El arquero de la doble flecha Análisis de la obra gráfica de José María Cruz Novillo Roser Colomar Palazón Módulo de Edición: Diseño, Producción y Gestión. Profesor: Emilio Torné. Máster en Gestión Cultural, Universidad Carlos III. Madrid, 2013.
Introducción y planteamiento general del trabajo.
El diseño resuelve problemas, el arte los plantea.
“Un diseñador es un arquero
que ha de disparar contra la diana, que es para él el mejor resultado posible, con el objetivo de dar en el centro o, en su defecto, lo más cercano a éste. El artista, sin embargo, tensa su arco, dispara su flecha y donde se ha clavado pinta su diana.” José María Cruz Novillo
1 Enlace:
Revista Visual. Pág.53
Para conseguirlo, es imprescindible conocer los referentes artísticos y la obra plástica de Novillo, así como algunos de sus diseños gráficos más relevantes y duraderos. Conociendo estas dos direcciones del trabajo de Novillo, comprobaremos como entre la funcionalidad del diseño y la libertad creativa del arte, se encuentran las ilustraciones realizadas para los Fósforos del Pirineo (1968) y los carteles de cine para la productora de Elías Querejeta, de importancia clave en la reinvención del cine español. Estos dos ejemplos nos servirán para establecer una unión entre la mirada artística de Cruz Novillo (colores planos, combinación de texturas, uso de diferentes técnicas, juego geométrico, etc.) con la funcionalidad de sus diseños (comunicación, pregnancia, contraste, conceptualismo bajo la máxima sencillez, etc).
José Maria Cruz Novillo es uno de los diseñadores gráficos más relevantes del panorama español. Nacido en Cuenca en 1936, se formó en escultura, trabajó como dibujante en varios proyectos publicitarios y en 1965 creó su propio estudio junto con Fernando Olmos. Este fue el punto de partida de una larga y fructífera carrera como diseñador gráfico, siendo una pieza clave en el imaginario colectivo de este país, ganando numerosos premios por la calidad de sus diseños, el último de los cuales fue la Medalla de Oro de Bellas Artes, el pasado mes de diciembre. Quizá nunca nos hayamos preguntado quién está detrás de iconos y logotipos tan cotidianos como Correos, Renfe, Antena 3 o el Tesoro Público, entre otros muchos. Pero Cruz Novillo además de ser un excelente diseñador de identidad corporativa, es también un artista plástico de relevancia en el arte contemporáneo español, formando parte del grupo de constructivistas de Madrid, participando en las corrientes artísticas surgidas del despertar democrático de España, después de 40 años de arte dominado por la censura y el exilio. Pero, ¿cómo es posible convivir con ambas formas de creación? El propio Cruz Novillo, en varias entrevistas realizadas en TVE (para quien realizó también el primer logotipo en 1981) o en revistas de diseño especializadas, afirma que “durante mucho tiempo he vivido agónico, como si fuera esquizofrénico. Me decía ‘voy a acabar en un psiquiátrico’. Pero, de una manera milagrosa a partir de un punto, empecé a hacer pequeños pactos dentro de mí y ahora me encuentro comodísimo. Cada vez me resulta más natural realizar mis proyectos en dos direcciones que no dejo de considerar diametralmente opuestas”.1 La cuestión que interesa a este análisis es la intención creativa que existe cuando una misma persona diseña un icono o esculpe un metal. A priori la respuesta nos la da el mismo Cruz Novillo, y no es otra que la necesidad de separar arte y diseño por la vía del encargo. Aunque reconoce que en ocasiones utiliza la escultura y la pintura para sus obras gráficas, sirviéndole éstas para la investigación y el análisis de algo concreto (como un icono), el artista afirma que nunca ha esculpido ni pintado nada en su obra plástica por encargo, así como jamás ha diseñado algo que no tuviera una condición contractual. Aún así, este pequeño estudio ha encontrado puntos de encuentro y sería interesante, sin desconfiar de las palabras de Cruz Novillo, conocer hasta qué punto influye significativamente un campo en el otro más allá de la mera inspiración. No sabemos si habrá podido un hallazgo artístico ser utilizado, aprovechado o injertado en un diseño, o bien si puede un diseño reciclarse en una obra de arte. Por eso, y por utilizar la metáfora que da título a estas páginas, este breve análisis de la obra de Cruz Novillo está directamente apuntando esa diana, esperando acertar lo máximo posible o, en su defecto, pintar un centro de opinión personal lo suficientemente convincente.
Así pues, empecemos.
Ni contigo ni sin ti.
