exquisiteces pasaron ante nuestros ojos. Observé cómo nuestras jefas de departamento se comportaban ante la comida, muy comedida y delicadamente. ¡Me daba igual, todo aquello estaba buenísimo! Tendría que guardarme un hueco para la verdadera cena.

María, que le daba más al vino que a los canapés, vino hacia mí, moviendo las caderas al ritmo de la música ambiental.

—Espero que luego haya baile y podamos bajar todo esto un poco, ¡qué barbaridad! Te estás poniendo como el Kiko.

—No te preocupes tanto por mí y lleva cuidado con el vino, que luego los supervisores se acuerdan de todo.

—No seas mojigata. Ya verás cómo van ellos dentro de un rato, como cubas también. Como para acordarse…

Un mayordomo alto y muy bien uniformado apareció tras otra gran puerta cerrada y tocó una campanita.

—La cena está servida. Los señores pueden pasar al comedor.

Dicho lo cual, abrió con ambas manos al tiempo los grandes portones que dieron paso a otra visión de ensueño: largas mesas, adorablemente vestidas y decoradas, se disponían por otra estancia similar a la anterior, pero más grande; también rodeada de grandes ventanales que subían hasta un techo de unos dos pisos de alto en esta estancia. Sobre una plataforma, al fondo, había otra mesa más corta colocada perpendicular a las demás. Debía ser la mesa del anfitrión. De momento, estaba vacía.

Se sentaron donde les indicaron, junto a Jorge y al resto de empleados novatos, en el extremo más alejado de la mesa del anfitrión. Iban a empezar a comer, cuando vieron que una de las socias capitalistas de la empresa, elegantemente vestida de Armani, cogía un pequeño micrófono que le había pasado el mayordomo y anunciaba por él:

—Queridos empleados de International White Enterprise; un momento de atención, por favor. Hoy estamos aquí gracias a la generosidad de nuestro nuevo presidente regional, al que aún no conocemos—. Se escucharon unas risas atenuadas—. Ha tenido el amabilísimo gesto –dijo, haciendo la pelota de forma evidente— de invitarnos a todos a su casa para que lo conozcamos en persona y podamos comprobar su cercanía y su compromiso. Sin más dilación, acojamos con un caluroso aplauso a Mario Massini, ¡nuestro anfitrión!

“Mario”… pensé. Un nombre que me traía tantos recuerdos…

Me fundí en el aplauso colectivo, intentando esquivar cabezas para ver bien al hombre trajeado que bajaba una pequeña escalinata que había al fondo, cerca de la mesa de cabecera.

Parecía alto, bien plantado, efectivamente joven, cabello engominado…. No podía ser…. Cuando vi su cara necesité sentarme. Me senté en la silla antes de tiempo, con el estómago encogido. No podía ser. ¡Era él!

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Dios mío, qué guapo estaba. Era un auténtico dios; parecía flotar sobre todos los demás allí presentes. Quizá no fuera él, el Mario que yo conocí… solo alguien que se le parecía muchísimo, llegué a pensar. Hasta que habló. Esa voz profundísima e inconfundible que removía cada fibra de mi ser como una melodía de Mozart, era la suya:

—Bienvenidos a mi casa, compañeros. He querido recibiros a todos: jefes, supervisores y empleados rasos aquí, para presentarme ante todos vosotros por igual, pues una empresa es un organismo vivo, que no solo necesita de cerebro, sino que se sustenta sobre sus células más básicas y que moriría sin ellas. Es a vosotros a quien más hay que cuidar. Quiero que estéis a gusto en White Enterprise, como si fuera vuestra casa y vuestra familia. Quiero que contéis conmigo desde hoy mismo para plantearme cualquier problema, duda o sugerencia, como si de vuestro jefe más directo se tratase. Todas las ideas son buenas, ninguna es tonta, todas son bienvenidas. Quiero empleados felices y participativos y mi forma de agradeceros que estéis trabajando para mí solo empieza esta noche. Así que espero que disfrutéis mucho de esta cena y del baile de después. Hoy, mi casa y yo mismo estamos a vuestra disposición, esperemos que por mucho y muy fructífero tiempo. Y, ahora, ¡a cenar, por favor!

La gente aplaudió entusiasmada y crédula, incluso lo ovacionó. Sí; ese discurso era digno de su carisma. Pero aquella casa y el ser dueño de una empresa… eso no. ¿Qué había pasado en los tres años en que no nos habíamos visto? Yo había conocido a Mario Aguilar, no a Mario Massini. Algo estaba pasando allí. Mario había sido mi gran amor. Lo que se entiende por “el amor de tu vida”, ese había sido ÉL. Nunca hubo uno igual ni antes ni después de él. Tampoco es que hubieran habido muchos más… pero, ya me entendéis: es ese “algo”, esa “cosilla”, esas “mariposas”, esa química que se siente o no se siente, que se tiene o no se tiene entre dos personas. Juntos habíamos pasado cinco años increíbles, los mejores de mi juventud sin duda. Juntos habíamos finalizado nuestros estudios de gestión de empresas y habíamos comenzado nuestro periplo laboral, rodeados de amigos y familia, planteándonos un futuro juntos, como cualquier pareja normal que tras unos años casi idílicos se plantea ir en serio. Y entonces… él me abandonó. De un día para otro, con la típica frase de “No es por ti, es por mí, no sé qué quiero de la vida, tengo que viajar, reencontrarme a mí mismo…” y más paparruchas. Se había ido sin más a hacer un máster al extranjero, cortando toda comunicación de forma rotunda y dejándome destrozada moralmente, preguntándome inútilmente “¿Qué he hecho yo mal? ¿Por qué no lo merecía?”… Con el corazón hecho pedazos y la autoestima por los suelos.

Y allí estaba ahora. Qué cabronazo. Jorge tenía razón. Intenté que no me viera. Pasé toda la cena con la cabeza gacha y cara de pocos amigos, para decepción y mosqueo de María, que no entendía nada. Ella no lo había conocido, puesto que María y yo éramos amigas desde hacía tan solo unos meses, a raíz del nuevo trabajo. ¿Sabría él que yo era empleada de la empresa que acababa de adquirir? ¿Le fastidiaría la cena descubrirlo? ¿Tendría una nueva pareja? Al menos, ninguna de las mujeres de su mesa parecía serlo, pero Madison, la socia capitalista que había tomado el micrófono, no dejaba de reírle las gracias y de hablar con él.

Pasé una tremenda angustia durante una cena que había pensado disfrutar mucho. Ya nos habían retirado el riquísimo postre de chocolate que apenas pude probar debido a los nervios –quién lo iba a decir— y teníamos servidos los cafés y los licores. Ahora no tenía más remedio que levantarme pues tenía que ir al baño, no aguantaba más.

Le dije a María que ahora volvía. Afortunadamente, María estaba enfrascada en una animada conversación y no insistió en acompañarme.

Busqué con la mirada la dirección en que podría encontrarse… e intentando dar la espalda a la mesa principal –mi escotada espalda, enmarcada en plateado—, fui a preguntarle a un señor del personal de servicio. Me indicó que los baños de arriba, nada más subir la escalera principal, estarían más despejados. Y allí me dirigí. Me sobrecogió encontrarme sola en el piso superior, con pasillos infinitos que se extendían a ambos lados, enmoquetados en azul intenso. Entré al coqueto baño de invitados y, tras aliviar mis necesidades, me quedé sentada, con la cabeza entre las manos.

Necesitaba llorar. No… No quería llorar. Estaba un poco mareada, debido al escaso vino que había tomado. Entonces escuché cómo más mujeres, ya algo contentas, entraban también al tocador de

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esos baños. Necesitaba un poco de intimidad. Tenía que tranquilizarme. Respirar un momento.

Prepararme para el inevitable reencuentro.

Me sequé las lagrimas y salí del baño, medio cubriéndome la cara con disimulo. Salí al lóbrego pasillo y miré a los lados; tenía que haber algún sitio donde encontrar un poco de intimidad.

Fui hacia la zona que quedaba más o menos arriba del comedor donde se había servido la cena y vi una gran puerta entreabierta. Había una plaquita en la puerta, como si de un hotel se tratara. En ella ponía: Biblioteca. Sería un buen lugar para esconderse.

Entré en la preciosa estancia, digna de un museo. Estante de madera maciza repletos de ciento o quizá miles de volúmenes ocupaban las paredes de la estancia, en torno a una chimenea central. Frente a la chimenea había sillones y sofás de lectura. Unos largos cortinajes caían desde el techo, frente a la chimenea. Me dirigí a ellos y los aparté un poquito, me sorprendí al ver que daban al gran comedor de abajo y me retiré hacia atrás. No quería que me descubrieran. Los ventanales de la esquina, en cambio, daban al bosque nocturno.

Me dejé caer en uno de los sofás y, al fin, respiré un poco tranquila. Venía bien un poco de paz. La cabeza me había dado demasiadas vueltas durante todo lo que había durado la cena.

A los pocos minutos, me levanté y me dirigí hacia la chimenea encendida. Apoyé mis manos en la repisa. Vi que el fuego creaba destellos dorados en las paillettes de mi vestido. Entonces escuché la manivela girar. Mierda… Se acababa la tranquilidad.

Cuando me giré, se me paró el corazón. Era él.

Me miró en silencio un momento y me sonrió. Estaba impresionante con su esmoquin, sus rasgos romanos y su pelo abundante y suave peinado hacia atrás, cosa que era la primera vez que le veía, pero le quedaba imponente. Hacía girar unos hielos en su copa, arrastrando el líquido oscuro.

—Al fin te encuentro –dijo sereno.

—¿Cómo? ¿Sabías que estaba aquí? ¿Que era empleada y había venido a tu casa?

—Estas guapísima.

Avanzó hacia mí, con paso lento y firme.

Yo vacilé.

—Esa no era la respuesta a mi pregunta –afirmé, reuniendo valor.

—Pues claro que sabía que eras empleada, chiquitina. ¿Tú qué crees? Por eso mismo compre esa empresa.

—¿Cómo? –pregunté incrédula—. Me tomas el pelo. Y esta casa no es tuya en realidad, ¿verdad?

—Claro que lo son. Tanto la casa como la empresa. Había cosas que no podía contarte y motivos para irme. Espero que, poco a poco, empieces a entender…

—¿Entender? ¿Entender que además de abandonarme y dejarme con el corazón roto, me mentiste durante los años que estuvimos juntos, por lo que veo?

Él guardó silencio.

—¿Cuál es tu verdadero nombre?

—Massini es el apellido de mi abuelo. Mi primer apellido es el que conoces. Massini es el nombre familiar que he tomado como profesional. Soy de familia italiana con más dinero del que nunca te dije. Quería saber lo que era vivir como un estudiante normal. Estaba disfrutando el experimento cuando te conocí y me dio miedo decirte la verdad, pues tú te habías enamorado del Mario “pobre” y normal, de clase media. Fueron los mejores años de mi vida. Pero mi familia no me dejó seguir así por más tiempo.

—¿Y tenías que desaparecer sin contarme la verdad? ¡Me hiciste muchísimo daño!

—No todo era tan fácil. No querían que interfirieras en mi vida hasta que no me hubiera labrado un camino estable. Y parece que lo he conseguido en el tiempo record de tres años. He heredado el ojo de mi familia paterna para los negocios. Quizá esto sea solo el principio.

—Eso no justifica que no me dieras una mejor explicación, aunque luego tuvieras que irte. En fin, espero que ahora que tengo enchufe en la empresa al menos no me echen a los 12 meses – ironicé con evidente enfado.

—Había pensado que igual te gustaría más ser la mujer del presidente.

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Dos lágrimas, de emoción y al tiempo incredulidad y rabia, asomaron a mis ojos.

—No puedes jugar así conmigo…

—Antes te gustaba jugar –dijo aproximándose. Lo empujé—. Nunca he dejado de quererte.

Siempre he pretendido volver por ti. ¡He hecho lo que tenía que hacer en el menor tiempo posible para volver por ti!

—¿Y si yo llego a tener ahora otra pareja? ¿O si tú hubieras conocido a alguien?

—Eso no iba a pasar. No hay más mujer que tú para mí. Y sabía que nunca habría hombre para ti como yo.

Entonces deslizó un dedo bajo el brillante tirante de mi vestido plateado. “¡Maldito seas!”, pensé, pero no me moví, no podía. Comenzó a bajar el tirante muy despacio y depositó un suave beso en mi hombro. Suspiré, alzando el cuello. No podía creer lo que estaba pasando, pero me daba pánico caer en lo que quizá solo sería un juego más. Un juego de una noche y luego otra vez a sufrir...

No solo lo había reencontrado en mi vida, sino que él también me deseaba aún.

De pronto se alejó de mí y fue hacia la puerta. Me temí lo peor… quizá simplemente desapareciera otra vez, dejándome sin más allí. Pero entonces él sacó una llavecita dorada del bolsillo. Solo iba a echar la llave a la gran puerta. Se acercó de nuevo y me tomó de las manos, con delicadeza. Sus ojos brillaban al contemplarme. No lo podía creer. Sentí un fuerte nudo en la garganta. Me guió hacia un lateral de la habitación, tirando suavemente de la punta de mis dedos. Se sentó en un gran sillón forrado de terciopelo, a un lado de la chimenea y me sentó sobre sus rodillas.

Buscó mis labios y me besó tímidamente, al calor del fuego encendido. No lo iba a rechazar, aunque tuviera pánico. No podía dejar de disfrutar aquel añorado momento, por si despertaba de repente….

Rocé con mi pequeña nariz la de él, grande y masculina. Recordaba que me encantaba esa parte de su anatomía cuando estábamos juntos. Cuánto había sufrido sin él…

Tras su dulce beso, me miró con un misterioso brillo pícaro en sus ojos e hizo girar el sillón hacia un enorme espejo de pie que había en la pared. Él me acarició tímidamente, mirando la imagen de ambos en el espejo, de reojo.

Lo besé de nuevo. Cómo lo deseaba. Sus labios eran tan duros como todo lo demás en él, su lengua tímida, su aliento… increíblemente irresistible.

—Cómo echaba de menos esto… —dijo él.

Pero era mi corazón el que estaba tan contraído que me impedía hablar.

Él incremento la intensidad del beso y dejó que sus firmes manos tomaran vida propia y surcaran de arriba abajo mi pequeño cuerpo.

—Mi añorada niña. Sigues siendo aún tan inocente…

—Supongo que eso fascina a un hombre frío como tú —recriminé.

Me alzó el vestido lentamente, en medio de las caricias. Miró mis piernas en el espejo.

—Te has conservado mucho mejor que yo. Ya somos ambos eran unos treintañeros, jóvenes maduros, pero tú conservas aún todo de la muchacha que conocí hace tantos años. Yo no.

Yo pensé que debía de haber cambiado mucho por dentro, porque por fuera estaba aún más atractivo si cabía. Un atractivo maduro, era cierto, con los primeros surcos entorno a los ojos, pero mucho más poderoso. Súbitamente, me giró hacia el espejo, sentada sobre él. Me hizo recostarme y relajarme, envolviéndome la cintura con una mano y guiando con la otra mano mi barbilla hacia atrás, para que depositara mi cabeza sobre él y arqueara la espalda. Luego deslizó esa mano por mi cuello, mi pecho… y mi barriga, en una caricia. Comenzó a subir lentamente las manos por mi cintura hacia arriba, hasta que llegó a mis anhelantes pechos. Los sostuvo un momento, un dulce momento, y luego deslizó por mi hombro el tirante que aún estaba en su sitio y tiró de ambos hacia abajo, contemplando en el espejo cómo surgía la imagen de ambos en él.

—Es la imagen más excitante que recuerdo.

Sabía que mis pechos blancos y naturales lo fascinaban más que ninguna perfección artificial, siempre me lo había dicho. Acarició los pezones como solo él sabía hacerlo, haciendo girar sus dedos sobre ellos con suavidad, con la presión justa.

Sentí otra presión más en mi trasero. Me sentaba sobre su pene, que se acababa de poner tan erecto como un mástil, duro, como una auténtica roca. Como un gran menhir. Cuando él despareció de mi vida, supe que jamás encontraría al dueño de un miembro igual. Intenté girar la

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cabeza para besarlo, pero él me detuvo y comenzó a subir la falda de mi vestido plata, enrollándola en mi cintura, sin prisa, hasta arriba. Con sus rodillas forzó las mías para abrirme las piernas.

Entonces me levantó un poco la cabeza para que también viera la imagen que teníamos frente a nosotros. Me sentí frágil al contemplarla, como una marioneta en manos un sabio titiritero. Las paillettes plateadas del vestido, o lo poco que se veía de él entorno a mi cintura, emitían reflejos centelleantes gracias al fuego de la chimenea. Allí estaban nuestros dos cuerpos, juntos de nuevo.

Uno sobre el otro.

Él deslizó la mano derecha bajo la parte delantera de mi tanga. Sabía dónde iba esa enorme mano de dedos largos y fuertes. Emití un jadeo de placer y di un pequeño respingo cuando él llegó a su objetivo. Comenzó a acariciarme el clítoris muy despacio, como él sabía hacer, como yo le había enseñado años atrás. La mano libre la volvió a dirigir a mi seno izquierdo y volvió a hacer girar sus dedos entorno a él. Las dos cosas al mismo tiempo eran casi insoportables. Arqueé la espalda y me revolví. Sentí como un fuerte calor me invadía, y no era solo el del fuego de la gran chimenea.

Comencé a perlarme de gotas de sudor. Entonces él aumento el ritmo. Tras unos momentos pasó mi brazo por detrás de su cabeza de modo que él llegaba a mi pecho izquierdo con su boca. Y atrapó así su pezón. Jadeé en voz alta sin poder evitarlo y deseé más que nunca tenerlo dentro.

Miré hacia abajo y vio los largos y lustrosos zapatos de mi nuevo jefe, y su mano perdida en su punto débil. Decidí no quedarse atrás. Busqué su pene con ansia. Mario me ayudó a desabrochar su bragueta. Cuando lo así con la mano… recordé un sinfín de placenteras sensaciones perdidas. La sacudí unos segundos, disfrutándola. Y después me deshice de la fuerza con que él me aprisionaba para ponerme en pie frente a él, mostrándome semidesnuda, en todo mi esplendor, y luego caí de rodillas. La adrenalina invadió el cuerpo de Mario cuando observó cómo su pene desaparecía en mi boca, dulce y cálida.

—Eres una diosa.

—Sabes que nada de lo que me digas en este justo momento me vale.

Pero Mario jugaba con la ventaja de saber que él era para mí más que un dios.

—Sí… La chupas como una diosa. Es mejor sentirlo que recordarlo.

Se la recorrí por completo, sin dejar lugar de su polla sin atender. Mi lengua, mis labios, mi paladar, mis manos en la base, el interior de mis mejillas… todo participaba, para su placer. Me giré hacia el espejo de pie y lo vi, con los ojos encendidos, mirando la escena. Mirar todo aquello en el espejo era una experiencia sublime. De pronto noté que estaba demasiado excitado y me hizo parar.

Me levanté, arqueando una ceja en mueca de orgullo. Volvió a girarme hacia el espejo, poniendo las manos en mis caderas y volteándome. Mario observó otra vez mi torso femenino desnudo y mi melena larga algo despeinada.

—Ahora sí eres una estatua auténtica de Afrodita, y no me digas que no.

Tiró de lo que quedaba de mi vestido hacia abajo y lo dejó caer. Me quedé en tanga frente al espejo. Un pequeño y discreto tanga negro. Él me bajó éste también, muy despacio. Se endureció un poco más si cabe al verme completamente desnuda, de pie sobre los zapatos de tacón, con mi piel suave y morena tenuemente iluminada por el fuego y la luz bajita y anaranjada de las lámparas antiguas de sobremesa.

Se deshizo rápido de su camisa y él también quedó expuesto en la luna ya empañada del espejo. Su torso era firme, musculoso y delgado; más bien fibroso que voluminoso. Y allí estaba su pene, también ante el espejo. Me aparté un poco para ver bien la imagen: este sí era fibroso y voluminoso al tiempo; en la imagen se veía cómo la vena central lo recorría de arriba abajo, turgente, llegando hasta el glande, que estaba a la altura de su ombligo.

Fui doblando las rodillas poco a poco, con las piernas algo abiertas, sentándome sobre él, sabiendo que la empresa no sería fácil. Aquello iba a doler un poco. Había perdido la costumbre. La forma que una vez él había surcado en el interior de mi cuerpo, casi se había cerrado. Nadie había estado a la altura de volver a abrirla. Y al fin la sentí. Era auténtico acero. Me costó un tanto encajar la punta del glande en la entrada de la vagina y me llevó unos minutos introducirla hasta la mitad.

