Fantasmas. Antología de Mujeres no-madres que crían. Volumen 1

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FANTASMAS Antología de Mujeres no-madres que crían Volumen 1

Rose B. Ortiz editora


"Proyecto beneficiario de la Convocatoria #Apoyarte #2021 Nombre del proyecto: Fantasmas. Antología de Mujeres no-madres que crían. Taller de poesía gratuito en línea

Fantasmas. Antología de Mujeres no-madres que crían. Volumen 1 Primera edición, septiembre de 2021 © Miriam Zúñiga García, Isabel Martínez Herrera, Juanita Martínez, Karla García, autoras © Rose B. Ortiz, editora Diseño y producción: Daniel Zetina Este libro es un proyecto de la editora y las autoras, desarrollado por infinita para su promoción y comercio, no puede reproducirse sin autorización de los titulares de los derechos de autor. Hecho en México


Contenido

Introducción, 5 Miriam Zúñiga García, 7 Isabel Martínez Herrera, 32 Juanita Martínez, 43 Karla García, 55 La editora, 69


Presentación

Fantasmas. Mujeres no-madres que crían es un taller dedicado a ofrecer un espacio de expresión a través de la poesía para todas las mujeres que no son madres, pero han participado de la experiencia de cuidar niños. El motivo de proponer un espacio tal fue visibilizar y dar voz a todas las mujeres que socialmente no son tomadas en cuenta en la crianza de niños, pero que dedican su tiempo, sus esfuerzos y su amor a criar hijos que no son suyos. Esta situación no es nueva, se sabe desde las anécdotas de algunas abuelitas que en su juventud criaron a sus hermanos, a sus sobrinos y que, incluso, no pudieron estudiar debido a la responsabilidad de “maternar lo ajeno”. Al ser una mujer no-madre que cría desde mi adolescencia, aunque brevemente, y más recientemente con mi pequeño sobrino, descubrí que este aspecto de la vida de la mujer es poco apreciado al momento de tomar decisiones, si no es la mamá, es la abuela materna o paterna, sin embargo, en ocasiones hay una mujer no-madre criando, cuya opinión nunca es solicitada. De igual manera, al socializar algún estado de estrés o desánimo con el círculo social frecuente de amigas, pocas veces encuentra eco o respuesta recíproca, a veces ni siquiera por empatía. Pese a ello, cuando abrí la convocatoria me sorprendió la cantidad de mujeres que han pasado por estas situaciones en mi círculo de amistad, cuya sublimación nunca fue descubierta en una charla hasta que decidie5


ron inscribirse y dejar salir toda la emotividad que conlleva la crianza de niños cuyo vínculo no se considera primario. Dicho lo anterior, estimada lectora, me resta decirte que en estas páginas encontrarás la vida de mujeres no-madres como niñeras, hermanas mayores y tías, ¿cuál eres tú?

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Miriam Zúñiga García

Nacida en Querétaro capital (1987), fue niñera por un año en Alemania, quedándose con la familia otro año más por mero gusto (2011-2013). De su experiencia como mujer no-madre recoge las anécdotas para esta antología. De los espacios en blanco en su vida se puede decir poco, o mejor, que se dedicó a saciar sus gustos. Posteriormente estudió la Licenciatura en Lingüística en la Facultad de Lenguas y Letras por la Universidad Autónoma de Querétaro (2014-2018). Apenas comienza a escribir poemas por culpa de una boba inquietud de hace tiempo. Está muy contenta de colaborar en este Taller.

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Desde mi yo: Vine al mundo para no sé qué. Amo mil pasatiempos como cualquiera pudiera alguna vez decir. Me volé la barda queriendo hacer mucho y teniendo nada, fuera de lo que es esto y aquello, que me mueve. Me encanta cuando algo de lo que me gusta lo puedo ver por un momento realizado. Dedicado a la familia que me abrió sus puertas para compartir mi vida con sus hijos y que tanto aprecio por haberme hecho sentir realmente acogida. También lo dedico a las personas, que en algún momento de sus vidas, se han desempeñado como niñeras o niñeros especialmente fuera de su país.

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Emplea el lenguaje que quieras y nunca podrás expresar sino lo que eres. Ralph W. Emerson

Agradezco el apoyo brindado en todo a Rose B. Ortiz, a los que otorgan estos espacios y especialmente a mi familia

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„REMEMBRANZA‟ En mi cabeza hay una revuelta de sensaciones donde lo meramente poco a percibir es nada de aquello que aún no alcanzaba a comprender. De pronto me encuentro ahí calmada en compañía y ansiosa de primeros encuentros, sabiendo con certeza que el suelo alemán olía distinto, las calles obedecían otras reglas, mis posturas eran otras, yo una sinfonía de coraje por sobrevivir con sus demoras perfectas y sus armonías. En mi cabeza hay una interpretación aunada a los acercamientos de travesura que estremecen e invitan a incumbir, en tanto que son esos asuntos de niño y joven, que por casualidad; me descubrieron tu personalidad. Una nostalgia sin grietas, por ser ese recuerdo una esclava compañía, detalles que la niñez realza y nunca borra. Ese detalle tan tuyo de guía, pues de tu misma madre el don, para con ese tu acompañante menor e intrépido.