Un famoso gran diseñador y un desconocido gran artista.
El diseño y las artes plásticas, a pesar de desarrollar actividades cruciales dentro de la construcción del mundo visual, poseen dos campos absolutamente separados y con peculiaridades muchas veces excluyentes. Pero aunque tengan puntos de partida y destinos diferentes, se desenvuelven con materiales y técnicas comunes en algunos casos, lo que hace que se establezcan interesantes relaciones profesionales. Esto lleva a veces a comparaciones, e incluso a descalificaciones del uno hacia el otro. A lo largo de la historia, el arte siempre ha sido muy celoso de sus límites, y el debate sobre lo que debe o no debe ser arte ha sido y será uno de esos temas irresolubles. Esta frontera se vuelve más interesante en el siglo XX, donde se han acontecido auténticos terremotos en las definiciones tradicionales de lo que se consideraba artístico. Es por eso que la Figura de Cruz Novillo juega un papel interesante en este amor odio entre el diseño y el arte, al formar parte él mismo tanto de un bando como del otro. Al ritmo que desarrollaba sus experimentaciones cercanas al constructivimo o al racionalismo, José Maria Cruz Novillo fue la figura principal del despegue del diseño en España durante los años 70 y 80. Esta doble condición de artista plástico y diseñador institucional aportaba un enfoque al diseño más “sabio” y profundo en el sentido artístico a pesar del condicionante funcional que marca cada proyecto. Por eso, estos dos hermanos peleados encuentran en diseños de Novillo un pequeño remanso de paz. Recordemos pues, a qué diseños nos referimos y, sobretodo, en qué época fueron creados.
“¡Libertad libertad!
Y si no la hay, sin duda la habrá!
La presencia de ” Cruz Novillo en el rediseño de un país.
Cruz Novillo diseñó la imagen de los dos partidos mayoritarios de las primeras elecciones democráticas (símbolo de la rosa y el puño, del P.S.0.E., e imagen general de U.C.D). En ambos casos, y según las palabras de Novillo, sin carácter militante. Pero también rediseñó la imagen de otras instituciones, como la Dirección 2 General de Correos.
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“Uno de los primeros en
dedicar su talento a la renovación de las viejas imágenes de la Administración Pública fue José Cruz Novillo, que ya empezó, el año de la muerte de Franco, a remozar la imagen distante y absolutista de Correos y Telégrafos.” Enric Satué 3
CHAVES, Norberto (1991): Gráfica institucional. Fundación Universidad-Empresa. Madrid. Ed. Pigmalión S.A., Pág. 25—27.
A partir de entonces Cruz Novillo va a realizar imágenes institucionales tan importantes en el terreno público como la de la Comunidad de Madrid, el Cuerpo Nacional de Policía, el Tesoro Público, Renfe, los Ministerios de Educación y Ciencia o el símbolo de la Primera Cadena de TVE en 1981, como ya habíamos mencionado antes, además de un largo ectétera. Como bien afirma Norberto Chaves, “la incorporación del Diseño Gráfico en las actividades de las empresas e instituciones españolas, es un acontecimiento tardío en relación con sus homólogos europeos. No es casual que hayan sido los dos grandes cambios políticos y económicos clave de la sociedad española -la apertura democrática y el ingreso en la CE- los que coinciden con el despegue de la historia de la comunicación institucional y empresarial en el país y, consecuentemente, con la expansión del mercado de los servicios profesionales del diseño.”3 Ya dentro de la Bauhaus se tuvo siempre una actitud de no considerar el diseño gráfico como un factor exclusivamente comercial, sino también como una contribución que debía expresar y manifestar el espíritu de la época. El diseño nacido en plena transición es sin lugar a dudas la prueba de una voluntad de renovación de casi todas las estructuras sociales y políticas reinantes en la España franquista.
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Enlace: Investigaciones con colores planos y formas geométricas Tomás Maldonado. 5
Enlace: Representaciones tridimensionales de formas geométricas en la escuela de ULM.
Máxima simplicidad formal, máxima complejidad conceptual.
En los años sesenta, que es cuando Cruz Novillo comienza a darse a conocer, el panorama de la imagen gráfica española es, al margen de algún estudio catalán, prácticamente inexistente. En esos momentos de cambio, Cruz Novillo incorpora un tipo de grafismo sencillo, grueso, geométrico, proveniente de la segunda oleada del funcionalismo centroeuropeo de finales de los cincuenta, que tiene como referencia más conocida la Escuela de Ulm, de Maldonado y Aicher.4-5
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El huevo y la gallina. Referentes artísticos.