Empecé a sentir algo de dolor. Él jadeó fuerte y puso las manos en mis caderas. Me balanceó suavemente para ayudarme. Bailé sobre él, literalmente, y cuando la sentí completa en mi interior pensé que nada en el mundo podría importar más que aquello. Suspiré profundamente y comencé a

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moverse más rápido y a jadear inevitablemente. Me arqueé, haciendo vaivenes con las caderas, moviéndome hacia los lados, subiendo y bajando… y observando en el espejo cómo ese enorme mástil entraba y salía de mí, cada vez más poseída.

Él estaba subyugado, ya no se sentía poderoso, ahora era yo la que tenía el poder y él era el sometido. Había olvidado de lo que yo misma era capaz.

Mario quiso volver a hacerse con el control. Puso una mano en mi espalda y me obligó a agacharme hacia delante, quedando casi a cuatro patas. Tuve que apoyar las manos en el suelo para no caerme de bruces. Así no tenía tanto control; él lo tomó de nuevo. Se levantó del sillón y se puso tras de mí, de rodillas, arremetiéndole embestidas cada vez más brutales que nos hicieron gritar a ambos. Dudé si sus gritos atravesarían las gruesas puertas de madera y llegarían hasta los oídos de algún invitado. Estábamos gritando juntos, con la misma intensidad, llegando juntos al culmen, algo que no habíamos hecho nunca antes, en la anterior relación. Nunca habíamos llegado al tiempo. Pero ahora sentía perfectamente los bombeos de él, y sabía que él sentía mis intensas contracciones… era perfecto. Era casi poesía. Compenetrados y al unísono, me tiró del pelo sin darse cuenta y empezó a gritar para invocar a todos los dioses… Llegamos juntos al agotador y placentero final, como todo un triunfo.

Yacimos juntos en el mismísimo suelo alfombrado, tratando de encontrar nuestra propia respiración.

—¿Cómo me he permitido vivir sin ti? –preguntó, jadeando aún, mirando al techo.

—Te he echado tanto de menos…

Miss lágrimas aparecieron, traicionándome. No podía retenerlas más.

—Ya nada volverá a separarnos. Quiero que estés conmigo. Ya nunca volveré a dejarte escapar. Te haré mi mujer.

Lo miré sin permitirse creerlo del todo, sin permitirme sentir felicidad. Estaba “asquerosamente” guapo.

Él me miró; sus ojos tenían un brillo triste ante mi falta de entusiasmo.

—Si no te gusta esta mansión, la venderemos, y te compraré una casita junto al mar. O un rancho con granja y cuadras, siempre te han encantado los caballos.

—No puedes comprarme así y lo sabes. Ya me has comprado, me compraste hace muchos años, cuando eras un chico pobre, gracioso y tímido, de mirada traviesa. Compraste mi corazón. Y eso es lo único que importa.

Abajo, mientras tanto, la glamurosa fiesta continuaba… ©Catherine Roberts Puedes leer todos sus relatos en su antología publicada en Amazon

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―¿Sabes lo que les ocurre a las niñas malas?

Colin no había dado más explicaciones ni había resuelto las dudas de Marlene después de decirle aquello. La había mirado con expresión neutral desde la puerta de la habitación mientras se abrochaba los botones de la camisa y supervisaba la vestimenta que ella tenía que llevar esa noche.

Marlene deslizaba cuidadosamente las medias que Colin le había regalado, eran finas y parecían muy frágiles y fáciles de romper. Ese, el momento en que ella se ajustaba la media en torno al muslo, había sido el momento que Colin eligió para salir del baño, decirle aquello y confundirla.

En realidad, su frase logró el efecto deseado. Marlene sintió un revoloteo en el estómago y un cosquilleo entre las piernas. La incertidumbre de los primeros minutos había hecho que se formulase preguntas internas acerca de su comportamiento hacia Colin. ¿Había hecho algo mal? ¿Habría dicho algo para hacerle enfadar? ¿Había roto, por descuido, alguna de sus normas?

Imposible. Marlene se había esforzado por cumplir todas y cada una de las exigencias de Colin de forma eficiente, sabiendo que eso era lo que él deseaba de ella. Entonces, ¿por qué le decía aquello? ―¿Sabes ahora lo que les sucede a las niñas malas? ―preguntaría Colin unas horas más tarde, sentado con toda tranquilidad en un sillón de piel. Era una silla robusta, sin brazos, lo bastante amplia como para que pudieran acomodarse dos personas. Ahora estaba ocupada únicamente por él y no había sitio para Marlene―. Cuando te hago una pregunta, lo mínimo que espero es una respuesta. Dime, ¿sabes lo que les pasa a las niñas malas?

Marlene enrojeció. Ahora sí lo sabía y vacilaba, insegura sobre si aquello acabaría por gustarle o no. No sabía si debía rechazarlo porque le parecía totalmente injusto o aceptarlo porque verdaderamente lo merecía. El problema era que no le causaba rechazo, sino temor; el miedo a descubrir que podría gustarle sentir aquello. ¿En qué la convertiría eso?

Volvió a mirar a Colin, la dura expresión de su rostro indicaba que se estaba impacientando y exigía una respuesta. Marlene se sentía incapaz de contestar, no podía superar la vergüenza que sentía. Se esforzó. Quería demostrar a Colin que era capaz de hacer cualquier cosa que le pidiera. ―Las niñas malas reciben castigos. ―¿Qué clase de castigos? ―presionó él de inmediato. Marlene inspiró profundamente, con la voz atascada en la garganta. No se atrevía a decir esa palabra―. ¿Qué clase de cas gos? ―volvió a preguntar. Su voz mantenía siempre el mismo volumen, nunca sonaba alterado, o impaciente, o enfadado. Sonaba tranquilo, sereno. Aquella forma de dirigirse a ella, severa y autoritaria, con un toque de arrogancia, la hacía temblar y tuvo que reprimir el anhelo de frotarse los muslos cuando sintió el intenso hormigueo. ―Azotes ―murmuró al fin.

Colin le regaló una sonrisa fugaz y se dio una palmadita en el muslo. ―Ven aquí.

Marlene tragó saliva, pero no se movió. Sabía que una vacilación podía salirle cara. Colin iba a azotarla por primera vez y romper otra de sus normas básicas sumaría castigos, empeoraría las cosas. Pero es que aquello era demasiado, no había hecho nada por lo que mereciera un escarmiento de ese tipo. Nunca la había castigado de forma tan severa. ―Marlene, ven aquí.

El tono se volvió grave y un escalofrío recorrió el cuerpo de Marlene. ―¿Me dolerá? ―gimió, sin poder contenerse. A Colin no le gustaba que ella le cuestionase, que preguntara las cosas cuando él no quería dar más explicaciones. Pero sorprendió a Marlene contestando su pregunta, algo que raras veces ocurría. ―Son azotes. Se supone que los cas gos deben doler, ¿no crees?

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Claro. Sí.

Colin volvió a darse una palmadita en el muslo y Marlene reunió fuerzas para mover sus paralizadas piernas. Se aproximó a él despacio, mirándole, evaluando su expresión. Los ojos grises de Colin no revelaban nada, nunca revelaban nada cuando se ponía su máscara y entraba en su papel.

Marlene podría haberse muerto de miedo si no lo conociera cómo lo conocía; sólo ante ella mostraba su verdadera naturaleza y ella sabía que podía confiar en él. Le preocupaba el posible dolor, pero si Colin quería azotarla no se trataba de algo gratuito. Él jamás le haría daño a propósito, Marlen estaba segura de ello. Finalmente, llegó a su altura y, despacio, se tumbó sobre su regazo. Él se arrellanó en la silla, acomodando el cuerpo femenino de tal modo que permaneciera doblado por las caderas. En tal postura, Marlene estaba boca abajo, con la cabeza casi rozando el suelo y el trasero a merced de Colin, su rodilla presionando contra su bajo vientre. Aquello le provocó un escalofrío entre los muslos que no pudo controlar.

El pelo le resbaló hasta formar una cortina ocultándole el rostro y las puntas de sus cabellos se desparramaron sobre el linóleo como si fuera espuma de mar. El hombre pasó un brazo por detrás de sus rodillas para inmovilizarla y, con lentitud, fue levantándole la falda para dejarla enrollada en la cintura. Marlene se estremeció al notar el frío sobre la piel y emitió un gemido asustadizo, pensando que aquello era injusto y que no había hecho nada para merecer un castigo. Cuando Colin puso una mano, caliente y áspera, sobre la nalga cubierta con la tela de la ropa interior, Marlene se puso rígida y empezó a respirar con dificultad, notando el corazón golpearle las costillas. ―Relájate ―susurró Colin con suavidad―. Quiero que pienses en lo que has visto hace un rato ahí fuera. Quiero que me digas lo que has sentido. Quiero que medites porque has sido una niña mala y porque mereces unos azotes. Tómate todo el tiempo que necesites, pero no creas que por pasarte un buen rato callada te voy a perdonar que me respondas.

Entonces, cogió la cinturilla de sus bragas ―una pieza de cara lencería que Colin había comprado esa mañana para ella― y las fue bajando lentamente hasta sus tobillos. Marlene sollozó, porque desde hacia un buen rato su sexo respondía a las amenazas del castigo; su ropa interior estaba empapada. Se sumió en una terrible crisis de pudor, en cuanto Colin viera sus bragas sabría que estaba excitada. Aunque, supuso, él ya debía saber que estaba húmeda, no existía otro motivo por el cual siguiera amenazándola con esa ternura tan suya, Colin sabía exactamente lo que a ella le gustaba y en qué medida le gustaba. ¿Le gustarían los azotes? ¿Y si le gustaban? ¿Colin sabía que a ella le gustarían los azotes y por eso la iba a castigar? ―Estás muy mojada, niña mala ―comentó riendo, un sonido ronco que se derramó sobre su cuerpo como agua caliente―. Puedo sen r tu humedad, estás mojándome los pantalones―.

Marlene quiso morir de vergüenza y se retorció en su regazo―. Quieta.

Marlene se quedó quieta y aguantó la respiración. Colin acarició la curva de sus nalgas desnudas, despacio, recorriendo su trasero con la punta de los dedos, unas yemas ásperas, encallecidas, que a ella le parecían suaves y le provocaban cosquilleos. Se detuvo al borde de los ligueros de satén rojo que había usado para sujetar las medias negras. Marlene pensó que se las quitaría también, pero decidió dejarle puesta aquella envoltura. La imagen mental de su propio trasero, redondo, blanco y respingón adornado por los lazos rojos en la parte baja de sus muslos le pareció tan picante que se humedeció un poco más. ―Piensa en lo que has visto esta noche. Recuérdalo con todo detalle.

Marlene cerró los ojos, con las caricias de Colin recorriéndole las suaves nalgas y provocándole estremecimientos que terminaban en la punta de sus dedos. Se sumió en lo profundo de sus pensamientos, rememorando lo acontecido apenas una hora atrás.

Aquella noche habían ido al Club. A Marlene le gustaba ir con él, cogerle de la mano, entrelazar los dedos, sentarse en la mesa de siempre y tomar una copa, disfrutando de la función nocturna. Normalmente eran espectáculos eróticos, muy íntimos y especiales, dónde no se mostraba nada indecoroso y se respetaban los límites de la decencia. A Marlene le gustaban, le gustaba ver los exóticos bailes y los sensuales movimientos; cuerpos entrelazados, brillantes y suaves, meciéndose al compás de música grave que repiqueteaba bajo la piel.

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Esa noche iban a disfrutar de un espectáculo completamente diferente. Colin tenía planes para ella. Siempre los tenía.

La llevó a una zona dónde no habían estado antes. Se encontraba en la parte de atrás, entre las mesas reservadas para los clientes más importantes Allí había un hombre que llevaba un elegante traje negro, tan robusto como un árbol, afianzado como un cancerbero al final de un estrecho pasillo.

Marlene siempre había pensado que ese hombre vigilaba alguna entrada trasera o el acceso a los camerinos de los artistas. Pero cuando Colin enseñó sus credenciales, la tarjeta que lo identificaba como socio VIP, el hombre del traje descorrió la cortina carmesí revelando una puerta tras ella y cediéndoles el paso a un lugar secreto.

Un lugar totalmente distinto a lo que Marlene había visto hasta ahora.

Era una sala muy grande, suavemente iluminada y aislada acústicamente del resto del local.

La música estaba a medio volumen, lo que permitía hablar con normalidad, creando así una atmósfera más personal. Los murmullos de las conversaciones llenaban el ambiente, las mesas estaban ocupadas en su mayoría por hombres sentados en sillones de cuero alrededor de mesas muy bajas. La decoración, de suaves contornos, era predominantemente roja, con algún acabado en negro, dorado o plata. Al abarcar la habitación con la mirada, la pared derecha llamó la atención de Marlene: cadenas de hierro forjado con argollas en sus extremos colgaban del muro. Apartó la mirada rápidamente, como si mirar aquello fuese un acto vergonzoso. Justo delante de ella descubrió a una mujer junto a un grupo de hombres y se agarró de la mano de Colin. La mujer estaba sentada en el suelo, con la mejilla apoyada en la rodilla de un hombre que le acariciaba lánguidamente la cabeza como quién acaricia a un gatito. Tenía la mirada perdida, soñadora y estaba desnuda, con una cadena al cuello que estaba afianzada a una argolla en el suelo, entre sus rodillas.

Colin desvió su atención de la sumisa y la tranquilizó con un beso en el dorso de la mano, acercándose a una mesa. Marlene miró de reojo un par de veces hacia la mujer encadenada, mordiéndose los labios, hasta que Colin le pidió que tomara asiento.

Su mesa estaba situada en segunda línea de una plataforma elevada, sin lugar a dudas un escenario. Sobre las tablas había una mesa vacía y sobre esta, en reposo, colgaban dos grilletes suspendidos a un metro de la superficie. Marlene miró hacia arriba, siguiendo los eslabones de la larga cadena hasta el techo dónde estaban enganchados a una enorme argolla. Escuchó la risa de Colin y se dio cuenta de que la estaba mirando, sabiendo exactamente lo que pasaba por la mente de Marlene. Él siempre sabía lo que pasaba por su cabeza mucho mejor que ella.

Se les acercó una mujer, una camarera, a tomarles nota del pedido. Vestía unos ceñidos pantalones de charol y un elegante corsé de cuero que moldeaba su redondo escote. Marlene admitió que tenía un escote bonito, lleno de curvas, sin ser pequeño ni demasiado grande. De pronto, mientras observaba el nacimiento de los pechos de la chica, cayó en la cuenta y comprendió el significado de la frase de Colin: la visita al club era una prueba. Marlene no quiso pedir nada, pero su acompañante pidió un té helado. Cuando la camarera se marchó, ella miró a Colin y este le regaló una de sus sonrisas, una sonrisa que solo él sabía poner y que, inconscientemente, hacía sonreír a Marlene como una tonta. ―Niña mala ―susurró.

Marlene se calentó y agachó la mirada para evitar que él viera el brillo lujurioso que empañaba sus ojos.

La canción que estaba sonando terminó y comenzó otra. Era una pieza completamente diferente y las voces del salón empezaron a apagarse hasta formar un espeso silencio. Marlene levantó la mirada y miró en todas direcciones para ver qué pasaba, de pronto todos los socios del club se habían callado y la audiencia tenía la atención puesta en el escenario.

Por uno de los extremos apareció un hombre muy elegante, vestido con una camisa blanca pulcramente planchada, sin corbata, con un chaleco gris y pantalones negros de raya perfecta. Tenía el cabello peinado hacia atrás, brillante y su cara mostraba una severidad muy característica; a Marlene le recordó mucho a la expresión que ponía Colin cuando él le daba órdenes y ella se derretía con sus palabras. El hombre elegante tiraba de una cadena y pudo ver a una chica que subía al

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escenario detrás de él, con un collar de cuero alrededor de la garganta; el hombre tiraba de ella como si fuese su mascota.

Marlene se removió en la silla. Conocía el juego, Colin jugaba así con ella. Le ponía un collar, le ordenaba que se arrodillara y luego le ordenaba hacer cosas mientras la transportaba a extraños y placenteros mundos que a ella le encantaba recorrer. Verlo así, de esta forma, le resultó extraño y a la vez, emocionante. Miró a la chica de antes, a la que estaba atada al suelo y se sintió profundamente emocionada, porque ella había pasado por algo así y sabía cómo se sentiría. Siendo esclava de tu Amo, obedeciéndole sin dudar, poniéndote en sus manos.

Volvió su atención a la chica del escenario. Trató de leer en su rostro y en su cuerpo las mismas emociones que la recorrían cuando jugaba con Colin. Era asiática, con un rostro muy entrañable. Se había pintado los labios en un naranja de tonalidad pastel y su pelo corto, liso, cortado limpiamente, le caía sobre la frente como una cortina, casi tapándole los ojos. Tenía la nariz pequeña y redonda, la barbilla diminuta y una mandíbula perfilada que no le restaba belleza.

No vestía nada más que piel. El hombre tiró de la cadena, ella caminó obediente y con la espalda recta hasta el borde del escenario, mostrándose a la audiencia. Marlene estudió su cuerpo, delgado y fino como un palillo, de contornos marcados, piel suave y caderas anchas de muslos estrechos. Tenía un tatuaje en el hombro, la silueta de una serpiente enroscada cuyas fauces abiertas apuntaban hacia abajo y su bífida lengua rozaba el nacimiento de su pecho, un pecho pequeño, redondito, coronado por un pezón grande y oscuro, muy puntiagudo. Marlene deseó tener los pezones como ella e hizo un mohín al sentirse un tanto disgustada con su cuerpo. ―No ―dijo entonces Colin, que en lugar de mirar al escenario, la estaba miraba a ella―. Si sigues pensando en eso, el castigo será más duro. ¿Cómo podía saberlo? A Marlene se le encendieron las mejillas, deseosa de hacerle una lista de todos sus defectos físicos. Colin, cuyo brazo reposaba detrás de Marlene apoyado en el respaldo del sillón de cuero, solo tuvo que mover la mano para cerrar los dedos alrededor de su cabellera y tirar hasta levantarle la cabeza. Lo hizo tan rápido que ella no pudo darse cuenta de lo que había sucedido hasta que fue tarde. ―No te he dado permiso para hablar ―susurró.

Marlene se estremeció. Involuntariamente, se frotó los muslos el uno contra el otro al notar las cosquillas de su sexo, detalle que no pasó desapercibido para Colin. Endureció su mirada gris y señaló el escenario con la cabeza sin dejar de observarla fijamente, tirándole del pelo para obligarla a mirar dónde él quería que mirase. El dolor de los tirones burbujeó en su nuca y descendió por su columna hasta desaparecer entre sus nalgas. ―Mira lo que les sucede a las niñas malas como tú.

Su tono de mando no admitía discusión, así que Marlene fijó la vista en el escenario, con el corazón a punto de salírsele por la boca.

El hombre se había colocado detrás de la asiática y había rodeado sus pechos con ambas manos. Con el pulgar y el índice de cada mano, presionaba y retorcía sus pezones como brotes.

Marlene pudo ver que ella se mordía el labio inferior, en un esfuerzo por no dejar escapar ningún sonido. La audiencia observaba atentamente aquel juego, que acompañado por una música suave y rítmica, con los acordes perfectos, daba como resultado una erótica escena que era puro arte.

Marlene atrapó los matices que aquel espectáculo transmitía y las sensaciones le hormiguearon bajo la piel, tensándole los pechos.

Liberando por fin las delicadas puntas de los pechos de la asiática, el hombre elegante se sacó del bolsillo unas cadenitas de plata. Marlene contuvo la respiración. Sosteniendo con dulzura el pecho de la chica, apretó una pinza metálica con fundas en sus extremos al pezón recién estimulado y al apartar la mano, una campanilla quedó colgando de su pezón. Ella no dijo nada, no protestó, pero la luz de los focos sobre el escenario delataba el brillo de su frente. El hombre repitió la misma operación y pinzó la otra punta de su pecho, dejando colgada otra cadena en cuyo extremo había una pequeña campana. Después, le retiró el collar.

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Colin volvió a tirar del cabello de Marlene y ella soltó el aire con un ahogado jadeo. Sus propios pechos habían respondido a lo que sus ojos habían visto y sus pezones se habían endurecido bajo la tela con tanta intensidad que el roce contra las copas del sujetador resultó doloroso; era en momentos así cuando sentía que llevaba una talla menos de sujetador y se asfixiaba de tan apretado que estaba. Colin dejó de mirar las reacciones de su rostro para observarle los pechos, deleitándose con su femineidad, con la curva hinchada que presionaba contra la camisa y buscaba liberarse.

Marlene deseó fervientemente que le desabrochase la blusa y la ropa interior y la dejara desnuda, ante todo el mundo, no le importaba, con tal de sobrellevar la excitación.