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Ese afán tan tuyo de vivir tus ocurrencias donde nunca mis preocupaciones y enojos, habían pasado a un entrever de »corre que te alcanza«, capitán de su propio barco; por tanta travesura y astucia obligándome a corregir con suavidad y valor sin olvidar mi postura. En mi cabeza la interacción como una vereda de aprendizaje y una media penumbra, que de a poco, se esclarece con cada motivación impresa de verlos ser ustedes al comprender que comenzaba a conocerlos. El sonar del piano y del clarinete, y las voces agudas y tiernas que hacían falta cuando salían de casa. Aquellas noches esperando la programación de „KikA‟, „Wissen macht Ah!‟, y las noticias de los niños „Logo‟1

Las comillas se representan a propósito, tanto dentro del poema como en el título, de esa forma para mezclar (en la estética del poema) la orientación ortográfica de la lengua aprendida. („…“) Así pues, las comillas simples se utilizan abriendo abajo y cerrando hacia arriba. Siendo que las comillas tipo francesas se agregan cerrando con la que normalmente se abre, y a su vez, abriendo con la que cierra. (»…«). 1

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Tú con tus explicaciones tan literales de una palabra no comprendida, con tus pinturas, piedras de colección; y tus juegos de fútbol, donde acompañarte, verte y alentarte fue maravilloso. Tú con tu atletismo, tus juegos de moda, tus visitas a mi cuarto para dormir juntas, tus fiestas vestidas de teatro y »fandango«;2 y ambos con sus peculiares gustos de lecturas por la noche y sus encierros en la cocina. Tú con tu deseo de ser matemática y ahora pronto una abogada. Tú con tu deseo de ser biólogo y ahora quién sabe, no está decidido. En mi cabeza hay acercamiento y un itinerario, ustedes con la experiencia de tener niñeras; yo con la novedad de serlo, experimentando un instinto que más que sentirlo; por primera vez desarrollé. De manera inquieta siempre supe que iba a emprender una necedad enjaulada en un paisaje de aventura, sin vislumbrar que sería un conocimiento propio, y que ahora caigo en cuenta; “Fandango” es una palabra que en la cultura mexicana (uso coloquial) significa nada más y nada menos que “música y baile”. Haciendo referencia a una fiesta donde encontramos un ambiente que envuelve e invita a participar y pasarla bien, tan sólo porque la música y baile no faltan. 2

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ha sido palpable desde el comienzo porque un pasar el tiempo juntos, un cuidar de ustedes, aún en segundo plano; fue irreversible en el hermoso daño que me acompañará siempre. En mi cabeza no hay olvido ni tristeza, pues los recuerdos se empalman bajo abrazos, fotos, y sensaciones vivas, que después de años, son parte del camino que queda al ser partícipe de sus vivencias. Y […] Luego de ser un punto en sus caminos, ahora soy una coma reluciente, que en pausas recoge y revive esos momentos cada que me entero de sus pasos por aquí y por allá; más es la vida quien se encarga de encontrarnos o sabernos bien. Un amor se queda ahí, aunque mi mente y cuerpo, a sus nuevos deberes son llamados. Solamente sé que ahora ese lugar clama un dolor, porque ahí falló: el no saberme madre.

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TROTES DE CAMBIO Estuve contigo, Dome, cuando hiciste tu Primera Comunión, y Dios te permitió vivir la Comunión de los Santos. Estuve en tu clausura escolar, bajo el recuerdo de un barco sumido en cantos y aplausos, espectáculo de cierre en el patio. Estuve contigo, Clara. Me di cuenta de tu autosuficiencia a esa edad, quedándome asombrada por los niños, que como tú, incluyendo tu hermanito; ya tenían ese arraigo cultural fuertemente cimentado. Estuve cuando su primita, apenas con meses de llegada al mundo, nos visitó en la bellísima „Hamburg, meine Perle‟, porque también ahí, me sentí como tal; adoptando hasta la ciudad. Estuve en esa dichosa visita al Papa, perpetuando en el hoy los momentos de aquel recorrido. Su cercanía en el Palacio Bellevue, 14


aquella visita al Estadio Olímpico, esa estancia pintoresca en Berlín; que bien parece reparar con fundamento la ocasión de haber sido tan grande presa histórica; dejándola renacer con su ahora tan despampanante multiculturalidad. Estuve contenta de vivir esos cumpleaños, viendo en la cultura, la forma de corresponder sus deseos inspiracionales; y de cómo cualquier idea de los niños se transformaba en una convivencia saludable. Estuve en las ciudades donde familiares suyos con gran espíritu de solidaridad y gran carisma; me abrieron las puertas de su casa para conocer otras costumbres. Ustedes padres, confiaron en mí, estuvieron cuando tuve altibajos, cuando mis verdaderos padres me faltaron por mera lejanía y nada más; por mi voluntad de experimentar. Estuvieron para mí de forma extraordinaria hasta cuando corregían mis errores de la lengua, padres al fin, pues lo demostraban procurando mi completo bienestar. Estuve con ustedes: filmes y más filmes que aunque no todos, ensartados en mi mente, vagan aún 15


guardando toda emoción y cediendo una de ellas más que otras, pues quedé plenamente agradecida.

