qwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyui opasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfgh jklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvb eMail Poemas/eMail Poems nmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwer tyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopas dfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzx cvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmq wertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuio pasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghj klzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbn mqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwerty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmrty uiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiopasdf ghjklzxcvbnmqwertyuiopasdfghjklzxc vbnmqwertyuiopasdfghjklzxcvbnmqw ertyuiopasdfghjklzxcvbnmqwertyuiop Alberto Avendaño y
Mario Gregorio Beruvides Translators
James Hoggard and
María O’Connel
Introducción Versos que transparentan la teconología contemporánea del mundo cibernético; versos que se abren con el misterioso transmisión de mensajes del mundo español (con dejo gallego) al mundo tropical (con ritmo cubano), son los que componen este poemario de Alberto Avendaño y Mario G. Beruvides. El producto es un diálogo entre amigos separados por la lejanía pero reunidos electrónicamente por medio de un lenguaje poético, conciso, pero totalmente personal. El resultado es un discurso sobre temas diversos e innovadores que salen de la computadora por medio electrónico y que por último se imprimen a la manera tradicional. Las imágines se suceden como una vertiente rica en descubrimientos de una realidad inesperada a través de la “tecnocorrespondencia” que, a fin de cuentas, transporta al lector a un mundo poco explorado en el pasado pero sin duda alguna la forma principal de comunicación en el futuro. De la misma manera estos versos fureron traducidos por dos eruditos, cada uno buscando revelar el espíritu y el talento de cada poeta. María O’Connell ha traducido y revelado la esencia de los versos de Mario Beruvides. Es maestra de ingles y tutor del University Writing Center en la Texas Tech University donde ha recibido el título de maestría en ingles, literatura comparada y español. Es estudiante del programa doctoral en ingles y estudios interdisciplinarios. Sus intereses diversos se ven en el hecho que es miembro de la C. S. Lewis Inklings Society, la Modern Language Association, la Latin American Studies Association, la Western Literature Association y la American Literary Translators Association. Ha presentado conferencias en varias reunions literarias.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
2
James Hoggard, el traductor talentoso de Alberto Avendaño, es también novelista, ensayista y dramaturgo y autor de quince libros. Actualmente desempeña el título académico Perkins-Prothro Profesor Distinguido de Inglés en la Midwestern State University (Wichita Falls, Texas). Ganó el premio Stanley Walker otorgado al mejor periodista tejano por su serie de ensayos sobre la vida en Cuba. Fue traductor de la edición bilingüe Alone Against the Sea/Solo contra el mar del poeta cubano Raúl Mesa, por lo cual fue premiado con el Soeurette Diehl Fraser Award. En 1999 fue finalista en el concurso de la National Poetry Series. Su obra Patterns of Illusion: Stories and a Novella fue publicada en 2002. Tal vez la cúspide de su carrera poética y literaria se realizó en el año 2000 cuando fue nombrado Poeta Laureado del estado de Texas. Harley D. Oberhelman, Editor Texas Tech University
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
3
Prólogo A través del mundo cibernético Alberto Avendaño y Mario G. Beruvides inician un recorrido poético en el que se funden las esencias del viejo mundo y la maravillosa América. En eMail Poemas la tecnología moderna facilita la transmisión de la palabra. Por medio del correo electrónico se produce un diálogo entre ambos hablantes, cuyos versos adquieren un tono melancólico que va fortaleciendo ese preciado sentimiento de amistad que los embarga. La mezcla de ‘caldo gallego’ y ‘frijol negro,’ de ‘gaita celta’ y ‘maraca guaraní’ acentúa la nostalgia de vidas en diferentes latitudes, dolor compartido, y sitúa a los protagonistas – los mismos narradores – en un espacio en el que el idioma es ajeno. El inglés y el español buscan su lugar – “he visto el español barrido por los suelos” – , determinando una nueva realidad – “para curarme me han arrojado jarros de inglés frío”. Los poetas se identifican con los nombres que la tecnología posible les permite adoptar: Te doy un ejemplo mario@palmas.sol Cuando tu sol se nubla me hablas de dolor.sol Tu bravura de @palmas enhiestas pierde Y gana la flacidez y miras al suelo... Entran permanentemente en el lenguaje poético palabras del mundo de la tecnología; hay referencias a elementos que van a ser personificados por el hablante poético, adquiriendo tal vitalidad hasta el punto de controlarlo, dominarlo o confundirlo: Con dedos humildes pulso el teclado, click Click y el ratón que me confunde Que me confunde como el odio de un hamster eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
4
De un hamster roedor de sueños paralíticos Paralíticos y quietos Y quietos. Un grito existencial ahonda en la melancolía, dolor profundo, silencio cruel. Sin embargo, “aún les queda la palabra.” Precisamente, refugiarse en la palabra les permite viajar libremente en tiempo y espacio. A través de la ‘tecnocorrespondencia’ Avendaño y Beruvides comparten sus recuerdos, pasando revista a íconos de la realidad soñada o recordada: campanas, cielo, mar... Pero la voz que prevalece es la voz del inmigrante, que da la bienvenida tanto al invierno como a la primavera. Es una lucha intensa, vital, una batalla en la que el amor y la muerte tienen su lugar --“corrientazos de teclados”--, y donde triunfa la esperanza. La memoria no es estática, la recrean poéticamente los autores con “la metralleta del teclado;” la imaginación llega incluso a confundirse con la realidad: “Mis recuerdos de Cuba son/ recuerdos meramente prestados.” El lector es invitado a transitar por un camino plagado de encuentros y desencuentros, en el que puede participar activamente en la búsqueda de la identidad y en la definición de los recuerdos. Camino al que no se puede volver pero se vuelve --eterno retorno--. La nueva realidad --“hoy somos de aquí”-- incluye lo vivido y la recreación de los recuerdos la transforma y enriquece. El estilo de los poemas que componen este libro es el propio del género: conciso y cortado; sin embargo, por lo general los mensajes son claros y precisos. A veces una sola palabra basta para expresar lo que quieren transmitir los poetas, para recordar una idea o recrear una imagen. Hay una relación dinámica entre los materiales y las técnicas de escritura utilizados. Con frecuencia los epígrafes dan nueva luz a la lectura de los poemas, o bien los intensifica, colocándolos dentro de otras dimensiones y ampliando su significado. Por momentos los versos se vuelcan sobre sí mismos, auto-referencia que se constituye de manera metapoética. El lirismo introspectivo, ese deambular melancólico que transitan los poetas, no les impide hacer evaluaciones concretas sobre la realidad. Pero esa realidad incluye no solamente aspectos materiales sino también espirituales; así por ejemplo se establecen explicaciones sobre lo que significa creer en Dios: eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
5
Creer en Dios es tener paciencia, aceptar la madera de cada sol, los clavos de cada noche. Creer en Dios es remover piedras que cubren muerte, es permitir que las vendas no impidan. Creer en Dios es ver nacer lo que está sin vida, entregar ser por ser. Y a pesar de todas las mezquindades humanas, y de la constante amenaza de la muerte, los versos rescatan lo más sublime y fundamental: “Permanece Su amor.” Los poemas, debidamente fechados (desde el 6 de noviembre hasta el 15 de junio de 1998), constituyen un diálogo cordial e inteligente de dos poetas que se comunican discurriendo sobre temas que son caros a sus sentimientos. Contienen palabras vivas, llenas de connotaciones inherentes a signos de diversas realidades. Como expresa Eric Vos en su trabajo sobre “New Media Poetry,” las fuerzas innovadoras de este tipo de poesía no está en los canales de comunicación usados (computadoras, video, holografía) ‘per se’, sino en la exploración de sus ramificaciones en los aspectos sintácticos, semánticos y pragmáticos de la comunicación verbal y poética en general. (“New Media Poetry: Theory and Strategies.” Visible Language. Vol. 30 no.2, 1996. 215) Creada por dos poetas que se comunican en un espacio virtual, el trabajo final (si se puede concebir como tal) deviene en un producto que se imprime a la manera tradicional. Pero cabe hacer hincapié en el hecho de que este proceso de impresión es hecho a posteriori, es decir, luego de que la comunicación virtual se ha llevado a cabo. Siguiendo la conceptualización de Vos, se puede ver en este trabajo una expansión del dominio habitual de la poesía para incluir consideraciones sobre comunicación y teoría informática, semiótica y relaciones interactivas. De tal manera que el lector ‘avisado’ habrá de tener en cuenta el espacio comunicativo diferente generado por esta poesía, y eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
6
podrá re-evaluar las convenciones del campo poético sobre el nivel de la construcción de los signos. Un último punto interesante: la diferencia de esta obra poética impresa con otras que utilizan también elementos de la tecnología actual, como ‘hiperpoemas,’ ‘videopoemas,’ y ‘holopoemas,’ radica esencialmente en la variabilidad que éstas pueden sufrir. Sin embargo, por ser producto de una comunicación a través del correo electrónico, esta diferencia podría anularse si se plasmara la obra en un CD. De cualquier manera, eMail Poemas constituye un nuevo tipo de creación poética que implica también un nuevo tipo de comunicación. Avendaño y Beruvides son poetas que, apropiándose de la nueva tecnología de nuestro tiempo, han dado a luz una forma poética diferente. Vale la pena acompañar a Alberto y Mario, entregarse a la fantasía y jugar con ellos. Será el lector quien construirá los signos al entrar en el mar de esa existencia cibernética. La coherencia en la combinación de lo real, lo evocado y lo imaginado hace que los textos de Beruvides y Avendaño ofrezcan al lector la posibilidad infinita de recrear sus propias vivencias. Dr. Eduardo Cabrera Department of Modern Langauges Millikin University
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
7
06 de noviembre De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Déjame entrar y perderme, no me orientes Permite que se escape de mi teclado, como el agua Tersa entre los dedos, fluya y fulja Destilada la comunicación, megahertz y desamparo Convídame a un festín de chips, ágata Chismosa y deslumbrante, solapa electrónica Dardo convicto, lugar de encuentro Camelia efímera como las palabras, solas Prendidas en el ojal rasgado del idioma, triste Incienso de catedral y aura, niebla mía Aurora íntima e improbable, te envío Imposible papel al viento, picoteado por Veloz vuelo de paloma, huyendo Pavoroso del cuervo carroñero, y permite la pregunta Carne de pantalla caliente, ¿cuántos bytes Capacidad capciosa en palabras, soportas Permites o armas?