Pero mientras Marlene se deshacía en estremecimientos de placer, la escena proseguía. La chica asiática le dio la espalda al público, haciendo sonar las campanillas con el movimiento. Bajo la supervisión del hombre, se subió a la mesa y se colocó de rodillas. Despacio, el hombre le ató los tobillos y las rodillas a la mesa con cinchas de cuero, para después subirse a la mesa y atarle las muñecas a los grilletes. Las cadenas tenían la altura justa, cuando las esposas se cerraron firmemente, el cuerpo de la chica quedó completamente estirado y sus huesos se marcaron contra la fina piel. Marlene pudo ver los tendones de sus articulaciones, las costillas silueteadas como dos arañazos a cada costado, la línea de su espalda y las puntiagudas clavículas sobresaliendo como dos protuberancias. El hombre le tocó la coronilla y ella bajó la cabeza; luego le tocó los pies y ella, como si aquello fuera una señal, separó las rodillas todo lo que pudo, sin que para el hombre fuese suficiente; estiró más y más hasta que el hombre elegante quedó satisfecho y aseguró de nuevo las cinchas a sus piernas. La asiática quedó firmemente anclada al techo con las cadenas y a la mesa, tan rígida que sus articulaciones parecían a punto de dislocarse.

Marlene sintió la mano de Colin sobre su pierna. Quiso mirarle, pero él no le permitió mover la cabeza de la escena que se desarrollaba ante ellos; ante todo el mundo. El contacto de la mano masculina le quemó la piel y ese calor se extendió hacia sus zonas íntimas, ávidas de caricias.

Jadeó pesadamente. Colin dejó de mirarle los pechos, tan voluminosos que parecían a punto de salirse de las copas y volvió a mirarle a la cara, a sus pómulos resaltados en rojo y a las pupilas dilatadas que evidenciaban su excitación.

El cuerpo de la mujer asiática tenía toda la atención de Marlene, que respiraba con dificultad. Colin subió la mano por debajo de la falda y acarició con el pulgar la piel desnuda, una franja estrecha de carne, la que había entre el borde del liguero que le cubría la pierna y la ingle.

Marlene gimió, sintiendo como el calor le subía por todo el cuerpo y le inflamaba las entrañas. Fue causada a la vez por la íntima caricia de Colin y por lo que estaba a punto de ocurrir sobre el escenario.

El hombre elegante golpeó las campanitas y estas cimbrearon tironeando de los pezones de la joven asiática. Marlene apretó los labios, los puños y las rodillas. Colin no le había puesto nunca las pinzas, ¿lo haría aquella noche? Marlene deseó que lo hiciera, deseó suplicarle que le apretara los pezones con unas pinzas. El hombre rodeó el cuerpo de la mujer para situarse a un lado de la mesa y entonces se reveló ante la audiencia lo que manejaría con la mano: una pala de cuero, dura, larga y plana, con un corazón troquelado en un extremo.

Para Marlene, las piezas encajaron en ese mismo instante, en el momento en que distinguió el artefacto que blandía el hombre del escenario. Se hundió en el asiento asustada, anticipándose a lo que estaba por venir. La pala se elevó en el aire y descendió con un zumbido hasta golpear la carne blanda de la nalga; el cuerpo femenino se tensó al instante y de sus labios brotó un quedo jadeo, acompañado por el tintineo de las campanas y mezclado con el repiqueteo de las cadenas metálicas del techo. Marlene se sobresaltó por el impacto como si hubiese recibido ella misma el azote y encogió los dedos de los pies. Supo entonces lo que estaba viendo, la razón por la que Colin quería que observarse todo aquello.

Era su forma de decirle lo que le esperaba aquella noche, cuando regresaran a casa.

Iba a castigarla por ser una niña mala.

©Paty C. Marín

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Nacida en California y residente en Texas, Julie Kenner, es una abogada de profesión que dejó su carrera para dedicarse de lleno a la escritura. Conocida por tener en su haber títulos como Noche secreta, ¡Demonios! o El Código Givenchy, entre otras, sus historias han contado con una gran acogida entre los lectores. Sin ir más lejos, aquella última fue galardonada en el 2005 con el premio Best Chick Lit/Women’s Fict en la categoría Novelas Románticas.

Su primer gran galardón llegó en el 2001 con el Romantic Times’ Reviewer’s Choice Award for Best Contemporary Paranormal. La trilogía Stark es su primera incursión en el mundo de la erótica

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Stark

“La trilogía erótica de Kenner” La editorial Grijalbo sacó a la venta el pasado noviembre la última entrega de la trilogía Stark escrita por la autora norteamericana Julie Kenner.

Artículo: Mónica Liceras

Bajo títulos sugerentes como…

Desátame Poséeme y Ámame, Kenner nos narra la historia de dos jóvenes con carácter con una infancia problemática marcada por las obsesiones de sus progenitores. Contada en primera persona por la protagonista femenina, a lo largo de estas entregas se van desvelando poco a poco el juego erótico, la obsesión, el suspense y el amor que envuelve a la joven pareja.

La historia se sitúa en Los Ángeles de nuestros días. En un pequeño apartamento vive la joven ingeniera de software Nikki Fairchild con su compañera de piso Jamie, una aspirante a actriz.

En otro lugar cerca de la ciudad Damien Stark, un más que atractivo empresario ex jugador de tenis, dirige con maestría sus negocios y todo lo que se le ponga por delante. Ambos jóvenes, que en realidad coinciden en otro evento seis años antes, se reencuentran en una fiesta organizada por una amante del arte y ahí una atrevida propuesta lo cambia todo…

Comencemos por él Damien Stark es un ex jugador de tenis de élite que ha dejado atrás su época dorada como deportista y que actualmente se dedica al mundo de los negocios. Brillante en ambas facetas, Stark es controlador, atractivo, arrogante, seguro de sí mismo, misterioso y coleccionista de enemigos. A lo largo de la historia no deja de mostrar esas cualidades y de transmitir esas sensaciones, especialmente refleja que siempre consigue lo que quiere. Sea lo que sea. Y ahora él quiere a Nikki Fairchild.

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Y… seguimos con ella La narradora de esta historia es una joven que ha crecido bajo el férreo control de su madre quien no tenía en cuenta sus deseos y la obligaba a desfilar en concursos de belleza. Nikki encontraba refugio en su hermana hasta que un suceso terrible la aparta de ella. A partir de este momento, la única forma que encuentra de expresar su frustración y dolor es a través de la autolesión. Cicatrices que esconden algunas zonas de su cuerpo y que recuerdan constantemente su pena. En el momento en el que Nikki coincide con Damien, su vida está encaminada hacia sus objetivos empresariales. Atrás dejó la presión de su madre y ahora se dedica en cuerpo y alma a desarrollar su carrera profesional con el fin de montar su propia empresa y con el menor interés por complicarse la vida con algún chico.

¿Qué tienen en común?

Si algo tienen en común estos dos protagonistas es su afán por dirigir sus vidas sin una presión externa. Ambos saben lo que eso significa y no quie‐ ren, bajo ningún concepto, que nadie controle de nuevo su existencia. En este punto, ¿es‐ tán dispuestos ambos a aflojar ese férreo control sobre sus vidas para que el otro forme parte de ellas?

Escenas eróticas interesantes, dosis justas de pasión, suspense, lujo y romance es lo que encontrarán en la trilogía Stark. Ingredientes que mantienen al lector en la trama hasta llegar al desenlace

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Con escenas eróticas bien desarrolladas y dosificadas que surgen de forma natural y sobre las que no recae el peso de la narración, Julie Kenner nos hace formar parte de la vida íntima de dos personas que a priori nada tienen que ver.

Juegos eróticos, dominación, misterio, placer, romance y suspense.

La autora dosifica todos estos elementos y consigue aumentar el interés del lector por descubrir qué ocurre especialmente con el protagonista.

Al igual que Nikki, los lectores de esta trilogía querrán saber qué encierra tanto misterio. Algo que se va desvelando con cuenta gotas a través de sus tres libros. En la primera entrega, Desátame, se conoce a Nikki, sus miedos y sentimientos.

Poséeme ahonda más en la vida de Stark y el misterio que lo rodea al igual que la última entrega, Ámame, en la que se reflejan las emociones contrapuestas que experimenta la protagonista debido a las incógnitas que envuelven la vida de Damien.

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Estos dos machos, porque no existe palabra mejor para describirlos, son dos hombres que por mucho que quisiera separarlos, el destino los volvería a unir. ¿Y quién soy yo para nombrar Dios del Olimpo a uno y no al otro? ¡Si ambos están de requeterechupete!

Sí, RománTic@’S, ¡estoy hablando de Qhuinn y Blay de la Hermandad de la Daga Negra! ¿Ahora sentís el fuego recorriendo vuestras venas, no?

QHUINN Y BLAY «INSEPARABLES DESTINOS»

un artículo de Yuliss M. Priego

Este bimestre, que sale en pleno otoño‐ invierno y que parece invadido más por el frío que por otra cosa, he pensado que para que nos calentemos un poquito en estas fechas tan frioleras, en vez de subir un solo personaje masculino al Monte del Olimpo, voy a subir dos.

Sí, sí… habéis leído bien.

¡DOS! ¿Ya sentís el calorcito por dentro?

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La historia de estos dos vampiros, en mi opinión, es digna de mención en esta sección por el mero hecho de que los pobrecitos míos están separados durante los nueve libros anteriores.

Tanta frustración no puede ser buena…

Durante toda la serie de la Hermandad, los dos personajes son mejores amigos junto a John Matthew. Inseparables.

Compañeros de entrenamiento. Amigos del alma. Sin embargo, Blay siente más por Qhuinn que este último por Blay. Ese silencio que Blay guarda mientras Qhuinn se tira a varias tías (y no necesariamente por separado) cada noche, es increíble. Ni yo misma creo que habría podido aguantar el tipo de esa forma. Pero bueno, en contraste debemos decir que Qhuinn nunca ha tenido una familia que lo quiera.…

S

iempre ha sido considerado un paria, una vergüenza para su apellido, una desilusión. ¿Y por qué?

Por culpa de su mirada bicolor. Un ojo es azul, y el otro verde. El porqué lo consideran una malformación, no tengo ni idea, ¡pero yo mataría por poder mirar a ese hombre a los ojos!

Debido a ese odio por parte de su familia, todo lo que Qhuinn siempre ha querido en la vida es una shellan (pareja de vida de estos vampiros), y una familia que pudiera llamar «propia».

Toda la situación se complica cuando él en el fondo también siente ese algo «más» por su amigo y confidente, Blay. El problema es que ahora este último se ha liado con Saxton, abogado y primo de Qhuinn. Sin embargo, lo bonito de esta relación es que ambos no pueden contener sus sentimientos, y por mucho que intenten negarlos, no tardarán mucho en desfogarse el uno con el otro y en encontrar su final feliz.

En «Amante al fin» veremos a un Blay totalmente diferente al que habíamos visto anteriormente. Y a un Qhuinn que apenas reconoceremos. Ahora los papeles se han revertido: Qhuinn ya no es el macho alfa, si no Blay. Qhuinn tendrá que demostrarle a Blay que puede darle lo que

él necesita (y mucho mejor que Saxton), y que sus sentimientos son igualmente potentes. Tendrá que superar su pasado, sus miedos y su odio.

P

ero lo que lo hace un personaje digno de subir al Olimpo es que de verdad lo consigue. Y ya no solo eso, sino que además demostrará con creces que merece ser un Hermano al igual que Tohrment, Vishous, Butch, Zsadist, y todos los demás.

Blay, por su parte, tendrá que perdonar a Qhuinn. Tendrá que demostrarle que no ha dejado de creer en él, que a pesar de todo sigue siendo su mejor amigo. Y lo más importante, tendrá que saber dejarse vencer por el amor que Qhuinn quiere brindarle. ¿Y sabéis qué? Lo consigue.

Si aún no os habéis dejado envolver por la increíble historia de La Hermandad de la Daga Negra de J.R. Ward… ¡os estáis perdiendo una de las mejores series de paranormal!

Además, ¿no os habéis dado cuenta de que ya no sentís nada de frío por el cuerpo? ¡Exacto! ¡La magia de los Hermanos!

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Desde Juvenil Romántica, ya nos estamos preparando para recibir el Año Nuevo y por supuesto, a Papá Noel y los Reyes Magos. Si tú también quieres tener tu propio árbol cargado de lecturas, solo tienes que seguir nuestras instrucciones.

un artículo de Eva Rubio y Rocío Muñoz

       

Arena Tronco y ramas marrones Hojas verdes Calcetines rojo de Papá Noel Zapatos negros de adorno Espumillón azul Luces rosas Nieve artificial

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Preparación

1º Lo más esencial es que parezca completamente real. ¿Cómo? Busca un poco de tierra donde las raíces se puedan agarrar con fuerza para siempre, para ello, te sugerimos la mejor… Arena (con)

 Eleanor & Park de Rainbow Rowell y  Los días que nos separan de Laia Soler.

2º Una vez puesta, has de ir a por el árbol y, cómo no, no te puede faltar un enorme y sólido… Tronco (hecho con)

 El fuego de Enna de Shanon Hale y  El Encanto del Cuervo de María Martínez.

3º Por supuesto, luego es completamente necesario espantar las malas lecturas del próximo año con muchas…

Hojas verdes (que contengan la energía de)

 Un beso en Paris de Stephanie Perkins y  Pulsaciones de Javier Ruescas y Francesc Miralles.

4º Ya tienes lo más básico, pero te falta hacerlo inolvidable, para ello, los detalles son especialmente importantes. Si quieres que Papá Noel sepa que has sido un/a buen/a chico/a. Corre a por… Calcetines (hechos de)

 Del material del que están hechos los sueños de Elisabeth Eulberg e  Hijos del Clan Rojo de Elia Barcerló.

5º También es sumamente trascendental que guíes a Los Reyes Magos con una brillante e inolvidable… Estrella (que traiga a)

 El chico malo de Abbi Glines y  Robinson Girl de Rocío Carmona.

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6º Después de este gran paso, es imprescindible que seas precavido. Con tantos regalos de Papá Noel, corres el riesgo de que no entren los de Melchor Gaspar y Baltasar. Por eso, nunca dejes de usar unos viejos… Zapatos negros (que no estén)

 Enlazados de Carlos García Miranda y  Prohibido de Tabitha Suzuma.

7º Ahora, ha llegado el momento de divertirse. Decora tu árbol con un montón de… Espumillón azul (mientras haces el)

 Baile de Luciérnagas de Elena Castillo Castro y  Sobrevivo de Alex Morel.

8º Pon muchas… Luces rosas (con)

 The Duff de Kody Keplinger y  Besos de Murciélago de Silvia Hervás.

9º Y, finalmente, dale tu toque personal con un poquito de…

Nieve (hecha de)

 Hopeless. Tocando el cielo de Colleen Hoover y  ¡Buenos días, Princesa! de Blue Jeans.

Esperamos que te haya gustado y te deseamos una Navidad de ensueño.

¡FELICES LECTURAS DESDE JUVENILROMANTICA.ES!

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El peligro acecha las noches de Nueva Orleans. Un asesino está provocando una serie de crímenes despiadados y Remy Boudreux, que ha regresado a los pantanos después de una temporada de duro entrenamiento en las fuerzas armadas, deberá utilizar todo su instinto felino para detenerlo.

Pero no es todo lo que Remy tendrá que lidiar. La hermosa cantante de jazz Bijou Breaux también ha vuelto y reaparecerá en su vida tan sensual, misteriosa y seductora como sus canciones.

Ambos se verán atrapados por una pasión irrefrenable difícil de dominar que desafiará el agudo instinto de supervivencia de Remy y lo llevará a hacer lo que jamás había pensado…

—Remy Boudreaux, no corre ni una pizca de romanticismo por tus venas y voy a ignorar todo lo que acabas de decir y puedas decir de ahora en adelante. De hecho, será mejor que no hables. ¿Quién de nosotras no ha pronunciado esta frase alguna vez en su vida? Creo que como mínimo lo habremos pensado aunque quizás no hayamos llegado a verbalizarlo. Lamentablemente para Remy, nuestro protagonista, Bijou no está sino respondiendo a sus expectativas de una pareja: una mujer fuerte, con aguante, que sepa lidiar con su naturaleza dominante.

Siendo un hombre con el que no es fácil convivir, tal como él admite, él prefiere estar solo a estar con la mujer equivocada. Lo que no imaginaba era que encontraría a su pareja de vida en Bijou Breaux, aunque siempre había tenido un especial sentido de protección hacia la joven. Sentimiento que ahora se veía agudizado por las circunstancias que los rodeaban.

La infancia de Bijou no había sido nada fácil. Con una total ausencia de cariño por parte de su padre, un famoso cantante de rock, la niña se había criado en un ambiente lleno de mujeres y de drogas. Sin amigos, sin un referente en su vida que la guiara, pues todos pensaban que su padre además de ser problemático estaba loco y que le había pasado esa locura a ella. No era así, Bijou simplemente actuaba por puro instinto de protección recelando de todo aquel que quisiera acercársele debido a la fama de su padre.

Por ello había regresado a Nueva Orleans, porque a pesar de que la suya no hubiera sido un modelo de niñez, si tenía algunos buenos recuerdos que la habían impulsado a regresar e intentar construir una vida normal al lado de los escasos amigos que

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había logrado conservar, como Saria, la hermana de Remy. La inexplicable atracción que siente por él sólo puede definirse de una manera: deseo animal.

Pero con un asesino en serie suelto, Remy sabe que no debe bajar la guardia en ningún momento, pues un solo error podría poner en peligro a quién más ama…

«Presa» es el quinto volumen de la saga Salvaje de Christine Feehan, una serie protagonizada por hombres leopardo donde el suspense tiene un papel un papel importante además del romance.

Christine Feehan es una autora que según mi opinión ha mejorado mucho a lo largo del tiempo.

Cuando comenzó a publicarse la serie Carpatianos, todas esperábamos entusiasmadas la siguiente entrega pues entonces sus novelas eran una novedad en cuanto a contenido y personajes. Con todo lo que ha evolucionado la romántica ahora sería una serie más, no obstante, la señora Feehan parece haberse puesto las pilas y con el paso del tiempo ha ido mejorando ofreciéndonos cada vez mejores historias, cosa que sus lectores le agradecemos.

Al comienzo de esta historia nos encontramos en el escenario de un crimen. Remy, como detective de homicidios, observa la escena preocupado porque el asesino en serie que actuó hace unos meses haya vuelto a aparecer. Su hermano Gage, sheriff del municipio, está seguro de ello y las evidencias así lo indican. Desde luego la escena no podría ser más macabra.

Un altar aparentemente preparado para una ceremonia de vudú o magia negra, un hombre víctima del siniestro ritual que su asesino ha llevado a cabo con todos los elementos bien dispuestos para deleite o desagrado de quien lo contemple,

siempre la misma forma de proceder y siempre la misma actitud. El asesino actúa con total parsimonia a pesar de estar en un lugar a la vista de cualquier que pueda pasar, como si estuviese por encima del bien y del mal. La diferencia es que en esta ocasión había sido su hermana Saria, acompañada por Bijou, quienes habían encontrado el cadáver de la desgraciada víctima.

La serie «Lord John» es una extraordinaria serie de amor, intriga y suspense situada en la Inglaterra del siglo XVIII y Diana Gabaldón una de las autoras más queridas del género

No os voy a contar todos los detalles de la escena, pero ciertamente es para ponerte los pelos como escarpias. La señora Feehan hace un relato de los hechos magnífico y ha sabido cómo ir desgranando todas las pistas para mantenerte enganchada a la investigación del caso. La aparente relación entre los crímenes y las ceremonias de vudú resulta de lo más interesante. Por otro lado, la trama de suspense también mantiene otra vía abierta. Desde hace tiempo Bijou viene siendo amenaza por un fan acérrimo de su padre que cree que no merece ser su heredera. Con la excusa de protegerla, Remy se pegará a ella como una lapa, para fastidio de Bijou, que no ve con buenos ojos sus artimañas.

Si a todo esto le sumamos el hecho de que Remy piensa que Bijou es una hembra leopardo a punto de experimental el Han Vol Dan, el asunto se pone totalmente volcánico. El leopardo de Remy quiere reclamar a Bijou y hacerla suya, pero desconociendo ella sus orígenes la transición no será nada fácil. Entre el afán de protección de Remy y la necesidad de independencia de Bijou, las chispas saltan entre la pareja y la tensión crece con cada capítulo. Lo bueno es que, aunque no pueden evitar provocarse el uno al otro, si es que a ambos les va la marcha, tanto Remy como Bijou reconocen ese invisible lazo existente entre ellos y cualquiera haría lo que fuese por proteger al otro.

No os voy a desvelar más detalles sobre la investigación, la verdadera identidad del acosador, los orígenes de Bijou o lo que sucede entre la pareja… lo que si os puedo decir es que en determinados momentos parecía estar leyendo una novela de mi querida Nora Roberts, y eso ya es decir mucho pues compararla con alguien es un sacrilegio para mí, así que felicitaciones señora Feehan pues como he dicho cada día lo hace mejor y sus novelas para mí son una apuesta segura. Eso así, jamás olvidaré Embrujo. Es historia es un hito para mí.

—Tus habilidades sexuales están al nivel adecuado, así que ahora vamos a trabajar tus aptitudes románticas.