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PLATAFORMA Recubrimiento de madera por las calles, aquellas vestidas de Medievo3 en sus detalles, fechas y dedicatorias, que aunque no completé ese, mi sueño de residir en una de tales maravillas, mi mirada sí contempló las majestuosidades de tan respirables casas antiguas. Ello no impidió, que aún distinto todo, me llevara tan calcable sonrisa en la morada de sus tremendas ingeniosidades, respetando sus espacios, bajando a la cocina, subiendo de nuevo, merodeando por la terraza y viéndolos jugar por doquier. Iba acompañándolos como un mimo que se va pintando de pared en pared, de postura a postura, imprimiendo las huellas de mis sentimientos. Ejercicio singular el de llegar a quererlos sólo de tal actuar; verlos ser y perderse felices, que ni siquiera en espacios donde enojo o travesura había, me impedía retroceder y volver a ustedes para después encontrar al día siguiente la nueva sonrisa que me conmoviera a pies del atardecer en esa plataforma, su casa. Medievo o también aceptado por la RAE: Medioevo. Diccionario Prehispánico de Dudas, (2005). Consultado el 24.8.2021 3

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INFANTES NO TAN INFANTES I Amiga de mis anhelos, enemiga de mis propósitos, cuando por marchas forzadas a poco llega mi entendimiento de una vida con disfrute. Parece cosa misma más elocuente por definirse: haber encontrado un juguete nuevo, en una lengua y una cultura que después vino a ser mi deleite, acompañando mis intereses. Aromas de un verano fresco no imponente, aunque diverso, estruendosa marcha fonológica por algunos tachada de alucinante, para mí, apenas maravillosa, redescubierta en bonanza y frutos presidiendo como salvaguarda mi aprendizaje y colmando mi memoria de su fuerza y pronunciados cambios. II Llegado el momento sin tapujos ni cintas en los ojos, encontré el ya desesperadamente buscado escenario

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para la prueba crucial, donde los hallé tan lindos, guiándome para no tocar una falsa sintonía. Hice de un espacio en mi camino laboratorio de sorpresas incubadas; un regalo agradable de la vida que por esos años me convidó para escoltar sus movimientos cuando fuese necesario. Aunque vivir como infantes con plena cercanía, redoblando risas era difícil; sucumbía ante estos pequeños adultos. Una mirada infantil perdida por instantes en el huracán de su carácter... Infantes con alma de robacorazones.

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MATIZ FUTBOLERO Hombrecito de campo inspirado por un contraataque de repentino viento al acecho, chutándose un clásico de clásicos en sus torneos de escuela; residencia futbolera. Haciendo un desenmarque o embotellando, si jugaba de defensa. Deseando llegue ese gol de inyección mortal, si ahora fuese un delantero. O quizás, encontrando un mano a mano; en medio de una formación 4-4-2. Con pases de profundidad, haciendo piques, a veces, sólo echándose una cascarita, quería mostrar su optimismo por recorrer la cancha a todo lo largo y remontar el marcador. Como cuando reencontrándose con la portería, sus tácticas eran juego obligado para encontrar los huecos y entrar al área chica, dejando atrás los teatros, fue fusilando en pleno al portero para llegar al gol de golazos: su objetivo de vida.

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ÉL Y LA MUJER Estímulos nada más, ninguno tan efectivo como aquellos que llevan su sangre. No había deber mío en aquella educación, pues esa parte, no era discutible. Él sólo escuchaba mi parecer: decirle que todo respeto que brinde a los demás estará de vuelta para sí. Especialmente con las mujeres, quienes sabrán apreciarlo. Ejemplo y baluarte del caballero que de su padre aprendió.

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DISPOSICIÓN EMPAREJADA

I Esta tarea que a veces perturba, es perversamente voluble ¿Ya comprendes? Eres tú y esa soltura para amar. II Estilo libre, con poco por planear pues no hay mucha elección, más que tu saber y el recoger de cada día; el florecimiento de su actuar y el tuyo, a bien apreciar. III Un día ambos, querido Dominik, querida Clara, dejando a un lado su niñez, probaron también el sabor a Au Pair; recogiendo las siembras de un corazón cuidado con sabor familiar o sabor a compromiso pactado. Un sabor a la medida de cada ser, si se quiere ser, con esa propia voluntad; un acompañante más.

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EX TEMPORE4 Una comida ex tempore: el remate de un Omelett5 cuando acababa el día y el niño saciaba su sed de cocinar. Una meta ex tempore: la rapidez de colocarse los tenis para calmar el enojo del pesado día con un circuito por correr y la meta: tranquilizarse. Una sorpresa ex tempore: las salidas a celebrar con una cena las buenas calificaciones de sus pequeños. Un algo, quasi ex tempore. Podía sentir lo que se venía venir, luego de vivir por dos años bajo el abrigo de su techo.