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
8
09 de noviembre De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Conductos y conducta. Paladar para muchos, sofrito para pocos. ¿Cuántas gotas caben en una sopa? La capacidad no es capricho ni emblema. Queda todo en la sal de cada sangre, en la sal de tu Atlántico, en la azúcar de mis palmas erguidas. Hay preguntas. Hay intrigas. La receta no es caldo gallego ni frijol moreno, se encuentra en la conducta de los conductos. En mis playas de arena o teclados plásticos hay conducto para cada conducta; Perderse – encontrarse, incienso dominical – sofrito carnal, la gaita celta– la maraca guaraní. Hay para el que busca y desea con simple corazón, el permiso de visita, un abrazo sin dolor. Cuando el idioma no se divide, el acento no se pierde, el diptongo se comparte.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
9
12 de noviembre De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Una carta es un lugar conocido, se hace con las manos Uno pone manos a la obra, a quien la lee Lo agarran con las manos en la masa El correo electrónico es innombrable, por su parte Te observa con la mirada horizontal de un preso En el patio de la cárcel, ¿llegará a ti mi consuelo, Mi última palabra, Mi imperturbable acto postrero de ajusticiado? Porque mi teclear desconfiado desnuda Huellas digitales con cada pensamiento Y sospecha que una maraña de impulsos eléctricos Comandarán mis sentimientos Si te quiero hablar hago click y me recibes No necesito llorar para empaparte Basta con dibujar :( y ya me tienes Un diluvio de tristeza para tus manos de impermeable Tal vez por eso temo que si te cuento me encuentre No contigo sino con tu corazón de silicio Por otra parte, Yo sé que mi voz en sobre vive a la sombra Hasta que tus ojos iluminan mis palabras Haciéndolas reales por el eco, porque Golpean en ti y se recogen a soplos Como las hojas en otoño Yo recoconozco desde mi ventana La llegada del cartero, el depositar automático eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
10
De tanto comunicado amorfo, charlatanería de papel Sobres huecos, pero entre ellos tú Y entonces tiene sentido el paso precipitado del cartero Mi rostro recostado sobre el hielo fino del cristal La espera Porque llegas a mí, como quien renuncia a la mano salvadora Al pie del precipicio Porque sabes que caes en blando conmigo Que te abriré con manos de gato Que te leeré con el ronronear caliente y brumoso de mi café Felino y almohadillado, amigo
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
11
19 de noviembre De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Mi corazón arenal, como cada voz cada carta – efímera luz o mancha sobre lana – se encuentra cuando se cuenta. El camino, ¿qué importa? ¿Qué importa su estancia? Este caldo no requiere sustancias preparadas, recipiente medido. Las manos que las embriagan sienten tu esperanza. Sienten tu teclado y tu pluma caída. Tactan el sentido desnudo de tu añoranza. El llanto siempre empapa. Su sudor no se marca como el hierro a tela fina, es un baño acaramelado, interno, inasivo. Tu voz es sombra, pero no un otoño con su vestido de payaso, sus brisas de norte y frío. Si de corrientes transparentes hablamos – en tránsito serpentil o helio gris – prefiero los gemidos dulces de primavera entre el baile de pétalos de un framboyán arrebol, o buganvilia dorada por el sol. Llegue como llegue, se recibirá, en el canto de un colibrí o la tregua de un carey. Se recibirá a la dulce espuma de expreso eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
12
batido crema. Compartimos un ayuno. Amigo, compartimos un dolor.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
13
26 de noviembre De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Porque llega el invierno y me duele Me reflejo en el cristal y me cuelgo Del roble encanecido Porque me parte el corazón y llega el hacha El tomahawk enterrado para matar la guerra Buscándonos después de la batalla de reojo Mientras se nos clavan briznas de hielo En este frío de esparto porque llega el invierno Y me garabatea su vaho lechoso Su lascivia fantástica en el rostro Es el momento de encontrarnos de comenzar La marcha hacia nosotros De abrigarnos con los ojos entre tanto tumulto Estepario de tomarnos de la mano En medio de este mundo abigarrado De seres solitarios porque llega el invierno Y nos saludan con la mano Agachando el rostro para no herirnos Levantando las solapas para controlar el fuego Sacando joroba como los gatos Y huyéndonos Es el momento porque llega el invierno Y me duele De romper una lanza exponer las armas Escondidas echar al vuelo las campanas Besarse sin medida en las plazas porque eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
14
Tanto dolor se termina recogiendo con las manos Y llega el invierno y ya no soporto mĂĄs los titulares Ni la ausencia de paz en los buenos dĂas del vecino
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
15
14 de diciembre De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal “Me dan ellos su voz para sufrir y su advertencia para detenerme.” Pablo Neruda Se congeló mi pluma con el replicar de tu norte. Llegó el invierno. Siento tu dolor porque mi piel también es salada. He sentido la lanza congelada en la caída de cada sol, en la tierra partida. Lodo en concreto, hielo enfangado. El manto blanco esconde lo azabache que son las noches. El hombre baila al ritmo que su cascarón permite. Sábana sobre sábana, paredes, divisiones. Peto helado, coraza petrificada. Celada, malla, quijote, rodillera, greba, escarpe, gola, hombrera, guantelete. Armadura invernal para una falta de sol, una falta de son, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
16
y nos queda el dolor. “¡Fué tan bello vivir cuando vivías!” Pero hay campanas. Hay mar. – El mar y las campanas Ahí encontrarás mi inicial y mi final.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
17
01 de enero De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Comienzo el año pensando en ti. Aplastando doce uvas entre los dedos, una a una. Semigimiendo al tratar de sorber al vuelo las salpicaduras. Te digo, como te hablo siempre, con melancólico aullido de gaita, que comenzar el año me ayuda a desenredar legañas y para contemplar con claridad la llegada de la nueva luz acerco mis ojos negros al pozo de los deseos. Y callo. Sólo el ruido de las teclas de mi carta se interpone entre mí y lo nuevo. Sólo la inmediatez de este e-mail alivia el miedo o la boca seca o el nosaber que es el miedo. Y cuando te hable yo no estaré presente y me escucharás transvestido en tu voz y tu temblor será para ti el mío, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
18
pero también otro muy distinto. Comenzamos año Un abrazo, amigo.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
19
02 de enero De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Llegó año nuevo, Como llega el rocío manto de un amanecer. Lo anuncia doce uvas, una para cada mes. ¿Qué contiene cada fruto de la vid? ¿Nos predice el futuro anual entre su contenido de jugo, azúcar y piel? ¿Es su dulzura la indicación de un amor por venir?, ¿o es su ranciedad un pájaro agüero de maldad? ¿Es su tamaño indicación de tiempos completos, como las barajas de una mano dichosa?, ¿o es su flaqueza el estrecho vibrar de una necesidad? ¿Será simplemente la esperanza de su consumidor? Amigo, me inclino a pensar que todo lo que somos es confesión. La gaita, guitarra o güiro se comulga. El ritmo de su canción tiene más que ver con su composición elemental que mental, y nos queda el compositor. Todo producto visual engaña si el corazón nos es uno. Los pozos esconden una oscuridad que me molesta. Busca amigo, tus deseos en el silencio, su fruto me nutre, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
20
me causa mente. El miedo no es el fantasma que nos pintan sobre el celuloide de los ángeles. Hay bautizos que simplemente son irónicos. El miedo es amigo, y como yo, te oye en silencio, como un rezo. Te siento. Seguimos el año amigo querido.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
21
05 de enero De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Si tuviera tres deseos no serían Oro, incienso y mirra Serían amor, paz y vida. Si tuviera tres deseos. Si tuviera tres deseos serían Oro del que cagó el loro. Incienso ahora que lo pienso. Y mirra Mirra que eres linda Que preciosa eres… Si tuviera tres deseos. Si tuviera tres deseos serían Hacer de oro no una boca, no unos ojos, no unos brazos Sino una sonrisa, una mirada y un abrazo Fumigar con incienso los campos de batalla Susurrar a los oídos de los muertos Que exudan mirra como los árboles de Arabia Y exhortarles, como a lázaros recién amanecidos, Para que arañen sobre la carne de los misiles Un mensaje simple: que la vida está en otra parte. Pero entonces serían más de cuatro mis tres deseos. Si tuvirera tres deseos no serían y sí serían El oro brillante del verbo humano eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
22
El incienso sedante de la paz La mirra balsámica de un corazón palpitante Si tuviera tres deseos.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
23
7 de enero De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Si tuviera tres deseos como la llegada mágica de diamante celeste y sabiduría oriental, sería amor, paz y caridad. Los deshechos de aves que cacarean e imitan no lo pienso. Las copias, copias son. Como piropo efímero, sentimientos nebulosos. Sobre cada batalla, cada pelea, cada prueba, hay incienso. Paloma del Jordán. La vida es cuarta y siempre en otra parte está. Es verbo humano. Si un deseo solo tuviera de los tres que pides, ¿como te reflejarías? Por mi parte, mi fin está donde proviene mi inicio, en la Caridad.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
24
12 de enero De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol los lunes de la verdad. Cesar Vallejo Me desvisto de noche y revisto el gesto Y me dispongo a cruzar el primer palote Sobre la pared desconchada Hoy amaneció amable y El sol guiña su luz Sobre mis ojos de gato Soy un preso feliz que se alimenta De sonrisas esquinadas Saludando con descaro y Apresurando sin pudor La sinfonía circular de la jornada Vivo para adentro no para lo que hago Por ello mi celda reúne Los pedazos de amor que me componen Siento la vida como una supernova En cualquier momento se hace añicos Y te deslumbra Luego se retrae y en el silencio Sólo lo que has entregado en intimidad Permanece
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
25
16 de enero De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Puede la verdad llegar en cualquier grano, a la luz de cualquier sombra, de noche, un jueves, en otoño, invierno o a la muerte. A muchos no le llega. Si amanece, amanece amable aunque su luz queme. En mi prisión como tu jaula, hay felicidad. Fue después de un hondo vacío que desperté en la puerta de relojero. Cada mañana empieza sola, a la luz del silencio. Saca al perro. Calienta la leche. Pon la mesa. Prepara el día. Silencio. – Viene mi tiempo. – Mi sillón, mis rezos. Más silencio, más rezos, y el silencio, pensamiento y silencio. Despiertan los niños, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
26
despierta el día. Haz esto, no te olvides de lo otro. ¡Aquí, allá, anda, apúrate! Se fue el silencio. No hay explosión, pero sí remolinos. Hay intimidades. No tengo respuesta. Su amor permanece.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
27
20 de enero De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol “… volved más tarde al viejo hogar que os llama.” Rosalía de Castro Me dijiste una vez que te encontraría en el mar y en las campanas. Son dos lugares o uno, pues mucho de ambos muere sin su ruido. Un golpe de mar es una campanada. ¿Y cuántas veces las campanas me llevaron al mar con el temor en los ojos y el aliento arañado? Claro que mis campanas y mi mar tañen Galicia con la paciencia, el sudor y el estruendo de la fragua. Y sin su son ¿Qué es el mar? Naturaleza muerta en un mal cuadro ¿Qué es una campana si no repica? Deseo suicidado, ausencia. Cuando se emigra de un país, el mar calla, las campanas se enfrían en silencio. Y los ojos del que marcha permanecen abiertos hasta que el tiempo los curte y los ciega. Nos queda, eso sí, la voz para golpear la lápida del oído duro. La voz, para crear imágenes, congregar visiones. eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
28
La voz del mar y las campanas.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
29
27 de enero De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Si algo me consta, es que el regreso no existe. El mar y las campanas viven en el tiempo. Este hogar es intranquilo, camaleón celeste. No hay campanas sin mar, son matrimonio sagrado. Su incienso es la voz silente de mi corazón. Somos emigrantes. Me recuerda una vieja canción de tu patria, canción que mi madre cantaba y mi padre lloraba. Es un lugar donde están guardadas las reliquias. Caja preciosa, recuerdos penosos. Hay muchas voces, pero un solo gris. El patio de Neptuno nunca callará. Mientra que hay campanas, hay sal. Mientras que hay domingo, hay sol. Soy como muchacho cuando se enamora por vez primera. Las canciones son más emotivas. Los colores cantan, las voces brillan. Cada inhalación de cada paso es como hielo y fuego y nada.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
30
11 de febrero De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol Hola, Te cuento que Entré En una página web Y me entraron calofríos Leí las noticias y los dolores Y el mundo abreviado En un titular Con la palabra misil En una esquina de la boca Tan fácil de llenar Como el empaste de una muela Y me rechinaron los dientes Me tiritaron las mandíbulas Ante la ausencia de la palabra Muerte “Esta guerra será un juego de niños” repican las campanas Sí, Los niños matan En sus juegos a diario Quirúrjica crueldad de la inocencia Luego la vida mata sus juegos Y ellos comienzan a morirse.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
31
19 de febrero De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal “This is the way the world ends Not with a bang but a whimper.” T.S. Elliot Entró en el reino soñado de la muerte. Ese otro mundo que no es otro. Caminando por filas filiformes de cargas medidas, naturaleza enpaquetada. El código ‘Morse’ de la generación X. Sobre lana electrónica se acumulan sin hablar vestidos de lienzos con blasón repetido. El circo de las seis y las once se derrama infinitamente en cada patada. Nos hemos vendido, nos han vendido. Somos hipócritas. La gestación de nuestro llanto, que sobre papiro y plomo se desmorona, encarcelamos en ‘flui-tecnocorrespondencia.’ Y nos quejamos, y nos quedamos. Me encuentro en un bosque desconocido, con sonidos extraños. Me velan ojos ciegos. La tierra es movediza y el cielo pintado. Me escapo a mi escondite en las espinas eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
32
y portadas de mi refugio, entre mis seres, mis amigos, mi gente. Los he congregado como misa dominical, como cena de hogar. Los he acumulado poco a poco. Soy como las viejas que rescatan los gatos. Uno tras uno, cien, doscientos. Hay comunidad. El mundo muere gimiendo, quizĂĄs maullando, hemos dejado de pensar. En mi pueblo secreto puedo yo mi verso echar, no me importa las manchas, borradores o el derrame de tinta que es mi sal. Su amor permanece.