—¿Al nivel adecuado? ¿Has dicho al nivel adecuado? Mujer, realmente estás buscando problemas.

Tengo habilidades superiores en ese campo.

Crítica: Ana Mª Benítez

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Gabe, Jace y Ash son tres de los hombres más ricos y poderosos del país. Están acostumbrados a conseguir todo lo que desean. Absolutamente todo. En el caso de Jace, se trata de una mujer cuyos encantos lo pillan por sorpresa…

Jace Crestwell, Ash McIntyre y Gabe Hamilton han sido amigos y socios en los negocios durante todas sus vidas. Son tres hombres poderosos e irresistiblemente sexys.

Además, Jace y Ash lo comparten todo, lo que incluye a sus mujeres.

Cuando conocen a Bethany, Jace comienza a sentir cosas que nunca antes había experimentado: los celos y una poderosa obsesión que lo traicionan y sobrepasan hasta perder el control.

Jace quiere a Bethany solo para él. Se obsesiona con ser el único hombre en su vida y está dispuesto incluso a poner en juego su amistad de años con Ash. Bethany será únicamente suya. Incluso si esto significa darle la espalda a su mejor amigo.

―¿Cómo te llamas? ―¿Acaso importa? ―Sí importa. ―¿Por qué? ―Porque no tenemos la costumbre de follarnos a mujeres que no sabemos cómo se llaman. ―¿Tenemos? ¿En plural? ¿De qué estás hablando? ¿A quién te refieres? Y yo no me voy a follar a nadie. Ni a ti. Ni a vosotros. Ni a ellos. Ni de coña ―Jace te desea. ―¿Quién diablos es Jace? ―Y yo he decidido que te deseo.

Tanto el pasado como el presente de esta chica han sido muy duros. Ha ido de casa en casa, todas de acogida, el único vínculo que siempre ha mantenido ha sido con Jack, un hombre al que ve y quiere como un hermano pero que no guarda ninguna relación de consanguineidad con él. Pero ya os hablaré de Jack.

Y, eso es todo. Así sin paños calientes. Sin conocerla de nada. Sin saber siquiera quién es, de dónde viene, a dónde va.

Va de trabajo en trabajo, duerme en las calles, algunas veces (si tiene suerte) en algún albergue de caridad y se pasa días y días sin comer.

Jace la ha visto, se ha sentido atraído hacia ella y tiene que tenerla pero como a dónde va él tiene que ir Ash… pues eso. Ash que siente el interés de su amigo por esta mujer en concreto y, ni corto ni perezoso, se tira a por ella como si de una manzana madura se tratase.

Ver la situación de ella, reconocer (y esto es grave) que hoy día hay muchas chicas que malviven por las calles, que duermen en los bancos del parque y se tiran días sin comer hace que piense que me plantee muchas cosas en lo que a nuestra sociedad se refiere.

Creo que tanto Noelia en su día como Maya hoy son mujeres muy valientes que han utilizado el canal literario de forma muy loable para denunciar estos hechos y hacer que la sociedad tome conciencia de cuanto nos rodea.

Con esta carta de presentación bien podríais pensar que la novela va a ir de cómo se lo montan estos tres en esta o aquella escena. ¡Craso error!

Si bien es cierto que la novela no puede empezar de una manera más fuerte: con estos tres haciendo un trío en la habitación de un hotel; también es verdad que esos primeros instantes no me habían preparado para lo que aconteció después.

Esta novela de Maya Banks encierra muchas más cosas y, si bien es cierto que la parte erótica de la misma tiene mucho peso no por ello podemos obviar la parte humana de la misma.

Al igual que me ocurrió en su momento con la novela de Noelia Amarillo, «Quédate a mi lado», publicada también por Terciopelo, me tuve que enfrentar a un personaje (en este caso la protagonista) muy atípico.

Os cuento. Ella es guapa, eso no lo voy a negar, es inteligente, es atrevida y hasta cierto punto ingeniosa

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y divertida. Pero Bethany es una sin techo, al igual que ocurría con Jared. Es una sin techo pero también como Jared tiene su orgullo.

Pues bien, una chica como ella pocas opciones tiene para sobrevivir en un mundo donde si no tienes un nombre no eres nadie.

Pero dejaré este tema de lado porque puede derivar en toda una disertación que podría llevarme páginas y páginas. Ahí os dejo este apunte para que reflexio‐ nemos.

Bueno, pues vista la manera de vivir de Bethany sería lógico pensar que vería las puertas del cielo abiertas cuando Jace se presenta ante ella con la proposición de que sea su sumisa. Cambiar un duro camastro en un centro de acogida (y a veces ni eso) por una cama con sábanas de seda es como un sueño hecho realidad, ¿no?

Pues ella no lo tiene muy claro. Es una persona muy independiente que siempre se ha buscado las habi‐ chuelas por su cuenta pero la atracción que siente por Jace hace que se replantee muchas cosas.

A Jace ya le conocimos en el libro anterior, en «Éxtasis». Me resultó un personaje de lo más atractivo (por su personalidad más que por su físico) pues era lo que se supone que debe ser un hermano: alguien capaz de partirle la cara a su mejor amigo si con ello logra mantener a salvo y protegida a su hermana.

El muro cayó pero lo que desde luego

no ha decaído es la intensidad que KMM le da a sus novelas.

Inquietante y sombría; totalmente intrigante y… de lectura obligada.

Alguien tan protector como Jace es lógico que termine comportándose como se comporta con Bethany. Es controlador, en cierto modo manipulador pero lo que más llama la atención es lo obsesivo que puede llegar a ser. Es obstinado hasta decir basta y solo para cuando consigue lo que quiere. Ahora la quiere a ella y no duda en buscarla incluso debajo de las piedras.

Pero dejando todo esto a un lado hay una cosa que me ha llamado mucho la atención en esta historia y es la reacción tan «anormal» de familia y amigos de él. El único que me pareció coherente con la situación fue Ash y ahora os explico el por qué de este apunte.

Veréis, hablamos de gente pudiente, (¡qué digo pudiente!), ¡estamos hablando de gente a la que le sale el dinero por las orejas! ¿Y ninguno le pone pega a la chica? ¿Ella es desde el primer momento la mujer adecuada para Jace? ¿Os parece lógico que la admitan sin más en el círculo como la novia de Jace? Quizás ahora sea yo la clasista pero lo «normal» y «habitual» en este tipo de personas es que lo primero la miren casi por encima del hombro, lo segundo que muchos le hagan el vacío y lo tercero que investiguen hasta la talla de bragas que usa. Por eso digo que la única actitud coherente en este sentido ha sido la de Ash. ¡Ash, por Dios! Un personaje al que le tengo unas ganas increíbles. Con su pasado, con su manera de ser y de comportarse… ¿no tenéis ganas de leer su historia? ¡Yo estoy contando los días que faltan para que salga «Frenesí»!

«Fervor» ha sido una novela que me ha gustado mucho; una historia que me ha dejado toda pillada por lo que acabo de comentar pero más aún porque el personaje de Jack me ha intrigado (me ha intrigado mucho). Necesito conocer más a este personaje y creo que la señora Banks debería de dedicarle todo un libro a este drogadicto, traficante de estupefacientes y con líos y líos a sus espaldas pero cuyo amor por Bethany le ha hecho cometer una estupidez tras otra.

Una novela con mucho trasfondo que me ha encan‐ tado. Si no la habéis leído tenéis que darle una opor‐ tunidad, creo que os sorprenderá. Tiene diálogos que te llegan a lo más profundo y la trama erótica si bien es importante (las páginas pueden llegar a echar humo…) para mí es totalmente secundaria.

Crítica: Loli Díaz

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A Lydia se le ha encomendado la más sagrada y peligrosa de las misiones: descender al averno y localizar a un dios del sueño antes de que éste revele secretos que podrían aniquilar a toda su raza. Con lo que la protagonista no contaba era con terminar siendo cautiva del más feroz de los guardianes del Inframundo.

A Seth se le está agotando el tiempo. Si no consigue hacerse con la llave del Olimpo y con el corazón de Zeus perderá no solo la vida sino también el alma. A pesar de las muchas torturas a las que ha sometido al dios del sueño que tiene bajo su custodia, no ha logrado arrancarle la información que necesita. Cuando aparece la bella Lydia para rescatarlo, Seth decide cambiar de táctica. Sin embargo, Lydia es la heredera de uno de los poderes más oscuros jamás conocidos. Si falla en su misión, un al ancestral se desatará sobre la Tierra.

¿No había cometido un error demencial al poner la seguridad de esa mujer por encima de la suya? La gente mentía, y traicionaba. Sobre todo cuando el amor estaba de por medio. Solo era una herramienta utilizada contra los débiles. Él lo sabía mejor que nadie.

«Te quiero», decían. Resopló al pensarlo. Palabras huecas, pronunciadas por capullos egoístas incapaces de comprender su significado.

La tal Lydia era como todos los demás: acabaría traicionando a Solin.

Y él le haría un favor al dios.

Se lo demostraría.

Pues que tenga usted mucha suerte, Seth.

Hay una cosa que empieza a escamarme, y mucho, en lo que respecta a los libros de la señora Kenyon. ¿Es que no hay un solo libro en el que su protago‐ nista (en algunos casos los dos) no haya tenido experiencias traumáticas?

Haciendo un amplio recorrido por su bibliografía, y que yo recuerde, NINGUNO. Desde Kirian a Aquerón pasando por Zarek, Valerio y qué se yo cuántos más… no hay una sola historia donde no haya leído sobre vejaciones, malos tratos, violaciones, palizas, linchamientos. Cuando abro un libro de esta autora tengo que concienciarme de que los voy a pasar «putas».

La pregunta también es ¿por qué, aun sabiéndolo, sigo leyendo a esta mujer? Pues porque aunque en alguna ocasión se le vaya la pinza, divague de forma exagerada y mezcle dioses de diferentes panteones, sus historias hacen que por unas horas me vea inmersa en un mundo concebido para el uso y disfrute del lector. No hay un solo libro (por muy malo que algunos lectores digan que es) que lo haya cerrado sin haberme dicho: «¡Caray! ¡Vaya imaginación que tiene la colega!».

Es increíble la manera que tiene de hilar y enlazar unas historias con las otras, de cómo es capaz de tejer libro tras libro un «universo» tan peculiar y

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cómo, cuando tú ya creías que lo tenías todo «visto» te sale con alguna cosa nueva e inesperada que hace que la historia en general pegue un vuelco.

Creo que esto es algo muy importante en una serie tan longeva como es la de sus «Cazadores Oscuros».

Hemos visto la evolución de muchos personajes a lo largo de sus más de veinte títulos; personajes como Aquerón, Artemisa, Nick… personajes que aún tienen mucho que decirnos y de los que libro a libro vamos sintiendo como uno más de la familia.

Curiosamente, en éste, en «El Guardián», es la primera vez que no sale físicamente Ash. Se le nombra implícitamente en alguna que otra escena pero no aparece como tal. Y yo venga a buscar y buscar pero nada de nada. El señor no aparece por ningún lado.

Bueno, a lo que iba, que pierdo el Norte.

Seth. Otro personaje que ha vivido durante miles de años bajo el yugo de Noir. Lo que este «hombre» ha tenido que sufrir en sus carnes lo dejo a la imaginación de aquél que no se haya leído la novela pero seguro que no es nada si lo comparamos con su realidad. Casi sufría en propias carnes el dolor que describía la autora. No puedo imaginarme a nadie soportando tanto en una hora ya no digamos en siglos. Por desgracia, no hay que ir hasta las lóbregas sombras del infierno para saber de estas atrocidades. Si tiramos de la Biblia o de los manuales de historia vemos que el ser humano es capaz de infligir grandes tormentos y que tenemos «tripas sin estrenar». Jesucristo, los judíos bajo el yugo del III Reich… y suma y sigue.

Pero dejando esto de lado, la increíble capacidad que tiene Kenyon para ponerte el estómago por corbata y hacer que se te vuelva del revés y casi quieras expulsar las tripas por la boca, hay algo que esta mujer sabe hacer también genial: dejarnos frases de ésas que nos encantaría escribir en un post‐it y pegarlas por cualquier pared.

Frases que se te clavan en el cerebro y terminas reconociendo de «verdades como templos»

Sin embargo, había algo que él sabía mejor que nadie. Y lo sabía porque se lo habían enseñado de tal forma que jamás lo olvidaría; las palabras eran más dolorosas que los golpes, porque perduraban en la memoria mucho después de que las heridas y los moratones hubieran desaparecido.

Los insultos herían el alma y carcomían el corazón durante toda la eternidad.

Una nueva novela de la reina del suspense romántico ya a la venta.

Una protagonista que se basta y se sobra para salir adelante.

El chico es… un buen extra

No sé si estáis o no de acuerdo con esto pero ahí lo dejo.

En lo referente a la historia de amor que se fragua entre este semidiós que es Seth y Lydia he de decir que pudiera resultar un poco floja si no tenemos en cuenta el dolor que supone para él abrir su alma para dejar que entre en ella una mujer de la que está convencido que le va a traicionar en cuanto se dé la espalda.

Pero si de algo pueden presumir algunas protagonistas de Kenyon es de que son «mujeres» con un corazón que no les cabe en el pecho y cuyo sentido del honor está muy por encima de todo lo demás. Son mujeres, hembras, diosas a veces, que tienen la innata cualidad de hacer que el resto de sus congéneres crean en ellas.

Por lo que respecta a la trama de la novela no se puede hacer referencia a ella sin hablar de la trama global de la serie. Es una historia dentro de la historia, es como la rama de un árbol que si bien parece independiente, al igual que sus hermanas, parte de un mismo tronco y esto, señoras, es lo que hace que cada libro de Kenyon sea de lectura obligada si quieres ver la historia en su conjunto. Cada novela no es sino una pieza más de un puzzle muy complejo y del que son necesarias tener todas y cada una de las mismas si se quiere tener una visión buena de su conjunto.

En esta ocasión el punto central de la historia es una llave y una frase dejada de manera algo casual en la página 77, la clave para resolver el misterio.

Amena y entretenida con una buena dosis de interés para cualquier seguidor de este universo de «cazadores». Si aún no lo conoces…

¿Te atreves a descubrirlo?

Crítica: Loli Díaz

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Decidida a encontrar marido, la señorita Eleanor, Ellie Bowman, asiste a un baile organizado por la duquesa de Greycliffe, a la que todos llaman con cariño «la duquesa del amor». Sin embargo, no hace caso de ninguno de los caballeros a los que la anfitriona ha invitado precisamente pensando en ella.

En realidad, quien le interesa es su elegante hijo, Ned, lord Edward, que ya hace tiempo le robó el corazón… y la hizo arder de deseo. Es Sir Reginald, el gato ladrón de la duquesa, el que le ayuda a hacerse visible al atractivo viudo cuando deja su culote rojo de seda entre los almohadones de la cama de Ned. Después de cuatro años de luto, Ned no quiere encontrar una esposa. A primera vista, el baile de cumpleaños que su madre ha organizado en su honor no le aporta ninguna candidata interesante. Sin embargo, surge en él un sentimiento inesperado por alguien a quien ya conoce bien, Ellie, que de pronto invade sus sueños y que lo hace de la manera más escandalosa.

Aquella mujer era, desde luego, adorable. Menuda de huesos finos, sus rasgos eran perfectos, cabellos de un tono rubio platino y, como colofón, grandes ojos de un azul profundo, enmarcados por pestañas muy largas.

Desde luego se parecía mucho a Cicely, si acaso era incluso más hermosa, y en aquel momento miraba a Ned como si se tratara de un dios griego.

Y él le devolvía la mirada como si ella fuera la respuesta a todas sus oraciones.

Maldición.

Pues sí, ¡maldita sea! Ése es el pensamiento de Ellie en el mismo momento en el que se da cuenta que la anfitriona de la fiesta a la que asiste, la mujer que la ha visto crecer día a día desde que no levantaba un palmo del suelo, la dama a la que todos llaman por el apelativo de «la duquesa del amor», tiene toda la intención de casar al segundo de sus hijos con lady Juliet.

Estos son los antecedentes. Esto sería en resumen el hilo principal de una trama que, a priori, parece manida, repetitiva y un poco tonta.

Estaría de acuerdo con vosotras si no fuese porque, al leer la novela pude notar muchas cosas dichas sin decir entre sus líneas grafiadas.

Veréis, ésta es una de esas novelas con las que me han entrado ganas de tirarla por alto para que botara pero no porque la novela sea todo lo que antes he dicho sino porque el protagonista, lord Ned, directamente me sacaba de mis casillas.

Nuestro Ned es tonto del culo. Sí, está mal decirlo y no es políticamente correcto llamar tonto del culo a nadie pero es que lo es. Además es cegato, le falta un hervor y una buena paliza que al final va a terminar recibiendo de parte de uno de sus hermanos. ¡Ups! Acabo de hacer un spoiler, lo siento.

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A lo que vamos. Ned me sacaba de mis casillas porque en realidad no ve nada de lo que tiene ante sus narices. Y no porque tenga algún problema de visión, ¡qué va! Eso se lo podríamos perdonar. Lo que es imperdonable es que el tío no se de cuenta después de tantos años que Ellie bebe los vientos por él. ¿Y qué es lo peor que un hombre le puede decir a una mujer que está pillada hasta las trancas? ¡Exacto! ―Eres como una hermana para mí.

Mentecato, cabeza de chorlito, pedazo insensible, estúpido, cazurro, bruto… ¿sigo? Mejor no que se me calienta la sangre de las venas.

Desde luego no es posible una desdicha mayor que ver como el hombre al que amas con todo tu corazón desde que eras una niña está pensando en casarse (otra vez) con otra.

Este es un detalle importante, ¿no creéis? No tuvo bastante con ver como Ned se casaba con su mejor amiga sino que ahora tiene que soportar día a día que le haga la corte a otra mientras a ella se le desgarra la piel y su corazón vuelve a resquebra‐ jarse por las mismas grietas que en su día se abrieron y tanto le ha costado reparar. Ningún cardiocirujano puede recomponer un corazón así.

Lo he pasado muy mal leyendo como Ellie se ocultaba del mundo para proteger sus sentimientos y a ella misma. Lo he pasado peor viendo como con cada acción de Ned a ella se le iba un poco más la vida, la ilusión… pero lo he pasado aún peor viendo como ella, en su intento de asir la felicidad y aferrarse a su esperanza de ser madre intenta por todos los medios prestar atención a los otros hombres que la rodean para encontrar un candidato más o menos adecuado que pueda hacer que cumpla su sueño, ser madre. ¡Jesús! Leer estas cosas pueden conmigo porque me pongo en su lugar y veo que está sufriendo realmente por no poder tener lo que siempre ha anhelado.

La historia de estos dos, como ya he comentado, es simple pero las palabras con las que va desarrollando la historia su autora son muy hermosas y cada sentimiento mostrado a lo largo de sus páginas son muy bonitos.

Pero no todo en esta novela es el sufrimiento de Ellie y la «» de Ned. Para nada.

«Nunca dejes el amor de lado» es toda una declaración de intenciones.

Romántica, sensual, apasionada, una novela erótica con tal intensidad de emociones que te quitará el aliento

Sally nos ha regalado unos secundarios de excepción que le da a la novela muchos toques de humor. Conversaciones entre los padres de Ned que hacen que la novela tome giros que, aunque esperados, siguen siendo (en cierto modo) sorprendentes porque a estos dos nadie «se las da con queso».

Uno de los personajes que más me han gustado es el de Jack. Es intuitivo, es ingenioso, es un soltero empedernido, es el fiel amigo, el hermano chinchón y uno que, aunque no lo parezca, tiene la cabeza bastante bien amueblada.

Otro es el de Ash. ¡UF! La de cosas que tendrá que decirnos Sally de él. Su historia, de la que se va dando pequeñas pinceladas, me tiene intrigada.

Quiero saber qué leches pasó entre él y Jess, su esposa, a la que no ve desde hace años, desde la misma noche de bodas.

Esta novela es como un punto de partida. Es como el tronco del árbol del que se ramifican varias historias. Algunas se resuelven en este libro pero otras quedan totalmente abiertas y por ello ya estoy deseando leer el siguiente libro de la serie.

La autora nos deja en ellas diálogos muy buenos pero ninguno me impactó tanto como el que acontece en la página 368. En serio, me encantó.

Ned recibió lo que se merecía y Ellie pasó a convertirse en una de las diosas de mi Partenón particular. ¡Qué buena fue esa escena! En los primeros momentos me impactó tanto que me quedé sin saber cómo reaccionar pero al final terminé riendo a mandíbula batiente y confirmando que Dios existe.

Con esta novela me ha pasado lo mismo que alguna otra, me he cabreado. Y me he cabreado mucho porque yo, de haber sido la duquesa, hubiese cogido a estos dos de un puñado, encerrado en una habitación a media luz y que la naturaleza hubiese seguido su curso.

Los hombres pueden ser verdaderamente estúpidos.