¿Será que algo improvisto o fuera de lugar se vuelve de pronto costumbre? 5 La palabra “Omelett” se respetó como sustantivo en alemán, en su escritura y su regla ortográfica. 4

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RETORNO A nuestra ausencia sobrevivieron las memorias con las que ostentaron nuestros ojos las peripecias y picardías vividas, desprendidas de nuestra personalidad. Peripecias por ser cambios repentinos de emociones con las que se tiene que lidiar al plasmar una figura mental de un todo, hasta en el saber distinguir el trato con cada cual; aspereza que no puso fin a un cultivo de cariño que crecía. ¿Recuerdas Clara, cuando me diste la noticia de tu llegada? Después de tanto, tomaste rumbo a México, y yo, maravillada de esa repentina visita, con el agrado de reconocerte, encasillé el recuerdo de la pequeña que a sus niñeras tomaba por hermanas. Y tú, como cayendo en un profundo azar de rejuvenecer en pos del encuentro, avivaste el cariño aún visible a quien conociste por niñera y quien tus recuerdos guarda con aprecio. Volviste a mostrarme que tu YO nunca cambió, sublime recolección de bellezas y tesoros: tus vivencias por América Latina que hicieron descubrir tus anhelos aleatorios de buscar convivencia a la antigua, aunque ahora como toda una señorita, 24


siempre dejando ver lo dulce de aquella niña que conocí, en una forma que, sin dejar mentir; humilde y con juventud plena, iba descubriendo cómo un abrazo se sentía igual que el de hace años. Para variar, grato. En el fondo nos revestimos de aquel sentimiento encañonado del que tales abrazos se valían. La nostalgia y el sentir tan fresco de ese querer mutuo. Así pues, me encontraba debatiendo esa respuesta contra la que toda niñera lucha; entre saber o no saber: reacción apegada a un recuerdo, difícil de enmudecer, propicia a extrañarse; que al cabo de mostrar el querer, va desenmascarando a la niña de esa misma esencia con la que la conocí.

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MOMENTO FIEL6 Encantador fue el momento de una despedida con armadura de marca propia para no resquebrajarse. Sofocante suspiro que una mañana me despertó, estremeciéndose sin flaqueza sobre mí. Montura que no dejó espacio para sentir ni una mirada, en tanto que, una embestida temporal de palpitaciones como un gigante se mostró. El sentimiento varado y palabras sin soltar, demostraron éste: mi corazón de pollo. Enseguida un chillido a moco tendido, y con ello la pieza final de un ensamblaje que dibujó un apretón fortísimo, para con él, devolver la simpatía recibida, desde el comienzo de este transitar, hasta retornar a tierras mexicanas. Léalo a su modo: final suave - primer poema titulado “Momento fiel” o final fuerte - segundo poema titulado de la misma forma. ¿Será que se nota? 6

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SOMBRÍA COMPETENCIA Compartí, al cabo de un tiempo, los miedos que una madre experimenta desde un “no está”, hasta un “cuándo volverá”. Tropecé como muchas en esta escena, no sabiendo guiar de la mejor forma a estas criaturitas que se me encomendaron. No me ensordeció, ni siquiera, todo tumulto de enojos y palabrejas, si por algo no los contentaba. Alguna vez, confieso, me mostré temerosa de los peligros que no pudiese mitigar, de las palabras que no pudiese encontrar, de las situaciones que no pudiese manejar; y hasta de sobrepasar mi permisión de sólo cuidar. Me inquieté, y otro tanto, me preocupé igual que sus padres, al verme vencida por la incertidumbre de su bienestar. Y quién sabe cuántas veces más me preguntaré continuamente ¿qué será de su porvenir? a pesar de que todo ha quedado ya en la cicatriz de esta nula maternidad. 27


CIRCUITO Es de saberse que cada quien en su cada cual, y cada cual en su para qué de su existir. Por tanto, todo experimentar donde los pies corren vertiginosos de puerta en puerta, deja algo en descubierto. Tomando un sorbo alegre o lastimoso, el que se recibe de tal vocación latente según la suerte de cada quien: un seguro de enganche o desenganche de aquel personaje buscando tal ocupación. Enganche porque colma nuestra búsqueda, desenganche por no siempre comprender del todo; cómo ser y cómo estar. Una voluntad por el Cielo ornamentada, figura omnipotente, escudriñando mi capacidad de respuesta doblegada a sus pruebas. Mundo asimilado y moldeado, saboreado por las cabales decisiones de los lazos permitidos; por haberse ya un día preguntado: si vivir esta experiencia, era para sí vital. Esperando se pueda repetir, aunque nunca de igual forma; deposito mis pensamientos en que un nuevo capítulo de vida juntos tenga a bien abrir sus páginas por designios de Dios. 28


PEDAZO DE VERDAD Lo materializado de esta experiencia funge como baúl del recuerdo. Todo tiene un lugar en mi sentir, en mi amar, en mi valorar, en el conjuntar una imagen, una foto y un objeto. No tiro nada, porque con ello, estaría dejando atrás escenas bellísimas; que no en vano, cedí a integrar en mi pedazo de verdad.