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
33
20 de febrero De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol A noite, as rosas, o fermoso estanque E ela morta na súa alcoba Luis Pimentel El estanque y las hojas secas del castaño Hace frío como en todo lo que se ha quedado quieto Hace tanto tiempo que hasta el frío se ha olvidado De helarse El jardín y el absurdo vuelo de los gorriones Todo es pardo y quieto excepto ellos Enarbolados pían desesperadamente el final Del día La fachada y las pinceladas de vegetación Sobre la piedra húmeda, lejana, familiar Reconozco el secreto cerrado, refractario De esas ventanas La casa y la soledad visitada en el jardín Aquí hace frío y todo es pardo y familiar Aprieto un ramo de recuerdos Y me hago sangre
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
34
25 de febrero De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal Una ruta de sol, y una luz, y un rosal. No pedía yo más y en aquella inquietud se posaron las sedas de mi blanda canción Pablo Neruda En este jardín, el invierno se muere de hambre. No hay abrigo para tanta inquietud. He conocido su vestido nácar sobre mi piel acaramelada. Es preciosa. Es imagen magnética, pero un tacto estéril. Yo siempre he preferido el café-con-leche. Con tanto ártico, el “sube y baja” se petrifica. No tiene el mismo ritmo, el mismo rocío sobre garganta sedienta. Es su color caoba, su sustancia de seda y su sabor caña, que son el despertar de mi ser, de mi pueblo. La penetración de esa masa con cascarón color sol y sabor mar, se empapa y enchumba.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
35
Es un manjar embarazado y embriagado. Es mi trópico en cada paladar. He vivido el círculo glacial del norte. Esa masa fría con vestido de azúcar vendida. Cuando en mi jardín me nutro, mi sed la empapa el sol, mi hambre su luz, y el único retoño que renace son los pétalos de esta tierna canción.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
36
01 de marzo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
De veras, pienso en la vida y le comento a Zuni si aspirar, limpiar el polvo, poner el lavavajillas, la lavadora, la secadora, hacer las camas, poner la radio o un CD crear la banda sonora de un film cuyo argumento es cepillarse los dientes bañar a los niños hacer el amor, manchar las sábanas, aspirar, limpiar el polvo, poner la lavadora, la secadora De veras, pienso en la vida y le comento a Zuni si no pagaremos cara algún día toda nuestra crueldad doméstica si nuestro abandono diario no nos abofeteará por sorpresa un día como cuando se va la luz y nadie ve por un minuto que se me ha quedado eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
37
cara de imbĂŠcil.
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
38
03 de marzo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Me siento como cuando me siento ante esa cajita de falsa luz, cristal y engaño. Mirando los cuadernos de proyección enmudecidos. Me siento. Cada laberinto es un mapa, y cada mapa un laberinto. Nos encontramos con los Minotauros y Penélopes de nuestras gestaciones. Nos encontramos lirios y pergaminos de azufre y simbolismos. Nos encontramos los mascarones de la noche y prendas de perdición. Nos encontramos los seborucos y las aves nocturnas. Nos encontramos las yerbas floridas y el pasto enmudecido. Nos encontramos los instrumentos mortales y los vínculos celestes. Nos encontramos, pero temo, nos perdemos.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
39
05 de marzo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Yo me recuerdo en Cuba Que es tu otro tú y mi otro yo Cuando ella me dijo suba Y nadie más lo oyó Me miró mulata y bella Dulce seda de enagua Que en mí suave hizo mella Cuando subí a la guagua Me brindó ojos como lazos Y una boca que no suena Y la sostuve en mis brazos Y me olió a hierbabuena Yo me recuerdo en Cuba O en La Habana por tí O en Santiago son de tuba O cantando en Manatí Me dio el mundo en sus labios Su abrazo fue areíto Y en sus consejos sabios Yo me arrullé despacito Me mostró su piel sincera eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
40
Su calor sopló en mi nuca Yo la recorrí entera Y la mordí como a yuca Me dio de pronto su precio Fue un golpe de machete Que su amor sólo era aprecio Escuché como un cachete ¡Ay, nuestra cubita bella! Nos atrae como un imán Imprevisible caimán Fugaz como una estrella
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
41
08 de marzo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal Learning Is finding out What you already know. Richard Bach La Cuba que vivo la que me ha sostenido, es color rubio masivo un suspiro contenido. Mis recuerdos son trópico mi dolor verde olivo. Tinajón, cansado tópico como lo que muero y vivo. Mis recuerdos de Cuba son recuerdos meramante prestados. Pero la esencia de mi triste son nace en las grietas de suelos pasados. Pero hay más de una Cuba ardiente, hay más de un duelo. El temblor de mi volcán creciente forma cresta en su pelo. Mi sentencia fue su dulce prisión que no tuvo ni pizca de engaño. Fue un torrente y una creciente pasión
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
42
y el enmarque de un perfumado paño. La historia de nuestra historia se retumba en cada iglesia. Simple y dulce pan de gloria con almíbar en su escencia. ¿Y qué de nuestra Cuba hermosa con su café mulato y su blanca arena? Contiene nuestra casta primorosa y nuestra carta de pena.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
43
10 de marzo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol Alzar la mano y detener el cielo Luis Feria Con cuánta ternura odio el llanto El llanto que enternece mis ojos Mis ojos ya no abiertos a la luz La luz empañada al contacto con la vida La vida galopando sobre cuentas desparramadas como grititos Como grititos gozosos de niño con globo Con globo y llanto porque se ha muerto el aire El aire expirando estruendoso y sin embargo Y sin embargo eurítmico Con dedos humildes pulso el teclado, click Click y el ratón que me confunde Que me confunde como el odio de un hamster De un hamster roedor de sueños paralíticos Paralíticos y quietos Y quietos Con cuánto odio acaricio el tiempo El tiempo que empapa el suelo El suelo sobre el que suelo llorar el llanto El llanto que enternece mis ojos Mis ojos ya no abiertos a la luz La luz que desgrana el cielo El cielo tacaño el cielo El cielo que se mueve sin nosotros eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
44
Sin nosotros por encima de nosotros Nosotros y el cielo Y el cielo con todo el cielo en las manos Observo la pantalla cuando tiembla Tiembla como un flan electr贸nico Electr贸nico correo que balbucea nuestros nombres Nombres de hombres sobre el suelo Sobre el suelo hombres moviendo el rostro El rostro sin rastro de ojos sobre el rostro El rostro desojado anegado Anegado como una presa sobre un pueblo Sobre un pueblo sin campanario Sin campanario y sin cielo.
eMail Poemas Alberto Avenda帽o y Mario Beruvides
45
13 de marzo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal The rose is a great deal more than a blushing apology for the thorn. Rabindranath Tagore En un tiempo, un tiempo viejo como pergamino amarillento, como la mirada caída de un abuelo o las grietas que componen cada monumento, una rosa en jardín se quejaba: – “¿Por qué llora el cielo?” – “¿Por qué derama su temor?” Los lirios le cantaban, la azucena una plegaria le brindaba. Cada abeja bailaba un ‘waltz’ a su belleza, y las ramas de un árbol frondoso, una suave poesía le ofreció. Pero la rosa temía su tiempo, temía dolor. El destino no pide explicaciones ni le importa el manto febril de nuestros temores. La belleza no se busca, se encuentra. El cielo no se ve, se vive.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
46
16 de marzo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Pareciera que un mensaje electrónico nos acercase Más y nos disolviese Te doy un ejemplo mario@palmas.sol Cuando tu sol se nubla me hablas de dolor. sol Tu bravura de @palmas enhiestas pierde Y gana la flacidez y miras al suelo Sólo el mar te consuela, me dices, tu piel De sal es el malecón que contiene tu melancolía Cuando me hablas de dolor y es tan veloz El impacto y tan lenta la sensación que Pareciera que la computadora Nos otorga alas Para que echemos de menos el vuelo ¿Recuerdas cuando hablábamos enrojecidos de ron y cafés postreros? Nuestras voces alpinistas, nuestras palabras Como picos clavándose en la pared de la discusión Sobreponiéndose con virilidad aprendida Compitiendo por llegar antes a la cima Y en el último esfuerzo La cima nunca estaba Estaba tu bota en mi boca Tapando mi último sofisma ¿Recuerdas cuando hablábamos?
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
47
19 de marzo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Extraño. Extraño esas noches o tardes de manjares deliciosos y abundantes, de vino dulce, conversación amplia. Fue en tu casa. Fue en mi hogar. Después en el sitio tuyo seguido por el mío. Un tenis de lugares, cenas, camarones, champiñones, tortillas españolas, frijoles negros, tostones, tragos, palabras, gestos de manos convencidos que lo que se dice importa. Extraño las posibilidades de resolver los problemas mundiales. Este duelo electrónico es precioso, es útil, nos conviene. Pero, ¿y qué de las pasiones y resoluciones? Del vaivén de nuestros sentidos. Esto ha sido un complot, tan complejo y secreto como el asesinato de Kennedy. Estaban seguros que íbamos a terminar las guerras, eliminar lo rojo y repartir la justicia. Nos temían. Nos temen. Nos han relegado a un juego de ciberespacio, porque nuestra realidad era potente. Oh, a lo menos así lo veíamos. eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
48
El silencio puede ser cruel, pero nos queda la Palabra.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
49
21 de marzo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Sin confesarme Comulgué por mi padre en cuerpo presente Estrellé mis ojos en el altar Escupí a la tierra Blasfemé de rabia porque la muerte Me arrebataba a un desconocido Pedí, rogué, supliqué más tiempo Exigí a Dios su comunismo Su ser de todos Y también mío De mi padre que se iba sin presentarse A pesar de no haber faltado a misa un solo día A pesar de haberme llevado de la mano A pesar de haberme invitado a mi primer vaso de vino que ese día fue sangre y me ayudó a comulgar sin confesarme
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
50
22 de marzo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal Vivo sin vivir en mi, y de tal manera espero, que muero porque no muero. San Juan de le Cruz No hay comunión sin confesión. El alma se confiesa, el cuerpo se comulga. Es como el intento de separar la noche del día. Agustín y el niño en la playa intentando en un hueco vaciar el océano. Hay muertes y hay muertes y hay vida. Me muero por entender. Pregúntale a Kempis. Y queda la voluntad. Vivimos viviendo el Getsemaní cotidiano, la cuaresma de las venticuatro horas. Vivimos sin vivir. No hay que temer. La esperanza está en el tiempo, el tiempo habita en la paciencia que por su parte es hija legítima de la caridad. Yo, como tú, “muero por que no muero.”