Suerte que los gatos… no lo son tanto. Cuando leáis la novela entenderéis esta afirmación; no perdáis de vista a Sir Reginald bajo ningún concepto. Este minino es muyyy listo. ;‐) Crítica: Loli Díaz

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Fleur Savagar es la mujer más maravillosa del mundo… para todos salvo para ella misma.

Con sus manos y sus pies demasiado grandes, su cabellera rubia y sus bonitos ojos verdes, tiene una vida llena de secretos que se remontan a antes de su nacimiento, ya que es hija natural del gran actor Errol Flynn.

Jake Koranda es el actor más seductor de Hollywood. Talentoso y de carácter difícil y atormentado, no tiene paciencia con las muchachas glamurosas. Pero en esta chica brillante hay algo más que brillo, y Fleur tiene más para dar de lo que Jake esperaba. Por difíciles que se pongna las cosas para ella, está decidida a descubrir qué clase de mujer está destinada a ser. ¿Podrán dos seres tan distintos el uno del otro confiar en sus sentimientos en la tierra de los sueños rotos?

La novela que estábamos esperando ver publicada en España las fans incondicionales de SEP, la historia de los padres de Meg Koranda.

―Lo que pasa es que eres una consentida., eso es lo que eres. Has teniedo lo que has querido, y sin mover un dedo para conseguirlo. ¿Te das cuenta de lo inmadura que pareces cuando dices estas cosas? Sería diferente si te marcaras un objetivo, pero ni eso te interesa. Cuando tenía tu edad sabía exactamente lo que quería de la vida y me moría de ganas de hacer lo que fuera para conseguirlo. ¡WOW! Pedazo de novela la que me he metido entre pecho y espalda. Una de esas novelas que hacen que tengas el síndrome del libro de después.

Una novela que te quitan las ganas de leer algo nuevo porque aún tienes ese regusto en la lengua de algo bueno y, quizás, insuperable.

Como en el 99% de los casos… SEP no decepciona.

Y creedme si os digo que aquí la historia de amor para mí se hace efímera porque la historia de ella, la historia de Fleur… ¡ay, mi madre! ¿Se nota por mis palabras que me ha maravillado? ¡Leches! Historias así no se leen todos los días. Los antecedentes de la historia, la breve historia que Susan nos describe durante los primeros capítulos y que no tienen a Fleur como protagonista son vitales para entender muchas cosas. Son vitales para darte cuenta de odios, celos, abandonos…

La novela arranca hablándonos de Belinda, la madre de Fleur de quién era de en qué se convirtió y como termina donde termina. Esa parte de la novela lejos de resultarme pesada fue la que me atrapó porque no sabía por dónde iba a salir la autora pero sin duda alguna le da mucho más que consistencia a todo.

Personajes que tienen la gran cualidad de hacerse imprescindibles aunque pases decenas de páginas en las que ni aparecen. Personajes tan reales como la misma vida. Personajes con un lado oscuro y otros con su parte tierna y dolorida.

Madre mía, madre mía. No sé ni por dónde continuar si por la verdadera protagonista de la

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historia, por su madre, por él, por su hermano o… por sus «santos» padres. Y no, no me he vuelto loca. Los «padres» de Fleur son dos. Uno de ellos un inconsciente al que Susan ha retratado bastante bien y del que solo hace falta tirar de hemeroteca y el otro un cabrón sin sentimientos que además da la sensación de que lo enviste con cierto aire pedófilo.

Aunque si al caso vamos, ambos los son.

Lo que he podido llorar con esta historia. Lo que esta mujer siempre logra transmitir ya sea a través de escenas cargadas de humor o de escenas cargadas de buenas dosis dramáticas. Es que la novela no tiene desperdicio. Más bien le faltan páginas. Me hubiese gustado saber mucho más de lo que se cuenta sobre Jake durante unos años en los que su personaje desaparece de escena. ¿Y Belinda? Vaya secundaria que se ha sacado de la manga la buena de Phillips. Su personaje es primordial. Lo que parece una madre abnegada en los mismos inicios resulta ser una inconsciente que se preocupa más de su propio mundo que de las personas de las que debería preocuparse. Su personaje es de ésos a los que les tienes lástima y eres incapaz de reprender porque en el fondo sabe que las cosas que hace son sin malicia alguna aunque no sean las mejores decisiones que una mujer debe tomar. Es de esas personas que viven en su mundo de Yupi (Lala, disculpa que tome prestado tu título), Belinda y su mundo de Yupi, y necesita desesperadamente que cada persona de su mundo ocupa el lugar que ella necesita que ocupe y no el que realmente tiene. Belinda es capaz de llevar hasta las últimas consecuencias sus disparata‐ dos planes, de manipular a su propia hija y a quien se le cruce en el camino, de mentir, de engañar…

Todo eso más pero lo hace sin maldad, lo hace inconscientemente porque en el fondo, Belinda es una cría en el cuerpo de una mujer adulta.

Y es por la forma de ser de Belinda que Fleur se convierte en lo que se convierte; es por ello que

Fleur toma las decisiones que llega a tomar y es por ella que se siente traicionada, manipulada y con sus sueños hechos trizas. ¡Y qué personaje el de Fleur! Pedazo de tía en la que se convierte. Vaya mujer con pantalones bien puestos y bemoles. Lo que he disfrutado con ella.

Belinda y Fleur son las dos caras de una misma moneda. Belinda es débil donde Fleur es fuerte, dura como una roca y capaz de reinventarse a sí misma. Fleur es independiente donde Belinda demostró ser del todo dependiente.

Dulce, entretenida y misteriosamente romántica con personajes creíbles y una trama de suspense bastante aceptable. Si echaste los dientes con Deveraux… no te la puedes perder.

En serio, chicas, tenéis que leeros este libro.

«Una chica brillante» es toda una lección de vida. Es todo un compendio femenino, un libro de cabecera mejor que uno de autoayuda para saber que, por muy mal que parezcan las cosas y por peor que se puedan poner, siempre se sale si una cree en una misma. Susan ha sabido exponernos en esta novela muchos de los principios básicos de lo que debe ser una mujer fuerte e independiente a través de las experiencias de Fleur y de los errores que nunca deberíamos permitirnos ni decisiones que jamás deberíamos tomar por resultar más simples y que nos pueden llevar a amargarnos totalmente la vida.

Belinda es toda una luchadora al igual que Fleur, pero a su modo. Hubo momentos que su personaje me parecía tierno y otros en los que realmente llegué a odiarla.

El momento estelar para mí de esta novela es la conversación que Fleur escucha desde un pasillo oscuro y que es mantenida por Belinda y Jake. Es el punto de inflexión de la novela. Es el momento cumbre y el punto de inflexión de la vida de Fleur. ―Me pusiste a tu hija en la puerta para que siguiera la

cura de cama recomendada por mamá. Dime una cosa Belinda: ¿Vas a comportarte siempre así? ¿Probarás primero a los amantes de tu hija? ¿Les harás audiciones para asegúrate de que son aptos para meterse en la cama de tu niña?

Decidme si después de oír algo así no haríais lo que hizo Fleur: coger el petate, largarte a la otra punta del mundo y… desaparecer del mapa. Como ésta nos vamos a encontrar muchas otras escenas trascendentales.

Me he dejado para el final a Michael, el hermano de Fleur, no os lo quitaréis de la cabeza desde el mismo momento en que aparece por primera vez en «escena». Tiene mucho que decirnos.

«Una chica brillante» es una increíble y maravillosa historia que no te puedes perder.

Crítica: Loli Díaz

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Miranda Ellis es una belleza pelirroja, dinámica e inteligente, que esconde un terrible secreto. Marcada desde la cuna por un don poderoso e indomable, está convencida de haber causado la ruina de su familia. Para sobrevivir, decide hacerse pasar por un pilluelo más de los muchos que merodean por las callejuelas del Londres victoriano. Pero todo cambia cuando la obligan a contraer matrimonio con el misterioso lord Benjamin Archer, un hombre muy temido que oculta su rostro tras una máscara.

Aunque Archer debería protegerla del maleficio que pesa sobre él, es incapaz de resistirse a la chispa que se prende cuando la conoce. En contra de todo lo esperado, Mirando sucumbirá a la intensa atracción que comparten y, poco a poco, descubrirá la ternura que su esposo alberga en su interior. Pero cuando Archer se convierte en el principal sospechoso de una serie de muertes, Miranda se verá tentada a indagar en su pasado para salvarlo y tendrá que adentrarse en un mundo de magia tenebrosa, donde ella pordría ser la siguiente víctima.

―Creo que me gusta usted, Miranda. Muy a mi pesar, me cae bien. Así que voy a darle un pequeño consejo: si quiere conservar a su esposo, no crea nada de lo que oiga. Todo el mundo miente. Sobre todo él. Si piensa que, de ese modo, la protege, no dudará en emplear excusas de lo más peregrina para tenerla a oscuras. No se lo permita, o correrá el riesgo de perderlo por completo. ¡Anda! No me diréis que no es buena carta de presentación para ponerte los pelos como escarpias. Después de leer la sinopsis encontrarse con una frase contundente como ésta… ¿No os da por querer indagar entre las páginas lo que Kristen Callahan nos tiene que decir?

Pues os voy a contar mi propia experiencia y a ver si soy capaz de despertar vuestro interés.

A mí esta novela me trajo de cabeza buena parte del tiempo. La autora me tenía del todo perdida porque no era capaz de que mi cerebro procesase de manera adecuada lo que está escrito (sin estar realmente escrito) y oculto entre sus páginas.

Esta novela es como una mezcla de «Una rosa en invierno», «El fantasma de la ópera» (que casualmente es el libro que ocupa nuestra sección de La Cápsula del Tiempo), «La bella y la bestia» y, yo diría que también tiene unos ramalazos de «El retrato de Dorian Grey».

Los personajes que aparecen en ella son muy extraños pero ninguno como el protagonista, ninguno como Archer. A cada paso que daba me hacía descolocarme más. Por mi mente pasaron todas y cada una de las posibilidades. Todas menos «lo» que era. Y no, no me he equivocado de artículo. Llegué a pensar que era un vampiro, un hombre lobo; llegué a pensar que había habido un accidente y que tenía medio cuerpo totalmente destrozado; llegué a pensar que bien podría haber realizado un experimento y que esa parte oculta de su cuerpo habría quedado del todo destrozada… Yo qué sé la cantidad de cosas que se me ocurrieron.

Y no di en el clavo ni por asomo.

RománTica'S 94

La historia que nos ofrece Callihan es el mejor rompecabezas al que me he enfrentado en mucho tiempo y mirad que he leído libros que he tenido que ir montándolos pieza a pieza pero sabía dónde ir encajándolas para darles sentido finalmente a la imagen de conjunto. Con el de Kristen no me ha ocurrido eso. Era como un muro de cemento armado en el que me estrellaba la cabeza una y otra vez. Y otra más.

Por aquí encajaba una pieza, pero la de al lado tenía que volver a cambiarla de sitio. No sabía por dónde encajar el Club, el West Moon Club, cuando parecía que podía ser esto… resultaba que no iba bien encaminada. El personaje de Ian Mckinnion tampoco me cuadraba. ¿Era «eso» o no era «eso»?

Pero el que desde luego me ha traído de cabeza es la figura de Archer.

No me había tropezado jamás con un… (disculpad, no puedo desvelarlo porque sería el mayor spoiler habido y por haber).

La relación de ellos es del todo inusual. Ambos se sienten atraídos hacia el otro. Cuando están en la misma habitación la tensión sexual se palpa y… ¡se masca! Pero no terminan de concluirla. Son incapaces de dejarse llevar y terminar lo que empiezan por una serie de miedos incontrolables de ambos y esto me creaba una frustración que ni siquiera podéis llegar a imaginar. ¿Me ha gustado la novela? Bastante. ¿Estoy deseando leer la siguiente de la serie? Sí ¿Por qué? ¿La historia no se cierra? Uy, ya lo creo que se cierra pero queda más de un cabo suelto y… ¡menudos cabos que quedan abiertos!

A lo largo de la novela me encontré con varias cosas y varios personajes que podrían lugar a que esta serie mantuviese al lector expectante y en espera de las siguientes entregas y estoy segura de que Mckinnion es el eje central de alguna de ellas.

Este personaje llama la atención desde el mismo momento en el que aparece. Su magnetismo es

indiscutible y lo mejor es que puede llegar a ser muy sutil y sibilino o bien todo un huracán, no tiene término medio el «chaval».

Pero vuelvo con lord Archer. Es un personaje ator‐ mentado por su pasado. Por cosas que ha hecho de las que no tiene ninguna intención de hablar. Es un puzzle dentro de otro puzzle. Su aspecto debajo de la máscara es lo que más me intrigaba pero no cuadraba para nada con lo que era capaz de hacer.

La serie «Cazadores Oscuros» de Kenyon se ha convertido en leyenda. Cada libro te adentra un poco más en el misterio de los panteones y los dioses que los componen.

Imprescindibles en una biblioteca paranormal

Desde luego creo que la autora ha sabido cómo mantener en un brete al lector con respecto a él. Ha sido muy hermética, demasiado a mi parecer, con respecto a su persona. Archer tiene muchas cosas guardadas pero descubrir sus secretos es lo que le hace más interesante. Ver como poco a poco se va desgranando su verdadera personalidad es lo que hace que te digas una página más antes de cerrar el libro que me tengo que ir, que tengo que comer… que tengo que dormir.

Para mí el personaje de ella (en comparación) es simplón porque desde el mismo principio sabe lo que oculta: ella genera fuego. Si se enfada, si se siente atacada… es capaz de crear ondas de calor que pueden llegar a matar porque convierte a su víctima en una antorcha andante. Desde el mismo inicio, aunque es reacia a casarse con un desconocido, se siente atraída hacia él, atrapada en sus redes, total y absolutamente arrastrada hacia su oscura personalidad.

Dicen que las comparaciones son odiosas pero es inevitable comparar a las dos criaturas que nacen de la misma pluma y son las protagonistas indiscuti‐ bles del mismo espacio literario.

También he de añadir que es muy complicado intentar decir cosas sin llegar a desvelar nada del meollo del asunto y que he tenido que reescribir muchos de los párrafos y eliminar otros tantos para que no se me escapara realmente lo que la autora ha querido ocultar al lector y que desvela de forma tan «extraña» al final. Yo para nada me esperaba ni lo que él es ni quien se oculta en las sombras; como tampoco me esperaba que hubiese más misterios que resolver ni de que hubiese «algo» más.

Lo dicho, muy difícil decir sin decir. Y una de las mejores frases no puedo usarla porque desvela demasiado. No obstante… sí os voy a dejar la página donde se cita por segunda vez: 327.

Para las amantes del género paranormal y suspense deciros que os gustará porque su autora ha tejido una trama bastante complicada que no te deja descansar hasta averiguar qué demonios ocurre.

Crítica: Loli Díaz

95 RománTica'S

SUSPENSE

PARANORMAL

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RománTica'S 96

ERÓTICA

Los más vendidos

Sept - Oct 2013

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Histórica

Juvenil

Erótica

Paranormal

97 RománTica'S

RomรกnTica'S 98

Las librerías deberían estar señalizadas en los mapas como zonas peligrosas.

Marcadas como establecimientos poco recomendables. Como anomalías

sospechosas en la geografía comercial.

Nadie sabe explicar a dónde conduce la

puerta de una librería.

Por eso los que entran tardan tanto en salir. Se han perdido. A veces, para siempre. Los libreros son gente extraña. ¡Abrir una librería! Piénsalo, hermano.

Mira a derecha e izquierda. Consulta el reloj. El móvil. Lo que sea. Mueve ese culo. Disimula.

Ginebra Freire se sentía afortunada. Lo tenía todo: un trabajo que le gustaba, un marido al que adoraba, estaba a punto de ser madre… Pero en pocos días lo pierde todo y a punto está, incluso, de perder la vida. Durante una visita a un museo sufre un accidente, y…

Carla Monzón es una man‐ gaka hentai que a sus escasos veinte años se siente de vuel‐ ta de todo. Su padre la aban‐ donó cuando era pequeña, y debe cuidar de su madre, que sufre alzheimer precoz.

Su único amor la rechazó poco antes de que un suceso terrible la dejara incapaci‐ tada para relacionarse.

Cuando una joven psi Sarah James se trasladó a brutalmente torturada París durante su aparece inconsciente frente adolescencia. Allí se a la sede de la Fundación introdujo en el mundo del Shine, su director, Devraj diseño y la moda y hoy, a los Santos, comprende el peligro veinticinco años, es que supone. Probablemente propietaria de una línea de calzado con el que sueñan es una infiltrada del Consejo las mujeres de medio Psi con la misión de mundo. liquidarle cuanto sea

Jace Crestwell, Ash McIntyre y Gabe Hamilton han sido amigos y socios de negocios durante toda la vida. Son poderosos e irresistiblemente sexys.

Además, Jace y Ash lo comparten absolutamente todo... incluso sus mujeres.

Ahora es el turno de Ash.

¿Vas a entrar? No me jodas. ¿Vas a entrar, de veras, en una librería?

Manuel Rivas

99 RománTica'S

Érase una vez un apuesto y A sus veintiséis años, Maribel Ana y Nekane regentan un encantador lord que trataba Baldini debe hacer frente a estudio de fotografía en el de encontrar el amor una serie de desafortunados casco antiguo de Madrid. Un verdadero interpretando el acontecimientos que la día se declara un incendio en papel de un decidido Romeo. obligarán a rehacer su vida. su edificio y, aunque están Una noche, durante un baile Mientras tanto, el acostumbradas a trabajar con de máscaras, se topa con carismático y seductor modelosde lo más glamuro‐ Sophie Fortin, su hermosa abogado Franco Ferrero sos, no pueden dejar de Julieta. irrumpe en su vida y la marca sorprenderse ante aquellos para siempre… valerosos «machomanes»

Tras acabar la carrera, Elsa, Shanna, Rocío y Celine, se vuelven a reencontrar en la boda de Aída. Aquella noche tras brindar por la felicidad de la novia, tumbadas en el frío césped del hotel Ritz, se prometen que su amistad será irrompible.

RománTica'S 100

En esta última entrega, ella El duque de Shelford es un hombre implacable que no está dispuesta a entregarse a él para siempre, a dar el paso conoce el significado de la definitivo. Su amor es palabra «clemencia». profundo, su conexión Acostumbrado a tener todo infinita y parece que ha cuanto desea, se encapricha aceptado que nunca va a de Eleanor, una joven poco convencional que lo mira con poder dominar a la fiera que Jesse lleva dentro, pero Ava una mezcla de odio y empieza a preguntarse si desfachatez. quizás…

Daisy Lake no es más que un recuerdo de su infancia para el exitoso abogado Gavin Carmichael. Sin embargo, no es capaz de olvidarla. «En lo bueno y en lo malo, por siempre jamás, pase lo que pase, permaneceremos juntos…»

Esta historia empieza con un gato llamado Tesoro.

Aunque, como empieza de verdad, es con la chica que le gusta al chico que cuida de Tesoro. Y no es una historia de “chico conoce chica…”, porque Sergio y Sofía ya se conocen, mucho; de hecho fueron novios en el instituto.

Pero han pasado diez años…

Mil años de convivencia con mi Bestia fueron suficientes para saber que se traía entre manos algo raro. Si no, ¿a cuento de qué se desataba y no atacaba? ¿Por qué me despertaba siempre en el mismo sitio, frente a ese chalet? Esos episodios se repitieron durante la última década, pero en los últimos meses…

Kasie Fitzgerald es una adicta Después de la muerte de su Sir Nathaniel Gascoigne viaja marido, la bella y exótica lady a Londres con su hermana y al trabajo con una carrera su prima con la intención de Anisha Stafford decide imparable en una consultora buscarles maridos a ambas y internacional. Está prometida regresar a Londres con sus dos hijos para reunirse con su luego regresar a su hogar en con un hombre bien Yorkshire donde espera hermano, miembro de una relacionado que encanta a estar, por fin, solo y sociedad secreta y sus padres. Todos saben que tranquilo. Una vez en la legendaria. Pero en lugar de Kasie es seria, prudente, capital… él, quien aparece a recibirla pragmática y quizá un poco es… predecible. ¿O no?

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Tras un largo y arduo viaje a Alexandria no está muy En la Ciudad de la Luz, dos la ciudad natal de, Rose segura de si llegará a su amantes desventurados Hathaway regresa por fin a la dieciocho cumpleaños, a su luchan contra un destino que Academia St. Vladimir donde Despertar. Una orden de pretende separarlos una y retomará a su vida como fanáticos ya olvidada quiere otra vez por toda la ternidad. estudiante y volverá a ver a matarla y, si el consejo Cuando los padres de Kate Lissa. La graduación se acerca descubre lo que realmente Mercier mueren en un y las chicas no pueden ocurrió en las Catskills, todo trágico accidente, ella deja esperar a que su vida habrá terminado para ella… y atrás su vida para irse a vivir comience más allá de las también para Aiden.… con sus abuelos. Para Kate, la puertas de la academia... única manera de sobrevivir al

dolor que encuentra es…

En Inevitable desastre la vida Dicen que una isla es el lugar ideal para perderse. Yo tuve de Travis es una espiral de que llegar al inhóspito Sark, mujeres, apuestas y un islote con quinientas violencia. Y, justo cuando se almas en el canal de la considera invencible, Abby Mancha, para encontrarme a Abernathy consigue derrotarlo. Pero toda historia mí misma. Todo empezó una mañana gris de octubre tiene dos caras y ahora ha cuando por fin conseguí que llegado el momento de una embarcación me llevara conocer la historia a través desde la isla vecina de de los ojos de Travis.