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MOMENTO FIEL Encantador fue el momento de una despedida con armadura de marca propia para no resquebrajarse. Sofocante suspiro que una mañana me despertó, estremeciéndose sin flaqueza sobre mí. Montura que no dejó espacio para sentir ni una mirada, en tanto que, una embestida temporal de palpitaciones se mostró como un gigante. El sentimiento varado y palabras sin soltar, demostraron éste: mi corazón de pollo. Enseguida un chillido a moco tendido, y con ello la pieza final de un ensamblaje que dibujó un apretón fortísimo, para con él, devolver la simpatía recibida.

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HUMO DE CAFÉ Siento el humo del café, aún somnolienta, miro con detenimiento este traspasar de la línea del globo terráqueo. El atajo como fue deseado, una decisión tolerante, un viaje bizarro, como si estuviera imposibilitada, poco movimiento, nula capacidad en el idioma; pero con su ayuda familia de un huésped, nunca volvió a ser tan dramático. Mejor aún, estoy maravillada desde lo más hermoso, del buen y bien tomado objetivo.

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Isabel Martínez Herrera

(1984) Oriunda del estado de Querétaro, estudió la Licenciatura en Lenguas Modernas en Español en la Universidad Autónoma de Querétaro. Ha sido mujer no-madre que ha participado muy cercanamente en la crianza de varios miembros de su familia. Dejando esto una huella imborrable que expresa en esta antología.

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AURORA Tu nombre se parece a ti. Elegiste nacer en la montaña, donde las auroras boreales iluminan las noches frías en los límites del mundo. Tu madre dio a luz mientras el magnetismo se hacía visible al ojo humano en aquella cumbre helada. La montaña y tú se eligieron para ser madre e hija. A lo lejos distingo un cúmulo de luces Que iluminan mis pupilas. Sé entonces que has estado sonriendo.

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LOS MUÑECOS Mi hermana me tejió dos muñecos con los que quisiera jugar día y noche. Su creación gemelar me ha regalado un número imponderable de risas. Por las tardes debo separarme de tan elaboradas figuras, y vuelvo a mi lugar de dormir para soñar que el juego no ha terminado.

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ALONDRA En tu nombre llevas un ave, y con ella sus alas. Tus padres te llamaron Alondra, así te dotaron del vuelo y del canto. Las alondras surcan libres los cielos que cobijan las milpas. Algo de su nombre llevas en tu viaje diurno, y sobre tus alas doradas la libertad.

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UNA HERENCIA CÓSMICA Crearé para ti y para tu hermano un insecto cósmico que polinizará este jardín nocturno. Cuando me vaya, dejaré más estrellas. Dejaré también las palabras heredadas de mis ancestros para que expresen el cosmos. Mis sueños lunares serán de ustedes, suéñenlos para que no mueran conmigo.

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AVIONES DE COLORES Hoy jugamos con avioncitos de papel, ninguno volaba tan alto como el azul. Me tendí de cara al cielo y observé cómo los mellizos los hacían surcar. Un instante grabado en la memoria que guardo para el esparcimiento de mi vejez.

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REENCUENTRO Deambulé muchas noches juntando recuerdos para escribirte un poema. Recorrí con este propósito las calles por las que anduvimos cuando eras niño. Anduve en busca de la arena donde fuiste feliz con los pies desnudos, y entonces descubrí que me he reencontrado con mi memoria. Son las palabras que se niegan a despertar en mi poesía.

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SUPERSTICIONES Las lunas llenas me significaron amargas noches, en las que el temor de que nacieras sin un dedo ocupaba mi tranquilidad. Te guardé de las miradas pesadas que provocan ese terrible mal llamado “ojo”. Dispuse las tijeras en la ventana para impedir que la bruja te llevara.

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MUERTE DE CUNA La vigilia es el primer síntoma de una madre que teme a la muerte de su recién nacido. A tu madre le dolía el insomnio, había huellas de ello en sus ojos. Nunca supe cuándo volvió la quietud, pero hay quienes aseguran que las madres no vuelven a tenerla.

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EL RECUERDO ¿Qué se salvará de tus recuerdos y los míos? La locura de Erasmo quizá intercederá por mí ante la memoria y te traerá de vuelta. Así, mi vejez transcurrirá entre las mil sonrisas de hoy y las que se dibujarán mañana.

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DECIDISTE SER ESTILISTA Aquel día que maquillaste mi cara, también maquillaste mi alma. Tus hábiles manos ocultaron las huellas de un tiempo que no perdona. Elegiste el oficio que tiene el gran poder de vencer al acérrimo enemigo de la vejez.

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María Juana Martínez Torres

(1997). Originaria de San Joaquín, Querétaro. Estudió la Licenciatura en Educación Especial en la Centenaria y Benemérita Escuela Normal del Estado de Querétaro. Actualmente radica en Querétaro. Mujer no-madre a partir de los dieciséis años cuando nació su segunda sobrina, desde esa edad formó parte de la crianza de sus otras cuatro sobrinas y de su sobrino, y espera seguir formando parte de la crianza de su octava sobrina, Renata. De igual manera, trabajó de niñera temporalmente y tuvo oportunidad de seguir el hilo de la experiencia de lo que conlleva ser una mujer no-madre que cría, papel que se ve reflejado también en las aulas, en su faceta como docente.

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“Los niños tienen la mala costumbre de no pedir permiso para comenzar a aprender” Emilia Ferreiro Para Itza, quien me alegró los días, el alma, la vida. Por su amor y curiosidad, que no dejaron morir la niña que me habita. Te amo.