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
51
24 de marzo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Creer en Dios es leer a Vallejo en la tormenta Romper la hostia, partirse el alma Alzar el cĂĄliz Duchar la frente del planeta Con las gotas fugaces de la sangre Cerrar los ojos al cielo Ver vino Beber estrellas Creer
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
52
25 de marzo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal Yo soy la Resurección y la Vida. Juan 11:25 Creer en Dios es tener paciencia, aceptar la madera de cada sol, los clavos de cada noche. Creer en Dios es remover piedras que cubren muerte, es permitir que las vendas no impidan. Creer en Dios es ver nacer lo que está sin vida, entregar ser por ser. ¿Qué nos impide? ¿Qué nos detiene? ¿Hay semilla de mostaza?, o ¿huellas de Tomás encinta? Cada día veo más de lo que mis ojos permiten. Cada día mi piel siente dolores ajenos. Cada día es mi corazón el que late todo lo que mis manos derraman. Cada día es mi angustia la que muere y mis rezos los que caminan. Cada día … … espero oír entre las tinieblas de mis mañanas solitarias, “Desátenlo y déjenlo caminar.”
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
53
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
54
27 de marzo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol Mundo mundo vasto mundo Se eu me chamasse Raimundo Seria uma rima, não seria uma soluçao Carlos Drummond de Andrade En la 5a Avenida de Nueva York Me chupo el dedo y calculo el viento La dirección de mis ojos y contemplo De mí mis paradas sin sentido, ojo Callado en mis zapatos congrego Mi pasado y mi paraguas Desvencijado Recibe a las primeras gotas Que se sientan sobre sus varillas Como apóstoles Y me meto quieto en mí mismo, Punto en boca Mi nariz es veleta que indica A los transeúntes su memoria.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
55
29 de marzo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Estaba el otro día buscando mis gafas. Siempre están conmigo, siempre sobre mi vista descansan. Son mi visión, o así lo creen. Pero ese día, que era como cualquier otro día, otro día, se me escondían. Un remolino me atrapó, una tormenta me enchumbó. El horizonte se despidió sin cortesía. Mi herencia lejos estaba. Mi presente también. En duda estaban mis manos, mis pies, mi mismo corazón. Todo lo visto nublado estaba sin la esperanza de encontrar ese cristal, esa armadura que fortalecen, y transparentan mis faltas, mis defectos. Pero oí en mi pasado y mi futuro la visión que perdí. Ahí entre mis simples dudas, sobre el descanso de la mañana me ví, lo ví, nos vimos. Es precioso encontrar un amigo perdido. eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
56
03 de abril De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Me estalló en la cara La primavera como un paquete-bomba Anunciándose en tic-tac De ansias relojeras Adrenalinándose en mis ojos Su visión en el felpudo Y mi temor a abrir la puerta Me habló el sexo Y me contó que la quería Arañándole la mano por sus muslos De piel dulce erizada La vi acercarse más a mí latiendo Y mi corazón Consejero de Estado Me recomendó control Y testiculé un gesto Me gritó en la cara Aullidos de amor sin elocuencia Y presté oídos sordos al Consejo Que a la lengua calenturienta de marzo Sucede Mil aguas en abril Que a este empecinamiento de elefante Que ahora me conduce a ella Sucede eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
57
La huella timorata sobre la arena húmeda De la playa De un Ratoncito Pérez desflorado Me trajo la estación Paradas nuevas y pensamientos Floraciones, ensoñaciones, mis mitos Mis burbujas y mis alergias Qué hermoso es vivir con todos Mis temores en amaneceres encendidos Martillando los interruptores de la noche Angustiándome con las nubes vagabundas Impertinentes, molestonas, visillas Qué hermoso es vivir para dejarse Pulverizar por el terrorista de turno Cada primavera
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
58
07 de abril De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Yo nací sin estación, y pienso morir así. ¿Cómo se puede temer el dintel de las flores? ¿Cómo se puede evitar la avenida de un Caribe, un son, unas palmeras? Donde hay un rayo de sol hay la esperanza de la perla, hay las tumbadoras de mi manatial tropical. Sí, es hermoso vivir verde, vivir sol, vivir las arenas del calor que imponen intimidad, que demandan un abrigo de ternura. Mi estancia es sata, mi baile es sensual y lento como el bolero de palmas en brisa celosa. Es hermoso vivir, cuando la sangre es verde.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
59
14 de abril De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Me descuido y te recuerdo Mi gallego acto de ser Te devuelvo a la memoria Ahora que separados y acercados Vallados por el correo de Electra Por el amor fraternal Que me obliga a ser ambiguamente Peregrino Mi gallego sube abajo En la escalera Mi gallego que curtió sus pies Descalzos en tu Cuba los metió En sal de Cuba en tu herida Gallego, bodeguero, obrero, marinero Habanero Gallego torpeza de piedra Arquitecto del agua llorón Disculpa el sorbete pero Se desinfla mi fuelle cuando Me descuido y te recuerdo Mi ser gallego miserere Mi aire monacal o húmedo Gregoriano o Alberto o Mario Se me parte en dos la gaita Por un centro aproximado Con solemnidad de alma eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
60
De madera quieta Y me descuido y te recuerdo
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
61
21 de abril De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Fue una tarde de sol en un patio escolar. Fue un almuerzo de generaciones, amigos, amistades, padres, hijos, maestros, desconocidos. Fue un Octubre. Con gafas oscuras y traje de Hamlet como es su costumbre, costumbre gallega, gaita nocturna. Hubo conversación, comida y conversación y la promesa de otra cita. Fue un Octubre, creo. Recuerdo sopones de Galicia y Coaybay, de palabras con ansias de más palabras y las interrupciones de los pillos. Recuerdo a un hermano. Recuerdo su despedida. Fue un Agosto. Nos queda estas palabras, estos poemas. Ellos también se despedirán. Me cuelgo de un hilo electrónico. Cuerda umbilical, verdugo lazo de nuestra sentencia. Quizás es la razón que a veces me demoro en quemarlos a corrientazos de teclados, a tumba “virtuales.” Recuerdo y me descuido eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
62
y me olvido. Fue un Octubre, creo.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
63
02 de mayo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
He bajado al mol que es el mall Que es el centro comercial Y he visto el español barrido por los suelos Restregándose en el excusado Cocinándose en las cocinas, fregándose Frotándose sobre las mesas Sosteniéndose en equilibrio circense Sobre el orificio de las pajitas humedecidas en soda Lengua en burbujas, español de punta Adivinado sobre hombros extraordinarios No como carga, sino como equipaje. He intuido en inglés que me hablaban en español Y he cambiado de lengua como quien se cambia Para estar más cómodo Y he pedido unos entremeses de adjetivos Y me he solazado en adverbios Y he nombrado sustantivos Y me han herido con español interrumpido A latigazos Me han lacerado las interferencias Y para curarme me han arrojado jarros de inglés frío. ¿Por qué me duele la lengua atravesada, la lengua inmigrante, la lengua forjada en la fragua del dólar? eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
64
En América del Norte somos tan distintos como Nuestras frutas Nuestras palabras nos acompañan en salud Y se curan a la intemperie En el sentimiento de un velatorio Temiendo por la Llorona, gimiendo la lengua O escondiéndola en la bolsita de las canicas Que suenan a perlas histéricas fuera de tono De todo, de este mundo, desesperados Por expresar en palabras las gracias al abogado Que evitó la deportación Quemándonos en el oído un cucurucho de papel Para hacernos más receptivos Y hoy somos más de aquí Y escuchamos mejor Y hablamos peor
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
65
08 de mayo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
¿Hablamos de muertos o de vivos? Hablamos porque vivimos. Hay retoños. Del fanguizal nacen flores, es tan americano, de lo descartado una piedra angular. Comprendo de jardines, de la grama nítida, de los rosales perfectos, de los lirios y tulipanes en fila de indio. Es tan europeo. Comprendo el órden, pero vivimos en caos. La vida tiene arrugas. Este nuevo mundo es salvaje, tiene posibilidades. No conoce de reglas y filas, simplemente vive. ¿Cual es la definición de una palabra? Hablamos con Ludwig, conversamos con los leones. ¿Hay comienzo? La palabra es su uso, su uso es palabra, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
66
Y se cambia. Ví en la esquina de un reojo, las reglas en bicicleta. La definición de una palabra es su uso en el lenguaje. Un lenguaje se define en su uso de palabras. Si escoger se tiene, “no te atrevas a dormir sin comer un cucurucho de maní.” No me cantes el manicero, porque somos más de aquí. Hablamos peor, pero andamos.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
67
14 de mayo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Te escribo y envuelvo el corazón En un pañuelo de letras Y me revuelvo para buscarte Ansío hacerte llegar las últimas noticias: Han asesinado a alguien en uno de nuestros países los disparos nos recuerdan que traición y tradición no sólo riman su traducción es sangre: Un obispo hoy, un niño a diario Tanta cotidianidad contada en centímetros de niños enlodados tanto obrero infantil masacrando las horas que apenas caben sus cuerpecitos anfibios indomables en el charco de sangre del noticiero Y me duele el dolor de los sinnombre Y el nombre de los nombrables Y ¿qué hacer? Si nos avisan Que la democracia tarda en repartirse
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
68
15 de mayo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Temo, la democracia tiene un componente genético. De la cuna nace, en la cuna se aprende. La cuna de nuestra herencia es la cuna de nuestras noticias. Hay caciques. Hay conquistas y conquistadores. Hay caudillos. Existen aún deseo de realeza. Cáncer maligno. Concepto prestado. ¿Significa América? Hay que comprender el Cincinnatus Americano. “Ut prosim.” “Ut prosim.” Le pedimos mangos a la palmera. Como la psicosis femenina, – Casanova y fidelidad – La estupidez masculina, – Magdalena y María – enferma maternidad. ¡Escoje, y no me jorobes más!