Guernsey...

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Vob!cboeb!tpopsb!qbsb!uv!opwfmb!

¡Hola! Esta vez me gustaría dedicar este espacio para una saga de juvenil paranormal que está teniendo mucho éxito. Me refiero a la saga Lux, y en concreto a su primer libro, Obsidian. La autora, Jennifer L. Armentrout, ha conseguido realizar algo difícil con respecto al boom del romance paranormal, y es escribir acerca de aliens.

Sí, alienígenas. El protagonista masculino de la saga, Daemon, no es de la Tierra, y la protagonista femenina, Katy, no lo va a tener nada fácil tras conocerle por primera vez.

El tema que he escogido para acompañar al libro no es otro que E. T. de Katy Perry, y creo que al ver la letra os daréis cuenta de por qué.

You're so hypnotizing / Eres tan hipnótico Could you be the devil, / Podrías ser el demonio Could you be an angel / Podrías ser un ángel Your touch magnetizing / Tu toque es magnético Feels like I'm floating, / Siento que estoy flotando Leaves my body glowing / Me deja el cuerpo brillando Desde la sinopsis se puede entrever que Katy y Daemon son como dos polos opuestos; chocan, hay química, física o como lo queráis llamar. Él, por supuesto, intenta alejarse todo lo posible, pero nuestra protagonista, la cual tiene aficiones como escribir reseñas de libros en su blog, no se lo va a poner nada fácil.

You're from a whole 'nother world / Eres de un mundo distinto A different dimension / De una dimensión distinta You open my eyes / Me abres los ojos And I'm ready to go, / Y estoy preparada Lead me into the light / Llévame a la luz La letra, como podéis ver, le va como anillo al dedo. Cuando hay tanto sentimiento de por medio, tu procedencia pasa a segundo plano, aunque esta vez para nuestros protagonistas no va a ser así. Daemon y Katy tienen un destino entrelazado; conocerse marcará un antes y un después en sus vidas, un comienzo y un fin.

Boy, you're an alien, / eres un extraterrestre Your touch so foreign / tu toque es extraño It's supernatural, / es sobrenatural Extra-terrestrial / extraterrestre Katy se muda a Virginia Occidental y ello desencadenará una serie de acontecimientos que no dejará a nadie indiferente. Tras ser salvada por Daemon se adentrará en algo que escapa de sus manos, ya que Daemon y su hermana están en Virginia por una buena razón. Ni son normales ni son humanos, pero sienten. Y puede que esa capacidad sea al final su ventaja o su condena.

OBSIDIAN Jennifer L. Armentrout Cuando nos mudamos a West Virginia, justo antes del último curso de instituto, creía que me esperaba una vida aburrida, en la que ni siquiera tendría inter‐ net para actualizar mi blog literario. Entonces conocí a mi vecino, Daemon. Alto, guapo, con unos ojos verdes impresio‐ nantes… y también insufrible, arrogante y malcriado.

Pero eso no es todo. Cuando un desconocido me atacó, Daemon congeló literalmente el tiempo y me confesó que no es de nuestro planeta.

Sí, lo habéis leído bien. Mi ve‐ cino es un alienígena sexy e inaguantable. Resulta que, ade‐ más, él y su hermana tienen una galaxia de enemigos que quie‐ ren robar sus poderes. Y, por si fuera poco, ahora mi vida corre peligro por el simple hecho de vivir junto a ellos.

Artículo: Tamara Arteaga

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TITULO ORIGINAL Just Wright AÑO 2010 DURACIÓN 99 min.

PAÍS EE.UU. DIRECTOR Sanaa Hamri GUIÓN Michael Elliot MÚSICA Rosey FOTOGRAFÍA Terry Stacey

REPARTO Queen Latifah, Common, Paula Patton, Pam Grier, Phylicia Rashad, Michael Landes, Mehcad Brooks, Laz Alonso, James Pickens Jr. PRODUCTORA Fox Searchlight Pictures GÉNERO Comedia Romántica

Atención lectoras, en este número nos hemos decantado por el terreno deportivo y las relaciones que pueden establecerse entre, por ejemplo, jugador y fisioterapeuta. Jugada perfecta narra una historia romántica de superación cargada de buenas intenciones y valores. Un romance que se desarrolla en un marco deportivo inigualable, la liga NBA de baloncesto.

«Jugada perfecta» (Sanaa Hamri 2010) es una historia romántica protagonizada por la carismática Queen Latifah que transcurre en la ciudad que nunca duerme, Nueva York. ¿Qué no pasa en nuestra urbe favorita? En ella vive y trabaja Leslie Wright (Queen Latifah), una fisioterapeuta de gran talento y buen talante que dedica su tiempo libre a reformar su nuevo hogar y a estar pendiente de las chapuzas que le hace su padre, eso sí, con sus mejores intenciones. La cuestión es que esta chica urbana de 35 años sigue

con el corazón libre y le gustaría encontrar, aunque suene a tópico, al hombre de su vida. Así de sencillo. Leslie está cansada de conocer a chicos cita tras cita para que al final la cosa se resuma en la misma frase: Es que… acabo de salir de una relación y todavía no estoy preparado. Pero podemos quedar, eres un encanto. Vamos, la amiga perfecta. En la tesitura entre seguir con la búsqueda o quedarse como está, contenta consigo mismo y con su vida, que no es poco, el destino le tiene preparada una jugadita digamos que ‘perfecta’ aunque no comience de la mejor de las maneras.

Seguidora incombustible de los Nets, Leslie acude a uno de los partidos del equipo de Brooklyng acompañada de su amiga Morgan, una atractiva «cazamaridos» que no da golpe, y ni falta que le hace, porque es guapísima, ¿qué más quiere?

Cuando acaba el partido, Leslie se dirige a casa no

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sin antes hacer una parada en una gasolinera para repostar. Mientras se dedica a la tarea, ve cómo se acerca un precioso Mercedes del que se baja nada más y nada menos que la estrella de su equipo favorito, Scott McKnight (Common). Leslie no da crédito a lo que ven sus ojos pero reacciona rápido y enseguida entablan una conversación. Aunque la buena sintonía entre ellos sucede desde el inicio, después, Scott se decanta por Morgan, la guapa.

Pero ahí no queda todo…

Cuando la carrera de McKnight recibe un fuerte revés, el multimillonario jugador de baloncesto descubrirá que sólo podrá confiar en Leslie para recuperarse y volver al terreno de juego. Será así como ambos comiencen una relación de amistad basada en la confianza y el mutuo apoyo que finalmente derivará en algo más íntimo.

Tanto Queen Latifah como el rapero Common muestran su lado más carismático en esta historia.

Ninguno de los dos encarna el prototipo de actor al que estamos acostumbrados al ver películas de este tipo en cartelera. Sin embargo, eso no significa que la historia sea menos interesante o le falte algo. Todo lo contrario. Al final la pareja transmite al espectador una química especial.

Drama, auto‐superación, sacrificio y apoyo en los demás para encarar mejor el futuro, eso es lo que muestra Jugada perfecta.

En cuanto a los secundarios que rodean a la pareja protagonista destacan la madre de la estrella deportiva, la atractiva Pam Grier y la actriz Paula Patton en el papel de la superficial Morgan. A estas añadimos caras archiconocidas del mundo de la NBA como las súper estrellas Kobe Bryant y Lebrun James o entrenadores como Mike Fratello o Stan Van Gundy. En este sentido, los seguidores de este deporte se verán atraídos por esta historia de drama y romance que apuesta por los patrones tradicionales con los que se conforman este tipo de películas.

Artículo: Mónica Liceras

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«Series incompletas y mucho sin publicar en España de una autora de siempre»

Novelas como Amantes furtivos, Seda y acero, Pecado perfecto, Sin corazón, El secreto… engrosan las listas de los libros leídos por aquellos que somos fieles seguidores de la literatura romántica desde hace ya muchos años.

Las tramas elaboradas, los personajes complejos y las situaciones difíciles en las que la autora pone a sus protagonistas a lo largo de toda la historia son siempre una baza a favor a la hora de decantarnos por sus novelas, puesto que somos muchos los que buscamos este tipo de narrativa: historias de amor escritas con calidad y profundidad en el argumento.

Kat Martin está licenciada en Antropología e Historia por la Universidad de California, en Santa Bárbara. Antes de dedicarse a la escritura, trabajó durante muchos años como agente inmobiliario, y en esa época conoció a su esposo, Larry Jay Martin, autor de varias novelas de misterio y westerns. Como ella misma afirma en las múltiples entrevistas que le han hecho a lo largo de su

carrera literaria, es una ávida lectora —¿y quién no en este mundillo?— a la que desde siempre le han gustado los libros. Tras darse cuenta de que su mente comenzaba al hilvanar argumentos de su cosecha, llegó a la conclusión de que el siguiente paso a seguir era escribir sus propias historias. Sin embargo, hasta 1985 no se decidió a dar ese gran paso, lanzándose con una novela de corte histórico, La aventurera.

Desde entonces, Kat Martin ha escrito la no desdeñable cifra de cincuenta y dos títulos, compaginando el subgénero histórico con el contemporáneo, el suspense e incluso algunas pinceladas de paranormal. Una extensa obra repleta de series, tales como Corazón, Collar, Litchfield, Clayton, Kingsland, Sin corazón, Garrick…, aunque en su haber también tiene varios libros independientes. Al igual que todas las grandes, es miembro de Romance Writers of America. Y como no podía ser de otro modo, su vasta bibliografía y la calidad de sus novelas le han hecho figurar

con regularidad en las listas de los libros más vendidos del New York Times, amén de haber sido publicada en más de veinte países.

Sí, hasta aquí todo muy bien pero…, porque hay un gran «pero». Dejando a un lado el hecho de que su última publicación en España —y no estoy hablando de reediciones— fue Corazón audaz, allá por la década pasada (en concreto, el año 2009), ¿qué pasa con todas esas series que han quedado inconclusas o, lo que es más sangrante, descabaladas en su orden correlativo? Voy a hacer un resumen rapidito para que quede claro: serie «Garrick» (histórica), solo está traducido Una tierna venganza, el segundo libro de los tres que la componen; serie «Kingsland» (histórica), Pasiones peligrosas, el segundo de los dos que la componen; serie de suspense‐ paranormal, El secreto, el ¡tercero! de los tres que la componen; series «Southern», «Sinclair», «Bride» (histórica) y «Raines of Wind Canyon» (suspense), ¡ni uno!

Sección de autoras: ¿Autora en el olvido?

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1º y 3º Serie GARRICK Pero vamos a ver…

¿Qué está pasando? ¿Por qué los lectores, el último aunque más importante eslabón de esta cadena, siempre somos los peor parados? ¿Por qué tenemos que sufrir las consecuencias de estas decisiones tomadas de una forma tan arbitraria?

Si hacemos el esfuerzo, podemos llegar a entender que es imposible publicarlo todo, el mercado manda y los derechos de traducción de autoras consagradas deben de costar una pasta, pero ¿publicar libros de una serie sin orden ni concierto? Eso no lo entenderé por mucho que me lo expliquen. Quizás, solo quizás, porque no tiene una explicación plausible.

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Serie AGAINST

1º y 2º Serie PARANORMAL

El libro: El fantasma de la Ópera de Gastón Leruox

Esta novela ha sido adaptada para la gran pantalla varias veces. Pero en mi memoria aún queda impresa la imagen de ese fantasma en blanco y negro asomándose a la ventana. No me preguntéis por qué pero me tiré un mogollón de noches durmiendo con la luz encendida e intentando hacerlo en la cama de mis padres.

Tenía un miedo horrible a que ese ser se colara por mi ventana mientras dormía. Tenéis que comprender, solo tenía cinco años y aquella imagen casi hizo que volviese a hacerme pis en las bragas. Comprendo que alguna de vosotras en estos momentos se revuelque de las risas. Han pasado muchos años y el efecto, os juro, no es el mismo.

•Gastón Louis Alfred Leroux nació en París el 6 de mayo de 1868 y falleció en la ciudad francesa de Niza el 15 de abril de 1927.Este escritor francés de principios del siglo XX ganó gran fama en su tiempo gracias a sus novelas de aventuras y policiacas entre las que se encuentra su famoso fantasma, El fantasma de la ópera; El misterio del cuarto amarillo y su secuela, El perfume de la dama de negro.

•Gastón trabajó para la prensa escrita en periódicos como L'Écho de Paris y Le Matin.

Viajó como reportero por Suecia, Finlandia, Inglaterra, Egipto, Corea, Marruecos. En Rusia cubrió las primeras etapas de la revolución bolchevique. Aparte de su trabajo como periodista, tuvo tiempo para escribir más de cuarenta novelas que fueron publicadas como cuentos por entregas en periódicos de París..

Gastón Leroux

Bienvenidas un bimestre más a mi particular particular cápsula. Una vez más he recurrido a esa parte de mi casa donde libros ajados por el paso del tiempo son desempolvados para traer sus historias a estas páginas. Hoy, el libro escogido es «El fantasma de la ópera» del autor Gastón Leroux. Curiosamente este libro ya lo tenía escogido mucho antes de leerme para esta revista «Amor en llamas» de Kristen Callihan y fue una bonita sorpresa leerme algo que me lo trajo nuevamente al recuerdo.

Pero vayamos con la biografía de su autor.

Conozcámosle un poquito.

El hombre del rostro destrozado por el fuego y oculto bajo una máscara.

Fue en los albores del siglo XX, en 1910 cuando esta obra terminó de ver la luz. Se editó por entregas semanales, publicándose la primera el 19 de noviembre de 1909 y ha sido adaptada numerosas veces para películas y actuaciones en teatros. Muchos de los que la han leído dicen que tiene ciertas reminiscencias de la novela Trilby de George du Maurier. Esta novela combina sin duda alguna elementos tan dispares que hacen del cóctel una auténtica maravilla literaria. Romance,

misterio... una tragedia en toda regla y un trasfondo de terrorífico encanto que hace de ella una historia que no puedes dejar de leer.

El fantasma de la ópera no es otra cosa que el relato de la historia de un hombre realmente misterioso que aterroriza el magnífico edificio de la Ópera de París con el fin de atraer la atención de una joven cantante de la que está desespe‐ radamente enamorado.

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La novela, como buena parte de las novelas de corte romántico histórico que hoy caen en nuestras manos está ambientada en el siglo XIX pero mientras las que hoy leemos en su gran mayoría el escenario es Londres aquí nos trasladamos a París. París, oh, la la!

Me atrapó desde el primer momento en que comencé a leerla. Esos momentos oscuros que narra Leroux, esos puntos del todo intrigantes que iba desarrollando y que hacía que por momentos quisiese meter la cabeza bajo las mantas. ¡Sí, qué le voy a hacer! Soy una cobardica. Pueden constatar este hecho A.I. Domínguez y Yuliss M. Priego (aunque ésta última no tiene mucho que recriminarme porque si yo soy una miedica yo no sé si ella me gana). ¡A lo que iba! Volví a pasar miedo, la piel se me ponía como escarpias en según qué momentos y en otros no podía sino soltar alguna que otra lagrimita por la emoción que me transmitía algún que otro personaje. Aunque las lágrimas bien podían ser porque eran las tantas de la noche y no lograba conciliar el sueño. ¿Tendría nueva‐ mente aquellos temblores nocturnos? ¿Volvería mi madre a plantarme (como cuando tenía cinco años) en la escalera a oscuras para ver si dejaba de levantarme a las tantas de la madrugada diciendo: mami tengo miedo? En una niña de cinco años se entiende pero… ¿en una tía de casi cuarenta? La respuesta es un contundente NO. La novela tiene mucha miga. En cierto modo se podría definir como un triángulo amoroso donde dos hombres luchan por el amor de una mujer y ésta a su vez está dividida porque siente cosas hacia ambos.

Os hablaré primero de Raoul, el joven vizconde de Chagny del que nuestra protagonista, Chris‐ tine, siempre ha estado enamorada. Es, podría‐ mos decirlo así el galán de la historia. El hombre que va a ser lo imposible por rescatar a Christine de las «garras» del mismísimo demonio.

Christine es la joven abnegada, la cantante que ha atraído la atención de ese ser «diabólico» que merodea por los sótanos de la Ópera de París. Es la fijación de un hombre atormentado y la única capaz de hacernos ver la «humanidad» de este ser oscuro que se oculta bajo una máscara.

Pero… ¿quién es el verdadero protagonista?

Su nombre es Erik. Y es un personaje del que Gastón Leroux tiene mucho que contarnos. Es el ser oscuro que se esconde tras las bambalinas del teatro, el hombre capaz de hacer cualquier cosa para ver a su amada triunfar donde él ya no puede hacerlo.

Un hombre con muchas más cicatrices de las que pueda jamás reflejar su rostro.

Es celoso, es introvertido, creo que en cierto modo está hastiado de vivir una vida solitaria y en ruinas, sin un ápice de esperanza, es un asesino que no tiene redención alguna y es capaz de hacer cualquier cosa. En realidad no sabía qué pensar de él. A veces me atraía, a veces me daba un miedo mortal y muchas veces llegué a sentir lástima de él. Es uno de los personajes más complejos con los que me he topado y uno que sin duda alguna será muy difícil de olvidar.

Si no habéis tenido la ocasión de leeros esta maravillosa obra os invito a hacerlo y ya comentaréis por las redes sociales si habéis pasado tanto «cague» como yo o simplemente es que soy una exagerada. Pero que vamos, visto lo visto, dudo mucho que alguna vez lea yo algo de Stephen King que no sea «La Cúpula» porque… no me gusta pasar miedo de ninguna de las maneras.

Esta novela ha tenido varias adaptaciones al cine, al teatro, musicales y films para televisión.

Sinceramente, yo solo fui capaz de ver varios minutos de una de las versiones en blanco y negro y por poco y me creo un trauma. Muchas chicas me han dicho que tengo que ver la versión donde Erik es interpretado por Gerard Butler, la adaptación de 2004 dirigida por Joel Schumacher y que parte de la obra musical de Lloyd Webber y que es una pena que no haya podido disfrutar del musical en Brodway con Antonio Banderas al frente pero no sé si alguna vez tendré el coraje de plantarme ante la televisión nuevamente y ver la película, el libro ya ha supuesto para mí un buen escollo.

Podéis encontrar una versión en papel a buen precio publicada por grupo Anaya bajo su sello Austral u otra más lujosa publicada por Valdemar.

Artículo: Loli Díaz

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La Película: Gilda TÍTULO ORIGINAL Gilda

Nunca ha habido una mujer como Gilda

AÑO 1964

DURACIÓN 110 min.

PAÍS EE. UU. DIRECTOR Charles Vidor GUIÓN Marion Parsonnet MÚSICA Hugo Friedhofer FOTOGRAFÍA Rudolph Maté REPARTO Rita Hayworth, Glenn Ford, George MacReady, Joseph Calleia, Steven Geray, Rosa Rey, Joseph Sawyer, Gerald Mohr, Mark Roberts, Ludwig Donath, Donald Douglas, Lionel Royce, Saul Martell PRODUCTORA Columbia Pictures GÉNERO Drama romántico – Cine negro

En el día de hoy os traigo una película que está considerada uno de los grandes exponentes del cine negro. Hoy os hablo de Gilda, la película que encumbró a Rita Hayworth a lo más alto del mundo de los tabloides.

Y no es de extrañar porque aunque la historia parece simple y del todo extraña lo cierto es que hay escenas que han pasado a la posteridad como ya ocurrió en 1939 con «Lo que el viento se llevó» donde no hay nadie que no pueda reconocer frases como «A Dios pongo por testigo de que jamás volveré a pasar hambre», «Francamente, querida, me importa un bledo» o «Ya lo pensaré mañana».

En esta ocasión quizás no sean las frases lo que mejor recordemos de la película pero estoy segura que hablar de «Gilda» es recordar ese momento en el escenario con Rita Hayworth enfundada en un estrecho vestido negro que le estilizaba la figura, quitándose aquel guante de seda del color del ébano mientras se movía con un enloquecedor movimiento de caderas al ritmo del inolvidable «Put the blame on mame».

O esa maravillosa escena donde la rubia más famosa del cine negro es reprendida por el siempre controlado Johnny, papel interpretado por el imperturbable Glenn Ford, y que todo el mundo recordará por más años que pasen. Sí, me refiero al famoso bofetón.