“Una de las grandes sorpresas
de mi vida fue descubrir, con los medios tan malos que había entonces, las obras de Mondrian, de Van Doesbourg, o alguno de estos artistas neoplasticistas, y estoy seguro de que me produjeron un impacto tremendo, porque fue la suposición de un mundo nuevo.” 7
Enlace: Ligia Pape. Neoconcretismo. 8
Enlace: obra plástica de Miguel Alberquilla
Dos formatos. Dos aciertos.
Comparando estos ejemplos con los diseños de Cruz Novillo, podemos encontrar elementos comunes como la sobriedad expresiva tanto en formas —simples, geométricas, planas-, como en colores. Todo signo de libertad, de espontaneidad, es válido y bienvenido si coincide con los presupuestos del diseño, porque éste parte de todo lo contrario: la obligatoriedad de cumplir la función para la que fue convocado. Sencillez, simetría, angularidad, abstracción, coherencia, secuencialidad, unidad, organización, economía, sutilidad, continuidad, regularidad y monocromía. Y junto a todo ello, una forma extraordinaria ya conocida por ser la que abre este análisis: la flecha. Esta sencilla y reconocible forma, es en diseño gráfico una pieza particularmente preciosa, porque aúna la geometría fácil con un enorme atractivo significante. Y la finalidad del diseño por encargo de Cruz Novillo es precisamente esa: diseñar imágenes designando conceptos.
Enlace: diseños de Cruz Novillo
El arte de lo cotidiano: diseño para Fósforos del Pirineo.
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Enlace: Fósforos del Pirineo
Los signos que crea son normalmente de forma compacta, central, simétrica, usando el círculo y el cuadrado como contornos más habituales, mientras el logotipo, o la forma verbal que le acompaña, suele ser rectangular, horizontal y de izquierda a derecha. El contraste obtenido nace de la forma geométrica central contra la forma horizontal de la palabra, compuesta siempre por una tipografía sin problemas de legibilidad (familias clásicas y de palo seco, sin variante distorsionadora), como se puede ver en la mayor parte de sus trabajos.6 Una vez abordado de manera superficial el diseño institucional de Cruz Novillo, se puede llegar a comprender mejor la contundencia de su trazo, el uso de colores planos o el interés por el geometrismo. Y sin lugar a dudas los referentes plásticos no pueden ser sino racionalistas, constructivistas e incluso provinientes del Pop Art, y en estas vanguardias es donde se van a sumergir las aspiraciones creadoras del joven Cruz Novillo. Así pues, su obra es encuadrable dentro de los movimientos neoconcretos que surgieron en los años sesenta, dando al constructivismo de los años veinte un nuevo enfoque. Tenían como característica, al igual que Novillo, ir de lo abstracto a lo concreto, poniendo en diálogo y en discusión formas simples y colores planos.7 A pesar de su falta de apego a definiciones teóricas y a grupos artísticos, es interesante reseñar su participación constante en exposiciones del grupo de constructivistas madrileños, resaltando la obra de Miguel Alberquilla.8 Se pueden observar todas estas influencias, características y pertenencias en muchas de las obras plásticas de Cruz Novillo, no importa cuál sea el período. Una vez conocido, aunque de forma genérica, el recorrido gráfico y plástico de Cruz Novillo, este estudio se detiene a comprobar cómo todas las caracteristicas mencionadas están presentes en dos trabajos a medio camino entre el diseño y la creación artística. El primero de ellos es el diseño realizado para las cajas de Fósforos del Pirineo, en 1968. Este trabajo supuso para el joven Cruz Novilllo un éxito rotundo de rediseño del pequeño objeto cotidiano, convirtiendo las antiguas y clásicas cajitas que sólo servían para albergar fósforos en un juego ilustrativo y coleccionable. Tanto a él como a su socio Fernando Olmos, las cajitas les otorgaron reconocimiento más que profesional, popular, y encaminó el estilo de Cruz Novillo hacia algo sólido y reconocible.9 En ellas, Olmos y Novillo usan un grafismo claro, sencillo y geométrico, de colores como no podia ser de otra manera planos, suponiendo un eficaz difusor de firma : “Fue por una cosa muy elemental que es que vendíamos un producto que costaba una peseta y que todo el mundo llevaba en el bolsillo”.