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
69
17 de mayo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol Escribo igual que ando sen saber A onde vou coa esperanza de non Chegar sen saber parar Manuel M. Romón Mi síquico me dijo… Y sólo una palabra suya bastó para sanarme: Antes ELLA me insultó de hinojos Reprochando con furia de hembra en celo Me escupió en la cara, me jaló el pelo Dolor mental, hogar de mis piojos Soñé así que en ella penetraba Su rozar bastaba para sarnarme Picazón gloriosa sin ella amarme Soñé así que yo sin pene entraba Alma que ha visto lo que fui y ha partido Corazón que ha ardido y no ha amado Vida vivida sin haber parido ¡Qué difícil ser hombre enamorado! ¡Qué fácil fornicar y estar perdido! Vivir hecho polvo y desamparado. $ 4.99 por minuto
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
70
Adultos solamente.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
71
19 de mayo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
El amor verdadero nunca es fácil. ¿Por qué así lo queremos hacer? El padre de Narnia se abochorna. Quedaron los cuatro amores. ¿De dónde proviene el Amor? Abusado término, concepto violado, y nos falta Caridad. Dividimos la eternidad, para encontrarnos en la eternidad. Hacemos del Amor un dios, y pecamos. La matemática aquí no camina. Suma, resta, división, se multiplica. Y nos falta Caridad. ¿Dónde te escondes, Juan? ¿Dónde? Temo y me pierdo. Mis heridas son tantas que busco refugio en lo conocido, lo repetido, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
72
lo enmarcado. Somos cobardes. Es duro caminar de espaldas. ¿Y para qué? Mi traje negro se vendió inconscientemente. Espero la Caridad, y me falta.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
73
21 de mayo De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Mi fortaleza barrendera de heridas Te ofrece amparo cuando me escribes Y yo me abrigo en tus mensajes Nos hablamos con la rapidez de una palabra Ejecutada ante el paredón de la pantalla Con la metralla del teclado Enganchados a nuestra munición Como a una aguja El deseo nos hace un dúo de riesgo La comunicación nos infecta y nos contagiamos Vía masaje en la sauna cibernética Como un fauno, el verbo, perdido en el bosque Entre el vapor o la niebla A tientas Sólo nuestra necesidad prevalece. Mis maestros síquicos están a tu disposición.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
74
25 de mayo De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
Mi fortaleza no es visible, pero la siento, en la piel, en la memoria, en la esperanza. Mi fortaleza es una, pero se comparte. No busco Nirvana, sólo communidad. Se encuentra en verso, en el espacio entre cada oración. No requiere psicólogo ni lectura de estrellas, porque es madera, una simple realidad. Confieso, he conocido la noche oscura, y me duele las coyunturas cuando de esto te escribo. Entiende – es memoria, es esperanza. Cuanto estraño mi caridad.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
75
07 de junio De: Alberto@Galicia.sal Para: Mario@Palmas.sol
Me voy por un despeñadero inacabado a tumbas reticentes caída lenta estúpido download lipotimia del mundo Porque me voy sin querer No adrede Acosado por palabras fantasmas Suspendidas En el halo de la pantalla Tú eres mi voz, computadora Mario, mi eco Eccoleiquá Dejar de hablarnos es arrancarle las joyas a la arquitectura de los oídos porque llega la hora de adornarnos con silencio y partir en dos la distancia como se rompe un libro inevitablemente por el medio la única fracción que el corazón acepta.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
76
15 de junio De: Mario@Palmas.sol Para: Alberto@Galicia.sal
El corazón no acepta fracciones. ¿Quién puede dividir la vida? Pero somos eco, no de cada uno, ni de nuestro ronco llorar. Somos el retumbar de unas ansias de infinito. No dejamos el ritmo del teclado, esas tumbadoras rítmicas de nuestro baile de pantallas iluminadas; Pantomina cibernética. Aceptamos silencio, madre de todo eco. Hasta el silencio retumba; Susurra en esa arquitectura que no es vacío pero sí vacía. Aumenta las distancias. Tememos el fin, como tememos los primeros pasos. Somos niños de teta ante las posibilidades. Lo nuestro es nuestro porque es viejo. Del silencio nace la palabra. Es un acto de verbo. Somos eco, porque el corazón no acepta fracciones.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
77
CHAT ROOM Alberto: Lapoesíaeslahendiduraelespacioentreunapalabrayotra, Lo dijo Octavio Paz en la batalla Inacabada, implacable, incauta Del poema. Yo te dejo espacio: Mario: La poesía es palabra, es verbo. Relegarla a grietas y vacíos de sí mismo es, como separar la libertad de la verdad. Esplendor de la verdad. El poema es verbo y nada más … … pero, ¿qué más quieres? Alberto: Despacio, el poema Nos viste como a los toreros Con tensión santa, silencio de capilla Postal descolorida por el carmín Corrido del tiempo Pintaojos desgarrado por Los puñales de La Dolorosa Corazón de madre con velo Rodillas de penitente Despacio, el poema Nos observa con ojos de azabache Pulido y sudando sangre
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
78
Mario: Tú lo has dicho. Es sangre. Sangre que nos consume, a la vez que nos nutre. Somos murcielagos. Somos nosotros los que nos convertimos poema, no el poema nosotros. Un poema es sangre cuando sangra. Alberto: ¿Cuál es nuestro fin? Vaciar de agua los hoyos de la playa Quemar el fuego Depilarnos los recuerdos del cuerpo Y del alma conjurar lo demás Que no es extirpable ¿Cómo saber que el poema nos busca? Mario: ¿Qué sé yo? Por mi parte amigo fiel, el verbo es la palabra que conduce, por definición, forma, transforma, conforma, da punto final. Termino como empezamos todos, en verbo.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
79
Introduction Verses that obviate the modern technology of the cybernetic world, verses that facilitate the mysterious transmission of messages from the world of Spain (with a Galician touch) to the tropical world (with a Cuban rhythm), are those that make up this volume of verse by Alberto Avendaño and Mario G. Beruvides. The product is a dialogue between friends separated by a great distance but united electronically through language that is both poetic and concise, but totally personal. The result is a discourse that covers diverse and innovative themes that spring forth from the computer by electronic means and that finally are printed out in the traditional manner. Images follow each other like a profuse fountain constantly revealing an unexpected reality through “technocorrespondence” that in the final analysis transports the reader to a little explored world in the past but without doubt the principal manner of communication in the future. Likewise in a similar manner these verses have been translated by two scholars, each of whom seeks to reveal the spirit and the talent of each poet. María O’Connell has translated and revealed the essence of the verses by Mario Beruvides. She is an English instructor and a tutor for the University Writing Center at Texas Tech University where she holds a Master of Arts in English, Comparative Literature, and Spanish. She is studying in the Ph.D. program in English and Interdisciplinary Studies. Her varied interests include memberships in the C. S. Lewis Inklings Society, the Modern Language Association, the Latin American Studies Association, the Western Literature Association, and the American Literary Translators Association. She has given presentations at a number of literary conferences. eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
80
James Hoggard, the talented translator of the verses of Alberto Avendaño, is also a novelist, essayist and playwright and the author of fifteen books. He currently holds the academic rank of Perkins-Prothro Distinguished Professor of English at Midwestern State University (Wichita Falls, Texas). He won the Stanley Walker Prize for the best newspaper journalism by a Texan for his series of essays about life in Cuba. He was the translator of the bilingual edition Alone Against the Sea/Solo contra el mar by the Cuban poet Raúl Mesa, for which he was named co-winner of the Soeurette Diehl Fraser Award. In 1999 he was a finalist for the National Poetry Series Award. His book Patterns of Illusion: Stories and a Novella was published in 2002. Perhaps the pinnacle of his poetic and literary career was realized in 2000 when he was named Poet Laureate of the state of Texas. Harley D. Oberhelman, Editor Texas Tech University
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
81
PROLOGUE Across the cybernetic world Alberto Avendaño and Mario G. Beruvides begin a continuing poetic in which the essences of the old world and marvel-rich America are found. In eMail Poems, modern technology facilitates the transmission of the word. Through the medium of electronic mail a dialogue is produced between both speakers whose verses acquire a melancholic tone that strengthens that precious feeling of friendship that grips them. The mixture of “Galician” and “black bean soup,” a “Galician bag pipe” and “Guarani maraca” accentuates the longing of lives lived in different latitudes, shared pain, and places the protagonists – the narrators themselves – in a space where the language is another’s. English and Spanish try to find their places – “I have seen Spanish sweeping the floors” – determining a new reality – “in order to cure me they threw me jars of cold English.” The poets identify themselves with the names that the available technology allows them to adopt: I give you an example mario@palms.sun When your sun is clouded over you speak to me of grief.sun Your boasting about @erect palms loses And turns flabby and you look at the floor ... Words from the technological world come permanently into poetic language; there are references to elements that, being personified by the poetic speaker, acquire such a vitality that it ends up controlling, dominating, or confusing him. With humble fingers I strike the keyboard, click Click and the cursor that confuses me That confuses me like the hatred of a hamster A hamster gnawing on dreams that are paralytic Paralytic and quiet And quiet. An existential cry goes deeply into melancholy, profound grief, cruel silence. Nevertheless, “they still have words.” Precisely, finding refuge in the word allows them eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
82
to travel freely in time and space. Through “techno-correspondence” Avendaño and Beruvides’ reviewing the icons of dreamed or remembered reality: bells, sky, sea – share their memories ... But the voice that prevails is the voice of the immigrant who welcomes winter as much as spring. It’s an intense, vital struggle, a battle in which love and death have their places –“electric shocks of the keyboards”– and where hope triumphs. Memory is not ecstatic, the authors recreate it poetically with “the machine gun of the keyboard”; imagination ends up even being confused with reality: “My memories of Cuba are memories / I’ve borrowed through talk.” The reader is invited to go down a road plagued with meetings and separations, in which he can participate actively in the search for identity and in the definition of memories. It’s a path one can’t go back to but it does become an eternal return. The new reality –“today we’re from here”– includes what’s been lived and the recreation of the memories transforms and enriches it. The style of the poems that make up this book is suitable to the genre: concise and short; nevertheless, the messages are generally clear and precise. At times a single word is enough to express what the poets want to convey, to record an idea or to recreate an image. There is a dynamic relationship between the materials and the writing techniques used. Frequently, epigraphs shed new light on the reading of the poems or, better, they intensify them, put them into other dimensions and amplify their meaning. Sometimes the verses turn back on themselves, a self-referencing that constitutes a metapoetic manner. The introspective lyricism, that melancholic ambling of the poets’ travel, does not keep them from reaching concrete conclusions about reality. And that reality includes not only material but also spiritual aspects; so, for example, explanations are presented about what believing in God means: Believing in God means having patience, accepting the cross of each sun, the nails of each night. Believing in God means removing the stones that cover death, it means allowing what the blessings don’t stop. Believing in God means seeing eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
83
what’s lifeless being born, delivering being by being. In spite of all the human meanness and the constant threat of death, the verses recapture what’s most sublime and fundamental: “God’s love remains.” The poems, duly dated (from November 6th to June 15th), constitute a stimulating and intelligent dialogue of two poets who communicate by reflecting on themes that they care about. They use lively words full of connotations associated with signs from various realities. As Eric Vos says in his work on “New Media Poetry,” the innovative strength of this type of poetry is not in the channels of communication (computers, video, holograph) per se, but in the exploration of their ramifications in syntactical and pragmatic aspects of verbal and poetic communication in general (“New Media Poetry: Theory and Strategies.” Visible Language 30-2 [1996]: 215). Created by two poets who communicate with each other in virtual space, the final work (if it can be considered such) becomes a product that is printed in the traditional manner. But one ought to emphasize that the printing happens after the virtual communication has occurred. Following Vos’ concept, one can see in this work an expansion of the customary dominion of poetry that includes considerations about communication and computer science theory, semiotics and interactive relationships. In such a way that the “informed” reader will have to take into account the different communicative space generated by this poetry, and be able to re-evaluate the conventions of the poetic field on the level of sign construction. A final interesting point: the difference of this poetic writing from others that also utilizes elements of current technology, like “hyperpoems,” “videopoems,” and “holopoems,” essentially consists in the variability that these can tolerate. Nevertheless, by being a product of electronic mail communication, this difference could be canceled if the work is transferred to a CD. At any rate, eMail Poems constitutes a new type of poetic creation that also implies a new type of communication. Avendaño and Beruvides are poets who, appropriating the new technology of our time, have given birth to a different poetic form.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
84
It makes sense to accompany Alberto and Mario, to join in the fantasy and play with them. The reader will be the one who, entering the sea of that cybernetic existence, will construct the meanings. The coherence in the combination of what is real, evoked and imaginary lets Beruvides and Avendaño’s texts offer the reader the infinite possibility of re-creating his or her own experiences. Dr. Eduardo Cabrera Department of Modern Langauges Millikin University
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
85
November 06 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
Let me in and lose myself, don’t guide me Let it escape from my keyboard the way water Slips between fingers, flows and sparkles, Communication distilled, megahertz and abandonment Offer me a feast of chips, gossipy Dazzling agate, an electronic lapel A convicted cursor, the meeting place A camellia as ephemeral as words fastened Alone in the torn buttonhole of language, sad Incense of cathedral and breeze, my haze An intimate and improbable dawn, I send you An impossible paper in the wind, pecked out by The fast flight of a dove fleeing Frightened from the scavenging crow, and flesh Of a warm screen, allow the question: How many bytes, Captious capacity in words, do you support Permit or upload?