Un bofetón del que muchos de los que en su día compartieron plató llegaron a decir que realmente se produjo y que fue casualidad que una cámara estuviese rodando.

La verdad creo que nunca se sabrá porque ambos actores que realizaron la escena desgraciadamente ya han fallecido pero realidad o rumor ahí ha quedado ese momento para la posteridad.

Rita Hayworth fue una de las actrices más atractivas de su época, una de las mujeres cuyo rostro y belleza quedaron inmortalizados bajo los fotogra‐ mas de esta película dirigida por Charles Vidor y Glenn Ford jamás pudo quitarse de encima el sambenito de Johnny Farrell por culpa de esta famosa escena.

He visto a Ford en otras películas interpretando pa‐ peles mucho mejores, «Cimarrón» sin ir muy lejos, pero si preguntamos a la gente de a pie por un papel interpretado por Glenn Ford indiscutible‐ mente dirán: Johnny Farrell en «Gilda».

La cinta tiene algunos diálogos muy interesantes como el mantenido por Gilda con su marido, una especie de gángster que tiene sobornado a más de un policía para que no le cierren sus negocios ilegales. Desde luego el papel de Ballin Mundson no hubiese resultado igual sin la interpretación del marcado George MacReady. Ballin es un hombre que en cierto modo está más que enamorado de su esposa, está loco de amor por ella; un celoso patológico que está dispuesto a cualquier cosa por mantener bajo su «yugo» a la caprichosa de su mujer.

Lo mejor de la película es la relación de amor/odio entre Farrell y Gilda. Un quiero y no puedo porque, aunque es la mujer que siempre ha querido es también la mujer de su jefe, el hombre que le salvó la vida y le dio un trabajo en su casino.

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Pero Ballin está lejos de ser tonto y sabe muy bien qué se cuece entre Farrell y Gilda. Aquí os dejo un extracto de una de las escenas más incómodas de la película: ―Tú ya le conocías. ―¿A quién? ―¡A Johnny! ―¿A Johnny Farrell? ―A Johnny Farrell. Ya le conocías. ―No. ―No me mientas, Gilda. No me mientas jamás. ―Te estoy diciendo la verdad. Creo que nunca conocí a ese hombre. ―Ya. Eres una niña. Una preciosa niña hambrienta y me divierte alimentarte con cosas bellas puesto que eres insaciable. ―Pero no debo cometer ningún error. ―No, no debes. ―Si estás preocupado por Johnny Farrell no hay motivos. Le odio. ―Y él te odia a ti. Eso es evidente. Pero el odio puede ser una interesante emoción. Muy interesante. ¿No te has fijado nunca? El odio es tan intenso que se palpa. ¿No lo palpaste esta noche? ―No. ―Yo sí. Y fue un aviso. El odio es lo único que me sirve de aviso.

Como veis tampoco los diálogos tienen desperdicio si bien frases como las de éste o algunos momen‐ tazos entre Gilda y Johnny o algún que otro pensa‐ miento de Farrell casi se han perdido en el olvido eclipsados por imágenes que todos llevaremos impresas en la retina después de ver este film.

«Si yo fuera un rancho me llamarían tierra de nadie»

La química de la pareja era tal que muchos de los espectadores llegaron a pensar que había «algo» más que una relación profesional entre la pareja

―La odiaba tanto que no podía quitármela del pensamiento estaba en el aire que respiraba y en la comida que tomaba.

Pero no solo la historia gira en torno a estos tres personajes. Si hay un secundario de excepción en esta cinta, sin duda alguna es tío Pío. No le perdáis la pista ni ignoréis lo que tiene que decir. Un personaje indispensable.

Para despedirme permitidme que os cite a un crítico de Filmaffinity; permitidme citar a Pablo Kurt.

Gilda es Rita. Un guante, una canción y el bofetón propinado por el gran Glenn Ford hicieron el resto.

Más allá de su valor estrictamente artístico, este drama pasional se convirtió en un icono de la historia del cine. La década de los cuarenta alumbró películas mucho mejores, pero el simbolismo y estética de «Gilda» la convirtieron, todavía hoy, en una obra imprescindible.

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Artículo: Loli Díaz

Bragas La palabra bragas está en boca de todos, y hoy en día más aún para referirse a personas atractivas y lo que provocan en nosotras. Podemos encontrar todo tipo de frases: «se me desintegran las bragas», «se me caen las bragas», «en bragas», etc. Hoy en día también se puede ver en una gran cantidad de libros, como es el caso de Del suelo al cielo, de Regina Roman, que aporta otros dos ejemplos diferentes pero no menos divertidos: «si te come las bragas con los ojos» y «por poco pierdo las bragas».

Con todo esto, lo que quiero decir que se recurre a esta palabra de forma coloquial para expresar lo que pensamos en nuestras mentes algo pervertidas, que la persona que te atrae está de toma pan y moja y necesitas aire porque tienes en tu punto de mira a alguien que te resulta extremadamente atractivo, ¿me equivoco?

Y, ojo, yo soy la primera que soy más basta que un petit suisse de chorizo, y no me corto utilizando la palabra en cuento veo, sea en persona o por otro medio, a un hombre que me sube la temperatura y despierta mis distintos animales, hablando mal y claro.

Una se pregunta, ¿de dónde viene la palabra? Y en la RAE desaparecen las dudas. Tiene origen galolatino y varios significados, y quiero ir desmenuzando uno a uno porque me fue imposible contener la risa, la verdad.

Bragas 1. prenda interior femenina e infantil, que cubre desde la parte inferior del tronco y tiene dos aberturas en las piernas.

Ahí te quedas, porque suena serio y clínico, aunque oye, si te paras a pensar se pueden poner pegas, porque eso de cubrir, cada vez lo hacen

menos, ¿no es cierto? ¿Me vais a negar que hay bragas tan pegadas y de estilo brasileño o algo parecido que te deja media nalga al aire? Pero, en fin, que me enrollo como las persianas.

2. calzón.

Vale, fue leerlo y darme un ataque de risa porque me imaginé a un actor que me encanta con unas bragas de las que lleva mi madre. Creo que desde entonces no soy la misma.

3. prenda de abrigo similar a una bufanda cerrada, pero de tejido más fino.

Esta definición me hace mucha gracia porque sé que cada vez hay más en el mercado pero a la gente le sigue dando vergüenza llamarlas así. Oye, que llevemos dos bragas no significa que tengamos dos culos ni nada de eso. Sí, desgraciadamente eso fue lo que le oí decir a un inteligentísimo caballero, nótese la ironía. Vale, yo soy la primera que hago chistes tontos y pienso mal aunque la cosa sea totalmente inocente, pero la estupidez de ese comentario me pudo, y con el carácter que tengo…

En fin, a lo nuestro. Otra definición.

4. conjunto de plumas que cubren las patas de las aves calzadas.

Algo de lo que yo no tenía ni pajolera idea, la verdad. Pero bueno, tampoco me sorprende. No tengo mucho que decir de esto, porque para meter la pata me basto y me sobro en cosas que conozco mejor, la verdad.

Y, ahora, el significado que me parece que puede darnos una imagen mental de los orígenes de la palabra…

5. Especie de calzones anchos, ceñidos en las rodillas.

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Como podéis ver en la imagen, la evolución de las bragas tiene cierta similitud a la de las faldas, para qué nos vamos a engañar.

¡Ojo! Cada una es libre de ponerse lo que quiera, yo respeto a todo el mundo.

La evolución de la ropa interior a lo largo de la historia se remonta desde el taparrabos hasta la lencería de hoy en día, que incluye el tanga. Sí, ese hilito de tela entre las nalgas.

Después del taparrabos encontramos un tipo de tela para cubrir las zonas íntimas que utilizaban los griegos de nombre zóster, y más adelante encontramos el término que escogieron los romanos, bracca o bracae.

Fue a principios de la Edad Media cuando empezaron a confeccionarse una especie de pantaloncitos de algodón. Y, desde entonces, la forma ha ido cambiando para ajustarse más a la moda y la forma de la mujer hasta las bragas que encontramos hoy en día. Vemos que se ha incluido una especie de gomita en el contorno de debajo de las nalgas, entre otros.

Aunque la R.A.E. ya ha aceptado la forma en singular, braga, el uso más extendido es el del plural.

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Y, ahora, dejando de lado la parte teórica, seguramente os preguntaréis cuándo leñes voy a mencionar la frase de una película que creo que ha visto todo el mundo. Se trata de Pretty Woman, con Julia Roberts y Richard Gere, y Julia, vestida de forma elegante, suelta una frase que creo que a bastantes nos hace reír siempre que la escuchamos: «Oh, por poco me meo de gusto en las bragas». El contraste de la joven elegante soltando una frase tan informal es uno de los mejores momentos de la película, sin duda.

Como ya he dicho, hoy en día nos podemos encontrar bragas de todo tipo, de todos los colores imaginables y de tejidos variados. Y, para añadir el punto picantón, también digo que hay hasta bragas comestibles, y ahí lo dejo.

Cada persona es un mundo, y a cada una le gustará llevar un tipo de bragas, que tapen más o menos, más sugerentes o más recatadas… para eso tenemos la libertad de elegir, ¡qué es nuestro cuerpo, coño! Y, estoy segura que…

No somos solo nosotras las que disfrutamos con nuestra ropa interior

Artículo: Tamara Arteaga

Amores Reales Para mantener su estilizada figura, Isabel llevaba a cabo una dieta muy estricta a base de leche, fruta, pescado y jugo de carne.

Cada día caminaba 8 horas diarias, llegando a agotar a todas sus damas de compañía. Practicaba esgrima y equitación.

Isabel de Baviera es más conocida por Sissi, la princesita de los cuentos de hadas que nos hicieron ver en las películas protagonizadas por Romy Schneider en 1956. Era guapa, era reina, su vida era un maravilloso mundo de color de rosa.

Francisco José e Isabel (Sissi)

un artículo de Paty C. Marín

Isabel de Baviera fue emperatriz de Austria y reina consorte de Hungría.

Nació en Munich, el día de Nochebuena del año 1837. Era hija de Maximiliano, duque en Baviera, y de Ludovica, princesa de Baviera.

Era una joven hermosa, delgadita, con una brillante cabellera rubia y ojos azules. Su belleza, famosa entre las cortes europeas, la convirtieron en un mito entre la realeza.

La historia comienza cuando Sissi se traslada con su madre y su hermana Elena a la residencia de verano de la Familia Real de Austria. Allí se encontraba la archiduquesa Sofía de Baviera, su tía, junto a Francisco José I, el joven emperador de Austria. Este encuentro no fue casualidad, ya que Ludovica y Sofía tenían intención de que Francisco se fijara en Elena –hermana mayor, recordemos‐ para tomarla por esposa. Era una mujer hermosa, bien educada, conocía a la perfección la corte y las normas de etiqueta y algo muy importante en una buena esposa: era obediente.

L

a joven Isabel no estaba destinada a ningún alto cargo, había sido educada bajo la tutela de su madre, a la que quería mucho, y se había criado siempre yendo a su aire; era impulsiva y de espíritu rebelde.

No era la esposa indicada para Francisco y mucho menos para convertirse en futura emperatriz. Pero Francisco era conservador, joven y de ideas fijas y Sissi, más joven y más bonita que su hermana. Un año después, se casaron en Viena. En ese momento Francisco José tenía 24 años y Sissi tenía 16. La boda se celebró con todo el protocolo y la pompa que correspondía a los novios.

Sin embargo, los planes de madre y tía tuvieron un giro inesperado cuando en la cena de gala que se celebró, Francisco sacó a bailar a la joven Sissi, de la que se había enamorado locamente.

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Francisco no solo la amaba, sino que veneraba a su joven Sissi. Desgraciadamente, lejos de ser el comienzo de la perfecta y maravillosa vida de princesa que se suponía que tendría, la vida de Sissí se acababa de convertir en un calvario sin retorno.

T

ras la luna de

miel en Italia, Francisco asumió su cargo como emperador y se olvidó de su esposa. Tenía un país que gobernar. La Familia Real de Austria era una de las más antiguas, Francisco era defensor a ultranza del centralismo y el absolutismo en un tiempo en el que una Europa de revoluciones liberales demandaba nuevos aires.

Estaba, por tanto, demasiado ocupado como para encargarse de atender a su esposa. .

Sin embargo, Sissi era una mujer adelantada a su tiempo, con ideas propias, de gran inteligencia.

Hablaba alemán, inglés, francés y húngaro e incluso aprendió griego. Le gustaba la equitación y practicaba esgrima, se rodeaba de animales exóticos y le gustaba viajar. Supo ver que el país sobre el que gobernaba su esposo necesitaba un gran cambio, pues el absolutismo al que estaba sometido solo los estaba estancando. Cuando intentó interesarse por la política, fue discretamente apartada y anulada.

Sola, alejada de su tan querida familia, Isabel sólo encontraba apoyo en su demasiado ocupado marido. Ni su suegra ni las damas de la corte ayudaron a la princesa a adaptarse a su nuevo papel de futura emperatriz y la presión pudo con ella.

Yo amo al emperador, pero preferiría que no fuera emperador

RománTica'S 116

Fue madre muy pronto. Sus niñas Sofía y Gisela quedaron bajo tutela de su suegra para que fueran educados en las normas reales austríacas. Hastiada de tanta opresión en su propio hogar, se embarcó en un viaje a Hungría, un país que le encantaba visitar, llevándose a sus hijas con ella. Pero las niñas enfermaron y la pequeña Sofía falleció con dos años.

Fue un duro golpe para Sissi, que a partir de ese momento le fue negada la educación de sus hijos.

Toda mi vida ha sido una lucha por alcanzar un pequeño trozo del Paraíso, y he tenido que enfrentarme al mundo entero en esa cruel batalla que me ha dejado marcada de imborrables cicatrices La relación maravillosa que mantenía con Francisco, si es que en algún momento existió, se enfrió.

El amor es como la débil llama de una vela, visible sólo en la oscuridad: en cuanto entra en contacto con la luz, ya no se distingue la que por sí misma emana Buscó a Francisco una amante como una manera de darle la vida que él quería y que ella no supo o no quiso darle. Una de ellas fue la actriz Katharina Schratt, que se quedaría junto al emperador hasta su muerte. Sissi llegó a encargar un retrato de Katharina para que Francisco José lo colgara en su despacho. A Isabel no se le probaron infidelidades, aunque se llegó a rumorear que mantuvo una relación con el conde húngaro Gyula Andrássy y con su maestro de equitación Bay Middleton.

En paralelo a su personalidad tan avanzada se encontraba su belleza. Sissi era tan hermosa que, para mantenerse siempre así, se obsesionó demasiado con el culto a su cuerpo y le acarreó serios trastornos alimenticios. Instaló unas anillas en

Romi Schneider siempre será recordada por dar vida en la pantalla a Sissi, emperatriz de Austria‐Hungría

su habitación para hacer ejercicio y daba largos paseos, caminando o a caballo. Además, tenía el cabello larguísimo, tanto que solo podía lavárselo cada diez días y peinarlo era un ritual que duraba más de dos horas, ya que le llegaba hasta los tobillos. Cuando cumplió los 35 años, ordenó que no se la retratara jamás. Cuando salía a pasear con su séquito llevaba un abanico de cuero tras el que se ocultaba cuando intentaban hacerle alguna fotografía.

En 1889, Sissi sufre otra desgracia familiar. Su hijo el príncipe Rodolfo se suicida junto a su amante, a la que previamente había asesinado. Con semejante desgracias a cuestas, Isabel abandona Viena y se dedica a viajar por toda Europa, mientras que su obsesión por no ser fotografiada se incrementa de forma exagerada.

En 1898, en Ginebra, paseando por la calle con su dama de compañía de camino al barco en el que iba a viajar, tropezó con un desconocido y cayó al suelo.

Al subir al barco, se desmayó y pocas horas más tarde, falleció. Un anarquista italiano que, casualmente, estaba allí con la intención de asesinar a un miembro de la realeza francesa, cambió de objetivo cuando no encontró al que buscaba y atravesó el corazón de Sissi con un estilete. Un gesto sin fundamento ya que en realidad, Isabel de Baviera fue una de las mujeres más progresistas de su tiempo; además, quien estaba sumiendo al país en un estado de totalitarismo era su marido Francisco y la vieja realeza Europea.

El cuerpo de la emperatriz fue trasladado a Viena, a la Cripta Imperial, en lugar de ser enterrada en su palacio en la isla griega de Corfú, donde deseaba recibir sepultura realmente, tal como indicó en su testamento.

117 RománTica'S

Fin de semana romántico por los parajes de «ABRAZA MI OSCURIDAD» Rincones con encanto de la Sierra Guadarrama y alrededores

RománTica'S 118

Nuño esperaba junto a la puerta, impaciente.

—¿A dónde os vais? —preguntó Pablo por enésima vez.

Ana bajaba en ese momento las escaleras, mientras daba las últimas instrucciones a Miriam, una guapa adolescente de diecisiete años.

—En la nevera hay unos macarrones y la carne asada que preparó Julia ayer. Te dejo en la libreta el teléfono de Pilar, la vecina.

Si necesitáis cualquier cosa me llamas, ya lo sabes, no vamos lejos, podemos estar de vuelta...

—¡Para de una vez Ana, ya soy mayorcita! No pienso llamarte, así que olvídate de nosotros y disfruta de tu fin de semana romántico.

Nuño le guiñó un ojo, cómplice, a su hija adoptiva.

—¡Esa es mi niña!

—¡Papá! ¡Papá! —Un terremoto pelirrojo de cuatro años llegó corriendo y se agarró con todas sus fuerzas a una de sus largas piernas—. ¡Acuérdate de traerme un regalo!

Su padre se agachó y la alzó en el aire hasta que casi rozó el techo, mientras ella reía a carcajadas.

—¿No crees que son un poco pequeños para dejarlos solos? — Nuño leyó la duda en los expresivos ojos grises de su mujer y negó con la cabeza, tajante.

Un Fabuloso Recorrido

por las tierras que podemos visitar

mientras leemos la novela de Isabel Keats que lleva por título ABRAZA

MI OSCURIDAD. «¿Habéis estado alguno vez por tierras segovianas? ¿Habéis sentido en la piel el frío invierno que aguarda en los parajes paradisíacos de la hermosa Sierra de Guadarrama?

Acompañadme a mí y a mis personajes por un recorrido que espero os haga soñar.»

—Ni hablar. Relájate y vamos a disfrutar de nuestro fin de semana romántico. Las primeras vacaciones sin niños desde... ¡Dios!

—Nuño se pasó una mano por sus revueltos cabellos castaño‐rojizos— . ¿Puedes creerte que no recuerdo la última vez que fuimos a algún lado sin los niños?

—Eres un exagerado, Nuño. ¿Quieres que te recuerde la semana que pasamos en Mallorca?

De pronto, el recuerdo de aquellos días en los que no habían parado de hacer el amor mañana, tarde y noche, hizo que las mejillas de Ana enrojecieran ligeramente. A su marido no se le escapó su rubor y, divertido, frunció la boca en una mueca chulesca que la hizo sonreír.

—Te recuerdo que en ese viaje ya llevabas un bichejo en la tripa.

El inspector Macnamara siempre deja su huella —afirmó y alzó una ceja con gesto arrogante.

Exasperada, Ana sacudió su suave melena rubia, lo amenazó con el índice y ordenó con fingido enojo: —A ver, recuérdame exactamente qué es lo que te dijo Isabel Keats.

—Nuestra amiga me pidió que hiciéramos un recorrido turístico por los lugares donde transcurre su novela, Abraza mi oscuridad.

119 RománTica'S

»Quiere hacer un artículo sobre el tema para la revista RománTica’S. Ya sabes que se inspiró en nosotros para escribirla y como vivimos en la Sierra de Guadarrama...

—Eso es fácil. —Ana adoptó una pose redicha y empezó—: El Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama es una alineación montañosa, perteneciente al Sistema Central, que se encuentra entre las provincias de Madrid y Segovia, a solo 60 km de la capital. Entre las especies vegetales destacan el pino silvestre...

Nuño detuvo en seco la parrafada por el método expeditivo de colocar una de sus grandes manos sobre su boca.

—¡Silencio! Ya salió la repelente doctora en psicología. No se trata de aburrir a las ovejas con una explicación científica, sino de dar a conocer algunos de sus rincones con más encanto.

Sin más, retiró la mano de su boca y la sustituyó por sus labios hambrientos, pero, a pesar de que el apasionado beso hizo que le temblaran las rodillas, Ana tuvo la suficiente presencia de ánimo para dirigirle una mirada de indignación.

—¡Veo que el rudo y arrogante inspector Macnamara ataca de nuevo!

—¡Ese soy yo! —replicó, complacido, al tiempo que se subía la cremallera de su cazadora de cuero—, así que ponte el casco de una vez si no quieres que te tumbe sobre mis rodillas y te de una paliza.

Ella puso los ojos en blanco, pero obedeció en el acto. La verdad es que la perspectiva de aquellos días a solas con su marido era un regalo inesperado.