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CUANDO TE CONOCÍ Fuiste un meteorito, golpeaste fuerte y profundo mi alma con tu llegada. No sabía cuán importante serías para mí, sólo caminaba por este mundo errante y al verte en mi camino; comprendí que era momento de una pausa. Me detuve a admirar tu belleza, tu fragilidad. Descubrí que no eras tan pequeña como parecías porque tù, siendo una niña, me enseñaste a fortalecerme como mujer. Cuando te conocí, yo no sabía qué pasaría, tuve miedo, lloré, ardí, la incertidumbre se apoderó de mi alma. No eras mía y al mismo tiempo, me pertenecías, tenía que cuidarte y cuidarme a mí, de quererte más de lo que debía. Fue un constante estreno de emociones: miedo, enojo, frustración, felicidad y nunca sabía cuál iba a usar, al final siempre me decidía por la alegría justo cuando tú, me mirabas y sonreías. 45


CONFIDENTES Estuve contigo cuando… es difícil elegir un momento cuando he estado en tantos siendo tu complemento guardando tantos secretos. El primer día de escuela, la primera puesta en escena, el primer diente que mudaste y la rodilla que te raspaste. Pocas han sido las veces que no he estado contigo, es difícil elegir un momento cuando tú has sido fiel conmigo. Estuve contigo cuando tu más lo necesitaste y tú, estuviste conmigo cuando comenzaba a desplomarme. .

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DE CAÍDAS, ENFERMEDADES Y RASPONES, ESTÁN LLENOS LOS NIÑOS Una caída, un raspón, el llanto, el estupor. Mis brazos alzando tu cuerpo, mi mano poniendo el ungüento, mis palabras consolando el llanto y la paz que llega después de un rato. Así fueron tus caídas, imposible contarlas. Caída, raspón y costra, después, todo era descostra, hasta que llegó el entretiempo y termino ese tormento. Cuando ya todo acabó, se puso de moda enfermarse y a ti te gustaba ser fashion, a veces era de asombrarse, en ocasiones, fue de espanto. Se te pintaba una ojera cuando mal tú te sentías, me apretaba el alma ver que el dolor te partía.

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Todas esas primeras veces que te enfermaste o caíste, viendo como cada día creces y del ruedo nunca saliste.

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ESPACIO Y TIEMPO Entraste por la puerta grande Siendo una sorpresa en mi vida Porque no eras mía, pero mí Alma te pertenecía. Caí rendida ante tu amor, e Inconscientemente, cometí la Osadía de darme tiempo para cuidarte y ser más que tu tía. Y en el trayecto me encontré con una gran alegría, Tú también me amabas, tenías Intenciones comunicativas conmigo, En miradas, gestos, balbuceos, comenzábamos a Mandar mensajes y a compartirnos. Pocos saben el amor que nos profesamos, pocos Observaron el espacio que hice en mi vida, y el tiempo que me regalaste.

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LA LIBERTAD DE AMAR-TE De este mundo al partir, uno nada se lleva, dicen algunos que, sólo un puño de tierra, yo digo que aparte de eso, nos llevamos a la tumba uno que otro amor roto, y algún poema de Neruda. Yo te deseo, mi alma, que el día que yo te falte no te haga falta nada, más que la libertad de amar-te no importa cómo seas, hablando físicamente, lo que importa es que valores lo que tienes en la mente. Que no sólo ames tus curvas, o los pechos que te falten, que ames también tus estrías, las que están y las que lleguen, porque el tiempo no perdona, cara bella, fea o redonda. Te deseo de este mundo lo único que me queda, ponte atenta: Tiempo, salud, y amor, son indispensables en el mundo, cuidado con el dinero, te mostrará falsos amigos, cuando más sola te sientas es cuando verás partir al miedo y justo cuando acabe la cuenta, comenzarás desde cero. El regalo que te doy, te lo entrego con mis palmas. Tal vez sean sólo palabras, o un baúl lleno de plata, eso nunca lo sabremos te toca descubrirlo, mi alma.

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ELIPSIS Sigues creciendo y da temor, floreces cada día como un girasol, da temor no saber si estaré contigo, pa’verte crecer. Cuando seas más grande de lo que ya eres, quisiera colgarme a tus brazos y que mi sueño veles. Que me cuentes cuentos, canciones me cantes, mi cabello roces como yo lo hacía antes. Sólo un deseo tengo cada noche al dormir, que este elipsis nuestro nunca llegue a su fin. Ser complices eternas de arrullos y vivencias, arroparnos el alma a pesar que un día, ya seamos viejas.

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CUANDO TE FUISTE Tras tu partida, perdí el rumbo, se fueron las risas, llegó la nostalgia, escaseo mi anhelo de vida, el mundo se tornó grisáceo. Cuando te fuiste, yo estaba enfocada en mí, no hubo tiempo de despedidas mucho menos de retornos. Te perdí, no sabía dónde buscarte, mis brazos te echaron de menos, mis palmas no tenían una cabecita para acariciar, mi boca ya no sabía cómo cantar.