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
86
November 09 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
Conduits and conduct Palate for many, stock for few. How many drops in a soup? The capacity is not caprice or emblem. All remains in the salt of each blood, in the salt of your Atlantic, in the sugar of my statuesque palms. There are questions. There are intrigues. The recipe is not Spanish broth or Moorish bean, it is found in the conduct of the conduits. In my sandy beaches or plastic keys There is conduit for each conduct; Lost—found, dominical incense—carnal roux, the celtic bagpipes—the guarani maraca. There is for he who seeks and desires with simple heart, permission to visit, an embrace without pain. When the idiom does not divide, the accent is not lost the diphthong is shared.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
87
November 12 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
A letter is a known place, one made by hand One sets one’s hands to the task, and whoever reads it Grasps it with hands right where it is Electronic mail’s unnamable, for its part It watches you with the sideways glance of a prisoner In the jail yard: will my relief reach you, My final word, My unshakable last act like someone’s who’s been executed? Because my untrustworthy typing strips Digital trails with each thought And suspects that a mess of electric impulses Will command my feelings If I want to talk to you I click and you receive me I don’t need to cry to soak you It’s enough to jot down :( and you have from me A flood of sadness for your waterproof hands Perhaps that’s why I’m afraid that if I tell you I’ll find myself Not with you but with your silicon heart On the other hand, I know that in an envelope my voice lives in shadow Until your eyes light up my words Making them real through the echo, because They beat in you and are gathered into breaths Like leaves in autumn I recognize from my window The arrival of the mailman, the automatic depositing eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
88
Of so much pointless communication, paper chattering Emptily, but among them you And then the rapid step of the mailman means My face leaning against the fine ice of the window Hope Because you’ve come to me, like one who renounces the saving hand At the base of the precipice Because you know that with me you fall softly Let me open you up with a cat’s paws Let me read you with warm purring and my coffee’s steam Feline and cushioned, friend
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
89
November 19 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
My sanded heart, like each voice each letter—ephemeral light of stain on vellum— is found when it counts. The path, what does it matter? Does the essence stand? This broth does not require prepared substances, measuring cup. The hands that intoxicate feel your hope. Feel your key and your fallen pen. Touch the naked sense of your longing. The cry always drenches. Your sweat does not mark like an iron on fine fabric, It is a carameled bath, internal, invasive. Your voice is shadow, But not an autumn with its harlequin clothes, its north breezes and chill. If we speak of transparent currents --in serpentine transit or gray helium— I prefer the sweet moans of spring among the red mimosa petals’ dance or bougainvillea gilded by the sun. Come as it comes, it will be received In the song of a hummingbird, or the trek of a tortoiseshell. The sweet foam of espresso will receive it eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
90
whipped cream. We share a fast. Friend, we share a pain.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
91
November 26 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
Because winter’s come and it saddens me I’m reflected in the window and I hang myself From the graying oak Because my heart’s left me and the ax shows up The tomahawk buried in order to kill war Looking askance for each other after the battle While blades of ice nail us Onto this cold esparto mat And its milky breath scribbles Its fantastic lechery on my face It’s the time for meeting each other for beginning The march toward each other To look out for each other mid so much tumult On a barren plain to take each other In the middle of this motley world Of beings who are solitary because winter’s come And they salute us with one hand Lowering their faces so not to hurt us Lifting their lapels to control the fire Hunching their backs up catlike And fleeing from us It’s the time because winter’s come And it saddens me To break a lance to display the hidden arms To throw the bells into flight To kiss each other freely in the plazas eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
92
Because so much grief ends up being taken by the hands And winter’s come and I can no longer stand the daily headlines Or the absence of peace in the greetings of my neighbor
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
93
December 14 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal They gave me their voices for suffering And their warning to deter me. Pablo Neruda My pen froze replying to your north. The winter came. I felt your pain because my skin is also salted. I have felt the frozen lance at the falling of each sun, in the parted land. Mud in concrete, muddied ice. The white cloak that hides the jet, which is night. Man dances to the rhythm which his shell permits. Sheet over sheet, walls, divisions. Frozen cuirass, petrified carapace. Helmet, chain mail, thigh guard, knee guard, greaves, boots, neck piece, shoulder pad, gauntlet. Winter armor for the lack of sun, a lack of refrain, eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
94
and we feel the sorrow. “It was so beautiful living, when you lived!” But there are bells. There is the sea. —The sea and the bells— There you will find my beginning and my end.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
95
January 01 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
I begin the year thinking about you. Crushing twelve grapes between my fingers, one by one. Half-moaning in trying to absorb the flight the splashes. I tell you, the way I always speak to you, with a melancholy bagpipe’s howl, that beginning the year helps me get the sleep out of my eyes and in order to contemplate clearly the arrival of a new light I bring my black eyes near to the well of desires. And I’m silent. Only the noise from the keys of my letter is interposed between what’s new and me. Only the immediacy of this e-mail relieves the fear or the dry mouth or the not-knowing what fear is. And whenever I speak to you I will not be present and you will hear me transformed in your voice and your trembling will be mine for you, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
96
but also another very different kind. We begin the year An abrazo, friend.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
97
January 02 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
The new year arrives, as the misty cloak of dawn comes. It announces twelve grapes, one for each month. What does each fruit of the vine contain? We predict the year’s future between its content of juice, sweetness, and skin? Is its sweetness the indication of a love to come? or is its rancidness an oracular bird of malice? Is its size an indication of the fullness of time, like the shuffle of a lucky hand? or is its thinness a narrow vibrating of a need? Could it simply be the hope of its consumer? Friend, I am inclined to think that all that we are is confession. The bagpipes, guitar, or gourd enter in communion. The rhythm of their song has more to do with your elemental composition than mind, and the composer remains. All visual products deceive if the heart is not one. The wells hide a darkness that troubles me. Seek friend, your desires in the silence, their fruit feeds me, eMail Poemas Alberto Avendaùo y Mario Beruvides
98
gives me mind. Fear is not a ghost that we paint over the celluloid of the angels. There are baptisms that are simply ironic. Fear is friend, and like me, hears you in silence, like a prayer. I feel you. We continue the year dear friend.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
99
January 05 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
If I had three wishes they would not be Gold, incense and myrrh They would be love, peace and life. If I had three wishes. If I had three wishes they would be Gold from what the parrot shat. Incense now that I think of it. And myrrh Myrrh how pretty you are How precious you are ... If I had three wishes. If I had three wishes they would be To make from gold not a mouth, not eyes, not arms but a smile, a glance and an embrace To fumigate the battlefields with incense To whisper in the ears of the dead That they exude myrrh like the trees of Araby And to exhort them, the way Lazarus was brought back to life, So they’ll scratch on the flesh of the missiles A simple message: life’s somewhere else. But then my three wishes would be more than four. If I had three wishes they would not be, and indeed they would be The shining gold of the human word eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
100
The soothing incense of peace The balmy myrrh of a beating heart If I had three wishes.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
101
January 07 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
If I had three wishes like the magical arrival of celestial diamond and Oriental wisdom, they would be love, peace, and charity. The refuse of birds that chatter and imitate I do not think of it. Copies, are copies. Like ephemeral flirting, nebulous feelings. Over each battle, each struggle, each test, there is incense. The dove of Jordan. Next is life, and it is always in other parts. It is the human verb. If I could have only one wish of the three you ask, how would you reflect? For my part, my end is where my beginning originated, in Charity.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
102
January 12 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol the beginnings of truth Cesar Vallejo I change clothes and assume a new look And get ready to pass by the first pothook On the flaking wall Today dawned nicely and The sun winked its light On my cat eyes I’m a happy prisoner who’s nourished By corner smiles Saluting with cheek and Without shame quickening The circular symphony of the workday I live for what’s within not for what I do Through it my cell reunites The pieces of love I’m made up of I feel life like a supernova At any moment it’s smashed And dazzles you Till it withdraws and in silence Only what you’ve delivered in intimacy Remains
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
103
January 16 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
The truth can arrive in whatever grain, the light from whatever shadow, from night, a Thursday, in autumn, winter or at death. To many it does not come. If dawn, It dawns kindly though its light burns. In my prison as in your cage, there is happiness. It was after a deep emptiness that I awoke in the door of a watchmaker. Each morning begins alone, To the light of silence. Let out the dog. Warm the milk. Set the table. Prepare the day. Silence. —My time comes.— My chair, my prayers. More silence, more prayers, and the silence, thought, and silence. The children awake, eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
104
the day awakes. Do this, don’t forget that. Here, there, move, hurry! The silence goes. There is no explosion, but eddies. There are intimacies. I have no answer. His love remains.
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
105
January 20 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol go back later to the old house that calls you. Rosalia de Castro You told me one time that I’d find you in the sea and in the bells. They are two places or one, then a lot of both kinds die without their noise. A sea-strike is a bell toll. And how many times have the bells taken me to the sea with fear in my eyes and my breath scratchy? It’s true that my bells and my sea play Galicia with patience, sweat and the roar of the forge. And without its sound: What is the sea? A still life in a bad painting What is a bell if it doesn’t ring? Suicidal desire, absence. When one emigrates from a country, the sea is silent, the bells cool down in silence. And the eyes of the one who marches remain open until time hardens them and blinds them. The voice for striking the memorial tablet of the ear that won’t hear stays with us for sure. The voice, for creating images, for bringing visions together. eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
106
The voice of the sea and the bells.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
107
January 27 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
If something is constant for me, it is that return does not exist. The sea and the bells live in time. This is an unquiet home, heavenly chameleon. There are no bells without the sea, it is a sacred matrimony. Their incense is the silent voice of my heart. We are emigrants. I remember an old song from your country, a song that my mother sang, and my father cried. It is a place where the relics are kept. Precious box, forlorn memories. There are many voices, but only one gray. Neptune’s patio will never quiet. While there are bells, there is salt. While there is Sunday, there is sun. I am like a boy in love for the first time. The songs are more emotional. The colors sing, the voices shine. Each inhalation of each step is like ice and fire and nothing.