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Enlace: Cruz Novillo Vs. Hey Studio
Las ilustraciones están compuestas por líneas muy gruesas, realizadas con regla y compás, sin más detalles que los imprescindibles. De nuevo, la geometría elude las interpretaciones subjetivas de los trazos y, en un mundo gráfico anclado en antiguos pictoricismos y visiones excesivamente detalladas, el impacto de esa limpieza supuso la garantía profesional de una carrera gráfica desde aquél momento hasta nuestros días. Tanto es así que el estudio publicitario catalán Hey Studio ha sido acusado de “inspirarse de más” en el diseño de Fósforos del Pirineo en su calendario. Hey Studio explicó ante las múltiples acusaciones de plagio, que se trataba de un homenaje sin ninguna pretensión más que la de halagar el papel del diseño encabezado por Novillo+Olmos.10 En efecto, el juego con figuras geométricas simples se ha utilizado desde hace siglos, y muchos artistas se han preocupado por investigar los múltiples significados del rompecabezas geométrico. Ésta es quizá la razón por la que no se pueda acusar a Hey Studio de plagio, aunque a golpe de ojo, las similitudes son asombrosas.
¡Silencio, vamos a rodar! Cruz Novillo y Querejeta.
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Enlace: cartel de La escopeta nacional.
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Enlace: cartel de El espíritu de la colmena
Los años 60 y 70 supusieron una ruptura de cuestionamientos formales y artísticos, políticos y sociales, que combulsionaron fuertemente el mundo occidental. El Nuevo Realismo español, la Nouvelle Vague francesa, el Nuovo Cinema italiano o los Free Cinena en Estados Unidos, no son sino nuevas maneras de entender el cánon representacional con el que se venían viendo las historias en pantalla. En ese sentido, la figura de Elías Querejeta en el panormama cinematográfico español fue absolutamente crucial, e instauró una escuela de directores comprometidos con el cine independiente y con construir tanto en el público español como en el internacional, otra mirada respecto al arte que aquí se hacía, lejos de las españoladas y las películas de folklore que habían ocupado las pantallas durante 40 años. Cruz Novillo fue el artífice de los carteles de muchas de las películas de la productora, contribuyendo también al renacimiento de la imagen del cine independiente español. En sus carteles crea un lenguaje de comunicación propio, con códigos muy relacionados con la cinematografía, al márgen del mundo del diseño gráfico y publicitario en general. En el cartel de La escopeta nacional (Luis garcía Berlanga, 1977) vemos claramente un punto de encuentro entre el diseño de las cajitas de Fósforos del Pirineo en cuanto al diseño de los personajes.11 De nuevo, la visión geométrica proviniente de sus infliencias racionalistas y constructivistas, se ve reflejada en el cartel de El espíritu de la colmena (Víctor Erice, 1973) estableciendo un diálogo entre imagen fotográfica y el contenido del film.12 Finalmente, y sin abandonar la línea de contrapesos y geometrismos, Cruz Novillo explora otras técnicas como el fotomontaje para películas como Cría Cuervos (Carlos Saura, 1975) o La familia de
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Enlaces: cartel de Cría cuervos, cartel de La familia de Pascual Duarte
A modo de conclusión.
Pascual Duarte (Ricardo Franco, 1976).13 Como vemos, todos los diseños pertenecen ya a un maduro Cruz Novillo, capaz de mezclar arte y diseño por encargo, hecho que quizá hacía unos años no hubiese podido abordar. En cuanto a las tipografías, todas ellas son de palo excepto en Cría cuervos, donde Novillo combina un tipo con serif más pesado con otro tipo de letras de palo rectilíneas y sencillas. Esta combinación de opuestos es una prueba de que los carteles están de alguna manera en diálogo con el contenido del film, ya que en Cría cuervos Saura explora la idea del desdoblamiento, presente en casi toda su filmografía, utilizando la misma actriz para representar tanto a la madre como a la hija adulta. En cuanto a los fondos de todos los carteles, cabe destacar que son neutros, dando un especial protagonismo a las figuras y al diálogo que se establece entre los elementos Parece ser una verdad incuestionable que el arte y el diseño están destinados a vivir separados por la línea de la funcionalidad, y de hecho, es una afirmación con bastante sentido común. De todos modos, como hemos podido ver, ambas formas pueden alimentarse e incluso pueden llegar a metas comunes, cumplinedo la función para la que fueron creadas sin dejar de tener una personalidad artística propia y diferenciada del resto. Esta unión se hace más evidente cuando es una misma mano quién es capaz de esculpir figuras abstractas o diseñar contundentes imágenes corporativas. La trayectoria personal de Cruz Novillo es, a este efecto, la mejor y más evidente prueba de que bajo la constante disputa entre arte y diseño, siempre puede existir una tregua de paz, ya sea en forma de cartel o de cajetilla de fósforos.