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¿LA DESPEDIDA? Terreno espacial a 9 de noviembre de 2014 Querida mía: Te dejo este recadito porque así es más sencillo, no quería esperar a verte las pupilas inclementes, y sentir un nudo en la garganta que resultaría insoportable. Sobre la mesa te he dejado una lechita caliente y un bolillito con mayonesa y jamón, como te gusta. También, encontrarás sobre el buró de mi recámara los latidos de mi corazón cuando están lejos de ti, te los dejo para que te abracen y sientas mi amor a la distancia. Sé que esto parece una despedida, pero, las despedidas, las hay de todas: Sencillas, difíciles, duras, suavecitas, llenas de llanto o risas, con maletas o sin cosas, siempre es arduo decir adiós. En esta ocasión, toca despedirnos sin volvernos a ver el rostro y con las lágrimas en el bolsillo. Me llevo en la maleta los momentos de tu infancia, desde la primera vez que te cargué hasta la última vez que acaricié tu cabeza y percibí el aroma de tu cabello. Te amo para siempre, mi Bicha. P.D: Te veré de nuevo en mis sueños. Con todo mi afecto, tu Any

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DESPUÉS DE TODO Me queda tanto. Los recuerdos, los aromas, las miradas, los abrazos. El sonido de tu voz frágil al nombrarme, después de todo, me queda nuestro perpetuo amor de tía-madre a sobrina-hija. Me quedas tú.

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Karla García

(1997) Nacida y habitante de la ciudad de Querétaro. Egresada de la Facultad de Lenguas y Letras de la UAQ. Profesora de italiano. Compañera eterna de las letras y las lenguas. En sus pequeños pasos se puede encontrar: “El jardín de los pecados” en Revista Espora #23 y “Festín” en la Gaceta de Aeroletras (FLL-UAQ). Mujer no-madre desde la adolescencia hasta su realidad actual.

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PACTO FIRMADO Nómada, náufraga, habitante sin espacio propio. Ave sin hogar, libre, viva. Contaba con alas fuertes, nuevas, alas para huir, para abrazar mi soledad. Alas para volar al nido que no existe. Llegaste, y me ofreciste tus manos isla, tu risa sol, tus ojos aire, tu vida. Jaula. Mis alas como valor de cambio: la libertad a cambio de tu risa.

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NIDO EN CONSTRUCCIÓN Hola, no sé quién eres, tampoco sé quién soy, pero siento que esto es para ti. Aquí tienes, un espacio vacío: con grandes ventanas para los rayos del sol. Aún no tiene color, ni adornos, eso te toca a ti. No lo veas como un lugar en abandono, es más un nido, un lugar que preparé sin darme cuenta. Cada piedra que completa la pared para mí fue una caída, una herida que en su momento se veía irreparable, pero aquí estoy, llena de cicatrices y feliz de ver todo lo que formé. Llénalo, es tuyo, arroja tus juguetes por doquier, 57


ordena, desordena, dale color con tus risas, ahuyenta a los brujos con tu llanto. Decora esta pared con gises, con baba, con caídas, con aprendizaje. Tómalo, es tuyo. Dale vida, dale una razón de ser a este camino disparatado. Es para ti, espero te guste.

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UNA DE LAS TANTAS NOCHES Es tu primera noche en casa y la vida ya es un reto, la noche juguetona ha decidido poner a prueba tus pulmones. Lejos de ser algo bueno, este viento danzante es un mal augurio: la noche quiere retarte. Demuéstrale, vida pequeñita, que tú puedes con eso y más. Mamá está cansada, pero estas cobijas amadoras están dispuestas a protegerte. Por hoy son tus hadas madrinas. Demuéstrales, la noche es imponente, fría, destructora, pero tú, vida pequeñita, puedes con todo eso y más.

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CANSANCIO AL ATARDECER Estoy cansada de maternar lo ajeno. De partirme en trozos para dar lo mejor de mí al otro, mientras yo me quedo sin nada. Estoy cansada de maternar y no existir, ser maceta, ventana, cama, babero, cinto. Ser todo menos yo. Ser objeto y no voz. Ser castigo y no ternura. Estoy cansada de mantener mi mundo-hogar a flote. Estoy cansada de los llantos, la leche, los castigos y las preocupaciones. Cansada de decidir si es mejor ser maceta para dejar de ser llama. Dejar de ser destrucción para volverme paz, silencio. No yo. Estoy cansada. Pero por oír este balbucear constante aguantaré un poco más. Ser mecedora no está mal, de vez en cuando. 60


RENACIMIENTO Desde tus ojos reconozco el mundo, un mundo gigante lleno de luz y alegría. Un mundo árbol, sol, planta. Un mundo tuyo, pequeño. Desde tu tacto observo al mundo vivo, mundo fuerte, mundo peligroso. Desde tu risa siento la vida correr por este mundo. mundo alegre, mundo llameante. Desde tu fragilidad entiendo el miedo, la melancolía y la incertidumbre que este mundo nos puede brindar. Un día más en este mundo, es un día menos contigo, bebé. Un día más de descubrimiento. Un día.