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
108
February 11 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
Hey, I’m telling you I entered A web page And shivers entered me I read the news and the griefs And the abbreviated world In a title With the word missile In a corner of the mouth So easy to fill Like the filling of a molar And my teeth gnashed My jaws shook Before the absence of the word Death “This war will be a children’s game” the bells peal Yes, The children kill In their daily games Surgical cruelty of innocence Until life kills their games And they begin to die.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
109
February 19 From Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal This is the way the world ends Not with a bang but a whimper. T.S. Eliot I entered the dreamed kingdom of death. That other world that is not other. Walking in threadlike single file of measured loads, packaged nature. The Morse code of generation X. Over electronic vellum They accumulate without speaking dressed in repetitious emblemed canvas. The circus at six and eleven spills out infinitely in each kick. We’ve sold ourselves. We’ve been sold. We are hypocrites. The gestation of this cry, that moulders on papyrus and lead, incarcerated in ‘fluent—technocorrespondence’, And we complain, And we remain. I find myself in an unknown forest, with strange sounds. They watch me with blind eyes. The earth is moving and the sky painted. I escape and hide myself in the thorns and facades of my refuge, among my beings, my friends, my people. eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
110
Those I have congregated like a dominical mass, like dinner at home. Those I accumulated little by little. I am like those old women who rescue cats. One by one, a hundred, two hundred. There is community. The world dies moaning, perhaps mewing, we have stopped thinking. In my secret village, I can throw my verse, the stains, erasures, don’t matter to me or the spilled ink that is my salt. His love remains.
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
111
February 20 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol One night, the roses, the beautiful pond And she dies in her bedroom Luis Pimental The pond and the chestnut tree’s dry leaves It’s cold as everything is that’s stayed quiet It’s been such a long time since the cold has forgotten To freeze The garden and the absurd flight of the sparrows Everything’s dull and quiet except them Flying around they desperately chirp the end Of the day The façade and the brushstrokes of vegetation On the damp, distant, familiar rock I recognize the closed, refractory secret Of those windows The house and the solitude visited on the garden Here it’s cold and everything is dull and familiar I squeeze a branch of memories And I bleed
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
112
February 25 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal A path of sun, and a light, and a rosebush, I asked not for more and in that unease laid the silks of my gentle song. Pablo Neruda In this garden, the winter dies of hunger. There is no shelter for such unease. I have known its dress of nacre on my carmeled skin. It is precious. It is a magnetic image, but a sterile touch. I have always preferred café-con-leche. With so much arctic, the “up and down” is petrified. It doesn’t have the same rhythm, the same dew on a dry throat. It is its mahogany color, its silky substance its taste of sugar cane, that is the awakening of my being, of my village. The penetration of this mass with a shell sun-colored and sea-flavored, it drenches and soaks. eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
113
It is a drunken and pregnant delicacy. It is my tropics in each taste. I have lived in the glacial circle of the north. That frozen mass with clothes of sold sugar. When in my garden I feed myself, my thirst I drench with sun, my hunger its light, and the only sprout that renews are the petals of this tender song.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
114
March 01 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
Seriously, I think about life and I talk about it with Zuni whether to breathe, to dust, to turn on the dishwasher, the washing machine, the dryer, make the beds, turn on the radio or a CD create the sound track of a film whose plot is brushing the teeth bathing the children making love, staining the sheets, breathing, dusting, turning on the washing machine, the dryer Seriously, I think about life and talk about it with Zuni whether we won’t pay dearly someday for all our domestic cruelty whether our daily abandonment will not slap us by surprise one day as when the lights go out and for a minute my stupid face goes unnoticed. eMail Poemas Alberto Avendaùo y Mario Beruvides
115
March 03 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
I feel like when I sit before that little box of false light, glass, and deception. Looking at the folders in projection silenced. I feel. Each labyrinth is a map, and each map a labyrinth. We find ourselves with the minotaurs and Penelopes from our gestations. We find lilies and parchments of sulfur and symbolisms. We find figureheads in the night and tokens of loss. We find the trammel and the nocturnal birds. We find the florid grasses and the muted pasture. We find the mortal instruments and the celestial links. We find ourselves, but I fear we lose ourselves.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
116
March 05 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
I remember in Cuba, Your other you, my other I, When she told me, Rise! And no one heard but me A pretty mulatto, she looked at me Then when I got on the bus Her sweet silk slip Snatched the breath out of me Little traps, her eyes And her mouth drew me in And as I hugged her to me She breathed mint on me I remember in Cuba, La Habana for you Or Santiago, the sound of a tuba Or singing in ManatĂ She gave me the world in her lips Her embrace was like a dance And everything she said to me Wooed me into a trance She showed me her unguarded skin, eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
117
Her breath so warm on my nape My fingers roaming here and there I nipped her everywhere Suddenly she gave me her price And I thought I’d been zapped To find love only meant money The news was worse than a slap Oh pretty little Cuba! How she draws us to her: A dangerous beast that’s sly, A shooting star in the sky
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
118
March 08 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal Learning Is finding out What you already know. Richard Bach The Cuba I live that has sustained me, is a massive blond color a contained sigh. My memories are tropical my pain olive green. Tired topic, jarred like that which lives and dies. My memories of Cuba are merely borrowed memories. But the essence of my sad song is born in the cracks of soils past. But there is more than one ardent Cuba, There is more than one duel The shuddering crescendo of my volcano, forms a crest in her hair. My sentence was her sweet prison that had not a pinch of deception. It was a torrent and a rising passion
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
119
and the frame of a perfumed gauze. The story of our history resounds in each church. Sweet and simple bread of glory with syrup in its essence. And what of our beautiful Cuba with her mulatto coffee and her white sands? It contains our verdant caste and our letter of grief.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
120
March 10 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol To lift the hand and hold back the sky Luis Feria O how tenderly I hate the weeping The weeping that softens my eyes My eyes not open yet to the light The light faint at the contact with life Life galloping over stories scattered like little cries Like the joyful little cries of a child with a balloon With a balloon and tears because the air’s died The air going out thunderously and yet And yet rhythmically With humble fingers I tap the keyboard, click Click and the mouse that confounds me That confounds me like the hatred of a hamster Of a hamster gnawing on dreams that are paralytic Paralytic and quiet And quiet With so much hatred I caress time Time that drenches the floor The floor on which I tend to drop tears Tears that soften my eyes My eyes not open yet to the light The light that threshes the sky The miserly sky the sky eMail Poemas Alberto Avendaùo y Mario Beruvides
121
The sky that moves without us Without us above us Us and the sky And the sky with all the sky in its hands I notice the screen when it trembles It trembles like an electronic flan Electronic mail that babbles our names Names of men on the floor On the floor men moving their faces Faces with no trace of eyes on the faces The faces broken, flooded Flooded like a town under pressure A town with an empty belfry An empty belfry and no sky.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
122
March 13 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal The rose is a great deal more than a blushing apology for the thorn. Rabindranath Tagore In a time, an old time like yellowed parchment, like the fallen gaze of a grandfather, or the cracks that compose each monument, a garden rose complained: “Why does the sky cry?” “Why does it spill its fear?” The lilies sang to her, The white flower offered her a prayer. Each bee danced a waltz to her beauty, and the branches of a verdant tree, offered her a soft poem. But the rose feared her time, feared pain. Destiny doesn’t ask for explanations, nor does the febrile cloak of our fears matter. The beauty unsought, is found. The sky unseen, is lived.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
123
March 16 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
It would appear that an electronic message draws us Closer and dissolves us I give you an example mario@palms.sun When your sun is clouded you speak to me about grief.sun Your high-spirited @erect palms loses And becomes limp and you look at the floor The sea alone consoles you, you tell me, your salty skin Is the dike that contains your melancholy When you speak to me of grief and the effect Is so fast and the sensation so slow that It would appear the computer Is giving us wings So we might at least take off flying Do you remember when we spoke flushed with rum and last coffees? Our mountaineer voices, our words Like picks being driven into the wall of the discussion Being overcome by a learned virility Competing by arriving first at the summit And in the final effort It never was the summit It was your boot in my mouth Stopping my last sophism Do you remember when we were talking?
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
124
March 19 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal Strange. I miss those nights and evenings of delicious and abundant delicacies, of sweet wine, ample conversation. It was in your house. It was in my home. After your site it continued to mine. A tennis game of places, dinners, shrimp, mushrooms, spanish tortillas, black beans, tostones, drinks, words, gestures of hands convinced that what was said mattered. I miss the possibility of solving the world’s problems. This electronic duel is precious, useful, suits us. But, and what of the passions and resolutions? Of our swaying senses. This has been a conspiracy, as complex and secret as the assassination of Kennedy. They were sure we were going to end the wars, eliminate the reds and impart justice. They feared us. They fear us. They have relegated us to a cyberspace game because our reality is potent. Or, at least, so we saw it. Silence can be cruel, eMail Poemas Alberto Avendaùo y Mario Beruvides
125
but for us the word remains.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
126
March 21 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
Without going to confession I took Holy Communion while my father lay in state I smashed my eyes on the altar I spat on the ground I blasphemed in rage because death Had snatched a stranger away from me I begged, I pled, I prayed for more time I demanded from God his communism His belonging to all And also to me And to my father who was leaving without ever being present In spite of not missing mass a single day In spite of having led me by the hand In spite of having invited me to my first glass of wine which that day was blood and he helped me take Holy Communion without going to confession
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
127
March 22 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
In me I live without living, and in such a fashion I wait I die because I do not die. St. John of the Cross There is no communion without confession. The soul confesses, the body communes. It is like an attempt to separate night from day. Augustine and the child on the beach trying to empty the ocean into a hole. There are deaths and then there are deaths, and there is life. I die of understanding. Ask á Kempis. And the will remains. We live living the daily Gethsemane, the twenty-four hours of lent. We live without living. There is nothing to fear. Hope is in time, time inhabits the patience that for its part is the legitimate daughter of charity. I, like you, “die because I do not die.”
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
128
March 24 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
To believe in God is to read Vallejo storm-tossed To break the host, to split the soul To raise the chalice To shower the face of the planet With transient drops of blood To close one’s eyes to the heavens To see wine To drink stars To believe
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
129
March 25 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal I am the resurrection and the life. John 11:25 To believe in God is to have patience, to accept the wood of each sun, the nails of each night. To believe in God is to remove stones that cover death, it is to not permit the wrappings to impede. To believe in God is to see born that which is without life, to deliver being by being. What impedes us? What detains us? Is there a mustard seed?, or traces of expectant Thomas? Each day I see more than that which my eyes allow. Each day my skin feels alien sorrows. Each day it is my heart that beats all that which my hands spill. Each day it is my anguish that dies and my prayers that walk. Each day. . . . . . I wait to hear among the shadows of my solitary mornings, “Untie him and let him walk”
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
130
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
131
March 27 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol World world vast world If you called me Raimundo It would be a rhyme, not a solution Carlos Drummond de Andrade On 5th Ave. in New York I lick my fingers and check the wind The direction I’m looking in and mindlessly I contemplate the stops ahead, eye Silent on my shoes I gather My past and my rickety Umbrella Receives the first drops That settle down on its ribs Like apostles And I get myself quiet in myself, Fingertip in mouth My nose is a weathervane that indicates Its memory to the passersby.