—Esta vez vamos a explorar la vertiente segoviana de la sierra y sus alrededores. ¡Arriba!

Ana se subió detrás de él en la potente motocicleta de color negro y se abrazó con fuerza a su cintura.

Rodaron a toda velocidad por la serpenteante carretera del Puerto de Navacerrada. La mañana otoñal era fresca, pero iban bien abrigados. Los inmensos pinos silvestres custodiaban ambos márgenes de la carretera, imponentes. Un par de días atrás había caído la primera nevada y, en lo alto del puerto, La bola del Mundo, semicubierta por aquellas primeras nieves, se preparaba para recibir la visita de los esquiadores madrileños más entusiastas.

Descendieron por la vertiente segoviana y Macnamara aprovechó para trazar con destreza las cerradas curvas conocidas como las Siete Revueltas. En verano, muchas familias escapaban del calor abrasador de la capital para hacer un picnic en el área recreativa de la Boca del Asno y darse de paso un chapuzón en el río Eresma, pero ahora la carretera estaba casi desierta.

Dejaron atrás los fragantes pinares de Valsaín y llegaron a Segovia justo a la hora de comer. Nuño había reservado una mesa para dos en el Mesón de Cándido, su restaurante más conocido. Allí saborearon un delicioso cochinillo asado, después de que el mesonero, con su pesado collar al cuello, terminara con el conocido ceremonial que consistía en leer el permiso real, trinchar el cochinillo con el plato y arrojar este al suelo donde se rompió en pedazos.

RománTica'S 120

Después de la abundante comida y el delicioso vino tinto que habían bebido, Ana se recostó sobre el respaldo de su silla y lanzó un suspiro satisfecho.

—Hmm. Ahora siesta, ¿no? —Le lanzó una mirada provocativa por debajo de sus largas pestañas oscuras.

—Ana, Ana, no seas ansiosa... —la reconvino, burlón, al tiempo que agarraba su mano y empezaba a acariciar la delicada piel de su muñeca con el pulgar—. Por desgracia no pasaremos la noche en Segovia, así que, para bajar todas estas calorías, vamos a hacer una visita a la ciudad.

Su mujer hizo un mohín y, al verla, Macnamara tiró de su mano hacia sí con rudeza, se inclinó sobre la mesa y atrapó, ansioso, aquellos labios sensuales entre los suyos. Unos minutos después, notó que ella se resistía y la soltó de mala gana. Contempló sus mejillas sonrosadas y la boca, ligeramente hinchada, y comentó en un ronco susurro: —Creo que esta parte del plan ha sido un tremendo error.

Ahora fue ella la que lo miró burlona.

—¿Por qué lo dices? Hacía mucho que no venía a Segovia, al fin y al cabo, casi nací aquí y tienes razón; nos vendrá muy bien un paseo para bajar el cochinillo.

Salieron del restaurante y caminaron bajo las milenarias piedras del acueducto romano, recorrieron el Alcázar (del que Ana había tomado su apellido) en el que, según contaban, Walt Disney se había inspirado para su famoso castillo de Cenicienta y deambularon cogidos de la mano por las pintorescas callejas segovianas.

121 RománTica'S

Como esto es un artículo sobre rincones con encanto de la Sierra de Guadarrama y alrededores, creo que será mejor que nos saltemos… cierta «parte» de este viaje

*Isabel Keats

RománTica'S 122

Anochecía cuando se subieron de nuevo a la moto y Nuño condujo hasta La Granja de San Ildefonso, donde había reservado una suite en el majestuoso parador. Macnamara desenganchó las alforjas y se registraron en recepción. Tras una cena romántica en el hotel y un breve paseo por las animadas calles de La Granja, subieron a su habitación.

—¡Wow! Veo que has tirado la casa por la ventana. —Ana admiró la espaciosa estancia, encantada.

—La ocasión lo merece. —Su marido la abrazó por detrás, apartó su pelo rubio con una mano y mordisqueó la suave piel de su nuca—. No todos los días un hombre puede hacer el amor con su mujer sin interrupciones. Cada vez que nos da por ponernos cariñosos, resuenan las palabras mágicas: «¡Mamá, tengo sed!».

Ana cerró los ojos, perdida en las hábiles caricias de su marido y añadió con una sonrisa soñadora: —Y que me dices de: «¡Papi, tengo miedo, ¿puedo dormir con vosotros?!».

—¡Horrible! Nuestra vida es un infierno —ronroneó en su cuello.

—¡Espera, tengo una sorpresa para ti! —Haciendo un esfuerzo sobrehumano, Ana se apartó de él, rebuscó en las alforjas y sacó un paquete envuelto en papel de seda. Se dirigió al baño a toda prisa y cerró la puerta, muy misteriosa—: ¡Ahora vuelvo!

Macnamara se quitó la cazadora, se asomó a la ventana y permaneció contemplando las brillantes luces del pueblo. Su mujer salió entonces del cuarto de baño sin hacer ruido y, durante unos minutos, admiró los hombros anchos y las caderas estrechas de su marido que los vaqueros desgastados y la vieja camiseta de algodón ponían de relieve; como de costumbre, calzaba sus viejas botas cubanas y a Ana le pareció de lo más seductor. Nuño se volvió en ese instante, y el inconfundible destello de pasión que brilló en sus ojos oscuros al deslizarse por aquel sugerente camisón que dejaba piernas, brazos y una buena parte de escote al aire, la hizo estremecer de deseo.

—¡Estaba todo delicioso! —Ana se golpeó el estómago con un gesto elocuente—. Este fin de semana vamos a engordar unos cuantos kilos.

Acababan de desayunar en el espectacular patio cubierto del parador, con sus elegantes arcos de ladrillo visto. Sin embargo, Macnamara no había prestado excesiva atención a su entorno, concentrado como estaba en el precioso rostro que tenía enfrente.

—No creo que se note; anoche hicimos bastante ejercicio... — Le dirigió una mirada cargada de significado por entre sus párpados entornados y observó, encantado, la forma en que las mejillas de aquella fascinante mujer con la que llevaba ya casi seis años casado adquirían un vivo rubor.

Al ver aquella sonrisa jactanciosa, Ana frunció el ceño con expresión de reproche y preguntó: —¿Qué hacemos ahora?

Dedicaron la mañana a visitar el palacio real, al que Felipe V se había retirado en 1724 y donde dedicó los siguientes veinte años a engrandecer sus maravillosos jardines, en los que destacan las grandiosas esculturas de las fuentes. En esa época del año las fuentes no estaban en funcionamiento, pero el verano anterior las habían visitado con los niños y, sobre todo los pequeños, habían disfrutado a lo grande del espectáculo y del consiguiente remojón. Alimentadas por un enorme depósito de agua llamado El Mar y con la única ayuda de la gravedad, algunos surtidores como el de la fuente de La Fama, eran capaces de alcanzar los cuarenta metros de altura.

Ya casi era la hora de comer cuando terminaron de verlo todo, así que decidieron que dejarían la visita a la Real Fábrica de Cristales y Vidrio para otra ocasión y, una vez más, cogieron la moto en dirección a Torrecaballeros, donde les esperaba un delicioso cordero acompañado de una fresca ensalada de lechuga en La posada de Javier.

123 RománTica'S

Tras una nueva comida pantagruélica Nuño decretó que, por hoy, habían hecho suficiente turismo y que lo mejor sería irse a dormir la siesta al hotel que había reservado para esa noche. Al ver la luz lujuriosa que brillaba en sus iris castaños, Ana aceptó en el acto y, de nuevo, se subieron a la moto y se dirigieron al pueblo de Rascafría en el Valle del Lozoya.

Allí estaba enclavado el Real Monasterio de Santa María de El Paular, un monasterio cartujo del s. XIV que en la actualidad era una abadía benedictina. Los monjes ocupaban la parte a la izquierda de la iglesia y el palacio se había convertido en hotel.

En esta ocasión, la habitación era bastante espartana, pero la vista que se divisaba desde la ventana cortaba el aliento, aunque Macnamara apenas le lanzó una breve ojeada. Sin andarse por las ramas, se volvió hacia ella y empezó a desabrocharle la cazadora con dedos hábiles.

—Puedo solita, inspector —protestó, divertida.

—No, no puede, señorita Alcázar. Está usted detenida y me veo obligado a registrarla. Sé de buena tinta que es usted una peligrosa delincuente y no puedo correr riesgos.

Los ojos castaños centellearon con una mirada lasciva. Un mechón de pelo rojizo resbalaba sobre su frente, y en sus labios se dibujaba una sonrisa torcida. Su mujer lo encontró irresistible, así que abrió mucho los ojos y parpadeó varias veces con expresión inocente, antes de apretarse, insinuante, contra el pecho del policía y susurrar en tono provocativo: —Creo que se equivoca, inspector Macnamara. Le prometo que soy una niña buena.

—¡Dios, cómo me gusta el juego del poli malo y la delincuente sexy! —exclamó Nuño con una voz áspera de deseo, que le puso la carne de gallina, antes de inclinarse a besarla.

Allí estaba enclavado el Real Monasterio de Santa María de El Paular, un monasterio cartujo del s. XIV

Unas horas después, ambos caminaban despacio por el Puente del Perdón construido en el s. XVIII para salvar el curso del río Lozoya. Aún les quedaba casi una hora de luz, así que aprovecharon para pasear por el entorno privilegiado que rodeaba el monasterio. La vegetación, compuesta sobre todo de robles, álamos y fresnos engalanados con sus vistosos tonos otoñales, resaltaba de manera impactante contra el marco oscuro de las montañas de más de 2000 metros de altura. Las pocas nubes que espolvoreaban el cielo, casi desdibujadas, empeza‐ ban a teñirse con los tonos pastel de la puesta de sol. La temperatura había bajado de manera considerable; sin embargo, con el brazo de su marido sobre los hombros y el suyo alrededor de la cintura masculina, Ana no sentía ningún frío. Así que, cuando ya apenas se distinguía el relieve del suelo, regresaron lentamente sin dejar de charlar y, felices, pensaron en la noche que tenían aún por delante, antes de regresar a la también agradable rutina diaria con las pilas bien cargadas.

Querido diario: El sábado tuve una cita. Una cita única. Y digo «única» en el sentido más estricto de la palabra, porque dudo muchísimo de que Lucas me vuelva a llamar después de la noche que pasamos.

La idea surgió de una compañera de trabajo, que había quedado con su novio y el hermano de este. Yo no estaba muy por la labor, pero en vista de la insistencia de ella, al final accedí. Como ese fin de semana a Jorge le tocaba pasarlo con su padre, pensé que no sería tan mala idea salir un sábado, en lugar de pasarme las horas muertas leyendo y comiendo patatas fritas de bolsa.

Quedamos a cenar en un restaurante carísimo, un japonés de esos tradicionales, en el que nos sentaron en un tatami en el suelo; que hay que ver, para el dineral que cuesta la cena, que ni siquiera se dignen a ponernos unas míseras sillas. Pues allí que llegamos, nos recogieron los abrigos y nos indicaron cual era nuestra mesa, si es que a un tablero colocado a la altura de los tobillos se le puede considerar mesa.

Yo, que haciendo caso a los consejos de mi compañera que me había prometido que el muchacho era un primor, intenté ponerme lo más mona posible. Y ahí empezaron los problemas. Había acudido a la cena con una minifalda ajustada y mucho más corta de lo deseable para ese tipo de establecimientos. Al intentar sentarme sin que se me viera la ropa interior, le propiné a Lucas sin querer un codazo en el ojo. El golpe fue de tal calibre que a pesar del hielo que trajeron los camareros para ponérselo en la cara, todo el contorno del ojo adquirió un color que a mí me recordaba las túnicas de Semana Santa.

Tras pedirle mil veces disculpas, que él aceptó de manera galante, y conseguir tomar asiento en aquel cojín, dejé que ellos eligieran el menú, porque yo no había estado nunca en un restaurante japonés.

Tras muchos infructuosos intentos para comer con los palillos que nos dieron, y después de derramar la ensalada de algas sobre el pantalón de lana fría de Lucas, tirarle encima unos cuantos pedazos de sushi que se me resistían, y vomitar cuando me enteré de que el helado estaba hecho de judías pintas, no creo que el recuerdo de aquella noche le permita volver a quedar conmigo.

Y claro… Mi compañera se enfadó muchísimo porque me dijo que me había portado fatal con su cuñado, y que no me volvería a concertar más citas a ciegas hasta que aprendiera buenos modales.

Obviamente, y en defensa propia, alegué que si nos hubieran llevado a cenar a un asador de los de toda la vida, eso no hubiera ocurrido.

En fin… Ensalada de algas, pescado crudo y helado de judías pintas, en cantidades lo suficientemente minúsculas como para pedir un bocata de calamares en el bar más cercano a la salida, por el módico precio de 90 euros por persona. Creo que la próxima vez que me organicen una de estas, declinaré amablemente la invitación a no ser que conozca el plan de antemano.

PD: El bocata de calamares todo grasiento y pringoso que me tomé en el bar de debajo de casa, con una cerveza por toda compañía, me supo a gloria.

Por muy buena pinta que tenga el sashimi y se vea que es pecado fresco de los de verdad… nada como un buen pescaíto frito de los de toda la vida.

Este bimestre os frecemos la segunda entrega de nuestro ciclo dedicado a la Numerología, técnica adivinatoria que estudia los números y su influencia en el ser humano. Esta mancia puede ayudarnos a descubrir nuestras capacidades y limitaciones como paso hacia la evolución y felicidad interior y la realización personal. Según su teoría en nuestra fecha de nacimiento y nuestro nombre se halla una fórmula numérica que nos acompañará a través de toda nuestra vida y en la cual se ocultan las claves de nuestra personalidad y nuestro destino. Aprender cómo mejorar y elegir el camino adecuado está en nuestras manos. En esta entrega dibujaremos el perfil de la personalidad de 2 asociándolo además con los protagonistas de una novela que aprovecharemos para recomendaros. Esperamos que os resulte interesante.

El número 2 Para evolucionar, desarrollarse y cambiar, el 1 necesita polarizarse por sí mismo en el 2. En el número 2 se encuentra el equilibrio, la equidad, es encontrar al compañero, al socio, al contrapunto que te complete. Es el fin de la unidad. Representa la dualidad y las asociaciones, la pareja la receptividad y la percepción que permite la complementación.

Mujer 2: Maria Martingale La cosa más dulce Laura Lee Guhrke

María siempre quiso tener su propia pastelería, y ahora, gracias a su amiga Prudence, ese sueño se ha hecho reali‐ dad. Pero unos días antes de la inauguración descubre que su vecino no es otro que el apuesto y arrogante caballero que la sobornó y la obligó a hacer las maletas doce años atrás.

Phillip Hawthorne, marqués de Kayne, hará todo lo posi‐ ble para evitar que Maria concrete su deseo, pero no cuenta con que ella está dis‐ puesta a todo para impedir que ese hombre vuelva a controlar su vida. Para Phillip, ella sigue siendo tan tentado‐ ra como antes, y cada vez le va a ser más difícil mantener en secreto sus verdaderos sentimientos…

En el ámbito personal es signo de cooperación, adaptación, empatía hacia los demás, sensibilidad por los problemas ajenos. En definitiva la unión de los opuestos. Una idea que comparten muchas creencias y religiones paganas que conciben la manifestación de la deidad formada por un Dios y una Diosa que interfieren en la creación.

El carácter de 2 La cualidad más destacada de las personas de esta Vibración es la sensibilidad, su tacto y consideración hacia los demás, su deseo de cooperar, siendo la bondad y la compasión cualidades innatas en ellos. Generalmente son personas prudentes, amables y diplomáticas que intentan llevarse bien con todos los demás sin dejarse dominar ni imponer su voluntad.

El 2 es un número marcadamente femenino y quienes lo poseen aprecian todas las cosas bellas, intelectuales y espirituales de la vida.

Son personas cultas y bondadosas que huyen de todo lo que es sórdido y mezquino. Tranquilos y reservados, son muy sensibles a las opiniones de los demás y se reservan sus opiniones hasta saber si son o no bienvenidas.

Asimismo extienden esta prudencia a cualquier faceta de su vida, sopesando los pros y los contras cuando deben tomar una decisión.

La sabiduría, la templanza y el buen juicio del que hacen gala en todos los momentos críticos les granjea el respeto y la admiración de los demás. Su bondad, calidez y empatía les convierte en personas queridas y aceptadas sin reservas.

Son seres dulces y comprensivos que promueven la paz y la armonía llegando a ser capaz de cualquier sacrificio por conseguirlas. Aunque les afecta sobremanera la desconsideración o la grosería, son capaces de perdonarlo todo y poner la otra mejilla en pos del bienestar. Se desestabilizan con facilidad si ven alterado su mundo

tranquilo y sereno, por ello tratan de evitar cualquier perturbación.

El hogar y la familia son muy importante para ellos y tratará de hacerles la vida agradable por todos los medios posibles, llegando a rozar el servilismo. A este respecto, deben tener cuidado en no dejarse llevar por su deseo patológico de agradar. La compañía de los demás y el saberse aceptados y necesarios es esencial, casi vital, para este número.

2 en el amor Amables, tiernos, considerados, comprensivos, afectuosos, los nativos de esta Vibración son personas que van por la vida tratando de agradar a los demás y hacerles la vida más fáciles a sus semejantes, especialmente a sus seres queridos. Esto les convierte en la pareja ideal de casi todos los demás números.

Tanto los hombres como las mujeres como románticos, atentos y complacientes con su pareja. No son para nada exigentes y están dispuestos a darlo todo para hacer feliz a su pareja.

Desgraciadamente, esta condescendencia les puede llevar a dejarse dominar y que se abuse de ellos con facilidad. Ya hemos hablando del sentido de sacrificio de este número.

Deben tener muy en cuenta que para ser verdaderamente felices debe haber un equilibrio y una armonía, estatus que ansían aunque esta vez deban aplicarlo a su relación. Tienen que controlar su tendencia a decir a ser demasiado complacientes y vulnerables, ya que es muy difícil para los demás estar siempre pendientes de no herir sus sentimientos. Cosa que puede suceder, si se les llevase la contraria aún por su bien.

Se sentirán compenetrados, comprendidos y tendrán total afinidad con otro número 2, un número 4 o un 6. Se sentirán irremediablemente atraídos hacia los números 8 y 1, aunque las maneras de estos son demasiado bruscas y agresivas para la sensibilidad del 2. Los números 3 y 5, entusiastas y extrovertidos, les contagiaran su alegría de vivir.

Con el número 7, tendrán una relación muy espiritual y pueden compartir inquietudes intelectuales, pero en cuanto al amor no constituyen una buena elección pues son muy reservados y un tanto solitarios. En cuanto al 9, pueden lograr una unión satisfactoria si ambos ponen de su parte, ya que son demasiado bohemios e independientes para el sensato y hogareño número 2. ¿Quieres saber si eres 2?

Para saber cuál es tu Vibración de nacimiento debes sumar todos los dígitos que conforman tu fecha de nacimiento hasta reducirlos a un único número. Por ejemplo, una persona nacida el 9 de noviembre de 1967 tendrá como Vibración de nacimiento el 7.

9 + 1 + 1 + 1 + 9 + 6 + 7 = 34 3 + 4 = 7

Artículo: Ana Sarria Fuentes: Numerología Mágica, Gladys Lobos El Tarot de los Druidas, Philip y Stephanie Carr‐Gomm

Hombre 2: Samuel Boudreaux Entre lo dulce y lo amargo Pilar Cabero

Se han amado desde niños, incluso imaginaron una vida juntos. Pero cuando el maes‐ tro confitero Samuel Boudre‐ aux regresa a San Sebastián

para casarse, después de seis años de ausencia, no es con María Aguirre con quien está prometido: ella ya está casa‐ da. Poco después de que él se marchara a Venezuela para perfeccionarse en el arte del chocolate, María contrajo matrimonio.

Ahora trabaja junto a su mari‐ do en una confitería de la ciu‐ dad, y la llegada de su anti‐ guo amor la llena de desaso‐ siego. Samuel no le ha perdo‐ nado que lo traicionase con su maestro y mentor. Sin em‐ bargo, las circunstancias le obligarán a dejar su odio de lado…

Una deliciosa novela Román‐ tica, en la que Cabero retoma algunos de los personajes de «Asedio al corazón».

FELICES FIESTAS. NUEVO.

PRÓSPERO

AÑO

Un bimestre más esperamos que este nuevo número haya sido de vuestro agrado.

Como siempre nos esforzamos en poder ofreceros artículos variados y que, creemos, son de vuestro interés.

De todas formas para cualquier sugerencia estamos disponible para vosotras en el correo habitual de esta revista.

Si deseas que publiquemos tu relato, envíanoslo a nuestra dirección de correo:

Feliz Navidad para tod@s y... ¡FELICES LECTURAS!

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De entre los relatos recibidos se

seleccionarán los que serán publicados en nuestras páginas. No se os olvide

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