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FUTURO DE INCERTIDUMBRES Desde que supe de tu existencia sentí que el mundo se partía en dos. Mi vida estaba siendo desgarrada desde las entrañas y no podía hacer nada para detenerlo. De nuevo, esto no era mi elección. No naciste de mí, vida pequeñita. No eres parte mía, no somos sangre y entrañas. Solo somos dos respiros coincidiendo, pero si alguna vez tuviera que explicar lo que tu llegada significó para mí, diría que fuiste destrucción un desastre natural que arrasó la pequeña ciudad que compone mi existencia. Cada cimentación mal forjada pasó a ser solo polvo ante tu risa. Ahora estamos juntos, construyendo algo nuevo. A veces sale el sol y el avance es bueno. Otros tantos días, la lluvia puede con nosotros. La preocupación me susurra 62


que despierte, ¿cuánto más te quedarás cerca de mí? Mientras el momento llega, construyo esta nueva existencia doble con tus pasos torpes, tus balbuceos inentendibles, tus manos regordetas y el amor que me das. Después de la destrucción siempre llega algo nuevo.

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JUEGAS Te veo investigar el funcionamiento de cada juguete y cuando algo no cuadra, estallas, la rabia te domina. Eres mi pequeño volcán aprendiz. Y yo me río, pero muy dentro de mí tengo miedo, ¿esa furia se detendrá en algún momento? ¿serás siempre un volcán en erupción? No te pido que te transformes en un volcán inactivo. Ese fuego es quien tú eres, pero, vida, aprende de mis errores, escucha mis enseñanzas y recuerda: el fuego para crear, no para destruir. Toma lo mejor de mis palabras 64


y forma un jardín que proteja tus laderas, bello y resistente. Habitable. No te recomiendo la presencia de seres peligrosos, pero si llega a suceder marca tus caminos, avísale a tus visitantes por dónde no ir. Sé siempre el volcán activo, pero cuidado, no querrás destruir tu hogar. El fuego ciega y por un momento todo sabe bien, pero, querido, las cenizas tienen un sabor muy amargo. Escucha a este volcán viejo: aprendiz, no te conviertas en la reliquia que hoy soy.

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HERMANA Lo veo, te veo y solo quiero tomarlo en mis brazos y cuidar su fragilidad hasta el fin. Te veo a ti, querida, tan pequeña, tan estresada, y sólo deseo quitarte esa carga, tomar ese peso y cuidarlo hasta que puedas con él. Pero la vida no es así, Tú naciste, hermana, y ya luchabas contra la vida, siempre dispuesta, siempre decidida, siempre tú. El miedo me traga, pero el destino está trazado y en él esa maternidad no me corresponde. Aquí están mis manos, te ayudarán mientras la vida me lo permita. Sólo soy, por ahora, el árbol que les da sombra mientras decides a dónde ir. Mis raíces están plantadas 66


en otro destino, no nos corresponde movernos juntas. Abraza la maternidad que la vida te regaló, llórala, ódiala, ámala, es tuya. No temas, tienes la fortaleza suficiente para dar los pasos de vida con ese retoño. Yo ahora, como todo, soy una pieza pasajera. Recuérdalo, porque sí, hoy estoy, pero no sé qué será de mí en el invierno. ¿Ahora qué? Y después de todo, la vida tiene que seguir, a veces cerca, a veces lejos. Ahora, mi cielo, soy quien te sostiene, pero no me creas eterna, no me llames hogar. Tu mamá te espera, cuéntale de 67


lo que aprendimos juntos: las risas, los regaños, las alegrías, cuéntale y sigue tu vida. Yo estaré aquí, viéndote crecer, a veces lejos, a veces cerca, pero cada quien desde su pradera.

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La editora Rocío B. Ortiz (1984). Radica en Querétaro desde los cinco años. Sus primeras indagaciones literarias comienzan en 2010 en los talleres de Arturo Santana. Estudió la Licenciatura en Estudios Literarios en la Universidad Autónoma de Querétaro. Coordina talleres de creación literaria y es correctora de estilo. Colaboró en la antología Obsesivos (Infinita, 2020) de minificción. Ganó la tercera convocatoria de Apoyarte en 2021 y es colaboradora de Ediciones Zetina desde el año 2020. En agosto de 2021 publicó la segunda edición de su poemario Amoroso vacío.

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Historia Sello fundado en enero 2019 en la Ciudad de México y que se mudó a Querétaro en 2020. Misión Ofrecer servicios editoriales integrales para escritores e instituciones, que se ajusten a sus perfiles y necesidades y materialicen sus potenciales. Visión Posicionarnos como una empresa líder en su ramo, ganando y dando prestigio a nuestros clientes en el mundo editorial. Estilo Lo que nos hace únicos es la personalización de los servicios enfocados en cada cliente, para que los lectores reciban un producto con calidad y belleza. ¿Quieres publicar tu libro? Contacto Correo: infinitaeditorial@gmail.com www.facebook.com/Infinita-277143776291823/ Instagram: infinitaeditorial Twitter: @infinitaeditor


Se editó en septiembre de 2021, en la ciudad de Querétaro, México, con Times New Roman. La edición fue desarrollada por Daniel Zetina, bajo la revisión de la editora. Se difundió impreso y a través de medios digitales.


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