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
132
March 29 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
The other day I was looking for my glasses. They are always with me, they always rest on my view. They are my vision, or so they believe. But that day, that was like any other day, another day, they hid from me. A whirlwind trapped me, a storm soaked me. The horizon bid me farewell without courtesy. My inheritance was far away. My present as well. My hands were in doubt, my feet, my own heart. All that was seen was cloudy, Without the hope of finding that crystal, that armor that fortifies, and reveals my lacks, my defects. But I heard in my past and my future, the vision that I lost. There among my simple doubts on the morning break, I saw me, I saw it, we saw each other. It is precious to find a lost friend.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
133
April 03 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
Spring like a package bomb Exploded in my face Announcing itself in a tick-tock Of anxious clockworks Adrenaline rushing into my eyes Its vision on the doormat And my fear of opening the door. Sex spoke to me And told me what it wanted Spidering its hand on its thighs Of sweet bristly skin I saw it coming nearer to me throbbing And my heart the State Advisor Recommended control to me And I testicled a gesture It yelled shouts of love In my face ineloquently And I lent deaf ears to the Advisor Who in the feverish language of March Follows A thousand rains in April Who in this elephantlike stubbornness That now leads me to her Follows eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
134
The shy trail on the wet sand Of the beach Of a deflowered tooth fairy. The season brought me New stops and thoughts Bloomings, dreams, my myths My bubbles and my allergies How beautiful it is to live with all My fears in the fiery dawns Hammering the disturbers of the night Upsetting me with their wandering clouds Impertinent, boring, shades. How beautiful it is to live to allow A terrorist on duty to crush me Each spring.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
135
April 07 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
I was born without station, and I think to die so. How can you fear the lintel of flowers? How can you evade the avenue of a Caribbean, a refrain, some palms? Where there is a ray of sun, there is the hope of the pearl, there are the conga drums of my tropical spring. Yes, it is beautiful living green, living sun, living the warm beaches that impose intimacy, that demand the shelter of tenderness. My estate is flirt, my dance is sensual and slow like the bolero of palms in a jealous breeze. It is beautiful living when the blood is green.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
136
April 14 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
I’m careless and remember you My Galician act of being I return you to memory Now that separated and drawn near Fenced by Electra’s mail By fraternal love That obligates me to be an ambiguous Pilgrim My Galician rises down below On the stairway My Galician that cut his feet Barefooted he put them in your Cuba In the salt of Cuba in your wound Galician, winecellar owner, worker, sailor Habanero Galician rock-slowness Architect of weeping water Excuse my sobbing sherbet but My bellows deflates when I’m careless and remember you My Galician being, miserere, My monastic or damp air Gregorian or Alberto or Mario The bagpipes split me in two Through an approximate center With solemnity of soul eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
137
With a quiet wood And I’m careless and remember you
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
138
April 21 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
It was a sunny afternoon on a school patio. It was a lunch for generations, friends, friendships, parents, children, teachers, strangers. It was an October. With dark glasses and a Hamlet suit as is your custom, Galician custom, nocturnal bagpipes. There was conversation, food and conversation and the promise of another meeting. It was an October, I believe. I remember stews from Galicia and Coaybay, of words anxious for more words and the interruptions of the kids. I remember a brother. I remember his farewell. It was an August. These words remained to us, these poems. They also disappear. I hang myself from an electronic thread. Umbilical cord, executioner’s knot of our sentence. Perhaps it is the reason I sometimes delay in burning shocks of keystrokes, to a“virtual” tomb. I remember and I am careless eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
139
and I forget. It was an October, I believe.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
140
May 02 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
I’ve gone down to the mole that’s the mall That’s the business center And I’ve seen Spanish sweeping the floors Rubbing them hard in the toilet Cooking in the kitchens, scrubbing Wiping the tables Keeping up a circus like equilibrium On the opening of the little straws moistened in soda Language in bubbles, Spanish on the tip Foretold on extraordinary shoulders Not like a load, but like baggage. I felt in English they were speaking to me in Spanish And I switched languages like one who changes In order to be more comfortable And I asked for appetizers of adjectives And I amused myself with adverbs And I named nouns And with interrupted Spanish they hurt me With tongue lashings The interferences lacerated me And in order to cure me they threw me jars of cold English. Why does the mongrelized language, the immigrant language, the language made up in the forges of the dollar hurt me? eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
141
In North America we are as different as Our fruits Our words accompany us in health And are cured in inclemency In the sorrow of a wake. Fearing for La Llorona, moaning the language Or hiding it in the little bag of marbles That sound like hysterical pearls out of tune Out of everything, out of this world, desperate To express in words thanks to the lawyer Who prevented the deportation A paper cone burning in our ears To make us more receptive And today we belong here And we listen better And speak worse
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
142
May 08 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
Do we speak of the dead or the living? We speak because we live. There are sprouts. From the mud flowers are born, it is so American, from the discarded a cornerstone is marked. I understand gardens, of the cleared lawns, of perfect rosebushes, of the lilies and tulips in single file. It is so European. I understand the order, But we live in chaos. Life has wrinkles. This new world is savage, it has possibilities. It does not know of rules and files, it simply lives. What is the definition of a word? We speak with Ludwig, We converse with the lions. Is there a beginning? The word is its use, its use is word, eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
143
and it changes. I saw from the corner of an eye, the rules on bicycles. The definition of a word is its use in the language. A language defines its use of words. If one has to choose “do not dare to sleep without eating a peanut cone.” Do not sing the peanut vendor’s song to me, because we are more from here. We speak worse, but we move.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
144
May 14 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
I write you and enclose my heart In a handkerchief of letters And I turn around to look for you Anxious to bring you up on the latest news: They’ve murdered someone in one of our countries the shootings remind us that treason and tradition not only rhyme their translation is blood: A bishop today, a child every day So much everydayness counted in centimeters of children covered with mud so many a child-worker massacring the hours so their little bodies, indomitable amphibians, scarcely fit into the newscasts And the grief of the nameless hurts me And the names of the namable ones And what can you do? If they advise us Democracy takes a long time to take hold
eMail Poemas Alberto AvendaĂąo y Mario Beruvides
145
May 15 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
I fear, democracy has a genetic component. From the cradle born, in the cradle learned. The cradle of our inheritance is the cradle of our news. There are overlords. There are conquests and conquerors. There are leaders. The desire for royalty still exists. Malignant cancer. Borrowed concept. Is this America? You must understand the American Cincinnatus, “Ut prosim.” “Ut prosim.” We ask for mangos from the palm. Like the feminine psychosis, --Casanova and faithfulness— The masculine stupidity --Magdalen and Mary— sick maternity. Choose, and don’t bother me anymore!
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
146
May 17 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol I write the way I walk without knowing where I’m going and expecting not to arrive not knowing how to stop Manuel M. Romón My psychic told me ... And it took only one word from him to heal me: Before SHE insulted me on her knees Wildly like a Fury upbraiding me She spat in my face, she pulled my hair Mental grief: a lice-filled lair I dreamed as soon as I got inside her Her rubbing was enough to make me itch A glorious itch, she didn’t love me, I dreamed as I entered her pricklessly Soul that’s seen what I’ve been and quit Heart that’s burned but without love’s fit A life lived unproductively. It’s hard to be a man in love! It’s easy to screw and get lost! To live life wrecked and tossed. $4.99 a minute
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
147
Adults only.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
148
May 19 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
True love is never easy. Why would we want to make it so? The father of Narnia is embarrassed. The four loves remain. From where does love originate? Abused term, violated concept, and we lack Charity. We divide eternity, to find ourselves in eternity. We make Love a god, and we sin. Mathematics does not walk here. It adds, it subtracts, division, is multiplied. And we lack Charity. Where do you hide, John? Where? I fear and I lose myself. My wounds are so great that I seek refuge in the known, the repeated, eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
149
the framed. We are cowards. It is hard to walk backwards. And for what? My black suit was sold unconsciously. I wait for Charity and I lack.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
150
May 21 From: Albert@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
Sweeper of wounds my strength Offers you protection when you write me And I shield myself in your messages We speak with the quickness of a word Executed before the firing-squad wall of the screen With the shrapnel of the keyboard Hooked to our ammunition As to a cursor Desire makes us a duo at risk Communication infects us and we contaminate each other A massage path in the cybernetic sauna Like a fawn, the verb lost in the forest In the mist or the fog Feeling its way Only our need prevails. My psychic masters are at your disposal.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
151
May 25 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
My strength is not visible, but I feel it, on the skin, in memory, in hope. My strength is one but is shared. I don’t seek Nirvana, only community. It is found in verse, In the space between each sentence. It doesn’t require psychology or reading the stars, because it is wood, a simple reality. I confess, I have known the dark night, and my joints hurt when of this you wrote. Understand—it is memory, it is hope. I miss my charity.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
152
June 07 From: Alberto@Galicia.sal To: Mario@Palmas.sol
I see myself by an endless cliff a slow fall toward hesitant graves stupid download a fainting world Because I see myself without wanting to Not deliberately Hounded by ghostly words Suspended In the aura of the screen You are my voice, computer Mario, my echo For us to stop talking is to jerk out the jewels in the architecture of the ears because it’s here, the time to adorn us with silence and halve the distance the way a book’s broken inevitably in the middle the only fraction the heart accepts.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
153
June 15 From: Mario@Palmas.sol To: Alberto@Galicia.sal
The heart does not accept fractions. Who can divide life? But we are echo, not of each one, nor of our hoarse crying. We are the resounding of some anxieties for infinity. We do not stop the rhythm of the keys, these rhythmic conga drums of our dance of illuminated screens; Cybernetic pantomime. We accept silence, mother of all echo. Until the silence resounds; Susurration in that architecture that is not empty but yes empties. The distances lengthen. We fear the end, as we fear the first steps. We are babes in arms before the possibilities. That which is ours is ours because it is old. From silence the word is born. It is an act of verb. We are echo, because the heart does not accept fractions.
eMail Poemas Alberto Avenda単o y Mario Beruvides
154
CHAT ROOM Alberto: Poetryisthecrackthespacebetweenonewordandanother So Octavio Paz said about the endless Relentless, incautious battle Of the poem. I leave you space: Mario: Poetry is word, is verb. To relegate it to cracks and spaces of itsel., is like separating freedom from truth. Splendor of truth. The poem is verb and nothing more. . . . . . but, what more do you want? Alberto: Slowly, the poem Dresses us up like bullfighters With a holy tension, a chapel-like silence A postcard discolored by crimson A ballad of time Painted eyes split by The daggers of La Dolorosa A heart of a mother with a veil A penitent’s knees Slowly, the poem Observes us with eyes of jet Polished and sweating blood eMail Poemas Alberto Avendaùo y Mario Beruvides
155
Mario: Thou has said it. It is blood. Blood that consumes us, at the same time that it feeds us. We are bats. We are the ones that convert ourselves to poem, Not the poem to us. The poem is blood when it bleeds. Alberto: Which way do we end? Emptying water from the holes on the beach Burning fire Plucking memories from our bodies And conjuring from our souls what’s left What’s inextricable How do we know the poem is looking for us? Mario: How do I know? For my part, faithful friend, the verb is the word that drives, by definition forms, transforms, conforms, gives the final point. I end where everything begins, in word.
eMail Poemas Alberto Avendaño y Mario Beruvides
156